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ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ESPAÑOLAS. 1991-2010 AUTOR 1: José Luis Gutiérrez de Mesa (1) E-mail: [email protected] AUTOR 2: Federico López Carrión (1) E-mail: [email protected] AUTOR 3: Luis F. Rivera Galicia (1) y (2) E-mail: [email protected] Departamento: (1) Departamento de Economía (2) Instituto Universitario de Análisis Económico y Social Universidad: Universidad de Alcalá Área Temática: 9 Población y mercado de trabajo Resumen: Desde el punto de vista del análisis de una población en el ámbito socioeconómico, el estudio de la mortalidad es de suma importancia, pues, entre otras cosas, permite hacer previsiones sobre el número de habitantes de una población, así como de su longevidad. Las tablas de mortalidad se utilizan para describir la incidencia de la mortalidad sobre los individuos de la población analizada durante un período de análisis concreto, independientemente de la edad que presenten dichos individuos. Están compuestas por diferentes funciones biométricas, entre las que se encuentran, por ejemplo, los supervivientes a una edad exacta, la tasa específica de mortalidad, la probabilidad o riesgo de muerte, o la esperanza de vida a una determinada edad. En este trabajo se hace un estudio exhaustivo de la estructura de la esperanza de vida observada a las diferentes edades en las provincias españolas durante el período 1991-2010. Utilizando datos publicados por el INE, se buscan los patrones de comportamiento que se repiten y mantienen estables a lo largo del período, y se establecen agrupaciones de provincias en las que se encuentra una estructura similar de esperanza de vida por edades. Palabras Clave: Mortalidad; Esperanza de vida por edad Clasificación JEL: J11

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ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS

PROVINCIAS ESPAÑOLAS. 1991-2010

AUTOR 1: José Luis Gutiérrez de Mesa(1)

E-mail: [email protected]

AUTOR 2: Federico López Carrión(1)

E-mail: [email protected]

AUTOR 3: Luis F. Rivera Galicia(1) y (2)

E-mail: [email protected]

Departamento:

(1) Departamento de Economía

(2) Instituto Universitario de Análisis Económico y Social

Universidad: Universidad de Alcalá

Área Temática: 9 Población y mercado de trabajo

Resumen:

Desde el punto de vista del análisis de una población en el ámbito

socioeconómico, el estudio de la mortalidad es de suma importancia, pues, entre otras

cosas, permite hacer previsiones sobre el número de habitantes de una población, así

como de su longevidad.

Las tablas de mortalidad se utilizan para describir la incidencia de la mortalidad

sobre los individuos de la población analizada durante un período de análisis concreto,

independientemente de la edad que presenten dichos individuos. Están compuestas por

diferentes funciones biométricas, entre las que se encuentran, por ejemplo, los

supervivientes a una edad exacta, la tasa específica de mortalidad, la probabilidad o

riesgo de muerte, o la esperanza de vida a una determinada edad.

En este trabajo se hace un estudio exhaustivo de la estructura de la esperanza de

vida observada a las diferentes edades en las provincias españolas durante el período

1991-2010. Utilizando datos publicados por el INE, se buscan los patrones de

comportamiento que se repiten y mantienen estables a lo largo del período, y se

establecen agrupaciones de provincias en las que se encuentra una estructura similar de

esperanza de vida por edades.

Palabras Clave: Mortalidad; Esperanza de vida por edad

Clasificación JEL: J11

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1. INTRODUCCIÓN

La demanda de información sobre la evolución demográfica ha crecido a un ritmo

vertiginoso en los últimos años. La ganancia en años de vida, el envejecimiento de la

población o el cambio en la estructura de la pirámide de población forman parte del

ordinario debate político y socioeconómico que llena portadas de diarios y titulares de

informativos. Los organismos oficiales de estadística sufren una fuerte presión para

ofrecer cada vez más información y más precisa. Se hace necesario disponer de nuevas

técnicas de análisis y prospección demográfica.

Las tablas de mortalidad presentan información útil para varios usos. No sólo sirven

para describir la forma en que la población experimenta el fenómeno de la mortalidad,

sino que se constituyen como herramientas esenciales para realizar proyecciones

demográficas precisas y son también la base del cálculo actuarial. El propio INE las

utiliza en las estimaciones intercensales de población y en las proyecciones

demográficas para la elaboración de estadísticas de población por grupos de edad. Los

datos más interesantes de las tablas de mortalidad son las esperanzas de vida y el riesgo

de muerte.

La tabla de mortalidad permite calcular la esperanza de vida a cualquier edad. La

esperanza de vida al nacer resume en un solo dato la información más relevante de la

tabla y lo hace de forma independiente a la estructura de edades de la población. Estas

dos características han hecho de la esperanza de vida al nacer uno de los indicadores

favoritos en las comparaciones internacionales.

La esperanza de vida al nacer es uno de los indicadores simples más representativos de

la salud global de una sociedad, y en consecuencia también de su estado de desarrollo

(Sen,1998). Por todo ello se considera como uno de los indicadores esenciales para

medir un concepto tan complejo y elusivo como el de “desarrollo económico”. De

hecho, en los últimos años se viene manifestando un creciente interés por integrar la

esperanza de vida no sólo en los indicadores de desarrollo, sino también en modelos de

medición y evaluación económica. Entre los indicadores internacionales de desarrollo,

quizá el que más popularidad ha alcanzado es el “índice de desarrollo humano” (HDI)

del PNUD (United Nations Human Development Program, 2001), pero hay muchas

otras propuestas que también incluyen la esperanza de vida al nacer como parte de un

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índice de bienestar (Osberg y Sharpe, 2002). Entre los modelos económicos destaca la

literatura derivada de la teoría del capital humano (Philipson y Soares, 2001; Murphy y

Topel, 2002; McDonald y Roberts, 2002; Becker, Philipson y Soares, 2005), la

relacionada con el concepto de “capital salud” (Cutler y Richardson, 1997; Gertham y

Johanneson, 1999), y la elaboración del concepto de “renta salud” (Nordhaus, 2002).

También el indicador propuesto por Pinilla y Goerlich (2004), el potencial de calidad

de vida (QLP), combina información de esperanzas de vida con datos de rentas, junto

con la estructura demográfica de la sociedad y la consideración de una línea de pobreza.

En el caso español, el INE publica la esperanza de vida por edades tanto a nivel

nacional como desagregada a nivel autonómico y provincial. Una cuestión interesante

que surge de estos niveles de detalle es si efectivamente la esperanza de vida a las

distintas edades es diferente según el territorio considerado, teniendo en cuenta que las

características socioeconómicas de las provincias españolas (o Comunidades

Autónomas) no las hace tan diferentes unas de otras. Es seguro que el valor de la

esperanza de vida en dos provincias diferentes a una edad determinada no coincidirá;

otra cosa es afirmar que la mortalidad de las dos provincias sea estadísticamente

diferente. En cualquier caso, es posible descubrir ciertos patrones regionales que

definen grupos en las provincias españolas con comportamientos similares en cuanto a

su mortalidad.

En este trabajo se hace un estudio exhaustivo de la estructura de la esperanza de vida

observada a las diferentes edades en las provincias españolas durante el período 1991-

2010. Utilizando datos publicados por el INE, se buscan los patrones de

comportamiento que se repiten y mantienen estables a lo largo del período, y se

establecen agrupaciones de provincias en las que se encuentra una estructura similar de

esperanza de vida por edades, comparándola con la situación global del Total Nacional,

diferenciando el estudio considerando según el género1. En el epígrafe número 2 se

presentan los elementos más fundamentales para la elaboración de las Tablas de

Mortalidad, así como la forma de cálculo de la esperanza de vida a las distintas edades

consideradas. En el apartado tercero se especifica la fuente de datos utilizada y cómo ha

1 Es fácil apreciar una diferencia significativa y estable entre la esperanza de vida de los varones y las

mujeres en España, siempre a favor de las mujeres en casi seis años, al igual que ocurre en muchos otros

lugares. Por esta razón, al realizar estudios de la mortalidad de un territorio, se suele distinguir entre la

población masculina y la población femenina.

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evolucionado la metodología de su construcción hasta llegar a la situación actual. El

apartado cuarto hace una presentación de las técnicas de análisis que se han empleado y

de los resultados obtenidos. Por último, el trabajo concluye con un apartado en el que se

muestran las principales conclusiones del mismo, para terminar citando las referencias

utilizadas.

2. TABLAS DE MORTALIDAD

Las tablas de mortalidad constituyen un modelo fundamental para representar

numéricamente la distribución de las defunciones de una generación a través de la edad.

Su importancia radica en que no solo sirve para describir cómo incide numéricamente la

mortalidad en una población, sino que permite obtener probabilidades de muerte entre

aniversarios, fundamentales en el cálculo actuarial y probabilidades perspectivas de

paso, que son probabilidades de supervivencia en años cumplidos, usadas para hacer

proyecciones e interpolaciones de población.

Como toda distribución de frecuencias, la tabla de mortalidad se resume en una medida

de posición central denominada esperanza de vida al nacer que no es más que la edad

media a la que se mueren los individuos de la generación ficticia. Como este valor se

obtiene de forma independiente de la estructura por edades de la población, resulta muy

interesante para hacer comparaciones internacionales, regionales y provinciales.

Además, la esperanza de vida al nacer se considera uno de los indicadores más

representativos de la salud global de una sociedad y como consecuencia, de su

desarrollo económico, aunque hay países que presentan mayor esperanza de vida al

nacer que otros que cuentan con un nivel superior de desarrollo económico, manifestado

por una superior renta per-capita, como es el caso de España, en el entorno Europeo que

le rodea.

Las tablas de mortalidad pueden ser completas o abreviadas. Son completas cuando

expresan la distribución del número de defunciones por edad en años simples, es decir,

año a año, y son abreviadas cuando se refieren a las defunciones ocurridas en grupos

quinquenales de edad. En este caso, se separa el primer intervalo de edad en dos partes,

defunciones de menores de un año y defunciones de entre uno y cuatro años cumplidos,

ya que la mortalidad antes del primer aniversario tiene una especial relevancia.

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Las tablas de mortalidad pueden referirse a una generación real o a una generación

ficticia. Las tablas de mortalidad de generación resumen las condiciones de mortalidad

de una generación real y para construir una tabla de este tipo hay que esperar más de un

siglo, hasta que se mueran todos los nacidos de esa generación. Su construcción es muy

simple, consiste en contar cuántos individuos de esa generación fallecen cada año e ir

determinando los supervivientes a cada aniversario que van quedando con vida, hasta la

completa extinción de la generación. Se cuenta así con dos series, lx que representan los

supervivientes de la generación que han llegado a cumplir los x años de edad y dx que

representa las defunciones de individuos de esa generación con x años cumplidos, es

decir, que mueren después de cumplir los x años de edad pero antes de cumplir x+1. A

estas dos series iniciales se les añade la serie qx que representa el cociente de mortalidad

por edad y, si las defunciones son suficientemente numerosas, es un buen estimador de

la probabilidad de muerte entre aniversarios. Es, por tanto,

.xx

x

dq

l

Las tablas de mortalidad del momento, también denominadas de periodo, resumen las

condiciones de mortalidad2 de una generación ficticia de individuos que a lo largo de su

vida experimenten las mismas condiciones de mortalidad que la población real en un

determinado periodo, por tanto, resume las condiciones de mortalidad de una población

en un instante o periodo de forma trasversal, es decir, teniendo en cuenta las diversas

generaciones presentes en la población en ese momento o periodo. Este tipo de tablas

son las más utilizadas ya que las tablas de generación tienen muy limitado interés

práctico, únicamente lo tienen desde el punto de vista histórico y para hacer

comparaciones entre países.

Para construir una tabla de mortalidad de periodo es necesario calcular, en primer lugar,

las probabilidades de muerte a cada edad qx, por diversos métodos3. Aplicando estas

probabilidades a una generación de l0 hipotéticos nacidos, se van obteniendo las

defunciones teóricas por edad, así como los supervivientes por edad, obteniendo las tres

funciones biométricas básicas que ya aparecían en las tablas de generación.

2 Cuando se habla de condiciones de mortalidad se está haciendo referencia a la incidencia de la mortalidad por edades, recogida

por la tasa específica de mortalidad a cada edad y no a otras condiciones de tipo social o humano. 3 Según la disponibilidad de los datos, se puede usar un método directo basado en las defunciones reales por generaciones y edades,

o bien, un método indirecto transformando convenientemente las tasas de mortalidad mx en probabilidades de muerte qx. Para más información ver Goerlich (2008) y Goerlich y Pinilla (2009).

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El cálculo de las esperanzas de vida al nacer y a cualquier edad se puede hacer, igual

que en las tablas de generación, calculando la edad media a la que se mueren los

individuos de la generación ficticia, pero hay que elegir cuidadosamente la marca de

clase de cada intervalo de edad. Generalmente, la marca de clase entre x y x+1 años

exactos de edad es muy próxima a x+0,5, salvo en el primer año de edad en que las

defunciones se producen en fechas muy próximas al nacimiento y en el grupo abierto

final para el que es necesario hacer algunas hipótesis simplificativas. No obstante,

resulta más enriquecedor calcularlo a través de la función Lx, que se define como el total

de años vividos en el intervalo de edad de entre x y x+1 años por los supervivientes, lx,

al principio del intervalo:

1 1( )x x x x xL l a l l ,

en donde ax representa la esperanza de vida dentro del de los que mueren en ese rango

de edad.

La esperanza de vida a cualquier edad será el cociente entre el total de años que quedan

por vivir a los supervivientes de esa edad y los propios supervivientes de esa edad. Su

expresión es:

x

xi

i

xl

L

e

en donde representa la máxima edad alcanzable por los individuos de la población.

Por otro lado, la propia definición de Lx, total de años por persona, supone que

represente, también, la estructura por edades que adoptaría una población estacionaria

formada por los sucesivos nacimientos de l0 individuos que a lo largo de su vida

experimenten las mismas condiciones de mortalidad que la población real en la fecha o

periodo de referencia. Esta población estacionaria asociada a la tabla de mortalidad es la

que va a permitir obtener probabilidades perspectivas de paso o supervivencia entre

edades cumplidas a principios de año, muy útiles para realizar proyecciones e

interpolaciones de población.

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3. FUENTES DE DATOS

El organismo que se encarga de elaborar las tablas de mortalidad en España es el

Instituto Nacional de Estadística, que actualmente las proporciona para ambos sexos a

nivel nacional, por Comunidades Autónomas y por provincias.

El cálculo de tablas de mortalidad constituye una tarea tradicional del INE, cuyo origen

se remonta a las primeras tablas elaboradas en 1945, referidas a diferentes periodos de

la primera mitad del siglo XX. A partir de entonces, se han producido diversas

innovaciones metodológicas hasta llegar a la última actualización de la metodología

(INE, 2013).

La metodología tradicional del INE planteaba la tabla de mortalidad referida a un

instante dado, el 31 de diciembre a las 24 horas (o 1 de enero a las cero horas),

proporcionando una cohorte ficticia que presentaba las mismas condiciones de

mortalidad que la población real en ese instante. Estas tablas utilizaban las defunciones

de dos años consecutivos de tal modo que la fecha de referencia quedase en el medio de

ambos, así como la población en esa fecha de referencia4.

Posteriormente, se hace necesario un nuevo enfoque que, teniendo en cuenta la creciente

relevancia de la estimación de la población a 1 de enero de cada año, permita proyectar

la población al 1 de enero del año siguiente utilizando un parámetro que mida la

intensidad de la mortalidad a lo largo de todo el año. Con este fin, el 21 de septiembre

de 2009 se celebró en Madrid un Seminario sobre tablas de mortalidad en el que

participaron expertos nacionales y extranjeros con el objetivo de desarrollar nuevos

avances metodológicos en el cálculo de las tablas de mortalidad en España.

Aprovechando las conclusiones del seminario, en 2010 el INE adopta una nueva

metodología que se basa en la mortalidad observada a lo largo del año objeto de estudio,

proporcionando una cohorte ficticia que tiene las mismas tasas de mortalidad que la

población real a lo largo de ese año de referencia. Esta nueva metodología se inspira en

los conceptos que sigue la Base de Datos de Mortalidad Humana (Human Mortality

Database5). Se trata de un proyecto de colaboración que se puso en marcha en el año

2000 en el que participan equipos de investigación de reconocido prestigio

4 Para más detalles ver Goerlich (2008).

5 Para más detalles ver Wilmoth (2007).

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pertenecientes a la Universidad de Berkeley y el Instituto Max Planck de investigación

demográfica. El proyecto desarrolla un protocolo metodológico común, coherente y

sistemático para facilitar la comparación de la incidencia de la mortalidad entre los

distintos países. Dicho protocolo es resultado de la colaboración, discusión y debate de

los principales expertos en la materia. Adicionalmente, el objetivo es elaborar una base

de datos a nivel mundial con la información necesaria para construir las tablas de

mortalidad de cualquier país.

La más reciente metodología es de junio de 20136, es un refinamiento de la metodología

de 2010. Se basa en aplicar a una generación ficticia las tasas específicas de mortalidad

a cada edad, obtenidas como cociente de defunciones a lo largo del año, por edad y por

sexo observadas sobre la Población Residente en España expuesta al riesgo de muerte

en un año, teniendo en cuenta las edades a la defunción de los fallecidos y la fecha de su

nacimiento.

Según esta nueva metodología, el INE ha publicado tablas de mortalidad completas del

total de España, desde 1991 hasta 2011, para varones, mujeres y totales. También ha

publicado tablas abreviadas para las diversas Comunidades Autónomas, provincias y

Ceuta y Melilla, también desde 1991 hasta 2011, para varones, mujeres y total. La razón

por la que no se publican tablas completas para entidades de menor tamaño es que

pueden presentarse distorsiones indeseables sobre los resultados que pueden dificultar

su interpretación como consecuencia de la aleatoriedad de las informaciones de

defunciones a cada edad7.

En este trabajo se han utilizado las tablas de mortalidad de las 50 provincias de España,

junto con Ceuta y Melilla desde 1991 a 2010 recientemente publicadas, según la última

metodología del INE8, empleando datos de la esperanza de vida por grupos

quinquenales de edad, tanto para varones como para mujeres. Se han incluido también

6 INE (2013)

7 A pesar de agrupar las defunciones en grupos de edad de cinco años, se siguen observando ceros en la

tasa de mortalidad de algunas provincias a algunas edades, lo que supone que el riesgo de muerte de la

cohorte ficticia sea también cero. 8 En realidad, el INE utiliza la nueva metodología en la serie de 2002 a 2010 y la inmediatamente anterior

(del año 2010) en el resto de la serie.

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los datos de la esperanza de vida a las mismas edades consideradas para el Total

Nacional, analizándose 40280 datos de esperanza de vida en conjunto9.

4. ANÁLISIS Y RESULTADOS

En primer lugar, se intenta reducir mediante un Análisis de Componentes Principales

(ACP) la información que contienen las 19 variables consideradas en el análisis a lo

largo de los 20 años que comprende el período considerado. En todos los años del

estudio, se comprueba que al seleccionar dos componentes principales se retiene una

varianza de al menos el 97%10

, como se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1: Porcentaje de Varianza explicada por las dos primeras Componentes

Principales en el ACP sobre las esperanzas de vida a las distintas edades.

Año Porcentaje de Varianza

Explicada.

Esperanza de vida de

Varones

Porcentaje de

Varianza Explicada.

Esperanza de vida

de Mujeres

1991 97,828 98,542

1992 97,593 97,567

1993 98,223 98,852

1994 97,657 98,788

1995 97,494 98,651

1996 97,240 98,382

1997 97,419 98,961

1998 98,178 99,048

1999 97,618 99,166

2000 97,855 98,960

2001 98,136 99,098

2002 98,129 98,907

2003 97,915 99,329

2004 97,795 99,188

2005 97,525 99,194

2006 97,160 98,773

2007 97,065 98,997

2008 97,842 98,957

2009 97,897 99,100

2010 97,918 98,938

9 Como edades, se han considerado 0 años (esperanza de vida al nacimiento), 1 año y posteriormente los

grupos quinquenales entre 5 y 85 años. Se ha considerado 85 años como la última edad cumplida para

evitar posibles distorsiones en los datos que aparecen cuando se cierran las tablas que, por ejemplo para

Ceuta y Melilla en grupos quinquenales, se produce a los 90 años. 10

En cualquier caso, el porcentaje de varianza que acumula la primera componente siempre es superior al

85%, lo que la configura como una componente de tamaño. Esto es muy habitual en los estudios en los

que las variables que se pretenden resumir mediante ACP están altamente correlacionadas, como es el

caso que se analiza en este trabajo.

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Este análisis preliminar permite concluir que el ACP es un método óptimo para resumir

la información que contienen los indicadores de esperanza de vida a las distintas edades

consideradas por género, en cada uno de los años considerados. Este método permitiría

hacer un estudio transversal en cada año analizado, pero no permite establecer

comparaciones longitudinales, puesto que las dos primeras componentes principales son

específicas para cada año.

Para poder realizar un estudio de carácter longitudinal, y teniendo en cuenta la alta

variabilidad que recogen las dos componentes extraídas en cada año analizado (ver

Tabla 1), la primera posibilidad es considerar que la estructura de correlación entre las

variables se mantiene a lo largo del tiempo. En este caso, se podría aplicar un ACP

sobre las 19 variables, considerando conjuntamente todos los años del período,

utilizando la denominada matriz de correlaciones combinada. De esta forma, se

obtendrían dos componentes principales globales, que resumirían la información de

todas las variables durante todo el período, con lo que se podrían establecer

comparaciones transversales y longitudinales, al ser la base de referencia común. Por

tanto, es necesario comprobar si la estructura de correlaciones que liga dichos

indicadores es la misma en cada periodo. Para realizar dicha comprobación, se utiliza el

contraste de la M de Box (Rencher, 1995, pág. 280 y siguientes), que permite

comprobar la igualdad de matrices de varianzas y covarianzas, sobre las variables

tipificadas.

Este contraste se formula teniendo en cuenta el determinante de las matrices de

correlación, cuya información se muestra en la Tabla 2:

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Tabla 2: Logaritmo del determinante de la matriz de correlaciones para las variables

que miden la esperanza de vida por edades. Caso de varones: Año Logaritmo del

determinante.

Caso de Varones

Logaritmo del

determinante.

Caso de Mujeres

1991 -82,913 -80,620

1992 -84,072 -76,247

1993 -83,323 -80,489

1994 -82,874 -82,225

1995 -81,857 -79,108

1996 -82,630 -79,634

1997 -82,689 -83,460

1998 -84,348 -84,107

1999 -83,198 -85,512

2000 -84,587 -86,211

2001 -84,352 -85,539

2002 -82,976 -85,898

2003 -84,950 -86,046

2004 -82,850 -87,521

2005 -83,910 -86,929

2006 -80,784 -83,349

2007 -81,555 -85,198

2008 -82,924 -82,428

2009 -85,432 -85,765

2010 -85,519 -85,051

Intra-grupos combinada -76,790 -77,379

En ninguno de los dos casos (varones o mujeres, véase la Tabla 3) se puede asumir

como cierta la hipótesis nula de igualdad de matrices de correlación entre ambos grupos

de variables a lo largo de los 20 años considerados, razón por la que no es posible

encontrar un espacio bidimensional derivado mediante el ACP sobre la matriz de

correlaciones combinada.

Tabla 3: Resultado de la Prueba de Box para las matrices de correlaciones de los

indicadores de Esperanza de Vida. Varones Mujeres

M de Box 6860,631 6434,989

F Aprox. 1,835 1,941

gl1 3249 2907

gl2 489616,752 490124,343

Sig. ,000 ,000

Una posible solución para poder realizar el análisis longitudinal de la información

resumida de las variables consideradas, es la aplicación de la técnica del Análisis del

Espacio Común (Krzanowski, 1979). Esta técnica es un método algebraico que permite

encontrar un espacio bidimensional lo más próximo posible a todos los subespacios

bidimensionales generados por el ACP realizado año por año. Este espacio común

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permitirá la comparación longitudinal y transversal de las provincias españolas en

términos del comportamiento y la evolución de su esperanza de vida a las distintas

edades.

La aplicación del espacio común parte de los dos vectores propios que definen las

componentes principales en el ACP de cada año. Si se denomina Ui a la matriz de

dimensión 19x2 cuyas columnas son los dos vectores propios de la matriz de

correlación entre las variables consideradas en el año i ( 1991,2010i ), entonces la

descomposición espectral de la matriz

2010

1991

· 'i i

i

H U U

genera un subespacio de dimensión 2 que es el más próximo posible a los 20 espacios

bidimensionales derivados del ACP, en el sentido de que cada una de las componentes

del espacio común minimiza la distancia a cada una de las componentes de los espacios

bidimensionales generados para cada año.

En este caso, el método del análisis del espacio común es muy adecuado, puesto que no

presenta los problemas que se le han atribuido habitualmente. En primer lugar, los datos

analizados son muy estables en el tiempo. En cada instante temporal analizado, las dos

componentes principales son muy estables, puesto que los dos primeros autovalores de

las matrices de correlación son muy grandes en relación al resto (las dos componentes

acumulan más de un 97% de la variabilidad observada en cualquier caso). En segundo

lugar, estamos analizando en cada uno de los períodos de tiempo considerados un

mismo número de variables medidas sobre el mismo conjunto de casos (las 52

provincias o Ciudades Autónomas consideradas y el Total Nacional), con lo que no se

encuentran irregularidades en los tamaños muestrales analizados.

Una vez aplicado el método del Análisis del Espacio Común, se obtiene una nueva

configuración bidimensional de la información de la esperanza de vida a las distintas

edades consideradas para varones y mujeres durante los 20 años considerados. Para

entender exactamente qué es lo que explica cada una de estas dos componentes

comunes, se presentan en las Figuras 1 y 2 los coeficientes de correlación entre las

variables observadas y las dos Componentes Comunes obtenidas, a modo de Gráfico de

Componentes en un Análisis de Componentes Principales, diferenciando los casos de

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varones y mujeres que, como se ha indicado en el apartado introductorio, presentan

diferencias entre sí. Hay que observar que en este análisis, ya se están considerando

conjuntamente todas las provincias a lo largo de todo el período temporal analizado, lo

que permitirá representar todos los casos de análisis, facilitando la comparación tanto

transversal como longitudinal de los mismos.

Figura 1: Coeficientes de correlación entre las variables observadas

y las Componentes Comunes. Varones.

Figura 2: Coeficientes de correlación entre las variables observadas

y las Componentes Comunes. Mujeres.

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Como se puede apreciar a partir de las Figuras 1 y 2, la primera componente del Espacio

Común es una componente de tamaño, pues se encuentra altamente correlacionada con

todas las variables analizadas. De este modo, aquellas provincias que alcancen un valor

alto en esta componente serán las que tengan un mejor comportamiento en cuanto a la

esperanza de vida que presentan a las distintas edades, mientras que las que obtengan un

valor más bajo, tendrán una peor perspectiva en cuanto a los años que restan por vivir a

las diferentes edades. De este modo, se puede denominar a esta primera componente del

espacio común como expectativa de vida.

La segunda componente se relaciona escasamente con las esperanzas de vida a las

diversas edades, aunque se aprecia una ligera correlación positiva con la esperanza de

vida a edades más altas, como es el caso de los varones, en el que la correlación entre la

segunda componente del espacio común y la esperanza de vida a los 85 años es de

0,615. Por esta razón, no parece lógico emplearla en el estudio, puesto que la

información que aporta no es demasiado relevante.

En las Figuras 3 y 4 se representan las puntuaciones de todas las provincias y las

Ciudades Autónomas en el espacio común obtenido. Por tanto se incluyen para cada una

de ellas los 20 puntos que sitúan su evolución a lo largo de todo el período 1991-2010.

Así, los casos que quedan más a la derecha tienen una expectativa de vida superior al

Total Nacional, que se encuentra aproximadamente en la parte central de la gráfica,

mientras que los casos que quedan más a la izquierda poseen una expectativa de inferior

al Total Nacional.

Page 15: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

14

Figura 3: Representación de las provincias en las componentes del Espacio Común.

Varones.

Figura 4: Representación de las provincias en las componentes del Espacio Común.

Mujeres.

Page 16: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

15

A continuación se hace un análisis pormenorizado de la trayectoria seguida por cada

provincia o Ciudad Autónoma con relación a la seguida por el Total Nacional, con el

objetivo de caracterizar a las provincias en tres grupos. El primer grupo estará formado

por aquellas provincias que tengan una menor expectativa de vida que el Total

Nacional, y presentaran valores más pequeños que el Total Nacional en la Primera

Componente Común durante todo el período de análisis. El segundo grupo, estará

formado por aquellas provincias que tengan en general una mayor expectativa de vida

que el Total Nacional en todo el período, y sus trayectorias en el Espacio Común se

situarán a la derecha. Por último, incluiremos en un grupo intermedio a las provincias

que no permanezcan siempre por encima o por debajo del Total Nacional, sino que sus

trayectorias se crucen con él, por lo menos una vez, a lo largo del tiempo.

En la Tabla 4, se muestra la clasificación obtenida según el criterio considerado para

comparar la trayectoria seguida por cada provincia o Ciudad Autónoma en relación con

el Total Nacional, para el caso de los varones.

Tabla 4: Clasificación de las provincias españolas atendiendo a su comportamiento

general en cuanto a la expectativa de vida en relación con el Total Nacional. Varones. Provincias con peor

expectativa de vida que el

Total Nacional

Provincias con expectativa de

vida no comparable con el

Total Nacional

Provincias con mejor

expectativa de vida que el

Total Nacional

Almería

Asturias

Badajoz

Cádiz

Granada

Huelva

Las Palmas

Málaga

Sevilla

Valencia

Alicante

Araba/Álava

Balears, Illes

Barcelona

Bizkaia

Cáceres

Cantabria

Castellón/Castelló

Ceuta

Ciudad Real

Córdoba

Coruña, A

Guipuzkoa

Jaén

León

Lugo

Melilla

Murcia

Ourense

Palencia

Pontevedra

Santa Cruz de Tenerife

Zaragoza

Albacete

Ávila

Burgos

Cuenca

Girona

Guadalajara

Huesca

La Rioja

Lleida

Madrid

Navarra

Salamanca

Segovia

Soria

Tarragona

Teruel

Toledo

Valladolid

Zamora

Page 17: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

16

En la Tabla 5, se muestra la situación de cada una de las provincias españolas en

relación a la evolución del Total Nacional en cuanto a la expectativa de vida obtenida

según el método del Espacio Común para las mujeres

Tabla 5: Clasificación de las provincias españolas atendiendo a su comportamiento

general en cuanto a la expectativa de vida en relación con el Total Nacional. Mujeres. Provincias con peor

expectativa de vida que el

Total Nacional

Provincias con expectativa de

vida no comparable con el

Total Nacional

Provincias con mejor

expectativa de vida que el

Total Nacional

Alicante

Almería

Badajoz

Cádiz

Castellón/Castelló

Ceuta

Córdoba

Granada

Huelva

Jaén

Las Palmas

Málaga

Murcia

Sevilla

Valencia

Albacete

Asturias

Balears, Illes

Cáceres

Ciudad Real

Coruña, A

Girona

Lleida

Lugo

Melilla

Pontevedra

Santa Cruz de Tenerife

Tarragona

Toledo

Zaragoza

Araba/Álava

Ávila

Barcelona

Bizkaia

Burgos

Cantabria

Cuenca

Guadalajara

Guipuzkoa

Huesca

La Rioja

León

Madrid

Navarra

Ourense

Palencia

Salamanca

Segovia

Soria

Teruel

Valladolid

Zamora

En los grupos que se describen en las Tablas 4 y 5 se aprecia cierta estabilidad, y se

encuentran algunas provincias cuya expectativa de vida es inferior a la del Total

Nacional en cualquier caso (considerando los varones o las mujeres). Concretamente, se

trata de las provincias de Badajoz, Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Granada, Almería,

Valencia y Las Palmas, que forman un arco sur de territorios cuya expectativa de vida

es inferior a la del Total Nacional. Por otra parte, hay provincias cuya expectativa de

vida supera a la del Total Nacional en ambas subpoblaciones de varones y mujeres. Se

trata de las provincias de Zamora, Salamanca, Valladolid, Ávila, Segovia, Burgos,

Soria, La Rioja, Navarra, Teruel, Huesca, Madrid, Guadalajara y Cuenca. Estas

provincias forman un territorio en el que la expectativa de vida toma mayores valores

que la del Total Nacional.

Page 18: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

17

En la Figura 5 se muestran sombreados en azul las provincias cuya expectativa de vida

es superior a la del Total Nacional en todos los años para el colectivo de varones,

mientras que en rojo se señalan aquellas con valores más pequeños.

Figura 5: Grupos de provincias con mejor o peor expectativa de vida que el Total

Nacional en el período 1991-2010. Varones

En la Figura 6 se muestran sombreados en azul las provincias cuya expectativa de vida

es superior a la del Total Nacional en todos los años para el colectivo de mujeres,

mientras que en rojo se señalan aquellas con valores más pequeños.

Figura 6: Grupos de provincias con mejor o peor expectativa de vida que el Total

Nacional en el período 1991-2010. Mujeres

Page 19: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

18

Por último, en la Figura 7 se muestran sombreados en azul las provincias cuya

expectativa de vida para las personas de ambos géneros es superior a la del Total

Nacional en todos los años, mientras que en rojo se señalan aquellas con valores más

pequeños.

Figura 7: Grupos de provincias con mejor o peor expectativa de vida que el Total

Nacional en el período 1991-2010. Varones y mujeres

5. CONCLUSIONES

En este trabajo se trata de establecer agrupaciones de provincias que han tenido una

estructura similar en cuanto a las condiciones de mortalidad, usando como referencia la

del Total Nacional. Para realizar este trabajo se han utilizado las esperanzas de vida a

las diferentes edades de todas las provincias, diferenciadas por género, durante el

período 1991-2010.

En primer lugar, se hace una breve introducción metodológica de las tablas de

mortalidad, para explicar las relaciones que se establecen entre las diferentes funciones

biométricas y cuál es el significado y la importancia de estudiar la esperanza de vida

para analizar como incide el fenómeno de la mortalidad en una población.

Seguidamente, se exponen cuáles son las fuentes de datos que se han utilizado, haciendo

una breve descripción de las últimas aportaciones metodológicas hechas por el INE.

Page 20: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

19

Una vez seleccionada la fuente de datos, se ha utilizado una metodología algebráica

para encontrar un resumen de la esperanza de vida a las distintas edades para las

provincias españolas a lo largo del período 1991-2010. La ventaja del análisis del

espacio común empleado es que permite generar una combinación lineal de las variables

de partida que hacen posible la comparabilidad transversal y longitudinal de los casos

de análisis. Este estudio incluye una cantidad de información muy importante de las

variables de partida (medida a través de la varianza que queda explicada), y permite

captar detalles que la esperanza de vida al nacer no es capaz de detectar por sí misma.

En este sentido, la esperanza de vida al nacer resume las condiciones de mortalidad de

la población en una sola cifra promedio, pero no revela posibles perturbaciones o

cambios en la mortalidad a determinadas edades, pudiendo ocurrir que se refleje en una

misma cifra dos escenarios diferentes de mortalidad. Por esta razón, el método

empleado en este trabajo permite refinar el análisis de la esperanza de vida teniendo en

cuenta la mortalidad a todas las edades.

La primera componente común que se ha obtenido acumula una gran proporción de la

variabilidad de los datos, quedando definida como una componente de tamaño, es decir,

como una combinación lineal de las esperanzas de vida a las distintas edades. Por esta

razón, se la ha denominado expectativa de vida. La segunda componente común parece

estar relacionada con las esperanzas de vida a edades más avanzadas, pero presenta

coeficientes de correlación con respecto a ellas muy pequeños, por lo que no se ha

considerado su interpretación en este trabajo.

Como resultado final, se han clasificado las provincias españolas en tres categorías

atendiendo a la evolución de su expectativa de vida comparada con la del Total

Nacional. Esta clasificación es muy estable, tanto para varones como para mujeres, y

descubre ciertos patrones geográficos. Si se analiza el grupo de las provincias con peor

expectativa de vida que el Total Nacional, se aprecia en el caso de las mujeres, que este

grupo está formado por provincias colindantes del sur y Levante, mientras que en el

caso de los varones desaparece este efecto de contigüidad provincial, puesto que se

excluyen algunas provincias de Andalucía y de Levante, y se incluye Asturias. En

cuanto al análisis de las provincias con mejor expectativa de vida que el Total Nacional

se sitúan, en términos generales, en la zona centro y norte del país, destacando la

mayoría de provincias de Castilla-León, así como La Rioja, Navarra, Huesca, Teruel,

Page 21: ANÁLISIS DE LA ESPERANZA DE VIDA EN LAS PROVINCIAS ...

20

Guadalajara, Cuenca y Madrid, cuyas trayectorias se sitúan por encima de las del Total

Nacional en todo el período considerado, tanto para varones como para mujeres.

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