Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

5
INVESTIGACIÓN Historia secreta de la hija no reconocida que tuvo con una colaboradora. Y por qué dice: “De mi vida privada no hablo”. O currió horas después de que Aní- bal Fernández (53) asumiera la Jefatura de Gabinete, allá por julio del 2009. El por entonces secretario privado de la Presidenta, Fabián Gu- tiérrez, seguía ocupando uno de los despachos contiguos al que de allí en más le correspondería al funcionario del famoso bigote, y no pensaba mu- darse. La primera que le dijo que de- bía marcharse fue una colaboradora jerárquica de Aníbal, una mujer de cabello castaño y figura sensual, que reclamaba esa oficina para sí misma: “Te tenés que ir, esto es de Jefatura de Gabinete”. Pero el intruso se resistió: “No, vos no entendés. Yo soy el secre- tario de Cristina”. La mujer informó a su jefe, que de inmediato llamó por teléfono al “okupa”. “¿Vos quién sos?”, lo increpó, y volvió a escuchar la misma respuesta. Entonces Aníbal perdió la paciencia: “Escuchame, pi- be. Si no te vas en cinco minutos, te hago sacar con la policía. ¿O no sabés que yo manejo la policía?”. El secretario Gutiérrez huyó para no volver. Y la colaboradora de Fer- nández se quedó con esa estratégica oficina pegada a la del jefe. Pero lo que importa realmente en esta his- toria es qué relación tiene Aníbal con ella, y por qué la ahora cada vez más influyente funcionaria está a su la- do desde principios de los años 90, cuando él daba sus primeros pasos en la política. Tras dos meses de investigación, NOTICIAS pudo certificar con once fuentes -todas cercanas a Fernández, y cuatro de ellas de su entorno más íntimo- lo que se contará en estas pá- ginas. El jefe de Gabinete tiene una hija no reconocida con la funcionaria en cuestión. La chica ya cumplió 14 años y Fernández se resiste a darle su apellido, a pesar a ser el ministro más poderoso del Gobierno que hizo de los derechos humanos su principal bandera. ¿Es aceptable que alguien que ocupa ese destacado cargo, y que ejerció, además, el de ministro de Justicia y Derechos Humanos, le niegue a su hija el derecho a la identidad, uno de los más básicos e importantes que hay? Las fuentes que corroboraron la in- formación sobre Fernández y su hija extramatrimonial son un estrechísimo ex colaborador de él durante muchos años, un viejo amigo que lo visita al menos dos veces por semana, un ex ministro que lo conoce en detalle por la gestión que compartieron, uno de los hombres que antecedieron a Aní- bal en su actual cargo, un conocido referente del peronismo bonaerense, un poderoso ministro con el que tie- ne trato diario, un colaborador ex- terno de la Jefatura de Gabinete, un diputado cercano a él, un ex jefe de Inteligencia con el que compartió el Gabinete en otros tiempos, uno de los pocos periodistas en los que con- fía y un operador de la Casa Rosada vinculado al funcionario. El propio Fernández, consultado sobre su hija no reconocida, le con- testó a NOTICIAS en tres oportuni- dades: “De mi vida privada no voy a hablar”. Y otra fuente clave, el ex marido de la funcionaria de Aníbal, dio una respuesta brutal cuando es- ta revista lo consultó sobre la verda- dera paternidad de la chica, que en los papeles lleva su apellido y no el de Fernández. Ante la pregunta de si ella era hija de Aníbal, el hombre dijo, irritado: “¿Y cuál es el problema si así fuera?”. Los nombres de la funcionaria, su ex marido y la hija de Fernández se mantienen en reserva para preservar la identidad de la menor. SECRETO REVELADO. El jefe de Ga- FOTO DE TAPA: ADRIÁN STEHLIK (DIARIO PERFIL) - FOTOS: OCTAVIO MANCINI Y EDUARDO LERKE. Aníbal no aclara ni niega. “De mi vida privada no hablo. Jamás lo hice y nunca me metí en la de otros. ¿Por qué debería hacerlo?”. CON SU ESPOSA. Aníbal y María del Carmen Barreiro en Villa Gesell. Él tiene una hija extramarital de 14 años a la que le niega su apellido.

Transcript of Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

Page 1: Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

INVESTIGACIÓN

Historia secreta de la hija no

reconocida que tuvo con una

colaboradora. Y por qué dice: “De mi vida privada no hablo”.

Ocurrió horas después de que Aní-bal Fernández (53) asumiera la

Jefatura de Gabinete, allá por julio del 2009. El por entonces secretario privado de la Presidenta, Fabián Gu-tiérrez, seguía ocupando uno de los despachos contiguos al que de allí en más le correspondería al funcionario del famoso bigote, y no pensaba mu-darse. La primera que le dijo que de-bía marcharse fue una colaboradora jerárquica de Aníbal, una mujer de cabello castaño y figura sensual, que reclamaba esa oficina para sí misma: “Te tenés que ir, esto es de Jefatura de Gabinete”. Pero el intruso se resistió: “No, vos no entendés. Yo soy el secre-tario de Cristina”. La mujer informó a su jefe, que de inmediato llamó por teléfono al “okupa”. “¿Vos quién sos?”, lo increpó, y volvió a escuchar la misma respuesta. Entonces Aníbal perdió la paciencia: “Escuchame, pi-be. Si no te vas en cinco minutos, te hago sacar con la policía. ¿O no sabés que yo manejo la policía?”.

El secretario Gutiérrez huyó para no volver. Y la colaboradora de Fer-nández se quedó con esa estratégica oficina pegada a la del jefe. Pero lo que importa realmente en esta his-toria es qué relación tiene Aníbal con ella, y por qué la ahora cada vez más influyente funcionaria está a su la-do desde principios de los años 90, cuando él daba sus primeros pasos en la política.

Tras dos meses de investigación, NOTICIAS pudo certificar con once fuentes -todas cercanas a Fernández, y cuatro de ellas de su entorno más íntimo- lo que se contará en estas pá-ginas. El jefe de Gabinete tiene una hija no reconocida con la funcionaria en cuestión. La chica ya cumplió 14 años y Fernández se resiste a darle su apellido, a pesar a ser el ministro más poderoso del Gobierno que hizo de los derechos humanos su principal bandera. ¿Es aceptable que alguien que ocupa ese destacado cargo, y que ejerció, además, el de ministro de Justicia y Derechos Humanos, le niegue a su hija el derecho a la identidad, uno de los más básicos e importantes que hay?

Las fuentes que corroboraron la in-formación sobre Fernández y su hija

extramatrimonial son un estrechísimo ex colaborador de él durante muchos años, un viejo amigo que lo visita al menos dos veces por semana, un ex ministro que lo conoce en detalle por la gestión que compartieron, uno de los hombres que antecedieron a Aní-bal en su actual cargo, un conocido referente del peronismo bonaerense, un poderoso ministro con el que tie-ne trato diario, un colaborador ex-terno de la Jefatura de Gabinete, un diputado cercano a él, un ex jefe de Inteligencia con el que compartió el Gabinete en otros tiempos, uno de los pocos periodistas en los que con-fía y un operador de la Casa Rosada vinculado al funcionario.

El propio Fernández, consultado sobre su hija no reconocida, le con-

testó a NOTICIAS en tres oportuni-dades: “De mi vida privada no voy a hablar”. Y otra fuente clave, el ex marido de la funcionaria de Aníbal, dio una respuesta brutal cuando es-ta revista lo consultó sobre la verda-dera paternidad de la chica, que en los papeles lleva su apellido y no el de Fernández. Ante la pregunta de si ella era hija de Aníbal, el hombre dijo, irritado: “¿Y cuál es el problema si así fuera?”.

Los nombres de la funcionaria, su ex marido y la hija de Fernández se mantienen en reserva para preservar la identidad de la menor.

SECRETO REVELADO. El jefe de Ga-

FOTO DE TAPA: ADRIÁN STEHLIK (DIARIO PERFIL) - FOTOS: OCTAVIO MANCINI Y EDUARDO LERKE.

Aníbal no aclara ni niega. “De mi

vida privada no hablo. Jamás lo hice

y nunca me metí en la de otros.

¿Por qué debería hacerlo?”.

CON SU ESPOSA. Aníbal y María del

Carmen Barreiro en Villa Gesell.

Él tiene una hija extramarital de 14

años a la que le niega su apellido.

Page 2: Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

20 de febrero del 2010/NOTICIAS36 FOTOS: CEDOC.

binete y su estrecha colaboradora trabajan juntos desde hace casi dos décadas, cuando ella andaba por los veintipico. Él estaba casado desde antes con su actual esposa, María del Carmen Barreiro (51), con quien tiene un hijo, Facundo (26). Con su colaboradora, Fernández comenzó una relación paralela de la que nació su hija en diciembre de 1995. Había dos grandes problemas: no sólo el ma-

trimonio de Aníbal, quien se negaba a reconocer a la nena, sino también el estado civil de su colaboradora, casada desde hacía tiempo con un atlético hombre que hoy tiene 53 años y es empleado de la gobernación de Buenos Aires. La solución que en-contraron fue un acuerdo: Aníbal se desentendía de la paternidad de la beba, y el por entonces marido de su colaboradora-amante le daba su ape-llido. “Sigo casado y con un hijo”, era y sigue siendo el argumento de Fer-nández cuando le preguntan por qué nunca reconoció ser el padre.

Los amigos más cercanos de Aní-bal explican que él “la dejó casarse” a su colaboradora porque no estaba dispuesto a separarse de su esposa, y por eso no podía ofrecerle una re-lación “oficial”. La funcionaria pasó por el altar, tuvo primero un hijo de su marido, y cinco años más tarde

nació la nena, fruto de su amor con Fernández. Se divorció de su marido cuando la chica cumplió los 8, en el 2003. Y fue a partir de esa época que su jefe Aníbal empezó a ver con cierta frecuencia a la nena. Hasta entonces se había mantenido alejado de ella y sólo ayudaba económicamente a mantenerla.

Un viejo amigo de Fernández lo resume así: “A él le hizo un clic en

NOTA DE TAPA

Cuando uno en-gendra un hijo de-be también adop-tarlo como propio. Se trata de un paso psíquico que termi-na de completar la idea de paternidad. Esta adopción se

hace en el momento del nacimien-to del niño, después o nunca. Los cambios en la relaciones de pareja suelen incidir de manera funda-mental en cómo será el lazo que una a un padre con su hijo.

La paternidad es un cambio importante en la vida de una per-sona: se adopta el rol social que conlleva responsabilidades y que alcanza el nivel de obligaciones legales.

Reconocer a un hijo como pro-pio no es un mero procedimiento legal. Hay padres que se hacen cargo legalmente, pero no en lo afectivo. Otros, en cambio, consi-deran a ese niño su hijo pero por alguna razón íntima evitan darle su apellido y así hacerlo su hijo también ante los otros. En am-bos casos se trata de una adop-ción incompleta, una paternidad ejercida a medias.

Darle el apellido a un hijo es una acción con una impronta psico-lógica muy fuerte. Es el acto que hace del niño un nuevo miembro del clan. Si el padre se niega a esa cesión, hace de su hijo un ser in-completo a priori. Además, si tiene otros hijos reconocidos a los que sí les dio su apellido se genera una desigualdad que desemboca en hijos “de segunda” y “de primera”. En los últimos tiempos, muchos hombres encontraron una solu-ción para este tipo de esquemas familiares: tienen familias del tipo “tuyos, míos, nuestros”, donde conviven hijos de diferentes pa-rejas. Por otra parte, reconocer a un hijo y tener una paternidad de pleno ejercicio hace a los hom-bres capaces de adquirir nuevas habilidades y los vuelve más flexi-bles y conscientes en sus ideas y conductas.

* PSICÓLOGA, AUTORA DE “TUYOS, MÍOS,

NUESTROS” DE EDITORIAL LUMEN

PATERNIDAD INCOMPLETA

Escribe BEATRIZ GOLDBERG *

n el historial político son va-rios los casos de hijos no re-conocidos que tuvieron que pelear hasta en la Justicia

para lograr llevar el apellido de sus padres. El caso más emblemático es el de Carlos Nair Meza, el hijo extramatrimonial que el ex presi-dente Carlos Menem tuvo con la fa-llecida diputada Martha Nair Meza en 1981. NOTICIAS había revelado la historia y las fotografías, por pri-mera vez, en 1994. Con juicios de por medio, la Justicia dictaminó recién en el 2006 que Menem era el padre biológico de Nair y que tenía derecho a la herencia. Después, la historia cambió. Al otro año, en el 2007, Nair hasta hizo campaña por su padre para la trunca goberna-ción riojana y se mostraron juntos en perfecta armonía.

No fue el único caso en la fami-lia Menem. En 1988 nació Anto-

E

MENEM Y SCIOLIOTROS CASOS

El ex marido de la funcionaria, que

le dio su apellido a la hija, no niega

la paternidad de Aníbal: “¿Y cuál es

el problema si así fuera?”.

Page 3: Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

20 de febrero del 2010/NOTICIAS 37FOTOS: PABLO PUENTE Y CEDOC.

la cabeza cuan-do ella se separó. Entonces comen-zó a ver a su hi-ja y a interesarse por ella como pa-dre. Es cierto que no le da el ape-llido, pero no es que no se haga cargo. Entiénda-

lo, ¿o usted no haría lo mismo si es-tuviera casado y tuviera un hijo con otra?”. El amigo, que lo estima, inten-ta justificar al jefe de Gabinete. Aporta otros datos en su defensa: “Hay veces en que Aníbal la lleva al colegio a la nena, no es que la esconda. Mire, en los actos de asunción de él, que pa-só por varios ministerios en el último tiempo, siempre estaban la nena y su madre, la funcionaria, sentadas

en la segunda fila. En primera fila se sentaban la esposa y el hijo que tiene con ella. Y también estaban las dos familias cuando a Aníbal le dieron el título de abogado en la Universidad de Lomas de Zamora, en el 2008”.

¿El matrimonio de Fernández se desgastó por esa vida paralela del funcionario? Las fuentes de su círcu-lo íntimo coinciden: hubo una fuerte crisis en el 2002, cuando él ocupaba la Secretaría General de la Presiden-cia en tiempos de Eduardo Duhalde. No se separó de su esposa, pero es-tuvo cerca, y su compleja situación sentimental era la comidilla del resto del Gabinete.

Ni siquiera los amigos que justifi-can la actitud de Fernández logran explicar la flagrante contradicción de un funcionario que en público dice defender el derecho a la identidad, y que desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos hasta impulsó una iniciativa en ese sentido, la lla-mada “Ley del nombre”, que genera la obligación de que los recién nacidos lleven el apellido del padre y la madre con el objetivo de darle mayor segu-

ridad a la identidad de los menores. Lo cierto es que Fernández no hace lo que pregona, y se niega a reconocer ante la ley a su hija. Y eso que ya ni siquiera existe el atenuante -discuti-ble- de que la madre de la chica esté casada con otra persona.

Un hombre de extrema confianza de la Presidenta asegura que Cristina Fernández también estaba al tanto de la situación, y que siempre temió que se hiciera pública. Por eso desaprobó que la colaboradora de Aníbal que-dara como segunda debajo de él en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en diciembre del 2007. Fernández quería darle ese puesto a la madre de su hija, pero a Cristi-na le pareció un lugar de demasiada exposición. “Si esto llega a saltar, es un escándalo”, la escuchó decir uno de sus ministros.

HABLA ANÍBAL. NOTICIAS hizo repe-tidos intentos por conocer la versión del jefe de Gabinete. Primero llamó a su vocero, Fernando Coradazzi, y le preguntó concretamente por la hija de 14 años que no tiene su apellido. La respuesta tardó una semana en

llegar: “De eso no va a hacer ningún comentario. Aníbal dice que no tiene problema en conversar con ustedes sobre cuestiones del Gobierno y la política, pero de su vida privada no quiere hablar”.

NOTICIAS: Pero es que acá no se trata de vida privada. Es un jefe de Gabinete y ex ministro de Justicia y Derechos Humanos que le niega a su hija el derecho a la identidad. ¿Le aclaró que nosotros pensamos eso?

Fernando Coradazzi: Se lo dije, sí.

nella, hija de Carlos Menem junior y la promotora Amalia Pinetta. “Carli-tos”, que falleció después del trágico accidente aéreo en 1995, nunca lle-gó a conocerla, y la familia decidió no reconocerla. Pero el juicio por la identidad había comenzado en el 92. Dos años después, se realizó un ADN extrajudicial que alcanzó al entonces presidente, a su ex mujer, Zulema, y a su hija Zulemita. Antonella, que el año pasado cumplió 21 años y recién hace algunas semanas logró cobrar la herencia, porta el apellido del padre desde el 2004.

El otro caso resonante fue el de Da-niel Scioli y su hija Lorena. La existen-cia de una supuesta hija suya recién se conoció en 1990. Por entonces, ella tenía 13 años y no era reconocida por el ex campeón de motonáutica. Hija de una rosarina, el gobernador bonae-rense recién reconoció a su hija cuatro años más tarde, en el 94. En el medio, hubo idas y vueltas y acercamientos, y Karina Rabolini, actual mujer de Scioli, fue clave en la reconciliación. Actualmente, Scioli mantiene una ex-

CON CRISTINA.

Aníbal es su

funcionario más

poderoso. Ella

está al tanto

de su relación

extramatrimonial y

la desaprueba.

IDENTIDAD. Scioli recién reconoció a

su hija Lorena en 1994. A Carlos Nair,

la Justicia le dio la razón en el 2006, y

a Antonella Menem en el 2004.

celente relación con su hija. En los tres casos, como en el ac-

tual de Aníbal Fernández, el perio-dismo tuvo un rol clave en el reco-nocimiento. Muchos años después, llegó la Justicia.

Page 4: Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

38 FOTOS: OCTAVIO MANCINI Y CEDOC.

Pero él no lo siente así, para él es vida privada. Dice que ustedes están en su derecho a pensar distinto y que pu-bliquen lo que quieran, pero que de su vida privada no va a hablar.

Días después, una cronis-ta de NOTICIAS interceptó a Fernández en el parador Olalá de Villa Gesell, donde pasa parte de sus fines de semana durante el verano. El funcionario, ya alertado, escapó antes de que ni si-quiera pudiera formularse la pregunta.

NOTICIAS: Aníbal, soy de NOTICIAS, ¿podemos hablar un minuto?

Aníbal Fernández: ¿De NO-TICIAS? No, de mi vida priva-da no voy a hablar. Chau.

NOTICIAS: Es sobre su hija no reconocida. No se vaya, Fernández.

El funcionario se alejó dan-do largas zancadas y sin responder, mientras sus custodios se interpo-nían entre la cronista y él. La escena semejaba a un tackle de un partido de rugby.

Después de rehuir a esta revista durante varias semanas más, en los últimos días Fernández por fin aceptó conversar con un periodista de NOTI-CIAS. Aunque su respuesta no varió: seguía sin aclarar ni negar nada. La lógica más elemental indica que de-bería desmentir la información si la

considerara inexacta. NOTICIAS: Fernández, sólo dígame

si es verdad o no lo de su hija...Fernández: Mire, yo jamás hablé de

mi vida privada y nunca me metí en la de otros. ¿Por qué debería hablar de mi intimidad?

Y dio por terminada la charla. NOTICIAS también intentó comu-

nicarse con la funcionaria con la que Aníbal tuvo a su hija, pero ella no de-volvió los llamados.

Además, esta revista ubicó al ex marido de la colaboradora de Fer-nández, quien le dio su apellido a la chica cuando nació. El hombre se sorprendió ante la imprevista llegada del periodista a su casa de la localidad de Banfield, en el partido bonaeren-

se de Lomas de Zamora. Estaba to-mando sol en el jardín cuando sonó el timbre. Estudió un rato la tarjeta del cronista y lanzó una mirada de odio desde sus ojos claros.

NOTICIAS: Tenemos la información de que Aníbal Fernández tiene una hija de 14 años con su ex esposa. Una nena a la que usted le dio su apellido.

Ex marido: (Sorprendido). ¿Eh? Chau, váyase de acá.

NOTICIAS: Mire, lo de la hija de Aní-

20 de febrero del 2010/NOTICIAS

NOTA DE TAPA

Si bien el tema del reconocimiento de la filiación extra-matrimonial -el derecho del ser humano a cono-cer sus raíces, su pertenencia fami-liar- se acentuó en

nuestro país por razones políti-cas ya conocidas, es muy común que por motivos personales haya hombres que no reconocen la existencia de hijos extramatri-moniales, como si el niño hu-biera nacido sólo de una madre sin intervención masculina. En suma, avasallan el derecho que nuestra legislación le da a to-do niño a conocer su verdadera identidad.

Estos derechos tienen ampa-ro constitucional y, además, es-tán garantizados por el Código Civil donde se especifican los derechos extramatrimoniales y se aseguran hasta los derechos sucesorios y los resarcimientos por daños.

De este modo, muchas veces queda diferido el momento de sa-ber la verdad a la adolescencia o mayoría de edad, o al momento en que la madre interpone un juicio de filiación, ocasionando un daño muchas veces irrepa-rable.

Ese daño debe evitarse: el niño debe ser reconocido espontánea-mente por su padre biológico. Si no lo hace, su madre deberá re-currir a la Justicia para que se logre establecer la verdad bioló-gica y para que se establezca un vínculo parental, un régimen de visitas con el otro progenitor y una cuota alimentaria.

Cuando ese reconocimiento no es voluntario -no se le da trato de tal, no se colabora con sus ali-mentos- es el momento de iniciar una acción judicial para lograr esos objetivos. Nuestro ordena-miento jurídico prevee que la madre también pueda perseguir una indemnización para ambos, porque el que ocasiona un daño debe repararlo.

* ABOGADA

DERECHO A LA IDENTIDAD

Escribe ANA ROSENFELD *

unca se llevaron bien. Jamás. Desde la génesis del kirchne-rismo, allá por el 2003, Aní-bal Fernández y Julio De Vido

–hoy, dos de los ministros K con más peso– mantienen una relación fría, distante, en la que a veces se profesan odio. Al ministro de Pla-nificación nunca le gustaron los dirigentes de perfil alto, verborrá-gicos, del estilo del jefe de Gabine-te. A Fernández no le caen bien los desmanejos del abultado presu-puesto que maneja De Vido, en es-pecial en las áreas de obra pública y subsidios.

Pero la pésima historia entre am-bos tiene un tercero en discordia: el ex jefe de Gabinete Alberto Fernán-dez, histórico enemigo del ministro

MINISTRO ENEMIGODE VIDO

N

Un amigo de Aníbal lo defiende:

“No le dio el apellido a su hija, pero

tampoco la esconde. A veces

incluso la lleva al colegio”.

DOS VIDAS. Fernández reparte

sus vacaciones

entre Villa Gesell,

con su esposa,

y Cariló, donde

veranea la madre

de su hija.

Page 5: Anibal Fernandez y Su Hija Extramatrimonial

bal lo confirmaron personas muy cer-canas a él. ¿Usted lo va a negar?

Ex marido: (Duda, abre los brazos). Yo no niego ni confirmo nada. Váya-se, por favor.

NOTICIAS: ¿Entonces es cierto?Ex marido: (Furioso). ¿Y cuál es el

problema si así fuera?NOTICIAS: Lo con-

firma...Ex marido: No

quiero hablar con ustedes, váyase ya

de mi casa.NOTICIAS: ¿Usted es funcio-

nario?Ex marido: ¿Funcionario yo?

Por favor, míreme... El hombre, alterado, seña-

ló su traje de baño -estaba en cuero-, dio media vuelta y sin despedirse desapareció tras la puerta de su casa. Es cierto que no es funcionario ni estaba trajeado, pero sí figura como empleado de la Secretaría de Deportes de la gobernación bonaerense, y antes tenía un cargo de asesor en la adminis-tración provincial, tal como fi-gura en la declaración jurada de su ex esposa, la funciona-ria de Aníbal. Las fuentes más cercanas al jefe de Gabinete insinúan que esos trabajos en el sector público podrían formar parte del acuerdo con-fidencial por el cual el hombre asumió la paternidad de la hija de Fernández.

DOBLE VIDA. Los compañeros de ruta de Aníbal aseguran que él debe dividirse en dos para atender las demandas de su esposa y las de su colaboradora de toda la vida. Por ejemplo, cuentan que festeja dos ve-ces su cumpleaños, la primera con su familia legítima y los amigos más

solemnes, en Quilmes; la segunda fiesta, en Lomas de Zamora, con su funcio-naria y su hija, y el entor-no más “compinche” que desde hace años es testigo de esa relación extramari-tal. En el 2007, cuando el funcionario cumplió los 50, la fiesta clandestina fue tan concurrida como la oficial y la musicalizó el conocido grupo La Mosca. Ninguno de los presentes puede ol-vidar la felicidad que Aníbal irradiaba ese día.

Los fines de semana son igual de ajetreados, según confiesan sus colaborado-res: los viernes suele cenar

con su esposa en el restaurante Las Lilas de Puerto Madero, y los domin-gos almuerza con su funcionaria y su hija en otro restó del mismo ba-rrio porteño, Marcelo. Las vacacio-nes también son complicadas. Con su esposa siempre veranea en Villa Gesell, pero a no mucha distancia de esas playas, en la vecina Cariló, alquila una casa su funcionaria, así que Aníbal recorre esos 20 kilómetros ida y vuelta para estar en ambos la-dos. El año pasado, un periodista de NOTICIAS fue testigo: lo sorprendió a Fernández cenando con su colabo-

radora en La Confederada, un tradi-cional restaurante de Cariló ubicado en la esquina de las calles Cerezo y Boyero. Cerca de allí quedaba la casa que alquilaba ella.

Dos lugares de veraneo, dos fies-tas de cumpleaños, dos restaurantes los fines de semana. Lo que el jefe de Gabinete no negocia, en cambio, son los viajes oficiales al exterior, en los que siempre lo acompaña su fiel co-laboradora. Los cercanos a la pareja cuentan que París los deslumbró más que ningún otro lugar.

Pero, al margen de las increíbles piruetas del jefe de Gabinete para mantener su doble vida, lo grave e importante aquí es el hecho de no reconocer a una hija, y cómo puede afectarla a ella esta decisión. Explica la psicóloga Beatriz Goldberg: “Dar-le el apellido a un hijo es el acto que hace del niño un nuevo miembro del clan. Si el padre se niega a esa cesión, hace de su hijo un ser incompleto 'a priori'. Además, si tiene otros hijos que sí están reconocidos, se genera una desigualdad que desemboca en hijos de 'de segunda' y 'de primera'. Cuando uno engendra un hijo debe también adoptarlo como propio. Se trata de un paso psíquico que termina de completar la idea de paternidad” (ver columna).

Aníbal Fernández tiene una hija a la que le niega su identidad. Eso sí, dice que defiende los derechos hu-manos.

20 de febrero del 2010/NOTICIAS 39FOTO: VICTORIA GESUALDI (DIARIO PERFIL).

FRANCO LINDNER [email protected]

de Planificación. El ex funcionario en-contró en su suce-sor al mejor aliado para su guerra –pública y privada– contra De Vido. Cuando Alberto de-jó el Gobierno, Aníbal siguió con la cruzada, pero sumó otras batallas. “Es un pulpo, si te puede pisar, te pisa”, dice un dirigente que lo co-noce bien. De hecho, ya fuera de la Casa Rosada, el jefe de Gabinete se encargó de vapulear a su antecesor y correr del Gabinete a todos los hombres que respondían a él. En su afán de poder, el funcionario no conoce límites.

INTERNA. De Vido

no se lleva bien con

Aníbal Fernández.

Se disputan

espacios de poder.

La información fue corroborada

a lo largo de dos meses de

investigación con 11 fuentes,

todas cercanas al funcionario.

Fernández fue interrogado tres

veces y siempre respondió: “De

mi vida privada no hablo”.

También se consultó a la

funcionaria con la que Fernández

tuvo a su hija, que no respondió. Y

al ex marido de ella, que contestó:

“¿Y cuál es el problema si así

fuera?”

Se mantienen en reserva los

nombres de la hija, la funcionaria

y su ex marido, para preservar la

identidad de la menor.

MANUAL DE PROCEDIMIENTO