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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA FACULTAD DE HUMANIDADES Licenciatura en Antropología La Antropología en Salta (1970 – 1982) Alumno: Miguel A. Martínez Directora: Dra. Elena Belli Codirector: Lic. Ricardo Slavutsky 2005 1

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Tesis lic. G. Martinez

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA

FACULTAD DE HUMANIDADES

Licenciatura en Antropologa

La Antropologa en Salta (1970 1982)

Alumno: Miguel A. MartnezDirectora: Dra. Elena Belli

Codirector: Lic. Ricardo Slavutsky2005

1- Introduccin: aspectos metodolgicos

a. Cuestiones preliminares

Para abordar la historia de una disciplina en un contexto particular es necesario considerar los aportes de la Historia de la Ciencia, de la Sociologa del Conocimiento y de la Epistemologa, de modo de recoger tradiciones de investigacin que ponen de relieve distintas dimensiones de anlisis.

As, si el inters es destacar la accin de los cientficos con relacin al conocimiento producido es til el punto de vista de la Sociologa del conocimiento. Estudia las relaciones entre construcciones del pensamiento reflexivo y la estructura social (Bottomore 1974:61) Desde 1920 autores como Luckacs, Scheler y Mannheim aportan al debate de la produccin de conocimiento en la ciencia, se preguntan por las articulaciones entre la estructura interna del conocimiento generado en una sociedad particular y esa misma sociedad, interesa el conocimiento en tanto instrumento de la accin colectiva. En ese sentido, al hacer centro en las cuestiones socio-histricas que rodean la produccin de conocimiento, han descuidado los problemas atinentes al contenido, estructura y dinmica de sustitucin de teoras. Esta historia fue definida como externa.

Los externalistas consideran que la produccin cientfica no escapa a las influencias socioculturales, econmicas, institucionales y poltico-ideolgicas y, en buena parte, el conocimiento producido se explica por estas variables, mientras los internalistas estudian el conocimiento validado.

El externalismo, segn Canguilhem (1970: 10,12), es una manera de escribir la historia de las ciencias condicionando su produccin a los intereses econmicos y sociales, a las exigencias y las prcticas, y a las ideologas polticas y religiosas, mostrando altos grados de condicionamiento y baja autonoma.

La Historia de la Ciencia ha ido cambiando su enfoque, aunque pondera el mbito circunscrito de las realizaciones cientficas y transita entre una historia de los aportes de cientficos indiscutidos, a una modelizacin del cambio terico en los campos disciplinares, ciertos conceptos o hiptesis relevantes. La historia es historia interna de las disciplinas y sus cultores ms descollantes.

Los enfoques internalistas consisten en pensar que no hay una historia de las ciencias si no nos colocamos en el interior de la obra cientfica para analizar los avances por medio de los cuales se busca satisfacer los movimientos ms especficos que permiten definir a la ciencia como una tcnica o una ideologa (Canguilhem, G.;1970:10)

Para reconstruir una historia interna se debera indagar supuestos tales como la lgica utilizada por el investigador, su sistema de verificacin o refutacin, las teoras que sostiene y las experimentaciones que realiza, y tambin como interactan estos supuestos para producir un proceso de acumulacin cientfica. Se apoya en el supuesto del carcter objetivo de la lgica y a partir de all, se trata de ver si el sistema de enunciados correctamente construido se deduce lgicamente unos de otros.

Alexander Koyr (1966) aporta en una direccin social, cuando muestra como los cambios en el pensamiento cientfico no constituyen un tpico independiente, sino que estn ligados a la evolucin de las ideas transcientficas, afirmaba que la Astronoma de Coprnico aportaba una nueva imagen del mundo: el sol en el centro ubicaba a la tierra como un astro entre otros.

Koyr pone en el centro del debate la cuestin de las implicancias sociales del conocimiento cientfico al mostrar que una historia de la ciencia, an cuando apele a la historia de las ideas o a la filosofa de la ciencia es abstracta. Sostiene una historia especfica de la ciencia que consiste en el anlisis conceptual, pero cree que debe ser contextualizada. Afirma: no podemos interpretar la obra de Newton en trminos de la estructura social inglesa del XVII . (Koyr A. op. Cit 102).

Es decir que se trata de asimilar el objeto de la historia de la ciencia al objeto de la ciencia misma. Vale decir que se explica el desarrollo cientfico exclusivamente a partir de sus productos. Se asume asimismo, que los procesos de produccin y validacin del conocimiento y a los contextos de produccin estn exentos de influencias externas y su estudio compete nicamente a la historia de las ideas y a la filosofa de la ciencia cuyo progreso, es entendido como un enfrentamiento entre la novedad y la tradicin, entre la ciencia y la metafsica, pues se avanza por el camino adecuado no slo cuando se es capaz de tomar decisiones correctas a partir de su propia lgica, sino adems cuando se logra emanciparla de lo que no le pertenece: las fuerzas sociales, polticas y econmicas, la injerencia del poder, el debate sobre la utilizacin pragmtica de los avances cientficos, las polmicas sobre la moralidad y la manera en que los seres humanos van asumiendo histricamente la aparicin de las novedades cientficas. (Medina; 1983 en: Arenas 1989:5)

Gaston Bachelard (1968) realiza un examen del conocimiento objetivo mostrando que aceptacin y verdad no son trminos equivalentes porque los cientficos han sostenido falsedades imbricadas en redes tericas. As sostiene que el progreso cientfico tiene lugar cuando se producen rupturas con el sentido comn, cuando el cientfico interpela el conocimiento disponible, supera obstculos epistemolgicos (hechos mal interpretados), producindose una reorganizacin dialctica del conocimiento. Para l hay progreso cientfico cuando el cientfico supera obstculos epistemolgicos: Para el cientfico, el conocimiento emerge de la ignorancia como la luz de la oscuridad. El cientfico olvida a veces que la ignorancia es un tejido de errores positivos, tenaces e interdependievntes. No reconoce que la oscuridad intelectual tiene una estructura y que, siendo as, cada experiencia objetivamente correcta debe contener la correccin de un error subjetivo. Pero los errores no se destruyen fcilmente de uno en uno. Estn coordinados. La mente cientfica slo puede afirmarse destruyendo el pensamiento cientfico (Bachelard G. 1968. Citado por Llobera J. 1980: 45)

Una mirada epistemolgica se preocupa por la produccin y validacin del conocimiento cientfico. Si bien hasta la dcada del 60 ha sido una disciplina fundamentalmente normativa prescribiendo el deber ser del trabajo cientfico, a partir de los aportes de Thomas Kuhn (1985) se destaca la necesidad de considerar los estudios de la historia de la ciencia, esto es tomar en cuenta los casos efectivos de produccin cientfica.

Las diferentes metodologas cientficas, y las distintas concepciones de racionalidad formulan demarcaciones diferentes entre la historia interna y la historia externa de la ciencia. As, por ejemplo, lo que el falsacionista popperiano considera como manifestacin de adherencia irracional a una teora refutada, inconsistente y que, en consecuencia, confina dentro de la historia externa, puede explicarse como la conviccin para desplegar un programa de investigacin regresivo. (Lakatos 1983).

Thomas Kuhn intenta escapar a la polmica entre internalistas y externalistas al estudiar las comunidades cientficas como aquellos agrupamientos de cientficos que comparten un paradigma. Define paradigma atribuyndole dos significados: Por una parte significa toda la constelacin de creencias, valores, tcnicas, etc., que comparten los miembros de una comunidad dada. Por otra parte, denota una especie de elemento de tal constelacin, las concretas soluciones de problemas que, empleadas como modelos o ejemplos, pueden reemplazar reglas explcitas como base para la solucin de los restantes problemas de la ciencia normal () Un paradigma es lo que comparten los miembros de una comunidad cientfica y, a la inversa una comunidad cientfica consiste en unas personas que comparten un paradigma ( Kuhn T 1985: 270, 271), afirmando que no toda circularidad es letal.

El anlisis se enfoca sobre los agrupamientos cientficos, pero quedan aislados del conjunto social, as, el cambio terico se explica por la emergencia sostenida de anomalas (problemas) que el paradigma no explica. El hallazgo de respuestas a estas anomalas genera el cambio en las adhesiones, ste es concebido en trminos de revolucin cientfica, e implica un cambio de paradigma con un nuevo perodo de ciencia normal.

Para Kuhn los paradigmas son inconmensurables, no dialogan ni intercambian o se combinan. En este sentido contra las posiciones que ven desarrollo progresivo y acumulativo en la ciencia, para l, hay discontinuidad.

b. Aplicacin del modelo Kuhniano en Antropologa

Esteban Krotz (1986) ejemplifica en Antropologa a travs del Evolucionismo como paradigma dominante en el siglo XIX.

Aplicando el punto de vista Kuhiano intenta superar la dicotoma internalismo externalismo en trminos de comunidades cientficas, aplicando esa discusin a la conformacin de las antropologas en el sur:

Esteban Krotz en las antropologas del sur (1993), analiza la produccin antropolgica en los pases del sur, a partir de una conceptualizacin de produccin de conocimiento cientfico que apunta a superar la divisin entre elementos internos y externos para explicar procesos de produccin de conocimiento, donde las comunidades cientficas constituyen el sujeto colectivo de esos procesos.

Para el autor:

...la produccin de conocimientos cientficos es un proceso de creacin cultural semejante a otros procesos de creacin cultural.

Al igual que todos los dems, tampoco ste debe ser analizado nicamente como sistema simblico separado de los dems aspectos de la realidad social ms comprehensiva; tal procedimiento significara reducir a la antropologa a los resultados de este proceso de produccin e incluso a restringir su historia al desarrollo del pensamiento antropolgico. (Op. Cit.:9) Una implicacin inmediata de esto es que no debe estudirsele como un proceso sin sujeto: cualquier anlisis de la ciencia antropolgica tiene que incluir de manera fundamental la atencin a las caractersticas de las comunidades cientficas que generan y difunden los conocimientos antropolgicos considerados por ellas mismas y por otros sectores sociales como cientficos.

Es crucial caer en la cuenta que los generadores (que siempre son colectivos) de tales conocimientos al igual que sus estructuras organizacionales y sus vnculos con la realidad social ms comprehensiva no son algo externo al conocimiento antropolgico, sino que se trata de elementos tan intrnsecamente constitutivos del mismo como, por ejemplo, la dinmica argumentativa del debate cientfico. (Krotz 1998: 6)

c. Especificidad de las Ciencias sociales. La propuesta de P. Bourdieu

En Ciencias Sociales conviven en un mismo tiempo paradigmas divergentes y grupos con intereses contrapuestos, Para Kuhn, la explicacin se asienta en la inmadurez de estas ciencias que las ubica en una etapa preparadigmtica.

Sin embargo, el argumento de inmadurez parece ser una clasula de ajuste que inhibe el tratamiento de la especificidad de los estudios sociales y carece de relevancia toda vez que las ciencias sociales exhiben teoras sustantivas que explican problemas concretos. La convivencia de diferentes tradiciones de investigacin, no solo responde a diferencias ideolgicas entre los cientficos, sino que atienden dimensiones de anlisis de diferente rango, y en esto se observa coincidencia con disciplinas como la fsica donde se opera con las teoras de Newton y Einsten, en este sentido parece ser ms conveniente el punto de vista que afirma la coexistencia de paradigmas complementarios o alternativos.

Bourdieu al criticar este tipo de posiciones como la sostenida por Kuhn, en las que predominan presupuestos de homogeneidad y concordancia, sostiene que la ciencia no constituye un espacio autnomo y desinteresado de la cuestin social, no es un reino de fines donde la nica competencia posible es por las ideas que mejor explican o la bsqueda de la verdad. Alega a favor del empleo de la nocin de campo cientfico como un campo social, cuya especificidad reside en que se orientan en un espacio social dominado por la autoridad (capacidad tcnica y poder social) y la competencia cientfica (capacidad de obrar y decir con autoridad, reconocimiento de una posicin diferencial)

la sociologa de la ciencia reposa en el postulado de que la verdad de se trata de ese producto muy particular como lo es la verdad cientfica reside en particulares condiciones sociales de produccin; es decir, mas precisamente, en un estado determinado de la estructura y del funcionamiento del campo cientfico. El universo puro de la ciencia ms pura es un campo social como otro, con sus relaciones de fuerza, sus monopolios, sus luchas y sus estrategias, sus intereses y sus ganancias, pero donde todas estas invariancias revisten formas especficas (Bourdieu P. 2000:12)

A mediados de la dcada del 60, Bourdieu comienza a delinear el concepto de campo, aplicado en principio al arte y la literatura.

En las primeras investigaciones sobre campo intelectual (Bourdieu, 1967) se plantea el anlisis del teatro ingls de la poca isabelina y el desarrollo de un nuevo pblico consumidor, la burguesa, que permite a los escritores la liberacin relativa de la tutela de la aristocracia y la iglesia: a medida que los campos de la actividad humana se diferenciaban, un orden propiamente intelectual, dominado por un tipo particular de legitimidad, se defina por oposicin al poder econmico, al poder poltico y al poder religioso, es decir, a todas las instancias que podan pretender legislar en materia de cultura en nombre del poder o de una autoridad que no fuera propiamente intelectual (Bourdieu P. 1967:136).

Esta estrategia de investigacin concibe desde un comienzo una doble relacin: la del campo intelectual con la estructura social donde est inserto, y cuyas condiciones impone; y las del artista con los otros artistas, el pblico y los patrocinadores del arte, el campo propiamente artstico.

De esta manera, Bourdieu propone liberarse de las dos tendencias antagnicas que dominaban la interpretacin arte-sociedad: la teora del reflejo, proveniente de la aplicacin mecnica del marxismo vulgar, y popularizada por la obra de Arnold Hauser; y la clsica visin del arte como inspiracin cuasi divina, como expresin particular de una idea esttica universal y atemporal.

Vale decir, que el campo artstico va adquiriendo autonoma relativa en la medida que sus productos se van legitimando en un mercado, el pblico, y tambin se va diferenciando de las imposiciones morales, estticas y econmicas de las clases sociales e instituciones de dominio.

Sin embargo, esta autonoma nunca llega a ser absoluta. Por un lado la estructura de los campos, reproducen las relaciones sociales y de poder de la sociedad capitalista: las relaciones que cada intelectual puede mantener con cada uno de los dems miembros de la sociedad intelectual o con el pblico, y, a fortiori, con toda realidad social exterior al campo intelectual (como su clase social de origen y de pertenencia o poderes econmicos tales como los comerciantes o los compradores), estn mediatizadas por la estructura del campo intelectual o ms exactamente, por su posicin con relacin a las autoridades propiamente culturales cuyos poderes organizan el campo intelectual (Bourdieu, 1967: 167).

Por otra parte, Bourdieu afirma la existencia de un inconsciente cultural, por el cual las elecciones intelectuales o artsticas ms conscientes estn siempre orientadas por su cultura y su gusto, interiorizaciones de la cultura objetiva de una sociedad, de una poca o de una clase (Bourdieu, 1967: 172), un habitus.

En La Distincin (1988), desarrolla con ms precisin y detenimiento las relaciones entre gusto y campo. Se muestra la estructura de los campos como una de las formas a travs de la cual se reproduce la sociedad moderna, como el espacio social especfico donde bajo el reconocimiento de la existencia de un capital (cultural, social, econmico) se produce la lucha por la apropiacin.

Esta es la lucha entre quienes detentan el poder legitimado socialmente y de legitimacin dentro del campo y quienes aspiran a l. En este sentido, gran parte de los conflictos sociales se dirimen en el mbito especfico de los campos, pero no como un mero reflejo de la lucha de clases dentro de una sociedad determinada, sino mediada por las reglas y la estructura de cada campo. Hablar de lucha es tambin recordar que el funcionamiento mismo del campo cientfico produce y supone una forma especfica de intereses (las prcticas cientficas no aparecen como desinteresadas ms que por referencia a intereses diferentes, producidos y exigidos por otros campos) (Bourdieu P 2000:13)

Sostiene que la distincin entre inters interno y externo es artificial y hasta imposible:

una autntica ciencia de la ciencia no puede constituirse mas que a condicin de rechazar radicalmente la oposicin abstracta (que se encuentra tambin en todos lados, por ejemplo la historia del arte) entre un anlisis inmanente o interno, que incumbira propiamente a la epistemologa y que restituira la lgica segn la cual la ciencia engendra sus propios problemas, y un anlisis externo que relaciona sus problemas con sus condiciones sociales de aparicin. Es el campo cientfico el que, como lugar de lucha poltica por la dominacin cientfica, asigna a cada investigador, en funcin de la posicin que ocupa, sus problemas, indisociablemente polticos y cientficos, y sus mtodos, estrategias cientficas que, puesto que se definen expresa u objetivamente por referencia al sistema de posiciones polticas y cientficas constitutivas del campo cientfico, son, al mismo tiempo, estrategias polticas.

No hay eleccin cientfica eleccin del rea de investigacin, eleccin de los mtodos empleados, eleccin del lugar de publicacin,..., que no sea, por uno de sus aspectos, el menos confesado y el menos confesable, una estrategia poltica de ubicacin al menos objetivamente orientada hacia la maximizacin del beneficio propiamente cientfico, es decir el reconocimiento susceptible de ser obtenido de los pares competidores (Boudieu;2.000: 18)

Esta propuesta se diferencia claramente de la de Kuhn, en tanto avanza sobre la imagen de comunidad homognea planteada por ste. La crisis en la ciencia se relaciona con la estructura de los campos y relaciones con la sociedad, y no con la imposibilidad de generar respuestas a problemticas especficas del conocimiento.

Las ciencias sociales son un campo de diferenciacin tardo, dentro del conjunto de las ciencias; surgen de la filosofa, la historia y de la economa poltica. Tiene que ver fundamentalmente con la necesidad de construir un conocimiento sobre el funcionamiento de las sociedades, relativamente autnomo de la moral, en el proceso de complejizacin social, como producto de la divisin del trabajo. Es relevante, en este sentido, el recorrido intelectual de los padres de la sociologa, Durkheim y Weber, y en especial su inters por temticas comunes (Giddens, 1989).

Su legitimacin como conocimiento deviene de la bsqueda de respuestas a la creciente inestabilidad social y a las crisis econmicas y poltico militares del capital, por parte de los sectores hegemnicos de las sociedades europeas avanzadas.

d- El caso de la Antropologa

La antropologa, por su parte, es un saber que se desprende desde varias vertientes, hasta lograr conformar su propio campo durante la primera mitad del siglo XX:

-desde la filosofa, en especial los filsofos sociales de fines del siglo XIX, cuyos aportes son reconocidos por Levi Strauss, en especial la obra de Rousseau y la contrastacin entre la sociedad francesa del Antiguo Rgimen y el buen salvaje, que inaugura un estilo de comparacin intercultural, de crtica cultural (Marcus y Fisher, 2000) es posible rastrearlo hasta nuestros das,

desde las ciencias naturales, a travs del evolucionismo, como forma de analizar el comportamiento particular de una especie, y sus relaciones con el ambiente, que permite entender los procesos de diferenciacin socio cultural como si fueran procesos micro evolutivos, regidos por leyes generales y orientados, en muchas de las versiones, teleolgicamente;

desde la sociologa comparada, como continuidad de los trabajos de Durkheim (1959), llevados adelante por M. Mauss, y los diversos intentos por definir una mentalidad, lgica, conciencia, forma de estar en el mundo (Levy Bruhl, Elliade, Otto, etc.) propia de la otredad, de los pueblos primitivos.

Si bien la atraccin por lo extico fue constitutiva de mltiples saberes occidentales sobre los otros (Todorov T. 1991), es el imperativo de la organizacin, regulacin y planificacin del sistema colonial ingls el que le otorga legitimidad a un campo especfico del conocimiento occidental sobre los otros, no slo delimitando un objeto de estudio, sino tambin intentando sistematizar una metodologa de trabajo, e institucionalizndola a travs de Academias, Ctedras e Institutos de investigacin. En este sentido, el desarrollo de los estudios africanos es altamente revelador (Kuper A. 1973 )

En la divisin del trabajo entre las ciencias sociales la antropologa se especializ en la descripcin y clasificacin de grupos sociales considerados primitivos, marginales, tribales, subdesarrollados o premodernos; definidos desde la distancia o alteridad respecto al mundo de los antroplogos (civilizacin, ciencia y tcnica).

Pero el trabajo de los antroplogos solo fue posible porque tales grupos ya se encontraban sometidos o en proceso de sometimiento a los estados nacionales o imperiales modernos, y eran objeto de polticas que comprendan desde la preservacin y proteccin hasta programas de transformacin social planificada y, tambin, polticas represivas. (LEstoile B. et. Al. 2002:9)

Si bien es cierto que existe un desarrollo de las antropologas nacionales en Estados Unidos, Francia y Alemania especialmente, la hegemona de campo de la Escuela Britnica es indiscutible hasta pasada la primera mitad del siglo XX.

Para Krotz (1993: 15)

No deja de ser curioso que el establecimiento en el seno de la civilizacin noratlntica de una cada vez ms prspera y exitosa disciplina cientfica dedicada especialmente a la diversidad cultural, ha ido a la par del esfuerzo masivo y sostenido de esta misma civilizacin por anular tal diversidad. La misin religiosa y la tcnica moderna, el Estado nacional con sus escuelas y sus aparatos administrativos, la dinmica propia de la produccin industrial eficiente, el desprecio rotundo por todo lo que, desde una concepcin eurocntrica del progreso, slo se puede considerar inferior y destinado a desaparecer -todo esto se ha conjugado desde entonces para disminuir e incluso borrar la heterogeneidad cultural a favor de una creciente homogeneidad universal.

Krotz destaca las condiciones de surgimiento de las antropologas en los pases noratlnticos y la particular relacin que adquieren esos pases con el sur.

El foco est puesto en las diferencias norte sur y las desigualdades impuestas por la relacin centro periferia. As el norte y el sur constituyen trminos dicotmicos que expresan relaciones de poder a nivel internacional. Desde su perspectiva la antropologa como disciplina cientfica se produce en el entrecruzamiento de dos procesos.

a. Expansin a escala planetaria de una sola civilizacin en la que se conjugan nacionalismo y militarismo, misin cristiana y racismo, bsqueda capitalista de mercados y de materias primas y afn de inventariar todos los fenmenos del globo terrqueo.

b. Hegemonizacin de un nico tipo de conocimiento, caracterizado por una determinada organizacin social de sus practicantes y por el consenso en el seno de stos acerca de ciertos procedimientos para generar y validar enunciados sobre la realidad emprica. Con variaciones derivadas de las tradiciones polticas y acadmicas un tanto diferentes de las naciones que repartieron en aquella poca el mundo entre s, surgi la antropologa como un campo de conocimiento propio dentro del conjunto de las ciencias sociales.

La comparacin de los datos sobre las diferentes culturas y la bsqueda de una explicacin de la diversidad cultural acorde con los parmetros aceptados ampliamente como cientficos en aqul tiempo llev al nacimiento de lo que podra llamarse el primer -y hasta ahora nico- paradigma antropolgico, el evolucionismo decimonnico (Krotz; 1993:12).

En ese sentido los esfuerzos por la superacin del subdesarrollo y la eliminacin de la heterogeneidad cultural responderan al esfuerzo de los pases noratlnticos y el capitalismo globalizante, para homogeneizar el planeta. El autor remarca el lugar que le cabe a la antropologa en este proceso y la aparente contradiccin en el establecimiento de una disciplina que surgi dando cuenta de la heterogeneidad pero al mismo tiempo aporta elementos que conllevan a la integracin y la homogeneizacin con los parmetros impuestos por el norte.

Ahora es ms visible que antes que no estamos meramente ante una desigualdad pasajera de carcter tecno-econmico, sino que se trata de una divisin mucho ms profunda y envolvente cuyo anlisis debe incluir las esferas de lo poltico y lo militar, la cosmovisin y el conocimiento, las pautas de la vida cotidiana, los sentimientos y la corporalidad -en fin, que se trata de una divisin de carcter tambin cultural-. Es la divisin que durante el siglo XIX se nombraba en los trminos de la oposicin civilizacin y salvajismo/barbarie; posteriormente fue sustituida por los binomios desarrollo y subdesarrollo, modernidad y tradicin, dominacin y dependencia, metrpolis y periferia, globalizacin y localismo. Todos estos aspectos estn comprendidos en los trminos metafricos de la oposicin Norte-Sur (Krotz; 1993:13).

Krotz sigue pensando en trminos de comunidad y construye una divisin esencializada entre el norte y el sur como categoras reflejo de las relaciones de poder.

Distintos abordajes se ocupan de la relacin entre las antropologas de los pases del norte y del sur; desde las perspectivas que ponderan las relaciones centro periferia, hasta las que proponen distintos modelos de clasificacin del estilo de las antropologas nacionales.

Esta ltima categora remite a propuestas diferentes en cuanto a la concepcin de lo nacional en antropologa.

En Antropologia, Imprios y Estados Nacionais LEsatoile, Neiburg y Sigaud presentan una serie de trabajos que pretenden mostrar, a travs de un abordaje comparativo la relacin de constitucin mutua entre estados nacionales, imperios y antropologa en distintos casos nacionales. Se presentan entonces anlisis que ponderan esas relaciones y las caractersticas que asumen, tanto en pases considerados centrales (Francia o EEUU) y en otros con distintas tradiciones antropolgicas y la mayor o menor intervencin de los antroplogos en la formacin de estados naciones perifricos (por ej. Mxico o Brasil)

Se diferencia la perspectiva de antropologas nacionales, en los trminos formulados por Stocking, donde se establece una distincin entre antropologa nacional (nation building) y antropologas desarrolladas en las metrpolis en conexin con la constitucin de los imperios (empire state). El modelo de la antropologa britnica sera paradigmtico de esta ltima formulacin.

Las antropologas nacionales se limitaran a estudiar las poblaciones presentes en el territorio nacional, en tanto las antropologas metropolitanas abarcaran extensiones muy superiores

Otra manera de plantear el adjetivo nacional es la perspectiva de lo nacional con relacin a lo internacional.

La nocin de antropologa nacional designa, desde esta perspectiva, una disciplina definida por su carcter local en oposicin a una antropologa internacional.

El centro de esta antropologa internacional es la angloamericana.

Las antropologas nacionales, desde el punto de vista del centro seran formas residuales destinadas a disolverse en la antropologa internacional.

En todas estas perspectivas se establece una dicotoma con una clara jerarquizacin, donde las antropologas nacionales ocupan el lugar de lo local, una forma inferior y subdesarrollada de antropologa, en la periferia. La Antropologa propiamente dicha sera, desde estos enfoques, la desarrollada en los pases donde se origina la disciplina y tiene alcance internacional, el centro.

De esta manera la divisin internacional del trabajo antropolgico deja a las primeras en un lugar local, el lugar de la recoleccin de datos y formulacin de registros confiables, en tanto las segundas son las productoras y difusoras de teora y las que posibilitan los anlisis para la antropologa internacional.

Para los autores este tipo de mecanismo: orienta el sentido comn erudito dominante en las historias de la antropologa.

As, proponen superar ese sentido comn y dar cuenta de las condiciones sociales que sirvieron para la creacin de tales dicotomas, incluyendo la contribucin de los propios antroplogos ( LEstoile B. et. Al. 2002: 23).

Por otro lado, la distincin entre antropologas nacionales e imperiales tiene relacin con las distintas comunidades polticas y el carcter ms o menos central que adquiere con respecto a las poblaciones que son objeto de los saberes antropolgicos, como el caso del problema indgena y sus diferentes abordajes (por ej. Mxico o Brasil), donde esas poblaciones ocupan un lugar estratgico en el espacio nacional, como poblaciones dominadas.

Empero, usualmente tampoco en el Sur suele aparecer la antropologa del Sur. Los cursos impartidos en las universidades, tanto los de pensamiento antropolgico como los segmentos histricos referidos a temticas especiales, suelen presentar a la antropologa de los pases del Sur fundamentalmente como resultado de un proceso de difusin permanente a escala mundial, que tuvo y sigue teniendo su origen nico en el seno de la civilizacin noratlntica y que lleg a lugares exentos de reflexin sobre contacto y diversidad cultural. Por ms que a veces se agrega un curso de antropologa mexicana o pensamiento antropolgico latinoamericano a los cursos de teora antropolgica, los primeros no dejan de privilegiar de modo tal la situacin de reflejo, extensin o adaptacin que se pierde de vista cualquier perfil propio de las antropologas del Sur. (Krotz E. 1993: 10)

Sin embargo, desde una perspectiva de campo, el actual sistema de comunicaciones permite romper con esta separacin y encontrar una explicacin dentro de la estructura misma del campo.

La propuesta de Bourdieu es relevante pues permite describir, como el campo antropolgico surgido en estrecha relacin y dependencia con el rgimen colonial fue desde su institucionalizacin adquiriendo autonoma relativa, obteniendo nuevas fuentes de financiamiento, creando un mercado de lectores, introducindose en los medios de comunicacin (por ejemplo los denominados films etnogrficos de la BBC), y reproducindose acadmicamente a travs de la experiencia crucial del trabajo de campo.

Su estructura reproduce el orden y las relaciones de la divisin internacional del trabajo y de la acumulacin de capital, que deviene fundamentalmente de las fuentes de financiacin y de los mercados de consumo.

As, las tendencias tericas legitimadas y con poder dentro del campo, sobre todo en los pases perifricos, siguen el ritmo impuesto por los organismos internacionales de financiacin: un caso tpico en este sentido fue el inters antropolgico por el desarrollo en consonancia con las polticas mundiales lanzadas desde Estados Unidos, como mtodo de lucha contrainsurgente en los espacios rurales (Esteva G. 2000)

En los estados centrales, con mayor heterogeneidad financiera, el campo antropolgico tiene mayor autonoma relativa, y adquiere un comportamiento ms tpico, acorde a las caractersticas definidas por Bourdieu.

Tal es el caso de teoras antihegemnicas, como los estudios subalternos o los de colonialidad, que logran mayores espacios de legitimacin y posibilidades de lucha al interior del campo en estos ltimos pases, a pesar de que la mayora de sus adherentes naci en Estados dependientes.

El caso de la antropologa argentina, y la saltea en particular, muestra, por su dependencia con el Estado condiciones de legitimacin variables, condiciones de posibilidad de autonoma de campo, especialmente inestable debido a los declives histricos y los ciclos democracia dictaduras; aunque como veremos ms adelante, avanza en esta direccin bajo condiciones de democracia y pluralismo.

e- Abordaje metodolgico

El gran desafo al abordar una historia de la ciencia desde la perspectiva que la conciba como una produccin social es poder reconocerle cierta autonoma relativa, adems de establecer cmo los factores contextuales pueden ser explicativos de sus condiciones de produccin y juzgados en la legitimacin de las teoras.

As, Flix Schuster (1999) sostiene que la contextualizacin opera tanto en las cuestiones de ndole cognitiva como en la accin cientfica. En la primera incide tanto en la produccin, como en la validacin del conocimiento y reconoce tres tipos de contextualizaciones:

1. Contextualizacin situacional: tiene que ver con la descripcin de los sucesos y factores histricos, sociales, polticos, etc., que acontecieron en el tiempo y lugar del surgimiento de las teoras cientficas de que se trate, incluyendo las referencias individuales, institucionales o comunitarias vinculadas con el descubrimiento o con la produccin correspondientes. Todo ello permitir una comprensin ms adecuada de las teoras producidas, insertas en un medio social-histrico determinado. (Schuster F. 1999: 24)

2. Contextualizacin relevante: se refiere a la incorporacin de factores contextuales en las teoras producidas y de modo tal que constituyan aportes al conocimiento y no elementos contaminantes a ser eliminados (Schuster F.;1999.: 24)

3. Contextualizacin determinante: pretender avanzar un paso ms avance de logro difcil, salvo que se establezcan ciertos lmites- intentando mostrar como los factores de produccin llevan al descubrimiento y desarrollo de ciertas teoras y, en consecuencia, se establece una conexin entre el medio social ms amplio y la estructuracin de las teoras cientficas (Schuster F.;1999: 25)

A los fines de nuestro proyecto interesan los tres niveles jugados en el campo de la Antropologa Social en Salta.

Con estas cuestiones en mente, nos propusimos estudiar el surgimiento de la Antropologa Social en Salta como parte de un campo cientfico en el que se juegan dos grandes dimensiones: conocimiento y accin, considerando la dialctica de contextualizacin.

La investigacin se desarroll relevando fuentes secundarias que favorecieran el nivel de contextualizacin situacional, para ello se relevaron tanto fuentes histricas como documentos institucionales.

A los efectos de aproximarnos retrodictivamente a la esfera de la accin se realizaron entrevistas abiertas con participantes de aquel proceso, profesores y estudiantes, as como personal no docente. Se apel al intercambio a travs de E mail con aquellas personas ausentes hoy de Salta.

Con el fin de estudiar las actuaciones institucionales se relevaron resoluciones de distinto tipo, tanto en Rectorado como en el Consejo de Investigaciones.

Se estudi la produccin textual antropolgica, centrndonos en las publicaciones e informes de los docentes/investigadores de la carrera de antropologa durante el perodo 1970/83.

Este, comprende los antecedentes de la institucionalizacin de la antropologa como disciplina acadmica, sus continuidades y ruptura hasta llegar al perodo democrtico.

La meta fue estudiar los orgenes de la constitucin del campo, sus actores, productos y las distintas tendencias terico metodolgicas.

2- Las historias de la Antropologa Argentinas

La historia de la antropologa, como especialidad, ha merecido atencin de muy pocos especialistas tanto en nuestro pas como en Europa y Estados Unidos Apareci en principio como una tarea residual, marginal, que completaba el trabajo acadmico y docente de los antroplogos, al final de su carrera (Llover 1980)

En el caso de Argentina las historias reflejan las posiciones de los escritores en el campo antropolgico, sus adhesiones polticas e ideolgicas, sus intereses y luchas internas. Hasta el 86 el peso est puesto en historias que recorren los aportes a la disciplina de individuos a los que se les asigna un rol de precursores, se intenta mostrar un campo disciplinar con pocas fisuras, explicando stas como resultado de la mayor madurez o inmadurez en cada especialidad, antes que por la ideologa cientfica o poltica, o por la incidencia de factores contextuales. No alcanzan a ser historias internas ya que se omite el estudio conceptual, el anlisis de los textos producidos en trminos de su consistencia lgica, adecuacin descriptiva o explicativa. Tienen como teln de fondo la idea de una antropologa que progresa y acumula productos genuinos y relevantes. Resultan ser crnicas vivenciadas delimitadas por cortes cronolgicos.

En general, apelan a cortes definidos como perodos que marcan lneas divisorias entre uno y otro. Al hacerlo reflejan su propio punto de vista sobre la secuencia de los fenmenos analizados. La discusin sobre las periodizaciones se torna importante desde el momento en que se opta periodizar de acuerdo con el desarrollo interno del discurso de la ciencia o bien de acuerdo con un desarrollo externo contextual.

Ciro R. Lafn (1970) transmita a sus estudiantes de Introduccin a la Antropologa y Arqueologa, en sus clases, una primera historia dividida en perodos, limitados por factores especialmente disciplinares. Por su parte, Jorge Fernndez (1978/80) compone una historia de la Arqueologa distinguiendo etapas de desarrollo desde una etapa arcaica o documentalista a la arqueologa profesional.

El CAEA (Centro Argentino de Etnografa Americana) encomend a Mario Califano la elaboracin de la historia disciplinar, que form parte del Tomo X de la Evolucin de las Ciencias en la Repblica Argentina (1872-1972). Dividi su bosquejo histrico en campos temticos: etnologa, folklore, prehistoria, antropologa fsica, lingstica, etnomusicologa, etnosiquiatra, estudios africanos y ciencias de la religin, segn refiere, en razn de la particular evolucin en cada especialidad, seleccionando aquellos autores y textos que a su juicio destacan avances disciplinares. Sin embargo, hay en la calle una historia de la Antropologa Argentina patrocinada por la Sociedad Cientfica Argentina en donde el contexto externo prcticamente no existe, este pas aparece como lineal, parecido a la utopa de Toms Moro, ac no ha pasado nada, no hay acontecimientos como los golpes militares que toquen a la ciencia. Sin embargo, cuando analizamos la figura de algunos antecesores nuestros, vemos que han tenido una intensa vida poltica acadmica y social, que incidi tanto en la eleccin o rechazo de discpulos, temticas de investigacin, aplicacin de recursos, y, negacin de especialistas y productos (Prez Gollan J. A 1990: 2)

El caso en contrario resulta ser la crnica de Eduardo Menndez quien refirindose al escaso desarrollo de la Antropologa Social en Argentina expresa: Diversos factores contribuyeron a su tardo desarrollo no slo dentro del campo de las disciplinas Histrico-sociales, sino de las propias ciencias antropolgicas. Algunos de estos factores pueden ser referidos al temprano y dominante desarrollo de las orientaciones neotemporales, sobre las histricas y estructurales, que dieron lugar a un desproporcionado crecimiento de las disciplinas arqueolgicas en detrimento de las otras ciencias socio-culturales. Esta situacin favoreci la incorporacin de determinadas corrientes tericas, en especial las constituidas en Alemania y secundariamente en Francia e Italia entre 1900 y 1930 (histrico-culturales, morfoculturales, fenomenolgicas) que condujeron excluyentemente a abordar ciertos objetos y problemticas, que marginaron los que ulteriormente constituyeron los objetos de la Antropologa social. Creemos que el elemento ms deformador fue el que privilegi una perspectiva reconstructivista y universalista, a travs de la eleccin de problemticas calcadas de las propuestas en los centros cientficos metropolitanos, pero que muy poco tenan que ver con las problemticas a establecer desde una perspectiva nacional y Latinoamericana (Menndez 1968.Citado por Garbulsky 1991-92) Guillermo Madrazo (1985) opta por una periodizacin fundada en los acontecimientos polticos de ruptura combinada con el dominio de estilos tericos que se muestran congruentes con los sectores polticos hegemnicos:

1. 1880-1930: Los inicios positivistas

2. 1930-1955: La reaccin histrico-cultural

3. 1955-1966: La apertura terica

4. 1966-1972: La censura

5. 1973-1974: La politizacin

6. 1975-1982: La paralizacin terica

Con una orientacin similar Edgardo Garbulsky (1991-92) escribe la historia de la Antropologa Social en Argentina, concentrndose especialmente en el perodo comprendido entre 1966 y la actualidad.

La consideracin de las dimensiones contextuales, le permiten demostrar la invisibilizacin, por parte de los acadmicos oficialistas del proceso de cambio terico, ampliacin de temticas, transferencia a la comunidad y generacin de espacios de encuentro que favorecieron la legitimacin social de la disciplina, sealando que el Proceso de Reorganizacin Nacional (en adelante PRN) echar por tierra estos avances, volviendo a la tradicin etnolgica de la escuela de Buenos Aires. En Salta tomar su propio rumbo asociada a la Doctrina de Seguridad Nacional.

Garbulsky destaca los cambios tericos y metodolgicos producidos entre 1973 y 1976.

A pesar de lo corto del proceso -donde Ezeiza primero, la muerte de Pern y la hegemona del lopezrreguismo y la derecha en el gobierno de Mara Estela Martnez luego, con el accionar de las bandas de la Triple A y las condiciones policiales en varias universidades, signan un despus que se hace terrible en marzo de 1976-, y de estas actitudes infantiles frente a la relacin ciencia/realidad, ciencia/poltica, el perodo no es estril ni en realizaciones, ni sobre todo en nuclear ideas para desarrollar proyectos.

As, los trabajos de antropologa rural de Hermitte, Herrn, Archetti y Stolen -estos dos ltimos introducen a Chayanov en el anlisis terico de las -clases agrarias en la Argentina-, el desarrollo del rea de salud y familia (Minuchin de Itzigsrohn, Moreno, Pia), los estudios de movimientos campesinos (Leopoldo Bartolom), la insercin de Gatti en Salta, la recuperacin de algunos de los argentinos que trabajamos en Chile, permitan suponer una reorientacin que con el tiempo podra haber dado sus frutos. Tambin, con nuevas orientaciones en cuanto a la temtica tradicional. En ese contexto, se efecta en Salta, en el marco del III Congreso Nacional de Arqueologa (mayo de 1974), la mesa redonda sobre "Estados y Perspectivas de la .antropologa social en la Argentina", coordinada por Edgardo Garbulsky, de la que surge una mesa nacional provisoria coordinadora de Antropologa Sociocultural, integrada por L. Bartolom, L. M. Gatti, Lube Roitman, G. Ruben y L. Fernndez, con el objeto de "responder a la necesidad de vincular a los antroplogos sociales, coordinar sus tareas, promover el ejercicio de la profesin y la ampliacin del campo laboral, enfrentar problemas tericos fundamentales, intercambiar informacin, etc." y realizar un Encuentro de Antropologa Social, que no se efectiviz por las condiciones en que se encontraban las universidades argentinas. (Garbulsky E. 1991-1992)

Seala Estela Gurevich con relacin a este momento que es objeto de sus investigaciones: del 73 al 74, los mensajes emitidos desde la cpula del gobierno circularon horizontalmente a travs de los diferentes sectores sociales. En un contexto que priorizaba la accin se privilegiaron las propuestas de la antropologa aplicada y socialmente comprometida. La informalidad y el desorden de las comunicaciones sirvieron de justificacin a la reintervencin universitaria, en julio del 74, se atribuy como misin ordenar el caos y cambiar la intencionalidad de los discursos que ya no pretendan incluir sino limitar y diferenciar. Del 76 al 83, los mensajes emitidos desde la cpula militar reafirmaron su verticalidad desestimando las propuestas provenientes desde el llano.

Desde entonces la antropologa circunscribi su radio de accin al rescate de un patrimonio cultural desconectado de toda problemtica social (Gurevich E.1994: 56)

Con la democracia, resurge el inters por la Historia de la Antropologa Argentina. Hay investigaciones acotadas como los trabajos de Estela Gurevich que focaliza sus estudios en el perodo 73-76, los aportes vivenciales del Dr. Rex Gonzlez y un conjunto de artculos que surgen por necesidades pedaggicas en el marco de las actividades docentes, como es el caso del Dr. Ral Carnese para Antropologa Biolgica.

Una mencin especial requiere el trabajo de la Dra. Myriam Tarrag quien aborda () una reflexin acerca de la historia de la arqueologa en los Valles Calchaques desde una perspectiva histrica, es decir, en el marco de los eventos generales y de la poltica del estado nacional, dentro de la cual se inscribe (Madrazo 1985, Garbulsky 1991-92, Gonzlez 1985, 1991-92; Patterson 1995, Politis 1992, 1995). Se intenta ver en qu forma los factores histricos globales de cada poca y las situaciones acadmicas en particular, atraviesan las acciones de los estudiosos y en qu forma la prctica de los mismos responde o contradice los fines y tendencias de poca. (Tarrag M. 2001: 2)

Actualmente, se desarrollan, al menos cuatro lneas de investigacin:

1. Museo Etnogrfico Dr. Juan Bautista Ambrosetti; Se crea el Taller de Historia de la Antropologa; All se nuclean alrededor de Jos Antonio Prez Gollan y Patricia Arenas un conjunto de jvenes investigadores que registran y catalogan la documentacin existente en el Museo.

2. Proyecto Comunidades Cientficas. Un estudio epistemolgico y metodolgico. El caso de los Antroplogos Sociales Argentinos. Dirigido por el Dr. Flix Schuster y Cecilia Hidalgo, conforma un equipo interdisciplinario cuya meta es aportar a la Antropologa de la Ciencia.

3. Desde el Instituto de Estudios Sociales, Roxana Guber y Sergio Visakovsky recogen los estudios sobre antropologas nacionales y focalizan sus anlisis en la relacin de la disciplina con la construccin de la Nacin. La historia de la Antropologa Social en Argentina tiene como referentes a los profesionales formados en la dcada del 60, en torno a Esther Hermitte

4. En Rosario, Edgardo Garbulsky, coordina un equipo de investigadores cuya preocupacin central es producir una historia de la antropologa que recupere los aportes de la Sociologa del Conocimiento.

Interesa aqu cotribuir a la historia de la Antropologa en Salta, ya que se trata de una historia silenciada, y poco considerada por las distintas vertientes que abordan el tema a nivel nacional.

3- Los comienzos de la Antropologa Social en Salta

a- Antecedentes

La primera referencia sobre la Antropologa en Salta aparece ligada a esa forma imprecisa que le impriman los naturalistas eruditos y coleccionistas de principios del siglo XX. Un antroplogo deba ser especialista en: Raciologa de las poblaciones fsiles, el pasado aborigen prehispnico (Antigedades) y en menor medida, el salvamento de las culturas indgenas, a esto correspondan tres ramas de la disciplina: Antropologa Fsica, Arqueologa y Etnografa. Poda agregrseles el folklore. (Lazzari, 2004: 206)Christian Nelsson -Gelogo Dans- se radica en Salta y es el primero en presentar resultados de estudios etnolgicos en la Puna Salto-Jujea. Realizaba relevamientos geolgicos junto a exploraciones arqueolgicas y paleontolgicas - ajustados a una metodologa positivista -. Con ese estilo realiza alguna descripcin de poblaciones de la Puna, con una mirada externa sobre culturas cuyas prcticas resultaban exticas, a este gelogo de familia aristocrtica.

En 1915 crea el Museo de Fomento en el cual se organizan distintas secciones como Ciencias Naturales y de la Tierra; Antigedades y Arqueologa, entre otras. Al mismo tiempo se funda una Sociedad Cientfica que nuclea a los intelectuales de la poca (abogados, sacerdotes, mdicos, militares), denominada Unin Saltea; entre sus miembros se encuentran el abogado Atilio Cornejo y el sacerdote Fray Gobelli, entre otros. (Rey de Sastre M. 2002)

Desde 1949 y hasta fines de los 60, la Antropologa estar ligada en Salta, a las Ciencias Naturales. En un primer momento, a travs del Museo Provincial (creado en 1949) y la Escuela Superior de Ciencias Naturales (creada en 1951, dependiente de la Provincia). Se legitima tanto el Museo como la Escuela, se asigna presupuesto, edificio propio y se nombra a Sirolli Profesor de Etnologa, Etnografa y Arqueologa, a travs de un decreto del Ejecutivo Provincial, que lo convierte en el primer docente provincial de antropologa. Crea tambin la Sociedad Cientfica del NOA, que tendr influencia en distintos espacios institucionales

La meta era incorporar la escuela y el museo a la a la facultad de Ciencias Naturales de Tucumn, incluyendo a sus docentes, estudiantes y personal tcnico o administrativo. A principios de la dcada del 50, Sirolli establece algunos vnculos con miembros de esa Facultad y el Instituto de Antropologa, en el momento en que predomina la escuela Histrico cultural de Viena, representada por Branimiro Males.

b- La facultad de Ciencias Naturales y el Instituto de Antropologa de Tucumn

Los primeros acercamientos entre el Instituto de Antropologa y el Estado Provincial derivan en el fugaz intento de creacin de un laboratorio experimental de antropologa (1952), que funcionara en la Direccin de Educacin Fsica de la Provincia. Y en la experiencia, tambin fugaz, de creacin del Instituto tnico del Norte Argentino (IENA). Tanto el laboratorio como el Instituto, pensados desde una perspectiva eugenista fueron iniciativas del Instituto de Antropologa de Tucumn y de su Director Branimiro Males.

La Facultad de Ciencias Naturales de Tucumn se establece finalmente en 1954 absorbiendo al Museo, el Instituto de Ciencias Naturales y algunos docentes de la escuela provincial.

Branimiro Males se hace cargo de las ctedras de Antropologa (1956), que tendrn una clara orientacin Histrico cultural, en tanto Sirolli sigue a cargo de la Seccin Antropologa del Museo de Ciencias Naturales, que se orientar hacia la arqueologa y en menor medida a la antropologa fsica, hasta la incorporacin de Rodolfo Serrano en 1958, quien aporta criterios de catalogacin y ordenamiento museolgico, continuando con sus investigaciones en campo.

A fines de la dcada de 1960, el gobierno provincial establece nuevas relaciones institucionales con las universidades y prioriza los vnculos con la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata, realizando un convenio para hacer distintos estudios y relevamientos en el rea de turismo y recursos naturales. A travs de ese convenio se definen algunas investigaciones en Arqueologa (Cigliano), Antropologa Fsica y Folklore, estas ltimas realizadas en la Puna Salto-jujea por Nstor Homero Palma, que se vincula con Sirolli incorporndose a la Sociedad Cientfica del NOA.Sirolli y la Sociedad Cientfica crean el Instituto Provincial de Antropologa Y Ciencias a fines de 1969 en el que se retomaba la experiencia de la seccin Antropologa del Museo Provincial de Ciencias Naturales, ligada a la Antropologa Fsica y Arqueologa. En este instituto se concibe a la Antropologa como una disciplina tcnica, aplicada a investigaciones forenses y legales. Prevea la incorporacin de sus egresados como tcnicos al servicio del Estado.

Es indudable el peso del Profesor Sirolli, a partir de su filiacin peronista y sus fuertes vnculos polticos locales y nacionales. Autodidacta, su inters por las ciencias naturales, en particular la paleontologa, lo har incursionar por ciencias que consideraba afines, como la Arqueologa y la Antropologa Fsica. Es tambin un documentalista aficionado y las pocas descripciones de los aborgenes que realiza son filmadas. Su actuacin fue marginal a la academia, a la que siempre quiso pertenecer.

El primer antroplogo que se inserta en ese instituto es Amoroso Ruffo, formado en la UBA (cercano al grupo de antroplogos que tenan como referente a Marcelo Brmida), censista del Censo Indgena Nacional y miembro de la Sociedad Cientfica del NOA. Dicta en el instituto las ctedras de Etnografa, Etnologa y Antropologa. Su vinculacin con Sirolli le permite acceder a cargos estatales provinciales.

Este antroplogo se posiciona en el Estado como experto: se incorpora en la recin creada Direccin de Asuntos Aborgenes, dependiente del Ministerio de Bienestar Social. Amoroso Ruffo se har cargo de la Secretara y luego ser su Director. Tambin se hace cargo de las Ctedras de Etnologa y Antropologa que se dictan en distintos departamentos de las universidades (catlica y estatal). De esta manera comparte su tiempo como funcionario del Estado y como docente en el mbito acadmico. Su actuacin en estos espacios ser ms relevante durante las distintas intervenciones militares.

c. Salta, un lugar para la investigacin

Desde los primeros estudios sistemticos de Etnografa y Folklore, realizados por investigadores provenientes de Buenos Aires y La Plata, figuras como Metraux, Palavecino, Delia Millan, Brmida y su equipo, etc. Salta constituy un espacio privilegiado de estudios empricos.

Tradiciones de investigacin divergentes concibieron el espacio social salteo destacando espacios con lmites geogrficos definidos que favorecan miradas etnogrficas o folklricas, apuntando a distintos marcos definicionales: ser parte de la regin noroeste o del mbito ms circunscrito de la puna (con mayor o menor inters por el sustrato andino) y, con menor frecuencia, formar parte del Chaco, lugar que hasta hace poco tiempo, se consideraba muy poco contaminado por el mundo moderno, espacio privilegiado de estudios etnogrficos.

Los estudios estuvieron dirigidos fundamentalmente hacia los Valles Calchaques, El Chaco y la Puna, como unidades territoriales independientes de las tierras bajas y en las que se ponderaba una continuidad cultural, cuyo basamento se encontraba en los hallazgos arqueolgicos, transformados lamentablemente en parte por la influencia de la conquista y la colonizacin espaola. El resultado para esta visin clsica de los aos 50 y 60, es el de una sociedad folk o criolla, sincrtica, en la cual se haban integrado elementos culturales tpicamente andinos con otros hispanos, fundamentalmente provenientes del catolicismo.

El foco de estas investigaciones estuvo puesto en las costumbres, la ergologa, las creencias y los rituales, y su anlisis cay dentro del campo disciplinar del Folklore, acorde a la divisin acadmica aceptada por los 60 entre Etnografa, Etnologa, Arqueologa y Folklore. El hecho de que el Primer Censo Indgena Nacional haya excluido a la poblacin de la Puna denota esta concepcin.

En trminos de Lafn la situacin reflejaba el momento de cristalizacin de esa cultura de conquista, alrededor del siglo XVII y principio del siglo XVIII en el pas, que no fue superado en muchos lugares relativamente aislados, como ocurre en gran parte del noroeste (Lafn: 1977: 77)

Se pensaba en las poblaciones en trminos de sociedades campesinas, en las que una combinacin de factores ambientales y culturales le otorga el carcter de tradicional, donde los cambios son introducidos por la va de la tecnologa desde los centros urbanos, siguiendo el esquema de Redfield. Este tipo de delimitacin est presente en las reas de cultura folk de Palavecino (1959), en las regiones de Jacovella (1959) y en los mbitos de Cortazar (1948), y contribuyeron fuertemente a la creacin de la imagen de la regin como reservorio de la tradicionalidad, una sociedad sin cambios importantes, con una cultura capaz de absorber los diversos impactos modernizadores sin modificar su esencia.En definitiva, como ms explcitamente lo plantea Lafn, se trata de rastrear los orgenes de la nacionalidad a travs de la identificacin de la criollicidad en distintos contextos espacio temporales, diferenciando esta condicin, de lo aborigen y de lo hispano. (Lafn C. 1970:2)

En este intento de bsqueda de una matriz cultural valores, creencias, usos y costumbres- que legitimen la integracin nacional, la tradicin folklrica dej de lado la complejidad del proceso social, consagrando como autnticas slo ciertas expresiones culturales: ciertas formas de canto, algunas comidas, relatos y rituales. (Belli E. 2004: 22)

Distintas miradas se conjugaron en la conformacin de la antropologa saltea, y la insercin de algunos antroplogos en el Estado Provincial, an antes de la creacin de la carrera universitaria en 1973, le otorga un sello propio.

Una mencin especial merecen los trabajos de Magrassi y Roca Para el caso de los estudios con fuerte peso en el Folklore, en el texto introductorio del Censo Indgena de 1967, Magrassi consagra el denominado complejo chiriguano-chan. Sin embargo, sus textos, quizs a su pesar, muestran el cors de una etnografa occidentalista: los otros construidos (inventados) desde el nosotros, y para nosotros. Un ejemplo, aclarar esta perspectiva: el autor reconoce una ubicacin territorial de los chan: en Bolivia en Caipipendi, Parapit y cerca de Ita, y en Argentina: Tuyunti y Campo Durn. Pero, qu se sigue de enfatizar que la vida de un pueblo tiene lugar en un espacio geogrfico descontextualizado del conjunto de condiciones estructurales que la favorecen o limitan? Por una parte la asignacin de territorialidad presupone la idea de localizacin, pueblo con lmites definidos, escenario de la actuacin cultural, y con ello la posibilidad de realizar un estudio holstico, imprescindible para aquella etnografa. Quines son?, dnde estn?, cmo son?, con quines y cmo se relacionan?, qu hacen?, en qu creen?, cules son sus problemas?, cmo afecta el mundo moderno? An en el caso de Roca, que conoca la vocacin identitaria del pueblo chan, convivi con ellos, tena profundos afectos, mostraba un incuestionable compromiso en la defensa de los Derechos Humanos, haca pblico su respeto por los pueblos originarios. Y ms an, apuntaba a distinguir la complejidad que implica la disputa entre el control y la autonoma, entre la coaccin hacia la integracin, por va del trabajo o de la religin, y la reconstitucin identitaria, a travs del idioma o de la produccin de mscaras. Sin embargo, el uso de marcos tericos fundamentalmente basados en la autonoma de la cultura respecto de las condiciones materiales de vida, impidieron explicar las formas de reproduccin y transformacin de la vida de las comunidades que resisten los embates a que son sometidas desde el estado y las formas variables del desarrollo del capital. (R. Slavutsky y Belli E. 2003)

As, La mirada de la antropologa local, no estaba exenta de exotismo y remita centralmente al estudio de los pueblos indgenas como otros culturales que deban ser integrados, desarrollados, retenidos como fuerza de trabajo y estudiados para rescatar cosmogonas o prcticas culturales (segn la tradicin terica) diferentes y originales. Con excepcin de la fugaz experiencia de Antropologa Social, durante los 70, se consideraron como autorizadas las perspectivas regionales o micro regionales, constituyendo nuevos lugares antropolgicos, desde distintas concepciones de lo cultural o lo socio - cultural. d- La UNSa

La creacin de universidades nacionales en el NOA, responde a un proyecto delineado por el gobierno de Ongana y ratificado en la reunin de gobernadores del NOA, en 1967. Ese proyecto propenda a la regionalizacin en general, considerada una condicin para el desarrollo del pas.

En la etapa de transicin a la democracia de Lanusse, entre 1970 y 1972, se crean las Universidades Nacionales de Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Esta poltica se instrumentaba a travs del Ministro de Educacin Gustavo Malek y cumpla con la recomendacin de la reunin de gobernadores de Jujuy (1967) para la creacin de institutos universitarios en las provincias excluidas de ese beneficio (Bazn, A.;1995)

La creacin de la Universidad Nacional de Salta en 1972, no cont con un apoyo masivo. Por un lado , la resistencia por parte de los sectores catlicos conservadores, argumentando que la nica universidad en Salta deba ser la catlica y por otro lado la oposicin a dejar los beneficios que, para algunos, representaba la Universidad Nacional de Tucumn en la Provincia, produjeron ciertas fricciones con los grupos promotores de creacin de la U.N.Sa.

Entre esos grupos, tuvo un peso importante la Sociedad Cientfica del NOA, representada por Amadeo Sirolli, cuya opinin logr consenso a nivel nacional. Tambin se consideraba uno de los candidatos para constituirse en el primer Rector de la U.N.Sa.

Se prev ya, que la nueva carrera ser Antropologa (las dems existan en distintos departamentos y facultades).

En este perodo de transicin hacia la democracia, se establecen las bases y los fundamentos para la constitucin de la Universidad Nacional de Salta. La concepcin localizada de la Universidad y el sentido regional de la misma, marcan esta etapa constitutiva. Los fines y objetivos son redactados por los filsofos Mario Casalla y Rodolfo Kush (UNSa. 1972)Mario Casalla concibe la ciencia como un efecto de la voluntad del hombre por controlar la naturaleza y propone la superacin de esa perspectiva por la primordial bsqueda de la felicidad y grandeza de los pueblos en su diaria promocin como hombres. () As, volvera la ciencia de manera tal, a su condicin originaria de simple instrumento para un fin poltico (histrico) que la trasciende y dignifica (Casalla M 1973:2)

En 1973 Rodolfo Kush haba expresado su posicin acerca de la ciencia en su obra El pensamiento indgena y popular en Amrica: Ciencia y religin son absolutos visualizados, y comprenden por un lado la burocratizacin de la fe y por el otro el de la inteligencia. Son formas visuales vividas a nivel de organizacin, pero motivadas por un mecanismo muy simple, cual es el de sentir el mundo un poco menos desfavorable, un mundo bueno, institucionalizado en la buena iglesia y en la buena academia de ciencias. () y agregaba Pensemos que la ventaja del peronismo, que lo convierte en una expresin profundamente americana estriba en que, pese a la reciente infiltracin marxista, sigue siendo un partido sin doctrina, aglutinado en torno a una personalidad carismtica, sostenido por motivaciones estrictamente emocionales, todo l est alentado por un requerimiento profundo de lo absoluto, cuya tnica no entra estrictamente en el pensamiento occidental de la clase media (Kush 1973: 375-378)

La regin se entiende, no solo en relacin al NOA respecto del resto del pas sino, particularmente, el lugar de Salta con relacin a Latinoamrica, remarcando vnculos histricos con el rea andina desde la poca prehispnica.

La discusin en ese momento giraba en torno a conceptos como dependencia, neo-colonialismo, colonialismo interno y desarrollo desigual entre las regiones del pas.La idea es constituir un centro de estudios, que vehiculice el desarrollo regional, con un sentido de servicio en torno a un desarrollo auto sostenido y la integracin de un propio sistema econmico de fuertes caractersticas regionales (UNSa.1972: 10) y disear un modelo poltico y socioeconmico de desarrollo propio, que supere el fracaso de los esquemas de desarrollo dependiente, que han contribuido al estancamiento de regiones del interior. (Ibd.:11)

Es un paso en el proyecto liberacin nacional; se apela a las particularidades regionales, que constituiran vertientes del ser nacional.La poltica de ocupacin e integracin territorial, es acorde con la poltica de regionalizacin y descentralizacin de grandes ncleos urbanos y tiene como correlato la creacin de universidades pblicas y la promocin de iniciativas de desarrollo que involucren reas sociales y productivas. De all que la Universidad de Salta tenga un rol asignado y las carreras e institutos que la componen deban adecuarse a ese rol definido por el proyecto de desarrollo.

El lugar que le cabe a las ciencias sociales y la antropologa en este proyecto es el de generar agentes para el cambio, con la capacidad de entender la situacin socio econmico y cultural e incidir sobre ella, a travs de la planificacin de polticas de cambio y correccin, acordes con el modelo de desarrollo planteado. En definitiva, se requiere la formacin de profesionales para el Estado que participen en las polticas sobre reas crticas como educacin, salud, vivienda, etc.

4- La creacin de la carrera

El surgimiento de la carrera de Antropologa recoge tanto la contextualizacin situacional como la contextualizacin relevante, segn se definan proyectos de Universidad, regin o Estado Nacional.

La propuesta de creacin de la carrera renueva el inters de Sirolli por trasladar en bloque el Instituto Provincial y darle el status de carrera universitaria, pero su propuesta no prosper y las condiciones de incorporacin del Instituto provincial se discutieron hasta 1973.

Desde la etapa de transicin a la democracia del gobierno de Lanusse, momento de creacin de la Universidad nacional de Salta y pasando por el interregno democrtico que inaugura el triunfo del FREJULI, la etapa intervensionista de Isabel Pern y el lopezreguismo y luego el autodenominado Proceso de Reorganizacin Nacional, instaurado por el golpe militar del 76; la Carrera de Antropologa (con las diferentes perspectivas tericas y lneas de investigacin que proponan sus docentes e investigadores), ser sucesivamente inaugurada, reinaugurada, censurada y reestructurada, clausurada y declarada extinta.

a- El Simposio de 1973

Los primeros pasos consistieron en la eleccin de un organizador que formulara el plan de estudios, los programas de materias, programas de investigacin, etc. Para esto se decidi realizar un simposio con invitados especiales. Tuvo lugar en la ciudad de Salta entre los das 19 y 22 de julio de 1973. Participaron efectivamente:

Lic. Manuel Marzal. Antroplogo Social, Lima, Per

Lic. Susana C. de Nardi. Ciencias Antropolgicas. Buenos Aires

Lic. Camilo Boasso. Master en Sociologa y Antropologa. San Juan

Lic. Jorge Gissi. Psiclogo Social. Santiago de Chile

Profesor Darle D. Dewar. Master of Arts en Lingstica

Dra. Yolanda r. de Dewar. Doctora en Filosofa, especialidad Lingstica. Ambos de Rosario, Santa Fe

Fueron convocados con el siguiente temario:

1. Qu es la Antropologa hoy

2. Qu materias de otras ciencias deben integrarse a la carrera.

3. Funcionalidad del Antroplogo frente a la sociedad

4. Plan de estudios

El objetivo era definir los temas centrales de la currcula y el perfil del egresado y organizar la transicin de los estudiantes del Instituto provincial.

A principios de 1973 se eligi como primer organizador a Nstor Homero Palma, perteneciente a la sociedad Cientfica del NOA.

En mayo de 1973 el Frente Justicialista de Liberacin (FREJULI) asume el gobierno a nivel nacional, como as tambin en la provincia, llevando como gobernador a Miguel Ragone. Ese resultado significaba la posibilidad segn las expectativas de los propios militantes peronistas - de cambios radicales y la posibilidad de expresin de distintos sectores del peronismo, que consideraron a este perodo como el que posibilitara la concrecin del proyecto de socialismo nacional. Los antroplogos sociales encontraban espacios para legitimar su especializacin en las universidades con ms tradicin en Antropologa (UBA, La Plata, Rosario), al tiempo que se concretaba la apertura de nuevas carreras que la contaban como especialidad, con el nombre de Antropologa Social en Salta y Misiones (con posterioridad).El nuevo panorama poltico del pas y la provincia se refleja en un clima de apertura. En la U.N.Sa el demcrata cristiano Martnez Borelli (Anexo 1) es designado interventor. La intervencin en un marco democrtico, implic la renuncia de todos los directores de departamentos y de los organizadores de carreras. As renuncia Palma a la organizacin de la carrera de Antropologa y se contrata, en su reemplazo, a un nuevo organizador: el sacerdote Federico Aguil, que organiza el simposio (invita a antroplogos sociales y culturales, lingistas, siclogos sociales y folklorlogos con la idea de esta regin ampliada que abarcaba a los vecinos latinoamericanos y la regin andina) (Anexo 2).

Aguil tuvo un rol destacado trayendo a toda esta gente que le dio una orientacin materialista histrica. (Entrevista Lic. Hctor Rodrguez)

b- Las propuestas

Hemos accedido a algunos de los papers presentados en ese simposio. Algunos temas recurrentes en los debates del simposio fueron por un lado, las perspectivas sobre una carrera de antropologa en el NOA y, por otro, una discusin ms general sobre la antropologa en un momento histrico y poltico particular, nos referimos a temas tales como la relacin de antropologa y poltica, y la antropologa aplicada.

Se entiende a la antropologa como situada, es decir que debe orientar su perfil hacia el rea en la que se inserta (Boasso 1973:3)

La relacin de la Antropologa con el Estado se plantea a travs de la discusin sobre antropologa aplicada. Se expone en general la necesidad de formar profesionales para que acten en antropologa aplicada al servicio del estado (Marzal), para algunos esto implica un trabajo concreto en planes sociales y proyectos estatales en las reas crticas de salud, vivienda, educacin, etc. (Chertudi, Gissi, Dewar y Dewar)

Confluyen distintas perspectivas con respecto al lugar del investigador: la importancia de la generacin de teoras y aportes, mas all de la incorporacin a programas de la administracin pblica (Chertudi) La cuestin tica, planteada en el marco de la reflexin sobre colonialismo (Marzal) o una separacin entre el trabajo de investigacin concreto, donde el antroplogo es un observador neutral y la postura tica de denuncia de situaciones injustas (Dewar y Dewar)

Y por ltimo la posicin de ciencia neutral que critica tanto a la Antropologa Aplicada. Antropologa Asistencia - Social, como a la Antropologa que llama de barricada (Boasso)

Estas perspectivas estarn en disputa en la Antropologa en Salta. De este simposio surge la confirmacin de que la carrera debe ser Antropologa Social y los primeros borradores para el Plan de estudios, que finalmente incluir materias relacionadas a las reas de antropologa social y algunas socio culturales.

Ese plan estaba dividido en dos partes, una consideraba un plan de transicin para los estudiantes del instituto provincial de Sirolli y el otro consideraba un ao bsico comn. (Anexo 3)Sin Homero Palma u otro representante de la Sociedad Cientfica del NOA, y a partir de los resultados de este simposio, quedaba claro que el Instituto de Antropologa provincial no sera la base de la carrera. Se acord, sin embargo que los estudiantes del mismo tuvieran un rgimen especial de transicin, reconociendo algunas materias y dictndoles algunos seminarios que se tomaron despus como equivalentes a materias del nuevo plan de estudios. (Anexo 4) Algunos de los asistentes al simposio dictaron estos seminarios de verano. (Susana Chertudi, Darrel Dewar, Federico Aguil).Si bien cada uno presenta sus propias conclusiones, hay ciertos temas que atraviesan la discusin:

- Antropologa en el NOA.

- Antropologa, Poltica y antropologa aplicada

Boasso expresaba en su informe:

El simposio me sirvi para el replanteo de toda la antropologa social cultural dentro de un marco geogrfico especfico. (...)

La antropologa que quiere ser una ciencia, surge en circunstancias histricas particulares y quiere responder a problemas particulares... Alguien ha dicho que la ciencia comparativa que es la antropologa es la ciencia de la historia. La antropologa est orientada. En el caso de una escuela de antropologa de la U.N.Sa la orientacin le viene del rea que dicha escuela espera servir: el NOA y el centro suramericano. Esa rea desde el punto de vista cultural, parece signado por una situacin de dependencia de unos grupos culturales respecto de otros. El estudio de culturas en dependencia, los mecanismos de dependencia y los mecanismos posibles de liberacin se imponen para una antropologa de esa rea geogrfica.

Pero tambin hace un llamado de atencin sobre los riesgos de la antropologa aplicada:

huyendo de una antropologa supuestamente pura corremos el peligro de caer en los esteros de una antropologa asistencia social (antropologas aplicadas), o de una antropologa de barricada, de manifiesto, que no es otra cosa que poltica con ropaje de antropologa. No nos engaemos; en la medida en que hagamos una antropologa manifiesto, podremos hacer un servicio a las comunidades pero no haremos ningn servicio a la antropologa, y, por tanto, privaremos a las comunidades de una antropologa que indague y est siempre orientada a descubrir cosas nuevas.

Dewar y Dewar:

El acento est puesto en las diferencias culturales dentro de las cuales el antroplogo se relaciona con los otros. As la observacin con el fin de comprender a los otros implicar una actitud pasiva desde el antroplogo. Al mismo tiempo se pondera que el contacto entre grupos diferentes involucra necesariamente cambios, y en estos cambios interviene el antroplogo en forma activa.

En este contexto se entiende al antroplogo en la sociedad industrializada:

... acta en forma activa cuando trata de mejorar la forma de vida del otro dentro de sus posibilidades culturales - como, por ejemplo, informar al otro de los derechos que ste tiene dentro de la sociedad que visita (obrero, bracero, etc.) para evitar que sea explotado(...)

El antroplogo, se ha dicho en el simposio, puede actuar como profesor, musegrafo e investigador. Pero el pas necesita gente preparada en antropologa para actuar honestamente con los otros para que sean respetados todos por igual. El pas necesita gente comprometida con los problemas sociales del momento, necesita gente poltica pero no politizada, necesita gente que est a favor del cambio y tome parte en l activamente y no dialcticamente, es decir, gente definida y decidida a participar de l.

Susana Chertudi:

Afirma que hay dos grandes tipos de tareas que puede cumplir un antroplogo: Investigacin y Docencia. Dentro de la investigacin, debe considerarse tambin que la investigacin fuera del mbito acadmico puede hacer algo ms que estar dirigida a fines prcticos cumpliendo directivas. Debe tenerse en cuenta la innegable interdependencia entre teora y realidad.

Esto implica tambin la necesidad de la teora para la aprehensin de la realidad y su posible modificacin.

Tambin estimo que en nuestro pas, posiblemente por el hasta ahora restringido campo del quehacer profesional, se estima como superior el status del antroplogo investigador universitario que el del antroplogo trabajador en otros sectores. Y son justamente esas otras esferas de accin dentro de la sociedad (educacin, vivienda, salud, produccin, vialidad, comunicaciones, etc.) las que requieren hoy la urgente intervencin de la antropologa.

Gissi

Debe existir como carrera, solo antropologa social: su urgente necesidad para el diagnstico y la colaboracin en el cambio social, tanto a nivel regional como nacional, en particular en la nueva coyuntura histrica argentina.

Propone tambin una relacin inmediata con reas sociales de programas estatales y el trabajo en ellos desde el primer ao de cursado de los estudiantes, por la urgencia social del pas.

Marzal:

Ante la pregunta de Qu es la antropologa cultural hoy? Marzal reflexiona situando la respuesta en un marco geogrfico y un tiempo especfico. Salta en Latinoamrica hoy:

... Latinoamrica. En un continente que atraviesa por uno de los momentos ms dramticos de su historia y que est viviendo una serie de cambios profundos, que exigen la presencia del antroplogo, sobre todo en el segundo tiempo de toda revolucin, que no es la toma del poder, sino la organizacin del mismo entre hombres concretos, es decir, aprisionados por su propio contexto cultural.

Adems, hay que responder esa pregunta en Salta, la ciudad que es corazn de una de las regiones mas americanas de Argentina y donde confluyen distintas tradiciones indgenas de Amrica. (...) y hoy, fruto de la evolucin interna del ayer (siempre dialcticamente ante la realidad) y en otro sentido significa ruptura con el ayer, sobre todo en lo relativo a la antropologa aplicada. (...)

No tenemos que formar antroplogos para la universidad o los institutos de investigacin, pues sabemos que la demanda actual en estos campos es muy limitada; hay que formar antroplogos sobre todo para trabajar en los programas estatales.

Aunque discute las diferentes posturas en torno a la antropologa aplicada y su relacin con el colonialismo, o el colonialismo interno, los proyectos de investigacin con usos coloniales, etc. El asunto se enmarcara en una decisin tica profesional y personal.

En este simposio tambin se consensuan propuestas para la formulacin del plan de estudios.

Confluyen as diferentes perspectivas sobre la antropologa; que comparten sin embargo una visin de la antropologa como un medio para la accin; una ciencia aplicada al cambio social.

Se afirma tambin que la arqueologa est suficientemente desarrollada por otros centros acadmicos del pas, con equipos formados y que constituye una duplicacin de esfuerzos y recursos instrumentar esa especializacin junto con la de antropologa social. Pero, sobre todo, la decisin de implementar la carrera de antropologa social se basa en el convencimiento de la urgencia social. De la necesidad de contar con expertos en lo social, con la formacin necesaria y la capacidad de acompaar a los distintos sectores sociales de este lugar latinoamericano dentro de Argentina, en el cambio inevitable que impone la Industrializacin o la modernidad. La antropologa entonces, es pensada desde sus inicios en la Universidad Nacional de Salta, como antropologa aplicada.

Se espera de ella expertos en lo social que se incorporen a los programas estatales para ser funcionarios convencidos de su rol poltico no politizado

As, el eje provincial defendido por Sirolli dej lugar a esta nueva propuesta regional, explicitada en los fundamentos de la U.N.Sa y refrendada por las opiniones de los asistentes al simposio. Amadeo Sirolli continu a cargo del Instituto Provincial, que sigui funcionando hasta 1975, produjo un solo graduado.

c- La Reinauguracin. 1974 y la Antropologa Social.

En 1974 se incorporan en los Departamentos de Humanidades y Econmicas, docentes e investigadores heterogneos, que provienen de distintos lugares del pas, con variadas posturas tericas que comparten, sin embargo, una preocupacin por la denuncia de situaciones sociales injustas, ubicando en el centro del debate el rol del intelectual, la relacin poltica ciencia y el lugar de la ideologa.

Esta confluencia se reflejar en la carrera de Antropologa Social, que surge definida como una ciencia social y se inserta en el Departamento de Ciencias Econmicas, el cual cambia su nombre por el de Ciencias Econmicas, Jurdicas y Sociales (Anexo 5).

Los estudiantes proceden del Instituto de Sirolli y por otra parte los ingresantes plenos. Se marcaron claramente dos grupos: los del instituto y los que ingresaban o venan de otros lugares, () los que tomaban apuntes y los que entendan las clases como debate, participacin y dilogo (Entrevista a la lic. Lezcano)

Se conforma con un equipo docente interdisciplinario. Funciona en Salta Capital, y en las Sedes Regionales de Orn y Tartagal.

Los primeros antroplogos contratados son: Pablo Aznar, que regresaba del exilio en Chile y el cordobs Luis Mara Gatti. Luego se incorporan otros docentes. En esta carrera predomina la inclusin de los aportes tericos del materialismo histrico en ciencias sociales y la necesidad de explicar el funcionamiento del capitalismo dependiente, a partir de la explicitacin de los mecanismos de la dependencia.

En algunos casos se enfatizan las experiencias de liberacin nacional del tercer mundo y el compromiso del investigador con estos procesos. Se debate el lugar del investigador con relacin a la poltica, el compromiso del investigador con las poblaciones que estudia, etc. (Anexo 6)

d- Jos Mara Gatti

Esta etapa estar marcada por la figura del Profesor Luis Mara Gatti. Si hasta ese momento las investigaciones se apoyaban en los estudios etnogrficos clsicos y el trabajo de campo se realizaba relevando el inventario de rasgos descriptos en la Gua Murdock (1960), Gatti propone abordar las condiciones materiales de produccin y reproduccin de la vida de las poblaciones indgenas, descree de los estudios excluyentemente culturalistas y tiene en mente los trabajos de Pierre Bourdieu que ensea a sus estudiantes.

Un Antroplogo social lector del materialismo histrico, quien a pesar del poco tiempo de permanencia en la Universidad de Salta, particip en la creacin, junto a Pablo Aznar, de un "grupo para el estudio de Estructura Agraria", dentro del Instituto de Estudios Regionales, donde sus interlocutores eran socilogos, gegrafos, economistas y otros cientistas sociales.. (Anexo 7)

Su investigacin sobre la articulacin social entre Luracatao y el Ingenio San Martn del Tabacal abordaba las relaciones de articulacin subordinadas segn una perspectiva marxista, ponderando el estudio de las relaciones de produccin capitalistas y las prcticas opresivas del capital, con relacin a las fuerzas productivas. Esa aproximacin terica no slo significaba privilegiar ciertos problemas de investigacin, sino tambin permita vislumbrar un proyecto programtico distinto al sugerido por los otros docentes.

Su investigacin considera diversas dimensiones de la vida social, a partir de una aspecto central y organizador de la sociedad: el acceso a los medios de produccin y la venta de fuerza de trabajo (Guber. 2000: 296) y se vuelca en un informe de 1975, preparado para la segunda reunin del grupo de articulacin social en Quito: Plantacion, campesinado y manufactura: Un caso de anlisis diacrnico de la articulacin de clases en el Noroeste Argentino.

El trabajo se enmarca en estudios de estructura agraria y el anlisis est centrado en las relaciones de articulacin Inter-clase e inter-regiones, desde el materialismo histrico.

Su objetivo es analizar las relaciones entre la economa de la plantacin azucarera y la de los valles calchaques, a travs de una caso lmite de subordinacin como es el que liga la finca Luracatao con le mayor ingenio de la provincia de salta,..., una caso que articula dos sistemas Hacienda (finca) y Plantation -, tratados usualmente como distintos sino opuestos en la literatura antropolgica (Wolf y Mintz, 1957) (Gatti. 1975: 2) 1975: 2)Analiza la conformacin histrica de esa relacin de subordinacin, focalizando en las relaciones de clase al interior de la Finca Luracatao. Establece una periodizacin, mostrando los cambios en las relaciones internas, en funcin de la articulacin con el ingenio y los diversos mecanismos de extraccin de excedentes y los mecanismos coactivos de reclutamiento de mano de obra.

A Gatti le interesa particularmente el desarrollo de las fuerzas productivas y centra su anlisis en las relaciones de clase, para lo cual caracteriza las clases sociales en los diferentes perodos, especialmente interesan las relaciones de produccin, las economas campesinas, a travs de la propiedad y uso de la tierra, propiedad de los medios de produccin el sistema coactivo (fsico y moral) de reclutamiento de la fuerza de trabajo.El trabajo incorpora una caracterizacin de los grupos dominantes en la provincia, mostrando las relaciones de parentesco entre Patrn Costas (dueo de la finca y principal accionista del Ingenio San Martn del Tabacal) y el anterior dueo de Luracatao; adems de una red de relaciones donde encuentra recurrencia en los apellidos de ciertas familias que conforman ese grupo dominante. Promete ampliar esa investigacin para establecer las relaciones entre dominio territorial, control poltico, social y cultural de la provincia. (Op. Cit: 6)

En este trabajo analiza la produccin textil artesanal (ponchos y barracanes), a travs de los diferentes perodos y como esas artesanas se transforman gradualmente desde un pago en especias, junto a los productos agrcolas por arriendo y otros rubros, para convertirse finalmente en actividad principal de un gran sector de la poblacin de la Finca. Esta produccin destinada al mercado, pero comprada exclusivamente por el administrador de la finca, que provee tambin la materia prima, se enmarca en un sistema similar al de merchant manufacturer, con trabajo domiciliario. Para Gatti:

lo que verdaderamente caracteriza a este rgimen no es el trabajo a domicilio sino el papel desempeado por el capitalista, que de simple comprador se hace poco a poco dueo de toda la produccin. (Op. Cit: 51)

Define que esta historia de articulacin no determina un proceso lineal, ya que una experiencia mas tpicamente capitalista de instalacin de una fbrica de alfombras en Luracatao fracasa y se muestra como ms conveniente ese sistema que en una historia lineal de desarrollo de las fuerzas productivas, sera anterior., estableciendo ciertos vnculos que implican elementos de status y diferenciacin al interior de la economa campesina, marcando mayor o menor distancia con el patrn.Al tiempo que toma en cuenta el componente ideolgico en la relacin de los campesinos / proletarios con el patrn / administrador, para Gatti los luracateos tiene dos destinos posibles: proletarizacin inevitable, para algunos o, para otros (grupo superior), su transformacin en Farmers.

En el post scriptum discute tambin el concepto de proletarizacin y su valor heurstico para las economas no definidamente capitalistas (Op. Cit: 55) Para el autor, finalmente, el eje central del anlisis del concepto de articulacin social debe centrarse en la articulacin Inter-clases:

La articulacin entre economas regionales puede ser tratada como una variante de la articulacin de clases. No es la zona del oriente salteo la que se vincula con los valles calchaques ni la economa del ingenio la que se complementa con la de los campesinos. Pero la dimensin realmente crucial del problema es que tales relaciones se establecen a travs de, y estn determinadas por, relaciones de clase.(Op. Cit::53)Este artculo constituye un caso de aplicacin de las teoras que en ese momento se debatan en Amrica Latina, no olvidemos que ya se haba producido la Declaracin de Barbados, y estaban en plena produccin Bonfil Batalla en Mexico y Darcy Riveiro en Brasil.

Fecha:Tue, 28 Sep 2004 12:11:18 -0500

A:"miguel martinez"

De:"Oscar Gonzalez

Asunto:1974 en Salta Antropologa

Yo puedo ser informante de las clases y del ambiente incierto de 1974. Varios compaeros no terminaron: las Portal, Ramiro, Rodas, Cesar J. y Elena R. (ella y yo Fuimos ayudantes de Gatti). Es importante, entiendo, dar cuenta de lo que se hizo en esa etapa de antropologa social en la UNSa. Particularmente lo realizado por Gatti. Yo fui con Mumo a Luracatao, donde le ayud a recoger datos de campo (mi primera experiencia de campo). Despus public un informe para un congreso en Quito. Yo era estudiante y vena de las ciencias naturales. No s mucho del IDR. No recuerdo el grupo de estructura Agraria. S que estaban Maletta, Difrieri, Pablo Aznar, el P. Serra (o Sierra), Cacho Ortega. No s si Jos Mara Infante (psiclogo llegado de Crdoba). Tambin haba gente de otras carreras Quines eran?, otros emigrados... y desaparecidos). En 1974 -- justo despus de la Muerte de Pern -- se inici el experimento. Fueron meses de deslizamiento hacia el fascismo de Lpez Rega y ese ambiente lo marcaba todo. Pero Siguieron haciendo algo. Me acuerdo que fue Miguel Murmis a darles un seminario (llevando copias Del Esquisse... de Bourdieu).

(Fragmento de intercambio va e-mail con Oscar Gonzlez)

La mirada de quienes lo sucedern expresa las disidencias polticas de aquel entonces:

Eramos un grupo antroplogas que trabajbamos juntos en Buenos Aires. De diferentes extracciones... sobre todo los otros no?, porque hay una camada anterior.

O sea... la antropologa del 70 se divide en dos:

Una concepcin ms marxista, que lleg en el ao 73 con una concepcin mucho de antropologa aplicada; una antropologa social que yo la pongo entre parntesis, no... no s que es la antropologa social, nadie todava me ha podido explicar... pero que evidentemente tiene una intencionalidad de decir... bueno, vamos a aplicar antropologa. Para que: para recuperar un poco la conciencia del aborigen, que tambin era la