A rodearse de gente...

1
Bci, hechos concretos, no palabras A “¡A rodearse de gente buena!” LO PRIMERO ES BUSCAR CLIENTES Partir pequeño, sin gastar en superficialidades, pero haciendo que tu negocio parezca una multinacional y pensando en grande, son los consejos que da Eduardo Zamora a quien quiere emprender. “La reinvención profesional tiene en general dos orígenes, uno que es relativamente sencillo de asumir, puesto que casi no hay alternativa para subsistir y es cuando un profesional se ve obligado a hacer un cambio en virtud de un quiebre laboral. El otro origen de la reinvención es más complejo de detectar y, a veces, mucho más difícil de asumir: cuando un profesional se ve estancado en su carrera y debe evaluar la situación en que se encuentra y diseñar el futuro tomando decisiones estratégicas. Para esto es necesario que evalúe permanentemente su trayectoria y, si puede, pida ayuda de expertos como son los coaching laborales” . Así explica el tema de la reinvención Eduardo Zamora quien, después de 15 años de una excelente carrera ejecutiva, y habiendo sido el gerente general de una empresa líder en su área, se vio sin trabajo. En vez de buscar otro empleo, decidió iniciar un emprendimiento. “Lo fundamental para reinventarse es alejarse de las personas negativas o pesimistas que solo encontrarán razones de por qué no se debe emprender. Es cierto que existen miles de razones muy válidas de por qué no hacerlo (si fuera fácil otro lo estaría haciendo hace bastante tiempo). Tampoco es aconsejable buscar un emprendimiento que antes de los primeros dos años entregue una remuneración similar a la de empleado. Hay que tener paciencia y creatividad para buscar ingresos en otras actividades hasta que el emprendimiento madure. Las asesorías son una buena estrategia, pero jamás dejen de lado el emprendimiento” . También sugiere generar redes de apoyo, creando un “directorio de amigos” que estén dispuestos a apoyar la idea y aporten su experiencia y contactos para acelerar la partida. Por último, sugiere no gastar mucho tiempo, esfuerzo ni dinero en arrendar oficinas, crear una súper marca, escrituras legales, iniciación de actividades, logos, etc. Lo primero es conseguir clientes. “El resto son solo buenos problemas” . –¿Cómo parte Santuario del Río? ”La historia es larga. Salí del colegio y me fui al sur un año y medio trabajando de mimo, de ayudante de pirquinero… lo que saliera. Volví a Santiago, estudié administración de empresas y tuve múltiples trabajos. En medio me dediqué a las importaciones, estudié programación neurolingüística, me convertí en coach de empresas y aprendí a hacer capacitaciones. Terminé poniendo una planta de champiñones que fue la segunda más grande de Chile. Ahí quebré y lo perdí todo. Una amiga tenía tres cabañitas en el Cajón del Maipo, La Bella Durmiente, y se las arrendé. Me vine con mi señora y mis dos hijas a vivir en una casa de 2 por 2 que se llovía entera. Era cocinero, garzón, mucamo... Mi señora cuidaba a las niñas. Un sábado por la noche una pareja me pidió una cabaña y comida. La niña me comentó que su mamá pertenecía a un grupo de adultos mayores y que le gustaría que la recibiera. Así lo hice y estuvieron una semana. Al día siguiente de su partida, me llama la misma niña, que resultó ser la encargada del programa de adulto mayor de la Municipalidad de Santiago, para mandarme más gente. Bajé al pueblo a conseguir un fax y empezaron las reservas. Era mayo y me coparon con grupos de 40 personas hasta marzo del año siguiente. Así empecé a crecer. Me levantaba a las 6 y me acostaba a las 7 de la tarde porque no había más luz. En eso me salió un evento para 200 personas. No cabían en La Bella Durmiente y convencí a mi vecina para que me vendiera su propiedad. Me la pasó el 27 de noviembre. El evento era el 29. En dos días, y sin un peso, se armó todo. Así fue creciento el Santuario del Río. Vendía 40 millones de pesos al año. Hoy vendo cerca de mil 300” . –Cuando se pierde todo y terminas en una casa que se llueve ¿de dónde salen las fuerzas para seguir? “Lejos fue la mejor época de mi vida. Me vine con mi señora y las dos niñitas que eran chicas. No tenía agua potable sino de canal, no nos llegaba la luz, en invierno derretía la nieve para hacer sopa. De ahí viene la fuerza” . –¿Donde está la entretencion? “En no quejarse. La vida es aprendizaje. No digo “Dios por qué a mí?, sino “gracias Dios por darme” . No hay que ser víctima. Cuando pasas a ser víctima de tus propias vivencias no creces, te estancas, pasas a ser una persona que espera que las cosas pasen...” –¿Que característica de tu personalidad te ayudaron a sacar esto adelante? “Creo que una es no tener un proyecto cerrado. Nunca me imaginé que llegaría a esto. Tampoco me imagino a lo que voy a llegar porque no lo sé. No me encierro en algo. Todo se ha hecho a medida de que las cosas pasan, que la gente opina. Aquí no hubo capital, arquitecto ni constructor. Tampoco se trata de ser trabajólico. No hay que trabajar 20 horas, sino 6 u 8, pero que sean productivas. Y hay que rodearse de gente buena. Yo he sido empleado, he estado arriba y abajo, he limpiado baños… No hay que creerse el cuento. Hay que mantener la humildad, pasarlo bien, disfrutar la vida” . –¿Tienes proyectos? “¿De crecer más? Sí, todos los días estamos viendo eso. Quiero crecer 20 habitaciones en este hotel, quiero un hotel nuevo, tengo mi campo... Mi proyecto es levantarme todos los días y hacer algo, tener la capacidad de pensar, desarrollar, inventar… No me preocupa la plata. No quiero ser rico. Quiero hacer cosas” . La historia de Carlos Castellón es de las que dejan la sensación de que la vida es una aventura llena de sorpresas gratas y que todo está en saber descubrirlas. Aunque, dice, los problemas no faltan. “Así como uno baila con la linda, también baila con la fea. Pero con la fea uno baila y aprende. Con la linda lo pasas bien, pero no aprendes” . Después de muchos trabajos, más bien aventuras, logró superar una quiebra y convertirse en propietrario de un exitoso proyecto en el Cajón del Maipo: El Santuario del Río. “He pasado momentos agradables y también desagradables. Cuando eres chico todos quieren trabajar contigo, pero cuando empiezas a crecer surge la envidia y la envidia mata… Dicen que eres drogadicto, mafioso... Pero gracias a Dios no me entran balas. Voy con la frente en alto y nadie puede decir nada de mí”. PALABRAS DESTACADAS... • No hay que trabajar 20 horas, sino 6 u 8, pero que sean productivas. • Hay que mantener la humildad, pasarlo bien, disfrutar la vida. • Mi proyecto es levantarme todos los días y hacer algo, tener la capacidad de pensar, desarrollar, inventar… Una iniciativa de www.bci.cl/valorempresario y síguenos en Facebook.com/BancoBci y Twitter @BancoBci #ValorEmpresario A 1.200 metros de altura, bajo al vuelo de los cóndores y a orillas del río Maipo, se encuentra Santuario del Río en el Cajón del Maipo. EDUARDO ZAMORA, director de Pleasant Work® Chile. Organiza y diseña todo pensando en que te va a comprar una multinacional” . Carlos Castellón

Transcript of A rodearse de gente...

Page 1: A rodearse de gente buena!”proyectosespeciales.emol.com/clientes/valor-empresario/bci_sabado… · No me preocupa la plata. No quiero ser rico. Quiero hacer cosas”. La historia

Bci, hechos concretos, no palabras

a

“¡A rodearse de gente buena!”

Lo primero es buscar cLientespartir pequeño, sin gastar en superficialidades, pero haciendo que tu negocio parezca una multinacional y pensando en grande, son los consejos que da eduardo Zamora a quien quiere emprender.

“La reinvención profesional tiene en general dos orígenes, uno que es relativamente sencillo de asumir, puesto que casi no hay alternativa para subsistir y es cuando un profesional se ve obligado a hacer un cambio en virtud de un quiebre laboral. el otro origen de la reinvención es más complejo de detectar y, a veces, mucho más difícil de asumir: cuando un profesional se ve estancado en su

carrera y debe evaluar la situación en que se encuentra y diseñar el futuro tomando decisiones estratégicas. para esto es necesario que evalúe permanentemente su trayectoria y, si puede, pida ayuda de expertos como son los coaching laborales”.

así explica el tema de la reinvención eduardo Zamora quien, después de 15 años de una excelente carrera ejecutiva, y habiendo sido el gerente general de una empresa líder en su área, se vio sin trabajo. en vez de buscar otro empleo, decidió iniciar un emprendimiento. “Lo fundamental para reinventarse es alejarse de las personas negativas o pesimistas que solo encontrarán razones de por qué no se debe emprender. es cierto que existen miles de razones muy válidas de por qué no hacerlo (si fuera fácil otro lo estaría haciendo hace bastante tiempo). tampoco es aconsejable buscar un emprendimiento que antes de los primeros dos años entregue una remuneración similar a la de empleado. Hay que tener paciencia y creatividad para buscar ingresos en otras actividades hasta que el emprendimiento madure. Las asesorías son una buena estrategia, pero jamás dejen de lado el emprendimiento”.

también sugiere generar redes de apoyo, creando un “directorio de amigos” que estén dispuestos a apoyar la idea y aporten su experiencia y contactos para acelerar la partida. por último, sugiere no gastar mucho tiempo, esfuerzo ni dinero en arrendar oficinas, crear una súper marca, escrituras legales, iniciación de actividades, logos, etc. Lo primero es conseguir clientes. “el resto son solo buenos problemas”.

–¿Cómo parte Santuario del Río?”La historia es larga. Salí del colegio y me fui al sur un año y medio trabajando de mimo, de ayudante de pirquinero… lo que saliera. Volví a Santiago, estudié administración de empresas y tuve múltiples trabajos. En medio me dediqué a las importaciones, estudié programación neurolingüística, me convertí en coach de empresas y aprendí a hacer capacitaciones. Terminé poniendo una planta de champiñones que fue la segunda más grande de Chile. Ahí quebré y lo perdí todo. Una amiga tenía tres cabañitas en el Cajón del Maipo, La Bella Durmiente, y se las arrendé. Me vine con mi señora y mis dos hijas a vivir en una casa de 2 por 2 que se llovía entera. Era cocinero, garzón, mucamo... Mi señora cuidaba a las niñas. Un sábado por la noche una pareja me pidió una cabaña y comida. La niña me comentó que su mamá pertenecía a un grupo de adultos mayores y que le gustaría que la recibiera. Así lo hice y estuvieron una semana. Al día siguiente de su partida, me llama la misma niña, que resultó ser la encargada del programa de adulto mayor de la Municipalidad de Santiago, para mandarme más gente. Bajé al pueblo a conseguir un fax y empezaron las reservas. Era mayo y me coparon con grupos de 40 personas hasta marzo del año siguiente. Así empecé a crecer. Me levantaba a las 6 y me acostaba a las 7 de la tarde porque no había más luz. En eso me salió un evento para 200 personas. No cabían en La Bella Durmiente y convencí a mi vecina para que me vendiera su propiedad. Me la pasó el 27 de noviembre. El evento era el 29. En dos días, y sin un peso, se armó todo. Así fue creciento el Santuario del Río. Vendía 40 millones de pesos al año. Hoy vendo cerca de mil 300”.

–Cuando se pierde todo y terminas en una casa que se llueve ¿de dónde salen las fuerzas para seguir?“Lejos fue la mejor época de mi vida. Me vine con mi señora y las dos niñitas que eran chicas. No tenía agua potable sino de canal, no nos llegaba la luz, en invierno derretía la nieve para hacer sopa. De ahí viene la fuerza”.

–¿Donde está la entretencion?“En no quejarse. La vida es aprendizaje. No digo “Dios por qué a mí?, sino “gracias Dios por darme”. No hay que ser víctima. Cuando pasas a ser víctima de tus propias vivencias no creces, te estancas, pasas a ser una persona que espera que las cosas pasen...”

–¿Que característica de tu personalidad te ayudaron a sacar esto adelante?“Creo que una es no tener un proyecto cerrado. Nunca me imaginé que llegaría a esto. Tampoco me imagino a lo que voy a llegar porque no lo sé. No me encierro en algo. Todo se ha hecho a medida de que las cosas pasan, que la gente opina. Aquí no hubo capital, arquitecto ni constructor. Tampoco se trata de ser trabajólico. No hay que trabajar 20 horas, sino 6 u 8, pero que sean productivas. Y hay que rodearse de gente buena. Yo he sido empleado, he estado arriba y abajo, he limpiado baños… No hay que creerse el cuento. Hay que mantener la humildad, pasarlo bien, disfrutar la vida”.

–¿Tienes proyectos?“¿De crecer más? Sí, todos los días estamos viendo eso. Quiero crecer 20 habitaciones en este hotel, quiero un hotel nuevo, tengo mi campo... Mi proyecto es levantarme todos los días y hacer algo, tener la capacidad de pensar, desarrollar, inventar… No me preocupa la plata. No quiero ser rico. Quiero hacer cosas”.

La historia de Carlos Castellón

es de las que dejan la sensación

de que la vida es una aventura

llena de sorpresas gratas y que

todo está en saber descubrirlas.

Aunque, dice, los problemas no

faltan. “Así como uno baila

con la linda, también baila

con la fea. Pero con la fea

uno baila y aprende. Con la

linda lo pasas bien, pero no

aprendes”. Después de muchos

trabajos, más bien aventuras, logró

superar una quiebra y convertirse en

propietrario de un exitoso proyecto

en el Cajón del Maipo: El Santuario

del Río.

“He pasado momentos agradables y

también desagradables. Cuando eres

chico todos quieren trabajar contigo,

pero cuando empiezas a crecer surge

la envidia y la envidia mata… Dicen

que eres drogadicto, mafioso... Pero

gracias a Dios no me entran balas.

Voy con la frente en alto y nadie

puede decir nada de mí”.

PAlAbrAs destACAdAs...• No hay que trabajar 20 horas, sino 6 u 8, pero que sean productivas. • Hay que mantener la humildad, pasarlo bien, disfrutar la vida. • Mi proyecto es levantarme todos los días y hacer algo, tener la capacidad de pensar, desarrollar, inventar…

Una iniciativa de

www.bci.cl/valorempresario y síguenos en Facebook.com/bancobci y twitter @bancobci #Valorempresario

A 1.200 metros de altura, bajo al vuelo de los cóndores y a orillas del río Maipo, se encuentra Santuario del Río en el Cajón del Maipo.

eduArdo zAmorA, director de pleasant Work® chile.

“Organiza y diseña todo pensando en que te va a comprar una multinacional”.

Carlos Castellón