Antequera. Cádiz Freno a La Modernizacion
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CDIZ, FRENO A LA MODERNIZACIN
Alejandro Romn Antequera
Universidad de Cdiz1
1. Introduccin
Las transformaciones producidas a raz del desarrollo urbano han cambiado la
fisonoma del mundo durante la edad contempornea. Las ciudades son puntos desde los
que se irradian las innovaciones y nuevas pautas de conducta a todos los niveles social,
cultural, econmico, demogrfico-2. El objetivo que se plantea en esta comunicacin
es realizar el anlisis del papel desempeado por la ciudad de Cdiz en los diferentes
procesos de modernizacin.
Cdiz fue designada capital provincial con la reforma de Javier de Burgos de
18333. En esos momentos, la ciudad todava conservaba el prestigio proporcionado por
su papel en el comercio colonial, que le haba permitido acumular en su seno grandes
riquezas. Sin embargo, el fin de ese comercio haba marcado un punto de inflexin que
se tradujo en estancamiento y decadencia. El reflejo perfecto de esta situacin se
encuentra en la evolucin de su sistema demogrfico.
Adems, el condicionante geogrfico jug un papel clave. La falta de espacio ha
limitado su crecimiento durante la poca contempornea, lo que ha conllevado el
trasvase de funciones a otros puntos, especialmente de su Baha, y el surgimiento de
otros dos polos de poder en la provincia Jerez y la Baha de Algeciras-. Cdiz dej de
ser ncleo irradiador de modernizacin, para convertirse en un obstculo frenando las
iniciativas de otros focos, que han dado como resultado la desestructuracin actual de su
provincia. Ni siquiera su reconversin en el siglo XX a la industria naval y en las
ltimas dcadas al turismo han impedido que haya perdido relevancia, siendo su papel
clave en el retraso en la modernizacin experimentado por la provincia. 1 Alejandro Romn Antequera. Licenciado en Historia. Miembro del Grupo de Estudios de Historia Actual (HUM315). Direccin: Universidad de Cdiz. Facultad de Filosofa y Letras. Avda. Dr. Gmez Ulla, s/n. 11003 Cdiz. E-mail: [email protected] Telf.: 956-01-55-74. 2 En Espaa el estudio de la historia urbana recibi un mayor impulso a partir del dossier especfico dedicado por la revista Ayer en su nmero 23: SAMBRICIO, Carlos (ed.): La Historia Urbana, Ayer 23 (1996). 3 Cf. PREZ SERRANO, J.: Cdiz, la ciudad desnuda. Cambio econmico y modelo demogrfico en la formacin de la Andaluca contempornea. Cdiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cdiz, 1992, pp. 52-53.
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Para poder estudiar el rol desempeado por Cdiz se analizarn diferentes
aspectos de su trayectoria a lo largo de los dos ltimos siglos: sus condicionantes
geogrficos; su desarrollo urbano, vinculado al socioeconmico; su evolucin
demogrfica; y, su participacin en los diferentes proyectos de infraestructuras en la
provincia, ejemplo de su papel obstaculizador. Esta situacin gener la potenciacin de
las identidades locales en su entorno y la redistribucin de poder en su provincia, ante
su incapacidad para articularla. Para ello, se utilizarn los datos del Instituto Nacional
de Estadstica, la documentacin contenida en archivos locales y la abundante
bibliografa existente sobre la historia de esta ciudad.
2. Condicionamientos geogrficos y desarrollo urbano
La posicin geogrfica de Cdiz ha influido notablemente en su evolucin. Su
situacin en el suroeste de la pennsula Ibrica a menos de cien kilmetros del estrecho
de Gibraltar le ha conferido un gran inters estratgico, tanto para el comercio como
para el control de las rutas, que unido a la bondad de sus temperaturas, han propiciado la
existencia de poblamiento desde la Antigedad.
No obstante, sus condiciones naturales tambin han jugado en su contra. Su
carcter insular, le perjudica para el establecimiento de una red adecuada de transporte
terrestre vid. figuras 1 y 2-. Su nica comunicacin con tierra hasta la construccin del
puente Ramn de Carranza (1972)4 era la barra que la une con San Fernando, que a su
vez es otra isla separada del continente por un sistema de caos. Esta caracterstica ser
un serio obstculo con la potenciacin del transporte terrestre en el siglo XIX con el
ferrocarril y en el XX con el automvil, que se desarrollaran cuando la ciudad haba
entrado en decadencia, por el declinar de su actividad comercial5.
4 Cf. PIEIRO BLANCA, Joaqun: Ramn de Carranza. Un oligarca gaditano en la crisis de la Restauracin. Cdiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cdiz, 1997, pp. 191. 5 Sin embargo, hay que sealar que en los planes de articulacin de sistema radial del transporte terrestre de Carlos III, Cdiz fue punto final de uno de los ejes axiales. A pesar de esta prioridad, los problemas de acceso a la zona exigen un aumento de los costes del transporte considerable. Cf. RINGROSE, D.: Los transportes y el estancamiento econmico de Espaa (1750-1850). Madrid, Tecnos, 1972, pp. 35.
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Figura 1. Imagen por satlite de la Baha de Cdiz, 2007
Fuente. Universidad de Cdiz. Disponible en Internet en:
http://www2.uca.es/serv/rel_institucionales/album/Planos/La%20provincia%20desde%20el%20aire/slides/Bahia%20de%20Cadiz%201.html [con acceso el: 02-11-2008]
Otro aspecto negativo es la falta de recursos naturales, que ha supuesto una seria
limitacin a su desarrollo, al carecer de agua y suelo para el cultivo por la falta de
espacio6, lo que ha obligado a importar los recursos necesarios para su sustento de su
entorno. Esta supone otra caracterstica de Cdiz, su incapacidad para autosatisfacer las
demandas de su poblacin, que genera una fuerte dependencia de otros puntos. Sin
embargo, la ciudad de Cdiz asume desde la poca moderna la funcin rectora de su
espacio circundante, que le aprovisiona de los alimentos, agua, materiales de
construccin y recursos humanos que precisa.
La combinacin de su pequeo trmino municipal, su falta de recursos y su
posicin geoestratgica convirtieron a la actividad comercial en la prioritaria, que se
potenciar con su cada vez mayor participacin en comercio colonial americano, que
6 La superficie de Cdiz en 2007 era de 12,30 Km2. El nomencltor de 1960 la situaba en 10,68 Km2. Esta diferencia ha sido producto de la ganancia de terrenos al mar a travs de rellenos.
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acabara con la consecucin del monopolio en 17177. Esta situacin confiri a la ciudad
y su comarca un atractivo especial, que supuso un espectacular crecimiento
demogrfico, basado en la llegada de importantes contingentes de poblacin exgena8,
que aportaran un componente de cosmopolitismo, tpico de las ciudades portuarias.
Figura 2. Mapa de Cdiz y los municipios de su entorno, 2002
Fuente: Instituto Geolgico Minero Espaol.
La funcin comercial de Cdiz trae consigo que el urbanismo de la ciudad est
orientado a sus instalaciones portuarias, lo que refuerza la concentracin de su
poblacin, que facilitaba el mayor impacto de las epidemias, que eran habituales por la 7 Para conocer ms sobre el monopolio gaditano es imprescindible la consulta de la obra de Garca-Baquero, vid. Vid. GARCA-BAQUERO GONZLEZ, A., Cdiz y el Atlntico, 1717-1778. El comercio colonial espaol bajo el monopolio gaditano. 2 Vol. Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, 1976. 8 El sistema demogrfico de la ciudad de Cdiz en el siglo XVIII ha sido estudiado en profundidad: Vid. MOLINA MARTNEZ, J.M.: De propios y extraos. La poblacin de Cdiz en el siglo XVIII. Cdiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cdiz, 2004; y, tambin vid. PREZ SERRANO, JULIO: Cdiz, la ciudad, op. cit.
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condicin portuaria de la ciudad. La concentracin de la poblacin no se produca slo
por el deseo de cercana a los muelles, sino que tena otras razones. Una eran las
condiciones climticas de Cdiz: fuertes vientos, alta insolacin y escasas
precipitaciones. Estas caractersticas implicaron la adopcin de una morfologa urbana
de calles estrechas para evitar el efecto de los vientos, generar sombra y poder recoger
la mxima cantidad de agua de las precipitaciones. A esto se aada la necesidad de
aprovechamiento del espacio. Tambin influa el factor militar, ya que se facilitaba la
defensa.
La Corona despleg un plan estratgico para el conjunto de la Baha en el siglo
XVIII, que primero llevara a nombrar a Cdiz en 1726 como sede de uno de los
Departamentos de Marina9 y que en 1729 llevara a pasar a la jurisdiccin de realengo a
las ciudades de San Fernando y El Puerto de Santa Mara. De este modo, se
desarrollaron sus funciones militares y defensivas, que supondran la presencia
continuada de gran nmero de militares, que estaban destinados en el entramado de
murallas y fortificaciones que se construyeron, que no se limitaron slo a la ciudad, sino
que se extendieron a todo el litoral de su Baha10, iniciando un reparto de funciones ante
la falta de espacio del trmino municipal de Cdiz para albergar las instalaciones
necesarias para ejercer el monopolio11.
El modo de asentamiento humano se debe adaptar a las circunstancias expuestas.
La elevada densidad de poblacin que es un rasgo que perdura hasta la actualidad,
provocado por la falta de espacio y el importante volumen poblacional, combinado con
la fuerte concentracin de la poblacin en un espacio reducido de su trmino,
conllevara un desarrollo urbano en vertical, que se mantendra cuando a mediados del
siglo XX se desarrollase por completo la expansin urbana al espacio de extramuros.
Esta expansin se vincula a su conversin en polo industrial, construyndose barrios
9 Cf. CASADO SOTO, Jos: El estado y los puertos espaoles en la Edad Moderna, en DELGADO BARRADO, Jos y GUIMER RAVINA, Agustn (ed.): Los puertos espaoles: Historia y futuro (siglos XVI-XX). Madrid, Fundacin portuaria, 2000, pp. 13-34, 19. 10 Las fortificaciones de la Baha de Cdiz se comienzan a finales del siglo XVI producto de la guerra ocenica contra los ingleses. Cf. CASADO SOTO, Jos: El estado y los puertos, op. cit., pp. 26. Esta labor se intensific en el siglo XVII. Cf. LPEZ AMADOR, J. J.; RUIZ GIL, J.A., La ciudad de El Puerto de Santa Mara a travs de la arqueologa. Cdiz, 2003, pp. 151-154. 11 Durante el siglo XVIII se procedi a escindir el puerto comercial del militar. El primero permaneci en Cdiz y el segundo pas al arsenal de La Carraca en San Fernando en 1752, lo que permitira esta localidad experimentar un gran crecimiento demogrfico, que en 1766 la llevara adquirir entidad propia como municipio, desligndose de Cdiz. Cf. PIEIRO BLANCA, Joaqun: El desarrollo urbano de San Fernando (Cdiz) durante el perodo franquista, en Actas del III Congreso de Historia de Andaluca. Tomo I. Crdoba, Cajasur Publicaciones, 2003, pp. 475-492, 476.
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obreros, a causa de la potenciacin de sus astilleros12, que tendra su punto culminante
en el ltimo cuarto del siglo XX, en el que la ciudad alcanzara el lmite de su
crecimiento.
3. La evolucin demogrfica: un reflejo de la situacin
Los condicionantes geogrficos han afectado de manera notable a la evolucin
demogrfica de Cdiz y de su entorno. Su escaso trmino municipal ha limitado sus
posibilidades de crecimiento demogrfico y provocado el trasvase de sus efectivos en su
Baha, cmo se podr ver a continuacin, a travs del anlisis de la evolucin
demogrfica. Asimismo, la comparacin que se realiza con lo sucedido en los otros dos
polos de referencia a nivel provincial, Jerez y Algeciras, resulta reveladora de la prdida
de importancia de Cdiz durante la poca contempornea.
Cdiz comenz el siglo XIX sufriendo el envite de las epidemias de fiebre
amarilla, que se sucedieron en el primer cuarto de siglo -1800, 1804, 1813 y 1819-, que
redujeron de manera notable sus efectivos demogrficos13, que pasaron de 75.400
habitantes en 1797 a 65.600 en 1826. Esta tendencia negativa continuara por el efecto
de las epidemias de clera en las dcadas centrales del siglo, no volviendo a alcanzar la
ciudad las cotas de poblacin de finales del siglo XVIII hasta 1930. Adems, la
situacin de postracin econmica evitaba cualquier atisbo de mejora para la ciudad,
que slo logro mantenerse por medio del comercio vincola y, a partir de finales del
siglo, por el desarrollo de la industria naval, que alcanzara su apogeo a mediados del
siglo XX hasta el ltimo cuarto de siglo14.
12 Vid. PREZ SERRANO, Julio: Demografa y urbanizacin en Cdiz: Dos siglos de relaciones (1780-1980), en GONZALVEZ PREZ, Vicente, Los procesos de urbanizacin: siglos XIX y XX (Actas del II Congreso de la Asociacin de Demografa Histrica. Alicante, abril de 1990. Volumen IV). Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil Albert, 1991, pp. 165-174, 172-173. 13 La peor de todas las epidemias fue la de 1800, que supuso la muerte de ms de 10.000 personas, alcanzando la intensidad de catastrfica en la categorizacin de Dpaquier. Vid. PREZ SERRANO, J.: Cdiz, la ciudad, op. cit., pp. 298-302. 14 Vid. MORENO GUILLN, Juan: El cambio socioeconmico en la Baha de Cdiz. Cdiz, Servicio de Publicaciones de la Diputacin de Cdiz, 1999.
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Tabla 1. Evolucin de la poblacin de hecho de los municipios de la Baha de
Cdiz15, Jerez, Algeciras, la provincia de Cdiz, Andaluca y Espaa, 1857-2006 MUNICIPIOS 1857 1877 1900 1930 Cdiz 59.323 65.028 69.382 75.769 Chiclana 9.097 11.713 10.868 15.090 Puerto Real 7.913 9.632 10.535 11.185 PSM 21.278 22.122 20.120 19.714 San Fernando 23.069 26.836 29.635 29.232 Rota 7.027 8.009 7.471 9.311 Baha de Cdiz 127.707 143.340 148.011 160.301 Resto de la provincia 243.883 276.172 291.379 347.671 Algeciras 16.198 12.465 13.302 21.431 Jerez 51.339 64.553 63.473 72.055 Provincia de Cdiz 371.590 419.512 439.390 507.972 Andaluca 2.965.508 3.235.493 3.562.606 4.609.879 Espaa 15.464.340 16.622.175 18.616.630 23.677.095 MUNICIPIOS 1950 1981 1991 2006 Cdiz 100.249 157.766 157.355 130.561 Chiclana 18.262 36.203 46.610 72.364 Puerto Real 13.061 23.931 29.914 38.354 PSM 28.300 57.437 69.663 83.101 San Fernando 41.196 78.845 91.696 93.544 Rota 10.193 25.291 27.139 27.270 Baha de Cdiz 211.261 379.473 422.377 445.194 Resto de la provincia 489.135 622.243 674.011 748.868 Algeciras 52.732 86.042 101.556 112.937 Jerez 107.770 176.238 184.364 199.544 Provincia de Cdiz 700.396 1.001.716 1.096.388 1.194.062 Andaluca 5.605.857 6.441.461 7.040.627 7.975.672 Espaa 28.117.873 37.742.561 39.433.942 44.708.964
Fuente: INE. Censos nacionales, 1857-2001. Padrn continuo, 2006. Elaboracin propia.
El estancamiento experimentado por Cdiz en el siglo XIX implic su retraso en
el inicio de la transicin demogrfica, que no se iniciara hasta el segundo tercio de la
centuria pasada16. A partir de este punto, el desarrollo de este proceso, interrumpido por
15 En la actualidad, Rota se encuentra ms vinculada a la mancomunidad del Bajo Guadalquivir. No obstante, se ha procedido a incluirla, dado que para la mayor parte del perodo en estudio, sus vnculos se establecan primordialmente con El Puerto de Santa Mara, que era su cabeza de partido, y Cdiz, como capital provincial, con la que mantena un fluido trfico martimo, abastecindola de productos hortcolas. Esta situacin cambi con la instalacin de la base aeronaval hispano-estadounidense a raz de los tratados firmados en 1953. Sobre este aspecto se puede consultar la tesis doctoral de Roco Pieiro lvarez: Guerra y medio ambiente: una historia de la base aeronaval de Rota (desde 1953 hasta la actualidad). Tesis doctoral defendida en la Universidad de Cdiz en 2002. Asimismo, sobre las cuestiones demogrficas se puede consultar: ROMN ANTEQUERA, Alejandro: La poblacin de Rota durante el franquismo. Rota en su Historia, 4 (2008), 3-41. 16 Vid. PREZ SERRANO, J.: Crecimiento demogrfico y modernizacin urbana en la baha de Cdiz (1850-1940), en BEASCOECHEA GANGOITI, J.M.; GONZLEZ PORTILLA, M. y NOVO LPEZ, P. A. (eds.): La ciudad contempornea, espacio y sociedad. Bilbao, Universidad del Pas Vasco, pp. 155-181.
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la Guerra Civil, y la conversin de toda la Baha en un foco de la industria naval,
permitieron el aumento de poblacin que se constata en las dcadas centrales del siglo.
Empero, a partir de 1981 la poblacin se estanca y en los ltimos quince aos, Cdiz se
ha visto incapaz de evitar la prdida de efectivos, que se refleja en que la tasa del
crecimiento anual del intervalo de 1991 a 2006 sea del -1,24 por ciento, que se traducen
en 26.794 personas menos.
Tabla 2. Tasas de crecimiento anual de los intervalos censales (1857-1877, 1877-
1900, 1900-30, 1930-50, 1950-81, 1981-1991 y 1991-2006) para la Baha de Cdiz, la
provincia de Cdiz, Andaluca y Espaa MUNICIPIOS 1857-1877 1877-1900 1900-1930 1930-1950 1950-1981 Cdiz 0,46 0,28 0,29 1,41 1,47 Chiclana 1,27 0,33 1,10 0,96 2,23 Puerto Real 0,99 0,39 0,20 0,78 1,97 PSM 0,19 -0,41 -0,07 1,82 2,31 San Fernando 0,76 0,43 -0,05 1,73 2,12 Rota 0,66 -0,30 0,74 0,45 2,97 Baha de Cdiz 0,58 0,14 0,27 1,39 1,91 Resto de la provincia 0,62 0,23 0,59 1,72 0,78 Algeciras -1,30 0,28 1,60 4,60 1,59 Jerez 1,15 -0,07 0,42 2,03 1,60 Provincia de Cdiz 0,61 0,20 0,48 1,62 1,16 Andaluca 0,44 0,42 0,86 0,98 0,45 Espaa 0,36 0,49 0,80 0,86 0,95 MUNICIPIOS 1981-1991 1991-2006 1857-1930 1930-2006 1857-2006 Cdiz -0,03 -1,24 0,34 0,72 0,53 Chiclana 2,56 2,98 0,70 2,08 1,40 Puerto Real 2,26 1,67 0,48 1,63 1,06 PSM 1,95 1,18 -0,10 1,91 0,92 San Fernando 1,52 0,13 0,32 1,50 0,93 Rota 0,71 0,03 0,39 1,42 0,91 Baha de Cdiz 1,08 0,35 0,31 1,35 0,84 Resto de la provincia 0,80 0,70 0,49 1,01 0,76 Algeciras 1,67 0,71 0,38 2,21 1,31 Jerez 0,45 0,53 0,47 1,35 0,92 Provincia de Cdiz 0,91 0,57 0,43 1,13 1,55 Andaluca 0,89 0,83 0,61 0,72 0,67 Espaa 0,44 0,84 0,59 0,84 0,72
Fuente: INE. Censos nacionales, 1857-2001. Padrn continuo, 2006. Elaboracin propia.
La tabla 2 muestra de forma ntida que aunque Cdiz ha crecido lo ha hecho a
menor ritmo que el resto de poblaciones de su Baha, que han ido recibiendo sus
excedentes de poblacin. San Fernando fue la primera opcin, que tambin se satur a
principios de la dcada de los noventa, lo que reorient el trasvase a otras poblaciones
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como Puerto Real, Chiclana de la Frontera y El Puerto de Santa Mara, que adems
haban proporcionado la superficie de sus trminos municipales para la instalacin del
tejido empresarial de la Baha, especialmente en el caso de Puerto Real, que ya lo haba
hecho a principios de siglo con la factora de Matagorda17.
Esta situacin de prdida de peso relativo de Cdiz para el conjunto de su Baha
se puede observar en el descenso en los porcentajes de poblacin que representaba a lo
largo de los diferentes momentos de este ltimo siglo y medio analizados, que se
muestran en la figura 3, correspondindose con el proceso de periurbanizacin
experimentado por las reas metropolitanas espaolas a partir de la dcada de 198018.
No obstante, el problema es que Cdiz creci menos de lo que debera en el intervalo de
1950-1981 si se compara con la tasa de crecimiento anual acumulado de su Baha, que
absorbi el crecimiento que la falta de espacio le impidi a Cdiz.
Figura 3. Distribucin del porcentaje de poblacin de los municipios de la Baha de
Cdiz, 1857-2006
0%
20%
40%
60%
80%
100%
1857 1877 1900 1930 1950 1981 1991 2006
Cdiz Chiclana Puerto Real PSM San Fernando Rota
Fuente: INE. Censos nacionales, 1857-2001. Padrn continuo, 2006. Elaboracin propia.
17 Vid. ROMERO GONZLEZ, J.: Matagorda, 1870-1940: la construccin naval espaola contempornea. Cdiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cdiz, 1999. 18 Vid. REQUES VELASCO, Pedro y COS GUERRA, Olga de: Modernizacin econmica y cambios demogrfico-territoriales en Espaa (perodo 1900-2001. Revista de Demografa Histrica, XXIV-I (2006), 25-55.
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Tabla 3. Distribucin del porcentaje de poblacin de los municipios de la Baha de
Cdiz, 1857-2006 MUNICIPIOS 1857 1877 1900 1930 1950 1981 1991 2006 Cdiz 46,46 45,37 46,88 47,27 47,45 41,58 37,25 29,33 Chiclana 7,12 8,17 7,34 9,40 8,64 9,54 11,04 16,25 Puerto Real 6,20 6,72 7,12 6,98 6,18 6,30 7,08 8,62 PSM 16,66 15,43 13,59 12,30 13,40 15,14 16,49 18,67 San Fernando 18,06 18,72 20,02 18,24 19,50 20,78 21,71 21,00 Rota 5,50 5,59 5,05 5,81 4,83 6,66 6,43 6,13 Baha de Cdiz 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
Fuente: INE. Censos nacionales, 1857-2001. Padrn continuo, 2006. Elaboracin propia.
No obstante, el dato ms relevante de las tablas anteriores no es la prdida de
peso de Cdiz con respecto a su aglomeracin. Lo ms importante es que Cdiz ha
crecido a un ritmo muy inferior a las otras dos grandes ciudades de la provincia: Jerez y
Algeciras. Tambin la aglomeracin de la Baha ha experimentado un menor
crecimiento, aunque su diferencia es inferior a la de la capital.
Tabla 4. Porcentajes de poblacin de Cdiz, Jerez, Algeciras, la aglomeracin de la
Baha de Cdiz y el resto de la provincia, con relacin al total provincial, 1857-
2006 MUNICIPIOS 1857 1877 1900 1930 1950 1981 1991 2006 Cdiz 15,96 15,50 15,79 14,92 14,31 15,75 14,35 10,93 Algeciras 4,36 2,97 3,03 4,22 7,53 8,59 9,26 9,46 Jerez 13,82 15,39 14,45 14,18 15,39 17,59 16,82 16,71 Baha de Cdiz 34,37 34,17 33,69 31,56 30,16 37,88 38,52 37,28 Resto de la provincia 65,63 65,83 66,31 68,44 69,84 62,12 61,48 62,72 Provincia de Cdiz 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
Fuente: INE. Censos nacionales, 1857-2001. Padrn continuo, 2006. Elaboracin propia.
El peso relativo en la provincia de la Baha es mayor que el de estas dos
ciudades. Sin embargo, Cdiz ha perdido la supremaca demogrfica ante Jerez, que
desde 1950 ha ampliado su distancia, convirtindose en la principal ciudad de la
provincia por nmero de habitantes. Un fenmeno que no ocurre en el resto de las
provincias andaluzas y que es producto de la mayor importancia econmica de Jerez,
que es el eje rector de la comarca vincola y de la sierra de Cdiz. Adems, se ha
incorporado recientemente a la mancomunidad de la Baha, con cuyos municipios
mantiene estrechos vnculos.
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Figura 4. Porcentajes de poblacin de Cdiz, Jerez, Algeciras, la aglomeracin de
la Baha de Cdiz y el resto de la provincia, con relacin al total provincial, 1857-
2006
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
80,00
1857 1877 1900 1930 1950 1981 1991 2006
Aos
%
Cdiz Algeciras Jerez Baha de Cdiz Resto de la provincia
Fuente: INE. Censos nacionales, 1857-2001. Padrn continuo, 2006. Elaboracin propia.
Pero, ms llamativo es lo que sucede con Algeciras, que es el principal ncleo
del polo industrial de la Baha de Algeciras, que se ha desarrollado en la segunda mitad
del siglo XX. Esta ciudad ha crecido a un ritmo muy superior al de cualquier otro de los
municipios comparados en el intervalo de 1930-2006. Los nicos que se acercan a sus
cifras son Chiclana de la Frontera y El Puerto de Santa Mara, dos ncleos que estn
experimentando de forma acelerada el modelo de urbanizacin agresiva del litoral
espaol, combinado con el proceso de periurbanizacin. Sin embargo, el crecimiento de
Algeciras se ha basado en la industria y en la asuncin del papel de principal puerto del
litoral espaol, en detrimento de Cdiz, como puerta de entrada del Estrecho, ocupando
el octavo lugar de Europa en el trfico portuario19.
El ascenso de Algeciras ha provocado una tricefala a nivel provincial, una
situacin muy complicada en el plano administrativo-territorial. Este caso es ms grave
que el de Jerez, porque esta ltima pugnaba por la capitalidad provincial, que ha
conseguido en el plano econmico, generndose as un reparto de funciones. Por su
19 Cf. GUIMER RAVINA, ngel: Los puertos espaoles en la historia (siglos XVI-XX), en DELGADO BARRADO, Jos y GUIMER RAVINA, Agustn (ed.): Los puertos espaoles: Historia y futuro (siglos XVI-XX). Madrid, Fundacin portuaria, 2000, pp. 47-60, 49.
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parte, Algeciras, cuya mancomunidad supone el 21,25 por ciento de la poblacin de la
provincia20, es una ciudad al frente de un espacio econmico dinmico, desligado
histricamente de la zona noroccidental de la provincia, donde se encuentran Cdiz y
Jerez. Adems, su pujanza econmica y demogrfica no parece que se vayan a frenar, al
contrario de lo que sucede con el espacio de la Baha-Jerez, que ha perdido la base del
crecimiento econmico y demogrfico de las dcadas centrales del siglo XX, y ha visto
menoscabado su peso demogrfico para el conjunto provincial. Esto ha generado el
deseo de secesin de esta zona, y ms si se tiene en cuenta que se relaciona ms con la
costa y la sierra de la provincia de Mlaga, donde tiene su hinterland.
4. Gaditanismo: un exceso de localismo. Un factor de freno a la modernizacin
provincial
El papel de Cdiz en la desestructuracin provincial que revela la evolucin
demogrfica es clave. La actitud adoptada por la capital de la provincia a lo largo de los
siglos XIX y XX ha sido en numerosas ocasiones la de actuar como freno a proyectos
que eran imprescindibles para la articulacin provincial y que por su irrealizacin
retrasaron la modernizacin de la zona.
El exceso de localismo ha sido un mal endmico en el espacio de la Baha de
Cdiz. Los intereses locales se han contrapuesto en numerosas ocasiones, teniendo sus
antecedentes en las luchas por la participacin en el comercio colonial americano
durante los siglos XVII y XVIII. En este perodo, los municipios ms importantes de la
Baja Andaluca Sevilla, Cdiz, Jerez, El Puerto de Santa Mara y Sanlcar-
protagonizaron diversos enfrentamientos, en los que se cambiaba de aliado en funcin a
la coyuntura existente.
El principal fue el mantenido por Cdiz y Sevilla por el monopolio del comercio
con Amrica, del que finalmente saldra vencedor Cdiz en 1717, en el que en sus
diversos proyectos ambas ciudades contaron con apoyos diferentes, en funcin de los
intereses locales21. Empero, este no fue el nico motivo de disputa, ya que el resto de
20 La mancomunidad del Campo de Gibraltar est compuesta por 7 municipios: Algeciras, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera, La Lnea de la Concepcin, San Roque y Tarifa. En 2006 sumaban 253.717 habitantes, una cifra inferior a la del conjunto de la Baha y ms si a est se le suma Jerez, pero que no deja de ser importante. Fuente: INE. Padrn continuo, 2006. 21 Sobre este asunto por ejemplo vid. DOMNGUEZ ORTZ, A.: Orto y ocaso de Sevilla. Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1981 (3 edicin), pp. 139-145.
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poblaciones buscaron su participacin, especialmente a travs del tercio de frutos22.
Durante el perodo del comercio colonial Cdiz era abastecida para el tercio de frutos
por las poblaciones de su entorno, ante su incapacidad para generar la produccin
necesaria para cubrirlo. La participacin de los cosecheros de esos ncleos haba sido
habitual, caracterstica que se mantuvo durante la dcada de los ochenta del siglo XVII.
Sin embargo, las flotas desde 1692 a 1717 no contaron con la participacin de Jerez, El
Puerto de Santa Mara y Puerto Real, los ncleos que se haban considerado podan
tomar parte por ser los que tradicionalmente lo haban hecho. Su acceso al tercio vena
condicionado a que sobrara buque de la parte distribuida a Cdiz23. ste fue el punto de
la disputa, ya que los cosecheros provinciales consideraban que no deban cumplir la
funcin de meros vendedores de mosto el principal producto cargado en el tercio
gaditano-, sino que cuando terminase el acopio de los gaditanos, eran ellos quienes
deban participar con sus productos. Mientras, los de Cdiz queran apropiarse de todo,
excluyendo del reparto a los dems. En esta situacin Jerez y El Puerto de Santa Mara
se unirn para combatir contra Cdiz por el reparto del tercio de toneladas.
De este modo, el tribunal de Contratacin dict una sentencia en junio de 1735,
que dio la razn a Cdiz, al concederle la prioridad en la carga para el tercio, seguida de
El Puerto de Santa Mara, que tendra preferencia sobre Jerez. En la prctica, esto
supona la exclusin de los cosecheros de ambas localidades, al quedar a merced de los
gaditanos. La sentencia fue apelada por El Puerto y Jerez ante el Consejo de Indias, el
cual apoy lo propuesto con anterioridad por una real ejecutoria del 30 de mayo de
1738, considerando a los cosecheros asentados en Cdiz como los usufructuarios del
derecho del tercio de frutos24. Este episodio es una muestra del endurecimiento del
monopolio practicado por Cdiz en el siglo XVIII, en comparacin con el de Sevilla25.
22 Una tercera parte de los envos de las flotas a Amrica deban ser productos agrcolas, que corresponda a los cosecheros, los otros dos tercios eran para los comerciantes. Del tercio de frutos a Cdiz le corresponda una tercera parte, un noveno del total. 23 Cf. SNCHEZ GONZLEZ, R.: El comercio agrcola de la Baja Andaluca con Amrica en el siglo XVIII. El Puerto de Santa Mara en el tercio de frutos. El Puerto de Santa Mara (Cdiz), Ayto. de El Puerto de Santa Mara, 2000, pp. 223-227. 24 Cf. Ibid., 238. 25 Vid. GARCA-BAQUERO GONZLEZ, A.: Cdiz y el Atlntico, 1717-1778. El comercio colonial espaol bajo el monopolio gaditano. Tomo I. Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, 1976, 89-141. Finalmente, Jerez, El Puerto y Sanlcar se aliaron para conseguir uno de los dos tercios de que dispona Sevilla, alcanzando la victoria en una sentencia de 1758. No obstante, el privilegio les dur poco por la entrada en vigor del Reglamento de Libre Comercio (1778).
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Esta actitud poco solidaria con relacin a las localidades de las que dependa
para su abastecimiento se repetira a lo largo de todo el perodo del monopolio26 y
profundiz los sentimientos localistas de los municipios de la zona noroccidental de la
provincia.
Esta situacin no mejor a pesar de la decadencia gaditana en el siglo XIX. De
hecho, el deseo por conservar la primaca a nivel provincial, que le haba sido
reconocida con el nombramiento como capital, hizo que Cdiz obstaculizase diferentes
iniciativas en materia de infraestructuras de comunicaciones, que se proponan desde
otras localidades, especialmente desde Jerez.
El primer ejemplo de esta actitud se encuentra en su falta de apoyo a los
proyectos de canalizacin del ro Guadalete que se sucedieron desde finales del siglo
XVII hasta el primer tercio del siglo XX, en el que se ejecut finalmente. Esta obra
hubiese facilitado la comunicacin entre la zona agrcola y la Baha. No obstante, se
vea como un proyecto que reforzara la posicin de El Puerto de Santa Mara, de ah la
falta de apoyo de Cdiz, que en este caso tambin comparta Jerez, ciudad deseosa de
buscar varios puntos de salida de sus productos, para eliminar la dependencia de los
municipios de la Baha27.
Este anhelo de Jerez le llev a protagonizar los primeros proyectos de
construccin de la lnea frrea en Espaa28, que tenan como objetivo la mejora del
transporte de la mercanca vincola, adems de buscar Jerez diferentes salidas portuarias
para sus productos. Esta aspiracin le llevara a proponer diversos proyectos de
ferrocarriles en las dcadas centrales del siglo XIX, donde los puntos de trmino eran
siempre pequeas poblaciones o lugares alejados del ncleo principal, lo que facilitara
el control por parte de Jerez Rota, El Aculadero (El Puerto de Santa Mara) y el
Trocadero (Puerto Real)- Los muelles de trmino que se proponan en los mismos eran
26 Otro ejemplo fueron las trabas que dispuso Cdiz a la concesin de las habilitaciones portuarias tras la promulgacin del Reglamento de Libre Comercio a las poblaciones de su entorno: Sanlcar y El Puerto. Sanlcar conserv cierta actividad por su posicin como antepuerto de Sevilla y consegui en 1804 la habilitacin, gracias a la intercesin de Godoy. Mientras que El Puerto de Santa Mara no la obtuvo hasta 1809, aunque fue un xito efmero. Sobre el caso de El Puerto de Santa Mara se puede vid. PREZ SERRANO, J. y ROMN ANTEQUERA, A.: Una victoria prrica: la habilitacin comercial portuaria de El Puerto de Santa Mara (Cdiz) de 1809. (En prensa) 27 Vid. Ibid. 28 Vid. MATEO DEL PERAL, Diego: Los orgenes de la poltica ferroviaria en Espaa (1844/1878), en ARTOLA GALLEGO, Miguel. Los Ferrocarriles en Espaa (1844/1913), vol. 1. Madrid, Servicio de Estudios del Banco de Espaa, 1978, pp. 32-33; WAIS, Francisco: El origen de los ferrocarriles espaoles. 1829-1855. (Comienzo de su historia). Madrid, Mausiega, 1944; .SNCHEZ GONZLEZ, Rafael (1986). Los inicios del ferrocarril en El Puerto de Santa Mara. La formulacin de la lnea Jerez-Puerto (1830-1854). Gades, 14, 45-64.
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de pequea entidad y no implicaban la desaparicin del paso de las mercancas de
Cdiz, adems de suponer un ahorro en costes y tiempo. Sin embargo, la actitud de
Cdiz fue siempre negativa a los mismos, poniendo trabas, cuando pudo, a su ejecucin.
Finalmente, el ferrocarril se pondra en funcionamiento en la provincia con la lnea de
Jerez a El Puerto (1854), que alcanzara el Trocadero dos aos despus. Hasta 1861 no
lleg el ferrocarril a Cdiz, suceso que se produjo por el inters estatal, influido por
cuestiones militares y el deseo de conexin con la capital de la provincia29.
La oposicin gaditana lleg al extremo en la conexin ferroviaria de la zona
noroccidental de la provincia. Jerez plante un proyecto para conectar con Sanlcar de
Barrameda, llegando hasta el muelle de la localidad, Bonanza. La reaccin fue el apoyo
gaditano a El Puerto de Santa Mara, para su proyecto de conexin ferroviaria por la
costa, atravesando Rota y Chipiona, hasta llegar a Sanlcar, que se interesaba ms por la
propuesta jerezana. Este proyecto pretenda que se eliminase el del ferrocarril Jerez-
Sanlcar-Bonanza, por la existencia de dos lneas paralelas, hecho que impeda la Ley
de Ferrocarriles de 1855, alegando que la de la Costa reportara ms beneficios por
conectar ms poblaciones y ofrecer una mejor conexin con la capital. Finalmente,
ambas vas se llevaron a trmino, la primera en 1884 y la segunda en 1898. La
construccin de la lnea entre Jerez y Bonanza le otorg a la primera la victoria en su
bsqueda de la independencia para la salida de sus productos por mar. Mientras que
resulta llamativo cmo desaparece la referencia en las actas capitulares de Rota,
Chipiona y El Puerto del apoyo de Cdiz a la construccin de la lnea de la Costa, que
atraves por dificultades monetarias para su realizacin, que fue el principal motivo de
demora en su ejecucin30.
29 Vid. PREZ SERRANO, Julio y ROMN ANTEQUERA, Alejandro: Los proyectos del ferrocarril en la provincia de Cdiz en el siglo XIX. Actas del IV Congreso de Historia Ferroviaria. Mlaga, Fundacin de Ferrocarriles Espaoles, 2006. 30 La Diputacin Provincial, con sede en Cdiz, aport en los momentos iniciales (1876) del proyecto una subvencin de 1.800.000 reales, el 51,43 por ciento de los 3.500.000 de reales de la contribucin acordada. El resto correspondi a El Puerto, Rota y Chipiona.
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Figura 5. Carta del ferrocarril de Bobadilla a Algeciras por Ronda y del de Cdiz
a Algeciras. 1887
Fuente: Junta de Andaluca. Consejera de Obras Pblicas y Transportes. Seccin Cartografa Histrica.
Jerez se haba convertido en la capital econmica, aglutinando las iniciativas
para la mejora de las comunicaciones, que le llevaran a proponer varios proyectos para
conectar con la zona de la baha de Algeciras31 y con la sierra de Cdiz32; por su parte,
Cdiz qued como capital administrativa, perdiendo fuerza en la funcin comercial, y
salvndose del desastre por medio de la instalacin de los astilleros a finales de la
centuria decimonnica.
31 Ibid. 32 SUREZ JAPN, Juan Manuel : El ferrocarril de la Sierra: un proyecto fracasado entre el regeneracionismo y la dictadura. Gades 1988, 17, pp. 111-132.
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Las consecuencias ms graves de la pugna entre Jerez y Cdiz fueron para otras
zonas de la provincia. Todo el litoral de Cdiz a Algeciras, la comarca de la Janda, con
Medina-Sidonia en cabeza, y el interior serrano quedaron incomunicados. El desgaste
de las luchas por la primaca en la zona de la Baha-Jerez, impidi que se destinasen
esfuerzos para conectar estas reas de menor potencia econmica y demogrfica. Y, por
fin, cuando la batalla entre jerezanos y gaditanos se decant del lado de los primeros, el
desgaste producido, combinado con la crisis finisecular, hicieron que no existiesen los
capitales necesarios para poder llevar a buen trmino los proyectos, en una poca en la
que el Estado no apoyaba la construccin de la red33. El resultado fue el retraso en la
modernizacin.
El otro efecto de esta desatencin fue la desconexin con el otro polo econmico
y demogrfico de la provincia, la baha de Algeciras. Las iniciativas por conectar con
este rea se vieron truncadas en un primer momento por la coincidencia en el tiempo
con la articulacin de zonas ms prximas y otros puertos por parte de Jerez para
exportar sus vinos; mientras que Cdiz destinaba sus esfuerzos a intentar evitar este
objetivo por medio del Ferrocarril de la Costa, sin mostrar un verdadero inters por
otras reas. Esa despreocupacin facilit que saliese triunfador el proyecto de conexin
de la Baha de Algeciras con el hinterland de la sierra malaguea. De este modo, esta
zona no particip de la estructura provincial, contando con una red comercial basada en
los productos agroindustriales y mineros de la sierra y cumpliendo la funcin de puerta
del Estrecho. As, qued ajena al desarrollo de la provincia, a la que slo se vinculaba
administrativamente34.
A pesar del fracaso de Cdiz en la creacin de una red de transporte ferroviario,
la crisis por la que atravesaba influyo de manera decisiva en que durante el perodo de la
Restauracin se fortaleciese su actitud localista, que con la llegada del siglo XX gener
en la ciudad la afirmacin de ese sentimiento, a travs del gaditanismo, que tuvo su base
en las actitudes regeneracionistas de la burguesa comercial de Cdiz35.
33 Vid. TORTELLA CASARES, Gabriel. Los orgenes del capitalismo en Espaa. Madrid, Tecnos, 1995, pp. 164-200. 34 En la actualidad se ejecuta la construccin de la autova del Mediterrneo, que en Andaluca enlaza desde Algeciras hasta Almera, continuando despus hasta Murcia. Resulta curioso que en la provincia de Cdiz el tramo de autova que se ha ejecutado se corresponde con la autova A-351, la Jerez-Los Barrios, realizndose slo mejoras en la carretera de la costa que comunica directamente Algeciras con Cdiz. 35 Vid. PREZ SERRANO, Julio: Gaditanismo y Andalucismo: orgenes de la conciencia andaluza en el Cdiz de la restauracin borbnica, en Actas del III congreso sobre el Andalucismo histrico. Andaluca, ayer y hoy. Sevilla, Fundacin Blas Infante, 1989, pp. 409-427.
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El gaditanismo supuso una exacerbacin del localismo de Cdiz, que se
contrapondra al andalucismo, con una reafirmacin espaolista y la oposicin a
cualquier intento de centralismo andaluz. Los tintes localistas de este pensamiento se
traducan en las acciones que se emprendan para sacar a la ciudad de la crisis, que se
esperaba se vinculase con el comercio, ya que se producan desde la iniciativa local y no
se planteaban las necesidades de la provincia, ni siquiera de su propia comarca. Dentro
de este esquema, se produce la demanda de los burgueses gaditanos de depsitos
francos para su puerto, exigiendo al mismo tiempo que el Gobierno no extendiese esta
medida a otros puertos de la regin. Esta pretensin expresa una reminiscencia del
perodo del monopolio, que todava pesaba en el inconsciente colectivo de la ciudad36.
Finalmente, la concesin de la zona franca para Cdiz llegara en junio de 1929, durante
el mandato de Ramn de Carranza, aunque no se materializ hasta aos despus37
Este reforzamiento del localismo hizo que perviviesen las luchas intestinas en el
seno de la Baha, que hicieron que Puerto Real y San Fernando se opusieran al proyecto
de un puente que uniese Cdiz con la zona del Trocadero, que contaba con el apoyo de
Jerez, y que finalmente, no sera construido hasta 1972. Asimismo, Cdiz se enfrent a
El Puerto de Santa Mara en una dura batalla por el abastecimiento de aguas de la
capital, que se realizaba por medio de los acuferos existentes en el trmino municipal
portuense, enquistndose an ms la relacin entre ambas localidades38.
Adems, el carcter anticentralista con relacin a Andaluca del gaditanismo
provoc duros enfrentamientos con Sevilla, primero a finales de la dcada de 1910 por
el tema de la autonoma universitaria; y, posteriormente, durante la II Repblica, con los
problemas sobre el Estatuto Andaluz, convertidos en oposicin beligerante al
autogobierno39.
A pesar de todo esto, tambin existi en Cdiz una corriente proclive al
andalucismo, que se ira forjando tambin durante el perodo de la Restauracin, que
llevaran a proponer mancomunar los municipios de la Baha40, que no se hara hasta
36 Cf. Ibid., pp. 412. 37 Vid. PIEIRO BLANCA, J.: Ramn de Carranza: un oligarca gaditano en la crisis de la Restauracin. Cdiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cdiz, 1997, pp. 181-189. 38 Vid. PIEIRO BLANCA, J. y PREZ SERRANO, J.: La diversificacin de funciones de la ciudad europea industrial: los servicios pblicos de alumbrado y abastecimiento de aguas en la ciudad de Cdiz (siglos XIX y XX), en Panfletos y materiales. Cdiz, 1998, pp. 333-362, 346-350. 39 Cf. PREZ SERRANO, Julio: Gaditanismo y Andalucismo, op. cit., 416. 40 Cf. Ibid. 423.
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199041. No obstante, la situacin crtica por lo que se atravesaba potenci la bsqueda
de salidas de corte local, ms que las de conjunto.
5. Conclusiones
El nombramiento de Cdiz como capital de una de las provincias en que se
dividi el reino de Sevilla con la reforma de Javier de Burgos se produjo en un
momento en el que la ciudad haba entrado en un perodo de decadencia. No obstante,
segua contando con una clara supremaca sobre el territorio sobre el que ejerca la
capitalidad.
A pesar de esta situacin inicial de ventaja, la evolucin demogrfica refleja con
claridad cmo Cdiz fue perdiendo progresivamente su liderazgo provincial, con el
crecimiento de Jerez durante el siglo XIX, y el fortalecimiento del polo de la Baha de
Algeciras durante la centuria pasada. En esta situacin influyen en gran medida las
condiciones geogrficas de su asentamiento, que constrien sus posibilidades de
crecimiento y dificultan el establecimiento de una adecuada red de transporte terrestre,
imprescindible para la articulacin del territorio. Las nuevas necesidades de servicios
hicieron inviable que con slo su trmino municipal pudiese afrontar los nuevos
desafos que planteaba la poca contempornea.
Adems, la actitud excesivamente localista del marco de la Baha gaditana, que
hunde sus races en el perodo colonial, se exacerb con la crisis que se vivi, lo que
hizo que Cdiz no fuese capaz de plantear soluciones a su situacin fuera del mbito
local. Jerez fue quin debi asumir ese rol, liderando durante el siglo XIX las diferentes
iniciativas para la construccin del ferrocarril, primero en el marco noroccidental de la
provincia; y, posteriormente, con su pretensin de conectar con la Baha de Algeciras y
la sierra de Cdiz, consiguiendo as el acceso a otras rutas comerciales y mejorando las
comunicaciones para la venida de las mercancas del interior provincial, que hubieran
podido aportar soluciones para afrontar la crisis finisecular.
La crisis golpe justo cuando Jerez haba conseguido solventar todas las
dificultades que Cdiz le haba interpuesto para conseguir la ansiada modernizacin del
sistema de comunicaciones, impidiendo el desarrollo de la red. En esta coyuntura la
41 La Mancomunidad de la Baha de Cdiz se cre en 1990 por los municipios de Chiclana de la Frontera, San Fernando, Puerto Real, El Puerto de Santa Mara y Cdiz. En 1997 se incorporaron Jerez de la Frontera y Rota.
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zona de la Baha de Algeciras se desarticulara del resto de la provincia, a la que slo se
ligara administrativamente. Su ubicacin le valdra convertirse en puerto de salida de
los productos de su interior por medio del ferrocarril de Bobadilla-Algeciras (1891) y
como puerta del Estrecho, desplazando con el tiempo a Cdiz, por sus mejores
condiciones geogrficas, lo que le ha permitido auspiciar su desarrollo industrial en las
dcadas centrales del siglo XX. Esto ha conducido a que haya ganado cada vez ms
relevancia econmica, sintindose marginada en el plano administrativo, generando
deseos de secesin, para formar una nueva provincia.
A pesar de esta mala situacin, Cdiz sigui insistiendo en su localismo,
enfrentndose a cualquier opcin de mejora que no revirtiese directamente sobre la
propia ciudad y oponindose a las iniciativas en las que otros pudiesen salir
beneficiados. Esto le llev a no conseguir ni siquiera aglutinar de forma clara a su
propia comarca, favoreciendo las disputas de perodos anteriores durante el primer
tercio del siglo XX. Esta fue una poltica miope, al buscar siempre las soluciones a sus
males dentro de su reducido trmino municipal, sin percatarse de la dependencia con el
exterior y de lo insuficiente de sus recursos para afrontar la modernizacin. Lo peor, es
que la ciudad actu como freno a las iniciativas que apostaban por una mejora que
partan desde otros puntos en las coyunturas clave, que coadyuvaron a la entrada tarda
de su provincia en la modernizacin, slo por seguir manteniendo la hegemona a nivel
provincial, que finalmente perdera, incumpliendo as su funcin como capital de
articuladora del territorio.
En la actualidad, la formacin de la mancomunidad de la Baha da muestras de
un cambio de mentalidad, pero tardo, ya que la ciudad no cumpli su papel en el
momento en el que se deba conformar la red provincial. Este retraso le supuso perder la
cabecera con relacin a Jerez en el plano econmico y de infraestructuras, situacin que
an hoy pervive; y, sufrir los deseos del campo de Gibraltar de secesionarse para crear
una nueva provincia, por su situacin de marginacin provocada por los errores del
pasado. Todo esto da lugar a una situacin administrativa-territorial atpica en Espaa,
con la existencia de tres polos a nivel provincial; y, la pervivencia de lacras del pasado,
que resultan incompresibles, si se tienen en cuenta las buenas condiciones de partida de
este espacio en el siglo XIX, desperdiciadas en las luchas intestinas.