Antología Módulo V

90
Ética Profesional Módulo V. LA ÉTICA EN LA ÉPOCA ACTUAL 5.1 El mundo que viene…………………..………………………………2 Savater, F. (2012). Ética de urgencia. México: Ariel. (Páginas 16 a 67) 5.2 Profesionalización de los medios sociales………………………..53 Tascón, M. (2012). Escribir en internet. España: Galaxia Gutenberg. (Páginas 433 a 453) 5.3 Ética de la docencia en la universidad ………………….………..73 Martínez, E. (2011). Ética profesional de los profesores. (2ª edición). España: Desclée De Brouwer. (Páginas 243 a 259)

description

Ética Profesional Módulo V

Transcript of Antología Módulo V

Page 1: Antología Módulo V

Ética Profesional Módulo V. LA ÉTICA EN LA ÉPOCA ACTUAL

5.1 El mundo que viene…………………..………………………………2 Savater, F. (2012). Ética de urgencia. México: Ariel. (Páginas 16 a 67) 5.2 Profesionalización de los medios sociales………………………..53 Tascón, M. (2012). Escribir en internet. España: Galaxia Gutenberg. (Páginas 433 a 453) 5.3 Ética de la docencia en la universidad ………………….………..73 Martínez, E. (2011). Ética profesional de los profesores. (2ª edición). España: Desclée De Brouwer. (Páginas 243 a 259)

Page 2: Antología Módulo V

Savater, F. (2012). Ética de urgencia. México: Ariel.

Razones para la ética

Durante gran parte del día vivimos como si nos hubieran dado cuerda: nos levantamos, hacemos cosas porque se las

hemos visto hacer a los demás, porque nos lo enseñaron así, porque eso es lo que se espera de nosotros. No hay demasia­

dos momentos conscientes en nuestro día a día, pero de vez

en cuando, algo ocurre e interrumpe nuestra somnolencia,

nos obliga a pensar: «¿Y ahora qué hago? ¿Le digo que sí o le

digo que no? ¿Voy o no voy?». Estas preguntas señalan distin­

tas opciones éticas, nos exigen una buena preparación men­tal, nos interpelan para que razonemos hasta alcanzar una respuesta deliberada. Tenemos que estar preparados para ser

protagonistas de nuestra vida y no comparsas.

La imagen del mundo como un teatro es muy antigua. El filósofo Schopenhauer imaginaba la vida como un escenario, cada uno de nosotros ve entre bambalinas cómo unos perso­

najes hablan, lloran, gritan, luchan, se enfrentan y se asocian sobre las tablas. De pronto, sin previo aviso, una mano nos

empuja y nos sorprendemos en el centro del escenario, nos obli­gan a intervenir en una trama que no conocemos demasiado

bien porque hemos llegado con la obra comenzada, y tene­

mos que enterarnos a toda prisa de quiénes son los buenos y los malos, de qué sería conveniente decir, de cuál sería la ac-

15

Carlos
Text Box
5.1 El mundo que viene
Page 3: Antología Módulo V

ción correcta. Decimos nuestro monólogo y antes de enterar­nos de cómo acabará todo, nos vuelven a empujar, y nos sacan

del escenario, esta vez ni siquiera nos dejan quedarnos entre bambalinas.

Pero no nos pongamos tétricos, no siempre tenemos un

papel relevante en la obra. Podemos pasar días actuando como figurantes en escenas pensadas y escritas por otros. Pero hay veces que nos apetece ser protagonistas de nuestra vida, y pensar en las razones por las que actuamos como ac­tuamos. No se trata de vivir de manera muy original ni de

hacer cosas muy extravagantes, sino de examinar los motivos

por los que actuamos, nuestras metas y si deberíamos buscar objetivos mejores, o cambiar la manera de proceder.

La ética no nos interesa porque nos entregue un código o un conjunto de leyes que baste con aprender y cumplir para

ser buenos y quedarnos descansados con nosotros mismos.

Hay una película de los Monty Python en la que Moisés baja

del Sinaí con tres tablas de la ley entre los brazos, se detiene ante su pueblo y les habla: «Aquí os traigo los quince manda­

mientos ... », entonces se le resbala una de las tablas, cae al suelo y se rompe, y ahora les dice: «Bueno, los diez manda­

mientos». Pues la ética no va de aprenderse diez ni quince mandamientos, ni uno o dos códigos de buena conducta. La ética es la práctica de reflexionar sobre lo que vamos a hacer

y los motivos por los que vamos a hacerlo. ¿Y por qué debería yo razonar, vivir deliberadamente, en­

trenarme en la ética? Se me ocurren dos buenos motivos para no hacer la vista gorda.

El primero es que no tenemos más remedio. Hay una serie de aspectos en la vida donde no se nos permite razonar ni dar

nuestra opinión: no depende de nosotros tener corazón, ha­cer la digestión, respirar oxígeno ... Son actividades que me

16

Page 4: Antología Módulo V

vienen impuestas por la naturaleza, por el código genético,

por el diseño de la especie. Tampoco puedo elegir el año en que he nacido, ni que el mundo sea como es, ni el país natal,

ni los padres que tengo. Los hombres no son omnipotentes,

no les ha sido dado el poder de hacer y deshacer a voluntad. Pero si nos comparamos con los animales enseguida vemos

que disponemos de un campo de elección bastante amplio. El resto de los seres vivos parecen programados para ser lo que son, lo que la evolución les ha deparado. Nacen sabiendo qué de­ben hacer para sobrevivir, saben cómo ocupar su tiempo. No

hay animales tontos. Muchas veces hemos visto las imágenes de los chimpancés y los monos caminando cada vez más er­

guidos y al fmal un ingeniero de caminos con su sombrero, y ésa es la idea que tenemos nosotros de la escala: pasamos de

los animales inferiores al ser humano; pero según cómo lo miremos, los animales son mucho más perfectos que los hu­

manos. Observa el brazo de un gibón o de cualquier mono arborícola: es un instrumento de precisión, de una flexibili­dad y una potencia tan asombrosas que puede subir un enor­

me peso hasta lo alto de un árbol. O piensa en la zarpa de un

león, eso sí es un aparato útil para desgarrar la carne de sus víctimas, o la aleta de un pez, etcétera, son apéndices admi­rables, que sirven muy bien a su propósito. La limitación de

los animales es que sólo puede hacer una cosa cada especie, están especializadísimos. Unos nadan, otros vuelan, éstos ca­

zan con el pico, los otros hacen agujeros en el suelo. Por eso cuando cambia el ecosistema empiezan a morir y desapare­cen, porque no se pueden adaptar.

Los hombres venimos al mundo con un buen hardware, del que nos ha provisto la naturaleza, pero no tenernos el pro­grama establecido, tenemos que procurarnos un software para orientar nuestras acciones sociales, los proyectos crea-

17

Page 5: Antología Módulo V

tivos, nuestras aventuras intelectuales. Los humanos no es­

tamos especializados en nada, y esta característica tiene su re­flejo en el diseño anatómico: el brazo humano sirve para tre­par, pero mal; puede dar algún golpe, pero nada comparable

con los del león; podemos nadar, pero tampoco como el del­fín; pero podemos hacer todas esas cosas y también tocar el piano, disparar un misil, señalar a la luna, metemos en un barco para cruzar el océano sin saber adónde vamos, y tam­

poco puede descartarse que un día destruyamos el mundo,

algo que bien seguro no podrán hacer los animales. Gracias a que no estamos circunscritos a una sola tarea, los humanos podemos elegir entre cosas distintas, y hemos desarrollado estrategias y culturas que nos permiten habitar el desierto,

reproducirnos en el polo. Ese campo abierto de elección tan

amplio es una extraordinaria ventaja evolutiva. Por contrapartida, esta indefinición conlleva una serie de

responsabilidades. La principal es que tengo que elegir qué voy a hacer con mi vida, qué voy a aceptar y qué voy a recha­zar. Tengo que escribir mi papel en la función de la vida. Ten­go que elegir lo que hago y justificar mi decisión; si quiero

vivir humanamente y no como un animalito es bueno que

sepa por qué creo que me vendrá mejor hacer una cosa y no otra. A veces la explicación es bien sencilla; por ejemplo, si vivo en un octavo piso y quiero bajar a la calle puedo optar

por meterme en el ascensor o tirarme por la ventana; a menos

que viva en un entresuelo o que haya decidido acabar con mi vida, en un caso así tengo buenas razones para defender ante quien sea mi decisión de optar por el ascensor. Pero hay deci­

siones más difíciles de tomar y de justificar, y no puedo esca­bullirme, pues se trata de una serie de elecciones obligadas.

El filósofo Jean-Paul Sartre lo dijo en el siglo pasado con una frase contundente: «Estamos condenados a la libertad». Es

Page 6: Antología Módulo V

decir, somos libres pero no disfrutamos de libertad para re­nunciar a la libertad. Esta necesidad de elegir es característica del ser humano, y no podemos desdecirnos de ser humanos. Estamos destinados a inventar nuestro destino, sin segundas

oportunidades. Por eso los hombres nos equivocamos y nos defraudamos, y cometemos atrocidades, pero también, gra­cias a eso, podemos transformar nuestra vida, inventar sus contenidos. Y reflexionar sobre esta naturaleza y buscar los motivos adecuados y las mejores explicaciones por las que hacemos una cosa en lugar de otra es parte de la tarea de la ética.

La segunda razón es muy sencilla de entender. Los huma­nos somos una especie vulnerable, nos rompemos y mori­mos, es muy fácil hacemos daños físicos, morales y senti­mentales, no podemos hacer lo que se nos antoje con los de­más, debemos tener cuidado con ellos. La deliberación ética

se impone porque somos mortales. Si fuésemos inmortales podríamos hacer lo que nos diese la gana. Los primeros cris­tianos leían y escuchaban escandalizados las historias prota­gonizadas por los dioses griegos. Ellas eran lascivas y arro­gantes, ellos eran unos tipos bravucones y feroces, y los dos sexos eran unos mentirosos que se entregaban a toda clase de perrerías que nosotros condenaríamos como inmorales. Lo que no entendían estos primeros cristianos es que los dioses no eran inmorales, sino que estaban fuera de la moralidad. Si eres inmortal, como no te haces daño, ni haces daño a los otros porque son tan invulnerables como tú, para qué vas a

tener miramientos; si todos fuéramos inmortales, podríamos comportarnos los unos con los otros como quisiéramos, como pasa en las leyendas de los dioses, que unos mueren y luego resucitan y es como si todo pasase en una realidad vir­tual, como si fuese de mentira, como si viéramos una pelícu-

19

Page 7: Antología Módulo V

la. En realidad los dioses no se matan ni se aman, sólo juegan a matarse y fingen el amor.

Y, como bien sabéis, la vida humana no es así, no es rever­sible, sigue una dirección y no podemos volver atrás. La nues­

tra es una vida irrepetible y frágil, única para cada uno de nosotros, protagonizada por seres vulnerables que a cada mi­nuto están en peligro de muerte. Amenazados no sólo por la muerte física, sino también por otras muertes: la muerte so­

cial, la muerte sentimental, la muerte de la salud, todo lo que

se aleja y nos deja abandonados, todo lo que nos hiere y nos deja tristes, solitarios, frustrados. Ése es el motivo por el que he dicho antes que debemos tener miramientos con nuestros

conciudadanos. «Miramientos» es una palabra española muy significati­

va, que expresa muy bien la disposición ética. Presupone que vamos a mirar a los otros, que vamos a fijarnos en cómo son

y qué necesitan. Una de las características zoológicas que te­

nemos los humanos es que somos capaces de leer en la cara de los demás. Muy pocas especies de animales son capaces de hacerlo, la mayoría no tienen expresión. Un tigre, por ejem­

plo, arma una expresión feroz cuando va a atacar, y cuando está tranquilo pone otra cara, una que no dice nada. No tiene

más rostros ni más expresiones. Los hombres y los monos superiores sí podemos expresar con las facciones una canti­dad importante de emociones, de manera que podemos leer

la mente de los otros gracias a las caras que ponen, interpre­

tar si están tristes, alegres, burlones, si desean o envidian o detestan ... Lo comprendemos porque somos capaces de in­terpretar las facciones y ponernos en el lugar del otro, porque

somos empáticos. Esta capacidad es la raíz del dicho que han adoptado tantas religiones y propuestas morales: «No le ha­

gas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti».

20

Page 8: Antología Módulo V

Se trata, además, de un lenguaje (el de los gestos) y una capacidad (la empatía) universales. Álvar Núñez Cabeza de Vaca, un personaje que vivió unas aventuras tremendas (des­cubrió el Misisipi, llegó a ser el chamán de una tribu, y cuan­do murió le enterraron con el mayor honor que uno puede imaginar: desviaron el lecho de un río, le dieron sepultura y después volvieron a rectificar el caudal para restablecer el curso natural, de manera que las aguas resbalasen por enci­ma de la tumba), escribió un libro que se lee como una novela de acción, que se titula Naufrayios y comentarios, porque el hombre naufragaba cada dos por tres. En una de las historias que cuenta, siempre rodeados de una selva increíble, él y un grupo de españoles avanzan por los rápidos de un río con una balsa, muy precaria, de troncos atados a toda prisa por miedo a las tribus carubales que supuestamente vivían en los már­genes del río, y cuya ferocidad habían magnificado; navega­ban espantados. En un momento determinado, llegan a unos rompientes, la balsa choca con unas rocas y se deshace; va­mos, que naufragan como de costumbre. Dos o tres de ellos se ahogan allí mismo, y el resto llegan destrozados a la orilla, arrastrándose por la arena, y cuando se quedan allí tumba­dos, exhaustos, intentando recuperar el aliento, se abre la selva y aparecen los caníbales. Los náufragos se miran entre ellos, están tan agotados que ya todo les da lo mismo y se echan a llorar en la arena. Cuando llevan así un rato, Álvar levanta la mirada y ve que los carubales se han dispuesto en un semicírculo a su alrededor, en cuclillas, les están mirando,

y también lloran. Este reconocimiento de la desgracia y del desamparo es

propio del ser humano. Cuando decimos de alguien: «Es una persona muy humana» (lo que en principio es una bobada porque todos somos igual de humanos), significa que es sen-

21

Page 9: Antología Módulo V

sible a la vulnerabilidad de los demás, que no les trata como si fuesen de goma. La persona «humana» es la que cuando ve que te sangra la rodilla se preocupa y te advierte. No hace fal­ta que nos lo expliquen, entendemos el dolor y la fragilidad

ajena porque todos somos vulnerables. Son los dioses inmor­tales los que tendrían problemas para comprendernos, ése es el sentido de la leyenda de la encarnación de Cristo: un dios que se quiere volver humano para entender qué sienten los seres mortales y vulnerables.

La libertad de elección y la vulnerabilidad de nuestra con­

dición son las bases de la ética, y nos imponen unas obliga­ciones. La reflexión ética pretende ayudarnos a entender cómo podemos ayudarnos los unos a los otros a convivir me­

jor, a disfrutar de la mejor vida posible. Y aunque no exista un código, podemos acudir a unas ideas útiles y consolidadas,

emplearlas como instrumentos que nos ayuden a pensar qué

clase de vida preferimos. Y como los problemas se renuevan casi a diario, debemos reflexionar constantemente, la vida

razonada no termina nunca, y dura lo que dura la existencia.

22

Page 10: Antología Módulo V

Internet y realidad

No estoy tan seguro de que Internet haya atrofiado nuestra sen­sibilidad. Si tú ves a un niño muriéndose delante de ti, sigues sintiéndote conmovido, estableces un vfuculo afectivo con él, no quieres que le pase nada malo, quieres que viva. No creo que los seres humanos nos hayamos vuelto de piedra ante la realidad cuando la tenemos delante. El problema es que ahora tenemos que elegir entre una realidad virtual y una realidad presente y, muchas veces, la realidad virtual, que también es realidad por­que está ocurriendo en algún sitio determinado, pero lejano, nos va acostumbrando a ver la realidad como un espectáculo.

Estamos tan habituados a esa distancia que si estás en casa y oyes gritar a una mujer, la mayoría de las veces vas a pensar que se trata de la televisión o de la radio. Durante mucho tiempo si alguien escuchaba un grito en casa sabía que sólo podía tratarse de un vecino. Al sentir el mundo como un es­pectáculo algunas cosas que antes nos parecerían alarmantes o espeluznantes las confundirnos ahora con una película, con un decorado. Entre la persona que pide ayuda y nosotros ima­ginamos una pantalla en medio. No es que los sentimientos se hayan entumecido y haya aumentado la frialdad, sino que se ha vuelto más complicado identificar lo que es real, distin­guirlo de lo virtual.

23

Page 11: Antología Módulo V

Platón en uno de sus diálogos dice: «Nadie aplica la moral mientras sueña». Cuando estás dormido no puedes ser mo­ral ni inmoral porque no estás actuando en la realidad, sino en

un mundo donde lo que estás viendo son creaciones tuyas,

donde nada de lo que hagas tendrá consecuencias. Y sería ab­surdo tener problemas morales porque mientras soñabas le

diste una patada en la nariz a una señora a la que le tienes mu­cha manía. En cambio, silo haces en la vida real, tu libre deci­sión sí tendría consecuencias, pertenecería a la esfera de lo

moral y lo legal. Los seres humanos siempre hemos protagonizado exis­

tencias virtuales además de las reales, ya que la mitad de nuestra vida transcurre en sueños. El propio pensamiento es

una manera de explorar virtualmente la realidad. Pero la dis­tinción entre realidad y sueño, que ha dado lugar a obras fa­

mosas, como La vida es sueño de Calderón, estaba antes más

acotada, mejor delimitada, era sencillo saber en qué lado es­

tabas. Ahora la realidad virtual está por todas partes y la fron­tera se ha desdibujado, es bien fácil confundirse.

Yo pienso que Internet sí nos ha cambiado. Ahora cuando lle9as a casa tienes mil informaciones que no puedes canalizar. Antes no había tanta información, era más importante lo que veíamos y lo que tocábamos.

Antes la gente se emocionaba cuando veía un paso de Se­

mana Santa, lloraba porque la Virgen llevaba puñales. Hoy estamos acostumbrados a ver tantos horrores, en las series de

ficción y en los informativos, que es muy raro que una perso­na se eche a llorar por lo que le pueda pasar a una estatua, por dramática que nos parezca su situación.

24

Page 12: Antología Módulo V

¿Qyé piensa de las redes como Facebook, cómo pueden influir en nuestra ética?

Bueno, la moral funciona en muchos ámbitos distintos. Todo lo que aumenta nuestro poder, tedirnensiona nuestro campo moral. Por ejemplo, Aristóteles dedicó muchas pági­nas y grandes reflexiones a la ética, pero no se hizo nunca una sola pregunta sobre biogenética, porque en su mundo no se sabía qué era. La biogenética ha abierto muchas posibilidades y nos ha planteado problemas morales nuevos. Tenemos que reflexionar moralmente sobre nuestras responsabilidades.

El principal problema moral que plantea Internet es la veracidad. Decir la verdad o no se ha convertido en una cuestión más complicada que en el pasado. Ahora desde casa podernos hacer llegar mensajes falsos, erróneos, inclu­so nocivos, a conocidos y a desconocidos. Esta posibilidad

es nueva, supone un nuevo reto moral, porque muchas ve­ces es cuestión de darle o no a una tecla, y todo sucede en casa, sin que nadie nos vigile, sin que se nos pueda acusar, y sin tener que rendir cuentas a nadie. Nuestro poder ha aumentado, y si nos tomamos en serio la vida, también au­menta nuestra responsabilidad.

Precisamente, como el poder siempre conlleva responsa­bilidades, debemos exigirles mucho a las personas que lo ejercen y tienen autoridad. Ya que, en democracia, les hemos concedido el poder de hacer cosas que no podemos hacer los demás. Por eso nos indigna cuando una persona que ocupa un puesto destacado actúa de manera nefasta, porque está abusando de nuestra confianza.

Con Internet el poder de actuar impunemente se ha re­partido, cada uno de nosotros puede hacer su ración de daño sin apenas sufrir las consecuencias. Las nuevas tecnologías

25

Page 13: Antología Módulo V

nos permiten saber más, estar en más sitios, y dañar a más

personas (aunque no de manera irreparable, por fortuna) que los príncipes de hace unos siglos. Internet supone un enorme desafío moral para todos sus usuarios.

¿Los múltiples alias que usamos en Internet pueden terminar afec­tando a nuestra identidad?

Bueno, la propia identidad, la manera de representarse a

uno mismo, ya era un problema antes de Internet, incluso cuando uno trataba de ser lo más normal posible.

Ahora se escuchan casos delictivos que uno no compren­de bien. Parecen haberse abolido no sólo las fronteras, sino que también se han atrofiado los sentidos más elementales de

reconocimiento. ¿Cómo es que un tipo puede hacerse pasar por una señora y llevarse a una serie de incautos a un hotel y

violarlos? ¿Cómo es que no se enteran las víctimas? ¿Cómo

pueden estar tan distraídos?

Mi impresión es que la sustitución de identidades halle­gado a un grado de enredo muy sofisticado, y que además se acepta como algo completamente normal. Ahora mismo en

Twitter hay un señor que se hace pasar por mí, yo no digo que el Twitter esté bien o mal, pero sí he intentado aclarar que ese

señor pone mi nombre, pero no soy yo. Y resulta que a la pro­pia gente de Twitter le cuesta entender tu reclamación. Es

como si alguien se presenta en una fiesta diciendo que es Fer­nando Savater, bueno, aunque te juren que se haya portado estupendamente, que no se ha emborrachado, y ha dejado en

paz a las camareras, pues, hombre, aun así me gustaría dejar claro que ese señor no soy yo.

Pero si ni quien se hace pasar por mí ni la empresa que lo aloja lo ven como algo extraño, si cuando reclamas te miran

26

Page 14: Antología Módulo V

con cara de sorpresa, desde luego vamos a tener un conflicto

de pareceres. Supongo que es un eslabón más de una serie de cambios que afectan a la identidad personal que con el tiem­

po se ha ido transformando mucho. A medida que avanza la

civilización uno tiene más identidades disponibles, al alcan­

ce de la mano por así decirlo. La vida moderna -comparada con la del señor del pue­

blo, que vive en una aldea pequeña, que prácticamente no

puede tener más identidad que la que le procura su trabajo, pue­de ser pastor o zapatero, y ser el marido de fulanita y el pa­dre de menganito- te da la oportunidad de tener muchas más identidades. Cambiamos de oficio, cambiamos de iden­

tidad familiar ... Y ahora mismo la identidad que te da la ideo­

logía, lo que piensas, y la religión, lo que crees, es mucho más compleja que antes, cuando éramos señores que íbamos a la

iglesia, a una, a la que había y se acabó.

Ahora tenemos cientos de ideas para escoger, decenas de iglesias, de identidades sexuales, no somos los mismos por la

mañana cuando acudimos a la oficina que cuando salimos de

juerga. Uno de los atractivos de la ciudad moderna, sobre todo cuando eres joven, es precisamente la posibilidad de multipli­car tus identidades. Si te quedas en tu pueblo eres lo que eres

y se terminó. Y lo que eres probablemente ni lo habrás escogi­do tú. La ciudad te da una ración de anonimato que te ayuda a

cambiar de pelaje, a ser más camaleónico. A mí cuando en un bar me dicen: «¿Lo de siempre?», pues ya no vuelvo.

Y en ese sentido Internet es como una ciudad enorme,

con barrios inmensos, amorfos, en la cual puedes estar cam­

biando constantemente. Este vértigo te abre un gran abanico de posibilidades, pero también tiene mucho más riesgo que acatar una vida serena, donde los papeles están bien reparti­

dos y claros, y sabes quién eres y lo que se espera de ti. Antes

27

Page 15: Antología Módulo V

tenías pocas identidades pero seguras, ahora tienes muchas más, pero también son más precarias, y muy vulnerables.

Si tuviese un anillo que le concediese hacer lo que le viniese en 9ana sin que nadie pudiera verle, ¿qué haría?

El auténtico nombre de ese anillo es irresponsabilidad. La pregunta que me haces puede afinarse: ¿qué harías si estuvie­

ses seguro de que nadie te podría pedir responsabilidades? Rousseau se inventó un cuento que se basa en el mismo su­puesto, el del mandarín chino. Rousseau nos invita en ese re­

lato a imaginar que en China hay un mandarín de más de no­venta años de edad, cruel y malvado hasta extremos intolera­

bles. De repente te dan un botón que si lo tocas hará que el mandarín muera y que a ti te toque la lotería. Al día siguiente serás rico y el mandarín estará muerto, nadie podrá relacio­

narte ni acusarte de nada, no tienes ninguna relación ni con China ni con el mandarín. No lo conoces, no le has visto nun­ca, y sólo tú sabes que hay un vínculo entre un premio de lo­

tería y la muerte de un anciano déspota en alguna parte de la remota China. La pregunta de Rousseau es: «¿ Q!lé harás, vas

a pulsar el botón?». Nosotros no matamos gente porque sabemos que hay le­

yes y conocemos el castigo que supondría transgredirlas, pero qué sucedería si pudiésemos matar sin que la ley se die­

se cuenta, sin que nos pidieran explicaciones. El problema es cuando somos los jueces únicos de nuestra acción, estamos ante un caso de conciencia, ante una decisión moral casi

pura. Una buena respuesta al reto de Rousseau sería negarse

a pulsar el botón porque me tengo a mí mismo en una consi­deración tal que no puedo aceptarme matando personas para ganar un premio de lotería. Hay cosas que no hacemos por-

Page 16: Antología Módulo V

que queremos seguir siendo como somos. En una obra de Shakespeare, hay un rey, Ricardo III, que comete un crimen tras otro, sin remordimientos, hasta que en un momento de­terminado dice: me doy cuenta de que me he convertido en

enemigo de mí mismo, porque ahora cuando me quedo solo

en una habitación estoy a solas con un asesino.

En Internet es sencillo que nadie sepa quién eres, así que la moral depende so1o de ti.

La moral no entra en juego cuando no tienes más remedio que hacer una cosa, porque entonces todos nos portamos

bien. Cuando llegas al semáforo y está el guardia con la agen­da mirándote, todos respetamos la luz roja. Cuando no hay semáforo y están los niños cruzando por la calle, y tú vas con

prisa, ahí es cuando decides si respetas o no. E Internet te

abre un mundo en el que puedes tomar decisiones de todo

tipo, la mayor parte lúdicas, pero también de hacer cosas que no están bien, que pueden provocar engaños o sufrimiento.

Me 9ustaría saber qué entiende usted por la palabra «realidad», qué es la realidad.

La realidad es lo que nos ofrece resistencia. Para saber si tienes delante una farola, para saber si la farola es una aluci­nación o es una farola de verdad, pégale con la cabeza; si es de

verdad te dolerá la cabeza, y si no lo es, no te dolerá. La reali­dad es lo que no cambia simplemente por efecto de nuestro

deseo. Los sueños no son reales porque están funcionando de alguna manera en asociación con nuestros deseos. En cam­

bio, la realidad es lo que siempre está ahí, queramos o no, y tiene unas condiciones que nosotros no podemos modificar,

29

Page 17: Antología Módulo V

o que podernos modificar, pero no a voluntad. La realidad es todo eso que de mil maneras nos ofrece resistencia, incluido

nuestro propio cuerpo. Nuestro cuerpo es real, demasiado

real, y por eso nos da tantos problemas, porque no se ajusta a nuestros deseos, no está sano a voluntad, no se cura cuando

querernos.

30

Page 18: Antología Módulo V

La educación

A nivel universitario los medios técnicos han cambiado sobre todo la manera de documentarte, ahora puedes buscar una

bibliografía de lo que quieras en Internet. Claro que también

puedes usar una pantalla en lugar de una pizarra, y seguir las clases a distancia, pero esto no son más que instrumentos, no me parece relevante. El verdadero problema que las nuevas

tecnologías plantean a los profesores universitarios es cómo mantener vivo el espíritu de investigación, que es lo que in­

teresaba desarrollar durante la licenciatura. En cualquier caso, la mayor transformación la experi­

mentan los niños. Antes el niño acudía a la escuela para que le dieran conocimientos sobre las materias que en su casa no dominaban, como la geografía, la gramática, la historia, la

literatura, la música ... Todo el conocimiento venía por la vía

de la escuela. La enseñanza en general consistía en eso: en informar a los niños de las cosas que no sabían. El niño llega­ba a la escuela y desconocía las verdades de la muerte, el sexo,

la ambición o el crimen político, y, poco a poco, se le iban

revelando. Hoy en día, con la televisión y con Internet, la prioridad ya

no puede ser informar, sino orientar al alumno a través del laberinto de información que le está bombardeando constan-

31

Page 19: Antología Módulo V

temen te. Así que la educación ya no puede centrarse en infor­mar, sino que tiene que hacer un trabajo de orientación; el educador es cada vez más una especie de brújula para orien­

tarse en un flujo de informaciones donde está mezclado lo tri­

vial, lo necesario, lo importante, lo falso y lo verdadero ... El niño tiene que educarse ahora para aprender a distinguir la

calidad de estos materiales, porque lo que está claro es que los niños van a estar sumergidos en Internet, no tiene vuelta de hoja, no vamos a volver atrás, así que no tiéne sentido prote­

gerle del que será su hábitat para obligarle a que escuche a la abuelita. Así que estamos obligados a aprender cómo rentabi­lizar estos medios a favor de la educación y del ciudadano.

Una amiga me contó hace poco que su hija le dijo: «Mamá,

cuando sea mayor no quiero tener hijos». Mi amiga se quedó

muy sorprendida por esa decisión tan repentina y taxativa, hasta que descubrió que la niña acababa de ver un parto en

televisión, y había decidido que de aquella experiencia, por

interesante que fuese, se podía privar perfectamente. No hace tantos años esta historia hubiese sido impensable, las cosas te las explicaban los padres y los profesores a su debido momento.

Pero si la niña ve el video y rechaza ser madre, ¿no le está cambian­do su punto de vista, no deberíamos protegerla?

Lo que está cambiando es el papel del educador, porque

tú ya no puedes soltarle sin más a la niña que los hijos los trae una cigüeña, tienes que buscar otra manera de plantear el asunto. El educador no puede negar la realidad, y la realidad

es que existe ese flujo de información constante que mezcla lo necesario con lo caprichoso, lo verdadero y lo falso, lo rele­

vante y lo irrelevante, todo junto. Lo que tenemos que hacer

32

Page 20: Antología Módulo V

es aprender y enseñarles a navegar en ese mar. No se trata de descubrir cosas, sino de jerarquizar y ordenar lo que se les . .

VIene encima.

Se dice que con Internet la información se recibe como cuando hace­mos zapping en la televisión. ¿Nos va a costar cada vez más con­centramos?

Cuando yo estaba en la Universidad todavía no se aprecia­ba ese supuesto problema de concentración. Algunos profe­sores tenían esa aprensión cuando veían a un alumno que

manejaba Internet, pero no pasaba de ser algo subjetivo.

Aunque había indicios, por ejemplo, cada vez se tendía más a exámenes de tipo test, en detrimento de la argumentación, el razonamiento, el discurso ...

Esta sustitución es un reflejo de lo que sucede en la socie­

dad. Martha Nussbaum, a la que acaban de conceder el Pre­

mio Príncipe de Asturias, ha insistido mucho en que estamos perdiendo el método socrático, de implicación personal, en

la enseñanza. Un método que está basado en la argumenta­ción. Según este modelo, no importa que el alumno sepa o no que Aristóteles nació en Esta gira, sino atender a qué piensa

o qué le sugieren las reflexiones de Aristóteles.

A medida que el PowerPoint sustituye a la argumenta­ción, este modelo va vaciándose de contenido. Lo mismo pa­sará si vamos a un examen tipo Twitter, donde todo se pueda

resumir en una frase o en un apotegma. Cuando una persona

se configura para expresarse en 140 caracteres, cuando se ha­

bitúa al dicterio o al insulto, pierde capacidad para la argu­mentación, que es la médula del pensamiento.

Cioran dijo en una ocasión que le hubiese gustado haber­se formado en una sociedad dominada por el aforismo y el

33

Page 21: Antología Módulo V

epitafio; pues bien, ahora la gente ya se comunica y se ali­menta intelectualmente de epitafios. Y creo que sí, que sería bueno que la educación presentase cierta resistencia, que si­guiese formando a los alumnos en la argumentación.

En cuanto a la pérdida de atención, creo que no es sólo un problema entre los niños, ni un problema sólo para los edu­cadores: la diversidad de reclamos a los que hay que atender está convirtiendo la dificultad de prestar atención al otro en

el problema central de la vida moderna. Lo puedes compro­

bar a diario. Si hace años invitabas a alguien a almorzar y a

media comida abría el periódico y se ponía a leerlo delante de ti, pues te levantabas y te ibas, y eso si antes no le rompías

una botella en la cabeza. En cambio, ahora mismo, si protes­tas porque la persona que está comiendo contigo le presta más atención al móvil que a la conversación, pareces un in­temperante, un tipo escrupuloso, cargado de puñetas.

En Estados Unidos, la confederación de distribuidores de cine está pensando dejar entrar a ver las películas en los cines

de Nueva York con el móvil, porque están perdiendo al públi­

co joven: los chicos ya no entran a ver una película si les pro­lu'bes tener el móvil encendido. Ya no le puedes decir a al­guien que durante una o dos horas va a tener que prescindir

de su móvil, es una batalla perdida. ¿Cómo va a concentrarse en la película? ¿Cómo va a concentrarse nadie?

El cambio es más relevante de lo que parece, porque todo lo que es importante en la vida exige atención. El conocimien­to, el amor ... Incluso para transformar la realidad, para llevar

a buen puerto cambios políticos o avances sociales es impres­

cindible concentrarse. Sin una atención adecuada no hay progreso, ni civilización, ni desarrollo humano.

Esta idea de atención meramente flotante, suspendida en

el aire, constantemente amenazada por la ráfaga de aire más

34

Page 22: Antología Módulo V

leve ... esto sí es algo grave, que afecta a muchos aspectos de la vida y de la sociedad. Pero como estamos hablando de educa­ción, lo más importante es recuperar la atención. Y, de entra­

da, se me ocurre no ceder tan fácilmente, no hacer concesio­

nes, conseguir que el profesor recupere el centro de la aten­

ción. Hay que enseñar al alumno que durante unos periodos debe concentrarse en lo que le están enseñando, aprender que

hay momentos en que el móvil e Internet son instrumentos de dispersión. En este sentido, el reto central de la educación al día de hoy es recuperar la atención del alumno.

Internet facilita mucho la especialización. Antes, si querías espe­cializarte en algo, tenías que ir a la biblioteca ,formar un grupo. Ahora todo lo podemos hacer en Internet, allí tienes foros , informa­ción ... Esta especialización, sin salir de casa, ¿puede ser un proble­ma para abordar cuestiones generales, de interés universal, como las que plantea la filosofía o la ética?

En cierto sentido la especialización está bien. A mí me

gustan mucho las carreras de caballos, soy muy aficionado. Y en Internet he encontrado páginas y foros donde concu­

rrimos todos los que estamos locos por el asunto, y nos podé­

mas pasar todo el día charlando de algo que al resto del mun­do no le interesa lo más mínimo.

Esta posibilidad está muy bien, lo que se pierde es el es­

fuerzo personal que antes de Internet tenías que hacer para llegar a ese mundo de especialización, o para crearte un gru­

po de afines. Cuando hablo de esto me acuerdo siempre de un amigo músico que vive en Alemania, y que ahora consigue en Internet partituras de todo. Él me ha contado que antes los

aficionados iban a los archivos con papel pautado y copiaban

ellos mismos la partitura.

35

Page 23: Antología Módulo V

Era mucho más costoso, claro, menos cómodo, pero tenía un valor, y es que además de la dificultad (que es lo primero que ves) era también un elemento de transformación perso­nal. Copiar no era sólo la paliza de copiar, también contaba la

experiencia de hacer tuya la partitura con el esfuerzo. Asimi­larla. Uno puede decir: «Qué tontos debían ser esos eruditos que necesitaban una tarde para conseguir lo mismo que aho­

ra yo puedo tener si pulso una tecla con este dedo». Pero hay

un conocimiento que arraiga mejor si pasa por la experiencia y transforma a la persona. Mejor que si te limitas a meter da­tos, canciones o libros en una bolsa. Lo tienes ahí, pero no te toca, no te transforma.

Éste es el lado negativo de un cambio en la manera de ob­

tener información que nos ha afectado a todos, de la que to­dos nos hemos beneficiado. Yo, si estoy escribiendo un ar­

tículo, y no me acuerdo de la fecha de la batalla de Waterloo,

pues como puedes imaginar, ya no me levanto y voy a buscar la enciclopedia. Me meto en Wikipedia, y se acabó. Esos ata­

jos los utilizamos todos, y son muy útiles. Pero no es lo mis­mo utilizarlos cuando ya tienes una base de conocimiento,

fruto de tu esfuerzo, o cuando el alumno ya corre por sí mis­mo, que cuando uno no sabe nada de nada, o muy poco. El

peligro es que la confianza en que los datos están allí sustitu­ya al esfuerzo y la experiencia, porque, para decirlo con un

ejemplo elemental, por mucho que las calculadoras te facili­ten las operaciones complicadas, pues está bien saber las cua­tro reglas aritméticas básicas. Entre otras cosas, para que no

te engañen, pero también porque el desarrollo mental que

uno tiene al aprender a calcular y al ejercitar ese cálculo es positivo. Y esto lo digo yo, que fui un mal estudiante de ma­temáticas, y que siempre he pensado que la calculadora era algo así corno una venganza a tantos esfuerzos.

Page 24: Antología Módulo V

Ahora los niños, por decirlo así, ya nacen con las calcula­doras bajo el brazo, pero si no supiesen ni sumar ni restar, por bueno que fuese el aparato, tendríamos la impresión de que se ha perdido algo, una destreza elemental, que saber hacer las cosas por uno mismo, saber cómo se hacen, y por qué se hacen así, son conocimientos importantes para una persona.

Algo parecido pasa con la especialización: está bien que sea fácil, siempre que no te simplifique hasta tal punto la vida que te arranque toda dimensión de búsqueda, de aventura

personal.

¿En qué otras cosas ha cambiado la tarea del educador por culpa de Internet y la televisión?

En este cambio de escenario el educador también tiene que preguntarse qué sentido tienen expresiones como «soli­daridad» o «piedad». Ya que vemos cosas espantosas que ocu­rren lejísimos, pero que gracias a las pantallas las sentimos como si estuviesen bien cerca, ¿podemos reaccionar igual que cuando el desastre afectaba a nuestros vecinos o a nues­tros compatriotas? Darle sentido a unas virtudes que nacie­ron cuando las noticias afectaban sólo a los seres humanos que vivían juntos y que hoy pretendemos aplicarlas a todo el planeta es un reto ético de nuestro tiempo ante el que el edu­cador debe ser sensible.

Tampoco tiene sentido rebelarse contra esta situación. La niñez es una etapa deliciosa pero transitiva, a los niños de sesenta años los consideramos retrasados mentales, no ni­ños. El propio niño hace preguntas sin parar, son los prime­ros filósofos, no están conformes con la ignorancia, quieren salir de ella cuanto antes. Es rarísimo que encuentres a un niño que te diga que no le cuentes nada, que no quiere saber,

37

Page 25: Antología Módulo V

que se tape los oídos cuando hablan los mayores, porque no va a consentir ser niño toda su vida. Así que la tarea del edu­

cador no puede consistir en vendarle los ojos ni en apagar la televisión, sino en enseñarle a consumir la información ade­

cuada y a reconocer la que es perjudicial o falsa.

Pero nos están infundiendo el criterio con el que tenemos que pen­sar. No nos enseñan a pensar por nosotros mismos, sino que nos dicen cómo tenemos que hacerlo. A mí me preocupa que las genera­ciones si9uientes todavía lo ten9an peor, que ni siquiera disfruten de la oportunidad de aprender a pensar. Si seguimos así, a los niños del futuro les dirán cómo tienen que hacer las cosas, lo que tienen que ser, qué aspecto físico han de tener para ser aceptados por la sociedad. Incluso los valores que nos transmitieron nuestros padres dejarán de tener efecto.

Por mucho que mires atrás, da igualla época, encontrarás

siempre las mismas quejas. Este año, por ejemplo, estamos celebrando el centenario de Charles Dickens; pues Dickens

tiene dos obras más o menos sobre educación, David Copper­field y OliverTwist, dos novelas sobre adolescentes que tienen que crecer en un medio urbano, y las quejas son exactamente

las mismas que señalas. Bueno, no, son peores, ya que la In­glaterra victoriana era bastante más despiadada, te podían

cortar una mano por robar una manzana. A los niños les tra­taban de una manera que ahora no podríamos tolerar, y no

digamos ya si eran de clase baja, entonces eran trabajadores bajitos, sin derechos.

Si te vas más atrás en el tiempo, te encontrarás con Juve­nal, cuyas Sátiras están infestadas de quejas contra la educa­ción en Roma. Juvenal se lamenta de que lo bueno nunca se

recomiende con énfasis suficiente, y que, en cambio, los ma-

Page 26: Antología Módulo V

los ejemplos y las influencias negativas están constantemen­te a la vista de todos, exhibiendo sus atractivos.

Por eso no tiene sentido resignarse y justificar nuestra falta de empuje porque me ha tocado vivir una mala época.

Hay personas que creen que serían mejores si hubiesen naci­do en el siglo XXII, que entonces se iban a enterar de lo que valían. Y no es así, si hubieses nacido en el siglo XXII, te queja­rías de lo mismo y hablarías de lo bueno que hubiese sido

nacer en el siglo anterior. Woody Allen convierte esta situa­

ción en el motor cómico de su película M idni9 ht in Paris: todos los personajes creen que la buena época para disfrutar del verdadero París, del auténtico, hubiese sido la inmediata­mente anterior, a la que ya no pueden acceder, que ellos viven

en un periodo decadente.

Ésa es la constante: pensar que antes era más fácil y me­jor. ¿Por qué pensamos eso? Porque los problemas del pasado

ya están resueltos, mientras que los del presente los tenemos que arreglar nosotros, y, claro, es mucho más difícil hacerles frente que contemplar las soluciones de los otros. Por eso em­

pecé el libro de Política para Amador con una cita del primer

acto de Hamlet. Hamlet se entera de que han matado a su pa­dre, que su madre es una fresca, que su tío es un intrigante y

que todo el país está patas arriba, y dice: vaya gracia haber venido a este mundo para tener que cambiarlo, con lo bien

que viviríamos si lo hubiesen arreglado antes de llegar. Noso­tros no somos príncipes, pero es una sensación que a nuestra

escala todos hemos tenido: «¿Por qué no han pintado la esca­

lera o arreglado la fachada antes de darme las llaves del

piso?». Estará bien, claro, pero no es así como funciona, siem­

pre tienes que pintarla tú, con todas las dificultades que en­traña.

39

Page 27: Antología Módulo V

¿Qy.é clase de democracia puede haber en un país donde a los niños, que serán los futuros votantes, se les enseña a pensar de una forma determinada?

Es que para enseñar a los niños a pensar no tienes más

remedio que enseñarles a pensar de una manera determina­

da. La idea de que los niños pueden empezar a pensar por sí

mismos es una tontería, porque no se les va a ocurrir nada. Si

pudiesen pensar solos no habría educación.

Pero el problema de la educación es que es muy sectaria.

Es que la educación no es neutral, la educación toma partí­

do por una o por otra cosa. Si alguien intenta enseñarte que el

canibalismo es una variedad gastronómica exótica tienes que

decirle que no. No somos neutros respecto a los valores. Por eso

es importante que los educadores aceptemos que, a veces, nos

toca ser antipáticos. En un mundo donde todos quieren ser

corno el presentador de televisión que vive con una sonrisa de

oreja a oreja, el educador tiene que ir contracorriente y ser anti­

pático porque su trabajo consiste en frustrar. Ante las posibili­

dades infinitas que se le abren al niño o al joven, el educador

tiene que frustrar las malas, las negativas y las indeseables. El

educador tiene que ofrecer resistencia al chico que está educan­

do, porque todos crecemos como la hiedra, apoyándonos en

algo flrme, que nos ofrece resistencia. Es una tarea difícil, por­

que nadie la quiere aceptar, ni los padres ni muchos profesores.

Y lo entiendo. Es duro frustrar a alguien para que pueda crecer,

y que después se vaya y prescinda de nú. Porque ésa es la tarea

de la educación: formar personas autónomas e independientes.

Los hijos que se quedan hasta los cuarenta en casa, esclavos de

los cariños de sus madres, no están educados.

40

Page 28: Antología Módulo V

Antes decía que no estamos pro9ramados por naturaleza, pero en la época en que vivimos ¿usted cree que nos pro9rama la sociedad?

En la época en que vivimos pasa lo mismo que ha pasado

en todas. Decir que no estamos programados por naturaleza

es como decir que todos los seres humanos nacemos dos ve­ces: una del útero materno, y otra del útero social. Por ejem­plo, si a ti de pequeñita, en lugar de criarte con tu familia te hubiesen raptado unos monos, como le pasa a Mowgli en El libro de la selva, la novela de Kipling, no habrías desarrollado el lenguaje. Es decir, la humanidad es una potencia que tienes,

pero si no estás envuelto en un entorno humano, no la vas a desarrollar. Hoy sabemos que las personas que por desgracia, por un abandono, porque se murieron sus padres ... han teni­

do que vivir abandonadas, sólo son humanas en la forma, no

tienen lenguaje, no tienen sentimientos humanos ... La sociedad nos condiciona, claro, pero la convivencia

nos ayuda a desarrollamos mutuamente como humanos. De

ahí la importancia de la educación y del trato personal. Todo puede condicionarte como individuo, y contribuir a conver­tirte en alguien que, te guste o no, no esperabas ser. Forma

parte de la vulnerabilidad del ser humano. Por eso, todos te­

nemos que tener miramientos con los demás, para intentar desarrollar lo mejor de los otros, y que ellos, a cambio, nos ayuden a ser mejores. Ese condicionamiento existe ahora y ha

existido siempre en las sociedades; de hecho, es la razón prin­

cipal por la que vivimos en grupos amplios.

Yo creo que el compañero no se refiere tanto a lo que todos aprende­mos los unos de los otros, sino a cómo influyen con su ejemplo en las decisiones más relevantes de nuestras vidas. Muchos, por ejemplo, empiezan a beber porque ven a otros que lo hacen.

41

Page 29: Antología Módulo V

La imitación es esencial para todos los seres sociales, es fundamental para aprender. Todos los seres que viven en so­

ciedades organizadas, por ejemplo, los monos superiores (que son los animales que más se nos parecen) y los chimpan­

cés, viven imitándose unos a otros, es la única manera de que

una sociedad se sostenga. Si cada ser fuera totalmente origi­nal, no podríamos vivir en sociedad porque no seríamos re­ceptivos a los demás ni ellos a nosotros.

Cuando somos pequeños (pero también de mayores) apren­demos a vivir observando cómo viven los demás. Los demás

siempre nos inspiran. De ahí la importancia que tiene en la educación el contacto con el profesor. No basta con que te den toda la información que necesitas con un ordenador. La convivencia con maestros vivos, de carne y hueso, y con su

personalidad, pese a todas las limitaciones, es imprescindi­

ble, porque uno se prepara para vivir investigando a personas

que están más avanzadas en ese empeño.

Claro que los ejemplos de los que aprendemos unas veces pueden ser buenos, y otras veces pueden ser tontos o perjudi­

ciales. Por eso es muy importante quién te educa, porque na­die va a quedarse sin educación. Si no te educa un profesor

responsable en un buen centro, te educará la banda del barrio o la televisión o Internet. Una de las tareas más importantes

de los educadores, en nuestra época, es llegar antes a los chi­cos que los malos educadores y protegerles de su pésima in­fluencia, o cortarla de raíz.

Por otro lado, aunque aprendemos a vivir humanamente observando cómo se las arreglan los otros, tampoco hay tan­tas clases distintas de educación básica. Cuando alcanzamos

cierta madurez, introducimos elementos más personales en

nuestra manera de vivir, pero aun así todas las vidas se pare­cen mucho. Hay casos como el de Mozart, que para nuestro

Page 30: Antología Módulo V

disfrute hizo cosas que a la mayoría de nosotros se nos esca­parán siempre, pero, en general, las personas disfrutamos de

un margen de libertad, aunque no es excesivo.

Pero ¿qué podemos hacer cuando el entorno en el que convives te encierra en su manera de pensar?

Dices que no piensas porque el entorno no te deja pensar,

estás convencido de que te van a educar de tal manera que no

podrás decidir por ti mismo, que no podrás desarrollar tu propio pensamiento. Pero si el entorno nos motivara a pensar de una determinada manera, no nos daríamos cuenta; en

cambio, tú sí te das cuenta, así que, ¿por qué no van los de­

más a darse cuenta también? Si el entorno nos motiva ato­dos, ¿por qué hay opiniones discrepan tes?

Es halagador pensar que a ti no te afecta lo que les pasa a

los demás, que tú estás por encima. Es como cuando la gente dice que la televisión imbeciliza a la gente, mira que lo habré

oído veces, pero nunca he escuchado a nadie que diga: «Soy

imbécil perdido porque veo la televisión todas las tardes». Es posible que a quienes ostentan el poder, a las empresas

o a los bancos, si quieres, les interese que pienses una serie de

cosas, y que te induzcan a ello. Pero si puedes resistir esa mo­

tivación, darte cuenta e invertirla, los demás también van a ser capaces, y a los que no lo logren por sí solos se les podrá

convencer si nos empeñamos. Cada uno de nosotros tiene in­

teligencia y recursos suficientes para influir sobre las perso­

nas de su entorno. Si quieres cambiar las cosas, es preferible que estés rodea­

do de personas con una mente flexible, receptiva a los argu­mentos, que no esté dominada por el miedo. Yo no digo que la

educación resuelva todos los problemas, pero en la solución

43

Page 31: Antología Módulo V

de cada problema hay un ingrediente que una buena educa­ción te puede swninistrar. La educación es el único mecanis­

mo de revolución pacífica que hay. La educación es el antídoto

contra la fatalidad. La fatalidad provoca que el hijo del pobre

siempre sea pobre, que el hijo del ignorante siempre sea igno­rante; una buena educación hace saltar estas barreras por los

aires. La educación es lo más subversivo que hay.

Los profesores también se dan cuenta de que tenemos que aprender a pensar por nosotros mismos. Ahora mismo está todo patas arriba, y en el colegio nos dicen que si queremos mejorarlo tenemos que en­contrar nuestras propias soluciones.

Claro, es que ésa es la idea. Pero también hay que tener en cuenta que para poder pensar por ti mismo, necesitas tener

una serie de conocimientos sobre los que pensar. Pensar es

como ordenar una habitación. Tú puedes ordenar una habi­tación de diversas formas, lo que no puedes es ordenar una

habitación vacía. Las cosas de la habitación pueden estar amontonadas, desordenadas, puestas sin sentido, puede fal­tar algo o sobrar algo, pero si no hay nada dentro, olvídate de

poder ordenarla. La educación sirve para estimularte a pensar, pero tam­

bién para proporcionarte contenidos que luego vas a tener que ordenar tú. Una educación que pretende dártelo todo or­

denado para que no pienses será mala, desde luego, pero otra

que no te da nada, que pretende que pienses desde el vacío, también lo será. Aunque tengas mucha voluntad y determi­nación para pensar por ti mismo, sin contenidos, sin cosas

sobre las que razonar, no conseguirás nada de nada. Tan importante para el debate sano es atreverse a formu­

lar las propias ideas como aprender las cosas por las que vale

44

Page 32: Antología Módulo V

la pena tomar partido. Por eso el papel del educador es tan

importante, porque te dota de contenidos. Te enseña cosas que no puedes aprender tú solo. El aprendizaje siempre pro­

viene de sitios y de personas que no pertenecen a nuestro in­terior, y debemos tener la voluntad de ordenar lo que viene de fuera.

Está claro que necesitamos a los otros humanos para educarnos, para vivir, y que podemos aprender a vivir observando a los demás, pero me preocupa lo que decía de los malos educadores, siempre va a haber alyuien que pueda educarnos mal, ¿cómo podemos evitarlo o proteyernos de este peliyro?

Es que sin ese riesgo no haría falta educar. Imagínate que viviéramos en una sociedad en la que todos los adultos fueran

como San Francisco de Asís o la Madre Teresa de Calcuta, en­

tonces le dirías a tu hijo: «Niño, sal a la calle, y haz lo que

veas», porque estarías seguro de que todo lo que va a encon­trarse será excelente, generoso, solidario ...

Desgraciadamente, sabemos que no es así, por eso es im­portante que existan sitios donde te suministren anticuerpos

para enfrentarte a la infección de la vida en sociedad, para

que no te domine lo que te espera fuera, porque si llegas sin esas defensas desarrolladas estás perdido.

Estos problemas no se pueden evitar, no vivimos en el

mundo que queremos, sino en el mundo que hay, en el de siempre. Si la virtud y las cosas que consideramos valiosas

fueran las más comunes y corrientes, no habría ninguna ne­

cesidad de recomendarlas. Las defendemos porque de alguna

manera siempre han estado en peligro, enfrentadas a corrien­tes opuestas. A nadie hay que darle clases de respirar, ni con­

sejos ni ánimo para hacerlo. La gente respira sin más, aunque

45

Page 33: Antología Módulo V

también es verdad que en Madrid es cada vez más difícil. En

cambio, hay que recomendar las cosas que tropiezan con di­

ficultades sociales, pero es inevitable. El mundo es como es y

seguirá habiendo mentira, explotación, horror, agresiones ...

En el prólogo de uno de sus cuentos, Borges, hablando de un

antepasado suyo, dice: «Le tocaron, como a todos los hom­

bres, malos tiempos en los que vivir».

¿No cree que la humanidad aún no ha salido del todo de la caver­na, que siyue habiendo muchas personas que viven como aneste­siadas?

Los que entienden de estas cosas dicen que las fases por

las que pasa el feto humano hasta su desarrollo se correspon­

den con las fases evolutivas que ha atravesado la especie

mientras evolucionaba. Al principio es una especie de lagarto

o pececito, y después va adquiriendo el aspecto de un mamí­

fero ...

Al final nacemos como crías humanas, pero creo que en

cada uno de nosotros hay estratos y fases mentales que refle­

jan esas etapas primitivas. Todos somos, por ejemplo, un

poco reptilianos, y pensamos el mundo en términos de amigo

y enemigo. Tenemos días donde gracias a nuestros actos me­

recemos sentirnos orgullosos de pertenecer a una especie

evolucionada, y otros en los que ni siquiera rozamos la altura

del chimpancé. Por eso una excusa recurrente cuando hace­

mos algo mal es: «No me juzgues por esto, normalmente no

soy así». No queremos que nos encasillen en una de nuestras

facetas, sobre todo si es de las peores. Q!leremos que nos den

la oportunidad de demostrar que no nos correspondemos

con lo que hicimos durante un día malo, que somos capaces

de cosas mejores.

Page 34: Antología Módulo V

Sobre los recortes en educación qué opina. ¿Beneficia a la sociedad reducir el dinero de la educación?

Ahora mismo atravesamos un periodo de crisis, y empeza­

mos a darnos cuenta de lo cara que vamos a pagar la mala edu­

cación que hemos tenido en nuestro país. Estoy convencido de

que las mejoras en la educación son lo único que nos puede sacar

del atolladero, pero no de manera inmediata, es una apuesta a

mediano plazo. Pasa un poco como cuando vemos a una per­

sona que cae al agua y empieza a hundirse: no sirve de mucho

que le digas que le vas a enseñar a nadar, debiste hacerlo antes,

ahora ya se está ahogando. Si queremos que sirva para un futuro

inmediato, es ahora cuando tenemos que enseñar a la gente a

nadar. Así que los recortes en educación en un país donde ya está

más recortada que en ningún otro sitio de Europa, salvo Grecia

y Portugal, sólo pueden considerarse un desastre.

El presupuesto es muy importante. Aquí somos un grupo

abarcable, con el que se puede hablar, pero si multiplicáse­

mos por tres el número de alumnos, y la mitad no entendie­

sen el español, si las diferencias de conocimientos fueran

abismales ... No te digo que fuese imposible dar clase, pero

por bueno que fuese el programa diseñado en el ministerio

no ibas a poder cumplirlo.

Lo mismo ocurre con los profesores. No pueden seguir

enseñando lo que les enseñaron a ellos, porque el mundo

cambia, y la sociedad demanda dominar nuevos conocimien­

tos. Así que hay que seguir formándolos, y esta formación

continua también es cara. Todo lo relacionado con una buena

educación es caro, pero a la larga sale mucho más caro man­

tener un sistema barato y malo. Los países que están saliendo

antes de la crisis, como Alemania o Francia, son los que sos­

tienen un buen sistema educativo.

47

Page 35: Antología Módulo V

Si la base de todo es la educación, ¿está de acuerdo con el sistema educativo que hay ahora?

Eso es como preguntar si se está de acuerdo con el siste­

ma digestivo general del país. En España todo lo confiamos a lo que ponen los papeles.

Si la ley dice una cosa y la ley es estupenda ya parece que todo

quede resuelto, pero guardas el papel, sales y descubres que todo sigue como estaba. Todos los planes educativos tienen cosas que están bien y cosas que están mal, el problema es

cómo se están aplicando.

Pero ellos no quieren que estemos educados.

Invertir en educación no es una prioridad para un políti­

co. No creas que no se dan cuenta de lo que decimos aquí, lo

entenderían perfectamente. El problema es que es una solu­

ción a largo plazo. Imagínate que a partir de mañana en este país se empieza a educar como nos gustaría. ¿Cuánto tiempo tardaríamos en darnos cuenta de los efectos, en disfrutar de los beneficios? ¿Qp.ince años? No hay político en el mundo

que piense a quince años vista, los que son capaces de levan­tar la cabeza y ver que tienen quince días por delante, además

de la fecha en la que viven, ya son de los buenos. No le dan importancia porque no van a ver el resultado. Es pedirles que

inviertan en algo cuyo premio lo van a cobrar otras genera­ciones, otros políticos. Así que confían en los parches y en la educación en un sentido amplio: la familia, los medios de co­

municación, las relaciones humanas, las cosas que aprende­mos al jugar, al trabajar ...

Además, la educación tiene cierta dimensión suicida que el profesor conoce muy bien. El verdadero educador, como os

Page 36: Antología Módulo V

decía, es el que enseña para que el que aprende pueda pres­cindir un día de él. Los buenos padres educan al hijo para que un día pueda irse, y el profesor para que su alumno sea más

listo que él. Eso es lo duro de la educación: el propósito final

es que se independicen, que no te necesiten más. De manera que la educación va a contrapelo de los políticos y de sus es­

tamentos, que prefieren seguir controlando a los ciudadanos, seguir cobrando, seguir diciéndoles lo que hay que pensar en cada caso.

Por eso la sociedad es la que tiene que reclamar una buena educación. Hay que decirles a los políticos que ellos se van a

ir, pero que nosotros nos vamos a quedar, por eso queremos educación. Somos los ciudadanos los que tenemos que exigir una educación que nos proteja, que nos ofrezca mejores po­

sibilidades para el futuro, porque para los políticos nunca será una prioridad.

49

Page 37: Antología Módulo V

Internet y derechos

Hay un asunto que me llama la atención de los piratas de Inter­

net, de los ladrones. Cuando hablas con ellos presumen de que

bajan cincuenta películas todas las semanas, cien canciones,

doscientos libros. Uno se pregunta para qué las quieren, cómo

va a ver una persona cincuenta películas en una semana. Y el

pirata te responde que él no las ve, que lo que le gusta es guar­

darlas, que tiene mil, dos mil o tres mil, bien archivadas.

Es curioso, pero el hecho de bajar la película, de hacer la

bribonada, sustituye el placer de verla. ¿Verla? ¿Para qué? Y lo mismo pasa con la música, y no digamos con los libros. La

bulimia del predador, el placer de andar metido por la red,

consiguiendo todo lo que quiere sin pagar, ya está por encima

del interés humano por las cosas. Ahora que tenemos más

medios que nunca para satisfacer la curiosidad es posible que

la echemos a perder, porque la curiosidad se despertaba por la

dificultad de satisfacerla, se alimentaba por el esfuerzo, ha­

bía que levantar la falda para mirar, no era tan sencillo, pero

ahora las faldas las borran con el Photoshop, así que no te

exige ningún esfuerzo.

¿Cree que con la ley Sinde y con la ley SOPA, que pretenden le9islar Internet, se está dando un primer paso para censurar la libertad?

Page 38: Antología Módulo V

Coartar la libertad de robar no es censurar, es corregir

comportamientos inadecuados.

Pero son leyes que van en contra de los hdbitos y las costumbres establecidas en Internet. Parece como si los políticos hubiesen llega­do tarde, y después han querido legislar deprisa y corriendo, y se les ha ido de las manos.

Si mañana fallaran los sistemas de protección de El Corte

Inglés y todos los servicios de seguridad se fuesen a su casa, la

gente entraría y se llevaría las prendas y los artículos que más

les gustasen. Suponiendo que al día siguiente los sistemas vol­

viesen a funcionar y los agentes estuviesen de nuevo en sus

puestos, no sé si te serviría de mucho decirle al gerente: «Ven­

ga, hombre, déjenos llevarnos lo que queramos, como ayer,

que usted no se adapta a los nuevos hábitos». Y suponiendo que

te hiciesen caso, el problema duraría dos días: el lunes si­

guiente cerraría El Corte Inglés y adiós nuevas costumbres.

La energía nuclear también ha traído nuevos peligros para

la humanidad. A nadie se le ocurre decir: «Mire usted, ahora

hay energía nuclear y escapes radiactivos, adáptese a la situa­

ción; antes iba con un garrote y ahora hay bombas atómicas, y

como proliferan, si un día le cae una encima pues se aguanta».

No funciona así, se toman medidas para que no haya escapes,

se mejoran las centrales, se adaptan los protocolos de seguri­

dad, y se legisla para que no aumente el número de cabezas

nucleares para reducir el riesgo contra la humanidad.

Las nuevas tecnologías no imponen un estado inicial del

que no podemos salir ni progresar ni mejorar. La capacidad

potencial de hacer cosas siempre va acompañada de reglas le­

gales o morales pensadas precisamente para encauzarlas. La

invención de las armas de fuego exige un tipo de reglamento

52

Page 39: Antología Módulo V

impensable para los tiempos en que se solucionaban los asun­tos con navajas y cuchillos. Internet tiene sus ventajas, pero

cuando organizas un sistema de difusión y propaganda, don­de se confunde la verdad y la mentira, estás abriendo un cam­

po nuevo de acción que se deberá regular con leyes para que

dejen de sacar ventaja los pederastas, también quienes trans­miten informaciones para beneficio de los terroristas y, sí, para quienes actúan en perjuicio de determinadas obras artís­ticas que pueden descargarse impunemente.

La humanidad tiene una capacidad increíble de poner co­

sas en marcha, y cada vez que desarrolla una nueva tecnolo­gía, la especie se interna en un campo donde habrá cosas bue­nas y malas, beneficios y contrapartidas. Lo nuevo no siempre

es sinónimo de bueno. Hay novedades terribles, y otras mara­

villosas. Y la mayoría tiene un doble rostro y hay que regularlo para que lo que nos ayuda predomine sobre lo que nos perju­

dica. Vuelvo a la energía nuclear porque es el mejor ejemplo.

Ha supuesto un enorme avance, pero también puede ser una grave amenaza. La más grave que se pueda imaginar, de he­cho, porque puede destruir el mundo, lo que también es una

novedad radical. Pues bien, la obligación de los seres huma­

nos no es ni prohibirla ni desarrollarla sin control, es regular­

la, porque se trata de una invención nuestra.

Pero existen otras soluciones. Entiendo perfectamente que se pre­tenda que Internet esté reyulado para evitar comportamientos in­morales, pero en alyunos países del norte de Europa, se paya una cuota mensual de derechos de autor.

Si no digo que haya una sola fórmula, hay cincuenta fór­

mulas posibles de control para evitar robos e impedir la difu­

sión de determinados materiales perniciosos. Claro que hay

53

Page 40: Antología Módulo V

diversas fórmulas, pero insisto en que debe haber una activa que regule Internet.

Y ahora mismo la situación es que cada vez que se intenta aplicar una fórmula sale alguien diciendo: «No, ésta no me

gusta, prefiero la que hay en otro sitio». Y al final sospechas que no le gustará ninguna que pueda entrar en vigor. Que lo que no les gusta es la que le toca, precisamente porque le obliga a

algo. Y ésa es la actitud que debemos cambiar. Tenemos que asumir que una va a haber y que va a afectar a unos compor­

tamientos que igual te beneficiaban, pero que perjudicaban gravemente a otros. Y tampoco podemos esperar una ley per­fecta y definitiva para empezar a aplicarla. Dentro de veinte

años Internet y el mundo habrán alterado su perfil, y las leyes evolucionarán a ese ritmo. Pero lo que no se puede tolerar es

un ámbito sin regulación, donde se pueden hacer toda clase de cosas que son negativas para el buen funcionamiento de la

sociedad y que, sin embargo, por dejadez política, para no

ofender a los piratas, quedan totalmente impunes. Porque la impunidad es corrupción.

Todos los avances democráticos nacen de un intento de

cortocircuitar a las autoridades, a los que actúan impune­

mente. Luis XN hacía lo que quería y a nadie se le ocurría

decirle lo que tenía que hacer. El avance no fue dejar que todo

el mundo hiciera como Luis XIV cada vez que le tocase ser rey, sino socavar las posibilidades que tenían los dirigentes, crear mejores mecanismos de control. Y hoy en día ya no queremos

perder esa capacidad de exigirles que rindan cuentas. Sería

un poco absurdo defender que hay que controlar a los políti­cos para que no hagan desafueros, pero que vamos a dejar li­bre Internet porque me va muy bien bajar gratis las películas

y los videos con los que me entretengo por las tardes. No pa­rece un argumento muy honrado.

54

Page 41: Antología Módulo V

Para mí la ley Sinde se queda muy corta, creo que amaga

y no da. Yo soy partidario de la ley francesa, que incrimina directamente a los usuarios y no a las páginas web.

¿Si yo tenyo un libro y se lo dejo a un amiyo, estoy robando?

No. Si tú tienes un libro, es porque has pagado el precio que te pedían para comprarlo. Un ejemplar tiene su precio, lo

compras y es tuyo, y puedes hacer lo que quieras con él: rega­larlo o venderlo, hasta aquí ningún problema. El precio está

saldado y los editores se quedan contentos. Pero si lo que tú haces con tu ejemplar es fotocopiarlo y repartirlo por la calle, o montas un negocio para sacar un beneficio económico y

lucrarte, aquí sí te estás apropiando de algo que no es tuyo.

Pero no pueden pretender que la yente payue cinco o diez euros por un disco si lo encuentra yratis en Internet.

Yo sólo sé que los libros y los discos nunca habían estado tan baratos. Cualquier persona puede en este momento tener

una discoteca, una biblioteca y una videoteca prácticamente

por nada: te lo regalan con las revistas que compras en el quiosco, con la cesta de la fruta, hasta el punto de que ya no

sabemos qué hacer con todos esos títulos, no tenemos tiem­po para leerlos ni verlos. La cultura jamás había sido tan ac­cesible, y justo entonces alguien descubre que, pese a todo,

sigue siendo demasiado cara. Hay que tener jeta.

El día que se falsifiquen entradas de futbol, y la gente se niegue a formar colas de mil personas como se forman cada domingo, y se quejen de que las entradas de futbol son caras,

ese día me sumaré a los que encuentran excesivos los precios

de los libros. Pero me temo que ese día queda muy lejos.

55

Page 42: Antología Módulo V

Con la situación actual lo que se ha logrado es que sólo puedan vivir de la música los grupos que dan conciertos, y que en los últimos catorce años ninguna discográfica impor­tante haya grabado un gran disco. Lo que se ha conseguido

es anular a los jóvenes que hoy quisieran hacer música, por­que a ellos nos les pagan los conciertos como a Bruce Springsteen y tampoco les graban los discos. Es una situa­ción terrible, tétrica. Claro que las discográficas buscan un beneficio, pero esa misma acusación también se la puedes hacer a los distribuidores de verduras, y a los que venden suéteres. También podemos preguntamos por qué el jamón de Jabugo cuesta lo que cuesta, pero mientras tanto todos pasamos por cap.

Pero la ropa y el jamón son caprichos, mientras que la cultura es un bien necesario.

¿Por qué va a ser un suéter un capricho cuando tienes frío? La cultura no es una cosa tan rara ni tan especial. Lo único que distingue a las obras culturales del resto de los pro­ductos es que puedes conseguirlas por Internet, por eso te parece un caso «especial». Si los Rolex se pudieran bajar por Internet, todos llevaríamos Rolex, y nadie iría a la joyería nunca. La cultura no la descargas gratis porque sea algo espe­cial, sino porque está accesible. Entonces, como te conviene, te inventas una teoría para justificar la conveniencia de que siga siendo gratis. Si pudiéramos descargar jamóndeJabugo y jerséis, y un Astan Martín, ya verías cómo aumentaban los

partidarios de que elJabugo, los jerséis y el As ton Martín son cultura, y que lucharían por conseguir el acceso gratuito. Esa distinción no funciona.

Page 43: Antología Módulo V

¿Q!ié es más reconfortante, que la 9ente le compre 2.ooo libros o

que 2oo.ooo personas lean el libro?

Si 1o.ooo lectores leen los libros gratis por Internet y nadie

gana dinero, se van a terminar los libros, dejarán de escribirse.

Mira, yo puedo tener una idea, y estar tan convencido de su

bondad para la vida pública que cedo mis derechos y la difundo

gratis para que llegue a todo el mundo. Imagina que un día

Plácido Domingo se aburre de cantar en grandes salas y se

arranca en una esquina con el «Adiós a la vida» de Tosca, gratis,

para que todos podamos paramos y escucharle. No le veo nin­gún problema a esas actitudes, sería un atropello que el gremio

editorial o una compañía de discos les obligase a cobrar.

El problema es cuando la entrega gratuita de tu trabajo no

es voluntaria, cuando no se le pregunta al escritor o al cantante

si quiere o no cobrar. Lo que no admito es que alguien decida

por mí si tengo que ser generoso o no, ni que los internautas

me coaccionen. La generosidad debe ser una prerrogativa per­

sonal, y deja de ser generosidad cuando se convierte en una

imposición de alguien que dice saber qué es lo mejor para mí. No hagamos como las empresas actuales que te envían una car­

ta donde puede leerse: «Le agradecemos que en beneficio de la

sostenibilidad de la empresa haya aceptado una rebaja del diez

por ciento de su sueldo». Para que en medio del fastidio por la

pérdida de fuerza adquisitiva puedas pensar: «Qué generoso

soy, sobre todo cuando no me queda más remedio».

Respeto sus ar9umentos sobre la piratería, pero no entiendo cómo se puede estar contra WikiLeaks. Son secretos de un país, pero pa­rece que perjudican al resto de la comunidad internacional.

Estados Unidos tiene secretos de Estado como los tienen

el resto de los países, y es comprensible que así sea. Todos los

57

Page 44: Antología Módulo V

gobiernos tienen secretos, y fíjate que no es algo completa­

mente reprobable. No admitiríamos que un gobierno no fuera

discreto en sus negociaciones y deliberaciones, porque a veces

deben tomar medidas que, de saberse con antelación, perde­

rían toda su eficacia. Si mañana os ponen un examen, ¿tú

crees que se debería decir el día anterior cuáles son las pregun­

tas que van a poner en el examen solamente porque son secre­

tas? Sería útil para los más rezagados y zánganos, pero no se­

ría justo hacerlo. Cuando un tribunal va a juzgar a un opositor

las discusiones son privadas, no se podría debatir con justicia

si lo emitieran por una pantalla. El mundo está lleno de cosas

que se deben difundir, y de otras que no se puede ni se debe.

Durante casi quince años de mi vida he tenido que salir de

casa acompañado por dos escoltas que me protegían cuando

yo iba de un lado a otro. ¿Crees que nos hubiese beneficiado

en algo a ellos y a mí que se difundieran por Internet sus iden­

tidades, mi lugar de destino, la ruta que iba a seguir, dónde

haríamos un descanso? ¿Que se revelasen esos datos sólo por­

que un tipo a quien nadie ha escogido ni se representa más que

a sí mismo decida que ya está bien de algunos secretos?

Pues yo creo que no nos hubiese beneficiado en nada. A

mí el señor de WikiLeaks me parece un sinvergüenza inte­

gral. Un temerario que se ha lanzado a una aventura que a él

le puede salir bien o mal, pero que perjudicará a muchas per­

sonas. No niego que muchos secretos son vergonzosos, pero

otros no lo son, y, en cualquier caso, quien los está difundien­

do es un sujeto incontrolable, no tiene nada que ver con un

Estado democrático, cuyos responsables han sido escogidos

por los mismos ciudadanos que los pueden devolver a sus ca­

sas. Que un señor que porque tenga acceso y habilidad decida

qué puede seguir siendo secreto y qué debe dejar de serlo me

parece muy peligroso.

ss

Page 45: Antología Módulo V

La intimidad

El concepto de intimidad ha ido variando de acuerdo con la

evolución de la sociedad. Por ejemplo, hoy ya estamos acos­

tumbrados a las cámaras de vigilancia, están por todos lados,

de manera que una gran porción de nuestra vida queda regis­

trada. También ha cambiado el uso social de las máquinas

fotográficas, cualquier celebración se fotografía y las imáge­

nes se publican en distintas redes sociales. Incluso sin tu con­

sentimiento, hay desconocidos que te pueden filmar o grabar

si salvas a un niño que se está ahogando en un río, o si le tocas

el culo a una señora en la tienda. Lo trágico, lo cómico, lo he­

roico, lo risible ... cualquier cosa parece demandar una foto­

grafía.

Y si eres una persona conocida, si ejerces un cargo públi­

co, entonces sí que no hay escapatoria posible. No hay secre­

tos. A mí me sorprende la ingenuidad de políticos o actores o

funcionarios que se embarcan en una pillería pensando que

no les van a ver y registrar, cuando todos sabemos que es

completamente imposible. Lo que digas será registrado por

un micrófono y de tus gestos se apoderará la cámara; la vida

pública no tiene pliegues ni resquicios donde esconderse.

La intimidad ha dejado de ser un estado corriente que es

invadido para convertirse en algo cada vez más difícil de con-

59

Page 46: Antología Módulo V

seguir, la intimidad es más valiosa porque está secuestrada. Fíjate la diferencia que hay entre hablar por teléfono sin que la otra persona sepa dónde estás, o hablar por un teléfono que está

localizado o con alguien que puede verte por una cámara. En

la cámara se pueden ver cosas agradables como los ojos dul­ces de una novia, pero también el jefe que se da cuenta de que estás en un bar en lugar de hacer tu trabajo no sé dónde ...

La intimidad se ha convertido en una especie de aventura

personal permanente. Buscar espacios de intimidad, resguar­

dar áreas de intimidad, negociar la intimidad con otras per­sonas, decidir con quién quieres tener una conversación pri­

vada y con quién no cambiarás una sola palabra sin luz y ta­quígrafos ... Los momentos de intimidad son ahora una con­quista, algo que debemos negociar con los demás.

Pero si se convierte en un hábito social, cada vez es más

difícil resistirse, llega un momento que no te queda otro re­

medio que tolerarlo. Ahora mismo vamos por la calle y podemos escuchar per­

fectamente a un señor que grita: «Pepita, te quiero, te espero

en la esquina» o «Pepita, subo en dos minutos». Van gritando a pleno pulmón, en el autobús o en el aeropuerto, conversa­

ciones íntimas que antes ni se susurraban, y uno no sabe dón­de meterse, porque actúan como si no hubiese nadie más en

el mundo. Hace unos años le hubiésemos considerado un loco, ahora es un tipo normal y corriente. Y si protestásemos por su comportamiento, seríamos nosotros los que parece­

ríamos marcianos, o trastornados.

Ése es un cambio muy notable, sí.

Pero esta cesión de la intimidad muchas veces es voluntaria, no nos molesta.

6o

Page 47: Antología Módulo V

Es bueno hacer algunas distinciones, es verdad que cuan­do es uno el observado, o cuando te graban sin tu consenti­miento, en lo primero que piensas es en una mirada de puro control, en el sentido más abusivo del término.

Pero es cierto que tiene algunas ventajas la observación.

Por ejemplo, es muy molesto tener que pasar por un escáner cada vez que subes al avión, vaciar las monedas, quitarte el

cinturón, sacarte el reloj ... Pero si nos dan la oportunidad de elegir entre el engorro del escáner o subirte al avión con un señor que lleva una bomba ... Pues está claro qué vamos a es­coger; al fin y al cabo, si no tienes nada que ocultar, la pérdida de intimidad es mínima.

Ahora bien, lo peligroso es si te hacen ese mismo examen cuando llegas por la mañana al trabajo. Si te hiciesen pasar una prueba de alcoholemia o te pinchasen para saber si ayer

te tomaste alguna sustancia ilegal. Porque en este caso lo que

está en juego ya no es la seguridad, qué va, aquí se te impone

un control basado en la idea de otra persona de lo que está bien o está mal, es una intromisión.

Cuando se trata de su intimidad no se puede decir «siem­pre» o «nunca», hay que negociar continuamente. Uno admi­

te las pruebas de alcoholemia en la carretera, porque es un sitio donde puedes tener o provocar problemas a los demás,

un espacio donde aceptas que no pueden entrar personas be­bidas. Pero si te la hacen en un cine pues tienes todo el dere­cho a no entrar, a irte a otro sitio. Y si vienen a tu casa (un

espacio donde lo que eres se supone que lo eres para ti mis­

mo) estás en tu derecho a negarte.

Page 48: Antología Módulo V

Sobre la verdad

El problema no es que tengamos opiniones diferentes, sino averiguar qué opinión se acerca más a la verdad, porque la verdad nos conviene a todos. Si yo creo que dos y dos son cin­co, y tú vienes y me demuestras que son cuatro, no habremos tenido ningún conflicto, lo que ha ocurrido es que me has ayudado a razonar mejor.

Pero ¿qué ocurre si mis opiniones entran en conflicto con las de otro, si no nos convencemos?

Las opiniones no siempre tienen que entrar en conflicto. Es cierto que hay cosas para las que sí puede tener cada uno su verdad, por ejemplo, cuando se trata de decidir qué quere­mos para el desayuno: aquí cada uno elige según su gusto. Pero si hablamos de la fórmula del agua, bueno, se trata de una determinada combinación de hidrógeno y oxígeno y no depende de tu capricho, ni de tu opinión ni de tu gusto. De­pende de que sepas la fórmula o no la sepas. Y hay muchísi­mos casos en los que todo depende de si sabes o no sabes, la discusión es impertinente porque no se trata de gustos ni de opiniones, sino que se resuelve contrastando con la realidad.

Los gustos son variables, pero los conocimientos suelen

Page 49: Antología Módulo V

ser bastante estables. Las montañas miden lo que miden, y no cuenta lo que tú y yo crearnos sobre su altura, lo que hay que

hacer es ir y medirla. También es cierto que en la vida no todo es rnesurable y

comprobable. Las emociones, la convivencia, los sentimien­

tos, las preferencias políticas ... todo esto es variable y discu­tible, hay muchos enfoques ... También hay muchas maneras distintas de darle sentido a la vida, y eso es fantástico. El arte

también se basa precisamente en esa variedad, en que no se pueda decir la palabra definitiva, a diferencia de la ciencia, donde si alguien descubre algo y lo demuestra, el resto de la

comunidad debe aceptarlo. Es muy importante para no perder el tiempo, y para que

no nos embauquen, que aprendamos a distinguir cuándo es­tarnos delante de una situación ante la que cada uno debe buscar su propio camino, y cuándo nos enfrentarnos a un

asunto que se puede solventar acudiendo a la realidad. Antonio Machado decía: «No tu verdad, la verdad, y ven

conmigo a buscarla, la tuya guárdatela». En muchos casos la

verdad no es la de uno o la de otro, sino la verdad que impone

la realidad. Cuando sí depende del gusto, de la opinión o del interés,

entonces también es bueno descubrir cuál es la predominante,

para adaptamos a ella, o corno punto de partida para empezar

a transformarla. En un mundo plural las discusiones son inevi­tables. Afortunadamente, nadie nos impone lo que tenemos que decir o defender en público, así que las opiniones y los in­tereses chocan entre ellos. La buena convivencia está hecha de transacciones: el lubricante de las relaciones sociales es la ca­

pacidad de escuchar y de ceder. Las personas que siempre tra­tan de imponerse y no ceden nunca, o viven solos o tienen es­

clavos, pero es imposible que participen de la convivencia.

Page 50: Antología Módulo V

Pero en asiynaturas como historia cambia mucho lo que te explican seyún cómo piense el profesor.

Puede influir, claro. El pensamiento de las personas no es

puro, está teñido de las creencias de cada uno. Si el profesor

es de derechas te va a contar la historia desde ese punto de vista, y si es de izquierdas pues lo hará desde el suyo.

Pero esa influencia tiene sus límites de actuación: puede modificar el enfoque, pero no va a contarte que Julio César era azteca. Una vez al viejo político francés Clemenceau le di­

jeron: «Vaya usted a saber dentro de unos años cómo inter­pretarán la primera guerra mundial». Y Clemenceau respon­

dió: «No sé cómo la interpretarán, pero seguro que nadie de­fiende que Bélgica invadió Alemania».

Hay aspectos de la historia que pueden explicarse desde

enfoques distintos, a los que se les pueden dar interpretacio­

nes matizadas, pero siempre hay una base objetiva. Por otro

lado, tenéis la suerte de que vivís una época en la que si bien se os ofrece la posibilidad de educaros, no se os está impo­

niendo un pensamiento. Tenéis el deber de escuchar al profe­sor, pero también es bueno tomar la precaución de no creerle

a pies juntillas. Y menos ahora que tenemos acceso a una can­tidad de fuentes de información como ninguno de nuestros

antepasados habría sospechado nunca.

Me yustaría saber si está de acuerdo con Kant en que no hay que mentir bajo ninyuna circunstancia.

Lo que Kant quiere decir es que en el fondo cuando uno miente está haciendo una excepción a la norma moral, ya que

a ti te gustaría vivir en un mundo donde se dijese la verdad. Si estás en una habitación y entra un señor con un hacha y tie-

Page 51: Antología Módulo V

nes debajo de la cama, escondido, al tío al que viene a matar,

bueno, en ese caso, si el del hacha te pregunta si lo has visto soy partidario de decirle: «Acaba de pasar corriendo por ahí delante y ha cogido el autobús», aunque sea mentira, que

cumplir con la norma moral de decir siempre la verdad, y condenarlo a una muerte segura. Hay sinceridades que pue­den ser funestas. Es como ese viejo chiste de ]a imito que ve a su tía y le dice: «Qp.é fea eres, tía», y su madre, horrorizada, le

reprende: «Jaimito, por favor, no le digas eso a tu tía, discúl­

pate y dile que lo sientes», y Jaimito remata: «Tía, siento que seas tan fea». Yo soy más consecuencialista que Kant; por en­cima de la coherencia de mi actitud con una norma que con­

sidero buena, antepongo las consecuencias previsibles e in­mediatas de mis actos.

Para Kant la regla moral es soberana, no debe esperarse a calcular las consecuencias de un acto determinado para eva­

luarla, porque nadie puede prever la cadena completa de con­secuencias. Por ejemplo, ves a un niño que se ha caído al río, la corriente lo arrastra, se está ahogando, te tiras con toda tu

buena voluntad y lo rescatas de la muerte. Cuando le pregun­tas cómo se llama te responde: «AdolfHitler». Bueno, desde

el punto de vista de las consecuencias que conoces ya la has armado. Kant te diría que has salvado al niño porque es lo que

te dicta la norma moral, porque queremos vivir en un mundo donde los adultos acuden al auxilio de los niños que se aho­

gan en los ríos, si luego el niño al crecer se convierte en una plaga para la humanidad, qué se le va a hacer, ya no es culpa

tuya. Entre los que nos dedicamos a pensa1 en temas de moral hay algunos que no somos tan rigoristas como Kant, que pen­samos que las consecuencias de los actos también tienen que

tenerse en cuenta antes de tomar una decisión moral.

66 1

Page 52: Antología Módulo V

¿No cree que a veces hay al9o de mentira en la verdad y al9o de verdad en Ia mentira?

Paul Valéry escribió una obra de teatro que es una versión

muy suya del Fausto tradicional. Y su Fausto es un señor muy moderno, que está en una oficina con una secretaria muy mona

con la que se pasa toda la obra charlando. Y hay un momento en que la secretaria le pregunta: «¿Quiere que le diga la ver­dad?», y Fausto le contesta: «Dígame usted la mentira que

considere más digna de ser verdad».

Page 53: Antología Módulo V

ASPECTOS JURÍDICOS Alejandro Touriño

No constituye ninguna revelación afirmar que las redes sociales son, cada vez más, parte de los hábitos cotidianos de navegación de los usuarios. En efecto, para muchos internautas las redes sociales son el principal motivo para conectarse a internet, de igual forma que para las empresas resulta cada vez más atractivo este escaparate para dar a conocer productos y servicios.

Sin embargo, el uso masivo de este tipo de plataformas entraña un conjunto de amenazas que pueden atentar contra la información per­sonal del usuario, su propia integridad o el descrédito ante los demás. Y todo ello porque, aunque contamos con una amplia variedad de normas sectoriales que nos sirven para dar auxilio en todos aquellos conflictos que en internet y, por derivación, en las redes sociales, se plantean a diario, no existe como tal una ley de internet. Aun así, in­ternet no es la «ley de la selva», como muchos han afirmado. La red está regulada y, aunque con carencias, existen normas que dan solu­ción a las tensiones jurídicas que tienen lugar en su seno.

433

Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Tascón, M. (2012). Escribir en internet. España: Galaxia Gutenberg.
Carlos
Text Box
5.2 Profesionalizacion de los medios sociales
Page 54: Antología Módulo V

Uso profesional

Responsabilidad jurídica en internet

Quien administre un foro, un blog o una página web donde los usuarios puedan dejar comentarios o alojar contenidos debe conocer que si uno

de esos comentarios o contenidos vulnera derechos de terceros, el titu­lar de dicho foro, blog o página web puede ser también responsable.

En particular, será responsable cuando la ilicitud de tal contenido

sea, según palabras literales del Tribunal Supremo de España, «patente y evidente por sí sola» y tenga conocimiento efectivo de la misma. De esta forma, si el titular de un sitio de internet que conoce la existencia

de un contenido vulnerador no toma medidas para su eliminación o para impedir el acceso al mismo, se convierte consecuentemente en corresponsable de la infracción, junto al autor de la misma.

La anterior doctrina, instaurada en España por las sentencias

773/2009 y 72/2ou, dictadas, respectivamente, en los casos putasgae (SGAE contra la Asociación de Internautas) y alasbarricadas (Ramon­cín contra los responsables de la web alasbarricadas.org), supone un

ligero vuelco a lo que venía siendo una plácida teoría jurisprudencia} en materia de responsabilidad de los administradores de este tipo de webs -sostenida por lo dispuesto en el articulo 16-1 LSSI-, que se de­

nominaba «teoría del conocimiento efectivo» y que resultaba de apli­cación, de una u otra manera, en numerosas jurisdicciones. Sobre la base de la referida teoría, los prestadores de servicios de la sociedad de

la información no eran, en principio, responsables por los contenidos ajenos que alojaban o a los que facilitaban acceso, pero podían incu­

rrir en responsabilidad si tomaban una participación activa en suela­boración o si, conociendo su ilegalidad, no actuaban con celeridad

para retirarlos o impedir el acceso a los mismos. Además, se entendía que conocían de la ilegalidad de un contenido cuando un órgano competente - es decir, un juez- así lo determinaba. De este modo, lo

habían interpretado, al menos, la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, Sección 9.8 , de 19 febrero de 2010 - caso Particulares contra

434

Page 55: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

Google- y el auto del Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, de 27 de marzo de 2003 -caso ajoderse.com contra ONO-.

Sin embargo, con la nueva oleada jurisprudencia! instaurada por las sentencias antes referidas, el panorama ha cambiado. Se entiende ahora que el conocimiento de la infracción no está limitado a los su­puestos en los que un órgano competente haya declarado la ilicitud previamente a la demanda, sino que pueden existir otros medios de conocimiento efectivo, como cuando concurran circunstancias que posibiliten una efectiva aprehensión de la realidad de que se trate.

En todo caso, el titular de una web continuará sin ser responsable por los comentarios de sus usuarios siempre que no tenga conocimien­to efectivo de que los mismos son ilícitos o de que lesionan bienes o derechos de un tercero o, en caso de que lo tenga, actúe con diligencia para retirar de forma inmediata los datos o hacer imposible el acceso a ellos. Eso sí, a la vista de las nuevas circunstancias, ese conocimiento es

efectivo desde el momento en que el afectado así lo notifique, siempre y cuando, obviamente, la ilicitud sea «patente y evidente por sí sola». Ello no significa que el titular del sitio web deba supervisar los contenidos que aloja, lo cual sería absolutamente desproporcionado, pero sí debe colaborar cuando se le requiera para interrumpir la prestación de un servicio o para retirar un determinado contenido.

En definitiva, el riesgo de esta nueva tendencia jurisprudencia! es evidente, puesto que se traslada el primer juicio de valor sobre la lici­tud o ilicitud de un contenido al titular de la web, a quien se le presu­pone capacidad para enjuiciar la legalidad de los contenidos que aporten sus usuarios.

Gestión de la reputación en línea

Internet no duerme. Minuto a minuto son publicados en la red millo­nes de archivos con información y opiniones, unos relevantes y otros no tanto, sobre personas y empresas. En ese fluir constante de conte-

435

Page 56: Antología Módulo V

Uso profesional

nidos, al usuario de internet le llega, desde cualquier buscador, amplia información acerca de la compañía con la que desea contratar algún servicio, acerca de una determinada marca y, en ocasiones, hasta acer­ca de su propia persona.

A esa masa crítica de información y opiniones es lo que se ha dado en llamar en los últimos tiempos reputación en línea, muy de moda entre los técnicos de marketing, y que aglutina toda esa masa crítica que libremente circula por la red sobre nosotros, es decir, nuestro es­pejo en internet.

Hoy en día, el conocimiento, seguimiento y, en su caso, gestión de la reputación en línea es un reto no solamente para quienes ofrecen sus servicios en internet, sino también para cualquier persona que por una u otra circunstancia tiene una identidad virtual. Aparecer en in­ternet es tan sencillo (y a veces indeseado) como registrar un perfil público en una red social o prestar un servicio a terceros y que ellos viertan su opinión sobre ti en la red.

La gestión y control de la reputación en línea (ORM, online reputa­tion management) es fundamental con vistas al posicionamiento de una compañía, marca o persona en el mercado. Conocer la opinión del usuario es tan fundamental para la evolución de una persona o marca como crítico en el caso de que la misma sea negativa.

La gestión de la reputación en linea no se limita a realizar una reco­pilación sistemática de información, sino al análisis ordenado de la in­formación capturada para saber si afecta negativamente o no a la re­putación de la empresa y, en tal caso, proceder a «influir» sobre la misma a través de diferentes vías. En síntesis, se trata de ser conscien­tes de la poderosa capacidad de influencia del interna uta sobre el resto de los usuarios de la red, debido primordialmente al diálogo bidirec­cional promovido por el fenómeno de la web 2.0. En este contexto, internet y las nuevas formas de interacción social han investido al in­ternauta de unos amplísimos poderes para opinar y comunicar.

La opinión de los usuarios es un arma muy poderosa de promo­ción empresarial cuando es positiva, pero devastadora cuando es ne-

Page 57: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

gativa. En este último caso, resulta fundamental la adopción de medi­das de dos tipos. Una primera categoría de medidas, de la que se ocupan agencias de comunicación, posicionamiento y marketing, consiste en la mejora del producto y en su exposición al exterior, y una segunda categoría, ubicada en el sector legal, con medidas tendentes a la eliminación de aquellos comentarios u opiniones de usuarios que, por falsos o vulnerado res del derecho al honor del agraviado, son sus­ceptibles de ser retirados por los titulares de los servicios web.

Obviamente, lo idóneo es mejorar el producto o la marca de manera que la tendencia negativa se invierta, pero en muchos casos nos encon­tramos con que la primera necesidad del afectado es eliminar algún comentario que, por incierto o insultante, ha de ser retirado por el pres­tador del servicio. Lo cierto es que, entre los operadores del mercado, existe una especie de ley no escrita, un código de buenas prácticas con­sistente en retirar aquellos contenidos que, de un primer vistazo, se dedu­

ce que son vulnerado res de derechos. Sin embargo, no siempre existe colaboración por parte de los titu­

lares de sitios web, ni siempre quien reclama la eliminación de un con­tenido se ve asistido por la legislación vigente, produciéndose enton­ces lo que se ha dado en llamar efecto Streisand y que consiste en el «intento de censura u ocultamiento de cierta información que fracasa o es incluso contraproducente para el censor, ya que esta acaba siendo ampliamente divulgada, recibiendo mayor publicidad de la que ha­bría tenido si no se la hubiese pretendido acallar».

Es decir, el agraviado por un comentario o contenido de un ter­cero se encuentra ante la tesitura de si solicitar o no del titular de la página web la retirada del contenido. Normalmente, estos intentos pasan desapercibidos, atendidos unas veces y desatendidos otras. Pero en ocasiones no es así, como le ocurrió a Barbra Streisand, quien decidió demandar al fotógrafo Kenneth Adelman y la página de foto­grafías www.pictopia.com, exigiendo que se retirase una fotografía aé­rea de su casa de California, en ejercicio de su derecho a la intimidad. La cantante logró lo que los internautas han bautizado como el efecto

437

Page 58: Antología Módulo V

Uso profesional

Streisand, esto es, que una información en un primer momento intras­cendente acabase obteniendo una gran repercusión mediática.

Esa reacción es, posiblemente, la respuesta lógica de un espacio que no entiende de censura y que se revuelve de esa manera frente a ataques externos. Pero no olvidemos que hay que diferenciar libertad y libertinaje. Y al igual que no deben estar presentes en el mundo físico los contenidos que vulneran derechos de terceros, tampoco deben es­tarlo en internet.

Compartir contenidos en internet. Las licencias Creative Commons

En la mayoría de los países, según la Ley de Propiedad Intelectual, «la propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica co­rresponde al autor por el solo hecho de su creación». Esto significa que cualquier persona, sin necesidad de acudir a registro alguno, es autor de una obra desde el momento mismo de su concepción, de su plasmación en un soporte tangible o intangible.

Así, al autor de una obra le corresponde el ejercicio exclusivo de los derechos de explotación sobre la misma, los cuales no pueden ser utili­zados sin su autorización; en contraposición, el autor es libre de trans­mitir los derechos de explotación en el modo que estime oportuno.

Y si bien la fórmula tradicional de transmitir dichos derechos es bajo el sistema de autorizaciones individualizadas, existen en la actua­lidad fórmulas alternativas, tales como las licencias Creative Com­mons, que permiten la cesión «indiscriminada» de derechos de autor. Este tipo de licencias, que toma su nombre de la organización fundada por Lawrence Lessig, se enmarcan dentro del movimiento de la cultu­ra libre de derechos de autor y de las licencias copyleft (juego de pala­bras sobre la base del término copyright), como oposición al exceso de protección que, a su entender, ofrecía el régimen de la propiedad inte­lectual.

Page 59: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

Estas licencias en particular pretenden proporcionar instrumentos

concretos a aquellos autores y creadores que desean hacer un uso es­

pecífico de los derechos reconocidos en la legislación sobre derechos

de autor, desarrollando planes para ayudar a reducir las barreras lega­

les de la creatividad.

Al contrario de lo que muchos creen, las licencias Creative Com­

mons cuentan con plena validez legal, ya que se apoyan en los mecanis­

mos establecidos en las leyes en materia de propiedad intelectual. Estas

licencias ofrecen a los autores de una obra intelectual en cualquier for­

mato la posibilidad de poder especificar que sus obras se puedan distri­

buir, copiar o modificar, sin que quien lo haga tenga que pedir permiso

para ello. Esto no significa que las obras liberadas bajo esta licencia sean

de dominio público, sino que, al amparo de las mismas, el autor deter­

mina claramente qué derechos concretos, de los reconocidos en la legis­

lación vigente, se reserva y cuáles libera.

El gran reto del proyecto reside en el hecho de que sus licencias

sean adoptadas por un grupo suficientemente amplio que ayude a

crear una «infraestructura común de creación intelectual», comparti­

da por todos ellos bajo alguna de las licencias que Creative Commons

ha propuesto.

Algunos autores tan solo pretenden, con el uso de estas licencias,

agilizar y flexibilizar el régimen de uso y explotación de sus creaciones

para proporcionar mayor difusión a las mismas. Para otros, el objetivo

es poner al alcance de todos un modelo de licencia estandarizada que,

en lugar de prohibir el uso (la vieja idea del «todos los derechos reser­

vados» o copyright), lo autorice bajo algunas condiciones (es decir,

«algunos derechos reservados»).

Los diferentes tipos de licencias (http://goo.gl/tsFJF) nacen de

combinar las cuatro condiciones base:

Reconocimiento (BY} Uso No Comercial (NC) + (BY}

439

Page 60: Antología Módulo V

Uso profesional

Sin Obra Derivada (NO)+ (BY) Compartir Igual (SA) + (BY)

Por exigencia legal, en España toda licencia Creative Commons es de reconocimiento (BY), y, en función de las mayores o menores res­

tricciones que el autor esté interesado en añadir, deberá incluir más o menos símbolos. Si no se establece ninguna condición o no se excluye algún uso, la licencia autoriza la reproducción, distribución, transfor­

mación y comunicación pública de la obra, para cualquier finalidad y para todas las modalidades de explotación, con carácter gratuito y du­rante todo el plazo de protección legal. En función de cómo se combi­

nen las condiciones base pueden darse hasta seis tipos diferentes de licencias.

En este sentido, es importante saber que estas licencias, al igual que

las autorizaciones de cesión de derechos tradicionales, son un verda­dero contrato, y el uso o ejercicio de cualquier derecho sobre una obra o creación implica una aceptación sin reservas de todos los términos y

condiciones de las mismas.

Enlazar en internet

Sobre si enlazar en internet es o no legal no existe, lamentablemente, un criterio unánime por parte de la doctrina y la jurisprudencia que

otorgue seguridad jurídica a aquellos usuarios que, con garantías, de­

seen incorporar enlaces en sus webs que permitan redirigir a sus usua­rios a otros sitios y contenidos, titularidad de terceros.

Sin perjuicio de lo anterior, lo cierto es que tanto la doctrina como

la jurisprudencia mayoritarias consideran, con carácter general, que el uso de enlaces no constituye, en sí mismo, una infracción de derechos de propiedad intelectual, por lo que prohibir su utilización ocasiona­

ría un grave perjuicio a quienes lo hacen al mermar una de las princi-

440

Page 61: Antología Módulo V

Aspectos juridicos

pales cualidades de internet, que no es otra que la rápida localización de información y contenidos.

Paradigma de esta línea argumental es el auto n.o 582/2.008 de la Audiencia Provincial de Madrid (Sección 2.a), del u de septiembre, que, con ocasión de la demanda interpuesta frente a los titulares de la pági­na web www.sharemula.com, se pronunció considerando que el enla­ce «no supone infracción de los derechos de propiedad intelectual. Este tipo de links constituye únicamente una forma de facilitar al usuario de internet el acceso a otra página web, sin tener que "teclear" el nombre de esa página».

En idéntico parecer se pronunció el informe emitido por el Conse­jo General del Poder Judicial español al proyecto de real decreto por el que se regula el funcionamiento de la Comisión de Propiedad Inte­lectual. Dicho informe indicaba que en el caso de herramientas de enlaces a páginas web, «conforme al sentir de la mayoría de la doctrina y de la jurisprudencia menor que ha recaído sobre el tema, no se les puede atribuir una vulneración de derechos de propiedad intelectual por más que las páginas o contenidos a los que enlacen hayan sido illcitamente subidos a la red en origen, ya que, en rigor, los enlazado­res no estarían reproduciendo, comunicando públicamente ni efec­tuando, en suma, una conducta que pueda ser calificada como de ex­plotación de derechos de propiedad intelectual».

Pero según se ha adelantado, esta línea argumental no es pacífica, y en los últimos tiempos han aparecido opiniones minoritarias que dis­crepan de lo anterior y consideran que de la redacción de la Ley de Pro­piedad Intelectual no se infiere que las actividades que realice un enla­zador queden fuera del ámbito de aplicación de la ley, ya que son actividades a través de las cuales tienen acceso a las obras protegidas una pluralidad de personas sin el previo consentimiento de sus titulares.

Dichas opiniones se han visto respaldadas por la que, tal vez, se haya convertido en la sentencia más controvertida en materia de enla­ces, no ya solo por el giro jurisprudencia! operado en ella, sino por provenir de un órgano judicial de la entidad de una Audiencia Provin-

441

Page 62: Antología Módulo V

Uso profesional

cial. Se trata de la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Vizcaya en el procedimiento núm. so6/o9, en el caso de las páginas web de enlaces fenixp2p.com y mp3-es.com, que condenó a los titula­res de dichas webs a pena de cárcel por entender la sala que sí se esta­ría produciendo un acto de comunicación pública típico de acuerdo con lo previsto en el art. 270 CP, siendo esta la primera sentencia de una audiencia provincial que se ha atrevido a considerar el suministro de enlaces como un acto de comunicación pública.

Lo anterior podría resultar incluso anecdótico si no fuese porque la última tendencia normativa, en forma de Ley de Economía Sosteni­ble, ampara la creación de un órgano de naturaleza administrativa -la Comisión de Propiedad Intelectual- para proceder al cierre de pági­nas web en caso de que sean vulnerados derechos de propiedad inte­lectual por parte de los responsables de servicios de la sociedad de la información.

Según se ha anunciado por activa y pasiva, la finalidad de este pro­cedimiento es remover los obstáculos para el pleno ejercicio de los derechos de propiedad intelectual, así como el restablecimiento de la legalidad, cuando esta se haya vulnerado. Y en particular para poner fin a la «supuesta» vulneración de derechos de propiedad intelectual realizada por las páginas de enlaces.

En definitiva, aunque la tendencia mayoritaria se decanta por per­mitir el enlace, al entenderlo parte sustancial del funcionamiento pro­pio de internet, cierto sector doctrinal y jurisprudencia! se aparta de esta línea de pensamiento, por lo que habrá que esperar a mejores tiempos para conocer el desenlace de esta disquisición legal.

Consejos jurídicos sobre términos y condiciones de un sitio web

Aceptar los términos y condiciones de un sitio web sin haberlos leído antes es casi deporte nacional. A efectos de probar tal circunstancia, la

442

Page 63: Antología Módulo V

Aspectos juñdicos

tienda de videojuegos GameStation, en tono más jocoso que jurídica­

mente vinculante, decidió incluir en sus términos de contratación el siguiente texto:

Al enviar una orden de compra por la web el primer d!a del cuarto mes del año

201 O, Anno Domini, estás de acuerdo en concedernos la opción no transferible de

reclamar, por ahora y para siempre, tu alma inmortal. [ ... ] Si tú, a) no crees tener

alma inmortal, b) habérsela ya dado a otro, o e) no quieres concedernos tal licen­

cia, pinche por favor en el enlace inferior para anular esta cláusula y proceder con

la transacción.

Pues bien, solo un 12 o/o de los usuarios llegó a pinchar en el enlace, habiendo por tanto sorteado el88 o/o restante de los usuarios la lectura

de los términos que aceptaban. Obviamente, una estipulación de esta naturaleza es nula de pleno derecho, entre otros motivos, por ser con­traria a la moral. Pero al margen de este supuesto anecdótico, lo cierto

es que prácticamente nadie lee los términos y condiciones de una web, en muchas ocasiones porque son inmanejables, extensos, redactados en un lenguaje que no dominamos o por simple pereza.

La cruda realidad es que, los hayamos leído o no, los términos y condiciones de una web vinculan al usuario desde su aprobación. Esto

no implica que todo lo que aceptemos tenga validez legal. De hecho, es cada vez más habitual leer que una determinada estipulación de unas

condiciones generales de contratación se ha declarado nula por abusi­va. Y es que, para bien o para mal, los términos y condiciones de una web normalmente no admiten negociación; se aceptan o se rechazan

de plano, impidiendo el acceso al servicio en caso de optar por esta

última opción. Pero hay más, prácticamente todas las webs cuentan con un aviso

legal que indica que el acceso, navegación y uso del sitio web conlleva y supone la aceptación por el usuario de dicho aviso legal y de las con­diciones de uso que incluye. Sobre la validez o no de este tipo desiste­

mas no ha habido apenas debate judicial. No obstante, los tribunales

443

Page 64: Antología Módulo V

Uso profesional

españoles, en particular la Sección 15 de la Audiencia Provincial de Barcelona, tuvieron ocasión de pronunciarse en sentencia de fecha 17

de diciembre de 2009, en el caso que enfrentaba a Ryanair y Edrearns, en la que se indicaba que «Si EDREAMS no contrata directamente con RYANAIR, tampoco puede quedar vinculado por unas condiciones ge­nerales que nunca ha aceptado».

Sean o no vinculantes, lo cierto es que resulta altamente recomen­dable emplear en los avisos legales un lenguaje adaptado a los usua­rios a los que se dirige. Siempre en el entendimiento de que el idioma tiene que servir de unión y no de desunión del usuario con el servicio que se le presta.

Desde el punto de vista del derecho español, no existe ninguna norma que exija una utilización concreta del lenguaje en el caso de tratarse de adultos, pero sí en el de menores. En este sentido, el artícu­lo 13-3 del Real Decreto 1720/2007, del 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Desarrollo de la Ley Orgánica 15!1999, de 13

de diciembre, de protección de datos de carácter personal establece que «la información dirigida a los menores deberá expresarse en un lenguaje que sea fácilmente comprensible por aquellos, con expresa indicación de lo dispuesto en este artículo».

En esta línea ha ahondado también el Grupo de Trabajo del artícu­lo 29 (grupo de expertos compuesto por los comisionados de privad­dad y protección de datos de 29 paises europeos), que elaboró en su momento el documento de trabajo 1/08 sobre la protección de datos personales de los niños, que habla de nuevo de que «en el contexto de la información a los niños, debe ponerse especial énfasis en dar comuni­caciones escalonadas basadas en el uso de un lenguaje sencillo, conciso y educativo de fácil comprensión».

En definitiva, tanto para usuarios de internet como para profesio­nales del derecho, los términos y condiciones de una web deberían ser un texto accesible que arrojasen luz y no oscuridad en relación al ac­ceso, navegación y uso del sitio web. Lamentablemente, no siempre es así, siendo más bien excepción que regla general.

444

Page 65: Antología Módulo V

Aspectos juñdicos

Consejos jurídicos para sobrevivir en las redes sociales

Internet es una realidad en permanente cambio; ya no estamos ante la versión primigenia de la red. Frente a la originaria internet 1.0, carac­terizada por su sentido unidireccional, su visión de utilidad y su con­sumo moderado, surge ahora una nueva internet 2.0, conceptual izada como la web de personas frente a la web de datos que se identificaba con la primera versión 1.0. El término web 2.0 es un concepto relativa­mente reciente, que hace referencia a una segunda etapa en el desarro­llo evolutivo de internet y que se basa principalmente en la implica­ción de los usuarios en la creación de contenidos.

Esa realidad cambiante tiene su culmen en la nueva y más revolu­cionaria forma de interacción personal: las redes sociales, espacios de interacción social caracterizados por el intercambio de información entre sujetos. Sistemas abiertos y en construcción permanente que invo­lucran a individuos de inquietudes comunes. En ellas, el sujeto inte­ractúa a través de un perfil público con otros con los que comparte intereses o necesidades, y así se configuran poderosísimos canales de comunicación con millones de usuarios esparcidos por todo el globo. Ese carácter abierto es precisamente la razón de ser de las redes socia­les y la esencia de su propia existencia.

Pero su explosión como forma de comunicación entre sujetos no se ha visto libre de trabas. Se han producido numerosísimos conflictos relacionados, principalmente, con el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de las personas, con la protección de datos de carác­ter personal y con el respeto a la propiedad intelectual.

Protección jurídica del derecho al honor, intimidad y propia ima­gen. Pese a la expresa regulación normativa de estos tres derechos, son habituales las intromisiones ilegítimas en los mismos en el en­torno de las redes sociales. El rápido y masivo desarrollo de con te-

445

Page 66: Antología Módulo V

Uso profesional

nidos deriva en situaciones que ponen en entredicho su protec­

ción, por cuanto que comentarios que excedan la libertad de ex­presión, informaciones que revelen circunstancias de la vida pri­

vada de otros o la simple publicación de fotografías de terceros sin

consentimiento suponen la vulneración de estos derechos.

Protección de datos de carácter personal. Este derecho fundamen­

tal de tercera generación consiste básicamente en el derecho de los

usuarios a controlar el uso que se realice de sus datos personales.

Dada la ingente cantidad de datos personales que los usuarios pu­

blican en sus perfiles, estos se convierten en auténticas identidades

digitales que permiten realizar un rápido esbozo del individuo. Es

posiblemente en materia de protección de datos donde se produce

el mayor número de situaciones desfavorables para la protección

de los derechos de los usuarios de las redes sociales, y aunque el

nivel de concienciación de los individuos a este respecto es cada

día mayor, todavía resta mucho camino por andar.

La situación de los menores es especialmente delicada en lo que a

su honor, intimidad, imagen y datos personales se refiere. Su grado

de protección es mayor y, en todo caso, de acuerdo con la regula­

ción normativa vigente en España (artículo 13 RLOPD y articulo 3

LO 1/82), la pertenencia a redes sociales está vetada a menores de

14años.

Protección jurídica de la propiedad intelectual. En lo que a la pro­

piedad intelectual se refiere, el impacto de las redes sociales ha sido

mayúsculo. Como consecuencia directa de ese carácter bidireccional

al que antes aludíamos, el número de autores se ha multiplicado y ya

no es suficiente regular las creaciones generadas por el titular del

servicio, sino que también es necesario proteger la propiedad inte­

lectual de las creaciones originales -en forma de textos, fotografías,

obras audiovisuales, etc.-que los usuarios cuelgan en la red. Pese a la

protección que la LPI ofrece a los autores, las situaciones de abuso

dentro y fuera de las redes sociales no sorprenden a nadie a estas al­

turas. Ante las cuales, en el espíritu de autorregulación que impreg-

Page 67: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

na las redes sociales, estas se han armado de herramientas de reporte para que los propios usuarios puedan denunciar ante los adminis­tradores de la red social la existencia de contenidos que atentan con­tra sus derechos de propiedad intelectual.

En definitiva, pese a que podrían correr ríos de tinta intentando analizar cada uno de los supuestos que a diario se plantean en una red social, lo cierto es que, en la parte que a cada uno nos toca, existe una necesidad de hacer de internet y de las redes sociales un espacio públi­co de convivencia. Resulta, por ello, imprescindible, tanto que los avances tecnológicos venideros respeten los derechos fundamentales como educar a las nuevas generaciones en el uso responsable de la red y las redes sociales.

Consejos jurídicos para gestores de comunidades o community managers

A la emergente figura del gestor de comunidades o community mana­

ger parecen habérsele atribuido con relativa claridad las tareas propias de su cargo. No obstante, esa aparente claridad en la definición de sus funciones choca, en cierto modo, con el carácter difuso del marco ju­rídico aplicable a su campo de actividad. Dicha circunstancia no es extraña. Como ha ocurrido en prácticamente todos los nuevos oficios que tienen como base internet-igual pasó en su día con los expertos en SEO/SEM-, definir los márgenes jurídicos de una nueva actividad no es sencillo en origen. Si a ello sumamos que la normativa regulado­ra de internet, territorio comanche del gestor de comunidades, es en general obsoleta y local, dibujar un marco jurídico cierto es relativa­

mente complejo. En cualquier caso, en la red no impera la ley de la selva, de modo

que el gestor de comunidades que quiera gestionar sin riesgo la pre­sencia de una marca o empresa debe conocer los límites legales de su

447

Page 68: Antología Módulo V

Uso profesional

actuación, so pena de incurrir en algún acto ilícito o en el descrédito de la reputación de la propia marca.

Lo primero que ha de verificar la persona encargada de adminis­trar la presencia de una marca en internet es que el sitio web cor­porativo cuente con un aviso legal y una política de privacidad que regule el marco de actuación de los usuarios en la web, definiendo la responsabilidad que corresponde a cada uno por su comporta­miento en ella. Dichos textos, que deben estar en un lugar fácil­mente accesible, han de informar asimismo del uso que se dará a los datos de carácter personal de los usuarios que, en su caso, sean recabados en la web, así como de los derechos de propiedad inte­lectual e industrial sobre los contenidos ubicados en el portal. La segunda de las recomendaciones legales pasa por cerciorarse de que los contenidos publicados en las redes sociales o en su propio

entorno web sean originales, esto es, fruto de su propia creación; sin que sea admitido en ningún caso el plagio, aunque sí la inspira­ción. Asimismo, es posible hacer uso de contenidos publicados previamente por terceros cuando las licencias asignadas a ellos así lo permitan. El caso más común es el de las licencias Creative Commons o similares, que permiten, como norma general, la reutilización de contenidos citando la fuente. Fuera de estas licen­cias, y aunque cada legislación tiene sus propias particularidades, reproducir contenidos de otros sin su consentimiento -aun citan­do la fuente- es contrario al derecho, por cuanto que la cita como tal está únicamente tolerada cuando el uso que de ella se hace se limita a fines docentes o de investigación. Como tercer paso en la gestión de una empresa en la red, cabe se­ñalar que esos contenidos de los que el gestor de comunidades hace uso han de respetar en todo caso los derechos individuales de los particulares y, en especial, por lo habitual del supuesto, su de­recho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la privad­dad. A modo de resumen, el gestor de una comunidad no ha de

Page 69: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

menospreciar a ningún tercero cayendo en el insulto, no debe en­trar a valorar cuestiones de la vida íntima de las personas ni utili­zar la identidad, fotografías o datos de otros sin su expreso consen­timiento.

• A modo autorregulatorio, el gestor de comunidad debe cumplir además con las políticas éticas corporativas, evitar a toda costa la difusión de rumores infundados y abstenerse de realizar referen­cias a la competencia que puedan resultar ofensivas para aquella.

Otro de los puntos clave en la gestión corporativa en internet es la realización de campañas o actividades promocionales hacia usua­rios y potenciales clientes. Cada norma estatal tiene sus propias par­

ticularidades, pero, con carácter general, el principio de información y consentimiento expreso opera como legitimador de la realización de campañas publicitarias individualizadas, de forma que los destina­

tarios de las mismas sean quienes de manera cierta las hayan solici­

tado. Además, la observancia de las propias normas de las redes so­ciales es determinante, por cuanto que muchas de ellas imponen pautas específicas a la hora de realizar sorteos, concursos o promo­ciones en su seno.

Por último, otro de los aspectos que marcan de manera absoluta el modus operandi del gestor de comunidades es el régimen de res­

ponsabilidad por los contenidos publicados por terceros en la web corporativa. Como principio general, está la no obligación de su­pervisión de los contenidos, es decir, no existe obligación de moni­

torizar todos y cada uno de los comentarios publicados por los

usuarios de una web, pero sí de proceder a su eliminación o mode­ración cuando los mismos sean de manera evidente vulneradores de derechos de terceros. En esta línea, aceptar las críticas y no cen­

surar comentarios contrarios a la propia marca tienen que ser nor­mas básicas de comportamiento del gestor.

Obviamente, los anteriores no son los únicos parámetros legales que

han de guiar el comportamiento del community manager, pero sí son

449

Page 70: Antología Módulo V

Uso profesional

posiblemente los que se repiten de modo recurrente en su trabajo dia­rio. Y todo ello porque, además de su propio talento, el conocimiento legal de su entorno es fundamental para el éxito de su actividad.

Consejos jurídicos para blogueros

Escribir un blog puede parecer algo sencillo a primera vista. Pero si nos detenemos a analizar cuántos de los que se actualizan a diario cumplen con la legalidad vigente, podremos percatarnos de que ha­

cerlo de manera legal no es tarea fácil. Según publicaba recientemente el sitio de internet www.pingdom.

com, el año 2010 terminaba con alrededor de 152 millones de blogs publicados en todo el mundo. Determinar cuántos de esos blogs son totalmente legales es prácticamente imposible. En cualquier caso,

dado que la mayor parte de las controversias y dudas vinculadas a su legalidad tiene estrecha relación con sus propios contenidos, esto es,

con si los textos e imágenes que el bloguero comparte en su blog vul­neran los derechos de algún tercero, ahí van una serie de consejos ju­rídicos para gestionar un blog legal:

El texto. Resulta obvio indicar que el autor de un texto es titular de los derechos y, al tiempo, el único legitimado para autorizar su re­

producción en cualquier otro lugar, incluidos otros blogs. No obs­tante, existe una serie de límites a los derechos de autor, tales como el «derecho de cita» o la «excepción de actualidad», que permiten

la reutilización de textos de terceros en ciertos supuestos:

El derecho de cita. Sin perjuicio de que cada legislación presente

sus propias particularidades, para que la cita sea lícita es preciso, en principio, que la obra original esté ya divulgada, se mencione la fuente y, sobre todo, se persigan fines docentes o de investiga­

ción. Sobre la base de esta última exigencia, no estarían incluidas

450

Page 71: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

un gran número de citas socialmente toleradas y que no se reali­zan en dicho ámbito, tales como las citas de versos o frases céle­bres de terceros al inicio de una entrada de un blog. La excepción de actualidad. Las distintas normas reguladoras de la propiedad intelectual permiten, aunque con ümites, la re­producción parcial en los medios de comunicación de trabajos y artículos sobre temas de actualidad. El problema radica en la exclusión de internet como medio de comunicación por parte de los tribunales, lo que parece hacer complicada esta vía.

Las fotografías y los dibujos. En este sentido es necesario destacar que, con carácter general, estos se hallan protegidos por las distin­tas legislaciones y tratados internacionales existentes en materia de propiedad intelectual. Por ello, es necesario desechar esa extendida idea de que las imágenes que se encuentran en internet son de libre uso. El bloguero que desee incorporar una fotografía, un dibujo o un gráfico de un tercero debe pedir permiso al titular de sus dere­chos para poder compartirlo en su blog. Cuestión distinta es que el autor de una fotografía o de un dibujo decida liberar su uso em­pleando una licencia abierta, Creative Commons o similar, en cuyo caso habría que atender a los términos concretos de dicha licencia.

Si bien es cierto que la anterior es la realidad jurídica, la práctica es bien distinta. Es habitual encontrar sitios webs que reutilizan fotogra­fías y contenidos de terceros, limitándose a citar su fuente. Pese a que se practica cierta tolerancia en este sentido, no existe sustento jurídico que ampare dicha práctica.

A esta situación debemos sumar la dificultad añadida de identifi­car, en ocasiones, a los titulares de una determinada obra. Es lo que se conoce como «obras huérfanas» (aquellas a cuyo autor resulta impo­sible localizar). Aunque este fenómeno no tiene una solución jurídica global, la Federación Internacional de Entidades de Derechos de Re­producción (IFRRO) abogaba recientemente por permitir el uso de

451

Page 72: Antología Módulo V

Uso profesional

dichas obras siempre que el usuario demuestre su buena fe en la bús­queda de los titulares de derechos antes de usarlas.

En definitiva, la consecuencia jurídica de desobedecer lo dicho an­teriormente, tanto en cuanto a los textos como a las imágenes, podría suponer la vulneración de los derechos de propiedad intelectual de sus autores y, en su caso, ser constitutivo del delito de plagio, si concu­rriesen elementos penales.

La mejor manera de evitar cualquier controversia a este respecto es la publicación de contenidos originales, sin perjuicio de que en nues­tro sistema jurídico la inspiración en obras pasadas sea libre, como reiteradamente han expuesto juzgados y tribunales. Como decíamos, no es tarea fácil la de actualizar un blog en los estrictos márgenes de la legalidad.

Diez consejos para evitar sustos en la red

Sin perjuicio de lo dicho anteriormente y a efectos de combatir tales tensiones

jurídicas y amenazas, es importante atender a los siguientes aspectos para evitar

sustos en Internet:

1 . Evitar navegar por sitios web a los que se tenga acceso únicamente a través

de enlaces sospechosos.

2. No acceder a páginas web de dudosa reputación o que, por su contenido,

sean claramente inapropiadas.

3. Actualizar el sistema operativo y las aplicaciones de los equipos informá­

ticos.

4. Descargar aplicaciones únicamente desde sitios web oficiales.

5. Utilizar tecnologías de seguridad, tales como antivirus, antimalware, siste­

mas de control parental, etc.

6. Evitar facilitar información personal a sitios web desconocidos o en formula­

rios cuya procedencia se ignore.

7. Tener precaución al clicar en los resultados devueltos por los buscado­

res web.

8. Aceptar solo contactos conocidos.

452

Page 73: Antología Módulo V

Aspectos jurídicos

9. Evitar la ejecución de archivos sospechosos: los ejecutables son una de las principales vías de Infección de equipos Informáticos.

1 O. Utilizar contraseñas robustas y evitar las que sean fácilmente deducibles por los demás.

Obviamente, el seguimiento de las anteriores recomendaciones no Implica la ausencia absoluta de conflictos en la navegación en Internet y en las redes socia­les, pero sí ayudan a mitigar sustos Indeseados del usuario en su dla a dla y en la interacción con otros usuarios. Junto a estas recomendaciones, el sentido co­mún es siempre el mejor aliado.

453

Page 74: Antología Módulo V

Capítulo 1 O _,

Etica de la docencia en la Universidad

l. De la minusvaloración de la docencia al derecho a la forma­ción de calidad

La enseñanza en la un iversidad tiene algunas pecul iaridades

que conviene tratar en un capítu lo aparte. La primera de ellas es

que, siendo la universidad una institución necesariamente docen­te (una universidad sin alumnos ¿merecería seguir llamándose uni­

versidad?), sin embargo viene arrastrando desde hace bastante

tiempo una mentalidad según la cual en el la se valora sobre todo

la investigación, mientras que la docencia queda relegada a un

segundo plano e incluso es despreciada por muchos profesores

universitarios como si se tratara de una carga insoportable que dis­

trae tiempos y energías con respecto a la actividad principal, que

sería la investigadora. Esto es especialmente evidente en los con­

cursos-oposición que se celebran desde hace décadas para cubrir

las plazas vacantes en los departamentos universitarios. Los tribu­

nales de ta les concursos, a pesar de lo que pueda seña lar la nor­

mativa vigente respecto a la necesidad de valorar debidamente los

méritos docentes y de poner atención a las habilidades relaciona­

das con la enseñanza que muestren los candidatos, en la práctica

acaban adj udicando las plazas, en el mejor de los casos, a quie­

nes poseen un buen currículo investigador y hacen caso omiso de

todo lo relacionado con la docencia. Otro síntoma de lo mismo es

que, a la hora de establecer baremos para la promoción interna,

los méritos de investigación sue len puntuar muy alto, mientras

que los méritos de enseñanza apenas cuentan.

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Martínez, E. (2011). Ética profesional de los profesores. (2ª edición). España: Desclée De Brouwer.
Carlos
Text Box
5.3 Ética de la docencia en la universidad Capítulo 10 Ética de la docencia en la Universidad
Carlos
Typewritten Text
Martínez, E. (2011). Ética profesional de los profesores. (2ª edición). España: Desclée De Brouwer.
Page 75: Antología Módulo V

244 ÉTI CA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

Este problema tiene varias raíces. Quizá la principal es que la

sociedad misma valora más los fru tos de la investigación que los

de la docencia, puesto que aque llos son mucho más objetivables

que estos. Un descubrimiento científico, una patente o unas publi­

caciones con cierto impacto en la comunidad científica, propor­

cionan a los investigadores una proyección nacional e internacio­

nal que tiende a ser amplificada por los medios de comunicación,

mientras que la buena enseñanza tiene una proyección general­

mente mucho menor, puesto que su impacto se aprecia únicamen­

te en el largo plazo y no se sustancia en productos concretos,

como ocurre con los avances de la investigación. Por otra parte,

este fenómeno de la escasa valoración de la docencia en compa­

ración con un mayor aprecio social y mediático de la investiga­

ción, podría estar relacionado con el hecho de que hasta ahora no

se han desarrollado proced imientos fiables para medir con la

mayor objetiv idad posible la cal idad de la enseñanza, mientras

que sí se han establecido criterios y baremos bastante objetivos

para medir la calidad de la investigación.

También es preciso reconocer que la investigación es una acti­

vidad generalmente más compleja, económicamente más costosa

y que prec isa de un mayor esfuerzo de formación que el que se

necesita generalmente para la enseñanza. La investigación suele

consumir muchos más recursos que la enseñanza y trata de reclu­

tar a los mejores titu lados de cada espec ialidad, a los que tienen

un historial académico de mayor excelencia y poseen unas capa­

cidades especializadas. Mientras que la docencia tiene una ima­

gen social dañada por diversas experiencias negativas que cual­

quier persona ha podido tener a lo largo de su vida. Una muestra

de esa imagen dañada la tenemos en diversos refranes y citas inge­

niosas en las que se hace burla de la enseñanza. Por ejemplo, esta

se atribuye a Osear Wilde: "Nada que valga la pena se puede

enseñar" . Y esta otra es de origen anónimo: "El que val e, ejerce, y

el que no, enseña" .

Afortunadamente, son muchas más las citas elogiosas, de la

educación en genera l y de la enseñanza en particu lar, que las que

denigran esta labor, como puede comprobarse con cualquier bús­

queda en las fuentes de información habituales. En cualquier caso,

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 76: Antología Módulo V

ÉTICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 245

no cabe duda de que la investigación goza de mayor prestigio

social que la docencia, y por ello no es de extrañar que la mayoría

de los profesores universitarios lleguen a preferir que se les identi­

fique primordialmente como investigadores, aunque teóricamente

compartan al cincuenta por ciento las dos tareas.

Una reflexión ética sobre la enseñanza en la universidad tiene

que empezar por reconocer que existe esa cultura institucional

de minusvaloración de la docencia (H ORTAL, 2000, 71; ZABALZA,

2003, 64) y a partir de ahí afrontar el reto que supone convencer

a los profesores universitarios de que existen muy serias razones

para cambiar esa cultura establecida dando paso a una nueva

mentalidad en la que se integren /a docencia de calidad y la exce­lencia en investigación como las dos caras de una misma moneda

(MAURI, 2003, 144). Porque la identidad profesional del profeso­

rado universitario no puede prescindir de ninguna de las dos

facetas, y en ambas resulta exigible el máximo nivel de calidad

posible. Y también porque el alumno universitario tiene todo el

derecho a reclamar una docencia de calidad impartida por profe­

sores competentes, que compaginen su labor investigadora con

la enseñanza.

Comparto plenamente la opinión, probablemente muy exten­

dida entre los mejores profesores universitarios que conozco, de

que no se puede ser un buen docente universitario si no se es al mismo tiempo un buen investigador, aunque ciertamente es posi­

ble lo inverso, como muestra a menudo la experiencia de tantos

buenos investigadores que en el papel de profesores dejan mucho

que desear. Ahora bien, como el nombre mismo indica, el profe­

sor universitario es ante todo un profesor, y si quiere mantener

esta denominación y hacer honor a ella, debería asumir de buen

grado que /a investigación y la docencia han de ir a la par en su curriculum vitae y en sus buenas prácticas cotidianas.

Si el profesor universitario odia la enseñanza, o la menosprecia,

más vale que busque cuanto antes un puesto en un centro de inves­

tigación ajeno a la universidad o que se acoja cuanto antes a algu­

na de las nuevas f iguras contractuales de la propia universidad que

permiten prescindir casi completamente de la dedicación docente.

Porque la universidad es, al mismo tiempo, una institución docen-

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 77: Antología Módulo V

246 ÉTICA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

te e investigadora de modo inseparable, dado que su interés en la

calidad de la enseñanza le lleva necesariamente a interesarse por

la investigación y la neces idad de dar continuidad a la investiga­

ción le conduce inevitablemente a interesarse por la enseñanza.

Pero es que además, desde sus inicios, la universidad ha tenido a

su cargo la misión de formar profesionales de alto nivel técnico y

moral para servir a la sociedad y a la humanidad, de modo que la

enseñanza no puede ser pa ra ella únicamente un medio para pre­

parar nuevos investigadores, aunque también, sino que ha de ser

la actividad principal de la institución, si es que desea mantener

una identidad que se ha fraguado a lo largo de los siglos.

Todo esto se verá más claro, probablemente, si nos pregunta­

mos ¿cuáles son los bienes internos de la profesión de profesor

universitario? y ¿en qué medida se puede hacer compatible la pro­

moción de los bienes propios de la actividad docente con los de la

actividad investigadora? Al responder a estas cuestiones estaremos

en el camino adecuado para sentar las bases de una ética de la

docencia universitaria.

11. Los bienes internos de la universidad

Toda profesión tiene unas metas específicas o bienes internos

que le proporcionan sentido y legitimidad social. En el caso de la profesión de profesor universitario esos bienes internos vienen fija­

dos por la identidad de la institución universitaria de la que for­

man parte, puesto que no es posible tener esta profesión si secare­ce de vincu lación con la universidad. La universidad tiene como

bienes internos, desde su fundación a finales de la edad media, la

formación de profesiona les altamente especial izados en alguna

parcela del saber, capaces de ofrecer un servicio competente y responsable a la sociedad, conforme a los usos y tradiciones de

los colectivos profesionales (HORTAL, 2000, 71 ). Desde su crea­

ción, la institución universitaria acogió la investigación en los

ámbitos relacionados con sus enseñanzas como una parte indis­

pensab le de su labor formativa, puesto que pronto se percataron

sus protagonistas de que era absolutamente necesario investigar

para poder mantener un alto nivel de cal idad en sus enseñanzas.

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 78: Antología Módulo V

¿TICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 247

Posteriormente, y en un segundo plano, las universidades han ido

adquiriendo otras tareas sociales relevantes, como la difusión de

la ciencia y la cu ltura, el asesoramiento experto a empresas e ins­

tituciones públicas, etc. (CORTINA, 2003a)

El término " universidad" procede de la expresión latina "un iver­

sitas" que sign ifica "totalidad", el conjunto completo de individuos

que comparten una determinada característica. Entre los siglos XII

y XIII, este término comenzó a utilizarse en la expresión"universitas magistrorum atque scholarium'; que significa totalidad de maestros y discípulos, esto es, la corporación en la que se congregan maes­

tros y estudiantes, agrupados en escuelas o facultades. Entre las pri­meras universidades, algunas fueron universitas scholarium, mien­

tras que otras se constituyeron como universitas magistrorum, dependiendo de que la iniciativa principal fuese de los discípulos,

que buscaban y elegían a sus maestros, como en el caso de Bolo­

nía, o bien se tratase de una agrupación de maestros a disposición

de los discípulos, como en el caso de París (MONDOLFO, 1966, 1 0).

Así pues, al menos en cuanto al signifi cado originario de la expre­

sión, la universidad nace con la impronta de la relación de docen­

cia que se establece entre el colectivo docente y el discente. Y aun­

que no es cuestión de aferrarse fanáticamente a identidades tradi­

cionales u originarias, sí que conviene llamar a las cosas por su

nombre, y en este sentido no cabe duda de que el término " univer­

sidad" se refiere a un tipo de instituc ión en el que la docencia ocu­

pa un 1 ugar central.

A lo largo de los siglos, la universidad ha evolucionado y con­

tinúa haciéndolo para adaptarse a las circunstancias históricas. La

profesora CORTINA (2003a) ha seña lado tres etapas principales en

dicha evo lución. Dos de ellas ya se han realizado, y la tercera

podría estar en sus inicios y desarrollarse a partir de ahora:

a) La universidad medieval y renacen tista se mantuvo estre­

chamente ligada a la misión de formar profesionales para las más

altas responsabilidades de la época, como juristas, médicos y

teólogos. Reclamó para sí la mayor independencia posible res­

pecto al poder po lítico y religioso, estab leciendo una frontera

nítida entre el recinto universitario y el entorno, además de obte­

ner el monopolio para otorgar la licentia docendi (licencia para

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 79: Antología Módulo V

248 ~TICA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

enseñar) y la facultas (licencia para ejercer determinadas profe­

siones). Además, la universitas scholarium se constituye como

studium genera/e, es decir, abierto a toda persona interesada, a

diferencia de los gremios de oficios, que limitaban la entrada de

nuevos miembros.

b) La universidad liberal, de principios del siglo XIX, cuyo

modelo inicial fue la Universidad de Berlín (1809), se inspira en

los principios de la búsqueda de un saber unificado y sistemático.

El término universitas se comprende ahora como totalidad de los

conocimientos (universitas scientiarum), y no como totalidad de

las personas interesadas en ellos. Para lograr semejante saber uni­

versal, se insiste en la práctica de una libertad y generosidad que

son imprescindibles como rasgos característicos del ethos univer­

sitario. En este modelo, tres tareas se consagran como propias de

la universidad: 1) la investigación, 2) la trasmisión del saber a las

generaciones siguientes y 3) el fomento del debate público

mediante procesos de diálogo abierto, libre, reflexivo, crítico,

basado en argumentos y con actitud de honesta búsqueda de la

verdad. Esta última tarea de servicio educativo para toda la comu­

nidad, de promoción de los procesos deliberativos para afrontar

los problemas sociales, es una característica novedosa de este

período liberal que no debería perderse. Porque aporta un valor

incalculable a las sociedades pluralistas y democráticas moder­

nas, que necesitan gestionar bien sus diferencias internas para

poder sobrevivir y prosperar sin renunciar al pluralismo, a la liber­

tad y a la democracia respetuosa con las minorías.

Este modelo de universidad, que en gran medida es el que rige

actua lmente en numerosas universidades del mundo, se ca racteri­

zaba en un principio por su insistencia en formar personas cultas

en el más amplio sentido de la palabra, en lugar fomentar una

especialización excesiva que fácilmente conduce a que los egre­

sados sean personas incapaces de participar activa y críticamente

en la vida social y cultural. Un especialista que sea experto en un

campo del saber y un completo ignorante en los demás saberes,

no es un auténtico universitario, sino más bien ese "hombre masa"

que describe Ortega y Gasset como "nuevo bárbaro" y como ger-

~TICA DE LAS PROFESIONES

Page 80: Antología Módulo V

~TICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD

men del totalitarismo: un hombre sin conciencia de su historia, sin

proyecto de futuro, sin horizontes, sin cultura. De ahí que, como

afirmó el propio Ortega y Gasset y también Aranguren, la misión

de la universidad no debería limitarse a formar al universitario

como científico con orejeras, sino como una persona culta, por­

que la cu ltura no es la ciencia, sino el sistema completo de ideas y

creencias de cada tiempo, que nos salva del naufragio vital.

Sin embargo, el modelo de universidad liberal entró en una

profunda crisis a partir del momento en que se disuelve la idea de

una universitas scientiarum y se empezó a admitir una radica l

separación entre distintos tipos de saberes, dando lugar, entre otras

cosas, a la escisión entre universidades " politécnicas" y " litera­

rias", a una excesiva burocratización y fragmentación administra­

tiva, a una peligrosa dependencia de intereses particulares, tanto

económicos como políticos y religiosos y, en general, a una pérdi­

da de la capacidad de adaptación de la universidad a los proble­

mas reales de la sociedad. Recordemos el conoc ido dicho: " la

sociedad tiene problemas, la universidad tiene departamentos" .

De ahí que sea necesario encarar los nuevos tiempos convirtien­

do, en la medida de lo posible, los restos retorcidos del modelo de

universidad liberal en un renovado modelo republicano, en el sen­

tido que exponemos a continuación.

e) El modelo de universidad republicana es presentado por la

profesora Cortina como un desideratum, más que como una reali­

dad efectiva. Con este modelo, que ojalá sea el emergente para

bien de la humanidad y de la propia universidad, se pretende corre­

gir algunos de los defectos de los modelos anteriores y proyectar

hacia el futuro un tipo de universidad que esté a la altura de las

necesidades y de la conciencia ética de nuestra época. Tal universi­

dad "republ icana" tomaría su apelativo de la noción ética de repu­

blicanismo como ideal de no dominación: se trata de transformar

las estructuras universitarias y la mentalidad de sus protagonistas

para promover ese tipo de libertad que consiste en que ninguna

persona vea recortadas o anuladas sus opciones de un modo arbi­

trario, abusivo, injusto. Para ello es necesario terminar de una vez

con las relaciones de tipo feudal o caciquil que a menudo se obser-

~TICA DE LAS PROFESIONES

249

Page 81: Antología Módulo V

250 t!:TICA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

van en los departamentos universitarios, y a veces también en las

aulas y en las relaciones que mantienen los profesores de universi­dad con otros colectivos profesionales. Una universidad republica­

na se caracteriza también por rasgos como los siguientes:

• Volver a entender la "universitas" como universalidad del saber,

tal como hizo el modelo de universidad liberal en sus inicios.

La especialización no debe llevar a perder la unidad profunda

de la razón humana, que se expresa de diversas formas pero

sigue siendo la clave para entendernos y para convivir con jus­ticia. La razón. humana es una, aunque sus usos sean múltiples,

de modo que no tienen fundamento alguno las escisiones

tajantes entre cienc ias y humanidades. Menos todavía en una

época como la nuestra, en la que se descubre la necesidad

imperiosa de practicar la interdisciplinariedad para encarar los

complejos problemas que nos aquejan. La universidad ha de

recuperar la interdisciplinariedad y la apertura a la democracia

para que ésta funcione correctamente.

• Entender, al mismo tiempo, la "universitas" como totalidad de

la humanidad, de modo que los beneficiarios potenciales de

los servicios que presta la universidad sean todas las personas,

incluyendo las generaciones futuras. Los conocimientos y acti­

tudes positivas que ha de desarrollar y transmitir la universidad

han de estar abiertos a todos, sin consideración de privilegios

ni de fronteras, porque el patrimonio que administra la univer­

sidad es la herencia de las generaciones anteriores y por ello

no debería ser privatizado o de acceso restringido para grupos

privilegiados, sino puesto al servicio de la humanidad sin dis­criminaciones arbitrarias.

• Establecer unas relaciones éticas internamente, atend iendo a

los intereses de todos los afectados: profesores, alumnos, per­

sona l administrativo, comunidad del entorno, etc. Para ello es

preciso revisar continuamente las relaciones de poder que se

establecen entre los colectivos que conforman la comunidad

universitaria, y entre estos y el resto de la sociedad, con el fin

de evitar los abusos y malas prácticas.

• Avanzar hacia una organización ágil, no burocratizada. Elimi­

nar las rigideces que a menudo impiden o dificultan el trabajo

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 82: Antología Módulo V

ÉTICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 257

esencial, que es la enseñanza, la investigación y la promoción

del saber y del debate público. Es necesario que las estructuras

de poder y los órganos administrativos (consejos de departa­

mento, juntas, comisiones, cargos directivos, etc.) estén al ser­

vicio de esas tareas esenciales, y no al revés, como ocurre a

menudo. Las unidades universitarias básicas deberían ser los

grupos de investigación, libres y flexibles, sin que importe la

cantidad de quienes los forman, sino la calidad del trabajo que

realizan. Por el contrario, la actual estructura departamental es

rígida y se presta a servil ismos feudales que en nada contribu­

yen a la mejora del servicio universitario. La rigidez administra­

tiva es un obstáculo para avanzar hacia la interdisciplinariedad

que se precisa para abordar la complejidad de los problemas.

• Otorgar prioridad a las personas y a las actividades sobre los

órganos administrativos significa, entre otras cosas, que los

órganos de gobierno deberían ser facilitadores y coordinadores

de las tareas que llevan a cabo los profesores y estudiantes, y no los únicos que deciden lo que ha de hacerse en cada caso.

La universidad debería avanzar en la línea de convertirse en

una comunidad en la que sus miembros no temen la interfe­

rencia arbitraria de los poderosos de turno.

• Autonomía responsable. La universidad ha de tener autonomía

para organ izarse internamente y para admin istrar sus recursos,

pero también ha de estar dispuesta a rendir cuentas ante la

sociedad, de un modo responsable, del uso que hace de los

recursos que la propia sociedad le proporciona, y de la conse­

cución de las metas que le corresponden como institución.

Por ello ha de estar dispuesta a someterse a auditorías externas

y a otros tipos de controles de ca lidad suficientemente con­

trastados.

• Existencia de cauces de expresión del plura lismo real de opi­

niones ex istente en la comunidad académica. Ninguna comu­

nidad realmente moderna es monolítica, y la universidad ha

sido casi siempre una comunidad abierta y plural. En las comu­

nidades académicas existe una amplia pluraridad de sensibili­

dades que pueden convivir si todos sus miembros aceptan un

mismo marco de valores y normas básicas de respeto y colaba-

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 83: Antología Módulo V

252 ÉTICA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

ración. Dentro de ese marco básico de convivencia, que exclu­

ye actitudes de violencia, de odio y en general de falta de res­

peto a las personas, es preciso que todos los grupos e indivi­

duos tengan oportunidades semejantes para participar en el

debate abierto que se precisa para la mejora continua. No debe

confundirse el pluralismo universitario con el pluralismo de

partidos políticos o de sindicatos, aunque este último es una

parte de aquél.

• Difusión de la cultura en una sociedad que la necesita para

vivir. La universidad del presente y del futuro ha de estar muy

atenta a las necesidades de todo tipo de público que desee par­

ticipar del saber, como por ejemplo los jubilados o los profe­

sionales que desean ampliar sus estudios.

• Mayor conexión con la sociedad del entorno y con universida­

des de todo el mundo. La universidad debería hacer un esfuer­

zo mucho mayor por conectar con las necesidades y proble­

mas de la sociedad local , a través de iniciativas novedosas de

cooperación para resolver problemas locales, y con la comuni­

dad mundial, a través de iniciativas de cooperación al desarro­

llo, de apoyo a universidades de los países empobrecidos, etc.

En definitiva, desde el punto de vista ético es necesario atender

a la revitalización moral de la institución universitaria, pero este

objetivo sólo será alcanzable en la medida en que los universita­

rios, los profesores muy especialmente, se tomen en serio el com­

promiso con los valores y principios de la universidad republica­na. Por esa razón, el ethos del profesor universitario ha de adoptar

los contenidos de este modelo de universidad como parte insosla­

yab le de lo que significa, en la actualidad, ser un profesor univer­

sitario éticamente responsable.

111. La profesión de profesor universitario

Existen diversas figuras de profesor universitario, pero aquí

vamos a centrarnos en la más frecuente, que es la de alguien que ocupa un puesto docente a tiempo completo en un centro de enseñanza "superior" (pongo entre comi llas este ca lificativo por-

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 84: Antología Módulo V

ÉTICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 253

que lamentablemente tiene connotaciones perversas2). En dicho

centro se espera de él, básicamente, que enseñe ciertas materias

de su especia lidad y que mantenga en vigor alguna línea de

investigación . Se le contrata, por tanto, para que desempeñe dos

actividades muy diferentes, pero ambas relacionadas con el

saber, y se espera que las cu ltive simultáneamente y con el máxi­

mo de excelencia de que sea capaz. El contratado comprende

que, si descuida alguna de las dos tareas de modo permanente,

no podrá cons iderarse un buen profesor universitario. Conforme

a estas premisas, los bienes internos de esta profesión se sitúan

en la conjunción de las metas de la docencia y las de la investi­

gación. Pero esta conjunción no debería ser una mera yustaposi­

ción, sino más bien una integración o síntes is que no siempre es

fácil de conseguir.

Como docente en un nivel de la enseñanza al que suele lla­

marse "superior", el profesor universitario está llamado a comple­tar la formación de los alumnos como profesionales de alto nivel,

pero sin descuidar la vertiente de su formación como personas y

como ciudadanos que muy probablemente serán los dirigentes

de la sociedad en el futuro. En cambio, como investigador se

espera de él que amplíe cuanto pueda los conocimientos meto-

1. Quizá la más injusta de tales connotaciones perversas sea que se confunda "lo superior", que en realidad se refiere a " lo posterior", es decir, a la ense­ñanza que va necesariamente detrás de las demás, puesto que se construye sobre los cimientos que ellas aportan al aprendiz, con "lo más valioso". Esta connotación existe pero es injusta, puesto que no hay razón para afirmar que la última fase, cronológicamente hablando, de la enseñanza, tenga que ser necesariamente la más valiosa. Una prueba de que esta confusión se da real­mente, al menos en nuestra lengua, la encuentro en que se utilice a menudo una terminología que nombra como "enseñanza no universitaria" al conjunto de las enseñanzas infantil , primaria y secundaria, como si estas enseñanzas iniciales no tuviesen identidad propia, sino que tuviesen que ser nombradas en negativo. Es cierto que la enseñanza universitaria goza de mayor prestigio social y que en principio resulta más costoso llegar a ser profesor universitario que docente de los otros niveles de enseñanza, pero ello no es suficiente razón para considerar que la enseñanza en las etapas infantil, primaria y secundaria sea una actividad de valor "inferior" al que tiene la enseñanza "superior", puesto que la responsabilidad que asumen los profesores en los niveles iniciales de la enseñanza es mayor que en el nivel universitario, dado que está en sus manos, junto con la familia, el correcto desarrollo de cada persona desde los primeros años hasta la edad adulta.

ÉTI CA DE LAS PROFES I ONES

Page 85: Antología Módulo V

254 ÉTICA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

dológicamente contrastados y controlados (HORTAL, 2000, 70),

esto es, que produzca aportaciones concretas al patrimonio del saber fiable acumulado hasta ahora por la humanidad. En algu­

nas tareas concretas, como la dirección de tesis de doctorado, las

facetas docente e investigadora se funden en una sola, pero

durante la mayor parte de su horario laboral ambas facetas per­

manecen separadas, de modo que el profesor universitario tiene

que aprender, desde sus primeros años de ejerc icio profesional, a

alternar los dos tipos de actividades a lo largo de su jornada labo­

ral, sin dejarse vencer por el cansancio físico y psíqu ico que esta

alternancia supone. Cuando el estrés acecha, el profesor universitario suele descui­

dar temporalmente una de las dos, y suele cu lpabilizarse por ello

si ha desarrollado cierto grado de sensibilidad ética. No obstante,

una vez superadas las urgencias que provocaron ese descuido de

una de las tareas, el buen profesional suele encontrar de nuevo un

aceptable equ ilibrio de tiempos y esfuerzos dedicados simu ltá­

neamente a la docencia y a la investigación. Aquí encontramos, a

mi modo de ver, una primera clave de la ética del profesor univer­

sitario que vamos a expresar en forma de imperativo: Reparte tu dedicación profesional de un modo equitativo entre la docencia y la investigación, procurando adoptar el ethos de excelencia en ambas actividades.

Ese primer imperativo ético para la profesión de profesor uni­

versitario puede que no sea nada fácil de cumplir, puesto que a

veces las condiciones laborales le sobrecargan con tanta docencia

que apenas le queda tiempo para investigar, o bien se comprome­

te tan a fondo con la investigación que la calidad de la enseñanza

se resiente gravemente. En tales casos, el profesional éticamente

responsable debería anal izar en conciencia cuá l es exactamente

la situación que le impide compaginar adecuadamente las dos

tareas y a continuación coord inarse con sus compañeros para

reclamar los cambios estructurales que sean oportunos, de modo

que sea posible para todos una fecunda integración de la investi­

gación y la docencia en el horario y calendario laborales.

Augusto H ORTAL (2000, 71) señala acertadamente que la face­

ta de investigador ayuda a la de profeso'r de diversas maneras. En

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 86: Antología Módulo V

ÉTICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 255

primer lugar, manteniendo al día los conocimientos que en su

día adquirió el profesor en su área de especialidad, de modo que

lo que enseñe a sus alumnos no sea nunca un saber obsoleto,

sino lo más actualizado posible. En segundo lugar, la familiari ­

dad con la investigación permite que el profesor univers itario

transmita a susalumnos que la ciencia es un proceso inacabado

y permanentemente abierto, en lugar de un conjunto de conoci­

mientos estereotipados y dogmáticamente fijados. Una buena

integración de la investigación con la docencia es muy sa ludable

para una enseñanza universitaria de ca lidad. Pero, como el mis­

mo Hortal señala, tal integración no es fácil para muchos profe­

sores universitarios, puesto que acaban enseñando a sus al u m nos

como si todos ellos se fueran a dedicar a la investigación, cuan­

do en realidad la mayor parte de ellos pretende dedicarse al ejer­

cicio profesional. Por tanto, un segundo imperativo ético del pro­

fesor universitario podría ser formulado de este modo: Seleccio­

na los conocimientos y el modo de enseñarlos a los alumnos con­

forme a criterios adecuados para el objetivo de formar profesio­

nales responsables, dispuestos a servir a la sociedad y a la huma­

nidad.

No hacerlo así constituye en cierto modo un fraude al alumna­

do, puesto que empeñarse en formar a todos como a futuros inves­

tigadores impedirá en la práctica que muchos de ellos puedan

adquirir los conocimientos y capacidades idóneos para el ejerci­

cio profesional establecido, aparte de despertar en ellos unas

expectativas de trabajo investigador que únicamente estarán al

alcance de unos pocos.

Otro aspecto importante de la profesión de profesor universita­

rio es la responsabilidad que tiene este tipo de profesional en rela­

ción con la formación de los futuros dirigentes de la sociedad. El

paso por la universidad es la última oportunidad formativa que

van a tener muchos jóvenes antes de dedicarse a tareas profesio­

nales que afectarán a numerosas personas y al bien común. De

ahí la necesidad de que esa formación sea lo más completa posi­

ble en los dos aspectos básicos y complementarios de toda profe­

sión : el aspecto técnico y el ético. Como profesores universitarios

no deberíamos conformarnos con formar a los alumnos como

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 87: Antología Módulo V

256 ~TICA PROFES I ONAL DE LOS PROFESORES

meros expertos en una determinada profesión, sino que al mismo

tiempo deberíamos atender a que pongan sus conocimientos al

servicio de los beneficiarios de la misma y de la humanidad en

general, dedicando tiempos y actividades específicas a la forma­

ción ética del alumnado. Esta idea puede ser formu lada también

en forma de imperativo ético: Ejerce la docencia atendiendo a la

mejor formación posible del alumnado en los aspectos técnicos y éticos de la profesión, de manera que lleguen a ser profesionales

técnicamente capaces y éticamente íntegros.

Para poner en práctica este imperativo, lo esencial será que el

propio profesor universitario sea un buen ejemplo de profesional

capaz e íntegro, pero también será necesario -insisto en el lo- que

programe la enseñanza de tal modo que reserve espacios formati­

vos para conocer las dimensiones éticas de la profesión y para

entrenar a sus alumnos en el anál isis de los problemas éticos más

frecuentes. Esto implica que todo profesor universitario -como

cua lquier otro profesional bien formado- ha de tener una forma­

ción ética específica en relación con la profesión en la que se

están formando sus alumnos. Dicha formación no se puede

improvisar a base de leer un código deontológico o de asisti r a

una conferencia sobre el tema, sino que ha de ser fruto de un pro­

ceso de estudio, reflexión y del iberación en grupo que só lo es

posible en el contexto de un curso especial izado sobre la ética

profesional de que se trate.

IV. Compromisos éticos básicos de los profesores universitarios

Margarita MAURI (2003, 146) propone una serie de "deberes

del docente universitario" que yo prefiero denominar "compromi­

sos éticos", porque si bien son deberes u obligaciones que ha de

respetar el profesor universitario, por mi parte quiero subrayar más

bien el aspecto que se refiere al compromiso ético que se asume

implícitamente al ingresar en esta profesión: un compromiso con

la excelencia profesional. A partir de las observaciones de esta

autora, pero introduciendo mis propias matizaciones y añadiendo

otras por mi cuenta, voy a enumerar los sigu ientes compromisos

éticos de la profesión de profesor universitario:

~TICA DE LAS PROFESIONES

Page 88: Antología Módulo V

ÉTICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 257

1) Seleccionar y ofrecer los contenidos académicos de la materia

de que se trate teniendo muy presente la diversidad del alum­

nado, sus conocimientos previos y la presumible capacidad de

comprensión que tengan.

2) Secuenciar los contenidos en un programa estructurado con

arreglo a criterios claros y razonables.

3) Recomendar una bibl iografía seleccionada, que permita al

alumno seguir ampliando sus conocimientos sobre los temas

de estudio. El profesor deberá conocer dicha bib liografía y pro­

curar que sea asequible de algún modo a los alumnos (por

ejemplo, asegurándose de que está disponible en la biblioteca

de la propia universidad).

4) Atenerse a lo largo del curso a lo anunciado en el programa de

la asignatura, salvo en casos debidamente justificados, inclu­

yendo el compromiso de desarrollar el programa hasta el final.

5) Al comienzo del curso, el profesor habrá de explicar claramen­

te cuáles van a ser los procedimientos de evaluación y califica­

ción final de la asignatura, y se compromete a respetarlos.

6) Transmitir los conocimientos observando ciertas condiciones

en cuanto a la forma y el contenido. En cuanto a la forma, es

preciso comunicar al alumnado que uno aprec ia, o al menos

respeta, las teorías y los autores objeto de estudio, aunque no

necesariamente esté de acuerdo con ellos. En cuanto al conte­

nido, el profesor no debería manipular o desfigurar las teorías y

autores estudiados, ni atribuirse la autoría de textos o ideas que

haya tomado de otros. Es obvio que ningún profesor puede

separar completamente los contenidos que enseña y su actitud

hacia ellos, puesto que siempre dejará traslucir, aunque preten­

da ocultarlo, sus simpatías y antipatías ante determinadas teo­

rías y autores que forman parte del programa de estudios. Por

ello es exigible que sea explícito en esos aspectos, tratando de

dejar clara a los alumnos una doble perspectiva: por un lado,

los datos objetivos de cada teoría y autor estudiados; por otro

lado, la interpretación y actitud personal del profesor ante cada

autor y teoría (ROMÁN, 2003, 51).

7) En relación con la evaluación, hay que tener presente que: A)

Nunca se eva lúa a la persona del alumno, sino únicamente su

ÉTICA DE LAS PROFESIONES

Page 89: Antología Módulo V

258 ~TICA PROFESIONAL DE LOS PROFESORES

rendimiento académico mostrado en determinados ejercicios o

pruebas. B) La evaluación y calificación subsiguiente han de ser

justas, tanto por el tipo de aspectos y pruebas que intervienen

en la evaluación (trabajos escritos, intervenciones orales, exá­

menes, etc.), como por el modo de evaluar (de acuerdo a crite­

rios razonables y previamente conocidos. Con respecto a las

pruebas de evaluación, es preciso que sean diseñadas y corregi­

das de un modo acorde a los contenidos realmente enseñados y

al nivel de exigencia con el que han sido impartidos, así como

mantener la ecuanimidad (evitar favoritismos y represalias en el

momento de evaluar) y no demorarse excesivamente en devol­

ver las pruebas debidamente corregidas a los alumnos, para que

puedan conocer sus fallos y aciertos en un tiempo cercano al

del aprendizaje de los contenidos.

8) En el á~r]bito de la tutoría personal, generalmente realizada en

el despacho del profesor dentro de su horario laboral semanal,

el profesor ha de atender las consultas de su alumnado con el

máximo de interés y de respeto, comprometiéndose a mante­

ner la confidencialidad de todo cuanto pueda comunicarle el

alumno, con la única excepción de que el mantenimiento del

secreto profesional pueda ocasionar daños a terceros, al propio

alumno, o a la seguridad del profesor.

9) Además de los compromisos más directamente relacionados

con la docencia, que hemos mencionado en los ocho puntos

anteriores, el profesor universitario es también un investigador,

y como tal se compromete a mantenerse al día en los avances

de su especialidad y en cómo enseñarla más eficazmente, ade­

más de adentrarse en alguna línea de investigación con el

mayor rigor y entusiasmo de que sea capaz, con el fin de hacer

aportaciones significativas en su campo. Para ello necesitará

generalmente subvenciones que pueden venir de la adminis­

tración pública o del capital privado, pero tales ayudas no

deberían mermar la autonomía del investigador para trazar sus

objetivos de investigación y para seleccionar los medios que

estime más idóneos, sin otras limitaciones que las que sean

legalmente vinculantes por razones del bien común.

~TICA DE LAS PROFESIONES

Page 90: Antología Módulo V

ÉTICA DE LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD 259

1 O) Ser profesor universitario también lleva consigo cierta respon­

sabilidad en cuanto a proporcionar a la opinión pública opor­tunidades de estar informada de algunos temas especialmente difíciles (por ejemplo, el debate sobre los organismos transgé­nicos, la investigación con embriones humanos, los riesgos del cambio climático, etc.). En ese tipo de cuestiones se espera del profesor universitario una asesoría serena y ponderada, basada en datos objetivos y en reflexiones atentas a los va lores de la dignidad humana y la justicia social. En este ámbito, la ética personal del profesor universitario puede ser: o bien más con­

vencional, pendiente únicamente de los intereses genera les del

propio país o región, o bien más postconvencional, mucho más sensible a las injusticias que existen en el nivel mundial. Es

mucho más deseable éticamente que el profesor universitario se sitúe claramente en el nivel postconvencional, pero ha de

ser consciente de que tal compromiso conlleva ciertos riesgos,

puesto que en determinadas circunstancias puede conducir a

que los poderes fácticos adopten represalias contra quienes denuncian pacíficamente las injusticias, y especialmente si lo hacen con el rigor y autoridad que se atribuye al profesorado

universitario. Esas represalias, en muchos casos, se manifiestan en el silenciamiento mediático, en el boicot, en ningunear y ridiculizar al profesor crítico, etc. En casos extremos, como las

dictaduras o regímenes totalitarios, los profesores universitarios

críticos pueden acabar exiliados, o "desaparecidos" y asesina­dos. Aunque estas situaciones heroicas no son exclusivas de

los profesores universitarios, sirvan estas líneas a modo de reco­

nocimiento y homenaje a quienes vivieron su profesión y su vida con semejante altura moral.

ÉTICA DE LAS PROFESIONES