Alberto Breccia, Ernesto Sabato Informe Sobre Ciegos

8/3/2019 Alberto Breccia, Ernesto Sabato Informe Sobre Ciegos

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ERNESTO SABATO +ALBERTO BRECCIA

I N F O R M E

S 0 8 G E

C I E G O S



ERNESTO SABATO+ALBERTO BRECCIA

I N F O R M E

S O R R E

C I E G O S

PROLOGO

CARLOS SAMPAVO



Los tiuros (/(1 CO & CO

EDITOR: 1 - / t J e / . { 1 / ' Ctunurri

REDACTOR JEFE: Laureano f)ofl/.(I/gucz

DISENO DE LA COLECCI6N: Miguel l.targucs

PRODUCCI6N: Jordi ilspa

TiTULO ORIGINAL: lnforme sobre ciegos

1" EDICI6N: septiembre f99J

La presente ediciol/. es p ropieaad de Ediciones B, SA

Calle Haitcn, 84 - 08009 Barcelona (Espana)

© Emesto Sabato/Atterto Breccia-Veruge Graphic. tnforme

soure degos es ta udaptacum de unIragmetuo de fa obra de

Emesto Sabato, Soore tieroes y tumuas, publicada en ESP(lfILi

porSeix-Barrat.

© Para fa edidu//. en cauettono, Ediciones B, SA.

Printed in Spain

ISBN: 84-406-4/52-4

Deposito legal: CO-IJ87-/99J

hnoreeo oor Graficromo, SA.

Apdo.232

Cordoba, Espaiia



ALBERTO BRECCIA EN

LASTINIEBLAS

Carlos Sampayo

• • •

H<Ice muchos anus, con una mezcln de dad. l'orque quii'Jis no hayaruos senudo el vertigo de

escepuclsmo y plcardra, Alberto Fernando vtdal Olmos ante elmundo de los clegos,

Breccia confesabn su lntencton de ha- perc la Idea de las unlebtns 110deja, en ntngun casu,

eel' un tmba]o grrifico sobre eJ tnfonnc sabre ciegos de remlumos it nuestro propio SCI' desconocfdo.

de Ernesto S{ibal0, Escepuctsrno porque qulzas no Beitusuar, entonces, esta obra «IUe es parte de una

creycrn que Ie fucm posihle conscguir la autoriza- obramnyor, de la que cousutuye un capitulo) es 101111-

cion del nutor, pic,mlra porque en etlondo tnuua qLle bien rccrenr para sf los horrores de 011'0. EI universe

lIegada a haccr cl tmbnio, sin conunsres de Fernando

aunque s610 I'UC!'iI POI!';!st Y VidHI Olmos se vuetve, para

sus ullegudos. No scrta la pri- Alberto Breccia, tina ctenaga

mera vcz. diluida donde los trazos que

Hnntmcntc consigu!c 10 1:1detlnen (aceprcmos que In

que huscnba. Probuhlcmeutc dcfincn) undncen la tuna de

1105 IwilcII10S unto clresulta- lu lrnpotencin rrente a pede-

do delmas grande desutfo ill res tnamovtblcs. En la elec-

que SI:! enfremo Atherro BI'("c- cion del arusta de estes 10-

ct .. a 10 lnrgo de 81 1 C<lI'I'cra. nos, deltexto mismo, estata

POI'nh'a parte, uutolmpuesto. necesidad de exorcizar los

ueilustmr el bl/fJ/'ll/c sabre demonlos de 10desconocido

ciegos sin cnercnla tcnta- dad os a <11<1(;111'llectcr desde

cion epigl';llka (nadu meil el texto de Eruesto Sabato.

tarnpoco), rue prer-edido per 1 1 : 1 tnfonnesoore degos ort-

un unbe]o de muduruoidn de gfuul es un texto de mas 0

una decrufu: exactamente desde el memento en que menus 160 pagtnus segun 111edtcton. Para quien no 10Breccia sc 10 pl'OpUSO ul autor dcltexto, un insigne huya lefdo nclamrcmos que haste uene partes de hu-

escrttcr que, COli [usuctn p:lI'a conslgo mismo, pm'ece rnor (que no de buen humor). La supresion de todo

haber desconflado delresuttado de una manipula- aquetto que no fuem Iii pura obseston de Fernando

cion de S1.lobra. Vidal Olmos qulzas se debu < J 1<1distorsicn flue hubie-

Me penntto el plconasmo -retlustrar» obllgado per 1 ' < . 1 generado una fldeltdud absolute, dcnde la version

la realldad de un tcxto que, en su origen, ilusu-a con uustradu no hublese stdo necesarta, y dondc hublera

suflclencln 1<1obscslon de un protagorusta tan tnco- sur'gido esc hnhitual petutancta de los textos reforaa-

modo COIllO seductor. Sus ideas sobre Iii vida, centra- dos. EI IIlforllle, obvinmente, no necesttc retuerzos;

dns cn I,. desuucclon, 10 conducen inexorablernente es, en si, LUlUobm pertectn. Para Alberto Breccia, co-

hacia Iii muerte y con el vamos los lectores, Ilustra- mo ya Ie ocurrtera frente a otras obras (recuerdo es-

des pOI' sus vlslones, que son un aspecto de la realt- pectalmente su magistral version de Lagalfina dcgo-



I/ada. de Horacto Quiroga), eltexto original significa

un pumo de purrtda para desarrouur una visi6n per-

sonal, plasuoa, rte los problemas plantcados en 61. 8:1

mencionado cuento de Quiroga, que narta el deeper-

tar del lnstinto de la sangre en cuatro ollgofrerucos

que termman useslnando a su hermana pequerta es-

umutados poria sangre de una gallina, no es mas

que una crontca

de 10poslbte, COli

todo 10que tiene

III reaudad de ate-

rrador. Breccta se

aventurc ill pozo

sin fondo de las

pcsadlllas con su

version de Los

m u o s de

Ctntuunu. de

Howard P. Lovecraft, don de 10tnenarrab!e se volvta

irremedtabtemente abstracto. EI tnforme s ob re c ie go s

no es una pesadllla sino, como con petulnnciu 10defl-

ntrran los profesionnles del dlugnosuco, Lin dellrio

sistemauzedo.Adlferencta de otros dehrios del mis-

mo gcnero, este no corrobora la supervtvencla del

rlelirante sino que Ie conduce haole la muerte y, en

consecuencta, a la destrucclon del propio delirio. Su

sistema de pensanuento es tntrlnsecamente suicide y

a1Jf radlca parte de su ureslsubte seduccton. Desde

las prtmera ttneas sabemos que moru-a, perc quere-

mos mas datos a 111ez que tememos conocerlos. La

obru nos desvelara 1 0 que el protagonlsta consider-a

los molivos. Breccia los hace vel' con el dlstencla-

miento proplo de qulen ve. POI"su Iado los mouvos

son ciegos al sufrbnlento de los otros, porque care-

cen de oj os para vel': los ciegos lmaginados per

• • •

Sabato, perseguldores de Vidal Olmos, son recreudos

per Breccia como una rafuga, algo inaferrahle; 10

mas terrorfflco es su tatta de expreston, su palidez

que aborrurm de los espejos, su obsunacion ell quien

salle que prcposnos.vida! Olmos cree saber que los

proposttos son de dorninio, peru no csta IlHISque pro-

yecrando hacia un rnundo odtado sus proptas tenden-

t].-:';jjIIllili!~III;;:::.1!!I"""~~> Gins.La suya esla mas estcril de

las fcrmas de so-

ledad, cas! como

la de un ciego

que se Illega a

orr, local', oler 0

gustar.

Sobre tieroesv

IUII/bas, novela a

11 1que pertenece

e llt r{ or lll e s ob re c ie go s, de 111cual consuruye un capt-

tuJo dave, rue publlcade en 1962 y marco a una ge-

neraclcn de tectores [ovenes. EI capitulo en el que

Fernando Vidal Olmos nabla en primera persona de

sf rnlsmoy donde plasma una vision del mundo, rue,

desde entonces, motive de dlscusldn y controversia.

Alii todo, mcnos la clave, esta expticnado en modo

minucioso y esta en carla lector desentranar 10que

no se dice, Al llustrarlo, Breccia no ayuda a paltar la

dlllcultad sino que, pOI" el contrano, agrega oscuridad

IIun rnundo de tinieblas. SI}trabajo no rtene lu pre-

potencta de una protesta, es la pactente vtvtseccicn

de las proptas sensaciones y senunuentos Irente a la

lecture y tal vez haya partido de la necesidad de pa-

liar el horror que ella Ie genero. Breccia es propenso

a lectures de las Hamadas tuertes, ama la Intriga y le

au-ae 10desconocido, sinuendo LUI suave y tierno dis-



• • •

tanciamientu hncm los heroes delterror (vease 11pro- obra extensa, Ilena de refercncias htstortcas y des-

posno SII ironicn )' cxuuordlnarta version del conde crtpclones, cl tnfonne sobre ciegos promovlo una zo-

Drnculo), sfcnte por Fernando Vidal Olmos un respeto na OSCUr:l, de representactones imposibles 0 quiz-is

cast utcmorfzado. Huciendose cargo de la prunern prohtbldas.

persona no Iuzga al personafe mas que cuando el Transcurrnto esc ucmpc vuelvo a tomnr contacto

mtsmo se juzga a unves de sus nctos y con el picnic cl con el PCI'sOIHlje de Erncsto Sabato, que ahem, apar-

atre y el susrento cuando ambos se adentran en las ti- Ie de una voz, uene un 1'05tl'O.La sensucion que PI'O-

nieblas. Como el, no se hue- duce cs que los lectores, pri-

rroga sobrc la lcgttlmtdud 0 vlteglados poscedores del

verostmtlttud del mundo pe- sen lido de la vista, podemos,

galoso en ci que I)OCO , J I)OCO comparuendo la persona de

se sumerge, con 61 ucepta su lu confesion, vel' 10 que 61 ve

tneluctabttldud. y, a! verlo tamblen a el mis-

Observese, a propostto, 101 mo, camtnur sabre un C(lIllI)O

atcrradom unnstormaclon minado del que tenemos los

del rostro, sus expresiones, pianos. Alberto Breccia nos

dcl upografu Celestino ayudu a salver el obstaculo.

Iglesias, que picnic el (Ion de Alberto Breccia, adaptando

la vista en un accntente pro- LexLosHterarios que tienen a

fesional; su lenin desconflnn- Ia allenactcn como protege-

za esta rellejnda COil preci- ntsta, ha escogido nada mas

sion desde la vision tie que una zona de la senstbtll-

Breccia. Los personaies del dad bumaun, no por extrema

margen del drama, ajenos a 10 que Vidal Olmos lla- menos postble.

ma tucidez (y que Alberto Breccia, neutral, no pone La representncion delmal no hace mas que conflr-

en dlscuslon) tleuen 1;:1partencia de pertenecer a marque el mal es peor que cualquier idea que de e l

otro mundo, un tugardonde hay csperanzas y no hay pucda hacerse, no sabemos si hay fuerzas que 10 ri-

contralndicactcnes para la extstencla. gen: en todo Ci1S0Breccia tnterpreta cl/njorme SOfN'e

Confieso que Ialecturu del texto ortginat, hecha ciegos como una ulegcrfa creada por Emesto Sabato

haec lreinta alios, no me suscito nlnguna imagen; y, como tat, es un nuevo punto de partfda de la repre-

otego potencial. como lector entre en las ttmeblas de sentaclon de las Iuerzas negauvus. EI terna es Inter-

la m en te de vldul Olmos creyendo que 10 que decia minable, 10 lustor!a, y me reftero solo a la afert-ahle,

em una tndlcaclcn 11preventrse porquc elmal podia In contempcranea, nos demuestra dia a dia que pue-

SCI'incurable. Los tmagcnes estaban en las palabras de adoptar las formas mas desprejuiciadus. Como en

mlsmus s, al comrano del resto de la novela, una los dibujos de Alberto Breccia. •


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/'ERGO lA VISTA. OUIEN S4BE oA0U£L

ACCIDENTE NO rUE FORZ4DO DE ALGU-

NA MANER4?OR MI D€S£O. D£C!DI- OB~

SGRVAR .


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