Año1945

ESTUDIOS ECONOMICOSPARA LA COMISION DE POST-GUERRA

Marina Mercante

La larga ex tensión de nuestras costas marítimas, flu­viales y lacustres, hace necesaria la constitución o ampliaciónde la marina mercante nacional; en un sentido de beneficioseconómicos para ambas partes -propietario y usuario- y téc­nico en cuanto a unidades, capacidad, personal y unión depuertos. Su constitución puede ser: nacional mantenida porel Estado capital venezolano, y si se admite extranjero, siem­pre debe prevalecer el capital nacional, sea del Estado o delparticular; y siempre bajo firme vigilancia gubernamental.

Deben entrar a" procurar de que formen parte, aque­llas Municipalidades de mayor envergadura económica de laNación; aún en consorcio con el Estado de que forman parte,y también pueden hacer que su aporte, sea constituído concapital en consorcio con particulares nacionales o extranjerosy su Estado; puédese seguir la misma forma y lineamientos de

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la Constitución por la Nación, en cuanto a su participación enla Cornpañ ía Nacional que se funde o se amplíe.

Es importante la inclusión de estas Municipalidadesen la formación de la Marina Mercante Nacional, especial­men te las municipalidades porteñas, porque le es necesariapara fomentar la industrialización de su centro de radiaciónque les compete económicamente, el estudio para la mejora­ción de sus fuentes cercanas de productos agrícolas y mine­ros; la especialización de sus almacenajes y silos preparadospara la protección, exportación e importación, creación efi­ciente de Cámaras de Comercio; y favorecedoras siempre-por un interés inmediato que les reporta entradas fiscales yparticipaciones de dividendos en una explotación comercial­del impulso creciente del comercio y la industria nativa, ensu doble aspecto del transporte interno (cabotaje) y su lleva­da a centros antillanos y Repúblicas americanas, donde noexista el enlace de marina in ternacional.

La instalación de una o dos unidades pequeñas peroeficien tes, en el área del lago de Valencia, con el fin del trans­porte barato de productos ribereños, pasajeros y animales. Sefavorecía esto con la implantación de zonas de inmigración ycolonización de esta región, que aumentaría su capacidadproductora y dé mayor vida al enlace de los ferrocarriles y ca­rreteras. Se recomienda el estudio y preparación de una Leyde Marina Mercante.

Puertos

Punto esencial de la navegación marítima, fluvial yel transporte carretero -en relación con la industria, comer­cio y agricultura- es la de los puertos, su número, ubicacióny su capacidad específica para la absorción de lo que se im­porta y exporta en el país.

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En un litoral tan extenso como el nuestro, existeninfinidad de puertos (especificados por la Ley de Aduanas oresoluciones del Despacho de Hacienda); y tal vez, con excep­ción de Puerto Cabello, ninguno reúne las condiciones necesa-.rias para ser declarados puertos de primer orden en nuestraespecificación económica nacional --(Digo Puerto Cabellopor sus buenas y técnicas construcciones, sus almacenajes,su gran cantidad de agua; elemento esencial para los buques-yfuente de entradas rentísticas y su cercano astillero, que aun­que militar puede coadyuvar a la carena, composición y repa­ros de embarcaciones).

El orden técnico para la existencia de un puerto de­be con tener:

lo. Ser puerto de una gran población, con industria desa­rrollada, Bancos o agencias bancarias, casas comisio­nistas, Bolsas de Comercio, cámara industrial juzgadosy resguardos eficientes y astilleros y diques secos.

20. Estar situados estratégicamente de manera que a éldesemboque o agrupe una extensa zona industrial,comercial, agrícola o minera con población desarro­llada y con consecuencias de facilidades para su abas­to y cen tro propulsor de lo importado.

30. Unión a ese centro portuario con redes ferrocarrile­ras, caminos mecanizados y estaciones de enlace opun to terminal de redes de aviación.

40. Centro fácil de consecución de materias necesariaspara la navegación: petróleo, carbón yagua. Mecani­zación del embarque y desembarque. Estas cualida­des pueden ser de orden natural o artificial. Su reu­nión da especialidad para la tipicidad de un puerto

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eficiente. Sólo a este concepto técnico, deben existiren Venezuela tan solo cinco puertos de primer orden:

La Guaira: nacional e in ternacional de pasajeros.Puerto Cabello: su oficina para inmigrantes.Maracaibo.Guanta o Cumaná (mejor Cumaná por el desarro­llo de su industria pesquera y por ser Guanta yPuerto La Cruz puertos para el carbón y el pe­tróleo).Ciudad Bolívar.

No debe proseguirse en la construcción de puertos,ni en la reparación con cuantiosos gastos y con gran impulso,de aquellos que no llenan ni puedan llenar las condicionestécnicas anotadas. Tan solo acondicionarlos para el pequeñocomercio de cabotaje. De lo contrario, tendremos para elporvenir, si las condiciones económicas no cambian precipi­tadamente -obras muertas, a semejanza del caso típico dePuerto Libre de Turiamo (construido en un sector geográficodemasiado corto, que si el mejor económicamente hablando,tiene dos puertos funcionales: La Guaira y Puerto Cabello).

El Gobierno debe tener preparado dos puertos habi­litados en las condiciones anotadas para el comercio de post­guerra (Puerto Cabello y La Guaira' y estudiar los puertosde enlace de las compañ ías navieras antiguas y las que seconstituyan, así como los medios de conexión con ellas y elmedio interior, estatuyendo una situación de nuestra MarinaMercante Nacional y sus proyecciones económicas, sin coli­siones con la navegación de rutas intervenidas por compa­ñías extranjeras).

El hecho de ser nacionales la mayor parte de las líneasferrocarrileras, y ser nacional la misma carretera, el Gobiernodebe estudiar detenidamente la coordinación del transporte

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por estas dos vías propias determinando con precisión cuálespueden ser las mercancías que pueden y deben transportarsepor alguna de estas dos vías, señalando el cupo de ambas, nosólo en las materias transportadas sino en la de pasajeros. De­terminando el flete y las tarifas mínimas, así como las di­ferenciales.

En Venezuela, ha dicho Adriani, todo plan de comu­nicaciones debe suponer su integración con los sistemas con­tinentales. Nuestro país tiene la vocación continental.

De este pensamiento debemos deducir la correspon­dencia de nuestras vías terrestres y fluviales -ya que el ferro­carril no llega sino hasta 160 kilómetros de penetración en elinterior, y siguiendo.la región costera: Nivelar y organizarperfectamente la carretera Trasandina más rápidamente ycon mayor baratura con la República de Colombia, centro deconsumo para nuestro comercio nacional, y de importaciónde materias y productos que escasean en nuestro país. Procu­rar su entronque con la Carretera Panamericana. Dirigir pre­ferentemente nuestra marina fluvial para enlazarnos con elBrasil por la vía de Río Negro y-Brazo Casiquiare y finalmen­te ampliar nuestra marina orinoquense para entronque co­mercial con Trinidad e islas adyacentes a las Guayanas.

VITALIDAD DE LAS INDUSTRIAS

Pueblo rico en materias primas, precisa, en consecuen­cia, de un equipo industrial variado. Sucede que naciones sinmayores materias primas, presentan un equipo industrial pu­jante y resuelto. Esto lo resuelve por su comercio, la impor­tación de aquellas que necesita su enorme matriz industrial.Pero lo natural es que pueblo con petróleo y carbón propios-las calorías elementales que alimentan las industrializacio-

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nes- y con materias de las más variadas clases, trate de crearsu propia industria, por lo menos, aquellas que puede testi­moniar la capacidad y talento técnico de su población na­cional.

Esta guerra con sus necesidades perentorias, ha hechodesenvolver el espíritu de empresa del venezolano, ahuyenta­da por una situación de comodidad importadora, y la indus­tria productiva, la que realiza la manipulación de elementosesenciales y necesarios secundariamente para la comunidad, laque da interés al capital, consume el habitante, y absorbe bra­zos disminuyendo la desocupación, se ha ido realizando, co­mo clave segura de prosperidad y eficiencia. Muchas indus­trias existentes han develado el concepto negativo de que elvenezolano es poco industrioso. Ellas han demostrado conaahinco, que con dinero, ayuda técnica puede levantarse tam­bién nuestro arsenal de pequeña democracia. La produc­ción de artículos manufacturados, utensilios que se necesitanpara el complemento de otros, van complementando la erade resurgimiento industrial. La pesca, tan abundante en nues­tro mar tropical, se ha mantenido y cosechado buena simien­te en los lugares propios donde existen. Ha producido a lapar que ganancias, el levantamiento del clima del hombre y lamujer venezolanos, como capaces de coadyuvar el desarrollode la producción nacional.

Ha llevado al mismo pueblo un elemento primario deconsumo fácil, barato e higiénico. Ha desenvuelto una regiónen abandono industrial, y cambiado el aspecto triste "el artede pescar con la atarraya" como decía el verso de Pérez Bo­nalde, en la Vuelta a la Patria, por el combinado mecánico,sin la rutina y el peligro exhaustivo de la fatiga del primeroacostumbrado. Nueva vida extractiva, regida por la capaci­dad, el trabajo disciplinado y atento. Todo esto reporta for­mas nuevas a nuestra embrionaria capacidad de vida, favoreceel aumento de la riqueza pública y crea núcleos de potente

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vida regional, que ayuda al programa de rehabilitación vene­zolana con índices de suprema altura.

En la proyección a seguir se destaca el desenvolvi­miento de estas incipientes industrias venezolanas, su mayorayuda por parte del Gobierno en el sentido monetario y de­fensa arancelaria, bajo la consonancia de tratados y conve­nios comerciales. Esta última industria de vital interés nativoy por ser la que trae un elemento de alimentación y caloríapara pueblo, debe mantenerse y proyectarse hacia panoramasmás amplios y de seguridad funcional, que su goce se extien­da y sin tamos una materia prima natural y nuestra, sirviendode elemento motorizador del músculo nacional.

ECONOMIA VENEZOLANA

EXPOSICION SOBRE EL PROGRAMA:DE HISTORIA DE LA ECONOMIA VENEZOLANA*

Esta cátedra fue creada por mi en la Facultad de Filosofía y Letras, enel año de 1950, siendo Vicerrector de la U.C.V.

La amplitud de la materia económica venezolana ha­ce que el programa tenga una sistematización coherente conlas tres grandes etapas, en que paralelo a la historia nacional,ha de desarrollarse: La colonización, la independencia y elperíodo republicano a partir de 1830; cada una con un ám­bito normal y sus consecuencias, sin darle mayor amplitudal período colonial, el más conocido e investigado; sino quecada uno de ellos debe tener los términos y limitaciones ape­tecibles para una lógica concatenación de la Historia Econó­mica Nacional. Todo ello dentro de un lineamiento de trans­misión de conocimientos e investigación sobre los problemas

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fundamentales del pensum y sobre todo de los sistemas me­nos estudiados del aporte dado por el elemento intelectualautóctono.

Para el programa de cuarto año se debe procurar queel estudiante ya casi egresado, desarrolle el sentido críticosobre el elemento económico nacional y la apreciación de loselementos esenciales extranjeros que han tenido preponderan­cia de acción dentro de lo nuestro. Por ello se le concreta enla primera tesis los antecedentes españoles al descubrimientoy la influencia del pensamiento europeo en función econó­mica para su época.

Al programa se le ha añadido por primera vez unaapreciación introductoria sobre el concepto de la economía,en tesis general, como ciencia; sus objetivos fundamentales;la histórica en función económica y especialmente el métodode la ciencia histórico-económica, su sistematización y susescuelas; de manera que el estudiante tenga un panorama ge­neral de la ciencia y de los pensamientos doctrinarios que lehan dado basamento, para que pueda comprender, lo funda­mental y lo accesorio, y sobre todo para que puedan darsecuenta del imperio, rigor científico ejercido por estos a Espa­ña y sus colonias y después a la etapa republicana.

Se ha querido también ver la historia de la economíavenezolana en sus aspectos institucionales más que en los da­tos económicos, porque parece mejor el desenvolvimiento dela ciencia más en lo concreto que en lo particular, sirviendoéste solamente de acumulación de perspectivas que, repetidas,aceptadas o negadas, concurren a las grandes concepcionesde nuestra historia económica.

La obtención de frutos apetecibles como los obteni­dos desde que fue implantada la cátedra, hace aconsejableque las modificaciones a un programa se vayan verificando

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lentamente, de manera de hacer tradición en los estudios yque la transmisión de conocimien tos se vaya operando sinsaltos y solamente en las partes en que descubrimientos ob­tenidos por la investigación de documentaciones nuevas yteorías apreciadas como razonables y sacadas del estudiomeditado sobre nuestra historia económica, aconsejan suexplicación en cátedra.

Por la simple lectura del programa se comprenderántodos estos señalamientos y la valoración de la historia enfunción económica, y sobre todo los apuntamientos de losprocesos históricos de la economía nacional. Lo que no seindique en dicho programa no quiere decir que no se estu­dia, sino al contrario el papel del profesor es desarrollarden tro de lo institucional los elementos creadores de esas ins­tituciones, tal como los frutos de la agricultura y la mineríaque tuvieron o tienen categoría esencial, o concurren en unmomento dado más que a la formación de la riqueza, a lacreación de instituciones, compañías o ministerios dentro dela historia venezolana. Si se habla del Real Consulado es por­que ya había materia natural para que el comercio adquirieralos relieves de instituciones, o el petróleo para el Ministeriode Minas e Hidrocarburos, o que todo lo económico ha ad­quirido los relieves de lo constitucional, cuando a partir de1936 tomó los relieves de derecho público hasta ser creadopor la Constitución el Consejo de Economía Nacional.

El Consejo de Catedráticos de la Escuela de Econo­mía puede introducir las enmiendas que su mayor conoci­miento le da como cuerpo directriz de los estudios de la Fa­cultad y sobre todo por la sabiduría que implica la sistemati­zación de todas las materias concurrentes a la especializaciónen Historia, en que se encuadra el presente programa.

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CREACION DELMINISTERIO DE LA ECONOMIA NACIONAL

Pareciera tal vez extraño el encabezamiento de estaponencia, que no figura como temario en el programa de lapost-guerra.

Sin embargo, no escapa a su solo enunciado, la ense­ña de la unidad en lo administrativo de toda la problemáticaeconómica, financiera y hasta política, al englobarse los cuan­tiosos problemas que se están presentando y seguirán apare­ciendo en el plano realístico posterior a esta guerra, que haconsumido hombres y materiales producidos en el decurso deveinticinco años, y ha hipotecado los bienes de la mayoría delas naciones por un largo decenio de vida nacional e inter­nacional.

La simple y esquemática lectura del temario propues­to como trabajo a las comisiones y asesores, nos da idea, deque una planificación de ellas, amerita, de un centro comúnque les aglutine, y la misma conexidad que tienen entre sí,nos ayuda a comprender, y a no desastimar, la proposiciónen ciernes, que de adoptarse lo más pronto posible, traiga losresultados apetecibles a los esfuerzos que se desarrollan en es­tas comisiones, y al Gobierno Nacional, la concentración parael futuro de un programa administrativo y económicos quele dé unidad y haga fructificar los esfuerzos consunos de loshombres nacionales y extranjeros, que quieren desarrollareconomía nacional, que en finalidad es riqueza nacional.

Colombia y otras naciones americanas mantienen unequipo triunfador de las luchas económicas bajo la formas deministerio de la economía.

La economía y las finanzas nuestras en vías progresi­vas hasta donde no se podía prever hace diez años atrás, con

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una cuantiosa producción petrolera, con una industrializaciónincipiente pero que se va vigorizando a medida que va adqui­riendo prestigio y arraigo nacional, va transformando el me­dio económico y poniendo en situación privilegiada a la na­ción, que necesita del encauzamiento técnico y no dispar desu ascenso económico y financiero, y que necesita a su vez,de la preparación del terreno -en forma teórica y práctica­para seguir el programa de rehabilitación de su agricultura, in­dustrias y comercios, con todos los problemas atingentes a es­tas ramas de la ciencia y práctica económicas.

No es de creer que el programa que se va a seguir des­pués de esta guerra, volverá al ideario liberal; el estado va ad­quiriendo toda la capacidad para dirigir el gran Leviatán a to­das partes donde la necesidad imperiosa de la economía, harájugar el mundo, en busca de su afianzamiento definitivo,por lo menos estable.

EL PODER ECONOMICO DEL ESTADO

Las circunstancias de las crisis económicas por queatraviesan los estados mundiales, le ha dado una fuerza al eje­cutivo de las nacionaes para desarrollar por sí y tal vez yen­do contra las fuerzas individuales de la economía, un plan di­rigido hacia. fines de dictadura económica admitida por elconglomerado social como salvación al principio de estabili­dad en que se basan los poderes. Mientras en lo político cho­ca a cualquier ideología la dictadura del ejecutivo, admitidadesde Roma para los momentos de crisis política, la dictaduraeconómica hasta en los pequeños estados, dá su fórmula deseguridad que compendia también la estabilidad política.

En Europa vemos este adelanto en los organismos es­tatales, cuando Francia, Alemania e Italia, con sus regímenes

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de democracia y dictadura se envuelven dentro de la corazadel nacionalismo económico, por intervenir enérgicamentedentro del marco de las relaciones económico-financieras. Es­to es un golpe contra el estado liberal que va en vía de desa­parecer.

La repercusión en América de tales crisis ha creado ladeterminación de tal impulso hacia los problemas económi­cos. Norte América es el primer país de raiz conservadoraque da los primeros pasos para reverdecer los principios de laeconomía ampliándola con el concepto más propio a las con­sonancias colectivas. Con una economía tan fecunda en laproducción y en la fuente de sus ingresos totales, el estado sinembargo, mantenía una población flotante que era una rémo­ra para el provecho social, ya que se encontraba sin prestarsu esfuerzo en la obra nacional. Se abrieron las brechas deaquel estado retardatario e imperialista que asumía visos decátedra en la historia americana. Hoy allí la presión de lafuerza de conquista económica y rentística se impone al in­dustrial y al rico, para que se pueda sobrellevar los grandessubsidios de la Agricultura en el reajuste de su siembra y pro­ducción especialmente, sin especulaciones mayores.

Tal vez al fin propuesto no se ha llegado. La Ley con­servadora va contra muchas decisiones económicas, naturaleshasta ayer en un ambiente acostumbrado a la especulacióncomo uno de los medios de lucha del capital. Pero el gobier­no sigue su programa de "N IRA" (National ReconstructionAmerican) creando una situación llamativa por la experimen­tación fecunda y de sana conciencia de práctica positivista,hacia la consolidación de las grandes reservas naturales.

Frente a la dictadura política de Hitler, está el podercentralizado del Ministerio de Economía que se resume en unaanco que controla todo el poder económico de la nación ensu fuerza natural interna e internacional. Ha creado hasta

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su divisa de cambio para las relaciones extranjeras que se re­fieren al comercio. Actualmente vemos con nosotros que seejerce el control de exportación de su parte con relación anuestra medida natural de producción. No hablaremos delcaso ruso donde la sistematización política tiene su naci­miento de acuerdo a la teoría del materialismo hisórico, enlas relaciones económicas. Tiénese controlada con la presi­ción que las urgencias del medio y de la finalidad política lorequieren, todas las fuerzas naturales que se desprenden dela lucha económica, ya que su medio político de penetraciónestatal consiste en la fuerza de economía militarizada en loadministrativo, por su recio poder de observancia en la vigi­lancia y en la seguridad que dispone su plan fiscal.

El bloque americano de las naciones que nos han an­tecedido en sus revoluciones y en sus planes de socialismomoderado, sostiene también que el estado debe tener la ob­servancia de la economía, ya proponiendo sus leyes salvado­ras, ya imponiendo el reajuste por medio del impuesto. Estamedida del impuesto para pechar la situación creada por elpoder económico de la naturaleza, es un medio de hacer pro­gresar la tendencia salvadoreña del estado en vía de penetraren la vida egoista de lo individual, para ir impulsando el me­dio a la formación de una población con finalidad colectivacomo lo pide el bien social.

La situación creada por la econom ía en el EstadoEcuatoriano era de urgencia de resolverla. Una de las medi­das primarias del Gobierno dictatorial del Ingeniero Paz, fuela expulsión de los jesuitas, el parcelamiento de tierras con unfin obrero e indígena, creación de seguros, etc.

Colombia en donde el estado de democracia alcanza­do por las mismas luchas políticas y el aumento cultural delpueblo como factor único del movimiento liberal de su esta-

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do, man tiene una legislación cónsona con las tendencias dedemocracia. Sin embargo, se tiene hacia una reacción en elsentido de llevar los problemas nacionales al verdadero alcan­ce de las necesidades del pueblo. Los estados excombatientesde la guerra del Chaco, que han salido de las miserias de laguerra sin encontrar el verdadero ideal por el cual luchaban,a no ser un empobrecimiento de las fuerzas vivas de sus pa­trias y el aniquilamiento de las energías gastadas en los cam­pos de sangre, revisten hoy las formas de un socialismo mode­rado en donde el obrero y el campesino están en primer planode realización; basando sus programas en una efectiva comba­tividad creadora para el sostenimiento de sus nacionalidadesdentro del margen que dan las leyes más modernas de libera­ción colectiva.

Nuestro país, no obstan te el recio período de la dicta­dura, tuvo que sostener su cuerpo con las energías de su espí­ritu, tal vez por ese cansancio espiritual que no aborda cuan­do vemos retratado en el confusionismo actual todas las ten­dencias que quieren unirse pero no encuentra el factor fuerzaque los agrupe. El dictador tuvo también sus medios paraque la economía no socavara los cimientos donde estaba asen­tada su dictadura. Se transformaron las leyes políticas paraconvenir que las necesidades de mando estaban subsanadaspor las necesidades del ambiente en que nos encontrábamos.

La Ley de Hacienda modifica sus articulados, y apare­ce el célebre artículo donde se dan las facultades extraordi­narias al Ejecutivo para la determinación del funcionamientoeconómico hacia fines de salvación. Pero el no lo ejerce sinopara desarrollar más aún sus medios de dictadura y de compo­nendas internacionales. Con el se encuentran los medios másseguros de robos.

No está ciego quien contemple el panorama modernode la transformación de las nacionalidades y del espíritu del

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hombre, como la anunciación de una era plena de realidadeshacia la solución de los problemas humanos. La geografíapsicológica del viejo continente se transforma en una esferaen donde caben las ideologías que militan en su suelo, procu­rando la armonía social del ambiente con la armonía de la fe­licidad relativa. La cultura retrocede de oriente a occidente,de la etapa ayer frígida y solitaria, hoy llena de vientos germi­nadores, hacia la misma dorada Germania y hasta las tierrasflorecidas de líz.

Hay un movimiento rehabilitador del hombre eu­ropeo como para dejar sin prueba la decadencia de occidenteque oteó con el ojo mágico de la cultura alemana, la mara­villosa experimentación filosófica de Spengler. Con el adve­nimiento del reino donde el hombre ha perdido el instintoegoista de la lucha, por el supremo aspirar hacia una vida nue­va, donde la lucha es la fuente de la creación social como elseño de las madres del poema goethiano.

Antes de la guerra pasea por los frentes de la campañalos jinetes del apocalipsis. Hoy el frente unido de las corrcien­cias hace renuncia del espíritu bélico, (aunque las ramas seproduzcan a millones), solo la conquista espiritual se lleva acabo como fórmula para no negar la justicia a los hombres.

Las noticias de que el estado de Francia no tiene laconciencia unida -aquella conciencia de unión explotadorade los nacionalismos, creadores de las luchas- es el síntomade la aparición de la estrella que une las nacionalidades, por­que no tiene sino un solo firmamen to donde figurar la tierray los hombres de sano espíritu de fraternidad.

Esta Galia, y con ella la cultura adquirida por lospueblos latinos siempre apegados a su égida espiritual -endonde la riqueza está mejor distribuída, pero donde tambiénhay una juventud que no cree en la salvación por el dinero,

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sino en la ley del hacer el bien colectivo- de espíritu y demateria, está bajo laacción del espíritu socializan te.

. Lo importante no está tan solo en que haya una con­ciencia fuera del régimen que encarna un poder que tiendehacia la salvación de la humanidad, sino que el dirigente en laacción gubernamental, tenga el sano propósito de salvar lasconciencias y los bienes materiales como único medio deaccionar hacia el bien colectivo. Que al pueblo lo avive y alestado no, o aún lo tenga sin la combinación con la masa, seproduce ese estado de ánimo desconcertante que hemos vistoy vemos agitarse en Europa después de la guerra.

España está creando esta conciencia colectiva den trode su colmena política. La idea pasa hacia las tierras america­nas con la misma fuerza que un día se avanzó hacia nuestrasplayas en el triángulo de fraternidad igualdad y amistad.

Las grandes crisis materiales traen sus luces como losrayos. Norte América ya no es aquella puritana del May-Flo­wer que leí en su sola Biblia; ni duerme su infancia con lossolos cuentos de las viejas crónicas de Irlanda. Los tiemposmodernos la hace creer que el espíritu egoista no será la sal­vación en los años venideros. Hay una conciencia colectivaque palpita acción y que hace avenar las carcomidas platafor­mas políticas para una nueva que promete vida y esperanza.

Méjico tiene un plan de acción donde se renuncia laexplotación del hombre por el hombre. La escuela con sutendencia moderna preparatoria para la lucha que se avecina,va cumpliendo su papel de programa eminentemente social,seguro y fuerte para desarrollar esta cultura contemporánea.El triunfo de las ideas sociales en los dos pueblos que acabande salir de una cruenta lucha nos señala la fuerza espiritualdel movimiento de regeneración del mundo moderno.

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El espíritu americano renace o se transforma a medi­da que pasan los minutos de la historia. Sin fronteras que di­ficulten la vitalidad del concurso, la América es un mismoplano por donde corren impulsados por una misma fuerza elcaballo indómito de la pampa y del llano.

Es una lucha que supone un Renacimiento.

EL IDEALISMO DE LAS CONSTITUCIONES

La mayor parte de los sociólogos americanos se haquejado de la abundancia de las constituciones para sus paí­ses, y se muestran pesimistas ante la sutil observación de quelas constituciones no crean los pueblos. Pero entonces que eslo que hace a los pueblos tender hacia su mejoramiento mate­rial y espiritual. ¿No serán las constituciones?

Como son la síntesis de todo desenvolvimiento subsi­guiente, en ellas se necesita afincar los calcañares para los pa­sos gigantes. También en ella los gobiernos actuales se basanpara sostener sus programas de acción en las reformas y mejo­ras para el mayor progreso y beneficio de las ideas colectivasy del bienestar social.

Cómo reformaremos primero interiormente para des­pués tender al perfeccionamiento de lo exterior como aconse­jaba Ortega y Gasset a un estudiante argentino que estudiabafilosof'ía, sin que se nos señale una línea de conducta políticay social sobre la que trafi

filosofía, sin que se nos señale una línea de conducta políticay social sobre la que traficaremos posteriormente con los la­drillos en las manos para la formación de nuestro edificionacional.

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La educación popular, la cultura superior y el ejerci­cio honrado del puesto que se hace ocupar al individuo, sonlas cátedras actuales para concebir una regeneración interiorpara el adulto y una creación suficiente para la juventud.

Pueblos de un progreso amplio y desenvuelto, EstadosUnidos por ejemplo, tienen constituciones tan pequeñas ensu articulación catalogada, que hace suponer que en ellos noexiste una acción inmediata sobre las energías ejecucionalesde la nación. En tanto, las constituciones de la mayoría delas naciones americanas son amplias, con mayores garantías alparecer, llenas casi de un idealismo -digamos romanticismo­que a cada paso recuerda las realidades. En ellas los mandata­rios y los hombres administradores de las mismas leyes hanhecho muchas veces como aquellos indígenas canadiense re­cordados creo que por Monstesquieu, que cortaban el árbol pa­ra comerse el fruto.

Podrán los actuales legisladores, los nombrados porlas asambleas legislativas para las próximas sesiones del Con­greso, reemplazar con el claro criterio de las circunstancias, eltexto antiguo, inmoral por lo lleno de máculas, por otroejemplar y digno de ejecutorias, para que sirva de norma a losnuevos ideales de la nación. A la simple vista resulta que lostemas para las próximas sesiones altamente atrayentes por lacompleja asistencia a las Cámaras. De una parte conozco aalgunos, de voluntades pero sin una preparación científica yadecuada para encumbrarse en las disquisiciones sobre mate­ria tan árida y profunda. Los podría salvar una enérgica vo­luntad. Pero son una minoría, Conozco otros, sin escuelahonrosa por haber pertenecido a las sesiones cenaculares ca­pitolinas del anterior régimen. No dan pureza al crisol que es­pera las materias para componer el texto constitucional. Hayindiferentes, apóstatas y oportunos. Pero no una selecciónvaliosa del país. Mejor será que se delegue en una comisiónextra congresional, la proyección de las reformas, para que

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después las tome en cuenta el congreso. Mientras tanto mu­chas lecciones universitarias para entrar a la verídica discusiónsobre materias que no se aprenden desde el cielo. Como elplan de reformas puede venir del Congreso o del Ejecutivo enforma de proyecto, si aquel que lo obliga a discutirlo en suambiente de debates no tiene una conciencia práctica y posi­tivista de las necesidades históricas, triunfará el Ejecutivo enel Proyecto, y por consiguien te será una velada intromisiónde poderes, insalvable por la falta de discusión al carecerse deideas fundamentales.

Se necesitan reformas profundas. Sin ellas no haycambio en la política venezolana. No debe ser tampoco unareforma para la actualidad, sino que sea la más estable posi­ble por muchos años, y así perderemos la costumbre invete­rada de las constantes reformas constitucionales. Actualmen­te vemos esa agitación reformista en Colombia; pero allá se hallegado a tales razonamientos después de medio siglo de ade­lanto y cultura.

No se puede decir en sustancia que nosotros hemostenido reformas constitucionales. Cuando se habla de refor­mas es para explicar que nuevos conceptos de cultura políti­ca admitidos en el universo practicista, en etopeyas naciona­les, se han incluido como patrimonio del pueblo. Para ello de­ben tener raigambre en la conciencia colectiva como factoresde mejoramiento. Entre nosotros no han habido reformas, si­no quita de derechos para darlos en privilegio a una familia ypara aumentar el poderío central de un déspota. La pruebasimple está en que de dichas reformas no aprovechó la naciónnada, ni aún simiente para hoy. Hay artículos de anterioresconstituciones que perecen porque llenaron su papel en la co­munidad. Dejan recuerdo grato y una obra duradera tal vezen la enseñanza de la observación de su poder íntimo. Pero lamayoría de los artículos de hoy pecan por la aparición en le­tras de molde. Si desaparecen, tanto mejor, la misma ale-

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gría de la desaparición de su autor; que escribo de sus be­neficiarios.

¿Cuál será el idealismo de las constituciones america­nas, y especialmente de la nuestra? La de no darle entrada alas grandes concepciones materiales que nos da la historia. Es­ta es la gran verdad. La constitución que debe hacerse es laque encierre mayor suma de felicidad posible de acuerdo a laestabilidad política; delegaciones de las universidades y de loscentros obreros como efectivos representantes del pueblo, da­le cabida a los principios económicos y financieros, etc. No sepeca porque se escojan para incluir principios de otras consti­tuciones cuando ellos forman parte de creaciones estables yobservados en la verticalidad de la fuerza que le da saturaciónde los ideales colectivos. Sería recomendable el estudio deproyectos extranjeros.

PROPUESTA

Es ponencia tiende a lo siguien te:

Unico: Estudio por parte de la Comisión Generalpara proponer la creación del MINISTERIO DE ECONO­MIA NACIONAL.

La falta de coordinación para los problemas econó­micos y financieros presupone la necesidad de esta creación,no la del Consejo de Economía solamente. Los problemasparciales dándoseles autonomía, y nada mata más ligero lasiniciativas que el goce de. la autoridad sin límites. La inter­dependencia de las naciones en el radio internacional presu­pone que en las naciones hay esta misma concatenación delos problemas. El mundo actual y el del porvenir es un mun­do económico y por ende, político. Entre nosotros hay mu­cha creación, pero no ligámen entre los Institutos creados.

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El ministerio de la Economía Nacional se forman simplemen­te con el conjunto de Direcciones desprendidas de los otrosMinisterios actuales, donde son direcciones muertas o sin re­sultados positivos. Hay más de cuatro direcciones de Econo­mía en diversos ministerios, que administrativamente no tie­nen ningún papel que llenar o lo hacen inadecuadamente, sal­vo algún título pomposo e informes que no tienen vida, delos cuales no se toman pensamientos adecuadas a la realidad,o son tardíos los resultados, muchas veces contradictorios, yque no tienen vida, pues no hay ningún Departamento SUIGENERIS que los ponga en marcha. No basta el Consejo deEconomía en forma aislada, pues ello sería simplemente otroorganismo autóctono sin miras a llenar, salvo especulacionessin cuento, o informes que aunque valiosos, no consiguen ali­near criterios de poder para resultados unisonas de palpableutilidad como actividad de poder.

Este Consejo podría ser parte del Ministerio de Eco­nomía como conjunto crítico y consultivo del Despacho enel orden de sistematización de políticas únicas y relevantesque conduzcan a una filosofía de la Economía y a un esfuer­zo unificador de tendencias que dificultan la potencialidad dela dirección unificada.

Puede constituirse en la misma forma que pauta laConstitución de 1936: "Habrá un Consejo de Economía Na­cional ...".

El Ministerio debe sustituir igualmente y con carácteroficial, la antigua Sociedad Económica de Amigos del País,creada por el General Páez, el año 1929, que tan buenos re­sultados recogió, adaptada a las nuevas corrientes modernas.

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Las Direcciones podrían ser:

Dirección General de Econom ía y Finanzas. Patrimo­nio Público.Dirección de Tierras, Inmigración y Colonización.Dirección de Política Agraria, Comercio e Industria,Censo y Catastro, Estadística, Patentes y PropiedadIndustrial.Dirección de Navegación Fluvial, Marítima y Aérea.Dirección de Transporte, Producción, Regulación dePrecios, Comercio Internacional e Interestatal.Dirección de Bancos y Seguros. Superintendencias.

El Ministerio de Economía será al lado del de Hacien­da, el primero que estudiará todos los problemas de raigam­bre nacional, cuyas formaciones y repercusiones vengan direc­tamente a influir sobre la vida del País. Es el rector de la vidaeconómica del País de conformidad con los dictados constitu­cionales y sus directrices, hay que ser cumplidas por todos losdespachos e Instituciones, pues son los guiadores que unifor­man una sola política económica del estado en cuanto a laconducción de sus destinos económicos, constituyendo la tra­dición y al mismo tiempo la programática actual y futura dela fundarnentación económica de la Nación.

Está organizado en Colombia y Bolivia (Ve las leyesde estos países) Concentrar en un solo Despacho todo lo rela­cionado con la Economía del País, dispar hasta hoy, y revuel­tos entre otros Ministerios sin ninguna razón, no constituyeuna tarea específica de Gobierno, en un país que ha basadosu vida en la economía agrícola, pecuaria, y de extracción pe­trolera. Los problemas de la guerra y de la Post-guerra hacennecesario, la planificación previa de esta materia, de manerade inaugurar una tarea administrativa peculiar como forma degobierno, y no como problema secundario de gobierno. Esesta creación, no una idea romántica o burocrática de las ta-

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reas actuales de Gobierno. Es una necesidad histórica y deafianzamiento de lo nacional. Sin ella creo a mi pensar, nopodrá nunca estabilizarse la situación del país y la coyunturapasará a ser de primera naturaleza, es decir, estructural.

No podrán hacerse estudios profundos, ni investiga­ciones, sobre la riqueza y las necesidades de la Nación. Ade­más es un estímulo para el nuevo orden de política nacional,para los estudios universitarios y la carrera administrativa.

La verdad que existen ya diez Ministros, pero sonellos una verdad profunda de la vida nacional en su historia yen las necesidades administrativas. El nacimiento de un nue­vo Ministerio 10 prevee la Ley de Ministerios, y es una facul­tad previsiva para el Jefe del Estado. Podría empezarse encero; y mientras tanto ir preparando el envío de una misióna Colombia y otros países donde exista tal categoría de orga­nización. Su carácter técnico prevee una organización plani­ficada.

El personal actual de esos Despachos, de sus Direc­ciones especiales vendrán a formar parte, y a prestar sus co­nocimientos en la nueva creación pero siempre será necesa­rio, injertar nuevos elementos y contratar tal vez extranjeros,todos de reconocida conciencia de servicio en las tareas eco­nómico-financieras. Ser un Ministro de actividad, de estudios,coordinador y de ejecuciones activas y permanentes, basán­dose en doctrinas previamente delineadas y aprobadas comoprogramas de Gobiernos o como Sistemas planificados. Elserá el señalador sobre el mapa de la Nación, hacia donde lapolítica nacional debe tender y afincar sus miras de ejecuciónen lo económico. El que suministrará los índices de la vidanacional en sus deficiencias y mejoras activas. Razones depeso, el Ministerio obsorve cuantiosas comisiones de actividadsuperior, que enlazadas constituyen un peso ingente sobre un

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solo titular del Despacho. La Industria Petrolífera bastaríapara encauzar toda la actividad del Ministerio de Fomento.

I

MINISTERIO DE LA ECONOMIA NACIONAL

Se crea el Ministerio de la Economia Nacional el cualestará integrado por las siguientes Direcciones:

A.- Dirección General Administrativa y Técnica, con lasiguiente competencia:

Oficina de Investigaciones y Estudio.Servicio de Publicaciones, Biblioteca e Informa­ción.Representación del Ministerio ante otros organis­mos (Comisión de Presupuesto, de Aranceles, etc.).Servicio Técnico y Administrativo del Consejo deEconomía.Consultoría Jurídica.Organización interna del Ministerio (Nombra­mientos, separación, ascensos del personal).

B.- Dirección de Comercio. Le corresponden:I. Todas las funciones actualmente encomendadas a

la Dirección de Comercio del Ministerio de Fo­mento:

11. Registro de Patentes de invención. Registro de laPropiedad Intelectual.Denominaciones comerciales.Reglamentación y Fiscalización de las Compañíasde Seguros.Exposiciones.

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111. Nuevas funciones:Reglamntación y fiscalización de las CompañíasAnónimas.Preparación con la Dirección de Política Econó­mica del Ministerio de Relaciones Exteriores delos Tratados, Convenios, y en general de las rela­ciones económicas con el exterior.Formular y redactar con la Dirección de Polí­tica Económica del Ministerio de Relaciones Exte­riores las recomendaciones e instrucciones paralos Congresos y Conferencias económicas interna­cionales.

IV. Funciones y competencias extraordinarias de in­tervención económica:Regulación de precios y alquileres.Distribución de mercancías.Compra, importación, almacenamiento y venta demercancías.Intervención en las importaciones.Fijación y distribución de cupos de importación.Creación y Administración de mercados.

c.- Dirección de Economía Agrícola.Estudio y planeamiento de la economía agrícola.Relaciones con el Ministerio de Agricultura y Cría ycon el Instituto Agrario.El Banco Agrícola y Pecuario pasará a depender de es­ta Dirección.Comisión de Crédito Agrícola.Otros auxilios a la producción agrícola.Asesoramiento técnico.

D.- Dirección de Industria.Asumirías las actuales funciones de la Dirección deIndustria:

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Concesión de Crédito Industrial.Otras ayudas al Estado:Exoneraciones aduaneras.Primas a la producción.Contingentes de producción e importación.Asesoramiento Técnico.Producción de empresas del Estado, mixtas o particu­lares y reorganización de las existentes.Tipificación de la producción industrial.El Banco Industrial pasará a depender de esta Direc­ción.La Junta de Fomento a la Producción será suprimida,toda vez que sus funciones quedarían desempeñadaspor esta Dirección y la de Economía Agrícola.

E.- Dirección de TransportesFomento y corporación del tráfico.Servicios de inspección e intervención sobre los ferro­carriles que hoy desempeña el Ministerio de Obras Pú­blicas.Explotación de los ferrocarriles del Estado.Reglamentación del tráfico de transporte.Fijación de recorridos, tarifas, prioridades, in tensidaddel tráfico.Intervención sobre la Compañía Venezolana de Nave­gación y Aeropostal, así como sobre las compañíasdedicadas al Transporte en general.Aplicación de todas aquellas medidas de excepciónencaminadas al mejor aprovechamiento de los mediosde transporte, como por ejemplo, distribución de llan­tas y vehículos.

F.- Dirección de EstadísticaPasarán al Ministerio de Economía Nacional toda laDirección General de Estadística con sus actuales ser­vicios.

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G.- Dirección de InmigraciónLas funciones que sobre esta materia cumple actual­mente el Instituto de Inmigración y Colonización.Gestionar mediante los medios adecuados la inmigra­ción, organizando los servicios de propaganda e infor­mación en el exterior y los de asistencia y ayuda al in­migrante en el interior.Relación con el Instituto Agrario y con los organis­mos y empresas directamente interesados en la inmi­gración.Explotación de los hoteles propiedad de la Nación ypromoción de su desarrollo, estimular el turismo, tan­to de los extranjeros como de los nacionales, median­te la propaganda e información y facilitando la reali­zación de viajes y el mejor conocimiento del país.Proteger y custodiar los lugares y zonas que sean de­clarados de interés turístico.

H.- Dirección de Bienes de ProducciónEsta Dirección sería integrada por la actual Adminis­tración de Bienes de la Nación.

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CONSEJO DE ECONOMIA NACIONAL

l) El Consejo de Economía Nacional será el órgano deasesoramiento económico de la Nación.

2) Corresponde al Consejo:

a). informar sobre los proyectos de decretos que elGobierno se proponga publicar o los de ley que seproponga someter al Congreso, cuya naturalezasea predominantemente económica.

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b) Emitir los informes y dictámenes que las Cáma­ras, el Gobierno Nacional o los Gobiernos estada­les solicitan.

e) Proponer al Gobierno la adopción de aquellosmedios de orden económico que considere deconveniencia nacional.

3) Los titulares del Ministerio de Economía Nacional dela Dirección General y Técnica desempeñarán la Pre­sidencia y Vice-Presidencia respectivamente del Con­sejo de Economía.El Consejo eligirá un Secretario General y los servi­cios técnicos y administrativos serán prestados por laDirección General y Técnica del Ministerio de Eco­nomía.

4) El Consejo estará integrado por las siguien tes repre­sentaciones:

De la producción:Dos miembros designados por las corporaciones másrepresentativas de la producción agrícola e industrial.

Del consumo:El Concejal que designe el Concejo Municipal del Dis­trito Federal y un representante de las cooperativasde consumo.

Del capital:El Presidente del Banco Central de Venezuela y elPresidente del Consejo Bancario.

Del trabajo:Dos representantes de los Sindicatos Obreros.

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De las profesiones liberales: .Dos miembros elegidos por los órganos directivos delos colegios de Abogados, Médicos e Ingenieros.

Los Ministerios de Hacienda, Agricultura y Cría,Obras Públicas y Trabajo y Comunicaciones, designarán dosrepresentantes cada uno de ellos.

GEOCRAFTA ESPIRITUAL.. .

DE VALENCIA

"Ciudad y campo englobados;campanas de las iglesias, golon­drinas en los aleros: soledad ymovimientos todo anuncia laciudad".

Al seguir la paralela que debe llevar toda vida, conaquel pensamiento antiguo del destino -enigrna que siemprenos pesa aunque la cultura haya disipado esa niebla de sensi­blería que ~os ata al pasado- que nos oscurece el porvenir;venido a esta tierra caliente como un regaso, ya me eracariñosa por herencia de tradición histórica y por sus cerca­nías a mi otra tierra natal de símil parentesco agrícola,Aragua. Y no estuve errado en las apreciaciones que mevaseñalando su perfil geográfico y psicológico y su estruendo devida ciudadana Aquí se siente el cariñoso recibimiento elcual se deja calar por las hendiduras de los sentimientos y lasvoliciones características de todo pueblo que constituye en lanación la gran provincia psicológica de que hablara Taine.

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Nada hace agolpar tanto los recuerdos del pasado enesta hechicera tierra; ni nada trasluce mejor la sinfonía deltrabajo que este pueblo que lo ama con verdadera pasión yfruición; y se siente esa suave corriente de opinión que se ma­nifiesta en un sentir recóndito en el poblador hacia la tierraque le vió nacer. Por los simples datos que se toman al azar,este pueblo es esencialmente sentimental; característica quenos preocupa ahondar en sus situaciones psicológicas, y paracomprender el encan to de su vida; y también las posibles de­bilidades de su carácter y las señeras cumbres de sus virtudes.Esa sentimentalidad le abre cauce para su propia vida de crea­ción, como parábola de riqueza espiritual. Es la fibra de don­de saca toda la fuerza de su encanto, así como el hiloque tejesus ocupaciones de fructificación.

En su telar va haciendo sus gobelinos primorosos consus propias manos milagrosas; y teje y desteje sus propias mi­niaturas para llenar de gozo y maravilla su propio paisaje; y sutierra le sirve de propio lar y hontanar; y cada vez que se acer­ca a ella, nace más fuerte para su genuino progreso final.

La placidez de una ciudad en sus noches en diciem­bre, vista desde una altura como El Calvario, conversando conun amigo culto, heredero de esa gran sensbilidad, extraño flo­rilegio del buen decir y el pensar bien, buscando las estrellas,la plácida desnudez de Sirio que hace ver más claro el vientrede la noche, soplando el viento su modesta frescura traída delos montes cercanos; el cielo bajo y estrellado, los árbolesdentro de la ciudad que dificultan ver las luces de ella y admi­rar la geométrica cuadratura de las manzanas; todo ello: laconversación entusiasta del amigo con sus notas serpenteadasde amor y cariño hacia su lar; la frescura y la claridad de lanoche por el natural artificio de las luces citadas y las natura­les luminarias de las estrellas; me ha hecho gozar desde sus ex­tramuros, en lo bello que es la ciudad que deja vivir sus árbo­les en la tranquila floración de los patios y fondos, cuya ar-

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quitectura deja amplia vida a la arboleda centenaria y a losnacidos; y en los matizados risueños de colores de los árbolesfrutales de sus plazas. La ciudad es grandísima y sus camposcercanos. acostados en descanso o en fructificación de vidaagrícola y pecuaria. la hacen ser una ciudad grande hoy y degran porvenir para el futuro. Hace contemplar de una ciudadla imagen de una urbe metropolitana, soñadora mañana comolo es hoy, como la he visto esta noche estrellada, entre losvientos frescos, entre los cocuyos bulliciosos de luz, con lassabias paradojas y los símiles meteóricos del grato amigo queme acompaña. El que me cuen ta la historia escondida de suciudad, con aire sentimental, con ideas plenas de un realismoa la par sano y nativista; como las casonas de antaño resistenel milenio entre sus paredones floridos de senectud; y a lalarga 'conversa de la vida de sus hombres y mujeres rcbuyen tede esa inextricable al parecer psicología de las masas; me ha­bla cómo Sirio explende su suave luz intocada desde in fini­tos tiempos, como los montes cercanos guardan recuerdos in­sondables de otros tiempos; y me lleva maravillado hasta ima­ginarme los ten táculos de la ciudad buscando sus caminos vi­brátiles para formarse ciudad metropolitana; todo como uncanto aumentado por el eco; como las tierras duras, rojas, deaquel rojo que nunca muere, puede ser sangre para la vidanueva, y como se extiende el campo para la égloga rural y pa­ra el canto triunfal del progreso. Y me ha hecho soñar conuna ciudad futurista llena de inmigrantes de otras latitudes vi­viendo en la colmena misma de nuestros mayores en un crucecon sus mujeres plenas de juven tud, llenas de rosicler, siemprede belleza para toda Venezuela.

En una ciudad plena de cultura y de vida nueva, queha echado a andar su porvenir con la fe ciega de su propiagrandeza; sin perder ese cariz de altisonancia que arranca des­de su construcción primera; y Sirio contempla a estos dosamigos que dialogan desde El Calvario y esperará otra nochepara mirar de nuevo junto con ellos desde esa cima lírica vien-

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do a los pies de la ciudad engrandecida, dilatada con su can tode vida, soñándose a sí misma en el plenilunio de sus bodascon la civilización del porvenir.

Desde aquella noche, tachonada de estrellas en quemi amigo me llevó hacia la planicie de El Calvario, montículolleno de sorprendente altura, entre erial, estatua y un rincónde juego para los niños, acostumbro de tarde en tarde, cuan­do ya el sol descansa su caminata de oro y prende de lucessangrantes los cerros cercanos, irme hacia el montículo a re­habilitar un tanto la cansada mirada contemplando el panora­ma que se alcanza sin binóculo, de los llanos tendidos a lospies de la robusta mole de El Calvario, por un lado, y del otroa mirar en extasiadora culminación de plenitud a la ciudadque empieza a enceder sus luces, ahora cuando toda la vida vaa la descansada senda y se experimenta la íntima y soñadoraoración rezada con los suyos, en el ambiente callado y mustiode las casitas pequeñas, donde los hijos esperan, la mujer to­davía trabaja y el obrero se acerca a vivir sus horas de cariño,lejos por varias horas, del horno, del tejido, de las madera, yde la fuente que le suministra por su agotador trabajo su mo­dus vivendi. Espectáculo éste que nos encanta mirar con frui­ción, desde una atalaya de la ciudad, sintiendo el viento so­plar algunas veces con fuerza de destino, aspirando el aire ca­liente o re frescante que viene de besar las crenchas de los ce­rros comarcanos o nos trae el airecillo del mar ya colado porentre los árboles que se empinan junto con la estribación dela montaña de la costa que nos separa el mar cantor; que ha­cemos rato y rato que muchos creen perdido, alentando nues­tra visión desde altonsado con el panorama citadino de un la­do o rural del otro. Nos llena de espíritu animado, de peque­ña gloria para nuestros adentros porque somos también pinto­res de estados de alma, y los colores de los montes, la robus­tez de los breñales, la sordidez de la tierra, o los claros de luzmortesinos que animan también a los verdes montículos quequisieran adentrarse hacia la ciudad como lenguas de pórfido,

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nos van llenando el fondo de la conciencia o de la mente, co­mo dicen los psicólogos modernos, como a un acantilado dedonde extrajéramos mañana o después, cuanta muscalia decolor, cuantas facetas de plenitud para las cuartillas que hande describir o pergeñar la asustadiza visión de nuestras latitu­des espirituales. Es la hora de peregrinación por una de lastantas dimensiones de nuestro .mapa que circunda amuralladonuestra telúrica aspiración a mejor ser, y con ello, a que me­jor sea la vida circundante. Forjación para el estudio de nues­tras ciudades; el mejor conocerlas y que llenen nuestro espí­ritu para la consustanción emotiva de todo lo que en un mo­mento pueda ayudar a realizar algo por sus mejoras. Se desvi­Ve la men te en buscar en este medio, alegre, triste, el fonta­nar de las cosas vivas, alucinantes, que nos despeguen por unmomento de lo lírico, de la fantasía, para llevarnos a la reali­dad, para luego tornarlas en nuestro interior al fondo dondese traslucen las fantasías. Entonces comprendemos que tene­mos algo de poeta por la loca alucinación con que se nos pre­sen tan las cosas a la vista: como el marinero ama el paisajeazul de su mar; el labrador el verde color clorofila de suscampos.

AGUSTlN CODAZZI: Pasión de Geografía

a) El Campo: Fortaleza de la Democracia

He escogido este pequeño título -grandioso en nues­tra actividad nacional- de un ensayo escrito por un estudiantenorteamericano, para hacer resaltar entre nosotros una de lasaristas preciosas y elocuentes en que se basa la teoría y prác­tica de la venezolanidad.

El campo resulta así como la extensión geográfica-ex tensiva e intensiva- del laboreo racial sobre una riquezaincomensurable. Por consiguien te se admi te como conclu-

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sion que es el laboratorio de cualquier nacionalidad. Arrai­gado el hombre venezolano a su tierra, desde los primerostiempos coloniales -aún más, desde el período de la precon­quista- su sentimiento como fórmula psicológica no 'se pier­de, ni en la lentitud de una vida colectiva ni en el apresura­miento de una etapa dispersa.

Se distingue en la forma mitológica este sentimien­to, ya en la invocación a la Zona Tórrida o a la Selva Místi­ca por el amor de espera de Lazo Martí, o en las cantas do­lientes de los poetas nuevos; se aferra vengativa en la luchaantagónica de los nativos contra la Compañía Guipuzcoana;sirve de base en muchas líneas para afincar la declaratoria delos derechos vernáculos, o aparece delimitador en el pactopolítico de la reunión de todos los venezolanos en un terri­torio, que no podrá jamas ser cedido, traspasado o arrenda­do ni en ninguna forma enajenado a Potencia extranjera, niaún por tiempo limitado: en síntesis romántica la patria denuestros mayores, y en consecuencia la patria de nosotrosmismos. Ya se comprenderá el alcance notificador que tie­ne para un venezolano su campo, su territorio, su patria.

Este campo tiene por consecuencia dos sentidos:uno político y otro administrativo. La consonancia de es­tas cualidades se llama económicamente hablando: la cues­tión agraria. Formando un todo en su forma constitucio­nal, este inmenso campo está dividido, parcelado en su ré­gimen interno, para que como división del trabajo puedaeficientemente servir de base racional 'a la población delpaís.

No recuerdo si fue Plinio quien anuncio a un mun­do que se había repartido elitescamente lo que era sosténde toda una comunidad racial, la perdición de su naciona­lidad. Latifundia perdiderae Italia. jam vera et provincie;y esta real advertencia fue también hundida en nuestra cor-

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teza nacional en una cierta época de "cuyo nombre no re­cuerdo" pero que hoy me la señala un folleto en formatomayor, recopilador de una latifundia rural, tal vez la másgrande América.

Vuelven al cauce natural las cosas; se reparte el gran­dioso latifundio que fue una vez familiar a una sola sangre yque conmovió y le dió vida entre nosotros al pensamientode Plinio: el latifundio perdió verdaderamente a Italia y asus provincias. Vuelve inmediatamente, de un fondo sub­conciente al plano de iluminación conciente, este amor nun­ca muerto del hombre hacia la superficie de su tierra, buscan­do su florecimiento y su fructificación.

Se debe aprovechar este desbordamiento de amor yde esfuerzo -en todo amor va implícitamente el reconoci­miento de una acción voluntaria hacia el vértice de culmina­ción- del hombre venezolano hacia su campo. Porque estecampo inmortal -histórico y geográfico- subraya todos lospormenores económicos amorosos del hombre que vive oviene a nuestras playas.

La agricultura que es la base esencial de todo país,en nosotros adquiere la tonalidad de una eficiencia de vida,que ha producido todas las crudezas en las estaciones de lossucesos venezolanos. Bertrand Rusell, en su muy pensadaobra "Libertad y Organización", en un capítulo de ella, de­senvuelve la importancia que ha tenido el campo en la demo­cracia -especialmente la Jeffersoniana-, y señala con una ca­racterística sutil, cómo se ha diferenciado en Norte América,tendiendo hacia un plano de afirmación, los aspectos de lademocracia, por la influencia del campo, de la agricultura enlas relaciones jurídicas y en el elemento científico. El agronuestro dió su parte de vida y complemento a las diversassituaciones de la República. Pero le llegó el momento crucialpara su vida. Nació el petróleo y vino el desbarajuste de la

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economía agrícola. Recuérdese que una sola concesión abar­caba el subsuelo de casi quince estados de la Unión. Las ex­ploraciones, las subsiguientes explotaciones pusieron óbicenatural al laboreo agrícola. El hombre rural rompió la tierrapero no ya para sembrarla como había sido la misión con ti­diana de más de doscientos años de lucha, sino para extraerlecomo función capital el oro negro que se había descubierto.La exploración implicaba una aventura sobre las tierras; laexplotación es radio limitado de acción que dejaba libresaquellas tierras donde el esfuerzo no señaló riqueza petrolí-fera. Hoy tenemos campos limitados de explotación con surica producción intensa, y grandes y desoladas márgenes entorno a ellos que han vuelto en parte al patrimonio de la na­ción, porque escondieron sus deseos al buscador insatisfechode nuestra riqueza de subsuelo. Puede volver la fecha felizen que la agricultura era el nervio del conglomerado, por lomenos podría ser hoy, vértebra de coordinación con lasotras riquezas del cuerpo nacional.

Se acoda en la tierra siempre fresca y feroz, el tallouna vez arrancado con fiebre de aventura y especulación, pormanos que no eran las del campesino sino las del hombreurbano, que enriqueció de esa manera su ambiente y dejósolo y en la penumbra aquel otro ambiente rural.

Uno de los tantos aspectos de la lucha entre el campoy la ciudad; entre el ruralismo y el urbanismo. Pero ya el se­gundo está extenuado por la lucha creadora y pide al primeroque alimente bien su cuerpo cansado. Y responde el primeroa la llamada precursora: tú entregaste nuestra riqueza, parali­zaste nuestro trabajo, limpiaste nuestros sembrados y sem­braste de torres melancólicas pero succionadoras toda la al­from bra verde de nuestras parcelas in finitas.

Hiciste competir nuestra débil naturaleza para el co­mercio, con la extraña que no ve límites, y hasta pusiste tus

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manos en la venta sin sarjeamiento de ley. Ayuda ahora paranuestra incorporación a la vida, y aprende con lo pasado unaelemental lección de fábula.

y estas pequeñas notas sobre el campo, el territorio,la patria, me atraen la visión de Codazzi. Sería interesantfsi­moen el estudio del desarrollo de las ideas, la sistematizaciónde las in fluencias producidas por la permanen te cualidad fun­cional de aquellas personas que sin ser nacionales, han ejerci­do en pensamiento y acción alguna directriz fundamental enlos estudios realísticos de los problemas de nuestro país. Paranuestra modernidad, motorizada y ágil, la figura de Codazziresume la del batallador incansable hasta la muerte, que enpro de un ideal de organización y bases nos legó una herenciaque no ha sido aumentada. Codazzi nace en Italia en la épocaen que los enciclopedistas franceses, con aquel racionalismopragmático, preparaban la gran revolución. Se alista en lasguerras napoleónicas y después de largas incursiones de guerrapor los campos que hicieron en lo heroico la grandeza del cor­so, emigra a América tal vez después de la restauración a lacaída de Napoleón.

Una biografía de Codazzi sería un bello proyecto ve­nezolano. No olvidemos a estos sabios, tesoneros y especialis­tas, que han dado a conocer más que ningún otro, los proble­mas reales y profundos que nos dan vida y nos sostienen. Biencabe lo intelectual literario descubriendo el cuantioso patri­monio de la nacionalidad entre las áridas páginas de una geo­grafía, por ejemplo. Nos parece grandioso que así como elpoeta canta las excelencias de la Zona Tórrida imaginando laprecursora leyenda de una América florecida del milagro vir­giliano; del historiador desnudando la historia del ropaje prís­tino con que la vestían los coloniales, e introduciendo la ace­rada punta del método científico entre los hechos muertos,hasta el elevarla a un determinismo que constituye sistema;.aparezca también el hombre que se echa a cuestas la misión

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de enseñar los límites seguros de una nación, el estudio ero­mático de los hombres repartidos en razas, la división porme­norizada de las zonas apropiadas para surtir la agricultura, se­ñalar las riquezas minerales y la arquitectura maravillosa delas cuevas de guácharos, detallar el derrotero de nuestros ríose implantar zonas de inmigración que como la Colonia Tovar,nos señala el alien to para futuras realizaciones.

Es Baltimore, la ciudad americana asiento de los emi­grantes políticos de ceño adusto y de aventuras románticas,desde donde se inicia el itinerario de Codazzi hacia la confe­deración colombiana, trayendo tal vez la imagen de encontrarun segundo Bonaparte en Bolívar. Pero no lo encontró y des­pués de una segunda visita a Venezuela se aprestó a ofrecer alrepublicano Bolívar sus experiencias de artillero que habíapracticado bajo el bonapartismo. Pero no son sus empresasde guerra lo que le dió la altura de hombre; pero, sin embargosu alcurnia matemática fue más estimada, al recorrer todoslos caminos de la confederación en guerra para comprenderel supremo panorama geográfico. Y aquí viene la imagina­ción italiana a resolver la grandeza de nuestra geografía. Seamaba a ésta mucho más en anteriores tiempos; tal vezestaban calientes las huellas de Lacondamine y de Humboldt.Eran momentos en que se disolvía el mundo geográfico de laGran Colombia. Todo ciudadano estaba pendiente de losnuevos límites. Además las garras imperialistas empezaban ahincar sus garfios en las soledades del Sur. Codazzi tenía laspuertas abiertas para iniciar su empresa de geógrafo. ElCongreso de 1830 prolongaba su ideal con estas palabrasllenas de sentido nuevo: "la nueva construcción de mapas, lositinerarios de las vías militares y la colección de datos esta­dísticos, eran obras de la mayor importancia para Venezuela,cuyos beneficios se mostrarían facilitando las operacionesmilitares, aclarando los linderos provinciales, mejorando ladivisión de los impuestos, precisando los productos obtenidospor los cultivos de la tierra, la apertura y construcción de

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caminos, el drenaje de los lagos y pantanos y la navegación delos ríos". Era iniciación de la política geográfica en funciónde estadística social.

Hoy que apreciamos mejor el símbolo de la realidad,porque vivimos en tre las percepciones reales, debemos consa­grarle merecido estudio a estos hombres, que como Codazzi,se infiltraron en las profundas oquedades del destino de unatierra, y propiciaron con la elemen talidad de su saber, la he­gemonía de las particularidades raciales, económicas, geográ­ficas, de un pueblo en la verdadera función mesiánica de suhistoria. Ellos podrían ser los eminentes de una etapa nacio­nal. Estas líneas no tienen otro fundamento sino el de natu­ralizar ante nuestra perspectiva la visión de su persona: suobra, conocida en parte, es la expresión armónica del traba­jo racional, del hombre especializado en una rama del sabery que quiso dejar a las puertas de una obra gigante y esencial,su voluntad determinista. Unió a su empresa su amor a lasegunda patria y no sólo dejó detallado análisis de nuestropueblo en su función geográfica, sino que ensayó como con­secuencia de su volición, la fórmula estadística de la multi­plicación: presentó rigurosos planes de inmigración. Quéimaginación tan espléndida y fecunda la de este italiano; quéactividad tan prodigiosa en provecho de nuestra nación. Conqué ingenio determina científicamente los planes para su granbatalla inmigratoria: me propongo abrir a la inmigración eu­ropea ancho y fácil camino hacia aquí; no traer clandestina­mente a América hombres sin ocupación o vender esclavosaquí; mi proyecto requiere familias industriosas; necesitopersonas de buena conducta y acostumbradas al trabajo.Oigamos este elemental pensamiento: Las florestas tienen queser derribadas antes de la llegada de los colonos, porque de locontrario, los europeos caerían antes que los árboles deltrópico. Nuestra política inmigratoria se debe refrescar enpresencia de los pensamientos de Codazzi. Murió haciendo

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investigaciones en "las deletéreas montañas del pueblo deEspíritu Santo".

Su exaltación está en estas palabras de un amigosuyo que deberían haber sido talladas en su pequeña esta­tua de la plaza caraqueña: El, como Humboldt, realza la ideadel cosmos.

b) Mapa y Creación. Coloquio con Codazzi sobre las vías decomunicación

Desde una ampliación continental, los economistas­geógrafos, con una matemática histórica realista, estudian yenseñan el desenvolvimiento de las grandes rutas de la civili­zación. Del esquife proceloso con el que el alma griega ex­tendió su dominación espiritual por el mundo conocido; delas naves romanas que incendiaron de poderío militar el almaafricana y extendieron además del comercio, el espíritu delas constituciones de Caracalla que producen la culminacióndel derecho de ciudadanía romana, y que contornea al Medi­terráneo como el mare-nostrum latino; hasta la última etapade los descubrimientos americanos que aventó la gente deultramar en la gesta de las carabelas de Colón, Vasco de Ga­ma, Magallanes, se pronuncia fuerte y gallardamente, que lasvías de comunicación son el vehículo del progreso, el podersubyugante de los imperialismos, el renacimiento y caída delos imperios, las seguras corrientes de paz, las sirenas queanuncian por la tierra, las ideologías de alianzas, frentes depaz, que unifican las corrientes más variadas de¡" pensamientopolítico de los hombres.

y todo esto que sucede en el mundo y cuyas causaspreponderantes se vinculan a las vías de comunicación ya lapolítica de los transportes, se pueden señalar en nuestra cor­teza territorial que empieza a vivir al golpe moldeador de unprogresismo nacional. Restringido al emblema nuestro país.

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hay cuarteles que confirman la esencia de un escudo nacional,de una geografía política y económica, de una programáticade acción que se extiende certera, y se debe extender aúnmás, hacia los centros capacitados, para dar y materializarvivencias de una política nacional.

Realizando una búsqueda historial, el problema dela vialidad -terrestre, lacustre, aérea y fluvial- hacia las cua­tro direcciones en que la geografía y la política sistematizannuestro territorio, se relacionan esencialmen te, como todaespecialidad económica, a los dos problemas que se han en­carnado en la constitucionalidad como fórmulas de gobier­no: centralismo y federalismo. La irrupción de la fórmulafederativa de gobiernos adaptada en la constitución del año11, río era más que una iniciativa de acción contra las fuerzascentrales del poder español sobre nuestro territorio, que aun­que dejaba este una especie de federalismo regional, en la for­ma, constituía en sí una fuerza ejecutiva centralista, que sólopor la distancia, no tomaba los aspectos fuertes de una domi­nación unida, ya que en la vida del derecho, como decía elmaestro de la Política Indiana, Solórozano, los dictámeneslegales que venían de la metrópoli llegan floxos, es decir, per­dían la dureza del imperio y de la jurisdictio al imponerseden tro del am bien te americano.

La posición geográfica venezolana hace aparecer co­mo consecuencial, la fenomenología del sentimiento federa­tivo. Es preciso ahondar en las marcas que pueden hacer, nosólo la orografía, sobre las formas políticas de una nación.Suiza representa una forma práctica y positiva del factormontaña en el sentimiento cantonista de su república. Esta­dos Unidos dan señal de un sistema federal, en la simple vi­sión de la bien repartida distribución de su geografía física:montañas, ríos y lagos. Argentina, al contrario, al sistemacentralizado de la colonia, tuvo que oponer, para hacer efec­tiva una forma más real de independencia provincial, un- sis-

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tema amplio de ferrocarriles y carreteras, que tienden al granestuario del Plata, pero que ha dejado en parte, una libertadpolítica, económica e industrial a sus provincias. La federa­ción implantada por los congresistas de abril tenía tambiénuna motivación política de largo alcance. Si se crea un cen­tralismo, era necesario que hubiera unificación en todo elpaís para la independencia, y ante el mundo, cualesquieraopinión contraria para la independencia, habría repercutidodesfavorablemente en el exterior; mientras que una federa­ción, cualesquiera de las provincias pudo oponerse a ella yante el mundo era una prueba, no del no desear la indepen­dencia, sino la motivación expresa de la independencia fede­ral dentro de la nueva República. Y así sucedió. Coro y Ma­racaibo se opusieron a la independencia, se vieron como auto­nomía provincial sus gestos, o como existencia de núcleosrealistas o militares, desafectos por principios y lealtad a laseparación de España. En un centralismo habría sido difícildeclararla, pero bajo la fórmula federal fácil fue el hacerlo.

Los caminos de la República fueron decretados comonacionales durante la administración de Guzmán Blanco, confines puramente económicos, como era la extinción de lospeajes, que desde la Colonia se imponían sobre los transpor­tes. Estos caminos indican la penetración del español dentrodel país, así como donde existían ya, en los reinos azteca einca, señalan un alto programa social de acercamiento domi­nador y político. En la región venezolana existían muy po­cos, estaban cercanos a los valles, contruídos en forma caute­losa y con fines guerreros. Fué en fecha 25 de setiembre de1793, que el Real Consulado "acordó la construcción de unacarretera y comisionó para la exploración y estudios a los se­ñores Juan Antonio Amaro Pérez y Diego Díaz. El primerode los nombrados funcionarios, abrió una vía que partía deCatia y llega a La Guaira, con una longitud de 36.689 varascastellanas (30,8 kms.), la cual, sin embargo, no llegó a sobre­pasar la condición de pica o vereda sólo tradicable por recuas.

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Al mismo tiempo que se abrió esta pica, se abría otra por unseñor Juan Sánchez, partiendo de Macuto y ambas fueron so­metidas al estudio y juicio crítico del Ingeniero Francisco la­cot, quien informó, que sólo la primera, mediante algunasrectificaciones era a propósito para la proyectada carretera,la cual al fin fue acordada por acta del Real Consulado de 10de mayo de 1795, en cuya fecha fue suspendida y aún impe­dido el tráfico por medio de una cortada practicada en laQuebrada del Hoyo, con el fin de que no perjudicara la RealHacienda con la fácil introducción de mercaderías clandesti­nas para el abasto público" (Alfredo Jahn: El desarrollo delas vías de comunicación de Venezuela, página 9).

Aunque el tiempo de la guerra de independencia nofue propicio a la sistemática construcción de caminos, no hayque olvidar que las necesidades que ella misma imponía, trajocierta tendencia en el programa constructor. Hoy el concep­to de caminos es económico; lo político en él es subsidiario,por lo menos en América. Desde Roma sabemos que la fina­lidad primera de su red carretera era la conquista y la conso­lidación de su imperio. Como canta el mismo verso de Virgi­lio; todo ven ía de las Provincias, el trigo, el carbón, toda lacaloría de la vida. Este mismo aspecto lo constatamos en losreinos de Méjico y el Perú, lo que hacer ver el relativismo dela historia. Pero en la actualidad, si es verdad que el conceptoadministrativo deja al Estado, amplio margen donde desenvol­ver la actualidad protectora de la nación, creando los caminoscon fines de seguridad y de rápida comunicación para la pre­ponderancia político-económico, siempre la realidad hacepropender la construcción de caminos hacia los lugares dondela vida desbórdase en iniciativas y progresos, hacia los centrosque sostienen alcurnia en la minería, el comercio y la agri­cultura.

Hay una política carretera, como la hay de poblar yeducar. La primera reduce a su mínima expresión a las dos

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últimas, pues, es bajo la sistemática expansión carretera-natural o artificial- por donde la cultura lanza sus blancasvelas y los hombres buscan el dorado de la tierra. Regulari­zar el acercamiento nacional, en lo espiritual y material,es una de las resultantes de la política caminera. Pero en lospaíses como el nuestro, de una saludable raigambre rural,donde la agricultura y el amor a la tierra ejercen un poderpsicológico para no dejarla, los caminos ejercen igualmenteuna atracción hacia los centros urbanos, que al fin, si no setiene una vigilancia constan te, hace dejar solos los villorriosy campos, creando en las ciudades donde no existe una vidafebril amplia, una superpoblación flotante con todos los colo­res de tragedia y sus problemas complicados.

Este problema, uno de los más complejos de la vidamoderna, asume en los países europeos y americanos sus visosde tragedia, por cuanto que no habiendo en América, espe­cialmente, tanta población y sí por lo general un gran territo­rio, éste queda las más de las veces, despoblado, viniéndose lagente a los centros poblados, que en nuestro país, son lossituados en la sierra y en las costas, quedando esa inmensahoya que se extiende desde estos mismos límites hasta la grancuenca orinoquense, la gran región llanera y la bosqueña delos estados y territorios del sur, pidiendo brazos e inmi­gración para resolver su gran patrimonio natural en energíanacional.

Más allá de las montañas, oigamos como expone eldoctor Daniel Mendoza, de pura cepa llanera, esta enormeriqueza telúrica: "La con formación topográfica de esta par­te del país venezolano, es uno de los más asombrosos aspec­tos que presenta el con tinente a la curiosidad del hombre deestudio. Semeja un mar de hierbas que se interna en el espo­lón de las empinadas cordilleras de los Andes, que forma ho­rizontes por los cuatro puntos cardinales (todo horizonte co­mo la esperanza, todo caminos como la voluntad: Doña Bár-

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bara). Y este horizonte de un azul blanquecino, es como unafaja fantástica que pone mirajes de fábula a los ojos que locontemplan. Este sistema de llanuras está dividido en cuatroformas: las de Cumaná y Barcelona presentan una planicieirregular: grandes arenales, mesetas arropadas por una espesasábana de hierba, donde se ocul tan escarpados farallones, yde trecho en trecho, aplastadas colinetas: las de Carabobo yBarinas, que van salteándose en extensiones de cuatro a cincoleguas entre caprichosos vericuetos de serranías caracterizadaspor una piedra caliza o un terreno arcilloso y duro; las delOrinoco y el Caura, que son en general blandas y fangosas porel desbordamiento de los mil ríos afluentes de estos dos colo­sos hidrográficos; y finalmente, la gran zona, que forma elnúcleo principal del sistema plano del continente (DanielMendoza: El Llanero, primeras páginas).

Aunque esta descripción corresponde a la división po­lítica del año 64, la geografía moderna limita esta enorme ex­tensión de 290.000 kilómetros, cuarta parte de la superficiede la Nación, entre los Estados actuales que se encuentran en­tre las cordilleras de los Andes y de la Costa y los ríos Orino­ca, Apure y Meta: "La parte que está unida a la serranía delInterior es el Alto Llano, muy seco. La parte cercana del Ori­noca, llena de lagunas y esteros, constituye el Bajo Llano,que con los períodos lluviosos, de junio a noviembre, está cu­bierto de agua por el desbordamien to de los ríos" (Juan Jo­nes Parra: Geograffa de Venezuela, página 37).

Cuando se mantengan en equilibrio las tres grandeszonas productoras del territorio nacional, se comprenderá elpapel preponderante que tiene el Llano en la vida econó­mica-política de la República, en el desenvolvimiento de suproducción natural, que era para los años de la Indepen­dencia, incalculable, y que para el año de 1922, según datoobtenido del Boletín de la Cámara del Comercio, tenía enpie, 2.777.686 cabezas de ganado; muy poco, en compara-

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ción con la riqueza ganadera del Uruguay, en comparacióna nuestra ex tensa cabida territorial. Las guerras civiles -re­cuérdese aquello de Viva la revolución, muera el ganado-; lostropiezos económicos de los criadores, los mismos problemasque se pintan sobre la agricultura, la ignorancia de la técnicapara la generación y la falta de selección, han sido los funda­mentales obstáculos para el mejoramiento y desarrollo de lacría, que en los actuales momentos se le atiende con mejorcuidado y especialización, pero dado los grandes atrasos ante­riores, implica una constante preocupación y trabajo pararendir resultados satisfactorios.

En los llanos orientales, según datos estadísticos deJosé María Núñez, para la formación de un libro descriptivodel antiguo Estado Bermúdez, existían para la colonia riquí­simos hatos. Uno solo de estos, el del Tigre, contaba para1810, aproximadamente, un millón de reses, según cálculosde expertos. El dato curioso, apunta el compilador, es queeste hato de la rica familia Fernández, y siendo propietarioDon Joaquín Molinos, desde más o menos treinta años, hasido poblado seis veces y las mismas veces destruido por lasrevoluciones.

Nuestra gran red fluvial está repartida sistemática­mente en tres hoyas: la del Caribe y la del Lago de Maracai­bo, la del Lago de Valencia y la del río Orinoco; esta última,que podría llamarse atlántica, es la más importante, por sercomo la del Plata, de gran porvenir económico, y ser el puntode conversión de los ríos más navegables de la República,como por atravesar, especialmente, esta arteria orinoquense,la rica y extensa parte central de Venezuela, comunicando alseparar el centro y sur, y enlazando el Oeste y Este del país,arando del Sur hasta su bello Delta. Recorre una ex tensiónde 2.200 kilómetros, pudiéndose comparar su recorrido a lastres partes del viejo Nilo.

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Nuestro viejos pleitos fronterizos con la vecina Repú­blica de Colombia, se resolvieron con la conveniencia de de­terminar los límites territoriales del suroeste, con el divortioaequorum del gran río. Hoy in temacional, perteneciendo anuestra hermana Colombia, una extensísima parte de la mar­gen izquierda, a la vez del Meta como limitador, y la entregatoda de los ríos Vichada, Cuavire, Inírida, Guainía (TratadosPúblicos de Venezuela - Benito Roncajolo: El Orinoco). ElOrinoco hace copartícipe de sus aguas a dos naciones. Porlos Estados venezolanos que atraviesa: Apure, Guárico, An­zoátegui, Monagas y Bolívar. y los Territorios Amazonas,donde nace, y Delta Amacuro, donde paga su tributo alAtlán tico y otros Estados que por tener ríos navegables quedesembocan en él, pero sin tener márgenes a su enorme cau­dal, se ve que la economía nacional gira al lado de esta arte­ria fluvial, pudiendo ser el gran nervio nuestro de la ficciónpascaliana de los caminos que andan.

No hemos comprendido en su verdadera y transcen­den te significación, el papel preponderan te que debe tener elOrinoco en nuestras relaciones in temas y ex temas. Es la fir­me realización del Dorado tan buscado por los conquistado­res. Compárese: es el quinto del Nuevo Mundo y el tercerode la América del Sur. Las grandes redes fluviales de los Esta­dos Unidos y del Canadá: el poderío y desenvolvimiento eco­nómico de estos países por su navegación fluvial y lacustre,dá una lección objetiva de economía práctica. El Magdalenasólo puede compararse al segundón de nuestros ríos y tieneuna navegación que causa asombro. En otros países donde lanecesidad obliga, se hace de pequeñas vertientes el eje de laeconomía nacional. En Chile, el pequeño Loa, ejerce un pa­pel industrial de primer orden: lo. Proporciona en sus ver­tien tes cordilleranas agua potable a la ciudad de An tofagasta;20. Sirve para regar más de dos mil hectáreas en los alrededo­res de Calarna: 30. Proporciona agua para la lixiviación delsalitre en las Oficinas; 40. Proporciona agua para la lixivia-

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cion del cobre en Chuquimacata: y 50. Es fuente de fuerzamotriz (Santiago Macchiavello Varas: Política EconómicaNacional, página 28, Tomo lo.).

Es verdad que las situaciones de las grandes poblacio­nes de Venezuela están en la región costeña. Sólo en el in te­rior está Ciudad Bolívar, cuyo progreso económico e indus­trial debería ser más conforme con su posición aislada de úni­co centro de inversión de la economía austral. Caracas, Va­lencia, Barquisirneto, San Felipe, grandes centros fabriles yagrícolas, no tienen sino una posición serrana, atravesadospor ríos raquíticos y sin ninguna perspectiva de econom íafluvial. El Magdalena, con su ex tensión de 1.490 kms. atra­viesa la región más poblada de Colombia, que por su naturalsituación, es la del centro. Bogotá si no fuera por la gran ex­tensión aumentada con nuestra frontera quedaría matemáti­camente en todo el centro del mapa colombiano. En cambioCaracas, a 33 kms. de su principal puerto, ha tenido que re­solver con una extensa red de carreteras y de ferrocarriles, elproblema de mantenerse como centro económico de primerorden, con relación a todo el in terior del país. La razón la ve­mos en el aumento progresivo de poblaciones aisladas de estecentro nuclear, y que han ensanchado el rol económico haciaotros sectores de nuestro gran territorio: Maracaibo, Barqui­simeto, San Cristóbal, Ciudad Bolívar y como punto más cen­tral Valencia, con su in teresan te Puerto Cabello.

Nuestra hidrografía es bastan te para solucionar lasvías de comunicación las más naturales del mundo. Lo despo­blado de nuestro territorio (no se olvide que más de dos mi­llones viven en las costas y sierras) sería fácilmente trans­formado por la emigración paulatina de los hombres coste­ños por estas arterias fluviales. La estadística del censo nosseñala la fuente matriz que ha sido la Isla de Margarita paraestas migraciones hacia la región del Delta y hasta la mismazona del saco y lago de Maracaibo. Debido a las grandes in-

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versiones de capitales extranjeros en la exploración y explo­tación del petróleo, la cuenca del lago de Maracaibo, ha sidoobjeto de trabajos de drenaje y reformas de sus puertos.Los ríos Catatumbo y Zulia se han transformado en nave­gables.

Venezuela es uno de los países americanos mejor fa­vorecidos por la naturaleza, por los ríos que lo atraviesan ypor los lagos que contiene, así como por el largo perímetrode costas marítimas de 2.813 kms., fluviales y 874 kms.lacustres; sumando todas ellas 9.197 kms. (Juan Jones Pa­rra: Geografía de Venezuela: Véase el cuadro demostrativode la distribución de las costas, página 17). La política navie­ra venezolana está en hacer convertir todo el capital especial­mente, en la creación de una eficiente flota para la navega­ción marítima y fluvial, porque además de estar favorecidopor la ley que hace nacional todo el servicio de cabotaje, elcomercio mejor remunerado que se hace en la República esel costeño. Es ya realización de este pensamiento la deter­minación de formar la compañía nacional de vapores quehace este intenso tráfico entre los litorales patrios, procurán­dose hacer competencia a las líneas ex tranjeras. Sabemosque entre las cláusulas del Acta de navegación de Inglaterrafiguraba ya la nacionalización del cabotaje,

Nuestra costa fluvial es la más ex tensa, como se ve enlos números anteriores. La vértebra de este sistema hidrográ­fico internoes el Orinoco, arco abierto hacia el Atlántico de2.200 kilómetros. En Venezuela designamos simplementecon el nombre de Alto Orinoco, el trayecto superior de 1.000kilómetros de curso hasta los raudales de Atures, y como Ba­jo Orinoco los 1.200 kilómetros restantes hasta su desembo­cadura en el mar. Desde hace mucho tiempo la importanciadel río ha sido señalada. Desde ra conquista y la coloniza­ción; y la obra de Humboldt es un monumento a su gran na­turaleza. Via penetrante para la consumación del gran esfuer­zo poblador y fundador de fu tu ro de nuestra acción nacional.

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Siempre la región interior se guardaba de los paísesex traños. La emigración que no fuere la metropolitana, se leasignaba la región costeña. De ahí que en América, hasta ha­ce poco, y aún en naciones de formación secundaria econó­mica, la mayor población es la de la Costa. Se debe tambiéna un arraigo secular. El Barón de Hum bold t observa, que"como la gran población venezolana se encuentra próxima alas costas y la región más cultivada le es paralela dirigiéndosede Este a Oeste, Caracas no es un centro de comercio comoMéjico, Bogotá y Quito. En cada una de las siete provinciasreunidas hoy en una Capitanía General, posee un puerto par­ticular por el cual da salida a sus productos. Basta considerarla posición de las provincias, sus relaciones más o menos ínti­mas con las Islas de Barlovento y las grandes Antillas, la direc­ción de las montañas y el curso de los grandes ríos para con­cebir que Caracas no podrá ejercer jamás una influencia polí­tica muy poderosa sobre los países de que ella es capital"(Humboldt - Viajes a la Regiones Equinocciales, Tomo IV,pág. 121).

Cuenta Alberdi, el progresista argentino en "Las Ba­ses" que las Leyes de Indias cerraban herméticamente el inte­rior al extranjero, indicando que "el medio más eficaz de ele­var la capacidad y cultura de nuestros pueblos de situaciónmediterránea a la altura y capacidad de las ciudades maríti­mas, es aproximarlas a la costa, por decirlo así, mediante unsistema de vías de transporte grande y liberal" ... objetivoqu~ resumía "en el ferrocarril, la libre navegación interior yla hbertad comercial" (Alberdi: Las Bases, página 95).

El ferrocarril es el primer vehículo civilizador quetiende su ramal desde Caracas, ciudad la más costeña de lasvenezolanas, hacia la búsqueda de las ciudades del interior. Através de estas regiones montañosas, con un gran costo de tra­bajo y dinero, se logra enlazar un conjunto de importantespoblaciones del Distrito Federal, los Estados Miranda, Araguay Carabobo. Una extensa región agrícola, en parte muy cerca-

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na al mar -la región interna de los Estados Yaracuy, Lara..Portuguesa y Barinas- de un poder suficiente en agricultura yganadería para sostener la vida ferrocarrilera, con pequeñocosto, se alejaba de este centro por no tener una línea dehierro.

Haciendo la historia de los ferrocarriles en nuestrapatria, escriben dos personajes conocidos de la ingeniería,estos apun tes, de gran signi ficación para las relaciones ma te­riales, que debe involucrar nuestro esfuerzo actual y futuro:"Desde la época de Monagas, el Ministro Aranda expuso lanecesidad de la construcción de ferrocarriles en nuestropaís. Bajo la dictadura de Páez el Ministro Rojas hizo esfuer­zos por llevar a cabo el ferrocarril de Caracas a La Guaira;y luego Guzmán Blanco prestó todavía mayor atención a estaclase de obras, pero sin resultados satisfactorios ... No se for­muló en Venezuela como debió hacerse, un plan preconcebi­do para el establecimiento de nuestras líneas férreas, a tiempoque se llevaro a cabo ferrocarriles de construcción económi­ca, que son los que convienen a nuestras condiciones de trá­fico y población, se encuen tran líneas lujosamen te constru í­das, apropiadas para grandes tráficos y de muy costoso esta­blecimiento. Y si nos concretamos a las condiciones econó­micas de los contratos otorgados, se observa que, aunque sehicieron diferencias en algunos casos según las circunstanciasde las diversas localidades, en otras hubo falta de prudenciay de previsión en el estudio del desenvolvimiento de nuestroterritorio, en relación con las obligaciones contraidas por elFisco, sin haberse sabido apreciar satisfactoriamente las cau­sas perturbadoras de distinta índole, inherentes siempre apaíses incipientes como el nuestro" (Germán Jiménez y.vi­cente Lecuna Los ferrocarriles de Venezuela - Estudio Eco­nómico).

Gracias al esfuerzo combinado que se haga sobre laejecución de una política de comunicación sobre el territorionacional levantaremos así el monumento viviente de nuestra

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modernidad a los tres genios de la sabiduría geográfica quedieron abnegación y vida para el gran mapa físico, político yeconómico de la nación: Humboldt, Depons y Codazzi.

FRANCISCO DEPONSSus reflexiones sobre Venezuela

l. Nuestro país ante ojos extraños

El progreso y la velocidad han creado en el siglo XX,un espécimen de hombre, que es el turista. Su psicología ymodo de proceder están muy lejos de los de aquel otro, tra­ficante intelectual de la época, el viajero de los siglos XVIIIy XIX; disímiles ambos del conquistador. Entre el argonauta,Pizarro, Lacondamine, Humboldt, hay siglos de perspectivasdiferentes; como las habría entre el joven Anacarsis, Felipede Hutten y los otros españoles que vinieron a América, ma­gistralmente estratificados por la pluma cervantina en el Celo­so Extremeño. Y para la estética, aprehendida en viajes deglorificación, existen diferencias notables en el producto:el de Goethe a Italia y los de Taine y Gautier a Inglaterray España.

La colonización en nuestro país, es la etapa no sólode consolidación de una geografía terrestre y espiritual, sinode la creación de un mapa, la nutrición terrestre para el po­blador nacional. Hasta 1810, Venezuela dió audiencia en sunaturaleza tropical, a dos nombres, que por no correspondera la genealogía española -corno Cisneros o Gumilla- dejaronpara la modernidad, obras imperecederas de conocimiento,contemplación y reflexión: Humboldt y Francisco Depons.

Este último, realiza la instropección que más maravi­lla, no sólo por el dato y las realizaciones, sino por ese espí-

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ritu fino y estilizador que tiene el francés unido al sentido dela crítica, a la expresión dialéctica y aplomo en los juicios, ex­presionismo también de un hijo del siglo de las luces y del en­ciclopedismo, que lleva la misma antorcha que alumbraraCondorcet en su progreso del espíritu humano.

En 140 años, Venezuela ha adelantado por aquellassimples razones que no se desprenden de la naturaleza de lascosas y que demostró en leyes Montesquieu. Podía haber si­do tierra de promisión, pero aún su mar rojo no había sido se­parado. Muchas causas han variado el camino; muchas revo­luciones han aflorado sobre sus tierras y agotado a sus hom­bres y sus paces octavianas, podrían tener el membrete ·deguerras civiles subterráneas, donde la muerte se ha llevadomás-vidas que las mismas guerras armadas. Y sin embargo,qué demostraciones en este transcurso ha dado la in teligenciavenezolana en función de creación.

Muchos de esos viajeros nos han dado el panorama denuestra riqueza territorial, convidándonos a salir de esa con­templación budista de la conformación territorial, para quefuésemos los pioneros de una coloniracion republicana. Norecuerdo qué profesor nuestro dijo que Venezuela se parecíaa Bélgica, con una pequeña población metropolitana y ungran Congo por colonizar: la extensa región orinoquense.

La exposición preliminar de la valerosa obra de De­pons: "Viaje a la parte oriental de Tierra Firme" abunda enmagníficas finalidades: la de indicar en los anales de la geo­grafía y de la política, países desconocidos .en la vieja Europa.¿Sería tan sólo un puro afán de intelectual, dar el panoramade las tierras de los indianos venezolanos a los ojos ex traños,con el objeto de llevar a la cansada pupila del occidental, lasextensas partes de la zona tórrida, que cantaría luego en versofecundo, el Néstor de las letras venezolanas? Tal vez se uneen los viajeros del siglo, la noble tarea del intelectual y el an-

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sia de los imperialismos que empiezan su tarea de prolifera­ción sobre islas y tierras de la parte firme del continente. YaEspaña y Portugal no están solas en el inmenso escenario deAmérica. La misma bula que dividió en dos el territorio parapatrimonio de las naciones de la cristiandad, señala la inicia­ción de las fuerzas que se ex travasarán en nuestros países.Inglaterra, Holanda y Francia han ex tendido sus tentáculosbuscando como pulpos sus alimentos terráqueos y fluviales.Alemania perdió con los Welsares su primera apuesta me fis­tofélica como país colonizador en nuestro territorio; y Hum­boldt le presenta posterionnen te, el más fecundo mapa inves­tigado con el lente de la suprema meditación germana; Fran­cia ha perdido su Luisiana y su Canadá latino quedándole tansólo las grandes y pequeñas islas del Caribe. Italia estaba ensu segunda etapa de decadencia, olvidando las lecciones deMaquiavelo, circunscrita a su Marenostrum, dando única­mente, nombre itálico a estos territorios, e injertando en el.árbol americano los ricos sarmientos de su vid renacentista yemigratoria, y nada más.

Depons reúne al hombre intelectual y al previsivo,que señala a su patria, haciéndonos un gran mapa geográficoe histórico, materialización para las profundas realidades ga­las. Y siente el nervio que anima al armazón americano, porcuanto nacido en Santo Domingo, bajo este mismo cielo ca­ribe, coruscante y rico de sugestiones para la imaginación, estambién hijosdalgo francés, y al pensar en su idioma yen lasnecesidades políticas de su patria de ultramar, lo haría comoun Miranda en las lejanas provincias de Rusia o de Grecia,pensando en sus nacionales, ya que Depons era comisionadodel Gobierno galo en Caracas.

Esta introducción del libro que hemos citado, realizauna parte si se puede decir pedagógica: enseñar y descubrir elvelo misterioso, que aún en plena inauguración del siglo XIX,sigue tapizando el gran mapa de la América del Sur; apartar

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los errores de los geógrafos y de los libros de enseñanzas quese relacionan con el mundo donde se asienta el hombre ameri­cano; la descripción de las riquezas inexplotadas y de la floray fauna naturales que enraizan el tesauro, sin que se le goceen su plenitud; el estado sociológico de la gran población es­pañola, y autóctona, y el mosaico del habitante que vive supropia naturaleza, sin salir del estado primitivo que tanto en­salzara su compatriota Rousseau; sus ríos y montañas; su vivirdeleitoso y sin mayores preocupaciones para el trabajo, yaque con alzar las manos, toman de los árboles el codiciadofruto cual los otros habitantes del cielo.

Pero el bosquejo edénico es en parte, ya que la colo­nización se ha enriquecido con el trabajo, y el cacao da títu­los de. nobleza; las minsas han abierto sus vetas y el filón relu­ce en la agricultura, donde se inicia la gran epopeya por lalibertad, pues éste st: genera en la semilla, en la germinación ylas luchas por este riqueza, que abulta el bolsón del criollo ydel peninsular, dejando a muchos, a la gran población, hundi­da en los estratos de la miseria Es a la agricultura a la quedebemos las luchas de las ideas.

Desde la época de Depons, y más antes aún, se marti­llea en nuestros tímpanos románticos, esta frase modeladapor la sola enunciación, sobre el panorama del trópico: "Enninguna parte como en Venezuela es menos difícil la existen­cia del hombre. Si trabaja, se enriquece; si sólo quiere vege­tar, le basta -con inclinarse para recibir del suelo mucho másde lo que puede apetecer"; tres cuartas partes de la poblaciónha vegetado, en la rusticidad edénica de esta arcadia que po­dría inmortalizar en verso romántico un Longfelow criollo.Hemos vivido horizontalmente en vez de hacerlo de maneravertical. Tal vez podemos ser expulsados por segunda vez delparaíso de las pasiones, como decía Gothe.

Esta es la clara perspectiva con que se inician todoslos libros de viajeros: desde Colón que vió tierras que ojos hu-

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manos no habían visto nunca, hasta el condotiero Codazzi.Tierras y ríos, parcelas para que el brazo del hombre diligentepueda estereotipar su sed de trabajo. Sobre la corteza denuestras tierra espera el humus la semilla del esfuerzo paradar más vida al hombre nacional y extranjero. La Geografíano se puede olvidar; signo de angustia cuando existe triste ydesolada para sólo cubrir el extenso mapa de una nación; latierra da a sus hombres, como en la mitología griega, poderpara que ellos mismos la fecunden. Para su comodidad, des­pués de trabajarla; para estudiarla, después de conocerla.

2. Materialismo e idealismo de una realidad

Sobre este mapa de auténtica geografía descrito porDepons, para cuya ventura y desventura no se le saben los lí­mites territoriales por su gran extensión, se realiza el prólogode la historia venezolana.

Sobre nuestro mundo cosmogónico, matizado de lasmil corrientes marinas y celestiales: Caribe que rompe su tier­no oleaje sobre la aridez de nuestras penínsulas; Goajira cor­tada por los laudos; Paraguaná, cocotero que baña sus palmasentre las aguas piratas de la costa; Araya la milenaria y salitre­ra que se duerme entre celajes, y lleva su cresta coronada porel rampante de su castillo de piedra al cual el mar le lame susbases carcomidas y vetustas; el yunque de Sucre con sus cuer­nos tirados sobre el mar, como la cabeza de un toro que re­fresca sus belfos en el golfo. De este a oeste, desde el ventosoCasanare que forma luego el cajón araucano, donde el Meta yel Apure irisan sus aguas con los vientos de la cordillera ymojan los árboles y los hierbazales de las selvas de San Camiloy Turén y de los llanos barineses, hasta caer sin cau tela en lamasa informe del padre de los ríos, el Indiano Paragua, elOrinoco de Ordaz y Gumilla, el cuan tiende su arco de cientosde kilómetros hacia su delta y cae al mar "que es el morir".Arco que divide el país en dos extensas colonias: la blanca

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central, metropolitana, subyugadora y civilizada, asiento delos poderes públicos; y la otra, orinoquense, que se extiendehasta el Brasil, asiento de misiones desde la conquista y la co­lonización y que no da nada, a no ser su tesoro escondido,veta y filón para el año 2000.

Son los orientes de este mapa, raíz y fuente perennalde una nacionalidad, que ha dado sus hombres, sus hechos ysus frutos, como el rico almácigo de la Atlántida perdida, ydonde se puede crear una "utopía" como la de Moro y Cam­panella para el gobierno de la civilización.

La intención de los legisladores y políticos del año11, tuvo como motor, el ansia de desarrollar todo el arsenalencerrado dentro de nuestro millón y medio de kilómetroscuadrados, que venía a constituir nuestra naciente nación.Otra cosa hubiera sido, si no viene la guerra a cambiar aquelnervio de los primeros republicanos y políticos y de los habi­tantes pasivos de la sugestiva república de Venezuela. El ma­nifiesto de los independientes habla de este esfuerzo combi­nado por el brazo y el cerebro pensante. Pero la razón deutopía ensombreció a los peninsulares, y vino la guerra larga,que echó por tierra toda aquella pasión de creación, y guar­dó el mapa para que el tiempo diera cuenta tan sólo de lasfaenas de la espada.

La geografía no pudo hacer resucitar todo lo grandeque no dió la colonia como denominaciones limítrofes, y vol­vimos a pensar en indio, cuando todo el continente era únicopara razas y tribus, como heredado desde la creación. Des­pués, la gran confederación, imaginada por el utópico, cuyoslímites se ensayaron como en una gran provincia celestial,pero llena de truenos que anuncian la tempestad cercana.El año 30, cierra el compás a los límites de la propia configu­ración republicana y se inician los trabajos y los días de losHesíodos nacionales. Partición de deudas, fijación de límites,

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inmigración y agricultura, todo aquello sobre los cuales habíapuesto su blanca túnica matinal, la niebla.

No podríamos decir que no ha habido tradición geo­gráfica venezolana; pero ésta ha sido rota desde hace cincuen­ta años, perdiéndose la continuidad del todo. Aparte de Cis­neros y Gumilla, y el arsenal histórico geográfico de Hum­boldt o la Elegía de Varones ilustres de Castellanos, que pin­tan dentro del boscaje de la historia, el rico panorama de latierra, hecha quejumbre de fecundidad; están Montenegro yCodazzi, quienes han dejado legados para repartirlos entre loshombres llamados por la vocación a que ejemplaricen con laprecisión del compás, las líneas de longitud y latitud, las par­celas que juntas, conforman la gran expresión de nuestroterritorio.

Hasta Guzmán Blanco, quien asentó los primeros fun­damentos de la estadística, los cuales venían formando apor­tes desde aquellas interesantes Memorias de la Sociedad Eco­nómica de Amigos del País, se mantuvo en alto la geografíacomo creación. Las luchas que mantuvimos sobre límites te­rritoriales hacían aprender y soñar sobre la geografía en fun­ción venezolanista. Después, nada; cuando más se precisabapor estereotipar el mapa con los datos de la agricultura y elcomienzo de las explotaciones petroleras. Por ello, la geogra­fía venezolana ha adolecido de la fecundidad que enseña sumisma tierra, de los recorridos sobre ella para sentirla y amar­la, que es lo que asienta la vocación y fija los puntales de unarecia arquitectura.

Depons veía como buen político y economista bur­gués, que sólo el poder movilizado por el gran Corso, podríaproducir una colonización nacional. Por medio de la guerrapodríase cambiar el nervio del francés, poco afecto a estasfaenas rústicas fuera de la patria. Mientras el español no ne­cesita de la ayuda de su Gobierno para lanzarse a la conquista

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y a la colonización, el francés sí; y esta diferencia la enseñabaGanivet, el realista español, enseñando que el francés no eraun pueblo colonizador, porque "no puede ir más allá de ladominación política, del' protectorado, porque su naturalezarepugna el abandono del suelo patrio" (Idearium Español).

Investigaciones posteriores sobre la vida y actuacionesdel Comisionado francés, me han dado la razón del asero pri­mero: de que al lado de la labor del in telectual en la produc­ción de toda obra, se encuentra la razón perspicaz del hombreque quiere' servir a su patria, hacia límites materiales de glori­ficación. Lástima no tener en mano la obra cumbre a la cualespecializó les loisers de sa pensé, como él mismo expresaba,denominada "La Marina de Francia desdeHenrique IV hastanuestros días", dirigida a combatir la hegemonía inglesa, so­bre la que' desarrolló -la tesis, demostrada por la historia, dequerer ejercer la soberanía europea, continental. justificandolos fines por medio de la fuerza.

La preparación de la marina gala, era el único expe­diente para desarrollar la colonización moderna. Para todoesto estaba preparada la personalidad de Depons, demostra­ción palpable es su monumental obra sobre nuestro país.

Abogado de la Universidad de Paris, agente del gobiernofrancés en la provincia de Caracas, estudioso de las materiaseconómicas y especialmente comerciales, admirador del pri­mer Cónsul-por sostenedor del imperio francés, de su hege­monía en el continente, preveía sin embargo, que la luchapolítica tenía que basarse en la estabilidad económica parapoder sostenerse: avisor del peligro inglés para el imperio,desarrolla una obra de gran estrategia y destreza, en la cualestudia estos problemas y el fu tu ro expansionista de Franciacomo gobierno colonizador. Esta última obra, llamada"Perspectivas Políticas y comerciales de Francia en las dosIndias", (téngase en cuenta que Francia se acercaba a con ti­nen tes) se abre con este pensamiento del Primer Cónsul: "Yo

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no quiero nada sobre el continente: son los barcos, las colo­nias. el comercio que quiero: esto es ventajoso a ustedes co­mo a nosotros. Palabras memorables del Emperador de losfranceses a los generales austriacos cuando las tropas austria­cas evacuaban a Ulm, octubre 1805".

Con un arsenal de estudios y datos sobre las concep­ciones comerciales. económicas y políticas de los pueblos y laimportancia de aquellas como motivos de adelantos y mejora­ción, tendientes como las de todo comisionado a señalar me­morias sobre el recorrido de los territorios que visitaba, agri­cultor y hacendado colonial en Santo Domingo y conocedorde las latitudes de esta América caribe, acopiador de conoci­mientos tomados de los archivos de la Capitanía y de los me­moriales de los hombres diligentes de la colonia, tuvo la pa­ciente labor de llevar a lo escrito. sus relaciones, sus estudiossobre la cesión de la isla de Trinidad a los ingleses por el Tra­tado de Amiens, así como los razonamientos ilusorios de lacesión de la Capitanía General de Caracas a la Francia, queen memoria, sé dice. consérvase en el archivo del gobier­no galo.

En todo lo que ataña directamente a nosotros, suobra "Viajes a la parte oriental de Tierra Firme", es un acervototal de sociología, comercio, política y organización, a lacual tenderemos siempre nuestra vista modernista para sentirla admiración y para que el espíritu nacional, atento a susmotivos de creación, absorba de ella las corrientes sutiles dela germinación,

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