A4

1
Introducción I. INTRODUCCIÓN El afloramiento de los tepetates, capas endurecidas de origen piroclástico modificadas por procesos edafogénicos, constituye un problema ecológico, agrícola y social, debido a que su exposición implica intensos procesos erosivos, exposición de un sustrato no apto para el desarrollo de especies vegetales y, altos costos de inversión para tratar de recuperarlos o habilitarlos a un uso determinado. Generalmente, el tepetate subyace a una capa de suelo fértil de espesor variable. Sin embargo, la pérdida del suelo ha permitido que la capa dura aflore, dando lugar a áreas no aptas para la agricultura, El tepetate en estado natural es improductivo, de tal manera, que las zonas en las que aflora se encuentran totalmente expuestas a la acción de los fenómenos erosivos. Condición que propicia que la extensión de las zonas con tepetate, se incremente. Desde en punto de vista agrícola, pecuario y forestal, la presencia del tepetate ocasiona que la emergencia de las plántulas, el crecimiento radical, el movimiento del agua hacia horizontes inferiores y el intercambio gaseoso, sean afectados negativamente o impedidos. Lo que se asocia con la estructura masiva, que le confiere una resistencia a compresión simple superior a 15 kg/cm 2 , porosidad menor al 30% y dominio de microporos, Además, de un contenido de materia orgánica inferior al 0.5 % y niveles de nitrógeno total y fósforo extremadamente pobres, lo que limita significativamente la actividad microbiana, No obstante, el conocimiento y seguimiento de la modificación de las características del tepetate, a través del uso de indicadores específicos, representa una opción que podría favorecer el desarrollo de estrategias enfocadas a revertir el efecto de aquellos factores que restringen su incorporación al proceso productivo, facilitando, a mediano plazo, la formación de suelo y su funcionamiento como sistema dinámico y sustentable,

description

as

Transcript of A4

Page 1: A4

Introducción

I. INTRODUCCIÓN

El afloramiento de los tepetates, capas endurecidas de origen piroclástico

modificadas por procesos edafogénicos, constituye un problema ecológico,

agrícola y social, debido a que su exposición implica intensos procesos erosivos,

exposición de un sustrato no apto para el desarrollo de especies vegetales y, altos

costos de inversión para tratar de recuperarlos o habilitarlos a un uso determinado.

Generalmente, el tepetate subyace a una capa de suelo fértil de espesor

variable. Sin embargo, la pérdida del suelo ha permitido que la capa dura aflore,

dando lugar a áreas no aptas para la agricultura, El tepetate en estado natural es

improductivo, de tal manera, que las zonas en las que aflora se encuentran

totalmente expuestas a la acción de los fenómenos erosivos. Condición que

propicia que la extensión de las zonas con tepetate, se incremente.

Desde en punto de vista agrícola, pecuario y forestal, la presencia del

tepetate ocasiona que la emergencia de las plántulas, el crecimiento radical, el

movimiento del agua hacia horizontes inferiores y el intercambio gaseoso, sean

afectados negativamente o impedidos. Lo que se asocia con la estructura masiva,

que le confiere una resistencia a compresión simple superior a 15 kg/cm2,

porosidad menor al 30% y dominio de microporos, Además, de un contenido de

materia orgánica inferior al 0.5 % y niveles de nitrógeno total y fósforo

extremadamente pobres, lo que limita significativamente la actividad microbiana,

No obstante, el conocimiento y seguimiento de la modificación de las

características del tepetate, a través del uso de indicadores específicos, representa

una opción que podría favorecer el desarrollo de estrategias enfocadas a revertir el

efecto de aquellos factores que restringen su incorporación al proceso productivo,

facilitando, a mediano plazo, la formación de suelo y su funcionamiento como

sistema dinámico y sustentable,