Adoración Eucarística12

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La adoración Eucarística –Teología y espiritualidad La adoración Eucarística: Teología y espiritualidad Ritual del culto a la Eucaristía: Para ordenar y promover rectamente la piedad hacia el santísimo sacramento de la Eucaristía hay que considerar el misterio eucarístico en toda su amplitud, tanto en la celebración de la misa como en el culto de las sagradas especies, que se conservan después de la misa para prolongar la gracia del sacrificio. Iluminaciones teológicas de iluminación y pastorales a la práctica de la adoración eucarística. Como parte de la Fe. Definición tridentina: Reafirma ante todo el carácter realista y objetivo del don eucarístico, ante una interpretación meramente relacional y en definitiva subjetiva de la presencia del Señor. La eucaristía es autodonación de Cristo, no solamente en el momento de comulgar, porque la fe de los presentes crea que así es, es ante todo atodonación del “Christus passus”, en cuanto su mismo misterio es la realidad que se visibiliza y se ofrece a través del pan y del vino eucarístico. El Vaticano II: Lo resume como el sentido central de la Eucaristía: Los demás sacramentos, como todos los ministerios eclesiásticos y las obras de apostolado, están vinculados con la sagrada Eucaristía y ordenados a ella.

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La adoración Eucarística –Teología y espiritualidad

La adoración Eucarística: Teología y espiritualidad

Ritual del culto a la Eucaristía:

Para ordenar y promover rectamente la piedad hacia el santísimo sacramento de la Eucaristía hay que considerar el misterio eucarístico en toda su amplitud, tanto en la celebración de la misa como en el culto de las sagradas especies, que se conservan después de la misa para prolongar la gracia del sacrificio.

Iluminaciones teológicas de iluminación y pastorales a la práctica de la adoración eucarística.

Como parte de la Fe.

Definición tridentina:

Reafirma ante todo el carácter realista y objetivo del don eucarístico, ante una interpretación meramente relacional y en definitiva subjetiva de la presencia del Señor.

La eucaristía es autodonación de Cristo, no solamente en el momento de comulgar, porque la fe de los presentes crea que así es, es ante todo atodonación del “Christus passus”, en cuanto su mismo misterio es la realidad que se visibiliza y se ofrece a través del pan y del vino eucarístico.

El Vaticano II:

Lo resume como el sentido central de la Eucaristía:

Los demás sacramentos, como todos los ministerios eclesiásticos y las obras de apostolado, están vinculados con la sagrada Eucaristía y ordenados a ella.

Finalidad de la Eucaristía

No es conseguir la presencia real de Cristo, sino recibir de él la fuerza de la unidad y de la caridad que nos viene de su sacrificio pascual. Por lo que la presencia real de Cristo no es contemplada como un hecho estático, sino como un hecho dinámico de autodonación, orientada hacia la comunión y participación en el misterio de su pascual, con la Iglesia como fruto directo.

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Experiencia eclesial

a) La reforma litúrgica

Trata de redituar decididamente la reserva de la Eucaristía en su justo lugar, con la referencia a la misa y a la adoración a la vez:

La celebración de la Eucaristía en el sacrificio de la misa es realmente el origen y el fin del culto que se le tributa fuera de la misa.

El fin primero y primordial de la reserva de las sagradas especias fuera de la misa es la administración del Viático; los fines secundarios son la distribución de la comunión y la adoración de Nuestro Señor Jesucristo presente en el Sacramento.

b) Diálogo ecuménico

Católicos y Luteranos confiesan que la presencia eucarística del Señor está destinada a la recepción en la fe, pero no por eso se limita al instante de la recepción; y, asimismo, que no depende tampoco de la fe del que comulga, aunque sea este a quien se destina.

Para los católicos, la reserva, su intención primera es la distribución a los enfermos y a los ausentes.

c) Perspectiva espiritual

Esta queda situada en el plano de la oración cristiana, y no en el plano de la dinámica sacramental propiamente dicha.

La adoración eucarística no pertenece propiamente a la acción sacramental: el sacramento no está destinado a la adoración de la misma manera como está destinado a la comunión. La adoración eucarística no es un momento extracelebrativo, sino más bien una dimensión de cualquier acercamiento al misterio eucarístico como tal.

Reflexión teológica y espiritual sobre la adoración de la Eucaristía fuera de la misa.

a) Memorial.

La reserva eucarística es el testimonio permanente de que se ha celebrado el memorial el Señor. La presencia sacramental y permanente del Señor en la reserva eucarística, objeto y motivación de la adoración, es la consecuencia del memorial, su fruto. Los fieles, cuando veneran a Cristo presente en el sacramento, recuerden que esta presencia proviene del sacrificio y se ordena al mismo tiempo a la comunión sacramental y espiritual.

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b) Emmanuel.

El cuerpo y la sangre sacramental del Señor están presentes como una oferta al creyente esperando su acogida. Cuando esta ofrenda es acogida con fe, tiene lugar un encuentro vivificante. Por la fe, la presencia de Cristo no depende del individuo ya no es sólo una presencia para el creyente, sino también una presencia con él.

Desde esta perspectiva, la adoración eucarística se convierte en oración de intensa relación personal con el Señor, de acogida de su acción transformante por el Espíritu, de aprendizaje podríamos decir: vivir en Él, en intimidad. Por lo que debe de alimentarse: preces, cantos, lecturas de la sagrada escritura, homilía y breves exhortaciones.

c) Maranatha.

El Señor está ahí, el Señor viene, ven Señor:

Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenará con él y él conmigo.

Por lo que la adoración eucarística, en continuidad con la celebración se hace con aire de victoria y de fiesta.

Conclusión

Uno no veo un problema real en cuanto a las dos celebraciones de tipo eucarístico, en cuanto que las dos están determinadas por la especificad de su finalidad en la celebración eucarística es claro que el sentido es el consumir el pan para entrar en comunión con Dios y los hermanos reunido en torno a un solo pan, en la celebración de adoración es también muy claro que el sentido es adorar el cuerpo de Cristo no consumirlo el sentido esta marcado mas por la actitud orante y de encuentro. Si es una u la otra el reto es el mismo: que ambas celebraciones desde su especificad sean lo que son y el creyente que se hacerca a ellas encuentre lo que busca y se sirva de esto para una comunión real con su dios y con sus hermanos.