América Latina: la mar de Sur.
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DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE CONQUISTA.
Por mayo de 1513, Vasco Núñez de Balboa es presentado como responsable de
la desaparición de Nicuesa, además de masacres cometidas contra los indios,
todo esto expuesto por parte del bachiller Fernández de Enciso quien había
disputado no hacía mucho con Balboa, por la gobernación de Santa María la
Antigua.
Entre tanto, Pedrarias Dávila era nombrado gobernador de Castilla del Oro,
gracias al favor y la influencia de la marquesa de Moya y Peñalosa: Beatriz de
Bobadilla, quien se situaba en un escalafón bastante alto en la pirámide de poder
dentro de la corte española, puesto que era tía de la reina Isabel de Bobadilla. La
cédula real enviada por el rey Fernando, hacia énfasis en que una de las
principales comisiones del nuevo gobernador era dar captura a Balboa y enviarlo a
España para que diera cuenta sobre las acusaciones de Enciso por cuenta de la
desaparición de Diego de Nicuesa. Sin embargo, Balboa se salva gracias al
descubrimiento de la mar del Sur, al menos provisionalmente, se postergaron las
denuncias de Enciso y se anularon o dilataron las órdenes que recibió Pedrarias
Dávila antes de partir.
Según Fray Bartolomé de Las Casas en su Historia de las Indias III, Balboa partió
rumbo al océano desconocido, luego de haber descubierto planes para
amotinamiento en la villa, aprovechando la llegada de dos navíos al mando de
Cristóbal Serrano con un contingente de 190 hombres y lanzas, espadas, ballestas
y perros amaestrados en la cacería de indios.
Para asegurarse hasta donde fuera posible no tropezar con enemigos concertó
acuerdos de paz y ayuda mutua con el cacique Ponca, que había insistido en
refugiarse y no darle la cara a las campañas españolas. A cambio de hachas de
hierro y amistad estratégica, Ponca entregó guías hacia lejano mar y mano de
obra para llevar las cargas hacia las sierras altas.
El cacique Quaregua les tendió una emboscada, indios guerreros armados con
unos “dardos que abrían la carne” atacaron a los españoles. Balboa ordenó
disparos de arcabuces que al parecer generaban más terror por el estruendo que
por las victimas reales que producían. Luego soltaron los perros en persecución
de los atemorizados naturales. Al llegar a la población, donde, según asegura Las
Casas, “descubrieron varones vestidos de hembras, viciosos del pecado nefando”.
Los arrinconaron en una especie de corral y soltaron los perros para que fueran
desgarrados.
Viendo la cruel escena, reflexiona el padre de Las Casas:
"Y que fuera verdad muy bien averiguada que aquellos que traían aquel
hábito mujeril era por aquel pecado ¿quién hizo juez a Vasco Núñez o qué
autoridad se constituyó alcaide en señorío o jurisdicción ajena, siendo él
súbdito de aquellos naturales señores por estar en su tierra, y que de justa
justicia por sus tiranías, invasiones y robos tan universales, y por toda ley
natural, divina y humana, dañados, si fuerzas tuvieran, podían hacerlos
cuartos y tajadas? Cuanto más que aún traer algunos aquel hábito podía
ser por otra causa, sin pensar en cosa del pecado nefando". Cap 39-52.
El padre se pregunta por la forma de actuar de Balboa, puesto que al estar fuera
de su jurisdicción carece de la autoridad de juicio contra los indios, y además se
evidencia que no hubo flagrancia en el acto, fueron supuestos nada más por sus
ropas, negando cualquier posible componente cultural, o ritual que podían
desconocer los españoles, incluso llevando la definición e imagen de estética
femenina a términos meramente españoles, ¿por qué el pecado nefando es al
parecer tan horripilante para Núñez de Balboa? Es un vacío que deja la fuente,
más cuando se muestra al adelantado como un personaje carente de los excesos
de crueldad y violencia que identifican a sus símiles conquistadores.
El aperrear fue muy usado por Balboa en las incursiones contra los indígenas de
Quarenga y de otros caciques presentes en la contienda, su perro Leoncico, un
Alano español, recibía paga de un oficial, por acompañar y servir a su amo en
todas sus contiendas y “aperreamientos”. Después de algunas confrontaciones los
naturales accedieron a prestarle ayuda. Recorriendo alrededor de cuarenta leguas
durante veinticinco días llegaron a ciertas alturas desde donde se podía
contemplar el mar. Se ha afirmado que llegaron a la cordillera del río Chucunaque,
pero aún no se ha identificado exactamente el lugar geográfico.
Balboa estaba muy ansioso en ser el primer español ver el otro océano, detuvo a
toda su caravana para él ascender solo a la cumbre en que podría verle. Los
indios estaban atónitos al ver el extraño actuar e inexplicable alegría de los
españoles ante el mar ellos usaban en toda su vida cotidiana.
Las Casas relata el hecho con estas palabras:
"Finalmente llegaron a la cumbre de las más altas sierras a 25 días de
setiembre de dicho año de 1513, donde la mar del Sur se parecía. Avisaron
los indios de Quaregua, un poco antes de la cumbre subiesen a Vasco
Núñez, cómo estaban ya muy cerca; manda que todos allí se paren y
sienten; sube él solo en la cumbre de la sierra, y vista la mar del Sur, da
luego consigo en tierra hincado de rodillas, y alzadas las manos al cielo da
grandes alabanzas a Dios por la merced tan grande que le había hecho en
que fuese el primero que la descubriese y viese; llama con la mano a la otra
su gente; vienen todos, torna él otra vez a hincarse de rodillas y a repetir
las gracias a Dios de aquel beneficio, y lo mismo hacen todos ellos." Cap
39-52
Gonzalo Fernández de Oviedo, quien llego al Darién con Pedrarias, transcribe una
información tomada de los expedicionarios (Historia General de las Indias).
"Y un martes veinticinco de setiembre de aquel año de 1513, a las diez de
la mañana, yendo el Capitán Vasco Núñez en la delantera de los que
llevaba por un monte raso arriba, vio desde encima de la cumbre de la mar
del Sur, antes que ninguno de los cristianos compañeros que allí iban , y
volvióse incontinente la cara hacia la gente, muy alegre, alzando las manos
y los ojos al cielo, alabando a Jesucristo y a su gloriosa madre la Virgen,
Nuestra Señora, y luego hincó ambas rodillas en tierra y dio muchas
gracias a Dios por la merced que la había hecho, en el dejar descubrir
aquella mar, y hacer en ello tan grande servicio a Dios y a los Católicos y
Serenísimos Reyes de Castilla, nuestros señores, que entonces era el
Católico Rey don Fernando, quinto de tal nombre, que ganó Granada, y
gobernaba a Castilla por la Reina doña Juana, su hija, madre de la Cesárea
Majestad del Emperador don Carlos, nuestro señor, y a todos los otros
reyes sus sucesores . Y mandó a todos los que con él iban que asimismo
se hincasen de rodillas y diesen las mismas gracias a Dios por ello, y le
suplicasen con mucha devoción que les dejase descubrir y vieran los
grandes secretos y riquezas que en aquella mar y costas había y se
esperaba para ensalce mayor y aumento de la fe cristiana, y de la
conversión de los naturales indios de aquellas partes australes, y para
mucha prosperidad y gloria de la silla Real de Castilla y de los príncipes
presentes y por venir. Todos lo hicieron así muy de grado y gozosos, y en
continente hizo el capitán cortar un hermoso árbol, de que se hizo una cruz
alta, que se hincó y fijó en aquel lugar y monte alto, desde donde se vio
primero aquella mar austral. Y porque lo primero que se vio fue un golfo o
ancón que entra en la tierra, mandóle llamar Vasco Núñez golfo de San
Miguel, porque era la fiesta de aquel arcángel desde a cuatro días; y mandó
asimismo que todas aquellas personas que se hallaran con él fuesen
escritos sus nombres para que de él y ellos quedase memoria, pues que
fueron los primeros cristianos que vieron aquella mar; los cuales todos
cantaron aquel canto de los gloriosos santos doctores de la Iglesia,
Ambrosio y Agustín, así como un devoto clérigo llamado Andrés de Vera,
que en esto se halló, lo cantó con ellos con lágrimas en los ojos de muy
alegre devoción, diciendo: Te Deum laudamus, Te Dominum confitemur,
etc.".
Aprovechando el camino de regreso a la Antigua, Balboa exploró nuevas tierras
del Darién, llegó a poblaciones desconocidas, batalló y concertó alianzas con una
cantidad considerable de caciques, permutando oro y perlas de los indígenas por
hachuelas, cuentas y baratijas de colores. Bordeando la costa más allá del golfo
de San Miguel, grandes olas le hicieron encallar en islotes.
El cacique Chiape le había advertido que era temporada de fuertes vientos, pero
Balboa era un sujeto bastante inquieto y testarudo al parecer; es muy interesante
notar que en general Vasco Núñez de Balboa podía tener relaciones bien
estructuradas en el ámbito diplomático con los caciques, por ende con las
poblaciones locales de esas tierras, y que en la mayoría de ocasiones se intentaba
la persuasión pacifica por encima de la violencia, sin embargo, cuando a su criterio
la crueldad debía hacer presencia sin duda lo hacía. Vasco Núñez. Hizo uso de un
táctica que le procuró amistades y temores entre los naturales: los aterrorizaba,
persiguiéndolos incansablemente y posteriormente soltándoles los perros
amaestrados para la cacería de indios; luego se ganaba la amistad de los hijos y
estos, le servían para apaciguar las rebeldías y ganar tratos de paz y amistad.
Tumaco, uno de los señores de esas tierras, les dio oro, perlas y alimento y les
reveló las faenas de los buceadores que a punta de pulmón extraían las mejores
perlas de las profundidades del mar.
Vasco Núñez regreso a la Antigua con séquito de guerreros y criados, varios de
ellos hijos de caciques que querían vivir con cristianos para aprender de ellos
lengua y costumbres.
Gomara así describe la entrada a la Antigua:
“Fue recibido Vasco Núñez de Balboa con procesión y alegrías, por haber
descubierto la mar del Sur y traer muchos dineros y perlas. Él se holgó
infinito por hallarlos buenos, bien proveídos y acrecentados en número; que
a la fama acudían allí de Santo Domingo. Tardó en ir y venir, y hacer cuanto
digo, aunque sumariamente, cuatro meses y medio. Pasó muchos trabajos
y hambre. Trajo, sin las perlas, más de cien mil castellanos de buen oro, y
esperanzas tomando allá, de haber la mayor riqueza que los nacidos vieron,
y con esto estaba tan ufano como animoso. Dejó muchos señores y pueblos
en gracia y servicio del Rey, que no fue poco. No le mataron español en
batalla que hubiese, y hubo muchas, y todas las venció; que no hizo tal
ningún romano. Nunca lo hirieron, que atribuyó él mismo a milagro y a las
muchas rogativas y votos que hacía".
Aunque se nota una clara intensión de ensalzar y resarcir la figura de Balboa en el
anterior fragmento, podría decirse que Vasco Núñez levantó a pulso la villa de
Santa María la Antigua. Luchó férreamente contra naturales y obtuvo su
transformación en aliados y guías amistosos. Atravesó a pie ida y vuelta la selva
del Darién; amplió enormemente la extensión del territorio bajo el dominio colonial
hispano; sentó la ruta marítima de comunicación con el imperio incaico y
posteriormente el continente asiático.
Vemos pues, como el proceso de conquista tuvo variantes según el individuo que
lo llevaba a cabo, podemos decir entonces que, específicamente Vasco Núñez de
Balboa tenía una forma un tanto diferente de relacionarse con las culturas
indígenas que se encontró en su camino comparado con sus congéneres
Francisco Pizarro y Hernán Cortés por ejemplo.
Que este proceso de conquista era principalmente movido por motivos ambiciosos
y ansias de riqueza insaciables, junto con una gran capacidad de ilusión y
persistencia.
La sodomía es considerada un pecado nefando y por ende, a quienes lo practican
no es posible evangelizarles, y de ahí Balboa populariza el aperreamiento como
forma de ejecución común para los indios que a su criterio comenten este tipo de
pecados. Elemento que además resalta como balboa y un personaje dado a no
respetar la autoridad ajena y a tomarse atribuciones que a ojos de los cronistas no
le corresponden por no ser señor de esas tierras, actos que posteriormente le
serán duramente cobrados al descubridor de la mar del Sur.
¿QUÉ INSTITUCIONES POLÍTICO-ADMINISTRATIVAS LE RECONOCE?
Durante la época de la conquista uno de los primeros cargos diseñados para
ejercer funciones de orden político y administrativo fue el de capitán general, que
más tarde fue sustituido por el de gobernador. Uno de los primeros gobernadores
en el territorio que hoy se conoce como Colombia fue Vasco Núñez de Balboa,
nombrado gobernador del Darién en 1510. El cargo de gobernador se ejercía por
un periodo de tres a ocho años y en él se concentraban todo tipo de poderes, lo
que facilitó llevar a cabo las diversas tareas de administración.
En la medida en que se fueron consolidando los primeros asentamientos de
españoles en América y en que algunos de estos conglomerados fueron
destacándose con respecto a los demás por su dinamismo económico y su
organización social, la corona vio la necesidad de crear una institución político
administrativa que tuviera sede en América con el poder suficiente para resolver
los principales problemas que se presentaran, nace entonces la Real Audiencia. A
lo largo del siglo XVI se crearon reales audiencias en Santo Domingo, México,
Guatemala, Lima, Santa Fe de Bogotá, Quito, Chile, etc. La Real Audiencia de
Panamá surge en 1538 mediante una Real Cédula del emperador Carlos V y se
consolida como la tercera del continente. La misma incluía las provincias de Tierra
Firme (Castilla de Oro y Veraguas) y todos los territorios desde el Estrecho de
Magallanes hasta el Golfo de Fonseca (las provincias del Río de la Plata, Chile,
Perú, la gobernación de Cartagena y Nicaragua).
En uno de los libros sobre los cuales se sustenta el presente trabajo, Leyenda
negra y leyendas doradas en la conquista de América de Pedrarias y Balboa, se
menciona frecuentemente al Consejo de Indias para reconstruir la historia de
Balboa y su paso por Tierra Firme. El consejo de Gobierno, como era llamado
entonces, fue el órgano más importante en el que se concentraban todo tipo de
funciones: ejecutivas, legislativas y judiciales, incluyendo las de administración
económica y fiscal y las de orden eclesiástico. La corona de Castilla obtuvo
permiso de la máxima autoridad de la Iglesia Católica, el papado, para coordinar la
participación de las órdenes religiosas en los procesos de conquista y
evangelización. La alta jerarquía eclesiástica contribuyó a aumentar el poder de la
corona y a proteger la población indígena.
El cabildo es otra instancia político administrativa que se menciona en el
transcurso del texto, esta atendía todos los asuntos relacionados con el sustento
económico y la vida social de la naciente ciudad. La administración de rentas, la
regulación de los precios, la reparación y la construcción de las calles y el
funcionamiento de todo tipo de establecimientos tales como: carnicerías,
chicherías, loterías, etc. Esas eran sus principales funciones.
En el anexo documental del libro que se mencionó anteriormente también se
destaca la figura del visitador: (…) E que si el dicho Galarza en el dicho capítulo
nombrado, o otro alguno, vendía o comprava o cargava Yndios fuera de la dicha
hordenança, que el dicho governador lo castigaría si vino a su noticia, e los
visitadores tienen el cargo de lo ver e proveer y castigar, (p.364).
Para observar y evaluar el desempeño de los funcionarios en América, la corona
española creó dos instituciones: la visita y la residencia. El cargo de visitador
básicamente se trataba de verificar el estado de la población indígena. Los juicios
de residencia eran investigaciones que se llevaban a cabo para conocer la
conducta de los funcionarios.
Recurriendo a los estudios que ha hecho la historiadora de la Universidad
Nacional Ana Luz Rodríguez, la corona, con el transcurso del tiempo, vio la
necesidad de nombrar un funcionario para desempeñar una tarea específica: el
cargo de corregidor de indios, el cual se encargaba de la administración de justicia
en los pueblos indígenas, el abastecimiento de la mano de obra requerida y el
recaudo del tributo. La historiadora Margarita González, en su investigación sobre
El resguardo en el Nuevo Reino de Granada, señala que el cargo de corregidor
fue creado para sustituir al encomendero en las tareas de administración de la
mano de obra indígena, la diferencia radica en que el encomendero trabajaba en
beneficio propio y el corregidor en nombre de la corona.
“La firma de Gonzalo en las actas del cabildo a lo largo de estos años indica que
trabajó en estrecha colaboración con el corregidor nombrado por la Corona, el
licenciado Pedro de Avilés, así como también con los alcaldes mayores y
regidores del concejo, en la resolución de disputas, asignación de impuestos y
otros aspectos de la administración local”, (p. 48).
VASCO NÚÑEZ DE BALBOA Y SU RELACIÓN CON LOS INDÍGENAS
Una década después de la llegada de Colón, la corona española se dio a la tarea
de combinar su política de toma de territorios con el poblamiento de los mismos
para asegurar un dominio permanente. Esta nueva estrategia atrajo a un sector de
españoles dispuestos a cambiar de lugar de residencia, a partir de este momento
colonos y conquistadores compartieron el escenario en América. En 1502 Nicolás
de Obando, dispuesto a cumplir la nueva meta, encabezó un grupo de 2500
colonos y fundó una población en Santo Domingo, del mismo modo, Vicente
Yáñez Pinzón, en el transcurso del mismo año, asignó repartimientos de tierras e
indios en Puerto Rico. Unos años más tarde este sistema sería conocido con el
nombre de encomienda en México, Perú y Nueva Granada.
San Sebastián de Urabá y Santa María de la Antigua del Darién fueron dos de las
primeras poblaciones fundadas en el actual territorio de la Costa Atlántica
Colombiana; la primera, fundada en 1509 por Alonso de Ojeda, y la segunda, Por
Vasco Núñez de Balboa en 1510. Para ese entonces constituir una población solo
implicaba erigir un conjunto de bohíos, Balboa construyó alrededor de doscientos
bohíos en los que podían convivir pacíficamente españoles e indios, a esto se
debió la temprana difusión del nombre de Balboa y otros de sus asociados, que
con sus vestimentas humildes y su frugalidad empezaban a diferenciarse de otros
españoles por el trato civilizado y ecuánime que tuvieron con los nativos.
El buen trato, más allá de armonizar la convivencia, era una de las estrategias que
utilizaba Balboa para una explotación eficaz de los indígenas que habitaban el
Golfo de Urabá. Fue tan exitoso su método que Pedrarias, nombrado más tarde
gobernador y capitán general de Castilla del Oro, asentó las bases de un modelo
de conducta honorable con los jefes nativos y reprimió las agresiones de los
colonos hacia los indios. Las relaciones que se establecieron en ese entonces
eran paternales y solícitas, con frecuencia Balboa recibía dones voluntarios y
servicios de todo tipo.
Balboa había hecho parte de la expedición de Rodrigo de Bastidas en el año 1500,
tiempo durante el cual manifestó ser más un colono que un conquistador. Según el
historiador colombiano Juan Friede, Balboa fue el precursor de la lucha por la
tierra en América y un gobernador magnánimo: Vasco Núñez de Balboa se opuso
a que las nuevas tierras fueran pobladas con españoles recién llegados, defendió
el derecho a que los primeros expedicionarios, que ya llevaban varios años
concentrados en la tarea de ocupar el territorio, fueran los primeros propietarios.
Según la historiadora Ana luz Rodríguez en su libro Historia de Colombia, fue tal
el aprecio que Balboa despertó por los nativos que estos decidieron confiarle sus
más preciados secretos: la ruta al océano pacífico. En 1513, Balboa reportó a la
corona su descubrimiento, sin embargo, los continuos reclamos y protestas por las
disposiciones de las tierras hicieron que fuese acusado de rebeldía contra las
autoridades locales, de traición al rey y de amotinamiento. Después de un juicio
fue ejecutado y sus bienes fueron entregados a Gonzalo Fernández de Oviedo.