Albino - La Invasión Inglesa Al Río de La Plata

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    OSCARC. ALBINO

    LA INVASIN INGLESA AL RO DE LA PLATAENTRE 1806 Y 1808.ACTIVIDADES BRITNICAS DESDEEL PUNTO DE VISTA NAVAL

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    Boletn del Centro Naval

    Nmero 816

    Enero/abril de 2007

    Recibido: 9.8.2006

    La agresin britnica al Ro de la Plata entre 1806 y1808 es normal e incorrectamente llamada Primera y Segunda Invasiones Inglesas. No fue-ron realmente ni la Primera ni la Segunda (Ref. 01) (1). La primera sera el fracasado intento deinvasin al Ro de la Plata de 1762/63, y la segunda la ocupacin de las islas Malvinas en1766. Ni creo personalmente que en definitiva fueran dos, porque las fuerzas britnicas per-manecieron en el Ro de la Plata desde junio de 1806 hasta enero de 1808. Durante estelapso, la armada britnica, junto con el ejrcito, particip en cinco desembarcos anfibios(Quilmes, Maldonado, Punta Carretas, Colonia y Barragn) y en tres asaltos a ciudades espa-olas (dejando de lado Colonia, fueron Buenos Aires, Montevideo, Buenos Aires), de los cua-les los dos primeros resultaron exitosos y el tercero un completo fracaso (Ref. 02, pg. ix). (Ver figura 1).

    Figura 1: Los desembarcos britnicos en el Ro de la Plata 1806, 1807. (Tomada de la Referencia 2.)

    El tema de este trabajo es intentar analizar desde un punto de vista casi exclusivamentenaval britnico algunos aspectos de lo sucedido entre 1806 y 1808.

    Estos intentos de invasiones britnicas al Ro de la Plata (1762/63, 1806/1808) tuvieron porcausa una poltica imperialista, tratando de obtener un punto de apoyo de importancia estra-

    El Vicealmirante Oscar C. Albinoegres de la Escuela NavalMilitar en 1956 como Guardia-marina del Cuerpo de ComandoEscalafn Naval.Realiz cursos de Artillera,Salvamento y CIC.Ejerci los Comandos del patrulle-ro Murature, corbeta Guerrico,

    Jefe del SEYCAD, Comando Navalde Trnsito Martimo, SegundaDivisin de Destructores,Comando del rea Naval PuertoBelgrano, Jefe de la Base NavalPuerto Belgrano y Comandantede Operaciones Navales.Pas a situacin de retiro enagosto de 1991.

    (1)En lo sucesivo, la abreviaturaRef. indica que se debe consul-

    tar una de las ReferenciasBibliogrficas que se mencionanal final del trabajo.

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    tgica naval hacia el Pacfico, una fuente de abastecimiento de materia prima y un mercadopara su excedente de produccin industrial.

    Aquel de 1806/1808, al que me referir en este trabajo, lo voy a considerar dividido en dosfases. La primera, arbitrariamente, desde septiembre de 1805, el desembarco en Quilmes yla captura de Buenos Aires, hasta la Reconquista. La segunda fase, los refuerzos enviados al

    Ro de la Plata y los desembarcos en Maldonado, Montevideo, Colonia y Buenos Aires, con suDefensa, y la posterior retirada britnica del Ro de la Plata.

    Operaciones que desde el punto de vista naval pudieron desarrollarse con tranquilidad, portener Gran Bretaa el dominio del mar despus de Trafalgar y de Santo Domingo.

    Popham fue el instigador aparente de la primera fase, y su ejecutor junto con el general Beres-ford. La segunda fue una decisin del gobierno britnico, y los almirantes Stirling y Murray fue-ron los ejecutores de la operacin anfibia del traslado y concentracin de importantes efecti-vos en el Ro de la Plata, con los generales Auchmuty y Craufurd respectivamente. La accinfinal deba quedar a cargo del general Whitelocke con el agregado de las fuerzas del generalAckland, que no llegaron a tiempo para el segundo ataque contra Buenos Aires.

    La historia naval completa y detallada es interesante; y comienza mucho antes de la llegadade Popham. En este breve trabajo no es posible mencionar todas las acciones y problemasde los contendientes, por lo que intentar slo resumir lo que sucedi. Creo que hay otrosaspectos que mereceran un estudio aparte: la logstica naval britnica, cmo se embarcabanesas cantidades de fuerzas en los buques, particularmente la caballera. Las comunicacio-nes, las acciones de proteccin naval de esas expediciones hasta quedar fuera del alcancede las fuerzas espaolas y francesas en el Atlntico, las previsiones navales anteriores parala defensa del Virreinato, etc.

    Conviene comenzar analizando la situacin poltico-militar durante el lapso de estos hechos.

    Estallada la Revolucin Francesa, en un primer momento Carlos IV y su mediocre gabinetedeciden hacer causa comn con quienes se oponan a la expansin de las peligrosas ideasrevolucionarias. Pero una vez firmado el Tratado de Paz de Basilea entre Espaa y Francia (22

    julio 1795), el gobierno espaol se inclin por el aparentemente ms moderado Directorio, yluego por el propio Napolen. Producto de esta alianza, Espaa se ve arrastrada a las gue-rras de 1797-1801 y 1804-1808 contra Gran Bretaa. sta era, por supuesto, la ms peli-grosa enemiga del Imperio Francs, y desde 1804 la guerra entre ambos pases fue perma-nente. La poltica econmica proteccionista emprendida por Napolen perjudicaba a GranBretaa; aqul a su vez decidi invadir las islas, pero el plan no lleg a concretarse por la infe-rioridad de la flota francesa frente a la inglesa.

    nterin, en 1801 se establece el Reino Unido de Gran Bretaa e Irlanda (no del Norte hasta

    1927), y aparece la actual bandera conocida como Union Jack, superposicin de las crucesde San Jorge (roja sobre fondo blanco, Inglaterra), San Andrs (diagonal blanca sobre fondoazul, Escocia) y de San Patricio (diagonal roja sobre fondo blanco, Irlanda).

    Napolen impuso un riguroso bloqueo continental al comercio britnico. Este bloqueo fue unduro golpe contra Gran Bretaa, la que necesitaba imperiosamente colocar el exceso de susproductos manufacturados; por lo tanto los ingleses se vieron forzados a emprender expedi-ciones a distintos lugares del mundo en busca de nuevos mercados. Dentro de este esque-ma, y de planes muy anteriores, se sita nuestro trabajo.

    Roberts (Ref. 03 cap. II) cita nada menos que 13 proyectos o planes ingleses contra el Ro de la Plataentre 1711 y 1802. El ms importante y el nico ejecutado de ese perodo fue el de 1762/63,que fracas frente a Colonia (Ref. 04). Por lo tanto, dado el primer paso de lo que se va a narrar,los siguientes no son casuales ni improvisados. Estaban previstos desde tiempo antes.

    LA INVASIN INGLESA AL RO DE LA PLATA ENTRE 1806 Y 1808. ACTIVIDADES BRITNICAS DESDE EL PUNTO DE VISTA NAVAL

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    Es decir, desde un siglo atrs existan opiniones y planes britnicos para apoderarse de lascolonias espaolas en Sudamrica, y todos comenzaban por el Ro de la Plata, al que califi-can como uno de los mejores lugares en el planeta para establecer un emplazamiento.Luego, bordear el cabo de Hornos, tomar las islas de Juan Fernndez y desde all largarse ala conquista de Chile y de Per. No sera entonces difcil seguir hacia el norte. No en vano elrey de Espaa Felipe IV haba reconocido en una cdula del 5 de julio de 1661 que Buenos

    Aires era la plaza de Amrica ms apetecible o preferida de los extranjeros.

    En 1804, el grupo integrado por William Pitt, el Joven (Primer Ministro de GB), Henry Dundas(vizconde Melville, First Sea Lord), Francisco de Miranda (patriota venezolano) y sir HomeRiggs Popham (Capitn de Navo de la Armada Britnica) haba planeado un doble desem-barco en tierras americanas: en el Orinoco para la ocupacin de Venezuela, propiciado porMiranda (por sus ideales de libertad), y otro al Ro de la Plata, con el comando naval de Pop-ham (simplemente por honra y riqueza personales). La excusa oficial era liberar las coloniasamericanas de Espaa. Todo este proyecto fue dejado de lado a sugerencia de Rusia paratratar de atraer a Espaa contra Napolen, y Gillespie lo menciona como un antecedente delas futuras invasiones al Plata (Ref. 05, pgs. 11 y sig.). (2)

    Con respecto a Miranda, el gobierno ingls no hizo objeciones a que realizara una incursinsin que apareciera como ostensible su apoyo. En abril de 1806 intenta un frustrado desem-barco sobre tierra firme en Puerto Cabello, como empresa privada y por la va indirecta deEstados Unidos, si bien en la etapa final cont con la proteccin de naves britnicas. Desem-barc nuevamente el 3 de agosto en Coro y su incursin fue un fracaso, debiendo reembar-car el siguiente 13 y retirarse (Ref. 06). La posterior historia de Miranda y su entrega a los espa-oles por Bolvar no entra en este trabajo.

    Dentro de este contexto, no deja de llamar la atencin la presencia en el Ro de la Plata detres corsarios ingleses durante mayo de 1805. Uno de ellos fue identificado como el bergan-tnAntelope, el que toma algunas presas; los buques realizaron acciones agresivas contraembarcaciones espaolas, y algn intento de desembarco en la Ensenada. Se supone que

    estuvieron sondando frente a Ensenada, Quilmes y Colonia (Ref. 07, pgs. 121 y sigs.). Intentandorechazar al grupo de corsarios se destaca la fuerza de Montevideo, fragataAsuncin, corbe-ta Fuerte y bergantn Ligero. Pero durante un violento temporal, laAsuncin y la Fuerte fue-ron echadas contra el banco Ingls. La fragata se hundi y la corbeta sufri serios daos.

    Poco tiempo despus aparecen dos nuevos corsarios ingleses que realizaron sondajes y rele-vamientos frente a Colonia y Ensenada.

    Actividades navales relacionadas con el Ro de la Plata desde septiembre de 1805

    hasta la Reconquista de Buenos Aires en 1806

    En julio de 1805, Popham logr persuadir al Primer Ministro William Pitt y al First Sea Lord(lord Melville) sobre la conveniencia de enviar una expedicin a retomar la colonia holandesadel Cabo de Buena Esperanza (3), pequeo y lejano puesto de la Compaa Holandesa de lasIndias Orientales. Aceptada la idea, el comando naval le fue otorgado al entonces Capitn deNavo Popham con una fuerza naval de cinco navos (4) y algunos buques menores: 2 fraga-tas, 1 corbeta y 1 bergantn, con 61 transportes, estando la tropa bajo al comando del MayorGeneral sir David Baird. Ambos, ms los posteriores actores Beresford y Auchmuty, habansido camaradas en la campaa del Mar Rojo en 1801.

    La expedicin debi partir de Cork (5) el 1 de septiembre, zarpada demorada hasta asegu-rarse que un fuerza naval francesa haba entrado en Cdiz y no era una amenaza en el mar.Hizo escala en Madeira y en la navegacin a San Salvador (Brasil), el 3 de noviembre se per-dieron los transportes King George y Britannia, pereciendo en el primero el General Yorke,comandante de la artillera. En San Salvador permanecieron del 10 de noviembre al 28 de

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    (2)Este Capitn de Infantera deMarina Alexander Gillespie inte-

    gr la fuerza expedicionaria bri-tnica que invadi el Ro de laPlata en 1806, fue comisariode prisioneros y tras la Recon-quista estuvo confinado en SanAntonio de Areco y Calamuchitahasta 1807; aos despusescribi unas interesantesmemorias.

    (3)Haba sido devuelta a Holandaen 1802 por el Tratado deAmiens.

    (4)Los navos eran la clase debuques de guerra ms podero-sos de la poca de la vela;montaban generalmente ms de60 caones. Debajo de ellos, enorden naval aunque no exclu-yente, estaban las fragatas ylas corbetas.

    (5)

    Sur de Irlanda, actualmente labase naval de Haulbowline delServicio Naval Irlands.

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    diciembre, llegaron al Cabo el 6 de enero de 1806, y tomaron la colonia sin mayor oposicin.Al zarpar de Madeira, Popham se haba nombrado a s mismo Comodoro (Ref. 02, pg. 3) (6). SegnDestfani (Ref. 07, pg. 112) sus instrucciones especificaban no incursionar contra el Ro de laPlata, pero las cosas podan cambiar si Espaa se una a Francia. Roberts, por su parte (Ref.03 pg.71) afirma que al zarpar de Inglaterra Popham ya estaba resuelto a intentar esa aventu-ra cuando la situacin en Europa fuera favorable. Llevaba con l copia del memo firmado en

    1804, para documentar ante Baird un eventual pedido de tropas. Esta explicacin es la queresulta ms creble.

    Parece que exista en la Armada Britnica una tradicin no escrita de que el Ro de la Plataera o poda ser una prolongacin de la estacin naval del Cabo.

    Al arribar la expedicin a Salvador, se supuso en Buenos Aires con la correspondiente alarmaque el destino poda ser el Ro de la Plata, pero cuando en enero de 1806 el bergantn espa-ol Espritu Santo trae la noticia de que la fuerza britnica no vena al Plata, se vuelve a la nor-malidad, se abandonan las medidas de prevencin adoptadas, no se realizaron ms ejercita-ciones ni se comprob si el sistema de defensa era eficiente o no. Se licenciaron las milicias.

    nterin, el 21 de octubre de 1805 se haba librado la batalla naval de Trafalgar, a la altura delcabo del mismo nombre, ubicado ste cerca de la ciudad espaola de Cdiz, que termin conla derrota de la flota combinada hispano-francesa a manos de los ingleses. Como resultado,Gran Bretaa posea en adelante el control casi total del mar; en realidad el control total loobtendra en febrero del ao siguiente con la batalla de Santo Domingo en el Caribe, con laderrota de la escuadra francesa del almirante Willaumez.- - - -Capturada la Colonia, en marzo de 1806 llega al Cabo un buque negrero procedente de Bue-nos Aires cuyo capitn le informa a Popham que en Buenos Aires y en Montevideo haba gran-des riquezas y abundantes provisiones, y que se podan tomar con pocos hombres, pues lapoblacin se levantara y se declarara independiente con la proteccin inglesa.

    Por otro lado, la situacin en Europa haba hecho desaparecer la traba poltica que impedala expedicin contra el Ro de la Plata.

    Sir Home Popham era de carcter inquieto, vido de gloria y de riqueza. Despus de la con-quista del Cabo y pasado el peligro de fuerzas navales francesas, se dedic a convencer aBaird sobre la conveniencia de aquella expedicin al Plata, y que le diera tropas. Le concediuna compaa de su Regimiento, el 71, para reforzar la Infantera de Marina embarcada, ala que Popham le agregara su marinera en un nmero aproximado a los 500 hombres.

    Decidida la expedicin a nuestro ro, el 3 de abril de 1806 Popham le ordena al CapitnHoneyman de la fragata Leda [4] (7) se destaque hacia el objetivo en tareas de inteligencia,polticas e hidrogrficas. Deba operar entre los cabos de Santa Mara y San Antonio, en par-

    ticular los puertos de Maldonado, Monte Video y Buenos Ayres (sic en el original).

    La expedicin deba zarpar el 10 de abril, pero se demor por falta de viento. EntretantoPopham acudi nuevamente a Baird con una nueva informacin aportada por dos marine-ros que haban vivido en Buenos Aires y le confirmaron la facilidad de tomar esta ciudad.Baird le concede entonces mayor cantidad de tropas, y el 12 abril embarc el 71 en lostransportes con una fuerza de 32 oficiales y 857 hombres de tropa, junto con 60 esposasde soldados y 40 nios (8).

    Popham contaba adems con su propia marinera, adiestrada para actuar como fuerza dedesembarco. Para diferenciarla de las tropas de tierra que usaban chaquetilla roja, la mari-nera vesta chaquetilla azul. Esta marinera sera comandada por el capitn King del HMSDiadem. En el desembarco en Quilmes, los marineros representaron aproximadamente un30% del total.

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    (6)Para la poca, un Capitn deNavo con comando de unafuerza naval; de manera confu-sa se lo suele equiparar a Con-traalmirante, como sera msadelante.

    (7)Toda la correspondencia citada

    en adelante se puede consultaren la Ref. 2. Los nmerosentre [ ] corresponden a lanumeracin consecutiva de lascartas, rdenes o memos enesa Referencia.

    (8)En las campaas largas eranormal permitir el acompaa-miento a las tropas de susmujeres y nios. En este casoeran 60 mujeres y 40 nios

    (Ref. 08 tomo I, pg. 212).

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    Segn el escritor ingls H. S. Ferns (Ref. 20, pg. 32), la idea original de Popham era zarpar haciael Ro de la Plata en busca de provisiones. Demorada su salida por falta de viento, recibiaquella informacin que lo convenci de la conveniencia de realizar una expedicin de con-quista o liberacin de las colonias espaolas del Ro de la Plata [6]. Si bien el incidente de lacalma es cierto, y Baird le concede ms tropas, pero impone en el mando de las mismas alCoronel William Carr Beresford. Desde haca algunos aos, Beresford era tuerto, haba perdi-

    do un ojo como consecuencia de un accidente de tiro. Para esta comisin, Baird le otorga elgrado de Brigadier General, ascenso que fue mantenido en reserva por Beresford, que lo daa conocer al llegar al Ro de la Plata, para disgusto de Popham, quien el 24 de junio [25] escri-be su queja a Marsden, secretario del Almirantazgo.

    Las instrucciones que recibe Beresford de Baird son lo suficientemente vagas, tanto como lamisin a cumplir. Eran algo as, como le gusta decir a los ingleses: proceda Ud. segn mejorconvenga a los intereses de Su Majestad, confiando en que su lealtad y capacidad.... Loautorizaba en caso de xito a asumir como Teniente Gobernador en y sobre los distintos esta-blecimientos espaoles en el Ro de la Plata que se sometan a las armas de S.M.B., lo cualsignificaba que l, Baird, se reservaba el cargo de gobernador (9) .

    La informacin anterior de Ferns sobre las intenciones de Popham me parece de dudosarealidad, aun analizando la carta que el mismo Popham le manda a Marsden el 9 de abril[5] sobre la conveniencia de desplegar la fuerza naval a las costas de Sudamrica con el finde obtener abastecimientos, y no mantener las tripulaciones ociosas en el Cabo, particular-mente en una poca de una meteorologa desfavorable. An as, es necesario reconocercomo pretexto valedero que en la colonia del Cabo faltaban alimentos, consecuencia de tressequas consecutivas. Queda la duda sobre si esta carta encubra sus verdaderas intencio-nes, dada la tarea encomendada a la fragata Leda una semana antes. Tambin habra unasana razn operativa, cual era la de prevenir un ataque de la escuadra del almirante fran-cs Willaumez, que se estimaba en trnsito del ndico al Caribe, supuestamente buscandotambin provisiones en la costa oriental de Sudamrica.

    Finalmente, la expedicin zarp el 14 de abril. La componan los navos (de ahora en ms, losnmeros entre parntesis a continuacin del nombre indican la cantidad de caones) Diadem(buque insignia, 64), Raisonable (64), Diomede (50), fragatas Leda (44) y Narcissus (36), ber-gantn Encounter (12), y los transportes Walker, Wellington, Melantho, Triton y Ocean, con elRegimiento 71 al mando del Teniente Coronel Denis Pack, un pequeo destacamento de artille-ra y algunos dragones (tropa que puede combatir montada o de a pie) desmontados (ver figura 2).

    Antes de zarpar, Popham le escribe a Marsden informndole de sus intenciones [6]. Le vuel-ve a escribir desde Santa Elena [17, 18]; tambin le escribe a lord Melville [19].

    Hay cierta evidencia de que la idea original de la travesa era directa al Ro de la Plata, comose desprende de otra carta que le enva Popham a Patten, gobernador de la isla Santa Elena

    (base en el Atlntico de la East India Company). Le comenta sobre la expedicin y le pide unacompaa de artillera y cualquier otra fuerza que estime conveniente, y que se la mande aMonte Video a bordo del paquete Georgiana [9]. Sucede entonces el dudoso incidente de lafragata de transporte Ocean, que con 200 hombres de tropa a bordo se separa de la fuerzadurante un temporal el 22 de abril a la noche (Ref. 05, pg. 28). Se la consider perdida, y fueentonces la razn declarada para cambiar el rumbo hacia Santa Elena, y se la ha menciona-do como un supuesto golpe de efecto para forzar al gobernador a entregar ms tropa. TantoPopham como Beresford se atribuyen la idea de pedir refuerzos en la isla. Finalmente, laOcean se reuni con la fuerza en el Ro de la Plata, con algunos daos sin mayor importan-cia. Como comentario: el apoyo espontneo y sin autorizacin brindado por Patten a Pophamle costara despus el cargo.

    En Santa Elena se entera Popham, con gran sorpresa, de la muerte a los 47 aos de su pro-tector, el Primer Ministro William Pitt (el Joven). Se especula con que de haberlo sabido

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    (9)Como Teniente se interpretabaal segundo o relevo en un

    cargo. Es comn su uso actualen idioma ingls.

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    antes de la zarpada del Cabo lo hubiera pensado dos veces, pero a esta altura ya no podavolver atrs.

    Popham por lo menos fue claro al declarar entonces que sus propsitos eran abrir un nuevo

    y gran mercado para las mercaderas britnicas. Desde Santa Elena le escribe el 30 de abrila Marsden: [18] [] Buenos Ayres es contigua a la colonia del Cabo, y si bien la posesinde Buenos Ayres y de Monte Video no es absolutamente necesaria para su subsistencia esconducente a su prosperidad [] Buenos Ayres es el mejor centro de comunicaciones y empo-rio del comercio de toda su provincia y es el canal a travs del cual pasa anualmente una granproporcin de la riqueza del reino de Chile y Per. [] no tengo dudas que podremos tomarel control de Monte Video que es la llave del ro y abrir el canal de comunicacin para nues-tras manufacturas a cerca de seis millones de habitantes. Como discutiremos ms adelan-te, parece que la acertada idea original de Popham era tomar Montevideo primero.

    La fuerza zarpa nuevamente el 2 de mayo, incorporando al mercante Justina, cargado congneros para especular en el Ro de la Plata, y en el que se embarcan 286 efectivos de la EastIndia Company agregados a la expedicin. Previamente se firm el habitual contrato de presasentre el Ejrcito y la Armada, para la distribucin del botn a tomarse en el Ro de la Plata.

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    Figura 2: Itinerariosde las fuerzas navalesbritnicas hacia elCabo y el Ro de laPlata. Fuente: Beverina.

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    A todo esto, estaba el Ro de la Plata preparado para la eventualidad de un ataque? La res-puesta es no, por una irresponsable falta de medios econmicos y materiales. Pareca haber-se borrado el recuerdo del ataque de 1762-63 (Ref. 04).

    La defensa del Ro de la Plata, en particular Buenos Aires, era una ficcin, pese a los nume-rosos planes desarrollados desde tiempo atrs ante el conocimiento de posibles ataques.

    Responsable fue la Metrpoli, que no atendi los reclamos por medios humanos y materia-les. De los cinco puntos fortificados: Buenos Aires, Ensenada, Maldonado, Colonia y Mon-tevideo, slo este ltimo tena cierta importancia. En Buenos Aires no se utiliz adecuada-mente el armamento disponible, por el temor de entregar armas a los criollos.

    Ya en 1790 el entonces Capitn de Fragata Santiago de Liniers haba presentado un planpara la defensa del Ro de la Plata, combinando caoneras en gran cantidad, mejorando lasfortificaciones de la costa y construyendo puestos de vigilancia.

    A principios de 1805 el Virrey Sobremonte intent poner al Ro de la Plata en son de guerra,construyendo las famosas caoneras y redistribuyendo las tropas. Se considerara a Monte-video como la plaza ms importante a defender, dejando poca tropa en Buenos Aires. Refor-

    zar Ensenada y Colonia.

    Para esa fecha, en el Apostadero Naval de Montevideo se encontraban la fragata Asuncin(34), corbeta Fuerte (26), corbetaAtrevida (20), bergantn Ligero (14), goleta Paz(10), suma-ca (10) Paran y unas 20 caoneras (11). En Buenos Aires, goletas Beln (2) y Santo Domingo(2). Fuerza apta para luchar contra corsarios, pero fuera de condiciones de combate contraotra fuerza naval organizada.

    Como para todos los navegantes, el Ro de la Plata fue el gran impedimento que encontraronlos buques britnicos, por sus bajos, corrientes y el clima de la poca, con sus frecuentessudestadas y nieblas; demostraron desconocer el ro y sus posibilidades portuarias pese aexistir una cartografa adecuada.

    El primer contacto espaol con la fuerza britnica se produce el 13 de mayo de 1806, cuandodesde la fortaleza de Santa Teresa, en la actual costa atlntica uruguaya, divisan un buque deguerra, el que resulta ser la fragata Leda. El 18 se acerca y el da 20 desembarca un oficialcon cinco hombres, los que son capturados. Despus de un intercambio de fuego de caonescon el fuerte, el buque manda un nuevo oficial con bandera de parlamento para exigir la devo-lucin de los anteriores. Este oficial tambin es capturado, en clara violacin a las leyes de laguerra. No habiendo conseguido su objetivo de recuperar a sus hombres, el buque ingls sealej el da 25, sin duda a esperar al resto de la expedicin en la boca del ro.

    El 26 de mayo Popham cambi su insignia a la fragata Narcissus, con la que se adelant a laescuadra para obtener datos, sondar el Ro de la Plata y comunicarse con la Leda. La niebla

    fue un gran problema para la posterior aproximacin a la boca del ro, de cuya riesgosa nave-gacin Gillespie nos brinda una interesante descripcin, as como de los puertos (Ref. 05, caps. III yIV). El resto de los buques arrib el 8 de junio a la altura del cabo Santa Mara (ROU), cuandoPopham se encontraba fondeado cerca del banco Ingls con la Narcissus. Para ese entoncesya no era desconocida en el Ro de la Plata la presencia de buques enemigos.

    Por fin, y no sin sobresaltos en la navegacin, la fuerza se haba reunido el da 11, pero nue-vamente la niebla frente a Montevideo les impidi reunirse con la Narcissus hasta el 13.

    Poco se ha comentado sobre cul era realmente el destino final de la expedicin: Montevi-deo o Buenos Aires, interrogante que tuvieron los mismos britnicos desde la zarpada delCabo. Ya el 23 de abril, una semana antes de llegar a Santa Elena, Popham dicta unas ins-trucciones generales para el desembarco de la expedicin, cubriendo todas las posibilida-des (Ref. 08, tomo I, pg. 218). La lgica indicaba que deba ser el primero de los puntos nombrados.

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    (10)Sumaca: barco pequeo y defondo plano, de dos palos, el deproa aparejado de polacra y elde popa de goleta solamentecon cangreja, que se usa enAmrica Latina para el cabotaje.

    (11)Caonera: embarcacin demenos de 20 metros de eslora,un palo y velas cangreja yfoque, pudiendo ser propulsadatambin con remos. Montabaun can generalmente de 24.

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    Lamentablemente para ellos, el 8 de junio capturan una goleta espaola que navegaba conbandera portuguesa, cuyo piloto les informa que desde el interior haba llegado a BuenosAires una gran suma de dinero para ser embarcada a Espaa en la primera oportunidadposible; que la ciudad estaba protegida por una canalla indisciplinada; que se aproximabala festividad de Corpus Christi que terminaba en una borrachera general, y que por lo tantoera una oportunidad favorable para atacar la ciudad (Ref. 05, pgs. 39, 40) [22]. El 13 de junio se

    convoca a un consejo de guerra, en el que se resuelve que el destino sera Buenos Aires. Elcriterio militar de Beresford se decida por Montevideo, que era la ciudad ms fuerte y quepor lo tanto deba ser atacada primero aprovechando la sorpresa, y que despus desde ahse podan continuar otras conquistas. Pero el comandante naval y la mayora de los oficia-les fueron de opinin contraria.

    Venci la codicia. Es evidente que Montevideo tena una superior importancia militar y comopuerto. El abastecimiento por mar, desde un Brasil amigo o benevolente, los hubiera inde-pendizado de los recursos locales hasta la llegada de refuerzos. Ofreca ventajas defensivas:la ciudad estaba en el extremo de una pennsula angosta, que toca en el mar, navegable paracaoneras en ambos lados de ella. Cualquier fuerza atacante que intentara retomarla por tie-rra estara expuesta al fuego cruzado de estas embarcaciones. Esta situacin se puede apre-

    ciar en la siguiente figura 3, Alrededores de Montevideo.

    El espritu britnico se manifiesta en Gillespie cuando considera que Montevideo pudo seruna interesante base para el contrabando al interior (Ref. 05, pg. 43).

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    Figura 3: Esquema de la

    pennsula de Montevi-deo. Fuente: Beverina.

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    No se puede dejar de tener en cuenta que por el lado espaol, conocida la amenaza y supo-niendo con buen criterio que el lugar de desembarco sera Montevideo, se haban concen-trado en ella las fuerzas de defensa del Ro de la Plata. Pero por otro lado, estaba el granimpacto poltico de tomar Buenos Aires, la ciudad capital del virreinato. Es dudoso que conlas magras fuerzas disponibles, aun considerando la sorpresa, hubieran podido los britnicosvencer las defensas de la ciudad amurallada.

    Decidido el desembarco, el da 16 las tropas fueron transferidas a los transportes por sumenor calado. Beresford con su Estado Mayor se traslada a la Narcissus, con Popham, dondeembarcan tambin la infantera de marina y el personal de marinera que iba a desembarcar.Se declara el bloqueo del Ro de la Plata. Dos de las unidades mayores, el Raisonable (64) yel Diomede (64) fueron dejadas frente a Maldonado y Montevideo respectivamente, paramantener el bloqueo y evitar las comunicaciones con otros puntos de la costa.

    El da 23, Liniers, comandante de Barragn, informa de cinco buques grandes de tres palos,tres bergantines y una sumaca, los cuales amagaron un desembarco. Dado que no pudo avis-tar a los navos y a las fragatas que los apoyaban, los confundi con corsarios. Pero dos dasdespus, el 25 de junio, Liniers avisa al Virrey que diez buques se dirigan hacia Buenos Aires.

    Ese mismo da, 25 de junio de 1806, los ingleses desembarcaron en Quilmes 1.635 hombres(Gillespie, Destfani, Beverina y Roberts dan cifras con diferencias de muy pocos hombres).Para dar un apoyo cercano a la operacin, el buque artillado ms chico, el Encounter(12),fue varado en la playa. La defensa espaola fue dbil e ineficaz; el Virrey no utiliz las pocaslanchas caoneras disponibles en el Riachuelo. Las tropas invasoras vivaquearon esa nocheen la playa, soportando una lluvia pertinaz y fra. No es el objeto de este trabajo considerarlas acciones hasta la llegada de los ingleses el 27 a Buenos Aires, a la que, de manera des-concertante aun para ellos mismos, ocuparon sin oposicin, marchando en cuadros abiertospara dar la impresin de un fuerza mayor que la real.

    Algn autor especula con razn que la captura de Buenos Aires, ms que una conquista

    militar, fue un audaz golpe de mano. Pero los britnicos se haban metido en una ratonera,y necesitaban auxilio urgente, que no lleg a tiempo. Las distancias y los tiempos les juga-ron en contra.

    En nuestra capital, los invasores capturaron algunas pocas unidades navales espaolas, casisin valor militar: faluchos San Luis, Nuestra Seora del Carmen, San Felipe, San Tiago, ElBelem y cuatro caoneras sin nombre. Goletas Beln y Santo Domingo.

    Conquistada simplemente ocupada? la ciudad, Popham enva la Narcissus a Londres conla noticia y el botn capturado, caudales reales locales (Correo, Aduana, etc.) y de la Real Com-paa de Filipinas, valuado en un milln de dlares, adonde arriba el 12 de septiembre, unmes despus de la Reconquista.

    El 5 de julio de 1806, Popham manda dos cartas al Cabo. Una al Comandante en Jefe o alOficial ms Antiguo de los Buques y Embarcaciones de Su Majestad en el Cabo de Buena Espe-ranza [28] a quien le remite copia de la carta enviada al Almirantazgo sobre la expedicin alRo de la Plata. Si bien se manifiesta encontrarse en un estado de perfecta tranquilidad y apesar de encontrarse en completa posesin de Buenos Ayres, le dice que para realizar ulte-riores operaciones ofensivas, en particular contra Monte Video, es necesario contar con refuer-zos navales, por lo menos una fragata y dos buques armados. La otra carta, al Capitn oComandante de buque de Su Majestad subordinado a sir Home Popham [29] en que le pideno pierda tiempo en despachar a todas las fuerzas navales en el Cabo, excepto las que Bairdo l estimen necesario retener ah. Deben enviarse embarcaciones menores, de poco calado.

    Esa tranquilidad de Popham no era compartida por Beresford, quien se senta solo, rodeadopor la inmensidad de un pas que se manifestaba hostil. Quien adems no tard en com-

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    prender que nunca tendran el apoyo de los criollos, entre otras cosas, por el temor de volveral dominio espaol.

    De cualquier manera, estaba condenado. El viaje de las noticias a Inglaterra demoraba dosmeses en cada sentido; al Cabo, uno y medio. Su dominio sobre Buenos Aires dur solamenteun mes y medio.

    Conocida la cada de Buenos Aires, en Montevideo se adoptaron medidas de defensa y de ata-que. El da 11 de julio de 1806 se reuni un Consejo de Guerra para preparar los planes. Se arma-ron 7 sumacas y 17 caoneras al mando del Capitn de Fragata Juan Gutirrez de la Concha (12).Es de destacar una importante participacin y aporte de militares y de mercantes (Ref. 09).

    Tomada conciencia a su vez por los espaoles de la debilidad de las fuerzas britnicas,comienza el alistamiento para la reconquista de la capital. Se renen tropas en Montevideo,adonde Liniers llega a mediados de julio, se hace cargo de las mismas, y comienza su movi-miento hacia la Colonia.

    El 27 de julio se produce la primera gran salida de los buques de Montevideo hacia Colonia,

    los que pudieron eludir el bloqueo navegando por el canal norte, siendo perseguidos sin con-secuencias. Los britnicos mantenan una estrecha vigilancia de este ltimo, por sus sospe-chas que pudiera ser utilizado como puerto de pasaje de fuerzas hacia Buenos Aires. El 29las caoneras salen de Colonia y atacan a un bergantn enemigo.

    Luego de tomada la plaza, la preocupacin lgica de la fuerza naval britnica fue evitar el trfi-co de costa a costa y por lo tanto el envo de refuerzos. No desconocan las actividades deLiniers, y destacaron varias caoneras hacia la zona ms favorable de cruce, en San Isidro, perono se tomaron con la debida anticipacin las medidas necesarias para impedir el cruce del ro.

    Popham vino de Montevideo a la Ensenada el 30 de julio, donde le informaron que haban avis-tado 17 barcos en Colonia. Orden entonces que viniera de Montevideo el Diomede, con toda

    la marinera que se pudiera sacar de los buques grandes, para que a las rdenes del capitnKing del Diadem armaran las caoneras tomadas en el Riachuelo y batieran a las unidades deGutirrez de la Concha. King lleg recin el 4 al medioda y sus lanchas estaban listas el 5,cuando Liniers ya haba cruzado. Este ltimo slo encontr la oposicin de la Dolores (12), vir-tualmente sin inconvenientes. La derrota seguida por Liniers se puede apreciar en la figura 4.

    Justo es reconocer que Popham no tena mucho personal disponible, descontados los queestaban en tierra con Beresford, la dotacin de Ensenada y los que tripulaban al Justina y laDolores. Este mismo problema lo sufrira despus Stirling en Montevideo.

    Un factor de importante influencia en las operaciones fue el temporal del SE que dur 15 dascon persistentes lluvias, desde el 23 de julio, cuando la salida de Liniers de Montevideo, hasta

    la Reconquista, y que afect por igual a ambas partes. Pero a Beresford le impidi una even-tual salida de Buenos Aires para enfrentar a Liniers, como lo haba hecho con Pueyrredn enPerdriel el 1 de agosto, las comunicaciones con los buques, como tambin abandonar even-tualmente la ciudad para reembarcar con sus tropas en Ensenada si fuera necesario.

    El capitn King era un oficial capaz y de la confianza de Popham. Cuando el tiempo moderun poco, el da 8, King improvis una fuerza con el Encounter, junto con las goletas Belem yDolores al mando de oficiales de la Diadem y tripulado con personal de este mismo buque, yremontaron hasta el Puerto de las Conchas, donde divisaron a las embarcaciones patriotas,pero no pudieron acercarse por falta de agua. Despus de algunos cabildeos se tom la err-nea decisin de reconocer y bloquear Colonia, para lo que se destac al transporte Walker.

    Pese a las dificultades de los caminos pantanosos por la lluvia, Liniers lleg a la Chacarita el9 de agosto, y al da siguiente comenz el avance hacia el Fuerte.

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    (12)Valiente oficial que en 1810 eragobernador de Crdoba, y ter-min fusilado junto con Liniers.

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    Popham desembarc el da 11, orden el embarco de heridos y enfermos, y coordin conBeresford que ste se retirara al da siguiente hacia la Ensenada para su reembarco. Opera-cin imposible por estar rodeados por fuerzas espaolas, por la distancia, el estado de loscaminos y la falta de vveres.

    El asalto final de Liniers contra Buenos Aires se realiz el da 12, logrando la rendicin de losingleses. Si bien algo intentaron ese da los buques britnicos para apoyar a sus tropas, nofue mucho lo que pudieron hacer; la parte principal de la accin en tierra se desarroll entrelas 10:00 y las 13:00. Fue evidente la incapacidad de la fuerza naval para dar apoyo a la tropaen tierra debido, segn fuentes navales, en parte al mal tiempo y en parte a la no llegada de

    los refuerzos solicitados a Inglaterra. El resentimiento de las tropas los llev a hablar dedesercin de la Armada. Algo similar sucedera cuando la Defensa, en julio de 1807 (13).

    Es necesario mencionar que el da de la Reconquista, al cesar el temporal, el ro sufri unaviolenta bajante, lo que motiv que elJustina quedara en seco, siendo abordado por una par-tida de caballera (Ref. 05, pg. 79) entre quienes se contaba Martn Miguel de Gemes. Este mer-cante capturado, de 26 caones, junto con una goleta haban dado fuego naval de apoyo decierta efectividad.

    Es conocido que la rendicin inglesa fue a discrecin, despus de 46 das de ocupacin.Beresford iz inicialmente la bandera blanca y luego la espaola. Despus de la rendicin,Liniers con mucha hidalgua y ms ingenuidad, acuerda con el vencido proceder a la entregae intercambio de prisioneros de la manera habitual en la poca, esto es, bajo palabra. PeroLiniers tena una autoridad acotada: el Cabildo, el gobernador de Montevideo, y principal-

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    Figura 4: Derrota delcruce de la fuerza deLiniers. Tomado deReferencia 4.

    (13)Tambin hablaron de la deser-cin de la RAF en Dunkerqueen 1940.

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    mente los mandos criollos, todos se opusieron, y los prisioneros fueron retenidos y enviadosal interior del pas, distribuidos en varias ciudades o poblaciones, y seran finalmente devuel-tos despus de la Defensa del siguiente 1807.

    Merecen un comentario las condiciones que ofrece Beresford para la capitulacin, expresa-das con la caracterstica soberbia inglesa, que parecen los trminos de un vencedor que se

    retira, cuando comienza diciendo:

    No teniendo el general britnico ms objeto ya por qu permanecer en Buenos Aires, y conel fin de evitar una efusin no necesaria de sangre, como asimismo la destruccin de las pro-piedades de los habitantes de esta ciudad, conviene en entregar el Fuerte de Buenos Airesal Comandante de su Majestad Catlica, bajo las condiciones siguientes: 1 que marcharnlas tropas inglesas con todos los honores de la guerra y se considerarn como prisioneros deguerra, pero para ser embarcados en transportes ingleses, ahora en el Ro, lo ms prontoposible, para ser convoyados a Inglaterra o a los puntos de donde vinieron; 2 [...] (Ref. 08, tomoI, pg. 393). Los otros puntos no merecen mayores comentarios.

    La reaccin inicial de Popham ante la rendicin de Beresford fue que recibira las tropas y que

    abandonara el ro, ya que era normal que fueran liberadas bajo palabra de no combatir nue-vamente hasta ser oficialmente intercambiados, decisin final que corresponda sin embar-go a los gobiernos de ambas naciones.

    Le escribi a Liniers el mismo 12 de agosto diciendo que esperaba el intercambio de las tro-pas por prisioneros, y que le enviara a las mujeres, nios, enfermos y heridos. Pero no sabien-do realmente quin era la autoridad, le escribi tambin al gobernador de Montevideo y alVirrey. Los archivos britnicos tienen 44 cartas intercambiadas con el gobernador. El error dePopham fue pretender un canal oficial espaol para las comunicaciones, cuando el Virrey noexista en la prctica, los prisioneros estaban en Buenos Aires, y el gobernador de Montevi-deo, aunque superior de Liniers, no tena autoridad sobre esta ciudad. Y el pobre comodorono quera (poda?) salir del ro sin solucionar el tema. Pero su problema urgente eran los

    abastecimientos, cuando sus dotaciones estaban disminuidas, exhaustas y con la amenazadel escorbuto. Ya despus de la toma de Buenos Aires haba enviado al navo Raisonable (64)a Ro de Janeiro para que trajera vituallas y pertrechos para toda la escuadra. Si bien no dis-pongo de detalles sobre los abastecimientos, es constante la preocupacin del comodoro porla galleta, o por harina para cocinarla.

    Popham demoraba la informacin a Londres a la espera de mejorar su situacin. Recin el25 y el 28 de agosto manda sus primeras noticias al Almirantazgo [61; 62].

    Mientras tanto, mantiene el bloqueo del ro y sus puertos. Fue con la Leda a Ensenada dondeorden clavar (14) los dos caones de la batera costera y reembarcar a la infantera de mari-na que las guarneca. El 15 de agosto estaba estacionado frente a Montevideo con el Diadem

    (64), Diomede (50), Leda (38), Encounter(12), Dolores (12) y los 5 transportes: Ocean, Tri-ton, Melanchton, Wellington y Walker.

    Sucede entonces en la etapa colonial el primero de dos hechos inditos y poco apreciados, yde tremenda trascendencia poltica posterior: el 14 de agosto, dos das despus de la Recon-quista, el Cabildo de Buenos Aires exige al Virrey que recorte su autoridad y designe a LiniersComandante de Armas. El Virrey acepta.

    Las actividades navales en el Ro de la Plata desde la Reconquista hasta enero de 1808

    Reaccin britnica al conocer la zarpada de Popham del Cabo

    Volviendo un poco atrs, resulta muy complicado (hasta divertido?) realizar un relato cronol-

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    (14)Clavar un can: introducir un

    clavo (generalmente plomo)en el odo por el que se dabafuego a la plvora, de maneraque quedaba inutilizado durantecierto tiempo.

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    gico de los hechos, el que se ve seriamente obstaculizado por la demora en las comunicacio-nes. No hay coherencia en los tiempos, las acciones y las decisiones en ambos extremos de lacadena de mandos britnica, decisiones que se toman sobre informaciones largamente supe-radas por los acontecimientos. Mencionamos que el tiempo normal de transmisin de las noti-cias entre Buenos Aires y Londres era como mnimo de aproximadamente dos meses en cadasentido, salvo los ligeros buques correo que, con vientos favorables, podan reducirlo a un mes.

    La informacin de la zarpada no autorizada de Popham hacia el Ro de la Plata (14 de abril)lleg a Londres a fines de junio [115; 116], pero transcurri un mes antes que se produjeraalguna reaccin; quiz porque el Almirantazgo desconoca las verdaderas intenciones deaqul. Ignoraba tambin los resultados de la incursin.

    Adems, es necesario mencionar dos interrogantes cuya incertidumbre contribuy al fracasode las acciones posteriores: primero, Popham haba conquistado la ciudad de Buenos Aireso todo el virreinato de Buenos Aires como se lo conoca en Inglaterra?; segundo, los habi-tantes haban recibido a los invasores con los brazos abiertos?

    Recin el 28 de julio, el secretario de Guerra Windham le escribe a Beresford diciendo que si

    haba tomado algn punto, tratara de mantenerse. Si hubiera fracasado en el intento, noinsistiera, y que en todo caso no se metiera en asuntos de independencia que pretendieranlos criollos. Pero suponiendo el xito de la expedicin, le informa que le enva aproximada-mente 2.000 hombres de refuerzo al mando del Brigadier General sir Samuel Auchmuty(quien deba ser su segundo en el comando), escoltado por el Contraalmirante Charles Stir-ling. Por su parte el Almirantazgo le ordena a Popham entregar el mando a Stirling y regresara Inglaterra [118].

    Reaccin britnica al conocer la captura de Buenos Aires por Popham

    El primero en enterarse de la ocupacin de Buenos Aires fue Baird en el Cabo el 12 de agos-to, el mismo da de la Reconquista. Decidido a enviarle refuerzos a Beresford, retiene al Regi-

    miento 47 que estaba en camino a la India y dispone el envo del 38 y de un destacamentodel 20 de Dragones Livianos y un escuadrn del 21 de Dragones Livianos, ms dos regi-mientos de infantera, lo que sumaba cerca de 2.000 hombres. Todos al mando del TenienteCoronel T. J. Backhouse, con su correspondiente escolta naval, fuerza que zarpa el 29 deagosto para una travesa de 45 das.

    La informacin de la captura llega a Londres el 12 de septiembre, despus de un rpido viajede 57 das, cuando la ciudad ya haba sido reconquistada. El da 25, el Almirantazgo le comu-nica a Popham que desaprobaba que hubiera iniciado una operacin de esa magnitud sinconsentimiento del gobierno, pero al mismo tiempo lo felicitaba a l y a todo su personal porel xito de la operacin.

    Pero la expedicin de Auchmuty se demora por una crisis en Portugal, y el Almirante Stirlingzarpa a fines de agosto hacia el Cabo con los abastecimientos, un convoy de buques para laIndia y el nuevo gobernador del Cabo (General Grey) en reemplazo de Baird, pero sin las tro-pas. Hace escala en Ro de Janeiro entre el 13 y el 18 de noviembre para reaprovisionarse, yse entera por un buque portugus de que Buenos Aires haba sido retomada por los espao-les. Decide continuar al Plata.

    Solucionada la crisis en Portugal, Auchmuty zarpa con las tropas (aproximadamente 3.600hombres) el 12 de octubre directamente al Ro de la Plata, siendo su segundo el GeneralLumley. Lo escoltaba un escuadrn al mando del Capitn de Navo Donnelly con las Ardent,Unicorn, Daphne, Pheasant y Cherwell. Llevaba instrucciones de que en caso que BuenosAires hubiera sido retomada, que tratara de ocupar algn otro punto y esperara refuerzospara volver a reconquistarla, y de no ser posible, seguir al Cabo. Finalmente, Stirling y Auch-muty llegarn por separado al Plata.

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    Conocida la ocupacin de Buenos Aires por Popham, se reactualizan los viejos planes para lacaptura de las colonias espaolas en Amrica. En Portsmouth se prepara otra expedicin,fuerte de 3.000 soldados, al mando del Brigadier General Robert Craufurd, la que sera escol-tada por un escuadrn naval al mando del Contraalmirante George Murray, cuyo destino ori-ginal era Tenerife, cambiado luego por capturar Chile, operacin tenaza con la ocupacin deBuenos Aires. El Almirante poda decidir qu ruta tomar: por el Cabo de Hornos o por el Cabo

    de Buena Esperanza. Esta aparente rara alternativa se justificaba porque en la ruta corta,directa del oeste, a lo largo de la costa de Sudamrica, pasado Ro de Janeiro no tendranpuntos de reabastecimiento ni de refugio antes de enfrentar al temible Cabo de Hornos.

    No puedo dejar de mencionar que el plan mental del Primer Ministro comenzaba con man-dar una expedicin va la India, capturar Manila en Filipinas, continuar y tomar Mxico por elPacfico, mientras otra fuerza ocupaba este pas desde el Caribe. Simultneamente, Craufurddeba tomar Chile desde el sur, ocupar preferentemente Valparaso, tomar contacto terrestrecon Beresford, y no avanzar hacia el Per, el que sera objeto de la otra expedicin.

    Murray se demora en reunir a su fuerza naval, y por lo tanto Craufurd zarpa de Falmouth el 12de noviembre de 1806 con sus tropas escoltadas por una fuerza al mando del Capitn de Navo

    Robert Stopford, compuesta por los navos de 74 caones Spencer, Ganges, Captain y The-seus, ms los Nereid (3), Paulina (16), Haughty(14), Jackdaw(2) y Crane (2); la componanadems 37 transportes en los cuales embarcaban los aproximadamente 4.000 hombres (Ref. 10).

    Como se tema una posible salida de fuerzas espaolas o francesas, se adopt un esquemade cordn de fuerzas entre Madeira y las Canarias para la seguridad de Stopford, quien lle-gado a Cabo Verde y reunido con Murray deba destacar parte de sus buques hacia las Cana-rias, punto focal considerado de importancia para proteger las rutas hacia el oeste y sur.

    De acuerdo con sus rdenes, Stopford fonde el 14 de diciembre en Porto Praia, isla Santia-go, Cabo Verde, para reabastecimiento y a la espera del Almirante Murray. Pero el Almiranterecin puede zarpar de Falmouth el 31 de diciembre, dos das antes que llegaran a Londres

    las noticias de la Reconquista, las que afectan seriamente todo el plan. Se haba perdido unaquijada de la tenaza.

    Reaccin britnica al conocer la Reconquista de Buenos Aires

    El 2 de enero se enva entonces a la corbeta Fly, considerada el buque ms rpido de la arma-da, con rdenes most secret a Murray para dirigirse a Ro de Janeiro o a Buenos Ayres (sic)segn lo crea conveniente. Cmo se encontraban en el mar? Conociendo la derrota previs-ta, cmo han soplado los vientos y cmo responden los buques, y una buena vista. Si las tro-pas de Auchmuty se encontraran todava en Buenos Aires, de ser necesario le brindar apoyocon las de Craufurd; si los espaoles hubieran realmente reconquistado Buenos Aires, y con-siderara que su fuerza es suficiente, los atacar. Caso contrario deber esperar los refuerzos

    a mandar desde el Cabo. La corbeta tena rdenes, luego de alcanzar a Murray, de continuaral Cabo sin prdida de tiempo, con rdenes de embarcar cuanta tropa fuera posible, para que

    junto con las de Craufurd retomaran Buenos Aires. Es decir, pese a la derrota, Beresford habademostrado que exista la posibilidad cierta de capturar la colonia del Plata.

    Algo ms, si al llegar a Buenos Aires encontrara la plaza en poder ingls y en tranquilidad,retomara sus rdenes iniciales sobre la campaa contra la capitana de Chile.

    La corbeta deba entregar al oficial ingls ms antiguo en Buenos Aires y enviar al Almirante Trou-bridge copia de estas instrucciones por medio de los Hermes o Cormorant, con la orden de tener-las permanentemente agregadas a un peso, y tirarlas al mar en caso de riesgo de captura.

    Ante la demora de Murray, y desconociendo las causas, el General Craufurd le exigi al Capi-tn Stopford continuar la navegacin hacia el Cabo de Buena Esperanza, dejando Cabo Verde

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    el 11 de enero, aunque con la fuerza dividida. Los Captain y Ganges fueron enviados deregreso a Inglaterra, elJackdawa informar al Almirante Cuthbert Collingwood, Comandanteen Jefe del Mediterrneo, acerca de los movimientos, quedando la Crane en el puerto conmensajes cifrados para Murray. El 20 de marzo la fuerza lleg a Simonstown, cerca de Ciu-dad el Cabo. Murray haba fondeado en el Cabo dos das antes. Los transportes eran muchoms lentos que los buques de combate.

    El 30 de marzo la corbeta Flyfue despachada a Buenos Aires con noticias de Craufurd paraAuchmuty. El 6 de abril la fuerza zarp hacia Buenos Aires con la escolta de los navos de 64caones Polyphemus y Africa, las fragatas Nereid y Saracen, ms algunos menores. El 21hicieron la obligada escala en Santa Elena, zarpando nuevamente el 26, y el 14 de junioentraron al Ro de la Plata.

    Mientras tanto, en Londres se decide enviar refuerzos adicionales. El primer elegido para elcomando superior (Comandante en Jefe de las Fuerzas en Sudamrica) fue el General sirArthur Wellesley, dejado de lado por su falta de popularidad dentro del ejrcito. La eleccinrecae entonces en el Teniente General John Whitelocke (tampoco muy prestigioso) con elGeneral Levinson Gower como su Jefe de Estado Mayor, adems del Brigadier General

    Ackland como comandante de los refuerzos adicionales. De esta manera, en el Ro de laPlata se encontraran cinco oficiales generales: Whitelocke, Gower, Auchmuty, Craufurd yLumley (el sexto, Ackland lleg despus de la Defensa) y dos Almirantes (Stirling y Murray).Se deba agregar un tercer Almirante como comandante superior, sir Thomas Troubridge,pero lamentablemente se hundi con su buque en un tifn el 1 de febrero de 1807, encamino de la India al Cabo. Whitelocke y Gower zarpan el 9 de marzo en la fragata Thisbepara un viaje de dos meses al Plata.

    Las fuerzas navales espaolas locales, por su parte, consistan en un puado de embarca-ciones menores, apoyadas por algunas privadas que cumplan tareas de transporte entreambas mrgenes, y eventual vigilancia del enemigo.- - - -

    El mes de octubre de 1806 registra hechos navales interesantes, como el apresamiento el da3 de un buque negrero ingls; el 6 se captura en la Ensenada un bergantn ingls con 1.300fusiles, 18 caones de bronce, plvora, etc. Nuestro hroe naval Azopardo obtiene una paten-te de corso para una balandra llamada La Mosca de Buenos Aires, con la que prest desta-cados servicios. El 18 de octubre se realiz un primer y frustrado ataque a Montevideo cuan-do dos buques ingleses se acercaron al puerto para bombardearlo, pero quedaron en calma,y debieron ser remolcados afuera de la baha por sus propios botes, despus de tres horas decombate con caoneras locales. Por este infructuoso ataque contra los buques de Popham, lastropas terrestres espaolas tildaron de cobardes a los hombres de su Armada (15).

    Cmo se va conformando la fuerza britnica

    El 16 de septiembre regres al Plata desde Ro de Janeiro el Raisonable con los magros abas-tecimientos obtenidos. Poco despus lleg la fragata Medusa (32) con 300 hombres de caba-llera, adelantada a la fuerza del Cabo.

    El primero de los refuerzos importantes en llegar al Ro de la Plata, entre el 10 y el 12 de octu-bre, fue el Teniente Coronel T. J. Backhouse, quien se constituye en el oficial de ejrcito demayor jerarqua en ese momento. Era el grueso de la expedicin enviada por Baird desde elCabo, que fue precedida por la Medusa. Lo compona el navo Lancaster(64), bergantinesRolla (14) y Protector(14), la goleta Howe y cinco transportes: Hero, Royal, Charlotte, Colom-bine y Fanny, con un total de aproximadamente 2.200 hombres. Despus de la toma de Mal-donado acantona sus tropas en ese lugar.

    Con estos refuerzos, Popham intent otro bombardeo naval y desembarco en Montevideo, ata-que que se llev a cabo el 28 de octubre, sin mayores resultados para ninguna de las dos partes.

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    (15)Tambin los espaoles? Nadienos quiere.

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    Para entonces, a los britnicos se les presentaba otro problema: los buques mercantes que ten-tados por las noticias que enviara Popham y otros que, desconociendo los hechos, llegaban condestino Montevideo o Buenos Aires y eran detenidos; era necesario vigilarlos y controlarlos.

    Entretanto, Popham, preocupado por la necesidad de contar con un fondeadero seguro parasus buques y para los mercantes demorados, y buscando una fuente de abastecimientos que

    se le estaban agotando (y caballos para sus dragones), decide tomar Maldonado. El desem-barco se realiza el 29 de octubre de 1806. Sin oposicin inicial, fueron luego contenidos porfuerzas espaolas y hostilizados por irregulares, de manera que nunca pudieron expandirsetierra adentro como para asegurar su fuente de abastecimientos, ni de caballada.

    El 3 de diciembre arriba a la baha de Maldonado el Contraalmirante Stirling con una fuerzade 9 buques. De stos, el Sampson, de acuerdo con sus instrucciones iniciales, continu viajeal Cabo con un par de transportes. No le fue fcil a Stirling relevar a Popham, por la resis-tencia opuesta por este ltimo. La actitud de Popham en estos eventos no habla muy bien del, pero finalmente acepta las rdenes y zarpa para Inglaterra el siguiente 26 de diciembreen un buque de bandera norteamericana. Por suerte para l, este mes de demora hace quecuando llega a Londres hubiera un nuevo gobierno, que lo trata con otra consideracin.

    En el Plata se van sumando buques y refuerzos. El 11 de diciembre llega la corbeta Pheasant;el 22 de diciembre lo hizo la goleta Daphne (22) escoltando a dos transportes; ambos gru-pos desde Gran Bretaa.

    El ao 1806 termin con gran incertidumbre para los espaoles de ambas mrgenes delPlata, que no reciban refuerzos, mientras vean crecer la flota enemiga y el grupo de buquesmercantes que esperaban entrar a puerto con sus cargas.

    Es interesante y llamativo destacar a esta altura que en varias oportunidades desde Londresles enfatizan a las ms altas autoridades militares y navales en el Plata que es necesario eindispensable el concierto y la armona entre las fuerzas de tierra y de mar para el xito de

    operaciones tan importantes como lejanas [168; 211] (Ref. 08, tomo I, pg. 187).

    El tercero en llegar fue Auchmuty, el 5 de enero de 1807, con el navoArdent (64), la fragataUnicorn (32), la corbeta Cherwell y 19 transportes; traan a bordo 3.600 hombres. Con el arri-bo de este general se reactivan las actividades militares. De la misma fuerza llega el 6 defebrero la fragata Nereida, con 710 hombres ms.

    El siguiente 12 de enero Auchmuty, sin duda el jefe de mayor capacidad militar de todos losque intervinieron en los ataques al Ro de la Plata, decide evacuar Maldonado, donde Back-house se consideraba sitiado por los irregulares, deja una guarnicin en la isla Gorriti y seprepara para atacar Montevideo. Los Lancaster y Diomede permanecen en Maldonado cus-todiando a los buques mercantes fondeados en la baha.

    Ante la creciente amenaza con fecha casi segura de ejecucin, el gobernador de la plaza, Briga-dier de Marina Pascual Ruiz Huidobro resolvi formar una defensa naval para proteger la entra-da al puerto. Constaba de 5 buques artillados, acoderados para impedir el acceso, con una lneade 12 caoneras, ubicada ms avanzada hacia el mar, como se aprecia en la figura 5.

    El da 14 de enero de 1807, la imponente fuerza naval britnica apareci fondeada frente aMontevideo en dos grandes divisiones. La principal, de las naves de combate, entre la isla deFlores y Punta Carretas; la otra conducida por el Raisonable y compuesta por los buquesmenores y auxiliares, desde la boca del puerto hasta frente al Cerro. La fuerza atacante esta-ba integrada por 72 a 75 buques, de ellos 40 a 44 de combate, transportes y auxiliares, y 25a 30 mercantes. El desembarco se lleva a cabo el 16 de enero en Punta Carretas, unos 10kilmetros al este de Montevideo, apoyado por un intenso fuego naval, aunque la fortalezarecin pudo ser tomada el siguiente 3 de febrero.

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    El desembarco y ataque a Montevideo fue un modelo de operacin conjunta. La cooperacin

    del Almirante Stirling fue decidida, entusiasta y decisiva. La provisin de hombres, armas,abastecimientos, municin, plvora, servicios mdicos, garantiz el xito del asalto.

    Pero el Almirante pag un elevado costo en personal y material. Durante el ataque contra laciudad debi empear gran cantidad de marinera para desembarcar los apoyos a las tropas,particularmente la traccin de los caballos faltantes, y sufri importantes bajas. No estuvoluego en condiciones de completar sus dotaciones ni tripular las embarcaciones espaolascapturadas en el puerto. Slo pudo controlar eficazmente el canal norte del ro, pero no el sur.Se vio forzado nuevamente a dejar sus buques mayores en la boca del ro, y mandar goletasy balandras a incursionar aguas arriba, donde combatan contra sus similares porteas. Lacaptura de tres de sus mejores tenientes en estas operaciones de control fue un rudo golpe,debiendo en adelante confiar en jvenes oficiales no totalmente experimentados. Su prxima

    preocupacin fueron los abastecimientos generales; los que le llegaban desde Inglaterra eranapenas suficientes, el Virrey del Brasil los retaceaba, y los mercantes detenidos los cobrabana precios exagerados. Pero los efectos especficamente navales encontrados en el Arsenal deMontevideo sirvieron para mitigar los apuros del Almirante.

    La conquista de Montevideo provey a los britnicos de un buen puerto, y el seguro abaste-cimiento de agua; aunque por otro lado, estuvieron casi tan impedidos de avanzar tierraadentro como lo fueron en Maldonado. Nunca encontraron a aquellos criollos que corrieranen su apoyo. Stirling se consider en una situacin tan complicada como para buscar provi-siones en el Cabo o aun en Inglaterra [269]. La carne trada desde Inglaterra ya estaba enmal estado y la comprada en Ro Grande tena mal olor [273].

    Capturaron algunos buques espaoles: Paula (22), Fuerte (22), Hroe (10), Dolores (10), Paz(10), el corsario francs Rayna Louise, 10 caoneras.

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    Figura 5: 1807 - Planpara la Defensa Navalde Montevideo.

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    Despus de la ocupacin de Montevideo el puerto fue abierto a los barcos mercantes que espe-raban ansiosamente el permiso para desembarcar sus mercaderas, y realizaron fructferos nego-cios. Pero la ciudad no poda absorber tanto giro comercial, y se apel al expediente de siempre:el contrabando hacia Buenos Aires a travs de la antigua va del Delta y el puerto de Las Conchas.

    Como golpe de suerte, uno de los buque ingleses, la caonera Cherwell, intercept el 22 de

    enero una lancha en la que escapaban de la costa sur el General Beresford y el Teniente Coro-nel Pack (16), los que fueron llevados a Montevideo. Beresford rechaz las propuestas de asu-mir el comando de las fuerzas terrestres, y prefiri volver a Inglaterra. En cuanto a Pack, obse-sionado por recuperar la bandera de su regimiento, rompe su palabra y vuelve a combatir.

    Un segundo dato poltico intermedio: entre el 6 y el 10 de febrero de 1807 se decide en Bue-nos Aires la destitucin del Virrey Sobremonte y su apresamiento. Liniers es designado jefemilitar de todo el virreinato y el poder poltico pasa a la Audiencia. Sobremonte qued dete-nido en Buenos Aires hasta 1809, cuando Hidalgo de Cisneros lo manda a Espaa. Fue unaverdadera rebelin (17).

    Entre las acciones navales menores, el 11 de marzo se desarroll un combate en la boca del Para-

    n entre dos bergantines ingleses y el bergantn Beln (Teniente de Navo Michelena), la sumacaRemedios y cinco caoneras. La accin fue reida, y los buques ingleses pudieron escapar.

    Pero Colonia era el puerto de las embarcaciones espaolas que combatan en el ro, y depasaje de refuerzos a la Banda Oriental (Buenos Aires estaba libre). Para suprimir estas acti-vidades, Auchmuty envi a tomarla, por agua, al Coronel Pack con cerca de 2.000 hombres,desembarco que se llev a cabo el 15 de abril. En su diario, Stirling dice que Colonia es unMonte Video (sic) en miniatura, con un muy buen puerto pequeo en el cual los buques mer-cantes deberan permanecer despus de la conquista de Buenos Aires. Por orden de White-locke la plaza sera abandonada el 24 de junio, al comenzar el desembarco en Barragn.- - - - -Los Generales Whitelocke y Gower llegaron al Plata en la fragata Thisbe el 10 de mayo.

    Junto con ellos deba llegar el convoy del General Ackland, escoltado por las Cormorant yHermes, con refuerzos de 1.800 tropas, el que retrasado por temporales no pudo hacerloa tiempo para intervenir en el segundo ataque contra Buenos Aires. Arribara recin el 22de julio, a 22 semanas (cinco meses y medio) de la zarpada. Cabe mencionar que un daantes, el Almirante Murray le escribi al secretario del Almirantazgo William Marsden [376]expresndole su preocupacin por la suerte de esta fuerza y que enviaba al Rolla a bus-carla. Estas fuerzas seguiran luego viaje a la India.- - - - -El 14 de junio arriba el Almirante Murray con los 4.500 hombres del General Craufurd, aqu-llos destinados originalmente a Chile. Mencionamos la zarpada adelantada con la protec-cin de Stopford y su escala en Cabo Verde y en el Cabo de Buena Esperanza donde final-mente se reuni con la fuerza naval de Murray, compuesta por dos navos, una fragata, una

    balandra, un bergantn, una goleta, un buque depsito y 2 transportes. Como oficial msantiguo, este Almirante asumi el comando de las fuerzas navales.

    La tirana del espacio me priva de narrar en detalle los hilarantes acaecimientos ocurridoscon estas fuerzas, hasta su reunin en el Cabo: Murray era perseguido por la Fly, que no loencontr por un da, as como Murray se haba desencontrado con Stopford y Craufurd porseis das; la Nereide escoltando a los transportes con el 9 de Dragones hacia el Ro de laPlata, Stopford con sus buques transportando a Craufurd, Murray con sus buques buscandoa Craufurd, el Olympia navegando rumbo al Ro de la Plata. Pero el ocano es grande, y pesea que se cruzaron, nunca se encontraron.

    Para entonces se encontraba reunido en el Ro de la Plata un aparato blico sin precedentes yposiblemente nunca repetido: comprenda cerca de 12.000 hombres de tropa con abundanteartillera. La fuerza naval constaba de 5 navos, 5 fragatas y varias naves menores, con un total

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    (16)Prisionero en la Reconquista,despus de escapar de Lujncon Beresford, rompe su pala-bra de honor de no volver acombatir hasta ser canjeado.Su cabeza tendra precio entreel pueblo de Buenos Aires (Ref.08, tomo II, pgs. 205 y 384).

    (17)Considero personalmente que laverdadera y completa historiade nuestro Virrey Sobremonte

    no ha sido escrita todava.

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    de ms de 650 caones. Todas arri-baron al Ro de la Plata sin ningunaoposicin militar, solamente las habi-tuales inclemencias del tiempo.

    Contra esto, la fuerza naval que

    poda defender a Buenos Aires esta-ba compuesta por una fragata y unbergantn mercantes, con pocoarmamento y menos personal, tressumacas, una goleta y 7 u 8 embar-caciones menores. Una sola fragatainglesa o dos de sus bergantineseran suficientes para destruir atoda la escuadrilla portea.

    Cuando las tropas de Craufurd lle-garon a Montevideo, y apurado por

    atacar Buenos Aires antes de juliopor razones del clima, Whitelockeno las dej desembarcar pese aque llevaban varios meses en elmar; y las mand directamente aColonia, puerto de reunin para eldesembarco en la otra orilla.

    El 21 de junio, Murray a bordo del Nereida, con Whitelocke, fonde cerca de Ensenada, y seorden que todos los buques se reunieran en ese punto. El 28 de junio a las nueve de lamaana comenzaron a desembarcar, sin oposicin, cerca de 9.000 hombres, artillera, 206caballos y mulas, vveres y pertrechos. El lugar del desembarco se debe situar al este de la

    batera, es decir, a la derecha de la flecha N en la figura 6.

    Whitelocke tena tres alternativas para el ataque a Buenos Aires: (a) sitiarla por tierra, blo-quearla por agua y rendirla por hambre, (b) someterla a un demoledor bombardeo naval yterrestre, o (c) tomarla por asalto. Nuevamente, la urgencia por la meteorologa lo decidi porla ltima, y se abstuvo de utilizar masivamente la artillera terrestre para no tomar una ciu-dad semidestruida. La primera alternativa le hubiera significado el xito. Adems, distribuysus fuerzas a lo largo de esas calles rectas que l mismo, al contemplarlas en Montevideo,las consider como una ratonera mortal (Ref. 11, pg. 96). Su apreciacin prob ser correcta.

    El ataque comenz el 3 de julio, y la Defensa culmin el da 5 de julio de 1807, con la derro-ta inglesa y la capitulacin el da 7 de Whitelocke y Murray ante Liniers.

    En este caso, el apoyo de la flota fue menos importante que en Montevideo; la hidrografa, ellugar de desembarco era mucho ms alejado que el de Beresford, obligando a las tropas a tresdas de marcha, lo que dio ms tiempo de reaccin a los defensores. Hubo problemas con losabastecimientos, debidos a la falta de planes por Whitelocke y a que la ruta de avance estabarelativamente alejada de la costa. Murray llev sus buques menores frente a la ciudad, pero elataque fue desarrollado desde una direccin tierra adentro, fuera de la visual desde el ro. Lafuerza naval estuvo concentrada en el lugar adecuado, realizando enormes esfuerzos por saberqu estaba sucediendo en tierra, si deban mandar refuerzos o abastecimientos, esfuerzos quefueron superados por los acontecimientos. Aun el bombardeo a los cuarteles de Liniers resultms peligroso para los prisioneros ingleses que para aqul. El ataque a Buenos Aires result unfracaso; pudo haberse retenido Colonia y Montevideo, y reintentar un ataque?, pero el precioestaba ms all del alcance de las fuerzas britnicas en ese momento? Nuevamente, para losfines de este trabajo, interesan los puntos 2 y 5 del Tratado del 7 de Julio. Por el 2, las tropas

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    Figura 6: Ensenadade Barragn.

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    de S.M. B. conservarn durante el tiempo de dos meses, contados desde el da de la fecha, laFortaleza y Plaza de Montevideo [...]; por el 5 se daba un plazo de diez das para evacuar lacosta sur del Ro (Ref. 08, pg. 531). El plazo de dos meses se justificaba por el tiempo necesario paraque regresaran desde el interior los prisioneros de la Reconquista, a fin de embarcarlos. Fuelevantado el bloqueo naval del Ro, pero no ces el patrullado britnico.

    Del 9 al 12 los soldados ingleses de Buenos Aires se reembarcaron por el Retiro, abando-nando la ciudad. La corbeta Saracen zarp el 10 de julio hacia Londres llevando el informeoficial del General Whitelocke. Entre otros, el 1 de agosto zarparon los regimientos de infan-tera 47 y 83 rumbo al Cabo; el siguiente 7 lo hicieron los regimientos 9 y 20 de dragones y88 y 95 de infantera hacia Inglaterra.

    El 9 de septiembre, dos das despus del plazo estipulado abandon Montevideo el ltimocontingente de 5.787 soldados ingleses. Como se estimaba en doscientos el nmero de pri-sioneros que no haban sido devueltos an desde el interior, a causa de la distancia o posi-bles deserciones, Whitelocke dej algunas unidades. Cuando el convoy final abandon el roel 14 de septiembre, quedaron los Nereide, Hermes, Cherwell y Olympia. Estas unidades rea-lizaron algunas tropelas [402] hasta que el Hermes y el Olympia partieron hacia el Cabo el

    26 de diciembre. Finalmente, las dos restantes abandonaron el ro el 26 de enero de 1808,terminando la invasin comenzada ao y medio antes.- - - -Pero no sera el ltimo movimiento. A fines de 1807, ante la invasin francesa a su pas, lacorte portuguesa fue trasladada a Ro de Janeiro en una escuadra britnica. A mediados de1808 comienza la guerra de la independencia de Espaa. El comandante del escuadrn bri-tnico en Brasil, Almirante Sidney Smith, escribe al Almirantazgo sobre la conveniencia deenviar buques al Ro de la Plata para seguir de cerca los posibles movimientos independen-tistas. Poco despus, buques britnicos aparecen en el estuario, donde permanecerndurante muchos aos, como estacin naval.

    Conclusiones

    De los dos ataques al Ro de la Plata, el primero reconoce su origen en la simple iniciati-va (?) del jefe de una escuadra, que se lanz a una aventura audaz sin la anuencia y aunsin el conocimiento de su gobierno, movido por ambicin personal (18). Pero el segundofue dispuesto por ese mismo gobierno que desautorizara al jefe anterior, y que se apre-sur a consolidar y extender la accin de conquista no bien la primera noticia del sor-prendente resultado hzole vislumbrar la posibilidad de adquirir un valioso mercado parasus manufacturas, al mismo tiempo que asestar un golpe formidable a Espaa [...] (Ref. 08,tomo II, pg. 403).

    Es posible que se hubiera considerado una tercera expedicin, conducida por sir Arthur

    Wellesley, luego duque de Wellington, como posibilidad de salvar algunas migajas del honornacional, pero el desarrollo de la guerra peninsular demand su presencia en Europa.

    Uno de los principales elementos del fracaso britnico fue su pobre conocimiento sobreSudamrica, su geografa, las distancias, en particular la poblacin y las actitudes de lamisma, pese a que Popham se consideraba a s mismo, y era considerado por otros, un exper-to en esta regin. La potencia de los navos se vio anulada por la poca profundidad de lasaguas, y no importa cunto se pudieran adentrar en los ros los buques ms chicos, siempreera posible para los espaoles cruzar corriente arriba.

    Estratgicamente, la campaa en el Ro de la Plata fue llevada a cabo a tal distancia de Ingla-terra que la demora en las comunicaciones se constituy de por s en un elemento impor-tante de los hechos. Mencionamos que el tiempo normal de transmisin de las noticias entreBuenos Aires y Londres era como mnimo de aproximadamente dos meses en cada sentido,

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    (18)Sobre el tema, son interesanteslas palabras del Capitn Rodr-guez en la Advertencia Preliminara la traduccin de Una Propuestahasta qu punto resulta ociosoel discutir si Sir Home Pophamobedeci a instrucciones o proce-di por su cuenta cuando la fra-casada aventura de 1806 (Ref.

    17, pg. 7).

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    salvo los ligeros buques correo que, con vientos favorables, podan reducirlo a un mes; y debeconsiderarse adems la cantidad de unidades que deban destacarse para llevar y traer infor-maciones y rdenes.

    Otro elemento mayor de complicacin fue la inestabilidad de los sucesivos gobiernos britni-cos durante el perodo, la alternancia de dos partidos con diferentes enfoques polticos. Los

    cambios que tuvieron lugar en Londres afectaron, de manera demorada, los eventos en elAtlntico Sur. Cuando Popham zarp en su viaje no autorizado desde el Cabo, a mediados deabril de 1806, crea que William Pitt era el Primer Ministro, pero Pitt haba muerto ms de dosmeses antes. Se enter al llegar a Santa Elena, y no fue hasta algunos meses despus quetuvo conocimiento (por los diarios) que el nuevo First Sea Lord of the Admiralty era LordHowick, pero para ese entonces Lord Howick haba sido reemplazado por Tom Grenville. FueGrenville el que envi las expediciones de refuerzo y los reemplazos de los comandantes,pero para el momento en que las diversas fuerzas se reunieron en el Ro de la Plata bajo elcomando del General Whitelocke, el gobierno de Grenville haba cado y el nuevo First SeaLord era Lord Mulgrave. stos son slo algunos ejemplos de los cambios producidos mientraslas noticias se desplazaban al ritmo de los vientos y las velas.- - - - -

    Analizando el desempeo de los principales actores britnicos, en el primer ataque tenemosdos: Popham y Beresford. Ambos excelentes militares y de buena capacidad intelectual. ElComodoro ms dado al vuelo estratgico poltico, el Brigadier General con un enfoque msrealista sobre la situacin militar en el teatro de operaciones. Comentamos las divergenciasentre ambos sobre la eleccin del objetivo. Comparando las personalidades, es indudableque fue acertada la decisin de Baird de designar a Beresford al frente de las tropas. Poste-riormente, el gobierno britnico pens que deba ser l quien continuara al frente de las ope-raciones, desconociendo que haba cado prisionero.

    Cumplidas las profecas sobre la facilidad para ocupar Buenos Aires, fue el Brigadier el pri-mero en tomar conciencia de su situacin: haba capturado la capital, pero con sus magrasfuerzas no poda controlar el vasto territorio del Virreinato, fuente segura de sus problemas

    futuros (Ref. 12, pg. 29). Pero con un pensamiento poltico opuesto al de Popham, quien especu-laba con la promesa de independencia, cometi el error de hacer jurar fidelidad a Jorge III.Poco tard en darse cuenta que ni a los mismos criollos habitantes de Buenos Aires les inte-resaba cambiar de amo, cualesquiera fueran las promesas. Exista desconfianza sobre lasintenciones futuras de Gran Bretaa. Por experiencia, no sera la primera vez que una con-quista militar era devuelta a sus antiguos amos en la mesa de la paz. En este caso, apoyar alos britnicos sin una plena seguridad de su parte era jugar una carta brava que poda ter-minar en la horca (Ref. 12, pg. 30).

    De cualquier manera, Beresford, Popham, Auchmuty, Craufurd y Murray continuaron en ser-vicio activo con carreras normales cuando no destacadas.

    Popham fue sometido a Consejo de Guerra en Portsmouth entre el 6 y el 11 de marzo de1807, bajo el cargo de haber abandonado con sus buques la estacin del Cabo sin autoriza-cin. Pero en vista de los objetivos propuestos, termin con una severa reprimenda. Ascen-di a Contraalmirante en 1814, y en 1816 present a S.M. Catlica un plan para recuperarlas colonias de Sudamrica (Ref. 13, pg. 268).

    Charles Stirling, Comandante en Jefe en el Cabo en 1807 y promovido a Vicealmirante enJamaica 1811-1813; fue sometido a una Corte Marcial bajo el cargo de alquilar sus buquespara escoltar a los espaoles.

    Prrafo aparte, resulta cuanto menos sorprendente, desde el punto de vista militar, el fraca-so de Whitelocke en tomar Buenos Aires. Era aceptable su preocupacin sobre la influenciadel clima, pero el invierno ya estaba instalado, las lluvias haban llegado, slo era esperablealguna baja de la temperatura. Estaba en posesin del puerto de Montevideo y tena reser-

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    vas acantonadas en ese punto. No esper a los 1.800 hombres de Ackland que arribaron sloquince das despus. Sus posibles opciones de ataque ya fueron comentadas.

    De los principales actores, solamente Whitelocke fue sometido a juicio por una corte integra-da por diecinueve tenientes generales, y la sentencia del 24 de marzo de 1808, concluy:que el Teniente General John Whitelocke sea expulsado del ejrcito, y se lo declara total-

    mente inepto e indigno para servir a Su Majestad en capacidad militar alguna(19)

    . Puedeespecularse cul fue la razn por la que escap a la suerte del Almirante George Byng, eje-cutado el 14 de marzo de 1757 por un pelotn de fusilamiento en la toldilla de su propiobuque, acusado de no ayudar a los sitiados en Menorca y no haber hecho todo lo posible porderrotar a la fuerza naval francesa (Ref. 15, pg. 182).

    No puedo dejar de mencionar que en las dos fases, la participacin de los marinos espao-les y criollos fue de indiscutible importancia. Por citar algunos, el Capitn de Navo Santiagode Liniers y Bremond, el Capitn de Fragata Juan Gutirrez de la Concha (fusilados ambospor Castelli en Cabeza de Tigre el 26 de agosto de 1810; Gutirrez de la Concha era enton-ces gobernador de Crdoba), el Teniente de Fragata Jos de Crdoba y Rojas (siendo Capitnde Fragata y Comandante de fuerzas terrestres en el Norte, fue fusilado por Castelli el 15 de

    diciembre de 1810), Azopardo, Cndido de Lasala, Benito Correa, etc.

    Finalmente, Ferns (Ref. 20, pg. 29) considera que las relaciones anglo-argentinas comenzaron el8 de junio de 1806 cuando la flota britnica aparece en el Ro de la Plata. Contina diciendoque el ataque al Virreinato fue, en muchos aspectos, el acontecimiento ms importante denuestra historia, y que de ese conflicto nace la Repblica Argentina. Por supuesto, quedaabierta la discusin. n

    LA INVASIN INGLESA AL RO DE LA PLATA ENTRE 1806 Y 1808. ACTIVIDADES BRITNICAS DESDE EL PUNTO DE VISTA NAVAL44

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    (19)Ref. 04, pg. 166: LieutenantGeneral John Whitelocke becashiered, and he is declaredtotally unfit and unworthy toserve His Majesty in any militarycapacity whatever.