Amenaza capital

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-12- LIMA Domingo 24 de setiembre del 2017 En la Av. Abancay, en el Centro de Lima, se erige este edificio cuyo grosor lateral no supera el 1,2 metros. Según el Colegio de Ingenieros, para soportar un sismo la norma obliga a que sea de 6 m. Un bloque de material de construcción de un metro cúbico. 1 tonelada 33.000 toneladas (aprox.) Un edificio de 10 pisos COMPARACIÓN DE PESOS SAN MIGUEL BARRANCO SAN ISIDRO Circuito de playas Ante un sismo de 8,5 grados, una franja de 30 a 60 metros del acantilado de la Costa Verde es vulnerable a desprendimientos, debido al peso de los edificios. 1 2 3 85 edificios altos, que soporta el acantilado, son los que hay aprox. entre Barranco y San Isidro, frente al mar de la Costa Verde. 2,8 millones de toneladas Costa V erde Lima Detalle ampliado Fuente: Cismid EDUARDO CAVERO Amenaza capital Flaquezas El 70% de edificios de Lima son informales, según Cámara Peruana de Construcción De los inmuebles formales, menos del 30% es fiscalizado durante toda la edificación sobre las normas sísmicas, advierten especialistas. Hay un edificio en la cuadra 9 de la avenida Abancay que parece superar toda ley de la física. Pese a contar con siete pisos, tiene un grosor lateral no mayor de 1,20 metros, donde no en- traría ni una cama de dos plazas. Verlo desde afuera da vértigo, pero ingresar y subir hasta el último piso es casi una actividad de alto riesgo. No hay seña- lización ni implementos básicos de emergencia, y la salida está obstruida por comercios y cables de telefonía. En las imágenes de Google Street View, se observa que en abril del 2015 estaba en plena construcción el tercer piso. Ahora el edificio ya duplicó su altura. En el interior hay material de construcción: nadie parece impedir que continúe elevándose. Según el Colegio de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), el con- traste entre la altura de este edificio y su estrechez haría que sea uno de los primeros de Lima en desplomarse en caso de un sismo de gran magnitud. “Esa estructura requiere un gro- sor de entre seis y ocho metros para que no se desplome. Esto es coima, dejadez u omisión”, dijo Nancy Ba- rrenechea, presidenta de la Comisión de Inspectores de Seguridad del CIP. Este Diario consultó a la Munici- palidad de Lima si la obra contaba con algún tipo de licencia; sin em- bargo, hasta el cierre de esta edición no habíamos obtenido una respues- ta. Si no tuviera permiso, esta sería parte del 70% de construcciones informales que hay en la capital, según la Cámara Peruana de Cons- trucción. Estas edificaciones corre- rían el riesgo de desplomarse ante un sismo como el que sacudió Mé- xico el último martes. —Peligro formal— Aunque se habla del riesgo en edifi- caciones sin licencia, en los últimos días un grupo de especialistas con- sultados por El Comercio también ha expresado su preocupación sobre los edificios residenciales formales por falta de fiscalización. En el Perú, las inmobiliarias están obligadas a cumplir la norma técnica E. 030 de diseño sismorresistente, del Reglamento Nacional de Edificacio- nes. Esta fue aprobada en 1977 tras el terremoto de 1974, y ha sido modifi- cadaenvariasoportunidades.A partir de la vigencia de esa disposición, los edificios deben construirse respetan- do los criterios establecidos en ella. Uno de los problemas es que solo el 5% de construcciones anteriores a la norma se ha adecuado a ella a tra- vés de reforzamientos, tal como reco- miendan especialistas, según el Co- legio de Arquitectos del Perú. Cabe indicar que los propietarios de inmue- blesconstruidosantesdelaentradaen vigencia de la norma (1977) no están obligados a adecuar las edificaciones a la misma. Uno de los que sí lo han hecho es el edificio del Museo de la Nación, y algunos colegios y bancos. Otro peligro que advierten los es- pecialistas es la poca fiscalización municipal de las construcciones du- Edificios de alto riesgo 51 especialistas acreditados tiene el Colegio de Ingenieros del Perú para verificar las construcciones, pero esta institución advierte que los mu- nicipios no solicitan sus servicios. rante todo el proceso de edificación. “Con la licencia de construcción solo se supervisan los planos, pero las le- yes exigen también que haya control permanente de la obra”, dice Zenón Aguilar, subdirector de investigacio- nes del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas (Cismid). La ley orgánica de municipalidades exige a las comunas regular y fiscali- zar la construcción, remodelación o demolición de inmuebles. Según el Centro de Estudios y Pre- vención de Desastres (Predes) y el Colegio de Arquitectos del Perú, solo tres de cada diez edificaciones son su- pervisadas durante su construcción por inspectores técnicos. Uno de los principales críticos de la falta de control municipal es Fre- derick Cooper, una de las más nota- bles figuras de la arquitectura perua- na. “Un municipio debe tener un área técnica que vigile todo el proceso de construcción, desde los planos y ci- mentación hasta el final del proyecto. Hay que vigilar la calidad de la mez- cla del concreto, la dimensión de las varillas, los testigos, estibos y otros elementos”, dice Cooper. Zenón Aguilar, del Cismid, señala que el suelo de Lima tiene alto conte- nido de grava, lo que hace que nues- tra capital sea más estable que Ciu- dad de México, cuyos terrenos son pluviales y sueltos. “En México el pe- ríodo de vibración es largo y afecta las estructuras más que en Lima, que tie- ne suelos competentes en zonas co- mo Miraflores, Barranco, San Isidro, San Borja y Jesús María. Pero si lo que se aprobó en planos no se cumple en las obras, un sismo de gran magnitud hará que el período de vibración de la tierra coincida con la del edificio y se genere un quiebre”, opina Aguilar. En un recorrido de El Comercio por dos edificios que están siendo construidos en la Vía Expresa –en Surquillo y Miraflores–, los trabaja- dores dijeron que no habían recibido a ningún representante de la comuna en las últimas semanas. Fuentes mu- nicipales aducen que tener un equi- po técnico especializado superaría el presupuesto de cualquier distrito. JUAN PABLO LEÓN ALMENARA El peso que soporta la Costa Verde “Las inspecciones de obra deben ser realizadas por las municipalidades. Estas deben supervisar que el edificio tenga buenos materiales”. JOSÉ SATO Colegio de Arquitectos del Perú —Caso Costa Verde— El Cismid ha calculado que una franja de acantilado de la Costa Verde de 30 a 60 metros sería vulnerable a des- prendimientos si sucediera un sismo de 8,5 grados. Ello, debido al peso que soporta la Costa Verde por la can- tidad de edificios construidos en las últimas dos décadas. Un edificio de 10 pisos puede pesar 33.000 toneladas. Solo entre Barran- co y San Isidro hay unos 85 edificios al- tos frente al mar de la Costa Verde. Eso equivale a 2,8 millones de toneladas que soporta el acantilado.

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-12- Lima domingo 24 de setiembre del 2017

En la Av. Abancay, en el Centro de Lima, se erige este edificio cuyo grosor lateral no supera el 1,2 metros. Según el Colegio de Ingenieros, para soportar un sismo la norma obliga a que sea de 6 m.

Un bloque de material de construcción de un metro cúbico.

1 tonelada 33.000 toneladas (aprox.)

Un edificio de 10 pisos

COMPARACIÓN DE PESOS

SAN MIGUEL

BARRANCO

SAN ISIDRO

Circuito de playas

Ante un sismo de 8,5 grados, una franja de 30 a 60

metros del acantilado de la Costa Verde

es vulnerable a desprendimientos, debido al peso de

los edificios.

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3 85 edificios altos, que soporta el acantilado, son los que hay aprox. entre Barranco y San Isidro, frente al mar de la Costa Verde.

2,8 millones de toneladas

Costa VerdeLima

Detalleampliado

Fuente: Cismid

Eduardo CavEro

Amenaza capitalFlaquezas ● El 70% de edificios de Lima son informales, según Cámara Peruana de Construcción ● De los inmuebles formales, menos del 30% es fiscalizado durante toda la edificación sobre las normas sísmicas, advierten especialistas.

Hay un edificio en la cuadra 9 de la avenida Abancay que parece superar toda ley de la física. Pese a contar con siete pisos, tiene un grosor lateral no mayor de 1,20 metros, donde no en-traría ni una cama de dos plazas. Verlo desde afuera da vértigo, pero ingresar y subir hasta el último piso es casi una actividad de alto riesgo. No hay seña-lización ni implementos básicos de emergencia, y la salida está obstruida por comercios y cables de telefonía.

En las imágenes de Google Street View, se observa que en abril del 2015 estaba en plena construcción el tercer piso. Ahora el edificio ya duplicó su altura. En el interior hay material de construcción: nadie parece impedir que continúe elevándose. Según el Colegio de Arquitectos y el Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), el con-traste entre la altura de este edificio y su estrechez haría que sea uno de los primeros de Lima en desplomarse en caso de un sismo de gran magnitud.

“Esa estructura requiere un gro-sor de entre seis y ocho metros para que no se desplome. Esto es coima, dejadez u omisión”, dijo Nancy Ba-rrenechea, presidenta de la Comisión de Inspectores de Seguridad del CIP.

Este Diario consultó a la Munici-palidad de Lima si la obra contaba con algún tipo de licencia; sin em-bargo, hasta el cierre de esta edición no habíamos obtenido una respues-ta. Si no tuviera permiso, esta sería parte del 70% de construcciones informales que hay en la capital, según la Cámara Peruana de Cons-trucción. Estas edificaciones corre-rían el riesgo de desplomarse ante un sismo como el que sacudió Mé-xico el último martes.

—Peligro formal—Aunque se habla del riesgo en edifi-caciones sin licencia, en los últimos días un grupo de especialistas con-sultados por El Comercio también ha expresado su preocupación sobre

los edificios residenciales formales por falta de fiscalización.

En el Perú, las inmobiliarias están obligadas a cumplir la norma técnica E. 030 de diseño sismorresistente, del Reglamento Nacional de Edificacio-nes. Esta fue aprobada en 1977 tras el terremoto de 1974, y ha sido modifi-cada en varias oportunidades. A partir de la vigencia de esa disposición, los edificios deben construirse respetan-do los criterios establecidos en ella.

Uno de los problemas es que solo el 5% de construcciones anteriores a la norma se ha adecuado a ella a tra-vés de reforzamientos, tal como reco-miendan especialistas, según el Co-legio de Arquitectos del Perú. Cabe indicar que los propietarios de inmue-bles construidos antes de la entrada en vigencia de la norma (1977) no están obligados a adecuar las edificaciones a la misma. Uno de los que sí lo han hecho es el edificio del Museo de la Nación, y algunos colegios y bancos.

Otro peligro que advierten los es-pecialistas es la poca fiscalización municipal de las construcciones du-

Edificios de alto riesgo

51especialistas acreditados tiene el Colegio de Ingenieros del Perú para verificar las construcciones, pero esta institución advierte que los mu-nicipios no solicitan sus servicios.

rante todo el proceso de edificación. “Con la licencia de construcción solo se supervisan los planos, pero las le-yes exigen también que haya control permanente de la obra”, dice Zenón Aguilar, subdirector de investigacio-nes del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas (Cismid). La ley orgánica de municipalidades exige a las comunas regular y fiscali-zar la construcción, remodelación o demolición de inmuebles.

Según el Centro de Estudios y Pre-vención de Desastres (Predes) y el Colegio de Arquitectos del Perú, solo tres de cada diez edificaciones son su-pervisadas durante su construcción por inspectores técnicos.

Uno de los principales críticos de la falta de control municipal es Fre-derick Cooper, una de las más nota-bles figuras de la arquitectura perua-na. “Un municipio debe tener un área técnica que vigile todo el proceso de construcción, desde los planos y ci-mentación hasta el final del proyecto. Hay que vigilar la calidad de la mez-cla del concreto, la dimensión de las

varillas, los testigos, estibos y otros elementos”, dice Cooper.

Zenón Aguilar, del Cismid, señala que el suelo de Lima tiene alto conte-nido de grava, lo que hace que nues-tra capital sea más estable que Ciu-dad de México, cuyos terrenos son pluviales y sueltos. “En México el pe-ríodo de vibración es largo y afecta las estructuras más que en Lima, que tie-ne suelos competentes en zonas co-mo Miraflores, Barranco, San Isidro, San Borja y Jesús María. Pero si lo que se aprobó en planos no se cumple en las obras, un sismo de gran magnitud hará que el período de vibración de la tierra coincida con la del edificio y se genere un quiebre”, opina Aguilar.

En un recorrido de El Comercio por dos edificios que están siendo construidos en la Vía Expresa –en Surquillo y Miraflores–, los trabaja-dores dijeron que no habían recibido a ningún representante de la comuna en las últimas semanas. Fuentes mu-nicipales aducen que tener un equi-po técnico especializado superaría el presupuesto de cualquier distrito.

JUAN PABLO LEÓN ALMENARA El peso que soporta la Costa Verde“Las inspecciones de obra deben ser realizadas por las municipalidades. Estas deben supervisar que el edificio tenga buenos materiales”.JOSÉ SATOColegio de Arquitectos del Perú

—Caso Costa Verde—El Cismid ha calculado que una franja de acantilado de la Costa Verde de 30 a 60 metros sería vulnerable a des-prendimientos si sucediera un sismo de 8,5 grados. Ello, debido al peso que soporta la Costa Verde por la can-tidad de edificios construidos en las últimas dos décadas.

Un edificio de 10 pisos puede pesar 33.000 toneladas. Solo entre Barran-co y San Isidro hay unos 85 edificios al-tos frente al mar de la Costa Verde. Eso equivale a 2,8 millones de toneladas que soporta el acantilado.