AÑO 111. Panamá, República de Panamá, 15 de Junio...

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AÑO 111. Panamá, República de Panamá, 15 de Junio de 1906 NUM .. Sy EL HERALDO DEL ISTMO REVISTA ILUSTRADA Director : GUILLERMO ANDREVE . "Bien faire et laisser dire ." LA PARABOLA DEL MONTE Y dijo Zaratustra : "En el más alto pico de aquellos montes eterniza su diamantino fulgurar, la nieve. Como férvida ola de basalto emergió de la Tierra—fatigada por la vana equidad de las llanuras— ese Monte, de cima plateada y raíces inmóviles y duras. Fúnebremente solo, su fiereza vió los siglos pasar (hojas caídas del áspero laurel de su cabeza); ni las huracanadas sacudidas del frío Septentrión, ni la demente voz de la tempestad, ni sus filosas dagas, robaron al adusto pico l' actitud impasible de su frente. Y la montaña se levanta loca ante la inmensidad, y cuando irisa el rayo matinal su nívea toca, dijérase vagar una sonrisa sobre la faz de la vetusta roca Hasta el ápice frío de l'altura no ha trepado mi pueblo todavía —pedestal en que el Hombre se infutura- ni las plantas de humana criatura le habrán de hollar, hasta remoto día . Sólo un ciervo sus pérfidas barrancas ágil vence ; la piedra desprendida al ímpetu triunfante de sus ancas, huye, al chocar de la pezuña hendida, por el desfiladero sin salida. Ya en la cima, la vasta cornamenta sus ramas abre, como vieja encina á quien robó las hojas la tormenta, y el macho, jóven y soberbio, empina su bosque bajo el Austro que revienta. Ráfagas silbadoras le peinan, al pasar, la piel hirsuta y las rojas ventanas sopladoras de su nariz, en agitada y bruta palpitación husmean las sonoras profundidades dei abismo torvo Y la nariz se enfría y asemeja un pedazo de nieve con el viento: ¡oh Cima! oh Libertad! oh Pensamiento!" Y dijo Zaratustra "Cuando llegue la hora del amor para mi raza enviaré mis robustos labradores á desprender la indómita coraza de ese monte—mi Monte—y en la plaza de mi libre Ciudad ¡Conquistadores del Ideal! las muchedumbres fatuas oirán por qué las piedras de aquél Monte elegí para alzar vuestras estatuas " Guillermo Valencía .

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AÑO 111.

Panamá, República de Panamá, 15 de Junio de 1906

NUM... Sy

EL HERALDO DEL ISTMO—REVISTA ILUSTRADA

Director: GUILLERMO ANDREVE .

"Bien faire et laisser dire."

LA PARABOLA DEL MONTE

Y dijo Zaratustra:

"En el más alto

pico de aquellos montes eternizasu diamantino fulgurar, la nieve.Como férvida ola de basaltoemergió de la Tierra—fatigadapor la vana equidad de las llanuras—ese Monte, de cima plateaday raíces inmóviles y duras.Fúnebremente solo, su fierezavió los siglos pasar (hojas caídasdel áspero laurel de su cabeza);ni las huracanadas sacudidasdel frío Septentrión, ni la dementevoz de la tempestad, ni sus filosasdagas, robaron al adusto picol' actitud impasible de su frente.Y la montaña se levanta locaante la inmensidad, y cuando irisael rayo matinal su nívea toca,dijérase vagar una sonrisasobre la faz de la vetusta roca

Hasta el ápice frío de l'alturano ha trepado mi pueblo todavía—pedestal en que el Hombre se infutura-ni las plantas de humana criaturale habrán de hollar, hasta remoto día.

Sólo un ciervo sus pérfidas barrancaságil vence; la piedra desprendidaal ímpetu triunfante de sus ancas,huye, al chocar de la pezuña hendida,por el desfiladero sin salida.

Ya en la cima, la vasta cornamentasus ramas abre, como vieja encinaá quien robó las hojas la tormenta,y el macho, jóven y soberbio, empinasu bosque bajo el Austro que revienta.

Ráfagas silbadorasle peinan, al pasar, la piel hirsutay las rojas ventanas sopladorasde su nariz, en agitada y brutapalpitación husmean las sonorasprofundidades dei abismo torvo Y la nariz se enfríay asemejaun pedazo de nieve con el viento:¡oh Cima! oh Libertad! oh Pensamiento!"

Y dijo Zaratustra "Cuando lleguela hora del amor para mi razaenviaré mis robustos labradoresá desprender la indómita corazade ese monte—mi Monte—y en la plazade mi libre Ciudad¡Conquistadoresdel Ideal! las muchedumbres fatuasoirán por qué las piedras de aquél Monteelegí para alzar vuestras estatuas "

Guillermo Valencía.

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El Heraldo del Istmo ,274

José Joaquin Palina

1 Ú~jillorr)~o

V~tlu ► )~ ;i~j

De paso pura. Guatemala y provodonte de su alnada RI aUtor de Eido, ol priumr prieta r„IOU,bi:0u, de I~t rpo•

Cuba, hn estado entre IU r~otl'o, pm' Ilo,•os

cH:ts el aliviano1

ea presente, está entl,v nosotros .Viene del Cauca,

la tierra privilegicds

que ~i produjoy distinguidísitno Poeta clon José Joaquín Palma, tí

quien Mosquera y un Obando, gané¡6n cucnUa un Arboleda,tuvimos el placer y elhonnr de saludar persouahtaenlo , , unliases

un Valencía, en dundn desoml .olalua t'I primerViaja con él su

hija linico, la. bella

y gentil cubana se-Piorita Zolla

Améríca

Ana

Palma

de In eunl podría ele-un

,ypuesto oficial, y va, como llelegnd0 tí la C'onvenoión de liío

oir

don José Joaquín imitando á otro notable Poeta "quo Janeiro, á sentar plaza,

13enjaulin por

la edad,

entre Ios

es la mojor (le sus obras", más mutable, estadistas de Awérie :t.algo meditada acerca de Va-

Palma

ensi

no

escribe ya .

Según su

pensar esprec.iso abrir

paso á los

lo cual es entereuiente,jóvenes,Nos proponemos escribir

lencía, poeta do todas nue :strts siulpatflts, y por esta rillAn

razonable, pero uu implica tí nuestro entender el silencio nos limitamos por 1,1101,11 á, sahttlarlo c•ariilowuuonto, y ádiscreción las columnas de nuostnn huMildeele los vio,jos consagrados de las Musas . Asase lo tnanifos .

tamos, y con su genial bondad nos ofreció enviarnos des-ofrecerle úRevista, que hoy honra con una bella producción inr lidita,

de Guntemala algo suyo, con lo que nos dará gran

satis- La l'ar fbola del Jlulde, la cmtl

1•ornut parte de

un

pueunt7_ARAT11NTItA,

(bar

C.

la'facción y con nosotros á. todos los quo sienten cariño es . en grestac'ión titulado

que

piensas

pccial por el autor de !']nieblas del alma,

que son anchos publicidad en Buenos Aires,destino

la viaciertamente . bl Poeta seguirá viaje mañana ti su

porQue viento, prósperos lleven al puerto con toda fe- de Nueva York y Europa, ,y grato nos es desearlo todo (•ht-

llcldad al Pileta y te su inteligente lija, son nuestros mejores se de triunfos en los países que visite.deseos .

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~ . Un distinguido escritor amigo nuestro, nos ha favorecido

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con el presente articulo en que estudia sesudamente

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la evolución de la Doctrina de Monroe . complacidoslit

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con tan notable colaboracion, no . vacilamos en ceder-le lugar preferente en estas columnas.

ES un hecho universalmente re-f~ conocido que, ante la posibi-

lidad de que la Santa Alianza

ayudara á España a reconquistar1,) sus colonias clel Nuevo Mando, el mi-

nistro inglés C',auning escribió el 2a/! '

de Agosto de 1823 una carta confiderr-v

ojal á Richard Rush, Embajador detus Estados Unidos en Londres, indi-cándolo la conveniencia de que In-

~l ghate•ra y les Estados Unidos ma-J1~~ nlfestaran conjuntamento á Francia,

Rusia, Austria y Prusia, miembrosde la Santa Alianza, que los EstadosUnidos é Inglaterra mirarían comoun acto hostil á ellos la intervención

de aichas patona ias en favor ele Espada y con-tra la indepondencia de las Repúblicas his-pano--americanas.

El 7 de 04tibre del mismo alío tuvo elministro Cunuing una conferoncia con el Prín-cipe de Poliguac . Embajador de n-anc•ia en Lon-dres, y lo manifestó que toda ingerencia (lo unapotencia extranjera en favor do Espada y con-tra las Repúbli, as hispano-americanas seríaun hecho acoreta del cual Inglaterra asumiríala actitud que conviniera á sus intereses, ,y quediohaa intervención sería motivo para que ellareconociera inmediatamente á las colonias his-pauo-mnericanas como naciones independien-tes .

En vista de la carta escrita por Canning úRusl, el prosidente Monroo consultó con Jof.ferson sobro el particular, quien lo contestódiciéndole : "La máxima fundamental (lo uues-tra politica debe sor uo mezclarnos nunca enlos asuntos do Europa y no permitir que ellase mozcle jamás en los del lado (lo acá del At-llntico" .

Monroe siguió el consejo do Jefferson, y el2 de Dicionnlin de 1823 envió al Congreso sni'auluso mensaje, forinulando la doctrina quoJleva su nombro, en estos términos:

-aEn las colonias ó dependencia, actualesde Ias potencias europeas (en América) no he-mos intervenido y no intervendremos ; peto contus 0obiernos quo han declarado su indoponden-c,ja ,y que la sostienen, y que por grandes con-sideraciones y justos principios helaos reco-nocjdo, no podríamos ver una intervencióneltulquiera Para oprimirlos, ó dominar de al-gulla nansa su destino, de Parte de las nacio-nes europens de otra amuora quo como un actohostil ú Ios E1;tados ITnidosb .

En vista de esa notilicación perentoria,lar. Santa Alianza abandonó sus propósitos li-berticidas contra la América española y un núomús tarde, el II de Dicionbre ele 1824, quedóabsolutamente roto el domini + espallol on labatalla ele Ayacucho.

con excepción do Inglaterra, las potenciaseuropens no lían reconocido jamás la doctrinaele Monroo como un principio de derecha inter-nacional, pero esto no ha obstado, para que estadoctrina produzca efecto, prácticos, cono laevacuación de México por las tropas ele Na-poleón III ; el desistimiento ele Espitúa acercade Santo Domingo; el arbitraje anglo-veno-zolano sobre los límites de loa Guayana inglesay otros casos do análogo cu áctor.

Ahora bien : ;,cómo se iuterprotó en unprincipio la doctrina ele Monroe en los mismosEstados Unidos:

Sencillamente como lusa prohibición á laspotencias europeas para quo no establecierannuevas colonias en la América espatlolu, y es-to no por amor á los pueblos hispanu-tuueri-cnuos, como atlgunos creen, sino cono una mo-lida adoptada por los Estados Unidos pa raprotege• sus propios intereses, que habríanquedado amenazados con el establecimiento dela hegonionía ouropea en cualquier pinito denuestro hemisferio. Pero en el transcurso eleSo mios los gobiernos de los Estados Unirlos hanhecho evolucionar esa doctrina, dándolo ma-yor alcance que lo (lió Mouroo, hasta protou-der hoy que ella establece una ospeeio do pro-tectorado do los EstaMos Unidos sobro las re-públicas latino- auoricauns.

Ya en 1858 el Presidonte Buchanan proyec-tó establecer ese protectorado sobre los Estadosseptentrionales do México, pidiendo til efectopermiso al congreso para ponetrar en aquelpaís, en Centro América y en Colombia, conel pretexto de proteger las personas y propieda-des de los ciudadanos americanos residontos endichos países, petición que el Congreso no qui-so sancionar . Pero el gran desarrollo indus-trial de los Estados Unidos, quo cada día (le.manda nuevos mercarlos para sus productos,les ha jnspfrado la ambición de establecer so-bro la América latina un zollrarvbi para oxcluirde nuestros inereados á las potencias industria.los do Europa, y esa aspiración ha engendradotendonclas avasalladoras, que cada dia se acon-túan miss, dobido al indiferentismo y tí las in-calificables debilidades do los gobiernos latino-amoricanos.

Dtiranto la achninistraeión del Presi(lont(,

clovoland, dijo su Secretario do Estado Olney

«No es fácil fijar con toda precisión el ob-joto y los límites de esa doctrina . No estable-ce el protectorado general de' los Estados Un¡-clos sobre los derruís estados anierieauos . . . Essimplemente un propósito y un objeto : el deque ninguna potencia ó conbinacióu de potenolas puerta privar al una nación americana delderecho que tiene á su independencia y tí sena-lar los rumbos do sn política y de sus destinos».

ConTo se ve por esta declaración, el Sec re-tario Olney reconocía en aquel tiempo qae lit

doctrina de Monroe uo le daba derechu (t losEstados Unidos para establecer• nu protectora-do sobre los domás estados americanos, puesdeclara por el ectutrario que «l ,iuG,r ol,,.f„ d,ngar77a dual rana 1•or rcr¡pf rrr 1,i arelar 1,rpriblirrs cuuGsuhrtu iudrprudrneia ¡/ 1,l drvrrhu dr .w ñrdur parA propias los rtun Ln .s de rea pulilirrf ¡/ cifre dr .cfinne.Esto no obstante+, cmndo ocurrió el conflicto de]ínites entre Venezuela y la Gunyauia inglesa,el mismo Secretario Olney dijo en un despachodo feclia 20 de Julio de 1895 tí Mr . Bayard, re-presentante ele los Estados Unidos en Londres:'Los Estados Unidos son los p„vfvl ;rrnnr,o, s,dn--

ranna en el eoutinente americano . "Salta á la vista la c•ontradicióu que entrn-

flan esas dos declauaciones, la segunda de laschales revela uu gran avance en la interpreta-ción de li célebre doctrina.

Exauuincnos advera las declara•ionos he.elias ou diversas épocas por el PresidenteRoosevolt aun rolacióu al alcance de la doctrinade Monroe.

Pocos anos antes de llegar ú la Presidenciade los Estados Unidos dijo Mr. Roosevolt estaspalabrea:

nLa doctrina (le Monroe no es una cuestiónde derecho, sino ina cuestión de política . La(10étíilla (10 Monroe se puede definir en muypocas patilabras : 1,•.c la qua pral il,r <í larlo estad,,rru•opa•n nrlgai+•i t• Iravilurirs Cu ufrlu rruu•r•irauu.Los Estados Unidos uu tieueu ol uuls pequenodeseo de establecer un protectorado universalsobre los otros estados (lo América u¡ nspirau áhacorso responsables do sus delitos. 'si algunode ellos se ve envuelto en ull pleito (-en un esta-(lo europeo, ellos solos deben zanjarlo . Pero tíninguna potencia ouropon se le ciaba permitirengrnudocerse en el snob) amoricano al costa deuu estado del contiuentu . ConTo tampoco pue-de tololalse Ninguna trasgresión de las colo ias

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El HEraldo dEl Istmo -275enrope:rs . ~i ;i ,jnn•io dc los. Pstalos CT nidun pue-de scI, ho9ti t ,i 11nostros inhresuen.

'owe sc ve, aa aquella fucha eI Prl ;sidentoRoosevelt crefa que lit doctrina de Mouroe noern uuí .s que mía doctrina politica cuyo únicoOid0to ,Ta prohibir á Ios Estarlos Ear, * quoadquirionto tcrritorius cu el hr•misforio hispanoamericano, y nnadia que los listados Uuidoe noteuíau

(I' uats pcgnenu ,lOseu de, establecer unparte, torado sobro estos repúblicas. Poro des-de qne cl setlor Roosevelt llegó á lt Presidenci ;tde la Itcpúhlica ha cautbia lo radicaluteute domodo de pensar, y con 1'rovaeuc.in Luce declara-eionos opnostas á Ias qw• hico autos de llegar alln Presidencia de los Estados I T nidos.

1`11 111111car ta escrita, Siendo Ya Presideute,

cual motivO del segundo aniversario de ln inde-pen lencia do Cuba, dijo:

«No es verdad qtu> los Estados Uuidos es-ten luunbrientos do territorios mlovos . Ningu-na nación amorio.aua que sepa arroglar decente-ntentl• sus cuosti011e8 políticas y oconómieas,mumtem,r el orlon ,y cumplir 8118 obligacionesfiaaucieraus, debe tenor temor alguno, PeroPOrtUrbaciones no interrumpidas y el atloja-utiontu de los lazos que daban existir en unasuciedad Illllrlimit, puedan exigir la intervenciónd0 uan nación civilizada, en el boutisferio occi-dental los Instados Üllidos no pueden descuidaresto debor . v

Esta declaración del Presidente Rooseveltimplica ya el derecho de los Estarlos Unirlos áintervenir on los asuntos d0 la América latinaen ciertos casos.

En 01 discUrSO pronunciado en Chantaquá,dijo el Presidente Roosevelt lo siguiente:

—«Yo, por ni¡ parto; preferiría siempreque el arreglo de las cuestiones referentes alpago do deudas, fuera llevado á cabo pi>r la iu-tervonción do los Estados Unidos, en vez deser.lo por una potencia estran,jera . No rae gastaríaver quo alguna potencia no americana ocuparade un unido peruianente ó tomporal las aduanasole aun república americana, y preferiría lo hi-ciéramos nosotros mianosn.

Así es qne cuando se trata (lo cobros, elPresidente Roosevelt opina quo los Estados

Fit

(C tarde

á la blancaluz deslumbradora ole unatarde de Mayo, una tarde

llena do luz, pero de luz iraeun-dit y vasta . Una conto pulveru-lenta nube gris, igual á la quedejasen tras si las ruedas velocesdo mI coche, á trechos modificala perspectiva de la vía que, cornonina cinta morena, so extiende yse dilata on una parda tonalidadriu0 euturbia á distancia los pro-visos perfiles de las gentes y lasrosas.

obsérvose quo son momon-tos en quo el bronco diapasón delbullicio hnmano deja oir su no-ta uno ; alta y detonante. El afa-noso trajín del dia brilla húme-do y sonriente en el sano sudor

de semblantes moi•onos, tostados y enérgicos.Ls como circulación d0 sangro nueva en uncuerpo remozado por el trabajo y la esperan-za, y unacouno trepidación de osfuerzos que bre-gan con denuallOs de` COntaut•Os y que constituyen fe, no para nu>vor inontallas, sino paracubrir abismos de iniquidades, do crímenes yvicios, y para cegar pantanos, cstirpar mala-rias y cubrir do viviendas los estériles terrenossubre los cuales han de correr 011 épocas ven-turas, los torrentes de lecha del progreso y losrios de miel de la justicia.

Es la hora en que la urbo, miestra risueulaurbe panamena, tal vez Sonadora Y con impa-

Unidos ocnpcn las aduanas (le cualquier Repú-blien latino auucrici+ua reacia al pago, convir-tióudox+ así aquel país en tutor de estas na-ciones eu cautbio de gm•antizarles una sobera-nía é integridad que 11ingana potencia europea11111e ua7,a. Pasaron ya los tiempos en que Espailay las deu>ais pohmcius europeas atnbicionaabantcrritorius on nuestro ltetnisfo•io ; en la actua-lilind la Cínica aspiración de los pueblos indus-triales do Europa es ltacorse de los mercadoslatino anaricanos para lo eral tienen tantoderecho cono los Estados Unidos.

Evidente 08 por tanto la manera rápida co-mo evolaciomt la doctrina de Monroe en el cri-terio de los estadistas norte antorieanos.

Y ten dónde se detendrá esa progresión?Claro es que la facultad de interpretar esa doc-trina que se arrogan losa Estarlos Unirlos pue-de tener un grave alcance y prepararnos seriassorpresas para al porvenir, si la América latinano se pone en guardia pata contener esosavances.

Dentro de poco tiempo se reunirá en RíoJaneiro un Congreso do delegados de todas lasropúblicas de esto continente, y ante esa pers-pectiva cabo preguntar ; ¿qué igualdad puedella-bar en el trato entre naciones de las cuales unase declara tutora de las otras?

En vista d0 las tendencias avasalladorasde los Estados Unidos, ¿convendrá á las repú-blicas latino- americanas enviar delegados á eseCongreso, sin exigir antas fe los estadistas nor-to-am0ricauos una declaración que establezcay defina claramente cual es su actitud haciaestos países?

Nosotros creamos que antes de efectuarseel Congreso de Río Janeiro debería exigirse álos Estados Unirlos el reconocimiento explícitode nuestra absoluta soberanía é independencia.

Antes de concurrir á ese Congreso, es nece-sario levantar nuestras repúblicas á laconsi-dotación y al respeto de los Estados Unidos, yesto no puede hacerse sin protestar enérgica-mente contra toda declaración que tienda á ro-ducirnos, ya sea física ó moralmente, á su do-minio y sujeción. Teniendo la razón de nues-tra parte no debemos cometer debilidades, lúcejar ante ninguna amenaza, sino arrostrarcualquier peligro antes de consentir en la men-gua de la soberanía y dignidad de estas na-clonos.

siblo gentileza, contmnplándose, advierte loque falta acaso ele buen gusto y gallardía en élrefinainiegto ele sm tocarlo, así cono observa hasrápidas mutaciones, cambios ó alteraciones quela varita áurea de un mago -apasionarlo veri-fica en sus estancias.

Y ciertamente, nuestra ciudad se despe-reza. Ha permanecido como en un sueno deaquellos que solo proporciona un filtro empon-zoílaclo. ¡Sueno horrible y de visiones apoealíp-ticasl Ultimamente, Lady Macbeth, no expe-rimentó mayor pesadilla por el horror da lasangro, que la angustiosa y atroz que sufriónuestra ciudad, en el salvaje rugir de fratrici-das combateal Aun bn el lento parpadeo desus ojos negros se descubre un resto del dolo-roso asombro que en pasados días amarilló sutezl La hermosa perspectiva moral de su pro-videncial fortuna, no ha desalojarlo de su co-razón, del todo, 01 frío punzante de las tra-mandas penas y desdichas ; pero al fin, convén-cese do que pasar on ya las malas loras, y miraenemaclraelas sus posesiones por selvas vigoro-sas y opulantas, y por mares Inaberosos y pro-fundos ; que la yerba reverdece lozana y fres-ca en los prados y dehesas, que algo vibra fuer-te y misterioso bajo 01 subsuelo do su moraday que vienen de lejos provocaciones de futurasdichas.

Mas una fuerte acción restauradora avan.za serena é imperturbable . Cegados los sur-cos gredosos que ocultan las ramificarlas ve-nus del acueducto, arrúmense del tortuoso y ás-pero suelo de las calles lanas como groseras

~ .L .li_', //~d'• -~Cil~l`0'f~ gi~Cc~U'R9lhlci]7 :-

SRA . PIDELINA TRIOIIGROS

pieles do cocodrilo, y extiéndese en s il lugaruna como alfombra igual, ondulante siempre,pero tersa y cómoda, que aligera el paso y nohace temor el barro de las charcas, enfadososrecuerdos de las lluvias.

Y aturde el rodar vertiginoso de los ca-rros enormes, de las bestias gallardas y del trau-seunte afanoso ; en tanto que la pala y la pique-ta en Inanos del negro jamaicano, cuya carabrilla como una bota de charol, escarba y hiereuna greda pegajosa, que va adhiriéndose á suspiernas hasta semejar la forma elegante de uncoturno, ó bien los troncos do dos árboles re-cien extroíclos de un pantano.

La obra sigue" y seguirá adelante ; ¿v aún loduda usted? Pues aplique un tanto el oírlo al sue-lo, conto afín hacen los semidesnados cilidada-nos de las vírgenesmontanaas, y ¿no siento ustedrumor de gentes que hablan y de pasos que, fir-mes se aproximan?

IAh, . de los que vengan sin ntás valor quela esporanza, y sin fuertes y animosos briosen los brazos musculosos! ; Ah, de los que ven-gan por. caudales fáciles Y repontinos, sin te-ner en el corazón las indoutables energias, qnejanás acorraladas, están avezarlas á extrangu-lar obstáculos y á demoler dificultades y tris-tazasl

Ali, ele los que vengan con Buenos y liris-mos, ima.ginaurlofáeilesdeexplotar bajo lit sonvbraprotectora do la ignorancia ó el desordenl ymás desventurados todavía, los que, sonandotesoros escondidos en lejana tierra desconoida.vienen ávidos y fobricientes, á dormir oteraa yúltimanente bajo esa misma tierra que, contotodas las del inundo, sólo so torna buena, mu-nífica y generosa, con el puro y sagrado fungodel sudor ete nuestras frentes!

Pero no observa usted, lo harinoso y belloque brilla el sol en el rostro braísido del ja-maicano ? Ha luengos siglos que en el Africaae conocieron y desde entonces van, pie conpie, cada cual á su destino.

La obra signe y marchará adelante ; ¿se cou-vence usted? Que ata placel y eso que no ha-ce ntrchos días de la amable sociedad do Mis-Ir,- Millar y del senor Balboa - 1 .-;

.Sinz&z JLivas.

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El Heraldo dEl Istmo - 276

Flores de los CamposLAS puertas de laciudad, solícitas a-cogen nuestros pa-sos, tendiondo unaalfombra de jubilo-sa polieroulfa que

-j:

-

so agita locamonteá las olaridados delsol. Es evidenteqno nos esperaban.Desde loe primeros

¢4 , rayos do Marzo, elR o ur p e—nitivo óCauapáuula (lo fu-vierno, hijo lloró¡-co do la escar cha,ha sonado el despar-ta]• . Entonces salende la tierra esfuer-1 Z,

zos aun f «formes deIy una nlomoria dor-

mida, vagos fantas-mas, pálidas flores,¡apenas floresi elSaxifrago-de- tres-dedos G Rompo-pio-dra;la Bolsa -del-Pastor, casi invi-siblo ; la Seila de(los hojas ; el Elé-boro fétido ó Rosa

M. MAETERLINCIí de la serpiente ; laLaureola envenena-

da y sombría; el Petasito, que lladlan aún lúgu-brenrento hierba dol tifioso, hierba de la poste,todos y todas (le salud raquítica y sospoallosa;tentativas azuladas, ]osarlas, indecisas; primo-ra fiebre (lo vida en que la naturaleza expulsasus malignos luulores ; cautivas anemiadas queliberta el invierno ; convalecientes de las pri-siones subterráneas : ensayos tímidos y torpesde la luz aún anortujada.

Pero pronto ésta, se aventura en el espacio;los pensamientos nupciales ale la tierra se ilu-minan y es purifican ; los esbozos desaparecen;los vagos sutinos cae la noche se desvanoC,on, co-mo una niebla disipada por la auroras y enderredor ole las ciudades, donde el hombre lasignora, las buenas florea rústicas comienzan enel espacio su fiesta sin testigos. ¡Qué importa!ellas están allí y hacen ya su miel, cuando sushermanas orgullosas, las que tienen todos nues-tros cuidados, tiemblan aún en el fondo do losinvernadoros . Estarán allí lo mismo, en losprados inuada(los, en los sonderos herbosos, ypara ornar las ratas con simplicida,l cuandolas primeras ni aves cubran las praderas . Nadielas siembra y nudio las recoge . Sobrevivená su gloria, y el hombre las maltrata bajo susplantas . Sin embargo, no hace ]nacho tiempo,representaban ollas solas la alegrías de la natu-raleza. IIaee unos cien afíos, antes quo sushormanas brillantes y friolentas, llegarán dolas Indias, do las Isleta, del Japón, G autes quesus propias hijas, ingratas y desconocidas, hu-bieran usurpado su lugar, ellas nada más ale-graban las minadas afligidas ; ellas nada másiliunin .tban la putirta ale lis cabaDas, el patio delcastillo, y sogufan en el bosque el paso de losenuutorados . Poro esos tiempos no son ya, yahora están (lostronaclas. No han conservadodo su pasada dicha más quo los nombres querecibieron cuando oran amadas . Y esos nom.bres demuestran lo que fueron para el hombre:todo su reconocimiento, su atenta ternura, todolo qno él les debía, todo lo que ellas lo dabanse encuentra encerrado, como dentro de lasPerlas lino, aas pn aroma secular. Tienen, pues,nombres de reina, (le pastora, de virgen, doprincesa, de sflfide y do linda, quo pagan, co-me una caricia, un rolámpago, con un beso yun murmullo de amor sobre los labios . Nohay, yo creo, en nuestra lengua, nada que es-té Ita4jd i', más delicada y más afectuosamen-te demigiYIXIo g110 esas flores populares. En es-te causo, la palabra viste casi siempro la ideacon nn cuidado, una preeisió1 lig:+ra, liliq .aei-

lidad admirable. Es como una tela ornada ytransparento que amolda exactanento la formaque envuelvo, y qno tiene el matfz, el perfumey el sonido quo convionen . Nombrad tan solola Margarita, la Violeta, el .Jaznlfn y la Amapo-la : el laolnbre es la flor misma . ¡Qué maravi-lla, Por ejeMplo, esa especie de grito, y de cres-ta de h1z y de alogrfa: «Amapola,» para de-signar la flor escarlata que los sabios abrumancon el título bárbaro do aPrrprrpor• rhr,enx!sVed lit Primavera ó Primerohi, la Pervinca, laAnémona, el Jacinto de los bosques, lit Veróni-ca azul, el No-une .-olvides, el Iris, la Canlpti-nula : su nombre los pinta por equivitlentes yanalogías, que los ]nás grandes poetas no en-cuentran sino raranlonte. Es toda su alma fn-geuna y visible. So oculta, se inclina, se elevaen el ofdo, como las que lo llevan so disimu-lan, se inclinan ó so lovantan entre los trigalesó en la biorba . Esos son los pocos nombresque todos conocemos; ignorantes los otros,bien que su música describa con la misma dul-zura, el mismo feliz ingenio, á lag flores quevemos tí la orilla de cada canino y en todos

. . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . ..

Lau ro___.r.Para GuIllermo Valencia

Apareció el grito cóndor de las potentes plumeasobro el Mardo Ilalboa. Oyóse an sordo raWosobre el mar y las costas: era algo parecidoal canto que conocieran las nlegrfas sumas.

Y ti cóndor vino. Trola como Jirón du brumasde las altas montañas en la frente, y partidoun rayo en las pupibw. El mar no habla podidoalzar hosca su moneo saa Ilvidas espumas.

I,til aves se situaron sobro el cIelo insondableparo ensayar el vuelo del cóndor formldableen la luz milagrosa que deJaran sus huellas.

Y vieron que á los conos de su clarín sonoro,tras el cóndor potento de fuertes alas do oro.la Fama Iba cubriendo sus rastros ron estrellas.

Ricardo 1Í7ír6.

,-n11, a ;4P i ,ir, -~-1 I V'N"

I II I IN,11j~

los sonderos . Así, en este nnonl<mta, es decir,hacia el fin del ines en que tia trigo Pa:+ baja lahoz, los taludes de los caminos se cubren de unvioleta pálido : *os la dulce y tierna Esrablosaque acaba de abrirse ; discreta, aristoerática-mento pobro y nnodestanlonte bella, corno loanuncia su título do piedra preciosa velada debruma. En dorrodor de ella un tesoro so dti-rrama: tic el Ronlínculo G Botón de oro, quetiene dos nombres como tiene dos vidas ; pueses á un tiempo la inocente virgen cPto cubreel césped de gotas do sol, y la toinible y ve-nenosa llecllicera <¡no disti ¡buyo lit i n arte álos animales distrafdos. Es aún la Mil- hojasy el Hiperico, florecillas en un tiompo Utiles,que se van por ]os caninos como silenciosaspensionarias de gris uniformo; el vulgar éinnumerable Bonvarón (1e los pájaros, su lier-mana mayor l] Chicoria do los ranlpos, luegola peligrosa Yerba -mora, la Dulzamora que seoculta, la rampante, Centinodia; todas las es-pecies sin brillo, do resignada sonrisa, quellevan la práctica y grisácea libro« del otono yapresentido.

a:a

Pero, entra las ale marzo, do abril, de mayo,do junio, do julio, recalad los nombres de fies-ta, las sflabas primaverales, los vocablos doazur y do alba, de claro de luna y de sol¡ Vodal Rompo nieve ó Campana de invierno, queanuncia el c1e8111010 ; la Lstelain G

co.

Ntado laVirgen que saluda á las Minas que hacen suprimera Pomunión, (t lo largo ale las cercas,

cuyos follajes tionau aún hojas indecisas y pre-carias, corno una diáfana niebla verde . Ved úla Ancolia triste, y ú la Salvia de los prados, laEnula, la Jasiona, la Angélica, la Niela ; el Ale-lí vestido como la (-rinda do un cura de aldea;la Osmunda, que es un helecho real ; la LUzula:la Pa aMelia de lcir muros ; el Espejo de Venus;el Euforbio G Enula do los bUA({nes, ]nisteriosair llena de un fuego souabrfo ; lt Plúslílida, rayofruto madura dentro do una linterna roja ; elBoleto, ln Bolladona, la Digital, reinas enveno-nadorts, eleopatras envueltas tin gaza de loslugares incultos Y de los bosglar+S freseus. Yfuego, aun la Manzanilla, la butita lcrui amdo las mil sonrisas qno trae en uu G„/ dr. jr¡r .rr :ula tisana Caltulable ; lit Pinipi11elt y la Coronilla,la Dienta frfa y el 86rpol rosa, la Espa•cilla y laEnfrasin, la gran Margarita, la Genciana lila yhl Verbona azul, la Enserina, lu Autheulfa, ha(,'Irme lanecolada, In Potoutila, la C9enistelaEnumerándolas se recita un poonla do luz y degracia. So les ha reservado los sonidos másanmbles, los nláS puros, los Illás ClarOS, y todala alegría musical de la lengua. Se Birla queson los alh•nurnN.c Prv.cunm,s los corifeos y losflgurautes de una inMensa magia, más bella.nlás imprevista y más sobrenatural, que las quese desarrollan en la Isla ale Próspera, en la Cor-te de Theseo G en la selva de las Ardonas . Ylas lindas actrices do la comedia muda 6 infini-ta : diosas, ángeles, demonios, princesas y heclliceras, vírgenes y cortesanas, reinas y pas-torcillas, llevan entro los pliegues de has nom-bres el mágico reflejo ale innumerables auroras,ale innumerables primaveras, contempladas porhombres olvidados, como también llevan el re-cuerdo de millares de emociones, profundas óligeras, que ante ellas experimentaron las go-neracionos desaparecidas sin dejar ningunahuella .

-

x• u

Son interesantes é incompronsibles. Se lesllama vagamente las «Malas Hierbas .» Nosirven para nada. Aquí y acullá algunas.en lnuy viejas aldeas, guardan afín el Prestigiode virtudes dudosas. Aquí y acullá algunade ellas, tila el fondo de los bocales de los boti-carios G do los lee boristas, esperan afín el pasodel enfermo fiel á las infusiones tradicionales.Pero la incrédula mediCina las desllota . Nose les recoge ya según los ritos de antano ; y litciencia de los «Simples» se borra en la Mealo-ria de las buenas mujeres . Se les lace unaguerra sin piedad. El campesino Ias tome, elarado las persigue, el jardinero hit odia y searMa contra ellas do arcas ruidocats : el azadón,v el rastrillo, ln hoz ,y la pala, la barra y la po-dadora: A lo largo de los grandes caninos, surefugio suproino, el pasante las aplasta y la caTrota las destroza . A pesar de torio, vedlas:permanentes, seguras, pululantes, tranquilasy ni una sola falta al llautaulionta del sol . Si-gilen las ostaciones sin desviarse uf una lora.Il,rnoran al lnonibro que se agota para ven¡er-las, y apenas él descansa oaando ellas brota]tras ale sus pasos. Y ettbsiston audaces, inulor-tales, intratables . Han poblado nuestros jar-dines di) bijas rlaagnfficas y desnaturaliza das;pero ellas, las madres pobres, han pormanevi.do sointijautes á lo que eran Unce cion ulil anos.No han agregado un solo pliegue ff 23118 pétalos,ni deformado un pistilo, ni alterado nu inatiz,ni innovado an perftttne . Charlan el Jeeretodo una elisión tenaz. Son las primitivas y lasindelebles . El suelo les pertenece desole su ori-gen. Reprosentan, en entina, uu pensamientoinvariable, un deseo obstinado, li ga sourisaesencial do lit Tiorra . Por esO o1 bueno iutorro-garlas. E, vidontemonto tionen alga que docirnos.Y luego no debemos olvidar que futiron lasprimeras, corno las albas y los ototos, comolis primaveras y los ponientes, como el cantode los pájar os, conto la cabellera, la mirada ylos gestos divinos de la mujer, en ousenar ánuestros padres que existen sobro este globocosas inútiles y bellas,

MAT-TRIVIO MAETERLINCK .

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PUbliCa ho ;' II:L Ilb:aALDO m•;l, isTmo el retrato de Doña Isabel Zubieta deBur ;;us esposa de nuestro querido amigo Antonio—muerta el 'i de Junio del arloúltimo en una ciudad italiana, cuando la juventud y el encanto de vivir rodeaba ála pareja de dicha v encanto.

I'o dfa pasea ido Antonio con su esposa por el cementerio de Génova, elmás herutoso del mundo, admirada ella de los prodigios que encierra, le dijo en bro-ma ron su más dulce sonrisa : "Dan ganas de morir, para reposar en este lugar tanbello" . Y como si uu destino traidor se hubiera encargado de hacer efectivas estaspalabras, ocho días después aumentaba el número de huéspedes de la Necrópolisaquella con ]a gentil panameña, toda juventud, toda belleza y toda amor.

I•:1 dolor de nuestro ami;(o ha sido grande y noble . No ha cicatrizado aún el tiem-po transcurrido la honda herida de su corazón, ya que el recuerdo, que para los seressensibles es uu verdugo, la mantiene viva y stmgrando todavía.

~C LJ1Z1( 0 GMB5)sión, fuente inagotable de hastío, de nochesde insomnio, de placeres truncados, de infini-tas privaciones y nlil disgustos, cono viajesemprendidos en toda época del ano y á todallora, lluevtta llamaradas ele sol ó baje de loscielos afina ti torrentes.

Dijeron también de la comedia por ellosrepresentadatf los ojos del vulgo, incapaz demedir y recompensar los esfuerzos dol clíuico;y entonces recordaron las acusaciones terri-blos de que es víctima el médico, los injustosreproches que el médico está condenarlo á oirde boca de los clientes, conto si no lo bastarasu propio desconsuelo auto la vanidad de lascosas y el vacío del saber, cuando una vida dehombre se lo va de entre las manos y nacía im-pido á la sangro dormirse on las venas, á losoJos llenarse de sombras y á la inteligenciac.ler, como débil llama tremulante, en un pozodo afinas negras y Profundas.

Pues yo—diJo con esta ocasión el másjoven de los cuatro módicos —he Oído has acn-

ACIA rato los cuatro m6di-cos charlaban con bastan-te e vivoza . Al principio se

refirieron ensos 0xtrftfí0s y difí-ciles . Y fi propósito de uno de es-tos oasos, pasaron á contarlo en-tre enchiolloos, risas y oxchunacfo-nos, historias de oprobio y deshon-ra, tí ellos reveludas en 01 80110 delas familias : criniones ocultos, deamor la mayor parte; sec•stos d0codioia y lujuria ; todas las iusa-nias, fealdad0ss y tristozas del ba-rro hecho hombre . Cuida 11110 psi-c•hlogo y médico á hl vez, fue sa-cando do su museo particular, 110-vado ( ni la memoria, las piezasunías raras: algunas miserias pero-grinas, pulidos jirones de cuerposy muchos andrajos de almas.

Al mismo tienipo hablaronde lo árvino y fatigoso de la profe-

El HEraldo dEl Istmo - 277eaciones más disparatadas y los reproches másduros . Bfistamo haber siempre ejercido en cam-pos y aldeas, pues nada hay tan difícil comollevar á las almas do campesinos y aldeanos,con la excusa para nuestros errores, la idea delo menguado y relativo de nuestra ciencia.

En los comienzos de in¡ carrera, á elidapaso recibía yo una granizada de reproches, y.cada vez me atormentaba estudiando el modode evitar el granizo. Colegas más ignoran-tes y menos afortunados lo evitaban. APor quéno podía yo hacer igual cosa? El adaptan 3e áun medio requiere algún sacrificio, y el módi-co hace el de su ingenuidad cuando ejerce en al-deas y campos. Será, según los casos, charla-tán, brujo, 6 algo parecido, excepto lo que real-mente es ante la propia conciencia . De no ha-cer este sacrificio, la abundancia nunca pasa-rá por sus manteles y ha de estar apercibido áhuir, á lo mejor y entro las tinieblas noctur-nas, del encono y la rabia lugareHOS.

De todos modos, oí de tiempo en tieMpoalgunos reproches, poro ya con oídos de mer-cader . Sólo uno nre hirió hondamente, por lamanera como se me hizo y las circunstanciasque le acompanaron. Fue simple y espantosofa la vez. Jamás lo olvido, y el recordarlo mellena siempre de escalofríos y vierte en mf al-ma las angustias y congojas del retnordimien-to. Tendría yo poco más 6 menos de un arlode establecido en Camarona, poblachón antipá-tico en donde la fiebre palúdica reina sin lamás vaga sombra de enojosos rivales . Fueradel nombre, en mi sentir muy bello, ('antara-na es lo más antipático del mundo . Allí fuemi iniciación en la lucha por la vida, mi ini-ciación en esta existencia de médico, humilde yamarga, arrastrada de pueblo en pueblo, sinmejoras de fortuna, sin días claros ni momen -tos felices, sin esperanzas de riqueza y aún menos de renombre . Como es natural suponer,mis principios fueron difíciles : hube de pelearbravamente, deshaciendo intrigas, evitandogolpes, burlando armadijos y recios, hasta abrir-me un espacio en donde comer tranquilo ni¡pedazo de pan mojado en lágrimas.

Armadijo,, golpes 6 intrigas eran obrade un colega nuestro, de un farmaeeuta elecontrabando y del mismo seIIor cura de Canta-rena quien no contento de ser médico de almas,aplicábase á curar el cuerpo ele los míserospecadores, pero con tan mala suerte, que lasalmas íbanse en derechura á las copas y á losdados, en tanto se le escapaban los cuerposcaminito del sur, hacia el paraje más hornlosoy ]útil de los contornos, lleno de piedras albasoujíes de anchos desoles, coquetón connonterioblanco y verde, paramentado de - rojo cuandoflorece el cujisal sobre las tumbtas.

Por lo demás ninguna ventaja les lleva Cau-tareua tí los otros pueblos conlareal .nos . Tieneel mismo aspecto ruin y pobre . El núcleo de lapoblación lo forman dos calles, ]nay rudinaeu-tariauna de ellas . Las demás casuchas; delpueblo so alejan de ese núcleo, desparranuin .dese desigualmente 001110 las aves nlás vau-tolosas y esquivas ele aun misuul bandada. Enel pueblo. como en sus habitantes, igual triste.za y desmedro, caserones caídos para no abzars 3 nunca inks ; casas abandonabas p era sicnl-pre, cuando apenas conionzaban tí levantarsedel suelo ; hombres ele treinta altos con aires deadolescentes marchitos, sin un pelo en labarba, ni un rastro do fuerza en los mús-culos; y en casi todas las puertas ó jugandocon el polvo de la calle, nulos menguados,pálidas llores de anemia, (le piernecitas gráci-les cOMo llilos, vientr0s enormes, párpadosespesos y labios lastinns0s, pobres labios endonde no abron las rosas do lit salud, ni ron-pon las risas frescas y radiantes, ni cantan si-no los besos de la fiebre, Es la desolación de108 lrombres 011 medio tí la influita desolaciónde las cosas. Nunca pienso en esos lugares,en donde forzosanieuto vivo y trabajo aún, sinrepresentarme á la patria conto Mn vasto de-sierto, á cuya tristeza y esterilidau concurrendoe fantasuuas : el fantasma color ele sangrede la guerra civil y el lívido, y no nnenos odio-so fantasma de la fiebre. Este ]último jamásabandona A. Camarona: mantiénese en aseclroen cada hogar de campesino, espiando, con susojos de llancas, los próximos 11 extinguirse pa .

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El Hceraldo de-¡ t~tra~ ®, 278

ra sieutpre, senalaudo, con sus dedos convul-sos, las utouos envulleeidas próximas á caor,'nutra las paredes do un stand muy pobre.pintarrajeado de negro.

A veces pasa conto una ráfaga de Muer-te, y mientras unos clon liana tío alzarse ,janás,otros emigran, huyendo fiel azoto . En una

,<1é estas oau4ioues fuf ]laina<lo fi una casitaalgo distante dol lugar. Para Ilogar bosta ]ucasa, dóbese orillear priutoro una laguna si-tuada al noroeste de la pubha'ióu, y 111,190 se-guir unt( senda fangosa, de bordes llenos demaleza. Los habituales de ('untaren( ven osalaguna con ojeriza y rencor uo iuYrnda(los : di-,en quo do olla salen fiebres como dol umr un-bes. Sin olnbargo , después del ce .ueutorio, lalaguna es lo más herillOSO do los alrededores.Al merlos Hacia la tarde es Una ghn•ia venla op-piar, en el fondo do sus agitas , dormidas, el fu-cendio del croptisculo; y es . casi alea uua deli-,cia por las noches soreuas, cua ndo ele sus aguasv<erdosás y del utatorral de sus orillas álzasevibrando eu el aire transparonte el coro me-uótouo y dulcd do . sn pueblo de ranas . Primé-ro son tres, cuatro, cinco ranas las • que into-rrampon el silencio con su croar coutínno;después agréganse otras, y otras, hasta forniar-un gran orfeón lloroso conto de infinitas plani-doras que marcharon tras un convoy fúnebre,perilido en las sombras

Era mediodía cuando me llamaron . Apo-nas pude, montó á caballo y me dirigí á la ca-sa, habitación de una vieja mulata, de snuchoantes clienta nifa, y de un hijo suyo . Este erael enfermo. La vieja, (le nombre Paula., ha-cía apestas un aIIO era envidiada, en el Pueblo(lo todas las madres, por tener tres hijos bue-nos y dóciles como si fueran corderos, y á ]avez tan sanos y robustos como los toros salva-jes . Pero, hacía un afio precisamente, la gue-rra había matado el mayor. El segundo, hon-rado y trabajador como los otros, era el do ma-la cabeza de la familia : le daba de cuando encuando por beber, y outouc:es volvfaso loco,arenaba pendencias monumentales y era •la zo-zobra y consteruaeión de la aldea. En unareyerta provocada por 61, halló la muerte pocotiempo después de morir el primogénito.

Y así fué como la pobre madre quedó conun sólo hijo. La 'tristoza nau;i(ta de su doblo6 irreparable pérdida se fué tambiantdo pocoá potro en amor abnegarlo y sin 1imitos pa ra el

Vieja llaveI9sta llave eitirc1ada

c ue en tm tiempo fué, colt,,uda,(del estrado á la tsntt•la,de la despensa :Q granero).del llaverode la abuela,y en continuo repicarinundaba de runzorcr slos vetustos corredoresesta llave cincelada,si no cierra ni abre nada,;para quE la he de guardar!

Ya no exi4te el gran ropero,la gran arca se vendió,sólo en un baúl de cuero,desprendida del llaveroe•.sta llave se quedó

herrumbrosa, orinecida,como elmetal de nti vida,congo el hierro de mi fe, -cmno mi querer (le aeero,;esta llave sin llaveronada es ya de lo que fúé!

Me. parece un amuletosin virtud y sin respeto:nada abre, no resuena;ate parece un alma en pena,

pobre ]lave sin fortuna.,v sin dientes, como una

vie ,jia boca; si en ina hogar•va no cierras ni abres nada,',para qu@ te he de guardar!

Rinenlbargo, tú sabíasde las glorias ele otros días:del nuulton de sella tinaquc nos trajo de la China

hijo s0brevicicute . Ln n4cii Qr ans utr , pn•';ternezas, lo convirti(i ou ídolo y eoueí ti uu (liuslo afloraba.

1sra un anior Ileuo ele augustius y tt,mures.Al ver en su hijo cl ufouor iudirio de cuferua•-da d, sobresaltábase,) subrey ;dYaula, no sin ra-zón . vino á u» eneltontro aquel día .--El-lsi,¡o;fuerte ulocetúu de veinte tIIus, de ojos Clarosy piel observa, toufa la fiebro . El caso lile pa-reció nu caso vulgar, Sólo 1uí116 algo conge4-tionado el rostro y of en el pecho algunos este-rtores do bronRuitis.

—C'reo que¡nohay motivo (le alairurt, dijoála buena llltl,jer.

t rdeuó en!sogttidtt lo quo había . de hilCel•-se al enfermo, ,y partí, prometiendo volveráti la tardo, autes de cerrar• la noche.

Por la tar(1o, en efecto, volví• pero la en-fermedad ato ofrecía grandos earíbios, Sin em-bargo, á las roitertulas preguutts de la vieja,contestó:

- .1/r parren fue r ¡urrilo . Y pensando volveral día siguiente con el alba, me despo(lí, ansio-so de ]legar á donde ya me esperaban (1e sogu-ro mis eontertUlios (le todas las noches, dis-puestos á dm• principio tí nuestras habitualespartidas de dominó, eternas y bulliciosas.

Muy tranquilo llegué, en la InatTana si-guiente, á la casa . La vieja ale pios 6 inmóvilen la pilerta, veía yen runa tenacidad haciaei. Oriente, como si esperase algo que estabapor venir, tal dAZ de la población, tal voz demacho más lejos . No se movió para venir tími encuentro . Sin fijarme en su actitud enig-mática, y mientras me apoaba del caballo, le dílos buenos días, y lo pregunté, en tono de vozcasi alegre, por el enfermo.

—:llr parro naGjorriht, contestó la vieja, pe-ro sin (lar un paso, ni dejár do ver, con los ojosmuy fijos, eu dirección del Oriente . Después delo que voy á contar fno cuando caí en la cuen-ta de que la vieja repitió con fidelidad intplacable mis últimas palabras de la víspera.

Suponiendo que Paula mo seguiría en lo interior de la casa, pouetré en ésta y fuf sin va-cilar hasta el cuarto fiel enfortno, Rodea rlo demujeres que rezaban en voz boja, y en mediode algunas luces, estaba ina cliente, muerto (lo-raute la noche.

Ante aquel cspentáculo, oyoulo todavíalas palabras (lo la vieja y recal•dando su a11itituul

la gallarda, la ligeraes1zaúo1a nao llera.Tu 4abfas (le tibores(lolide pájaros y llorescontunclfan sus colores:tú cle lacas, (le uiarfi1esy de perfulines sutilesdel boli ríelo , ieutpa ; tu t :zutel'tcustodiaba la canela,el cacao, la vainilla,]ti suave mantequilla.Ios grandes quesos frescalesy la miel de los panales,tentación del paladar;mas si hoy abandonada,ya no cierra4 ni abres nada,pobre llave desdentala,;para qué te he de gua rdar!

Tu torcida arquitecturaes la misma del portaltic. mi antigua casa obscura(que euun día de. premurafue preciso vender nual).

Es la misma de la ufanay luminosa ventanadonde InEs, inf prima y yo,1104 dijlinos tantas cosasen las tardes ínisteriosasdel buen tiempo que pasó . . ..

Me recuerdas naY morada,me retratas mi solar;mas si hoy, abandonadaya no cierras ni abres nada,pobre llave desdentarla,ipara qué te he de guadal

Novieutbre ele 19otl,AMADO NERVO .

sc"tí aleo t"rr0de c roufiísn ; fn6 corlo Tasen .s :a•iríu ,lr nu;t l 4 d' cl :u bf . capuz Qe reducirme ápolvo . F. inuasliunourtrtf• después, la sensaciónde uuwitdu infil,to .ubrrlerieudoálo enalsalísorda C riego de lit ( r asa, in,'lité á vaballo aúnM . sí• tuvo. y :í tollo el vorrer de 1111 cabal-ga(hu•a partí rozno el criminal ]4ssrintido decerca por la justicia.

No exagero. Durante al9tín tiempo fuívíetina de ese terror pánico. No se nw apar-taban de la Memoria el diebo y la actitud de lavieja mulata . A cada instante resollaba" eumi oído ngrelhus palabras, indiferentes eu la sn-perficio, mientras eu ol fOndO eran bofetonesde sarvasmo, rehilete de ironía, cistcrnts dentnargura . A Gula instaute veía yo de uuev0la imágen de aquel rostro impasible y doro,como de bronce, y aquellos o ,]n4 í•f•4('(•u9 (le la¡-rtula lúgubre y fija.

Pero en la actitud de lt umjer no habíasólo nn reproche dirigido ii uta ignorancia ó li-geroza ; había otro reproche vagamente 1'orunt-lado por has entraílas rotas de la "ladre. Qui-ztis la chula abría poi' la pliniora vez sus flo-res negras en aquella alma simple. El curafiel pueblo, en sus cortas pláticas del domingo,y un libro de oraciones, en sur páginas, le ha-bían hablado ronchas veces de una providen-cla que viste los lirios del vallo y alinu•uta lasaves del cielo ; y tal vez preguntábase, la infe-liz, por qué esa misma Providencia, cuidadosacon aves y lirios, perutitía su desamparo y do-lor, privándola en breve tiempo de su líuienriqueza y de todos sus amores en el mundo, dolos tres hijos orgullo de su villa• vivas utemo-rias (le su juventud, apoyo de sil vejez, pan desu cuerpo y alegría de su alma.

Días ntás tarde, Priuda abandonó la casa,testigo (le su infortunio, y se filé . quien sabeá dónde, sola, miserable y sola . con su cargade ataos y tristezas.

Y mientras estuve eu el pueblo, sieutpreme sobrecogió al pasar lxtr ,junto :í lu casa desierta, una desazón,inveucible .ti veces tortu-rante, sobre todo por la noche, emudo se oía tilo lujos el cauto de las ramas, monótono y dul-ce, y cerca do nrí infinitos eoeuyos voladoressembraban (le estrellas la sombra de loo 11into-lTnlcs .

m. DIAL RODRICiIi EZ.

No es níás blonda la rspi ; ira ni má, rzz1-io,(le la santa custodia los eI1uvic,que los suaves cabellos de Mar ot.('orno Ios bordes de una fresc ;t herida,que (lvsparraunut hálitos de vida,

sus labio, roja, ,Oti.

Las blancas opulencia, de su seno,<• hinchan conto las olas del Tirrcoo

que agita el Pentnb:tlt•alhura inrzaculada en quc adivinolaS redondeces t•Enlutlas del litioquc viaja, á todo viento, en alta mar.

No florece en el campo ni en el vallepalote ra utás llexible quc su talle

voluptuoso y ""Chil1 , ontemplando las amplias re(~ondeces,le sus ca rnes chúrricas, ;cuántas veces

(le,Illlec er creí' . . ..Rus dedos son los cándidos pistilos

de. una flor wila~rrasn ; breves hilo,(londe tiembla el matiz del Caracol.¡(Junto evocan las grutas cuc :nttada,douQe hahitau los silfos v las liadas,

los huccits de c,a IlorlPara sus pies, iaverosfmilntente

diminutos, Coll perlas del Orientey sedas de Pehílt

haría dos botitazi Hinorosascalca(lan eu I :ts hojas de las rosa,

conque se adorna Abril : ..No es naás blanca la leche ni m.í, LL•uacos

los hielos quc. descienden por los flancosde la eminente altura, que Mar,,uUy e4 que, límpida fuente sieutpre en calma.se ve en su rost r o el fondo de su alma,hile es más ufvea y inas pura que el vellón . '

Abril '24 de lUCha,

vtrrou HAC' :\\IONDI ,'_

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El HEraldo dEl istmo - 279Grupo Encantador

Niñas hortensia, Amelia y Mercedes Espinosa, graciosas nie-tecitas de nuestra poetisa dofia Amelia Denis d0 . icaza.

Dichosa la que es madre y á quIen ha dado el cIeloen ese amor supremo sagrada bcndícÍón.Yo tengo con mis nietas mi terrenal consuelo,y á nada más aspira mi enfermo corazón,

Amelia Denis de leaza.

(., S~ACE, appalls uu aflo varios distiugui-IS\iIISI dos hombros dv lotras so rouniorou

ea ln I3al,a,ua y procediorou al orga-nizm• 111111 llsoeinVión euyo objetivo altamentep1aUHib10 1'1101-11 la uiliffi-W-iAu do los esfuerzosquo cu toda América roulirac ucpnoillos quo seiutoresae por ol progreso ofovt.ivo do los pulseshispanos do origen ]at.ino, gnodo este modo vi-goriziulos logruraiu llevar 6 cabo obro de alien-tos Lao gruudiosus ( , On to la quo roclanm el por-vonir do América.

La idea brilLante y meritoria mereció desdellego buonu acogida . Lcuta pero segnraclentolu Asoviacióu ha onsanoLado sal catuipu do ac-tióu . ,y boy ouonta von comités correspondientesen la urayor parto de las repliblicus hermana(,.Paaauni no ln sido olvidada, 3' con el fin dO o1-

gauizur comité aquí, la digna ourporaoión nosLoara ca ll el uombrnmiontu do Dologado On InItepaíhlien . quocuuat0utaca.c•tll (lost,SOcrotario,el ildeligeuto literato dominieau) Max . Henrl-qnoz itreun, bourne recibido.

Idontiticados 011 ido:ua con los fi uladores ymiembros actuales do la "Asociaoilrn Litorarfalrrtoruavional Auaerivima, " la dosign lell1n bocha011 nosotros nos ouorgullevo y nos halla dispues-tos para bawor 011 la medida do ntiOstros esfuer-zos canuto nos sea posible por cstablocor comi-tés 011 cl Istmo, tau, luchando con dificultadestal, grandes vomo la escasez del o10niOnto into-

]actual y el egoísmo que nuestra vida notanien-te comercial lmc o predominnr de iodo mareado.

Vaya nnest•o aplauso á la Asociación y lasegnrirlad de nuestro apoyo junto con los mássincortis y expresivos a6n•21deeilnieutos por ellunaor discernido,

+ w n

Damos en segnida ]ir nómina de la Directi-va del Comité Nacional de Cuba (antiguO Cmui.té organizador), qno adía desde Abril último,

Presidentes (lo honor : Enrique José Varo-na, José do Armas y Cárdenas, Ricardo Del-morato, Aniceto Valdivia.

Presidente efectivo : Francisco Selléu.Vico-presidonto: Manual S. Piolrardo.Secrettrio: Max. Honríquez Uretra,Tesorero: J. Lópoz Goldarás.

Vocales fundadores : A. R. do Carricarte,Pedro Henríquez 'Urona, Jesús Castellanos,Miguel ele Caurión, J . M. Gtiorra Nútiez.

Vocales: Feo. Díaz Silveira, M. MárquezStorling, Eulogio Harta, Fernando do za .yas, Fervauclo Sánchez de Fuentes, FedericoUhrbach, Enrique Hornáudoz Miyart s,

(f'9'-'v&irio,Los . ojos de los niños son vago, S. siucerus,

por eso—cuando niños- mis ojos fueron vagos,con esa n,ansednir)in-e risueña de los lagosdonde tan solo abrevan pastores y corderos.

Losojos ele ]oshumbres sungraves ysombrfos,poreso—cuandosabios—mis ojos fueron graves,con esa voluptuosa tristeza de las avesque siguen la corriente ne, viola de los ríos.

A causa de mis ojos he sido sobre el mundoun lfricooptimista y un sátiro profundo,Idólatra de toda belleza corporal:

y á causa de los mismos ba de llegar un díaen que me invada el morbo de la Filosofía,austero y con malignas perfidias de puñal.

M . MORLNO ALBA.1906.

11oticias E-eatralesu este arte admirable y ele sus graudosrt71I YD interpretadores daremos ahora, ft las

voladas, algunas uoticias que toma.mes de nuestra correspondencia particular y denuestros canjes.

—Santingo Rusinol, el pintor-dramaturgocatalán, ha adquirido en Italia actualmentegran colebridad por sus cuadros que en la últi.ma exposición de Venecia triunfaron entre unasalva de aplausos. Pocos muy pocos conocenpersonalmente al artista y el público itilianoaún no ha podido apreciar como antordraniáti-co al grao pintor peninsular . Sinembargo, enla lira teatral espanolu ocupa hoy tino (lelosprimeros puestos por la originalidad y fuerzade sus dramas. Pintor gentil y brioso ele bos-ques y jardines que reflejan con refinada del¡ -endeza y dulce poesía todo el encanto del sol elesu tierra, surge en el teatro ahora como potou.cía revolucionaria y demoledor terrible, do todolo que no tienda al bien . Cada trabajo de Ru.sillol tiene el significado de urea batalla, pero detina batalla ganarla en favor de lo Bello y loIdeal.

José P. Pacebierotti ha traducido del cata-lán para la escena italiana dos trabajos de Rti.sifiol : L'Rroe, que sé represcutn'á probable-nionte en los principales teatros de Roma, yha Tirrrttn, que tendrá por interpretadora áEnuca Granintica, colebracifsinia actriz ntodor-na de la Esetiela Italiana. Ln parte de h1- pro.tagonista on este últinio drama dicen que estina ele las más intoresantes entre todas las quese han escrito para el teatro inodorno . La granartista ii quien le toca encarnar ese papel ten .drá, pues, que revelarse corno creadora de bríosy fuerza, para la ctial tarea le sobra talento ygracia.

—Lrr f r•etrnvr poro , tmis ha interrogado á losactores franceses nráts eu boga sobre sus impre-siones do escena y las respuestas son de lo uníscuriosas.

Sahali Borchardt --la grao artista que ex-trenó nuestro antiguo teatro allá por el alío86—aprecia poco al público francés, porque—según ella—en Francia no se aura . el teatrosil fieienteuieute.

Mau•ntet Sully es de opinión (y en esto sí uoestancos de acuerdo) quo lit inteligencia es ele-mento sec•tnrdario (!) para un actor.

La Bartet piensa que en escena se necesitadar el propio corazón.

Lit Rejaue ha dicho : —(mudo yo río élloro en el teatro, estar/ soguros de que tal esel estado do ni¡ afina. No se roproduce biensino lo que se siente futinuttriente . Es necesa-rio tener hijos para poder interpretar el senti-miento do las madres ."

Coquelin, á su turno, se produce en sentidonetatutonte opuesto : "No es un gran actor sinoaquel que se halla en condiciones de expresarlos soutirrrientos que no siente, que no Ira son-tido nunca y qno, según ]a propia naturaleza,no podrá sentir jamás ."

—Elooyora Duso, lit gran creadora, estáahora en Venecia, paro no cura de la enfermedaddo quo fuA víctima en Dresde y poi , ]u cual tuvo

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El HEraldo dEl Istmo - 280

quo niterrunnpir su tourn,4• . Los médicos quela asistru le lum iulpnesto un largo y completoreposo, así es que hasta el pr•óxinno invierno, laeminento actriz no podrá recomenzar sus glo-riosa•; fatigas.

-En uno de los teatros (lo la Habana had, Loarlo hace poco of primer tenor (lo zarzuelaFigueroln, con la antigua otai•rrtt,r en tras actos"El Milagro de la Virgen ." Un crítico cubanodice de ese artista que en ladeclamación resul-t-ti filo y le aconseja quo trato r1e wnlplacor nosolo al público dr galería, sino también al depalcos y Platea . Parece quo riguerola, bus-cancro ron aplauso del populacho alargó dema-siado un calderón final, y do allí el encono delcritico . No estarnos do acuerdo con el escritorcubano : si ol tenor es de facultades, debolucirlas.

--En Ma dri-1, en el Teatro de la Princesa,liase extronado últimamente un drama en ver-so y tres actos de nuestro amigo el gran pootade las orillas del Rimar, don José Santos Clm-cano .

El título de la obra hace suponer quo se,doseai reconstruir una verdad histórica de aque-llos tiempos de Pizarro y Valdivia, pero no haytal y solo se trata ele meras ficciones puéticas,reproducidas con fuerzas, bríos y bellezas.Sinembargo, el Don García. del drama es uncarácter intrépido; la voluntad dura y osada, elamor al honor y á su Rey do un peninsular delSiglo XVII.

El resultado del extreno no fué asombrosodebido á la falta de ensayos ; los actores- conexcepción del protagonista-no se sabían los pa-poles y por ello no se perpetuará la firma deChocano en el cartel (1e L(i Yrilec,'.+u, pero du-rante la representación el público se enteré delas bellezas de los versos, los aplaudió sinceramente y Chocano salió á escena solicitarlo porlas palmadas de sus admiradores que allí enla capital de España son muchos.

Un` crítico dice do él : "Santos Chocano espoeta ele estro fogoso y brillante, rico de imáge-nes y (lo frondoso léxica, dotes que ya se echande ver en su drama .'•

No es la primera, desilución que padecenuestro amigo, por ese afán que siempre tieneclo hacer todo en menos tiempo del necesario yvaliéndosede sus no wmunes dotes.

En Lima, hará cosa de sois ó siete mios,-escribió en ocho días un drama en prosa titula-(lo Sin nombra; que le tocó extrenarlo al granactordon Antonio Vico . La preeipitud conquela obrafu6 concebida, escrita y ensayada, aliáorigen también á lo mismo que ha pasado aho-ra: un triunfo á medias que de fijo habría sidocompleto si el autor no se deja llevar do sucarácter impetuoso.

De todos modos el poeta ha triunfado enMadrid y de ello nos es muy grato dar cuenta álos lectores de EL HERALDO DEL LSTMO y en-viarlo al autor de Los Gongaistalores un aplausosincero.

-La eminente actriz italiana Tina df Lo-renzo va á actuar en el Teatro de la Ccmiedia, enMadrid, próximamente. Lleva entro su reper-torio obras modernas de Sarden, Donnay, La-vedan, Giaceosa, Braco, Praga Trovorsi, Testo-ni y otros ilustres dramaturgos extranjeros.

Con respocto á '.nina di Lorenzo, dice elprofundo 6 imparcial crítico do arte, VicerimoMorello, en eu Nvora Aniología, lo que en segur-dn copio:

•'Tina vió claramente su camino desde elprimor dia que pisé las tablas . Generalmente,liet nuevas actrices comienzan teniendo en sufantasía un modelo al que sueñan parecersey un ejemplo que se creen obligadas á imitar,pote, por fortuna, Tina di Lorenzo uo escolióningún modelo ni tampoco se doblegó ante nrn-gán ojoulplo.

•'Aunque con contornos más dolineados ynítidos, por Hupnoste, y ven más riqueza (le tin-

tas, y 0ou ol rofivainionto debido .d estudio pá in experiono~ia, ln personalidad artística deTina os hoy dí•t la misma qnc, ora onaulo sc

sourotió á sus primeras pruobax.

"Ill D16tudo quo, al cabo de dioz aSlos dotrahn,jo, ha hecho de ella Ina actriz oxcolente,no ht ha uprc , u .lido do nadie, sino quo lo habusaldn on si misma, en sa natu al buongusta. em HI~Ls ingóuitan teudcacias á la sonei-11oz y á ln elegancia, on laoxquisit :t vorreo.Win do Has pousanlieutos y de suS aptitudes.Bien puede afirmarse, por lo tanto, quo Hu"condiciones worales han llegado ít transfor-wnrso on calidades estéticne, list calmo 8R per-sonalidad artístIca so ha formado. y casi d;rialabrado, con arroglo á su íntima Persmm~l ydadhumana. Antes do realizar Sus propósitos uotuvo quo atrave_t ar por ningún poriudo d0 (ht-das, do vacilaciones ; pues veuciondo iunictaia-tamento 1114 tontacionrs ale la vulgariclarl 'putell el Imuldo litorario la tradición ofroco ycasi impon con el reauerdu dol gesto, do lacadencia, de ln entonación, de ln • `£raso ho-cha," olla encoutr6 desde luego la not% justa,Por consiguiente, no habiondo necesitado co-rregir~ne 6 transformarse, evit6so porcler tiem-po on destruir pan reconstruir de nuevo, yde aht quo Has progresos fueran tan rápidos pseguros, fundándose Sobre snH mismns faculta-des originales.

"La característica priucipal de la gran nv-triz es la dicción. Para alcanzar los mnvorosefectos escénicos no acudo al gesto, ú la mí-mica en general, sino quo He vale ele la dic-ción. Para ella son las palabras lati quo rove-lan los brutiluiento8, y la expresíóri de lecasentimientos estriba en la manera do decir,más aún, de esculpir• y matizar las palabras.Dotada de una voz armoniosa, que puede re-correr fácilulonte toda la gama do las pasio-nes humanas, la emplea ton . tn tuctq y Unahabilidad a ixcopcionales ."

Escritas las anteriores líneas sobre Tina diLorenzo, veo en El heraldo de dladrid que yala eminente actriz ha hecho su extrono en esaCapital, con Panuda, previosísrma comedia no-dorna do Goldoni, cuyo argamento bien puederelatatso en pocas frases . por ser do una senci-llez maravillosa.

"Ile aqui ese argumento : ll nulo, domés-tica en casa de un noble, He enamora locamentede su amo, con una ingenuidad y una irmcon-oía encantadoras. El noble llega á descubrirque la muchacha lo ama y piensa aproveclursecío esa pasión expontánca, poro la protagonista,aunque cándida, posee un alma amante del bien,y de la honestidad y rechaza, venciéndolo á stmisma, las proposiciones del Barón. El padrede Pamela llega á conocer la pasión quo haechado raices en el pecho de su hija y en unaentrevista con el noble le confiesa que bien pue-de hacer á, Yanula su esposa, pues es tambiénde raza aristocrática, detalle que el padre nopuedo hacer público por habor conspirarlo enépoca anterior contra el Rey. Salvado ya elinconveniente que impedía al Barón realizar sumatrimonio con Pa nicla : laclosigualdatideraza,hácola su esposa"

Un verdadero triunfo obtuvo la Compañíatoda en su debut, dico la prensa espanobu, y elresaltado artístico, como también el pecuniario,parecen ya seguros para toda la temporada.

Tal vez sea así y no nos inclinamos tt du-darlo, pues el público madrilono está ávido dover buenas obras nuevas, ya que desole el oto-t1o, salvo una que otra producción nacional,todas las que He han visto no han pasado delextrono.

La crisis teatral es allí un hecho; Palomodice en un bien pensarlo artículo que en teatrosamplios y elegantes ha habido recaudaciunos de00 pesetas por nocho y echa de menos aquellosbuonos tiempos del Teatro do la• Cruz-alío1$14--on que se hacían con una sola función4,400 roaleHl . . .

Yu lcv:caladas estas N,,i , .. (,„rr .,l. .. lne obte-uidu un ejoinplar d,• /,,, . I t,„,t .d .n,dor,-.v, deClowano 1'.s obra ew•rita ou vndv° , asílabos Ile-uos do brínv y di' originalidad . :umquo la mc,-notollia del uu'tl+t la buco e :u(soda, No por• esodeja do babor on ella Inicuos arr,mquos líricos yostro rignísitno: la esccan l "lltre lar Ñusta yDon txcuría es proriosa, piro indo el drama ensí uu es naís que un fruto logitinlo dol. amor delgran porta al h.(H graul(m glorias de la madrepatria, quo, dicho sea (lr pa4o, todo amerieanolatino dolto adoran•.

ALEJANDRO DUTARY.

N OTAE3felt.1 lVíale

Yara h( Haba na, por la via de Nueva York,si ;,uio á principios de¡ mes nuestro gneridu ami-go el punta 1'1DDAItDO C'AItILtti( UII,T.A EIALLARINO.

Ave viajera, "con no .stallrL•t4 de sol y prhna-Vera," 1':DUARDO Se ahrgaha entre nosotros ydecldiú marchar eu busca de más amplios horl-zontes . de centros más Intelectuales.

La rlaltana sabrá de sus sueños v de sus lu-chas y tal ver. el triunfo allí no He llá ,m esperarmucHo.

Tales son por lo menos nuestros sinceros dt•-seos por el amigo y compañero .

Orla 7bleora

ERNESITO T . LIiF],vRll, amigo nuestro muyapreciado, ha sufrido pérdida dolorosa . Su tier-na hija EMMA BLANcA dejó de existir, víctimade cruel enfermedad rebelde á los cuidados de lafamilia y á las prescripciones de la cieucla.

Nuestras expresiones de condolencia paraERNESTO, su setinra esposa y las familias Lefe-,vre y Arango .

jWÉsallte

A los deudos del que fue don LEciwILDII GUI-LLiIN, caballero estimahle por muchos concep-tos, presentamos nuestro pésame.

El Señor Gun .L ÉN murió el domingo último,después de corta enfermedad, r su muerte ha81(10 muy sentida, ya que el gcirlba de generalapremo .

f5alubo

Muy afectuosamente lo ciamos al DoctorPARLO Anosl-'NILNA, distinguido hombre públicoy primer Designado para ejercer el Poder mac .cutívo, quién reí,,resó buy de ies Estados Uiii-dus, adonde fue en misión importantisima desu partido.

El Doctor AROHI,DIENA ba tenido crasión, de-bido al objeto de su Viaje, de tratar de seria áalgunos eminentes hombres públicos de aquelpaís, de quienes ha recibido inuestras marcada,de deferencia como muy Licn las merece nuVs-tro primer estadista .

VesPeataa

Muy cariñosamente la damos á nuestra dis-tinguida amiga doña Ai íi,L1A DENIS DE IcazA,quien el día diecinueve próximo Sigue á León,Nicara¡-roa lugar habitual de su residencia desdehace diez doce años, donde lnaguardan cariño-samente una lliia querida y un grupo adm:able.cíe nietos, carona de su vejez ,y alegría de suvitta,

Mucho sentimos la ausencia (le otoña AMELIA,que no sabemos cuanto tiempo durará, aunquenos ha dicho mucha, veces ~1ue Has mejores ile-Seos sOn volver' líe nUevO {' Ill'11111t1 Va11Ul'llte Q tlUqucrlda tierra.

Que se realice pronto este anhelo y que po-llamos tenerla entre nosotros muy en breve yaque es ella honra y lustre de la Patria.