Antes de lamentarse. spanish. español
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w w w . h a r u n y a h y a . c o m / e s
Primera edicin en turco: Julio de 1999.-Primera edicin en ingls: Febrero de 2001.-
Segunda edicin en ingls: Noviembre de 2002.-Traduccin del ingls al castellano: Abu Dharr Manzolillo Julio de 2003
Buenos Aires Argentina
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ANTESDE
LAMENTARSE
HARUN YAHYA
Dijo (el profeta): Seor! Auxliame, que medesmienten. Dijo (Dios): Un poco ms y se
arrepentirn (Corn, 23:39-40)
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ACERCA DEL AUTORQuien ahora escribe bajo el seudnimo de HARUN YAHYA, naci en Ankara
en 1956. Complet sus estudios primarios y secundarios en Ankara, estudi artesen la Universidad Mimar Sinan de Estambul y filosofa en la Universidad deEstambul. Desde el decenio de 1980 publica muchos libros sobre temas polticos,cientficos y relacionados con la fe. Es una persona bien conocida como autora deimportantes trabajos que revelan la impostura de los evolucionistas, la invalidez desus supuestos y las tenebrosas vinculaciones entre el darwinismo y las ideologascruentas como el fascismo y el comunismo.
Su seudnimo se compone de los nombres Harun (Aarn) y Yahya (Juan) enmemoria de los dos estimados profetas que lidiaron con la falta de fe de suspueblos. El sello usado por el Profeta de los musulmanes, poseedor de la sabidurams elevada y de la perfeccin moral, que aparece en la cubierta de sus libros, esun smbolo que se relaciona con el contenido de los mismos: representa al Corn (laltima Escritura) y al Profeta Muhmmad (el ltimo de los profetas). Bajo la gua delCorn y de la Sunnah (es decir, de las enseanzas del Profeta) el autor se proponerefutar cada pilar fundamental de las ideologas ateas y quedarse con la ltimapalabra, puesto que ya nadie podr recurrir a objeciones en contra de la religin.
Todos los trabajos de Harun Yahya comparten un solo objetivo: comunicar elmensaje del Corn y animar a los lectores a considerar las cuestiones relacionadascon la fe, como ser la Existencia y Unidad de Dios, la Otra Vida, etc. Asimismo,expone los fundamentos endebles de los sistemas ateos y de las ideologaspervertidas.
Harun Yahya es muy ledo en muchospases, desde la India hasta los EEUU,desde Gran Bretaa hasta Indonesia,desde Polonia hasta Bosnia, desde
Espaa hasta Brasil. Algunos de sustrabajos estn disponibles en ingls, francs,
alemn, espaol, italiano, portugus, urd,rabe, albans, ruso, serbocroata (bosnio),
polaco, malayo, uygur, turco e indonesio.Estos escritos son muy apreciados entodo el mundo a la vez que sirvieron
y sirven para que mucha genterecupere su fe en Dios o la
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acreciente gracias a la reflexin. El sentido comn y el lenguaje sencillo queexhiben los libros de Harun Yahya, junto con un estilo peculiar de fcilcomprensin, tienen un efecto directo sobre sus lectores. Si los crticos de la religinlos consideran con la debida atencin, se vern imposibilitados de defender elatesmo, cualquier otra ideologa desnaturalizada o la filosofa materialista, dadala efectividad del discurso irrefutable, la destruccin inapelable de losfundamentos de los incrdulos y las conclusiones terminantes que se exponen.Pero si de todos modos persisten en sus cuestionamientos, ser slo porque aoranlo que venan planteando hasta ese momento. En resumen, gracias a la tarea deHarun Yahya todos los movimientos contemporneos de negacin de Dios sonderrotados ideolgicamente.
Sin duda, el autor slo busca servir como un medio para quienes buscan elsendero recto de Dios puesto que lo que transmite es la sabidura y lucidez delCorn. En ningn momento persigue un beneficio material con la publicacin deestos trabajos.
Es inestimable el servicio prestado por quienes animan a otros a leerlos, aabrir sus mentes y corazones y a volverse ms devotos siervos de Dios.
Adems, propagar otros libros que crean confusin en la gente, que lesconduce al caos ideolgico y que no sirven en lo ms mnimo para sacar las dudasde los corazones, slo sera una prdida de tiempo y energa. Tambin es imposibleque las obras que enfatizan la capacidad literaria del autor antes que el nobleobjetivo de evitar la prdida de la fe, produzcan un efecto importante sobre lagente. Por eso, y como lo pueden comprobar, el nico designio de los libros deHarun Yahya es superar la incredulidad y diseminar los valores cornicos. El xitoy el impacto de este servicio se manifiesta en la conviccin de sus lectores.
Hay algo que se debe tener presente: la principal razn para la crueldad, losconflictos y otros avatares sufridos por la mayora de las personas, es elpredominio de la incredulidad. La nica manera de terminar con ella esderrotndola ideolgicamente y transmitiendo en paralelo las maravillas de lacreacin y de la moral cornica para vivir de acuerdo a ella.
Si se tiene en cuenta la situacin del mundo actual, metido en una espiral deviolencia, corrupcin y conflictos, est claro que el servicio por el que bregamosdebe efectivizarse de inmediato, pues de lo contrario no habr ninguna posibilidadde salvacin. Y para ese servicio y el esfuerzo que entraa, los libros de HarunYahya asumen un papel central. Si Dios quiere, sern instrumentos por medio delos cuales, en este siglo XXI, la gente alcanzar la paz, la justicia y la felicidadprometidas en el Corn.
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AL LECTOR
El motivo por el cual se dedica un captulo especial al colapso de la teorade la evolucin es que sta constituye la base de todas las filosofas
antiespirituales. Dado que el darwinismo rechaza el hecho de la creacin, y
por lo tanto la existencia de Dios, ha provocado que durante los ltimos
ciento cuarenta aos mucha gente abandone su fe o se vea invadida por la
duda. Por lo tanto, se transforma en una obligacin importante relacionada
muy estrechamente con el din (modo de vida islmico) mostrar que esta
teora es un engao. Resulta imperativo que ese importante servicio sea
puesto a disposicin de todos. Y como es posible que algunos de nuestros
lectores puedan leer solamente uno de nuestros libros, pensamos apropiado
dedicar un captulo al tema, aunque de manera resumida.
Otro punto que tiene que ser enfatizado se refiere al contenido del libro.Las cuestiones relacionadas con la fe se tratan, en todas las obras del autor, a
la luz de los versculos cornicos, y se invita a la gente a aprender de ellos y
vivirlos. Los temas referidos a las palabras de Dios se explican de una
manera tal que no dejan ningn lugar a la duda o al cuestionamiento en el
pensamiento del lector.
El estilo empleado, llano, abierto y fluido, asegura que todos, de cualquieredad o grupo social, puedan comprender los escritos de Harun Yahya
fcilmente. Esta manera lcida y efectiva del relato lo hace de rpida lectura.
Incluso algunos que rechazan la espiritualidad con rigor son influenciados
por la veracidad de los hechos a los que se hace referencia en los libros de
Harun Yahya, y no pueden refutar sus contenidos.
Este y los dems trabajos del autor pueden ser ledos por una persona solao por grupos de estudio, para debatirlos. Esto ltimo ser ms beneficioso
gracias al intercambio de reflexiones y experiencias.
Adems, ser un gran servicio al din contribuir a la presentacin y lecturade este libro, el cual est escrito solamente para el agrado de Dios. Todos los
escritos de Harun Yahya son muy convincentes. Por esta razn, uno de los
mtodos ms efectivos de comunicar el din a otras personas es impulsar a su
lectura.
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ANTESDE
LAMENTARSE
HARUN YAHYA
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INTRODUCCION ......................................................................10
EL REMORDIMIENTO QUE SIENTEN LOS SERES HUMANOS EN EL MUNDO............................12
EL COMIENZO DEL LAMENTODE LOS INCREDULOS: LA MUERTE ..................................24
LA AFLICCION QUE SE SENTIRAEL DIA DEL JUICIO UNIVERSAL ........................................33
LA AFLICCION QUE SE SENTIRA EN EL INFIERNO ....41
PARA NO TENER QUE LAMENTARSEEN LA OTRA VIDA ...................................................................60
APENDICE: EL COLAPSO DEL DARWINISMO ..............64
NOTAS..........................................................................................90
INDICE
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INTRODUCCION
Ocasionalmente el individuo enfrenta distintas desgracias ymolestias entre las que se encuentran sensaciones que afligentanto que no se pueden comparar con ningn otro dolor fsico.Ese sentimiento se llama remordimiento.
Pero hay dos formas de remordimiento totalmente distintas:una es la que siente el creyente y otra es la que experimenta elincrdulo. Entre ambas hay una gran diferencia. Los creyentesson quienes tienen una fe absoluta en que todo lo que sucede esporque Dios lo quiere as. Por lo tanto poseen el atributo deconfiar de modo incontrovertible en Dios, tanto en momentos debonanza como cuando hay problemas o comete errores. ElProfeta Muhammad (PB)seal en una tradicin, mediante unacomparacin, la ndole firme del creyente: El creyente es como unsembrado sacudido por un viento pero que vuelve a su posicin erguidaoriginal, firme sobre sus races (Muslim).
El creyente, al cometer un error, se arrepiente de inmediato ysinceramente, esperanzado en el perdn de Dios. Enconsecuencia, no se siente acongojado ni vive lamentndose. Elremordimiento que siente el creyente lo impulsa a arrepentirse,purificarse y evitar repetir el error del caso. Es decir, le ayuda a
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ANTES DE LAMENTARSE10
rectificar los equvocos y a no hundirse en el pesimismo y la
congoja. Adems, no le reduce el entusiasmo, devocin o celo
religioso ni le arrastra a un remolino de depresin y recelo.
El remordimiento sentido por los incrdulos, por otra parte, es
muy angustiante y duradero, puesto que no confan en Dios
cuando se encuentran en dificultades o cometen alguna
transgresin. A lo largo de sus vidas usan expresiones como
estas: Nunca hubiese querido hacer esto, Nunca hubiese
querido decir eso, etc.
Lo ms importante es que en la otra vida sufrirn un
remordimiento mucho mayor. Quienes en esta vida transcurren
sus das alejados de la religin (din), se lamentarn de ello.
Porque en este mundo reciben la advertencia, se los invita al
sendero recto y tienen tiempo suficiente para meditar y
encauzarse en la va correcta. Pero no escuchan lo que se les dice
y pasan por alto la existencia del Ms All como si nunca fueran
a morir. Pero cuando partan de este mundo ya no tendrn
ninguna posibilidad de retornar para corregir sus errores. Dios
relata en el Corn esa situacin penosa:
Os hemos prevenido contra un castigo cercano, el Da que el
hombre medite en sus obras pasadas y diga el infiel: Ojal
fuera yo tierra! (Corn, 78:40).
Si pudieras ver cuando, puestos de pie ante el Fuego, digan:
Ojal se nos devolviera (a la vida terrenal)! No
desmentiramos los Signos de nuestro Seor, sino que
seramos de los creyentes (Corn, 6:27).
Y dirn: Si hubiramos odo o comprendido, no habramos
sido Compaeros del Fuego (Corn, 67:10).
El objetivo de este libro es advertir a la gente de ese momento,
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INTRODUCCION 11
cuando al lamentarse dirn: Si hubisemos entendido..., Si nohubisemos rechazado los signos de nuestro Seor..., Sihubisemos seguido a los que trajeron el mensaje..., Si noshubisemos comportado de tal y tal modo..., etc. Y enconsecuencia, invitarlos a vivir para Dios cuando an tienentiempo de corregir sus equivocaciones.
Hay que tener presente que el lamento de ese da no salvar anadie de la clera de Dios. La nica manera de evitar caer en esasituacin es someterse a El mientras an hay tiempo y obrar deacuerdo con Sus rdenes.
Este libro es una invitacin al camino de Dios y unrecordatorio de las penalidades inevitables en el otro mundo,donde no habr ninguna posibilidad de ocultarse o salvarse. Diosnos recuerda en el Corn:
Escuchad a vuestro Seor antes de que llegue un Da queDios no evitar. Ese Da no encontraris refugio, ni podrisnegar (la culpa) (Corn, 42:47).
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EL REMORDIMIENTOQUE SIENTEN
LOS SERESHUMANOS EN
EL MUNDO
Volveos a vuestro Seor arrepentidos.Someteos a El antes de que os alcance elcastigo, porque luego no seris auxiliados.Seguid lo mejor que vuestro Seor os harevelado (es decir, el Corn), antes de queos venga el castigo de repente, sinpresentirlo (Corn, 39:54-55).
Cuando una persona est en peligro mortal, su concienciarecorre y justiprecia rpidamente todo lo vivido. Si no se ajust alo que marca la religin de Dios (din) como pautas y criterios adesarrollar y no se ocup en realizar buenas acciones, se verabrumada por la afliccin y la pena. Muchas cosas que descuiden el tiempo vivido se le presentarn con toda claridad ante susojos. Quizs sea la primera vez que se d cuenta de lo cerca quese encuentra la muerte. Seguramente reconocer que la forma en
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El Remordimiento Que Sienten Los Seres Humanos En El Mundo 13
que vivi no le acredita para el Paraso. Toma conciencia de queno fue agradecida con Dios y percibe que eso tendrconsecuencia. Se siente atrapada por un temor espantoso quenunca haba experimentado y comprende que slo Dios puedesalvarla de la situacin en la que se halla. Entonces secompromete a ser agradecida y correcta con Dios y recordarsiempre lo sucedido. Le implora con ardor que le salve y que led la posibilidad de seguir viviendo...
De todos modos, hay personas que despus de sobrevivir a unpeligro mortal no cumplen con lo prometido a Dios. Apenas sesienten a salvo, vuelven a su anterior estilo de vida. Elsentimiento de remordimiento es reemplazado por la ingratitud.Olvidan lo que pensaban y perciban en el momento en queenfrentaban la desolacin. Confiadas en haber superado elpeligro, se alejan de Dios como si antes no hubieranexperimentado el pesar ni Le hubieran implorado con ahnco. Alsentirse a salvo se ligan a lo mundanal ms que antes,desconociendo la situacin vulnerable en la que se encontraban.En el Corn se describe el estado psicolgico de gente as.
El es Quien os hace viajar por tierra o por mar. Cuando,navegando con viento favorable, contentos con l, se levantaun viento tempestuoso, azotan la olas por todas partes ycreen llegada la hora de la muerte, invocan a Diosrindindole culto sincero: Si nos salvas de sta, seremos,ciertamente, de los agradecidos. Y apenas les salva, ya entierra, al punto se insolentan injustamente. Hombres.Vuestra rebelin se volver contra vosotros. Tendris brevedisfrute de la vida de ac. Luego, volveris a Nosotros y yaos informaremos de lo que hacais (Corn, 10:22-23).Si sufrs una desgracia en el mar, los (falsos dioses) que
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ANTES DE LAMENTARSE14
invocis se esfuman, El no. Pero, en cuanto os salvallevndoos a tierra firme, os apartis. El hombre es muydesagradecido... Estis, pues, a salvo de que Dios haga quela tierra os trague o de que enve contra vosotros unatempestad de arena? No podrais encontrar protector (Corn,17:67-68).Como se enfatiza en el versculo de arriba, quin que haya
salido indemne de una situacin de riesgo puede estar seguro deque no enfrentar nuevamente un peligro igual u otro distinto?De la misma manera, quin puede estar seguro de que saldrindemne nuevamente? Est claro que nadie puede garantizar queno atravesar otros momentos de zozobra. Tambin hay quetener presente que zafar de un peligro no cambia en nada eldestino final de la persona. En definitiva, morir exactamentecuando se le termine el perodo de vida que le corresponde. Si selamenta entonces, ya no le servir de nada.
Dios explica el estado psicolgico de quienes viven alejadosde la religin (din):
Cuando el hombre sufre una desgracia, Nos invoca, lomismo si est echado que si est sentado o de pie. Pero, encuanto le libramos de su desgracia, contina su caminocomo si no Nos hubiera invocado por la desgracia quesufra. As es como son engalanadas las obras de losinmoderados (Corn, 10:12).Cuando los hombres sufren una desgracia, invocan a suSeor, volvindose a El arrepentidos. Luego, cuando les hahecho gustar una misericordia venida de El, algunos de ellosasocian otros dioses a su Seor (Corn, 30:33).
La gente descrita en estos versculos se vuelven hacia Dios al
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El Remordimiento Que Sienten Los Seres Humanos En El Mundo 15
enfrentar dificultades. Pero apenas las superan olvidan laspromesas hechas a El y se muestran ingratas. Esta actitud explicaque el remordimiento que sentan surga solamente de laimpotencia que les invada al enfrentar la dificultad.
Sin embargo, el remordimiento del creyente es muy distintopuesto que produce el mayor beneficio. Una compuncinverdadera no se desconoce o descarta enseguida sino queimpulsa a la persona a cambios fundamentales en su carcter.Quien se arrepiente sinceramente pasa el resto de la vida enconsonancia con el beneplcito de Dios, en la esperanza de Sumisericordia y perdn. Cuando las circunstancias cambian o se leconcede una nueva posibilidad, nunca se atreve a volver a suforma de vida anterior porque es consciente que esa ingratitudir en su desmedro.
Dios se refiere en el Corn al estado psicolgico de la genteque enfrenta la muerte a bordo de una nave, de modo que puedaservir de advertencia a la humanidad en su conjunto, puesto queesa disposicin est presente en el yo de todas las personas. Delejemplo descrito en el versculo antes citado habra que extraeruna leccin: es muy importante evitar ese aspecto negativo delalma y realizar un serio examen de conciencia. Luego habra quehacerse las siguientes preguntas:
1) Si hubiese estado en una situacin similar, cul hubiesesido mi estado psicolgico?
2) De qu me lamentara?3) Qu cambios radicales me prometera a m mismo respecto
de mi conducta, debido a que fui salvado del peligro?4) A qu renunciara y qu decisiones pondra en prctica con
sinceridad?
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ANTES DE LAMENTARSE16
Para considerar esto y actuar en consecuencia no es necesario
para nada correr un peligro fsico. Lo ms probable es que quien
no considere de manera apropiada que le puede acontecer algo
as, podra experimentarlo en cualquier momento. O puede que
nunca. Sin embargo, en ambos casos hay algo que es cierto:
cuando a una persona le llega la hora de partir de este mundo,
encuentra a los ngeles de la muerte frente a ella de manera
instantnea. Si llev una vida apartada de lo recomendado por
Dios, en ese instante reconocer que hay cosas de las que
lamentarse.
Lo nico que se debe hacer para evitar los pesares de este
mundo y del otro, es volverse hacia Dios, ser cuidadoso de las
obligaciones propias de los seres humanos frente a El y cumplir
Sus rdenes comunicadas mediante el Corn. La muerte est
demasiado cerca, por lo que el ser humano no debera demorarse
en cumplir con sus responsabilidades. Debera volcarse a la
accin con decisin, sinceridad, paciencia y determinacin. La
sinceridad y cercana a Dios debera ser igual o superior a la que
se siente en momentos de peligro e impotencia.
El hecho ms importante a recordar es el siguiente: el principal
propsito de la existencia del ser humano en este mundo es servir
a Dios y ser un siervo que anhela Su agrado. Excepto esto, todo
lo dems, es decir, el xito personal, las posesiones mundanas, la
familia, la profesin, etc., son solamente los medios por los cuales
se puede lograr una mayor cercana a El. Quien se esfuerza por
alcanzar solamente esos medios, olvidando o ignorando que son
favores concedidos por Dios para que se pueda volver a El y
agradecerle, descubrir que el empeo puesto no le redita nada
bueno, que sus esfuerzos resultaron vanos, improductivos para el
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El Remordimiento Que Sienten Los Seres Humanos En El Mundo 17
bienestar trascendente, a menos que el Todopoderoso desee otracosa. Es decir, el beneficio temporario que se obtiene en estemundo puede no servir para nada en el otro mundo. Esto ltimoenfatiza Dios en un versculo y exhibe el agobio que producir laafliccin que se sentir entonces:
Di: Os dar a conocer quines son los que ms pierden porsus obras, aqullos cuyo celo se pierde en la vida de acmientras creen obrar bien?. Son ellos los que no creen enlos Signos de su Seor, ni en que Le encontrarn. Vanashabrn sido sus obras y el Da de la Resurreccin no lesreconoceremos peso (Corn, 18:103-105).
Siempre que la persona obtiene la complacencia de Dios atravs de sus principios ticos y conducta, El la proteger tanto eneste mundo como en el otro. Sin embargo, si pierde laoportunidad en esta vida, se arrepentir de ese error tan terribleen el momento en que se le presenten los ngeles de la muerte.Dicho error, difcil de ser igualado, provocar una pena eterna, amenos que Dios quiera otra cosa. El Todopoderoso describe en elCorn el pesar que gente as siente en Su presencia:
y dir: Ojal hubiera enviado por delante (buenas obras)para mi (otra) vida! (Corn, 89:24).....y deca: Ojal no hubiera asociado nadie a mi Seor!(Corn, 18:42).el da que el impo se muerda las manos (de pesar) diciendo:Ojal hubiera seguido un mismo camino que el Enviado!(Corn, 25:27).
La persona a la que de ningn modo le gustara pronunciaresas palabras, debera someterse a nuestro Seor ahora mismo yvivir segn los principios establecidos por su Creador.
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ANTES DE LAMENTARSE18
El Arrepentimiento Que Se Siente En Este MundoDebera Servir De Advertencia
La vida en este mundo es una oportunidad importante
concedida al ser humano para que pueda ganarse la vida perfecta
y eterna en el otro mundo.
Quienes no aprovechan esta oportunidad y viven alejados de
la religin de sumisin a Dios, lamentarn cada instante
desperdiciado al ver los tormentos en el Ms All. Y esto ser as
porque aqu se les informa y advierte varias veces de la existencia
de las dos moradas: el Infierno y el Paraso. Tambin se les
informa que su conducta en la Tierra determinar la morada que
obtendrn, como lo dijo el Profeta (BP): El mundo es campo de
cultivo del Ms All. (Es decir, lo que se siembra en este mundo se
recoge en el otro) (Ihya al-ulum, iv, 14).
Dios misericordioso nos prepara para que podamos hacer la
mejor eleccin en este mundo a travs de la enseanza obtenida
del remordimiento que sentimos. De ese modo en el otro mundo
evitaremos llegar a sentir lo mismo y caer en una situacin
ominosa irreversible. Adems, Dios da a la gente cierta cantidad
de tiempo para autopurificarse de sus errores y actitudes
ultrajantes. A todo ser humano se le ofrece, mientras vive, la
posibilidad de arrepentirse y transcurrir el resto de su existencia
en el camino de Dios.
Visto desde este punto, el remordimiento es realmente una
gran oportunidad que Dios concede al ser humano. Porque si
despus se vuelve hacia Dios, El le concede la salvacin eterna en
respuesta a su sinceridad. Por el contrario, si se ignoran esas
oportunidades o advertencias, entonces el castigo ser la
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El Remordimiento Que Sienten Los Seres Humanos En El Mundo 19
compuncin y afliccin, a menos que Dios desee otra cosa.
Dios da en el Corn varios ejemplos de personas que se
lamentaron de sus errores. El remordimiento anim a un grupo
de gente a volverse hacia Dios y se cuidaron de repetirlos por el
resto de sus vidas. Pero otro grupo se olvid totalmente de las
situaciones deplorables que atraves, por lo que adems de
recaer en la ignorancia, volvi a su anterior rebelin:
Dios se ha vuelto al Profeta, a los emigrados y a los
auxiliares, que le siguieron en una hora de apuro, luego de
haberse casi desviado los corazones de algunos de ellos. Se
ha vuelto, despus, a ellos. Dios es con ellos manso,
misericordioso. Y (Dios se ha vuelto tambin) a los tres
(auxiliares) que fueron dejados detrs hasta que la tierra, a
pesar de su vastedad, les result angosta, y sus espritus se
angustiaron tambin, y creyeron que no haba ms refugio
contra Dios que El mismo. Luego, se volvi a ellos para que
se arrepintieran. Dios es el Indulgente, el Misericordioso
(Corn, 9:117-118).
Como aprendemos de los versculos mencionados, las tres
personas que quedaron rezagadas sufrieron un gran
remordimiento en sus corazones. En consecuencia, comprobaron
que la nica manera de salvarse de ese pesar era arrepentirse y
buscar refugio en Dios. Este es el remordimiento sincero que
moviliza a la gente, la cambia y la impulsa a corregir sus errores.
Gente as llevar una vida en consonancia con la aquiescencia de
Dios, esperanzada en Su compasin y misericordia. El Corn nos
informa que seguramente El aceptar el arrepentimiento de Sus
siervos y les perdonar:
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ANTES DE LAMENTARSE20
No as quien se arrepienta, crea y obre bien. A stos Dios les
cambiar sus malas obras en buenas. Dios es indulgente,
misericordioso. Quien se arrepienta y obre bien dar
muestras de un arrepentimiento sincero (Corn, 25:70-71).
Con quienes, habiendo obrado mal, luego se arrepientan y
crean, tu Seor ser, s, indulgente, misericordioso (Corn,
7:153).
Yo soy, ciertamente, indulgente con quien se arrepiente,
cree, obra bien y, luego, se deja dirigir bien (Corn, 20:82).
En el Corn tambin se habla de esos pueblos a los que fueron
enviados los profetas y que tuvieron que lamentarse de sus
acciones incorrectas. Menciona al pueblo del profeta Moiss que
no pudo esperar su regreso del Monte Sina con el mensaje de
Dios, se olvid de El y recay en la idolatra. Dios describe el gran
pesar de este pueblo por sus pecados de la siguiente manera:
Y el pueblo de Moiss, ido ste, hizo un ternero de sus
aderezos, un cuerpo que muga. Es que no vieron que no
hablaba ni les diriga? Lo tomaron (como dolo) y obraron
impamente. Y, cuando se arrepintieron y vieron que se
haban extraviado, dijeron: Si nuestro Seor no se apiada
de nosotros y nos perdona, seremos, ciertamente, de los que
pierden (Corn, 7:148-149).
Dios enfatiza otra vez en el Corn la compuncin en el relato
de los propietarios de la huerta. Se la concedi como un favor.
Pero se tornaron arrogantes, la poseyeron de modo egosta y se
olvidaron de ser agradecidos con Dios. En consecuencia, el
castigo que recibieron les caus un gran pesar y se volvieron
hacia El:
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El Remordimiento Que Sienten Los Seres Humanos En El Mundo 21
Les hemos probado (a los infieles mecanos) como probamos
a los dueos de la huerta. Cuando juraron que recogeran
sus frutos por la maana, sin hacer salvedad (es decir, sin
aadir, si Dios quiere). Mientras dorman, cay sobre ella
(la huerta) un azote enviado por tu Seor y amaneci como
si hubiera sido arrasada. Por la maana (cuando an no
sospechaban nada), se llamaron unos a otros: Vamos
temprano a nuestro campo, si queremos recoger los frutos!.
Y se pusieron en camino, cuchicheando. Ciertamente, hoy
no admitiremos a ningn pobre!. Marcharon, pues,
temprano, convencidos de que seran capaces de llevar a
cabo su propsito. Cuando la vieron dijeron: Seguro que
nos hemos extraviado! No, se nos ha despojado!. El ms
moderado de ellos dijo: No os lo haba dicho? Por qu no
glorificis (a Dios)?. Dijeron: Gloria a nuestro Seor!
Hemos obrado impamente!. Y pusironse a recriminarse.
Dijeron: Ay de nosotros, que hemos sido rebeldes (a Dios)!
Quiz nos d nuestro Seor, a cambio, algo mejor que esta
(huerta). Deseamos ardientemente a nuestro Seor (Corn,
68:17-32).
En vez de arrepentirse, deplorar lo hecho y encaminarse con
nimo renovado a obrar correctamente, la mayora de las
personas olvidan las advertencias cuando las condiciones
cambian o se les da una nueva posibilidad. Quienes ignoran las
advertencias y vuelven a su forma de proceder anterior,
seguramente recibirn el castigo apropiado a menos que se
arrepientan a tiempo como fue el caso con Tamud, el pueblo
del profeta Salih. Ese pueblo rechaz estentreamente las
advertencias del profeta Salih, a pesar de que saba que se
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ANTES DE LAMENTARSE22
arrepentira por la condena a la que estara destinadoinevitablemente. Ciertamente, Dios nunca rompe Su promesa. Deeso es de lo que nos informa en el Corn para que sirva de leccina todos los seres humanos:
Dijo (Salih): He aqu una camella. Un da le tocar beber aella y otro da a vosotros. No le hagis mal. Si no, ossorprender el castigo de un da terrible. Pero ellos ladesjarretaron... y se arrepintieron. Y les sorprendi elCastigo. Ciertamente, hay en ello un Signo, pero la mayorano creen. En verdad, tu Seor es el Poderoso, elMisericordioso (Corn, 26:155-159).
Hay que recordar que Dios es justo. No deja sin atenderninguna falta. Pero es generoso y premia las buenas acciones quese hacen en Su nombre. De Su misericordia y el Paraso da buenasnuevas a quienes se vuelven hacia El con arrepentimientosincero. En consideracin de lo dicho habra que preguntarse: siuno es consciente de las intensas tribulaciones que provoca unaafliccin temporaria en este mundo, vale la pena arriesgarse auna congoja que puede ser eterna? No hay que olvidar que setrata de una pesadumbre sin fin en el Infierno despus de morir...
Por cierto, nadie debera exponerse a un dolor as en el MsAll. Est claro lo que se debera hacer: cada individuo que habitaeste mundo an dispone de su oportunidad. Quien es capaz decapitalizar ese favor de Dios, no slo se salvar del fuego sino quetambin obtendr las bendiciones de este mundo temporario ylas del otro, que sern eternas.
En consecuencia, cada persona que se disponga a hacer elesfuerzo por obtenerlas y evitar as el lamento de los Compaerosdel Fuego, debe dedicarse incondicionalmente a agradar a Dios
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El Remordimiento Que Sienten Los Seres Humanos En El Mundo 23
para seguir el camino que lleva al ser humano de la oscuridad ala luz. Dios estableci ese camino en algunos versculos:
El es Quien, con Sus ngeles, os bendice para sacaros de lastinieblas a la luz. Es misericordioso con los creyentes. El daque Le encuentren, sern saludados con: Paz!. Les habrpreparado una recompensa generosa (Corn, 33:43-44).
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EL COMIENZODEL LAMENTO DELOS INCREDULOS:
LA MUERTE
Cada uno gustar la muerte. Os probamos
tentndoos con el mal y con el bien. Y a
Nosotros seris devueltos (Corn, 21:35).
Quienes no creen en la otra vida consideran que con la muerte
termina todo, llega la destruccin definitiva. Sin embargo, los
creyentes consideran equivocada la percepcin mencionada.
Entienden que la muerte conlleva otra vida. Es decir, no se trata
de un fin sin ms: los obedientes a Dios comenzarn una
existencia perfecta y eterna en el Paraso, donde no hay nada
malo ni defectuoso; los incrdulos sufrirn la condena del
Infierno, donde se sufren grandes penalidades.
Quienes comprenden esta realidad, en general transcurren sus
ltimos das en el mundo de manera agradable hasta que la
muerte los conduce al inicio de la existencia en el Ms All.
Ambas cosas suceden simultneamente. Pero los incrdulos
chocarn con el irreparable pesar de no haber tenido en cuenta
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El Comienzo Del Lamento De Los Incredulos:La Muerte 25
dicha realidad, que siempre se les informa con antelacin.
Sufrirn ese pesar en todo momento, en tanto Dios lo quiera, y
nunca encontrarn tregua.Aunque la mayora de la poblacin nunca piensa profunda y
seriamente en la muerte, se trata de una posta inevitable. Dios laha creado como la conclusin definida de esta vida. Hasta ahorano hubo ninguna excepcin. Por cierto, todos la encontrarn.Dios se refiere a esto en muchos versculos:
Dondequiera que os encontris, la muerte os alcanzar, aunsi estis en torres elevadas... (Corn, 4:78).Di: La muerte, de la que hus, os saldr al encuentro. Luego,se os devolver al Conocedor de lo oculto y de lo patente yya os informar El de lo que hacais (Corn, 62:8).Cuando le vence a uno su plazo, Dios no le concedeprrroga. Dios est bien informado de lo que hacis (Corn,63:11).
Pero si se elude meditar sobre la muerte y la vida despus de
la muerte, no ser posible evitar esa realidad que se plantea? Por
cierto que la respuesta a esta pregunta es No. Si el ser humano
se desespera frente a la muerte, lo ms racional que puede hacer
es meditar permanentemente sobre la misma y estar preparado
para la otra vida, como lo dijo el Profeta Muhammad (BP):
Examinen mucho el tema de la muerte. Dios abre el corazn de la
persona que piensa mucho en la muerte y se la hace agradable (Narrado
por Abu Huraira).
La muerte toma por sorpresa a quienes descuidan pensar en el
Ms All, porque esta vida efmera les distrae. Los que dicen,
Mientras seamos jvenes podremos hacer todo lo que queremos
y recin en los ltimos aos de vida pensaremos en la muerte,
saben que nunca tendrn esa oportunidad, es decir, se
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ANTES DE LAMENTARSE26
autoengaan. Y es as porque Dios determina el perodo de vida
terrenal de cada uno de nosotros. Hay personas que mueren
antes de llegar a ser ancianas. En ese caso, si se dedicaron a hacer
planes para el futuro y pospusieron cumplir con lo que Dios
ordena, se vern inmersas en un lamento espantoso.
Dicha situacin es la que atraviesan quienes pasan la vida
alejados de Dios y solamente se arrepienten al darse cuenta de
que estn por morirse. Pero el arrepentimiento que se presenta
debido al temor que produce el acecho de la muerte, sin que haya
una intensin sincera de corregirse y purificarse, no puede ser
aceptado por Dios. Los que se aferran tanto a la existencia
mundanal a pesar de que la muerte es una realidad, se esfuerzan
con desesperacin por salvarse solamente cuando comprueban
que la parca est muy cerca. Pero esa actitud ya no les redita
ningn beneficio. Dios sabe que es una hipocresa puesto que El
est ms cerca del ser humano que su propia vena yugular. Sabe
todo lo que el ser humano encierra, incluso sus pensamientos
ms ntimos y sus secretos mejor guardados. Dios nos informa en
el Corn que no aceptar el arrepentimiento basado en el temor a
la muerte a ltimo momento:
Que no espere perdn quien sigue obrando mal hasta que,
en el artculo de la muerte, dice: Ahora me arrepiento. Ni
tampoco quienes mueren siendo infieles. A stos les hemos
preparado un castigo doloroso (Corn, 4:18).
En muchos versculos se dice que al concederse otra
posibilidad de seguir con vida a la gente mentirosa, se exhiben
enseguida desagradecidas:
Si pudieras ver cuando, puestos de pie ante el Fuego, digan:
Ojal se nos devolviera (a la Tierra). No desmentiramos los
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El Comienzo Del Lamento De Los Incredulos:La Muerte 27
Signos de nuestro Seor, sino que seramos de los
creyentes. Pero no. Se les mostrar claramente lo que antes
ocultaban. Si se les devolviera, volveran a lo que se les
prohibi. Mienten, ciertamente (Corn, 6:27-28).
Por este motivo sera errneo considerar algo racional decirMe arrepentir en el momento apropiado. Esa forma de pensarno salvar a nadie de los tormentos del Infierno. En consecuencia,si no se quiere sufrir atroces penalidades eternas despus de lamuerte, habra que vivir con un propsito, sabiendo que elencuentro con Dios es ineludible y que hay que rendir cuentascon El de todo lo hecho en el mundo.
El Pesar De Los Incrdulos En El Momento De LaMuerte
A la gente se le recuerda muchas veces a lo largo de sus vidas
la existencia del Jardn y del Infierno y que tienen que estar
preparadas para la vida en el otro mundo. Pero los incrdulos son
sordos a ese recordatorio o advertencia. En consecuencia, una de
las cosas que ms les abate al enfrentar la muerte, es saber que la
desolacin que tienen por delante la forjaron ellos mismos. Nadie
los forz. Por propia voluntad eligieron ese fin horrendo. Y
comienzan a sufrir la afliccin al momento de morir. El horroroso
temor que se siente entonces, es la congoja inicial del tormento
que les espera, el cual Dios ejemplifica en el Corn:
y se junte una pierna con otra (como preludio de la muerte),
ese da la marcha ser hacia tu Seor. No crey, ni or, antes
bien, desminti y se desvi. Luego se volvi a los suyos con
andar altanero. Ay de ti! Ay! S! Ay de ti! Ay! (Corn,
75:29-35).
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ANTES DE LAMENTARSE28
Hay que tener presente que slo los incrdulos sufren este
temor. Los creyentes se pasan toda la vida trabajando para
obtener el agrado y amor de Dios. Es por eso que siempre estn
esperanzados en la salvacin. Los incrdulos, en cambio,
experimentan un remordimiento tardo al percibir que tienen la
muerte encima. Pero esa compuncin de ninguna manera los
coloca a salvo del castigo porque ya es demasiado tarde. En el
Corn se dice que en el momento de la muerte las almas de los
incrdulos son tomadas en medio de un gran sufrimiento y
obstculos:
...Si pudieras ver cuando estn los impos en su agona y los
ngeles extiendan las manos: Entregad vuestras almas!
Hoy se os va a retribuir con un castigo degradante, por haber
dicho falsedades contra Dios y por haberos desviado
altivamente de Sus signos... (Corn, 6:93).
Qu pasar cuando los ngeles les llamen, golpendoles en
el rostro y en la espalda? (Corn, 47:27).
Sin duda, no es posible comprender totalmente lo que
experimentan los incrdulos en el momento de la muerte. Pero
Dios describe dicha situacin de modo que el ser humano pueda
reflexionar y no terminar su vida en este mundo con esa
perspectiva estremecedora. Los ngeles de la muerte, como
indican los versculos, tomarn las almas de los incrdulos al
mismo tiempo que les golpearn en el rostro y en la espalda.
Entonces sufrirn dolores fsicos acompaados de una profunda
afliccin, puesto que sabrn que no tienen ninguna oportunidad
de retornar a la vida perdida.
En el trance de expirar, el ser humano es perfectamente
consciente de lo que tiene por delante. Se trata del comienzo de
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El Comienzo Del Lamento De Los Incredulos:La Muerte 29
su vida eterna, porque la muerte es solamente una fase de
transicin. En realidad, es la separacin del alma del cuerpo
fsico.
Los incrdulos al fallecer comprendern, en consonancia con
el tormento que sufrirn, que sern sometidos a una gran
penalidad eterna, a menos que Dios quiera otra cosa. Quienes
vivieron alejados de la religin de Dios, empezarn a implorar
ardientemente Su perdn y proteccin. Rogarn ser enviados a
este mundo nuevamente para realizar buenas acciones y
compensar lo que han dejado de hacer. Pero esos deseos no sern
aceptados porque ya se les habr dicho, Es que no dimos una
vida suficientemente larga como para que se dejara amonestar
quien quisiera?... (Corn, 35:37). Se les haba dado buenas
nuevas del Paraso y tambin se les haba advertido sobre el
Fuego del Infierno, pero desconocieron esas verdades a
conciencia. Dios nos dice en el Corn que esa gente tendera
nuevamente a negarlas si se les da otra oportunidad:
Cuando, al fin, viene la muerte a uno de ellos, dice: Seor!
Hazme volver (a la Tierra)! Quizs, as, pueda hacer el bien
que dej de hacer. No! No son sino meras palabras...
(Corn, 23:99-100).
Es de manera consciente que los incrdulos no se prosternan
ante Dios, no cumplen Sus rdenes, no acatan su moralidad
sublime. Dios dice en el Corn que cuando les llegue la muerte no
sern capaces ni siquiera de prosternarse:
El Da que las cosas se pongan mal y sean invitados a
prosternarse, no podrn. Abatida la mirada, cubiertos de
humillacin, porque fueron invitados a prosternarse cuando
an estaban en seguridad (y no lo hicieron)... (Corn, 68:42-43).
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ANTES DE LAMENTARSE30
Hay otro punto que agregar al lamento de quienes en el
momento de la muerte comprenden que todo lo prometido por
Dios es cierto: el de no haber tenido confianza a los creyentes ni
tomarlos en serio hasta el punto de rerseles en este mundo. Los
que resultan del agrado de Dios no sufrirn ninguna de las
aflicciones por las que pasarn los rebeldes a El. Los creyentes
sern premiados eternamente con el mejor de los premios porque
invirtieron toda su vida en obtener el consentimiento de Dios.
Sus almas sern extradas suavemente, sin dolor, cosa que no
sucede con las de los incrdulos (Corn, 79:2). Como describe
Dios en el versculo, los ngeles saludan a los creyentes y les dan
la buena nueva del Jardn:
a quienes, buenos, llaman los ngeles diciendo: Paz sobre
vosotros! Entrad en el Jardn como premio a vuestras obras
(Corn, 16:32).
Este ser otro tormento mental para los incrdulos, pues
mientras estuvieron en el mundo se les ofrecieron las mismas
oportunidades que tuvieron los creyentes. No obstante, canjean
voluntariamente las bendiciones eternas del Jardn por los
escasos beneficios de la vida mundanal. Aunque se les recuerda
que el mundo es simplemente un lugar de prueba para el ser
humano y que la morada verdadera est en el Ms All,
pretenden ignorarlo. Por lo tanto no se ocupan en hacer buenas
obras para alcanzar el Paraso. Pero el vivir por medio de las
normas morales cornicas y ser un creyente sincero es posible
para cualquiera que tenga una intencin comprometida. Los
incrdulos vern incrementado su pesar cuando sopesen todo
esto. Dice Dios en un versculo:
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El Comienzo Del Lamento De Los Incredulos:La Muerte 31
Quienes obran mal creen que les trataremos igual que aquienes creen y obran bien, como si fueran iguales en vida yluego de muertos? Qu mal juzgan! (Corn, 45:21).
En otras palabras, cada alma ser premiada apropiadamente:
las buenas con magnficas novedades y la malas con un castigo
colrico.
Adems, el pesar de los incrdulos aumentar al saber que les
espera el Infierno. Hasta ese momento lo nico que habrn
experimentado es el sufrimiento por la extirpacin de su almas.
De cualquier modo ese sufrimiento les har tomar consciencia de
la inminente perdicin o condena eterna.
Esa afliccin de los incrdulos comienza con la muerte y dura
tanto como Dios quiere. En todo instante, a toda hora y todos los
das, sufrirn penalidades de las que no se salvarn por ms que
lo lamenten.
Sin embargo, est en manos del ser humano no sufrir esa
situacin deplorable. No es necesario llegar al momento de
fallecer para comprender la realidad de la muerte y el Ms All.
Para los creyentes es suficiente la promesa e informacin de Dios.
Por cierto, en la otra vida prevalece la justicia de El: los que Le
rechazan son castigados con el fuego y los que Le veneran
sinceramente premiados con los Jardines del Paraso.
En consecuencia, lo ms sabio, lo ms atinado, es buscar
refugio en Dios y anhelar Su perdn antes de encontrarse con la
muerte. Adems, hace falta estudiar con atencin el Corn la
nica gua que tiene la humanidad hacia el sendero recto y la
tradicin del Profeta Muhammad (BP), para llegar a una
comprensin acabada de todo lo que aqu tratamos y vivir segn
sus rdenes. En vez de rehuir pensar en la muerte deberamos
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ANTES DE LAMENTARSE32
beneficiarnos por medio de sopesar apropiadamente su realidad,significado y cercana, para obrar en consecuencia.
Quien se vuelve hacia Dios y anhela Su beneplcito, tanto eneste mundo como en el otro, entrar al Jardn complacido con suSeor y su Seor complacido con l. En el Corn se da la buenanueva de esto:
Alma sosegada! Vuelve a tu Seor, satisfecha, acepta! Yentra con Mis siervos, entra en Mi Jardn! (Corn, 89:27-30).
Para salvarse de la congoja eterna y ganarse labienaventuranza eterna hay que reflexionar sobre la muerte y laotra vida y conducirnos segn nos lo determina Dios, el creadordel ser humano y de todo.
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LA AFLICCIONQUE SE SENTIRA
EL DIA DELJUICIO UNIVERSAL
Se tocar la Trompeta y los que estn en los
cielos y en la tierra caern fulminados,
excepto los que Dios quiera. Se tocar la
Trompeta otra vez y he aqu que se
pondrn en pie, mirando. La tierra brillar
con la luz de su Seor. Se sacar la
Escritura. Se har venir a los profetas y a
los testigos. Se decidir entre ellos segn
justicia y no sern tratados injustamente.
Cada uno recibir conforme a sus obras. El
sabe bien lo que hacen (Corn, 39-68-70).
Todos los que han vivido en la Tierra sern resucitados el Da
del Juicio. Para los incrdulos resultar un instante intrincado.
Dios nos informa en el Corn sobre la conversacin azorada entre
ellos en el momento de la resurreccin:
Dirn: Ay de nosotros! Quin nos ha despertado de
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ANTES DE LAMENTARSE34
nuestro lecho (es decir, la tumba)? Esto es aquello con que el
Compasivo nos haba amenazado. Los enviados decan
verdad (Corn, 36:52).
Se acerca la amenaza verdadera. Los infieles, desorbitados
los ojos (de terror): Ay de nosotros, que no slo nos traa
esto sin cuidado, sino que obrbamos impamente! (Corn,
21:97).
La expresin Ay de nosotros! exhibe el gran pnico, temor y
afliccin de los incrdulos, pues comprueban que lo advertido
respecto a la otra vida era cierto y correcto. Muy a su pesar, les
quedar en claro que las otras advertencias se concretarn una
tras otra. Sin ninguna posibilidad de escapar, sern arrastrados a
ese tormento que nunca consideraron real.
Despus de levantarse de la muerte sern puestos ante Dios.
Se les pedir cuenta de lo que hicieron en el mundo y se los
juzgar en consecuencia:
Da en que se tocar la Trompeta y acudiris en masa (Corn,
78:18).
El Da del Juicio Universal los incrdulos comprendern que
ninguna otra accin es ms importante que ganarse el
beneplcito de Dios y evitar Su clera. Esto se comunica tambin
en una tradicin del Profeta (BP) en la que presenta como ejemplo
lo que se le preguntar al no creyente el Da de la Resurreccin:
Supn que tenas tanto oro como para cubrir la Tierra. Lo ofreceras
como rescate?. Responder: Si. Entonces se le dir: Se te pidi algo
ms fcil que eso pero te negaste (es decir, se le pidi que acepte el Islam
y por lo tanto que no asocie nada ni nadie a Dios) (Bujari)
El no haber comprendido esto en la vida terrenal, donde los
Signos de la potestad y existencia de Dios son obvios,
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La Afliccion Que Se Sentira El Dia Del Juicio Universal 35
intensificar su afliccin. Ese da vern con toda claridad que
perdieron una gran oportunidad. El pesar que padecern ser
manifiesto por la forma en que hablarn:
el da que el impo se muerda las manos (de pesar) diciendo:
Ojal hubiera seguido un mismo camino que el Enviado!
Ay de m! Ojal no hubiera tomado a fulano como amigo!
Me he desviado de la Amonestacin, despus de haber
venido a m. El Demonio siempre deja colgado al hombre
(Corn, 25:27:29).
El Da del Juicio los incrdulos estarn tan ocupados con sus
propias tribulaciones que no escucharn el llamado de sus hijos,
esposas, madres y padres. En el Corn se describe as esa
situacin:
Pero, cuando venga el Estruendo, el Da que el hombre huya
de su hermano, de su madre y de su padre, de su compaera
y de sus hijos varones, ese Da, cada cual tendr bastante
consigo mismo (Corn, 80:33-37).
El concepto de linaje pierde categora. Desde entonces en
adelante lo nico que interesa es salvarse del castigo de Dios. Y
esto es tan importante, que con el objeto de poder lograrlo los
incrdulos ofrecern en sacrificio sus propios hijos, esposas,
hermanos, etc:
El Da que el cielo parezca metal fundido, y las montaas,
copos de lana, y nadie pregunte por su amigo ferviente. (A
los infieles) Les ser dado verles. El pecador querr librarse
del castigo de ese Da ofreciendo como rescate a sus hijos
varones, a su compaera, a su hermano, al clan que le cobij,
a todos los de la tierra. Eso le salvara (Corn, 70:8-14).
Seguramente esos esfuerzos de los incrdulos no tendrn
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ANTES DE LAMENTARSE36
ningn resultado positivo, pues su principal objetivo en la vida
mundanal es amasar fortunas, conseguir una graduacin
acadmica o tener descendencia. Emplean toda la vida en eso o
cosas parecidas. Pero el Da del Juicio entendern que esas
aspiraciones, por s solas, no son de gran valor y querrn hacerse
humo, desaparecer. Para los creyentes, en cambio, es el instante
esperado con pasin y regocijo. Dios describe esa circunstancia:
Ese Da, unos rostros estarn radiantes, risueos, alegres,
mientras que otros, ese Da, tendrn polvo encima, los
cubrir una negrura: sos sern los infieles, los pecadores
(Corn, 80:38-42).
El Da del Reconocimiento, los valores ms preciosos sern las
acciones correctas hechas con el nico objetivo de obtener el
agrado de Dios. Pero los no creyentes nunca se mostraron tenaces
por alcanzar ese tesoro que permite la salvacin eterna. Ese da
no tendrn ninguna bendicin o accin buena para presentar
ante Dios. Y al no tener fe en El, los esfuerzos correctos que
pudieron haber hecho habrn sido desperdiciados. Dios
comunica esto:
Di: Os dar a conocer quines son los que ms pierden por
sus obras, aqullos cuyo celo se pierde en la vida de ac
mientras creen obrar bien?. Son ellos los que no creen en
los Signos de su Seor, ni en que Le encontrarn. Vanas
habrn sido sus obras y el Da de la Resurreccin no les
reconoceremos peso (Corn, 18:103-105).
Quienes niegan la religin (din) y albergan dudas acerca de la
existencia del Da del Juicio, no sentirn ninguna necesidad de
estar preparados para esa ocasin cercana. Durante toda la vida
en lo nico que se ocupan es en acumular riquezas y seguir sus
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La Afliccion Que Se Sentira El Dia Del Juicio Universal 37
deseos vanos. Pero a la hora de rendir cuentas harn frente a una
afliccin de la que nunca se librarn. Dios lo comunica as en el
Corn:
Dirn: Ay de nosotros! Este es el Da del Juicio!. (A los
infieles se les dir:)Este es el Da del Fallo, que vosotros
desmentais (Corn, 37:20-21).
Adems, ese Da los no creyentes vern que quedan expuestas
ante Dios todas sus acciones inescrupulosas, desagradables y
aciagas. Cada uno de ellos testimoniar los pecados cometidos.
Dios describe esa situacin en el Corn:
y sean presentados en fila ante tu Seor. Vens a Nosotros
como os creamos por vez primera. Y pretendais que no
bamos a citaros?. Se expondr la Escritura y oirs decir a
los pecadores, temiendo por su contenido: Ay de nosotros!
Qu clase de Escritura es sta, que no deja de enumerar
nada, ni grande ni pequeo?. All encontrarn ante ellos lo
que han hecho. Y tu Seor no ser injusto con nadie (Corn,
18:48-49).
Ese Da los hombres surgirn (de las sepulturas) en grupos,
para que se les muestren sus obras. Quien haya hecho el
peso de un tomo de bien, lo ver. Y quien haya hecho el
peso de un tomo de mal, lo ver (Corn, 99:6-8).
Como expresa Dios en el Corn, llegar el momento en que los
incrdulos vern el registro de sus conductas.
Los creyentes recibirn el registro por el lado derecho, en tanto
que los incrdulos por el lado izquierdo. Desde el instante en que
los ngeles de la muerte tomen las almas de los incrdulos,
quedarn sometidos a un sufrimiento sin fin. Padecern ms
sufrimientos al recibir la anotacin de sus acciones. Evitarn leer
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ANTES DE LAMENTARSE38
los crmenes que cometieron contra Dios y desearn desaparecer.Dios caracteriza esa situacin:
Aqul que recibe su Escritura en la siniestra, dir: Ojal nose me hubiera entregado mi Escritura y no hubiera conocidoel resultado de mi Reconocimiento! Ojal hubiera sido (mimuerte) definitiva! De nada me ha servido mi hacienda. Mipoder me ha abandonado (Corn, 69:25-29).Os hemos prevenido contra un castigo cercano, el Da que elhombre medite en sus obras pasadas y diga el infiel: Ojalfuera yo tierra! (Corn, 78:40).Pero aqul que reciba su Escritura detrs de la espaldainvocar la destruccin (para que le libere del tormento),pero arder en el fuego de la Hoguera que Chamusca. Viva(en la Tierra) alegre con los suyos, creyendo que no iba avolver (a Dios) Claro que s! Su Seor le vea bien (Corn,84:10-15).Ese Da, unos rostros estarn radiantes, risueos, alegres,mientras que otros, ese Da, tendrn polvo encima, loscubrir una negrura: sos sern los infieles, los pecadores(Corn, 80:38-42).
Los incrdulos, al ser espectadores de esas escenas,comprendern la oportunidad que perdieron en el mundo, locual aumentar su angustia. Y adems observarn la vida dichosade los creyentes en el Paraso. Si bien stos les haban invitado ala verdad, la rechazaron con arrogancia y se hicieron los sordos.
Pero habr llegado la hora de la balanza justiciera. La genteser conducida al Paraso o al Infierno segn sus antecedentes. ElDa del Juicio los incrdulos vern a donde se dirigirn. Entoncesles invadir el temor:
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La Afliccion Que Se Sentira El Dia Del Juicio Universal 39
Vers a los impos temer por lo que han merecido, que
recaer en ellos, mientras que los que hayan credo y obrado
bien estarn en los prados de los jardines y tendrn junto a
su Seor lo que deseen. Ese es el gran favor (Corn, 42:22)
Prevalecer la justicia de Dios, lo que asegura el premio y el
castigo ms perfecto:
Para el Da de la Resurreccin dispondremos balanzas que
den el peso justo y nadie ser tratado injustamente en nada.
Aunque se trate de algo del peso de un grano de mostaza, lo
tendremos en cuenta. Bastamos Nosotros para ajustar
cuentas (Corn, 21:47).
Los creyentes transcurrirn este proceso con tranquilidad. Sin
embargo, para los incrdulos resultar difcil y penoso porque
sern interrogados por cada una de las bendiciones que Dios les
concedi en el mundo. Rendirn cuenta de cada instante de sus
vidas: del rechazo a obrar segn las rdenes de Dios, de sus
acciones desagradables, de su insubordinacin e insultos ocultos,
de las advertencias que ignoraron. Por otra parte, ya no sern
para nada aceptables las excusas hipcritas que usan en este
mundo. Dios grafica la posicin en la que se encontrarn ese da:
Ese Da, ay de los desmentidores! Ese ser un da en que (los
rprobos) no tendrn qu decir ni se les permitir excusarse.
Ese Da, ay de los desmentidores! Este es el Da del Fallo.
Os hemos reunido, a vosotros y a los antiguos. Si disponis
de alguna artimaa, empleadla contra M!. Ese da, ay de
los desmentidores! (Corn, 77:34-40) .
Cada incrdulo que no tenga ninguna accin buena para
presentar ante Dios sabr lo que se ha preparado (Corn, 81:14),
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ANTES DE LAMENTARSE40
es decir, la morada en el Infierno. Dios describe en el Corn eselugar de tormento como un abismo:
Entonces, el autor de obras de peso gozar de una vidaagradable (en el Paraso), mientras que el autor de obrasligeras tendr un abismo por morada. Y cmo sabrs qu es(ese abismo)? Un fuego ardiente! (Corn, 101:6-11).
Es importante comprender la intensidad del dolor y angustiaque experimentarn los incrdulos el Da del Juicio. Cuando stellegue ya ser demasiado tarde para arrepentirse. Si se capta loque decimos aqu y no se pierde ni un solo segundo encomprometerse a realizar buenas obras, se podr esperar queresulten en obras de peso para una vida agradable (en el Paraso).Unicamente ese esfuerzo puede salvar al ser humano del granlamento en el Ms All.
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LA AFLICCIONQUE SE SENTIRAEN EL INFIERNO
Cuando alcancen a ver (el fuego delInfierno) desde un lugar lejano, oirn sufuror y bramido (Corn, 25:12).
El Remordimiento Que Sentirn Los Incrdulos AlVer El Infierno
El Da del Juicio, luego de que los no creyentes rindan cuentas,
sern reunidos y conducidos al Infierno en grupos. Entre esa
multitud estarn todos los que negaron la religin y la existencia
de Dios a lo largo de la historia y quienes se desviaron con
arrogancia de los signos de El. Tambin se encontrarn all los
que gozaron de riqueza y fama. Para su desengao, se darn
cuenta de que todas esas cosas a las que dieron importancia en la
vida mundanal, no les salvarn del castigo eterno. Dios nos
informa en el Corn que todos los incrdulos sern arrojados de
manera denigrante al Infierno. Los guardianes les harn confesar
sus crmenes por ltima vez frente a las puertas del Averno y
luego les darn ingreso. A continuacin se cerrarn las puertas
detrs de ellos por toda la eternidad. Dios refiere en el Corn la
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ANTES DE LAMENTARSE42
manera en que los impos son conducidos al Infierno:
Los infieles sern conducidos en grupo a la gehena. Hasta
que, llegados a ella, se abrirn las puertas y sus guardianes
les dirn: No vinieron a vosotros enviados, salidos de
vosotros, para recitaros los Signos (versculos) de vuestro
Seor y preveniros contra el encuentro de ste vuestro
Da?. Dirn: Claro que s!. Pero se cumplir la sentencia
del castigo contra los infieles. Se dir: Entrad por las
puertas de la gehena, para estar en ella eternamente!. Qu
mala es la morada de los soberbios! (Corn, 39:71-72).
Eso es por haberos regocijado en la tierra sin razn y por
haberos conducido insolentemente. Entrad por las puertas
de la gehena, para estar en ella eternamente! Qu mala es la
morada de los soberbios! (Corn, 40:75-76).
Ninguna persona de esa multitud podr decir que no fue
advertida de la llegada de ese da. Porque Dios, Quien es Justo,
ha enviado mensajeros a todos los individuos para recordarles Su
existencia, el Da del Juicio, el Paraso y el Infierno.
Es decir, quedar en claro que al advertrseles sobre lo que
significaba el Da del Reconocimiento, se mostraron arrogantes y
evitaron servir a Dios, el Uno Que los cre. El Corn nos informa
que gente as ser humillada en el Infierno:
Vuestro Seor ha dicho: Invocadme y os escuchar. Los
que, llevados de su altivez, no Me sirvan entrarn,
humillados, en la gehena (Corn, 40:60).
El Mensajero de Dios (BP) subraya en una tradicin el mismo
punto: .Quieren que les informe acerca de la gente del Fuego?
Incluye a todas las personas crueles, violentas, orgullosas y engredas
(Bujari)
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 43
Algunos de esos individuos, al considerarse superhombres en
el mundo, se revelan con insolencia en contra de su Seor.
Suponen que el poder con que cuentan les proveer la salvacin.
Cuando se les recuerda la existencia del Paraso, del Infierno y
que Dios es al-Qahhar (El Que Somete), ofrecindoseles la gua a
Su camino preferido, contestan:
...Cmo es que Dios no nos castiga por lo que decimos?.
Les bastar con la gehena, en la que ardern. Qu mal fin...!
(Corn, 58:8).
En respuesta a su rebelin sern llevados al Infierno, del que
no se les permitir salir nunca, a menos que Dios desee otra cosa.
Debido a sus extravos, al ver el Fuego sentirn una congoja
insoportable. Dios revela que ese es el momento preciso en el que
comprobarn que no hay ninguna manera de salir de all:
Los pecadores vern el Fuego y creern que se precipitan en
l, sin encontrar modo de escapar (Corn, 18:53).
La comprensin ser muy aguda en el Infierno. Todo lo que
los incrdulos fingen ignorar en el mundo, se les presentar muy
claramente. Comprobarn que se pasaron la vida tras propsitos
vanos e intrascendentes. En definitiva entendern que a cambio
de beneficios pequeos y temporarios, logrados en unos pocos
decenios transcurridos en el mundo sin pensar nunca en la otra
vida, debern permanecer en el tormento eternamente.
Descubrirn que prefirieron este mundo donde la insatisfaccin
es permanente, antes que una vida dichosa donde no habr
ningn tipo de achaques fsicos, como el hambre y la postracin.
Apenas pasen las puertas del Averno advertirn que no hay
forma de escapar. Como ltimo recurso, para evitar el tormento,
buscarn la salvacin ofreciendo rescate: querrn entregar todo lo
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ANTES DE LAMENTARSE44
que poseen en este mundo. Pero ser un intento intil que se
describe as:
...A los que no Le escuchen, aunque posean todo lo que hayen la tierra y otro tanto y lo ofrezcan como rescate, les ir malal ajustar cuentas. Su morada ser la gehena. Qu mallecho...! (Corn, 13:18).
Dios remarca que ese empeo no les sirve de nada:
Hoy no se aceptar ningn rescate por parte vuestra ni por
parte de los que no creyeron. Vuestra morada ser el Fuego,
que es vuestro lugar apropiado Qu mal fin...! (Corn,
57:15).
Existe una razn importante para que dicha pretensin sea
rechazada: Dios les haba advertido del Infierno cuando an
estaban en el mundo; les haba explicado con claridad
absolutamente todo; les haba dicho que los condenados no
podran ayudarse uno al otro y que de nada valdra el rescate
ofrecido porque no sera aceptado:
Temed un Da en que nadie puede satisfacer nada por otro,
ni se acepte la intercesin ajena, compensacin ni auxilio
(Corn, 2:48).
Pero a pesar de todas esas advertencias insistirn en
desmentir la realidad y se prepararn a conciencia para ese triste
final. El da en que se los mande al Infierno reconocern algo
importante: fueron sus propias acciones las que los condujeron
all. A eso se debe que descubrirn algo significativo: si se
hubiesen dedicado a ganarse el favor de Dios en vez de perseguir
objetivos ftiles, no estaran a las puertas del Infierno sino en el
Paraso. Debido al fracaso en obrar en consonancia con el sendero
recto, sufrirn prdidas terribles.
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 45
Como comunica Dios en el versculo veinte del captulo
noventa, Se cerrar un Fuego sobre ellos. Una vez que atraviesen
las puertas del Infierno, stas se cerrarn a sus espaldas. Una vez
all adentro, padecern los tormentos del fuego infernal
permanentes, en tanto Dios quiera. No tendrn ninguna
posibilidad de rehuir esa situacin. A ese fuego Dios lo denomina
La Trituradora, como lo leemos en el captulo Humazah (El
Difamador):
Y cmo sabrs que es la hutama (la trituradora)? Es el Fuego
de Dios, encendido, que se eleva hasta los corazones. Se
cerrar sobre ellos en extensas columnas (de llamas) (Corn,
104:5-9).
El Tormento Al Que Harn Frente Los Incrdulos
Previo a seguir hablando de la afliccin que enfrentarn los
incrdulos en la otra vida, ser provechoso describir el tormento
en el Infierno, porque si no se es consciente del mismo podra no
llegar a comprenderse la dimensin de la congoja que se sufrir
all.
Como dijimos antes, el pesar de los incrdulos comenzar en
el mismo instante en que visualicen el Infierno y continuar
luego eternamente. Sus moradores dialogarn as:
Quienes no hayan credo en su Seor tendrn el castigo de
la gehena. Qu mal fin...! Cuando sean arrojados a ella,
oirn su fragor, en plena ebullicin, a punto de estallar de
furor. Siempre que se le arroje una oleada (de rprobos), sus
guardianes les preguntarn: Es que no vino a vosotros un
monitor?. Claro que s!, dirn. Vino a nosotros un
monitor, pero desmentimos, y dijimos: Dios no ha revelado
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ANTES DE LAMENTARSE46
nada. No estis sino muy extraviados . Y dirn: Si
hubiramos odo o comprendido, no moraramos ahora en el
fuego de la gehena. Confesarn su pecado. Que Dios aleje
(de Su misericordia) a los Compaeros del Fuego! (Corn,
67:6-11).
Dios nos cuenta en los versculos que al ser arrojados al
Infierno oirn un ruido terrible, al que describe como fragor, en
plena ebullicin. Ese sonido les producir una zozobra y temor
espantosos. Dios tambin describe el fuego del Infierno como una
combustin a punto de estallar de furor. Cuando los que niegan
todo eso sean testigos de dichos sucesos, se vern invadidos por
la desesperacin pues deducirn el castigo que afrontarn. Segn
comunic nuestro Seor y vimos antes, hablarn acerca de la
ansiedad y congoja que sienten debido a que no haban
comprendido todo eso mientras estaban en el mundo.
Esa angustia es comprensible porque la penalidad que
arrostrarn ser extremadamente horrible y dolorosa. En los
versculos que siguen se comunica que el Infierno es el peor lugar
en donde permanecer:
...Qu mal fin...! (Corn, 3:162).
...Mal fin...! (Corn, 4:115).
...Qu mala es la mansin de los impos! (Corn, 3:151).
...Qu mala morada...! (Corn, 14:29).
De modo similar se describe el Infierno en las tradiciones del
Profeta (BP): De la gente del Infierno, algunas sern sumergidas en el
fuego hasta los tobillos, algunas ms hasta las rodillas, otras hasta la
cintura y otras ms hasta el cuello (Muslim).
A ese mal refugio sern arrojados montones de seres
humanos. Dios dice en un versculo, Ellos y los descarriados
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 47
sern precipitados en l. (en el fuego del infierno) (Corn, 26:94).
De aqu se comprende que todos los incrdulos, incluidos los
altaneros, ricos y de reputacin, sern arrojados al fuego como
cosas inservibles. En respuesta a la arrogancia exhibida en este
mundo, sern despreciados y humillados.
En el Infierno no merecern ninguna estima y nunca recibirn
misericordia. Vivirn la pesadumbre y el dolor eternamente. Dios
lo revela as:
Vosotros y lo que servs en lugar de servir a Dios, seris
combustible para la gehena. Bajaris a ella (Corn, 21:98).
...Esos servirn de combustible para el Fuego (Corn, 3:10).
El Corn nos informa de varios tipos de castigo en el Infierno.
La mayora de sus moradores estarn all, como lo dice el
versculo, eternamente (Corn, 21:99). En otras palabras, el
tormento ser permanente. Algunos de esos castigos se pueden
describir como sigue:
a) Cuando, atados unos a otros, sean precipitados en un
lugar estrecho de l (de se fuego)... (Corn, 25:13). Quienes son
dejados en un espacio estrecho, aunque ms no sea unos pocos
minutos, quedan tiesos. Incluso el slo pensar que se
permanecer rodeado por paredes elevadas resulta algo
insoportable. Sin embargo, el tormento del Infierno es
incomparablemente peor que cualquier situacin sufrida y
tortuosa en este mundo. Pero adems de estar confinados en un
espacio estrecho, tambin estarn sometidos al fuego. Y no
podrn moverse ni escapar por estar amarrados entre ellos con
cadenas. Resulta inaguantable el slo pensar una escena as.
b) a la sombra de un humo negro, (Corn, 56:43). En general,
la palabra sombra nos recuerda la frescura. Sin embargo, no
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ANTES DE LAMENTARSE48
es ese el caso en lo que respecta al Infierno, puesto que Dios nosinforma que all la sombra no es refrescante ni tibia.
c) Otra forma de castigo en el Infierno es la inmortalidad.Despus de todo, el deceso es una forma de liberacin. Por eso esque Dios no permite que la gente del Averno fallezca: ...La muertevendr a l por todas partes, sin que llegue a morir... (Corn,14:17). Experimentarn todo tipo de ataques que, en condicionesterrenales, les ocasionara la muerte. Pero en la otra vida noperecern sino que continuarn sufriendo ms tormentos, tantocomo Dios quiera.
El Profeta Muhammad (PB) tambin nos hizo saber que en elMs All no habr otra muerte: Cuando en el Jardn moren sushabitantes y en el Fuego los suyos, se llamar a la muerte y se la colocar
entre el Paraso y el Infierno. A continuacin se anunciar lo siguiente:
Habitantes del Jardn! No hay ms muerte! Habitantes del Fuego!
No hay ms muerte! Lo odo aumentar el deleite de los habitantes del
Jardn y la angustia de los habitantes del Fuego (Muslim).
ch) En este mundo las quemaduras severas conducen en granmedida a la muerte en un tiempo breve. Es muy difcil resistir elfuego o calor muy intensos sin los medios necesarios. Y aunquealguien no se muera y slo quede herido, la recuperacin lleva untiempo muy prolongado. Pero en el Infierno el tormento delfuego ser inconmensurablemente mayor a las peoresquemaduras que podamos recibir en la Tierra. En el Averno lapiel se ir renovando a medida que se quema, de modo que elcondenado experimentar una zozobra sin fin (Corn, 4:56). Enresumen, el dolor que se sufrir en el Infierno, causado por elfuego, no finalizar nunca, a menos que Dios desee otra cosa.
d) Otro tipo de tormento causado por la combustin sedescribe en el versculo 51:13, donde Dios dice que los
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 49
Compaeros del Fuego sern torturados por ste. Es difcil
comprender el dolor que causar esa situacin. Si tenemos en
cuenta el padecimiento que en este mundo motiva una pequea
quemadura, podramos llegar a discernir el grado de sufrimiento
que provocar ese tormento en la otra vida.
En tanto sucede todo lo antedicho, all el ser humano conocer
tambin lo siguiente:
e) Sujetadle, luego, a una cadena de setenta codos (Corn,
69:32).
Para los infieles hemos preparado cadenas, argollas y fuego
de gehena (Corn, 76:4).
se emplearn en ellos focinos de hierro (Corn, 22:21).
...y sus frentes, costados y espaldas sean marcados con ellos
(con el oro y la plata que atesoraron en la vida de este
mundo) (Corn, 9:35).
f) ...A los infieles se les cortarn trajes de fuego y se les
derramar en la cabeza agua muy caliente (Corn, 22:19).
sus indumentos hechos de alquitrn, cubiertos de fuego sus
rostros (Corn, 14:50).
g) sin probar frescor ni bebida, fuera de agua muy caliente ...
(Corn, 78:24-25).
h) ni ms alimento que de guisilin (sangre y pus) (Corn,
69:36).
i) Para alimentarse los habitantes del Averno dispondrn
solamente de espinas amargas y del rbol de zaqqum. Dios nos
informa que dicho rbol se convertir en un tormento para ellos:
El rbol de az-Zaqqum es el alimento del pecador. Es como
metal fundido, hierve (es decir, sus frutos hierven) en las
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ANTES DE LAMENTARSE50
entraas como agua hirviente. Agarradle y llevadle en
medio del fuego de la gehena! Castigadle, luego,
derramando en su cabeza agua muy caliente. Gusta! T
eres el poderoso, el generoso! Esto es aquello de que
dudabais (Corn, 44:43-50).
A partir de las descripciones que da el Corn, sabemos que los
alimentos en el Infierno tendrn un efecto sofocante. Los
condenados intentarn sorber la bebida purulenta a tragos, pero
no podrn. Nunca sern capaces de tragarla. El pus, que es una
de las cosas ms repugnantes en este mundo debido a su
apariencia, condicin y olor, tambin estar entre las cosas que
comern la gente del Infierno. Esas cosas les infligir una gran
afliccin. Pero fuera de padecer hambre no tendrn ninguna
alternativa ms que comerlas. De todos modos, lo que coman no
satisfar su hambre. Es decir, sufrirn el padecimiento del
hambre eternamente:
No tendrn ms alimento que de dari (planta espinosa y
amarga del desierto), que no engorda ni sacia (Corn, 88:6-7).
Dios brinda en el Corn otras descripciones sobre los
tormentos en el Infierno:
j) Gemirn en l (en el Infierno), pero no podrn or en l
(Corn, 21:100).
k) que permanecern all durante generaciones (Corn,
78:23).
l) Eternos en l (en el Infierno), no se les mitigar el castigo,
ni les ser dado esperar (Corn, 3:88).
ll) Querrn salir del Fuego, pero no podrn... (Corn, 5:37).
Los tormentos mencionados infligirn a los incrdulos
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 51
sufrimientos y congojas imposibles de imaginar. Rogarn por su
salvacin muchas veces e incluso aceptarn que se les saquen sus
almas. Dios relata en el Corn la conversacin de esas personas
en el Averno:
Llamarn: Malik! Que tu Seor acabe con nosotros! El
dir: Os quedaris ah!. Os trajimos la Verdad, pero la
mayora sentisteis aversin a la Verdad (Corn, 43:77-78).
Apartarse de la religin (din) y no prestar atencin a las
advertencias llevar a esa situacin, como lo comunica el Corn.
A la vez, Dios no responder al llamado de esa gente, a la que
mantendr en el tormento tanto como desee.
Los mencionados son slo algunos de los padecimientos que
soportarn quienes negaron a Dios y la existencia del Ms All e
ignoraron las advertencias acerca del Paraso y el Infierno.
Adems, hay otro tormento que siempre afligir a los incrdulos.
Se trata del sentimiento de arrepentimiento, del que no se podrn
apartar en ningn momento. Incluso aumentar en intensidad
debido a la afliccin que produce el ser enviado al Infierno, el
lugar ms terrible que se podr llegar a ver. Como dijimos antes,
mientras experimenten el sufrimiento recordarn que si hubiesen
obrado de acuerdo con la orientacin correcta no les habra
acontecido ninguna desgracia. Les ser imposible evitar esa
compuncin y pesar.
La Congoja Que Sentirn Los Incrdulos En ElInfierno
Despus de experimentar la severidad del castigo, los
incrdulos se vern atrapados por la afliccin de no haber tenido
fe en Dios mientras estaban en el mundo. Pero esa congoja no
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ANTES DE LAMENTARSE52
cambiar su situacin. Habrn sido muchas las oportunidades
ofrecidas y rechazadas en esta vida, por uno u otro motivo. Al
comprender lo que hicieron se lamentarn por cada una y todas
las cosas que en este mundo les distrajeron de Dios y del Ms All
y les llev a los caprichos o irracionalidad en los asuntos
mundanales.
Dios nos explica en el Corn que el lamento de los incrdulos
estar lleno de clera:
El Da que, en el Fuego, se desencajen sus rostros de dolor,
dirn: Ojal hubiramos obedecido a Dios! Ojal
hubiramos obedecido al Enviado!. Y dirn: Seor!
Hemos obedecido a nuestros seores y a nuestros grandes y
nos han extraviado del Camino! Dblales, Seor, el castigo
y chales una gran maldicin! (Corn, 33:66-88).
Hasta que, al comparecer ante Nosotros, diga (el infiel al
demonio): Ojal nos hubiera separado, a m y a ti, la
misma distancia que separa al Oriente del Occidente!. Qu
mal compaero...! Hoy no os aprovechar compartir el
castigo por haber sido impos (Corn, 43:38-39).
Como sugieren los versculos, esperan salvarse de la situacin
en que estn por medio de condenar a quienes les desviaron del
sendero recto. Pero Dios concede conciencia a todos los seres
humanos para que puedan ser guiados en la direccin adecuada.
Tambin nos dot con voluntad para llevar a cabo las decisiones
pertinentes. Es decir, al ser humano se lo capacita con ambas
cualidades como as tambin con el conocimiento de lo justo y lo
injusto. En consecuencia, depende de cada persona la decisin a
tomar. Adems Dios sabe si en lo ms profundo del corazn la
persona cree o no en El y su doctrina. Por lo tanto, quienes
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 53
conducen al Infierno y quienes los siguen sern debidamente
castigados. Ese da nadie ser responsable de los pecados de
otros.
Mientras cierta gente se induce una a otra a cometer
maldades, probablemente piensen muchas veces que tendrn
que rendir cuentas en el Ms All. Pero as y todo consideran algo
menor, insignificante, las perversidades que cometen. Animan a
otros a rechazar a Dios diciendo, por ejemplo, Haz lo que te
digo. Yo me hago cargo. Satans tambin hace promesas
tentadoras con el objeto de llevar por el camino equivocado. Pero
Dios, al decirnos, ...y vendr, solo, a Nosotros (Corn, 19:80), nos
informa que esas promesas no servirn para nada.
Ese da los incrdulos vern con toda claridad que estn solos.
Comprendern algo importante: fuera de Dios no tienen amigo ni
protector. Sus amigos y mentores en este mundo, les dejarn solo
en el Averno. Tambin Satans a quien Dios abandon y los
incrdulos toman como protector les ser desleal y les hablar
as:
El Demonio dir cuando se decida la cosa (mediante el
Juicio): Dios os hizo una promesa de verdad, pero yo os
hice una que no he cumplido. No tena ms poder sobre
vosotros que para llamaros y me escuchasteis. No me
censuris, pues, a m, sino censuraros a vosotros mismos, Ni
yo puedo socorreros, ni vosotros podis socorrerme. Niego
que me hayis asociado antes a Dios. Los impos tendrn
un castigo doloroso, (Corn, 14:22).
Otra fuente de pesar ser ver la deslealtad de los que
consideraban sus amigos. Comprendern claramente que aparte
de Dios no pueden protegerse en nadie ms. Sin embargo, el
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ANTES DE LAMENTARSE54
comprobar todo eso no servir de alivio a sus tribulaciones. Ese
da reirn entre s, a la vez que confesarn sus pecados. Dios
describe esa situacin:
Ya en l (en el Infierno), dirn mientras disputan: Por Dios,
que estbamos, s, evidentemente extraviados cuando os
equiparbamos al Seor del universo! Nadie sino los
pecadores nos extraviaron y, ahora, no tenemos a nadie que
interceda, a ningn amigo ferviente. Si pudiramos volver (a
la Tierra) para ser creyentes... (Corn, 26:96-102).
Como se relata en los versculos anteriores, al estar los
incrdulos inmersos en una congoja profunda, desearn retornar
al mundo con el objeto de realizar buenas obras que les seran
provechosas en el Ms All. Sin embargo, ser un deseo
inaceptable. Comprobarn que todo lo que persiguieron con
tanto afn en este mundo riqueza, ttulos acadmicos, belleza,
etc., no tiene ningn valor en la otra vida. Dios describe en el
Corn algunas de sus expresiones de pesar:
Aqul que reciba su Escritura en la siniestra, dir: Ojal no
se me hubiera entregado mi Escritura y no hubiera conocido
el resultado de mi juicio! Ojal hubiera sido definitiva (mi
muerte)! De nada me ha servido mi hacienda. Mi poder me
ha abandonado. Agarradle y ponedle una argolla al
cuello! Que arda, luego, en el fuego del Infierno! Sujetadle,
luego, a una cadena de setenta codos!. No crea en Dios, el
Grandioso, ni animaba a dar de comer al pobre. Hoy no tiene
aqu amigo ferviente (Corn, 69:25-35).
Ese Da se traer el Infierno, ese Da el hombre se dejar
amonestar y de qu le servir entonces la
amonestacin? y dir: Ojal hubiera enviado por delante
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 55
(buenas obras) para mi (otra) vida! (Corn, 89:23-24).
Adems, el ser testigos del goce y felicidad de los Compaeros
del Jardn profundizar su afliccin. Vern las notables
diferencias entre la vida de los Compaeros del Jardn y la de
ellos. Dios llama la atencin sobre esa disparidad y describe en el
Corn el aspecto de los Compaeros de Fuego:
Abatida la mirada, cubiertos de humillacin, (Corn, 68:43).mientras que otros, ese Da, estarn tristes, (Corn, 75:24).
Por otra parte, describe los rostros de los Compaeros del
Jardn:
Ese Da, unos rostros estarn radiantes, risueos, alegres,(Corn, 80:38-39).
Los incrdulos, como dijimos, no encontrarn ningn otro
alimento adems de agua hirviente, pus, espinas amargas y el
rbol de zaqqum. Los creyentes, en cambio, sern premiados con
ros de leche y miel, bebidas deliciosas servidas en copas, todo
tipo de frutas y cualquier cosa que deseen. Dios describe el
alimento de los Compaeros del Jardn:
Imagen del Jardn prometido a quienes temen a Dios: habren l arroyos de agua incorruptible, arroyos de leche degusto inalterable, arroyos de vino, delicia de los bebedores,arroyos de depurada miel. Tendrn en l toda clase de frutasy perdn de su Seor. Sern como quienes estn en elFuego por toda la eternidad, a los que se dar de beber unagua muy caliente que les roer las entraas? (Corn, 47:15).
Por cierto, no hay ningn paralelo entre los favores que se les
conceder a los creyentes y el alimento de los incrdulos, el cual
de ninguna manera satisfar el hambre que sienten y se
convertir en una fuente ms de suplicio permanente. Adems,
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ANTES DE LAMENTARSE56
sern expuestos al fuego durante siglos. La piel les crecer de
nuevo luego de quemarse y ese proceso se repetir una y otra
vez. Pedirn a gritos algn alivio y frescor. Anhelarn los favores
concedidos a los Compaeros del Jardn, quienes reposan a la
sombra, y los pedirn para ellos. Dios narra esta situacin en el
Corn:
Los moradores del Fuego gritarn a los moradores del
Jardn: Derramad sobre nosotros algo de agua o algo de lo
que Dios os ha provedo!. Dirn: Dios ha prohibido ambas
cosas a los infieles, (Corn, 7:50).
El pedido de los incrdulos nunca ser respondido. Dios
afirma lo siguiente en un versculo:
...Hemos preparado para los impos un fuego cuyas llamas
les cercarn. Si piden socorro, se les socorrer con un lquido
como de metal fundido, que les abrasar el rostro. Mala
bebida! Y mal lugar de descanso! (Corn, 18:29).
Adems, Dios regalar a los Compaeros del Jardn ropa
verde, fina seda, rico brocado y brazaletes de plata y oro. Los
Compaeros del Fuego, en cambio, tendrn vestimenta de
alquitrn especialmente preparada. Los creyentes morarn en
agradables habitaciones y camas elevadas, reclinados sobre
exquisitos tapetes y sofs forrados con rico brocado. Los
incrdulos, por el contrario, tendrn el Infierno por lecho y, por
encima, cobertores... (Corn, 7:41).
Dios nos informa que los creyentes tendrn todo lo que deseen
y sern honrados con una vida pacfica y placentera en el Jardn:
...y tendrn junto a su Seor lo que deseen... (Corn, 42:22).
Dios les preservar del mal de ese Da y les llenar de
esplendor y alegra (Corn, 76:11).
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 57
Si los incrdulos asumieran en el mundo una actitud sincera,
honesta y consciente, obrando segn las rdenes de Dios, no se
veran sometidos a suplicios en el Infierno, donde la congoja se
les multiplicar al pensar en la situacin favorable de los
Compaeros del Jardn. Dios define la desgracia del Infierno y el
pesar que sentirn como tribulacin, y dice que todos los
intentos por escapar del mismo concluirn en otro castigo:
Siempre que, de atribulados, quieran salir de l (del
Infierno), se les har volver: Gustad el castigo del Fuego!
(Corn, 22:22).
Es decir, el Infierno es un lugar del que no se sale, en donde la
pena o remordimiento no sirve para nada al ser humano, no tiene
sentido. En el instante en que los incrdulos mueren, los ngeles
les dirn que nunca experimentarn algo bueno, a menos que
Dios desee otra cosa:
El Da que vean a los ngeles, no habr, ese Da, buenas
nuevas para los pecadores. Dirn: Lmite infranqueable!
Corn, 25:22).
Debido a todo eso los incrdulos descubrirn que la nica
salida que les queda a esa situacin es la destruccin total.
Rogarn por la misma pero no les valdr de nada. Ser as porque
vivieron lo suficiente como para recibir la amonestacin pero
prefirieron rechazarla a consciencia apartndose de la verdad. En
respuesta a esa actitud Dios les dir:
No invoquis hoy una sola destruccin sino muchas
destrucciones! (Corn, 25:14).
Arde en l (en el Fuego)! Debe daros lo mismo que lo
aguantis o no. Slo se os retribuye por vuestras obras
(Corn, 52:16).
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ANTES DE LAMENTARSE58
En el versculo 7:40 Dios explica que es imposible que los
incrdulos abandonen el Infierno y entren al Jardn al decir, ...ni
entrarn en el Jardn hasta que entre un camello en el ojo de
una aguja... Tambin nos informa que por ser negligentes y
descuidados en el mundo, se apartaron del sendero recto y no
dieron ninguna importancia al encuentro el Da del Juicio. No
recibirn ninguna respuesta o ayuda de Dios:
Dir (Dios): Igual que t recibiste Nuestros Signos y los
olvidaste, as hoy eres olvidado (Corn, 20:126).
Se dir: Hoy os olvidamos Nosotros, como vosotros
olvidasteis que os llegara este da. Tendris el Fuego por
morada y no encontraris quien os auxilie (Corn, 45:34).
que tomaron su religin a distraccin y juego, a quienes la
vida de ac enga. Hoy les olvidaremos, como ellos
olvidaron que les llegara este Da y negaron Nuestros
Signos (Corn, 7:51).
Implorarn a Dios para salvarse del Fuego y El les responder:
Seor! Scanos de l (del Infierno)! Si reincidimos,seremos unos impos. Dir (Dios): Quedaos en l y no Mehablis! (Corn, 23:107-108).
Los incrdulos sobrellevarn un castigo terrible consistente en
suplicios y en no recibir ningn tipo de ayuda en ningn
momento. Dios no derramar Su misericordia sobre ellos, no les
proteger, y no perdonar sus pecados y culpas. Si hubiesen
buscado refugio en Dios cuando estaban en el mundo, habran
descubierto que El es el Perdonador y el Misericordiossimo con
los sinceros. No obstante, una vez que entren al Averno todo lo
que piensen o razonen ya no les servir de nada.
Despus de todo lo dicho, habra que ponderar ciertos hechos:
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La Afliccion Que Se Sentira En El Infierno 59
Dios es misericordioso y compasivsimo con Sus siervos y stosdeberan tomar a El como nico amigo y protector. De noproceder as, arriesgan terminar en el Infierno. Y una vez que laspuertas de ste se cierren ya no se abrirn y no tendrnposibilidades como las que tuvieron en este mundo, a menos queDios desee otra cosa. Dios indica el camino de salvacin:
salvo si se arrepienten, se enmiendan, se aferran a Dios yrinden a Dios un culto sincero. Estos estarn en compaa delos creyentes y Dios dar a los creyentes una magnficarecompensa. Por qu va Dios a castigaros si soisagradecidos y creis? Dios es agradecido, omnisciente(Corn, 4:146-147).
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PARA NOTENER QUE
LAMENTARSEEN LA OTRA VIDA
Las personas son creadas con muchas debilidades e
imperfecciones. A lo largo de nuestras vidas nos olvidamos de
muchas cosas y cometemos errores incontables. Sin embargo, a
travs del arrepentimiento que Dios nos concede como un gran
favor, siempre es posible corregir nuestras equivocaciones en este
mundo. En realidad, el propsito con el que fue creado el mundo
es ese: se trata del lugar donde el ser humano se educa, purifica
de sus errores y es puesto a prueba. Es probable que nos
lamentemos profundamente de nuestros equvocos o del rumbo
que le dimos a nuestras vidas. Pero siempre es posible compensar
todos esos desaciertos. Despus de arrepentirnos sinceramente
podemos buscar con mu