A Where Place the Sunt Silence

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Capítulo Cinco: Me sumerjo en enferma reflexión No estoy completamente seguro de a quién vi en el balcón. De hecho, no tengo la más mínima idea, ni me importa. Al bajar de golpe mi copa, mi curiosidad se dirige hacia la mujer que veo en el reflejo del espejo que cuelga perezosamente detrás de la barra. Me pongo de pie con un salto y busco en la habitación, pero no la encuentro en ningún lado. Regreso a mi asiento, pero únicamente veo mi propio reflejo en el espejo. Me digo a mí mismo que era mi imaginación, pero sé lo que vi. Ni siquiera pensaría dos veces en esa visión si no fuera por el impresionante parecido con mi Annabel. Pero eso es una locura, es imposible. Annabel está muerta. Disfruta el momento. Oh, las visiones dentro de mi cabeza. Oh, qué poco remordimiento tengo. Una cosa de la que estoy más que seguro es que nunca me había sentido más vivo. Matar a Annabel, y a las siete patéticas almas aquí, esta noche, podrían ser las mejores decisiones que he hecho en toda mi vida. Me siento inquietantemente tranquilo y lleno de euforia al mismo tiempo. Temo que pueda estar perdiendo el contacto con la realidad, pero ¿Es eso completamente malo? Obviamente no estaba feliz antes de todo esto. ¿Por qué otra razón habría hecho todo esto? Lo que me recuerda que ni siquiera he tenido la necesidad de sacar mi cuaderno de dibujo, ni una vez desde que todo esto comenzó. Si no mal recuerdo, Annabel siempre me decía que ese cuaderno de dibujo sería mi fin, así que supongo que es algo bueno el que lo haya dejado atrás. Sí, todo está comenzando a tener sentido. Ahora veo más claramente. Esta experiencia me ha enseñado que no necesito depender de mi arte para definir lo que soy, mi propósito en la vida: Y seamos sinceros, esto es mucho más divertido. Camino fuera del bar y hacia la luz del sol matutino. Debo haber estado ahí dentro más tiempo del que creí, porque según recuerdo estaba completamente obscuro cuando cerré la puerta varias horas antes. El aire está mucho más fresco ahora de lo que recuerdo que estuviera a mi llegada, pero entonces había estado corriendo por

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libro sacado del dico A Where Place the Sunt Silence de la banda alesana

Transcript of A Where Place the Sunt Silence

Captulo Cinco: Me sumerjo en enferma reflexin

No estoy completamente seguro de a quin vi en el balcn. De hecho, no tengo la ms mnima idea, ni me importa. Al bajar de golpe mi copa, mi curiosidad se dirige hacia la mujer que veo en el reflejo del espejo que cuelga perezosamente detrs de la barra. Me pongo de pie con un salto y busco en la habitacin, pero no la encuentro en ningn lado. Regreso a mi asiento, pero nicamente veo mi propio reflejo en el espejo. Me digo a m mismo que era mi imaginacin, pero s lo que vi. Ni siquiera pensara dos veces en esa visin si no fuera por el impresionante parecido con mi Annabel. Pero eso es una locura, es imposible. Annabel est muerta. Disfruta el momento. Oh, las visiones dentro de mi cabeza. Oh, qu poco remordimiento tengo.

Una cosa de la que estoy ms que seguro es que nunca me haba sentido ms vivo. Matar a Annabel, y a las siete patticas almas aqu, esta noche, podran ser las mejores decisiones que he hecho en toda mi vida. Me siento inquietantemente tranquilo y lleno de euforia al mismo tiempo. Temo que pueda estar perdiendo el contacto con la realidad, pero Es eso completamente malo? Obviamente no estaba feliz antes de todo esto. Por qu otra razn habra hecho todo esto? Lo que me recuerda que ni siquiera he tenido la necesidad de sacar mi cuaderno de dibujo, ni una vez desde que todo esto comenz. Si no mal recuerdo, Annabel siempre me deca que ese cuaderno de dibujo sera mi fin, as que supongo que es algo bueno el que lo haya dejado atrs. S, todo est comenzando a tener sentido. Ahora veo ms claramente. Esta experiencia me ha enseado que no necesito depender de mi arte para definir lo que soy, mi propsito en la vida: Y seamos sinceros, esto es mucho ms divertido.

Camino fuera del bar y hacia la luz del sol matutino. Debo haber estado ah dentro ms tiempo del que cre, porque segn recuerdo estaba completamente obscuro cuando cerr la puerta varias horas antes. El aire est mucho ms fresco ahora de lo que recuerdo que estuviera a mi llegada, pero entonces haba estado corriendo por millas. Un comerciante local al otro lado de la calle me ofrece una sonrisa y un saludo corts, el cual yo le regreso sin la mnima vacilacin. Qu gracioso, me pregunto si se da cuenta de que le acaba de sonrer a un asesino a sangre fra. Desciendo las escaleras y me topo con una mujer joven que llevaba a una pequea nia, su hija, supongo. La mujer me saluda, pero la nia mantiene su distancia, escondindose detrs de la pierna de su madre. Los nios son mucho ms inteligentes de lo que la gente cree. An a plena luz del da estoy tentado a sacar mi navaja y causar estragos en el pueblo.

Lo nico que me detiene es la maravillosa revelacin de que absolutamente nadie cerca, a mi alrededor, tiene idea de lo que pas anoche dentro de la taberna. Pera ellos slo soy un tipo pasando por el pueblo, tal vez buscando un desayuno, o quiz a un sastre para coser un dobladillo a mi traje, o a un herrero pera ayudarme con las herraduras debilitadas de mis caballos. Sea cual sea la razn de su ignorancia, la decepcin sujeta mi psique ms fuerte que mis ansias por matar de nuevo.

En el reflejo de la ventana enfrente de Mitchell's Diner de nuevo veo a la mujer del espejo. Por Dios, se parece a Annabel. Podra ser? Est viva? Es esto un sueo despus de todo? Voy a despertar pronto y a encontrarme recostado a su lado? Ja, realmente he perdido la cabeza. Cierro los ojos y una vez ms el placer me estrangula. Buenos das, pueblo. Mirad, que yo soy la voluntad de la Muerte, y estoy parado ms cerca del borde de lo que debera.

Captulo Siete: Mis pies se resbalan

l mat a mi Annabel, ahora s eso mejor que nada. Debo averiguar por qu la mat, y por qu a m me dej vivir. Tal vez esto es un juego para l. Sea cual sea el caso, es hombre muerto. Debe pagar por lo que le ha hecho a mi amada, por lo que me ha hecho a m. Sentarme aqu bajo la lluvia no resolver nada. Debo ponerme de pie y recordar al hombre que sola ser antes de que la pesadilla comenzara. No voy a descansar hasta encontrarlo.

El cielo nocturno se siente como si nunca hubiera estado ms oscuro. Con la efmera esperanza de vengarme presionndome, intentar recordarme y reanudar mi bsqueda. Pero qu es lo que estoy buscando? Realmente estoy buscando algo? O simplemente me estoy hundiendo en la venganza para evadir la horrible verdad? He perdido lo nico que me haca sentir realmente vivo. Son responsables mis manos? Lo son las de l? Quin era l? Quin era el demente que estaba parado ante m esta noche? Jurara que he visto su rostro antes. S que he visto su rostro antes. Incluso si lo encontrara y lo matara, qu bien hara eso? Hacerlo no me traer a mi Annabel de regreso. Matarlo no borrar lo que ha hecho ni la sacar de su tumba en el stano. Una tumba que mis manos son responsables de crear. Solo hay una solucin clara. Debo ir con ella. Debo reunirme con ella del otro lado.

Me toma una hora recorrer todo el camino de regreso al pueblo. Estar aqu de nuevo es como regresar a la escena de un crimen. El aire se siente pesado e incluso respirar parece difcil. Cada persona que pasa me llena de rabia. Tantas sonrisas, tanta felicidad. Demonios, en este punto me conformara con la autocomplacencia sobre este enmaraado desastre en el que mi vida se ha convertido. Cada momento que viene y va es acompaado por la ansiedad de desenvainar mi navaja y asesinar al pueblo entero. Si voy a morir, por qu no tener algo de diversin durante mi camino de salida? El forense indudablemente tendr las manos llenas esta noche cuando ya me haya ido, eso, por supuesto, si no se encuentra entre los muertos. Mi mano est ansiosa y reposando empuada. Un hombre desprevenido est a mi alcance y casi puedo saborear la sensacin de nuevo.

Estoy perdiendo enfoque. Debo recordar el hombre que era, no el hombre en el que me he convertido. Debo recordar a Annabel, su toque, su sonrisa, su aliento. Debo enfocarme en ella y en el amor que compartimos en vida, y que podremos experimentar de nuevo en la muerte. Pero si realmente decido continuar con esto y terminar con mi vida, quin me recordar? Alguien me recordar? Honestamente, a quin le importa? Nada importa sin Annabel.

Me tambaleo agotado y vencido hacia un callejn cercano. Caigo de rodillas y miro hacia el cielo. Estoy listo. S que mi lugar no es aqu en la tierra sin ella, sino en el cielo, a su lado. El sudor cubre mi cara, y mis manos estn temblando. Podra alguien distraerme? No queda nadie que me tranquilice. Puedo realmente salir de esto? Para bien, o incluso para mal, recurdenme por siempre. Saco mi cuchillo de su funda y lentamente llevo la punta de la hoja hacia mi garganta. Justo cuando encuentro la fuerza para terminar con todo, la mujer del espejo aparece y todos los pensamientos de venganza, muerte y errores simplemente parecen desvanecerse por completo. Todo el tiempo tuve la razn. La mujer del espejo era mi Annabel.