Analisis de la oferta

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Page 1: Analisis de la oferta
Page 2: Analisis de la oferta

II.5.2.2.- El Análisis de Situación. El Análisis de la Oferta

El Análisis de situación comienza con un examen de la Oferta turística zonal, lo que suponerealizar el consiguiente inventario recopilatorio, con el mayor detalle posible de los elementosque configuran el conjunto de la Oferta entendida en sentido amplio, o si se quiere como talsistema de oferta. El inventario no puede limitarse a ser una mera enumeración lo másexhaustiva posible, sino que debe incorporar necesariamente aspectos relativos a lavaloración cualitativa y cuantitativa de los elementos de la Oferta y a la calificación de losmismos incluyendo dimensiones sociológicas, socioeconómicas y antropológicas comocategorías de análisis que influirán decisivamente en el resultado final y no como merasreferencias contextuales. Considerando a los distintos elementos que configuran la Ofertacomo tales factores o elementos de un sistema de Oferta, una posible propuesta deenumeración de los mismos podría ser la siguiente:

1) Factor Natura: que incluiría el análisis del perfil geofísico y econatural del área territorial encuestión, pudiendo distinguir entre:

Patrimonio Físico: Orografía y Geológica, Condiciones Climáticas, Hidrografía,Condiciones paisajísticas.

Patrimonio Ecológico: Biodiversidad presente y especifica (fauna, flora,bioendemismos, Catalogo de Localizaciones (Parques, Reservas, sitios, Zonas SIC,ZPS, etc.)

2) Factor Cultura: que comprendería el análisis del perfil cultural y antropológico del área,podemos distinguir entre:

Patrimonio Antropológico: Historia, costumbres, artesanías, manifestacionesculturales, folklore, atracciones, localizaciones, guías.

Patrimonio Monumental e histórico artístico existente: monumentos, conjuntosarquitectónicos, obras de arte, museos, lugares de arte, rutas etc.

3) Factor Socio Económico: Abarca el análisis de la Estructura Económica del territorio, laEstructura Sociodemográfica, la Estructura Político Administrativa y la Jerarquía territorialexistente, como categorías básicas del análisis territorial.

4) Factor Infraestructura + Servicios: comprendería el análisis de segmentos como:

Infraestructura: Viaria, Transporte y Comunicación.

Equipamientos: Agua, Suministros Energéticos, Tratamiento de Residuos,

Servicios: Atención Sanitaria, Salud, Comercios, Profesionales, Personales.

5) Factor Turístico: El segmento de análisis de mayor significado necesariamente debe tratarde abarcar todos los aspectos referentes a la actividad turística en la zona:

Oferta de Alojamientos: Evolución y Volumen de la Oferta, distribución de losestablecimientos por dimensión localización, tipología, calidad, precio y modalidadturística.

II.5.2.2.- El Análisis de Situación. El Análisis de la Oferta

El Análisis de situación comienza con un examen de la Oferta turística zonal, lo que suponerealizar el consiguiente inventario recopilatorio, con el mayor detalle posible de los elementosque configuran el conjunto de la Oferta entendida en sentido amplio, o si se quiere como talsistema de oferta. El inventario no puede limitarse a ser una mera enumeración lo másexhaustiva posible, sino que debe incorporar necesariamente aspectos relativos a lavaloración cualitativa y cuantitativa de los elementos de la Oferta y a la calificación de losmismos incluyendo dimensiones sociológicas, socioeconómicas y antropológicas comocategorías de análisis que influirán decisivamente en el resultado final y no como merasreferencias contextuales. Considerando a los distintos elementos que configuran la Ofertacomo tales factores o elementos de un sistema de Oferta, una posible propuesta deenumeración de los mismos podría ser la siguiente:

1) Factor Natura: que incluiría el análisis del perfil geofísico y econatural del área territorial encuestión, pudiendo distinguir entre:

Patrimonio Físico: Orografía y Geológica, Condiciones Climáticas, Hidrografía,Condiciones paisajísticas.

Patrimonio Ecológico: Biodiversidad presente y especifica (fauna, flora,bioendemismos, Catalogo de Localizaciones (Parques, Reservas, sitios, Zonas SIC,ZPS, etc.)

2) Factor Cultura: que comprendería el análisis del perfil cultural y antropológico del área,podemos distinguir entre:

Patrimonio Antropológico: Historia, costumbres, artesanías, manifestacionesculturales, folklore, atracciones, localizaciones, guías.

Patrimonio Monumental e histórico artístico existente: monumentos, conjuntosarquitectónicos, obras de arte, museos, lugares de arte, rutas etc.

3) Factor Socio Económico: Abarca el análisis de la Estructura Económica del territorio, laEstructura Sociodemográfica, la Estructura Político Administrativa y la Jerarquía territorialexistente, como categorías básicas del análisis territorial.

4) Factor Infraestructura + Servicios: comprendería el análisis de segmentos como:

Infraestructura: Viaria, Transporte y Comunicación.

Equipamientos: Agua, Suministros Energéticos, Tratamiento de Residuos,

Servicios: Atención Sanitaria, Salud, Comercios, Profesionales, Personales.

5) Factor Turístico: El segmento de análisis de mayor significado necesariamente debe tratarde abarcar todos los aspectos referentes a la actividad turística en la zona:

Oferta de Alojamientos: Evolución y Volumen de la Oferta, distribución de losestablecimientos por dimensión localización, tipología, calidad, precio y modalidadturística.

II.5.2.2.- El Análisis de Situación. El Análisis de la Oferta

El Análisis de situación comienza con un examen de la Oferta turística zonal, lo que suponerealizar el consiguiente inventario recopilatorio, con el mayor detalle posible de los elementosque configuran el conjunto de la Oferta entendida en sentido amplio, o si se quiere como talsistema de oferta. El inventario no puede limitarse a ser una mera enumeración lo másexhaustiva posible, sino que debe incorporar necesariamente aspectos relativos a lavaloración cualitativa y cuantitativa de los elementos de la Oferta y a la calificación de losmismos incluyendo dimensiones sociológicas, socioeconómicas y antropológicas comocategorías de análisis que influirán decisivamente en el resultado final y no como merasreferencias contextuales. Considerando a los distintos elementos que configuran la Ofertacomo tales factores o elementos de un sistema de Oferta, una posible propuesta deenumeración de los mismos podría ser la siguiente:

1) Factor Natura: que incluiría el análisis del perfil geofísico y econatural del área territorial encuestión, pudiendo distinguir entre:

Patrimonio Físico: Orografía y Geológica, Condiciones Climáticas, Hidrografía,Condiciones paisajísticas.

Patrimonio Ecológico: Biodiversidad presente y especifica (fauna, flora,bioendemismos, Catalogo de Localizaciones (Parques, Reservas, sitios, Zonas SIC,ZPS, etc.)

2) Factor Cultura: que comprendería el análisis del perfil cultural y antropológico del área,podemos distinguir entre:

Patrimonio Antropológico: Historia, costumbres, artesanías, manifestacionesculturales, folklore, atracciones, localizaciones, guías.

Patrimonio Monumental e histórico artístico existente: monumentos, conjuntosarquitectónicos, obras de arte, museos, lugares de arte, rutas etc.

3) Factor Socio Económico: Abarca el análisis de la Estructura Económica del territorio, laEstructura Sociodemográfica, la Estructura Político Administrativa y la Jerarquía territorialexistente, como categorías básicas del análisis territorial.

4) Factor Infraestructura + Servicios: comprendería el análisis de segmentos como:

Infraestructura: Viaria, Transporte y Comunicación.

Equipamientos: Agua, Suministros Energéticos, Tratamiento de Residuos,

Servicios: Atención Sanitaria, Salud, Comercios, Profesionales, Personales.

5) Factor Turístico: El segmento de análisis de mayor significado necesariamente debe tratarde abarcar todos los aspectos referentes a la actividad turística en la zona:

Oferta de Alojamientos: Evolución y Volumen de la Oferta, distribución de losestablecimientos por dimensión localización, tipología, calidad, precio y modalidadturística.

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Oferta de Restauración y Enogastronómica: Evolución, Capacidad global, distribuciónde los establecimientos por dimensión, calidad, localización, tipología y precio.

Oferta de Actividades Complementarias:

• Oferta de Actividades de Deporte, Ocio y Aire libre: Senderismo, cicloturismo,equitación, deportes de invierno, deportes náuticos, ultraligeros, rafting,piragüismo, otros etc.

• Oferta de Salud + Curas, tratamientos: Termalismo, puesta en forma, curas desalud, terapias varias, relaxing, yoga, medicinas alternativas.

• Oferta Congresual: Potencialidad de organización de conferencias, exposiciones yseminarios, centros o espacios de congresos y exposiciones, actividadesartísticas.

Empresa Turística: Perfil Empresarial de las explotaciones turísticas: empresas pordimensión, volumen de negocio, personal, tipología jurídica, servicios ofertados,asociacionismo y cooperación empresarial, distribución física y emplazamientos, etc.

Comercialización Turística: Estrategia de oferta y precios, canales de distribuciónempleados, medios de comunicación utilizados (publicidad, telemáticos, relacionespúblicas, etc.)

Formación Turística: niveles de cualificación de la población empleada en el sector,carencias existentes, posibilidades y ciclos formativos existentes.

Organizaciones Turísticas: Elenco de organizaciones activas, topologías, nivel deafiliación en el caso empresarial, nivel de participación pública y privada en otroscasos, competencias y espacio de actividad, nivel de empleo ofrecido y característicasdel mismo, interactuaciones al interno y al externo de la organización y de lasorganizaciones entre sí.

Cooperación Empresarial: Tendencias observadas en el asociacionismo, evolución,prácticas existentes de cooperación empresarial, sinergias observadas, problemas noresueltos.

Rentas de Ubicación: Proximidad, inmediatez o fácil accesibilidad desde zonasmetropolitanas, zonas litorales o nodos de comunicación de importancia que puedenactuar como cuencas turísticas emisoras hacia la zona en cuestión.

6) Factor Poblacional: situación de la población en relación al desarrollo turístico pudiendodistinguir tres sectores de análisis:

Actitudes dominantes, sensibilidades, expectativas en relación al turismo. Rol de lapoblación en el proceso de desarrollo turístico, niveles de planificación turísticaexistente, participación social en los mismos.

Liderazgo social con respecto al turismo, creadores de opinión existentes.

Niveles de Integración Social existentes: niveles de pobreza y exclusión social, nivelesde bienestar factores de homogeneidad y factores de heterogeneidad social.

Oferta de Restauración y Enogastronómica: Evolución, Capacidad global, distribuciónde los establecimientos por dimensión, calidad, localización, tipología y precio.

Oferta de Actividades Complementarias:

• Oferta de Actividades de Deporte, Ocio y Aire libre: Senderismo, cicloturismo,equitación, deportes de invierno, deportes náuticos, ultraligeros, rafting,piragüismo, otros etc.

• Oferta de Salud + Curas, tratamientos: Termalismo, puesta en forma, curas desalud, terapias varias, relaxing, yoga, medicinas alternativas.

• Oferta Congresual: Potencialidad de organización de conferencias, exposiciones yseminarios, centros o espacios de congresos y exposiciones, actividadesartísticas.

Empresa Turística: Perfil Empresarial de las explotaciones turísticas: empresas pordimensión, volumen de negocio, personal, tipología jurídica, servicios ofertados,asociacionismo y cooperación empresarial, distribución física y emplazamientos, etc.

Comercialización Turística: Estrategia de oferta y precios, canales de distribuciónempleados, medios de comunicación utilizados (publicidad, telemáticos, relacionespúblicas, etc.)

Formación Turística: niveles de cualificación de la población empleada en el sector,carencias existentes, posibilidades y ciclos formativos existentes.

Organizaciones Turísticas: Elenco de organizaciones activas, topologías, nivel deafiliación en el caso empresarial, nivel de participación pública y privada en otroscasos, competencias y espacio de actividad, nivel de empleo ofrecido y característicasdel mismo, interactuaciones al interno y al externo de la organización y de lasorganizaciones entre sí.

Cooperación Empresarial: Tendencias observadas en el asociacionismo, evolución,prácticas existentes de cooperación empresarial, sinergias observadas, problemas noresueltos.

Rentas de Ubicación: Proximidad, inmediatez o fácil accesibilidad desde zonasmetropolitanas, zonas litorales o nodos de comunicación de importancia que puedenactuar como cuencas turísticas emisoras hacia la zona en cuestión.

6) Factor Poblacional: situación de la población en relación al desarrollo turístico pudiendodistinguir tres sectores de análisis:

Actitudes dominantes, sensibilidades, expectativas en relación al turismo. Rol de lapoblación en el proceso de desarrollo turístico, niveles de planificación turísticaexistente, participación social en los mismos.

Liderazgo social con respecto al turismo, creadores de opinión existentes.

Niveles de Integración Social existentes: niveles de pobreza y exclusión social, nivelesde bienestar factores de homogeneidad y factores de heterogeneidad social.

Oferta de Restauración y Enogastronómica: Evolución, Capacidad global, distribuciónde los establecimientos por dimensión, calidad, localización, tipología y precio.

Oferta de Actividades Complementarias:

• Oferta de Actividades de Deporte, Ocio y Aire libre: Senderismo, cicloturismo,equitación, deportes de invierno, deportes náuticos, ultraligeros, rafting,piragüismo, otros etc.

• Oferta de Salud + Curas, tratamientos: Termalismo, puesta en forma, curas desalud, terapias varias, relaxing, yoga, medicinas alternativas.

• Oferta Congresual: Potencialidad de organización de conferencias, exposiciones yseminarios, centros o espacios de congresos y exposiciones, actividadesartísticas.

Empresa Turística: Perfil Empresarial de las explotaciones turísticas: empresas pordimensión, volumen de negocio, personal, tipología jurídica, servicios ofertados,asociacionismo y cooperación empresarial, distribución física y emplazamientos, etc.

Comercialización Turística: Estrategia de oferta y precios, canales de distribuciónempleados, medios de comunicación utilizados (publicidad, telemáticos, relacionespúblicas, etc.)

Formación Turística: niveles de cualificación de la población empleada en el sector,carencias existentes, posibilidades y ciclos formativos existentes.

Organizaciones Turísticas: Elenco de organizaciones activas, topologías, nivel deafiliación en el caso empresarial, nivel de participación pública y privada en otroscasos, competencias y espacio de actividad, nivel de empleo ofrecido y característicasdel mismo, interactuaciones al interno y al externo de la organización y de lasorganizaciones entre sí.

Cooperación Empresarial: Tendencias observadas en el asociacionismo, evolución,prácticas existentes de cooperación empresarial, sinergias observadas, problemas noresueltos.

Rentas de Ubicación: Proximidad, inmediatez o fácil accesibilidad desde zonasmetropolitanas, zonas litorales o nodos de comunicación de importancia que puedenactuar como cuencas turísticas emisoras hacia la zona en cuestión.

6) Factor Poblacional: situación de la población en relación al desarrollo turístico pudiendodistinguir tres sectores de análisis:

Actitudes dominantes, sensibilidades, expectativas en relación al turismo. Rol de lapoblación en el proceso de desarrollo turístico, niveles de planificación turísticaexistente, participación social en los mismos.

Liderazgo social con respecto al turismo, creadores de opinión existentes.

Niveles de Integración Social existentes: niveles de pobreza y exclusión social, nivelesde bienestar factores de homogeneidad y factores de heterogeneidad social.

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7) Factor Institucional: Actitud de los Poderes Públicos frente al Desarrollo turístico: Proactiva,Reactiva, Nivel de ayudas y subvenciones existentes, nivel de transparencia y accesibilidad delas ayudas. Tendencias al mecanicismo y a la instrumentalización de la ayudas. Tendencias ala focalización de las ayudas en alojamiento y restauración. Tendencias a la acumulación deintangibles y a la inversión inmaterial. Tendencias dominantes constatadas dinamizadoras oralentizadoras de las iniciativas de desarrollo turístico.

8) Factor Imagen: cuál es la imagen que se proyecta del territorio, cual es su nivel dedefinición, existencia de marcas aglutinadoras, logos identificativos. Existencia de factores quegeneran una imagen negativa del territorio.

9) Factor Seguridad:

Niveles de Seguridad, Niveles Delictivos. Amenazas

Capacidad de respuesta de los Poderes Públicos

Capacidad de acción de la Sociedad Civil El análisis de la oferta nos permite conocercon profundidad nuestra base de recursos, así como los posibles impactos ecológicossociales y culturales que pudieran derivarse de la explotación turística de talesrecursos. La importancia de los Recursos es decisiva por ello profundizaremos endicha temática en el apartado siguiente. Como vemos la presencia profusa de factoreso categorías de análisis deberían conseguir un análisis exhaustivo a diferentes niveles,una síntesis simplificadora de dichas categorías se encuentra en el Cuadro II.2, queexponemos a continuación, en un formato de matriz resumen de valoración, donde seindican además de los recursos existentes, su número, estado o calidad y suvaloración de manera que se configure un inventario inteligente que ayude a tomardecisiones.

7) Factor Institucional: Actitud de los Poderes Públicos frente al Desarrollo turístico: Proactiva,Reactiva, Nivel de ayudas y subvenciones existentes, nivel de transparencia y accesibilidad delas ayudas. Tendencias al mecanicismo y a la instrumentalización de la ayudas. Tendencias ala focalización de las ayudas en alojamiento y restauración. Tendencias a la acumulación deintangibles y a la inversión inmaterial. Tendencias dominantes constatadas dinamizadoras oralentizadoras de las iniciativas de desarrollo turístico.

8) Factor Imagen: cuál es la imagen que se proyecta del territorio, cual es su nivel dedefinición, existencia de marcas aglutinadoras, logos identificativos. Existencia de factores quegeneran una imagen negativa del territorio.

9) Factor Seguridad:

Niveles de Seguridad, Niveles Delictivos. Amenazas

Capacidad de respuesta de los Poderes Públicos

Capacidad de acción de la Sociedad Civil El análisis de la oferta nos permite conocercon profundidad nuestra base de recursos, así como los posibles impactos ecológicossociales y culturales que pudieran derivarse de la explotación turística de talesrecursos. La importancia de los Recursos es decisiva por ello profundizaremos endicha temática en el apartado siguiente. Como vemos la presencia profusa de factoreso categorías de análisis deberían conseguir un análisis exhaustivo a diferentes niveles,una síntesis simplificadora de dichas categorías se encuentra en el Cuadro II.2, queexponemos a continuación, en un formato de matriz resumen de valoración, donde seindican además de los recursos existentes, su número, estado o calidad y suvaloración de manera que se configure un inventario inteligente que ayude a tomardecisiones.

7) Factor Institucional: Actitud de los Poderes Públicos frente al Desarrollo turístico: Proactiva,Reactiva, Nivel de ayudas y subvenciones existentes, nivel de transparencia y accesibilidad delas ayudas. Tendencias al mecanicismo y a la instrumentalización de la ayudas. Tendencias ala focalización de las ayudas en alojamiento y restauración. Tendencias a la acumulación deintangibles y a la inversión inmaterial. Tendencias dominantes constatadas dinamizadoras oralentizadoras de las iniciativas de desarrollo turístico.

8) Factor Imagen: cuál es la imagen que se proyecta del territorio, cual es su nivel dedefinición, existencia de marcas aglutinadoras, logos identificativos. Existencia de factores quegeneran una imagen negativa del territorio.

9) Factor Seguridad:

Niveles de Seguridad, Niveles Delictivos. Amenazas

Capacidad de respuesta de los Poderes Públicos

Capacidad de acción de la Sociedad Civil El análisis de la oferta nos permite conocercon profundidad nuestra base de recursos, así como los posibles impactos ecológicossociales y culturales que pudieran derivarse de la explotación turística de talesrecursos. La importancia de los Recursos es decisiva por ello profundizaremos endicha temática en el apartado siguiente. Como vemos la presencia profusa de factoreso categorías de análisis deberían conseguir un análisis exhaustivo a diferentes niveles,una síntesis simplificadora de dichas categorías se encuentra en el Cuadro II.2, queexponemos a continuación, en un formato de matriz resumen de valoración, donde seindican además de los recursos existentes, su número, estado o calidad y suvaloración de manera que se configure un inventario inteligente que ayude a tomardecisiones.

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CUADRO Nº II.2Elementos para el Análisis de la Oferta:

Inventario de Referencia para la Planificación

CUADRO Nº II.2Elementos para el Análisis de la Oferta:

Inventario de Referencia para la Planificación

CUADRO Nº II.2Elementos para el Análisis de la Oferta:

Inventario de Referencia para la Planificación

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II.5.2.3.- El Análisis de Situación: Análisis de la Demanda, Competencia y Tendencias

Resulta fundamental para cualquier destino turístico, ya incipiente, ya consolidado,conocer cuál podría ser la posible respuesta del mercado a la Oferta turística de la zona. Setrata de descifrar la posible existencia de segmentos de demanda reales o potencialesconsumidores de los productos turísticos zonales, de manera que dispongamos de un ciertomargen de actuación comercial y no se trate de una mera apuesta en el vacío. Esteconocimiento parece decisivo para diseñar posibles propuestas, ya infraestructurales yacomerciales ya de gestión de la actividad turística en el área. El conjunto de los elementos aanalizar quedaría resumido en el Cuadro n° II.3 que se expone a continuación

Cuadro II.3: Elementos para el Análisis de la Demanda

En el análisis de la competencia, la valoración de las distintas categorías y segmentosde análisis se realiza en función a la consideración de fortalezas o debilidades en relación alos competidores, porque se trata de establecer una comparación en definitiva, aunque al finalse le pueda otorgar un valor indicativo. El análisis de las tendencias posiblemente sea el máscomplicado en cuanto a concretización dentro de las distintas dimensiones del Análisis deSituación, porque no resulta fácil identificar las tendencias existentes, ni aplicar“automáticamente” o de manera mecanicista las características de las mismas a las peculiarescoordenadas de la zona en cuestión.

II.5.2.3.- El Análisis de Situación: Análisis de la Demanda, Competencia y Tendencias

Resulta fundamental para cualquier destino turístico, ya incipiente, ya consolidado,conocer cuál podría ser la posible respuesta del mercado a la Oferta turística de la zona. Setrata de descifrar la posible existencia de segmentos de demanda reales o potencialesconsumidores de los productos turísticos zonales, de manera que dispongamos de un ciertomargen de actuación comercial y no se trate de una mera apuesta en el vacío. Esteconocimiento parece decisivo para diseñar posibles propuestas, ya infraestructurales yacomerciales ya de gestión de la actividad turística en el área. El conjunto de los elementos aanalizar quedaría resumido en el Cuadro n° II.3 que se expone a continuación

Cuadro II.3: Elementos para el Análisis de la Demanda

En el análisis de la competencia, la valoración de las distintas categorías y segmentosde análisis se realiza en función a la consideración de fortalezas o debilidades en relación alos competidores, porque se trata de establecer una comparación en definitiva, aunque al finalse le pueda otorgar un valor indicativo. El análisis de las tendencias posiblemente sea el máscomplicado en cuanto a concretización dentro de las distintas dimensiones del Análisis deSituación, porque no resulta fácil identificar las tendencias existentes, ni aplicar“automáticamente” o de manera mecanicista las características de las mismas a las peculiarescoordenadas de la zona en cuestión.

II.5.2.3.- El Análisis de Situación: Análisis de la Demanda, Competencia y Tendencias

Resulta fundamental para cualquier destino turístico, ya incipiente, ya consolidado,conocer cuál podría ser la posible respuesta del mercado a la Oferta turística de la zona. Setrata de descifrar la posible existencia de segmentos de demanda reales o potencialesconsumidores de los productos turísticos zonales, de manera que dispongamos de un ciertomargen de actuación comercial y no se trate de una mera apuesta en el vacío. Esteconocimiento parece decisivo para diseñar posibles propuestas, ya infraestructurales yacomerciales ya de gestión de la actividad turística en el área. El conjunto de los elementos aanalizar quedaría resumido en el Cuadro n° II.3 que se expone a continuación

Cuadro II.3: Elementos para el Análisis de la Demanda

En el análisis de la competencia, la valoración de las distintas categorías y segmentosde análisis se realiza en función a la consideración de fortalezas o debilidades en relación alos competidores, porque se trata de establecer una comparación en definitiva, aunque al finalse le pueda otorgar un valor indicativo. El análisis de las tendencias posiblemente sea el máscomplicado en cuanto a concretización dentro de las distintas dimensiones del Análisis deSituación, porque no resulta fácil identificar las tendencias existentes, ni aplicar“automáticamente” o de manera mecanicista las características de las mismas a las peculiarescoordenadas de la zona en cuestión.

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Se trata en lo básico de identificar cuáles sean las corrientes de comportamiento futurode los consumidores turísticos, posicionándose en el mercado en función de las mismas, obien ajustando los atributos y condiciones de nuestros productos a los comportamientos quese derivaran de tales tendencias. Por tanto, cuando analizamos las tendencias estamosavanzando las oportunidades y riesgos inherentes a las nuevas expectativas de los diversossegmentos del mercado, de modo que sean tenidas en cuenta en la configuración de nuevosproductos turísticos o en la renovación de los existentes. Dado que para una zona rural ellopodría resultar demasiado costoso o complicado podría ser más factible realizar una primeracriba de las tendencias observadas en los mercados externos a la zona, en función de loscriterios contenidos en el Cuadro Nº II.5.:

Cuadro II.5: Elementos para el Análisis de las Tendencias

Por otra parte en materia de turismo se dan una serie de macrotendencias observadasya en perspectiva (Torres Bernier, 1994) megatendencias que van a tener una evidenteinfluencia en el turismo rural como puede apreciarse en el Capitulo III; En cualquier caso laaparición del denominado “consumidor turístico activo” como corolario del “ocio activo” suponede una u otra manera un cambio sustancial en las coordenadas de configuración de laactividad turística puesto que consumidor turístico pretende aprender, probar, descubrir cosasnuevas.

Para poder responder a estas expectativas el producto-destino turístico debeconfigurarse de manera inteligible de manera que pueda ser “leído” y comprendido conrapidez por el consumidor para que pueda influir rápidamente en su decisión de compra. Deahí que la imagen y la información de la zona y del producto resulten tan importantes, puestoque constituyen un factor de individualización y diferenciación del producto sobre todos losrestantes. De igual manera son fundamentales el correlato precio/calidad, el aprovechamientomáximo del tiempo, la individualidad como antítesis de la gasificación y la visión holística de laexperiencia turística.

En este marco tendencial genérico una propuesta posiblemente más coherente seriacomprobar hasta qué punto la zona está haciendo progresos en la configuración de susproductos

Se trata en lo básico de identificar cuáles sean las corrientes de comportamiento futurode los consumidores turísticos, posicionándose en el mercado en función de las mismas, obien ajustando los atributos y condiciones de nuestros productos a los comportamientos quese derivaran de tales tendencias. Por tanto, cuando analizamos las tendencias estamosavanzando las oportunidades y riesgos inherentes a las nuevas expectativas de los diversossegmentos del mercado, de modo que sean tenidas en cuenta en la configuración de nuevosproductos turísticos o en la renovación de los existentes. Dado que para una zona rural ellopodría resultar demasiado costoso o complicado podría ser más factible realizar una primeracriba de las tendencias observadas en los mercados externos a la zona, en función de loscriterios contenidos en el Cuadro Nº II.5.:

Cuadro II.5: Elementos para el Análisis de las Tendencias

Por otra parte en materia de turismo se dan una serie de macrotendencias observadasya en perspectiva (Torres Bernier, 1994) megatendencias que van a tener una evidenteinfluencia en el turismo rural como puede apreciarse en el Capitulo III; En cualquier caso laaparición del denominado “consumidor turístico activo” como corolario del “ocio activo” suponede una u otra manera un cambio sustancial en las coordenadas de configuración de laactividad turística puesto que consumidor turístico pretende aprender, probar, descubrir cosasnuevas.

Para poder responder a estas expectativas el producto-destino turístico debeconfigurarse de manera inteligible de manera que pueda ser “leído” y comprendido conrapidez por el consumidor para que pueda influir rápidamente en su decisión de compra. Deahí que la imagen y la información de la zona y del producto resulten tan importantes, puestoque constituyen un factor de individualización y diferenciación del producto sobre todos losrestantes. De igual manera son fundamentales el correlato precio/calidad, el aprovechamientomáximo del tiempo, la individualidad como antítesis de la gasificación y la visión holística de laexperiencia turística.

En este marco tendencial genérico una propuesta posiblemente más coherente seriacomprobar hasta qué punto la zona está haciendo progresos en la configuración de susproductos

Se trata en lo básico de identificar cuáles sean las corrientes de comportamiento futurode los consumidores turísticos, posicionándose en el mercado en función de las mismas, obien ajustando los atributos y condiciones de nuestros productos a los comportamientos quese derivaran de tales tendencias. Por tanto, cuando analizamos las tendencias estamosavanzando las oportunidades y riesgos inherentes a las nuevas expectativas de los diversossegmentos del mercado, de modo que sean tenidas en cuenta en la configuración de nuevosproductos turísticos o en la renovación de los existentes. Dado que para una zona rural ellopodría resultar demasiado costoso o complicado podría ser más factible realizar una primeracriba de las tendencias observadas en los mercados externos a la zona, en función de loscriterios contenidos en el Cuadro Nº II.5.:

Cuadro II.5: Elementos para el Análisis de las Tendencias

Por otra parte en materia de turismo se dan una serie de macrotendencias observadasya en perspectiva (Torres Bernier, 1994) megatendencias que van a tener una evidenteinfluencia en el turismo rural como puede apreciarse en el Capitulo III; En cualquier caso laaparición del denominado “consumidor turístico activo” como corolario del “ocio activo” suponede una u otra manera un cambio sustancial en las coordenadas de configuración de laactividad turística puesto que consumidor turístico pretende aprender, probar, descubrir cosasnuevas.

Para poder responder a estas expectativas el producto-destino turístico debeconfigurarse de manera inteligible de manera que pueda ser “leído” y comprendido conrapidez por el consumidor para que pueda influir rápidamente en su decisión de compra. Deahí que la imagen y la información de la zona y del producto resulten tan importantes, puestoque constituyen un factor de individualización y diferenciación del producto sobre todos losrestantes. De igual manera son fundamentales el correlato precio/calidad, el aprovechamientomáximo del tiempo, la individualidad como antítesis de la gasificación y la visión holística de laexperiencia turística.

En este marco tendencial genérico una propuesta posiblemente más coherente seriacomprobar hasta qué punto la zona está haciendo progresos en la configuración de susproductos

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II.5.2.4.- El Recurso Turístico: Referencia al análisis de recursos

A tenor de los párrafos anteriores un primer paso en la definición de la vocación oaptitud turística de un emplazamiento determinado y en la elección de alternativas másfavorables para el desarrollo turístico, será el análisis de la potencialidad y eficacia de losrecursos turísticos localizados en el territorio, y muy específicamente su aptitud para sertransformados en productos turísticos que se muevan en la longitud de onda de losrequerimientos demandados por el mercado.

Para que exista el fenómeno turístico es fundamental que se produzca undesplazamiento de un flujo de personas a un determinado lugar y para que ello suceda esnecesario que exista una motivación clara por parte de dicho conjunto, de manera que secierre el proceso de compra. De ahí que, en sentido laxo, se entienda como recurso o atractivoturístico aquellos elementos que provocan, incentivan o motivan el desplazamiento turístico,(Solsona Monsonis, 1999; Leno Cerro, 1993). Es clásica la distinción realizada por laOrganización Mundial del Turismo (OMT) entre Patrimonio Turístico y Recurso Turístico,entendiendo por Patrimonio turístico de un área territorial determinada el conjunto potencial debienes materiales o inmateriales a disposición del hombre y que pueden utilizarse, medianteun proceso de transformación para la satisfacción de sus necesidades turísticas.

Mientras que recursos turísticos son todos aquellos bienes y servicios que hacenposible la actividad turística y satisfacen las necesidades de la demanda, mediante la actividaddel hombre y de los medios con los que cuenta. Es decir, el patrimonio deviene recurso através de la actividad humana, que lo hace utilizable desde una óptica turística.

Leno Cerro, (1993) siguiendo a Zimmerman (1933), considera que un recurso solo estal cuando contribuye a satisfacer una necesidad humana; en el contexto turístico el recursopuede considerarse como tal si está vinculado a la motivación de un potencial consumidor,actuando como tal incentivo al desplazamiento turístico. Por ello, este autor considera a losrecursos y las motivaciones como los dos pilares esenciales del fenómeno turístico, que enúltima instancia determinan la decisión de realizar un desplazamiento turístico (LenoCerro,1993). Al constituir el recurso turístico la materia prima del turismo, elementofundamental de la Oferta, su importancia es estratégica tanto en la configuración de laactividad turística, como en la determinación de la aptitud turística de un territorio. De ahí quela identificación y evaluación de los atractivos turísticos sea una tarea cardinal en la fase dediagnóstico de cualquier planificación turística.

La identificación de los recursos turísticos se lleva a cabo normalmente mediante laconfección de un listado de recursos y emplazamientos con potencialidad y posibilidad deexplotación turística, por ello se procede a la elaboración de un Inventario o Catálogo derecursos turísticos, es decir, una relación de los recursos turísticos de un área territorialdeterminada, donde los mismos se enumeran, clasifican y describen mediante unametodología. El problema radica en la inexistencia de una base metodológica comúnmenteaceptada de cara a la configuración de dicho inventario. (Leno Cerro, 93) Leno Cerro (1993)proporciona una visión panorámica de los distintos métodos de clasificación existentes,partiendo de una distinción básica entre métodos basados en la naturaleza del recurso ymétodos sustentados en la funcionalidad del mismo o en una combinación de ambos criterios,siendo las más abundantes las primeras, si bien su utilidad es discutible por cuanto que noofrecen valoración alguna del recurso o de su potencialidad en cuestión.

Las clasificaciones de recursos con criterios funcionales (Clawson y Knetsch, 1966;Corna Pellegrini, 1973; Burkart y Medlik,1986) responde a perfiles muy pragmáticos o deevidente simplicidad, nuevos y más sofisticados criterios clasificatorios serán introducidos por

II.5.2.4.- El Recurso Turístico: Referencia al análisis de recursos

A tenor de los párrafos anteriores un primer paso en la definición de la vocación oaptitud turística de un emplazamiento determinado y en la elección de alternativas másfavorables para el desarrollo turístico, será el análisis de la potencialidad y eficacia de losrecursos turísticos localizados en el territorio, y muy específicamente su aptitud para sertransformados en productos turísticos que se muevan en la longitud de onda de losrequerimientos demandados por el mercado.

Para que exista el fenómeno turístico es fundamental que se produzca undesplazamiento de un flujo de personas a un determinado lugar y para que ello suceda esnecesario que exista una motivación clara por parte de dicho conjunto, de manera que secierre el proceso de compra. De ahí que, en sentido laxo, se entienda como recurso o atractivoturístico aquellos elementos que provocan, incentivan o motivan el desplazamiento turístico,(Solsona Monsonis, 1999; Leno Cerro, 1993). Es clásica la distinción realizada por laOrganización Mundial del Turismo (OMT) entre Patrimonio Turístico y Recurso Turístico,entendiendo por Patrimonio turístico de un área territorial determinada el conjunto potencial debienes materiales o inmateriales a disposición del hombre y que pueden utilizarse, medianteun proceso de transformación para la satisfacción de sus necesidades turísticas.

Mientras que recursos turísticos son todos aquellos bienes y servicios que hacenposible la actividad turística y satisfacen las necesidades de la demanda, mediante la actividaddel hombre y de los medios con los que cuenta. Es decir, el patrimonio deviene recurso através de la actividad humana, que lo hace utilizable desde una óptica turística.

Leno Cerro, (1993) siguiendo a Zimmerman (1933), considera que un recurso solo estal cuando contribuye a satisfacer una necesidad humana; en el contexto turístico el recursopuede considerarse como tal si está vinculado a la motivación de un potencial consumidor,actuando como tal incentivo al desplazamiento turístico. Por ello, este autor considera a losrecursos y las motivaciones como los dos pilares esenciales del fenómeno turístico, que enúltima instancia determinan la decisión de realizar un desplazamiento turístico (LenoCerro,1993). Al constituir el recurso turístico la materia prima del turismo, elementofundamental de la Oferta, su importancia es estratégica tanto en la configuración de laactividad turística, como en la determinación de la aptitud turística de un territorio. De ahí quela identificación y evaluación de los atractivos turísticos sea una tarea cardinal en la fase dediagnóstico de cualquier planificación turística.

La identificación de los recursos turísticos se lleva a cabo normalmente mediante laconfección de un listado de recursos y emplazamientos con potencialidad y posibilidad deexplotación turística, por ello se procede a la elaboración de un Inventario o Catálogo derecursos turísticos, es decir, una relación de los recursos turísticos de un área territorialdeterminada, donde los mismos se enumeran, clasifican y describen mediante unametodología. El problema radica en la inexistencia de una base metodológica comúnmenteaceptada de cara a la configuración de dicho inventario. (Leno Cerro, 93) Leno Cerro (1993)proporciona una visión panorámica de los distintos métodos de clasificación existentes,partiendo de una distinción básica entre métodos basados en la naturaleza del recurso ymétodos sustentados en la funcionalidad del mismo o en una combinación de ambos criterios,siendo las más abundantes las primeras, si bien su utilidad es discutible por cuanto que noofrecen valoración alguna del recurso o de su potencialidad en cuestión.

Las clasificaciones de recursos con criterios funcionales (Clawson y Knetsch, 1966;Corna Pellegrini, 1973; Burkart y Medlik,1986) responde a perfiles muy pragmáticos o deevidente simplicidad, nuevos y más sofisticados criterios clasificatorios serán introducidos por

II.5.2.4.- El Recurso Turístico: Referencia al análisis de recursos

A tenor de los párrafos anteriores un primer paso en la definición de la vocación oaptitud turística de un emplazamiento determinado y en la elección de alternativas másfavorables para el desarrollo turístico, será el análisis de la potencialidad y eficacia de losrecursos turísticos localizados en el territorio, y muy específicamente su aptitud para sertransformados en productos turísticos que se muevan en la longitud de onda de losrequerimientos demandados por el mercado.

Para que exista el fenómeno turístico es fundamental que se produzca undesplazamiento de un flujo de personas a un determinado lugar y para que ello suceda esnecesario que exista una motivación clara por parte de dicho conjunto, de manera que secierre el proceso de compra. De ahí que, en sentido laxo, se entienda como recurso o atractivoturístico aquellos elementos que provocan, incentivan o motivan el desplazamiento turístico,(Solsona Monsonis, 1999; Leno Cerro, 1993). Es clásica la distinción realizada por laOrganización Mundial del Turismo (OMT) entre Patrimonio Turístico y Recurso Turístico,entendiendo por Patrimonio turístico de un área territorial determinada el conjunto potencial debienes materiales o inmateriales a disposición del hombre y que pueden utilizarse, medianteun proceso de transformación para la satisfacción de sus necesidades turísticas.

Mientras que recursos turísticos son todos aquellos bienes y servicios que hacenposible la actividad turística y satisfacen las necesidades de la demanda, mediante la actividaddel hombre y de los medios con los que cuenta. Es decir, el patrimonio deviene recurso através de la actividad humana, que lo hace utilizable desde una óptica turística.

Leno Cerro, (1993) siguiendo a Zimmerman (1933), considera que un recurso solo estal cuando contribuye a satisfacer una necesidad humana; en el contexto turístico el recursopuede considerarse como tal si está vinculado a la motivación de un potencial consumidor,actuando como tal incentivo al desplazamiento turístico. Por ello, este autor considera a losrecursos y las motivaciones como los dos pilares esenciales del fenómeno turístico, que enúltima instancia determinan la decisión de realizar un desplazamiento turístico (LenoCerro,1993). Al constituir el recurso turístico la materia prima del turismo, elementofundamental de la Oferta, su importancia es estratégica tanto en la configuración de laactividad turística, como en la determinación de la aptitud turística de un territorio. De ahí quela identificación y evaluación de los atractivos turísticos sea una tarea cardinal en la fase dediagnóstico de cualquier planificación turística.

La identificación de los recursos turísticos se lleva a cabo normalmente mediante laconfección de un listado de recursos y emplazamientos con potencialidad y posibilidad deexplotación turística, por ello se procede a la elaboración de un Inventario o Catálogo derecursos turísticos, es decir, una relación de los recursos turísticos de un área territorialdeterminada, donde los mismos se enumeran, clasifican y describen mediante unametodología. El problema radica en la inexistencia de una base metodológica comúnmenteaceptada de cara a la configuración de dicho inventario. (Leno Cerro, 93) Leno Cerro (1993)proporciona una visión panorámica de los distintos métodos de clasificación existentes,partiendo de una distinción básica entre métodos basados en la naturaleza del recurso ymétodos sustentados en la funcionalidad del mismo o en una combinación de ambos criterios,siendo las más abundantes las primeras, si bien su utilidad es discutible por cuanto que noofrecen valoración alguna del recurso o de su potencialidad en cuestión.

Las clasificaciones de recursos con criterios funcionales (Clawson y Knetsch, 1966;Corna Pellegrini, 1973; Burkart y Medlik,1986) responde a perfiles muy pragmáticos o deevidente simplicidad, nuevos y más sofisticados criterios clasificatorios serán introducidos por

Page 9: Analisis de la oferta

autores como Pierre Defert (1972) que diseña una matriz clasificadora cimentada en la obrade Aristóteles la Cosmología, estructurada en torno a cuatro grandes tipologías clasificatoriasHidromo, Phitomo, Litomo, y Antropomo organizadas a su vez en subtipos y vinculados aseries de actividades concretas; configurando en su conjunto lo que Defert denomina tipologíaintegrada de recursos y actividades turísticas, empleada difusamente por toda la EuropaContinental. Esta primera matriz será ampliada por Defert (1982) a 5 tipologías, incluyendouna tipología clasificatoria la denominada Mnemome que podría ser traducida pormnemotécnica o evocadora. A su vez, Claire Gunn (1988) propone una tipología clasificatoriavinculada con la valoración de la importancia del recurso.

Los citados métodos clasificatorios presentan como denominador común laelaboración de una relación más o menos estructurada y detallada de los recursos turísticosexistentes. Por tanto su funcionalidad radica en el conocimiento de los mismos y en suidentificación, lo cual es sin lugar a dudas importante, pero asimismo es fundamental tenernoticia cierta de su relevancia de cara al establecimiento de una jerarquía de prioridades enlos instrumentos de la planificación es decir en los programas y planes. Va a ser laOrganización de Estados Americanos (OEA) la entidad promotora de una metodología queposibilita tanto la clasificación como la jerarquización de los recursos turísticos, partiendo de la“tradicional” recopilación de datos en el área territorial a planificar, establece una matrizclasificadora organizada en cinco grandes categorías: Sitios Naturales, Museos yManifestaciones histórico-artísticas, Folklore, Realizaciones científicas, técnicas y artísticascontemporáneas, Acontecimientos programados subdivididas a su vez en tipos y subtipos.(Leno Cerro,1993).

Realizada la clasificación se procede a la evaluación de dichos recursos, o lo que esigual a la jerarquización de los mismos en base a un análisis crítico de su interés turísticosustentado en fundamentos objetivos y comparativos. El método propone un desglose deprioridades de 4 niveles jerárquicos, El “Inventario de Recursos Turísticos” vienecomplementado por el inventario de “Facilidades Turísticas” que integra el análisis de lasinfraestructuras y del Equipamiento, elementos sustanciales para que el recurso puedainsertarse adecuadamente en la oferta turística zonal. Para el inventario del equipamientoturístico los elementos se ordenan en función de una clasificación que comprende categorías(Alojamiento, alimentación, esparcimiento y otros servicios) tipos y subtipos. Para elcomponente infraestructural las categorías son transportes y comunicaciones y los diversostipos y subtipos. (Leno Cerro, 1993).

El principal activo de la Metodología OEA es el haber constituido un referenteprioritario en toda la problemática de la ordenación, catalogación y valoración de los recursosturísticos, a resaltar las posteriores reformulaciones y adaptaciones realizadas (ÁlvarezCuervo y Leno Cerro, 1986; Bote Gómez, 1990; López Olivares,1996; Solsona Monsonís,1999). Solsona Monsonís, (1999) en su análisis de los recursos turísticos de la comarca delAlto Mijares, realiza una adaptación particularmente atractiva de la metodología OEAorientada hacia la actividad turística en el medio rural.

Su característica más interesante radica en sintetizar mediante una matriz relacional,tanto la clasificación de los recursos con una primera valoración de los mismos, introduciendovariables como el nivel de explotación actual de los recursos, definiendo 5 niveles que vandesde la sobreexplotación hasta la no explotación y las posibilidades de explotación turística,así como las actuaciones necesarias a realizar sobre cada uno de los recursos para optimizarsu funcionalidad turística y evitar posibles conflictos. Las 4 grandes categorías definidas son:1) Recursos o atractivos naturales; 2) Recursos histórico monumentales o artísticos; 3)Recursos Gastronómicos y artesanales; 4) Folklore, fiestas, eventos y acontecimientosprogramados.

autores como Pierre Defert (1972) que diseña una matriz clasificadora cimentada en la obrade Aristóteles la Cosmología, estructurada en torno a cuatro grandes tipologías clasificatoriasHidromo, Phitomo, Litomo, y Antropomo organizadas a su vez en subtipos y vinculados aseries de actividades concretas; configurando en su conjunto lo que Defert denomina tipologíaintegrada de recursos y actividades turísticas, empleada difusamente por toda la EuropaContinental. Esta primera matriz será ampliada por Defert (1982) a 5 tipologías, incluyendouna tipología clasificatoria la denominada Mnemome que podría ser traducida pormnemotécnica o evocadora. A su vez, Claire Gunn (1988) propone una tipología clasificatoriavinculada con la valoración de la importancia del recurso.

Los citados métodos clasificatorios presentan como denominador común laelaboración de una relación más o menos estructurada y detallada de los recursos turísticosexistentes. Por tanto su funcionalidad radica en el conocimiento de los mismos y en suidentificación, lo cual es sin lugar a dudas importante, pero asimismo es fundamental tenernoticia cierta de su relevancia de cara al establecimiento de una jerarquía de prioridades enlos instrumentos de la planificación es decir en los programas y planes. Va a ser laOrganización de Estados Americanos (OEA) la entidad promotora de una metodología queposibilita tanto la clasificación como la jerarquización de los recursos turísticos, partiendo de la“tradicional” recopilación de datos en el área territorial a planificar, establece una matrizclasificadora organizada en cinco grandes categorías: Sitios Naturales, Museos yManifestaciones histórico-artísticas, Folklore, Realizaciones científicas, técnicas y artísticascontemporáneas, Acontecimientos programados subdivididas a su vez en tipos y subtipos.(Leno Cerro,1993).

Realizada la clasificación se procede a la evaluación de dichos recursos, o lo que esigual a la jerarquización de los mismos en base a un análisis crítico de su interés turísticosustentado en fundamentos objetivos y comparativos. El método propone un desglose deprioridades de 4 niveles jerárquicos, El “Inventario de Recursos Turísticos” vienecomplementado por el inventario de “Facilidades Turísticas” que integra el análisis de lasinfraestructuras y del Equipamiento, elementos sustanciales para que el recurso puedainsertarse adecuadamente en la oferta turística zonal. Para el inventario del equipamientoturístico los elementos se ordenan en función de una clasificación que comprende categorías(Alojamiento, alimentación, esparcimiento y otros servicios) tipos y subtipos. Para elcomponente infraestructural las categorías son transportes y comunicaciones y los diversostipos y subtipos. (Leno Cerro, 1993).

El principal activo de la Metodología OEA es el haber constituido un referenteprioritario en toda la problemática de la ordenación, catalogación y valoración de los recursosturísticos, a resaltar las posteriores reformulaciones y adaptaciones realizadas (ÁlvarezCuervo y Leno Cerro, 1986; Bote Gómez, 1990; López Olivares,1996; Solsona Monsonís,1999). Solsona Monsonís, (1999) en su análisis de los recursos turísticos de la comarca delAlto Mijares, realiza una adaptación particularmente atractiva de la metodología OEAorientada hacia la actividad turística en el medio rural.

Su característica más interesante radica en sintetizar mediante una matriz relacional,tanto la clasificación de los recursos con una primera valoración de los mismos, introduciendovariables como el nivel de explotación actual de los recursos, definiendo 5 niveles que vandesde la sobreexplotación hasta la no explotación y las posibilidades de explotación turística,así como las actuaciones necesarias a realizar sobre cada uno de los recursos para optimizarsu funcionalidad turística y evitar posibles conflictos. Las 4 grandes categorías definidas son:1) Recursos o atractivos naturales; 2) Recursos histórico monumentales o artísticos; 3)Recursos Gastronómicos y artesanales; 4) Folklore, fiestas, eventos y acontecimientosprogramados.

autores como Pierre Defert (1972) que diseña una matriz clasificadora cimentada en la obrade Aristóteles la Cosmología, estructurada en torno a cuatro grandes tipologías clasificatoriasHidromo, Phitomo, Litomo, y Antropomo organizadas a su vez en subtipos y vinculados aseries de actividades concretas; configurando en su conjunto lo que Defert denomina tipologíaintegrada de recursos y actividades turísticas, empleada difusamente por toda la EuropaContinental. Esta primera matriz será ampliada por Defert (1982) a 5 tipologías, incluyendouna tipología clasificatoria la denominada Mnemome que podría ser traducida pormnemotécnica o evocadora. A su vez, Claire Gunn (1988) propone una tipología clasificatoriavinculada con la valoración de la importancia del recurso.

Los citados métodos clasificatorios presentan como denominador común laelaboración de una relación más o menos estructurada y detallada de los recursos turísticosexistentes. Por tanto su funcionalidad radica en el conocimiento de los mismos y en suidentificación, lo cual es sin lugar a dudas importante, pero asimismo es fundamental tenernoticia cierta de su relevancia de cara al establecimiento de una jerarquía de prioridades enlos instrumentos de la planificación es decir en los programas y planes. Va a ser laOrganización de Estados Americanos (OEA) la entidad promotora de una metodología queposibilita tanto la clasificación como la jerarquización de los recursos turísticos, partiendo de la“tradicional” recopilación de datos en el área territorial a planificar, establece una matrizclasificadora organizada en cinco grandes categorías: Sitios Naturales, Museos yManifestaciones histórico-artísticas, Folklore, Realizaciones científicas, técnicas y artísticascontemporáneas, Acontecimientos programados subdivididas a su vez en tipos y subtipos.(Leno Cerro,1993).

Realizada la clasificación se procede a la evaluación de dichos recursos, o lo que esigual a la jerarquización de los mismos en base a un análisis crítico de su interés turísticosustentado en fundamentos objetivos y comparativos. El método propone un desglose deprioridades de 4 niveles jerárquicos, El “Inventario de Recursos Turísticos” vienecomplementado por el inventario de “Facilidades Turísticas” que integra el análisis de lasinfraestructuras y del Equipamiento, elementos sustanciales para que el recurso puedainsertarse adecuadamente en la oferta turística zonal. Para el inventario del equipamientoturístico los elementos se ordenan en función de una clasificación que comprende categorías(Alojamiento, alimentación, esparcimiento y otros servicios) tipos y subtipos. Para elcomponente infraestructural las categorías son transportes y comunicaciones y los diversostipos y subtipos. (Leno Cerro, 1993).

El principal activo de la Metodología OEA es el haber constituido un referenteprioritario en toda la problemática de la ordenación, catalogación y valoración de los recursosturísticos, a resaltar las posteriores reformulaciones y adaptaciones realizadas (ÁlvarezCuervo y Leno Cerro, 1986; Bote Gómez, 1990; López Olivares,1996; Solsona Monsonís,1999). Solsona Monsonís, (1999) en su análisis de los recursos turísticos de la comarca delAlto Mijares, realiza una adaptación particularmente atractiva de la metodología OEAorientada hacia la actividad turística en el medio rural.

Su característica más interesante radica en sintetizar mediante una matriz relacional,tanto la clasificación de los recursos con una primera valoración de los mismos, introduciendovariables como el nivel de explotación actual de los recursos, definiendo 5 niveles que vandesde la sobreexplotación hasta la no explotación y las posibilidades de explotación turística,así como las actuaciones necesarias a realizar sobre cada uno de los recursos para optimizarsu funcionalidad turística y evitar posibles conflictos. Las 4 grandes categorías definidas son:1) Recursos o atractivos naturales; 2) Recursos histórico monumentales o artísticos; 3)Recursos Gastronómicos y artesanales; 4) Folklore, fiestas, eventos y acontecimientosprogramados.

Page 10: Analisis de la oferta

En la adaptación metodológica realizada por Álvarez Cuervo y Leno Cerro, (1986) paraun estudio turístico de la Rioja, parten de una visión crítica de la metodología OEA,considerando que la misma presenta ciertas carencias, presentes por una parte en lasubjetividad de determinadas calificaciones jerárquicas en función del tipo de demanda atraídopor el recurso, debido a la inexistencia de datos cuantitativos de consistencia que larespalden, y, por otra parte, la no apreciación de una serie de factores externos al recurso ensí que de una u otra manera van a afectar de forma notoria a su mayor o menor potencialidadturística. Tratando de superar dichas carencias los autores proponen la incorporación de unfactor de ponderación directamente relacionado con las características de la zona donde seubica el recurso.

El factor de ponderación tiende a la corrección de la primera jerarquía concedida alrecurso en cuestión, introduciendo en tres criterios que podríamos considerar “territoriales”: laconectividad o accesibilidad física, la concentración de recursos y la oferta de alojamiento yrestauración, asimismo establecen 5 categorías jerárquicas. Para ello procedieron a la divisiónterritorial, en base a la comercialización existente en el territorio riojano.

La originalidad de la reformulación radica fundamentalmente en la perspectivaterritorial y empresarial del recurso turístico, que en la metodología OEA es básicamentegeográfico–administrativa, lo que hace necesariamente relevante la superación de dichoesquema, si pretendemos actuar en modelos de promoción del desarrollo socioeconómico apartir del turismo, de ahí que sea muy importante la consideración de las sinergias y de laseconomías externas y de aglomeración que provoca tanto la accesibilidad, como laconcentración de recursos que permite plantear lógicas en red, o la incorporación de ladimensión empresarial y de la oferta turística existente en la zona, en definitiva un esfuerzo derealidad, puesto que se trata de promover la transformación del recurso en producto, lo quesería el leiv emotiv del desarrollo turístico.

El hecho de centrar la cuestión en factores externos al producto en vez de insistir enlos sempiternos factores internos, es de gran importancia para el desarrollo turístico de áreasrurales, donde normalmente pueden encontrarse recursos con alto potencial turísticocombinados a muy bajos niveles de accesibilidad y de equipamiento, lo que obstaculizaenormemente la transformación del recurso en producto.

Solsona Monsonis, (1999) una vez realizada el inventario a de recursos turísticos, va aproceder a la definición de los índices de potencialidad de los mismos, de cara a definir elesquema de prioridades de la planificación turística e identificar las zonas de concentración derecursos. Este autor propone como unidad territorial o zona de trabajo la comarca, constituidapor una agrupación de municipios, que se convierten en la unidad espacial mínima deplanificación. Por tanto en dicho esquema, cada municipio en función de la cantidad y calidadde sus recursos turísticos obtiene un número índice que deberá ser ponderado teniendo encuenta en función de una serie de factores que inciden directamente en la funcionalidad de losrecursos como elementos del Sistema turístico Local: Accesibilidad (incluyendo laaccesibilidad ad intra o intercomarcal y ad extra o de la demanda), Equipamiento(incluyéndose el comercial, turístico y recreativo deportivo) y las Preferencias de la Demanda.

El conjunto se sintetiza en una matriz relacional donde se exponen por municipios losrecursos turísticos existentes, su categoría y jerarquía. También pueden incluirse una filadedicada a los recursos genéricos de la comarca que presentan un carisma supramunicipal, yotra dedicada a recursos supracomarcales que están en relación directa con el productoturístico comarcal la comarca en cuestión, sea por su vinculación o por su influencia. Losrecursos comprendidos en estas filas no se someten a ponderación, si podrían hacerlo en el

En la adaptación metodológica realizada por Álvarez Cuervo y Leno Cerro, (1986) paraun estudio turístico de la Rioja, parten de una visión crítica de la metodología OEA,considerando que la misma presenta ciertas carencias, presentes por una parte en lasubjetividad de determinadas calificaciones jerárquicas en función del tipo de demanda atraídopor el recurso, debido a la inexistencia de datos cuantitativos de consistencia que larespalden, y, por otra parte, la no apreciación de una serie de factores externos al recurso ensí que de una u otra manera van a afectar de forma notoria a su mayor o menor potencialidadturística. Tratando de superar dichas carencias los autores proponen la incorporación de unfactor de ponderación directamente relacionado con las características de la zona donde seubica el recurso.

El factor de ponderación tiende a la corrección de la primera jerarquía concedida alrecurso en cuestión, introduciendo en tres criterios que podríamos considerar “territoriales”: laconectividad o accesibilidad física, la concentración de recursos y la oferta de alojamiento yrestauración, asimismo establecen 5 categorías jerárquicas. Para ello procedieron a la divisiónterritorial, en base a la comercialización existente en el territorio riojano.

La originalidad de la reformulación radica fundamentalmente en la perspectivaterritorial y empresarial del recurso turístico, que en la metodología OEA es básicamentegeográfico–administrativa, lo que hace necesariamente relevante la superación de dichoesquema, si pretendemos actuar en modelos de promoción del desarrollo socioeconómico apartir del turismo, de ahí que sea muy importante la consideración de las sinergias y de laseconomías externas y de aglomeración que provoca tanto la accesibilidad, como laconcentración de recursos que permite plantear lógicas en red, o la incorporación de ladimensión empresarial y de la oferta turística existente en la zona, en definitiva un esfuerzo derealidad, puesto que se trata de promover la transformación del recurso en producto, lo quesería el leiv emotiv del desarrollo turístico.

El hecho de centrar la cuestión en factores externos al producto en vez de insistir enlos sempiternos factores internos, es de gran importancia para el desarrollo turístico de áreasrurales, donde normalmente pueden encontrarse recursos con alto potencial turísticocombinados a muy bajos niveles de accesibilidad y de equipamiento, lo que obstaculizaenormemente la transformación del recurso en producto.

Solsona Monsonis, (1999) una vez realizada el inventario a de recursos turísticos, va aproceder a la definición de los índices de potencialidad de los mismos, de cara a definir elesquema de prioridades de la planificación turística e identificar las zonas de concentración derecursos. Este autor propone como unidad territorial o zona de trabajo la comarca, constituidapor una agrupación de municipios, que se convierten en la unidad espacial mínima deplanificación. Por tanto en dicho esquema, cada municipio en función de la cantidad y calidadde sus recursos turísticos obtiene un número índice que deberá ser ponderado teniendo encuenta en función de una serie de factores que inciden directamente en la funcionalidad de losrecursos como elementos del Sistema turístico Local: Accesibilidad (incluyendo laaccesibilidad ad intra o intercomarcal y ad extra o de la demanda), Equipamiento(incluyéndose el comercial, turístico y recreativo deportivo) y las Preferencias de la Demanda.

El conjunto se sintetiza en una matriz relacional donde se exponen por municipios losrecursos turísticos existentes, su categoría y jerarquía. También pueden incluirse una filadedicada a los recursos genéricos de la comarca que presentan un carisma supramunicipal, yotra dedicada a recursos supracomarcales que están en relación directa con el productoturístico comarcal la comarca en cuestión, sea por su vinculación o por su influencia. Losrecursos comprendidos en estas filas no se someten a ponderación, si podrían hacerlo en el

En la adaptación metodológica realizada por Álvarez Cuervo y Leno Cerro, (1986) paraun estudio turístico de la Rioja, parten de una visión crítica de la metodología OEA,considerando que la misma presenta ciertas carencias, presentes por una parte en lasubjetividad de determinadas calificaciones jerárquicas en función del tipo de demanda atraídopor el recurso, debido a la inexistencia de datos cuantitativos de consistencia que larespalden, y, por otra parte, la no apreciación de una serie de factores externos al recurso ensí que de una u otra manera van a afectar de forma notoria a su mayor o menor potencialidadturística. Tratando de superar dichas carencias los autores proponen la incorporación de unfactor de ponderación directamente relacionado con las características de la zona donde seubica el recurso.

El factor de ponderación tiende a la corrección de la primera jerarquía concedida alrecurso en cuestión, introduciendo en tres criterios que podríamos considerar “territoriales”: laconectividad o accesibilidad física, la concentración de recursos y la oferta de alojamiento yrestauración, asimismo establecen 5 categorías jerárquicas. Para ello procedieron a la divisiónterritorial, en base a la comercialización existente en el territorio riojano.

La originalidad de la reformulación radica fundamentalmente en la perspectivaterritorial y empresarial del recurso turístico, que en la metodología OEA es básicamentegeográfico–administrativa, lo que hace necesariamente relevante la superación de dichoesquema, si pretendemos actuar en modelos de promoción del desarrollo socioeconómico apartir del turismo, de ahí que sea muy importante la consideración de las sinergias y de laseconomías externas y de aglomeración que provoca tanto la accesibilidad, como laconcentración de recursos que permite plantear lógicas en red, o la incorporación de ladimensión empresarial y de la oferta turística existente en la zona, en definitiva un esfuerzo derealidad, puesto que se trata de promover la transformación del recurso en producto, lo quesería el leiv emotiv del desarrollo turístico.

El hecho de centrar la cuestión en factores externos al producto en vez de insistir enlos sempiternos factores internos, es de gran importancia para el desarrollo turístico de áreasrurales, donde normalmente pueden encontrarse recursos con alto potencial turísticocombinados a muy bajos niveles de accesibilidad y de equipamiento, lo que obstaculizaenormemente la transformación del recurso en producto.

Solsona Monsonis, (1999) una vez realizada el inventario a de recursos turísticos, va aproceder a la definición de los índices de potencialidad de los mismos, de cara a definir elesquema de prioridades de la planificación turística e identificar las zonas de concentración derecursos. Este autor propone como unidad territorial o zona de trabajo la comarca, constituidapor una agrupación de municipios, que se convierten en la unidad espacial mínima deplanificación. Por tanto en dicho esquema, cada municipio en función de la cantidad y calidadde sus recursos turísticos obtiene un número índice que deberá ser ponderado teniendo encuenta en función de una serie de factores que inciden directamente en la funcionalidad de losrecursos como elementos del Sistema turístico Local: Accesibilidad (incluyendo laaccesibilidad ad intra o intercomarcal y ad extra o de la demanda), Equipamiento(incluyéndose el comercial, turístico y recreativo deportivo) y las Preferencias de la Demanda.

El conjunto se sintetiza en una matriz relacional donde se exponen por municipios losrecursos turísticos existentes, su categoría y jerarquía. También pueden incluirse una filadedicada a los recursos genéricos de la comarca que presentan un carisma supramunicipal, yotra dedicada a recursos supracomarcales que están en relación directa con el productoturístico comarcal la comarca en cuestión, sea por su vinculación o por su influencia. Losrecursos comprendidos en estas filas no se someten a ponderación, si podrían hacerlo en el

Page 11: Analisis de la oferta

caso de que se realicen comparaciones con otras comarcas o territorios. Una vez realizado elinventario la de recursos turísticos, va a proceder a la definición de los índices depotencialidad de los mismos, de cara a definir el esquema de prioridades de la planificaciónturística e identificar las zonas de concentración de recursos.

II.5.2.5.- Orientaciones para la participación de los agentes en el proceso planificador

Parece evidente que el conjunto del proceso planificador debe responder a esquemasparticipativos tanto en su diseño como en su implementación, si pretendemos que sea eficazy durable. Bien es cierto que la “participación” ha tomado carta de naturaleza como elementosine qua non de cualquier esquema planificador, convirtiéndose de este modo en una suertede lugar común, el problema radica en que tanto la complejidad del proceso como lo costosodel mismo hacen que en tantas ocasiones la participación directa y efectiva de los agentesterritoriales en el proceso resulte coreográfica y en determinadas ocasiones puramenteformalista, permaneciendo en los límites de lo puramente informativo o en la mera puesta enconocimiento.

Por ello, posiblemente fuese de interés anclar la imprescindible «participación» entorno a esquemas pragmáticos de discusión orientada encuadrándose el debate en relación acontenidos concretos, definidos de antemano dejando para la esfera puramente política losgrandes temas. ¿Qué tipología de contenidos podría considerarse como determinante? Unaposible propuesta de orientación, seria la recogida en la figura II.11 que se expone acontinuación:

caso de que se realicen comparaciones con otras comarcas o territorios. Una vez realizado elinventario la de recursos turísticos, va a proceder a la definición de los índices depotencialidad de los mismos, de cara a definir el esquema de prioridades de la planificaciónturística e identificar las zonas de concentración de recursos.

II.5.2.5.- Orientaciones para la participación de los agentes en el proceso planificador

Parece evidente que el conjunto del proceso planificador debe responder a esquemasparticipativos tanto en su diseño como en su implementación, si pretendemos que sea eficazy durable. Bien es cierto que la “participación” ha tomado carta de naturaleza como elementosine qua non de cualquier esquema planificador, convirtiéndose de este modo en una suertede lugar común, el problema radica en que tanto la complejidad del proceso como lo costosodel mismo hacen que en tantas ocasiones la participación directa y efectiva de los agentesterritoriales en el proceso resulte coreográfica y en determinadas ocasiones puramenteformalista, permaneciendo en los límites de lo puramente informativo o en la mera puesta enconocimiento.

Por ello, posiblemente fuese de interés anclar la imprescindible «participación» entorno a esquemas pragmáticos de discusión orientada encuadrándose el debate en relación acontenidos concretos, definidos de antemano dejando para la esfera puramente política losgrandes temas. ¿Qué tipología de contenidos podría considerarse como determinante? Unaposible propuesta de orientación, seria la recogida en la figura II.11 que se expone acontinuación:

caso de que se realicen comparaciones con otras comarcas o territorios. Una vez realizado elinventario la de recursos turísticos, va a proceder a la definición de los índices depotencialidad de los mismos, de cara a definir el esquema de prioridades de la planificaciónturística e identificar las zonas de concentración de recursos.

II.5.2.5.- Orientaciones para la participación de los agentes en el proceso planificador

Parece evidente que el conjunto del proceso planificador debe responder a esquemasparticipativos tanto en su diseño como en su implementación, si pretendemos que sea eficazy durable. Bien es cierto que la “participación” ha tomado carta de naturaleza como elementosine qua non de cualquier esquema planificador, convirtiéndose de este modo en una suertede lugar común, el problema radica en que tanto la complejidad del proceso como lo costosodel mismo hacen que en tantas ocasiones la participación directa y efectiva de los agentesterritoriales en el proceso resulte coreográfica y en determinadas ocasiones puramenteformalista, permaneciendo en los límites de lo puramente informativo o en la mera puesta enconocimiento.

Por ello, posiblemente fuese de interés anclar la imprescindible «participación» entorno a esquemas pragmáticos de discusión orientada encuadrándose el debate en relación acontenidos concretos, definidos de antemano dejando para la esfera puramente política losgrandes temas. ¿Qué tipología de contenidos podría considerarse como determinante? Unaposible propuesta de orientación, seria la recogida en la figura II.11 que se expone acontinuación:

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