Alasino y Bartolacci - Comentarios Sobre El Suicidio y Durkheim

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FICHA DE CATEDRA TEORIA SOCIOLOGICA Comentarios sobre “Durkheim y el Suicidio” 1 , de Baudelot y Establet. Por Nadia Alasino y Franco Bartolacci 2 Christian Baudelot y Roger Establet, proponen una lectura actual de El Suicidio (ES de ahora en más), advirtiendo en él, un método de análisis aún hoy aplicable. Proponen desde el inicio al lector el desafío de “medir” su conocimiento de la obra de Durkheim. Se plantean 11 afirmaciones sobre las que hay que enunciarse sobre su veracidad, a partir de lo expuesto por Durkheim en ES. De acuerdo al nivel de repuestas correctas, se pronuncian los autores sobre el grado de “urgencia” que posee el lector para arrimarse al libro de Durkheim. Invitan entonces a realizar este acercamiento, o relectura, juntos. Los autores consideran que ES constituye una excepción en la obra de Durkheim, por la actualidad del tema propuesto. Si bien la afirmación en torno a la vigencia del escrito de Durkheim no implica desconocer ciertas contradicciones presentes en el texto, para Baudelot y Establet “la obra extrae su fuerza tanto de la calidad de los materiales estadísticos reunidos y de la obstinación del autor para dar cuenta de manera coherente (...) tanto en el campo de los hechos producidos como en el de la explicación teórica” (2008: 16). Con la premisa de realizar una lectura “selectiva y orientada” de ES, Baudelot y Establet estructuran el libro en cuatro capítulos. El primero de ellos analiza tres cuadros 3 de ES que permiten resaltar la naturaleza social del fenómeno y su relación con la institución familiar; un segundo capitulo que somete a crítica las estadísticas; un tercer capítulo que vincula la distancia entre la representación del suicidio que realiza la sociología con las que aparecen en la prensa, la literatura y la historia; un cuarto capítulo dedicado a establecer la vigencia de las regularidades observadas por Durkheim y explicar aquellos casos en los que se observan variaciones y; finalmente una conclusión que establece un balance del aporte de Durkheim al estudio del suicidio, resaltando los espacios en blanco que aún es necesario componer. 1 Baudelot C., Establet R., Durkheim y el suicidio. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, 2008. 2 Jefes de Trabajos Prácticos, Cátedra de Teoría Sociológica, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario. 3 Constancia del suicidio en Francia. Síntesis de los cuadros I y II., Comparación del índice de suicidio por millón de habitantes de cada grupo de edad y de estado civil en Sena y en Provincia e Influencia del divorcio en la inmunidad de los esposos y las esposas. 29

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Alasino y Bartolacci - Comentarios Sobre El Suicidio y Durkheim

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  • FICHA DE CATEDRA TEORIA SOCIOLOGICA

    Comentarios sobre Durkheim y el Suicidio1, de Baudelot y

    Establet.

    Por Nadia Alasino y Franco Bartolacci2

    Christian Baudelot y Roger Establet, proponen una lectura actual de El Suicidio (ES de ahora en ms), advirtiendo en l, un mtodo de anlisis an hoy aplicable. Proponen desde el inicio al lector el desafo de medir su conocimiento de la obra de Durkheim. Se plantean 11 afirmaciones sobre las que hay que enunciarse sobre su veracidad, a partir de lo expuesto por Durkheim en ES. De acuerdo al nivel de repuestas correctas, se pronuncian los autores sobre el grado de urgencia que posee el lector para arrimarse al libro de Durkheim. Invitan entonces a realizar este acercamiento, o relectura, juntos. Los autores consideran que ES constituye una excepcin en la obra de Durkheim, por la actualidad del tema propuesto. Si bien la afirmacin en torno a la vigencia del escrito de Durkheim no implica desconocer ciertas contradicciones presentes en el texto, para Baudelot y Establet la obra extrae su fuerza tanto de la calidad de los materiales estadsticos reunidos y de la obstinacin del autor para dar cuenta de manera coherente (...) tanto en el campo de los hechos producidos como en el de la explicacin terica (2008: 16). Con la premisa de realizar una lectura selectiva y orientada de ES, Baudelot y Establet estructuran el libro en cuatro captulos. El primero de ellos analiza tres cuadros3 de ES que permiten resaltar la naturaleza social del fenmeno y su relacin con la institucin familiar; un segundo capitulo que somete a crtica las estadsticas; un tercer captulo que vincula la distancia entre la representacin del suicidio que realiza la sociologa con las que aparecen en la prensa, la literatura y la historia; un cuarto captulo dedicado a establecer la vigencia de las regularidades observadas por Durkheim y explicar aquellos casos en los que se observan variaciones y; finalmente una conclusin que establece un balance del aporte de Durkheim al estudio del suicidio, resaltando los espacios en blanco que an es necesario componer.

    1 Baudelot C., Establet R., Durkheim y el suicidio. Ediciones Nueva Visin. Buenos Aires, 2008. 2 Jefes de Trabajos Prcticos, Ctedra de Teora Sociolgica, Facultad de Ciencia Poltica y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario. 3 Constancia del suicidio en Francia. Sntesis de los cuadros I y II., Comparacin del ndice de suicidio por milln de habitantes de cada grupo de edad y de estado civil en Sena y en Provincia e Influencia del divorcio en la inmunidad de los esposos y las esposas.

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  • En este breve artculo intentaremos describir los principales ejes planteados por Baudelot y Establet a lo largo de la obra, aunque resulta preciso advertir que con el objetivo de ordenar la presentacin, no seguiremos la estructura propuesta por los autores. Para Baudelot y Establet la principal fortaleza del estudio de Emile Durkheim se desprende de la idea de que Hay algo en el suicidio que depende, de manera regular e inteligible, de magnitudes que caracterizan el estado de una sociedad (2008: 105). En esta explicacin del suicidio tres conceptos resultan fundamentales: integracin, regulacin y anomia. El individuo como tal constituye una amenaza para la sociedad, que es nica y coherente, y ello en dos sentidos:

    por las diferencias de cada uno con los otros individuos (de all la relevancia de la integracin);

    y por sus deseos naturalmente ilimitados (de all la relevancia de la regulacin).

    Cuando la sociedad no logra imponer lmites a estos deseos desenfrenados nos encontramos frente a un estado de anomia. Para los autores, existe anomia cuando fines individuales y fines sociales impartidos a cada cual entran a divergir fuertemente y la regulacin se manifiesta cuando el individuo espontneamente hace suyos los objetivos que la sociedad le asigna (2008: 42). La interpretacin del concepto de anomia en Baudelot y Establet est cercana a la ofrecida por Gouldner, y se aleja de la enunciada por Rodrguez Ziga, quien entiende a la definicin de anomia en ES como vaco normativo. Gouldner en cambio, ofrece otra lectura acerca de la anomia en la que lejos de expresar un vaco normativo, indica un desajuste entre ciertas normas y las condiciones sociales vigentes (Iazzetta, 2004: 16). Siguiendo a Philippe Besnard, podemos definir la anomia como la ausencia o la defectuosidad de la regulacin social necesaria para provocar la cooperacin entre las funciones especializadas (1998: 42). Baudelot y Establet, reconocen dos perspectivas desde las que Durkheim aborda el problema de la integracin. Una vinculada a sus diferencias cualitativas (solidaridad mecnica/orgnica), que consideran reductora en exceso y otra a su aspecto cuantitativo (mayor o menor integracin, para el caso del suicidio egosta). Precisamente por tratarse de una propuesta que formula un abordaje que no pretende dar cuenta de la totalidad del aporte intelectual de Emile Durkheim, sino de promover la lectura de ES para extraer un mtodo de anlisis, el libro hace eje tanto en el carcter social del suicidio como en las relaciones establecidas entre el ndice de suicidios y la institucin familiar. Desde la perspectiva de los autores, estas lneas de trabajo son las que con mayor precisin han resistido el paso del tiempo.

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  • Sostienen que la estadstica permite mostrar la medida de la imposicin social, caracterstica enunciada por Durkheim como definitoria de los hechos sociales. Empleando operaciones matemticas y estadsticas bsicas en palabras de Baudelot y Establet elementales y rsticas- Durkheim avanza sobre la definicin del hecho social, a partir de las regularidades observadas en un aparato de registro. Realizan ejercicios bajo la premisa de algunas correlaciones que Durkheim enuncia en ES en tres tablas. A continuacin enumeramos algunas inconsistencias encontradas en estas correlaciones por parte de los autores. En relacin con la variable estado civil encuentran que es cierto que los casados estn ms protegidos que los viudos contra el suicidio cuando residen en el mismo lugar. Pero, objetan a Durkheim que no tuvo en cuenta las diferencias que existen cuando se analizan los grupos etreos al interior de cada grupo por separado. Y as, retrucan los autores con un texto del propio Durkheim: cuando nicamente se comparan promedios, slo se pueden percibir grosso modo los hechos y sus relaciones (2008: 38). No obstante, debemos tener en cuenta que el propio Durkheim introduce la edad como una variable cuando analiza la anomia conyugal, aunque en menor grado y sin llegar a desarrollar sobre este punto. En relacin con la edad, observan que la misma es un factor que influye en el estatus social de la persona. Asocian el incremento del ndice de suicidios entre personas mayores con la cantidad de existencia sacrificada en el suicidio. Un adolescente sacrifica mayor tiempo de existencia si se suicida, que un sexagenario. De all que el primero est ms protegido que el segundo. Tambin profundizan los autores en las diferencias entre sexos. Encuentran que la explicacin de Durkheim sobre los efectos diferenciados de la anomia conyugal en hombres y mujeres es defectuosa. Para Durkheim la mayor proteccin de la mujer frente al hombre en casos de anomia conyugal se debe a diferencias biolgicas en los instintos sexuales de unos y otros. Las necesidades que experimenta la mujer son menos mentales y por ende estn ms relacionadas con una necesidad biolgica. Encuentra as la mujer una regulacin natural que no posee el hombre, cuyos apetitos sexuales estn ms relacionados con su estructura mental. De all propone Durkheim que el hombre se beneficie en mayor medida de una regulacin social como el matrimonio. Baudelot y Establet creen que en la actualidad es difcil sostener este discurso. Entienden que la explicacin de Durkheim se relaciona con su visin de la sociedad como nica y coherente, lo cual puede haberlo llevado a excluir cualquier contradiccin interna. Durkheim es un socilogo de la unidad de lo social concebida sobre el modelo del ser vivo. Admitir una contradiccin dentro mismo de lo social (aunque fuese una contradiccin de segundo orden, como aqu, entre los hombres casados y las mujeres), significa comprometer ese modelo (2008: 46).4

    4 Esta interpretacin de la obra de Durkheim se aproxima a la que discute Ana Luca Grondona (2010). La autora discute en su texto la lectura que realiza Nisbet, quien encuentra elementos comunitarios en la definicin durkheimiana de lo social. Por el contrario, encuentra Grondona en la idea de corrientes sociales y corrientes de opinin matices en la fortaleza de

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  • Philippe Besnard (1993) encuentra otra contradiccin en la explicacin ofrecida por Durkheim sobre la influencia del divorcio en las tasas de suicidio en hombres y mujeres. Entiende que Durkheim, al postular el carcter inofensivo del divorcio en el suicidio de las mujeres, no slo mal interpretaba las cifras, sino que ocultaba el problema de la regulacin social excesiva y sus efectos (tema que aparece en El Suicidio a pie de pgina al abordar brevemente el suicidio fatalista). Esta afirmacin audaz contradice la evidencia estadstica de El Suicidio. Pero permite a Durkheim defender el carcter inofensivo del divorcio para las mujeres porque el matrimonio es inoperante (1906:552). Esta propuesta le permiti fundamentar su oposicin al divorcio (1998: 44). A ello agrega que, al explicar las diferencias sociales por diferencias biolgicas, Durkheim estara faltando a su mxima de explicar lo social por lo social. Al preferir las variaciones del deseo sexual en vez de la obligacin social para dar cuenta de la situacin antagnica de los sexos en el matrimonio, Durkheim no slo traiciona su propia ambicin de explicar los fenmenos sociales por fenmenos sociales, sino que tambin deja incompleta su teora del suicidio (1998: 50). De acuerdo a Besnard (1998), Durkheim estara omitiendo evaluar el exceso de regulacin en las sociedades modernas. En relacin con la viudez, Durkheim propone que sean cuales fueren el sexo y la edad de residencia, la viudez disminuye la proteccin frente al suicidio. Por el contrario, Baudelot y Establet observan que esto es as en mayor medida para los hombres que para las mujeres. Proponen la siguiente explicacin: Si el hombre experimenta mayor soledad en la viudez que una mujer, es porque las relaciones que lo vinculan con la sociedad familiar (sus hijos, sus padres, sus primos, sus sobrinos) son menos numerosas y profundas, por lo tanto menos integradoras.5 A lo cual agregan: Es extrao que el propio Durkheim no formulara esta interpretacin (2008:39). Ms tarde, los autores profundizan esta explicacin. Consideran al sexo y a la edad como variables que estn en interrelacin con el grado de integracin a la microsociologa familiar. La hiptesis que formulan Baudelot y Establet es la siguiente: la proteccin con la que se beneficia un individuo frente al suicidio est en funcin de la cantidad y de la profundidad de las relaciones que establece con su medio familiar (2008: 96). En el caso del sexo, los autores sealan que mientras el hombre est ms vinculado con la gente de su generacin, es la mujer la que asegura la continuidad intergeneracional. Con respecto a la edad, enuncian que la expectativa de vida est tambin en interrelacin con los acontecimientos al interior del grupo social primario.

    imposicin de los hechos sociales que le permiten poner en cuestin esta nocin de lo comunitario como comunidad de creencias y sentimientos. Entendemos a su vez, que la lectura de Baudelot y Establet de la interpretacin durkheimiana de lo social no tiene en cuenta el anlisis de las contradicciones presentes ya en La Divisin del Trabajo Social, cuando se analiza el avance de la individualidad y las nuevas formas de solidaridad en la sociedad moderna (Ver al respecto Iazzetta, 2004: 11). 5 Segn explica el socilogo francs [Durkheim], la unidad de la familia no depende exclusivamente de la consanguinidad, sino de la estrecha comunidad de ideas, sentimientos e intereses entre sus miembros, facilitada por otros factores como, por ejemplo, la vecindad material o la solidaridad de los intereses (Grondona, 2010:8).

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  • Este vaco y los anteriormente mencionados, pueden relacionarse con la necesidad de Durkheim de definir al individuo (objeto de la psicologa) y a la sociedad (objeto de la sociologa) como realidades totalmente diferentes. As para Durkheim el sexo y la edad no son variables que tengan que ver con el oficio del socilogo (p. 96). Como aporte novedoso, lo que la hiptesis de Baudelot y Establet resalta es que el nivel microsociolgico es el que ejerce una mayor influencia sobre el suicidio. Variables macrosociolgicas, como regin, religin preponderante, situacin econmica, son relevantes en la medida en que afectan al desarrollo del grupo primario de integracin, la familia, es decir al nivel microsociolgico. Por ejemplo, un desempleado que cuente con una estructura familiar constituida, podr encontrar all un resguardo eficaz contra el suicidio. En palabras de los autores: Las caractersticas microsociolgicas del medio primario desempean, pues, el papel de mediacin entre fuerzas que surgen de la macrosociologa (crisis econmica, desempleo, guerra) y el suicidio (2008: 103). Durkheim no habra distinguido entre ambos niveles, micro y macrosociolgicos, y esto habra restado profundidad a sus anlisis de los grados de influencia de ciertas caractersticas de la sociedad sobre los ndices de suicidio. Por otra parte, sostienen Baudelot y Establet que la integracin de las variables como el sexo y la edad, excluidas por Durkheim, permite pensar en que una misma variable puede ser abordada desde dos disciplinas diferentes, en este caso la psicologa y la sociologa, aunque cada una lo haga desde una perspectiva diversa. La segunda parte del libro aborda cuestiones metodolgicas y se centra principalmente en las crticas que Durkheim ha recibido al respecto. Para los autores, la crtica a las estadsticas del suicidio es una crtica al corazn mismo de la teora de Durkheim por la centralidad que este otorga al mtodo estadstico. Si su propsito era demostrar que el suicidio no se reduca a un acontecimiento psicolgica de carcter individual, era necesario otorgar al fenmeno propiedades vinculadas al hecho social: regularidad, exterioridad, resistencia y obligatoriedad. Por tanto, hacer eje de la investigacin en las estadsticas vinculadas al tema, se trataba de una opcin fundada tericamente. Fundamentalmente van a rescatar tres ejes de trabajo que constituyen el ncleo de la crtica del socilogo norteamericano Jack D. Douglas y confrontan con ellas. (bsicamente por considerarlas no slo pertinentes sino tambin aquellas que renen con mayor precisin la totalidad de las objeciones que la utilizacin de las estadsticas pueden presentar). 1-No existe una definicin universal del suicidio. Los componentes valorativos envueltos en el concepto, revelan su carcter histrico y social. La distancia entre las definiciones tericas y las definiciones sociales del fenmeno empleadas para la recoleccin de los datos es una dificultad para el anlisis estadstico. El criterio de conocimiento de causa introducido en la definicin durkhemiana es impracticable. Baudelot y Establet se alejan de este argumento por considerar que la fecundidad de la obra de Durkheim reside en el alcance epistemolgico de sus enunciados, independientemente de la posibilidad de

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  • medir empricamente las definiciones. Tambin, consideran que las definiciones sociales del suicidio slo plantean al socilogo problemas de colocacin que pueden ser contrarrestados mediante el uso de las herramientas de la estadstica moderna. 2-Existen una multiplicidad de razones y medios materiales para disimular el suicidio, que varan en funcin de los grupos sociales. De all que las cifras de los registros no sean un reflejo de la realidad. Para los autores, los procedimientos administrativos que se ponen en accin para corroborar defunciones y sus causas limitan la posibilidad de disimular los suicidios. Pero adems los datos no corroboran esta hiptesis. No se explicara entonces las altas tasas de suicidio en Francia; o las altas tasas de suicidios en grupos entre los cuales este acto de suicidio es socialmente reprobado, como en el caso de los catlicos de ciertas zonas de Gran Bretaa. La disimulacin del suicidio es, por tanto, un fenmeno limitado. 3-Las diferentes fuentes estadsticas no coinciden entre s. Si bien consideran exacta esta observacin, comprueban que para el caso francs las diferencias en los registros no alteran el sentido y la naturaleza de las distribuciones. No obstante, estas dificultades tcnicas s obstaculizan la posibilidad de realizar anlisis comparados con fuentes estadsticas diversas. En sentido similar, Baudelot y Establet se preocupan por resaltar la distancia que es posible reconocer entre el abordaje sociolgico y lo que Emile Durkheim denominara la prenocin de un hecho social observado de manera objetiva (2008: 75). Esta distincin permite reconocer que la representacin que cada uno de nosotros puede hacer del suicidio a partir de distintas experiencias fundamentalmente trabajan cuatro fuentes: la experiencia directa, la lectura de los peridicos, la literatura y la historia-, no se ajusta a la lectura que permite un anlisis de carcter estadstico, ms all de las imprecisiones que el mismo presente. La experiencia directa, aquella que refiere al conocimiento que cada uno de nosotros puede tener directa o indirectamente de un caso de suicidio, impide la generalizacin y, por tanto, una muestra socialmente representativa (2008: 76). La historia le confiere al suicidio una visin deformante, teatral. La prensa reproduce aquellos casos que sobresalen por sus caractersticas peculiares y por ello suele brindar del fenmeno una imagen parcial y sesgada (2008: 77), algo similar a lo que sucede con la literatura, donde sobresalen como casos ms frecuentes suicidios de carcter excepcional. El abordaje de este captulo es espacialmente interesante desde la perspectiva de que aporta, sin proponrselo abiertamente, diversas pistas sobre las que se podra construir un excelente instructivo para la tarea del socilogo. En rigor a la verdad, aportes de esta caracterstica recorren disimuladamente todo el texto. Luego de poner a prueba el aparato estadstico y metodolgico de Durkheim en ES, Baudelot y Establet emprenden la tarea de comprobar cunto ha cambiado y cunto se sostiene de igual forma el fenmeno en el estudio de la Francia de hoy. En el orden de las variaciones, observan que se invierte la relacin establecida por Durkheim para el caso de la variable campo/ciudad -mientras que en el siglo XIX haba una preponderancia de los suicidios en las ciudades,

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  • en el siglo XX este orientacin cambia de sentido-. De igual modo, reconocen que el suicidio hoy es ms fuerte en las capaz econmicamente menos favorecidas, afirmacin que cuestiona lo observado mucho tiempo antes por Durkheim. Estos cambios permiten a los autores formular una hiptesis sobre el valor de la evolucin cultural sobre la integracin social, en el sentido de que el rgimen del suicidio cambi en la medida en que el rgimen de valores sociales se transformaba (2008: 95). Mientras en el siglo XIX, la urbanizacin avanzaba sobre un universo cultural arraigado en los valores campesinos, en el siglo XX la cultura predominante es la que corresponde a la vida en la cuidad. El campesino es aqu un marginal. Estar integrado significaba no slo estar vinculado con los semejantes, sino sobre todo participar activamente en lo que en una determinada sociedad constituye el ncleo de la vida social (2008: 95). En un texto preciso, didctico y novedoso, Baudelot y Establet concluyen que, lejos de constituir una explicacin sociolgica completa del fenmeno, la teora durkheimiana del suicidio contiene fallas, lagunas y contradicciones. En ese sentido, deja, tanto hoy como ayer, a ms de un lector, insatisfecho (2008: 16). Es, con y a pesar de eso, un libro extremadamente vigente. Los invitamos ahora a realizar su propia lectura de los desafos, preguntas y caminos de investigacin posibles que plantea la obra de Durkheim y la actualizacin que sobre esa base realizan Baudelot y Establet.

    Bibliografa BAUDELOT, C. y R. ESTABLET, Durkheim y el suicidio. Buenos Aires, Ediciones Nueva Visin, 2008. BESNARD, P., Anomia y fatalismo en la teora durkheimiana de la regulacin. En REIS, N81, Enero-Marzo 1998. GRONDONA, A., La sociologa de Emile Durkheim. Una definicin comunitarista de lo social?, en Papeles del CEIC, Marzo de 2010. IAZZETTA, O., El desencanto frente al avance de la sociedad industrial, en El Suicidio, E. DURKHEIM. Buenos Aires, Gorla, 2004.

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  • Material anexo: Artculos publicados por Baudelot y Establet en la prensa grafica de Espaa y Francia sobre el tema. UN ESTUDIO CONTRADICE LAS TEORAS DE DURKHEIM La pobreza potencia el suicidio. Las mujeres se suicidan hasta cuatro veces menos que los hombres. Nota publicada en diario digital elmundo.es 12/01/2006 PARS.- Los pobres se suicidan ms que los ricos en los pases desarrollados porque "estn ms expuestos al paro, la precariedad laboral y la soledad", segn ha sealado el socilogo francs Christian Baudelot, co-autor de un estudio sobre el tema que se ha publicado en Francia. De acuerdo con esta tesis, la pobreza potencia el suicidio en el mundo occidental actual, lo que significa un cambio respecto a la teora del socilogo francs Emile Durkheim en el siglo XIX, segn la cual la miseria protega del suicidio porque creaba cohesin social frente a la adversidad. "El rostro de la pobreza ha cambiado" desde la crisis del petrleo en los aos setenta y "ahora se suicidan ms en los pases ricos los que tienen la vida ms dura", porque "estn ms vendidos a la marginacin, el desempleo y la competicin", ha asegurado Baudelot. En los pases pobres, sin embargo, existen unas redes de solidaridad clsicas que hacen que la situacin se asemeje a la del estudio de Durkheim y, por tanto, la falta de medios no aumenta el nmero de suicidios. Baudelot ha afirmado haberse llevado una "gran sorpresa" al observar en los resultados del informe que la tasa de suicidio femenino sigue siendo mucho menor que la masculina, pese al progresivo cambio en las circunstancias que explican estas diferencias. "Las mujeres se suicidan hasta cuatro veces menos que los hombres porque estn ms ligadas a la familia, ya que tienen que cuidar de los hijos, el marido, los padres, etctera", ha indicado el co-autor, junto a Roger Establet, de 'Suicide, l'envers de notre monde' (Suicidio, la otra cara de nuestro mundo), una sntesis de dos siglos de estudio de estas muertes. Ha considerado "sorprendente" que esta tasa apenas haya variado con la incorporacin de la mujer al mundo laboral y con el mayor reparto de las tareas domsticas entre ambos cnyuges. La tasa de Espaa En Espaa, al igual que en el resto de pases mediterrneos, la tasa de suicidios es "baja", porque "durante mucho tiempo ha sido un Estado pobre donde exista esa miseria clsica que protege", ha explicado.

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  • Baudelot ha citado asimismo "la importancia de la familia extensa, propia de los pases mediterrneos", que "atena el impacto negativo del paro", y la religin como elementos que explican estos bajos niveles. Respecto a Amrica Latina, ha sealado que existen pocas estadsticas al respecto y no muy fiables, pero que la tasa de suicidio en la regin es "muy baja" a causa de "la importancia de la pobreza en los pases latinoamericanos". http://www.elmundo.es/elmundo/2006/01/12/solidaridad/1137055162.html EMPRESAS. Trabajos que matan 29 setiembre 2009 LE MONDE PARIS. http://www.presseurop.eu/es/content/article/106391-trabajos-que-matan En 18 meses se han suicidado 24 empleados de France Tlcom. Precariedad, flexibilidad, aislamiento en la empresa: las causas de este malestar son mltiples. Sin embargo, tal y como explican dos socilogos a Le Monde, ms all de la reputacin de la empresa, est en juego el significado del trabajo en nuestra sociedad. Christian Baudelot y Roger Establet Siguiendo la tradicin de Emile Durkheim y de Maurice Halbwachs, la sociologa del suicido ha contribuido a enriquecer en suma medida el conocimiento que se tiene de las sociedades modernas, pero es parca cuando se trata de explicar directamente no slo los suicidios individuales, sino tambin los que se producen en serie, como sucede en el caso de France Tlcom. Los nicos que pueden intentar esclarecer situaciones laborales tan crticas y a ponerles remedio son los equipos multidisciplinares. El estudio de los datos recabados durante ms de un siglo y que, a da de hoy, abarcan prcticamente todo el mundo puede, sin embargo, ofrecer un nuevo enfoque a la hora de analizar de la actualidad inmediata. Si se relaciona el ndice de suicidios con las clases sociales, de su evolucin se desprenden hiptesis referentes al sentido que los protagonistas le confieren a sus actividades diarias. En aquellas sociedades en las que la lucha por la supervivencia impera por igual como una necesidad, el suicidio es mnimo. "La miseria protege", afirmaba Durkheim. Sin embargo, se trataba de una pobreza integradora, vivida como condicin sine qua non universal e individual. En las sociedades modernas, la miseria personal se vive como excepcin y carece de cualquier propiedad integradora. En la dcada de los 60, los agricultores ostentaban el rcord de suicidios en Francia: se trata de la poca en la que se precipita el xodo rural, dejando desprovisto de cualquier sentido a la transmisin del patrimonio y de los valores inherentes al trabajo de la tierra. En los aos 70, cuando se desarrolla el trabajo de los Peones Especializados, el ndice de suicidio ms elevado recae en el colectivo de los obreros. El socilogo Renaud Sainsaulieu, quien conoce

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  • por experiencia propia esas cadenas en las que, a menudo, se trabaja sin compaa cercana, no dejaba de asombrarse cuando, al volver a casa, le saludaba alguien que le vea como a una persona. La presin psicolgica y la escasa libertad decisoria En los ltimos aos, los empleados se han sumado a los obreros. Ahora bien, en sendos casos, precariedad y flexibilidad han aumentado el estrs laboral: la fuerte demanda psicolgica ligada a la escasa libertad decisoria genera estrs, estrs que puede verse agravado por el aislamiento laboral; sucede lo mismo con la diferencia entre el esfuerzo que el trabajador acepta realizar y la recompensa que obtiene por ello, no slo en trminos de remuneracin, sino tambin de reconocimiento profesional y social. Los nuevos mtodos de gestin han intensificado el trabajo, pero han puesto punto y final a la solidaridad. Adems, el paro y las amenazas que ste conlleva han incrementado el riesgo de tensiones. En la actualidad, el rcord recae en las personas no activas, jubilados aparte. Ahora bien, el paro conlleva una merma considerable de las relaciones sociales del da a da, adems de un sentimiento acentuado de soledad y malestar, del que dejan clara constancia las encuestas del INSEE (Instituto Nacional francs de Estadstica y Estudios Econmicos). Suicidios con valor de protesta En nuestras sociedades, el significado del trabajo no se reduce a un penoso gasto energtico que se compensa con gratificaciones materiales, tal y como podra definirse en trminos de una econometra sucinta, sino que es indispensable vincular el trabajo con el significado que cada uno le atribuye, no slo en el presente, sino tambin en el transcurso de una vida, que se enmarca en el tiempo a lo largo de las generaciones. La comparacin internacional invita, asimismo, a desembarazarse de una visin econmica en sentido estricto. Reino Unido y Estados Unidos (dos pases familiarizados desde hace mucho con la competitividad y que valoran la productividad individual) registran unos ndices de suicidio relativamente bajos, al contrario que Francia y los pases del norte de Europa. Sin embargo, quienes deseen copiar los modelos anglo-estadounidenses no han de olvidar que, en tales pases, su tradicin religiosa compensa la dureza del mercado. Est en juego el significado de la vida en su conjunto, comenzando por el de la economa. Los suicidios en el trabajo son algo excepcional: se realizan en un espacio pblico. Por lo tanto, como sucede en el caso de los suicidios femeninos de Nueva Guinea, tienen valor de protesta. Razn de ms para plantearse qu sentido ha de darse al trabajo y para evitar reducirlo tal y como hacen los polticos a una fuente penosa y aleatoria de ingresos individuales. FRANCE-TLCOM Una curiosa moda

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  • El 28 de septiembre, un padre de familia de 51 aos salt desde lo alto de un viaducto en la Alta Saboya, en el sur de Francia. Este empleado de France Tlcom dej una carta de despedida denunciando el clima en el seno de su empresa. Su muerte eleva a 24 el nmero de suicidios en la compaa desde principios de 2008, algunos de los cuales son de una violencia simblica poco comn, como el de una mujer de 32 aos que se quit la vida tirndose desde la ventana de una de las oficinas del operador de telefona en Pars. Esta ola de suicidios (y de intentos de suicidio) ampliamente difundida en los medios de comunicacin ha suscitado un vivo debate en Francia: Cules son los motivos? Cmo combatirlos? France Tlcom, antigua empresa pblica, fue privatizada parcialmente en 1998. Al abrirse a la competencia de otros operadores, la empresa realiz importantes reestructuraciones y cambios, principalmente en cuanto a su gestin. El 15 de septiembre, el Director General, Didier Lombard, desat la polmica al lamentarse de la moda del suicidio que afecta a su empresa. Se disculp al da siguiente, indicando que trataba de traducir a su idioma el trmino ingls mood (estado de nimo)

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    Por Nadia Alasino y Franco Bartolacci1FUN ESTUDIO CONTRADICE LAS TEORAS DE DURKHEIMEMPRESAS. Trabajos que matan