Análisis del MST de la huelga de la Utier de 1981

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Analisis sabre la pasada huelga de la UTtER (1981) N.R. - En nuestra edicilm de enero/ febrero uol. 4 num 27 en articulo intitulado "UTIER Huelga y la Izquierda" publicamos nuestros comentarios sobre las posiciones asumidas por sectores de la izquierda en relacion al reciente proceso huelgario en la Autoridad de Energia Electrica. Particularizamos en los articulos eualuatiuos de dicha huelga elaboradas por el Partido Socialista PuertorriquerlO (PSP) y el entonces Mouimiento Socialista Popular (MSP), organizacion que producto de su fusion con el Partido Socialista Reuolucionario (PSR) hoy conforma el Mouimiento Socialista de Trabaja- dores (MST). Recientemente el MST elaboro el ensayo analitico que sigue, el cual publicamos integra- mente debido a su importancia para la euentual" sintesis de ese significatiuo euento en la lucha de los trabajadores. Nos reafirmamos en nues- tros comentarios pUblicados a raiz del fin de la huelga, y esperamos se continue La alScu- sion sobre el tema, debido a su uital importan- cia para la lucha emancipadora de la clase obrera puertorriqueiia. Por Movimiento Socialista de Trabajadores (MST) Durante los ultimos meses, la direccion y la matricula de la Union de Trabajadores de la in- dustria y Riego (UTIER) han estado envueltas en la evaluacion del conflicto huelga- rio que durante 73 dias sostuviera esa sindical contra la Autoridad de Energia EIE!ctrica (AEE). Esa evaluacion y las lecciones que poda- mos obtener de la misma son fundamentales para aquilatar el resultado de la huelga y poder superar, en el futuro cercano, las carencias y errores principales evidenciados durante ese proceso. EI analisis autocritico de esa es importante no solo para los miembros de la UTIER, sino tambil!n para todo el movimien- to obrero y revolucionario de ese pais. Maxime, cuando nos parece evidente, de los resultados °del conflicto, que si bien el patrono ha aprendi- do Mucha de los pasados confrontamientos de clase en esa Autoridad, los trabajadores no hemos hecho 10 mismo en esa direccion. Obvia- mente, esta latente en esa conclusion un hecho de singular importancia: el sindicato en su con- junto y algunos seetores del movimiento revo- lucionario no han realizado una evaluacion cer- tera de los procesos huelgarios anteriores que permita lograr una preparacion adecuada para enfrentar al patrono efectivamente. De ahi que sea una tarea impostergable, para todos los que estamos comprometidos con los intereses de la 1 0 PENSAMIENTO CRITICO clase obrera, aunar esfuerzos en el amilisis de la experiencia a que hacemos referencia. En el interes de contribuir a ese anal isis hemos dedicado este numero especial de Ban- dera Roja a la presentacion de nuestra evalua- cion del pasado conflicto huelgarioo Reconoce- mos de entrada, a modo de autocritica, que este analisis debio publicarse anteriormente para que nuestra contribucion ala evaluacion que realiza- ba el sindicato fuera mayor. Las multiples tareas en que estuvimos envueltas las organiza- ciones que constituimos el Movimiento Socia- lista de Trabajadores (MST) , entre .ellas . el mismo proceso de fusion que lIevo a la creacion de este, no nos permitieron cumplir, como hubiesemos deseado, la tarea de publicar nues- tro analisis del proceso huelgario con anteriori- dad. No obstante, creemos que el mismo tiene todavia Mucha vigencia y que puede contribuir, en la medida en que los trabajadores de la UTIER 10 consideren, a la evaluacion del con- flieto huelgario en la Autoridad de Energia Electrica. . UNA VICTORIA PARA EL PATRONO Lo primero que hay que reconocer, aunque resulte penoso admitirlo, es que esta confron- tacion huelgaria constituyo una derrota aplas- tante para la UTIER. Es importante dejar esto establecido, pues, al finalizar la Asamblea don- de se levanto la huelga, en sectores delliderato y la matricula de la Union permeo un sentido de triunfo por haber derrotado la propuesta pa-

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Documento de análisis de la huelga de 1981 de la UTIER.

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Analisis sabre la pasada huelga de la UTtER (1981) N.R. - En nuestra edicilm de enero/ febrero uol. 4 num 27 en articulo intitulado "UTIER Huelga y la Izquierda" publicamos nuestros comentarios sobre las posiciones asumidas por sectores de la izquierda en relacion al reciente proceso huelgario en la Autoridad de Energia Electrica. Particularizamos en los articulos eualuatiuos de dicha huelga elaboradas por el Partido Socialista PuertorriquerlO (PSP) y el entonces Mouimiento Socialista Popular (MSP), organizacion que producto de su fusion con el Partido Socialista Reuolucionario (PSR) hoy conforma el Mouimiento Socialista de Trabaja­dores (MST).

Recientemente el MST elaboro el ensayo analitico que sigue, el cual publicamos integra­mente debido a su importancia para la euentual" sintesis de ese significatiuo euento en la lucha de los trabajadores. Nos reafirmamos en nues­tros comentarios pUblicados a raiz del fin

de la huelga, y esperamos se continue La alScu­sion sobre el tema, debido a su uital importan­cia para la lucha emancipadora de la clase obrera puertorriqueiia.

Por Movimiento Socialista de Trabajadores (MST)

Durante los ultimos meses, la direccion y la matricula de la Union de Trabajadores de la in­dustria Eh~ctrica y Riego (UTIER) han estado envueltas en la evaluacion del conflicto huelga­rio que durante 73 dias sostuviera esa sindical contra la Autoridad de Energia EIE!ctrica (AEE). Esa evaluacion y las lecciones que poda­mos obtener de la misma son fundamentales para aquilatar el resultado de la huelga y poder superar, en el futuro cercano, las carencias y errores principales evidenciados durante ese proceso.

EI analisis autocritico de esa exper~encia es importante no solo para los miembros de la UTIER, sino tambil!n para todo el movimien­to obrero y revolucionario de ese pais. Maxime, cuando nos parece evidente, de los resultados °del conflicto, que si bien el patrono ha aprendi­do Mucha de los pasados confrontamientos de clase en esa Autoridad, los trabajadores no hemos hecho 10 mismo en esa direccion. Obvia­mente, esta latente en esa conclusion un hecho de singular importancia: el sindicato en su con­junto y algunos seetores del movimiento revo­lucionario no han realizado una evaluacion cer­tera de los procesos huelgarios anteriores que permita lograr una preparacion adecuada para enfrentar al patrono efectivamente. De ahi que sea una tarea impostergable, para todos los que estamos comprometidos con los intereses de la

1 0 PENSAMIENTO CRITICO

clase obrera, aunar esfuerzos en el amilisis de la experiencia a que hacemos referencia.

En el interes de contribuir a ese anal isis hemos dedicado este numero especial de Ban­dera Roja a la presentacion de nuestra evalua­cion del pasado conflicto huelgarioo Reconoce­mos de entrada, a modo de autocritica, que este analisis debio publicarse anteriormente para que nuestra contribucion ala evaluacion que realiza­ba el sindicato fuera mayor. Las multiples tareas en que estuvimos envueltas las organiza­ciones que constituimos el Movimiento Socia­lista de Trabajadores (MST) , entre .ellas . el mismo proceso de fusion que lIevo a la creacion de este, no nos permitieron cumplir, como hubiesemos deseado, la tarea de publicar nues­tro analisis del proceso huelgario con anteriori­dad. No obstante, creemos que el mismo tiene todavia Mucha vigencia y que puede contribuir, en la medida en que los trabajadores de la UTIER 10 consideren, a la evaluacion del con­flieto huelgario en la Autoridad de Energia Electrica.

. UNA VICTORIA PARA EL PATRONO Lo primero que hay que reconocer, aunque

resulte penoso admitirlo, es que esta confron­tacion huelgaria constituyo una derrota aplas­tante para la UTIER. Es importante dejar esto establecido, pues, al finalizar la Asamblea don­de se levanto la huelga, en sectores delliderato y la matricula de la Union permeo un sentido de triunfo por haber derrotado la propuesta pa-

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tronal para un convenio de cuatro afios, que llevo incluso a algunos compafieros delliderato a sefialar publicamente que el resultado de la Asamblea habia. sido "una gran victoria para el sindicato".

Sin embargo, analizando objetivamente los resultados de la pasada huelga, hay que admitir que el patrono vencio a la UTIER en este con­froniamiento. Esta conclusion se desprende de dos hechos sencillos_ En primer lugar, despues de 73 dlas de huelga, la matricula de la sindi­cal ratifico, bajo protesta, la propuesta de la Autoridad que consistia de un aumento men­sual de 50 y 55 dolares para el primer y segun­do afio respectivamente, en un convenio de dos afios. Es decir, la matricula se vio obligada a tener que aceptar una propuesta que habfa hecho el patrono desde el segundo dfa de huelga_ La lucha posterior desarrollada por los trabajadores de la UTIER no logro arrancarle al patrono ni un centavo mas de aumento.

Es cierto que la matrfcula derroto la propuesta de cuatro afios que tanto impulso el patrono durante el ultimo periodo de huelga_ Mas la realidad es que 10 que se hizo fue escoger entre dos alternativas favorecidas por el patro­no, la mala y la peor. La propuesta de la Union que consistia de un aumento de unos 89 y 80 dolares para un convenio de dos alios no fue considerada por la Asamblea final en ningUn momento.

Que el convenio logrado sea de dos alios, 10 cual obviamente es mejor que uno de cuatro, no debe confundir a nadie sobre los alcances de la derrota sufrida por el sindicato. El patrono ofrecio un convenio de dos alios porque Ie interesaba, entre otras cosas, lograr un objetivo que desde hace muchos alios se habia plante a­do: la unificacion de la negociacion de salarios con la de condiciones de trabajo. El patronG Y el gobierno quieren quitarse de encima 1a pre­sion que significa el tener dos negociaciones se­paradas, ya que esto establece un Clima de ten­sion obrero-patronal casi permanente en la Autoridad. Por eso, en su propaganda contra la UTIER, el patrono destacaba el que uri conve­nio de dos alios permitiria lograr la tan ansiada "paz obrero-patronal" en la Autoridad al unificar el convenio en una sola negociacion. Si el patrono logra su objetivo de unificar las dos negociaciones, inmediatamente tratara de que de ah i en adelante los convenios se firmen por cuatro alios, para tratar de congelar las con­frontaciones de clase en la Autoridad, quitlin­dole una poderosa arma de presion polftica a los trabajadores.

En segundo lugar, el caracter de derrota aplastante de la pasada huelga se evidencia dra· maticamente en el estado de desmoralizacion y desorganizacion en que quedo el sindicato des­pues de la huelga. La frustracion, el desgano y la pasividad han sido las notas predominantes. Sectores importantes de la matricula estan sumamente descontentos con el resultado del proceso huelgario y se sienten impotentes ~ra

enfrentar los desmanes del patrono. Factores que durante la huelga fueron mas que evidentes en la poca presion que se ejercio contra el patrono y la poca asistencia a las lfneas de piquetes. Esta situacion es peor que el no haber logrado las demandas economicas del sindicato, piles puede crear un terreno fertil para que el patrono incremente su of ens iva para tratar de destruir el sindicato.

Por otro lado, mutila una de las funciones que deben cumplir las huelgas obreras, desde el punto de vista revolucionario, la de servir de educadoras, de escuela de lucha de clases, donde se creen condiciones positivas, aun en las derrotas, para elevar la conciencia polftica de los obreros. Una huelga donde 10 que predomi­na es la pasividad, la frustracion y la desmorali­zacion durante y despues del conflicto, solo contribuye a fortalecer a los patronos.

z,Que factores determinaron la derrota de la UTIER?

Para poder contestar esta pregunta con la mayor precision posible' debemos ver, en pri­mera instancia, aquellos factores que favorecian a los trabajadores y aquellos que favorecian al patrono, antes de decretarse la huelga.

FACTORES QUE FAVORECIAN A LOS TRABAJADORES AL DECRETARSE

LA HUELGA

AI momento de decretarse la huelga en agos­to de 1981, los trabajadores de la UTIER contaban con varios elementos a su favor .

En primer lugar, el patrono se encontraba en su peor momento en muchos afios frente a la opinion publica. Esto era asi por tres facto res : a) acababa de decretar un aumento en las tarifas de energia electrica que recibio el repu­dio general del pueblo; b) estaba en todo su apogeo el escandalo de los seguros donde que­daron. al descubierto los sucios manejos de la alta gerencia de la Autoridad con los fondos de la agencia; y c) cobraba fuerza el rechazo del pueblo a los planes de construir una planta de carbon para la produccion de energia electrica en Aguada. La UTIER habia tornado parte ac­tiva en la denuncia y movilizacion frente a los abusos y la corrupcion en la AEE y, por prime­ra vez en su historia, el sindicato trascendio el estrecho marco de sus demandas economicas particulares, levantando reivindicaciones del pueblo trabajador.

En segundo lugar, contrario a la huelga de 1977-78 el gobierno del PNP se encontraba en una posicion de menor fuerza. Esto era asi, tan­to por la pugna de poder que mantiene con el PPD en las diversas estructuras gubernamenta­les, como por el escaso margen con que ganolas elecciones pasadas. En 1977, el PNP acababa de advenir al poder y se encontraba mas solido. Ahora se Ie conocia mucho mejor , estaba mas desprestigiado y, si se sabia utilizar correcta­mente la contradiccion PPD-PNP existerite, la UTIER podia sacar provecho de esto yaumen­tar las posibilidades de arrancar al gobierno de

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Romero unas mayores conquistas salariales. En tercer lugar, a la par con la huelga se

. empezaban a desarrollar otros conflictos como la huelga de los estudiantes universitarios y la lucha de los rescatadores de Villa Sin . Miedo. Los tres conflictos, y los reclamos de amplios sectores del pueblo por que se resolvieran los mismos, constitufan en sf una presion que favo­recia a los trabajadores de la UTIER.

Otros factores como la reliltivamente poca cantidad de recursos de la Policia asignados a la huelga, la poca of ens iva propagandistica del patrono al inicio de la huelga en comparacion a 1977, Y la ausencia al principio de una disiden­cia patronal organizada que llevara la-voz can­tante contra elliderato de la Union, tambh~n es­tuvieron presentes.

Finalmente, otro elemento favorable a los trabajadores al momento de decretarse la huel­ga era el estado general del sistema elE~ctrico. Los apagones "selectivos" y las deficiencias en este eran la orden del dfa. No obstante, el "de­terioro del sistema electrico" que siempre se ha presentado como uno de los factores positi­vos principales, es necesario cualificarlo y pb­nerlo en su justa perspectiva en esta ocasion. Si bien es cierto que el si&tema de energia elE~ctri­ca no esta en optimas condiciones, no menos cierto es que, ya sea por los subcontratos, por el gran mimero de gerenciales y supervisores tecnicamente preparados, por la utilizacion de la UITICE 0 por los em pates al sistema que ha hecho la AEE, el patrono ha podido mantener la produccion y distribucion de energia eIectri­ca con la ausencia de los 6,000 trabajadores que componen la UTIER. Quedo demostrado que el issue principal no estriba en si el sistema esta deteriorado 0 no, sino en que el sistema no se cae solo.

FACTORES QUE FAVORECIAN ALPATRONO

Habia, al momento de decretarse IS. huelga, varios factores que favorecfan la posicion del patrono. &tos eran, a grandes razgos, los siguientes :

En primer lugar, el enorme ejercito de rompehuelgas con que cuenta la AEE. El patro­no ha logrado constituir un amplio cuerpo de gerenciales y supervisores tecnicamente capaces de mantener el sistema electrico funcionando. La agencia cuenta con una proporcion de un supervisor por cada tres empleados unionados (mas de 2,000 en total) que en momentos de conflictos huelgarios Ie mantienen el sistema funcionando. Los argumentos sobre la alegada "incapacidad" de los supervisores y sobre los posibles "disgustos" de estos por los horarios que durante una huelga se les imponen, han probado su incorreccion una vez mas. La realidad es que son un equipo de rompehuelgas capacitado para mantener la produccion de electricidad y son un arma sumamente efectiva contra los trabajadores.

En segundo lugar, el patrono contaba, como

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sucede en todo sistema capitalista, con el apoyo incondicional de las instituciones repre­sivas del &tado. La Policia, las cortes y demas recursos del gobiemo estaban a la disposicion del patrono.

Otro elemento, de Menor importancia, a favor del patrono, y que ha estado presente en otras negociaciones, es el hecho de que la huelga se decreto durante el primer ano del cua­trienio electoral. &to siempre ha beneficiado al gobierno, pues, un confrontamiento al principio del cuatrienio tiene necesariamente Menor efec­to politico que cuandose aproxima una elec­cion.

Veamos ahora los factores principales que incidieron en la derrota de la UTIER.

UN LlDERATO DEFICIENTE El elemento negativo mas significativo evi­

denciado durante esta huelga y que estuvo pre­sente en los principales errores y fallas cometi­dos, determinando el desarrollo del proceso de forma fundamental, 10 constituyo las deficien- . cias del liderato nacional y local de la Union. Las divisiones, conflictos y concepciones politi~ cas erradas permearon la direccion del sindi­cato. Corresponde a los diferentes sectores que componian el liderato de la UTIER una alta cuota de responsabilidad por el desenlace que ha tenido este conflicto para la sindical.

Por un lado, hubo sectores del liderato na­cional e intermedio de la Union que se dedica­ron durante el conflicto a desmoralizar y desmovilizar a la matricula y a desalentar cual­quier accion de presion que pudiera hacerse. &ta triste tarea estuvo a cargo de miembros del PSP y otros sectores, encabezados por Samuel Trujillo Rebollo y Gil Rios Mulero. &tos, aparentemente, pensaban mas en las proximas elecciones del sindicato y en tratar de achacar la derrota de la huelga al grupo de companeros

. encabezado por Ricardo Santos, que en el

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triunfo del conflicto lrente al patrono. Los compafieros de la UTIER deben exigirle cuentas a este sector del liderato que, por su parte, tratara de usar esta derrota que ellos mismos contribuyeron a producir para desacreditar a otros sectores de la direccion del sindicato y recobrar el terreno que, por sus fallas y oportu­nismo, perdieron durante las ultimas elecciones internas.

Sin embargo, no todas las deficiencias del liderato y las falIas evidenciadas durante el pasa­do proceso huelgario pueden y deben atribuirse a la labor del boicot, desmoralizacion y desmo­vilizacion que desarrollo el PSP y sectores afi­nes. Hacer semejante adjudicacion pecaria de unilateral y no tomaria en cuenta las deficien­cias que exhibio el grupo de compafieros que constituia la mayoria en la direccion del sindi­cato. Seria perder la oportunidad de extraer de esta experiencia unas lecciones importantes que pemitan a la UTIER superar las debilidades principales y prepararse para las luchas que tiene por delante.

Resulta necesario destacar el esfuerzo reali­zado por varios compafieros como Ricardo Santos, Carlos Reyes, Jose Riveray otros, quie­nes durante este conflicto se fajaron y echaron sobre sus hombros los trabajos y la direccion de la huelga. Hay que recalcar tambien la militan­cia y combatividad del Capitulo de Rio Piedras que de forma ejemplar combatio a 10 largo del conflicto.

Sin embargo, hay que destacar tambien que el grupe de compafieros encabezado por Ricar­do Santos y otros no estuvo a la altura de 10 que el momento exigia. Estos exhibieron im­portantes fallas y deficiencias que tuvieron grandes implicaciones sobre los resultados fina­les de la huelga. Veamos.

En primer lugar, como grupo mayoritario en el Consejo Estatal y principales promotores de la huelga, fueron los principales responsables de que, al momento de iniciarse las hostilidades, la Union no contara con una estrategia coherente y definida sobre el desarrollo y la direccion que habia que dade ala huelga. No se tenian unos planes definidos como grupo para la agitacion y accion previos a la huelga que permitieran que la misma Sl!- decetara con toda la fuerza que se requeria. No lograron derrotar 0 neutralizar la faena de desmovilizacion de la matricula que monto el PSP. Cuando se declaro la huelga era poco 10 que se habia hecho en aras de buscar y comprometer el apoyo de otras organizaciones sindicaIes, politicas y de masas a la lucha de la UTIER. Cierto es que las diferentes organiza· ciones politicas y sindicales debieron tomarse la iniciativa en sus gestiones de apoyo a la huel­ga, pero esto no excusa el que los compafieros que ten ian sobre si la responsabilidad de dirigir esta lucha no hicieran las gestiones necesarias para, al momento de irse a la calle, haber nucleado el mas solido respaldo posible del mo­vimiento obrero y revolucionario del pais. Fren-

te a un patrono como la AEE, solidamente apuntalado por todos los recursos del gobierno, es preciso no solo contar con las propias fuerzas de la UTIER, que ciertamente sop las mas im­portantes, sino tener el apoyo de los mas amplios sectores sindicales y politicos del pais. Ante la falta de una vision politica correcta y una estrategia de como d4;lbia desarrollarse el conflicto, fue la improvisacion y los esfuerzos encomiables, pero esponidicos y sin coherencia, 10 que iba determinando las acciones que la Union estaba tomando, la desesperacion de este lid erato los llevo a, no sin que otros compafieros les plantearamos a tiempo este error, lanzar la huelga con la falta de preparacion en que se en­contraba el sindicato.

En segundo lugar, el grupo de compafieros que era mayoria en la direccion del sindicato, permitio que muchas veces Mario Dones Ie impusiera sus concepciones vacilantes y refor­mistas al proceso. Fue precisamente Mario Dones la persona que mas vacilantemente actuo en todo momento, que desde el inicio manifestO que Ie temia a la huelga (aunque pu­blicamente la apoyara) y que estuvo a punto de entregarla en reuniones en cuartos oscuros con el patrono, quien salio mas fortalecido de este proceso. El grupo de compafieros encabezado por Ricardo Santos no supo dar la orientacion politica mas adecuada en todo momento, ce­diendo a los temores de "quemarse" y al chan­taje de no romper "la unidad de la matricula" que en todo mom en to estuvo pegada con parchos. .

La Union acababa de salir de un proceso eleccionario interno donde se dividio dramati­camente en el apoyo ados grupos de trabajo y sus respectivas concepciones sindicales. Las he­rida~ de ese proceso no habian sanado ni cosa que se parezca y la division de la matricula era un hecho. No obstante, los compafieros perdie­ron de vista que una cosa es la unidad frente al patrono, unidad que se tiene que dar por enci­ma de diferencias polftico-partidistas, y otra es la unidad de clase que se tiene que dar en el seno de la matricula. Esta ultima, para que sea real y no ficticia, tiene que darse sobre la base de la critica, del debate y el desenmascaramien­to de aquellos que dicen defender los intereses de los trabajadores, pero no hacen mas que aprovecharse de las luchas para sus propios in­tereses. La ausencia de unidad en la matricu­la era evidente (por la campana de desmovili­zacion del PSP y por la ausencia de una direc­cion coherente del proceso) y no se podia solu­cionar dejando a la cabeza precisamente a los sectores mas vacilantes del sindicato.

En tercer lugar, este grupo, siendo los compafieros con una vision mas amplia de to do 10 que estaba sucediendo por ser de los elemen­tos mas avanzados de la direccion del sindica­to, no lograron articular una alternativa que diera direccion al proceso y corrigiera los

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errores iniciales. El Consejo Estatal no se reu­nio 10 necesario para evaluar la situacion y dar dll-eccion al sindicato. El grupo de trabajo que sirvio de base a los compafieros durante la pasa­da campana eleccionaria no se reunio en una si>ta oeasion para 'ev8Iuar los acontecimientoS v tamar determinaciones a impulsar en la matri­cula. Si bien varios compafieros de este grupo de direccion se destacaron por su participacion en los diversos aspectos relacionados con la huelga, dejando establecida fuera de toda duda su capaciad de trabajo y sacrificio y su gran potencial de liderato, muchos miembros del Consejo Estatal y las directivas de los Capitulos vinculados a la direccion progresista del sindi­cato, brillaron por su poca participacion y su escaso destaque durante el conflicto.

En cuarto lugar, es preciso apuntar que esas deficiencias en cuanto a capacidad de direc­cion llevaron a algunos de estos compafieros a asumir posiciones contradictorias y ambigiias que contribuyeron a crear confusion entre la matricula del sindicato. Ese fue el caso de las declaraciones publicas emitidaS por el compa­fiero Ricardo Santos respecto al "Grupo Estre­lla" donde este seiialo que este grupo posible­mente era un engendro patronal. Cualquiera qu~ haya leido la propaganda del "Grupo ES­trella" sabe que eso es falso. Nosotros no esta­mos de acuerdo con las posiciones politicas asu­midas por ese grupo, creemos que las mismas son incorrectas particularmente porque exhiben un corte militarista y economicista. Sin embar­go, sus posiciones siempre se han ubicado den­tro del marco de la izquierda. Las declaraciones del compafiero Ricardo, ademas de ser falsas y profundamente injustas, a 10 unico que contri­buyeron fue a crear confusion en la matricula de Is UTIER.

Asimismo, nos parece que los compafieros. no Ie concedieron la importancia que merecia a la tarea de explicar con profundidad ante la rna­tricula cmil altemativa de negociacion (2, 3 0 4 aiios) se debia favorecer y por que. Por el contrario, se proyecto una gran ambivalencia que causo glan confusion entre los unionados y llevo a varios compafieros de reconocida actitud militante a tener dudas sobre si apoyar el con­venio de dos afios 0 el de cuatro.

'Estas fallas y deficiencias en el funciona­miento responden a un hecho incontrovertible : en este grupo, a pesar de ser de los compafieros mas avanzados de la UTIER, coexisten diver­sas concepciones politico-sindicales matizadas por el economicismo.

En ese liderato existen concepciones que planteaban, con su practica, que la tarea no solo prioritaria sino exclusiva de los elementos mas avanzados en el sindicato es la organizacion y la lucha puramente sindical de la matricula. Estos compafieros dan un enfasis excesivo a las tareas economicas de la lucha de los trabajadores, rele-

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gando totalmente 1a neceifdad-de' la"organiza­cion y formacion politica de ellos y de la rna­tricula.

La huelga de 1977-78 demostro, como una de sus lecciones principales, y este conflicto nos 10 vuelve a recordar, la necesidad de impulsar la organizacion politica de los sectores mas avanzados del liderato y 1a base del sindicato. La lucha obrera en los ultimos afios, con sui re­petidas derrotas (Canteros, UTIER, Telefonica, Acuedu~tos, Petroquimi~, etc.) ha demos-trado que las estructuras y el trabajo puramen-te sindical son insuficientes paradirigir y' desa­rrolar victoriosamente los confrontamientos con el patrono. Es necesario complementar las estructuras sindicales con que cuentan los .,tra­bajadores con mecanismos de organizacion independientes del sindicato que brinden una fermacion politica solida a los trabajadores, que puedan analizar la coyuntura a que se enfrentan estos y que puedan impartir con sus anlilisis y acciones, direccion politica acertada a los obre­ros en sus luchas. Se imp one aprender de la experiencia y disponer los esfuerzos para lograr la organizacion politica de los elementos mas avanzados, militantes' y comprometidos de los talleres en Consejos Obreros. SOlo asi tendre­mos nucleos obreros capaces de implementar, no solo durante una huelga, sino en todo mo­mento, las tareas politicas sindicales y de pre­sion que exija la coyuntura.

Por otro lado, estuvieron y estlin presentes en la direcci6n del sindicato concepciones teori­citas que niegan la necesidad del trabajo politi­co directo con la clase obrera, la necesidad 0

posibilidad de organizar a los trabajadores en estructuras de formacion, analisis y trabajo y la urgencia de alcanzar una preparacion tecnica para el comb ate'. Esta corriente hace abstrac­cion de que para ganar estas luchas es preciso crear los instrumentos politicos que permitan afrontar las tareas que el momento exige.

Estas deficiencias del lid erato progresista, junto con el boicot organizado del PSP, crearon un vacio de direccion politica en el proceso que fue fatal. Es ahi donde debemos buscar las defi- ' ciencias en combatividad y militancia de la rna­tricula, la falta de preparacion que existia al momento de decretarse la huelga, la ausencia de una estrategia de huelga coherente, etc. La in­capacidad -de la direccion de la UTIER para encauzar correctamente y darle direccion poli­tica acertada a este proceso fue el factor que mas peso en el desenlace final del conflicto.

EL MOMENTO DE LANZAR LA HUELGA FUE PREMATURO

No obstante los elementos positivos que exist ian al momento de decretarse la huelga, de­bido a la ausencia de direccion politica acerta­da, los trabajadores fueron al confrontamiento con tres deficiencias adicionales que tuvieron un peso inmenso en el desarrollo ulterior de los acontecimientos.

Por un lado, no se ha habia articulado un ni-

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vel de agitacion, movilizacion y preparaclOn de la matricula que sirviera de .antesala a la huelga. Pocos capitulos habian cumplido con sus funciones de preparar animicamente a su gente para la huelga. En no pocos casos, compa­neros de la UTIER llegaron incluso a pensar que esta seria una huelga corta y no existia una con­ciencia plena de 10 que la misma implicaria.

En segundo lugar, cuando la Union se lanza a la huelga, y durante la misma, no existia una estrategia de huelga articulada por elliderato de la UTIER. No habian unos planes coherentes y definidos de como se iba a dar conduccion al proceso.

Por otro lado, los trabajadores no habian logrado la preparacion necesaria para desarro­lIar los niveles de lucha que una huelga como esta requiere. Esta probado que para ganar una huelga en la AEE es preciso parar parcial 0

~otalmete la produccion y distribucion de elec­tricidad. Hay que apagar el pais. Asi 10 demos­tro la huelga de 1977-78 y 10 ha vuelto a de­mostrar esta. Sin embargo, cuando se decreto la huelga los trabajadores no contaban con el nivel de preparacion necesario para hacer valer este objetivo. La huelga comenzo sin que se hubie­se realizado previamente ninguna accion de pre­sion contundente contra el patrono. En algunas plantas se habia hecho una que otra accion de presion, pero al momento de irse a la calle, el sistema electrico se mantenia intacto y no se Ie habia propinado ningun golpe realmente fuerte.

En este panorama hay una realidad que nunca debemos olvidar: el conflicto en la AEE, a pesar ' de su larga duracion, nunca llego a ser una huelga en elsentido estricto del termino. Los trabajadores abandonaron las plantas e ins­talaciones de la empresa, pero las maquinas y dem~s instrumentos de trabajo siguieron fun­cionando, gracias. a la sucia, pero efectiva tarea

de los gerenciales, supervisores y miembros de la UlTICE. La produccion de energia electrica no se detuvo en ning6n momento. Eso, definiti­vamente! '. ~~ parece una huelga, parece un "Lock out" 0 cierre patronal. Para que exista realmente una huelga hay que paralizar la produccion y distribucion de energia electrica, parcial 0 totalmel!.te.

Las implicaciones de esta realidad son suma­mente graves, pero hay que afrontarlas si se quiere asegurar la posibilidad del triunfo. Mientras los trabajadores de la UTIER no ten­gan la capacidad para lograr que el lanzarse a la huelga coincida con la paralizacion de la produccion de energia ell~ctrica, en el mismo momento 0 durante el conflicto, no vemos nin­guna posibilidad de que puedan derrotar al pa­trono. Si esa verdad tan elemental no se hace realidad, es mejor no lanzarse ala huelga. Insis­tir en llevar a cabo una huelga sin paralizar la produccion sera repetir los mismos errores y pagar las mismas consecuencias que hemos vis­to durante los dos ultimos conflidos en la AEE: meses largos en la calle sin recibir un sob centavo de salario, sin plan medico y, peor aun sin perspectivas de triunfo, ya que mientras las plantas sil!an funcionando. los ohreros no ten-

. dran ningtln medio fundamental para presionar al patrono. En tales condiciones la huelga, lejos de hacerle dafio al patrono donde verdadera­mente Ie duele, en sus ganancias, Ie estaria haciendo dano a los trabajadores.

Por tales razones , hay que plantearse buscar las formas de lucha que puedan servir p:,ra rom­per el esquma de "Lock out" que ha disenado el patrono. Para lograr ese objetivo los trabaja­dores deben articular una estrategia de lucha que incluya, entre otros, los siguientes factores :

1. Conocer cientificamente como opera el sistema de produccion y distribucion de energia elE!ctrica, cuales son sus puntos neuralgicos, como se puede paralizar y co­menzar a desarrollar los mecanismos ace­cuados para lograrlo.

2. Disefiar una tactica para ganarse el apoyo de la matricula de la UlTICE, enfatizan­do en la posibilidad de representarla sindicalmente.

3. lmplementar una tactica de castigo ejem­plar a los supervisores y gerenciales y a todos aquellos que se prestan para el tra­bajo de rompehuelga.

4. Para poder cumplir con estas tareas, los elementos mas vanzados de la UTIER y de la UITICE deben constituirse en un frente u organizacion amplia que cum pIa la . funcion de dar direccion politica concreta dentro del sindicato con canic­ter permamente.

En la UTIER y en la UlTICE hay varias decenas de companeros que se consideran so­cialistas y que han demostrado en la practica su compromiso con los intereses de la clase obrera. A partir de estos companeros puede

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constituirse un frente, definido ideol6gicamente por las simpatias hacia el socialismo que cum pia la imprescindible funcion de orientar politica­mente a los trabajadores de la AEE en sus luchas. Insistimos en que el frente debe defi­nirse ideologicamente por el socialismo porque para poder dar direccion politica acertada y cumplir las tareas concretas que el momento exige, es necesario tene un "minimo" de unidad politica. Obviamente, eso no debe ser obsmculo para que al mismo puedan pertenecer compaiie­ros que, no siendo socialistas, esten dispuestos a cumplir con los objetivos y tareas del frente.

LA MILITANCIA DE LOS TRABAJADORES

Otra deficiencia notable durante to do este proceso 10 fue la escasa militancia de los tra­bajadores en las lineas de piquetes y en otras areas de trabajo importantisimas para el triunfo del movimiento huelgario. A los pocos Mas de baber comenzado la huelga, las lineas de pique­tes en casi todas las plantas y oficinas de la AEE permanecian desiertas 0 con una exigua can­tidad de trabajadores. La desmovilizacion y des­moralizacion de la matricula caracterizaron la mayor parte del conflicto huelgario. Fue nota­ble el- caso de las oficinas centrales de la AEE en Santurce donde fue mas el tiempo que no hubo piquetes que el que los hubo. Un caso parecido ocurrio en la planta de Puerto Nuevo, ejemplo de militancia y combatividad durante la huel­ga de 1977-78, que en esta ocasion sorprendio por la poca militancia de los trabajadores. Igual situacion puede decirse de casi todos los restan­tes capitulos de la UTIER, con la honrosa excepcion del Capitulo de Rio ·Piedras.

Como seiialabamos anteriormente, uno de los baluartes del patrono para enfrentar la lucha de los trabajadores 10 constituye el numeroso cuerpo de supervisores y gerenciales con que cuenta para romper huelga. Obstaculizar y dete­ner la libre entrada de estos rompehuelgas a las plantas tiene que ser uno de los pilares de este tipo de lucha. La ausencia de militancia y com­batividad en las lineas de piquetes permitio que los rompehuelgas entraran y salieran a su antojo de las instalaciones, cumpliendo su trabajo sin mayores problemas.

Otra area en la que puedo notarse la falta de Il1ilitancia y combatividad fue en la de las acc­ciones de presion. La .cantidad y calidad de estas acciones fue visiblemente inferior a enfrenteamientos entre la UTIER y el patrono en ocasiones anteriores (1973, 1977-78) .

Se demostro a la saciedad que una huelga que no cuente con la militancia y la combativi­dad de los trabajadores en los piquetes y fuera de estos no puede pretender ser victoriosa.

EL APOYO FUE INSUFICIENTE Durante todo el periodo huelgario en la AEE

hubo organizaciones que se destacaron por su apoyoincondicional y militante a los trabajado-

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res de laUTIER y por sus esfuerzos sigtiificilti­vos por contribuir a la victoria. En este renglon podemos ubicar al Movimiento Socialista Popu­lar y al Partido Socialista Revolucionarlo (orga­nizaciones fundadoras del Movimiento Socia­lista de Trabajadores -MST). Estas organiza­ciones, no obstante sus limitaciones objetivas, pusieron a disposicion de la lucha de los traba­jadores todos sus recursos. Hay que reconocer autocriticamente, sin embargo, que a pesar de que ambas organizaciones habiamos_ previsto el conflicto desde meses antes, no tuvimos la preparacion necesaria para afrontar efectiva­mente algunos niveles de lucha que la huelga exigia. No basta con seiialar, como haciamos en otra parte de este anlilisis, que "los trabajadores no contaban con el nivel de preparacion nece­sarlo para hacer valer su objetivo" de parar la produccion de energia electrica. Hay que reconocer que nosotros, conociendo especifi­camente las necesidades de esta lucha, tampoco fuimos capaces de lograr la preparacion nece­saria que el momento exigia. Es preciso acep­tar la cuota de responsabilidad que nos toca en el resultado del conflicto.

Otros grupos socialistas como el Circulo de Trabajo Comunista (CTC), el Taller de Forma­cion Politica (TFP), y el Colectivo Socialista de San Juan (CSSJ) tambien participaroll, en la medida de sus recursos, en dicho proceso huelgario.

Sin embargo, otras organizaciones de izquier­da que se denominan socialistas, fallaron mala­mente en su apoyo a la huelga.

Un ejemplo significativo de esto 10 constitu­yeron las organizaciones militaristas del pais (EPB-Macheteros, F ARP, OVPR, CRP). Estas organizaciones, una de elIas con una presumible capacidad militar de envergadura (EPB), demos­traron encontrarse fuera de sintonia con el palpito de la lucha de clases del pais. Antes habian impresionado al pais con acciones que, aunque desvinculadas de la lucha de clases, demostraban una considerable capacidad militar (Slibana Seca, Base Muiiiz, etc.). Sin embargo, cuando un sector estrategico de nuestra clase obrera se encontraba en lucha frente al patrono y al gobierno, estuvieron fundamentalmente

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ausentes. En este conflicto huelgario no desple­garon su alegado poderio de la forma en que se esperaba. Y 10 que se requeria no era sustituir a los trabajadores en huelga, sino brindar el mas solido apoyo, dentro de las capacidades de ca­da cual, a la lucha de tanta importancia para el futuro de la clase obrera.

El PSP limito su apoyo a la huelga a mani­festaciones esporadicas a nivel de la prensa y la opinion publica. No se envolvio con seriedad en ninguna tarea de apoyo y, a nivel intemo, boi­coteo organizadamente el exito de esta lucha. Obviamente, hacienda excepcion de algunos compafieros de la base de ese Partido que, en la medida de sus capacidades, se movilizaron en distintas tareas de apoyo a la huelga.

Resulta importante enfatizar y profundizar en la discusion de este elemento en particular, pues, es en la accion y no meramente en las palabras y los comunicados que se demuestra la solidaridad y el apoyo a las luchas de los traba­jadores. Es fajandose en sus luchas que se contribuye a construir el partido que necesita la clase obrera puertorriquefia y se empieza a or­ganizar a los trabajadores para la toma del poder.

PREPARARSE PARA CONTINUAR LA LUCHA

Todos estos elementos incidieron a nuestro juicio en el resultado de la huelga y contribu­yeron a la derrota sufrida por los trabajadores de la UTIER frente al patrono. Corresponde a la -matricula del sindicato someter a discusi6n estos y otros planteamientos que se hagan para extraer de esta experiencia las lecciones que nos permitan superar los errores cometidos y afrontar victoriosamente las batallas futuras.

Hay que prepararse para continuar la lucha dentro de los talleres, tanto para bregar con la sttu!!cion de despidos y represion patronal, co-

mo para prepararse para la negociacion de 1983. Hay que articular un plan de lucha y tra­bajo que debe incluir necesariamente: 1. la formacion politico-sindical de la matricula; 2. el enfrentamiento a los planes de despidos y re­presion patronal; 3. la propaganda y comunica­cion intema; 4. el rescate de los trabajadores de la UITICE de Manos del lid erato corrupto 'y patronal de esa Union; 5. la organizacion de un verdadero equipo de amilisis y trabajo de los elementos mas avanzados del sindicato; 6. la preparacion material de la Union para las negociaciones que se avecinan, etc.

Otra priori dad del momento es el desarrollo de nuevas tacticas de lucha frente al patrono. El recurso de la huelga, tal y como se ha venido utilizando hasta ahora por la UTIER, ha probado ser insuficiente para derrotar a un pa­trono terco, intransigente y sumamente solido como es laAEE. Este recurso, si quiere ser exitoso, tendra que utilizarse en el futuro acom­pafiado de acciones de presion desde adentro de los talleres que garanticen que, cuando la matri­cula se vaya a la calle, ya un trabajo importante se haya realizado. Hay que utilizar el recurso de la huelga con Mucha ingeniosidad y creatividad, pues el patrono ha demostrado que aprende de las experiencias pasadas. Corresponde, pues, que los trabajadores y el movimiento revolu­cionario no solo igualemos esa capacidad de aprender de las experiencias que ha demostrado nuestro enemigo de clase, sino que logremos superado en los futuros combates.

Hemos perdido una batalla, pero no la guerra. La lucha continua y, aprendiendo las lecciones que nos .brindaron las pasadas luch~, confiamos en la capacidad de los trabajadores de la UTIER para transformar estas derrotas momentaneas en nuevas y contundentes vic­torias. •

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