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El ‘efecto Nadine’. Esto explicaría, según diversos analistas, que las parejas de los

candidatos a las próximas elec-ciones presidenciales hayan sido relegadas a roles secun-darios durante esta campaña. Cuatro años de agendas, le-tras, verdades y ‘luces verdes’ habrían bastado para com-prender que los cónyuges son capaces de influir en la (des)aprobación de los actores de nuestra tragicomedia política. Por eso, hoy ya no se les ve aca-rameladitos frente a las cáma-

ras, compartiendo desayunos en comedores populares o par-ticipando de los mítines. Este 2016 los candidatos buscarían promover la idea de que el ga-nador del 10 de abril será un presidente... y no una ‘pareja presidencial’.

Después De ella“A diferencia de las elecciones anteriores, actualmente los votantes no están mirando a la pareja”, asegura Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú. “Los peruanos preferirían incluso que el candidato no ten-ga pareja o que esta sea de per-

fil muy bajo”. Eso explicaría lo que vemos a menos de dos meses de las elecciones: espo-sos o convivientes que no desempe-ñan un rol crucial en la campaña. “Aunque de vez en cuando sí apa-recen, es simple-mente para que no haya dudas de que los candidatos siguen casados y se llevan bien con su pareja”, asegura el politólogo Carlos Meléndez.

Detrás del relativo silencio

no se encuentra ningún secreto: muchos perua-nos han visto en Nadine Heredia una mujer que, a pesar de no haber sido elegida por el pueblo, tuvo un rol decisivo en el gobierno. La pri-mera dama, que

al principio se perfilaba como una carta de respaldo para su marido, terminó siendo todo lo contrario.

La única que generó aten-ción en esta etapa de la campa-

amorEs ENA veces es mejor mantener el entorno cercano lejos del escrutinio público. Esa parece, al menos, ser la consigna de los candidatos presidenciales durante estas elecciones: han decidido que el amor y la política no siempre son una fórmula ganadora.

esCRIBe: daniela meneses saladmeneses@COmeRCiO.COm.Pe

@menesesdanielaFOTOIlusTRaCIÓN: VeRÓniCa CaldeRÓn CHUi

actualidad

campañaLas parejas de los candidatos presidenciales tienen un perfil bajo y no de-sempeñan un rol crucial en esta campaña.

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amores eNcampaña

álbum privado. En estas elecciones, los candidatos han preferido dejar de lado las muestras públicas de cariño para con sus parejas. Cupido no forma parte de la campaña.

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ña fue la esposa norteamerica-na de Julio Guzmán, Michelle Ertischek. Luego de que el candidato fuese criticado por revelar que ella paga los gastos del hogar, Ertischek respondió posando en una foto con un cartel en el que se leía #Soy-MujerYParoLaOlla. “El episodio fue una ‘bomba’ y tuvo una pre-sencia mediática importante. Pero creo que, más que una es-trategia original, fue una reac-ción estratégica”, sostiene el experto en márketing electoral Milton Vela. Meléndez también es cauto y advierte que, aunque el viral puede haber ayudado al prestigio del candidato, no causó la ‘ola morada’. Al menos por ahora, Guzmán está solo en su tabla.

luz de sus ojosEl amor es ciego, dicen, pero no en tiempo de elecciones. Los candidatos reconocen el poco aporte de sus parejas a la campaña y es posible que ten-gan en el radar los potenciales problemas que estas podrían acarrearles. Torres, por ejem-

dupla polémica. La poderosa personalidad de Nadine Heredia le ha causado más de un dolor de cabeza al pre-sidente Ollanta Humala.

plo, encuentra que la naciona-lidad estadounidense de Nancy Lange tendería a ser una piedra en el camino para su marido, Pedro Pablo Kuczynski. “A él se le considera el candidato ‘gringo’ y su esposa refuerza esa imagen”. El que Mark Vito Villanella sea también ‘gringo’ puede darle más de un dolor

de cabeza a Keiko Fujimori, en cuya ‘pesada mochila’ que dice cargar destaca su padre, quien utilizó su doble nacionalidad para intentar huir de la justicia. “Eso podría hacer creer que a través de su esposo accedería a un pasaporte extranjero. A pesar de que ella ya lo ha ne-gado, potencialmente tiene

¿quiéN es quiéN?

mark Vito Villanella. El empresario estadounidense conoció a su ahora esposa, Keiko Fujimori, mientras ella es-tudiaba en Nueva York. Tienen dos hijas.

nancy lange. La segun-da esposa de Pedro Pablo Kuczynski, con quien tiene una hija, también es esta-dounidense.

jenny gutiérrez. La tru-jillana es pareja de César Acuña y juntos tienen un hijo. Ella

actualmente estudia un MBA en el extranjero para com-plementar su licenciatura en Administración de Empresas.

michelle ertischek. La neoyorquina es experta en salud pública. Tiene una pequeña hija con su esposo, Julio Guzmán.

roxanne cheesman. Historiadora económica, la actual pareja de Alan García es madre del último hijo del ex presidente, Federico Danton.

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IVO

el derecho”, apunta Torres. Por otro lado, el representante de Ipsos Perú menciona que, sien-do Keiko una candidata mujer, el tener a un hombre con mucho protagonismo a su lado podría causar dudas en sus electores sobre el liderazgo de ella.

Kuczynski y Fujimori no se-rían los únicos que habrían ante-puesto el amor al cálculo político al escoger a sus respectivas pare-jas. Al menos eso es lo que cree Vela, quien asegura que Roxan-ne Cheesman, por ejemplo, no destacará en la campaña porque su historia con Alan García está muy lejos de ser un cuento de hadas. El nombre de esta histo-riadora sonó fuertemente en el 2006, cuando se hizo público que había dado a luz al benja-mín de Palacio, Federico Danton, mientras el líder aprista se en-contraba distanciado de su espo-sa, Pilar Nores. Torres tiene una perspectiva particular: “Chees-man es una persona peruana, culta, atractiva. Podría tener un rol importante que refuerce la candidatura de su pareja: trans-mitir juventud. Nadie discutirá

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que García es el líder; no tiene sentido que la gente piense que ella es una nueva Nadine”.

Historia aparteEn medio de tanto romance, llama la atención una pareja inusual: Jenny Gutiérrez. A co-mienzos de febrero, ella no tuvo reparos en sostener que la publi-citada mudanza de César Acuña a San Juan de Lurigancho duran-te la campaña había sido hecha sin avisarle. Agregó con ironía que esperaba que el candidato organizara pronto la mudanza del resto de la familia (ella y su hijo en común), quienes viven en la urbanización Las Casuarinas, Surco. No era esa la primera vez que declaraba sacando chispas: luego de que se revelaran las acusaciones de plagio en la te-sis doctoral de Acuña, Gutiérrez contestó en una entrevista que creía que su pareja debía “hacer un punto aparte en su campaña. No digo que renuncie, pero sí debe analizar lo que viene ha-ciendo”. Aseguró además que, aunque sí había acompañado a Acuña a España cuando se reu-

nueva era

quiebre. Para el politólogo Carlos Meléndez, independien-temente de quién salga elegido, la pareja del presidente tendrá un rol bastante disminuido.

ayuda desde palacio. El analista asegurá que, desde María Delgado de Odría, las parejas de los presidentes se caracterizaron por su rol social.

cambio 90. El divorcio de Susana Higuchi de Alberto Fujimori, dice Meléndez, acabó con el protagonismo de la pareja del presidente. Con el nuevo milenio el panorama terminó de cambiar. Las parejas pasaron a tener un rol más mediático y se dedicaron a la vocería de asun-tos particulares (Nadie Heredia, por ejemplo, con la quinua).

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nía con su asesor (¿de tesis?), no sabía si había o no plagiado.

Vela encuentra en Gutiérrez y Acuña una lección estratégi-ca. “El que la pareja no ponga la cara no significa que no se consideren sus pasivos y activos en la campaña electoral. La pa-reja tiene que estar preparada para una guerra. Tiene que sa-ber responder y eventualmente intervenir”.

Gutiérrez, por lo demás, no es la única mujer en la vida de Acuña que ha hecho declaracio-nes para la historia. La congre-sista Rosa Núñez, su ex mujer, lo ha acusado públicamente

de maltrato. “Muchos candida-tos tienen una primera esposa –García, Guzmán, Kuczynski– pero ninguna habla mal de su marido”, asegura Torres. El con-suelo para Acuña sería, nos dice el analista, que sus líos maritales pasarán desapercibidos en me-dio de su larga lista de cuestio-namientos adicionales.

RetRato familiaRLa nueva estrategia electoral ha sacado de la foto no solo a las parejas, sino también a los hijos. Valgan verdades, la imagen de familia típica ya dejó hace tiem-po de ser la regla de oro en la

sociedad; los candidatos son ejemplo de una realidad plu-ral. Alan García y César Acuña tienen hijos de diversas rela-ciones. Julio Guzmán va por su segundo matrimonio. Igual Kuczynski. Fujimori es la única que tiene una familia tradicio-nal (siendo hija de un ex pre-sidente divorciado). “Como la mayor cantidad de candidatos está en su segundo matrimo-nio, la imagen de la familia feliz no termina siendo un arma muy poderosa”, asegura Torres.

Colocar en segundo plano a los hijos responde a una inten-ción de protegerlos frente a la presión mediática. Meléndez encuentra que la decisión de ale-jar a las familias del ojo público tiene también que ver con un instinto de supervivencia. “Las familias de los políticos pueden tener pasivos. Los rivales las usan como posibles fuentes de desprestigio. Fíjate lo que le ha pasado a Humala. Es un riesgo potencial”.

Sin duda, el momento que están pasando los compañeros de los candidatos no debe de ser fácil. El mundo de cifras y cálculos políticos los convierte, inevitablemente, en una pieza más de la estrategia. Algún con-suelo podrán encontrar, sin em-bargo, entre tanta suma y resta: para todos, menos uno de ellos, el 10 de abril será el día en que sus parejas vuelvan a ser suyas, y solo suyas.

actualidad

instantáneas. El amor de la argentina Pilar Nores (izquierda) por el presidente García la llevó a ocupar Palacio dos veces. Eliane Karp (izq., arriba) generó inicial empatía al hablar en quechua y bailar huainos.

en la HistoRia. María Delgado (arriba), esposa del presidente Manuel Odría, ha pasado a la historia por su trabajo social. Violeta Correa (derecha), segunda esposa del presidente Fernando Belaunde, impulsó durante el segundo gobierno de su marido una red de cocinas y comedores populares.

FOTOS: ARCHIVO EL COMERCIO

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