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ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS DICIEMBRE 2010

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ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE

LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

DICIEMBRE 2010

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE

LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

DICIEMBRE 2010

El presente informe recoge los resultados de los trabajos de asistencia de servicios del proyecto denominado ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS encargado por la Oficina para la Sostenibilidad, el Cambio Climático y la Participación a través de la Fundación Universidad de Oviedo.

El objeto del encargo es la elaboración de un estudio en el que se analice el esfuerzo necesario y la información disponible para el cálculo del indicador denominado “huella ecológica” para el ámbito de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias.

Responsable por la entidad PAZ ORVIZ IBÁÑEZ

Oficina para la Sostenibilidad, el Cambio Climático y la Participación

Dirección científico­técnica de los trabajos ÁLVAREZ GARCÍA, MIGUEL ÁNGEL

Director del INDUROT ­ Profesor Titular del Departamento de Ecología de la Universidad de Oviedo

Coordinación COLINA VUELTA, ARTURO

Geógrafo ­ Coordinador del Área de Ordenación del Territorio del INDUROT

Autores GONZÁLEZ ÁLVAREZ, JAVIER COLINA VUELTA, ARTURO

GARCÍA DE LA FUENTE, LAURA

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ÍNDICE

1. Introducción y justificación......................................................................................................1

1.1. Introducción.....................................................................................................................1

1.2. Justificación y objetivos del proyecto. ...............................................................................2

1.3. Contexto y antecedentes ..................................................................................................3

2. Cálculo de la huella ecológica...................................................................................................7

2.1. El concepto de huella ecológica ........................................................................................7

2.2. Algunas consideraciones sobre la huella ecológica: fortalezas y limitaciones ....................9

2.3. Enfoque metodológico aplicado por el MARM ................................................................10 2.3.1. Metodología general...........................................................................................11 2.3.2. Metodología de cálculo de la huella ecológica por superficies agrícolas,

ganaderas, forestales y pesqueras .....................................................................17 2.3.3. Metodología de cálculo de la huella ecológica de absorción de CO2.....................20 2.3.4. Metodología de cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado y la

biocapacidad .....................................................................................................26

3. Estudio de casos de huella ecológica en ámbitos regionales...................................................31

3.1. Comunidad Foral de Navarra ..........................................................................................31

3.2. País Vasco ......................................................................................................................36

3.3. Cataluña.........................................................................................................................37

3.4. Andalucía .......................................................................................................................39

4. Primera aproximación al cálculo de la huella ecológica de Asturias: metodología de cálculo, necesidades de información y fuentes de datos. ..............................................45

4.1. Huella Ecológica Agrícola, ganadera, forestal y pesquera.................................................46

4.2. Huella ecológica de absorción de CO2. ............................................................................48

4.2. Huella ecológica por suelo artificializado y biocapacidad. ................................................50

5. Recomendaciones para el cálculo de la huella ecológica de Asturias. .....................................53

Anexo Inventario de Fuentes de datos ......................................................................................57

Fuentes utilizadas......................................................................................................................65

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ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Tipologías de superficies productivas utilizadas por el MARM para el cálculo de la huella ecológica ......................................................................................................................... 11

Tabla 2. Factores de equivalencia según categoría de superficie productiva para la normalización de resultados (2003)............................................................................................ 14

Tabla 3. Tipologías de componentes del consumo utilizados por el MARM en el cálculo de la huella ecológica ......................................................................................................................... 15

Tabla 4. Matriz de relaciones entre componentes del consumo y superficies productivas vinculados a la huella ecológica.................................................................................................. 16

Tabla 5. Tipo y fuentes de información incorporadas al cálculo de la huella ecológica agrícola, ganadera, pesca y forestal de Navarra. ....................................................................................... 34

Tabla 6. Tipo y fuentes de información incorporadas al cálculo de la huella ecológica de absorción de CO2 de Navarra...................................................................................................... 35

Tabla 7. Tipo y fuentes de información incorporadas al cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado y cálculo de la biocapacidad de Navarra. ...................................................... 35

Tabla 8. Categorías y variables incorporadas al cálculo de la huella ecológica del País Vasco....................... 36

Tabla 9. Matriz de relación entre las categorías de consumo y los tipos de territorio productivo. ................................................................................................................................ 41

Tabla 10. Síntesis de la metodología para el cálculo del consumo aparente y para su transformación en territorio productivo (huellas parciales) en la huella ecológica de Andalucía................................................................................................................................... 42

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Esquema simplificado del proceso de cálculo de la huella ecológica en hectáreas globales seguido por el MARM................................................................................................... 12

Figura 2. Esquema del proceso de cálculo de la huella ecológica de los distintos niveles territoriales aplicado por el MARM............................................................................................ 17

Figura 3. Distribucion regional del universo de hogares y establecimientos de hostelería y restauración de la encuesta de consumo alimentario 2009. ........................................................ 19

Figura 4. Proceso de cálculo de la huella ecológica por absorción de CO2 mediante consumo energético directo (metodología estándar)................................................................................. 23

Figura 5. Proceso de cálculo de la huella ecológica de bienes y servicios mediante metodología Input‐Output. ........................................................................................................ 24

Figura 6. Proceso de cálculo de la huella ecológica asociada al consumo energético doméstico por CCAA. ................................................................................................................. 25

Figura 7. Esquema general del proceso de cálculo de la biocapacidad adoptado por el MARM.................... 26

Figura 8. Proceso de cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado, la biocapacidad y el factor de productividad forestal.............................................................................................. 28

Figura 9. Diagrama del proceso de cálculo de la huella ecológica de España. .............................................. 29

Figura 10. Esquema del proceso de cálculo estándar de la huella ecológica, biocapacidad y déficit ecológico de Navarra. ...................................................................................................... 32

Figura 11. Estructuración del sistema de matrices de información, cálculo y modelización de la huella ecológica de Navarra.................................................................................................... 33

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1. INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN

1.1. INTRODUCCIÓN

Desde que a principios de los años 90 del siglo pasado los investigadores Mathis Wackernagel y William Rees definieran el término huella ecológica, este índice de sostenibilidad se ha ido consolidando como uno de los más aplicados para evaluar los avances en este terreno.

La huella ecológica se define según sus propios autores como: “El área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población definida con un nivel de vida específico indefinidamente, donde sea que se encuentre este área”.

El cálculo de la huella parte de las siguientes premisas: Para cualquier bien que se produzca o consuma, independientemente de la

tecnología utilizada, es necesario un flujo de materiales y energía. Este flujo de materiales y energía ha de ser producido por un sistema ecológico.

Necesitamos sistemas ecológicos para reabsorber los outputs generados durante el ciclo de producción y uso de los productos finales.

Ocupamos espacio con infraestructuras, vivienda, equipamientos, etc., reduciendo la superficie de los ecosistemas productivos.

La idea de huella ecológica parte, realmente, de un término procedente de la ecología de poblaciones, la capacidad de carga. La capacidad de carga se define como el máximo número de individuos de una especie concreta que es capaz de soportar de forma indefinida un hábitat específico sin alterar la productividad de éste.

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La huella ecológica se utiliza, con mayor o menor dificultad, a diferentes escalas territoriales (país, región o ciudad), e incluso ya se han desarrollado metodologías para su aplicación a estructuras organizativas como empresas o administraciones públicas.

El resultado se puede expresar en superficie per cápita o en superficie total si se asocia al territorio multiplicándose por el número de habitantes. El valor obtenido refleja la demanda o presión que ejerce el consumo de la sociedad estudiada sobre el medio, independientemente de la localización de las superficies productivas que la satisfacen.

La metodología general de cálculo, desarrollada por William Rees y Mathis Wackernagel de la Universidad de British Columbia de Canadá, se basa en el cálculo de la superficie necesaria para satisfacer los consumos asociados a la alimentación, los productos forestales, el gasto energético (consumo energético directo y el necesario para la elaboración de bienes de consumo) y la artificialización del suelo, dependientes de las producciones vinculadas a las superficies de cultivos, pastos, mar, bosques y áreas artificializadas.

Por último, cabe señalar que la huella ecológica es un indicador que posee una importante capacidad de comunicación en materia de sostenibilidad al poder transmitir a la socidad en general información fácilmente comprensible sobre la trascendencia de las repercusiones que el sistema económico y social tiene sobre el medio.

1.2. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS DEL PROYECTO.

Mediante la Estrategia de Desarrollo Sostenible del Principado de Asturias (EDSPA), aprobada por el Consejo de Gobierno el 20 de noviembre de 2008, se desarrolló el compromiso adquirido por el Gobierno del Principado de Asturias en la Declaración Institucional por el Desarrollo Sostenible de 2002.

La EDSPA se basa en una visión estratégica a largo plazo que sirva de referencia a futuras actualizaciones. Entre las determinaciones de la Estrategia se encuentran las relativas al seguimiento y evaluación tanto del propio instrumento como de los avances de Asturias hacia la sostenibilidad. Este seguimiento se realizará, entre otros instrumentos, mediante el cálculo de alguno de los grandes indicadores ambientales de síntesis, como la huella ecológica, con una periodicidad cuatrienal. La coordinación de las labores de seguimiento recae sobre la Oficina para la Sostenibilidad, el Cambio Climático y la Participación.

En cumplimiento de las determinaciones de la EDSPA, es necesario conocer el punto de partida, “el estado 0”, al que se enfrentan las políticas, medidas y acciones que propone la Estrategia. Para ello es preciso abordar los trabajos de definición metodológica y posterior cálculo del indicador de la “huella ecológica”.

El presente trabajo tiene por objeto evaluar el esfuerzo necesario para la definición metodológica y el posterior cálculo del indicador de la huella ecológica en el territorio del Principado de Asturias. A tal efecto resulta de especial interés el análisis de los requerimientos y problemas metodológicos de los cálculos, las necesidades de información y la disponibilidad de fuentes y datos para el cálculo en Asturias. Para ello se analiza detalladamente la metodología de cálculo utilizada en el ámbito nacional por el MARM en el informe Análisis de la huella ecológica de España 2007. Complementariamente se revisan algunas iniciativas desarrolladas por varias Comunidades Autónomas poniendo atención en sus particularidades metodológicas. Con ello se pretende analizar las posibilidades y potenciales dificultades de aplicar una metodología de cálculo similar al Principado de Asturias.

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1.3. CONTEXTO Y ANTECEDENTES

La preocupación por la existencia de límites físicos al consumo de recursos no es un concepto nuevo, sino que ya es analizado por algunos economistas clásicos del siglo XIX (MARM, 2007). No obstante, es a partir de los años sesenta cuando comienzan a generalizarse las discusiones sobre las repercusiones del crecimiento económico en el bienestar social y el medio ambiente (Martín Palmero, F. et al; 2004), destacando trabajos de gran relevancia para el análisis de las interacciones entre crecimiento económico y medio ambiente como los de Carson, R. (1962); Boulding, K. (1966); Georgescu­Roegen, N. (1971) o Meadows, D. et al (1972).

Este debate se acrecentó notablemente a partir de 1987 con la publicación del informe de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas “Our Common Future”, cuando se acuñó el término desarrollo sostenible, entendiendo por tal aquél que “satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Dicha definición viene a confirmar de forma implícita que el crecimiento económico presente puede poner en peligro el bienestar de las generaciones futuras.

No obstante, la aceptación generalizada del término “desarrollo sostenible” no ha sido suficiente para superar el debate abierto sobre los conceptos crecimiento y desarrollo y, en especial, la forma de medir de forma fehaciente el desarrollo sostenible. De forma tradicional, tanto el desarrollo como el bienestar se han medido en términos de crecimiento económico a través del Producto Interior Bruto (PIB), un indicador agregado monetario que mide la riqueza creada a través de variaciones en el producto interior o la renta nacional. Sin embargo, este indicador, de gran importancia para la medición del crecimiento económico en términos cuantitativos, no tiene la capacidad de medir otros componentes de gran importancia para el desarrollo sostenible como son la degradación ambiental, justicia y equidad social intertemporal e intergeneracional, etc.

En consecuencia, se han producido a lo largo de los años numerosos esfuerzos dirigidos a medir, de una u otra forma, el grado de sostenibilidad de las sociedades. De hecho, la necesidad de encontrar nuevos indicadores de sostenibilidad fue puesta de manifiesto de forma oficial por las instituciones en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, 1992), en la que se aprobó la Agenda 21 que recoge específicamente la necesidad de abandonar los indicadores clásicos comúnmente utilizados (PIB, PNB, etc.) que no sirven como indicadores de sostenibilidad. En concreto, en el Capítulo 40.4 de la Agenda se señala (Martín Palmero, F. et al; 2004, p.54):

“Es preciso elaborar indicadores de desarrollo sostenible que sirvan de base sólida para adoptar decisiones a todos los niveles y que contribuyan a una sostenibilidad autorregulada de los sistemas integrados del medio ambiente y desarrollo” Mediante la comunicación COM(2009) 433 final, Más allá del PIB; Evaluación del

progreso en un mundo cambiante, la Comisión Europea se ha posicionado en este mismo sentido señalando que se deben emprender acciones a corto o medio plazo para complementar el PIB con indicadores ambientales y sociales que permitan evaluar en todas sus dimensiones el desarrollo de los Estados Miembros.

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Si bien a lo largo del tiempo se han generado numerosos y diversos indicadores dirigidos a medir el grado de sostenibilidad 1 , las primeras aproximaciones se basaron en el concepto de capacidad de carga. Este principio clásico de la ciencia ecológica mantiene que toda población alcanza un límite en su crecimiento, medido en número de individuos, en función de las características del medio donde se desarrolla.

No obstante, pronto se constató que el concepto de capacidad de carga tiene ciertas limitaciones a la hora de medir la sostenibilidad de una región o comunidad humana. En las sociedades el uso del capital natural varía dependiendo del grado de desarrollo tecnológico, la organización social y empresarial, etc. y no solo del número de individuos. Además, a lo largo de la historia las sociedades han logrado superar los límites impuestos por el entorno gracias al comercio internacional y la apropiación de productividades de ecosistemas alejados del entorno de residencia. Por tanto, la evaluación de la sostenibilidad de una determinada región o comunidad debe basarse en el análisis de la incidencia o impacto global de las actividades humanas derivadas del modelo de producción y consumo de dicha sociedad (MARM, 2007).

De esta forma, y con la intención de superar las limitaciones de aplicación de la capacidad de carga como índice de sostenibilidad, los autores Wackernagel, M. y Rees, W. (1996) desarrollaron un nuevo indicador sintético de sostenibilidad denominado huella ecológica. Este indicador ambiental, de carácter integrador, es un indicador del impacto medioambiental global que un individuo (o comunidad, región, país, etc.) tiene como consecuencia de su estilo de vida o modelo de producción y consumo, medido a través de diferentes parámetros relacionados con el consumo de recursos y la generación de residuos (Edward­Jones, G. et al, 2000).

Tal y como puede observarse, el concepto de huella ecológica es el inverso al de capacidad de carga, ya que se define como la superficie necesaria para mantener a un individuo o a un grupo en lugar del número de individuos que cierto entorno o región puede soportar. No obstante, la capacidad de carga sigue siendo un componente importante a la hora de evaluar la sostenibilidad mediante el cálculo de la huella ecológica ya que es la comparación entre la huella ecológica de una comunidad y su capacidad de carga (o biocapacidad) la que determina si dicha comunidad presenta un déficit (o superávit) ecológico (Martín Palmero et al, 2004).

Los resultados del cálculo de la huella ecológica obtenidos hasta el momento por diversos países indican que actualmente el consumo de recursos de las sociedades industrializadas excede ampliamente la biocapacidad de sus territorios. De hecho, en el año 2000 la huella ecológica media mundial se situaba en 2.18 hectáreas por habitante, y el déficit ecológico mundial superaba en 1999 los 2.000 millones de hectáreas (Martín Palmero et al, 2004). Otro estudio muestra que la huella ecológica ha variado desde un 70% de la capacidad biológica del planeta en 1961 hasta el 120 % de la misma en 1999. (Azqueta et al, 2007).

En España también se han realizado algunos cálculos de la huella y el balance (déficit o superávit) ecológico tanto a escala nacional como de Comunidades Autónomas. En el ámbito nacional, la huella ecológica por habitante medio en España se situó en 2005 en 6.4 hectáreas globales (hag), un 19 % más que en 1995. Así mismo, el déficit ecológico español alcanzó en 2005 un valor aproximado de 4 hectáreas por habitante, siendo la huella ecológica para ese mismo año 2.6 veces superior a la biocapacidad disponible. Esto significa que se necesitarían casi tres países del tamaño de España para mantener el estilo de vida actual medio en nuestro país.

1 Algunos de los indicadores más destacados son: Índice de Desarrollo Humano (HDI, UNDP 1990); Índice de Bienestar Económico Sostenible (ISEW, Daly & Cobb, 1989); Índice del Planeta Viviente (LPI, WWF 2000); Espacio Medioambiental (EE, Friends of the Earth); etc.

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Los resultados por Comunidades Autónomas muestran que, a pesar de las variadas experiencias relativas al cálculo de la huella ecológica tanto por parte de las CCAA como del Estado Español, éstas no se han llevado a cabo de acuerdo a una metodología común de cálculo para, al menos, el territorio nacional. Incluso en aquellos casos en los que la metodología aplicada es prácticamente la misma que la del MARM, como por ejemplo en el caso de la Comunidad Foral de Navarra, los resultados finales son notableblemente distintos.

Por este motivo, el presente informe pretende revisar, examinar y resumir las metodologías de cálculo utilizadas por las distintas Comunidades Autónomas y, en especial, por el MARM para el cálculo de la huella ecológica de forma que se pueda analizar las posibilidades y potenciales dificultades de aplicar un metodología de cálculo similar al Principado de Asturias.

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2. CÁLCULO DE LA HUELLA ECOLÓGICA

2.1. EL CONCEPTO DE HUELLA ECOLÓGICA

La huella ecológica es un indicador biofísico de sostenibilidad que integra el conjunto de impactos que ejerce una cierta comunidad humana sobre su entorno, considerando tanto los recursos necesarios como los residuos generados para el mantenimiento del modelo de consumo de la comunidad. (MARM, 2007). En palabras de sus propios autores (Wackernagel, M. y Rees, W.,1996), este indicador sintético de desarrollo sostenible se define como:

“La huella ecológica se expresa como el total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio de una determinada comunidad humana, así como la necesaria para absorber los residuos que genera, independientemente de la localización de éstas.” El concepto y filosofía de cálculo de la huella ecológica se basa en tres premisas

fundamentales resumidas a continuación: Para producir cualquier producto, independientemente del tipo de tecnología

utilizada, necesitamos un flujo de materiales y energía, producidos en última instancia por sistemas ecológicos.

Necesitamos sistemas ecológicos para reabsorber los residuos generados durante el proceso de producción y el uso de los productos finales.

Ocupamos espacio con infraestructuras, viviendas equipamientos, etc. reduciendo así las superficies de ecosistemas productivos.

Por tanto, el reto principal de este indicador consiste en reducir todos los elementos que conforman la huella ecológica (diferentes componentes del consumo, fuentes de absorción de CO2, etc.) a un único indicador común, cuantificable y comparable tanto transversalmente como en el tiempo.

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Por otro lado, la huella ecológica puede aplicarse con mayor o menor dificultad a diferentes escalas territoriales 2 , pudiéndose expresar en superficie per cápita o en superficie total si se asocia al territorio multiplicándose por el número de habitantes. Asimismo, si bien inicialmente la huella ecológica tan solo se utilizó para el análisis territorial, las aplicaciones de la huella se han ido ampliando con el tiempo de forma progresiva, de modo que desde hace algún tiempo se vienen desarrollando análisis a escala de organizaciones o incluso productos. La principal aportación y fortaleza de este nuevo enfoque es que se basa en una metodología de abajo a arriba (bottom­up) e incluye mayor variedad de categorías susceptibles de ser convertidas en superficie productiva, por lo que permite un análisis más preciso. Por el contrario, conlleva una mayor dificultad dado el grado de desagregación de los datos (Azqueta et al, 2007; MARM, 2007)

Una vez estimado el valor de la huella ecológica, se calcula la superficie ecológicamente productiva según las categorías o tipologías de las que disponga la sociedad o comunidad en cuestión dentro de su ámbito territorial (país, región, etc.). Como ya se ha comentado, este parámetro, que de nuevo puede expresarse en valor absoluto o en superficie per cápita, se define como biocapacidad y refleja la disponibilidad de recursos naturales en un determinado territorio.

La comparación entre los valores de la huella ecológica y la biocapacidad permite evaluar el nivel de autosuficiencia del ámbito territorial de estudio. Si el valor de la huella ecológica está por debajo de la biocapacidad la región es autosuficiente. Si por el contrario, el nivel de vida o patrones de consumo de la región suponen la apropiación de más superficie productiva disponible para dicha región se producirá un déficit ecológico proporcional a la diferencia que exista entre ambos valores.

Con el fin de que los cálculos de la huella ecológica y la biocapacidad fueran lo más homogéneos posible entre distintos países o regiones para facilitar su comparabilidad, los autores desarrollaron los denominados “factores de equivalencia y de productividad”, conformando lo que se denomina como metodología de cálculo estándar de la huella ecológica:

Factores de equivalencia. La finalidad de estos factores es calcular el número de hectáreas de terreno productivo estándar. Por tanto, para estimar la huella ecológica estándar se pondera cada tipo de territorio según la productividad intrínseca del mismo, representada por los factores de equivalencia comunes a todos los países. Estos factores valoran la productividad, no sólo desde un punto de vista biológico, sino también social (por ejemplo, el factor de equivalencia de los cultivos es más elevado ya que es capaz de “fijar” más energía útil para las sociedades humanas”)

Factores de productividad. Permiten valorar la biocapacidad del territorio integrando las productividades específicas de cada territorio. Esto permite comparar la biocapacidad de un territorio teniendo en cuenta su productividad específica, calculada a partir de productividades mundiales, con la de otros territorios o países. Por tanto, los factores de productividad varían en función de la unidad de territorio.

2 De forma general, cuanto más pequeña es la escala territorial aplicada mayor dificultad entraña el cálculo de la huella ecológica debido a la falta de información referente a los flujos de materiales y energía de una región, ciudad o pueblo a otros.

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2.2. ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA HUELLA ECOLÓGICA: FORTALEZAS Y LIMITACIONES

La huella ecológica ha tenido una amplia acogida por parte de diversos actores, instituciones y ámbitos académicos de todo el mundo. Esto ha hecho que se trate del indicador sintético simple de desarrollo sostenible que más rápidamente se ha extendido a lo largo de los últimos años. No obstante, este éxito no ha estado exento de un intenso debate en cuanto a la fiabilidad o eficacia de dicho indicador.

Si bien existe un elevado grado de consenso respecto a su valor como elemento de sensibilización ambiental, como promotor de un necesario debate en cuanto a los limites que la biosfera impone a la actividad humana o del papel del comercio en la distribución de los recursos y las presiones ambientales. Algunos autores han puesto en duda su utilidad como indicador único de sostenibilidad (Azqueta, D. et al, 2007). A continuación se presentan algunas de las ventajas o fortalezas y desventajas o limitaciones de este indicador presentadas por diversos autores 3 :

Fortalezas Se trate de un índice sintético e integrado en una sola unidad fácilmente

entendible por un público no especializado. Además, los resultados tanto de la huella ecológica como de biocapacidad son homogéneos, lo que permite las comparaciones entre distintos países o diferentes momentos en el tiempo. Por todo ello, la huella ecológica tiene una gran capacidad para concienciar a la sociedad respecto a los potenciales impactos de los estilos de vida actuales sobre el medio ambiente.

Resalta la gran importancia del capital natural para el crecimiento y desarrollo económico. El propio concepto de huella ecológica reconoce que el sistema económico es un sub­sistema completamente dependiente de la biosfera, y por tanto tiene que ajustarse a los límites impuestos por ésta.

Se trata de una medida que demanda relativamente poca información y que, generalmente, es de libre acceso a través de publicaciones y estadísticas oficiales, aunque esto dependerá en gran medida de la escala a la que se esté calculando la huella ecológica (si es por países, regiones o incluso organizaciones o productos)

Limitaciones Puede producirse una subestimación del valor real del impacto

medioambiental de una comunidad debido al enfoque metodológico empleado: el consumo se calcula sumando las importaciones a la producción final y restando las exportaciones. Esta proposición sólo es real cuando no existe consumo intermedio. No obstante, durante los últimos años se están desarrollando nuevas metodologías que permiten incorporar dichos consumos intermedios.

No quedan contabilizados algunos impactos, especialmente de carácter cualitativo, como son la contaminación del suelo, la contaminación del agua, la erosión, la contaminación atmosférica (a excepción del CO2), la pérdida de biodiversidad o la afectación al paisaje.

3 Azqueta, D. et al, 2007; Rees, W., 2000; Moffatt, I., 2000; Ayres, R., 2000

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Se asume que las prácticas en los sectores agrícola, ganadero y forestal son sostenibles, esto es, que la productividad del suelo no disminuye con el tiempo. Obviamente, dependiendo de las técnicas agrícolas la productividad puede disminuir, a causa, entre otras, de la erosión, contaminación, etc.

La huella ecológica tan sólo presta atención a la captura de CO2 por medio de plantaciones o su equivalente en superficie. Sin embargo, el carbón atmosférico puede ser capturado de otras maneras gracias a nuevos desarrollos tecnológicos.

La mayoría de aplicaciones de cálculo de la huella ecológica, al centrarse en superficie productiva, obvian el papel que pueden desempeñar los océanos, como proveedores de comida y otros muchos servicios ambientales entre los que destaca su papel como depósito de carbono.

No aborda cuestiones de equidad en términos de acceso a los recursos naturales. De forma implícita, el concepto de huella ecológica asume que cada habitante del planeta o la región analizada tendría derecho a consumir una cantidad de recursos determinada en función del lugar geográfico al que dicha persona estuviese adscrita. Esta suposición no se ajusta a la idea de que el Planeta y sus recursos naturales son un bien de todos.

A modo de resumen, es importante señalar que ningún indicador dirigido a medir la sostenibilidad está libre de limitaciones dada la complejidad y las múltiples interacciones producidas entre las diversas magnitudes y conceptos abarcados dentro del denominado desarrollo sostenible. No obstante, se considera que la huella ecológica es un indicador apropiado dada su fácil comprensión, su potencialidad para poder comparar entre distintas regiones o momentos del tiempo y su utilidad como herramienta no solo de medición sino de concienciación ambiental.

Por otro lado, en los últimos años se están desarrollando métodos para mejorar los cálculos de la huella ecológica o combinarla con metodologías más detalladas como la contabilidad de recursos naturales. Otro avance de interés es la posibilidad de generar un modelo de simulación dinámico de la huella ecológica integrado en un entorno GIS de modo que los problemas espaciales y temporales de las prácticas insostenibles pueden ser evaluados y medidos de forma continua (Moffat, 2000).

Por último, y al margen de debates metodológicos y conceptuales, lo que se puede afirmar que las tendencias globales en cuanto a sostenibilidad y crisis medio ambiental se refiere siguen empeorando y lo realmente necesario es el desarrollo y aplicación de indicadores de sostenibilidad (como la huella ecológica) que sean capaces de llamar la atención de la sociedad y las instituciones sobre estas cuestiones y revertir estas tendencias.

2.3. ENFOQUE METODOLÓGICO APLICADO POR EL MARM

En este apartado se presentará un resumen y análisis preliminar de la metodología de cálculo aplicada por Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino para el cálculo de la huella ecológica de España, prestando especial atención a las soluciones propuestas a la hora de estimar la huella ecológica de las Comunidades Autónomas españolas.

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Para la elaboración de este análisis preliminar se ha utilizado la Memoria Metodológica elaborada por el MARM dentro del proyecto de Análisis de la huella ecológica española (2007).

2.3.1. Metodología general

La metodología de cálculo que ha seguido el MARM es la metodología general o estándar desarrollada por Rees, W. y Wackernagel, M. de la Universidad de British Columbia de Canadá. Esta metodología se basa en el cálculo de la superficie necesaria (por habitante o para el conjunto de una determinada sociedad) para satisfacer los consumos asociados a la alimentación, a los productos forestales, al gasto energético (consumo energético directo y el necesario para la elaboración de bienes de consumo) y a la ocupación directa del terreno. Para estos consumos se requieren superficies productivas que se dividen según se muestra en la siguiente tabla:

Tabla 1. Tipologías de superficies productivas utilizadas por el MARM para el cálculo de la huella ecológica

SUPERFICIE DEFINICIÓN

Cultivos Superficies con actividad agrícola y que constituyen la tierra más productiva ecológicamente hablando, pues es donde hay una mayor producción neta de biomasa utilizable por las comunidades humanas

Pastos Espacios naturales utilizados para el pastoreo de ganado, y en general menos productiva que la agrícola

Bosques Superficies forestales, naturales o repobladas, pero siempre que se encuentren en explotación

Mar productivo Superficies marinas en las que existe una producción biológica mínima para que pueda ser aprovechada por la sociedad humana

Superficie artificializada Considera las áreas urbanizadas u ocupadas por infraestructuras

Área de absorción de CO2

Superficies de bosque necesarias para la absorción de la emisión de CO2 debido al consumo de combustibles fósiles para la producción de energía

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

Aparte de estas superficies, que aportan una producción o asimilación de residuos para la satisfacción del consumo humano directa, la metodología estándar establece otra categoría definida como el territorio o superficie necesaria para la biodiversidad. Dicha categoría engloba todas aquellas áreas productivas necesarias para la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de los servicios básicos ofrecidos por la naturaleza y que son de difícil cuantificación.

En este sentido el MARM sigue la metodología original de Wackernagel & Rees que plantean reservar un 12 % del territorio para éste fin. Este cálculo proviene de la propuesta de la comisión redactora del informe “Our Common Future” (Nuestro Futuro Común).

Una vez establecidas las categorías o tipologías de superficies productivas se procede analizar el cálculo de la huella ecológica, que se basa en dos aspectos básicos: contabilizar el consumo de las diferentes categorías en unidades físicas y transformar estos consumos en superficie biológica productiva mediante factores o índices de productividad.

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Figura 1. Esquema simplificado del proceso de cálculo de la huella ecológica en hectáreas globales seguido por el MARM

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

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Contabilizar el consumo de las diferentes categorías en unidades físicas En el caso de que no existan datos directos de consumo, se deben estimar los datos de

consumo aparente de cada producto en base a la siguiente expresión: Consumo aparente = P – E + I

(P=Producción, E=Exportaciones, I=Importaciones)

Este cálculo se realiza para cada producto considerado. En caso de disponer de datos directos de consumo a partir de encuestas a la población u otra fuente de información estadística se puede proceder a operar directamente a partir de los valores de consumo medio existentes. Este ha sido el caso de buena para parte de los productos alimenticios en las CCAA.

Transformar estos consumos en superficie biológica productiva mediante factores o índices de productividad

Una vez se dispone de los consumos medios per cápita de cada producto se procede a transformar estos consumos en superficie biológicamente productiva, dando como resultado la huella ecológica o territorio apropiado por el consumo de cada producto. Para poder realizar esta transformación se utilizan factores o valores de productividad definidos previamente:

Huella ecológica = C/P (C=Consumo de cada producto, P=Productividad expresada en kg/ha)

Los valores de productividad pueden estar referidos a escala global, o bien se pueden calcular específicamente para un territorio teniendo en cuenta la tecnología utilizada y el rendimiento productivo de la tierra. Si bien en la metodología estándar se recomienda utilizar las productividades globales, para el cálculo de la huella ecológica de España el MARM ha utilizado las dos aproximaciones, en función de los datos o información disponibles para cada tipo de producto o ámbito geográfico.

En caso de aplicar las productividades locales, se ha hecho en base a la siguiente ecuación en la que se integran las productividades locales para los productos producidos en el país (exportación y producción) y la global para los productos importados:

(P=Producción, E= Exportaciones, I= Importaciones, PL=Productividad media local, PM=Productividad media mundial, N=Población)

En lo relativo al consumo energético, la huella ecológica se obtiene de forma distinta en función de la fuente de energía considerada. Por ejemplo, para los combustibles fósiles la huella ecológica mide el área de absorción de CO2. Esta huella se obtiene a partir del consumo total de energía (tanto directo como asociado a la producción de bienes y servicios) dividido por la capacidad de fijación de CO2.

Una vez contabilizados los consumos y aplicados los índices de productividad obtenemos la huella ecológica por tipologías de superficie. No obstante, como ya se comentó al hablar de factores de equivalencia, cada categoría presenta productividades

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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biológicas diferentes y, antes de poder sumarlas, se ha de proceder a la normalización mediante su ponderación por los factores de equivalencia (que expresan la relación entre la productividad biológica respecto al promedio de productividad de la superficie del planeta).

Una vez aplicados los factores de equivalencia (que son iguales para todos los países o territorios – Ver Tabla 2) a cada categoría de superficie se obtiene la huella ecológica per cápita expresada en “ hectáreas globales” . A partir de aquí, sí es posible proceder a la suma de la huella ecológica de las distintas categorías y obtener la huella ecológica global.

Tabla 2. Factores de equivalencia según categoría de superficie productiva para la normalización de resultados (2003)

CATEGORÍA DE TERRENO PRODUCTIVO FACTOR DE EQUIVALENCIA Cultivos 2.18 Pastos 0.49 Bosques 1.37 Mar productivo 1.37 Superficie artificializada 2.18 Área de absorción de CO2 0.36

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

A partir del valor de la huella ecológica per cápita se puede calcular de forma directa la huella ecológica total de un determinado territorio multiplicando el valor per cápita por la población residente en dicho territorio.

La metodología aplicada por el MARM para el cálculo de la huella ecológica total medida en hectáreas globales puede resumirse tal y como observarse en la Figura 1.

Análisis de la biocapacidad y cálculo del déficit (superávit) ecológico Una vez definido el valor de la huella ecológica se procede a calcular las superficies reales

de las que dispone el territorio estudiado categorizadas según las mismas tipologías de superficie establecidas para el cálculo de la huella ecológica. Al igual que en el caso de los cálculos de huella ecológica, los resultados de biocapacidad han de ser normalizados mediante factores de equivalencia y factores de productividad. La suma de todas ellas da como resultado la biocapacidad o capacidad de carga expresada en hectáreas globales del territorio en cuestión.

El MARM incluye para su cálculo el territorio necesario para la preservación de la biodiversidad y que, de acuerdo con la metodología estándar de cálculo de la huella ecológica, restaría un 12% de superficie sobre la directamente calculada a partir de las distintas tipologías de superficie. La adecuación de este porcentaje es un debate abierto, y algunas Comunidades Autónomas 4 (y otros territorios) han optado por desarrollar mecanismos de estimación de esta reserva basados en aspectos cualitativos, posiblemente más acertados dadas las diferencias entre distintos ecosistemas. No obstante, este debate se escapa del ámbito del presente informe y aquí tan sólo se pretende destacar aquellos cálculos de la huella ecológica no tienen porqué ajustarse a este porcentaje.

4 Por ejemplo Cataluña

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La comparación entre los valores de la huella ecológica y la capacidad de carga local permite evaluar el nivel de deuda (déficit) o reserva (superávit) ecológica existente en el ámbito de estudio:

HUELLA ECOLÓGICA> BIOCAPACIDAD LA REGIÓN PRESENTA DÉFICIT ECOLÓGICO

HUELLA ECOLÓGICA< BIOCAPACIDAD LA REGIÓN PRESENTA EXCEDENTE ECOLÓGICO

Análisis por actividades y demandas de superficie El MARM ha realizado una serie de análisis complementarios de la huella ecológica

por actividades o componentes de consumo, relacionando éstas con las superficies productivas. Esto tiene una gran importancia para la utilización de la huella ecológica como instrumento de gestión y planificación, ya que el análisis desagregado de los sectores demandantes de superficies permite evaluar y tomar decisiones de gestión sobre los ámbitos en los que es prioritario incidir.

Tabla 3. Tipologías de componentes del consumo utilizados por el MARM en el cálculo de la huella ecológica

Alimentación Superficies necesarias para la producción de alimentación vegetal, o animal incluyendo los costes energéticos asociados a su producción

Vivienda y servicios

Superficies demandadas por el sector doméstico y servicios, bien sea en forma de superficies artificializadas o de energía

Movilidad y transportes

Superficies asociadas al consumo energético y superficies ocupadas por infraestructuras de comunicación y transporte

Bienes de consumo

Superficies necesarias para la producción de bienes de consumo, sea en forma de energía y materias primas, o bien superficies ocupadas por la actividad industrial

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

Una vez diferenciados y estimados los componentes de consumo y las superficies productivas demandadas por cada uno de ellos se podría representar el análisis a desarrollar mediante una matriz como la que se muestra en la Tabla 4. Las celdas sombreadas corresponden a aquellas superficies en las que se hace uso de los componentes de consumo vinculados.

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Tabla 4. Matriz de relaciones entre componentes del consumo y superficies productivas vinculados a la huella ecológica

ACTIVIDADES/ SUPERFICIES Alimentación Movilidad Vivienda y

servicios Bienes de consumo TOTAL

Absorción CO2

Superficie artificializada Cultivos Pastos Bosques Mar TOTAL

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

El cálculo de la huella no permite distinguir en cualquier caso si el sistema de producción existente permite el mantenimiento de la productividad actual en el futuro debido a un uso insostenible de recursos o generación de residuos, y por tanto puede sobrestimar el nivel de autosuficiencia de un territorio determinado.

Cálculo de la huella ecológica por CCAA El cálculo de la huella ecológica por unidades territoriales desagregadas (como las

CCAA) presentaba la dificultad de no disponer de datos de comercio interior entre las CCAA en unidades físicas, ya que no existe ningún control sobre los flujos de bienes intra­ estatales que permita cuantificarlos. Así, mientras que es posible conocer los flujos de materiales entre las CCAA y el exterior (otros países), no existen estadísticas oficiales de los flujos interiores y por lo tanto el cálculo del consumo de determinados productos presenta limitaciones importantes.

No obstante, si bien esto era cierto en el momento en que el MARM estimó la huella ecológica para España y las CCAA y provincias, actualmente existe cierta información sobre los flujos interiores entre CCAA gracias al proyecto C­Intereg 5 , centrado en el análisis del comercio interregional español y desarrollado por el Centro de Predicción Económica CEPREDE.

Dado que estos datos no estaban disponibles en el 2007 6 , el MARM se ha basado en las siguientes aproximaciones para estimar la huella ecológica de CCAA y provincias (dichas aproximaciones ya habían sido utilizadas de forma previa en el contexto de otros países para cálculos regionales o incluso municipales):

Aplicación de datos de consumo final en unidades físicas en el ámbito territorial objeto de análisis, sobre todo datos de consumo de productos alimentarios a partir de datos de encuestas del consumo en el hogar 7 elaboradas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (actualmente MARM).

Cálculo de la huella ecológica regional o provincial a partir de la española y la aplicación de indicadores de consumo para cada unidad territorial ajustados o ponderados por el coste de vida.

5 Más información en la página web: http://www.c­intereg.es/objetivos.asp 6 O al menos con el nivel de desagregación actual 7 Más información en la página web: http://www.mapa.es/es/alimentacion/pags/consumo/consumo.htm

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Ajuste de emisiones de CO2 del mix eléctrico específico de cada CCAA.

En la Figura 2 puede observarse la metodología de cálculo de la huella ecológica aplicada por el MARM en función de la unidad territorial de análisis, así como las principales diferencias en cuanto a fuentes de información estadística utilizadas en los distintos niveles de desagregación territorial.

Figura 2. Esquema del proceso de cálculo de la huella ecológica de los distintos niveles territoriales aplicado por el MARM

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

2.3.2. Metodología de cálculo de la huella ecológica por superficies agrícolas, ganaderas, forestales y pesqueras

Huella ecológica agrícola Para el cálculo de la huella ecológica agrícola, el MARM ha seguido y aplicado dos

metodologías: por un lado ha aplicado la metodología estándar, en la que se aplican los factores o rendimientos mundiales de cada cultivo, y por otro lado, y dada la disposición de datos, se ha estimado la huella ecológica mediante productividades locales. Dicho cálculo con productividades locales sólo ha podido realizarse para la huella agrícola, utilizando simplemente la metodología estándar en el resto de casos.

Al utilizar las productividades locales se obtiene un valor de la huella ecológica más cercano a la realidad del territorio y al estado de la tecnología en España. Sin embargo, al tratarse de productividades locales el resultado obtenido no puede ser comparado con otras partes del mundo.

Sea cuál sea la metodología aplicada (utilizando productividades mundiales o locales), el cálculo de la huella agrícola parte de la estimación del consumo aparente a través de la suma de producción e importaciones y el posterior descuento de las exportaciones.

Siguiendo la metodología estándar (rendimientos mundiales), una vez calculado el consumo aparente éste se divide por la productividad mundial de dicho cultivo, definida como las

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toneladas producidas de cada cultivo divididas entre las hectáreas dedicadas a la producción del mismo. El resultado obtenido es el valor de superficie agrícola necesaria para mantener dicho consumo. Posteriormente, al dividir la superficie resultante por la población, se obtiene el valor de la huella ecológica de cada cultivo por habitante.

Los datos sobre productividades mundiales se han obtenido de las estadísticas de la Food and Agricultural Organization 8 (FAO). No obstante, no existen datos de rendimientos sobre ciertos cultivos que no son relevantes a nivel mundial. Para solucionar este problema, se han asignado cada uno de los productos o cultivos agrícolas a las grandes categorías de productos como legumbres, hortalizas, etc. para los que si existen datos de productividad.

Finalmente, se suman las huellas parciales de cada cultivo para obtener la huella total agraria en hectáreas por habitante. Este valor se normaliza mediante la aplicación del factor de equivalencia correspondiente para obtener el valor final en hectáreas globales por habitante.

El cálculo con productividades locales se realiza de la misma forma, pero teniendo en cuenta que el binomio producción y exportaciones se divide por la productividad local (española), mientras que las importaciones se dividen por la productividad mundial. Una vez se han obtenido las superficies productivas para cada cultivo de acuerdo a este método, se procede según los pasos descritos para metodología estándar.

Huella ecológica ganadera La huella ecológica ganadera se estima únicamente de acuerdo a la metodología

estándar (productividades mundiales). Por tanto, se calcula el consumo aparente teniendo en cuenta los datos de producción, importaciones y exportaciones y se divide por la productividad mundial. En el caso de la superficie ganadera, la productividad se define como las hectáreas de pasto necesarias para producir una tonelada de producto ganadero, elaboradas a partir de los datos de requerimiento energético de comida por cada tonelada de producto ganadero y las hectáreas necesarias para producir dicha energía en forma de pastos.

Tras calcular la superficie productiva por tipo de producto ganadero, ésta se divide por el número de habitantes para hallar el valor de la huella per cápita. Finalmente, se suman las huellas o superficies de cada producto y el resultado se pondera por el factor de equivalencia correspondiente.

Huella ecológica forestal De nuevo, el cálculo de la huella ecológica forestal parte de la estimación del consumo

aparente. No obstante, de forma previa a la utilización de dicho valor de consumo aparente es necesario transformar la leña y las manufacturas a madera bruta mediante un factor de corrección que varía según se trate de madera de coníferas o frondosas. En caso de no saber el origen de la madera, se ha aplicado el factor de corrección de las coníferas ya que es el que genera una menor huella ecológica.

Una vez realizada la transformación, el consumo aparente resultante puede ser dividido por las productividades mundiales, las cuales vienen dadas en diversos estudios. El MARM ha utilizado las calculadas por Wackernagel, M. (2001) en un estudio inédito que el propio autor facilitó a los expertos del Ministerio.

8 Estadísticas disponibles en la web: http://faostat.fao.org/DesktopDefault.aspx?PageID=291&lang=es

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Finalmente, la superficie obtenida se divide por la población y se normaliza mediante el factor de equivalencia correspondiente, con lo que se obtiene la huella ecológica forestal total en hectáreas globales por habitante.

Huella ecológica pesquera En el momento de estimar la huella ecológica española, el MARM no disponía de la

desagregación de datos necesaria para estimar el consumo aparente de los datos de producción, importaciones y exportaciones. Por tanto, se procedió a estimar la huella pesquera en base a los datos de consumo directo alimentario.

Los datos de consumo directo se han dividido por las productividades mundiales (hectáreas de aguas productivas necesarias para la obtención de una tonelada de producto pesquero), obteniéndose la superficie productiva correspondiente a la pesca.

Posteriormente, dicha superficie se ha dividido por el número de habitantes y el valor obtenido se ha ponderado mediante el factor de equivalencia correspondiente, obteniendo la huella ecológica pesquera en hectáreas globales por habitante.

Huella ecológica agrícola, ganadera, forestal y pesquera por CCAA Como ya se ha comentado anteriormente, la principal dificultad para el cálculo de la

huella ecológica de unidades territoriales desagregadas (por ejemplo, CCAA) es la indisponibilidad de información de comercio interior entre regiones en unidades físicas. Como consecuencia, y con objeto de calcular la huella ecológica por CCAA y provincias, el MARM ha superado este inconveniente mediante la utilización de datos de consumo directo en hogares y restaurantes (de igual forma que para el cálculo de la huella ecológica pesquera).

Sin embargo, la obtención de los datos de consumo directo no está exenta de dificultades. El problema principal ha sido la ausencia de datos de consumo en restaurantes para la mayor parte de las CCAA. Por el contrario, el MARM sí ha tenido acceso al consumo directo en hogares y restaurantes por grandes áreas geográficas.

Figura 3. Distribucion regional del universo de hogares y establecimientos de hostelería y restauración de la encuesta de consumo alimentario 2009. Izquierda: hogares; Derecha: establecimientos

Fuente: MARM, 2009.

A partir de esta información se han calculado los porcentajes que suponen los consumos en restaurantes respecto a los hogares según las regiones citadas anteriormente, para luego

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aplicar dichos porcentajes a los datos desagregados de consumo en hogares por CCAA que sí están disponibles.

Una vez estimados los consumos tanto en hogares como en restaurantes, se ha estimado la superficie productiva asociada a cada uno de ellos por separado mediante la aplicación de las productividades mundiales correspondientes (para productos agrícolas, ganaderos o pesqueros).

Es importante resaltar que, al utilizar datos de consumo directo, se omite la parte de la producción primaria que no llega a convertirse en consumo, bien sea porque constituye un desecho o porque se destina a otros usos. Con objeto de solventar esta limitación, el MARM ha estimado un factor de corrección de la huella de consumo directo respecto a la huella de consumo aparente a partir de los datos para España 9 .

Una vez obtenidos dichos factores se multiplican por la superficie correspondiente a la alimentación de la agricultura, ganadería y pesca por separado. Finalmente se suman estos valores para obtener la superficie productiva corregida (SAC) de la alimentación. Posteriormente, se divide dicha superficie por la población y se le aplica el factor de equivalencia correspondiente según sea superficie agrícola, ganadera o pesquera. Finalmente se le suma, a modo de aproximación, la huella ecológica forestal de España y la agrícola correspondiente a productos no destinados a la alimentación, obteniendo la huella ecológica de la CCAA en cuestión medida en hectáreas globales por habitante.

2.3.3. Metodología de cálculo de la huella ecológica de absorción de CO2

El análisis de la huella ecológica por absorción de CO2 vinculada al consumo energético constituye el componente de la huella que requiere una mayor atención, tanto por el notable peso que tiene sobre el valor global de la huella ecológica como por ser el componente que más ha variado en España durante los últimos años. De hecho, el elevado peso de este componente en la huella final es una de las críticas realizadas al enfoque metodológico aplicado por la huella y su utilización como indicador de sostenibilidad (Ayres, 2000).

Teniendo en cuenta esta consideración, el MARM ha realizado el cálculo mediante dos aproximaciones metodológicas complementarias: por una parte el cálculo estándar de la huella por energía (consumo directo + balance por comercio mediante factores de intensidad preestablecidos) y por otra mediante la aplicación de las tablas Input­Output (I­O) españolas y los datos de emisiones de las NAMEA 10 . De forma conjunta, ambas aproximaciones constituyen un modelo de cálculo específico elaborado a medida para el análisis de la huella ecológica de España.

Cálculo de la huella ecológica de las emisiones de CO2 mediante consumo energético directo

Esta primera aproximación integra tanto el cálculo de la huella ecológica por consumo directo de energía como los flujos de energía asociados al comercio internacional. Para estimar

9 Para el cálculo de la huella por consumo directo de España se ha utilizado la suma de la huella de las CCAA y se ha dividido por la población de España. 10 El NAMEA es el acrónimo inglés de la National Accounting Matriz Enviromental Accounting (Matriz de Cuentas Nacionales de las Cuentas Ambientales. Es un modelo en el que los datos estadísticos económicos y medioambientales están organizados y formulados consistentemente. Las cuentas ambientales son matrices de datos estadísticos relativos a algunos aspectos ambientales, valorados en términos monetarios y/o en unidades físicas; el único requisito exigido en la elaboración de las cuentas es que la información tenga en cuenta las definiciones y las normas de clasificación establecidas en las estadísticas económicas. En la actualidad, los datos que se incluyen en los modelos NAMEA son sobre emisiones atmosféricas, aguas residuales y residuos.

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el consumo energético directo se procede al cálculo de consumo de energía primaria por sectores a partir de los datos de la estructura específica de la producción y de consumo energético nacional. Posteriormente, las emisiones de CO2 derivadas de ese consumo de fuentes primarias han sido calculadas mediante factores de emisión según fuente y sector.

Una vez estimadas las emisiones de CO2 debidas al consumo energético se incorpora el balance energético asociado al comercio exterior español. Este balance se calcula en base al análisis de flujos de productos en categorías compatibles con la metodología estándar de la huella ecológica, para luego aplicar un coeficiente de intensidad energética por unidad de peso según cada categoría.

Una vez se dispone de los consumos energéticos directos y de los derivados del balance por comercio exterior se procede a la aplicación de los factores de productividad en la absorción de CO2 por parte de bosques destinados a este fin, obteniendo la huella por hectáreas. Finalmente, se transforma en hectáreas globales mediante su ponderación por el factor de equivalencia.

Este proceso de cálculo puede verse de forma esquematizada en la Figura 4 según aparece en la documentación aportada por el MARM:

Cálculo de la huella ecológica de las emisiones de CO2 asociadas al consumo de bienes y servicios mediante metodología Input­Output

Esta aproximación se basa en la aplicación de las tablas Input­Output, disponibles en unidades monetarias, y su posterior vinculación a cada una de las ramas de actividad de los datos de emisiones de las NAMEA por sectores. De esta forma, se obtiene la intensidad energética por unidad monetaria de producción.

En primer lugar, el MARM estima la huella ecológica de los bienes producidos en el territorio nacional. Para ello, determinan la cantidad de CO2 que lleva asociada cada producto considerado y posteriormente transforman dicha cantidad a superficie mediante factores de conversión tradicionales. Esta estimación se puede realizar de forma directa ya que se tiene información sobre las emisiones de CO2 (cuentas ambientales e inventarios de emisiones) de cada rama de actividad y sobre la cantidad de productos que se producen.

La superficie resultante se denomina huella ecológica directa, ya que se trata de la huella asociada únicamente al proceso de producción de dicho producto., sin incluir otros aspectos como la huella ecológica de producir materias primas utilizadas en la fabricación del producto o de transportarlo hasta el consumidor final. Estos aspectos son los denominados inputs intermedios y forman la llamada huella ecológica indirecta, que sumada a la directa conforma la huella ecológica total.

Para analizar y estimar los componentes directos e indirectos de la huella ecológica de un producto se utiliza el análisis Input­Output desarrollado por Leontief. Gracias a este análisis se puede determinar que la huella ecológica directa e indirecta asociada al consumo interno y a las exportaciones de bienes y servicios producidos en España. La huella ecológica asociada a las exportaciones no formará parte de la huella ecológica española sino del país importador. De la misma forma, la huella ecológica de los bienes producidos en otros países y consumidos en España pasará a formar parte de la huella ecológica española 11 .

11 De nuevo habrá que diferenciar entre los productos importados su consumo final interior y aquellos importados para producir otros productos, en cuyo caso habrá que sustraer la huella correspondiente a productos importados utilizados para la fabricación de productos de exportación (dicha huella pasará a formar parte del país importador)

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Finalmente, al valor conjunto de la huella ecológica directa e indirecta se le suma la huella ecológica por la emisión de CO2 asociada a los combustibles utilizados directamente en los hogares y vehículos privados. Este valor final ha de ser igual al obtenido a través del cálculo mediante la metodología de consumos directos.

Estimación de huella ecológica por CCAA por consumo energético directo e indirecto

La escasa información disponible a escalas territoriales sub­nacionales dificulta el cálculo de la huella ecológica por absorción de CO2 a nivel de CCAA. Con el fin de superar esta limitación y determinar la huella ecológica asociada al consumo energético por comunidades, el MARM ha seguido una metodología en la cual se combina y valoriza la información y cálculos generados mediante la estimación de la huella ecológica por consumo directo y la metodología Input­Output.

La Figura 6 muestra el proceso de cálculo integrado o combinado seguido para la estimación de la huella del consumo energético doméstico por CCAA.

Como puede observarse, en primer lugar se determina a nivel nacional la huella ecológica asociada a cada tipo de producto consumido. Posteriormente se relaciona dicha huella ecológica con el gasto nacional en ese producto, para finalmente repartir la huella ecológica nacional entre las CCAA teniendo en cuenta la participación de cada una de ellas en el gasto nacional.

No obstante, la huella ecológica estimada mediante esta metodología no incluye los datos de huella ecológica asociados a las emisiones de los combustibles utilizados dentro de los hogares. Por tanto, se procedió a estimar la huella ecológica por consumo energético directo en los hogares a nivel de CCAA mediante la extrapolación entre los consumos españoles y la correlación entre los datos de la encuesta de presupuestos familiares del INE nivel nacional y por comunidades.

Complementariamente, se ajustó la huella ecológica por CCAA en función del mix eléctrico específico de cada CCAA. El criterio del cálculo de la intensidad de emisiones por unidad de energía eléctrica (t CO2/tep) ha sido el equivalente al aplicado para la determinación de la intensidad del mix español. Por tanto, se ha seguido la hipótesis de que toda la energía producida en una determinada CCAA es consumida en la propia CCAA, y el excedente es exportado al exterior o, por el contrario, el déficit importado del resto de la red eléctrica española.

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Figura 4. Proceso de cálculo de la huella ecológica por absorción de CO2 mediante consumo energético directo (metodología estándar)

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

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Figura 5. Proceso de cálculo de la huella ecológica de bienes y servicios mediante metodología Input­Output. Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

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Figura 6. Proceso de cálculo de la huella ecológica asociada al consumo energético doméstico por CCAA. Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

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2.3.4. Metodología de cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado y la biocapacidad

Para la elaboración del suelo ocupado por distintos sectores se consideraron tan solo los usos que ocupan el suelo de forma permanente, lo que tiene como consecuencia la renuncia a la productividad biológica preexistente. Esta superficie es sumada directamente a la huella ecológica ya que viene expresada en unidades de superficie. En términos de normalización posterior, se considera que la calidad del suelo ocupado es la misma que la del suelo agrícola.

Los resultados del suelo ocupado son obtenidos directamente de la estadística de usos del suelo descrita a continuación.

Determinación de la superficie según categorías de territorio productivo asociadas a la biocapacidad

Para la estimación de la biocapacidad se aplica la metodología estándar de cálculo, lo que permite tanto la comparación de los distintos resultados entre sí como la comparación con otros países o momentos.

Las superficies de ocupación del suelo por ámbitos territoriales y categorías se han determinado a partir del mapa de límites administrativos por provincias y las bases geográficas del Instituto Geográfico Nacional sobre la ocupación del suelo (CORINE Land Cover). Con objeto de homogeneizar las nomenclaturas entre los años 1990 y 2000 se reclasificaron los códigos CORINE de nivel 5 a códigos CORINE nivel 3, dadas las diferencias entre las bases geográficas de los distintos años a partir del nivel 3.

Figura 7. Esquema general del proceso de cálculo de la biocapacidad adoptado por el MARM Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

Ese análisis permite obtener una matriz de ocupación del suelo por CCAA con códigos del nivel 3. A partir de dicha matriz se determinaron las correspondencias entre códigos CORINE y categorías de territorio productivo consideradas en la biocapacidad (cultivos, pastos, forestal,

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pesca y superficies artificiales), obteniendo las superficies productivas de cada CCAA según las distintas categorías.

Una vez se dispone de las superficies disponibles para cada categoría productiva de cada CCAA en hectáreas, se debe proceder a su normalización mediante los factores de productividad y equivalencia.

Estimación de factores de productividad Los factores de productividad aplicados a la biocapacidad aportan información sobre el

valor de la productividad española (o de cada CCAA) en relación con la productividad media mundial para cada una de las categorías. Cuando la productividad local (por ejemplo, la española) es superior a la mundial, el factor será superior a 1, por lo que al multiplicarlo por la superficie disponible se incrementará el valor de la biocapacidad para el valor en cuestión, y viceversa cuando la productividad local es inferior.

Asimismo, se reserva un espacio para la conservación de la biodiversidad, que tal y como indica la metodología estándar, se ha estipulado en un 12 %.

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Figura 8. Proceso de cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado, la biocapacidad y el factor de productividad forestal.

Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

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Figura 9. Diagrama del proceso de cálculo de la huella ecológica de España. Fuente: Análisis de la huella ecológica de España: Memoria Metodológica. MARM, 2007

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3. ESTUDIO DE CASOS DE HUELLA ECOLÓGICA EN

ÁMBITOS REGIONALES

3.1. COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA

En Navarra, se han realizado cálculos de la huella ecológica para los años 1998, 2001 y 2008. En el último informe de resultados se resalta la relevancia de haber dado continuidad en los cálculos para consolidar la huella como indicador periódico de evaluación de las tendencias de sostenibilidad de una región. También se señala la intención de los responsables autonómicos de impulsar su aplicación como una herramienta para diseñar medidas y recomendaciones de gestión en las políticas globales y sectoriales.

La metodología desarrollada para el estudio navarro trata de adaptarse a las directrices establecidas por la Ecological Footprint Network en 2006 12 para la aplicación de la huella ecológica en cálculos territoriales nacionales y subnacionales. Estas directrices, conocidas como Ecological Footprint Standards establecen criterios de carácter obligatorio y recomendaciones a aplicar en los cálculos de la huella ecológica que se pueda realizar en el Mundo.

Sin embargo, también se señala que dichas directrices se han complementado en algunos casos con aproximaciones metodológicas que se consideraron oportunas teniendo en cuenta las características específicas de Navarra, el tipo de información existente y la comparabilidad con los resultados obtenidos en los cálculos previos.

Entre los criterios aplicados al desarrollo metodológico del estudio cabe destacar: La aplicación de una metodología estándar de cálculo de la huella ecológica que

facilite su comparabilidad con cálculos realizados en otros países, pero

12 La version más reciente de Ecological Footprint Standards es de 2009 y revisa a la edición de 2006. Asimismo la versión más reciente de la aplicación desarrollada por Global Footprint Network V2009­1.

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completada con cálculos que incorporen especificidades locales y comparables con los cálculos previos ya realizados.

La integración de la metodología reconocida en el ámbito internacional y las tendencias metodológicas actuales (Ecological Footprint Standards, 2006).

La compatibilidad y coherencia metodológica con los cálculos realizados de la huella ecológica de España, y procurar la complementariedad entre ambos cálculos.

La adaptación de la metodología estándar de cálculo de la huella a los requerimientos específicos del proyecto y a las características de la información existente. Para ésta adaptación se tiene en especial consideración la calidad de la información disponible, la homogeneidad y comparabilidad de las fuentes, la disponibilidad de esas fuentes para futuras actualizaciones del indicador y la facilidad de su procesado con una relación coste­beneficio favorable entre los requerimientos de tratamiento y el valor añadido que aporte.

La extrapolación de los valores de la huella ecológica española para aquellos componentes cuyo cálculo a partir de fuentes locales es claramente más impreciso o directamente inviable por falta de información, especialmente por la falta de resolución y precisión de los datos de comercio interregional.

Figura 10. Esquema del proceso de cálculo estándar de la huella ecológica, biocapacidad y déficit ecológico de Navarra.

Fuente: Análisis de la huella ecológica en Navarra. MINUARTIA. 2008.

Otro de los resultados del trabajo es la creación de un banco de datos gestionado mediante una aplicación informática en entorno Ms Excel que incorpora la totalidad de información generada con las herramientas requeridas para la gestión del cálculo futuro de la huella ecológica.

La aplicación incorpora todos los archivos­matrices de cálculo asociados al conjunto de cálculos realizados según componentes y años, debidamente codificados, jerarquizados y vinculados entre sí. Con ello se pretende facilitar una base de cálculo con un nivel de desarrollo notable que facilite futuras actualizaciones y despliegues complementarios del cálculo. Permite, asimismo, la verificación de los cálculos realizados al incorporar la máxima trazabilidad posible entre los cálculos y la información de base utilizada.

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En la siguiente figura se presenta la estructuración del sistema de información y cálculo del proyecto navarro.

Figura 11. Estructuración del sistema de matrices de información, cálculo y modelización de la huella ecológica de Navarra

Fuente: Análisis de la huella ecológica en Navarra. MINUARTIA. 2008.

Al inicio del proyecto se procedió a la definición de los ámbitos de prospección de datos y de las fuentes básicas de información ya conocidas (estadística de producción agrícola, ganadera y forestal; estadística de consumo energético y de la estructura de generación del

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sistema eléctrico; estadística sobre ocupación del suelo), así como de los organismos dedicados a la creación y mantenimiento de estas bases de datos.

También resultan interesantes las reflexiones incluidas en el infrome analizado referidas a algunas de las deficiencias detectadas en la calidad de la información disponible y su incidencia en la metodología aplicada. Así se señala que:

La inexistencia de datos sobre comercio interior entre CCAA con suficiente desagregación que impidió el cálculo de la huella por consumo aparente y obligó a realizar el cálculo mediante datos de consumo directo en el caso de cultivos, ganadería y pesca. En el caso del forestal se extrapoló directamente el valor promedio español. Además esta carencia provoca que el cálculo del balance energético asociado al comercio interior de bienes sea poco consistente por lo que no se consideró oportuno incluirlo en el cálculo.

La carencia de datos de producción mundial para determinados cultivos cuyas aportaciones no son relevantes respecto al montante total mundial. En estos casos se optó por el cálculo y aplicación de los rendimientos de las grandes categorías de cultivo de forma agregada o por asignar un valor por similitud.

Se consideró que los valores de las capturas pesqueras, así como de áreas marinas y de agua dulce productivas se han mantenido constantes desde 1995, fecha de la publicación de la que se tomaron los datos.

La disponibilidad de datos de consumo directo en restaurantes tal sólo para grandes dominios territoriales, lo que obligó a asignar los valores medios de la región estadística Norte a la que pertenece Navarra.

Tabla 5. Tipo y fuentes de información incorporadas al cálculo de la huella ecológica agrícola, ganadera, pesca y forestal de Navarra.

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES

Datos de demografía a escala regional para los períodos temporales de cálculo Instituto Nacional de Estadística

Valores de producción del sector agrícola y ganadero de Navarra para las diferentes categorías de productos. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Superficies dedicadas a dichas producciones.

Producción agrícola mundial y área dedicada a los distintos cultivos. FAO. Dirección de Estadística 2006

Datos de consumo de alimentos Encuestas de consumo alimentario (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Secretaría General de Agricultura y Alimentación, Subsecretaría General de Industrias, Innovación y Comercialización Agroalimentaria).

Requerimiento energético de la ganadería a nivel mundial Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004)

Productividades mundiales de los pastos Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004)

Capturas pesqueras y áreas marinas y de agua dulce productivas a nivel mundial.

Primary production required to sustain global fisheries (Revista Nature, vol.374, Marzo 1995)

Rendimientos mundiales forestales Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004)

Factores de equivalencia Informe Planeta Vivo 2004 y 2006.(WWF) Fuente: Análisis de la huella ecológica en Navarra. MINUARTIA. 2008.

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Tabla 6. Tipo y fuentes de información incorporadas al cálculo de la huella ecológica de absorción de CO2 de Navarra.

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES Datos de demografía ­ Instituto de Estadística de Navarra

CONSUMOS FINALES Y PRIMARIOS DE ENERGÍA POR FUENTES Y SECTORES Consumo de energía por sectores y fuentes en el ámbito de la Comunidad Foral de Navarra

Balances de energía final de Navarra, Departamento de Industria, Tecnología, Comercio y Trabajo

EMISIONES ASOCIADAS AL CONSUMO ENERGÉTICO Estructura de la generación de energía eléctrica de la Comunidad Foral de Navarra y del conjunto del sistema eléctrico español

El sistema eléctrico por comunidades autónomas. Red Eléctrica Española

Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Navarra (para calibrado y comprobación)

Inventarios GEI’s. Ministerio de Medio Ambiente.

Factores de emisión de las fuentes primarias Varias fuentes: IHOBE, Diputación de Barcelona (pendiente de contrastar con factores utilizados en GEI).

BALANCE DE ENERGÍA POR COMERCIO INTERIOR E INTERREGIONAL Datos de comercio exterior en unidades físicas (clasificados en códigos CNAE) Agencia Tributaria

Factores de intensidad energética por categorías de productos Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004)

Datos de comercio interregional en unidades físicas (clasificados en códigos generales de actividades)

CEPREDE

CÁLCULO DE LA HUELLA ECOLÓGICA A PARTIR DE EMISIONES Factor de fijación de CO2 (con productividad media mundial) Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004) Factores de equivalencia

Fuente: Análisis de la huella ecológica en Navarra. MINUARTIA. 2008.

Tabla 7. Tipo y fuentes de información incorporadas al cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado y cálculo de la biocapacidad de Navarra.

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES DE INFORMACIÓN Datos de para los períodos temporales de cálculo Instituto Nacional de Estadística

SUPERFÍCIES SEGÚN CATEGORÍAS PRODUCTIVAS

Usos del suelo Mapa de cultivos y aprovechamientos. Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Gobierno de Nava

Superficie ocupada por usos industriales Catastro Superficie de infraestructuras viarias SIGPAC

FACTORES DE PRODUCTIVIDAD

Superficie, producción y productividad forestal Inventarios Forestales II y III y fuentes utilizadas para determinar las categorías productivas

Valores de productividad española según tipología de cultivos Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Rendimientos mundiales forestales Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004)

Valores de productividad medios mundiales según tipología de cultivo FAO. Dirección de Estadística 2006

Productividades mundiales de los pastos Footprint account world academic V2004_9 (Global Footprint Network,2004)

Fuente: Análisis de la huella ecológica en Navarra. MINUARTIA. 2008.

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3.2. PAÍS VASCO

Uno de los indicadores utilizados por el Gobierno del Páis Vasco para medir en qué situación se encuentra la sociedad vasca respecto al logro de la sostenibilidad es la huella ecológica. En 2005 el gobierno vasco publico un informe con los resultados de este indicador para la Comunidad Autónoma.

Para el cálculo de la huella ecológica de la Comunidad Autónoma del País Vasco se utilizó el programa informático “ SGA Model” (Sub­national Geographical Areas Model) desarrollado por Best Foot Forward para el Programa de Indicadores Comunes Europeos. Basada en los cálculos realizados por el grupo de trabajo de Wackernagel para el “Living Planet Report 2002” del World Wildlife Fund, esta herramienta facilita el cálculo de la huella ecológica de una región. El modelo relaciona los cálculos de la huella ecológica de un país con ciertos hábitos de consumos de la ciudadanía, estableciendo una serie de relaciones numéricas entre ambos. Una vez obtenidas estas relaciones se aplica el modelo a escala regional aplicando los datos de consumo de la región.

Asimismo, se utilizaron datos del cálculo de la huella ecológica y de consumos nacionales, que posteriormente fueron corregidos teniendo en cuenta las peculiaridades de los hábitos de consumo de la sociedad vasca. De esta forma se tomaron los valores de un total de 25 variables recogidas en 5 categorías.

Tabla 8. Categorías y variables incorporadas al cálculo de la huella ecológica del País Vasco.

Fuente: IHOBE (2005): Huella ecológica de la Comunidad autónoma del País Vasco. IHOBE ­Sociedad Pública de Gestión Ambiental.

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En el informe de 2005, los resultados obtenidos se comparan con los de los estados miembros de la Unión Europea y otros países del mundo recurriendo para ello a datos procedentes del informe Living Planet Report 2002, elaborado por World Wildlife Fund.

3.3. CATALUÑA

En Cataluña, Ferran Relea y Anna Prat aplicaron en 1998 la metodología de Wackernagel y Rees para calcular la huella ecológica de la ciudad de Barcelona 13 . A pesar de que su objetivo no era determinar la de Cataluña, para poder calcular la huella de Barcelona estimaron la de toda la comunidad y, posteriormente, aplicaron algunos factores de corrección teniendo en cuenta la población de la ciudad condal, la superficie habitada y los hábitos de consumo de sus habitantes hasta conseguir el valor correspondiente a Barcelona.

En 2003, el Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de Catalunya (CADS), adscrito al Departament de la Presidència de la Generalitat de Catalunya, realizó un encargo para la actualización del valor de este indicador.

La determinación de la huella ecológica de Cataluña ha sido realizada siguiendo la metodología propuesta originariamente por Wackernagel y Rees. El informe de 2005 titulado “Aproximación a la huella ecológica de Catalunya” describe esta metodología junto las modificaciones propuestas para que el análisis regional resultara más ajustado. En este apartado se resumen las que se han considerado más relevantes para nuestro objetivo.

Una de estas aportaciones se refiere a la consideración de una parte del territorio que permita preservar los elementos y los procesos ecológicos. Los autores del informe señalan que uno de los retos consiste en poder hacer una aproximación al cálculo de la huella ecológica que integre la preservación de la biodiversidad entre sus variables. Wackernagel y Rees consideraron conceptualmente esta necesidad, pero no la incluyeron en el cálculo de la huella ecológica mundial, y consecuentemente no hay una clara indicación metodológica sobre cómo hacerlo. Cabe recordar que la Comisión Brundtland proponía la necesidad de proteger el 12 % de la superficie terrestre a tal fin.

La metodología aplicada a Cataluña parte de la base de que el tratamiento adecuado del territorio en su conjunto es la clave para poder preservar la biodiversidad que contiene; que es necesario asegurar espacios en los que las condiciones ecológicas sean favorables a la biodiversidad y con estados de perturbación bajos y que una red de espacios significa disponer de espacios nodales protegidos y espacios internodales de conexión ecológica.

A partir de estas consideraciones es posible establecer un cálculo aproximado de la superficie necesaria para el establecimiento de una red de espacios protegidos en Catalunya. La red nodal básica son los espacios del Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) que, más que actuar como zonas de protección, adquieren relevancia como espacios funcionales para contener, albergar y extender biodiversidad a los espacios de la matriz envolvente. La superficie de los espacios del PEIN supone un 20 % de la superficie de Catalunya.

El otro elemento clave de la red son los espacios internodales de conectividad ecológica entre espacios protegidos. Sin embargo se carece de una red de espacios de conectividad

13 Relea, F y Prat, A (1999): Aproximación de la huella ecológica de barcelona: resumen de los cálculos y reflexiones sobre los resultados. Comisión de Medio Ambiente y Servicios Urbanos del Ayuntamiento de Barcelona Presidencia. http://www.bcn.es/mediambient/cas/down/masu6_1.pdf

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ecológica. Una solución sería, en base a los resultados de algunos estudios, hacer una selección de comarcas, clasificándolas en dos categorías (predominantemente urbana o rural) y asignar, de acuerdo con esta clasificación, el porcentaje de superficie correspondiente a los espacios de interés conector. Aplicar esté método tiene importantes limitaciones debido a la diversidad de las carácterísticas territoriales de las comarcas o la diferente distribución de los espacios núcleo.

Otra forma de consderar esta cuestión es recurir al concepto de Matriz Territorial Restante (MTR) 14 . Se trata de determinar la superficie de territorio en la cual se darán, entre otros, los principales procesos de conectividad ecológica y que se obtiene como resultado de restar a la superficie regional aquellos espacios que están incluidos en el PEIN, la ocupada por la red viaria existente, las superficies urbanizadas, y las grandes superficies agrícolas (que el autor fijó en las superiores a 100 ha).Mediante esta metodología los autores del estudio determinaron para cada comarca el porcentaje de superficie que, potencialmente según los estudios de conectividad disponibles y dependiendo de si es de tipo rural o urbano, le correspondería para garantizar la conectividad ecológica entre los espacios del PEIN.

La suma de la superficie del PEIN y la estimada para la conectividad ecológica determina la superficie mínima de protección de la biodiversidad para Cataluña que hay que tener en cuenta al hacer el cálculo de la huella ecológica.

Otro de los temas reflexión en el informe catalán es la absorción de CO2 por el mar. Se considera que la no consideración del mar como elemento de absorción de CO2 es uno de los aspectos débiles del cálculo de algunas metodologías. La primera dificultad para incorporar esta variable es determinar la superficie marina de absorción atribuible a Cataluña. Los autores proponen tomar las aguas jurisdiccionales (12 millas) para calcularla.

Una vez determinada esta superficie, el siguiente reto es determinar su productividad ya que la del océano abierto es menor que la de las plataformas continentales. El informe propone calcular la capacidad de absorción de CO2 por el mar a partir de una estimación de la plataforma continental de las costas catalanas. Se diferencia la plataforma continental superior (hasta unos 50 metros de profundidad) y el área de la plataforma continental hasta 100 metros de profundidad estableciendo un valor de referencia máximo y otro mínimo.

El tercero de los aspectos sobre los que el informe catalán realiza propuestas metodológicas específicas se refiere a las importaciones y exportaciones. En un ámbito global el cálculo de la huella ecológica se contemplan desde una perspectiva de compensación a escala mundial, sin embargo, desde la perspectiva de una región o territorio determinado la compensación global no tiene demasiado sentido. El concepto de huella ecológica va ligado a un determinado nivel de desarrollo de cada país en un momento dado. Se trata de medir la superficie ecológicamente productiva para mantener el nivel de consumo de recursos actual de un territorio. Por tanto, a esta escala de análisis, la compensación entre las importaciones y las exportaciones esconde o diluye la necesidad intrínseca del país de consumir para mantener su nivel actual de vida. El indicador regional debe tener en cuenta todos los consumos hechos en el territorio y los efectuados en otros lugares del mundo para mantener la calidad de vida.

Otro de los aspectos sobre los que el estudio de Cataluña propone alternativas en el cálculo de la huella ecológica se refiere a la forma en que se deben considerara las superficies urbanizadas. Habitualmente estas superficies son consideradas como áreas no productivas y como consumos de recursos heredado, es decir, sin contabilizar los consumos que fueron necesarios para su transformación. El estudio realiza una aproximación simple pero

14 MAYOR, X. (2002). Preservació de l’entorn mitjançant el tractament de la matriu territorial: criteris i propostes d’actuació estratègiques. Barcelona: Generalitat de Catalunya, Departament de Política Territorial i Obres Públiques, Secretaria per a la Planificació Territorial.

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consistente para incorporar un factor mediante el cual se estima la superficie construida para después calcular la emisión de CO2 derivada.

Para ello se clasifica en dos tipos la superficie urbanizada de Cataluña atendiendo a su densidad. Para las zonas de alta densidad se asigna una altura media de las edificaciones de 6 plantas y para las zonas de baja densidad urbana de 3. Para calcular las emisiones necesarias para la construcción de estas zonas el informa acude a los datos de un informe Universidad Politécnica de Catalunya (Estudio del impacto ambiental de la Escuela de Arquitectura del Vallès, 1999) en el que se considera que, como promedio, en Catalunya 1 m 2 construido implica un promedio de emisión de 450 kg de CO2.

Por último, con respecto a la población, el estudio considera necesario tener en cuenta, además de los habitantes censados, los consumos de recursos realizados por los turistas en el cálculo de la huella ecológica de Cataluña. El número de turistas que visitó Cataluña en 2001 fue de más de 25 millones de personas, casi 4 veces la población censada. Esta población no acostumbra a quedarse en el territorio catalán durante períodos muy largos. El valor medio correspondiente de la estancia de un turista en 2001 fue de 6,4 días. Con estos datos se estima que los turistas que visitan anualmente Cataluña equivalen a 442.508,13 habitantes censados más por lo que la población equivalente de Catalunya para el cálculo de la huella ecológica sería de unos 6.803.873,27 habitantes.

Con la introducción de estas nuevas consideraciones, a excepción de los consumos derivados de la construcción del espacio urbanizado, el valor de la huella ecológica per cápita de Cataluña estaría situado alrededor de las 5,15 ha, una superficie 11 veces mayor que la resultante de la aplicación estricta del método propuesto por Wackernagel y Rees.

Si se considerase además el peso de la herencia de consumo acumulada en las zonas urbanas este valor aún sería mucho más elevado, ya que podría llegar a las 39 ha/habitante, en términos absolutos, unas 83,1 veces la superficie de Cataluña.

3.4. ANDALUCÍA

La Junta de Andalucía abordó el cálculo de la huella ecolígica para 2001, actualizando así los datos de 1996. El procedimiento de cálculo utilizado es una síntesis del propuesto por los autores que desarrollaron el indicador, William Rees y Mathis Wackernagel.

El documento consultado destaca que una de las mayores carencias con la que ha de enfrentarse esta metodología es la dificultad para conseguir datos, en unidades físicas, de los consumos, dado que la obtención y mantenimiento de las bases de datos de flujos físicos y consumo de recursos naturales primarios no están lo suficientemente sistematizados en el sistema estadístico regional. Esta dificultad se incrementa cuanto más disminuye la escala territorial del cálculo.

La metodología aplicada parte de una estimación del “ consumo aparente” , que se obtiene mediante el cálculo de la producción total, a la que se descuenta la exportación y se añade la importación. Por tanto, no están reflejados los flujos de comercio interior, es decir, los que se producen entre diferentes regiones del Estado.

Para que el resultado sea comparable al obtenido en otros lugares del mundo la “hectárea de territorio productivo estándar” se calcula mediante la aplicación de factores denominados de

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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“equivalencia” y de “productividad”. Mientras que los primeros normalizan entre sí diferentes tipos de territorio productivo, los segundos normalizan las hectáreas propias del territorio andaluz.

El consumo de materiales y energía se calcula contabilizando el consumo anual de alimentos, productos forestales, el consumo directo anual de energía y otros materiales, manufacturados o presentados de forma primaria. Por tanto, se tiene en cuenta el consumo de productos cuyo origen se encuentra fuera del territorio andaluz, a la vez que se desecha la producción local destinada a la exportación, pues la huella ecológica debido a ella será contabilizada, en caso de un cálculo global, allá donde este consumo se produzca.

En la Tabla 10 se recogen las categorías de consumo consideradas en el documento andaluz y se sintetiza la metodología de transformación en territorio productivo. Los datos de consumo se obtienen en toneladas o en gigajulios, dependiendo de la categoría, y es necesario transformarlos en unidades de superficie de territorio productivo, normalmente en hectáreas. Para ello se utilizan índices de productividad que expresan las toneladas, o bien los gigajulios, producidos por unidad de superficie (hectárea) para las diferentes categorías de consumo.

Cada una de las categorías de consumo se satisface con la ocupación y utilización de diferentes tipos de territorio para las que se realizan las siguientes consideraciones:

Territorio agrícola: es, ecológicamente hablando, la tierra más productiva, pues es donde se concentra la mayor producción de biomasa. En la actualidad casi toda esta superficie está ocupada por cultivos con los que esta alta producción biológica se canaliza a formas directamente consumibles por el ser humano.

Pastos: es el área utilizada para el pastoreo de ganado. En su inmensa mayoría es significativamente menos productiva que la agrícola.

Forestal: Se refiere a la superficie ocupada por bosques ya sean naturales o repoblados, pero siempre que se encuentren en explotación para la producción de productos forestales.

Áreas utilizadas directamente: incluye las áreas ocupadas por superficies degradadas, embalses y áreas construidas u ocupadas por infraestructuras. En la mayoría de las ocasiones ocupan superficies de alto valor agrícola, por lo que su aumento redunda con frecuencia en una disminución de la superficie agrícola disponible. Por esta razón, en términos de huella ecológica, el consumo de territorio ocupado directamente se adscribe como territorio agrícola.

Mar: incluye las zonas marinas de las que es posible detectar una producción biológica razonable. Esta superficie representa en realidad sólo el 8,3 % de la superficie marina y en ellas se produce el 95 % de la producción total de los mares.

Territorio destinado a la absorción de CO2: son territorios destinados a la implantación de bosques con el único objetivo de servir para absorber el exceso de CO2 que se genera con la quema de combustibles fósiles. El bosque que potencialmente se genere para la absorción de CO2 ha de estar ajeno a la explotación forestal convencional para que esa absorción sea permanente.

Territorio reservado para la biodiversidad: territorio no alterado que se reserva para la conservación de la biodiversidad y, en general, para mantener los servicios básicos que reporta la naturaleza y que son difícilmente cuantificables. El ecólogo Eugene Odum ha sugerido que es preciso preservar un tercio de cada tipo de ecosistema para el mantenimiento de la biodiversidad. Por otra parte, la Comisión Brundland propuso, parece que bastante arbitrariamente, la cifra del

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doce por ciento de la superficie terrestre para este cometido. Para algunos autores, el doce por ciento resulta un valor manifiestamente bajo. En lo que respecta a este trabajo, se ha empleado la cifra del doce por ciento por ser la más reducida de las que se han sugerido y porque ésta es la manejada en la metodología estándar, utilizada de común acuerdo.

A grandes rasgos, el cálculo de la huella total consiste en la elaboración de una matriz en la que se representan el territorio apropiado por habitante para la satisfacción de diversas categorías de consumo, representadas en las filas, que tienen que ver con la alimentación (agricultura, ganadería y pesca), el sector forestal, los bienes de consumo, el consumo energético y el territorio utilizado directamente. A su vez, el territorio apropiado también está subdividido en seis clases, representadas en las columnas.

Tabla 9. Matriz de relación entre las categorías de consumo y los tipos de territorio productivo.

Cultivos Pastos Forestal Mar productivo

Absorción de CO2

Territorio utilizado directamente

Agricultura Huella agrícola

Ganadería Huella ganadera

Forestal Huella forestal

Pescado Huella pesquera

Bienes de consumo

Huella energética fósil

Energía Huella energética fósil y nuclear Energía solar y eólica

Territorio ocupado

Huella de ocupación directa

Territorio no modificado 12% 12% 12% 12% 12% 12%

Fuente: La huella ecológica de Andalucía. Junta de Andalucía. 2005.

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Tabla 10. Síntesis de la metodología para el cálculo del consumo aparente y para su transformación en territorio productivo (huellas parciales) en la huella ecológica de Andalucía.

ÁMBITO CATEGORÍA DE CONSUMO CÁLCULO DEL CONSUMO APARENTE

METODOLOGÍA DE TRANSFORMACIÓN EN TERRITORIO PRODUCTIVO

Productos bióticos

Agricultura Consumos de productos vegetales, así como producción primaria vegetal destinada a preparaciones alimenticias o productos elaborados tales como las conservas, el aceite, el vino o el café.

Producción – exportación + importación

Utilización de factores de rendimiento medio mundial (t por hectárea).

Ganadería Consumos de carne y otros productos animales como la leche, los huevos, la miel o la lana.

Producción – exportación + importación

Utilización de factores de rendimiento medio mundial (t por hectárea de pastos).

Forestal Consumo de madera, leña o producción primaria destinada a productos manufacturados.

Producción – exportación + importación

Utilización de factores de rendimiento medio mundial (t por hectárea).

Pesca Consumo directo de pescado o preparaciones de pescado o marisco. Para el cálculo del consumo directo se utilizaron datos procedentes de encuestas de consumo familiar y en la restauración.

Consumo familiar Utilización de factores de rendimiento de mar biológicamente productivo. (en t por hectárea)

Energía

Energía de origen fósil

Consumo de energía primaria procedente de fuentes fósiles (petróleo, carbón y gas natural). También se tiene en cuenta la energía primaria fósil destinada a la producción de energía eléctrica, para lo que se utiliza un factor de eficiencia de las centrales. En todo caso, no se consideran las pérdidas en la distribución de la electricidad.

Datos de consumo directo Superficie equivalente de bosque para la absorción de CO2.

Nuclear Consumo de energía primaria de origen nuclear. También se obtiene la energía primaria a base de la utilización de factores de eficiencia de las centrales termonucleares.

Datos de consumo directo Superficie para su sustitución mediante combustibles fósiles.

Renovables La metodología es dependiente del tipo de energía renovable. En general no se han tenido en cuenta factores de eficiencia, dado que muchas de estas energías poseen una base territorial clara y pueden estar radicadas en superficies ya destinadas a acoger otros usos.

Estructura de generación del sistema eléctrico español.

Estimación de las fuentes primarias utilizadas en la generación de la energía eléctrica importada, incluyendo los factores de rendimiento de las centrales.

Productos industriales objeto de comercio exterior

Se considera un balance de comercio exterior de productos manufacturados ya que éstos “contienen” energía que ha sido utilizada para su producción. A efectos de huella ecológica, se considera que esta energía es siempre de origen fósil.

Datos de consumo directo. Dependiente de la tecnología concreta.

Territorio de ocupación directa

Territorio destinado a acoger ciudades, procesos de urbanización, explotaciones mineras, embalses o vertederos. Coberturas de satélite. Cálculo directo con las coberturas de satélite.

Fuente: Elaborado a partir de La huella ecológica de Andalucía. Junta de Andalucía. 2005.

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Otras consideraciones metodológicas sobre el cálculo de la huella ecológica de Andalucía que se realizan en el documento analizado son:

Se admite que las actuales prácticas en los sectores agrícola, forestal y ganadero son sostenibles, es decir, que el modo de las prácticas que hoy se siguen no supone pérdidas de suelo, por ejemplo por erosión, ni contaminación de ningún tipo.

Sólo se contabilizan la recolección de recursos renovables, la extracción de recursos no renovables, algunos impactos asociados a la absorción de ciertos residuos y el suelo ocupado directamente por construcciones o embalses.

No se contabilizan ciertas actividades o procesos como, por ejemplo, la contaminación del suelo (difusa o directa), la parte que le corresponde a la población estudiada de la reducción de la capa de ozono, la erosión, etc., pues la estimación del área que ocuparían se hace demasiado complicada o resulta imposible de medir.

Se intenta no contabilizar doblemente el mismo territorio. Hay veces en que una misma extensión ofrece dos servicios al mismo tiempo. Por ejemplo, un bosque además de madera produce pastos y retiene el suelo, evitando así la erosión. En estos casos se considera siempre el área de mayor extensión.

Se incluye la extensión de mar u océano como la necesaria para proveer a la población de su consumo de proteínas marinas, es decir, sólo se tiene en cuenta aquella porción de mar cuya producción biológica puede ser aprovechada por el ser humano.

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4. PRIMERA APROXIMACIÓN AL CÁLCULO DE LA

HUELLA ECOLÓGICA DE ASTURIAS: METODOLOGÍA DE CÁLCULO, NECESIDADES DE INFORMACIÓN Y

FUENTES DE DATOS.

A lo largo del presente apartado se realiza una primera evaluación del esfuerzo y dedicación necesarios para el cálculo del indicador de la huella ecológica en el territorio del Principado de Asturias. A tal efecto resulta esencial examinar los requerimientos y disponibilidad de fuentes de datos, así como analizar tanto la metodología general como las potenciales alternativas metodológicas que permitan adaptar los cálculos a las características y particularidades del territorio asturiano.

La metodología general o estándar se basa en las directrices establecidas por la Ecological Footprint Network (denominadas Ecological Footprint Standards). Estas directrices establecen criterios de carácter obligatorio y recomendaciones a aplicar en los cálculos de la huella ecológica que se pueda realizar en el Mundo. Al hablar de obligaciones y recomendaciones, la propia Ecological Footprint Network reconoce que la metodología estándar se debe adaptar y complementar en función de las características propias y la disponibilidad de datos para cada territorio analizado.

Tal y como se ha evidenciado mediante la revisión de la metodología de cálculo aplicada por el MARM y algunas CCAA, existen un elevado número de adaptaciones o variaciones que pueden complementar y mejorar la metodología estándar de la huella ecológica, superando algunas de las limitaciones de este indicador ambiental y adaptándose a las características propias de un territorio en particular. No obstante, tal ejercicio de revisión e innovación metodológica requiere de un gran esfuerzo de análisis y ensayo de diferentes propuestas y alternativas.

Por tanto, y en aras de calcular una primera huella ecológica del Principado de Asturias comparable con los resultados a nivel nacional o regional en un plazo de tiempo corto, se

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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propone realizar un cálculo inicial de la huella ecológica asturiana de acuerdo a las directrices estándares internacionales y basada en la propuesta metodológica desarrollada por el MARM tanto a nivel nacional como autonómico y provincial.

Para este cálculo inicial se propone en los siguientes apartados se basa en tres pilares o criterios fundamentales: ü La aplicación de una metodología estándar las de cálculo de la huella ecológica,

basada en las directrices establecidas por la Ecological Footprint Network en 2009, que facilite su comparabilidad con cálculos realizados en otras CCAA, regiones o países.

ü Promover, siempre que sea posible, la compatibilidad y coherencia metodológica con la metodología aplicada por el MARM, especialmente en el cálculo de la huella ecológica a nivel regional y/o provincial.

ü En aquellos apartados que, por falta de información a nivel regional sea imposible aplicar la metodología estándar o las variaciones propuestas por el MARM, se procederá a revisar las soluciones propuestas por otras CCAA aplicando aquella que mejor se ajuste a las características de Asturias

4.1. HUELLA ECOLÓGICA AGRÍCOLA, GANADERA, FORESTAL Y PESQUERA

Tal y como se ha comentado a lo largo de este documento, la aplicación de la metodología estándar de cálculo de la huella ecológica a nivel regional presenta una serie de dificultades añadidas relacionadas con la disponibilidad de fuentes estadísticas de información desagregadas a nivel subnacional. La principal dificultad añadida para el cálculo de la huella ecológica del Principado de Asturias respecto a la huella ecológica nacional reside en la inexistencia de datos oficiales sobre comercio interior entre CCAA en unidades físicas.

Por tanto, a pesar de disponer de información sobre la producción agrícola, ganadera, forestal y pesquera de Asturias, en principio resulta imposible estimar el consumo aparente Asturiano dada la falta de datos sobre comercio interior entre CCAA. Ante esta situación, se puede optar por tres soluciones:

a) Realizar el cálculo de la huella ecológica en base a los datos de consumo directo proporcionados por la encuesta sobre consumo alimentario en hogares y restaurantes. Esta opción ha sido la desarrollada por el MARM, para el cálculo de la huella ecológica por regiones, y por la mayoría de las CCAA.

b) Utilizar los datos de producción regionales y los datos de comercio exterior para estimar el consumo regional aparente. Esta opción, utilizada por Andalucía, supera la falta de datos de comercio interior mediante suponiendo que no se da ningún tipo de consumo interregional. Por tanto, el consumo aparente se estima en base a la producción regional y las importaciones y exportaciones fuera de España.

c) Una alternativa novedosa consistente en la estimación el consumo aparente real del Principado de Asturias gracias a la utilización de nuevas fuentes de datos sobre comercio interregional como el proyecto C­Intereg desarrollado por el Centro de Predicción Económica CEPREDE. Por el momento, el nivel de desagregación ofrecido no permite el desglose de productos agrícolas, ganaderos, forestales o pesqueros. Esto obligaría a un ejercicio de ponderación y estimación del peso de cada una de estas

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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categorías dentro del grupo R5 – Industria agroalimentaria disponible en la base de datos de C­Intereg 15 .

Propuesta inicial de cálculo en base a datos de consumo directo Tanto el MARM como la mayoría de CCAA han optado por esta metodología de

cálculo, basada en los datos de consumo directo, para superar la falta de información de comercio interior. Por tanto, en aras de facilitar la comparabilidad de resultados y mantener la coherencia metodológica con el MARM, se considera ésta como la metodología más apropiada para el cálculo de la huella ecológica agraria, ganadera, forestal y pesquera.

Las encuestas sobre consumo alimentario elaboradas por el MARM facilitan datos de consumo directo en hogares y restaurantes por CCAA o regiones geográficas. El primer obstáculo a solventar es el hecho de que los datos de consumo directo para restaurantes sólo están disponibles a nivel de regiones geográficas y no de comunidades autónomas. Con objeto de estimar el consumo directo en restaurantes en Asturias se propone asignar los valores medios de consumo de dicha región estadística Noroeste 16 .

Una vez estimados los consumos tanto en hogares como en restaurantes, se ha de estimar la superficie productiva asociada a cada uno de ellos por separado mediante la aplicación de las productividades mundiales correspondientes a cada categoría de producto (agrícola, ganadero o pesquero). Posteriormente, se divide dicha superficie por la población de Asturias y se le aplica el factor de equivalencia correspondiente según el tipo de superficie.

De este modo se obtiene la huella ecológica agrícola, ganadera y pesquera del Principado de Asturias medida en hectáreas globales por habitante. Finalmente, con objeto de contabilizar la huella ecológica forestal se ha de sumar también, a modo de aproximación, la huella ecológica forestal de España, dado que no existen datos de consumo directo para poder estimar la huella específica de Asturias.

Por tanto, el esfuerzo y pasos necesarios para desarrollar un primer cálculo de la huella ecológica agrícola, ganadera, forestal y pesquera de Asturias basado en consumos directos pueden resumirse como sigue: Ø Recopilar, ordenar y clasificar los datos de consumo directos de hogares y

restaurantes de acuerdo con la tipología de productos propuesta por la metodología estándar, de forma que dichos datos puedan transformarse en superficie productiva.

Ø Recopilar los datos de productividades mundiales procedentes de fuentes estadísticas como la FAO o la propia Ecological Footprint Network. Con objeto de poder aplicarlos a los datos de consumo directo, las distintas productividades habrán de ser agrupadas de forma similar a la realizada inicialmente. En caso de que alguna categoría de datos no coincida, se deberá llevar a cabo un proceso de asimilación basado en criterios consistentes y coherentes.

Ø Transformar las superficies resultantes en hectáreas per cápita y aplicar los factores de equivalencia correspondientes con objeto de transformarlas en hectáreas per cápita globales.

15 El análisis realizado desaconseja esta opción de cálculo dada la escasa fiabilidad de los datos. Sin embargo, se considera que esta metodología de cálculo, que se corresponde con la metodología de cálculo estándar y no ha sido aplicada en cálculos anteriores, puede ser una opción para futuros cálculos de la huella ecológica una vez se dispongan de datos de comercio interregional con una mayor nivel de desagregación. 16 Esta metodología es la misma que la aplicada por Navarra en el cálculo de su huella ecológica.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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También es importante señalar que la estimación de la huella ecológica en base a los datos de consumo directo no está exenta de dificultades y ciertas limitaciones. A continuación se citan las más importantes:

• Los datos de consumo directo no incluyen toda la producción primaria, ya que hay parte que no llega a convertirse en consumo por la existencia de desechos o destinos finales diferentes del alimentario. Esto obligó al MARM a corregir los cálculos basados en consumo directo de las CCAA mediante el consumo aparente a nivel nacional. Por tanto, el cálculo que se realice para Asturias diferirá de aquellos presentados por el MARM.

• Análisis previos de los datos de consumo directo de las distintas CCAA muestran una enorme disparidad de datos 17 , lo que constata un déficit en la calidad de los datos sobre consumo alimentario (obtenidos mediante una encuesta).

• Inexistencia de una correlación directa entre las categorías de bienes de consumo directo con las los datos de producción mundial. Por tanto, se deberá proceder mediante el cálculo de productividades mundiales agregadas.

• Falta de datos de consumo directo en restaurantes a nivel de CCAA, por lo que se debe realizar una extrapolación de los datos del área geográfica noroeste.

4.2. HUELLA ECOLÓGICA DE ABSORCIÓN DE CO2.

El cálculo de la huella ecológica por absorción de CO2 es el apartado que más esfuerzo requiere en términos de recopilación y tratamiento de información previa al cálculo de la huella global per cápita. Además, es el componente de la huella ecológica que presenta un mayor peso sobre el valor global de la huella. Por tanto, resulta fundamental una completa y profunda revisión de las fuentes de información disponibles, así como la aplicación de las herramientas adecuadas para transformar los datos de entrada en términos de energía consumida en la huella ecológica final por absorción de CO2.

En cuanto a la metodología aplicada, tanto el MARM como el resto de las CCAA que han realizado el cálculo de su huella ecológica han optado por aplicar la metodología estándar (consistente en trasformar los datos de consumo directo de energía y la derivada del balance comercial de bienes de consumo en hectáreas de bosque necesarias para absorber las emisiones de CO2 asociadas) elaborada por la Global Footprint Network, si bien se han incorporado ciertas adaptaciones e innovaciones en función de las particularidades de cada territorio.

También cabe destacar que, como se ha comentado al principio de este documento, el MARM adopto una metodología complementaria a la metodología estándar basada en la aplicación de las tablas Input–Output a nivel nacional. Al contrario de la metodología estándar, que toma los valores de consumos finales directos por grandes sectores (transporte, residencial, etc.), las tablas Input–Output permiten desagregar el consumo total nacional de bienes y servicios en unidades monetarias (incluyendo los consumos intermedios y las importaciones y descontando exportaciones). Una vez se dispone de esta información desagregada, la totalidad de los bienes y servicios, categorizados por ramas de actividad, se

17 MARM. Análisis de la huella ecológica de España 2007.

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vinculan a los datos de emisiones de las NAMEA 18 por sectores. Tras transformar las emisiones finales en hectáreas, se obtiene la huella ecológica energética por consumo final interno de bienes y servicios. A este valor se le añade la huella ecológica por emisión asociada a combustibles utilizados directamente en hogares y transporte privados, con lo que se obtiene la huella ecológica total por absorción de CO2.

Así pues, el cálculo de la huella mediante las tablas Input­Output no altera los resultados obtenidos a través de la metodología estándar, sino que se trata de una metodología complementaria que permite un cálculo más preciso en términos de desagregación de los componentes de consumo. Asimismo, facilita al MARM una formulación más completa de los escenarios futuros al permitir modelizar variables de carácter económico y eficiencia energética de sectores como el industrial, servicios y transporte. Finalmente, facilita el despliegue de la huella ecológica para el conjunto de niveles territoriales, a través de la ponderación de los resultados a nivel nacional mediante los resultados de gasto por grupo de gasto COICOP 19 de la Encuesta Continua de Presupuestos Familiares.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, se considera más apropiado realizar el cálculo inicial de la huella ecológica por absorción de CO2 del Principado de Asturias mediante la metodología de consumo energético directo. Esta aproximación ofrece unos resultados más fiables para el territorio de Asturias ya que se basa en el consumo energético específico de la región, en vez de ponderaciones por grupo de gasto tal y como se propone en la metodología Input­Output.

Propuesta inicial de cálculo en base a datos de consumo energético directo El primer paso para calcular la huella ecológica por absorción de CO2 de Asturias es

determinar el consumo energético directo por fuentes y sectores del Principado, información disponible a través de la Fundación Asturiana de la Energía 20 . La información aparece agrupada por sectores de consumo (industria, transportes, residencial, servicios y agrícola) y fuentes (carbón, petróleo, gas, electricidad, renovables). También es necesario conocer las fuentes primarias de producción de electricidad de la región para poder aplicar los factores de emisión correspondientes y calcular los consumos primarios totales por fuentes y sectores.

El segundo paso consiste en transformar dichos consumos primarios en emisiones de CO2 a través de factores de emisión (disponibles a través de diversas fuentes como son: IHOBE, MARM, IDAE, etc.). Dichos factores de emisión son coeficientes que permiten calcular las emisiones de CO2 as partir de los consumos energéticos según las diversas fuentes de producción.

Al resultado obtenido se le han de sumar las emisiones procedentes del balance de comercio exterior de bienes y servicios de la región en concreto. La lógica que subyace a este procedimiento es el hecho de imputar la huella ecológica de una región tan sólo el consumo realmente producido en dicha región, incorporando las emisiones derivadas del consumo de productos importados de fuera y eliminando las emisiones asociadas a bienes y servicios producidos en Asturias pero consumidos fuera del territorio (exportaciones). Al balance del

18 El modelo NAMEA (National Accounting Matrix with Environmental Accounts o Matriz de Contabilidad Nacional y Cuentas Ambientales), con el fin de estudiar los efectos de las actividades económicas en distintos aspectos ambientales, presenta la información medioambiental de manera consistente con los principios de las cuentas nacionales. La Unión Europea consideró, en 1994, el sistema NAMEA como parte fundamental del marco de las cuentas satélite ambientales, y en estos momentos, su aplicación a las emisiones al aire representa el área más avanzada.

19 En la Encuesta Continua de Presupuestos Familiares (ECPF) del INE los bienes y servicios han sido clasificados según la clasificación internacional de consumo COICOP (Classification Of Individual COnsumption by Purpose).

20 Disponible en: http://www.faen.es/nueva/ftp/BEPA_2008_v_final.pdf

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comercio exterior de bienes de consumo, clasificado según ramas o grupos de actividad, se le deben aplicar los correspondientes factores de intensidad energética y emisión que permitan estimar el consumo energético asociado a cada tonelada de producto y la emisión de CO2 asociada.

De nuevo, la dificultad principal para realizar dicho cálculo a nivel del Principado de Asturias radica en la falta de datos sobre comercio interior o interregional que, junto con los datos de comercio internacional 21 , son necesarios para conocer el balance de comercio exterior regional. Una posible alternativa es utilizar los datos de comercio interregional facilitados a través del proyecto C­Intereg, alternativa utilizada por la Comunidad Foral de Navarra en el cálculo de su huella ecológica regional.

No obstante, al proceder de estimaciones y no constituir una fuente estadística oficial, los datos de comercio interregional presentan una serie de retos o dificultades añadidas que se resumen a continuación:

• La información proporcionada a través de la base de datos de C­Intereg se presenta con un bajo nivel de desagregación, lo que dificulta la aplicación de factores de intensidad energética ya que estos se establecen para cada tipo específico de industria o rama de actividad

• Las categorías en las que se dividen los bienes objeto de comercio interregional no coinciden con las categorías de bienes CNAE­TARIC 22 , obstaculizando aún más la utilización de factores de intensidad energética comunes para los bienes objeto de comercio interregional o internacional

• Ambas dificultades obligan a la realización de un ejercicio de reagrupación y correlación de categorías de forma que se ajusten adecuadamente a las categorías de factores de intensidad energética disponibles en diversas fuentes estadísticas. Una vez se obtiene las emisiones totales, se debe proceder a calcular el territorio

productivo (territorio de bosques destinados a la absorción de CO2) necesario para absorber dichas emisiones mediante la aplicación de los correspondientes factores de productividad. Una vez se dispone del territorio medido en hectáreas, se procede a transformarlas en hectáreas globales a través de su ponderación por el factor de equivalencia correspondiente.

4.2. HUELLA ECOLÓGICA POR SUELO ARTIFICIALIZADO Y BIOCAPACIDAD.

Tanto la estimación de la superficie asociada al suelo ocupado el análisis de las distintas superficies que determinarán la biocapacidad del Principado de Asturias se realizarán de acuerdo con la metodología estándar, metodología aplicada tanto por el MARM como por el resto de las CCAA. De acuerdo a esta metodología, la superficie urbanizada u ocupada se considera como un recurso heredado, por lo que no es necesario contabilizar de nuevo los recursos necesarios para su transformación. Además, se consideran tan solo los usos que

21 Disponibles a través de la Agencia Tributaria http://datacomex.comercio.es/. Datacomex es un sistema de bases de datos multidimensionales del comercio exterior español con especificación de países y sus agrupaciones, clasificación de productos o mercancías (TARIC, sectores económicos, CUCI), flujo (exportación­importación), territorio (provincias, comunidades autónomas), transporte, condiciones de entrega, periodicidad (series interanuales), variables (valor monetario, peso, unidades arancelarias).

22 CNAE: Clasificación Nacional de Actividades Económicas. TARIC: Integrated Tariff of the European Communities o Arancel Aduanero Comunitario Integrado.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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ocupan el suelo de forma permanente, lo que tiene como consecuencia la renuncia a la productividad biológica preexistente 23 .

La superficie de suelo ocupado se puede sumar directamente a la huella ecológica ya que viene expresada en unidades de superficie (hectáreas). En términos de normalización posterior mediante la aplicación de factores de equivalencia, se considera que la calidad del suelo ocupado es la misma que la del suelo agrícola.

Los resultados del suelo ocupado son obtenidos directamente de la estadística de usos del suelo, tal y como se recoge en el siguiente apartado

Propuesta inicial de cálculo de la biocapacidad según categorías de superficie productiva Para la estimación de la biocapacidad del Principado de Asturias se aplicará la

metodología estándar de cálculo, lo que permite tanto la comparación de los distintos resultados entre sí como la comparación con el conjunto de España, otras regiones o momentos del tiempo.

Las superficies de ocupación del suelo según las distintas categorías de superficies productivas se determinarán de acuerdo a la metodología aplicada por el MARM y descrita en el apartado 2.3.4. Metodología de cálculo de la huella ecológica por suelo artificializado y la biocapacidad (estimación a partir de las bases geográficas del Instituto Geográfico Nacional sobre la ocupación del suelo ­ CORINE Land Cover)

En este sentido cabe destacar que actualmente se disponen de diversas fuentes cartográficas de datos sobre los usos del suelo del territorio asturiano (Cartografía Temática Ambiental del Principado de Asturias, Corine Land Cover, Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo de España, etc.) con lo que es probable que esta parte de los cálculos se pudiera mejorar significativamente.

También es importante hacer mención al método propuesto en cuanto a la consideración del espacio necesario para la conservación de la biodiversidad. Como ya se ha mencionado, el MARM (así como otras CCAA como Andalucía, Navarra, País Vasco, etc.) reserva un espacio para la conservación de la biodiversidad del 12% del territorio, tal y como se estipula en la metodología estándar. Por tanto, y a pesar de la reticencia que genera la aplicación de un porcentaje general sobre la superficie total, se recomienda aplicar inicialmente este mismo porcentaje en la estimación de la huella ecológica del Principado de Asturias con objeto de facilitar la comparabilidad con el resto del Estado Español y la mayoría de regiones nacionales e internacionales.

Una vez se dispone de las superficies disponibles para cada categoría productiva en hectáreas, se debe proceder a su normalización mediante los factores de productividad y equivalencia correspondientes.

Estimación de factores de productividad La biocapacidad del Principado de Asturias se debe normalizar a través de la aplicación

de factores de productividad, calculados a partir de los valores de productividad asturiana para cada una de las superficies productivas en relación con la productividad media mundial para dichas categorías.

23 La Comunidad Autónoma de Cataluña incorpora nuevos elementos en el cálculo de la huella derivada del suelo urbanizado al incluir la los recursos necesarios para la construcción de edificaciones e imputar a la huella las emisiones de CO2 derivadas de dicho proceso de construcción.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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Por tanto, con objeto de poder calcular los factores de productividad asociados a la biocapacidad del territorio asturiano se debe estimar la productividad de las distintas categorías de superficie productiva para el conjunto de Asturias. Dicho cálculo lleva aparejado una labor de agrupación y correlación de categorías de forma que las categorías calculadas para Asturias coincidan con la disponibilidad de datos de productividades a nivel mundial.

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5. RECOMENDACIONES PARA EL CÁLCULO DE LA

HUELLA ECOLÓGICA DE ASTURIAS.

En el apartado precedente se ha realizado un análisis preliminar de la metodología de cálculo de la huella ecológica del Principado de Asturias. Esta metodología inicial se refiere a un primer cálculo de la huella desarrollado de acuerdo a los criterios o directrices generales y la metodología aplicada por el MARM, lo que permitirá la obtención de unos resultados de la huella ecológica comparables a aquellos publicados por el Ministerio y/o otras comunidades y podrá ser utilizado como un indicador general de la situación del Principado en materia de sostenibilidad ambiental.

No obstante, se considera fundamental en el medio plazo el desarrollo e implementación de una metodología de cálculo propia del Principado de Asturias, que se ajuste a la realidad del territorio y supere las limitaciones de aplicación y conceptuales derivadas de la metodología estándar. Por tanto, se propone la realización de una profunda revisión de los criterios metodológicos utilizados que de lugar al establecimiento de unos criterios de cálculo propios para Asturias que permitan la obtención de un indicador más realista y fidedigno de la sostenibilidad ambiental del territorio. Asimismo, se espera poder superar algunas de las limitaciones históricas de la huella ecológica como indicador de sostenibilidad.

Como consecuencia, y en base al análisis realizado en términos de necesidades de información y exigencias en materia de explotación de datos, se recomienda que el cálculo de huella ecológica para el Principado de Asturias se aborde en dos líneas de trabajo complementarias:

1) Cálculo de la huella ecológica de acuerdo con la metodología estándar aplicada por el Ministerio de Medio Ambiente. Esta línea de trabajo permitirá contar en un breve plazo de tiempo con unos resultados comparables a aquellos obtenidos por el MARM para el conjunto de las CCAA.

2) Desarrollo de una metodología de cálculo de la huella ecológica propia para el Principado de Asturias que permita obtener unos resultados más ajustados a la

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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realidad del territorio y supla las carencias metodológicas identificadas durante el cálculo inicial.

Por tanto, para el desarrollo de los trabajos se considera oportuno programar dos fases diferenciadas aunque complementarias, ya que los análisis y resultados de la primera fase servirán como base para continuar con el desarrollo en profundidad de la segunda fase.

Fase A: Cálculo de la huella ecológica de Asturias de acuerdo a la metodología estándar aplicada a nivel estatal

En esta fase se llevarán a cabo las siguientes tareas: 1. Desarrollo de una metodología de cálculo inicial de la huella ecológica

siguiendo las directrices establecidas por la metodología estándar y su aplicación por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

2. Análisis sobre la disponibilidad de las fuentes de datos necesarias para el cálculo de la huella ecológica estándar.

3. Documentación y recopilación de los datos estadísticos necesarios para el cálculo de la huella ecológica.

4. Explotación y tratamiento de los datos recopilados de forma que estos se ajusten a los requerimientos de información derivados del cálculo de la huella ecológica según la metodología estándar.

5. Desarrollo de los cálculos necesarios para la estimación tanto de la huella ecológica de las diferentes categorías de superficies como de la biocapacidad del Principado de Asturias y el consecuente déficit o superávit ecológico.

6. Elaboración de una Memoria Final, con la metodología y cálculos realizados, así como una amplia descripción de los resultados alcanzados y las recomendaciones y conclusiones de mayor relevancia.

Fase B: Proposición y cálculo de la huella ecológica del Principado de Asturias en base a una metodología propia adaptada a las características del territorio

La segunda fase tendría por objetivo el desarrollo de una metodología de cálculo de la huella ecológica propia para Asturias que, si bien se basará en los criterios generales establecidos por la Ecological Footprint Network, tratará de desarrollar innovaciones metodológicas que permitan superar las actuales limitaciones del indicador y permitan una evaluación de la sostenibilidad ajustada a la realidad asturiana. Por tanto, dentro de esta fase se procederá a recalcular la huella ecológica en base a los nuevos criterios metodológicos y con nuevas fuentes de datos. Por tanto, se desarrollarán de nuevo las tareas propias del cálculo de la huella ecológica descritas para la primera fase, pero complementadas con los siguientes nuevos análisis e incorporaciones: 1. Propuesta de una metodología de cálculo específica para Principado de

Asturias que se adapte a las características y particularidades del territorio. 2. Análisis sobre la disponibilidad de las fuentes de datos necesarias para el

cálculo.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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3. Documentación y recopilación de los datos estadísticos necesarios para el cálculo de la huella ecológica.

4. Explotación y tratamiento de los datos recopilados de forma que estos se ajusten a los requerimientos de información derivados del cálculo de la huella ecológica según la nueva propuesta metodológica.

5. Elaboración de una nueva Memoria Final que contenga una amplia descripción del desarrollo metodológico, los cálculos realizados, el funcionamiento de la aplicación informática desarrollada y los resultados y conclusiones del trabajo.

La duración estimada del proyecto será de nueve meses divididos de la siguiente forma: • 3 meses para el desarrollo de la Fase A. • 6 meses para el desarrollo de la Fase B.

Para los trabajos de ambas fase se recomienda apoyarse en alguna herramienta informática ya desarrollada para el cálculo de la huella ecológica. Una de las más comúnmente utilizadas en los ámbitos nacional y regional es la National Footprint Accounts, desarrollada por Global Footprint Network 24 .

24 Global Footprint Network es una organización internacional de investigación orientada a promover la sostenibilidad a través del uso de la Huella Ecológica.

57

ANEXO INVENTARIO DE FUENTES DE DATOS

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POBLACIÓN

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA OBSERVACIONES

Datos de demografía Instituto Asturiano de Estadística Regional­Local 2009­2010 Datos demográficos generales del Principado:

‐ Población de Asturias (nº de habitantes) ‐ Nº de hogares o domicilios en Asturias Instituto Nacional de Estadística Nacional­

Regional­Local 2009­2010

FACTORES DE EQUIVALENCIA

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA OBSERVACIONES

Factores de equivalencia Global Footprint Network Mundial 2006

Los cálculos de la huella utilizan factores de equivalencia para dar cuenta de las diferencias en los promedios mundiales de productividad entre los diferentes tipos de paisaje o superficie productiva (por ejemplo, el promedio mundial de los bosques comparado con el promedio mundial de las tierras agrícolas).

SUPERFÍCIES SEGÚN CATEGORÍAS PRODUCTIVAS

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Usos del suelo Instituto Geográfico Nacional. Centro de Cartografía del Principado de Asturias

Nacional Regional

2005

La información referente a la superficie del Principado en función de las diferentes categorías productivas (agrícola, ganadera, forestal, pesquera, suelo artificializado) se encuentra disponible a través del Sistema de Ocupación de Usos del Suelo en España. Al tratarse de una medida de superficie, se dispone de los datos en hectáreas sin necesidad de llevar a cabo ninguna transformación.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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FACTORES DE PRODUCTIVIDAD

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Valores de productividad agrícola y ganadera

Anuario de Estadística (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino)

Nacional Regional

2009

Con objeto de calcular la productividad de Asturias, se recopilan datos de producción y superficie agrícola como ganadera por categorías:

‐ Agrícola: Cereales, leguminosas, hortalizas, viñedos, cítricos, café y té, etc.

‐ Ganadera: Carne (por tipo de animal), huevos, leche, lana y pieles, etc.

Valores de productividad medios mundiales según tipología de cultivo FAO. Dirección de estadística Mundial

Nacional 2008­2009

La página web de la FAO ofrece datos relativos a las productividades agrícolas mundiales por tipo de cultivo. Por tanto, es necesario una labor de categorización con objeto de correlacionar las categorías con las derivadas de la productividad local.

Productividades mundiales de los pastos Global Footprint Network Mundial 2006

Datos de las productividades mundiales de los pastos dedicados al alimento de ganado:

‐ Contenido energético de la nutrición ‐ Requerimiento energético del ganado

Producción forestal Inventarios Forestales II y III (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino) Anuario de estadística forestal 2007

Nacional Regional

1986­1996 1997­2007

Producción de madera, leña bruta, productos madereros manufacturados y otras producciones forestales (como resina, corcho, etc.) para el territorio del Principado de Asturias y superficie forestal del Principado de Asturias

Superficie forestal Instituto Geográfico Nacional. Centro de Cartografía del Principado de Asturias

Nacional Regional

2005

Es necesario conocer la superficie forestal para, junto con los datos de producción, poder calcular la productividad forestal local. La superficie forestal se obtiene del Sistema de Ocupación de Usos del Suelo en España

Rendimientos mundiales forestales Global Footprint Network Mundial 2006 La productividad mundial forestal (producción mundial / superficie forestal mundial) puede consultarse en la Footprint account world academic V2009

Productividad pesquera local Análisis de la huella ecológica en España (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino) Nacional 2005

Dada la imposibilidad de disponer de datos referentes a la productividad local (no hay datos de capturas en aguas interiores), se toman el valor de productividad para el conjunto de las aguas territoriales de España

Capturas pesqueras y áreas marinas y de agua dulce productivas a nivel mundial.

Primary production required to sustain global fisheries (Revista Nature, vol.374, Marzo 1995) Mundial 1996 Todos los análisis de la huella ecológica se basan en estos datos para

estimar la productividad pesquera mundial por especie.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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HUELLA ECOLÓGICA AGRÍCOLA, GANADERA, PESCA Y FORESTAL

TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Datos de consumo directo de productos agrícolas, ganaderos y pesqueros

Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

Áreas geográficas.

CCAA 2009

Desde 1987 se evalúa el consumo alimentario en hogares y en establecimientos de restauración comercial y social en España, basado en encuestas efectuadas entre los consumidores y los responsables de compras de dichos establecimientos. Asturias se encuentra incluida en el área noroeste junto con las provincias gallegas y León. Se puede acceder a los consumos directos por grupos o categorías de productos agrícolas, ganaderos y pesqueros

Valores de productividad agrícola medios mundiales según tipología de cultivo FAO. Dirección de estadística Mundial

Nacional 2008­2009

La página web de la FAO ofrece datos relativos a las productividades agrícolas mundiales por tipo de cultivo. Por tanto, es necesario una labor de categorización con objeto de correlacionar las categorías con las derivadas de la productividad local.

Productividades mundiales de los pastos Global Footprint Network Mundial 2006

Datos de las productividades mundiales de los pastos dedicados al alimento de ganado:

‐ Contenido energético de la nutrición ‐ Requerimiento energético del ganado

Capturas pesqueras y áreas marinas y de agua dulce productivas a nivel mundial.

Primary production required to sustain global fisheries (Revista Nature, vol.374, Marzo 1995) Mundial 1996 Todos los análisis de la huella ecológica se basan en estos datos para estimar

la productividad pesquera mundial por especie.

Rendimientos mundiales forestales Global Footprint Network Mundial 2006 La productividad mundial forestal (producción mundial / superficie forestal mundial) puede consultarse en la “Footprint account world academic V2009”

Huella ecológica forestal per cápita de España

Análisis de la huella ecológica en España (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino) Nacional 2005

Dado que no se dispone de datos de comercio interregional no se puede estimar el consumo aparente para Asturias y, por lo tanto, no se puede calcular la huella ecológica forestal del Principado. Al no disponer tampoco de datos de consumo directo, se opta por extrapolar la huella ecológica forestal Española al territorio asturiano.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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HUELLA ECOLÓGICA POR ABSORCIÓN DE CO2.

CONSUMOS FINALES Y PRIMARIOS DE ENERGÍA POR FUENTES Y SECTORES TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Consumo de energía por sectores y fuentes en el Principado de Asturias.

Balance Energético del Principado Asturias (Fundación Asturiana de la Energía) Regional 2009

Datos sobre consumo directo final de energía (Tep) en Asturias por sectores y fuentes.

‐ Sectores: Industria, transportes, residencial, servicios y agrícola

‐ Fuentes energéticas: Carbón, petróleo, gas, renovables, electricidad*.

Estructura de la generación de energía eléctrica del Principado de Asturias y del conjunto del sistema eléctrico español

El sistema eléctrico por comunidades autónomas (Red Eléctrica Española) Nacional

Regional 2009

*Con objeto de poder estimar las emisiones de CO2 por fuentes y sectores, es necesario conocer las fuentes primarias generadoras de electricidad en el territorio de Asturias (mix eléctrico) Tanto Red Eléctrica Española como la FAEN ofrecen datos sobre las fuentes primarias de generación de electricidad en la región

Balance Energético del Principado Asturias (Fundación Asturiana de la Energía)

EMISIONES ASOCIADAS AL CONSUMO ENERGÉTICO TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Factores de emisión de las fuentes primarias

IDAE. Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (Plan de Energías Renovables en España 2005­ 2010) MARM (Informe Inventarios GEI 1990­2007; Análisis de la huella ecológica en España) IHOBE

Nacional 2005

Una vez se dispone de información acerca del consumo energético final de Asturias por fuentes y sectores se debe proceder a transformar dicho consumo en emisiones de CO2. Para ello, es necesario conocer los factores de emisión de CO2 por cada Tep (t CO2/tep) según los sectores y fuentes de emisión descritas previamente. Existen diversas fuentes de datos con datos sobre factores de emisión, si bien los proporcionados por el MARM en el Análisis de la huella ecológica en España son los que mejor se ajustan a las categorías establecidas

Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Asturias (para calibrado y comprobación)

Inventario Nacional de Emisiones GEI (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino)

Nacional Regional

2009

El informe acerca de las emisiones en el territorio asturiano se utilizará para comprobar y calibrar las emisiones calculadas a partir de la estimación por consumo directo de energía. Esta calibración permitirá comprobar y ajustar la veracidad de las estimaciones realizadas.

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

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BALANCE DE ENERGÍA POR COMERCIO INTERIOR E INTERREGIONAL TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Datos de comercio exterior en unidades físicas (clasificados en códigos CNAE)

Comercio Exterior de España y de Intercambios de Bienes entre Estados Miembros de la UE del Estado y de las Comunidades Autónomas. (Agencia Tributaria)

Nacional Regional

2008

Las emisiones asociadas al balance de comercio exterior del Principado de Asturias han de ser sumadas a las emisiones por consumo directo d energía. Por tanto, el primer paso es estimar el balance comercial de la región La base de datos DATACOMEX ofrece información del balance de comercio internacional de Asturias clasificados de acuerdo a códigos CNAE­TARIC.

Datos de comercio interregional en unidades físicas (clasificados en códigos generales de actividades)

C­Intereg: Proyecto centrado en el análisis del comercio interregional español. (CEPREDE)

Nacional Regional

2007

Ante la falta de datos oficiales sobre comercio interregional, y con objeto de estimar el balance comercial asturiano (internacional + interregional), se utilizarán los datos de comercio interior proporcionados por la base de datos de C­Intereg. Los datos de comercio interior para Asturias aparecen agrupados en 5 grandes categorías: agricultura, energía, intermedios, equipo y consumo.

Factores de intensidad energética por unidad de peso

IHOBE, Diputación provincial de Barcelona; Otras fuentes estadísticas

Internacional Nacional

­

Los productos resultantes del balance comercial (Importaciones – Exportaciones) han de ser transformados a consumo de energía con objeto de estimar las emisiones de CO2 asociadas. Para ello, se utilizarán factores de intensidad energética, que dan información acerca del consumo energético medio por tonelada de producto. Se dispone de diferentes fuentes de información en función de las ramas de actividad y niveles de desagregación de la clasificación de los bienes de consumo

CÁLCULO DE LA HUELLA ECOLÓGICA A PARTIR DE EMISIONES TIPO DE INFORMACIÓN PRINCIPALES FUENTES ÁMBITO FECHA DESCRIPCIÓN / OBSERVACIONES

Factor de fijación de CO2 (con productividad media mundial)

Footprint account world academic V2009 (Global Footprint Network) Mundial 2006

Con objeto de transformar las emisiones de CO2 en hectáreas productivas se debe aplicar un factor de fijación de CO2 en áreas forestales (t CO2/ha)

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FUENTES UTILIZADAS

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Boulding, K.E. (1966): "The Economics of the Coming Spaceship Earth". In H. Jarrett (ed.), Environmental Quality in a Growing Economy, Essays from the Sixth RFF Forum, pp. 3­14. Baltimore, MD: Resources for the Future/Johns Hopkins University Press.

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mundo cambiante. Comunidación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo. Daly, H. y Cobb, J. (1989): For the Commond Good. Redirecting the Economy Towards

Community, the Environment and a Sustainable Future. London: Green Print. Georgescu­Roegen, N. (1971): The Entropy Law and the Economic Process. Cambridge:Harvard

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Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ­ MARM (2009): Anuario de Estadística. http://www.mapa.es/es/estadistica/pags/anuario/2009/indice.asp

ANÁLISIS PREVIOS PARA LA ESTIMACIÓN DE LA HUELLA ECOLÓGICA EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS

66

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