A170111. Panamá, República EL HERALDO DES...

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A170111 . Panamá, República ca de Panamá, 30 de , Junio de 1906 NUM. 60 EL HERALDO DES_ isTMo REVISTA ILUSTRADA- Director : GUILLERMO ANDREVE . "Bien faire et laisser dire ." 11V j , P 111 I Enla tarde. cu Ix tarde que se esfunm, (lilt- se pierde misteriosa. de osel' t-ute :tlld en 1111 lecho de jacintos y amapolas: en la tarde (file es del dia la agoult nuel :ulcólirn, el (lunado :t la tristeza de las ahuas que declinan acerc$ndose á la sumbra, oigo vI pfo de tina tórtola, rl reclamo lastiutero de avecilla que está sola. romo está mi pensamiento, sin que nadie le connprenda, sin que nadie le responda Y en la tarde, en la tarde que se esfuma, que se pierde misterios ., "6111 .1 sienta las tlngn .tias de esa tórtola, despreciable animalillo que asf canta, qne asf flora, romo cantan lox poetAs sus ternu r as las más hondas, auto el riel-) irsdi fe re 1 .t e, contra v1 pico y la ponzofia de los cuervos t•7•cptih•s que el dominio se reparten de in tierra y de la atmósfera . . .. Cesa el pfo dr la tórtola: en lit raya de occidente los •jaointos •p amapolas blandauneole so deshacen en el mar de neln•as ondas qne azuzando la earrvra han venido del Roy Astro . . . . Cuántas alfilmas enrOnrl1 de otros antro., de otr os reyes ext•angeros de este mundo W d]ristn allá v1 . lo alto y cl capl•]tu acongojan : . . .. Fi son lá ;frímas de plata, nada anís á la dinlnncia, las cvlre]]as, las aureolas de esos rev . es del espnrlo que cautiva mano incógnita . . .. Si rtlltl lí q es nuestra suerte si lo+ cit-10s Walliéu Moran! Y en ]n tierra adormecida bajo el manto de Ias sombras, :Jan ext°u5o hay que palpita: es cl afina de ]as cosas clec no tinca rnau todavia, ga t- nn tienen cabal forma, Nien :u ya calor y vida, fuerzo ideal, materia loca ó expansiones invisibles de energfas intta-atómicas . . .. Noche negr :n, sucediendo á la tarde mel .•tneólica, cuanto más fúnebre avanza, m .1s cercana está á la aurora: y el espíritu contempla reducido en horas breves, todo el tiempo, la acción toda de la vida y de la muerte, de ?a luz y de ]a sombra, de verdades y mentiras que no acaban, que se siguen, que se alcanzan y~ eslabonan en cadena interminable por los siglos, i través de esas edades que se burlan de la IIistoria. —boletín de cuatro días, escritura temblorosa que es al tiempo, á la medida de los hechos infinitos, lo que al efclo de un cometa es el vuelo de una masca . . . Meditando, meditando de la noche bajo el palio, en esta lora, lit asustada carne tiembla al pensar en la más negra noche eterna del chismo, de la tumba silenciosa " Y el monólogo de hlóamla• sUbe al labio del incrédulo, y la mística plegaria def creyente (luye sorda, como un eco sin sentido, conto vano, último auxilio que reclama el quc se ahoga .. .. Pero, el sabio teosofista, varón recto que desprecia la mentira, la mentira de la carne, la primera élla ente todas, sin temor la noche mira que se extiende ante lit tumba, por que sabe que saa mente uo es capricho de una hora, accidente miserable, tronca página de un libro, sino espíritu . . . . reflejo de si mismo en toda cosa: que es la vida •y que es la nmerte, qne es la luz y que es la sombra, que es lo eterno, lo que dura, lo que nada luce imposible, ui descansa, ni se duerme, ni se funde, ni se agota Lima . I :NNf .

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A170111.

Panamá, Repúblicaca de Panamá, 30 de, Junio de 1906

NUM. 60

EL HERALDO DES_ isTMoREVISTA ILUSTRADA-

Director: GUILLERMO ANDREVE .

"Bien faire et laisser dire ."

11V j, P111

I

En la tarde.cu Ix tarde que se esfunm, (lilt- se pierde misteriosa.de osel' t-ute :tlld en 1111 lecho de jacintos y amapolas:en la tarde (file es del diala agoult nuel :ulcólirn,el (lunado :t la tristezade las ahuas que declinan acerc$ndose á la sumbra,oigo vI pfode tina tórtola,rl reclamo lastiutero de avecilla que está sola.romo está mi pensamiento,sin que nadie le connprenda, sin que nadie le responda

Y en la tarde,en la tarde que se esfuma, que se pierde misterios .,"6111 .1 sientalas tlngn.tias de esa tórtola,despreciable animalillo que asf canta, qne asf flora,romo cantan lox poetAs sus ternu r as las más hondas,auto el riel-) irsdi fe re 1.t e, contra v1 pico y la ponzofiade los cuervos t•7•cptih•sque el dominio se reparten de in tierra y de la atmósfera . . ..

Cesa el pfodr la tórtola:en lit raya de occidente los •jaointos •p amapolasblandauneole so deshacen en el mar de neln•as ondasqne azuzando la earrvrahan venido del Roy Astro . . . . Cuántas alfilmas enrOnrl1

de otros antro., de otros reyes ext•angeros de este mundo

W d]ristn allá v1. lo alto y cl capl•]tu acongojan : . . ..

Fi son lá ;frímas de plata,nada anís á la dinlnncia, las cvlre]]as, las aureolasde esos rev.es del espnrlo que cautiva mano incógnita . . ..

Si rtlltl lí q es nuestra suertesi lo+ cit-10s Walliéu Moran!

Y en ]n tierra adormecida bajo el manto de Ias sombras,:Jan ext°u5o hay que palpita:es cl afina de ]as cosasclec no tinca rnau todavia,ga t- nn tienen cabal forma,Nien :u ya calor y vida, fuerzo ideal, materia loca

ó expansiones invisiblesde energfas intta-atómicas . . ..

Noche negr:n, sucediendo á la tarde mel .•tneólica,cuanto más fúnebre avanza,m.1s cercana está á la aurora:y el espíritu contempla reducido en horas breves,todo el tiempo, la acción todade la vida y de la muerte,de ?a luz y de ]a sombra,de verdades y mentirasque no acaban, que se siguen, que se alcanzan y~ eslabonanen cadena interminable por los siglos,i través de esas edades que se burlan de la IIistoria.—boletín de cuatro días,escritura temblorosaque es al tiempo, á la medida de los hechos infinitos,lo que al efclo de un cometa es el vuelo de una masca . . .

Meditando,meditando de la noche bajo el palio, en esta lora,lit asustada carne tiembla al pensar en la más negranoche eterna del chismo, de la tumba silenciosa

" Y el monólogo de hlóamla• sUbe al labio del incrédulo,y la mística plegaria def creyente (luye sorda,como un eco sin sentido,conto vano, último auxilio que reclama el quc se ahoga . . ..

Pero, el sabioteosofista, varón recto que desprecia la mentira,la mentira de la carne, la primera élla ente todas,sin temor la noche mira que se extiende ante lit tumba,por que sabe que saa mente uo es capricho de una hora,accidente miserable, tronca página de un libro,sino espíritu . . . . reflejo de si mismo en toda cosa:que es la vida •y que es la nmerte,qne es la luz y que es la sombra,que es lo eterno, lo que dura, lo que nada luce imposible,

ui descansa, ni se duerme, ni se funde, ni se agota

Lima. I :NNf .

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EI HEraldo del Istmo - 282"I A S D"

~~ S cA~M t~E R l C APS ' 9L último libro del Presidente Roos-evelt lleva el título de Lasdos

América y es un libro muy bello.Me permito disentir en el punto doc-trinario sencillamente porque soy latino. La raza es también un punto

de vista y ninguno como nosotros estásu el deber de (,leer en la plena

soberanía hispano americana para encaminar sus propios destinos.

Es un tomo i nay bello como obrade estilo el libro del .sportman presi-

dente, extravagante y :austero . No es una pa- radoja decir que Roosevelt es un estilista . Tie-ne párrafos que parecen arrancados de las páginas del .Memorial napoleónico. La belleza e neste escritor tiene un encanto sobrio- esta es la palabra -un encanto de bronce. Es una belleza

que no puede ser sino sencilla porque no responde á pensamientos muy altos . Tal es elestilo de los grandes hombrea ole acción. Lafrase es cortada y acerada coMo una orden.En este libro norteamericano hay mucho d eello. Las cláusulas son breves y concisas, Acos-tumbrados á hacer costos trascendentales laliteratura en ellos es ejecutiva, imperativa . Elpensamiento refleja un gesto. A traves de ca-

dtt idea se admira el tipo e,jercitadoen la Ionictica de los acontecimientos . Hiwhns á las l utg_llitudes hnniauas estún obligados d narrabassencillamuento para llaverlas resaltar in(Jor, eutoda su graludeza venladora.

aun dita .I wrrirnx tiene cuuw libro literarioel corto inglés . El acápite v.orto, severo, vilsivobrizo, coli lnottilic.o . La metáfora apenasvitela, poro vitela baJo Iii sugestión de los gran-des hechos. tal vounm bus metáforas de Bona-parte, tal como las iunígoues del Bolivar de lotsproelauuts. Roosevelt dice ih ratos : cesto Pile-de liacorse y debe hacerse, cltltivandolo coMose eltitiva t i l l ,jardbl de flores medicinales».Pero alit se detieuo, iy para qui continuar sitodo lo lilt dicho y sentado eol trato noble vou-ulusi6u, roflojo do sol anua de dietllor que nopuedo evitar sor temperamento ni la fu>(igan?

Es nu modo de escribir singular el (le óstosologidos dol Destino gura las enax•ion's colosa-bw. Leed la alocucion (le Cósar . Oidle on suardan tía .11ew , ¡eclu ral . Brevo é inmortal.Cuanta vida lanzada como uu dado I'll el tape-to gris de ]a suerte! Oid al otro César: at Cor-so : otDesde lo alto do éstas Pir(uuides cuarentasiglos os contemplaun, bluelga la admiración.Y es que como estribo Saint Beuve hablando

del osan Fwlrrieo : «La frasv emotiva eu éstossuperiores no es sino au unuulato de la wenta-ifdad ejecutiva», si! La literatura está en ellosliliHillos ele SUB tatos, (lile llevan calisfgo liliamaraila de peilllellos y slelllpro dolorosos dota,lles, y con los cuales forman <•ealu los poetas dela rima con sus euua•iones el conjunto tras-cendental de un uconteciu>iento . halos son lospoetas de lit acción, llevan consigo In vida ensus netividalcev nuíH discretos y uws desgArra-doraa, por eso el¡ ellos todo, y wats In tristona.tiene quo ser granele . De ahí que su estilo ten-ga esu soln•iedad, eHa Hrucflh•z quo uo es sinocomo itn rofiejo právtfcu, sí, prúetiu> de susteorías . Educa(los en lit rutina de los hechosreales, son reales hasta en la mislna metáfora.Su estilo es el mejor símbolo do ellos . Leed tiMiranda . fino y firme vou>o trua profecía : leedá Juarez. afirmativo y breve cont ., un dístico:a Narino eertero y aumtoro como una sibila.Ellos uo saben cultivar la anémona . sino la en .ciun . No pueden tocar bit flauta, sino el clarín.No pueden escribir coli tinta de lirios. sims (allí

afina de amargaras . Sn estilo son ellos mis.unos, el estilo del Destino, el estilo de los pre-destinados que es un estilo que ordena y ejecuta.

EMILIANO HERNANDEZ.

,, Iffaizos IMgicas

'et ,Yaaut ,,. .mendez, afectuostuiiente.

ERMIIfADA la comida, mientras loscriados levantaban los maltoles ypreparaban la sala ole juego, los cua-

tro amigos de Andrés Vagas, invitados á pasaruna temporada voraniega en la quintaríistica queéste posoía á orillas del mar, se encamimuon pre-cedidos por él á la glorieta, haciéndose llevar allíel café y encendiendo las magníficas panetelasconque éste los obsequiara, cuyo hamo en rotor-cidas espirales ondulaba un rato en la atmósferasercnasatmadapor el perfume fuerte del tabaco,y se perdía mego inipehdo por una suave brisa.

Desde la glorieta el panorama era átoda hora hermoso y en aquella tranquilay soseguda especialmente onutntadon Elmar, bínlneda sábana movible de , vastasproporciones, cuyas aguas do un color verdeazulado tenían fosforecencias llamativoas cornomiladae felinas, estrellaba con ímpetu sus olasenea repecho del tajanlal• que contenía susconquistas y reventaba sn hermoso penacho enuna sarta c1e líquidos brillantes más at r activos

cuanto más fugaces. Sobre de él, (tomo la bor-rosa capa de un rey oriental, la bóveda del vio-lo cuajada depuntos roluciontes corno Icnt,jne-las de Plata, semejaba una decoración do cuentode hadas . Y entre el cielo del ci ul so hallabanmuy lejos y el abismo que las atisbaba nlnycerca, las barcas pescadoras, con las velas lati-nas extendidas á todo viento, semejaban pája-ros oscuros en la noche ; y alejándose de la ribe-ro al son del cauto monótono de los pescadoresse pcrdíau en la misteriosa inmensidad.

Qué hormoso es esto! dijo de pronto Ro-berto, uno de ios eral` amigos, alto, nnol"ocomo buen hijo del mediodía, y do brandes ojos

sotladores. Qué hermoso es, repito, y cuántounO mueve á envidia tu felicicltul en poseer estehermoso rincón del paraíso, Andrés! Qué buengusto has tenido en hacerte de este retiro deli-cioso! Dí, cómo y cuándo lo hubiste?

—Pues amigo mío, respondió sonrioudp elinterpelado, esta propiedad la compré ú los he-rederos del pobro Luis Sartori, muerto trágica.mento hará cosa de ocho meses.

--Lais Sartori, el elegante rey de los salo-aeS, muerto dices? exclamé en son de progun-ta, cuneo sorprendido, otro de los convidados,

s,joven doctor en (lereoho, de lentesy

(nado Ricardo Díaz.--pues, 81 1 querido. El caballero fino y

eultm, el amable Sa'torh, murió trágicamentecomo te digo, hará ocio meses, á los treintidós

anos, lleno (]o juventud, do talento, y de dine-ro, pero tannbién de amargura y de tristeza.

--Alguna historia pasional, quiz,1 . . . . aven-turó el tercer convidado. Tá debes saborla,Andrés. Querrías relatárnosla?

—Con gnstu, aMigos tufos . Traté muchofi Luis y conozco todo el drama. Oid ni¡relato qno es en verdad interesante.

Y arrellanlmdose cóniodammnto en el si-llón, chupó cont delicia su cigarro, lanzó unabocarda de Muno azulado y comeuzó así:

Todos vosotros conocisteis ti Sartori, y estoune evita entrar á narraron generalidades te supersona que os son conocidas . Intítil, pues, (le-ciros sus triunfos ole sociedady su buena for-tnua en las carretas do caballos y las apuestasdel Polo (7ub . Tanlbióu supisteis de su generosida(] y valor, ,y puedo, sin protimbulos, entrarde lleno en el desarrollo del (Irania, coMenzan-do por los antecedentes de su ulatrinlonio, queson do gran intorés parco la porfecta apreciaciónclel final y quo vosotros iguorais, aunquo sf sa-béis seguranente que casó con una mujer Jo-ven y bonita.

--En efocto, dijo Roborto. Supo de nl ma.trimoufo y asistí ti él, pero uo conozco (A l des-arrollo (le sus amores ,y eso mistan creo pasa álos delliás.

Así es, dijeron los otros.-Pites biou, comionzo . Prestouline toda

vuestra atención.Hará. cosa de tes anos cc>noofó Luis en (asa

del General Luque (t una llerulosísiuut y virtuo-sa joven, sobrina de éste, que por primera vezse presentaba en sociedad. La belleza de Ro-sario, que tal era sn nombre, atrajo desde elprimor momeuto & Luis, qno "tuvo cortejáis.(lola durante toda la velada ; y tal fnó la impre-sión que ea él dejara la jovou, que ya de regre-so it sil casa uo pudo conciliar el sumio pensan-do en olla.

Esto fué el principio de uan gran pasiónnidorosa, de ln pasión que había de bneor la fe-licidad y la desgracia fi uil tiennpo de nuestroaatigo. Desolo esa imelte buscó con afán lasocasiones de ver á Rosario, en lit cual desenln•fu(i cada momento nuevas eualidiules que Je ha-cían perder el seso unás y más.

En verdad la joven era aun linda rabia, can-dorosa, (10 olllonta cabellora ,y ojos de alelo.Tenía £orinas esculturales y sus nt>viulioutos to-dos revestían Ina ologancfa mala. Edneada

cntidalosamento sabia hacer toda clase de labo-res,, y tocaba el piano y bordaba divinamento.

Stns tiranos sobre todo eran las milis if odas deluntndo, y Luis, que conto bondn•e de gusto refi-mulo Be volvía loco por las maims bellas y aris-tocráticas, no cesaba de adulirarbts y de desear-las. Esta pasión do Luis por ins mimos era yaantigua, y no se rube de ninguna de sus con-quistas que las tuviera fens, pass para él cou-sistba el mayor atractivo de in ulltjer en ins ma-ims y desdefinba por comploto ú las que no lit-Wall sido favorocidas por la suerte con unitsbellas y divinns.

Fué nsf, pines, cona nuestro amigo que eo-11 1 e1176 galnnteitildmai Rosario avabó put• cualno-rarse locamente de ella, que á sit vez cavó eu lasredes dal milo coguezuelo : y ya podrl-is suponeresa idilio outre tun hombre de treinta ailos quelo subía todo y unit u roll t ella de dieciseis quetodO lo igmu•aba, rou>iintioa gracias á sit edu .macbíu eonventual y celosa de unit n>anera te-rriblo, hasta el puut> de lower jurar á Luis <lueella babtil situ su primer amor, cosa qtr l-1 porde coutado juró sin (swr»pul>, crryéudolade poco valor y do uiugnua iufiuonwin oir sudostiuo.

Estos autores duraron cerca de an ano, yterniinm•ou coil un nwiproco Juramento ea lavioarfl, v uu viajo de novios á Suiza é Italia,delicioso segáu Ills vartas qno may de tarde entarde eseribfa labs if uno quo otro amigo.

('oHio todo tieu , t(Arillillo, talllbiéln to tuveesto paseo, y tm(lilt de Octabro regr(al6 el ,jovennlatrinlonio rehosaudo dicha, y pronto) vomen-zb 6 haver vida social, ihunaudo la nteu(ióuen bailes, teatros y reuniones ln liuda RosarioSartori, cada dia nuts enainoraaoa de su tia rito,ole quieu ern. correspondida eon creces.

--Alm reenordo sou ngrado, interrumpió eueste lnomento (iota rdo do Valnuu•, el cuartoamigo, á in gentil liuHariO sou quien va1H6 eu dosó tros omnsioues.

--Y yo, dijo Hugo Mires, of termer amigo,revuer,lo if nli vez la IeseabeIIa In itpuesta quecon Alfredo Zayas y conmigo hizo liodolfo bbír(Inez, á propósito de osa liuda mujer.

Qué apnesta fill- esa ? dijo Andrés, olvititulo sil narración.

- Pues soucillaulout• pretondia Rodolfo,quo oH unit cabeza á p4jaros, Her el imanto deRo .,,trio antes do dos mesas, y cubrir do besos ymordiscos ins liudas nnanecitas quo pigs •f-a .

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EI HEraldo del lstmo - 283

--Ah, loco! dijo Andrés. Perdió desde lue-go; me atrevería á jurarlo.

—Oh, sí! Rosario lo trató horriblemente;y Rodolfo, que iro es malo eu el fondo . confesóde manera públiva•en el círculo que esa mujerera inconquistable.

—Lo sabía, dijo Auclrés . Y prosiguió ensegunda;

A su regreso, Rosario tuvo ocasión de cono-co• á Lolita Rodríguez, otro prodigio de belleza,y al punto se estableció una corriento simpáiticaentre ambas tan grande, que en poco tiempofueron amigas inseparables . De parte do Rosa-lio esta a.feeeión fué sincera . Ignoro hnsta girépunto lo sería por la ele Lolita, pues debo (lee.¡-ros que esta inu,jer de fuego tuvo ancores apa-sionados con Sartori anos atrás, amores es[san-dalosos que todos conocían menos el ancianodoctor Rodríguez, eposo do Lola. Sin embar-go, es ele creerse que eso ya estuviese concluído,pues aunque Lola tuviese ta mbién muy bellasmanos, eran más bellas aun las ele Rosario, yLnis no ponsaba sino en su mujercita . Mediréis quizá qué debió impedir la amistad de laesposa con su antigua querida, pero esto resul-taba algo clificilillo y lo mejor era callarse comoIn hizo y dejar marchar los sucesos que porciorto tomaron un giro muy distinto del quepodía suponerse corno vais á ver en segnrida.

Corno entre mujeres la murmura 2ión y lamalignidad son moneda corriente, no faltó unaindiscreta intencionada que revelara á Rosariola historia de aquellos amores pecaminosos . Osho dicho ya que era celosa en extremo, y aun-que delicada y frágil cono cristal de bohemia,de unas pasiones terribles . Cuando se lo con-tarou, una tempestad horrible se desató en sualma, no solameuto por creerse engaitada deLuis cuando la juró ete novios ser su primeramor, sino porque estaba convencida ademásde ser burlarla y escarnecida de la manera'másvillaua, creyendo á pio juntillas que Lola soloso había hecho su amiga para estar más carcade su antiguo amante y poder burlarse de ellaá su sabor . Fué más lejos aún, recordó queLolaposela unas manos preciosas que ella mismahabia alabado muchas veces, creyó que eranmás bollas que las suyas y concibió odio haciaellas, un odio profundo que nada ni nadie fuécapuz de auinorar . Y comenzó do seguida ámeditar en la venganza y combinó uno y otroproyecto loco, corno inspirados en la profundacólera que la doninaba. Indudablemente, que-ridos, no hay nada más terrible que una mujercelosa, pues es capaz ele realizar los actos másextranos y sorprendentes, sin miedo alguno porlas consecnencias que luego sobrevengan.

Uno de estos actos cometió Rosario . Con-

vidó cierta vez á Lola aquí mismo á pasarseaun torgcormin, y aceptada por la otra con ale-gría la propuesta vinieron aomnpanarias apenasrlo dos sirvientes. Sartori quedó en la pobla-ción arreglaudo asuntos de importancia, y debíareunírseles dentro de dos ó tres días.

Rosario disicimló onauto pudo su estarlo deánimo duranto el viaje ,y en la noche de su lle-gada aqui. Pero al otro día temprano, tomion-do si difería su proyecto que llegara Luis y seofreciera con este motivo algún obstáiculo, invi-tó á Lola á dar un paseo á caballo por el bosquecermmo y salieron ambas alegremente con in-tonción ele ir á visitar una ermita en ruinasque hay á dos ltilómetros escasos de este sitio,eu un hermoso rincón del bosque lleno do ár.boles nangestuosos y de frondosa y verde vege-tación. (fué pasó luego entro ellas no se sabe,pues Rosaio nunca quiso confesarlo á Luis rriá ninguna otra persona, y Lola tampoco hadicho nada hasta ahora sobre esto . Poro es locierto que li poco de haber• salido, regresaronambas, por distintas vías, pálidas y ensangren-tadas, escondiendo las manos con gran cuidado.La primera en llega• fué Lola, quien en segundapreparó sus maletas y marchó á la ciudad átoda prisa, como loca y aterrorizada. Luegoll.epr,ó Rosario abatirla y calenturienta . Ambastemían destrozadas las manos, lo que hace supo-ner una lucha salvaje. Pero las heridas deLola no eran de cuidado, sanó pronto y poco sele acotan hoy las cicatrices . Rosario en cambiotenía una gran herida que le dejó defectuoso elíndice de la mano derecha y una gran cicatrizdesde ésto dedo hasta más arriba de la muIIeca.Ea de suponerse quo nua vez solas en el bosqueRosaio increpara á Lola por la supuesta trai-ción, diera rienda suelta á sus celos y furiosaatacara á su amiga, dirigiendo sus ataques á lasmanos, que oran las que consideraba causantesde todo. Lola, más fuerte, se defendería conenergía, y furiosa al - verso herida, arrebataríael au ma, algún cuchillo ele caza de los muchosque Luis tenía aquí, y á su vez lograría herirá su rival bravamente. Después, tal vez asus-tada al verla herida, huyó llena ele temor.

Luis llegó casualmente ese día, y su sor-presa y su dolor fueron grandes. Encontró áRosario decaída, nerviosa y sumida en hondosilencio. Inútiles fueron sus cuidados y susafanes, pues .solo pudo saber lo que lo contaronlas sirvientes. Rosario no quiso decirle nada,y apenas estuvo mejor escribió á su tío el Ge-neral que viniera por ella . Vino este buen se-nor y al enterarse de lo ocurrido, no halló razo-nable la conducta de su sobrina y se negó á lle-varla consigo. Rosario tuvo entonces una cri-sis violenta ; se declaró una fiebre cerebral ma-ligna y solo á fuerza de cuidados consiguió Luissalvarla. Poro su naturaleza quedó mínada

,y con el fin de intenta• una curación enprendie-ron viaje ambos, un viaje penoso y triste, enque paseó nuestro amigo á su esposa enfermapor las grandes capitales europeas ,y visitó todaslas notabilidades módicas sin ningún resultado.Una fiebre lenta minaba á Rosario ; tosía contos seca muy á menudo; sentía dolores profun-dos y punzantes en la espalda, y sobre todosu melancolía era constante . Lloraba mucho yhablaba poco . No se quitaba nunca. los guan-tes, ni fué más para Luis la carinosa paloma deantes, con gran desesperación de éste que veíaescaparse la vicia de su ídolo poco á poco y conella también la suya. Esta tortura dmó cercade tres meses, y al cabo de ellos murió Rosarioen Borlan, dulcemente, como quien se durmierafatigado, con un sueno de piedra cuyo des-portar no ha ele llegar nunca.

Andrés calló por un largo rato. Todos susoyentes estaban ligeramente emocionados, ,yaque amigos de Sartori, esta historia hubo deimpresionarlos nn poco. Pero corno Andrésprolongara el silencio y como distraído fumarapausadamente, preguntole Hugo Mires:

—Bien, Andrés, y Luis cómo murió? Porqué no terminas de ama vez tan dolorosa his-toria?

—Luis, dijo Andrés, murió en Suiza. Alpi6 ele un talud lo hallaron un día unos monta-neses. A su larlo estaba su escopeta descarga-da y á los pies Minitio su perro favorito. Te-nia una herida de arma ele fuego en el pecho.No se sabe si fue asesinado ó si se trataba deun suicidio . Como nadie presenció el hecho . . .

—Pobre Luis 1 dijeron todos, se suicidó, sinduda ninguna . Y por un rato, como pensandoen la tragedia de su vida, permanecieron na¡-rando al mar, que había quedado desierto . Lasbarcas pescadoras estaban ya muy lejos, y nose escuchaban las melancólicas canciones elelos pescadores . Las estrellas habían desapa-recido del cielo que cubrian densas nubes y unviento fuerte comenzó á soplar de pronto.

El silencio se prolongó largamente. Depronto un criado que pasó con luces avisóque estaba lista la mesa de juego, y á invitaciónde Andrés tollos abandonaron la glo rieta ypreocupados aun con el recuerdo ele Luis Sar-tori y de Rosario la linda mujer de manos di-vinas, dieron comienzo á una partirla do por kerya apalabrada.

Media llora después, las emociones del jue-go habían borrado todo recuerdo en aquelloshombres .

aorr.T .ERMo ANDREVE.

Versos rurales

PARA EL ITICRALDO DP;[, ISTMO.

. . . . Primavera que ríe, Primavera que pierdelis stlinas . . . . )—Los pastores dice, casas sencillassobre los ta iboriles, porque todo está verdey porque ya se fueron las hojas amarillas.

Es el tiempo dei vino, de los vinos añejos.Y por tí, Primavera, sobre alegres pollinosnos echamos al campo para cazar conejos,para comer tus frutos, para libar tus vinos.

Al frescor de la tarde, cuando en la lejaníatiembla el tinte cenizo de un retazo de Otoño,danzamos con las mo rras de la vieja alquería,

al frescor de la tarde que per fuma el retoño . ..

Oye amada muy mía : me voy tornando obeso

como un abad .—r1 bruto del Alcalde aseguraque me tiene rollizo lo sabroso del queso;y, ponte muy contenta : soy nmigo del cura.

LUiS o . LOPEZ,

&gremio de Sor tJ,zyeizzza

Ohl Ilermana Sor Tngenua, casta llor de Tristezaque buscando una ruta para ir hasta el Divino,

desdeñaste la toga de corte parisinopor cefi¡rte la toca de la humilde Profesa.

Ah! pobre Sor Ingenua, haserrado el camino! . ..pbrque cuando despierte en tf Naturaleza,

te latirán las sienes, te arderá la cabeza,y al rosario de nácar lo verás solferino.

A solas con un Cristo de rizado mostacho,

adorarás á Cristo por adorar á un macho,

y pecarás si rezas y tannhtén si suspiras;

Vagarás por los clautros febriciente y escuálida,y obtendrás como premio, cuando duermes mW' pálida.la mentira más negra de todas las mentiras.

RICARDO MIRO.

tlayenuidades tristes

PAR.r EMILIANO HERNANDEZ.

Ante el estuche de Ios ritmos linos,y con la magia de tus manos blancas,á la sonora dentadura arria ncasla charla misteriosa de los trinos.

Los ágiles arpegios argentinosecos derraman por las salas francas;se oyen susurros ceno de alas blancas,v cadencias ele trlmo)os divinos.

Con un recogimiento dolorosooigo el ritmo del valse cadencioso;porque en las alas de las claras notas

Vienen á mi memoria confundidos,ecos lejanos de placeres¡doscon languideces de ilusiones rotas!

MrGUEL BASCH ISLA.

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El H e- raldo del Istmo -284

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El luuminar del día hunde m mages.taosa frente en él ocaso, conto una hostiado oro fundido.

El último aliento del morihuudo soltiflo de vivos y diversos colores á las nu-bes que flotan en Oriento formando tinaorgía (lo luz.

En el éter vago se mecen, arrulla-das por la brisa y cual floronog de gasatransparente, las sutiles brunets que das-pués ele lucir sa traje de huríes radiantosse esfuman corno las ilusiones de nuestraexistencia.

El ciorzo cruza fugaz por entre lasfrondas ontanan(lo trua lánguida arnxl-nía: las aves atraviesan al ospacio en bus-ca de sti albargue; los cristalinos arroyue-los mtirinuran, ora con bulliciosa algara-bía"como una turba do políticoscfentes, sin Dios y sin ley, ora emulo uncuchicheo do viejas despe~laztndo l mi-ras y comentando asuntos y exaccionesde Gobiernos tiránicos, ora como el res-balar stiatve do una gota do rocío en elcáliz do uu lirio inmaculado.

Do las nuontaftas desciemlen gradual-nuonto negra, sombras caprichosas, y alcontuso rumor do las auras van surgien-do en el ancho firmamento miriadas deestrellas como pupilas palpitantes de oro.

Ya la blanca virgen de Oriente mues-tra su disco de argentada luz y esca-lando el azul purísimo dol cielo envuelveen sus ondas ele poética molancolfti aluniverso todo.

Las luciéruegas errando por (ntro lassoabtas corno tina nutrida lluvia ele fue-go, se apagan y so oarfeuden, desaparoc3n yvaolven tí brillar . unas por entro el céspedlntinmdocido por el confortador rocío, otraspor entre el follaje do los arbustos repletosde fectind•1 savia y otras al aire libre, for-mando asi nubes (l,~ chispitg rojizas qua nau-sea incendiarlo todo,

Los fuegos fatuos que baillan, conto llaina-ralas de intensa luz recorren en aun instante

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~ -,C~f~1vl(ll~ie » L'~P â 194:;

%'1'A, 1 1 HAM'INI•A PANAMA

olilloues do leguas per el ancho firnurvlouto,tall rápidos route nuestros ponslunientos deerrabundos visionarios.

Todos esos feuó :ne;ttos sorprOloloot~g dr hicreación . ceo sus velos a4reos y gn apacible yfimttistioa htZ cutre ] :w peuunlbrag de iudocigagcluridales . nos Inaoon ponsarconprofiuuL> arro-bamiento, en lai gran tornara y ra los dogiguios

del Inter de tint sultlini s rniint , nuu•in•illo ;-tsovoilleiones.

;('uáutat . luz y entinta polwfa : El vasto pa-lto del arrtul del cielo cubiot•tt do pupilas do ,)ro( , onto llamaradas de cirios pscuales ; la lunacant sus crunchats do plata bruflida signo sitmarche triunfal dejando á su paso mit estelabrumosa de indecisa haz : lit bris•t roa su lmu•-tnttllo sonoro descf^nde desde los cetros y seaduerme entre Ias flores it los alrr flog dO leginsertos, La innpouonte quietud de ]a nochees interrumpida solamollte 1) )r leves rumoresque le diet mayor realce á su profailda majes-tad .

bi ol impío tuviera una aleta quo suf rioray gozara . quo pensara y meditara en la doloroontonuphu•ién de las Sublimes evolneioneq doln Naturaleza, ora estuviera 6stt ostentandoaterradoras iras como en una tempestad dcsbe-(dtit, ya haciendo der•orho do sus incompara-bles gulas, ego innpfo caería de rodillas paraelevar sti pensamiento al Hacedor Snprento.

ECa tan dulce eont mplaci(4u muestra febrilfantasia tiendo gas 11nelles alas y se remonta Itlos espacios infinitos, y sin rasgar de lit duda elvelo signe cruzando el vacío envuelta ea el ful-gor purisinnt del astro de la noche y del ni-igi-co arder de las estrellar, columbra el alcázardorado de la suprema. felicidad, y sigue eu posde él ea vuelo rápido, vortigineso. Pero en-cuentra al llegar aun puerta howcosible :lade In dtidn . Sin f6 cn ol Ithna os imposiblepenetrar rosueltaaento al alcázar dorado de lasuprentn felicidad, y entouoew unc :stra absolutafantasia so trnera on las negras getinla•as delpeen•.

Las evobtciones de la naturaleza estÁnamenizadas por la orquestaci(In sublinav de loacéfiros que aroulndos oou PI Ii :ílito de lis teul-pramts flores cautut ru col") el himno de lacocho .

g . CORTES DURAN.

Saa Salvador (intr . ,) A11161-i a.

Correspondencia europeaOY es domingo y c romo día ete

movimiento y alegría, nadaM tengo qui hacer en la callo.Estoy solo en el salon %unt„ir del botely se no ha ocurrido escribir sobre algoqno no ha dejado ele arrancarmo tinaptofmicla unoditación.

La triste noticia do la trágicanutorto do Pedro Currio, el ilustredescubridor del redilrnq ha producidoel¡ toda la Europa un verdadoro estu-por. Jamás pudo creerse que atthombro tm grade y necosm'io pore-ciora de mauera tan absurda ; comolos fieles aftmiradores do Zola, no pn-

11

1~. .

., dieron resignarse á la idon do (lile elm_ robusto escr itor sncumbiora por cul-

pa de tin defectuoso calorífero.c'urrie, hijo de tal médico que vive toda-

eía, u ;o•.i(í en París el fi de Mayo de 1869 . Has-ta el 1im:i, el no era conocido suficientemente.Isu ol entiné ato en que llizo su descubrimiento,estaba ái• silnplo Profesor ele (Anímica y Físicabulnslr¡til os en l it cfndad de París.

11'fmido, siloncioso, y de carácter pacífico yrlul~•e, (liceo sus biógrafos,—su rostro siempre

tríete. rxpresalrt el tubito de la meditación,Había publicado varios (. .Audios sobro los folló-

Inruo ; tl, . la rristillizaciou, pues alejado (1e toda

umb1 r¡,)t1 . no prornraba alzarlo siquiora it no

pu~• ;t , suprr¡er, El descubrimiento del redimo

y ga; I'arultudr :;, I'né 1111 gran avenimiento, una

rcaovación (Il• la Cienef 1 . Apesur ele todo,

('tiro¡e sPntost•uba sorprendido del riunor que

ocasionaba su nombro . lalnás tuvo avidez, degloria ui do fama. No deseaba otra coso queIn cahua nec:egtu•ial para ln contiuuacioCa de sitsestudios. No portouocía d aquellos hounbres dectoucia douasindo e6lebres, quo confían proma-turauuonte aí las indiscrooiones de los "pmI,v.cM dogcubriutieuto do till rontellto infalible cou-tra Ias onferniedades Canis inem•ablos . ( 'nrriono tonfa aparo . Tenía, adonets, gran deseou-fializa, y hasta nniodo, de low conclusiones pre-cipittelas y arriesgadas . Sit genio no era no.Juego de suerte, y sat cioncia nada tenla de se-mejante it aguollas del Doctor Dnloamara.

EI Laboratorio donde estudiaba Pedro Ca-rrie perecía la ofician do mt al(lnimistau eraunit miserable barrara, on (pre ge counin(llaulas touazas con las vejigns, los reverboros conhin espátulas, y nail instriluteatos unist ariogosde log etiolos el genio de esto hoMbre prwbtjomilagros.

ilea joven robin, sou an delantal blanco,iluminabas aquella L .,dt-ya, d(, /u cirnrin, gitnadaell an sitio siloncioso y desierto . Era lit `lonoraCurrie, hija de ta Prolosor de Pisicat . El colorpor la oioucia habla tulido las dos i11toligeu-oias y los dos e111'IIZ01198 . 17116 ontollOos -se di-ce—cuaCado la Sell , wa ('nrrie estudió por prime.I'll voz los fonónmuos de la (m(i„ - . .arliridnd do]es cnorpos. Ellos ,juntarou las doselibri11nieu-tog y los resaltados de sus rospectivog oxperi-moutos; agregilron otros uttis y desoalbrioroujuntos el avdimu, agttel meta] del (pre puedodv4rse que tiene la virtud sobr(nuttural do e11li-tir e] calory la luz, y pro'locir lit ole •t.rici'la'l,

sin perder nada, ui de sn propio volumen ni desu peso. Cal menos eu la atp;u•iruriu.

Log esfuerzos hechos por loas dos esposos,para obtener los regultadog que tanto han nwravillado ol inundo, fuorou extruordiuurios.('on t•auquila, pero tenaz euergin, oousiWlie-ron extraer do cierta tierra quo se halbt ospc-cialntonto en Bohemia, Items gramog del singa-lar Inetal, en parto .,; pe~lnctlfsinuts, pero do uuvalor inmenso. El deaeubrilliont, de furriohizo croer por ol n outent' :, que Ills Ioyes Re I .'t -Ffsioa sorfan modificadas . Si ol rnadinm podiadar lnz, calor y movimiento, sin pordor uadade sti propia energf 1, indndablemento quoinfiel metal so convertiría eu ugoute creador.La toorfa era arriesgada y peligrosa ; pero Pedro(-'urrie Cae se cuidaba de formularla y le (lisgus-taba (pio ot ros lo hiciesou. 1:1 no ora nf filóso-to ni fabricautc de sistouuts, per,) sf ml cioutf-f oo positivo qno degcltbrfa y cont•oluba LorLosprecisos.

Eu I903 la Sociodad Real de Loudros con-cedió tí furrio la lfodalln Davy una do ta; Casisaltas rcrompensas ciontffieas.

Eu ol milano auto, la Arv.lcutia iienl deSteroluw distribuy(í el Promio N6be ( de cioui nil coronas entro do8 sabios franceses : Carriey Rwiluorol . Esto ultimo babfa aunnciado,ou 1896, poco dosptiés del fiuuo.;o dewilbri-mieuto do Rtbntgeu, (in( , los compuestos delurauiam emitlau radiaciones casi idénticas áhs de los rayos \ . .Isla 18:11, una cátedra doFísica fué iust:ftulda por Pedro Currie en lafacultad de ciencias de Sorbona, y su cgpoaa

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El HEraldo dEl Istmo - 285

PULNTE SOBRL LI, RiO DAVID LN RISACUA (42 rietos de longitud.)

POSTAL

Son tus azu les ojos don lago, a brin idosdonde sil, !¡las bate In garza dd ensueflo,y tus pequeños labios botones encendidosque guardan lle, _los henos el ut(stico belelo.

Tu evocas rl rcenerdo de aquello, tiempos idosde la bendita Crocia . Sirviera tu disenopara adorwir un toulplo pagano . Ent•c cupidosqué herutoso resulta r a tu rost r o inarlilelo.

Si siempre eres hermosa como visón divInaque Lacia can patria ignota sus pasas cncamhla:si en ti las graci ;,s toda, vertieron all tesoro,

sublima, ttt belleza, te muestras hechicera,cuando desatas, uii(a, tu blonda cabellera,que cae sobre tus bonibroscolno unn lluvia de aro! ..

I)MM19rRIO FABRIiOA.

fué nombrada Directora de los trabajos delLaborutorio :Meso á ngtlolla Cátedra.

En fin ol S de Julio de 1906 la Academia doFrancia lo eligió miembro en las secciones doFísica,

Laborioso y enemigo del fausto, C.urrio vi-vía lejos del centro (lo París. Su vida estabadividida entre la ciencia y la familia ; la mujer,su fiel y devota colabora(lora ; el anciano pa-dre, do ochenta anos, á quien él veneraba ysus adorados hijitos . Cuando sontín saltar enstls rollillas bl más pequena de sus eriatnras yla vela reír y decir "papis", el ilustresabio olvi-daba ol nrdimn ysus glorias.

Era de unn humildad exagormla : parecíaque temiese, el renombre, Una especie de candor lo turbaba cuando se lo elogiaba, Los ho-nores y las distinciones lo dojabaa, indife-rente . Sn niod(s+tia y los principias filosóficosque profesaba, lo indujeron á rechazar la cruzde lit Legión de Honor. Aceptó los pretiniosaCalt?Illil'os y divelatas subvoticlone's paya dedi-car aquel dinero indispensable, á los experi-mentos y ft las averiguaciones costosísimas quesus estudios exigían, pero siempre—dicen-dió pruebits de un gran desinterés petso-ual, ,y una, de ellas es la de haber renunciado alniellio millón de francos que le ofreoieron losmnerionnos cTnao precIo á los primeros decigra-mos de rn,lhnrr que él había obtenido y los queprefirió conservar para no interrtunpir sus es-tu lio,4,

Tollos auoutali qne era honnbro bueno,lí pesar de qno su aspooto exterior no mostra-ba Jus signos, muchas veces falaces, do la bon-dad. Su, sonlblanto aparecía siempro preo(nt-palo;so le veía oonmn encerrado en el ponsn-mientos, y acuso estas meditaciouos y estas dis-t•a.+dones fnorou las cansas (le su milenioatr oz.

El trágio;t incidonte que ocasionó la mner .to dul señor currio, secodió precisanionte en laentr ada do la callo Daepline, en una esquina.El atravesaba cabizbajo la dicha calle, cuandofué alropallado por los caballos do un poeadísi-mo cauro que provenía del Pnonte Nuevo, Ycuas de ]tw rondas lo aplastí la cabeza,

Publica un periódico francés que uno doios discípulas de Clirrie dijo llorando, cuandosupo lit desgracia : "tenia el preselntimiento deque alguna calamidad le Ocurriría á ni¡ buenMaestro. Era muy distraído é impru/leate ycaminaba por lit callo absorto en sus ponsa-etiento sin preoctiparso de Ios poligres .

falo pliegues de tulPARA Er, IILRALDO DET, TSTMO

Yo no sé por qué oculto y apacible mandatoViene á mi su recuerdo, tan sabido y tan grato.Yo no sé por qué extrafui dualidad estoy presoPor el jugo ele un labio y el arana de un beso,h;ntrevlstun, en una tibia historia de Badas,Referida por unas indiscretas miradas,En la calina aparente de una noche otoñal,bin que tíos almas buenas se sintieron atadastlu un beso inlínito, delicioso y trimifal.

Vanamente he logrado descubrir la divinaVibración armoniosa ele su charla argentina,Ifi la nota imprevista de insensibles bemoles,Dada al viento por linos colibrís tornasoles:Nada dicen sus labios á las almas inquietasBuscador as de nobles ambiciones secretasy sudieutas de glorias y de fresco laurel,A las almas que piden santidad de violetas,Tinildeces de virgen y sahores de m¡el.

Pero en cambio, ella es una deliciosa morenaQue ha sabido ser dulce, bulliciosa y antena,Siendo be] á la hoguera que mantiene encendidaCol su savia crea({'o•a la enibriaguez de la vidaP;n sus músculos plenos : que ha sabido, oportuna,A su amante trovero regala r , una á una,Las ermitas bellezas dn su amor infantil,y con el ha solado, á la luz de la luna,( ron loo lirios (le âlayo y las rosas (le Abril.

Hatbo ocultos temores, proyectó ser clarisa.Animarse en la tierna santidad (le BeloisaY fundar un convento pa r a amantes livianas:Sin sabor que. ros senos, como frescas manzanas,Sin saber que sus labios de color de cerezaNo son los de la autallle religiosa que reza,(,fue uo tiene en su cátis un matiz de arrebolNi en sis débiles curvas una sola riqueraNi en sus negras pupilas una }¿eta de sal

Cuántas horas felices ya se hubieran co rridoEn la paz de una celda, sin temer el olvidoDe su amante trovero de rizada melena !Ella quiso ser dulce, bulliciosa y arena;Saboreó la c

naricia (le quien bien sabe -toar,

Y escuché ua mañana el melifluo cantarpe un alegre, divino y amor oso bulbul,y sus oegt•as pupilas prefirieron brillarCon destellos de fuego, bajo pliegues (le tul

E dejo mf corazón coMo una gran¡i~ flor roja llena de lágrimas . Te yni-191

siena dejar nmorta mil veces, cornoá mi madre, porque asi tendría la se-guridad do que solo el silencio ron-darla cerca cío tí . . . . ¡El anal pensa-miento no ]lega á las tumbas! ;Cuánfeliz noe iría si te dojase debajo dela tiorra 1 i [,os seres que se auntu yse dejan, dobieran extinguirse 1 ; Amortí los muertos, lío dudar (le los vivos¡Mientras no estoy junto tí tí me pa-

rece que tollos te manchan . ;Oh, los hombresson unos infames . . . .-! ; iras mejores son tandébiles! Me ir ía tranquilo, aunque sombrío sila tierra hubiora cerrado tina do sus influitasbocas negras sobre tn cuerpo, no acabado dobesar por mis labios iusaciablo .s! Y tengo quodejarte viva . . , entro la grim piara de los estú-pidos alegres . . . . entro los que te hablarán demí para usurpar me tus euvantos . . . . y acasote alma ; y tongo que ]levarme en la cabeza litenrole red de lmestros roenerdos : de todtes las'lloras do nuestro amor infinito . iOh. si estuvie-ras on la tumba! ¿Volveré .' ;Quién sabe! No sédónde uno arrojo la tompestad de ni¡ vida. Yol , yo, y tía te quedas . Tú eres flor, yo luuno.¡Tu Jardín esté aquí, ni¡ horizonte distantoll,ltlaién sobé' Pero donde quiera quo vaya, á litlutos, tí lit noche, tí la cumbre é al abismo,tí sautificarás ni¡ pensamiento, tú serás el alablanca que iris rofrescuaulo nnis sienes, el aro-ma lejano quo irá inundando mi espíritu coaráfaFns de rernaerdos inulvidablos ; serias el cau-to unnco que vibrará cm mis oírlos, la esperan-za postrera quo irrmliará en mí postrer horizou-te 1

. , Te dejo n» corazón como una giran florroja ¡lona (lo lágrimas . . . . Adiós1

JULIo FLOREZ.

Bogotá, 19011.

ANTONIo BURGO".

1909,

T-Ttatrnncs (TPEP

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E -I Hc-rc-ilclo d c- I Istmo -286

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SCH.UPULOS ele 8ensiblerfa suelen

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movernos :i tolerauela con los rnmer-tos. Ignoro por c li dannovaal la muerte como ln definitiva

li.li

quidadora de n uestras deudas con losque clesertan otoruau>onte (lo la tio-rra. A veces ni(, sionto tentado al voreu aquella indiilgancia una furia¿ dela bipoerosfa, Touuimos que nuestraseveridad con ol qne se va, nos traf-grepitación de crueles, roprocho

nadie so atrevo ti afrontar, rioPoi, lo que huuiflla, sino purgno concita odios.A .Tab.)ada so le tuvo ea vida por un bufón:unable y simpático que percibía copiosos omo-bune ratos sobre la risa ele los espafloles. Ape-nas umerto so le ha llamado satírico y si mal noro(3u->rd,) ha irlo su nombro en pareja, con lnono-res de sal,iojanza, con el de Alonso Goróufinoele Sallas Barbadillo, un novelista esparlol quefloreció ora el amanecer del siglo XVII, A faltade proses, que el escritor fallecido hubiera des-denado por dudar do su eficacia, ha cafeto so-bre sus cenizas una catarata de ditm•ambos. Na-da do definir la persoutilidad literaria, nidohacer lo posible por fijar lo que significabansus escritos en uaestro tiempo . El bombo secoyrotundo. AQuién se hubiera atrevido á re-mover so obra, á estudiar al escritor v á tratarde explicar los motivos probables de su popula-rida(1? Aquél hombre, que fue en su existen-cia privada nn gran desventurado, quiso edi-ficar para el prójimo un paraíso con bloquesderisa, un parafsuartificial indudnblen>onte ; po-ro ameno y hospitalario . Lo grotesco optimis-ta; he allí toda su literatura . Solas Barbadi-llo era luordaz, seco, punzant; y poco gracio-sa. Sus burlas lastiman . Taboada rio tuvo hie-les ni agresividad jamás . En el fondo - de lossatíricos mordaces, en Salas Barbadillo, enQuevecio, en Swift, en Larra hay melancolía ydesdén de la huinanidad . Son espfr•itus desen-cantados que so desquitan (lo las ainarguraatsufridas ora el trato social, á Costa del próji-mo, á costa de todo. Sin haber leído li. MarcoAarolio, era Taboada un estoico y un estoico noes nunca agresivo ni mordaz. Sta indulgenciacon todo procede de la certeza de que los liom-bres ,y las cosas no putodon ser mejores de loque son y dc, que nacía cío lo que ocurre fuerade nosotros inisu>os puede labrar nuestra infe-licidad. Convidado á una fiesta que se celebra-1, 11 en honor suyo, un coilpte dispararlo sin ti-no lo saltó un ojo . ¿Creéis que Luis Taboadase apesaró por la pérdida? Nada de eso . Pocoselías después bromeaba á oxpensas (lo su dos-¡,nacLn y como alguion lo roproeliase aquella fal-ta de compasión consigo mismo, repaso el escri-tor :

— "¡Ali! ¿Pero se han figurado ustedes aca-so que voy á salir por allí dándola do tuertomelancólico? . . . .

Si ese alarde ele estoicismo alegre— "ecua-utinitas" era su máxima—no retratase al lnonn-bro, lo pintarían de cuerpo entero dos anécdo-tas de su vicia que voy á referir, Estaba en-fermo ele pnbnonfa, en trance de morir, cuandode pronto so incorporó y dijo con gravedad : —";Wné lastima1 Ya no volveré á oír cantar áMesejo Padre" .

Innporta advertir que Mesejo padre cantadetestablemente . Ese era Taboada. La reali-dad trágica no existía para él y si existió al-gima vez, la entereza del hombre supo sobropo-

nersc á ella . Gustaba dó pasará veces por os-trafalar¡o y á este propósito no debe omitirse

uno de loa laucos mina graciosos de su vida. Es-taba roprescautándose en el teatro de la Prince-sa ina obra con pretensiones de c6mica, cuan-

do enin,; Taboada en lit sala. Aponas se hubosentado, dijo cvm(idoucialmente á un sellor des-

c011014d0 que ocupaba la silla contigua :—"Da-

ballero: ciaré á fisted cinco pesetas por cadachiste ele esta obra que llaga reír al público 1"

El otro h• tomó poi- 1111 demente 6 por unse calló . Transcurrida la repro-

sentación sin un sobo aldaaiso lana la obra nipata el autor, exclavuí Taboada . oncaráudusocon el mismo senor de antes :

dledebo á usted algo ,?

y salió del teatro, sinc ;perar respuesta.

Iutimos sayos á quionea debo dar prédilo,aseguran que i ún en el nnbrrd de h1 nuua'beso nmmtuvo festivo y escóptico couvo un discí-pulo ele Epictoto . Desahuciado por los médi-cos, la sonora quo le cuidabale recordó, con esaprovisión fena>nina con que las mujéres se,preocupan de asogurarse la tranquilidad ou elotro binando, quo se confesase.

—"Hijo nifu!—exclaunó Luis Taboada dirf-gibndose al mouor ele 8118 vástagos -llégato á blIglesia y di que traigan pronto los Santos Sa-cramentos" , •'Oyo—anmlió antes de que el ni.ao saliora de la alcoba --adviértele al cura queson para Taboada y que traiga de los mejor-citos . . . ',

Cuando un hombro afronta con esa entere-za de ánimo y con ese humor la vida y lamuerte, antes quo digno (lo pieclad, excita nues-tra envidia . Es invulnerable á todo . Su filo-sofía, su alegro estoicismo lo protejen contralas traiciones del prójimo y has amarguras deldestino . El tránsito del ser al no ser que tan-to sobrecogía at Hmnilet ha debido ser para 61una broma irás .

,

lQué fué literaria>nente? ¿A qué nececida-(les estéticas respondió su obrad Siu negm•lesoltura de phuna hay que reconocer que LuisTaboada no ba clojado ni una sólo página defi-nitiva. Un hombre que rehusó el ver lo quohabía de trágico en su vida, era natural quesólo intorpretaso los aspectos reidores y bufosde la vida agona. Eso fué su criterio en la li-toratura contemporánea. Anuque con aparien-cias de satírico, fué un payaso que divertía ála gente sacudiendo los cascabeles de la pluma.No reprodujo nada deL vivir de nuestro tiem-po con fidelidad . No fue siquiera el o:u•i(xltu-rista quo exagorando las deformidades Bol . na-tural lo respota y mantione á pesar de todo.Fue, el creador de un mundo disparatado y gro-tesco en el que no hay im sér ele carne y hueso.Su obra es nn aquelarre alegro. ¿Queréis unejemplo de novela de Taboada? Imagináos es-ta acción. Un matrimonio con tres hijos ; lamadre .una sellora gorda, con voz de tiple y conjuanotes . A él, que es empleado, lo gusta des-cifrar charadas y es par tidario ele Chicote enel teatro . Do los tres hijos, una que es hombro,rabia, flaca, clorótica y romántica, tiene unnovio, sargento do cazadores, que la oonvichr.todos los (lcnningos á connor naeronguos de fre .sa en la coutitería de la esquina . El padre sellama Liborio, la madre Mamerta y la hija Eu-frasia . Los otros dos hijos, mellizos, se críanoncanijados ,y son nnuy brutos . Se llaman Poli-carpito y Matías. Lit más del tiempo se lesva orrredando en casa y cuando se pelean sennnerden mmtrnamento en el cogote . La madrelos adora y el padro los castiga obligándolesá meter la lengua en un tintero los sábadospor la noche; autos de asustarse . Las relacio-nes amorosas de Enfrasia se truncan, porqueel novio ha obtenido la licencia del ejército yse ausenta inopina(lamente á su pueblo, des-enlace que desespera á la chica, impulsándo-la á suicidarse . ¿Qué, muerte se ciará? Su pacho,que ostá paseando en calzoncillos por librarsedel calor, una noche estival, la sorprende enllanto y de rodillas, tratando do tragarse unapolvera,

--IDosvonturadal ¿CZu6 vas á hacer? . ..

—Padrel Padro miel exclama ella con me-lodramático acento, . . . ¡La vida sin 61 es un fn-flernol El miserable mella abandonado mar-chándose á Calahorra, donde sn familia tienefábrica (le conservas . . . .

sT,\ . snit :\ 1,011Mz.

Sobreviene Mamerta en pacos menores y alver aquel cuadro se desmaya . Los ninos se es-capan de las saunas y corren despavoridos gri-tando : Mie nnatal, á ununá! Socorro! Searma el grau escándalo, davpiertan los ce cipos,llainaan á la puorta y al ver qne sale bnuro,por que dentro arde nn periódic•.o . sobre el cualha caído una cerilla encendidu, gritan, ;fuego!,y llegan los bomberos . Al fin todo se pone enclaro, rio 1111 pasado muda . Y pocos días después.Eufrasia . cansada de luacer versos poniendo deoro y azul al perjuro, presta oídos :í LIS amo-rosas. frases que le dice Bouifacfo Pérez, el dependente de la cerrajería que hay eu la mismacalle en que vive la muchacha.

Ocioso ive parece el declarar que ese nnon-tón de desatinos é inverosimilitudes son de naicosecha ; pero, Taboada uo les l,a•garbn nu pater ."¡dad. No ignoro que luly en nuestra vidamucho de ridículo, que las coslnnibres, las proo-cupaeiones y las debilidades individuales dejanun margen al comentario bur lón• It lit sátiradesdeilosa. Entre lo que sonsos y lo qae pn-dicramos ser, entre el eusuello y la realidad,se abre tan cannpo en el que el escritor puedeespigar á sus anchas y recoger mil noticiasde la estupidez liurnnana . Tampoco se puedenegar que es frecuente lo grotesco en nuestrosPonsamtientos y en nuestras acciones. Lo ivad-misible es obstinarse en creer qne la vida esuna fogarada, que (Al planeta está poblado dementecatos y que el dolor •y la alegría rio sonsino nieros aspectos de Lt ridiculez de la Iiiima-nidad. Los escritores del temperi mente de Ta-boada son codiciados por los ptiblicus de grose-ra unentalidad, insensibles á la poesía, irxml .tos y jnrosaicos. Par a estos públicos frívolos.ol escritor quo hato ponsar es un advorsario,y el libro con sustancia, con ,jugo intelectual,tan ponzona, El escritor y el lector se, poisoná la par en los libros de Taboada, se tratan col,democrática igualdad. Acaso sea ésta la pri-mera condición ele la fuma. Y 1,6 aquí ceno ungran puoblo, que tuvo grandes artistas, ponehoy su alegría al l,tercell de los cascaboles ele nupayaso .

MnNi>b:T, BITENO .

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El hEraldo clef fs tmo,287

UNA VISTA DEL COLEGIO NACIONAL DE COMERCIO $ IDIOMAS(A la izquierda están les sefiJres Hoffman y Comas Director y Sub-di

rector del Colegio respectivamente.

Do rn is notasP,vtA -EI. HERALDO Dn:r. ISTMO . "

J/ )mhle uuügo ,y rlr:rliul/uido uou•r-Ir", S"Iradro' hín_ .1/irtix, drrliro.

~~E I1 Hc ayer.Hace pocosdfas la vi, flaqui-

ta y arruinada, reci6n excluid,,de la escuela . Y fué porque el módi-

t1 co dijo «la maestra quo osa alumnaera perjudicial.

"!Y yo quo no he hecho sino es-tar muy callada—ponsaba la pobreniña--estudiar mucho y ser nmypuntual! ¿Qué quiero ose médico ,

rl~i Si la maestra jamás me dice nada . . . .">~~

Cuando, ron el saquito do librosbajo ol brazo, llorosa y linraila y me-ditando, llegó á la ensa y conté qaeno la recibinn más en la escuela y vióú su madre llorar, sin hablarle do

arreglar eso asanto, sintió la pobre niña eso quesiente el que deja escapar una creencia muyquerida, y quo lo quema la piel la gota aquellade sangre . purulonta escapada por entre el ara-ño del rencor.

Resignada, sin mnhargo, en vez (lo estudiar

108,111

bordaba panrielos . La cuidaban enton-cos ms que antes, y el amor, que á veces tam-bibn mata, la tenía recluida en la sillita de lona,con mucho abrigo, muy ti la defonsa del viento,rmry en nn cuartito invariable, en donde ni ro-partían promios, ni contaban lo ele Juana deArco, ni so subía un puesto.

En el centro, la mesa con la lámpara y nnretrato ele Juaroz ó de Alaximiliano : ora lomismo.

A un lado de la sillita, una escupidera conagua fonicada y, hncia el rincón, la cama, encuya cabocora, colgando, nna irónica Dolorosa,con el rostro medio oculto bajo unt manto azulmuy bordado, parecía reírse del dolor intenso,nodo, inconsciente, do lit mártir de doce ataos.

"Nada puedon clecircne. t No hay otras enla esruola quo son más malas? ¡Y mamá queno va á hablar con la maestra . . . . 1"

Causarla do que lit cnidaran, ansiosa do aire,salió un día á la puerta qne cla ti lit callo . Comade la puerta Jugaban los dos niños del vocino;dije viejos amigas do la nina onforma . Ella Be

acercó y quiso tyuriciar al más p :3_lnello ; el otro

se interpuso . "]No lo toques!—gritó coléri-co.—Tú estás podrida y lo matas ."

La chica volvió á su silla.1 Yo . . . .podrida . . . . !"Un día oyó—¡ tenía el oido tan fino!—que su

mamá contaba algo á una señora visitante."Mejor sería—así elijo la madre--que Dios

se la llevara pronto. ¡Pobrecita! Corno que locomprende todo . . . !"

En ese momento, la niña lo comprendíatodo.

"Me echaron de la escuela ; mamá quierequo Dios mo lleve . g (pub quiero Dios conmigo,si estoy podrida? ¡Y me decían quo si era bue-na, sería feliz! No ; si no me qmeren, con noquererme, cau eso hay . Yo he sido buena . . ..yo no molesto fi ninguno . . . ."

Cada día más triste y desengañada ; vivien-do más fe medida que vivía menos, dejó que elodio hiciera su trabajo y en las entratlitas do lavirgen impúbel• no germinaban ya las rosasfulgurantes do la dicha y se agitó el microbiodo la anmrgura y del desprecio.

"Era una infamia ¿por qué la habían en-gt nado 4 d De quó se querían vengar? Si ape-

nas estaba madurándose para vivir dqué faltapodia haber cometido d"

El dolor tuvo su t6rmino. Un dia sintió laenfermita un ardor en la espalda, entre losomoplatos : tosió y oyó entonces como si pordentro se derramarim granitos ; algo muy raro;algo parecido --no lo se, pero lo creo--á lo quesiento un duraznero maneto, al soplo levo deuna brasa, cubre ele flores el suelo . Chistó cuando se le llenaba la boca ele un liquido molado;escupió : era sangr e.

gritó y coció á sentarso . Llamaron almédico. Ya era tardo.

La niña volvió los ojos y se murió conven-cida de que todos en este inundo la habían en-ganado; todos: sus amigos, la maestra, samamá .

ISRAEL V,( .RQUEZ YEPEZ.

(En el marPARA ROQUE J . FRANCO

CAMINO NATONAL DE DAVID Á PANAIL1—PASO DE LA QUEBRADA DEL PUrnr.O 1T N DAVID

-PrIENTEDE EoRMIGóN .

•Oh, qué hermoso es el mar embravecido!;C~émo se ensancha mi afina al contemplarle!¿Quién llama al hombre --ante ese mar--NeltteloY;Precisamente aquí me siento grande!

El relámpago rasga las tinieblas,Los rayos pasan, sin herir el mástil,Cerca del barco, que se eleva y bajaEn la llanura inmensa y oudulánte

;Y cómo ruge el mar embravecido!Como vienen las olas á estrellarseSi la nave altanera . . . . y cómo saltanHasta uIl rostro Ifqufdos diamantes!

Amargas, 6 salobres cono lágrimas,Algunas gotas en mis labios cae.n;Bebo el llanto de rabia del Océano!!Bebo el llanto de rabia del gigantel

La pro r a rompe las tremendas olasDe la soberbia inmensidad de encaje . . ..Domino el mar y me contemplo fuerte

i~,n las débiles tablas de ni¡ nave!

Me parece que al ver como le ceuzo,Lloraran de despecho y de coraje.I01 cielo altivo y el abismo airado ., ..

Gime el viento, cortando en los co rdajes,Y siento . . ., no se qué . . . . fuerzasclel alma . . ..La embriaguez de lo inmenso que me invade!

JoAQUIN PAnuo FRANCO,

lsoo,

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El Hc-.ralel® elc- 1 Istmo - 2"

~el/Jelifro de e,slarl

1, llombre de la boletería de la es-tación, me progautó:

!!!

—fUng boleta do seguros coutraae idrntes, también?

—No—lo respondl, después de P>msar11u molnellto .—Creo que no la necesito . Hoyvoy á pasar todo el día on el tren. Pero imaila-na no estaré (lo viajo . - Dena> una, para ma-llaua.

El hombro paravi0 sorpronderse, y dijo:—Pero so trata de tau seguro contra acci-

dentes, y, Por lo nlisuu>, si ustod va á viajaren tren . . ..

- Por lo minino, si voy á viajar en tren,no lo necesito . ITU accidonto en casa estandovil runa, es lo qme puedo temor.

Aut.c•s da esta couvot:savión ya había tenidoyo ol»rtnnidad de estudiar el asunto. Sabránvisto :les que el aflo pasado llico, on mis viajes,vointe mil millas, casi alempro on tren : queel aflo anterior, había hecho inás de voiutiein-co mil, hl ahitad por mar y la mitad por ferro-carril, y ol ailo auteponúltimo al rededor dediez mil, exelusivamento en tren . Agrogattdoá esti los viaj citos sueltos, do aquí paca allá,croo p .>Qor decir quo durante los tres asilos e¡-Lados he roa:urido, en mis viajes, unas sesentamil millas, y sin sufrir nunca ningún accidonto.

Abora bion . Por mucho tiempo estuvo di-ciéndomo á uní mimo todaslus mailanas : aBue-uo; h-ls"a ahora he podido escaparme, y, Porlo tanta), son lnuebas las probabilidades de quolile o urra hoy uu porcanue. Seré precavido, ycnmpraí•6 una holota de seguro. Y con una.putnt,via moral notable, compraba la boleta, ysacaba sionlpro bolita blanca, y esa noche meiba á la cama sin 11na descompostura ni un lino-so astillado. Acabé por cansarme de esta es-pecie de contrariedad diaria, y entonces me pu-se á comprar boletas de segm•o válidas por mlmes. «Es iml`osliño— » pensaba, aguo tmo pue-da, saauraede una sola voz treinta b -A tas blan-cas» .

Pero estalas, equivn ; ado. Nunca hubo paramí premio algnuo eu osos lotes mensuahm . Po-día loor casos de awcideutes forroviarios todoslos días -ti la verdad, la atinrisfora de los dia-rios estaba . cargada (le ellos, --pero, no sé porqué, £m,»; ace i(lollttaai no me salían manca ltl paso ,Y . 'In• haofa "gastado ya asna bUena muna de

dinero 011 ln ouestión se;,+uro, y que no teníanada que mostrar en cambio . ! 'on esto se des-pertaron mis sospechas . y empecé á buscar Al ulialrededor ti algnuo que lutbiera ganado algnuavez em esa lotería . Dí con mntehisinua genteque había puosto dinero eu ella, pero llo cena unindividuo quo hubiera sufrido aloma vez unaenidonte 6 ganado uu centavo . Entonces dejéimnodiatamente de comprar boletas do seguro,y mo puse á hacer uu vfilculo . El resultadofué estupendo . El peligro no está en viajar,sitio en gnodarse en vaso.

Me lancé en busca de datos estadísticos, ,yví con asombro que, sogíul los deslhnnbrantosencnbozamientos de law noticias de los diariossobro aveidentos de ferrocarril, llo alcanzaban átrescientas las personas quo habían perdido laviola on esos desastres, durante los doce mososprecedentes . El ferrocarril de Erie aparecíacuino el uuis heinioida en la lista . Había nnurr-te al cViarolita y sois . . . 6 fi veintitrés. No re-ouerdo cuál do estas dos cifras era la exacta;sólo sé que representaba el doble do la de oual-quior otro ferrocarril . Otros cálculos demos-traron qno la empresa de eso ferrocarril trans-porta todos los días á ums once ó (loco astil per-sonas, por lo monos . Muchas, muchísimas delas líneas cortas que salon ele Boston, macen unabuena illitad de eso . Muchas son también laslíneas desparramadas por la Unión, quo tienenun procligioso tráfico de pasajeros . Por lo tan-to, se podia suponor quo el tériniuo medio delos pasajeros transportados (liarrantente porcada fcrrou :u•ril, era de dos mil quimieutos.

Tonenios, pues, que los ochoeienton enaren-ta y seis ferrocarriles que existen en el país,transportan más ele (los millones de pasajerospor día, é sea seiscientos cincuenta millones poraflo, sin contar los domingos . (arao hacen esto,es inenestionablo; aunque de d6ndo sacan lamateria pritna para ello, es algo que sale ento-ramellte do la jurisdiecióu de ni¡ aritmética.Porque he roe;salo el sonso ele arriba abajo y(lo costado, y he visto que no hay tanta genteen nuestro país ; sobran, por lo menos, unosS(>i&>ientos diez millones. Probablemvute, losferrocarriles han do aprovechar riais de lrmt vezá los mismos pasajeros.

Por otra palie, tollos los aflos inutron unasvointicirico nil porNonas en la ci114ad do Nueva

s' TA. ANHLLINA VIÍDa'M,

York, Baya polla eiOn os de all millón de almas.Tornando por basa este dato, Imiode considerar-se que, ou los Estadas Unidos, veinticinco Dill

personas por rala millón do alma, tvuemos,que morir todos los au rv. Cona, muestra po-blaciain total es do cuarenta carillones, resultarentonce. ., que all millain do nosotros louvreauualmoilto, Do orto milhín diez á doce mielpersonas aPnilaloadas, 6 abaleadas.» () ahoga-das, cí ahorcarlas, rS vilvenenadas, ó que tienen al-gtín otro fill trilgioo eta algltna otra formal co-rriente, vomo la de ser víctiMas de u nit confla--ravión vombivada do Itimpara de korosono ynririila11 ue, cS quedar sepultados vu las minasde ca Abon, ó eaerse riel tacho do alguna rasa . 6huudirso junto con ol piso dv a lgnua iglrsia 6saddu de amforencias, ú tomar medicinas pri-vilegiadas, 6 suicidarso de algunn otra mamara.

Buono. I;1 ferroenrril do Srie mata devointitréa . li.° clnuenta y sois p0r .otlas, y losotros ochociviltos cuarenta y cinco fornwarri-les testi ites, ilultall uil t6ri111no m Odio de untercio do hombro cada nao ; do modo que cl res-to do eso millón, quo asciondo cu total á la es-tupenda cifra de uovvviontos eoheuta y sietemil seiscientos treinta y uu vadih•oros, 111ner0do muerto natural vu sus rasas

. ..Mo diguidpartin ustedvs, si después do nve-

rigluir estar, h( lcanolto no volver aS correr oneta osas cantas el riesgo do 1111 accidento. ('ocalos Iorrovarriles t(utgo bastante.

Y 111i oolsejo para todo rl 11111udo os orto:No so dojon o ..tar ustodon on casa sino cuandono puedou rouleditu•lo ; y, si tieuvn glio quodar-se en casa algltml ve'/„ r'omprou all paquoto Qvesas boletas do seguro contra aeoidelltas, y pit-sell la noche sentados . Por muohas que seatllas I: rvealtciones que adopten, nunca sonim exa-geradas.

So (omprondvrií ahora Por (1116 rospondí salbolotero do la c star ión on la forma indicada vilpriueipio.

La laorol( .ln d0 asta composición es qnclas perdonas in ro loxivas gra6o11 más do lo (1 110e8 justo it propósito do III nuilu'ra ponlo funcio-nan los ferrocarrilon oID los Estados Unidos.Consideraudo quo todos los días y noches delitílo w) mouos do vatorei Dill trcur s de diver-sas (.layes, oaredos de vida y aruladus doliluorto, correo t•uuando por sobtc la tierranuestra, potlomos uuu•avillarnos, no de g1 temateo trv i gientos sorry lluumnos por auto, sino do qno llo uudeu troscientils voces tres-ciente ls

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