Alfonso López Quintás El Poder Formativo de La Música

7/25/2019 Alfonso Lpez Quints El Poder Formativo de La Msica

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El poder formativo

de la msica

p o r A l f o n s o L P E Z Q U I N T A S

U n i v e r s id a d C o m p l u t e n s e d e M a d r id

Poco antes de morir, el gran violonce-

lista, compositor

y

director

d e

orquesta Pa-

blo Casals afirm que la humanidad to-

dava no sabe

lo

que tiene al poseer el don

de la msica . Esta observacin del admi-

rado maestro me llev a reflexionar du-

rante aos sobre el sentido enigmtico de

la msica. E lfruto de esta larga bsqueda

he intentado exponerlo en la obra:Poder

formativode lamsica Esttica

musical.

(Rivera Editores, Valencia 2010). Su pro-

psito es mostrar el insospechado poder

formativo que alberga la experiencia mu-

sical cuando la vivimos de forma creativa,

omo

un modo de encuentro con las obras,

los autores, los estilos, las pocas...

Nuestra contemplacin esttica ad-

quiere, as, el valor de una re-creacin.

Toda interpretacin autntica supone una

nueva creacin

d e

la

obra, n o

una mera re-

peticin; es unrecuerdo,en el sentido ori-

corazonada de traer algo nuevamente a la

existencia. Con razn, los franceses y los

ingleses interpretan elsaberdememoria

como un

saber cordial

(saber p a rcoeur ,

b y

heart ).

Por fortuna, en la actuahdad se cul-

tiva profusamente la msica. En los cen-

tros escolares se dedica creciente aten-

cin al aprendizaje musical. Diversas

instituciones incrementan de da en da

las posibilidades de asistir a conciertos de

alta calidad. En numerosos lugares se

han creado, ltimam ente, orquestas

y c o -

ros que nos sorprenden, a menudo, por su

perfeccintcnica.Pero, de ordinario, ape-

nas se repara en algo decisivo para nues-

tro desarrollo omopersonas:elpoder f o r -

mativo que tiene el arte

musical.

Con

frecuencia se reduce este arte a un fabu-

loso medio de diversin, de halago senso-

rial y psicolgico, de refinamiento del

t

O

9

=

o

>

J

i


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l f o n s o L P E Z Q U I N T S

o

CM

?

O

1

La msica significa, en la vida hu-

mana, mucho ms de lo que suele pen-

sarse, incluso entre los profesionales de la

misma. Debemos, por ello, refiexionar so-

bre su alcance y su sentido, sin fantasas

incontroladas pero con

im gin cin

crea-

tiva que es la facultad de lo profundo, lo

que no se ofrece a primera vista precisa-

mente por ser muy valioso. Cuanto im-

plica, abarca y promete llegar a ser una

persona no se nos muestra de golpe desde

el principio; hemos de irlo descubriendo a

travs

d e l

trato.

L o q u e e s

la msica,

lo

que

puede llegar a darnos si entramos en rela-

cin

d e

verdadero encuentro

c o n

ella

n o p o -

demos sospecharlo siquiera cuando la vi-

vimos

d e forma superficial, aunque sea co n

rigor tcnico. Veamos, por va de ejemplo,

algunas de las aportaciones de la expe-

riencia musical, rectamente entendida y

ejercitada.

L a E s t t i c a m u s i c a l y e l c u l t i v o d e l a

b e l l e z a

Son tantas y tan divergentes las teo-

ras que

s e

han elaborado sobre la Esttica,

la belleza y el arte que no es viable conci-

liarias

y

reducirlas a una frmula precisa.

Tras debatirse con el sofista Hipias a lo

largo del dilogo que lleva su nombre, S-

crates reconoce que

e s

incapaz

d e

definir la

belleza, pero no ha perdido el tiempo, por-

que ha descubierto algo m u y importante, a

saber, que lo bello es difcil (Platn:Hi-

pias

m yor

304 3).

Para clarificar lo que significa la Est-

tus sentidos y penetre en tu interio

Pronto te preguntars por

e l

origen de e

belleza, y un experto te explicar que

funda en la armona es decir, en la i

presin de orden y equilibrio que nos pr

duce la confluencia de dos tipos de int

rrelaciones: laproporcin y la medid

mesura. Todas las partes de ese edific

guardan una determinada

proporcin

tre s. Por ejemplo, la altura

d e

las colu

nas es 16 veces el radio de la base, al t

tarse del estilo drico. El edificio ente

tiene

como

medid la

figura

humana,

d

que no puede alejarse mucho ni por e

ceso ni por defecto.

Ya hemos realizado dos experienci

estticas bsicas: una espontnea, inm

diata; otra ms reflexiva, un tanto dista

ciada de la primera, pero no alejada. Re

licemos otra experiencia bifronte de es

gnero, tomada del mbito musical.

Oyes a un pianista interpretar la S

nata en do

menor

( Pattica )de Beet

ven

y

te sorprende su fuerza expresiva,

energa rtmica, la lgica interna con q

se suceden los temas de forma arrebat

dora. Tus sentidos se conmueven intens

mente, pero no retienen tu atencin; m

bien la lanzan haciaalgosuprasensorial

estructura de la obra. No olvidas esa e

pecie de invasin de belleza que te pr

dujo la primera audicin d e la sonata, p

te sientes llevado a conocer su interna

ticulacin. Y alguien te muestra el tem

mascuhno,

co n

su carcterbrioso,

y e l

te

femenino, ms bien meldico y dulce;


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El poder formativo de la msica

hace ms lcida tu experiencia primera de

la obra.

Pero imagnate que el pianista te ex-

plicaelprocesoqueha seguido enelapren-

dizaje de la obra y el tipo de unin pro-

funda que ha creado con ella. lprincipio,

el intrprete lee despacio la partitura ; es-

tudia nota a nota la digitacin

debida;

ana-

liza las diversas frases y las ensambla.

Mientras realiza esta labor de ojeo de la

obra, su interpretacin es tanteante

y

pre-

miosa, carente de soltura y libertad in-

terna. A fuerza de ensayos, las formas se

perfilan a travs de la fronda de las notas,

cobran cuerpo, se articulan unasconotras.

Al configurar de este modo la obra, el in-

trprete gana una creciente libertad.Ya no

est preso en la partitura. sta va pasando

a un segundo plano a medida que las for-

mas

se

hacen presentes.

El

intrprete sigue

poniendo en juego todos sus medios tcni-

cos: conocimientos musicales, agilidad

mental, fuerza muscular..., perotodosellos

sevuelven transparentes,seconvierten en

v s biert s a laexpresin

musical.

Con

ello,elintrprete se halla inmedi t mente

presente laobra,perodeforma

indirecta

en el seno expresivo de unos medios que

ahora ejercen una funcinmediacional no

mediatizadora.

En este momento, el intrprete

confi-

gurala obra en cuanto se

dej configur r

por ella. Es una experiencia

reversible

de

doble direccin. El intrprete se encuentra

en su elemento, en su hogar espiritual,

la obra, sientequela obra se identificapro-

digiosamente

con

l,

es

re-creada por

l y

le

es,

sin embargo, trascendente. Por eso ad-

mite interpretaciones diversas, que

se

con-

trastanycomplementan.

Recuerda ahora el deslumbramiento

que te produjo la obra al principio. Segu-

ramente, no ha perdido nada de su bri-

llantez y su encanto, pero ha ganado una

serie de dimensiones que son distintas de

la sensorial y se hacen presentes en ella:

las dimensiones propias del sentimiento y

la inteligencia. Con ello, tu conocimiento

delvalor estticodetal interpretacinytal

sonata se acrecienta. Este acrecentamiento

es tarea propia de la Esttica.

En un primer momento estamos ab-

sortos

en

la realidad estticamente vahosa.

Luego reflexionamos, a fin de explicitar lo

que sucede en nosotros durante tal expe-

riencia. Tal reflexin no nos aleja de la

obra; nos distancia, con una

dist nci

de

perspectiva

para luego unirnos a ella de

forma entraableylcida.La reflexin

es-

ttica aade a la experiencia artstica la

distancia peculiardeun anhsis quenonos

aleja de la realidad, antes nos permite en-

traarnos en ella, encontrarnos realmente

con ella.

Losconceptos de Esttica, de bellezay

arte siguen mostrando ahora para noso-

tros la mismadificult dquepara Scrates.

Pero, vistos a la luz de las experiencias re-

ahzadas, dejan

de

ser

conceptosv cos

para

s


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l f o n s o L P E Z Q U I N T S

^

o

CM

2

La idea

d e

Esttica

como

la

d e

belleza

y, en buena medida, la de arte- parece que

se difumina cuando la queremos reducir a

lo s

lmites

d e

una definicin

precisa.

S e

nos

vuelve, en cambio, luminosamente pre-

sente y operante cuando vivimos a fondo

una experiencia esttica. El gran poeta

John Keats nos advierte que una realidad

bella

e s

una alegra imperecedera

(A

thing

ofbe uty is a joy f o r ever .Este verso nos

hace vibrar interiormente; sentimos su

profunda verdad. Pero intentemos expo-

nerlo en una frmula terica y veremos

una vez ms que

lo

bello es dicil . Es di-

ficil de conceptuar, pero se vuelve transl-

cido cuando disponemos nuestro espritu

para vivir la transformacin y el trans-

porte

q u e

opera la belleza en cualquiera de

sus manifestaciones. Si tenemos esto en

cuenta, el carcter enigmtico de la be-

lleza dejar, en buena niedida, de resul-

tarnos desesperante , como le suceda al

gran poeta francs Paul Valry, autor del

excelente poema L ecimitire m rin

( E l c e -

menterio marino).

L a g e n i a l i d a d

Es venturoso sentirse de cuando en

cuando en presencia de la genialidad, per-

cibir su hhto, dejarse rozar por el ala de

su ngel inspirador. Ests oyendo el C o n

ciertoparapi noen remenor n 20 (KV

466) de Mozart. Tras el inquietante co-

mienzo, que, sin previo aviso, te introduce

e n

un mundo

d e

zozobra, llegas al remanso

d e l

Andante

y t e

sumerges serenamente en

laRomanza^con su andadura tranquila

y

su carcter cordial. Cuando menos lo es-

nas de un asombro feliz. Aqu geni lid

significa potencia de invencin, valent

-incluso arrojo- para dejarse llevar de

capacidad de romper moldes y crear e

tructuras novedosas llenas

d e

sentido, ap

ricin enigmtica de algo insospechado

Entendemos

p o r

geni lla forma prodigio

d e

crear algo, un

modo

de actuar relamp

gueante, tan sorprendente por su contun

dencia como por su capacidad de asom

brarnos con algo novedoso y significativ

En la penltima escena

d e

su D o n G

vanni, Mozart se encuentra con un arg

mento extrao que puede parecer inver

smil -por puramente fantstico- a lo

espectadores. Sin embargo, con el pod

de su msica consigue no slo prender s

atencin sino causarles un hondo estr

mecimiento, al sentir

q u e n o s e

trata ah

una querella entre dos personas, sino d

enfrentamiento de tres actitudes ante

vida: la esttica

o

meramente sensori

por una parte,

y

la tica

y

la religiosa, p

otra.

L o q u e

pudiera haberse reducido

a

u

argumento arcaico de una vieja leyend

adquiere, as, una v itahdad

y

una actua

dad sobrecogedoras. Una msica capaz d

realizar esa transfiguracin la consider

m o s ,

sin vacilacin, como genial.

Cuando experimentamos la fuer

arrebatadora de Beethoven al repetir

tema principal del Cuarto Tiempo de

Novena Sinfona -tras amagar dos veces

mantener en vilo la inmensa fuerza e

presiva de orquesta y coro, nos sentim

llenos de la energa enigmtica de la g


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tonces, el clima del Triduo Santo queda

determinado e n buena medida por lo s acor-

des inolvidables del abulense. Ello nos re-

vela que este devoto sacerdote y profundo

compositor supo ahondar en la quintae-

sencia de esos cultos rehgiosos. Tal poder

de penetracin es privilegio exclusivo de

quienes en algn momento traspasaron el

umbral de la genialidad.

L a e x p e r i e n c i a de i n t e r p r e t a c i n

m u s ic a l f o m e n t a n u e s t r a c a p a c i d a d

c r e a t i v a

Somos creativos cuando asumimos ac-

tivamente las posibihdades que nos ofrece

una realidad y damos lugar a algo nuevo

dotado de valor. Esta forma activa de aco-

ger unas posibilidades se da en mltiples

aspectos d e la

vida.

Por ejemplo, en el p r o

ceso de interpretacin musical acogemos

las posibihdades que nos otorga una par-

titura y damos nueva vida a la obra que en

ella se expresa. Es un ejemplo transpa-

rente de actividad creativa.

Un pianista coloca sobre el atril del

piano la partitura de una obra que desco-

noce. sta se halla lejos de l; cerca est

slola partitura. E l intrprete comienza a

crear

sobre

e l teclado las formas musicales.

L o hace d e forma tanteante , a impulsos de

la obra misma que desea conocer. Es algo

sorprendente y fecundsimo:

va

busc ndo

algo en virtud de la fuerza que irradia

quello mismo quetod v noconoce del

todo.

Llega un momento en que la obra le

nar por ella. Pero aqu recibimos la pri-

mera gran leccin:

En

este nivel ecreati-

vidad nadie domina a nadie.

Digamos,

pues,

con mayor propiedad que el artista

configur la obra en cuanto sedej confi-

gurar por ella. Cuando se vive creativa-

mente, n o interesa dominar y poseer, sino

enriquecerse mutuamente. Es una expe-

riencia reversible d e

enriquecimiento

ople-

nificacin.

En ella cobra conciencia el intrprete

de que

n o s e

basta a s mismo, ya que para

ser creativo debe recibir las posibilidades

que le otorgan las partituras y los instru-

mentos. erotambin stos adquieren todo

su sentido al ser asumidos activamente

por el intrprete. En esa experiencia de

configuracin mutua, la obra se le hace

presente al que la est configurando. ste

mira la partitura, pero apenas la ve. Lo

que tiene ante su atencin es la obra ple-

namente configurada. Toca el piano con

sus dedos, pero ya no repara en l. Con lo

que se halla en contacto verdaderamente

es con la obra. Piano y partitu ra se hacen

tr nsp rentescuando la creatividad e s per-

fecta. Siguen ah ejerciendo su funcin,

que es

mediadora

no

mediatizadora

pues

no se interponen entre la obra y el artista,

antes son el lugar en que la obra se hace

presente al intrprete. A l ser asumida por

l

comoalgo propio, deja de serle d istante,

externa y extraa para convertirse en

in -

tima aun siendo d istinta.

Una realidad es ntima cuando crea

O

=

s

c-


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A l fo n s o L P E Z Q U I N T A S

entrega a algo ajeno, no se enajena o

aliena; gana su plena libertad creadora y

su total identidad como artista. Se ajusta

a un cauce que le viene marcado desde

fuera por alguien

distinto

de l

y

en prin-

cipiodistante y ajeno.Pero e s e cauce se ha

convertido en su v z

interior

Al ajustarse

a

ella,

sigue

e limpulso q u e le

viene dictado

por su propia musicalidad. Es, por tanto,

autnomo

s e rige por una ley propia), an

siendo

heternomo

(ya que tal criterio le

vino sugerido desde fuera). Aqu se alum-

bra una clave de orientacin decisiva:

Puedo actuar en virtud de criterios que

me fueron sugeridos desde fuera y no ser

heternomo , como puedo dedicarme por

amor a cuidar a las personas que me ro-

dean

y

no estar des-centrado .

Mi verdadero centro es el estado de

apertura a

lo s dems. M i

autntico criterio

de accin es el que me impulsa interior-

mente hacia la realizacin d e

lgo

valioso.

N o

importa

e l

origen

d e

tal criterio, norma

o cauce de accin. Lo decisivo es su capa-

cidad de promocionarme hacia modos de

actuacin sumamente eficaces y valiosos.

L a m s i c a i n c r e m e n t a n u e s t r a e n e r

g i a i n t e r i o r

La msica brota debido al impulso que

nos lleva de una nota a otra y crea un in -

tervalOj

y ste nos lanza hacia otro

y

otro.

E se

impulso se acrecienta a medida que va

dando lugar a temas musicales, perodos,

frases, tiempos, obras... Al inmergirnos,

a s ,

en tram as de relaciones que nosotros

era pensamiento y palabra a la vez. Es

vinculacin explica la energa interior qu

nos otorga la msica, como se ve unive

salmente a travs del canto, en todas s

modahdades.

Elfilsofongls John Stuart Mill

c

fiesa en

s u utobiografa e l

efecto ben

que ejerci la msica sobre l: Cuand

cambi la marea y entr en el proceso d

recuperacin, la msica me ayud, au

que en

modo mucho menos

elevado. Fue

esta poca cuando

lleg

a m i conocimien

e l Obern, d e

Weber

y e l

extremado pla

que m e produjeron sus deliciosas melod

me hizo mucho bien, mostrndome un

fuente de satisfaccin a la que estaba ta

predispuesto siempre [1]. Conviene r

cordar que la msica de Karl Mara vo

Weber, compositor alemn muerto prem

turamente (1786-1826), se caracteriza p

su interna jovialidad y un contagioso af

de vivir en plenitud.

La capacidad de la msica de calid

para elevar nuestro voltaje interior fund

menta los estudios de Musicoterapia

ciplina que conviene promocionar a la l

y sobre la base de un aquilatado estud

del poder formativo de la msica. Es

fuerza vitalizadora

d e

la msica la expe

mentan multitud de personas a travs d

canto. Aunque la forma de interpretar

sea tan sencilla como un mero tarareo,

canto te sumerge en el mundo reconfo

tante d e la msica, te introduce en una

rie

d e

reahdades

co n

temporalidad prop


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Vas caminando

y el

canto te da alas,

te ayuda a superar la fatiga y man-

tener en alto el nimo.

Ests de nio en un internado in-

hspito, pero el canto en comn te

da energa porque te hermana con

los compaeros y da cahdez al en-

torno sombro.

Al alba entran los monjes en la am-

plia iglesia abacial. Se siente el fro

del crudo invierno. De pronto, los

solistas entonan el Venite, exulte-

mus domino... (Venid, aclamemos

al Seor),

y

la iglesia se llena de vi-

talidad, de calor y de luz. La mono-

dia rehgiosa medieval, que en prin-

cipio puede parecer inexpresiva,

crea un mbito de sentido muy va-

lioso en el cual se adentra el cre-

yente para verse pronto elevado y

confortado. Lo saben bien quienes

han vivido largos aos en condicio-

nes adustaspero con elnimo alegre

por estar sumergidos en el mbito

expresivo de esas sugerentes melo-

das que encarnan un mundo reh-

gioso,capaz de saciar el

corazn.

El

que viva el tiempo litrgico del Ad-

viento y cante el

Rorate coeli

en la

quietud vespertina de la iglesia sa-

br a qu tipodeexpresividad aludo

aqu.Elcanto, cuandoes bello ypro-

fundo, nos dinamiza al mximo, nos

entusiasma, nos eleva a

lo

mejor de

nosotros mismos, porque tiene un

carcter eminentementeexttico.

un coro. Cuando estaban a punto de

dar un concierto a sus compaeras

de infortunio, fueron avisados los

guardias de que haba, en una

carpa, una concentracin ilegal. Se

precipitaro~ hacia ella, y, cuando

estaban cruzando el umbralyse te-

ma lo peor, son el primer acorde

del Adagio de la Novena Sinfona

Del Nuevo Mundo)

deAntohn Dvo-

rak. Los guardias quedaron clava-

dos

en

el suelo y se

mantuvieron

a

la

escucha. Esa bellsima msica apa-

cigu el nimo de quienes hasta en-

tonces parecan haberse complacido

en ejercer todo tipo de violencia.

Tambinlosespectadores se sienten

conmovidos en esta escena, pues los

hace pasar del nivel 3(el de las ve-

jacionesy losasesinatos) al nivel 3,

el de la pura bondad, unidad y be-

lleza. Este episodio real pone un

punto de humanidad en una histo-

ria srdida de miseriafisic

y

bajeza

moral, que ha sabido retransmitir

fielmente la pelcula

Camino

al pa

raso.

La buena msica suscita alegra por-

que implica creatividad. Por ello, el canto

sostiene el nimo de los seres humanos y

su esperanza. En esto se basa la sorpren-

dente afirmacin de Gabriel Marcel

de

que

una poca que

no

canta es una poca envi-

lecida:

Si la msica disminuye, si la msica


8/10

l f o n s o L O P E Z Q U I N T S

lo esencial en todo ser humano es la parte

d e

creacin, por reducida que sea, que hay

en l.

Y y o

aadira hoy que la alegra en

la que se traduce dicha creatividad se ex-

presa, o al menos se expresaba en otro

tiempo, muy

a

menudo, a travs del canto.

Un mundo e n e l que lo s hombres n o cantan

es un mundo degenerado. El verdadero

problema, pocas veces planteado

y

tan di-

fcil de resolver, consiste en saber si en di-

ch o grupo d e hombres la alegra persiste o

por el contrario, se anula [2].

Las ideas sobre la importancia de la

msica expuestas anteriormente hallan

un refrendo esplndido en obras de alt-

sima cahdad, como son las peras de M o -

zart D o n Giovanni

y

La flauta mgica la

Novena Sinfona de Beethoven y el

Tannhuser

de Wagner. Su anhsis cons-

tituye el punto culminante de la obra de

Esttica musical que consagr a descubrir

el poder que tiene la msica de cahdad

para elevar nuestro nimo y ensanchar

nuestros espacios interiores.

D o n

Juan fue

aparentemente un triunfador, pero al fina l

destruy su personalidad, por haber redu-

idola relacin amorosa a un proceso

d e

s e

duccin

que culmina en ese acto de prepo-

tencia que denominamos burla.Mozart

nos mostr de forma genial en la penl-

tima escena

q u e

la actitud hedonista

d e l jo -

ven bravucn no pudo resistir la confron-

tacin co n la actitud tica d e D o n Gonzalo.

Nos dio, con ello, una leccin inolvidable

acerca de cmo no debe entenderse y vi-

virse el amor humano. Para ser autntico,

el amor debe seguir un proceso de purifi-

pasional y el amor conyugal oblativo ad

quiere en elTannhuserde Richard

W

ner una expresin dramtica de altsim

cahdad.

Siempre se ha dicho que la msica d

calidad es una fuente inagotable de b

lleza, que nos distrae, nos agrada y no

hace desbordar de alegra. En casos no

transporta, incluso, a mundos d e ensue

omo

indica con palabras emocionadas

eminente director de orquesta, Leopold

Stokowski:

Es imposible describir esto con pal

bras; sin embargo, todos hemos sentido

haber

sido

llevados mediante e l

mgi o

der de la msica lejos de este mundo, h

cia estados

d e

emocin

d e

irresistible pod

y misterio, completamente desconectad

de nuestra vida real, a veces temeroso

otras con una visin exttica

d e

la bellez

en una tierra de ensueo que jams olv

daremos... [3].

Todo esto es cierto, pero conviene r

saltar que la experiencia musical, cuand

lavivimos

d e

forma creativa,

n o s

enrique

con aportaciones decisivas que podemo

describir de

forma precisa

y

bien

fun

mentada. Adems de procurarnos ex

riencias emotivas, la msica nos ayuda

incrementar la madurez personal: la c

pacidad de pensar con amphtud y profu

didad, ser creativos incluso en las activ

dades ms sencillas, promover un

autntica cultura del corazn , ejercit

una forma de libertad creativa... Hacer


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tura muy reconfortado por ver la msica

con ojos nuevos y una estima inmensa-

mente superior.

D i r e c c i n p a r a la c o r r e s p o n d e n c i a A l f o n s o L p e z

Q u i n ta s , R e a l A c a d e m ia d e C i e n c ia s M o r a le s y P o l t ic a s ,

P l a z a

d e

la V i lla 2 , 2 8 0 0 5 , M a d r id , E s p a a .

e c h a d e r e c e p c i n d e la v e r s i n d e f i n i t i v a d e e s t e a r t i c u l o :

3 0 . V L 2 0 1 2

o t a s

1 ] S T U A R T M I LL ,

J

1 9 8 6 ) u t o b i o g r a f a M a d r id , A l ia n z a E d i-

t o r i a l ) ,

p .

1 5 1 .

2 ] C f . J . P A R A IN -V IA L E d . ) 1 9 8 0 ) U E s t h t i q u e m u s i c a l e d e

G a b r i e l M a r c e l P a r is , A u b i e r ), p . 1 0 7 .

L . 1 9 5 4 ) M s i c a p a r a t o d o s n o s o t ro s M a -

d r i d , E s p a s a - C a l p e ), p . 2 3 4 .

p o d e r fo r m a t iv o d e l a m s i c a

Este artculo propone una serie de

nmediato que suscita.

iguracin de la belleza ensanchar el

nalidad ms significativa e incre-

alumbramiento de laobra.

e

ah la nece-

sidad de fortalecer el papel y la presencia

del aprendizaje musical.

Descriptores Formacin y msica est-

tica creatividad belleza interpretacin.

S u m m a r y

T h e fo r m a t iv e p o w e r o f m u s i c

This article offers a series of conside-

rations that show how music can foster

and enhance human development beyond

the inmediate pleasure it produces. Del-

ving intothe depths of musical creation of-

fers a closer look at the complexity impli-

cit in the configuration of beauty

broadening the genuine meaningfulness

of human existenceb y fostering creativity

bonding with the penetrating genius of

those who managed to push forward by

originality of the most significant kind

and augmenting the spiritual energy nee-

ded to feel linked with the dynamic struc-

ture of the universe. These are all essential

components of the educational power of

music whether the creativity takes the

form of

omposing

music or performing it

since an authentic performance always

sheds new light on the piece. This then

underscores the need to reinforce the role

and presence of teaching music.

Key Words Music and education aest-

hetics

creativity beauty performance.

o

C

-

S


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Alfonso López Quintás El Poder Formativo de La Música

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