Abel Sanchez

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ABEL SÁNCHEZ UNA HISTORIA DE PASIÓN Miguel de Unamuno Al morir Joaquín Monegro encontróse entre sus papeles una especie de Memoria de la sombría pasión que le hubo devorado en vida. Entremézclanse en este relato fragmentos tomados de esa confesión ––así la rotuló––, y que vienen a ser al modo de comentario que se hacía Joaquín a sí mismo de su propia dolencia. Esos fragmentos van entrecomillados. La Confesión iba dirigida a su hija: PRÓLOGO A ESTA SEGUNDA EDICIÓN Al corregir las pruebas de esta segunda edición de mi Abel Sánchez: Una historia de pasión -acaso estaría mejor: historia de una pasión- y corregirlas aquí, en el destierro fronterizo, a la vista pero fuera de mi dolorosa España, he sentido revivir en mí todas las congojas patrióticas de que quise librarme al escribir esta historia congojosa. Historia que no había querido volver a leer. La primera edición de esta novela no tuvo en un principio, dentro de España, buen suceso. Perjudicóle, sin duda, una lóbrega y tétrica portada alegórica que me empeñé en dibujar y colorear yo mismo; pero perjudicóle acaso más la tétrica lobreguez del relato mismo. El público no gusta que se llegue con el escalpelo a hediondas simas del alma humana y que se haga saltar pus. Sin embargo, esta novela, traducida al italiano, al alemán y al holandés, obtuvo muy buen suceso en los países en que se piensa y siente en estas lenguas. Y empezó a tenerlo en los de nuestra lengua española. Sobre todo después que el joven crítico José A. Balseiro en el tomo II de El vigía le dedicó un agudo ensayo. De tal modo que se ha hecho precisa esta segunda edición. Un joven norteamericano que prepara una tesis de doctorado sobre mi obra literaria me escribía hace poco preguntándome si saqué esta historia del Caín de lord Byron, y tuve que contestarle que yo no he sacado mis ficciones novelescas -o nivolescas- de libros, sino de la vida social que siento y sufro -y gozo- en tomo mío y de mi propia vida. Todos los personajes que crea un autor, si los crea con vida; todas las criaturas de un poeta, aun las más contradictorias entre sí -y contradictorias en sí misma~, son hijas naturales y legítimas de su autor -¡feliz si autor de sus siglos!-, son partes de él. Al final de su vida atormentada, cuando se iba a morir, decía mi pobre Joaquín Monegro: «¿Por qué nací en tierra de odios? En tierra en que el precepto parece ser: “Odia a tu prójimo como a ti mismo.” Porque he vivido odiándome; porque aquí todos vivimos odiándonos. Pero... traed al niño.» y al volver a oírle a mi Joaquín esas palabras, por segunda vez y al cabo de los años -¡Y qué años!- que separan estas dos ediciones, he sentido todo el horror de la calentura de la lepra nacional española, y me he dicho: «Pero... traed al niño.» Porque aquí, en esta mi nativa tierra vasca - francesa o española es igual- a la que he vuelto de largo asiento después de treinta y cuatro años que salí de ella, estoy reviviendo mi niñez. No hace tres meses escribía aquí: Si pudiera recogerme del camino y hacerme uno de entre tantos como he sido; si pudiera al cabo darte, Señor mío, el que en mí pusiste cuando yo era niño...! Pero ¡qué trágica mi experiencia de la vida española! Salvador de Madariaga, comparando ingleses, franceses y españoles, dice que en el reparto de los vicios capitales de que todos padecemos, al inglés le tocó más hipocresía que a los otros dos, al francés más avaricia y al español más envidia. Y esta terrible envidia, phthonos de los griegos, pueblo democrático y más bien demagógico, como el español, ha sido el fermento de la vida social española. Lo supo acaso mejor que nadie Quevedo; lo supo fray Luis de León. Acaso la soberbia de Felipe II no fue más que envidia. «La envidia nació en Cataluña», me decía una vez Cambó en la plaza

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Novela escrita por Miguel de Unamuno

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ABEL SNCHEZ UNA HISTORIA DE PASIN Miguel de Unamuno Al morir Joaqun Monegro encontrse entre sus papelesuna especie de Memoria de la sombra pasin que lehubo devorado en vida. Entremzclanse en este relatofragmentos tomados de esa confesin as la rotul,y que vienen a ser al modo de comentario que sehaca Joaqun a s mismo de su propia dolencia. Esos fragmentos van entrecomillados. La Confesiniba dirigida a su hija: PRLOGO A ESTA SEGUNDA EDICIN AlcorregirlaspruebasdeestasegundaedicindemiAbelSnchez:Unahistoria depasin-acasoestaramejor:historiadeunapasin-ycorregirlasaqu,enel destierrofronterizo,alavistaperofuerademidolorosaEspaa,hesentidorevivir enmtodaslascongojaspatriticasdequequiselibrarmealescribirestahistoria congojosa. Historia que no haba querido volver a leer.Laprimeraedicindeestanovelanotuvoenunprincipio,dentrodeEspaa,buen suceso.Perjudicle,sinduda,unalbregayttricaportadaalegricaqueme empeendibujarycolorearyomismo;peroperjudicleacasomslattrica lobreguezdelrelatomismo.Elpbliconogustaquesellegueconelescalpeloa hediondas simas del alma humana y que se haga saltar pus.Sinembargo,estanovela,traducidaalitaliano,alalemnyalholands,obtuvo muy buen suceso en los pases en que se piensa y siente en estas lenguas. Y empez a tenerlo en los de nuestra lengua espaola. Sobre todo despus que el joven crtico JosA.BalseiroeneltomoIIdeElvigalededicunagudoensayo.Detalmodo que se ha hecho precisa esta segunda edicin.Unjovennorteamericanoquepreparaunatesisdedoctoradosobremiobra literaria me escriba hace poco preguntndome si saqu esta historia delCandelord Byron,ytuvequecontestarlequeyonohesacadomisficcionesnovelescas-o nivolescas- de libros, sino de la vida social que siento y sufro -y gozo- en tomo mo y demipropiavida.Todoslospersonajesquecreaunautor,siloscreaconvida; todaslascriaturasdeunpoeta,aunlasmscontradictoriasentres-y contradictoriasensmisma~,sonhijasnaturalesylegtimasdesuautor-feliz si autor de sus siglos!-, son partes de l.Alfinaldesuvidaatormentada,cuandoseibaamorir,decamipobreJoaqun Monegro: Por qu nac en tierra de odios? En tierra en que el precepto parece ser: Odiaatuprjimocomoatimismo.Porquehevividoodindome;porqueaqu todos vivimos odindonos. Pero... traed al nio. y al volver a orle a mi Joaqun esas palabras,porsegundavezyalcabodelosaos-Yquaos!- que separan estas dos ediciones, he sentido todo el horror de la calentura de la lepra nacional espaola, ymehedicho:Pero...traedalnio.Porqueaqu,enestaminativatierra vasca-francesa o espaola es igual- a la que he vuelto de largo asiento despus de treinta y cuatroaosquesaldeella,estoyreviviendominiez.Nohacetresmesesescriba aqu: Si pudiera recogerme del caminoy hacerme uno de entre tantos como he sido;si pudiera al cabo darte, Seor mo,el que en m pusiste cuando yo era nio...! Peroqutrgicamiexperienciadelavidaespaola!SalvadordeMadariaga, comparandoingleses,francesesyespaoles,dicequeenelrepartodelosvicios capitalesdequetodospadecemos,alinglsletocmshipocresaquealosotros dos,alfrancsmsavariciayalespaolmsenvidia.Yestaterribleenvidia, phthonosdelosgriegos,pueblodemocrticoymsbiendemaggico,comoel espaol,hasidoelfermentodelavidasocialespaola.Losupoacasomejorque nadieQuevedo;losupofrayLuisdeLen.AcasolasoberbiadeFelipeIInofuems queenvidia.LaenvidianacienCatalua,medecaunavezCambenlaplaza MayordeSalamanca.PorqunoenEspaa?Todaesaapestosaenemigadelos neutros, de los hombres de sus casas, contra los polticos, qu es sino envidia? De dnde naci la vieja Inquisicin, hoy rediviva?YalfinlaenvidiaqueyotratdemostrarenelalmademiJoaqunMonegroes unaenvidiatrgica,unaenvidiaquesedefiende,unaenvidiaquepodrallamarse anglica; pero, y esa otra envidia hipcrita, solapada, abyecta, que est devorando alomsindefensodelalmadenuestropueblo?,esaenvidiacolectiva?,laenvidia delauditorioquevaalteatroaaplaudirlasburlasaloqueesmsexquisitooms profundo?Enestosaosqueseparanlasdosedicionesdeestamihistoriadeunapasin trgica-lamstrgicaacaso-,hesentidoenconarselalepranacionalyenestos cercadecincoaosquehetenidoquevivirfuerademiEspaahesentidocmola viejaenvidiatradicional-ytradicionalista-espaola,lacastiza,laqueagrilas graciasdeQuevedoylasdeLarra,hallegadoaconstituirunaespeciedepartidillo poltico,aunque,comotodolovergonzanteehipcrita,desmedrado;hevistoala envidiaconstituirjuntasdefensivas,lahevistorevolversecontratodanatural superioridad.yahora,alreleer,porprimeravez,miAbelSnchezparacorregirlas pruebasdeesta su segunda-y espero que no ltima- edicin, he sentido la grandeza delapasindemiJoaqunMonegroycunsuperiores,moralmente,atodoslos Abeles. No es Can lo malo; lo malo son los cainitas. y los abelitas.Mascomonoquierohurgarenviejastristezas,entristezasdeviejorgimen-no mstristesquelasdelllamadonuevo-terminoesteprlogoescritoeneldestierro, peroa la vista de mi Espaa, diciendo con mi pobre Joaqun Monegro: Pero... traed al nio! MIGUEL DE UNAMUNO. En Hendaya. el 14 de julio de 1928. I NorecordabanAbelSnchezyJoaqunMonegrodesdecundoseconocan.Eran conocidosdesdeantesdelaniez,desdesuprimerainfancia,puessusdossendas nodrizassejuntabanylosjuntabancuandoanellosnosabanhablar.Aprendi cada uno de ellos a conocerse conociendo al otro. Y as vivieron y se hicieron juntos amigosdesdenacimiento,casimsbienhermanosdecrianza.Ensuspaseos,ensus juegos,ensusotrasamistadescomunes,parecadominareiniciarlotodo Joaqun, el msvoluntarioso;peroeraAbelquien,pareciendoceder,hacalasuyasiempre.Yes queleimportabamsnoobedecerquemandar.Casinuncarean.Pormcomot quieras...!,ledecaAbelaJoaqun,yesteseexasperabaalasvecesporque con aquel como t quieras... ! esquivaba las disputas.-Nunca me dices que no! -exclamaba Joaqun. - Y para qu? -responda el otro. --Bueno,estenoquierequevayamosalPinar-dijounavezaquel,cuandovarios compaeros se disponan a un paseo.-Yo?puesnohedequererlo...!-exclamAbel-. S, hombre, s; como t quieras. Vamos all!-No, como yo quiera, no! Ya te he dicho otras veces que no! Como yo quiera no! T no quieres ir!-Que s, hombre...-Pues entonces no lo quiero yo...-Ni yo tampoco...-Eso no vale -grit ya Joaqun-. O con l o conmigo!YtodossefueronconAbel,dejndoleaJoaqunsolo.Alcomentaresteensus Confesionestal suceso de la infancia, escriba: Ya desde entonces era l simptico, nosabaporqu, y antiptico yo, sin que se me alcanzara mejor la causa de ello, y me dejaban solo. Desde nio me aislaron mis amigos. Durantelosestudiosdelbachillerato,quesiguieronjuntos,Joaqunerael empolln,elqueibaalacazadelospremios,elprimeroenlasaulasyelprimero Abel fuera de ellas, en el patio del Instituto, en la calle, en el campo, en los novillos, entreloscompaeros.Abeleraelquehacarerconsusgraciasy,sobretodo, obtenatriunfosdeaplausoporlascaricaturasquedeloscatedrticoshaca. Joaqunesmuchomsaplicado,peroAbelesmslisto...sisepusieraa estudiar...Yestejuiciocomndeloscompaeros,sabidoporJoaqun,nohaca sinoenvenenarleelcorazn.Llegasentirlatentacindedescuidarelestudioy tratardevenceralotroenelotrocampo,perodicindose:bah!,qusaben ellos...,siguifielasupropionatural.Adems,pormsqueprocurabaaventajaral otro en ingenio y donosura no lo consegua. Sus chistes no eran redos y pasaba por serfundamentalmenteserio.Teresfnebre-soladecirleFedericoCuadrado-, tus chistes son chistes de duelo. Concluyeron ambos el bachillerato. Abel se dedic a ser artista siguiendo el estudio delapinturayJoaqunsematriculenlaFacultaddeMedicina.Veansecon frecuenciayhablabacadaunoalotrodelosprogresosqueensusrespectivos estudioshacan,empendoseJoaqunenprobarleaAbelquelaMedicinaera tambinunarte,yhastaunaartebella,enquecabainspiracinpotica.Otras veces,encambio,dabaenmenospreciarlasbellasartes,enervadorasdelespritu, exaltandolaciencia,queeslaqueeleva,fortificayensanchaelesprituconla verdad.-PeroesquelaMedicinatampocoesciencia-ledecaAbel-. No es sino una arte, una prctica derivada de ciencias.-Es que yo no he de dedicarme al oficio de curar enfermos -replicaba Joaqun.-Oficio muy honrado y muy til... -aada el otro.-S,peronoparam.Sertodolohonradoytodolotilquequieras,perodetesto esahonradezyesautilidad.Paraotroselhacerdinerotomandoelpulso,mirandola lengua y recetando cualquier cosa. Yo aspiro a ms.-A ms?-S,yoaspiroaabrirnuevoscaminos.Piensodedicarmealainvestigacin cientfica.Lagloriamdicaesdelosquedescubrieronelsecretodealguna enfermedad y no de los que aplicaron el descubrimiento con mayor o menor fortuna.-Me gusta verte as, tan idealista.-Pues qu, crees que slo vosotros, los artistas, los pintores, sois con la gloria?-Hombre, nadie te ha dicho que yo suee con tal cosa...-Que no?, pues por qu, sino, te has dedicado a pintar?-Porque si se acierta es oficio que promete...-Que promete?-Vamos, s, que da dinero.-A otro perro con ese hueso, Abel. Te conozco desde que nacimos casi. A m no me la das. Te conozco.-Y he pretendido nunca engaarte?-No,perotengaassinpretenderlo.Coneseairedenoimportartenada,de tomar la vida en juego, de drsete un comino de todo, eres un terrible ambicioso... -Ambicioso yo?-S,ambiciosodegloria,defama,derenombre...Lofuistesiempre,denacimiento. Slo que solapadamente.-Perovenac,Joaqun,ydime:tedisputnuncatuspremios?,nofuistet siempre el primero en clase?, el chico que promete?-S, pero el gallito, el nio mimado de los compaeros, t...-Y qu iba yo a hacerle... ?-Me querrs hacer creer que no buscabas esa especie de popularidad...?-Haberla buscado t...-Yo?, yo? Desprecio a la masa!-Bueno,bueno,djamedeesastonterasycratedeellas.Mejorserqueme hables otra vez de tu novia.-Novia?-Bueno, de esa tu primita que quieres que lo sea.PorqueJoaqunestabaqueriendoforzarelcorazndesuprimaHelenayhaba puestoensuempeoamorosotodoelahncodesunimoreconcentrado y suspicaz. Ysusdesahogos,losinevitablesysaludablesdesahogosdeenamoradoenlucha, eran con su amigo Abel.Y lo que Helena le haca sufrir!-Cadavezlaentiendomenos-soladecirleaAbel-. Esa muchacha es para m una esfinge...-YasabesloquedecaOscarWilde,oquienfuese:quetodamujeresunaesfinge sin secreto;-Pues Helena parece tenerlo. Debe de querer a otro, aunque este no lo sepa: Estoy seguro de que quiere a otro. - Y por qu?-De otro modo no me explico su actitud conmigo...-Esdecir,queporquenoquierequererteati...quererteparanovio,quecomo primo s te querr.-No te burles!-Bueno,puesporquenoquierequererteparanovio,omsclaro,paramarido, tiene que estar enamorada de otro? Bonita lgica!-Yo me entiendo!-S, y tambin yo te entiendo.-T?-Nopretendesserquienmejormeconoce?Qumucho,pues,queyopretenda conocerte? Nos conocimos a un tiempo.-Tedigoqueesamujermetraelocoymeharperderlapaciencia.Estjugando conmigo.Simehubieradichodesdeunprincipioqueno,bienestaba,perotenerme as, diciendo que lo ver, que lo pensar... Esas cosas no se piensan... coqueta.-Es que te est estudiando.-Estudindomeam?Ella?Qutengoyoqueestudiar?Qupuedeella estudiar?-Joaqun, Joaqun, te ests rebajando y la ests rebajando...! O crees que no ms verte y orte y saber que la quieres y ya deba rendrsete?-S, siempre he sido antiptico...-Vamos, hombre, no te pongas as...-Esqueesamujerestjugandoconmigo!Esquenoesnoblejugarasconun hombre, como yo, franco, leal, abierto... Pero si vieras qu hermosa est! Y cunto ms fra y ms desdeosa se pone ms hermosa! Hay veces que no s si la quiero o la aborrezco ms...! Quieres que te presente a ella... ?-Hombre, si t...-Bueno, os presentar. -Y si ella quiere...-Qu? -Le har un retrato.-Hombre, s!MasaquellanochedurmiJoaqunmalrumiandolodelretrato,pensandoenque AbelSnchez,elsimpticosinproponrselo,elmimadodelfavorajeno,ibaa retratarle a Helena.Qusaldradeall?EncontraratambinHelena,comosuscompaerosdeellos, mssimpticoaAbel?Pensnegarsealapresentacin,mascomoyaselahaba prometido... II -Qutalteparecimiprima?-lepreguntabaJoaqunaAbelaldasiguientede habrselapresentadoypropuestoaella,aHelena,lodelretrato,queacogi alborozada de satisfaccin.-Hombre, quieres la verdad?-Laverdadsiempre,Abel;sinosdijramossiemprela verdad, toda la verdad, esto sera el paraso.-S, y si se la dijera cada cual a s mismo...-Bueno, pues la verdad!-Laverdadesquetuprimayfuturanovia,acasoesposa,Helena,mepareceuna pava real... es decir, un pavo real hembra... Ya me entiendes...-S, te entiendo.-Como no s expresarme bien ms que con el pincel...-Y vas a pintar la pava real, o el pavo real hembra, haciendo la rueda acaso, con su cola llena de ojos, su cabecita...-Paramodelo,excelente!Excelente,chico!Quojos!Quboca!Esaboca carnosayalavezfruncida...,esosojosquenomiran...Qucuello!Ysobretodo qu color de tez! Si no te incomodas...-Incomodarme yo?-Tedirquetieneuncolorcomodeindiabrava,omejor,defieraindmita.Hay algo, en el mejor sentido, de pantera en ella. Y todo ello framente.-Y tan framente!-Nada, chico, que espero hacerte un retrato estupendo.-A m? Ser a ella?-No, el retrato ser para ti, aunque de ella.-No, eso no, el retrato ser para ella!-Bien, para los dos. Quin sabe... Acaso con l os una.-Vamos, s, que de retratista pasas a...-A lo que quieras, Joaqun, a celestino, con tal de que dejes de sufrir as. Me duele verte de esa manera.Empezaronlassesionesdepintura,reunindoselostres.Helenaseposabaensu asientosolemneyfra,henchidadedesdn,comounadiosallevadaporeldestino. Puedohablar?,preguntelprimerda,yAbellecontest:S,puedeusted hablarymoverse;paramesmejorquehableysemueva,porqueasvivela fisonoma...Estonoesfotografa,yademsnolaquierohechaestatua...Yella hablaba,hablaba,peromovindosepocoyestudiandolapostura.Quhablaba? Ellosnolosaban.Porqueunoyotronohacansinodevorarlaconlosojos;lavean, no la oan hablar.Yellahablaba,hablaba,porcreerdebuenaeducacinnoestarsecallada,y hablaba zahiriendo a Joaqun cuanto poda.-Qu tal vas de clientela, primito? -le preguntaba.-Tanto te importa eso?-Pues no ha de importarme, hombre, pues no ha de importarme...! Figurate...-No, no me figuro.-lnteresndotettantocomopormteinteresas,nocumploconmenosquecon interesarme yo por ti. Y, adems, quin sabe... -Quin sabe, qu -Bueno, dejen eso -interrumpi Abel-; no hacen sino regaar.-Eslonatural-decaHelena-entreparientes...Yadems,dicenqueasse empieza.-Se empieza, qu? -pregunt Joaqun.-Eso t lo sabrs, primo, que t has empezado.-Lo que vaya hacer es acabar!-Hay varios modos de acabar, primo.-Y varios de empezar.-Sin duda. Qu, me descompongo con este floreteo, Abel?-No,no,todolocontrario.Estefloreteo,comolellama,ledamsexpresinala mirada y al gesto. Pero...AlosdosdastutebanseyaAbelyHelena;lohabaqueridoasJoaqun,queal tercer da falt a una sesin.-A ver, a ver cmo va eso -dijo Helena levantndose para ir a ver el retrato.-Qu te parece?-Yo no entiendo, y adems no soy quien mejor puede saber si se me parece o no.-Qu? No tienes espejo? No te has mirado a l?-S, pero...-Pero qu...?-Qu s yo...-No te encuentras bastante guapa en este espejo? -No seas aduln.-Bien, se lo preguntaremos a Joaqun.-No me hables de l, por favor. Qu pelma! -Pues de l he de hablarte.~Entonces me marcho...-No, y oye. Est muy mal lo que ests haciendo con ese chico.-Ah! Pero ahora vienes a abogar por l? Es esto del retrato un achaque? -Mira, Helena, no est bien que ests as, jugando con tu primo. l es algo, vamos, algo...-S, insoportable!-No,lesreconcentrado,altivopordentro,terco,llenodesmismo,peroes bueno,honradoacartacabal,inteligente,leesperaunbrillanteporvenirensu carrera, te quiere con delirio...-Y si a pesar de todo eso no le quiero yo?-Pues debes entonces desengaarle.-Ypocoquelehedesengaado!Estoyhartadedecirlequemepareceunbuen chico,peroqueporeso,porquemepareceunbuenchico,unexcelenteprimo-y no quiero hacer un chiste-, por eso no le quiero para novio con lo que luego viene.-Pues l dice...-Siltehadichootracosa,notehadicholaverdad,Abel.Esquevoya despedirle y prohibirle que me hable siendo como es mi primo? Primo! jQu gracia!-No te burles as.-Si es que no puedo...-Ylsospechams,yesqueseempeaencreerquepuestoquenoquieres quererle a l, ests en secreto enamorada de otro...-Eso te ha dicho?-S, eso me ha dicho.Helena se mordi los labios, se ruboriz y call un momento.-S,esomehadicho-repitiAbel,descansandoladiestrasobreeltientoque apoyabaenellienzo,ymi-randofijamenteaHelena,comoqueriendoadivinarel sentido de algn rasgo de su cara.-Pues si se empea...-Qu...?-Que acabar por conseguir que me enamore de algn otro...Aquella tarde no pint ya ms Abel. Y salieron novios. III ElxitodelretratodeHelenaporAbelfueclamoroso.Siemprehabaalguien contemplndolofrentealescaparateenquefueexpuesto.Yatenemosungran pintorms,decan.Yella,Helena,procuraba pasar junto al lugar en que su retrato seexponaparaorloscomentariosypasebaseporlascallesdelaciudadcomoun inmortalretratoviviente,comounaobradeartehaciendolarueda.Nohabaacaso nacido para eso?Joaqun apenas dorma.-Estpeorquenunca-ledijoaAbel-.Ahoraescuandojuegaconmigo.Mevaa matar!-Naturalmente! Se siente ya belleza profesional... . -S, la has inmortalizado! Otra Joconda! -Pero t, como mdico, puedes alargarle la vida...-O acortrsela.-No te pongas as, trgico.-Y qu voy a hacer, Abel, qu voy a hacer....?-Tener paciencia...-Adems,mehadichocosasdedondehesacadoquelehascontadolodequela creo enamorada de otro...-Fue por hacer tu causa...-Porhacermicausa...Abel,Abel,testsdeacuerdoconella...,vosotrosme engais... -Engaarte? En qu? Te ha prometido algo? -Y a ti?-Es tu novia acaso?-Y es ya la tuya?Call se Abel, mudndosele la color.-Lo ves? -exclam Joaqun, balbuciente y tembloroso-. Lo ves?-El qu?-Y lo negars ahora? Tendrs cara para negrmelo?-Pues bien, Joaqun, somos amigos de antes de conocernos, casi hermanos...-Y al hermano, pualada trapera, no es eso?-No te sulfures as; ten paciencia...-Paciencia?Yquesmividasinocontinuapaciencia,continuopadecer?..Tel simptico, t el festejado, t el vencedor, t el artista... Y yo...Lgrimas que le reventaron en los ojos cortronle la palabra.-Y qu iba a hacer, Joaqun, qu queras que hiciese....?-No haberla solicitado, pues que la quera yo...!-Pero si ha sido ella, Joaqun, si ha sido ella...-Claro, a ti, al artista, al afortunado, al favorito de la fortuna, a ti son ellas las que te solicitan. Ya la tienes pues...-Me tiene ella, te digo.-S,yatetienelapavareal,labellezaprofesional,laJoconda...Serssupintor... Lapintarsentodasposturasyentodasformas,atodaslasluces,vestidaysin vestir.... -Joaqun!-Yaslainmortalizars.Vivirtantocomotuscuadrosvivan.Es decir; vivir, no! PorqueHelenanovive;durar.Durarcomoelmrmol,dequees.Porqueesde piedra, fra y dura, fra y dura como t. Montn de carne... !-No te sulfures, te he dicho.-Puesnohedesulfurarme,hombre,puesnohedesulfurarme!Estoesuna infamia, una canallada!Sintise abatido y call, como si le faltaran palabras para la violencia de su pasin.-Pero ven ac, hombre-le dijo Abel con su voz ms dulce, que era la ms terrible- yreflexiona.Ibayoahacerquetequisiese si ella no quiere quererte? Para novio no le eres...-S, no soy simptico a nadie; nac condenado.-Te juro, Joaqun...-No jures!-Te juro que si en m solo consistiese, Helena sera tu novia, y maana tu mujer. Si pudiese cedrtela...-Me la venderas por un plato de lentejas, no es eso?-No, vendrtela, no! Te la cedera gratis y gozara en veros felices, pero...-S, que ella no me quiere y te quiere a ti, no es eso?-Eso es!-Que me rechaza a m, que la buscaba, y te busca a ti, que la rechazabas.-Eso! Aunque no lo creas; soy un seducido.-Qu manera de darte postn! Me das asco!-Postn?-S, ser as, seducido, es ms que ser seductor. Pobre vctima! Se pelean por ti las mujeres...-No me saques de quicio, Joaqun...-Ati? Sacarte a ti de quicio? Te digo que esto es una canallada, una infamia, un crimen... Hemos acabado para siempre!Y luego, cambiando de tono, con lgrimas insondables en la voz:-Tencompasindem,Abel,tencompasin.Vequetodosmemirandereojo, ve quetodossonobstculosparam...Tueresjoven,afortunado,mimado;tesobran lasmujeres...DejameaHelena,miraquenosabrdirigirmeaotra...Djamea Helena... -Pero si ya te la dejo...-Hazquemeoiga;hazquemeconozca;hazquesepaque muero por ella, que sin ella no vivir...-No la conoces...-S, os conozco! Pero, por Dios, jrame que no has de casarte con ella...-Y quin ha hablado de casamiento?-Ah, entonces es por darme celos nada ms? Si ella no es ms que una coqueta... peor que una coqueta, una...-Cllate! -rugi Abel y fue tal el rugido, que Joaqun se qued callado, mirndole.-Es imposible, Joaqun; contigo no se puede! Eres imposible!Y Abel marchse.Pasunanochehorrible-dej escrito en suConfesinJoaqun- volvindome a un ladoyotrodelacama,mordiendoaratoslaalmohada,levantndomeabeberagua deljarrodellavabo.Tuvefiebre.Aratosmeamodorrabaensueosacerbos. Pensabamatarlesyurdamentalmente,comosisetratasedeundramaodeuna novelaqueibacomponiendo,losdetallesdemisangrientavenganza,ytramaba dilogosconellos.ParecamequeHelenahabaqueridoafrentarmeynadams,que habaenamoradoaAbelpormenosprecioam,peroquenopoda,montndecarne alespejo,quereranadie.Yladeseabamsquenuncayconmsfuriaquenunca. Enalgunadelasinterminablesmodorrasdeaquellanochemesoposeyndolay juntoalcuerpofroeinertedeAbel.Fueunatempestaddemalosdeseos,de cleras,deapetitossucios,derabia.Coneldayelcansanciodetantosufrir volvimelareflexin,comprendquenotenaderechoalgunoaHelena,peroempec aodiaraAbelcontodamialmayaproponermealavezocultareseodio,abonarlo, criarlo,cuidarloenlorecnditodelasentraasdemialma.Odio?Annoquera darlesunombre,niquerareconocerquenac,predestinado,consumasayconsu semilla. Aquella noche nac al infierno de mi vida. IV -Helena -le deca Abel-, eso de Joaqun me quita el sueo...,-El qu?-Cuando le diga que vamos a casamos no s lo que va a ser. Y eso que parece ya tranquilo y como si se resignase a nuestras relaciones...-S, bonito es l para resignarse!-La verdad es que esto no estuvo del todo bien.-Qu?Tambint?Esquevamos a ser las mujeres como bestias, que se dan y prestan y alquilan y venden?-No, pero...-Pero qu?-Quefuelquienmepresentati,paraquetehicieraelretrato,yme aprovech...-Ybienaprovechado!Estabayoacasocomprometidaconl?Yaunquelo hubiese estado! Cada cual va a lo suyo.-S, pero...-Qu? Te pesa? Pues por m... Aunque si an me dejases ahora, ahora que estoy comprometidaytodassabenqueeresminoviooficialyquemevasapedirunda deestos,noporesobuscaraaJoaqun,no!Menosquenunca!Mesobraran pretendientes, as, como los dedos de las manos-y levantaba sus dos largas manos, deabusadosdedos,aquellasmanosquecontantoamorpintaraAbel,ysacudalos dedos, como si revolotearan.Abellecogilasdosmanosenlasreciassuyas,selasllevalabocaylasbes alargadamente. y luego en la boca...-Estte quieto, Abel!-Tienesrazn,Helena,novamosaturbarnuestrafelicidadpensandoenloque sienta y sufra por ella el pobre Joaqun...-Pobre? No es ms que un envidioso!-Pero hay envidias, Helena...-Que se fastidie!-Y despus de una pausa llena de un negro silencio:-Por supuesto, le convidaremos a la boda...-Helena! -Yqumalhayenello?Esmiprimo,tuprimeramigo,aldebemoselhabernos conocido.Ysinoleconvidast,leconvidaryo.Quenova?Mejor!Quva? Mejor que mejor! V AlanunciarAbelaJoaqunsucasamiento,estedijo:-Astenaqueser.Talpara cual. -Pero bien comprendes... -S,locomprendo,nomecreasundementeounfurioso; lo comprendo, est bien, que seis felices... Yo no lo podr ser ya... -Pero, Joaqun, por Dios, por lo que ms quieras...-Bastaynohablemosmsdeello.HazfelizaHelenayqueellatehagafeliz...Os he perdonado ya... -De veras? -S, de veras. Quiero perdonaros. Me buscar mi vida.-Entonces me atrevo a convidarte a la boda, en mi nombre... -Y en el de ella, eh?-S, en el de ella tambin. -Lo comprendo. Ir a realzar vuestra dicha. Ir.ComoregalodebodamandJoaqunaAbelunpardemagnficaspistolas damasquinadas, como para un artista.-Son para que te pegues un tiro cuando te canses de m-le dijo Helena a su futuro marido. -Qu cosas tienes, mujer! -Quin sabe sus intenciones... Se pasa la vida tramndolas... Enlosdasquesiguieronaaquelenquemedijoquesecasaban-escribi en su ConfesinJoaqun-sentcomosielalmatodasemehelase.Yelhielomeapretaba elcorazn.Erancomollamasdehielo.Mecostabarespirar.ElodioaHelena, y sobre todo,aAbel,porqueeraodio,odiofrocuyasracesmellenabanelnimo,seme habaempedernido.Noeraunamalaplanta,erauntmpanoquesemehaba clavadoenelalma;era,msbien,mialmatodacongelada en aquel odio. Y un hielo tancristalino,queloveatodoasutravsconunaclaridadperfecta.Medaba acabadacuentadequerazn,loquesellamarazn,eranelloslosquelatenan; que yo no poda alegar derecho alguno sobre ella; que no se debe ni se puede forzar elafectodeunamujer;que,puessequeran,debanunirse.Perosentatambin confusamentequefuiyoquienlesllevnosloaconocerse,sinoaquererse,que fuepordesprecioamporloqueseentendieron,queenlaresolucindeHelena entrabapormuchoelhacerme rabiar y sufrir, el darme dentera, el rebajarme a Abel, yenladeesteelsoberanoegosmoquenuncaledejsentirelsufrimientoajeno. Ingenuamente,sencillamentenosedabacuentadequeexistieranotros.Losdems ramosparal,alosumo,modelos para sus cuadros. No saba ni odiar; tan lleno de s viva. Fui a la boda con el alma escarchada de odio, el corazn garapiado en hielo agrio perosobrecogidodeunmortalterror,temiendoquealorelsdeellos,elhielose meresquebrajarayhendidoelcoraznquedaseallmuertooimbcil. Fui a ella como quienvaalamuerte.Yloquemeocurri fue ms mortal que la muerte misma; fue peor, mucho peor que morirse. Ojal me hubiese entonces muerto all. Ellaestabahermossima.Cuandomesaludsentqueunaespadadehielo,de hielodentrodelhielodemicorazn,juntoalacualaneratibioelmo,melo atravesaba; era la sonrisa insolente de su compasin. Gracias!, me dijo,yentend: Pobre Joaqun! l,Abel, l ni s si me vio. "Comprendo tu sacrificio" - me dijo, por no callarse- . "No, no hay tal - le repliqu- ; te dije que vendra y vengo; ya vesquesoyrazonable;nopodafaltaramiamigodesiempre,ami hermano."Debi de parecerle interesante mi actitud, aunque poco pictrica. Yo eraallelconvidadodepiedra. Al acercarse el momento fatal yo contaba los segundos. "Dentro de poco -medeca- haterminadoparamtodo!"Creoquesemeparelcorazn.O cl aros y di sti ntos l os dos sis, el de l y el de ella. Ella me mir al pronunciarlo. Yquedmsfroqueantes,sinunsobresalto,sinunapalpitacin,comosi nadaquemetocasehubieseodo.Yellomellendeinfernalterroram mismo. Me sent peor que un monstruo, me sent como si no existiera, como si nofuesenadam squeunpedazodehielo,yestoparasiempre.Llegua palparme la carne, a pellizcrmela, a tomarme el pulso. "Pero estoy vivo? Y soy yo?"- medije. Noquierorecordartodoloquesucediaquelda.Sedespidierondemy furonse a su viaje de luna de miel. Yo me hund en mis libros, en mi estudio, enmiclientela,queempezabayaatenerla.Eldespejomentalquemedio aquel golpe de lo ya irreparable, el descubrimiento de m mismo de que no hay alma,movironmeabuscarenelestudio,noyaconsuelo- consuelo,nilo necesitabaniloquera- ,sinoapoyoparaunaambicininmensa.Tenaque aplastarconlafamademinombrelafama,yaincipiente,deAbel;mis descubrimientoscientficos,obradearte,deverdaderapoesa,tenanque hacer sombra a sus cuadros. Tena que llegar a comprender un da Helena que era yo, el mdico, el antiptico, quien habra de darle aureola de gloria, y no l, no el pintor. Me hund en el estudio. Hasta llegu a creer que los olvidara! Quisehacerdel aci enci aunnarcticoyalavezunestimulante! VI Alpocodehabervueltolosnoviosdesuviajedelunademiel,cayAbel enfermo de alguna gravedad y llama ron a Joaqun a que le viese y le asistiese. - Estoy muy intranquila, Joaqun- ledijoHelena- ;anochenoha hecho sino delirar,yeneldelirionohacasinollamarte. ExaminJoaquncontodocuidadoyminuciaasuamigo,yluego,mirando ojos aojos asuprima,ledijo: - La cosa es grave, pero creo que le salvar. Yo soy quien no tiene salvacin ya. - S,slvamelo- exclamella- .Yyasabes... - S, lo s todo!- ysesali. Helena se fue al lecho de su marido, le puso una mano sobre la frente, que le arda,ysepusoatemblar.Joaqun, Joaqun- delirabaAbel- ,perdnanos, perdname! - Calla- ledijocasialodoHelena- , cal l a!; ha veni do a verte y di ce que te curar,quetesanar...Di cequetecal l es... - Que me curar...?- aadimaquinalmenteelenfermo. Joaqunllegasucasatambinfebril,peroconunaespeciedefiebrede hielo.Ysisemuriera...!,pensaba.Echse vestido sobre la cama y se puso a imaginarescenasdeloqueacaecerasiAbelsemuriese:ellutodeHelena,sus entrevistasconlaviuda,elremordimientodeesta,eldescubrimientoporparte deelladequineral,Joaqun,ydecmo,conquviolencianecesitabaeldes-quiteylanecesitabaaella,ycmocaaalfinellaensusbrazosyreconocaque lootro,latraicin,nohabasidosinounapesadilla,unmalsueodecoqueta; quesiemprelehabaqueridoal,aJoaqunynoaotro.Peronosemorir!, sedijoluego.Nodejaryoquesemuera,nodebodejarlo,estcomprometido mi honor, y luego... necesito que viva! Yaldecireste:necesitoqueviva!,temblbaletodaelalma,comotiembla el follaje de una encina a la sacudida del huracn. FueronunosdasatrocesaquellosdelaenfermedaddeAbel-escribaensu Confesinelotro-,unosdasdetorturaincreble.Estabaenmimanodejarle morir,anms,hacerlemorirsinquenadielosospechase,sinquedeello quedaserastroalguno.Heconocidoenmiprcticaprofesionalcasosdeextraas muertesmisteriosasquehepodidoverluegoiluminadasaltrgicofulgorde sucesosposteriores,unanuevabodadelaviudayotrosas.Luchentonces comonoheluchadonuncaconmigomismo,conesehediondodragnquemeha envenenadoyentenebrecidolavida.Estabaallcomprometidomihonordem-dico,mihonordehombre,yestabacomprometidamisaludmental,mirazn. Comprendquemeagitababajolasgarrasdelalocura;vielespectrodela demenciahaciendosombraenmicorazn.Yvenc.SalvaAbeldelamuerte. Nuncaheestadomsfeliz,msacertado.Elexcesodemiinfelicidadmehizo estar felicsimo de acierto. -Ya est fuera de todo cuidado tu... marido -le dijo un da Joaqun a Helena. -Gracias,Joaqun,gracias-ylecogilamano,quelseladejentrelas suyas-; no sabes cunto te debemos... -Ni vosotros sabis cunto os debo... -Por Dios, no seas as... ahora que tanto te debemos, no volvamos a eso... -No,sinovuelvoanada.Osdebomucho.EstaenfermedaddeAbelmeha enseado mucho, pero mucho...-Ah, le tomas como a un caso? -No, Helena, no; el caso soy yo!-Pues no te entiendo. -Ni yo del todo. Y te digo que estos das luchando por salvar a tu marido... -Di a Abel! -Bien,sea;luchandoporsalvarleheestudiadoconsuenfermedadlamay vuestra felicidad y he decidido... casarme! -Ah, pero tienes novia? -No,nolatengoan,perolabuscar.Necesitounhogar.Buscarmujer.O crees t, Helena, que no encontrar una mujer que me quiera? -Pues no la has de encontrar, hombre, pues no la has de encontrar...! -Una mujer que me quiera, digo. -S, te he entendido, una mujer que te quiera, s!-Porque como partido... -S,sindudaeresunbuenpartido...joven,nopobre,conunabuenacarrera, empezando a tener fama, bueno...-Bueno... s, y antiptico, no es eso? -No, hombre, no; t no eres antiptico! -Ay, Helena, Helena!, dnde encontrar una mujer? ...-Que te quiera? -No,sinoquenomeengae,quemedigalaverdad,quenoseburledem, Helena,quenoseburledem...!Quesecaseconmigopordesesperacin, porque yo la mantenga, pero que me lo diga... -Bien has dicho que ests enfermo, Joaqun. Csate!-Y crees, Helena, que hay alguien, hombre o mujer, que pueda quererme? -No hay nadie que no pueda encontrar quien le quiera.-Y querr yo a mi mujer? Podr quererla?, dime?-Hombre, pues no faltaba ms... -Porquemira,Helena,noeslopeornoserquerido,nopoderserquerido;lopeor es no poder querer. -Eso dice don Mateo, el prroco, del demonio, que no puede querer. -Y el demonio anda por la tierra, Helena.-Cllate y no me digas esas cosas. -Es peor que me las diga a m mismo.-Pues cllate! VII DedicseJoaqun,parasalvarse,requiriendoamparoasupasin,abuscarmujer, losbrazosmaternalesdeunaesposaenquedefendersedeaquelodioquesenta, unregazoenqueesconderlacabeza,comounnioquesienteterroralcoco,para no ver los ojos infernales del dragn de hielo. Aquella pobre Antonia! Antoniahabanacidoparamadre;eratodoternura,todocompasin.Adivinen Joaqun,condivinoinstinto,unenfermo,uninvlidodelalma,unposeso,ysin saberdequ,enamorsedesudesgracia.Sentaunmisteriosoatractivoenlas palabras fras y cortantes de aquel mdico que no crea en la virtud ajena. Antonia era la hija nica de una viuda a que asista Joaqun. -Cree usted que saldr de esta? -le preguntaba a l.-Loveodifcil,muydifcil.Estlapobremuytrabajada,muyacabada;hadebido de sufrir mucho... Su corazn est muy dbil... -Slvemelausted,donJoaqun,slvemelausted,porDios!Sipudieradarami vida por la suya! -No,esonosepuede.Y,adems,quinsabe?Lavida de usted, Antonia, ha de hacer ms falta que la suya... - La ma? Para qu? Para quin? - Quinsabe...! Lleglamuertedelapobreviuda. - Nohapodidoser,Antonia- dijoJoaqun- .Laci enci aesi mpotente! - S, Dios lo ha querido! - Dios? - Ah - y los ojos baados en lgrimas de Antonia clavaron su mirada en los de Joaqu n,enjutosyacerados- .PeroustednocreeenDios? - Yo...?Nol os...! Alapobrehurfanalacompuncindepiedadqueentoncessi nti porelmdicoaquellehizoolvidarporunmomentolamuertedesumadre. - Ysiyonocreyeraenl, qu hara ahora? - Lavidatodolopuede,Antonia. - Puedemslamuerte!Yahora...tansola...sinnadie... - Esos,lasoledadesterrible.Peroustedtieneelrecuerdodesusanta madre,elvivirparaencomendarlaaDios...Hayotrasoledadmuchoms terrible! - Cul? - La de aquel a quien todos menosprecian, de quien todos se burlan... La del quenoencuentraquienledigalaverdad... - Yquverdadquiereustedqueselediga? - Me la dir usted, ahora, aqu, sobre el cuerpo an tibio de su madre? Jura usteddecrmela? - S,seladir. - Bien, yo soy un antiptico, no es as? - No,noesas! - Laverdad,Antonia... - No, no es as! - Puesqusoy...? - Usted?Ustedesundesgraciado,unhombrequesufre... DerritiseleaJoaqunelhieloyasomronseleunaslagrimasalosojos.Y volviatemblarhastalasracesdelalma. Poco despus Joaqun y la hurfana formalizaban sus relaciones, dispuestos a casarseluegoquepasaseelaodelutodeella. Pobremimujercita- escriba,aosdespus,JoaquinensuConfesin- empeada en quererme y en curarme, en vencer la repugnancia que sin duda yodebadeinspirarle.Nuncamelodijo,nuncamelodioaentender,pero poda no inspirarle yo repugnancia, sobre todo cuando descubr la lepra de mi alma, la gangrena de mis odio? Se cas conmigo como se habra casado con unleproso,nomecabedudadeello,pordivinapiedad,porespritude abnegacin y de sacrificio cristianos, para salvar mi alma y as salvar la suya, por herosmo de santidad. fue una santa! Pero no me cur de Helena; no me curodeAbel!Susantidadfueparamunremordimientoms. Sumansedumbremeirritaba.HabavecesenqueDiosmeperdone!,la habraqueridomala,col ri ca,despreci ati va. VIII EntantolagloriaartsticadeAbelseguacreciendoyconfirmndose.Eraya unodelospintoresdemsnombradadelanacintoda,ysurenombre empezabaatraspasarlasfronteras.Yesafamacrecienteeracomouna granizadadesoladoraenelalmadeJoaqun.S,esunpintormuycientfico; dominalatcnica;sabemucho,mucho;eshabilsimo-decadesuamigo,con palabras que silbaban. Era un modo de fingir exaltarle deprimindole: Porquel,Joaqun,presumaserunartista,unverdaderopoetaensu profesin,unclnicogenial,creador,intuitivo,yseguasoandocondejarsu clientelaparadedicarsealacienciapura,alapatologaterica,ala investigacin. Pero ganaba tanto...! Noera,sinembargo,laganancia-diceensuConfesinpstuma-loquems meimpedadedicarmealainvestigacincientfica.Tirbameaestaporunlado eldeseodeadquirirfamayrenombre,dehacermeunagranreputacin cientficayasombrarconellalaartsticadeAbel,decastigarasaHelena,de vengarmedeellos,deellosydetodoslosdems,yaquencadenabalosms locosdemisensueos,masporotraparte,esamismapasinfangosa,el excesodemidespechoymiodiomequitabanserenidaddeespritu.No,no tenaelnimoparaelestudio,quelorequierelimpioytranquilo.Laclientela me distraa. Laclientelamedistraa,peroavecestemblabapensandoqueelestadode distraccinenquemipasinmetenapresomeimpidieraprestareldebido cuidado a dolencias de mis pobres enfermos. Ocurrimeuncasoquemesacudilasentraas.Asistaaunapobreseora, enfermadealgnriesgo,perocasodesesperado,alaquelhabahechoun retrato,retratomagnfico,unodesusmejoresretratos,delosquehanquedado comodefinitivosdeentrelosquehapintado,yaquelretratoeraloprimeroque semevenaalosojosyalodioasqueentrabaenlacasadelaenferma. Estabavivaenelretrato,msvivaqueenellechodecarneyhuesosufrientes. Yelretratoparecadecirme"Mira,lmehadadovidaparasiempre!,aversi tmealargasestaotradeaquabajo."Yjuntoalapobreenferma, auscultndola,tomndoleelpulso,noveasinolaotra,alaretratada.Estuve torpe,torpsimo,ylapobreenfermasememuri;ladejmorirmsbien,por mi torpeza, por mi criminal distraccin. Sent horror de mismo, de mi miseria. Alospocosdasdemuertalaseoraaquella,tuvequeirasucasa,averall otroenfermo,yentrdispuestoamirarelretrato.Peroeraintil,porqueeral, elretratoquememirabaaunqueyonolemiraseymeatraalamirada.Al despedirmemeacompahastalapuertaviudo.Nosdetuvimosalpiedel retrato, y yo, como empujado por una fuerza irresistible y fatal, exclam: -Magnfico retrato! Es de lo mejor que ha hecho Abel! -S-mecontestelviudo-,eselmayorconsueloquemequeda.Mepaso largas horas contemplndola. Parece como que me habla. -S,s-aad-esteAbelesunartistaestupendo!Yalsalirmedeca:"Yola dej morir y l la resucita!" SufraJoaqunmuchocadavezqueselemoraalgunodesusenfermos,sobre todolosnios,perolamuertedeotrosletenasingravecuidado.Paraqu querr vivir...? -decase de algunos-. Hasta le hara un favor dejndole morir... Susfacultadesdeobservadorpsiclogohabanseleaguzadoconsupasinde nimoyadivinabaalpuntolasmsocultaslacerasmorales.Percatbaseen seguida,bajoelembustedelasconvenciones,dequmaridospreveansinpena, cuandonodeseaban,lamuertedesusmujeresyqumujeresansiabanverse libresdesusmaridos,acasoparatomarotrosdeantemanoescogidosya.Cuando alaodelamuertedesuclientelvarez,laviudasecasconMenndez,amigo ntimodeldifunto,Joaqunsedijo:Squefueraraaquellamuerte...Ahoramela explico...Lahumanidadeslomscochinoquehay,ylatalseora,dama caritativa, una de las seoras de lo ms honrado...! -Doctor-ledecaunavezunodesusenfermos-,mtemeusted,porDios, mtemeustedsindecirmenada,queyanopuedoms...Dmealgoquemehaga dormir para siempre... Yporqunohabadehacerloqueestehombrequiere-sedecaJoaqun- si no vive ms que para sufrir? Me da pena! Cochino mundo! Yeransusenfermosparalnopocasvecesespejos.Undalellegunapobre mujerdelavecindad,gastadaporlosaosylostrabajos,cuyomarido,enlos veinticincoaosdematrimoniosehabaenredadoconunapobreaventurera.Ibaa contarle sus cuitas la mujer desdeada. -Ay,donJoaqun!-ledeca-, usted, que dicen que sabe tanto, a ver si me da un remedioparaquelecureamipobremaridodelbebedizoquelehadadoesa pelona.-Pero qu bebedizo, mujer de Dios? -Se va a ir a vivir con ella, dejndome a m, al cabo de veinticinco aos... -Msextraoesquelahubiesedejadoderecincasados, cuando usted era joven y acaso... -Ah,no,seor,no!Esquelehadadounbebedizotrastornndoleelseso,porque si no, no podra ser... No podra ser... -Bebedizo... bebedizo... -murmur Joaqun. -S,donJoaqun,s,unbebedizo...Yusted,quesabetanto,demeunremedio para l. -Ay,buenamujer!,yalosantiguostrabajaronenbaldeparaencontrarunagua que los rejuveneciese... Ycuandolapobremujersefuedesolada,Joaqunsedeca:Peronosemirar alespejoestadesdichada?Noverelestragodelosaosderudotrabajo?Estas gentesdelpueblotodoloatribuyenabebedizosoaenvidias... Que no encuentran trabajo...?Envidias...Quelessalealgomal?Envidias.Elquetodossusfracasos losatribuyeaajenasenvidiasesunenvidioso.Ynoloseremostodos?Nome habrn dado un bebedizo? Duranteunosdasapenaspensmsqueenelbebedizo.Yacabdicindose: Es el pecado original! IX CasseJoaqun con Antonia buscando en ella un amparo, y la pobre adivin desdeluegosumenester,eloficioquehacaenelcorazndesumaridoy cmoleeraunescudoyunposibleconsuelo.Tomabapormaridoaunen-fermo,acasoauninvlidoincurable,delalma;sumisineraladeuna enfermera.Yleaceptllenadecompasin,llenadeamoraladesgraciade quienasunasuvidaaladeella. Senta Antonia que entre ella y su Joaqun haba como un muro invisible, una cristalinaytransparentemuralladehielo.Aquelhombrenopodaserdesu mujer, porque no era de s mismo, dueo de s, sino a la vez un enajenado y unposedo.Enlosmsntimostrasportesdetratoconyugal,unainvisible sombrafatdicaseinterponaentre ellos. Los besos de su marido parecanle besosrobados,cuandonoderabia. Joaqun evitaba hablar de su prima Helena delante de su mujer, y esta, que se percat de ello al punto, no haca sino sacarla a colacin a cada paso en sus conversaci ones. Estoenunprincipio,quemsadelanteevitmentarla. Llamronle un da a Joaqun a casa de Abel, como a mdico, y se enter de queHelenallevabayaensusentraas fruto de su marido, mientras que su mujer, Antonia, no ofreca an muestra alguna de ello. Y al pobre asalt una tentaci n vergonzosa, de que se senta abochornado, y era la de un diablo que le deca: Ves? Hasta es ms hombre que t! l, el que con su arte resucita e inmortaliza a los que t dejas morir por tu torpeza, l tendr pronto un hijo, traerunnuevoviviente,obrasuyadecarneysangreyhuesoalmundo, mientrast...Tacasonoseascapazdeello...Esmshombrequet! Entrmustioysombroenelpuertodesuhogar. - Vi enes de casa de Abel , no?- lepreguntmujer.- S.Enqulohasconocido? - Entucara.Esacasaestutormento.Nodebasiraella... - Yquvoyahacer? - Excusarte!Loprimeroestusaludytutranquilidad... - Aprensi onestuyas... - No,Joaqun,noquierasocultrmelo...- ynopuedocontinuar,porquelas lgrimasleahogaronlavoz. Sent selapobreAntonia.Lossollozosselearrancabandecuajo. - Peroqutepasa,mujer,queseso...? - Dime t lo que a ti te pasa, Joaqun, confamelo todo, confisate conmigo... - Notengonadadequeacusarme... - Vamos,medirslaverdad,Joaqun,laverdad?Elhombrevacilun momento, pareciendo luchar un enemigo invisible, con el diablo de su guarda, yconarrancadadeunaresolucinsbita,desesperada,gritcasi:- S,tedirlaverdad,todalaverdad! - TquieresaHelena;testsenamoradotodavadeHelena. - No,nol oestoy!nol oestoy!l oestuve;peronol oestoyya,no! - Puesentonces?... - Entonces,qu? - A qu esa tortura en que vives? Porque esa casa, la casa de Helena, es la fuente de tu malhumor, esa casa es la que no te deja vivir en paz, es Helena... - Helena no! Es Abel! - Ti enescel osdeAbel ? - S,tengocelosdeAbel;leodio,leodio,leodio- ycerrabal abocayl os puosaldecirlo,pronuncindoloentredi entes. - TienescelosdeAbel...LuegoquieresaHelena. - No, no quiero a Helena. Si fuese de otro no tendra celos de ese otro. No, no quieroaHelena,ladesprecio,desprecioalapavarealesa,alabelleza profesional,alamodelodelpintordemoda,alaqueridadeAbel... - PorDios,Joaqun,porDios...! - S,asuquerida...legtima.Oesquecreesquelabendicindeuncura cambia un arrimo en matrimonio? - Mira,Joaqun,queestamoscasadoscomoellos... - Comoellos,no,Antonia,comoellos,no!Ellossecasaronporrebajarme, por humillarme, por denigrarme; ellos se casaron para burlarse de m; ellos se casaroncontram.Yelpobrehombrerompienunossollozosqueleahogabanel pecho, cortndoleelrespiro.Secreamorir. - Antoni a...Antoni a...- suspirconunhilitodevozapagada. - Pobrehijomo!- exclamellaabrazndole. Yletomensuregazocomoaunnioenfermo,acarici ndol e. Y l e dec a: - Clmate, mi Joaqun, clmate... Estoy aqu yo, tu mujer, toda tuya y slo tuya. Y ahora que s deltodo tu secreto, soy ms tuya que antes y te quiero ms que nunca... Olvdalos... desprcialos... Habra sido peor que una mujer astehubiesequerido... - S,perol,Antonia,l... - Olvdale! - Nopuedoolvidarle...mepersigue...sufama,sugloriamesigueatodas partes... - Trabajatytendrsfama y gloria, porque no vales menos que l. Deja la clientela, que no la necesitamos, vmonos de aqu a Renada, a la casa que fue demispadres,yal l ded cateal oquemsteguste,al aci enci a,ahacer descubrimientosdeesosyquesehabledeti...Yoteayudarenl oque pueda...Yoharquenotedistraigan...ysersmsquel... - Nopuedo,Antonia,nopuedo;susxitosmequitanelsueoynome dejarantrabajarenpaz...lavisindesuscuadrosmaravillosossepondra entremisojosyelmicroscopio y no me dejara ver lo que otros no han visto anporl...Nopuedo...nopuedo... Y bajando la voz como un nio, casi balbuciendo como atontado por la cada enlasimadesuabyeccin,sollozdiciendo: - Yvanatenerunhijo,Antonia... - Tambin nosotros le tendremos - le suspir ella al odo, envolvindolo en un beso- , no me lo negar la Santsima Virgen, a quien se lo pido todos los das... YelaguabenditadeLourdes... - Tambin t crees en bebedizos, Antonia? - CreoenDios! - Creo en Dios - se repiti Joaqun el verse solo; solo con el otro- ; y qu escreerenDios?DndeestDios?Tendrquebuscarle! X CuandoAbeltuvosuhijo-escribaensuConfesinJoaqun-sentqueelodiose meenconaba.MehabainvitadoaasistiraHelenaalparto,peromeexcuscon queyonoasistaapartos,loqueeracierto,yconquenosabraconservartodala sangrefra,misangrearrecidamsbien,antemiprimasisevieraenpeligro.Pero midiablomeinsinulaferoztentacindeiraasistirlaydeahogarahurtadillasal nio. Venc a la asquerosa idea. AquelnuevotriunfodeAbel,delhombre,noyadelartista-elnioerauna hermosura,unaobramaestradesaludydevigor,"unangelito",decan-,me apretanmsamiAntonia,dequienesperabaelmo.Quera,necesitabaquela pobrevctimademiciegoodio-pueslavctimaeramimujermsqueyo-fuese madredehijosmos,decarnedemicarne,deentraasdemisentraas torturadas poreldemonio.Seralamadredemishijosyporellosuperioralasmadresdelos hijosdeotros.Ella,lapobre,mehabapreferidoam,alantiptico, al despreciado, alafrentado;ellahabatomadoloqueotradesechcondesdnyburla.Yhasta me hablaba bien de ellos! ElhijodeAbel,Abeln,pueslepusieronelmismonombredesupadreycomo paraquecontinuarasulinajeylagloriadel,elhijodeAbel,quehabradeseran-dandoeltiempo,instrumentodemidesquite,eraunamaravilladenio.Yyo necesitaba tener uno as, ms hermoso an que l. XI - Y qu preparas ahora? - le pregunt a Abel Joaqun un da en que, habiendo idoaveralnio,seencontraronenelcuartodeestudiodeaqul.- PuesahoravoyapintaruncuadrodeHistoria,ome jor,delAntiguo Testamento,yme estoydocumentando... - Cmo? Buscando modelos de aquella poca? - No,leyendolaBibliaycomentariosaella. - Biendigoyoqueteresunpintorcientfico... - Ytunmdi coarti sta,noeseso? - Peorqueunpintorcientfico...literato!Cuidade no hacer con elpi ncelliteratura! - Graciasporelconsejo. - Ycul vaaserel asuntodetucuadro? - LamuertedeAbelporCan,elprimerfratricidio. Joaqunpalidecianms,ymirandofijamenteasuprimeramigo,le preguntamediavoz: - Ycmosetehaocurri doeso? - Muy sencillo - contest Abel sin haberse percatado del nimo de su amigo-; es la sugestin del nombre. Como me llamo Abel... Dos estudios de desnudo... - S,desnudodelcuerpo... - Yaundelalma... - Peropiensaspintarsusalmas? - Claroest!ElalmadeCan,delaenvidia,yelalmadeAbel... - Elalmadequ? - En eso estoy ahora. No acierto a dar con la expresin, con el alma de Abel. Porque quiero pintarle antes de morir, derribado en tierra y herido de muerte porsuhermano. Aqu tengo el Gnesis y elCan delordByron;loconoces? - No, no conozco el Can delordByron.YquhassacadodelaBiblia? - Pocacosa...Vers- y tomando un libro, ley: y conoci Adn a su mujer Eva,lacualconcibiypariaCanydijo:Headquirido varn por Jehov. Y despuspariasuhermanoAbelyfueAbelpastordeovejas,yCanfue labrador de la tierra. Y aconteci, andando el tiempo, que Can trajo del fruto delatierraunaofrendaaJehovyAbeltrajodelosprimognitosdesus ovejas y de su grosura. Y mir Jehov con agrado a Abel y a su ofrenda, mas nomirpropicioaCanyalaofrendasuya... - Y eso, por qu?... - interrumpi Joaqun- . Por qu mir Dios con agrado la ofrendadeAbel ycondesdnladeCan? - Noloexplicaaqu... - Ynotel ohaspreguntadotantesdeponerteapi ntartucuadro? - Anno...AcasoporqueDiosveayaenCanelfuturomatadordesu hermano...alenvidioso... - Entoncesesquelehabahechoenvidioso,esquelehabadadoun bebedizo.Sigueleyendo. - YensaseCanengranmaneraydecaysusembl ante.Yentonces Jehov dijo a Can: Por qu te has ensaado?, y por qu se ha demudado tu rostro? Si bien hicieres, no sers ensalzado?, y si no hicieres bien el pecado estatupuerta.Ahestquetedesea,perotledominars... - Y l e venci elpecado - interrumpi Joaqun- , porque Dios le haba dejado de sumano.Sigue! - YhablCanasuhermanoAbel,yaconteciqueestandoellosenel campo,Ca nsel evantcontrasuhermanoAbelylemat.YJehovdijoa Ca n... - Basta! No leas ms. No me interesa lo que Jehov dijo a Can luego que la cosanotenayaremedio. Apoy Joaqun los codos en la mesa, la cara entre las palmas de la mano, y clavando una mirada helada y punzante en la mirada de Abel, sin saber de qu alarmado,ledijo: - Nohasodonuncaunaespeciedebromaquegastanconlosniosque aprenden de memoria la Historia Sagrada cuando les preguntan: Quin mat a Can? - No! - Puess,lespreguntanesoylosnios, confundi ndose, suelen decir: Su hermanoAbel. - Nosabaeso. - Pues ahora lo sabes. Y dime t, que vas a pintar esa escena bblica... y tan bblica!,nosetehaocurridopensar que si Can no mata a Abel habra sido esteel quehabraacabadoma tandoasuhermano? - Ycmosetepuedeocurrireso? - Las ovejas de Abel eran adeptas a Dios, y Abel, el pastor, hallaba gracia a losojosdelSeor,perolosfrutosdelatierradeCan,dellabrador,no gustabanaDiosnitenaparal gracia Can. El agraciado, el favorito de Dios eraAbel...eldesgraciado,Can... - Yqucul paten aAbel deeso? - Ah!, pero t crees que los afortunados, los agraci ados, l os favori tos, no tienen culpa de ello? La tienen de no ocultar y ocultar como una vergenza, que lo es, todo favor gratuito, todo privilegio no ganado por propios mritos, denoocul taresagraci aenvezdehacerostentacin de ella. Porque no me cabe duda de que Abel restregara a los hocicos de Can su gracia, le azuzara con el humo de sus ovejas sacrificadas a Dios. Los que se creen justos suelen ser unos arrogantes que van a deprimir a los otros con la ostentacin de su justicia.Yadijoquienlodijeraquenohaycanallamayorquelaspersonas honradas... - Ytsabes- lepreguntAbelsobrecogidoporlagravedaddela conversaci n- queAbel sejactaradesugraci a? - No me cabe duda, ni de que no tuvo respeto a su hermano mayor, ni pidi al Seor gracia tambin para l. Y s ms, y es que los abelitas han inventado elinfiernoparaloscainit asporquesinosuglorialesresultarainspida. Su goceestenver,l i bresdepadeci mi ento,padeceral osotros... - Ay,Joaqun,Joaqun,qumaloests! - S, nadie es mdico de s mismo. Y ahora dame ese Can de lord Byron, que quieroleerlo. - Tma lo! - Ydime,noteinspiratumujeralgoparaesecuadro?,notedaalguna idea? - Mimujer?Enestatragedianohubomujer. - Entodatragedialahay,Abel.- Ser aacasoEva... - Acaso...Laquelesdiolamismaleche;elbebedizo... XII Ley Joaqun el Can de lord Byron. Y en su Confesin escriba ms tarde: Fueterribleelefectoquelalecturadeaquellibromehizo.Sentlanecesidadde desahogarmeytomunasnotasqueanconservoylastengoahoraaqu, presentes.Perofueslopordesahogarme?No;fueconelpropsitode aprovecharlasalgndapensandoquepodranservirmedematerialesparaunaobra genial.Lavanidadnosconsume.Hacemosespectculodenuestrasmsntimasy asquerosasdolencias.Mefiguroquehabrquiendeseeteneruntumorpestfero comonolehatenidoantesningunoparahombrearseconl.EstamismaConfesin no es algo ms que un desahogo? Hepensadoalgunavezromperlaparalibrarmedeella.Peromelibrara?No! Valemsdarseunespectculoqueconsumirse.Yalfinyalcabonoesmsque espectculo la vida. LalecturadelCandelordByronmeentrhastalomsntimo.Conqurazn culpabaCanasuspadresdequehubierancogidodelosfrutosdelrboldela ciencia en vez de coger de los del rbolde la vida! A m, por lo menos, la ciencia no ha hecho ms que exacerbarme la herida. Ojalnuncahubieravivido!-digoconaquelCan-.Porqumehicieron?Por quhedevivir?YloquenomeexplicoescmoCannosedecidiporelsuicidio. Habrasidoelmsnoblecomienzodelahistoriahumana.Peroporqunose suicidaronAdnyEvadespusdelacadayantesdehaberdadohijos?Ah,esqu entoncesJehovhabrahechootrosigualesyotroCanyotroAbel!Noserepetir estamismatragediaenotrosmundos,allporlasestrellas?Acasolatragediatiene otras representaciones, sin que baste el estreno de la tierra. Pero fue estreno? CuandolecmoLuzbelledeclarabaaCancmoeraeste,Can,inmortal,es cuandoempecconterrorapensar si yo tambin ser inmortal y si ser inmortal en mmiodio."Tendralma-medijeentonces-,serestemiodioalma?",yllegua pensarquenopodraserdeotromodo,quenopuedeserfuncindeuncuerpoun odioas.Loquenohabaencontradocon el escalpelo en otros lo encontr en m. Un organismocorruptiblenopodaodiarcomoyoodiaba.LuzbelaspirabaaserDios,yo, desdemuynio,noaspiraanularalosdems?Ycmopodaseryotan desgraciado si no me hizo tal el creador de la desgracia? Nada le costaba a Abel criar sus ovejas, como nada le costaba, a l, al otro, hacer suscuadros;peroam?,ammecostabamuchodiagnosticarlasdolenciasdemis enfernos. QuejbaseCandequeAdah,supropiaqueridaAdahsumujeryhermana,no comprendieraelesprituquealleabrumaba.Peros,s,miAdah,mipobreAdah comprendamiespritu.Esqueeracristiana.Mastampocoyoencontralgoque conmigo simpatizara. HastaqueleyreleelCanbyroniano,yo,quetantohombreshabavisto agonizarymorir,nopensenlamuerte,noladescubr.Yentoncespenssial morirmemoriraconmiodio,sisemoriraconmigoosimesobrevivira;penssi elodiosobrevivealosodiadores,siesalgosustancialyquesetransmite,siesel alma,laesenciamismadelalma.Yempecacreerenelinfiernoyquelamuerte esunser,eselDemonio,eselOdiohechopersona,eselDiosdelalma.Todolo quemiciencianomeensemeenseabaelterriblepoemadeaquelgranodiador que fue lord Byron. MiAdahtambinmeechabadulcementeencaracuandoyonotrabajaba, cuandonopodatrabajar.YLuzbelestabaentremiAdahyyo."Novayasconese Espritu!"-megritabamiAdah-.PobreAntonia!Ymepedatambinquelesalvara deaquelEspritu.MipobreAdahnollegaodiarloscomolosodiabayo.Perolle-guyoaquererdeverasamiAntonia?Ah,sihubierasidocapazdequererlame habrasalvado.Eraparamotroinstrumentodevenganza.Queralaparamadrede unhijoodeunahijaquemevengaran.Aunquepens,neciodem,queunavez padresemecuraraaquello.Masacasonomecassinoparahacerodiososcomo yo, para transmitir mi odio, para inmortalizarlo? SemequedgrabadaenelalmacomoconfuegoaquellaescenadeCany Luzbelenelabismodelespacio.Vimicienciaatravsdemipecadoylamiseriade darvidaparapropagarlamuerte.Yviqueaquelodioinmortaleramialma.Ese odiopensquedebidehaberprecedidoaminacimientoyquesobreviviraami muerte.Ymesobrecogdeespantoalpensarenvivirsiempreparaaborrecer siempre.EraelInfierno.Yyoquetantomehabaredodelacreenciaenl!Era el Infierno! CuandolecmoAdahhablaCandesuhijo,deEnoc,pensenelhijo,oenla hijaquehabradetener;pensenti,hijama;miredencinymiconsuelo;pens enquetvendrasasalvarmeunda.YalleerloqueaquelCandecaasuhijo dormidoeinocente,quenosaba que estaba desnudo, pens si no haba sido en m uncrimenengendrarte,pobrehijama!Meperdonarshabertehecho?Yalleer loqueAdahdecaasuCan,recordmisaosdeparaso,cuandoannoibaa cazarpremios,cuandonosoabaensuperaratodoslosdems.No,hijama,no; noofrecmisestudiosaDiosconcoraznpuro,nobusqulaverdadyelsaber, sino que busqu los premios y la fama y ser ms que l. l,Abel,amabasuarteylocultivabaconpurezadeintencinynotratde imponrseme.No,nofuelquienmelaquit,no!Yyolleguapensaren derribar el altar de Abel, loco de m! Y es que no haba pensado ms que en m. ElrelatodelamuertedeAbel,talycomoaquelterriblepoetadeldemonionos loexpone,meceg.Alleerlosentquesemeibanlascosasyhastacreoquesufr un mareo. Y desde aquel da, gracias al impo Byron, empec a creer. XIII LedioAntoniaaJoaqununahija.Unahija-sedijo- y l un hijo! Mas pronto se repusodeestanuevatretadesudemonio.Yempezaquererasuhijacontodala fuerzadesupasinyporellaalamadre.Sermivengadora, se dijo primero, sin saber de qu habra de vengarle, y luego: Ser mi purificadora. Empecaescribiresto-dejescritoensuConfesin-mstardeparamihija, paraqueella,despusdeyomuerto,pudieseconocerasupobrepadreycompade-cerleyquererle.Mirndoladormirenlacuna,soandosuinocencia,pensabaque paracriarlayeducarlapuratenayoquepurificarmedemipasin,limpiarmedela leprademialma.Ydecidhacerlequeamaseatodosysobretodoaellos.Yall, sobrelainocenciadesusueo,jurlibertarme de mi infernal cadena. Tena que ser yo el mayor heraldo de la gloria de Abel. Y sucedi que habiendo Abel Snchez acabado su cuadro, lo llev a una Exposicin, dondeobtuvounaplausogeneralyfueadmiradocomoestupendaobramaestra,y se le dio la medalla de honor. JoaqunibaalasaladelaExposicinacontemplarelcuadroyamirarenl,como si mirase en un espejo, al Can de la pintura y a espiar en los ojos de las gentes si le miraban a l despus de haber mirado al otro. Torturbamelasospecha-escribiensuConfesin-dequeAbelhubiese pensadoenmalpintarsuCan,dequehubiesedescubiertotodaslasinsondables negrurasdelaconversacinqueconlmantuveensucasacuandomeanuncisu propsito de pintarlo y cuando me ley los pasajes del Gnesis, y yo me olvid tanto delypenstantoenmmismo,quepusealdesnudomialmaenferma.Perono! NohabaenelCandeAbelelmenorparecidoconmigo,nopensenmalpintarlo, esdecir,nomedespreci,nolopintdesdendome,niHelenadebidedecirle nadadem.Lesbastabaconsaborearelfuturotriunfo,elqueesperaban.Nisi-quiera pensaban en m! Yestaideadequenisiquierapensasenenm,dequenomeodiaran, torturbameanmsquelootro.Serodiadoporlconunodiocomoelqueyole tena, era algo y poda haber sido mi salvacin. Y fue ms all, o entr ms dentro de s Joaqun, y fue que lanz la idea de dar un banqueteaAbel para celebrar su triunfo y que l, su amigo de siempre, su amigo de antes de conocerse, le ofrecera el banquete. Joaqungozabadeciertafamadeorador.EnlaAcademiadeMedicinayCiencias eraelquedominabaalosdems con su palabra cortantey fra, precisa y sarcstica deordinario.Susdiscursossolanserchorrosdeaguafrasobrelosentusiasmosde losprincipiantes,acresleccionesdeescepticismopesimista.Sutesisordinaria,que nadasesabadeciertoenMedicina,quetodoerahiptesisyuncontinuotejery destejer,quelomsseguroeraladesconfianza.Poresto,alsabersequeeral, Joaqun,quienofreceraelbanquete,echronselosmsaesperaralborozadosun discursodedoblefilo,unadiseccindespiadada,bajoaparienciasdeelogio,dela pinturacientfica y documentada, o bien un encomio sarcstico de ella. Y un regocijo malvolocorraporloscorazonesdetodoslosquehabanodoalgunavezhablara Joaqun del arte de Abel. Apercibironle a este del peligro. -Osequivocis-lesdijoAbel-.ConozcoaJoaqunynolecreocapazdeeso.S algodeloquelepasa,perotieneunprofundosentidoartsticoydircosasque valga la pena de orlas. Y ahora quiero hacerle un retrato. -Un retrato? -S, vosotros no le conocis como yo. Es un alma de fuego tormentosa. -Hombre ms fro... -Por fuera. Y en todo caso dicen que el fro quema. Es una figura que ni aposta... YestejuiciodeAbelllegaodosdeljuzgado,deJoaqun, y le sumi ms en sus cavilaciones.Qupensarenrealidaddem?,sedeca.Serciertoqueme tieneas,porunalmadefuego,tormentosa?Serciertoquemereconocevctima del capricho de la suerte? Llegenestoaalgodequetuvoqueavergonzarsehondamente,yfueque, recibidaensucasaunacriadaquehabaservidoenladeAbel,larequiride ambiguasfamiliaridadesmassincomprometerse,nomsqueparainquirirdeella lo que en la otra casa hubiera odo decir de l. -Pero, vamos, dime, es que no les oste nunca nada de m? -Nada, seorito, nada. -Pero no hablaban alguna vez de m? -Como hablar, s, creo que s, pero no decan nada.-Nada, nunca nada? -Yonolesoahablar.Enlamesa,mientrasyolesserva,hablabanpocoycosas de esas que se hablan en la mesa. De los cuadros de l... -Lo comprendo. Pero nada, nunca nada de m? -No me acuerdo. YalsepararselacriadasintiJoaqunentraadaaversinasmismo.Meestoy idiotizando-sedijo-.Qupensardemestamuchacha!Ytantoleacongojesto quehizoqueconunpretextocualquieraseledespachaseaaquellacriada.Ysi ahorava-sedijoluego-yvuelveaserviraAbelylecuentaesto?Porloquees-tuvoapuntodepedirasumujerquevolvieraallamarla.Masnoseatrevi.Eiba siempre temblando de encontrarla por la calle. XIV Llegeldadelbanquete.Joaqunnodurmilanochedelavspera. - Voyalabatalla,Antonia- ledijoasumujeralsalirdecasa. - QueDiosteilumineytegue,Joaqun. - Quieroveralania,alapobreJoaquinita... - S,ven,mrala...estdormida... - Pobrecilla!Nosabeloqueeseldemonio!Peroyotejuro,Antonia,que sabr arrancrmelo. Me lo arrancar, lo estrangular y lo echar a los pies de Abel.Ledaraunbesosinofuesequetemodespertarla... - No,no!Bsala! Inclinse el padre y bes a la nia dormida, que sonri al sentirse besada en sueos. - Ves,Joaqun,tambinellatebendice. - Adis, mujer! - y le dio un beso largo, muy largo. Ella se fue a rezar ante la imagendelaVirgen. Corraunamaliciosaexpectaci npordebajodel asconversaci ones mantenidasduranteelbanquete.Joaqun,sentadoaladerechadeAbel,e intensamenteplido,apenascomanihablaba.Abelmismoempezatemer algo. A los postres se oyeron siseos, empez a cuajar el sil encio, y alguien dijo: Quehable!LevantseJoaqun.Suvozempeztemblonaysorda,pero pronto se aclar y vibraba con un acento nuevo. No se oa ms que su voz, que llenaba el silencio. El asombro era general. Jams se haba pronunciado un elogio ms frvido, ms encendido, ms lleno de admiracin y cario a la obra y a su autor. Sintieron muchos asomrseles las lgrimas cuando Joaqun evoc aquellos das de su comn infancia con Abel, cuando ni uno ni otro soaban lo quehabrandeser.Nadie le ha conocido ms adentro que yo - deca- : creo conocerte mejor que meconozcoammismo,mspuramente,porquedenosotrosmismosno vemosennuestrasentraassinoelfangodequehemossidohechos.Esen otros donde vemos lo mejor de nosotros y lo ama mos, y eso es la admiracin. l ha hecho en su arte lo que yo habra querido hacer en el mo, y por eso es uno de mis modelos; su gloria es un acicate para mi trabajo y es un consuelo de la gloria que no he podido adquirir. l es nuestro, de todos, l es mo sobre todo, y yo, gozando su obra, la hago tan ma como l la hizo suya crendola. Y meconsuelodevermesujetoamimediana... Suvozl l orabaal asveces.El pbl i coestabasubyugado,vislumbrando oscuramentelaluchagigantescadeaquelalmaconsudemonio. YvedlafiguradeCan- decaJoaqundejandogotearlasardientes palabras- ,deltrgicoCan,dellabradorerrante,delprimeroquefund ciudades, del padre de la industria, de la envidia y de la vida civil, vedla! Ved con qu cari o, con qu compasin, con qu amor al desgraciado est pintada. PobreCan!NuestroAbelSnchezadmiraaCancomoMiltonadmirabaa Satn, est enamorado de su Can como Milton lo estuvo de su Satn, porque admiraresamaryamarescompadecer.NuestroAbelhasenti dotodal a miseria,todaladesgraciainmerecidadelquematalprimerAbel,delque trajo,segnlaleyendabblica,lamuertealmundo.NuestroAbelnoshace comprenderlaculpadeCan,porquehuboculpa,ycompadecerleyamarle...Este cuadro es un acto de amor! CuandoacabJoaqundehablarmediunsilencioespeso,hastaqueestalluna salvadeaplausos.LevantseentoncesAbely,plido,convulso,tartamudeante, con lgrimas en los ojos, le dijo a su amigo: -Joaqun,loqueacabasdedecirvalems,muchomsquemicuadro,msque todosloscuadrosquehepintado,msquetodoslosquepintar...Eso,esoesuna obra de arte y de corazn. Yo no saba lo que he hecho hasta que te he odo. T y no yo has hecho mi cuadro, t! Yabrazronsellorandolosdosamigosdesiempreentrelosclamorososaplausos yvivasdelaconcurrenciapuestaenpie.YalabrazarseledijoaJoaqunsudemo-nio: Si pudieras ahora ahogarle en tus brazos...! -Estupendo!...-decan-.Quorador!Qudiscurso!Quinpodahaber esperado esto? Lstima que no haya trado taqugrafos! -Esto es prodigioso -deca uno-. No espero volver a or cosa igual. -A m -aada otro- me corran escalofros al orlo. -Pero mrale, mrale qu plido est! Yasera.Joaqun,sintindose,despusdesuvictoria,vencido,sentahundirse enunasimadetristeza.No,sudemonionoestabamuerto.Aqueldiscursofueun xitocomonolohabatenido,comonovolveraatenerlo,ylehizoconcebirlaidea dededicarsealaoratoriaparaadquirirenellagloriaconqueoscurecerladesu amigo en la pintura. -HasvistocmollorabaAbel!-decaunoalsalir.-Esqueestediscursode Joaqunvaleportodosloscuadrosdelotro.Eldiscursohahechoelcuadro.Habr quellamarleelcuadrodeldiscurso.Quitaeldiscursoyququedadelcuadro? Nada! A pesar del primer premio. Cuando Joaqun lleg a su casa, Antonia sali a abrirle la puerta y abrazarle: -Yalos,yamelohandicho.As,as!Valesmsquel,muchomsquel;que sepa que si su cuadro vale ser por tu discurso. -Es verdad, Antonia, es verdad, pero...-Pero qu? Todava... -Todava,s.Noquierodecirtelascosasqueeldemonio,midemonio,medeca mientras nos abrazbamos... -No, no me las digas, cllate! -Pues tpame la boca. Yellaletaplabocaconunbesolargo,clido,hmedo, mientras se le nublaban de lgrimas los ojos. -A ver si as me sacas el demonio, Antonia, a ver si me lo sorbes. -S, para quedarme con l, no es eso? -y procuraba rerse la pobre. -S,srbemelo,queatinopuedehacertedao,queentisemorir,seahogar en tu sangre como en agua bendita... Y cuando Abel se encontr en su casa, a solas con su Helena, esta le dijo: -YahanvenidoacontarmelodeldiscursodeJoaqun.Hatenidoquetragartu triunfo... ha tenido que tragarte... ! -No hables as, mujer, que no le has odo.-Como si le hubiese odo. -Lesaladelcorazn.Mehaconmovido.Tedigoqueniyosloquehepintado hasta que no le he odo a l explicrnoslo. -No te fes... no te fes de l... Cuando tanto te ha elogiado, por algo ser... -Y no puede haber dicho lo que senta?-T sabes que est muerto de envidida de ti.-Cllate. -Muerto, s, muertecito de envidia de ti...-Cllate, cllate, mujer; cllate! -No,nosoncelosporquelyanomequiere,siesquemequiso...esenvidia... envidia... -Cllate! Cllate! -rugi Abel.-Bueno, me callo, pero t vers...-Ya he visto y he odo y me basta. Cllate, digo! XV Pero no, no! Aquel acto heroico no le cur al pobre Joaqun. Empecasentirremordimiento-escribiensuConfesin-dehaberdicholo quedije,denohaberdejadoestallarmimalapasinparaaslibrarmedeella,de nohaberacabadoconlartsticamente,denunciandolosengaosyfalsos efectismosdesuarte,susimitaciones,sutcnicafraycalculada,sufaltade emocin;denohabermatadosugloria.Yasmehabralibradodelootro,diciendo laverdad,reduciendosuprestigioasuverdaderatasa.AcasoCan,elbblico,el quematalotroAbel,empez a querer a este luego que lo vio muerto. Y entonces fuecuandoempecacreer;delosefectosdeaqueldiscursoprovinomi conversin. LoqueJoaqunllamabaasensuConfsinfue que Antonia, su mujer, que le vio nocurado,queletemiacasoincurable,fueinducindoleaquebuscasearmasen lareligindesuspadres,enladeella,enlaquehabadeserdesuhija,enla oracin. -T lo que debes hacer es ir a confesarte... -Pero, mujer, si hace aos que no voy a la iglesia...-Por lo mismo. -Pero si no creo en esas cosas... -Eso creers t, pero a m me ha explicado el padre cmo vosotros, los hombres de ciencia, creis no creer, pero creis. Yo s que las cosas que te ense tu madre, las que yo ensear a nuestra hija... -Bueno, bueno, djame! -No,notedejar.Veteaconfesarte,teloruego.-Y qu dirn los que conocen mis ideas?-Ah!, es eso? Son respetos humanos? MaslacosaempezahacermellaenelcorazndeJoaqun,ysepreguntsi realmentenocreayaun sin creer quiso probar si la Iglesia podra curarle. Y empez afrecuentareltemplo,algodemasiadoalasclaras,comoensondedesafoalos queconocansusideasirreligiosas,yacabyendoaunconfesor.Yunavezenel confesonario se le desat el alma. -Leodio,padre,leodiocontodamialma,yanocreercomocreo,anoquerer creer como quiero creer, le matara... -Pero eso, hijo mo, eso no es odio; eso es ms bien envidia. -Todo odio es envidia, padre, todo odio es envidia.-Perodebecambiarloennobleemulacin,endeseodehacerensuprofesiny sirviendo a Dios, lo mejor que pueda... -No puedo, no puedo, no puedo trabajar. Su gloria no me deja. -Hay que hacer un esfuerzo..., para eso el hombre es libre. -No creo en el libre albedro, padre. Soy mdico.-Pero... -QuhiceyoparaqueDiosmehicieseas,rencoroso, envidioso, malo? Qu mala sangre me leg mi padre? -Hijo mo..., hijo mo... -No, no creo en la libertad humana, y el que no cree en la libertad no es libre. No, no lo soy! Ser libre es creer serlo! -EsustedmaloporquedesconfadeDios.-EldesconfiardeDiosesmaldad, padre? -Noquierodecireso,sinoquelamalapasindeustedprovienedequedesconfa de Dios... -El desconfiar de Dios es maldad? Vuelvo a preguntrselo. -S, es maldad. -LuegodesconfodeDiosporquemehizomalo,comoaCanlehizomalo.Diosme hizo desconfiado... -Le hizo libre. -S, libre de ser malo.-Y de ser bueno!-Por qu nac, padre?-Pregunte ms bien que para qu naci... XVI AbelhabapintadounaVirgenconelnioenbrazosquenoerasinounretratode Helena,sumujer,conelhijo,Abelito.Elcuadrotuvoxito,fuereproducido,yante unaesplndidafotografadelrezabaJoaqunalaVirgenSantsima,dicindole: Protgeme! Slvame! Peromientrasasrezaba,susurrndoseenvozbajaycomoparaorse,quera acallarotravozmshonda,quebrotndoledelasentraasledeca:Asse muera! As te la deje libre! -Conque te has hecho ahora reaccionario? -le dijo un da Abel a Joaqun. -Yo? -S,mehandichoquetehasdadoalaIglesiayqueoyesmisadiaria,ycomo nuncahascredonienDiosnieneldiablo,ynoescosadeconvertirseas,sinms ni menos, pues te has hecho reaccionario! -Y a ti qu? -No, si no te pido cuentas; pero... crees de veras?-Necesito creer. -Eso es otra cosa. Pero crees? -Ya te he dicho que necesito creer, y no me preguntes ms. -Pues a m con el arte me basta; el arte es mi religin. -Pues has pintado Vrgenes...-S, a Helena. -Que no lo es, precisamente. -Para m como si lo fuese. Es la madre de mi hijo...-Nada ms? -Y toda madre es virgen en cuanto es madre.-Ya ests haciendo teologa! -Nos,peroaborrezcoelreaccionarismoylagazmoera.Todoesomeparece quenonacesinodelaenvidia,ymeextraaenti,quetecreomuycapazde distinguirte del vulgo, de los mediocres, me extraa que te pongas ese uniforme. -A ver, a ver, Abel, explcate! -Esmuyclaro.Losespritusvulgares,ramplones,noconsiguendistinguirse,y comonopuedensufrirqueotrossedistingan,lesquierenimponereluniformedel dogma,queesuntrajedemunicin,paraquenosedistingan.Elorigendetoda ortodoxia,lomismoenreliginqueenarte,eslaenvidia,notequepaduda.Sia todossenosdejavestirnoscomosenosantoje,aunoseleocurreunatavoque llamelaatencinyponederealcesunaturalelegancia,ysieshombrehaceque lasmujeresleadmiren,yseenamorendelmientrasotro,naturalmenterampln yvulgar,nolograsinoponerseenridculobuscandovestirseasumodo,yporeso losvulgares,losramplones,quesonlosenvidiosos,hanideadounaespeciede uniforme,unmododevestirsecomomuecos,quepuedasermoda,porquela modaesotraortodoxia.Desengate,Joaqun:esoquellamanideaspeligrosas, atrevidas,impas,nosonsinolasquenoselesocurrenalospobresdeingenio rutinario,alosquenotienennipizcadesentidopropionioriginalidadysslo sentidocomnyvulgaridad.Loquemsodianeslaimaginacinyporquenola tienen. -Yaunqueassea-exclamJoaqun-,esqueesosquellamanlosvulgares,los ramplones, los mediocres, no tienen derecho a defenderse? -Otravezdefendisteenmicasa,teacuerdas?,aCan,alenvidioso,y luego, en aquelinolvidablediscursoquememorirrepitindotelo,enaqueldiscursoalque debolomsdemireputacin,nosenseaste,meenseasteamalmenos,el alma de Can. Pero Can no era ningn vulgar, ningn rampln, ningn mediocre... -Pero fue el padre de los envidiosos. -S,perodeotraenvidia,nodeladeesagente...LaenvidiadeCaneraalgo grande;ladelfanticoinquisidoreslomspequeoquehay.Ymechocaverte entre ellos... Peroestehombre-sedecaJoaqunalsepararsedeAbel-esqueleeenm? Aunqueno,parecenodarsecuentadeloquemepasa.Hablaypiensacomopinta, sinsaberloquediceyloquepinta.Esuninconsciente,aunqueyomeempeeen ver en l un tcnico reflexivo... XVII EnterseJoaqundequeAbelandabaenredadoconunaantiguamodelo,yestole corroborensuaprensindequenosehabacasadoconHelenaporamor.Se Basaron-decase-porhumillarme.Yluegoseaada:Niella,niHelenale quiere,nipuedequererle...ellanoquiereanadie,esincapazdecario,noesms queunhermosoestuchedevanidad...Porvanidad,ypordesdnam,secas,y porvanidadoporcaprichoescapazdefaltarasumarido...Yhastaconelmismoa quiennoquisoparamarido...Surgalealavezdeentrepavesasunabrasaque creaapagadaalhielodesuodio,yerasuantiguoamoraHelena.Segua,s,a pesardetodo,enamoradodelapavareal,delacoqueta,delamodelodesu marido.Antonialeeramuysuperior,sinduda,perolaotraeralaotra.Yluego,la venganza... es tan dulce la venganza! Tan tibia para un corazn helado! AlospocosdasfueacasadeAbel,acechandolahoraenqueestesehallara fueradeella.EncontraHelenasolaconelnio,aaquellaHelena,acuyaimagen divinizada haba en vano pedido proteccin y salvacin. -YamehadichoAbel-ledijosuprima-queahoratehadadoporlaiglesia.Es que Antonia te ha llevado a ella, o es que vas huyendo de Antonia? -Pues? -Porqueloshombressolishacerosbeatosoarastrasdelamujeroescapando de ella... -Hay quien escapa de la mujer, y no para ir a la iglesia precisamente. -S, eh? -S,perotumarido,quetehavenidoconelcuentoese,nosabealgoms,yes que no slo rezo en la iglesia... -Es claro! Todo hombre devoto debe hacer sus oraciones en casa. -Y las hago. Y la principal es pedir a la Virgen que me proteja y me salve. -Me parece muy bien. -Y sabes ante qu imagen pido eso? -Si t no me lo dices... -Ante la que pint tu marido... Helenavolvilacaradepronto,enrojecida,alnioquedormaenunrincndel gabinete. La brusca violencia del ataque la desconcert. Mas reponindose dijo: -Esomepareceunaimpiedaddetuparteyprueba,Joaqun,quetunueva devocin no es ms que una farsa y algo peor... -Te juro, Helena... -El segundo: no jurar su santo nombre en vano.-Puestejuro,Helena,quemiconversinfueverdadera,esdecir,quehequerido creer, que he querido defenderme con la fe de una pasin que me devora... -S, conozco tu pasin.-No, no la conoces!-La conozco. No puedes sufrir a Abel.-Pero por qu no puedo sufrirle? -Esotlosabrs.Nohaspodidosufrirlenunca,niaunantesdequemelo presentases. -Falso!... Falso!-Verdad! Verdad! -Y por qu no he de poder sufrirle? -Puesporqueadquierefama,porquetienerenombre...Notienestclientela? No ganas con ella?-Puesmira,Helena,voyadecirtelaverdad,todalaverdad.Nomebastacon eso!Yoquerrahabermehechofamoso,haberhalladoalgonuevoenmiciencia, haber unido mi nombre a algn descubrimiento cientfico...-Pues ponte a ello, que talento no te falta.-Ponermeaello...ponermeaello...Habramepuestoaello,s,Helena,sihubiese podido haber puesto esa gloria a tus pies... -Y por qu no a los de Antonia? -No hablemos de ella! -Ah,perohasvenidoaesto!HasespiadoelquemiAbel-yrecalcelmi- estuviese fuera para venir a esto? -Tu Abel... tu Abel...; valiente caso hace de ti tu Abel! -Qu? Tambin delator, acusique, sopln?-Tu Abel tiene otras modelos que t. -Y qu?-exclamHelena,irguindose-.Yqu,silastiene?Sealdequesabe ganarlas!Oesquetambindeesoletienesenvidia?Esquenotienesmsre-medioquecontentartecon...tuAntonia?Ah!,yporquelhasabidobuscarse otrasvienestaquhoyabuscarteotratambin?Yvienesas,conchismesde estos?Notedavergenza,Joaqun?Qutate,qutatedeah,quemedabascas slo el verte. -Por Dios, Helena, que me ests matando..., que me ests matando! -Anda,vete,vetealaiglesia,hipcrita,envidioso;veteaquetumujertecure, que ests muy malo. -Helena,Helena,quetsolapuedescurarme!Porcuantomsquieras,Helena, mira que pierdes para siempre a un hombre! -Ah, y quieres que por salvarte a ti pierda a otro, al mo? -Aesenolepierdes;letienesyaperdido.Nadaleimportadeti.Esincapazde quererte.Yo,yosoyelquetequiero,contodamialma,conuncariocomono puedes soar. Helenaselevant,fuealnio,ydespertndolo,cogiloenbrazos,yvolviendoa Joaqun, le dijo: Vete! Es este, el hijo de Abel, quien te echa de su casa; vete! XVIII Joaqunempeor.LairaalconocerquesehabadesnudadoelalmaanteHelena, yeldespechoporlamaneracomoestalerechaz,enquevioclaroquele despreciaba,acabdeenconarleelnimo.Massedominbuscandoensumujery ensuhijaconsueloyremedio.Ensombreciseleanmssuvidadehogar;sele agri el humor. Tenaentoncesencasaunacriadamuydevota,queprocurabaormisadiariay sepasabalashorasqueelservicioledejabalibreencerradaensucuartohaciendo sus devociones. Andaba con los ojos bajos, fijos en el suelo, y responda a todo con lamayormansedumbreyenvozalgogangosa.Joaqunnopodaresistirlayla regaaba con cualquier pretexto. Tiene razn el seor, sola decirle ella. -Cmoquetengorazn?-exclamunavez,yaperdidalapaciencia,l,elamo-. No, ahora no tengo razn! -Bueno, seor, no se enfade, no la tendr.-Y nada ms? -No le entiendo, seor. -Cmoquenomeentiendes,gazmoa,hipcrita?Porqunotedefiendes? Por qu no me replicas? Por qu no te rebelas? -Rebelarme yo? Dios y la Santsima Virgen me defiendan de ello, seor. -Pero quieres ms -intervino Antonia- sino que reconozca sus faltas? -No, no las reconoce. Est llena de soberbia!-De soberbia yo, seor? -Loves?eslahipcritasoberbiadenoreconocerla.Esqueesthaciendo conmigo,amicosta,ejerciciosdehumildadydepaciencia;esquetomamis accesosdemalhumorcomociliciosparaejercitarseenlavirtuddelapaciencia.Y amicosta,no!No,noyno!Amicosta,no!Amnosemetomadeinstrumento para hacer mritos para el cielo. Eso es hipocresa! La criadita lloraba, rezando entre dientes. -Peroysiesverdad,Joaqun-dijoAntonia-querealmenteeshumilde...Porqu va a rebelarse? Si se hubiese rebelado te habras irritado an ms. -No!Esunacanalladatomarlasflaquezasdelprjimocomomediopara ejercitarnosenlavirtud.Quemereplique,queseinsolente,queseapersona...y no criada... -Entonces, Joaqun, te irritara ms. -No, lo que ms me irrita son esas pretensiones a mayor perfeccin. -Seequivocausted,seor-dijolacriada,sinlevantarlosojosdelsuelo-;yono mecreomejorquenadie.-No,eh?Puesyos!Yelquenosecreamejorque otro,esunmentecato.Ttecreerslamspecadoradelasmujeres,eseso? Anda, responde! -Esas cosas no se preguntan, seor. -Anda,responde,quetambinsanLuisGonzagadicenquesecreaelms pecadordeloshombres;responde:tecrees,sono,lamspecadoradelas mujeres?-Los pecados de las otras no van a mi cuenta, seor. -Idiota, ms que idiota. Vete de ah! -Dios le perdone, como yo le perdono, seor. -Dequ?Venydmelo,dequ?DequmetienequeperdonarDios?Anda, dilo. -Bueno, seora, lo siento por usted, pero me voy de esta casa. -Porahdebisteempezar-concluyJoaqun.Yluegoasolasconsumujer,le deca: -Ynoirdiciendoestagatitamuertaqueestoyloco?Noloestoy,acaso, Antonia? Dime, estoy loco, s o no? -Por Dios, Joaqun, no te pongas as... -S, s creo estar loco... Encirrame. Esto va a acabar conmigo. -Acaba t con ello. XIX Concentrentoncestodosuahncoensuhija,encriarlayeducarla,en mantenerla libre de las inmundicias morales del mundo. -Mira-soladecirleasumujer-,esunasuertequeseasola,quenohayamos tenido ms. -No te habra gustado un hijo? -No,no,esmejorhija,esmsfcilaislarladelmundoindecente.Adems,si hubisemos tenido dos, habran nacido envidias entre ellos... -Oh, no! -Oh,s!Nosepuederepartirelcarioigualmenteentrevarios:loqueseledaal unoselequitaalotro.Cadaunopidetodoparalysloparal.No,no,noqui-siera verme en el caso de Dios... -Y cul es ese caso? -El de tener tantos hijos. No dicen que somos todos hijos de Dios? -No digas esas cosas, Joaqun... -Unosestnsanosparaqueotrosestnenfermos...Hayqueverelreparto de las enfermedades... Noqueraquesuhijatrataseconnadie.Lallevunamaestraparticularacasa,y l mismo, en ratos de ocio, le enseaba algo. LapobreJoaquinaadivinensupadreaunpacientemientrasrecibadeluna concepcin ttrica del mundo y de la vida. -Tedigo-ledecaJoaqunasumujer-queesmejor,muchomejorquetengamos una hija sola, que no tengamos que repartir el cario... -Dicen que cuanto ms se reparte crece ms... -Nocreasas.TeacuerdasdeaquelpobreRamrez,elprocurador?Supadre tenadoshijosydoshijasypocosrecursos.Ensucasanosecomasinosota, caballoyrey,cocido,peronoprincipio;sloelpadre,Ramrezpadre,tomaba principio,delcualdabaalgunavezaunodeloshijosyaunadelashijas,pero nuncaalosotros.Cuandorepicabangordo,endassealados,habadosprincipios paratodosyotroademsparal,elamodelacasa,queenalgohabade distinguirse.Hayqueconservarlajerarqua.Yalanoche,alrecogerseadormir Ramrezpadredabasiempreunbesoaunodesushijosyaunadelashijas,pero no a los otros dos. -Qu horror! Y por qu? -Qu s yo... Le pareceran ms guapos los preferidos... -Es como lo de Carvajal, que no puede ver a su hija menor... -Esquelehallegadolaltima,seisaosdespusdelaanteriorycuandoandaba mal de recursos. Es una nueva carga, e inesperada. Por eso le llaman la intrusa.-Qu horrores, Dios mo! -Aseslavida,Antonia,unsemillerodehorrores.YbendigamosaDioselno tener que repartir nuestro cario. -Cllate!-Cllome!Y le hizo callar. XX ElhijodeAbelestudiabaMedicina,ysupadresoladaraJoaqunnoticiasdela marchadesusestudios.HablJoaqunalgunasvecesconelmuchachomismoyle cobr algn afecto; tan insignificante le pareci. -Y cmo le dedicas a mdico y no a pintor? -le pregunt a su amigo. -No le dedico yo, se dedica l. No siente vocacin alguna por el arte... -Claro, y para estudiar Medicina no hace falta vocacin... -Nohedichoeso. T siempre tan mal pensado. Y no slo no siente vocacin por la pintura,peronicuriosidad.Apenassisedetieneaverloquepinto,niseinformade ello. -Es mejor as acaso...-Por qu? -Porquesisehubieradedicadoalapintura,olohacamejorquet,opeor.Si peor, eso de ser Abel Snchez, hijo, al que llamaran Abel Snchez el Malo o Snchez el Malo o Abel el Malo, no est bien ni l lo sufrira... -Y si fuera mejor que yo?-Entonces seras t quien no lo sufrira.-Piensa el ladrn que todos son de su condicin. -S,venmeahoraam,am,conesaspamemas.Unartistanosoportalagloriade otro,ymenossiessupropio hijo o su hermano. Antes la de un extrao. Eso de que unodesusangrelesupere...,esono!Cmoexplicarlo?Hacesbien en dedicarle a la Medicina. -Adems, as ganar ms. -Pero quieres hacerme creer que no ganas mucho con la pintura? -Bah, algo. -Y adems, gloria.-Gloria? Para lo que dura...-Menos dura el dinero.-Pero es ms slido. -No seas farsante, Abel, no finjas despreciar la gloria.-Te aseguro que lo que hoy me preocupa es dejar una fortuna a mi hijo. -Le dejars un nombre.-Los nombres no se cotizan.-El tuyo s! -Mifirma,peroes...Snchez!YmenosmalsinoledaporfirmarAbelS.Puig!-quelehaganmarqusdeCasaSnchez.YluegoelAbelquitalamaliciaalSnchez. Abel Snchez suena bien. XXI Huyendodesmismo,yparaahogarconlaconstante presencia del otro, de Abel, ensuespritu,latristeconcienciaenfermaqueselepresentaba,empezafre-cuentarunapeadelCasino.Aquellaconversacinligeraleserviracomo narctico,omsbienseembriagaraconella.Nohayquienseentregaalabebida paraahogarenellaunapasindevastadora,paraderretirenvinounamor frustrado?Pueslseentregaraalaconversacincasinera,aorlamsquea tomarpartemuyactivaenella,paraahogartambinsupasin.Sloqueel remedio fue peor que la enfermedad. Ibasiempredecididoacontenerse,arerybromear,amurmurarcomopor juego,apresentarseamododedesinteresadoespectadordelavida,bondadoso comounescpticodeprofesin,atentoalodequecomprenderesperdonar,ysin dejartraslucirelcncerqueledevorabalavoluntad.Peroelmallesalaporla boca,enlaspalabras,cuandomenosloesperaba,ypercibantodosenellasel hedordelmal.Yvolvaacasairritadocontrasmismo,reprochndosesucobarda yelpocodominiosobresydecididoanovolvermsalapeadelCasino.No-sedeca-,novuelvo,nodebovolver;estomeempeora;meagrava;aquelmbito esdeletreo;noserespiraallmsquemalaspasionesretenidas;no,novuelvo;lo que yo necesito es soledad, soledad. Santa soledad! Y volva. Volvapornopodersufrirlasoledad.Puesenlasoledad,jamslograbaestar solo,sinoquesiempreall,elotro.Elotro!Llegasorprenderseendilogoconl, tramandoloqueelotroledeca.Yelotro,enestosdilogossolitaros,enestos monlogosdialogados,ledecacosasindiferentesogratas,nolemostrabaningn rencor. Por qu no me odia, Dios mo! -lleg a decirse-. Por qu no me odia? YsesorprendiundaasmismoapuntodepediraDios,eninfameoracin diablica,queinfiltraseenelalmadeAbelodioal,aJoaqun.Yotra vez: Ah, si meenvidiase...simeenvidiase...!Yaestaidea,quecomofulgorlvidocruzpor lastinieblasdesuespritudeamargura,sintiungozocomodederretimiento,un gozoquelehizotemblarhastalostutanosdelalma,escalofriados.Ser envidiado...! Ser envidiado...! Masnoeseso-sedijoluego-quemeodio,quemeenvidioammismo?... Fuesealapuerta,lacerrconllave,miratodoslados,yalversesoloarrodillse murmurandoconlgrimasdelasqueescaldanenlavoz:Seor,Seor.Tme dijiste:amaatuprjimocomoatimismo!Yyonoamoalprjimo,nopuedo amarle,porquenomeamo,nosamarme,nopuedoamarmeammismo.Qu has hecho de m, Seor? FueluegoacogerlaBibliaylaabripordondedice:YJehovdijoaCan: dndeestAbeltuhermano?Cerrlentamenteellibro,murmurando:Ydnde estoyyo?Oyentoncesruidofuerayseapresuraabrirlapuerta.Pap, papato!,exclamsuhijaalentrar.Aquellavozfrescaparecivolverlealaluz. Besalamuchachayrozndoleelodoconlabocaledijobajo,muybajito,para que no le oyera nadie: Reza por tu padre, hija ma! -Padre! Padre! -gimi la muchacha, echndole los brazos al cuello. Ocult la cabeza en el hombro de la hija y rompi a llorar. -Qu te pasa, pap, ests enfermo? -S, estoy enfermo. Pero no quieras saber ms. XXII Y volvi al Casino. Era intil resistirlo. Cada da se inventaba a s mismo un pretexto para ir all. Y el molino de la pea segua moliendo. All estaba Federico Cuadrado, implacable, que en cuanto oa que uno elogiaba a otro preguntaba: Contra quin va ese elogio? -Porque a m -deca con su vocecita fra y cortante- no me la dan con queso; cuando seelogiamuchoauno,setienepresenteaotroalque se trata de rebajar con ese elogio,aunrivaldelelogiado.Esocuandonoseleelogiaconmalaintencin,por ensaarse en l... Nadie elogia con buena intencin. -Hombre-le replicaba Len Gmez, que se gozaba en dar cuerda al cnico Cuadrado-, ah tienes a don Leovigildo, al cual nadie le ha odo todava hablar mal de otro... -Bueno-intercalabaundiputadoprovincial-,esquedonLeovigildoesunpolticoy los polticos deben estar a bien con todo el mundo. Qu dices, Federico? -DigoquedonLeovigildosemorirsinhaberhabladomalnipensadobiende nadie... l no dar acaso ni el ms ligero empujoncito para que otro caiga, ni aunque no se lo vean, porque no slo teme al cdigo penal, sino tambin al infierno; pero si el otro se cae y se rompe la crisma, se alegrar hasta los tutanos. Y para gozarse en la roturadelacrismadelotro,serelprimeroqueiracondolersedesudesgraciay darle el psame. -Yo no s cmo se puede vivir sintiendo as -dijo Joaqun. -Sintiendocmo?-learguyalpuntoFederico-.CmosientedonLeovigildo, cmo siento yo y cmo sientes t? -De m nadie ha hablado! -y esto lo dijo con acre displicencia. -Pero hablo yo, hijo mo, porque aqu todos nos conocemos... Joaqunsesintipalidecer.Lellegabacomounpualdehielohastalasentraas delavoluntadaquelhijomo!queprodigabaFederico,sudemoniodelaguarda, cuando echaba la garra sobre alguien. -NosporquletienesesatirriaadonLeovigildo-aadiJoaqun, arrepintindosedehaberlodichoapenaslodijera,puessintiqueestabaatizando la mala lumbre.-Tirria? Tirria yo? Y a don Leovigildo?-S, no s qu mal te ha hecho... -Enprimerlugar,hijomo,nohacefaltaquelehayanhechoaunomalalguno paratenerletirria.Cuandoseletieneaunotirria,esfcilinventaresemal,es decir,figurarseunoqueselohanhecho...YyonoletengoadonLeovigildoms tirria que a otro cualquiera. Es un hombre y basta. Y un hombre honrado! -Como t eres un misntropo profesional... -empez el diputado provincial. -Elhombreeselbichomspodridoymsindecente,yaoslohedichocien veces. Y el hombre honrado es el peor de los hombres. -Anda,anda!,qudicesaesot,quehablabaselotrodadelpolticohonrado refirindote a don Leovigildo? -le dijo Len Gmez al diputado. -Poltico honrado! -salt Federico-. Eso s que no!-Y por qu? -preguntaron tres a coro. -Queporqu?Porquelohadicholmismo.Porquetuvoenundiscursola avilantezdellamarseasmismohonrado.Noeshonradodeclararsetal.Diceel Evangelio que Cristo Nuestro Seor... -No mientes a Cristo, te lo suplico! -le interrumpi Joaqun. -Qu, te duele tambin Cristo, hijo mo? Hubo un breve silencio, oscuro y fro. -DijoCristoNuestroSeor-recalcFederico-quenolellamaranbueno,que buenoerasloDios.Yhaycochinoscristianosqueseatrevenallamarseas mismos honrados. -Es que honrado no es precisamente bueno, intercal don Vicente, el magistrado. -Ahoralohadichousted,donVicente.YgraciasaDiosqueleoigoaun magistrado alguna sentencia razonable y justa! -De modo -dijo Joaqun- que uno no debe confesarse honrado. Y pillo? -No hace falta. -LoquequiereelseorCuadrado-dijodonVicente,elmagistrado-esquelos hombres se confiesen bellacos y sigan sindolo, no es eso? -Bravo! -exclam el diputado provincial. -Ledirausted,hijomo-contestFederico,pensandolarespuesta-. Usted debe saberculeslaexcelenciadelsacramentodelaconfesinennuestrasapientsima Madre Iglesia... -Alguna otra barbaridad -interrumpi el magistrado. -Barbaridad,no,sinomuysabiainstitucin.Laconfesinsirveparapecarms tranquilamente, pues ya sabe uno que le ha de ser perdonado su pecado. No es as,Joaqun? - Hombre,siunonosearrepiente... - S,hijomo,s.Siunosearrepiente,perovuelveapecaryvuelvea arrepenti rseysabecuandopecaquesearrepenti rysabecuandose arrepiente que volver a pecar, y acaba por pecar y arrepentirse a la vez; no esas? - Elhombreesunmisterio- dijoLenGmez. - Hombre, no digas sandeces!- lereplicFederico. - Sandez,porqu? - Todasentenciafilosfica,as,todoaxioma,todaproposicingeneraly solemne,enunciadaaforsticamente,esunasandez. - Ylafilosof a,entonces? - Nohaymsfilosofaqueesta,laquehacemosaqu... - S,desollaralprjimo. - Exacto.Nuncaestmejorquedesollado. Al levantarse la tertulia, Federico se acerc a Joaqun a preguntarle si se iba a su casa, pues gustar a de acompaarle un rato, y al decirle ste que no, que ibaahacerunavisitaall,allado,aqulledijo: - S, te comprendo; eso de la visita es un achaque. Lo que t quieres es verte solo.Locomprendo. - Yporqulocomprendes? - Nunca se est mejor que solo. Pero c uando te pese la soledad, acude a m. Nadietedistraermejordetuspenas. - Y l as tuyas?- leespetJoaqun.- Bah!Quinpiensaeneso...! Ysesepararon. XXIII Andaba por la ciudad un pobre hombre necesitado, aragons, padre de cinco hijos y que se ganaba la vida como poda, de escribiente y a lo que saliera. El pobre acuda con frecuencia a conocidos y amigos, si es que un hombre as los tiene, pidindoles con mil pretextos que le anticiparan dos o tres duros. Y lo que era ms triste, mandaba a alguno de sus hijos, y alguna vez a su mujer, a l as casas de l os conoci dos con carti tas de peti ci n. Joaqu n l e hab a socorrido algunasveces,sobretodocuandolellamabaaqueviese,comomdico,a personas de su familia. Y hallaba un singular alivio en socorrer a aquel pobre hombre.Adivinabaenlunavctimadelamaldadhumana. PreguntleunavezporlaAbel.- S , l e conozco - l e di jo este- , y hasta le tuve algn tiempo empleado. Pero es un haragn, un vago. Con el pretexto de que tiene que ahogar sus penas, no deja de ir ningn da al caf, aunque en su casa no se encienda la cocina. Y no le faltar su cajetilla de cigarros. Tiene que convertir sus pesares en humo. - Esonoesdecirnada,Abel.Habraqueverelcasopordentro... - Mira, djate de garambainas. Y por lo que no paso es por la mentira esa de pedirmeprestadoylodeselodevolver en cuanto pueda... Que pida limosna y al avo. Es ms claro y ms noble. La ltima vez me pidi tres duros adelantados y le di tres pesetas, pero dicindole: Y sin devolucin! Es un haragn! -Y qu culpa tiene l!... -Vamos, s, ya sali aquello, qu culpa tiene...-Pues claro! De quin son las culpas? -Bueno,mira,dejmonosdeesascosas.Ysiquieressocorrerle,socrrele,queyo no me opongo. Y yo mismo estoy seguro de que si me vuelve a pedir, le dar. -Eso ya lo saba yo, porque en el fondo, t... -Nonosmetamosalfondo.Soypintorynopintolosfondosdelaspersonas.Es ms, estoy convencido de que todo hombre lleva fuera todo lo que tiene dentro. -Vamos, s, que para ti un hombre no es ms que un modelo... -Te parece poco? Y para ti un enfermo. Porque t eres el que les andas mirando y auscultando a los hombres por dentro... -Mediano oficio...-Por qu? -Porqueacostumbradounoamiraralosdemspordentro,daenponersea mirarse a s mismo, a auscultarse.-Ve ah una ventaja. Yo con mirarme al espejo tengo bastante... -Y te has mirado de veras alguna vez?-Naturalmente! Pues no sabes que me he hecho un autorretrato? -Que ser una obra maestra... -Hombre, no est del todo mal... Y t, te has registrado por dentro bien? AldasiguientedeestaconversacinJoaqunsalidelCasinoconFedericopara preguntarlesiconocaaaquelpobrehombrequeandabaaspidiendodemanera vergonzante: Y dime la verdad, eh, que estamos solos; nada de tus ferocidades. -Puesmira,eseesunpobrediabloquedebaestarenlacrcel,dondeporlo menos comera mejor que come y vivira ms tranquilo. -Pues qu ha hecho? -No, no ha hecho nada; debi hacer, y por eso digo que debera estar en la crcel. -Y qu es lo que debi haber hecho? -Matar a su hermano. -Ya empiezas! -Teloexplicar.Esepobrehombrees,comosabes,aragons,y