Lectura del libro del Levítico (19,1- EL Señor habló así a Moisés: «Di a la comunidad de los hijos de Israel:“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimcon su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”». Palabra de Dios

Salmo responsorial.- Sal 102 R/. El Señor es compasivo y misericor Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R/. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R/. El Señor es compasivo y misericordioso,lento a la ira y rico en clemencia. No nos trata como merecen nuestros pecadosni nos paga según nuestras culpas. R/. Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. Como un padre siente ternura por sus hijos,siente el Señor ternura por los que lo temen. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,16-23): HERMANOS: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también:

-2.17-18):

«Di a la comunidad de los hijos de Israel: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

R/. El Señor es compasivo y misericordioso

El Señor es compasivo y misericordioso,

No nos trata como merecen nuestros pecados

e ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por los que lo temen. R/.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en

destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros. Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

e mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también:

Dios mío, éste es siempre elempeño y mi deseo. Señor, te siento mi Padre, me has hecho experimentar la belleza de tu amor que llena mi vida de sentido aún en sus circunstancias más oscuras o dolorosas. Sigue empujando mi vida hacia ti, mantén vivoSeñor para que me deje ayudar y estimular. Gracias, Señor.

«El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoceque son vanos». Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo Y Cristo de Dios. Palabra de Dios

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,38 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quicaminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los quepersiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto». Palabra de Dios

“Seguir creciendo”

Dios mío, éste es siempre el reto de mi vida, lo que conforma mi empeño y mi deseo. Señor, te siento mi Padre, me has hecho experimentar la belleza de tu amor que llena mi vida de sentido aún en sus circunstancias más oscuras o dolorosas. Sigue empujando mi vida hacia ti, mantén vivo ese deseo de seguir creciendo. Ayúdame, Señor para que me deje ayudar y estimular. Gracias, Señor.

«El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce

Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, olo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es

Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,38-48):

e se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te

Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu

Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen

ludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre

reto de mi vida, lo que conforma mi empeño y mi deseo. Señor, te siento mi Padre, me has hecho experimentar la belleza de tu amor que llena mi vida de sentido aún en sus circunstancias más oscuras o dolorosas. Sigue empujando mi

ese deseo de seguir creciendo. Ayúdame, Señor para que me deje ayudar y estimular. Gracias, Señor.

AMAR A QUIEN NOS HACE DAÑO

La llamada al amor es siempre seductora. Seguramente, muchos acogían con agrado la llamada de Jesús a amar a Dios y al prójimo. Era la mejor síntesis de la Ley. Pero lo que no podían imaginar es que un día les hablara de amar a los enemigos.Sin embargo, Jesús lo hizbíblica, distanciándose de los salmos de venganza que alimentaban la oración de su pueblo, enfrentándose al clima general de odio que se respiraba en su entorno, proclamó con claridad absoluta su llamada: “Yo, en cambel bien a los que os aborrecen y rezad por los que os calumnian”.Este Dios que no excluye a nadie de su amor nos ha de atraer a vivir como él. Esta es en síntesis la llamada de Jesús. "Pareceos a Dios. No seáis enemigos de nadie, ni siquiera de quienes son vuestros enemigos. Amadlos para que seáis dignos de vuestro Padre del cielo". Su lenguaje es escandaloso y sorprendente, pero totalmente coherente con su experiencia de Dios. El Padre no es violento: ama incluso a sus enemigos, no busca la destrucción de nadiecompasivo. Su grandeza no consiste en vengarse sino en amar incondicionalmente a todosmalos, manda la lluvia a justos e injustos». No discrimina a nadie. No ama sólo a quienes le son fieles. Su amor está abierto a todos.Quien se sienta hijo de ese Dios, no introducirá en el mundo odio ni destrucción de nadie. El amor al enemigo no es una enseñanza secundaria de Jesús, dirigida a personas llamadas a una perfecciquiere introducir en la historia una actitud nueva ante el enemigo porque quiere eliminar en el mundo el odio y la violencia destructora. Quien se parezca a Dios no alimentará el odio contra nadie, buscará el bien de todos incluso deCuando Jesús habla del amor al enemigo, no está pidiendo que alimentemos en nosotros sentimientos de afecto, simpatía o cariño hacia quien nos hace mal. El enemigo sigue siendo alguien del que podemos esperar daño, y difícilmente pueden cambsentimientos de nuestro corazón. Amar al enemigo significa, antes que nada, no hacerle mal, no buscar ni desear hacerle daño. No hemos de extrañarnos si no sentimos amor alguno hacia él. Es natural que nos sintamos heridos o humillados. Nos hemos alimentando el odio y la sed de venganza.Pero no se trata solo de no hacerle mal. Podemos dar más pasos hasta estar incluso dispuestos a hacerle el bien si lo encontramos necesitado. No hemos de olvidar que somos más humanos cperdonamos que cuando nos vengamos alegrándonos de su desgracia. El perdón sincero al enemigo no es fácil. En algunas circunstancias a la persona se le puede hacer en aquel momento prácticamente imposible liberarse del rechazo, el odio o la sed de vhemos de juzgar a nadie desde fuera. Solo Dios nos comprende y perdona de manera incondicional, incluso cuando no somos capaces de perdonar.

AMAR A QUIEN NOS HACE DAÑO

al amor es siempre seductora. Seguramente, muchos acogían con agrado la llamada de Jesús a amar a Dios y al prójimo. Era la mejor síntesis de la Ley. Pero lo que no podían imaginar es que un día les hablara de amar a los enemigos. Sin embargo, Jesús lo hizo. Sin respaldo alguno de la tradición bíblica, distanciándose de los salmos de venganza que alimentaban la oración de su pueblo, enfrentándose al clima general de odio que se respiraba en su entorno, proclamó con claridad absoluta su llamada: “Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os calumnian”.Este Dios que no excluye a nadie de su amor nos ha de atraer a vivir como él. Esta es en síntesis la llamada de Jesús. "Pareceos a Dios.

s enemigos de nadie, ni siquiera de quienes son vuestros enemigos. Amadlos para que seáis dignos de vuestro Padre del

Su lenguaje es escandaloso y sorprendente, pero totalmente coherente con su experiencia de Dios. El Padre no es violento: ama

luso a sus enemigos, no busca la destrucción de nadie, es . Su grandeza no consiste en vengarse sino en amar

incondicionalmente a todos «El hace salir su sol sobre buenos y malos, manda la lluvia a justos e injustos». No discrimina a nadie.

sólo a quienes le son fieles. Su amor está abierto a todos.Quien se sienta hijo de ese Dios, no introducirá en el mundo odio ni destrucción de nadie.

El amor al enemigo no es una enseñanza secundaria de Jesús, dirigida a personas llamadas a una perfección heroica. Su llamada quiere introducir en la historia una actitud nueva ante el enemigo porque quiere eliminar en el mundo el odio y la violencia destructora. Quien se parezca a Dios no alimentará el odio contra nadie, buscará el bien de todos incluso de sus enemigos. Cuando Jesús habla del amor al enemigo, no está pidiendo que alimentemos en nosotros sentimientos de afecto, simpatía o cariño hacia quien nos hace mal. El enemigo sigue siendo alguien del que podemos esperar daño, y difícilmente pueden cambiar los sentimientos de nuestro corazón.

Amar al enemigo significa, antes que nada, no hacerle mal, no buscar ni desear hacerle daño. No hemos de extrañarnos si no sentimos amor alguno hacia él. Es natural que nos sintamos heridos o humillados. Nos hemos de preocupar cuando seguimos alimentando el odio y la sed de venganza. Pero no se trata solo de no hacerle mal. Podemos dar más pasos hasta estar incluso dispuestos a hacerle el bien si lo encontramos necesitado. No hemos de olvidar que somos más humanos cperdonamos que cuando nos vengamos alegrándonos de su

El perdón sincero al enemigo no es fácil. En algunas circunstancias a la persona se le puede hacer en aquel momento prácticamente imposible liberarse del rechazo, el odio o la sed de venganza. No hemos de juzgar a nadie desde fuera. Solo Dios nos comprende y perdona de manera incondicional, incluso cuando no somos capaces de perdonar.

José Antonio Pagola

AMAR A QUIEN NOS HACE DAÑO

al amor es siempre seductora. Seguramente, muchos acogían con agrado la llamada de Jesús a amar a Dios y al prójimo. Era la mejor síntesis de la Ley. Pero lo que no podían imaginar es

o. Sin respaldo alguno de la tradición bíblica, distanciándose de los salmos de venganza que alimentaban la oración de su pueblo, enfrentándose al clima general de odio que se respiraba en su entorno, proclamó con claridad absoluta su

io, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os calumnian”. Este Dios que no excluye a nadie de su amor nos ha de atraer a vivir como él. Esta es en síntesis la llamada de Jesús. "Pareceos a Dios.

s enemigos de nadie, ni siquiera de quienes son vuestros enemigos. Amadlos para que seáis dignos de vuestro Padre del

Su lenguaje es escandaloso y sorprendente, pero totalmente coherente con su experiencia de Dios. El Padre no es violento: ama

, es . Su grandeza no consiste en vengarse sino en amar

«El hace salir su sol sobre buenos y malos, manda la lluvia a justos e injustos». No discrimina a nadie.

sólo a quienes le son fieles. Su amor está abierto a todos. Quien se sienta hijo de ese Dios, no introducirá en el mundo odio ni

El amor al enemigo no es una enseñanza secundaria de Jesús, ón heroica. Su llamada

quiere introducir en la historia una actitud nueva ante el enemigo porque quiere eliminar en el mundo el odio y la violencia destructora. Quien se parezca a Dios no alimentará el odio contra

Cuando Jesús habla del amor al enemigo, no está pidiendo que alimentemos en nosotros sentimientos de afecto, simpatía o cariño hacia quien nos hace mal. El enemigo sigue siendo alguien del que

iar los

Amar al enemigo significa, antes que nada, no hacerle mal, no buscar ni desear hacerle daño. No hemos de extrañarnos si no sentimos amor alguno hacia él. Es natural que nos sintamos heridos

de preocupar cuando seguimos

Pero no se trata solo de no hacerle mal. Podemos dar más pasos hasta estar incluso dispuestos a hacerle el bien si lo encontramos necesitado. No hemos de olvidar que somos más humanos cuando perdonamos que cuando nos vengamos alegrándonos de su

El perdón sincero al enemigo no es fácil. En algunas circunstancias a la persona se le puede hacer en aquel momento prácticamente

enganza. No hemos de juzgar a nadie desde fuera. Solo Dios nos comprende y perdona de manera incondicional, incluso cuando no somos

José Antonio Pagola

Jesús es el Hijo de Dios, pero no ha venido a anunciarse a sí mismo. Tiene clara su tarea y misión. Viene a hablarnos del Padre para llevarnos a él. Nuestro objetivo es entrar en al ámbito de Dios, por eso toda su tarea es hablarnos

de lo que ve y de lo que oye a su Padre. Para que conozcamos a través de él su amor, para encaminarnos para que nos parezcamos a él.

Y el Padre, Dios, no es como a veces lo imaginamos a nuestra hechura, es amor, y quiere ayudarnos a descubrir que somos nosotros los que estamos hechos a su imagen y que, por lo tanto, estamos llamados a ser dignos hijos d

tal Padre. Y hoy nos hace un bosquejo. Los valores que estamos invitados a asumir en nuestra vida no son una especie de

capricho o de elección arbitraria como podríamos haber elegido otros. No funcionamos por opciones políticas o de gustos seleccionados. Nuestra referencia está en Dios y todo lo que estamos llamados a vivir no es sino expresión, o deben ser expresión, de todo lo que se deriva de este

Dios. Y hoy Jesús nos recuerda que Dios es bueno, un Padre bueno, que ama incluso a sus hijos desagradec

rechazan el reconocerle. Hace llover sobre buenos y malos. Tal vez nos gustaría que fuese como nosotros y, por eso, siempre tenemos una especie de tendencia de traspasarle a él nuestras actitudes y nuestra forma de

hacer y de pensar. Pero como diría el profeta sus pensamientos no son nuestros pensamientos, son más altos, más nobles, más

profundos. Nos siente desde la fuerza del amor y la misericordia, y es ahí donde nos quiere llevar Jesús, ése es su empeño y por él pone en juego su vida, la propia vida de Dios para demostrarnos la magnitud de ese amor.

Sí, nuestro objetivo es parecernos a nuestro Padre. El tema es si nos interesa. Sus pensamientos, su manera de entender el amor es infinitamente más profundo que nuestro amor rebajado y fácilmente m

acabable. Da la sensación de que hemos optado por convertirlo todo en sucedáneos, y Jesús sigue empeñado en ponernos de manifiesto nuestra realidad de hijos y la ilusión por ser dignos hijos de nuestro Padre Dios.

Colecta

Lunes,

Martes,

Miércoles,

Jueves, Viernes, Sábado,

“La esperanzacristiana sin la memoria de los pasos dados, tampoco se puede vivir una vida cristiana sin mirar al futuro con la esperanza del encuentro con el Señor”.

Jesús es el Hijo de Dios, pero no ha venido a anunciarse a su tarea y misión. Viene a hablarnos

del Padre para llevarnos a él. Nuestro objetivo es entrar en al ámbito de Dios, por eso toda su tarea es hablarnos

de lo que ve y de lo que oye a su Padre. Para que conozcamos a través de él su amor, para encaminarnos y

Y el Padre, Dios, no es como a veces lo imaginamos a nuestra hechura, es amor, y quiere ayudarnos a descubrir que somos nosotros los que estamos hechos a su imagen y que, por lo tanto, estamos llamados a ser dignos hijos de

Y hoy nos hace un bosquejo. Los valores que estamos invitados a asumir en nuestra vida no son una especie de

capricho o de elección arbitraria como podríamos haber elegido otros. No funcionamos por opciones políticas o de

. Nuestra referencia está en Dios y todo lo que estamos llamados a vivir no es sino expresión, o deben ser expresión, de todo lo que se deriva de este

Y hoy Jesús nos recuerda que Dios es bueno, un Padre bueno, que ama incluso a sus hijos desagradecidos o

rechazan el reconocerle. Hace llover sobre buenos y malos. Tal vez nos gustaría que fuese como nosotros y, por eso, siempre tenemos una especie de tendencia de traspasarle a él nuestras actitudes y nuestra forma de

a el profeta sus pensamientos no son nuestros pensamientos, son más altos, más nobles, más

profundos. Nos siente desde la fuerza del amor y la misericordia, y es ahí donde nos quiere llevar Jesús, ése es su empeño y por él pone en juego su vida, la propia vida de Dios para demostrarnos la magnitud de ese amor.

Sí, nuestro objetivo es parecernos a nuestro Padre. El tema es si nos interesa. Sus pensamientos, su manera de entender el amor es infinitamente más profundo que nuestro amor rebajado y fácilmente manipulable y

acabable. Da la sensación de que hemos optado por convertirlo todo en sucedáneos, y Jesús sigue empeñado en ponernos de manifiesto nuestra realidad de hijos y la ilusión por ser dignos hijos de nuestro Padre Dios.

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Lunes, 20: 18:00h. Curso: PERSONAJES DE LA BIBLIA Martes, 21: 18:00h. Equipo de CARITAS 19.30h Reunión Padres de COMUNIÓN III Miércoles, 22: 19:30h. Oración R. Carismática Jueves, 23: 17:00 y 18:00h. Catequesis. 19:00 Eucaristía. Adoraci ón

20:00h. Oración de la comunidad Viernes, 24: 17:00 y 18:00h. CATEQUESIS Sábado, 25: 11:30h. Cursillo prematrimonial Domingo, 26: Eucaristías: 11:00h. y 12:30h. 12:00h. CATEQUESIS

Lunes, 20: Eleuterio, León, Dídimo Eclo 1, 1-10 – Sal 92 – Marcos 9, 14-29

Martes, 21: Pedro Damián, Claudio, Irene.

Eclo 2, 1-13 – Sal 36 – Marcos 9, 30-37 Miércoles, 22: Cátedra de San Pedro , Margarita, Eugenio, Rainiero Pedro 5, 1-4 – Sal 22 – Mateo 16, 13-19

Jueves, 23: Camila de San José Rolón, Bto. José Allamano. Eclo 5, 1-10 – Sal 1 – Marcos 9, 41-50 Viernes, 24: Sergio, Domiciano, Julián, Modesto. Eclo 6, 5-7 – Sal 118 – Marcos 10, 1-12 Sábado, 25: Bernardita Soubirous, Flaviano , Bto. Angélico, Bto. Jerzy Kaszyra. Eclo 17, 1-13 – Sal 102 – Marcos 10, 13

“La esperanza, mirar al futuro. Así como no se puede vivir una vida cristiana sin la memoria de los pasos dados, tampoco se puede vivir una vida cristiana sin mirar al futuro con la esperanza del encuentro con el Señor”. (P. Francisco. Misa 27/01/2017)

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PERSONAJES DE LA BIBLIA

19.30h Reunión Padres de COMUNIÓN III

Oración de la comunidad

DOMINGO

, Margarita, Eugenio, Rainiero

Camila de San José Rolón, Bto. José Allamano.

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, mirar al futuro. Así como no se puede vivir una vida cristiana sin la memoria de los pasos dados, tampoco se puede vivir una vida cristiana sin mirar al futuro con la esperanza del encuentro

Ayúdanos a estar en comunión permanente con Dios

ser cómo Tú eres y llevar a cabo lo que Tú quieres:

EL CRISTO M de

http://www.sanjoselasmatas.es

Las Matas. Madrid - Año X III - nº 867

DOMINGO VII - T.O. – CICLO A – 19 febrero 2017

¿Sonreír al que deteriora e invade mi vida, perdonar a quien me afrenta ayudar a quien me arruina

y asistir a quien me olvidó un mal día? ¿CÓMO ME PIDES TANTO, SEÑOR? ¿Amar al que tal vez nunca me amó, abrazar al que, ayer, me rechazó,

llorar con el que, tal vez, nunca yo encontré consuelo en la aflicción?

¡Cómo, Señor! ¡Dime cómo! Cuando ya es difícil amar al que nos ama

Caminar con el que queremos entregarnos al que conocemos

o alegrarnos con el que nos aplaude ¡Cómo, Señor! ¡Dinos cómo hacerlo!

Cuando nos cuesta rezar por los nuestros o prestar nuestra mejilla

a quien ya nos da un beso Cuando es duro el ser felices

con aquellos que con nosotros conviven ¿CÓMO NOS PIDES TANTO, SEÑOR?

Ayúdanos a estar en comunión permanente con Dios y entonces, Señor,

tal vez no nos parezca tanto ni un imposible ser cómo Tú eres y llevar a cabo lo que Tú quieres:

AMOR SIN CONDICIONES. Amén.

Javier Leoz

EL CRISTO MUTILADO de Battambang

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Javier Leoz