DEVOCIONALES FAMILIARES 05 - 2009SEMANA 19: “LA HUMILDAD”

Devocionales en familia:

ACTIVIDAD: GRANDES ASPIRACIONES. Para la actividad de esta semana, necesitará una taza (o un puñado) de rosetas de maíz, (cabritas), un cepillo, una palita y una aspiradora que pueda aspirar rosetas de maíz.Elija dos miembros de la familia para realizar esta actividad, o si todos quieren hacerlo, pueden turnarse.Coloque las rosetas de maíz en el suelo, forme dos pilas aproximadamente iguales. Entregue a una persona el cepillo y la palita, y a la otra la aspiradora. Ahora comenzará la carrera por ver quién recoge más rosetas en menos tiempo. A menos que tenga un barredor profesional en su familia, lo más posible es que gane la persona que empuña la aspiradora.

Humildad significa pensar antes en los demás que en uno

mismo

PARA CONVERSAR EN FAMILIA: Aquí viene el desafío de esta semana: relacionar el poder con la humildad. ¿Cómo puede una persona humilde ser poderosa? Comenten estas preguntas para tener una idea de cómo se relacionan la humildad y el poder.

¿Qué fue más fácil: aspirar las rosetas de maíz, (cabritas), con la aspiradora, o tratar de barrerlas con el cepillo?

Si pudieras elegir qué “herramienta” usar para recoger las rosetas (cabritas), ¿cuál elegirías? ¿por qué?

En tu propia vida, en las cosas que vives a diario, ¿qué “herramienta” sientes que estás usando: la poderosa aspiradora, o el cepillo y la pala, más lentos?

Naturalmente, no es tan simple, pero si pudieras elegir herramientas que te ayuden a vivir la vida diaria, ¿cuál de estas dos elegirías?

La mayoría de nosotros pasamos el día tratando de hacer muchas cosas por nuestra cuenta. El hecho de no aceptar ayuda se llama orgullo. El orgullo es lo opuesto de la humildad. Si somos demasiado orgullosos como para pedir la ayuda de Dios, Él no puede ayudarnos. Es como usar el cepillo y la pala; simplemente, si nos basamos en nuestras propias fuerzas, no tenemos suficiente poder como para vivir bien cada día. Pero si dejamos a un lado el orgullo y estamos dispuestos a ser humildes, Dios puede obrar a través de nosotros. Eso es como usar la aspiradora: una fuente de poder exterior a nosotros nos ayuda a vivir cada día mucho mejor.

Es como lo que dice nuestro versículo para memorizar de esta semana:

“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte…” (1º Pedro 5:6)

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ESTUDIO BÍBLICO: El mejor ejemplo de humildad que tenemos es Jesús. Él dejó voluntariamente el cielo y vino a la tierra a morir por nosotros. Lean Filipenses 2:5-11. Observen que debemos tenemos la misma actitud de humildad que tuvo Jesús.

ORACIÓN: Durante este tiempo de oración en conjunto, haga énfasis en la diferencia entre nuestro poder, relativamente débil, y el extraordinario, increíble e ilimitado poder de Dios. Su familia puede repetir esta oración en voz alta o para sus adentros a medida que usted la lee en voz alta:

“Dios ayúdanos a ver cuán limitados y pequeños somos. Pero tú nos amas tanto que nos das tu poder. Lo único que nos pides es que dejemos de lado nuestro propio poder y permitamos que tú obres a través de nosotros. Como dice 1 Pedro 5:6, si dejamos a un lado nuestros propios deseos, tú puedes hacer tu voluntad en nosotros. ¡Ayúdanos a comprender qué bueno es esto! Haznos recordar que somos orgullosos y ayúdanos a darte el control. Haz tu voluntad en nosotros, Dios. En el nombre de Jesús, amén”.

Adoración Familiar: (opcional)

Muhammad Alí, reinó como campeón de Boxeo en la categoría peso pesado durante gran parte de la década del 1970. Nadie era más consciente de su grandeza que Alí mismo. En incontables ocasiones les recordó a todos la frase que casi llegó a ser sinónimo de él:”Soy el más grande”.

Pero un día, poco después de subir a un avión, Alí se encontró con alguien que no se amedrentaba ante él. La azafata, que recorría el pasillo para asegurarse de que todos los pasajeros tuvieran ajustado el cinturón de seguridad, notó que Alí no había ajustado el suyo. Cuando le pidió que lo hiciera, se dice que él respondió: “¡Bah! Superman no necesita cinturón de seguridad”. Sin dejarse impresionar, la azafata sonrío y contestó: “Señor, Superman no necesita un avión”. Sin decir otra palabra, Alí se sujetó el cinturón.

El versículo para memorizar de hoy nos anima a humillarnos para que Dios pueda obrar a través de nosotros. Pero nos perdemos el consejo de Dios en el versículo siguiente, que nos dice cómo podemos humillarnos: “…echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.

Cuando echamos toda nuestra ansiedad sobre Dios, estamos en humildad total. Confiamos en que Dios intervenga, nos dirija y nos dé poder para enfrentar todo lo que nos preocupa.

Estudiemos estos contrastes entre orgullo y humildad:

El orgullo exige iguales derechos. La humildad ve la vida como un regalo. El orgullo descansa en el esfuerzo personal. La humildad confía en el poder de Dios. La religión se basa en el orgullo; los cristianos deben ser humildes, ya que Dios es el que

recibe la gloria. El orgullo se dedica a elevarse hasta la medida de lo que se espera de él. La humildad se

concentra en la misericordia inmerecida.

¿Cómo llegamos a ser humildes? Primero, reconociendo nuestras propias debilidades. (2 Corintios 12:9). Después, echando toda nuestra ansiedad sobre Dios (1 Pedro 5:7).

Pase un tiempo trabajando en estos pasos que sin duda cada vez le resultan más conocidos, ya sea solo o con otro miembro de la familia. La meta es quitar el orgullo e invitar a Dios a que habite en ustedes con su poder.

PREPARACIÓN: Lean Isaías 57:15. En este versículo Dios dice que habita en dos lugares: en el lugar santo, y con el quebrantado y humilde.

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Piensen en su vida personal, su vida familiar, su vida de iglesia, su vida de trabajo o de estudio. Mentalmente o por escrito, hagan un inventario de aquellas áreas en las que luchan con el orgullo humano o el egocentrismo.

TIEMPO DE ESPERA: Durante este tiempo de esperar en Dios, permitan que Él les muestre su amor, que los examine y que les indique qué desea para ustedes en relación con la humildad. Pídanle que les revele formas de completar estas simples oraciones:

“Dios, al pensar si soy humilde o no, quiero sentir tu amor y tu gracia, especialmente en el área de…”

“Dios, tienes mi permiso para revelarme cualquier egoísmo o arrogancia que encuentres en mi vida…”.

“Dios, ¿hay alguna ansiedad que deba echar sobre ti antes de comenzar este día?

CONFESIÓN: Paul Arder escribió: “¿Por qué desea Dios humillar a un hombre o a una mujer? Nadie puede trabajar para Dios hasta que la humildad se apodera de su vida. De lo contrario, se magnificará a sí mismo, en forma desproporcionada con relación a Dios”.

John Ruskin escribió: “Creo que la primera prueba de que un hombre es verdaderamente grande es su humildad. Humildad no quiere decir que ese hombre dude de su propio poder. Pero los grandes hombres tienen la curiosa sensación de que la grandeza no está en ellos, sino que los atraviesa. Ven algo divino en todos los demás hombres y son infinitamente, tontamente, increíblemente misericordiosos”.

Hagan esta sencilla oración de confesión a Dios, ya sea individualmente o juntos: “Señor, ayúdeme a ser humilde. Recuérdame que deje a un lado el orgullo, para que haya lugar para tu poder en mí. Trabaja a través de mí y que otros puedan verte a través de mí. Ayúdame a extender todas tus cualidades a los que me rodean. En el nombre de Jesús, amén”.

BIBLIA: Nunca oraremos fuera de la voluntad de Dios si oramos conforme a su Palabra. Lea el Salmo 51:16-17 varias veces. Después, cierren los ojos, y pidan a Dios que revele a sus corazones una verdad fundamental que Él desea que aprendan. Oren este pasaje a Dios y permítanle que Él los ministre. Pueden orar en voz alta o para sus adentros, de esta manera:“Dios, ayúdanos a entregar nuestro orgullo en sacrificio a ti. Es el único sacrificio que deseas de nosotros, Señor. Gracias, porque podemos acercarnos a ti con corazones quebrantados, listos para que nos llenes con tu poder. Una y otra vez vuelve a sorprendernos que puedas obrar a través de nosotros de tal manera. En el nombre de Jesús, amén”

MEDITACIÓN: Después de orar con la Biblia, escriban en su cuaderno las ideas que Dios ha puesto en sus mentes acerca de la humildad. Reflexionen nuevamente sobre cómo se relacionan el poder y la humildad.

INTERCESIÓN (ORAR POR LOS DEMÁS): Lean Filipenses 2:3. A medida que Dios les hace recordar personas, oren desinteresadamente por su éxito, para que sobre ellas caigan las más ricas bendiciones de Dios. Ahora comiencen a dejar a un lado cualquier sentimiento de competencia o comparación. Pidan a Dios que termine su obra en ellas, sea lo que fuere que eso signifique en la vida de cada persona.

PETICIÓN (ORAR POR USTEDES MISMOS): Durante este tiempo, hablen con Dios sobre cualquier obstáculo que impida que se rindan por completo a Él. Sean sinceros con Dios. Háblele de sus angustias y reconozcan que lo necesitan en esas áreas. Más que nada, pidan a Dios que haga su voluntad en sus vidas y través de ellas.

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APLICACIÓN: Escriban en un cuaderno qué cosas pueden hacer esta semana su familia para obedecer a Dios en lo relativo a la humildad. Junto a cada punto, escriban cómo ser obedientes los ayudará a experimentar más plenamente su poder cada día.

MOMENTO DE FE: La fe es nuestra respuesta positiva a lo que Dios ha dicho. Pasen unos momentos en oración con. Los ojos de la fe. Díganle a Dios las cosas positivas que ven suceder gracias a su bondad.

ALABANZA Y ADORACIÓN: Relean el versículo para memorizar de esta semana. Alaben a Dios, reconozcan quién es Él: un Dios poderoso que obra en nuestras vidas. Agradézcanle, reconozcan lo que ha hecho: lo ha exaltado y les ha dado su poder.

Durante la semana:

LUNES: Hagan el devocional en familia. Si tienen tiempo, comiencen a trabajar en la sección de Adoración en familia.

MARTES: Lean 1 Pedro 5:6-7. Es estos versículos se nos dice que debemos humillarnos bajo la poderosa mano de Dios. Después se nos dice cómo podemos hacerlo: echando toda nuestra ansiedad sobre Él. Como familia comenten las respuestas a estas preguntas y oren a cerca de ellas. ¿En qué área de tu vida ves que andas en humildad? ¿Dónde tratas de controlar las cosas tú mismo en lugar de echarlas sobre los hombros del Señor? ¿Qué impide que manejes aquellas cosas en las que no eres humilde, de la misma manera que manejas aquellas en que eres humilde?

MIÉRCOLES: Relean Isaías 57:15. Observen una vez más que Dios indica dónde habitará: en las alturas, en la santidad y con el quebrantado de espíritu. Dos extremos, pero dos lugares que nos ayudan a comprender mucho mejor a Dios y nuestra relación con él.Reflexionen sobre estas preguntas como familia: ¿Por qué crees que Dios prefiere habitar entre nosotros y darnos su gracia, cuando somos humildes? ¿En qué se parecen el lugar santo y el lugar de humildad? Ahora, en sus propias palabras, pidan a Dios que los convierta en un lugar apropiado para que Él habite en ustedes; que sea un lugar santo y al mismo tiempo, humilde.

JUEVES: Relean Salmo 51:16-17. Piensen en la clase de sacrificios que hacemos para parecer buenos ante los demás. ¿Por qué confundimos nuestros deberes con las cosas que Dios realmente desea que enfrentemos en nuestro corazón?

VIERNES: Trabajen en la memorización del versículo de esta semana todos juntos, en familia. Tómense el tiempo necesario para que todos comprendan lo que significan las palabras. Separen el versículo en frases y comenten cada una.

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DEVOCIONALES FAMILIARES 05 - 2009SEMANA 20: “MI IDENTIDAD EN CRISTO”

Devocional en familia:

ACTIVIDAD: EL CAMINO DE LA MEMORIA. Para la actividad de esta semana, saquen viejos álbumes de fotos familiares. Pasen un tiempo mirando los álbumes de hace años, las fotografías de otros miembros de la familia y de la familia inmediata. Es especialmente divertido ver fotos cuando los más grandes eran bebés.

Tener identidad en Cristo significa vernos mejores

porque Jesús vive dentro de nosotros

PARA CONVERSAR EN FAMILIA: Comenten las siguientes preguntas después de ver fotos:

De las demás personas de la familia que se ven en las fotos, ¿a quién te pareces más? ¿Qué características son las más similares?

¿Hay alguien de la familia a quien te parezcas en la forma de actuar? ¿En qué cosas? ¿Qué diferentes cosas de nuestras vidas no hacen ser como somos? ¿Hay características o rasgos tuyos que has tomado de otro miembro de la familia (por

ejemplo: la forma de caminar, o reír, el color de ojos o del cabello, etc.) que realmente no te gustan? ¿Puedes hacer algo al respecto?

¿Cuál crees que es la característica en la que más te pareces a Cristo? Tener a Cristo en tu interior ¿te hace una mejor o una peor persona? ¿Por qué?

ESTUDIO BÍBLICO: En 2 Corintios 5:16-18, Pablo dice que si le hemos pedido a Jesús que sea el Señor de nuestra vida, Él nos da una vida nueva. Lean estos versículos en una versión fácil de comprender. En cierta manera, nos convertimos en una nueva persona que nunca se ha visto antes. Las viejas y malas cosas desaparecen, y en su lugar hay cosas nuevas y buenas. Por ejemplo, si solíamos mentir, ahora tenemos el poder de Jesús para decir la verdad. Tenerlo a Él dentro de nosotros nos lo hará recordar. Lamentablemente, muchos seguimos viviendo de la vieja manera. Pero podemos aplicar las palabras del versículo para memorizar de esta semana para vivir en base a lo que Jesús ha hecho en nuestro interior:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

ORACIÓN: Juntos, como familia; pidan a Dios que les ayude a recordar cuál es su herencia. Además, pídanle que les ayude a darse cuenta de que cuando invitan a Jesús a entrar en sus vidas, el pasado queda borrado a los ojos de Dios. Todo es perdonado y olvidado. El perdón de Dios y esta nueva vida en Cristo puede darles la libertad de vivir con nuevo poder para servir a Dios. ¿Alguien quiere pedirle a Dios que viva en su vida? Ahora, agradezcan a Dios por su nueva identidad y por el poder y la libertad que la acompañan.

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Adoración en familia (opcional)

Cuando Victor Seribriakoff tenía 15 años, su maestra le dijo que nunca terminaría la escuela. Opinó que debería dejar los estudios y aprender un oficio. Él siguió ese consejo, y durante los 17 años siguientes trabajó aquí y allá en diferentes trabajos itinerantes.

Pero cuando Víctor tenía 32 años, se produjo en él una transformación increíble. Una prueba reveló que era un genio, con un coeficiente intelectual de 161. De repente, ya no era un tonto. Comenzó a actuar como un genio. Escribió libros, patento varias cosas y se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Quizá el hecho más significativo para aquel jovencito que había abandonado sus estudios fue ser elegido presidente de la Sociedad Internacional Mensa. Para entrar a esa sociedad solo había un requisito que cumplir: tener un coeficiente intelectual de más de 140.

¿Qué fue lo que marcó la diferencia en la vida de Víctor? Lo que cambió fue la forma en que él se veía a sí mismo.

¿Cuántos de nosotros, como cristianos, somos como Víctor?Vivimos muy por debajo de los privilegios que Dios nos ha dado, porque creemos lo que el mundo dice de nosotros, en lugar de lo que dice Dios sobre quienes somos. Estudien estas verdades sobre nuestra identidad en Cristo, según 2 Corintios 5:17-18:

Primero, nos ha sido dada una nueva posición: estamos en Cristo. Esta expresión se menciona más de ciento cincuenta veces en el Nuevo Testamento. Segundo, tenemos nuevas posesiones: nuevos recursos espirituales en nuestro interior. Y finalmente, tenemos nuevo potencial: un ministerio de reconciliación para el mundo.

Mientras cada uno reflexiona sobre la identidad que tiene en Cristo, trabajen en los siguientes pasos. Como cristianos, algunas veces pensamos que no merecen el privilegio y la promesa que vienen con el hecho de conocer a Cristo. Por nosotros solos, no los merecemos. Pero después que invitamos a Cristo a entrar en nuestra vida, Dios ya no nos ve a nosotros solos. Nos ve nuevos, por lo que Cristo hizo por nosotros. A medida que su familia recorre estos pasos, recuerden que la meta es ver y aceptar la promesa de su nueva identidad en Cristo.

PREPARACIÓN: Lean Gálatas 6:15. Ahora pregúntense: ¿cómo he permitido que mi identidad como “nueva persona” influya en mi vida personal, en mi vida de familia, de iglesia o de ministerio, en mis estudios o mi trabajo? Pidan a Dios que les haga ampliar las áreas de su vida y el tiempo que permiten que Él viva a través de ustedes.

TIEMPO DE ESPERA: Durante este tiempo de esperar en Dios, permitan que Él les muestre su amor, que los examine y que les muestre cómo pueden aplicar esta lección a sus propias vidas. Pídanle que les revele formas de completar estas simples oraciones:

“Dios, hoy reafirmo tu obra en mí como nueva criatura. Lo veo especialmente en…”“Dios, tienes mi permiso para revelar cualquier aspecto de mi vida en que siga viviendo con mi

antigua identidad…”“Dios, ¿hay algún área de mi propia imagen en la que deba trabajar, al comenzar este día?

CONFESIÓN: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:1-3).

Este pasaje nos llama a aplicarlo de tres maneras: renovar nuestra perspectiva, dejar ir nuestro pasado y recordar nuestro propósito. Confiesen individualmente a Dios en qué áreas de sus vidas les resulta difícil de aplicar estos versículos.

BIBLIA: Nunca oraremos fuera de la voluntad de Dios si oramos conforme a su Palabra. Relean el pasaje anterior lentamente, varias veces. Después, cierren los ojos, y pidan a Dios que revele a sus

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corazones una verdad fundamental que Él desea que aprendan. Oren por este pasaje a Dios y permítanle que Él los ministre. Pueden orar de esta forma: “Dios, gracias por tu obra en la Tierra, y por tu resurrección. Gracias a ella tenemos vidas enteramente nuevas. Ayúdanos a vivir en consecuencia. Ayúdanos a vivir recordándote a ti y pensando en la eternidad. Cuando las cosas cotidianas nos depriman, ayúdanos a recordar que nuestra verdadera vida está contigo en el cielo. Y Ayúdanos a vivir esa verdad al salir a la calle cada día. En el nombre de Jesús, amén”.

MEDITACIÓN: Después de orar con la Biblia, escriban en un cuaderno las ideas que Dios ha puesto en sus mentes. Concéntrese especialmente en su identidad. Piensen qué es lo que hace que ustedes sean como son. ¿En qué podría ser diferente cada uno? ¿Los ayudaría a vivir más felices el hecho de aceptar plenamente su identidad en Cristo?

INTERCESIÓN (ORAR POR LOS DEMÁS): Lean Efesios 1:15-21. Pidan a Dios que les haga recordar personas, incluso a otros miembros de la familia, que necesitan comprender las promesas de este pasaje. Ahora oren con ese pasaje a Dios, inserte los nombres de las personas por las que oran.

PETICIÓN (ORAR POR USTEDES MISMOS): Oren por el pasaje de Efesios 1 para ustedes mismos. Pidan sabiduría y entendimiento para poder aceptar estas promesas y comenzar a vivirlas porque creen que son ciertas.

APLICACIÓN: Escriban en un cuaderno qué cosas puede hacer esta semana su familia para obedecer a Dios como personas que han recibido una nueva identidad.

MOMENTO DE FE: La fe es nuestra respuesta positiva a lo que Dios ha dicho. Pasen unos momentos en oración con los ojos de la fe. Díganle a Dios las cosas positivas que ven suceder gracias a su bondad.

ALABANZA Y ADORACIÓN: Alaben a Dios, reconozcan quien es Él: un Dios que nos da vida y salvación. Agradézcale, reconozcan lo que ha hecho: se ha sacrificado a sí mismo, para que podamos ser hechos santos y puros a sus ojos.

Durante la semana:

LUNES: Hagan el devocional en familia. Si tienen tiempo, comiencen a trabajar en la sección de Adoración en familia.

MARTES: Es increíble pensar que más de ciento cincuenta veces en el Nuevo Testamento, Dios habla de nuestra identidad: en Cristo. Las expresiones “en Él”, “con Él” o “en Cristo” están por todos lados en las cartas de Pablo. Con su familia, busquen los siguientes versículos y comenten lo que significan estos “en”. Si usan una Biblia de estudio encontrarán referencias de otros pasajes. Como cristianos, en Cristo tenemos sabiduría, somos justos, tenemos la misma gracia y el mismo poder que tuvo Jesús. La lista continúa.

Romanos 8:1-2Romanos: 12:31Corintios: 1:302 Corintios: 5:21Efesios 1:19-20Efesios 4:7

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MIÉRCOLES: Comente como familia aquellas áreas de nuestras vidas en que algunas veces nos resulta difícil aceptar nuestra identidad en Cristo. He aquí algunas preguntas para estimular la reflexión y la charla:

¿En qué áreas de tu vida te resulta difícil mantener una sana autoestima? ¿Qué otras influencias afectan nuestra capacidad para creer en la promesa de una nueva

identidad? ¿Hay algo en tu pasado (por ejemplo, una relación dañada o un problema de trabajo) que te

causa problemas en determinada área?

JUEVES: Después de cenar, lean Colosenses 3:1-3 y las tres aplicaciones que mencionamos en el tiempo de confesión. Comenten estas preguntas:

¿Qué cosas impiden que tengamos una buena imagen de nosotros mismos? ¿Qué nos impide dejar ir el pasado? ¿En qué formas podemos servir a Dios y tener un ministerio para Él?

VIERNES: Como nuestra salvación, nuestro crecimiento espiritual no es resultado de nuestro trabajo, sino de nuestra fe. Cada paso que damos hacia delante en el Reino de Dios es un paso de fe.

Vivir nuestra nueva identidad en Cristo implica simplemente que recibimos la promesa de Dios por fe. Pasen un buen tiempo juntos, oren cada uno en silencio, pidan a Dios que les ayude a aceptar estas verdades en sus vidas. Después oren por los demás miembros de su familia para que estas verdades también se concreten en sus vidas.

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DEVOCIONALES FAMILIARES 05 - 2009SEMANA 21: “LA INTEGRIDAD”

Devocional en familia:

ACTIVIDAD: ESCONDIDAS. Durante algunos minutos, jueguen a las escondidas entre todos. La variante es que un miembro de la familia –a quien usted haya elegido- cuando le toque contar, podrá espiar. Asegúrese de que esta persona sepa hacerlo de manera disimulada para que los demás no se den cuenta. Recuerde que se trata solo de un juego. Usted no está enseñando que esté bien hacer trampas, sino ayudando a iniciar el debate que seguirá el juego.

Integridad: Es hacer lo correcto aun

cuando nadie nos mira

PARA CONVERSAR EN FAMILIA: Cuando terminen el juego, reúnanse, y si nadie lo ha descubierto aún, revele el secreto de que una persona ha espiado mientras los demás se escondían. Este anuncio sin duda le facilitará la charla posterior sobre estas preguntas:

¿Fue justo que (nombre) espiara? Aunque nosotros no sabíamos que (nombre) hacía trampa, ¿estaba bien lo que hacía? ¿Crees que está bien hacer trampa (o mentir, o hacer alguna otra cosa que sabemos que

está mal) si estamos seguros de que no hay manera de que nos descubran? ¿Por qué, o por qué no?

En la escuela o en el trabajo, ¿está bien hacer algo malo porque los demás lo hacen? ¿Por qué si, o por qué no?

¿Cómo crees que podemos evitar hacer cosas malas? ¿Cómo podemos mantener la integridad cuando otras personas a nuestro alrededor no son íntegras?

Ser íntegro es ser honesto, ser justo, decir la verdad. En la Biblia, se lo llama ser “justo”. Como sucede con muchas otras características que Dios desea que tengamos, la integridad es al mismo tiempo una acción que nosotros debemos realizar y algo que permitimos que Dios haga a través de nosotros. El versículo para memorizar de esta semana dice que debemos ser honestos, justos y decir la verdad; es decir, tener corazones limpios, para tener una buena relación con Dios:

“Bienaventurado los de limpio corazón,porque ellos verán a Dios” (Mateo 4:8).

ESTUDIO BÍBLICO: En 1 Reyes 9:1-9, una conversación entre Salomón y Dios revela la pasión que Dios siente por la integridad de corazón, y cómo esta se traduce en nuestras vidas. De este pasaje extraemos cuatro conclusiones acerca de la integridad: primero, que Dios espera que seamos íntegros. Segundo, que la integridad es asunto del corazón: debemos ser íntegros en nuestro interior para poder demostrarlo exteriormente. Tercero, Dios promete bendecir a los que llevan una vida de integridad. Finalmente, Dios advierte de las consecuencias que sufrirán quienes viven sin integridad.

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ORACIÓN: Oren juntos sobre cómo pueden ser íntegros en la familia, al mismo tiempo que sean personas íntegras cada una en particular. Anime a los miembros de su familia a hacer breves oraciones, aunque sean tan sencillas como la definición de esta semana. Recuerde que no es problema que se produzca un silencio durante este tiempo; hasta puede ser algo bueno. Permita que cada uno piense lo que desea decir en voz alta. Recuerde también que Dios conoce nuestros pensamientos tanto como escucha nuestras palabras. Pida a alguien que cierre este tiempo con una oración por cada miembro de la familia, por su nombre “Señor, te ruego para que (nombre) sea una persona que haga lo correcto, aunque nadie lo vea”.

Adoración en familia (opcional)

Reflexionen un poco más sobre el pasaje de 1 reyes 9, y sobre las conclusiones que hemos extraído de él. Después pongan en práctica los siguientes pasos de manera de comprender en mayor profundidad lo que significa la integridad.

PREPARACIÓN: Lean Salmos 15:1-2. Piensen sobre diferentes áreas de sus vidas, como por ejemplo sus relaciones con amigos, la forma en que manejan su dinero, su relación con otros miembros de la familia, la forma en que conducen sus negocios o manejan su vida profesional o sus estudios. ¿Hay cosas que les impiden vivir una vida íntegra?

TIEMPO DE ESPERA: durante este tiempo de esperar en Dios, permitan que Él les muestre su amor, que los examine y que les indique sus puntos fuertes y sus puntos débiles en relación con la integridad. Pídanle que les revele formas de completar estas simples oraciones:

“Dios, siento tu amor, especialmente en…”“Dios, te doy permiso para revelar cualquier aspecto en mi corazón que no sea íntegro…”“Dios, ¿hay algo a lo que deba dedicarme en relación con la integridad?”

CONFESIÓN: Vuelvan a leer Mateo 5:8. Ahora piensen en lo que deben confesar a Dios en relación con la integridad. Si lo desean, pueden escribirlo en un cuaderno. Estas preguntas pueden guiarlos en su reflexión:

¿Haces siempre lo que dices que vas a hacer? ¿Dices siempre la verdad? ¿Actúas de la misma manera cuando hay otras personas mirándote, que cuando no hay

nadie?

Hasta pueden pensar en términos de porcentajes o proporciones. Por ejemplo, alguien puede decir: “Nueve de cada diez veces soy la misma persona cuando nadie me está mirando que cuando hay alguien alrededor”. Si han respondido algo así, confiesen esa vez de cada diez que fallan.

BIBLIA: Nunca oraremos fuera de la voluntad de Dios si oramos conforme a su Palabra. Lean Mateo 5:8 lentamente, varias veces. Después, cierren los ojos, y pidan a Dios que revele a sus corazones una verdad fundamental que Él desea que aprendan. Oren por este pasaje a Dios y permitan que Él los ministre.

MEDITACIÓN: Después de orar con la Biblia, escriban en un cuaderno las ideas que Dios ha puesto en sus mentes. Las palabras son sencillas, pero tienen un significado muy profundo. Permitan que Dios se comunique con ustedes a través de ese versículo.

INTERCESIÓN (ORAR POR LOS DEMÁS): Piensen en aquellas áreas, aun las que han escrito, en las que les resulta difícil actuar con integridad. Es muy posible que los demás también luchen con esas mismas cosas. Pidan a Dios que le haga recordar personas, incluso a

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los miembros de su propia familia que necesitan la guía y la fortaleza del Señor para vivir en completa integridad.

PETICIÓN (ORAR POR USTEDES MISMOS): Ahora oren para que Dios les ayude a vivir en integridad ustedes mismos. Pídanle que le dé a su familia guía, fortaleza y poder para vivir vidas íntegras.

APLICACIÓN: Recuerden que la integridad comienza con la honestidad. Escriban en un cuaderno en qué circunstancias no son honestos con los demás, con ustedes mismos o con Dios. Después escriban qué pueden hacer para mejorar su comportamiento, aunque implique una confrontación directa común alguien, o eliminar algo de sus vidas que les impide ser personas íntegras.

MOMENTO DE FE: La fe es nuestra respuesta positiva a lo que Dios ha dicho. Pasen unos momentos en oración con los ojos de la fe. Díganle a Dios las cosas positivas que ven suceder gracias a su bondad.

ALABANZA Y ADORACIÓN: Alaben a Dios, reconozcan quién es Él: un Dios impecablemente íntegro. Agradézcanle, reconozcan lo que ha hecho: nos ha dado una forma de ser limpios ante sus ojos, y la fortaleza para ser limpios ante los ojos de los demás.

Durante la semana

LUNES: Hagan el devocional en familia. Si tienen tiempo, comiencen a trabajar en la sección de Adoración en familia.

MARTES: Repasen Salmos 15:1-2. Separen los versículos en frases breves y comenten en familia qué significa cada frase. Traten de comprender el versículo para memorizar de manera de poder aplicarlo a sus vidas. No permitan que se convierta solo en un conjunto de palabras aprendidas de memoria.

MIÉRCOLES: Mediten sobre Mateo 5:8. Comenten en familia qué significan las simples palabras “los de limpio corazón”.

JUEVES: Como familia, lean Salmos 51:1-12. David escribió esto después de cometer un pecado específico, pero nosotros podemos hacer nuestra esta oración. Hablen sobre el perdón y la limpieza que Dios nos ofrece. ¿Cómo puede esto influir en nuestra integridad? Después, cada persona en particular orará estos versículos a Dios. Los miembros de la familia pueden turnarse para leer versículo por versículo en oración.

VIERNES: Después de alguna comida, hable con los demás miembros de la familia sobre la integridad y la influencia de Dios en nuestras vidas. ¿Cómo se relacionan ambos conceptos? ¿Cómo puede la influencia de Dios hacernos personas íntegras?

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DEVOCIONALES FAMILIARES 05 - 2009SEMANA 22: “LA INTIMIDAD CON DIOS”

Devocional en familia:

ACTIVIDAD: CARRERA DE OBSTÁCULOS. Prepare la sala o el living para realizar allí una carrera de obstáculos. Mueva los muebles y coloque otros estorbos en el camino para que no haya un paso directo hasta usted. Cuando más complicado lo haga, más divertido será.

El punto de partida estará en la puerta o algún otro lugar designado, y cada miembro de la familia intentará, individualmente, recorrer el camino lleno de obstáculos hasta usted, en la menor cantidad de tiempo posible. Cada persona puede tener dos o tres oportunidades. Si alguien no desea participar de la carrera, puede dedicarse a calcular y anotar los tiempos de los demás.

La intimidad con Dios se logra si quitamos del camino las cosas que impiden que Él

esté cerca de nosotros.

PARA CONVERSAR EN FAMILIA: Después que todos hayan tenido su oportunidad, quite algunos impedimentos del camino y comiencen la charla. Si la actividad tuvo éxito, pueden repetirla algunas veces antes del tiempo de oración. Por ahora, anime a su familia a comentar las siguientes preguntas:

Ahora que has atravesado el camino varias veces, ¿encontraste alguna manera de mejorar tus tiempos?

¿Habrías ido más rápido si hubiéramos quitado algunos obstáculos? ¿Qué sucede cuando debes rodear muchas cosas en lugar de caminar directamente hacia

mí? ¿Qué hubiera sucedido si cuando estabas en el punto de partida hubieras encontrado un

camino directo hacia mí? ¿Cómo habría cambiado eso tu tiempo en la carrera?

¿Por qué, sin importar lo que hagamos, alguna vez no sentimos que estamos cerca de Dios? ¿Será que hacemos lo mismo vez tras vez? Cuando nos encontramos que hacemos las mismas cosas día tras día, no necesitamos tanto confiar en Dios. No necesitamos a Dios, así que no nos mantenemos cerca de Él. Dios está cerca de nosotros. Pero nosotros debemos dar ciertos pasos para estar cerca de Él y permanecer cercanos a Él.

El versículo para memorizar de esta semana dice:

“Acercaos a Dios, y él se acercara a vosotros…”(Santiago 4:8).

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ESTUDIO BÍBLICO: Lea Efesios 3:17-19 en voz alta, de a una frase por vez. Anime a su familia a decir en sus propias palabras cada frase, y explique lo que significa cada uno.

ORACIÓN: Oren juntos, como familia, para acercarse más a Dios, conocerlo mejor y disfrutar su presencia en sus vidas. Pídanle que les haga sentir su presencia en todo momento, aún en aquellos en que no lo esperan (¡o no lo desean!). Solicite a los miembros de la familia que oren, o puede orar usted mientras los demás lo siguen en silencio.

Adoración en familia (opcional)

Hace algunos años, el Boston Globe entrevistó a Dennis Wise, un fanático de Elvis Presley. Sus palabras, llenas de pasión y desesperación al mismo tiempo, son conmovedoras:

“Sí, yo amaba a Elvis. Lo seguí durante toda su carrera. Tengo todos los álbumes que grabó, y he visto todas sus películas. Una vez, cuando estaba en la escuela secundaria, me compré unas botas iguales a las que él usaba. Los chicos se burlaban de mí, pero a mí no me importaba: parecían las botas de Elvis.

Después, me hice una cirugía estética para parecerme a él, y me arreglé el cabello como él. Gané varios concursos de dobles de Elvis, y quería que él me conociera, así que varias veces irrumpí en el escenario antes de un recital suyo, o mientras él actuaba. Creo que nunca me vio. Tengo las entradas para sus conciertos, recortes de programas de recitales suyos en todo el mundo, y hasta algunas almohadas que usó en Japón.

Sí, Presley era, y es, mi ídolo. Mi único pesar es que… en realidad nunca lo vi. Quiero decir, nunca lo vi de verdad. Sí, fui a sus recitales, pero nunca tuve contacto con él. Una vez hasta me subí a los muros de Graceland, su mansión, para tratar de verlo aunque fuera un instante. Creo que la persona que vi con los binoculares, a lo lejos, que caminaba por la casa, era él. Pero en realidad nunca lo vi. Es extraño… todo el esfuerzo que puse en seguirlo, pero parecía que nunca podía acercarme a él”.

Muchas veces, nuestros esfuerzos por acercarnos a Dios parecen los intentos de Dennis por acercarse a su ídolo. Queremos experimentar la intimidad con Dios, pero si somos honestos, tenemos que reconocerlo: “Es extraño, todo el esfuerzo que pongo en seguir a Dios, pero parece que nunca puedo acercarme a Él”.

No podemos tratar de ser como Dios. Nuestros propios esfuerzos no nos llevarán más cerca de Él. Por el contrario, debemos basarnos en estos fundamentos:

La intimidad con Dios no es algo automático; más bien es el resultado de tomar decisiones correctas.

La intimidad con Dios comienza con nuestra sumisión, humillación y quebrantamiento. Nuestra naturaleza humana se opone a Dios, por lo que debemos esforzarnos en acercarnos

a Él.

Para ayudar a que el concepto de la intimidad con Dios quede un poco más claro, trabajen en los siguientes pasos, que ya les son familiares. Recuerden pedir a Dios que les ayude a concentrarse y aprender aunque no puedan completar todos los pasos de una sola vez.

PREPARACIÓN: Lean Éxodo 33:11. Reflexionen sobre lo leído y respondan a estas preguntas: ¿qué cosas impiden que tengamos intimidad con Dios? ¿Qué necesitamos para estar más cerca de él? ¿Hemos creído algunos “mitos” sobre Dios que nos mantienen alejados de Él? ¿Tenemos verdadera hambre de Dios, suficiente como para poner en práctica lo que debemos hacer?

TIEMPO DE ESPERA: Durante este tiempo de esperar en Dios, permitan que Él les muestre su amor, que los examine y que les señale cómo pueden llegar a tener mayor intimidad con Él. Pídanle que les revele formas de completar estas simples oraciones:

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“Dios, siento tu amor, especialmente en…”“Dios, tienes mi permiso para revelarme cualquier barrera que impida que tenga intimidad

contigo…”“Dios, ¿hay algo que yo deba saber para fortalecer mi intimidad contigo?”

CONFESIÓN: “Que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”. (Efesios 3:17-19)

Después de leer nuevamente estos versículos, confiesen aquellas áreas en que están alejados del amor de Dios. Confiesen las áreas en que no aman a Dios con todo su corazón, alma y mente. Pueden hacerlo en silencio.

BIBLIA: Lean el pasaje anterior lentamente, varias veces. Después, cierren los ojos, y pidan a Dios que revele a sus corazones una verdad fundamental que Él desea que aprendan. Oren por este pasaje a Dios en forma personal. Pueden decirle algo así como: “Dios, deseo que te sientas cómodo en mi corazón; no como un invitado, sino como el dueño. Te ruego que me permitas captar aunque sea un atisbo de lo que es tu amor por mí. Sé que hasta que esté contigo para toda la eternidad, nunca conoceré el verdadero alcance de tu amor. Pero ayúdame a captar siquiera un atisbo de él. Quiero conocerte. Lléname de ti y de tu amor, para que sienta y disfrute tu presencia. En el nombre de Jesús, amén”.

MEDITACIÓN: Después de orar con la Biblia, escriban en un cuaderno las ideas que Dios ha puesto en sus mentes. También pueden meditar sobre Isaías 43:1-4 y escribir lo que esos versículos les dicen acerca de la intimidad.

INTERCESIÓN (ORAR POR LOS DEMÁS): Oren al menos por tres personas que conocen y a las que quisieran ver en una relación más íntima con Dios. Oren para que les llegue revelación y que puedan experimentar lo que ustedes han meditado hoy.

PETICIÓN (ORAR POR USTEDES MISMOS): Ahora oren para que Dios se revele a cada uno de ustedes en forma personal y nueva, y específicamente para que toda barrera que se interponga entre ustedes y Él sea quitada.

APLICACIÓN: Escriban en un cuaderno qué cosas puede hacer esta semana su familia para obedecer a Dios en lo relativo a lo que les impide tener intimidad con Él. Junto a cada punto, dejen lugar para escribir luego cómo cada una de esas barreras es derribada. Pidan a Dios que les dé poder para quitar o destruir cualquier barrera para la intimidad con Él.

MOMENTO DE FE: La fe es nuestra respuesta positiva a lo que Dios ha dicho. Pasen unos momentos en oración con los ojos de la fe. Díganle a Dios las cosas positivas que ven suceder gracias a su bondad.

ALABANZA Y ADORACIÓN: Vuelvan a leer Efesios 3:17-19. Alaben a Dios, reconozcan quién es Él: un Dios que nos ama inconmensurablemente y vive dentro de nosotros. Agradézcanle, reconozcan lo que ha hecho: no solo nos ama, sino que nos da sentimientos para que podamos experimentar su amor y su cercanía.

Durante la semana

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LUNES: Hagan el devocional en familia. Si tienen tiempo, comiencen a trabajar en la sección de Adoración en familia.

MARTES: Continúen con la sección de Adoración en familia. Junto con su familia, lea Isaías 55:6-9. ¿Cómo cree que podemos hacer que los pensamientos de Dios sean nuestros pensamientos y sus caminos nuestros caminos? Comenten los obstáculos que nos mantienen alejados de Dios. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Hay algunas cosas que deberíamos poner en práctica? ¿Cosas por las que debemos orar?

MIÉRCOLES: Comenten como familia las siguientes afirmaciones. ¿Creen que son ciertas? ¿Por qué si, o por qué no? Si no son ciertas, busquen otras afirmaciones sobre la intimidad con Dios que sí lo sean y escríbanlas en un cuaderno.

La intimidad con Dios es algo que simplemente se siente. Si conozco muchos pasajes bíblicos, tengo más intimidad con Dios que alguien que no los

conoce. Si me siento cerca de Dios, seguramente estoy cerca de Él. Si soy una buena persona, es que seguramente estoy cerca de Dios. La intimidad con Dios es posesión mía por ser cristiano. Si soy una persona profunda e intensa, o sirvo a Dios con gran fervor, entonces

seguramente estoy cerca de Él.

¿Describe alguna de estas afirmaciones lo que ustedes piensan sobre la intimidad con Dios? Una vez más: si estas afirmaciones no son ciertas, ¿qué cosas son ciertas con respecto de la intimidad con Dios?Oren juntos como familia o en parejas, para poder conocer la verdadera cercanía con Dios.

JUEVES: Juntos, como familia, lean Éxodo 33:7-11. En este pasaje Moisés muestra el precio que tuvo que pagar para tener una amistad con Dios. Lean lo que cuesta la intimidad con Dios, y comenten cómo pagarán ustedes ese precio:

1. Algunas veces, para acercarse a Dios, deberán estar dispuestos a alejarse de otras personas.

2. Deben desear conocer a Dios con todo su corazón.3. Deben permitir que otros los vean y sepan que ustedes tienen una relación con Dios.4. Deben estar dispuestos a aprender a escuchar lo que Dios dice, y obedecerle.

VIERNES: Relean el versículo para memorizar de esta semana. Después de todo lo que han estudiado esta semana, estas sencillas palabras quizá expresen todo lo que necesitamos saber sobre la intimidad con Dios. Junto con su familia, estudien lo que significa cada frase del versículo. ¿Cómo podemos estar seguros de que “nuestros corazones estén llenos solo de Dios?”

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