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APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS Naturaleza del aprendizaje basado en problemas El "aprendizaje basado en problemas" (ABP) tiene sus orígenes en los años sesenta, en McMaster University, Canadá. El ABP se comienza a aplicar en la Escuela de Medicina de dicha universidad, como una forma de motivar a los alumnos por medio de una simulación de la práctica profesional (Norman y Schmidt, 1992). Desde entonces, muchas otras escuelas de medicina han adoptado el modelo, metodología y técnica del ABP, y lo han adaptado a sus propias necesidades. Al mismo tiempo, el ABP se empezó a apreciar como una herramienta no sólo útil para las ciencias médicas, sino para muchas otras disciplinas. Mientras que en el proceso de aprendizaje convencional, "primero se expone la información y posteriormente se busca su aplicación en la resolución de un problema, en el caso del ABP primero se presenta el problema, se identifican las necesidades de aprendizaje, se busca la información necesaria y finalmente se regresa al problema" (Sistema Tecnológico de Monterrey, S/F, p. 1). En general, el ABP puede ser caracterizado de la siguiente manera: varios problemas, cuidadosamente preparados por el profesor, son presentados a grupos pequeños de alumnos. Estos problemas normalmente consisten en una descripción de situaciones, eventos o fenómenos observables en la vida diaria. La tarea del grupo es discutir estos problemas, procurando entender la naturaleza del problema y, en caso de que el problema así lo requiera, proporcionando una solución tentativa al mismo (Schmidt, 1995). El ABP puede ser visto de tres formas distintas: como un modelo educativo, como un método pedagógico y como una técnica didáctica. El ABP se considera un modelo educativo, cuando se generaliza su uso en todo el currículum de un programa de estudios e, incluso, en todos los programas de una institución. Cuando esto ocurre, no sólo se aprecian cambios en la manera de abordar una cierta materia, sino en la forma en que toda una estructura organizacional se adecua al nuevo modelo. Como método pedagógico, el ABP tiene un enfoque inductivo y holístico para el aprendizaje. El término inductivo quiere decir que el aprendizaje se consigue a partir del estudio de situaciones muy particulares (llamadas "problemas"), y que a partir de esas situaciones, el alumno busca construir sus propias teorías (o generalizaciones) del fenómeno de interés. El término holístico quiere decir que cada problema se refiere a situaciones de la vida real que involucran fenómenos en toda su complejidad. El ABP parte del supuesto de que, con estos enfoques, los alumnos se interesan más por la materia, ya que la ven más asociada a sus necesidades particulares. Desde luego, el que se ponga énfasis en estos enfoques, de ninguna manera implica que se devalúen los enfoques deductivo y analítico, que también son importantes en un proceso de formación. Finalmente, como técnica didáctica, el ABP tiene una secuencia bien definida de siete pasos, que un grupo de alumnos debe seguir en el contexto de trabajo en equipo (dichos

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APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS

Naturaleza del aprendizaje basado en problemas

El "aprendizaje basado en problemas" (ABP) tiene sus orígenes en los años sesenta, en

McMaster University, Canadá. El ABP se comienza a aplicar en la Escuela de Medicina de

dicha universidad, como una forma de motivar a los alumnos por medio de una simulación

de la práctica profesional (Norman y Schmidt, 1992). Desde entonces, muchas otras

escuelas de medicina han adoptado el modelo, metodología y técnica del ABP, y lo han

adaptado a sus propias necesidades. Al mismo tiempo, el ABP se empezó a apreciar como

una herramienta no sólo útil para las ciencias médicas, sino para muchas otras disciplinas.

Mientras que en el proceso de aprendizaje convencional, "primero se expone la información

y posteriormente se busca su aplicación en la resolución de un problema, en el caso del

ABP primero se presenta el problema, se identifican las necesidades de aprendizaje, se

busca la información necesaria y finalmente se regresa al problema" (Sistema Tecnológico

de Monterrey, S/F, p. 1).

En general, el ABP puede ser caracterizado de la siguiente manera: varios problemas,

cuidadosamente preparados por el profesor, son presentados a grupos pequeños de

alumnos. Estos problemas normalmente consisten en una descripción de situaciones,

eventos o fenómenos observables en la vida diaria. La tarea del grupo es discutir estos

problemas, procurando entender la naturaleza del problema y, en caso de que el problema

así lo requiera, proporcionando una solución tentativa al mismo (Schmidt, 1995).

El ABP puede ser visto de tres formas distintas: como un modelo educativo, como un

método pedagógico y como una técnica didáctica. El ABP se considera un modelo

educativo, cuando se generaliza su uso en todo el currículum de un programa de estudios e,

incluso, en todos los programas de una institución. Cuando esto ocurre, no sólo se aprecian

cambios en la manera de abordar una cierta materia, sino en la forma en que toda una

estructura organizacional se adecua al nuevo modelo.

Como método pedagógico, el ABP tiene un enfoque inductivo y holístico para el

aprendizaje. El término inductivo quiere decir que el aprendizaje se consigue a partir del

estudio de situaciones muy particulares (llamadas "problemas"), y que a partir de esas

situaciones, el alumno busca construir sus propias teorías (o generalizaciones) del

fenómeno de interés. El término holístico quiere decir que cada problema se refiere a

situaciones de la vida real que involucran fenómenos en toda su complejidad. El ABP parte

del supuesto de que, con estos enfoques, los alumnos se interesan más por la materia, ya

que la ven más asociada a sus necesidades particulares. Desde luego, el que se ponga

énfasis en estos enfoques, de ninguna manera implica que se devalúen los enfoques

deductivo y analítico, que también son importantes en un proceso de formación.

Finalmente, como técnica didáctica, el ABP tiene una secuencia bien definida de siete

pasos, que un grupo de alumnos debe seguir en el contexto de trabajo en equipo (dichos

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pasos se describirán más adelante). Esta secuencia le da orden y estructura al proceso de

aprendizaje. Así entendido, el ABP pone énfasis en tres conceptos ("las tres C's") para

apoyar su postura como técnica promotora de un aprendizaje significativo:

El proceso de construcción de conocimiento: En el ABP, lo importante no es tanto llegar a

resolver un problema determinado. Lo importante es que el alumno aprenda del problema,

sin importar siquiera si el problema tiene o no, solución. El propósito es que el alumno, a

partir del planteamiento mismo del problema, construya sus propias teorías sobre un

fenómeno de interés.

El contexto en que el problema ocurre: El ABP trata de relacionar un conjunto de temas con

situaciones de la vida real; de ahí que los problemas planteados en el curso se ubican en un

contexto determinado. Los problemas pueden llegar a ser tan complejos como se quieran, y

tocará al alumno definir sus propias metas de aprendizaje para ponerle énfasis a aquellas

partes del problema que sean de su interés.

El trabajo colaborativo: Se entiende que todo proceso de construcción de conocimiento se

enriquece con procesos dialógicos entre los miembros de un equipo; y todo trabajo en la

vida diaria requiere de la participación de varias personas trabajando

interdisciplinariamente alrededor de una meta común. En ese sentido, el ABP promueve el

trabajo colaborativo que, en equipo, pueda darse.

Referencias:

Norman, G. R., & Schmidt, H. G. (1992). The psychological basis of problem-based

learning: A review of the evidence. Academic Medicine, 67, 557-565.

Schmidt, H. G. (1995). Problem-based learning: An introduction. Instructional

Science, 22, 247-250.

Sistema Tecnológico de Monterrey. (Sin fecha). El aprendizaje basado en

problemas. México: ITESM.

Los siete pasos del ABP

El ABP es una técnica didáctica que consiste en siete pasos que dan orden y estructura al

trabajo que los alumnos deben realizar. El siguiente esquema muestra la secuencia de estos

pasos que inician con el planteamiento de una "situación problemática" que es planteada

por el profesor de acuerdo con los temas del curso.

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A partir del planteamiento de la situación problemática, el proceso de los siete pasos inicia:

Paso 1: Clarificar términos

El objetivo de este paso es evitar, entre los alumnos, confusiones o malos entendidos sobre

el significado de ciertos conceptos clave que se incluyen en el planteamiento de la situación

problemática. Así, los alumnos deberán tratar de precisar el significado de cada concepto

planteado, permitiendo a los miembros del grupo establecer una terminología común.

Paso 2: Definir el problema

El objetivo de este paso es que los alumnos definan uno o más problemas concretos que se

desprendan de la situación problemática planteada. La definición de estos problemas

representa el punto de partida para un análisis de la situación. Los objetivos del curso, así

como los temas de la unidad, pueden darle al alumno algunas claves sobre los asuntos que

supuestamente deben ser investigados a partir de la situación problemática.

Paso 3: Realizar una lluvia de ideas/analizar el problema

El objetivo de este paso es que los alumnos realicen una lluvia de ideas sobre diversas

formas de aproximarse a los problemas planteados en el punto anterior. La idea es que los

alumnos provean posibles explicaciones, alternativas de solución, hipótesis y perspectivas

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para el análisis de los problemas. En este paso, la activación de conocimientos previos es

fundamental.

Paso 4: Clasificar las aportaciones del análisis

El objetivo de este paso es clasificar las ideas aportadas en el Paso 3, agrupándolas en una

forma congruente a los problemas planteados en el Paso 2. En el Paso 4, los alumnos deben

reflexionar sobre cómo sus ideas permiten explicar y/o resolver los problemas planteados.

Este paso involucra, posiblemente, tener que desechar ideas irrelevantes que hayan surgido

en el paso anterior.

Paso 5: Definir las metas de aprendizaje

El objetivo de este paso es que los alumnos traduzcan los esfuerzos anteriores en metas

concretas de aprendizaje. Este paso es una consecuencia lógica del paso anterior y refleja,

hasta cierto punto, el énfasis que cada grupo quiere poner en su proceso de aprendizaje.

Así, el planteamiento de las metas de aprendizaje da dirección a los alumnos sobre el

camino que habrán de seguir. Este paso se caracteriza por uno de los tres "autos" del

aprendizaje: autodirección.

Paso 6: Realizar un estudio independiente

El objetivo de este paso es que los alumnos encuentren materiales de aprendizaje que sean

relevantes para las metas planteadas. Hecho esto, deberán analizarlos cuidadosamente,

siendo críticos y creativos: críticos para determinar la credibilidad de lo que leen; y

creativos para evaluar las posibles aplicaciones de los materiales. Obviamente, estos

materiales deben ser suficientes, en cantidad y calidad, para responder a las metas de

aprendizaje. Este paso se caracteriza por otro de los tres "autos" del aprendizaje:

autorregulación.

Paso 7: Reportar hallazgos/obtener conclusiones

El objetivo de este paso consiste en que los alumnos reporten sus hallazgos y juntos traten

de llegar a alguna conclusión. La conclusión es variable, dependiendo de las metas de

aprendizaje: puede ser desde la simple respuesta a una pregunta concreta, hasta el

desarrollo de todo un proyecto. En este punto, puede ocurrir que los hallazgos sean

insuficientes aún para lograr las metas de aprendizaje propuestas, lo cual puede implicar

regresar al Paso 5 para refrendar o para modificar las metas planteadas y continuar a los

Pasos 6 y 7, de acuerdo con las decisiones tomadas. Una vez que las metas de aprendizaje

son logradas, el proceso de aprendizaje continúa con nuevos problemas.

Como se aprecia en la figura, a lo largo de estos siete pasos, se presenta toda una dinámica

grupal que, en el caso de nuestra modalidad de educación a distancia, ocurrirá en los foros

de discusión diseñados para tal fin. Al mismo tiempo, este proceso involucra un continuo

proceso de evaluación, que va desde la evaluación que los mismos miembros de cada grupo

hagan de su propio trabajo, hasta la evaluación que el profesor haga del mismo.

Características del aprendizaje colaborativo

Un equipo de trabajo no es lo mismo que trabajar en equipo. En muchas ocasiones

escuchamos el término de trabajo colaborativo y lo confundimos con formar equipos y

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repartir un trabajo entre sus diversos miembros, para posteriormente "pegar" las

contribuciones que cada uno trae consigo. Eso no lleva a un aprendizaje colaborativo. En

otras ocasiones, el término se confunde con abrir un foro de discusión en donde cada quien

da sus aportaciones personales y cada quien saca sus propias conclusiones, sin que se vea

un trabajo conjunto para buscar consensos (aun cuando una conclusión sea que no hay

consensos). Eso tampoco lleva a un aprendizaje colaborativo. Dado que la técnica de ABP

pone especial énfasis en este asunto, conviene aquí hacer una precisión de términos, a la

vez que clarificar la forma en que se espera que los alumnos trabajen.

En términos generales, entendemos por aprendizaje colaborativo el proceso a través del

cual los alumnos trabajan en equipos con el propósito de construir conocimiento y alcanzar

ciertos objetivos de aprendizaje (Pinheiro, 1998, citado por López, Megchun y Ramírez,

1999). Para los propósitos de este curso, el siguiente modelo puede sernos de utilidad

(Gunawardena, Lowe, & Anderson, 1997):

Revisemos cada una de estas fases:

La comparación de información se refiere a aquella fase en que los alumnos dan una

observación u opinión, buscan acuerdo con uno o más participantes, proponen ejemplos,

realizan preguntas para clarificar detalles, proporcionan definiciones y tratan de identificar

problemas.

La disonancia e inconsistencia se refiere a aquella fase en que los alumnos identifican sus

desacuerdos, plantean preguntas para clarificar el origen de sus desacuerdos, citan

referencias bibliográficas, introducen en la discusión experiencias personales y buscan

diversas formas para apoyar sus argumentos.

La negociación o co-construcción se refiere a aquella fase en que los alumnos realizan una

negociación sobre la importancia de los argumentos, identifican áreas de acuerdos y las

comparan con áreas de desacuerdos, plantean nuevas negociaciones que encierran

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compromisos y realizan una co-construcción del conocimiento procurando integrar ciertos

puntos de vista.

La prueba y modificación de lo co-construido se refiere a aquella fase en que los alumnos

ponen a prueba los compromisos contraidos, verifican la co-construcción previamente

realizada y comprueban su valor con los esquemas cognitivos existentes, con su propia

experiencia, con datos formales y con testimonios contradictorios dentro de la literatura.

Los acuerdos y aplicaciones se refieren a aquella fase en que los alumnos tratan de resumir

sus acuerdos, aplican sus nuevos conocimientos y hacen reflexiones metacognitivas que

ilustran el entendimiento y el cambio de las formas de pensamiento como resultado de la

interacción.

Las fases anteriores caracterizan a aquellos grupos que han aprendido a trabajar

colaborativamente en torno al logro de objetivos de aprendizaje. Cuando un grupo es

"principiante" en cuestiones de trabajo colaborativo, esto se aprecia en el tipo de mensajes

aislados que se envían por medios electrónicos. Así, en un foro de este tipo, es posible

apreciar mensajes como los siguientes (López, Megchun y Ramírez, 1999):

Yo opino que…

Estoy de acuerdo…

Me parece que las lecturas…

No entendí bien…

Yo tampoco…

Desde mi punto de vista…

Aquí va mi tarea...

En contraste, cuando los grupos han aprendido a trabajar en forma colaborativa, se generan

"cadenas de la comunicación" que promueven una construcción de conocimiento de manera

colaborativa. Los siguientes ejemplos muestran estas cadenas deseables en nuestras

actividades (<biblio>):

Primera aportación…

Estoy de acuerdo pero añadiría...

Los autores dicen…

Replanteando el problema…

Habría que aclarar el concepto...

Un ejemplo de lo que dices sería…

Sí pero…

Según mi experiencia…

Tomando en cuenta todo lo anterior…

En conclusión...

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Referencias:

Gunawardena, C., Lowe, C., & Anderson, T. (1997). Analysis of a global online

debate and the development of an interaction analysis model for examining social

construction of knowledge in computer conferencing. Journal of Educational

Computing Research, 17, 395-429.

López, J. R., Megchun, R. M. y Ramírez, N. (1999). Grupos virtuales de trabajo

colaborativo. I.T.E.S.M., México.