Ana María Cuneo - Para Leer a Gabriela Mistral

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Ana María Cuneo Para leer a Gabriela Mistral CAPITULO I RASGOS FUNDAMENTALES DE LA POESÍA DE GABRIELA MISTRAL La producción escritural de Gabriela Mistral es enorme. Dan testimonio de ello las numerosas recopilaciones que aún hoy día se están haciendo de sus prosas periodísticas y sus epistolarios. No ocurre de igual modo con su obra lírica. Sólo cuatro libros publicados en vida y, entre ellos Ternura, que reitera en parte el corpus de los poemas de Desolación y que anticipa algunos de los de Tala. La explicación de este fenómeno se encuentra en su fuerte sentido autocrítico en lo que a poesía se refiere y en el respeto que le produce el volumen publicado. Pudo publicar un primer libro en las Ediciones de los Diez y no lo hizo, según consta en una carta que Gabriela Mistral dirige a Pedro Prado en el mes de noviembre de 1916. En efecto, la autora había tenido en mente en 1915 la publicación de un libro cuyo título habría de ser Suaves decires. Libro del cual da noticia la Revista Sucesos, número 662 del 3 de junio de 1915, con ocasión de la publicación de su poema "Hablando al Padre" y al cual también se refiere en una carta a Eugenio Labarca con las siguiente palabras:

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La autora entrega una visión de la poesía de Gabriela Mistral destacando lo que considera son los rasgos básicos de su escritura. Este libro es una pieza fundamental para los estudiosos de la obra de la poeta chilena.

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Ana Mara Cuneo

Ana Mara CuneoPara leer a Gabriela MistralCAPITULO IRASGOS FUNDAMENTALES DE LA POESA DE GABRIELA MISTRAL

La produccin escritural de Gabriela Mistral es enorme. Dan testimonio de ello las numerosas recopilaciones que an hoy da se estn haciendo de sus prosas periodsticas y sus epistolarios. No ocurre de igual modo con su obra lrica. Slo cuatro libros publicados en vida y, entre ellos Ternura, que reitera en parte el corpus de los poemas de Desolacin y que anticipa algunos de los de Tala.La explicacin de este fenmeno se encuentra en su fuerte sentido autocrtico en lo que a poesa se refiere y en el respeto que le produce el volumen publicado. Pudo publicar un primer libro en las Ediciones de los Diez y no lo hizo, segn consta en una carta que Gabriela Mistral dirige a Pedro Prado en el mes de noviembre de 1916. En efecto, la autora haba tenido en mente en 1915 la publicacin de un libro cuyo ttulo habra de ser Suaves decires. Libro del cual da noticia la Revista Sucesos, nmero 662 del 3 de junio de 1915, con ocasin de la publicacin de su poema "Hablando al Padre" y al cual tambin se refiere en una carta a Eugenio Labarca con las siguiente palabras: "Ha mediados del presente ao publicar un volumen de versos escolares. He querido hacer una poesa escolar nueva, porque la que hay en boga no me satisface; una poesa escolar que no por ser escolar deje de ser poesa, que lo sea, y ms delicada que cualquier otra, ms honda, ms impregnada de cosas de corazn: ms estremecida de soplo de alma"[1]Sin embargo, al ao siguiente su respuesta a Prado es:"En cuanto a su ofrecimiento harto honroso para m sobre edicin de un libro, debo contarle que de un ao a esta parte la fiebre de dar el primer volumen se me ha ido. Me parece hoi una cosa remota la publicacin de una obra. He cobrado tal respeto al volumen, a lo que representa un libro, que llego a sonrer recordando que he pensado alguna vez en darlo, temeraria, injenuamente... Como cantidad, hai material para ms de un volumen; como calidad, creo que no lo hai"[2]Consta que hubo otras personas interesadas en publicar su obra: Manuel Guzmn Maturana y Armando Donoso (director de la Editorial Chilena. Pero slo en 1922, gracias a la gestin de Federico de Ons se publica su primer libro, Desolacin, en Nueva York. Mi penetracin seguir los pasos de la autora en su breve aventura editorial. No someter a anlisis cada libro en su globalidad, sino que intentar hacer algunas calas desde aquellos rasgos que a mi entender son definitorios de su obra lrica total. Desolacin [3] (1922) es un libro doloroso que se cierra con la promesa de palabras de esperanza. Libro en el cual la indagacin sobre el propio quehacer es evidente e iluminadora. Ternura[4] (1924) que testimonia el carcter oral de su poesa y cuya voz se adelanta a su tiempo enunciando desde una perspectiva existencial el doloroso destino de muerte que marca toda vida humana. Tala[5] (1938) la voz religiosa y americana y Lagar[6](1954) el discurso femenino y maduro que plantea al lector especializado el problema de la relacin entre poesa vida en la obra lrica de la autora. Discurso profundo y estremecedor que nace de una nueva experiencia de muerte. Poema de Chile[7] (1967) no fue entregado para su edicin por la autora. Pienso que ello ocurre por el carcter "sui generis" del proceso creador de este libro. Poema de Chile es una escritura paralela, especie de memorias que la autora realiza desde muy temprano y que mantiene a lo largo de su vida. De este hecho dan testimonio algunas cartas en que pide se le describa plantas o animales de la tierra chilena, detalles que ella puede haber olvidado en el voluntario autoexilio en que despleg su vida. En este libro me detendr en el estudio del carcter oral de la escritura de Mistral.Desolacin. Mucho se ha escrito en relacin a la poesa de dolor y muerte que constituye el libro. Todo ello es indudablemente verdadero. Tanto que la propia autora incluye en l dos textos en los cuales explcita su deseo de salir de la poesa dolorosa y centrarse en adelante en la expresin de otro tipo de realidades. Estos textos son el poema "Palabras serenas" en que se expresa la nostalgia de "un verso sonriente", en el que se explicita el anhelo de un temple de nimo que "rompe a cantar", y el breve ensayo que cierra el libro titulado "Voto". Eco de la nueva actitud es tambin la dedicatoria a don Pedro Aguirre Cerda y Juanita Aguirre de Aguirre, a quienes agradece la hora de paz que vive. Estas palabras que no pertenecen al estatuto de la mmesis, que son reflexiones conceptuales, dan tambin cuenta del cambio de actitud, del paso de la conciencia del hablante a un estado positivo desde el cual se emite las promesas. "Palabras serenas" y el "Voto" son un volverse la escritura sobre s misma, un detenerse, analizar y decidir voluntariamente un cambio de actitud. El carcter de reflexin metapotica se hace presente ya desde los ttulos. No es la serenidad en s lo buscado sino las palabras serenas y un voto son las palabras por las cuales el hombre se compromete a un modo de accin futura.Muchos son los caminos que uno podra escoger para penetrar Desolacin, pero pienso que la presencia de la palabra es una va que se nos propone desde los propios textos. Palabra presente como acto de comunicacin, como canto y como palabra creadora [8]."Palabras serenas" juzga lo realizado hasta el momento como "un listado de sangre con hiel". Listado es el recuento de los hechos del pasado, uno a uno, y todos ellos marcados con el signo negativo de la amargura. Pese a la presencia amenazante de la muerte el texto despliega un nuevo sentir. Una autntica conversin ha tenido lugar: "mudemos ya por el verso sonriente". Conversin que se produce en la madurez de la vida personal y cuyo contenido es una verdad nueva que reconoce el valor de la vida, la belleza de los seres naturales: flor, trigo, valle, arroyuelo y la existencia de un Dios amparador. El resultado de la conversin es la capacidad de comprender al que confa en lo divino y al que "rompe a cantar". Cantar que es simple canto expresin de alegra y canto que es la creacin potica, que es el "verso sonriente" que surge del reconocer y alabar las maravillas de la naturaleza. El hablante est entre los que son capaces de interpretar desde esta nueva perspectiva, los que comprenden que el amor supera al odio, que la naturaleza entrega dulces efluvios, que un arroyuelo puede exorcizar todo el dolor de la vida humana. Pasada ya la experiencia del dolor sobreviene para el hombre un estado de paz en que se hace posible la recuperacin de las experiencias primordiales.En "Voto" los pasos que llevan al nuevo estado son racionalmente ms claros y se dan en una sucesin lgica.VOTO" Diosmeperdoneestelibroamargoyloshombresquesienten lavidacomdulzura,meloperdonentambin.Enestoscienpoemasquedasangrandounpasadodoloroso,enelcuallacancinseensangrentparaaliviarme.Lodejotrasdem comolahondanadasombrayporladerasmsclementes subohacialasmesetasespiritualesdondeunaanchaluzcaer,porfin,sobremisdas.Yocantardesdeellaspalabrasdelaesperanza,sinvolveramirarmicorazn;cantarcomoloquisounmisericordioso,para"consolaraloshombres"."Alostreintaaos,cuandoescribelDeclogodelArtista",dijeesteVoto.DiosylaVidamedejencumplirloenlosdasquemequedanporloscaminos...". (p. 259)"Voto" es un documento inequvoco respecto de la concepcin del poema como acto purificador que deja al hablante en situacin de cantar otro tipo de palabras, unas palabras que nacern despus de ser iluminado por una "ancha luz".Los poemas del libro Desolacin cumplen la funcin de purificar el alma ("la cancin se ensangrent para aliviarme") del dolor de la vida humana. El hablante de dichos poemas durante largo tiempo tuvo como espacio existencial una "hondanada sombra", un espacio en que no hay esperanza eficaz, en que la visin y nostalgia de lo trascendente no es capaz de vivificar la vida humana. Etapa de purgatorio tras la cual el hombre podr ascender por "laderas ms clementes" a las "mesetas espirituales". En la analoga, es en este mbito donde tiene cabida el oficio, el trabajo que acompaa a la tarea creadora, trabajo al cual la autora otorga una importancia fundamental.Las mesetas en el contexto de la obra de la Mistral son el ara, el altar amplio del sacrificio ("Don Himos", Tala p. 67) la piedra santa a travs de la cual se produce el contacto. Las "mesetas" son lugar adecuado para que se conceda el don. El don es "ancha luz" que "caer, por fin, sobre mis das".El "Voto" se estructura como un ritual de sacrificio, es la expresin lingstica de un acto litrgico. El hablante cantar "desde ellas (las mesetas) las palabras de la esperanza". Esto es claro anuncio de la existencia de otra forma de canto en una etapa posterior. "Voto" -la palabra que titula este escrito- significa promesa religiosa por medio de la cual un hombre se compromete a una forma de accin futura que consiste, en el texto que comentamos, en cantar las palabras de la esperanza, en ser un profeta que hable al hombre de su destino trascendente.Lo que ser dicho a los hombres no es un algo definitivo ni una certidumbre, sino el esbozo intuido de un bien deseado, bien al cual no se aspira por cumplimiento personal en soledad, sino en la comunidad de los hombres. No es algo que se obtiene como resultado de una accin propia sino algo que se recibe. Lo que el hombre pone es la disponibilidad para que ello ocurra. De los mltiples momentos en que la creacin potica est presente en este libro seleccionar "Elogio de la cancin" y "Envo", poemas que curiosamente no han llamado la atencin crtica y que considero fundamentales para el desarrollo de la perspectiva elegida. El primero est escrito para prologar el libro Canciones del mexicano Torres Bodet. Bajo su aparente simplicidad este texto es una indagacin en el consistir del poema, una historia de la poesa y una potica del acto de recepcin. El poema es en primer lugar "cancin", como lo es a lo largo de toda la vida de la autora. Es decir, es palabra con ritmo, no mera palabra escrita o hablada. La cancin nace en la boca:"Boca temblorosaboca de cancin:boca, la de Tecritoy de Salomn" (p. 63)Canciones son las de Tecrito, Anacreonte, Salomn, Netzahualcoyotl como las de Petrarca, Omar Kayyan o Tagore. En el origen el poema se ha nutrido de cielo, tierra, mares, civilizaciones... es decir, de todo aquello que representa el espacio en que se despliega la vida humana.La primera elaboracin se produce en lo ms profundo del hombre, en sus entraas. Es un algo que va adquiriendo lentamente consistencia "como va espesndose/ el plumn del ave". Y su definicin es que "Cabe el mundo entero/ en una cancin". Un poema es, por tanto, un decir absoluto y total cuya funcin es ser "la mayor caricia/ que recibe el mundo", el abrazo, el beso, algo que se trenza con el corazn, que aviva las entraas y punza como aguijn. En definitiva el poema es un tipo de ser que agrega algo al mundo de lo creado y que produce el efecto de transformar y ampliar sus posibilidades al infinito."Elogio de la cancin" es tambin historia de la poesa en las ms distintas culturas y alabanza de "las voces/ que dieron cancin". Se vuelve a marcar el carcter oral de la poesa de los poetas nombrados, carcter que responde a la concepcin de la autora acerca del poema y que rige toda su creacin potica. El hablante es un "hombre que canta", el poema "est entre los labios", el receptor es alguien que escucha: "Y cuando te pones/ su canto a escuchar".Respecto del acto de recepcin se afirma que es urgente que el hombre se abra a la maravilla del canto. Si lo hace la cancin le dar vida y har sus "entraas" "vivas como el mar". La capacidad de asombro del receptor desplegar su ser a instancias insospechables de grandezas, aunque tambin de dolor. La poesa mueve el alma de todo hombre que la recibe, sea ste rey o mendigo. Por ltimo, la cancin contacta con el mito, el misterio y el origen, porque el cantor "es madre/ de la Creacin".ENVO[9]Mxico, te alaboen esta gargantaporque hecha de limode tus ros canta.Paisaje de Anhuac,suave amor eterno,en estas estrofaste has hecho falerno.Al que te ha cantadodigo bendicin:por Netzahualcoyotly por Salomn. (p. 65)En este poema se encuentran, a mi entender, las afirmaciones tericas ms notables en relacin al consistir del canto potico. En los primeros versos se produce un desdoblamiento entre un yo que "te alabo" y "en esta garganta". Desdoblamiento que corresponde a dos niveles de lenguaje: el del autor ideal y el del hablante ficticio del poema[10].El hablante ideal describe y define el hablar del "autor de poemas" como realizado por "una garganta", por una voz que es una unidad con el "limo" de los "ros". Es por la identificacin entre el sujeto y la objetividad cantada que puede ejecutar su acto de enunciacin potica. No se est postulando una identificacin con el objeto real sino que la alabanza substancia la realidad de Mxico en el poema. Por cierto que no postulo una desconexin absoluta con el Mxico real, porque las objetividades del poema se rigen por la probabilidad y necesidad de las cosas del mundo. Pero, el paisaje de Anhuac "en estas estrofas/ te has hecho falerno" ha cambiado de substancia, se ha transmutado y se ha hecho vino generoso[11]. Anhuac recibe en su transmutacin valores procedentes de una tradicin que no es la propia, se ha incorporado a otra cultura y ha adquirido las propiedades que pertenecen al vino (producir entusiasmo, alegrar, sacar al hombre de s, etc....). Vino generoso que se ofrece para ser bebido.[12] La ltima estrofa, para cuya expresin material se utiliza un tipo diferente de letra, marca un nuevo nivel de enunciacin discursiva que corresponde a una afirmacin no mimtica del autor. Bendice al que ha cantado y a dos grandes cantores de tradiciones diferentes: Netzahualcoyotl, de la precolombina; y, Salomn de la judeo-cristiana. Ambos aunados bajo la marca del mestizaje mistraliano.Una situacin anloga a la anterior ocurre en: "Y Lucila hablaba a roa montaa y caaveralen las lunas de la locura recibi reino de verdad" (Tala: Todas bamos a ser reinas". p. 93).La estrofa se produce a continuacin del despliegue de una situacin narrativa realista en que se afirma que Efigenia sigui a un extranjero. La preposicin "a" produce la fusin de lo dicho y quin lo dice. Lucila: ro, montaa, caaveral. Lucila sujeto real que se transmuta en la interioridad del poema en algo que no tiene parangn con las cosas del mundo y que se sustenta slo en palabras[13]. "Las lunas de la locura" tienen mltiples concordancias textuales en la obra de la autora. Estn en los "arrorrs disparatados" que ella afirma preferir en "Colofn" de Ternura donde "la lgica ha de aventarse y con cajas destempladas", y que son la edad de la "materia alucinada" de la poesa. Tambin se hacen presente, por dar un ejemplo ms, en los ttulos de secciones de libros: "La Desvariadora" (Ternura), "Alucinacin" (Tala), "Desvaro" y "Las locas mujeres" (Lagar).Cumple Gabriela Mistral la promesa expresada en el Voto?Los crticos han opinado que no ocurre as. Creo, sin embargo, que el voto se cumple a cabalidad: "Cantar (...) las palabras de la esperanza sin volver a mirar mi corazn, cantar como un misericordioso, para consolar a los hombres".A partir de Ternura la autora abandona la mirada ensimismada y comienza a hacerse cargo del sentido de la vida humana, vida concretizada en este libro en una proyeccin de futuro para el nio. Son los aos posteriores a la Primera Guerra Mundial, el ser humano vive una experiencia de dolor y muerte, se percibe a s mismo como instalado en la soledad y acosado por el lmite, pero no se ha llegado a la formulacin conceptual de este sentir en sistemas filosficos como el del ser para la muerte sartreano o del ser para la nada de Heidegger.El poeta con sus antenas privilegiadas se adelanta al filsofo y es capaz de denunciar la situacin de precariedad en que el hombre despliega su vida.Ternura el libro de aparente "suaves decires", es paradojalmente un libro que recoge el dolor del hombre sobre la tierra, que ejecuta por la fuerza del amor una accin sanadora y que abre las conciencias humanas a la presencia de un ser divino que podra ser la segura respuesta a la desesperada situacin. Un Dios Padre que"sus miles de mundos mece sin ruidosintiendo su mano en la sombramezo a mi nio"("Meciendo", p. 9)Es a travs de la dimensin de trascendencia que recorre toda la obra mistraliana que el "voto" llega a su cumplimiento. No se ha superado la desolacin con "un verso sonriente", sino con la esperanza de una eternidad fincada en la imagen de un Dios que es Padre.Desde esta experiencia la voz del poeta se torna capaz de exorcizar el mal que invade la tierra:"Cuando yo estoy cantando,en la tierra acaba el mal:todo es dulce por tus sienesla barraca, el espinarCuando yo estoy cantando,se me acaba la crueldad:suaves son como tus prpados,la leona y el chacal!" (Suavidades, p. 16)El ensimismamiento ha sido superado, el hablante proclama con voz segura que no tiene soledad:"Es la noche desamparode las sierras hasta el marPero yo, la que te meceyo no tengo soledad!Es el cielo desamparosi la luna cae al mar.Pero yo, la que te estrecha,Yo no tengo soledad!Es el mundo desamparoy la carne triste va.Pero yo, la que te oprime,Yo no tengo soledad!"(Yo no tengo soledad p. 17)El hablante abandonado en un mbito que es noche, cielo y mundo en desamparo, proclama que todo ello se desvanece gracias a su amorosa relacin con el t-nio. Los ejemplos podran multiplicarse. En "La noche" (pg. 19) el ocaso no arde, porque duerma al nio. El camino enmudece "se ha posado como mano sobre el mundo la quietud". En "Me tuviste" (pg. 20), el nio debe dormirse sonriendo, porque es "Dios en la sombra/ el que va meciendo". En "Cancin de Taurus"."Dormido irs creciendo(...)Hijito de Dios Padreen brazos de mujer". (p. 29)El poema "Encargos" (pg. 83) representa paradigmticamente la nostalgia mistraliana de una palabra poderosa capaz de detener la accin del mal y la muerte que se ciernen sobre la vida del nio. El sujeto que enuncia reconoce los lugares y seres naturales que pueden representar un peligro fatal para el nio: trigo, vinos, oso negro, cicuta, ro; y, los conmina por medio de ruego, grito, decir o mandato a no actuar en contra de l. Los medios utilizados para obtener lo deseado son formas de decir. Una palabra que nace del amor que ampara, una palabra de conocimiento del mal posible que consiste en el destino del ser humano de tener que morir. Se otorga, por tanto, a la palabra un poder eficaz. A cada conjuro, la respuesta es la promesa o el juramento de no producir el mal temido. La palabra nace de un sujeto en estado de "trance" que recorre el mundo mostrando el nio a las cosas "una por una" para comunicar al mundo su propia locura e involucrndolo en ella torcer el destino. En ese instante surge un nuevo modo de decir que ahora es oracin y en versos que llegan a clmax en su posibilidad de comunicacin y belleza, exclama:"Cuando ya estamos de regresoa la casa de nuez oscura,yo me pongo a rezar el mundocomo quien punza y lo apresura,para que el mundo como madre,sea loco de mi locuray tome en brazos y levanteal niito de mi cintura!" (p. 84)El poetizar da a la voz materna fuerzas sobrenaturales. As en "Nio mexicano" el hablante puede operar el milagro y llevar al nio al verdadero sentido al que es llamado:"Me miran con vida eterna [14]sus ojos negri-azulados,y como en costumbre eternayo le peino de mis manos(...)Lo alimento con un ritmoy l me nutre con algn blsamo.(...)Es una maternidadque no me cansa el regazoy es un xtasis que tengode la gran muerte librado!(pp. 53-54)Para concluir esta cala en Ternura me detendr en dos poemas que expresan paradigmticamente la situacin del hombre como ser para la muerte: "Cancin de la muerte" (p. 50) y "Que no crezca" (p. 81).El mero hecho de que un libro de canciones de cuna y rondas infantiles incluya una "Cancin de la muerte" debiera llevar a repensar el contenido de Ternura. "Cancin de la muerte" es una oracin suplicante cuya forma de expresin letnica la constituye en un verdadero exorcismo que se realiza con el fin de quebrar el destino del nio como ser para la muerte.El nio nace con la marca de la mortalidad como algo inherente a su naturaleza y el nico modo de evitar el cumplimiento del inexorable destino es que la muerte no lo encuentre. Con este objeto la madre no duda en ofrendar su propia vida:"Nio y madre los confunda(...)y en el da y en la horaa m sola encuentre"... (p. 51)El poema "Que no crezca" ya desde el ttulo hace manifiesta una accin desiderativa de detener el transcurso natural. El crecer lleva a los seres vivos en forma inexorable a la muerte "cabritos y ovejasmaduran y se mueren:"(p. 82)Se contrasta la actitud de aquellas madres que no ven la amenazante realidad y la de la poeta que es capaz de ver ms all de las apariencias. Poetizar es nuevamente un modo privilegiado de conocimiento. Para vencer la transitoriedad amenazante es necesario que el tiempo se detenga y ello es algo que slo el Creador de las leyes naturales puede realizar. Por ello, el poema se cierra con una oracin suplicante:Dios mo pralo!Que ya no crezcaPralo y slvalomi hijo no se me muera!(p. 82)Dramticas afirmaciones que se adelantan a la expresin terica del existencialismo y que se resuelven en una esperanza trascendente. Esperanza bebida en los Salmos que tanto influyeron en la vida de la autora.El existencialismo mistraliano encuentra cabal expresin en Ternura, pero no desaparece con este libro. As, por ejemplo en Lagar de 1954 "Nacimiento de una casa" que despliega la esperanza de vida que ella habr de albergar, se cierra con la amenazante afirmacin:"y se echa una muerte grande,al umbral atravesada"(p. 35)Tala permitir poner de relieve dos nuevos rasgos de la obra de Mistral: la dimensin religiosa del discurso y su americanismo.La dimensin religiosa es una tensin mantenida en toda su obra. El americanismo, en cambio, encuentra su mxima expresin en el ciclo Amrica de Tala y ser ms bien objeto de reflexin reiterada en su obra en prosa.Tala se publica en 1938 y el contexto biogrfico que la rodea es el de un cristianismo al que se retorna despus de una crisis religiosa. Cristianismo bastante heterodoxo, pero cuyo centro es "mi Seor Jesucristo", centro que se mantendr hasta el fin de la vida de la autora.El poema "La fuga" que abre el libro, explcita los sentimientos que experimenta el hablante a raz de la muerte de su madre. A travs del sueo, la voz que habla en el poema corresponde a la de una hija que sigue y conduce a su madre por un camino que consiste en repechar montaas, camino por el cual van ambas "sintindonos, sabindonos", pero sin verse. Van hacia "un Dios que es de nosotras". Un constante perderse y buscar el reposo en lo divino."Y nunca estamos, nunca nos quedamos,como dicen que quedan los gloriosos,delante de su Dios, en dos anillosde luz o en dos medallones absortos,ensartados en un rayo de gloriao acostados en un cauce de oro" (p. 12)"Locas letanas" ahonda y explcita ms profundamente el problema[15].Cristo, hijo de mujer,carne que aqu amamantaron,y que de un vagido, y de un llanto:recibe a la que dio lechecantndome con tu salmoy llvala con las otras,espejos que se doblarony caas que se partieronen hijos sobre los llanos!Piedra de cantos ardiendo,a la mitad del espacio,en los cielos todavacon bulto crucificado;y cuando busca a sus hijos,piedra loca de relmpagos,piedra que anda, piedra que vuela,vagabunda hasta encontrarnos,piedra de Cristo, sal a su encuentroy cetela a tus cantosy yo mire de los valles,en seales, sus pies blancos!Ro vertical de gracia,agua del absurdo santo,parado y corriendo vivo,en su presa y despeado;ro que en cantares mientan"cabritillo" y "ciervo blanco"a mi madre que te repecha,como anguila, ro trocado,aydala a repechartey sbela por tus vados!Jesucristo, carne amante,juego de ecos, odo alto,caracol vivo del cielo,de sus aires torneados:abjate a ella, sienteotra vez que te tocaron:vulvete a su voz que subepor los aires extremados,y si su voz no la lleva,toma la niebla de su hlito!Llvala a cielo de madres,a tendal de sus regazos,que va y viene en un golfode brazos empavesado,de las canciones de cunamecido como de tallos,donde las madres arrullana sus hijos recobradoso apresuran con su silboa los que gimiendo vamos!Recibe a mi madre, Cristo,dueo de ruta y de trnsito,nombre que ella va diciendo,ssamo que ir gritando,abra nuestra de los cielos,albatros no amortajado,gozo que llaman los valles!Resucitado, Resucitado! (pp. 24-26) Ya el ttulo es un indicio del carcter religioso del discurso y su forma de expresin corresponde precisamente a la de una oracin. El tipo de oracin es el de la letana, cuya caracterstica es la alabanza seguida de la peticin.La vinculacin se establece con Cristo, no con un Dios Padre. Cristo en cuanto "hijo de mujer". Es decir, es la condicin de hijo la que lo torna sujeto adecuado para dirigirle una peticin de vida para la madre propia que ha muerto. La imagen de Mara amamantando al nio, imagen tan reiterada en la tradicin pictrica, inicia el poema hacindose argumento para pedir la resurreccin de la madre del hablante, Madre que tambin dio leche y lo hizo"cantndome con tu salmo"Argumento persuasivo en sentido absoluto para un Dios que se hizo hombre con la colaboracin de una mujer que da su "s" para ser su madre. El lugar "cielo de madres" est ubicado en lo alto. Para llegar a l es necesario no subir montes (como en "La fuga"), sino un ro vertical. Esta imagen transgrede el orden natural. El hablante es conciente de esta transgresin y dice que es un "ro trocado". Para poder repechar el ro, la madre debe ser llevada por la fuerza de un otro que sea capaz de vencer a la muerte, y ste es el Cristo en cuanto resucitado."aydala a repechartey sbela por tu vados"En esta imagen hay implcita la tradicin del ro de Caronte que separa el mundo del ms all. Este mito se reitera en varias ocasiones en la poesa de la autora. Aqu, en el poema, la imagen transgrede y transforma el ro en puente por el cual se acude al lugar otro, concebido como "cielo de madres" lugar en que"las madres arrullana sus hijos recobradoso apresuran con su silboa los que gimiendo vamos!mbito de nueva vida para los que han pasado la muerte y esperanza para los que estn an al lado de ac. Por tanto, respuesta a la angustia existencial.Cabra recordar que en la poesa de la autora se reitera constantemente la asuncin de la vida humana como un algo que se despliega en un valle que es de dolor y de lgrimas. Esto no es en ningn sentido novedoso, es algo presente desde las ms antiguas tradiciones populares unidas a las idea de un pecado en el origen. Algo que, en el momento de la escritura del texto, tena incluso concrecin en una oracin habitual para los cristianos denominada "La Salve" y en otras formas propias de la religiosidad cristiana popular.Del mito gensico como intertexto, graficando con fuerza extraordinaria el dolor de la madre al dar a luz, se dice:"espejos que se doblarony caas que se partieronen hijos sobre los llanos!"Versos que retrotraen al"Tantas har tus fatigas cuantos sean tus embarazoscon dolor parirs a los hijos"(Gnesis 3, 16)El poema se construye al modo de los discursos bblicos, escuchados y repetidos de memoria desde la infancia por Lucila Godoy; los Salmos, la historia de David, el Eclesiasts, etc., de los cuales se conservan no slo contenidos, personajes, sino tambin las formas rtmicas.Intertextualidad en sentido estricto, marcada con cursiva en el texto de Mistral, es la frase "siente/ otra vez que te tocaron" que alude, sin lugar a dudas al relato de la mujer que sufra de un flujo de sangre y que tocando el manto de Jess qued sana (Mc. 5, 25-34) Otro indicio intertextual es la denominacin de Cristo como "ciervo blanco" que proviene de los Salmos.Como alusin, ya no intertextualidad, la segunda estrofa del poema que proviene del relato bblico de la ascensin de Cristo a los cielos que en el poema se ana con el hecho de la resurreccin.Tambin a nivel de la forma de expresin, como ya afirm, el poema presenta semejanzas con los modelos hebreos, especialmente con los usados en algunos de los libros bblicos ms conocidos por la autora. Modelo que consiste en reiterar la misma idea con palabras diferentes. As, en el poema:"hijo de mujercarne que aqu amamantaron""espejos que se doblarony caas que se partieron""aydala a repechartey sbela por tus vados""nombre que va diciendossamo que ir gritando".El ritmo letnico bblico, ritmo tambin de las plegarias judeo-cristianas, ritmo tan propio de las liturgias de las ms diversas creencias religiosas, es el preferido por Mistral en gran parte de su obra y, concretamente, en el poema elegido.Preferencia de la cual se deja testimonio en el ttulo: "Locas letanas".La calificacin de "locas" no es algo extrao a la obra de la autora, sino algo ms bien recurrente. Corresponde a las peticiones que emite un sujeto que est fuera de s, concretamente a causa de dolores lmites en la vida humana. Dolor causado por la muerte de la madre en Tala y por la del hijo en Lagar: Ciclo "Locas mujeres".Superlativizando el temple, hay en el poema una constelacin de palabras que giran en torno al mismo estado anmico: trocada, absurdo santo, piedra loca, que en otros poemas sern: trascordada, alucinada, pasmo.Discurso religioso: Cristo al centro, el nico en cuanto crucificado que es partcipe de la locura humana. nico ser capaz de llevar a sentido el sin sentido de la muerte. Llevar a sentido por va irracional... por su condicin de resucitar habiendo ya pasado por la muerte. En esta calidad justifica la posibilidad de lo imposible. Cristo el que religa al misterio. No hay religin, religarse a lo otro sin misterio. Lo santo es lo irracional que no es posible expresar en lenguaje normal: "el absurdo santo" "piedra loca de relmpagos".Sin embargo, no ha sido el discurso religioso el que ha llamado la atencin de los estudiosos en el libro Tala sino su americanismo . Veamos, entonces, algunos de sus rasgos. En el poema "Beber" de Tala en que el hablante recorre distintos lugares de Amrica en busca del encuentro con la propia identidad individual y racial se dice:"Y en un relmpago yo supecarne de Mitla ser mi casta" (p. 92)Mitla es una poblacin de Mxico en la cual hay restos de un centro ceremonial de la etapa paleoltica. Lo revelado es la condicin indgena del hablante. Sin embargo, en el contexto de los grandes Himnos se hace evidente que no se aspira a una vuelta a lo indgena como resolucin de la problemtica de la identidad, sino que lo que se postula es una forma de mestizaje racial y cultural. Evidencia este hecho la reiterada mezcla de las creencias de los pueblos precolombinos con las creencias cristiano-occidentales. As, el Sol de los Incas y Mayas es "Rafael de las marchas nuestras". El Sol del Cuzco y de Mxico es"Maz de fuego no comulgadopor el que gimen las gargantaslevantadas a su vitico" (p. 68)El sol se traslada, y el vitico es el sacramento llevado a los enfermos. O ms adelante:"En especies solares nuestrosViracochas se confesaron,y sus cuerpos los recogimos en sacramento calcinado" (p. 69)Versos en que la asuncin de las creencias precolombinas se realiza a travs de elementos propios del cristianismo. El pan y el vino son las santas especies del sacramento eucarstico. Los Viracochas son "medio Adanes", la loba de Roma es en el poema leona americana. La cordillera, "hallazgo de los primognitos/ de Mama Ollo y Manco Capac" es "jadeadora del Zodaco", "piedra Mazzepa", "Atalanta". Los Discuros son el Cauca y el Magdalena. Por ltimo, los versos"sol en que mayas y quichsreconocieron y adoraron" (p. 67) presentan un sentido ambiguo en el cual es posible reconocer la influencia cristiana. Si al sol se atribuyera en forma indiscutible la calidad de divino, se dira "al que". Al decir "en que" surge la pregunta: se ador en el sol a un ser divino trascendente a l?El ttulo "Dos Himnos" ana los poemas "Sol del Trpico" y "Cordillera". Ambos se constituyen en una unidad en cuanto son la historia de los pueblos americanos desde los tiempos anteriores al descubrimiento hasta lo ocurrido bajo el dominio. Poemas que despliegan la bsqueda de una identidad propia para el hombre americano.A nivel de forma de expresin un paralelismo total, catorce estrofas cada poema y en conjunto una forma de parbola "Sol del Trpico" representa la cada, la prdida de la morada, la ruptura del vnculo con la paternidad, el origen. "Cordillera" es la madre que levanta "apa" a los hombre americanos, regenera lo perdido. Representa el medio para redescubrir la morada propia. Una letana de alabanza al sol abre el primer poema y otra letana, cierra el segundo."Sol del Trpico" se inicia con un hablante singular que describe al Sol. En la descripcin se torna apostrfico y posteriormente hablante plural que enuncia lo que el Sol signific en la tradicin precolombina. En la sexta estrofa habla un conductor, un gua que es depositario del destino de su pueblo. "A tu llama fi a los mos". En la sptima estrofa es voz femenina, sacerdotisa, mediadora de un nuevo pacto que se ofrece en sacrificio: "Desnuda mrame y reconceme/ si no me viste en cuarenta aos". Los cuatrocientos aos de dominio extranjero y los cuarenta mticos aos del vagar el pueblo de Israel por el desierto en busca de la tierra prometida. (Versos que se constituyen en un nuevo indicio de una postulacin mestiza para Amrica Latina).Ms adelante el conmovedor reconocimiento de la culpa de dejarse fascinar por lo extranjero y la entrega a lo divino para ser purificado:"Pis los cuarzos extranjeroscom sus frutos mercenarios(...)rec oraciones mortecinasy me cant los himnos brbaros(...)Rigame con rojo riego (p. 70)(...)Qumame t los torpes miedos(...)tustame habla. (p. 71)A la peticin de ser repuesto en lo primordial sigue la seguridad de dicha regeneracin por don divino. Seguridad que se expresa en la profeca de un estar en el mundo en el modo propio, en el que histricamente corresponde:"Gentes quechuas y gentes mayaste juramos lo que jurbamos.De ti rodamos hacia el tiempoy subiremos a tu regazo;(...)a ti entraremos rectamentesegn dijeron Incas MagosComo racimos al lagarvolveremos los que bajamos, (...) (p. 71)La parbola en movimiento descendente apunta ahora a la subida y "Cordillera" representa la ascensin, lo alto, el lugar en que se encuentra la solucin al problema existencial.La cordillera se configura con caracterizaciones racionalmente contradictorias [16]. As, por ejemplo, ya en el inicio es madre "yacente" y "que anda". Enunciar la identidad de los contrarios atenta contra los fundamentos de nuestro pensar. Lo que no puede ocurrir en un orden racional es lo que la imagen potica puede entregar.Es importante recordar que oxmaron y anttesis son figuras usadas con frecuencia por los msticos, porque se adecan en cuanto modos de decir a aquello que no puede ser expresado por va racional. Al caracterizarse a la cordillera por medio de elementos antitticos, se apunta a su calidad de ser numinoso, trascedente. La cordillera es en el poema una especie de demiurgo que opera como contacto, como puente entre lo terreno y lo todo otro. Es la madre que aupa con sus "faldas acigeadas" a los siete pueblos andinos, hacia su destino definitivo. Gracias a su accin salvadora."Vuelven los tiempos en sordo roy se les oye la arribadaa la meseta de los Cuzcosque es la peana de la gracia.Silbaste el silbo subterrneoa la gente color del mbarte desatamos el mensajeenrollado de salamandra.Y de tus tajos recogemos nuestro destino en bocanadas" (p. 75)En el poema "Cordillera" se recuerda, al igual que en "Sol del Trpico", la culpa del hombre americano que se alej de su destino propio. Pero ahora, la voz segura del hablante afirma que ha llegado la salvacin "Otra vez somos los que fuimos" gracias a la "madre augur/ que desde cuatro siglo llama".Amrica llegar a su cumplimiento no en la recuperacin de las antiguas creencias, sino en el reconocimiento de la hermandad americana, en una unidad que sobrepasa todas las fronteras:"Suelde el caldo de tus metaleslos pueblos, rotos de tus obrascose tus ros vagabundos,tus vertientes acainadas. (p. 76)La vocacin de Amrica es vocacin de unidad. Es as que en el recorrido poemtico lo divino ha ido perdiendo las caractersticas propias de las divinidades precolombinas y adquiriendo los rasgos propios del cristianismo. De hecho la letana que cierra el poema est tomada con leves transformaciones de las antiguas letanas de la tradicin mariana. Letanas muy en boga en el perodo de niez y adolescencia de la autora.En conclusin, estos poemas reconocen una culpa en el origen: la del deslumbramiento del hombre americano por lo extranjero. Poemas en que se pide perdn por ello y que intentan construir una nueva identidad que ser ahora mestiza. Identidad en que lo precolombino y lo cristiano-occidental se fundirn para dar un fruto vigoroso que habra de madurar a Amrica Latina en la unidad de todas las fuerzas que la conforman. Sueo bolivariano que se reitera y se hace cada vez ms urgente para el hombre americano.Lagar fue publicado en 1954 a raz de la ltima venida a Chile de Gabriela Mistral. Es el nico libro, publicado por la autora cuya primera edicin se hace en nuestro pas, si se excepta la Pequea Antologa del ao 1950 que editan los alumnos de la Escuela Nacional de Artes Grficas.Los poemas escritos a partir de 1938 (publicacin de Tala) y probablemente algunos de etapas anteriores formaban en la mente de la autora dos bloques de poemas esencialmente diferentes. Los que correspondan al futuro libro Lagar y los escritos para el Viaje imaginario por Chile que ms tarde se convertira en Poema de Chile. La Pequea Antologa adelanta textos de ambas publicaciones. En la presentacin se dice: "figuran bellsimos poemas todava inditos de su prximo libro Lagar, junto a otros, seleccionados por nuestra poetisa" [17].El ttulo del libro es reescritura de una imagen del poema "Nocturno" de Desolacin:"Y en el ancho lagar de la muertean no quieres mi pecho exprimir" (p. 137)Lagar es el lugar donde se pisa la uva, donde se prensa la aceituna, donde se machaca la manzana para hacer sidra, es decir, donde el fruto maduro es triturado hasta entregarlo todo. Lugar de prdida de identidad para ser transformado en otra cosa por una accin externa.La muerte es el ancho lagar para el hombre.Corresponde en la imaginera mistraliana a los muros, puertas, ros, que es necesario atravesar para llegar a lo todo Otro, pero la palabra lagar agrega la connotacin de acto doloroso y destructor. Es necesaria la purificacin para que se produzca la transformacin.Lagar es el mbito en que se instala el hablante en un nmero importante de poemas de este libro. Un mbito que se ubica entre la vida y la muerte, un lugar de dolor en el que se est antes de pasar al trasmundo en el cual ser nuevamente posible la unin con el amado. En el lagar se ha producido la prdida de la identidad y el surgir de un modo de estar en dos mundos a la vez: en la vida y en la muerte."Marchbamos sin palabras,la mano dada a la mano,y hablaban las sangres nuestrasen los pulsos acordados". (El costado desnudo, p. 41)El libro nace y est unido por los ttulos de sus secciones a circunstancias penosas para la humanidad y para la conciencia del hablante. Tienen presencia en este texto la segunda guerra mundial, los campos de concentracin, las doctrinas existencialistas del ser para la muerte, la temtica social, el suicidio de su hijo adoptivo, de sus amigos los Zweig, su salud quebrantada, una honda preocupacin religiosa y la presencia de la muerte personal como algo cercano.Los poemas de Lagar nacen en su mayor parte de hechos concretos perfectamente reconocibles, pero ellos han sido elaborados por la conciencia del creador y son entregados en una atmsfera alucinada, transmutados en forma absoluta en hechos poticos. Textos a los que se puede aplicar lo que Gastn Von Dem Bussche dijera en su libro Reino: "Poemas balbuceados ms que cantados, canturreados casi en secreta y amorosa, picarda: es el coloquio absoluto de las confidencias ltimas, los signos vueltos clave, musitados dulce y estremecedoramente".[18] Pienso que muchas seran las vas posibles de acertado acceso al libro Lagar. Entre ellas, el estudiar el discurso femenino, observar el modo de darse los fenmenos de muerte y resurreccin, la religiosidad, los smbolos, el extraordinario despliegue de las imgenes, etc... En este estudio abordar la obra desde la perspectiva de la relacin entre poesa y realidad. La referencialidad a lo real es algo presente en toda la obra de Mistral, es un rasgo que caracteriza su poesa y que marca su diferencia con la mayor parte de la escritura potica del Chile de su tiempo.Lagar representa el momento de la crisis del carcter estrictamente ficticio de la obra literaria en la poesa de la autora. Hay un verdadero quiebre de la ficcionalizacin. Este quiebre problematiza el concepto de una poesa pura para la obra de la autora en esta etapa.En los ciclos "Luto" y "Locas mujeres" no hay una autntica construccin de un sujeto que enuncia, sino que lo enunciado consiste en el despliegue de lo que hay en el alma del hablante. Son los hechos vividos, es la resonancia que ellos han producido en su ser lo que se hace espectculo para otros. Los poemas dan testimonio de lo que hay en la interioridad de la conciencia estructurante del texto. La conciencia se hace escenario y las figuras y lo que a ellas ocurre son ella misma que se entrega como en Desolacin para aliviar el dolor de su alma. Todo lo que existe en los poemas est sustentado por la conciencia en cuanto registro y memoria de lo ocurrido. De ah el nombre del libro: todo ocurre en el lagar interior del hablante que en esta perspectiva es la propia Mistral. Es el tiempo en que ella afirma: "nunca la poesa fue para m algo tan fuerte como para que me reemplace a este nio precioso".[19]La crisis toca un nmero importante de los poemas del libro y tiene su origen en un hecho biogrfico; la muerte de Juan Miguel, su hijo adoptivo. La autora, consciente de que se ha producido un cambio en su quehacer afirma en sus anotaciones:"Parece que ahora slo puedo escribir (en poesa) las cosas estrictamente vividas. El arte puro no" [20]Y en ""Poda del almendro" dice:"Como creo la estrofa verdaderaen que dejo correr mi sangre viva" (p. 113)La muerte de Juan Miguel produjo en la autora una crisis personal profunda de la cual deja rastros en las "anotaciones" de sus cuadernos, en las "oraciones" que compone y en el relato de sus "sueos". Las notas de las que he podido disponer corresponden a los aos 1944 y 1945, muy cercanas, por tanto a la muerte de Yin Yin y en ellas es todava evidente que la autora ha entrado en un camino de alucinaciones, de no distincin entre lo real y lo imaginado, entre la vida y la muerte. Es como si su mbito vital se ubicara en un espacio posterior a la muerte. Un espacio de "eternidad no arribada". Lugar de trnsito hacia un trasmundo en el cual madre y nio, superando el trance, se reencuentran para siempre."Atravesar de muertael patio de hongos morososEl me cargar en sus brazosen chopo talado y mondo(...)La aldea que no me vime ver cruzar sin rostro"(La dichosa, p. 69)Se han perdido los lmites entre vida y muerte, entre vigilia y sueos. La confusin la invade, el trastorno es total. Pero no se abandona la escritura de poemas y sorprende incluso su lucidez al respecto. As al anotar que ha escrito un poema: "La Llama" dice: "cay malamente en el canal de las "Mujeres Locas". Tambin hay que salir de eso". [21]Lagar es, en consecuencia, un libro sumamente complejo. No es extrao, por lo tanto, que sea el libro menos ledo y tambin menos estudiado de los que conforman la obra de la autora. Una de las causas de su complejidad surge del hecho de que el corpus de poemas que lo integran responde a dos momentos marcadamente diversos en el acto de produccin. Es posible datar los poemas sin otra ayuda que los propios textos.La muerte de Juan Miguel cambia el modo de estar en el mundo de la autora. Dice Palma Guilln en carta a Luis Vargas:"Creo que tiene Ud. razn al considerar que la muerte de Yin Yin fue un acontecimiento grave y de tanto peso en la vida de G., que, realmente se puede pensar en una G. de ANTES y otra de DESPUES de tan triste hecho..."[22]Son textos cercanos a la terrible experiencia, los que conforman el ciclo "Luto" y la casi totalidad de los poemas de "Locas Mujeres" [23]. Pienso que ambos ciclos son centrales en el libro y que constituyen el paso indispensable para un estudio sobre l. Ciclos que por el entrecruzarse de fantasa y realidad son los de ms difcil penetracin. Hay un hecho concreto, la muerte del hijo, hay las circunstancias oscuras que rodearon dicha muerte, pero hay tambin la atmsfera alucinada que transporta los hechos a un trasmundo que se nos escapa. Es aqu donde el contexto biogrfico resulta extremadamente til. Contexto que no se refiere a lo realmente ocurrido sino a la elaboracin de dichos hechos en la mente y sentir de la autora. Por tanto, el verdadero contexto son las anotaciones, sueos y oraciones que se conservan en el Archivo de Gabriela Mistral.Muy brevemente me referir al contenido de sus anotaciones: Reiteradamente afirma haber sentido a Yin en la iglesia o en el estado intermedio entre vigilia y sueo. Hay tambin mencin a unos ejercicios de silencio y compaa con Yin. Meditaciones visuales en que se lo imagina cercano o se lo percibe como vivo. Hay momentos de presencia en el sueo "oa claro, distinto, alto un grito de Yin, pero un grito alegre, fuerte, feliz. Parece que deca: "Ya vamos" [24].Destacola idea plural de ir juntos y la expresin "parece". Es decir, la conciencia de lo ocurrido es oscura y confusa.Cuenta ms adelante que el 19 de octubre compuso a medias "La Cena" y que al da siguiente escribi "Sus pasos". Comparto la opinin de Luis Vargas que estos poemas deben corresponder a "Mesa ofendida" y "Aniversario" del ciclo Luto. [25]Sus sueos se desarrollan en una atmsfera de tragedia que slo ella percibe, porque los dems personajes onricos no parecen inmutarse. Gabriela destaca uno de sus sueos relacionado con la bomba atmica de 1945, sueo que la mueve a orar por el dolor producido. Oracin a la que se siente impulsada por Yin que va con ella.El ltimo aspecto que quisiera destacar es que la presencia de Yin en su trasmundo la ayuda a escribir: "He agradecido a mi Yin su presencia y eso parecido a su asistencia en lo que escriba" [26].En una carta escrita a sus amigos ms ntimos tres meses despus de la muerte de Juan Miguel para agradecerles sus condolencias, hay palabras iluminadoras para la comprensin de Lagar:"Y yo voy viviendo en dos planos, de manera peligrosa (...) Yo veo mejor que nunca la certidumbre de la vida eterna y un pensamiento nico me aplaca y me pone a dormir cada noche: el que yo iba a dejarlo pronto y a vivir sola mi trasmundo y ahora tengo mi trasmundo con l, en poco tiempo, a corto plazo" [27]"Viviendo en dos planos de manera peligrosa". Sus dos planos son la vida y la muerte. La realidad y la fantasmagora. Tanto quiso olvidar que ya ha olvidado.Tanto quiso mudar que ya no es ella" (La que camina, p. 82) Un estar aqu y all a la vez. Verdadero desdoblamiento que afecta la unidad de su persona y que ella percibe como peligrosa. La disyuncin, el quiebre, encuentra concrecin textual en una voz que enunciando en tercera persona, se refiere sin duda a las experiencias de la conciencia que estructura los poemas. La tercera persona al distanciar lo dicho de quien lo dice es el intento de exorcizar la magnitud de la tragedia. As "La bailarina", "La que camina", "Una mujer". "La granjera" es un poema que reafirma la postulacin de una forma de desdoblamiento en el sujeto de la enunciacin. Poema en que se dice: con "Viento y Arcngel de su nombre". El viento Mistral y el Arcngel Gabriel que origina el seudnimo de la autora.La muerte estremece su creatividad, la saca del plano puramente ficticio para hacerla al mismo tiempo voz de lo real. El desdoblamiento se produce en el intento de alejar la experiencia dolorosa del hablante y as surgen textos que tratan de hacer desaparecer la posible culpa que pudiera caber a Gabriela en la tragedia ocurrida. Poemas en los que se entremezcla lo imaginado con los sueos y con las oraciones construidas para mantener vvida la unin con el hijo amado.En "El costado desnudo" y en otros poemas el desdoblamiento adquiere concrecin textual:"siendo yo misma la Hebey siendo el vino que escancio(...)camino con cada alientosin la deuda del tardadoen este segundo cuerpode yodo y sal devorado" (p. 43)El segundo cuerpo es el del lado de ac, el que ha sido desvastado por el dolor. El primer cuerpo es aquel que la instala en el trasmundo, en el lugar en que pone a existir a su hijo muerto, mbito en el cual el reencuentro ser posible cuando llegue su propia muerte "en poco tiempo, a corto plazo".Del momento mismo del desdoblamiento hay tambin numerosos rastros textuales:"Todava no me vuelvenmarcha ma, cuerpo mo[28]

HYPERLINK "http://www.gabrielamistral.uchile.cl/estudios/acuneocap1.html" \l "_edn28#_edn28" \o "" Todava estoy contigoparada y fija en tu trancedetenidos como en puentesin decidirte t a seguiry yo negada a devolverme" ("Aniversario", p. 39)

"Igual que las humaredasya no soy llama ni brasas(...)En lo que dura una nochecay mi sol, se fu mi day mi carne se hizo humaredaque corta un nio con la mano"("Luto", p. 45)La muerte no instala en lugar definitivo, sino que es inicio de un nuevo trnsito. El alma emprende un viaje como en las primitivas creencias de nuestros pueblos indgenas (y de muchos otros pueblos) cuya persistencia se mantiene an hoy en la veneracin de las "animitas". De este viaje es posible volver: "pude no volver y he vuelto" (La Desasida). Viaje que en el Poema de Chile se interrumpe para cumplir tarea de maestra respecto del nio atacameo o indio quechua.Descripcin de este viaje son los versos:"Todava somos el Tiempo,pero probamos ya el sorboprimero, y damos el pasoadelantado y medroso(...)Sin saber t que te vas yendosin saber yo que te sigodueos ya de claridadesy de abras inefables(...)y seguimos y seguimosni dormidos ni despiertoshacia la cita e ignorandoque ya somos arribados" ("Aniversario", p. 39)Hay poemas en que la instalacin del sujeto en el trasmundo se torna definitiva. Lo verdadero es lo todo Otro y lo del lado de ac pasa a ser slo realidad fantasmal. Realidad en que no reconoce y en la cual no se es reconocida. La vuelta a la tierra bajo la forma de un fantasma, que se consagra en Poema de Chile es ya una realidad en Lagar.Cuando ocurre el fenmeno del desdoblamiento total entonces es posible la escritura de un poema como "La dichosa". Un poema que sorprende al interior del ciclo "Locas mujeres" y que no corresponde al temple anmico general de l. Por qu dichosa" Porque la imaginacin potica ha hecho posible el traspaso de los lmites entre vida y la muerte y la instalacin en el mbito en el cual mora el amado."Nos tenemos por la graciade haberlo dejado todo;ahora vivimos libresdel tiempo de ojos celosos;(...)El Universo trocamospor un muro y un coloquio(...)me perd en la casa tuyacomo la espada en el forro(...)Nos sobran todas las cosasque tenamos por gozos:(...)Nuestra dicha se pareceal panal que cela su osopesa en el pecho la mielde su peso capitoso,y ligera voy, o gravey me s y me desconozcoYa ni recuerdo cmo eracuando viv con los otrosQuem toda mi memoriacomo hogar menesteroso.Los tejados de mi aldeasi vuelvo no les conozcoy el hermano de mis lechesno me conoce tampocoY no quiero que me hablendonde me escond de todos;(...)El muro es negro de tiempoel lquen del umbral, sordo,Y se cansa quien nos llamepor el nombre de nosotros.

Atravesar de muertael patio de hongos morosos(...)La aldea que no me vime ver cruzar sin rostroy slo me tendr el polvovolador, que no es esposo" ("La dichosa", p. 68)La crisis de la ficcionalizacin que recorre el libro se hace presente desde sus inicios. As, en el poema-prlogo titulado "La otra". Ya desde el ttulo surgen la separatividad, la desvinculacin. Pero lo separado no es algo ajeno sino que es parte del ser mismo que enuncia. Esa "otra" es en el poema el existir apasionado y absoluto, la plenitud nunca lograda. Modo de existir que se abandona: "la dej que muriese" " y al cual se pone fin por voluntad propia:"Yo la mat. Vosotrastambin matadla" (p. 9)Algo ha ocurrido que ha cambiado radicalmente el modo de estar en el mundo del hablante.La seccin "Desvaro" ya en el ttulo reafirma la idea del desdoblamiento de estar "trascordada" como dice la autora en alguno de sus textos. Esta seccin est formada por dos poemas: "El reparto" y "Encargo a Blanca". En el primero, se produce el aligeramiento de todo lo corporal; y, en el segundo, se despliega el resultado de dicha accin:"No temas si bulto no llevotampoco si llego mudada" (p. 15)En "El reparto" el desdoblamiento, el estar entre vida y muerte, el estar en dos planos a la vez se expone lenta y gradualmente a nuestra percepcin. Se va entregando los propios miembros uno a uno: los ojos, porque "En mi Patria he de llevartodo el cuerpo hecho pupilaespejo devolvedorancha pupila sin prpados" (p. 13)los brazos, las rodilla hasta llegar al despojo total."Acabe as, consumadarepartida como hogazay lanzada a sur o a norteno ser nunca ms una" (p. 14)En "Encargo a Blanca" las alteraciones del sujeto llegan a un grado mximo. La voz surge de un ser fantasmal, un sujeto que carece de cuerpo ("bulto"), que no tiene habla, pero que pese a ello acude "mudada" al encuentro con la amiga que la espera. Tres poemas iniciales que sin lugar a dudas se conectan directamente con los ciclos que he considerado ejes del libro Lagar en la reflexin acerca de la crisis de la ficcionalizacin en la obra de Mistral.La perspectiva adoptada y la tesis presentada en torno al libro Lagar hace indispensable detenerse, aunque sea brevemente, en la posible fundamentacin terica de los afirmado. De ninguna manera se me escapa el hecho de que mis afirmaciones conllevan la negacin de la tan mentada autonoma de la obra de arte, la puesta en duda del concepto de literariedad y de ficcionalizacin, la problemtica relacin de literatura y referencialidad. Lo que en ltima instancia podramos englobar en el problema de la relacin entre poesa (obra de arte) y vida. Relacin que se torna tan difcil de delimitar en innumerables textos caracterizados como lricos y entre estos muy especialmente los de Gabriela Mistral. Manifestaciones de la vigencia de este problema son los estudios que se han realizado desde la perspectiva literaria de las crnicas, los ensayos, cartas, documentos judiciales, algunos tipos de artculos periodsticos, biografas, autobiografas, etc., que en la actualidad han penetrado con autntico y probado derecho al canon literario.Hoy da podemos observar la fuerte preocupacin de la investigacin literaria respecto de la autobiografa y los epistolarios. Como un ejemplo quiero recordar el II Seminario Internacional del Instituto de Semitica Literaria y teatral realizado en la U.N.E.D. de Madrid en 1992 sobre el tema monogrfico Escritura autobiogrfica cuyas tres sesiones plenarias y 46 ponencias fueron editadas por Jos Romero, Alicia Yllera, Mario Garca-Page y Rosa Calvet [29]Si bien es cierto que la mayora de los trabajos presentados corresponden fundamentalmente a los de la autobiografa. Problema que es planteado en las ponencias para afirmar, negar o rectificar la identidad de autor real, narrador y protagonista; el estudio de estas relaciones resulta en muchos casos esclarecedor para el establecimiento general de la relacin entre autor y obra, para problemas propios de la novela y tambin para la situacin especfica del poema.En "Algunos motivos recurrentes en el gnero autobiogrfico", Vicente Hernndez afirma:"Frente a los gneros de ficcin, la autobiografa presenta a un sujeto de la enunciacin real, autntico, que ofrece un enunciado de realidad; poco importa que la vivencia personal que este yo histrico ofrece sea fruto a la invencin, del sueo o de la mentira. Es diferente de la ficcin en cualquier caso. Como en el gnero lrico, todo pasa en la autobiografa a travs del sujeto, transformndose en escritura, en realidad subjetiva sin cesar sin embargo de ser realidad. La autobiografa aparece as como un gnero mixto. En los escritos autobiogrficos encontramos por una parte la vertiente referencial de la lengua: la autobiografa es, en cierto sentido documento, pues su intencin, en parte consiste en decir la verdad; por otro lado encontramos en la autobiografa el poder potico del lenguaje: la escritura y el texto aparecen como el lugar de la elaboracin y la transformacin del sentido; pero adems, el yo de la autobiografa, sujeto histrico y lrico, es tambin pragmtico: busca algo, una transformacin que puede tener que ver con el enunciado o con el receptor. Las proporciones: referencial-pragmtico-expresivo, pueden variar pero la autobiografa se distancia siempre, ms o menos peligrosamente, del dominio de la ficcin" [30]Los estudios sobre la autobiografa me permitirn as esclarecer en parte la tensin entre lo dicho en el poema y la experiencia subjetiva que le dio origen. Hecho que se hace presente en Lagar y en muchos otros textos mistralianos.Es notable que la autora, pese a que tiene conciencia clara del proceso transformador de los hechos reales por la fuerza de la poesa (como veremos ms adelante a propsito del poema "Envo") cuando se produce la tragedia en su vida, sta arrastra una ruptura en su concepcin acerca de la poesa. Incluso los procedimientos cambian y el sujeto real se expone al interior de los textos poticos:"Como creo la estrofa verdaderaen que dejo correr mi sangre viva" (Poda del almendro)Tambin los antiguos textos de Agustn de Hipona nacen despus de una ruptura en su interior: la conversin da origen a las Confesiones. La historia recoge muchos otros casos anlogos.As como la autobiografa presenta a un sujeto de la enunciacin real, autntico que entrega, como dice Hernndez, una vivencia personal que no importa que sea resultado de la invencin o el sueo, en Lagar dicho sujeto enuncia lo asumido a travs de su experiencia vital. Es documento en cuanto relata los acontecimiento y es poesa en cuanto lo ocurrido es objeto de transformaciones, En el ciclo "Luto" se instala al sujeto y al t en un trasmundo an no alcanzado. Situacin que se da en un estado de enajenacin que se concreta en imgenes que nacen de autnticas alucinaciones del sujeto real y escritural. Hechos a los que me refer anteriormente como verdaderos contextos que deben ser tomados en cuenta. As los documentos que recogen la relacin de sueos, oraciones y anotaciones de los aos 1944 y 1945, inmediatamente posteriores a la muerte de Juan Miguel.A Fernando Cabo le preocupa que gran parte de la crtica y teora contempornea ha escindido los conceptos de autor y autobiografa, piensa que ello ha llegado a ocurrir por la crisis del sujeto propias de la modernidad y por la tradicin potica-terica que se origina con Mallarm "a quien George Steiner atribuye la quiebra del pacto que vincula la palabra al mundo" [31] El texto queda encerrado en la prisin de la palabra de que hablaba Jameson. Cabo reconoce el hecho de que el yo no puede ser entendido en ningn caso como expresin inmediata del autor, recoge las proposiciones de Daro Villanueva (1991) quien afirma que la realidad del yo es una realidad potica construida cuya herramienta es la memoria. Se construye el propio pasado, no se reconstruye. El mecanismo constructivo de la autobiografa y de la lrica en el carcter especfico al que me estoy refiriendo si bien impediran en la palabras de Cabo "confundir el yo cuya voz constituye el texto con la figura inmediata del autor, y en pura consecuencia evita tambin la ilusin de deducir, partiendo del carcter construido o potico del yo, la ausencia del autor; deduccin en la que coinciden tanto el pragmatismo como el textualismo exacerbados (...). Todas estas caractersticas de la forma autobiogrfica hacen de ella un lugar de privilegio para la reivindicacin desde y para la teora de la literatura de la figura y el concepto del autor; y no slo como nocin accesoria o meramente instrumental, (...) sino como un elemento ineludible en un entendimiento dialgico del hecho literario" [32]La construccin del yo en los textos que apuntan a hechos reales (no las autobiografas ficticias) es una construccin que conlleva una voluntad de identificacin ya Barthes en 1982 se refera al realismo artstico como "rien d'autre que la manifestacin rhetorique d'une volont de ralisme"[33]. El autor es, entonces, sujeto modal de esa voluntad y uno de los elementos de ese proceso de identificacin."A mi juicio, este proceso de identificacin constituye la principal dimensin retrica de la autobiografa y como tal se fundamenta sobre la pretensin de un efecto y la confianza de un determinado ethos autorial. En este orden de cosas, lo ms llamativo en el artefacto autobiogrfico es la presencia de una voz de apariencia autoconstruyente que trata de imponerse a s misma como enunciadora de un determinado discurso y busca delimitar su propio contorno desde la base de un esfuerzo de identificacin. De ah que uno de los rasgos del discurso autobiogrfico sea su notable grado de homogeneidad interna" [34]Es necesario reconocer un sujeto autorial de manera que deje de ser visto como mero principio de referencia, restituyndole su funcin potica constructiva con voluntad de identificacin.El pacto autobiogrfico est construido sobre la base de la identidad entre autor, narrador y personaje, por tanto, la poesa intimista, centrada en el propio sentir parecera un discurso adecuado para la autobiografa. Segn Lejeune no ocurre as, porque dicha escritura no cumple con la condicin de extensin y perspectiva retrospectiva necesarias. Lejeune en 1975 define la autobiografa como:"Rcit retrospectif en prose qu'une personne relle fait de sa prope existence, lorsqu 'elle met l'accent sur sa vie endividuelle, en particulier sur l'historie de sa personalit [35]Lagar no es un texto estrictamente autobiogrfico, en el sentido de la definicin de Lejeune: no es un texto en prosa, el tema tiene profundas relaciones con la vida individual, pero no hay identidad absoluta de la persona real con el autor. Hay s elementos importantes de identidad: la advocacin a Miguel, la presencia casi tangible del joven muerto, la referencia a la autora al decir en "La granjera":"Viento y Arcngel de su nombretrajeron hasta su puertala muerte de todos sus vivossin traer la muerte de ella"que apunta a su seudnimo: Gabriela-arcngel, Mistral- viento y muchas otras claras alusiones a lo real que no es del caso recoger en este momento.Juan Herrero en su estudio sobre el poema "Retrato" de Antonio Machado dice:"Para evocar su ntima y esencial identidad, y para dar forma al universo personal de su sensibilidad, el poeta luchar contra la arbitrariedad del lenguaje alejndose de la superficialidad comunicativa del discurso ordinario, intentar dar un sentido ms puro a las palabras de la tribu (Mallarm). Buscar entonces el lenguaje ms adaptado al ritmo secreto de sus emociones e inquietudes, un lenguaje evocador e iluminador elaborado con los smbolos e imgenes particulares que contribuyan a revelar de la forma ms sugestiva posible su lectura personal del mundo, su universo interior.El discurso de la poesa sera as la escritura autobiogrfica ms autntica, porque pretende acercarse de la forma ms directa posible a la identidad vital y espiritual de una conciencia individual.Paul Valery en su estudio sobre Bandelaire (Variet) al tratar sobre el trabajo creador-evocador del poeta afirma: "Le pote se consacre et se consume donc dfinir et construire un language dans le langaje; et son operation (...) tend a constituer le discours d'un itre plus pur, plus puissant et plus profand dans ses penses, plus intense dans sa vie, plus'elgant et plus hereux dans sa parole que n' importe quelle persone relle." [36]Todorov en 1987 afirmaba que el discurso de la poesa es representativo y slo secundariamente representativo. Len Felipe, que el Destino no es narra, sino que se canta. Es as como Herrero ve una especial dimensin autobiogrfica en la poesa porque apunta a los sentimientos, inquietudes, vivencias ntimas y eso es lo que busca el poeta no una visin documental, sino acercarse a la vida interior."Para plasmar de la manera ms evocadora y sugestiva la identidad de ese yo vital, sensible, espiritual, el poeta va trazando en el lenguaje personal de sus poemas una serie de pinceladas o de fragmentos lrico-existenciales que forman parte de lo que podramos llamar su autobiografa potica [...] la lectura que un alma hace del misterio de su destino en el mundo" [37]Es fundamentalmente en este sentido que percibo en los textos mistralianos, la evidencia del proceso constructivo. Proceso que en mi concepto se despliega en el modo de comunicar a travs del lenguaje lo que ocurre en la intimidad del yo. En cambio, se me tiende a acortar y en muchos casos a esfumar la distancia entre la voz del poema y el sentir autorial.Frente a poemas como los de los ciclos estudiados del libro Lagar no puedo coincidir con la postulacin de Paul John Eakin quien afirma:"el yo que el autor plasma en su autobiografa no es un reflejo de algo preexistente, sino una pura creacin por y para el texto. Es la biografa como autoinvencin" [38]En poesa la relacin con lo autobiogrfico es, en verdad, una ilusin de referencia como afirmara Daro Villanueva para las autobiografas que con justa razn se han denominado ficticias para distinguirlas de las biografas reales.Pero el tipo de poesa al que me estoy refiriendo nace de un deseo explcito en el caso de Gabriela Mistral: "la cancin se ensangrent para aliviarme" ("Voto"). Incluso Paul John Eakin que afirmara, segn citamos anteriormente, que el yo que el autor plasma en su autobiografa no corrresponde a algo preexistente, sino que es pura invencin, al referirse a la novela autobiogrfica dice que sta utiliza hechos reales de la vida del escritor para el desarrollo del argumento:"El autor cuenta su propia historia -en vez de una historia imaginada- conservando deliberadamente los hechos para mostrar las posibilidades imaginativas inherentes en esos hechos y presentan su vida como fbula." [39]Al igual que ocurre en la novela autobiogrfica en la cual la imaginacin regula los hechos ocurridos en el pasado, en los poemas autobiogrficos que son quiz mayora en la tradicin potica hay una tensin entre los hechos realmente ocurridos y las posibilidades imaginativas que surgen de dichas ocurrencias. Ya Jorge Manrique hablaba de "la sombra del yo" y del mvil autobiogrfico de la escritura lrica. En una interesante ponencia de Mara Antonia Alvarez, sobre una novela autobiogrfiada de Frank Conroy, la autora afirma que:"La tcnica novelstica que Frank Conroy utiliza para conseguir este distanciamiento es enmarcar la historia del adolescente con un prlogo y un eplogo, los cuales rodean la narracin y establecen su escenario temporal y emocional. Este recurso sirve para mostrarnos que se trata de una obra autobiogrfica.[40]El Libro Lagar se inicia con un Prlogo, el cual consiste en un slo poema cuyo ttulo es "La otra" poema que apunta a la que exista antes de la tragedia y que va a dar paso a la que ahora, en el tiempo presente se erigir como voz que rememora en la mayor parte del libro lo doloroso de lo ocurrido. El libro se cierra con una seccin titulada "Eplogo" que tambin contiene un solo poema: "El ltimo rbol", que es el testamento potico mistraliano:"Le dejar lo que tuvede ceniza y firmamentomi flanco lleno de hablasy mi flanco de silencio;"(El ltimo rbol) Palabras a las cuales Palma Guilln en el texto que inicia Lecturas para mujeres, de Gabriela Mistral dice:"En Gabriela haba muchas zonas oscuras, honduras y misterios- aquello que saba de ceniza y firmamento [...] oscuras cosas que yo no comprend al principio o que no comprend nunca; pero que supe respetar siempre". [41] Los hechos reales de la vida de Mistral son tratados con los procedimientos que surgen de su imaginacin creadora, verdaderos juegos imaginarios del autor en que se crea un espacio y un tiempo diferentes al espacio y tiempo real, un trasmundo ensoado. Por ello concluyo que sus textos son al mismo tiempo biografa real, imaginada y muchas veces ensoada. Dice Margarita Alfaro:"El recuerdo no tiene por qu ser fiel y exigente reproductor del pasado. Al estar distante del presente es irreal. (...) En el enfrentamiento del presente con el pasado, el presente es ausencia, vaco y desolacin. (...) sobre el lector, y no sobre el autor referencial, recae, ciertamente, el compromiso ltimo de dar credibilidad al yo del narrador, de crearlo y de re-crearlo".[42]Mara Jess Faria y Beatriz Surez afirman que :"La mirada retrospectiva es la nica posible en una autobiogrfica y se encuentra con el personaje que crey ser: la distancia, la experiencia adquirida y padecida debilitan o engrandecen (aaden, modifican, silencian) determinados recuerdos al tiempo que ejercen una funcin discriminativa dentro del conjunto de elementos heterogneos que es lo vivido. En cierto modo, y por ello, el espejo le devuelve una imagen desenfocada, de forma que una autobiogra resuelta siempre la historia de una impostura" [43]La alteracin de los hechos reales no proviene, entonces, slo de la mediacin de la imaginacin, sino tambin del hecho de producirse en un acto de rememoracin. Que lo recordado se haga texto surge de la necesidad de fijar los hechos para descargar el dolor y para ser escuchada por un otro; un lector, que dar nueva vida a lo dicho en el poema. En ltima instancia no debemos olvidar que el poema es un acto de comunicacin.Romera, en un libro posterior al que ya citamos, define la literatura intimista como:"una literatura referencial del yo existencial, asumido con mayor o menor nitidez, por el autor de la escritura; frente a la literatura ficticia, en la que el yo, sin referente especfico, no es asumido existencialmente por nadie en concreto"[44]Poema de Chile es un libro que queda inconcluso a la muerte de Gabriela Mistral. Diez aos despus fue entregado en una edicin realizada por Doris Dana, su albacea y secretaria, quien relata en el prlogo que "El frecuente recuerdo de su patria la mova a escribir lo que evocaba (...) en esos veinte aos fue acumulando textos, muchos de los cuales no fueron terminados y otros no alcanzaron a pulirse"Ms adelante explica el cmo se realiz la edicin: "Muchas veces encontramos versos y estrofas que llevaban variantes y otras, vacos entre estrofa, acompaados de palabras sueltas, hasta seis, que debimos elegir para completar el verso. Adems haba que unir versos en estrofas incompletas para conservar el sentido".Esta situacin torna urgente la necesidad de una edicin crtica para este extraordinario texto y evitar de este modo que se siga reproduciendo con las falencias evidentes ya en las palabras de Doris Dana.El proceso constructivo de Poema de Chile se dilata largamente en el tiempo. Es un antiguo proyecto mistraliano paralelo y distinto a otras producciones y que probablemente no deba concluir sino con su muerte. Se sabe que el primer poema del libro es "Hallazgo", el ltimo "Despedida" y que la ordenacin interna deba adecuarse a los lugares descritos distribuidos de norte a sur. Sin embargo, hay poemas cuya ubicacin no es segura; y, en lo que se refiere a "Despedida" parece que el texto publicado en 1967 es slo un fragmento de un poema largo. En los manuscritos aparece un signo de intercalar a continuacin del penltimo verso y en las pginas 282 a 285 del Rollo 1, Cuaderno 1, hay cuatro hojas que corresponden, segn es posible deducir, a lo que se deba intercalar. Texto que permanece an hoy indito.[45]Cundo se inicia el proyecto de un poema sobre Chile en la mente de la autora? No es sta una pregunta gratuita, porque Poema de Chile, aunque bajo otros nombres, es un texto paralelo a la escritura de poemas y artculos en un largo perodo de la vida de Mistral, texto que presenta rasgos distintivos notables.Al parecer los primeros indicios del futuro poema se remontaran a 1919. Cuenta Laura Rodig[46] que para el cumpleaos de Gabriela le regal cuarenta libretas y que esa misma noche ellas estaban tituladas: "Los ros de Chile", "Los pjaros de Chile", "Las mariposas", "El folklore", "Yerbas medicinales", "Voces indgenas", etc...En 1923 en el R11 C126 hay un texto incompleto "Recado sobre Chile" y a continuacin se agrega: "terminar Desolacin" (lo que corresponde probablemente a la primera edicin chilena de dicho libro). En el R 12 C138 anota que est haciendo Lecturas para mujeres y que debe hacer "Libro con Recados: Idem con artculos sobre Chile".En el R12 C146 hay un ttulo "Recado sobre un viaje, Poema sobre Chile" no tiene fecha, pero es un cuaderno anterior a 1927. En este cuaderno aparecen los siguientes fragmentos inditos en los cuales hay algunos indicios posibles de relacionar con el poema "Hallazgo".Recado sobre ChileQuiero ir, quiero volverdonde, con sueo profundo, todoel se vuelve nacimiento.As, me dieron el hlito,la brasa viva, el sacramento.

Poema sobre Chile

Llvenme, si quiere, el aire o el Ocano ms ebrio cuyo braceo (ilegible)me dio corajes y (muertes)...O llmenme slo mi almaque me lleva a donde quiero...Tu Arica acaba el (viaje?) y comienza...En 1936 (R17 C190) hay un poema titulado "Chile" y en R.17 C194 aparece el nombre de Poema de Chile. En Tala de 1938, el poema "El fantasma" es un antecedente indiscutible al futuro libro. Por ltimo, probablemente en 1941, en los manuscritos hay un ndice en el cual est escrito "Viaje imaginario" y la siguiente estrofa: Comienzo del Viaje Imaginario"Yo (ca o llor) sobre una estrellay baj al mundo del lmite y del tiempobaj a carne de mujery a valle de abajo estrechoy a unas montaas divinas de (ilegible).Luis Vargas Saavedra en su artculo sobre la Araucana vista por Gabriela Mistral dice: "Con fecha an no averiguada, tal vez alrededor del ao 1940, Gabriela Mistral concibi el vasto proyecto de una obra en octavas tambin; no pica, sino lricamente docente. Me refiero a su Poema de Chile[47]Jaime Concha opina que "La gnesis (de Poema de Chile) debi ser temprana, pues se remonta en ltimo trmino al ejercicio constantemente descriptivo que la Mistral llevaba a cabo a propsito de las cosas de su pas y de otros lugares. Los cuadernos de notas de que ha hablado Laura Rodig, que la Mistral llevaba en Punta Arenas, acarreaban materiales para el futuro poema. Hacia fines de los veinte, en 1927 para ser ms exactos ya habla de tres libros que tiene en vista, aparte de Tala y de sus Recados: los motivos de San Francisco, sus Elogios de las Materias y sus Estampas. Son stas sin duda las que se acercan ms al poema, por su carcter descriptivo y por el diseo de contornos muy ntidos, casi enmarcados. Sin embargo, el proyecto tampoco aflora en ese momento".[48]Ciro Alegra recuerda que en Santa Brbara, en 1947, Gabriela le confi que "Desde haca algn tiempo (...) estaba haciendo una serie de semblanzas de animales americanos"[49]. Ms tarde, en 1952 en Rapallo, contina trabajando en su proyecto segn cuenta Matilde Ladrn de Guevara "Entonces escriba el vasto poema criollo sobre Chile y se rodeaba de figuras de cervantillos de toda ndole (...). Ocupaba un cuaderno de gran tamao y all haba esbozado, por partes, fragmentos que divida en: zonas, provincias, ciudades, pueblos, villorrios. Cada uno tena destinado un nmero de pginas, adecuado al volumen que desarrollara en su romance. Segn el nimo con que estuviera, elega la parte en la cual trabajara. All saltaba con su imaginacin desde las pampas salitreras a las nieves patagnicas; de la ciudad lacustre del sur, a la capital; de los impenetrables bosques meridionales en los cuales se internaba en bsqueda de los coipos chilenos y rastreando las menudas yerbas autctonas, para volver otra vez a los tajos nortinos con sus rboles y su mar riqusimo en peces.En la pgina izquierda tena enfiladas palabras castizas, chilenismos, modernismos, neologismos, y cuando empezada a versificar, los coga, logrando una especie de engastamiento de ellos en sus exploraciones poticas.-As no detengo mi pensamiento!- me explicaba. -Porque estn a mano los recursos y elementos que antes he recogido y seleccionado, que son los apropiados para cada suelo, o necesidad. Todo eso lo almacen previo estudio"[50]Si bien muchos de los datos anteriormente citados son tentativos hay, sin embargo, en su obra en prosa elementos para afirmar que el Poema de Chile se gesta temprano en la mente de la autora. La intencin de cantar la geografa de Amrica se remonta con certeza a 1929 en que en un artculo titulado "La geografa humana: libros que faltan para la Amrica nuestra" propone que poetas de distintos pases escriban cada cual sobre el suyo para mostrar lo que son geogrfica y humanamente:"Pero quien escribe el libro? Pronto empezaremos a buscar quines lo hacen, a lo menos, la seccin de cada pas. Queremos uno como dilatado friso dividido en segmentos nacionales, el semblante fsico de nuestra Amrica: unos veinte cuadros todo lo caliente de veracidad panormica que se pueda y en los que, como en los frescos de Gozzoli, salten al ojo, enlazados, el rbol tpico, la montaa patrona y la bestia herldica"[51] En 1935, publica en el Repertorio Americano un artculo titulado "Pequeo mapa audible de Chile"[52] que testimonia su preocupacin no slo por Amrica sino por su propio pas. Muchos otros testimonios podra citarse de sus artculos en prosa en el mismo sentido.Los objetivos del futuro libro estn descritos en el Rollo 1 Cuaderno 1, pg. 298 de sus manuscritos:"1)Contar en metforas la largura de Chile, sus tres climas, etc.2)Contar finamente que no me dejan volver3)Hacer hablar al nio chileno y que hable bastante.De estos tres objetivos, los que se despliegan en forma evidente y pueden ser reconocidos con certeza en el corpus del libro son el primero y el tercero. El segundo objetivo no se desarrolla directamente y a cambio de l hay un grupo de poemas en que el yo despliega su sentir. Son poemas que surgen desde la experiencia de una realidad existente en la patria evocada. Poemas como "Tordos" (p. 57) en el cual el canto de los pjaros era para "otra Lucila" o "Valle de Elqui" (p. 45) al cual se ha de llegar para recorrerlo en la tarde "con mis vivos y mis muertos". Un anlisis ms profundo de estos textos debiera apuntar a distinguir las actitudes desde las cuales se enuncia en cada caso, determinar el tipo de voz, la situacin temporal, etc...El primer objetivo explicitado por la autora origina un importante nmero de poemas en los cuales la voz efectivamente "cuenta" a la patria... sus lugares, animales, plantas o el peregrinar de los tres viajeros que la recorren. En estos poemas hay que distinguir dos grupos: los que cuentan en tercera persona ("Talcahuano", p. 183) primando la intencin referencial; y, los poemas apelativos en que la voz habla a un t- nio, nio-ciervo ("Mariposas" p. 145) o cervato ("Campesinos" p. 171). Puede, adems, ocurrir que como en el poema "Pascua" (p. 55) la voz pertenezca al nio.El tercer grupo incluye el notable nmero de poemas (31 poemas de 77) en que la forma de expresin integra parcialmente o adopta en totalidad la forma del dilogo. El dilogo se despliega entre la figura de la mama (que en los poemas iniciales es la mam) y un nio, que es caracterizado como indio quechua o nio atacameo. Textos que responden al propsito de "Hacer hablar al nio en chileno y que hable bastante".La presencia de este fenmeno, poco corriente en poesa, responde a dos instancias. Primero, la aoranza de volver a la patria a cumplir una tarea especfica y, en segundo lugar, el posibilitar el libre flujo de la oralidad en textos poticos trasgrediendo al carcter escritural de ellos.Respecto del primer objetivo se construye en los textos un sujeto "fantasma", que carece de "bulto", de cuerpo, que retorna desde el viaje que han de realizar los hombres despus de la muerte:"La hablante cree que viene de otra vida y posee la potencialidad de vivir de nuevo una existencia corporal. Esa era una creencia de los incas peruanos segn Comentario reales del Inca Garcilaso de la Vega, que Gabriela ley, segn lo dicho en uno de sus ensayos"[53] Creencia viva an en nuestros pueblos interiores. El espritu de quien ha muerto quedara vagando por algn tiempo en la tierra antes de llegar a lugar definitivo. A estas "animitas" se les construye pequeos altares en los cuales se les deja ofrendas. El fantasma es una manifestacin concreta de la propia escritora en la figuracin futura de s misma una vez muerta."La figura del fantasma corresponde bastante bien a la idea que la poeta tena de s misma en los ltimos aos de su vida. A pesar de verse como espritu liberado del mundo y en peregrinacin ltima hacia Dios -autntica conviccin religiosa y no simple imagen literaria-, ella resume en su peregrinacin ficticia de "alma en pena" los rasgos predominantes que la definen como persona en el mundo: el ser maestra y poeta, madre y gua que muestra y ensea cumpliendo con el deber altsimo de su doble profesin"[54] Nuevamente se hace presente el problema tratado a propsito del ciclo "Luto" y "Locas mujeres" de Lagar: El sujeto construido es reflejo de la persona autorial. Poema de Chile tiene, en definitiva, el carcter de un testimonio antobiogrfico.La tarea que el sujeto-fantasma, reflejo de la autora viene a cumplir, es la de ensear al indio quechua o nio atacameo el sentido de su vida en la tierra y su destino trascendente. Para ello, realiza la accin de contarle al mundo mostrndole cmo son los lugares de su tierra, sus bellezas y sus peligros:"Yo baj para salvara mi nio atacameo(...)Te ayud a saltar las zanjasy a esquivar hondones hueros" ("Despedida" pp. 243-244)Pero no slo esto es lo que ha de ensear al nio, tambin ha de asomarlo a la realidad de tener un destino Otro."Te voy llevando a lugardonde al mirarte la carano te digan como nombrelo de indio pata rajada Sino que te den parcelamuy medida y muy contada.Porque al fin ya va llegandopara la gente que labrala hora de recibircon la diestra y con el alma.Yo camina, ya se acercafeliz y llena de gracia"("A dnde es que t me llevas" pp. 179-180)El don no es algo que slo se recibe con la mano, no es don puramente material, es al mismo tiempo lo que se recibe con el alma: se acerca "feliz y llena de gracia".La presencia del dilogo en Poema de Chile cumple un segundo objetivo. Posibilitar el libre flujo de la oralidad. La historia de la literatura ha comenzado a preocuparse slo muy recientemente de la polaridad oralidad-escritura.[55]Walter Ong distingue entre oralidad primaria que es la de "una cultura que carece de todo conocimiento de la escritura y de la impresin" y oralidad secundaria a la que ha creado el avance tecnolgico:"el telfono, la televisin y otros aparatos electrnicos que por su existencia y funcionamiento dependen de la escritura y de la impresin". [56]En sentido estricto no hay actualmente oralidad primaria, pero hay culturas y subculturas que conservan los moldes mentales de ella.Postulo para la poesa mistraliana una oralidad que llamar residual [57] y que proviene de circunstancias biogrficas especiales que ella reconoce como marcadoras de todo su quehacer literario posterior. Entiendo por oralidad residual la que coexiste en culturas que son primariamente escriturales, pero que por diversas razones han mantenido los modos orales y los han incorporado a su forma escritural. Estos modos orales enriquecen la escritura y la abren a la expresin de cosas que ella no habra hecho posible.As en Poema de Chile gracias al dilogo, gracias a la alternancia de voces (la voz de la mama y la del nio) se produce la dramatizacin de los acontecimientos. Los hechos estn ocurriendo en el texto simultneamente a su despliegue. Es asimismo posible captarlos desde una doble perspectiva, la de la visin infantil y la adulta. As, surgen a nivel de texto la pregunta, el asombro, el enojo del nio, etc... y el cumplimiento concreto de la tarea de maestra que va explicando y dirigiendo al nio a la comprensin del mundo patrio y abrindole al sentido trascendente de la vida humana. No es, por otra parte aventurado pensar que ambas voces correspondan a las de Lucila y Gabriela.La oralidad residual emerge en el libro no slo bajo la forma del dilogo, tambin en el predominio de la accin de contar, en los modos del decir coloquial, en el rebajar el tono y la actitud del hablante a un nivel de familiaridad, en el uso predominante del romance octoslabo y en la presencia del silencio a nivel textual.Hay en la Mistral una enorme valorizacin del hecho de "contar" Ello se hace presente en sus artculos periodsticos de intencin pedaggica y en su obra lrica a partir del libro Ternura."El genio de contar, que para m vale ms que el de escribir, porque equivale a la toma de un moulage anglico sobre las criaturas y cosas sin perderles brizna, es virtud rarsima en nuestros pueblos de tradicin ya desangrada y en agona..."[58]En el poema Ternura hay precisamente una seccin que la autora denomin la "Cuenta-Mundo" en cuyo poema introductorio es posible ver una prefiguracin del nio de Poema de Chile y de la accin de "contar":"Nio pequeo aparecidoque no viniste y llegaste,te contar lo que tenemosy tomars de nuestra parte" ("La cuenta-mundo p. 101)"cuando saltaron de prontode un entrevero de helechostu cuello y tu cuerpecilloen la luz cual pino nuevo" ("Hallazgo" p. 8)"-Mama, todo lo que vosests contando es un cuento?- A veces son grandes verasy otros, humos frioleros- Dame, entonces, de los dos;pero dime si eso es cuento" ("Araucarias" p. 214)"Cuenta ms, cuenta, la mama" ("Emigracin de pjaros" p. 29)En lo que se refiere a la forma de expresin predomina la del romance octaslabo. Forma que se utiliz por los juglares para la recitacin de un texto ante un pblico. Por otra parte, el metro octaslabo y el endecaslabo son los ms unidos al acto de hablar. Son el nmero de slabas que naturalmente emitimos entre dos pausas. Dice Dayd-Tolson: "Las pocas excepciones de una composicin entera o de un pasaje escritos en verso de una medida diferente podran tomarse como otra irregularidad debido a la falta de una decisin final respecto a lo que sera la versin definitiva del poema" [59]La oralidad residual proviene en la poesa de Mistral de contextos biogrficos. Su nacimiento y primeros aos de su vida en el interior de Elqui la contactaron con formas de oralidad: las canciones que le cantaba su madre, las narraciones de algunos viejos de aldea y la Biblia que escuch recitada de memoria por su abuela Villanueva, quien a su vez la haca repetir dichos textos. Cuando la autora se refera a su formacin literaria daba mucha importancia a estos hechos:"En esas canciones t me nombrabas las cosas de la tierra: los cerros, los frutos, los pueblos, las bestiecitas del campo, como para domiciliar a tu hija en el mundo, (...) no hay palabrita nombradora de las creaturas que no aprendiera de t (...) todos los que venan despus de t, madre, ensean sobre lo que tu enseaste y dicen con muchas palabras, cosas que t decas con poquitas, cansan nuestros odos y empaan el gozo de oir contar"[60]"Mi madre no saba contar o no le gustaba hacerlo. Mi padre saba contar, pero saba l demasiadas cosas (...) yo prefiero acordarme de los contadores corrientes: Dos o tres viejos de aldea me dieron el folklore de Elqui -mi regin- y esos relatos con la historia bblica que me enseara mi hermana maestra en vez del cura, fueron toda mi literatura infantil (...)Yo quiero decir que las narraciones folklricas de mis cinco aos y las dems que me han venido con mi pasin folklrica despus son las mejores para m, son eso que llaman "la belleza pura" los profesores de esttica, las ms embriagantes como fbula y las que yo llamo clsicas por encima de todos los clsicos" [61]Respecto de la Biblia hay en el Archivo Gabriela Mistral un texto que precisa"No guardo memoria de cuando o por primera vez la Biblia. Desde criatura, se la o a mi hermana Emelina. Y antes que a ella a mi abuela de padre. Me llevaban siempre a verla y me quedaba a su lado por temporadas. Era una vieja alta, huesuda, que se saba de memoria el Antiguo Testamento. Me lo haca repetir con mi media lengua. De regreso a casa, mi madre me preguntaba: "Qu hiciste donde tu abuela Villanueva?" Y yo le contestaba: "estuvimos leyendo a mi padre David"[62]En la Biblia que don al Liceo 6 de Santiago, escribe:"T me has enseado la fuerte belleza y el sencillo candor, la verdad sencilla y terrible en breves cantos (...) Por David am el canto mecedor de la amargura humana. En el Eclesiasts hall mi viejo gemido de la vanidad de la vida y tan mo ha llegado a ser vuestro acento que ya ni s cuando digo mi queja y cuando repito solamente la de nuestros varones de dolor y arrepentimiento. Nunca me fatigaste como los poemas de los hombres"[63] Es interesante notar la insistencia en palabras como canto, gemido, acento, en contraposicin a "poemas de los hombres". El hombre en las culturas orales no realiza, en estricto sentido, procesos de razonamiento formalmente lgicos. Por lo tanto, el aprendizaje no consiste en la transmisin de conceptos. Los pensamientos lgicos nacen propiamente cuando han sido moldeados en textos. La conciencia moderna est profundamente condicionada por la escritura y la impresin.La Mistral considera deseable que no se entre al mundo de la escritura sin tener previamente mltiples experiencias del mundo. Los conceptos abstractos y universales a los cuales se apunta desde las palabras en las culturas escriturales afectan esencialmente aqullas y las tornan meras etiquetas."Por conservar sentidos vvidos y hbiles, siquiera hasta los doce aos, a saber distinguir los lugares por los aromas; por conocer uno a uno los semblantes de las estaciones;(...)Por entrar a los libros a los diez aos contando ya con una muchedumbre de formas y siluetas legtimas a fin de que no se amueble la mente de nombr