A No Cero Septiembre 2015

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LA CIENCIA CONFIRMA:l Hemos entrado en la sexta extinciónl Una edad de hielo para 2030 l El colapso de la economía mundial

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ENCUENTROS MÍSTICOS EN LA NATURALEZA / EXPERIENCIAS DE MUERTE COMPARTIDAS

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Enrique de Vicente

“Cada vez hay más señales de que el camino hacia la supervivencia pasa por una transformación de nuestra forma de ser y vivir ”

Director Enrique de VicenteDirectora de Arte Adela LeónRedactor Jefe Francisco GonzálezRedacción Miguel Pedrero

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Depósito Legal M-27522-1990ISSN 1136-470X Printed in SpainAÑO XXVI nº302

AÑO/CERO es miembro de la Asociación de Revistas de Información (ARI). Está editada y publicada por Prisma Publicaciones 2002, S. L., bajo licencia de Editorial América Ibérica, S. A., empresa domiciliada en Madrid, C/ Lagasca, 105, bajo derecha. Es una marca registrada de Editorial América Ibérica, S. A., y está utilizada bajo contrato de licencia (Copyright©1992). Prohibida la reproducción total o parcial del material editorial publicado en este número. AÑO/CERO investiga la seriedad de sus anunciantes, pero no es responsable de las ofertas realizadas por los mismos.

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TRANSFORMACIÓN

EDITORIAL

Que nuestra civilización y la vida sobre la Tierra se encuentran al borde del abismo es una evidencia que parecemos incapaces de aceptar. Puede que aún estemos a tiempo de evitar el Desastre. Pero no ocurrirá si esperamos cruzados de brazos a que otros lo resuelvan, porque el Problema de fondo está en nuestra naturaleza egocéntrica. Sólo ocurrirá si logramos sentir una verdadera empatía con la Naturaleza, si nos empeñamos en recuperar esa conexión que antigua-mente había con todo lo que nos ro-dea. Si empezamos a luchar con fuerza y valentía por los derechos de la Tierra y de los múltiples seres con los que la compartimos, como si todo daño que se les causa nos afectase individual-mente. Para ello es necesario que surja una Conciencia Colectiva del Nosotros, que se anteponga a la del yo-mí-lo mío, una Conciencia que puede crear-se a través de un ideal común y de una lucha re-evolucionaria sagrada, para y por la Vida. Pero si no forjamos esa Conciencia –que implica un verdadero

Salto Evolutivo, desprendiéndonos de las ataduras del ego–, si no reem-plazamos la tramposa ego-nomía por una verdadera co-eco-nomía y nos ponemos en marcha de forma urgen-te, el Universo nos rebotará los frutos amargos que hemos cosechado. Y no lo hará como un castigo, sino como un necesario aprendizaje Evolutivo. Ya no sirve el nivel individual, sino la auto-transformación y la acción a nivel colectivo. Pero el único Cambio posible comienza por uno mismo, pero debe expresarse a través de la Colectividad, Integrada por seres verdaderamente conscientes. Como nos han ador-mecido y aborregado, es necesario Despertar y hacerlo ya… Ha llegado la hora de los guerreros espirituales, de los cruzados de Gaia, dispuestos a transformarse a sí mismos para así cambiar el mundo. ¿Estamos dispues-tos a escuchar la llamada de la Madre Tierra? Si no lo hacemos consciente y voluntariamente, quienes sobrevivan a este Tránsito Evolutivo deberán hacerlo por la fuerza.

LOS ENTORNOS SALVAJES PROPICIAN NUESTRA FACETA TRASCENDENTE

ENCUENTROS MÍSTICOS EN LA NATURALEZA

CRECIMIENTO INTERIOR

CONTACTOS CON EL MÁS ALLÁ DE MORIBUNDOS Y SUS FAMILIARES

EXPERIENCIAS DE MUERTE COMPARTIDAS

PARAPSICOLOGÍA

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#302 SUMARIO

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ENTREVISTA CON SALVADOR FREIXEDO, GRAN ESTUDIOSO DEL FENÓMENO

«SOMOS ESCLAVOS DE ALIENÍGENAS»

UNIVERSO OVNI

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UNIVERSO OVNICALVINE: HISTORIA DE UN ENCUBRIMIENTO08

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CONTACTOS NOCTURNOS CON SERES DE OTRAS DIMENSIONES

VISITANTES DE DORMITORIO

PARAPSICOLOGÍA

LA CIENCIA CONFIRMA:– HEMOS ENTRADO EN LA SEXTA EXTINCIÓN– UNA EDAD DE HIELO PARA 2030– EL COLAPSO DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

APOCALIPSIS INMINENTE

EN PORTADA

TURQUÍA: VISITAMOS LOS ORÁCULOS DE ÉFESO, SELÇUK Y PÉRGAMO

EL TRIÁNGULO DE LOS SUEÑOS DIVINOS

ESOTERISMO

FRONTERAS DE LA CIENCIABIOLUMINISCENCIA: LOS PORQUÉS DE LOS HALOS70ENIGMAS Y ANOMALÍASPOLTERGEISTS Y FANTASMAS EN NUEVA YORK 82

II CONGRESODE MISTERIO

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CARTAS

Enhorabuena por la valentía de publicar el reportaje de portada titulado Operación

Yahvé (AÑO/CERO, 301). Ya era hora de que alguna publicación de gran tirada, como es la suya, se atreviera a decir lo que constituye una evidencia. Sólo hace falta leer el Antiguo Testamento, y cualquiera con un mínimo de sentido común llegará a la siguiente conclusión: Yahvé era una deidad vengativa y violenta que no mostraba el mayor inconveniente en acabar con las vidas de miles y miles de perso-nas si eso servía a sus planes. En realidad, el Nuevo Testamento es una «enmienda a la totalidad» del Antiguo, porque la filosofía que destila Jesús de Nazaret es totalmente opuesta a la de Yahvé. El primero defendía la solidaridad, la bondad, el valor sagrado de la vida y la igualdad de todos los seres humanos. Yahvé, por contra, parece despreciar la existencia de todo ser vivo, tanto animales como personas. Quizá el autor del reportaje tenga razón y la entidad que muchos millones de personas en todo el planeta adoran como al mismísimo Dios, en realidad se tra-taba de una aeronave –en el Éxodo esta descripción no deja lugar a dudas, pues era columna voladora de nube durante el día y de fuego por la noche– procedente de algún lejano planeta, cuyos tripulantes tenían una moralidad no muy distinta de la nuestra.

La entidad que se presentaba como Dios en realidad era una aeronave

Ana María Novés AÑO CER0

CARTASDIRIJA SU CORRESPONDENCIA AL MAIL [email protected] O A

REVISTA AÑO/CERO. JOSEFA VALCÁRCEL 42, 3ª PLANTA. 28027 MADRID.

Estoy seguro de que en un pasa-do remoto la Tierra estuvo habi-tada por gigantes. Son infinidad

las tradiciones a lo largo y ancho del planeta que se refieren a estos seres, incluido el Antiguo Testamento. Por eso no me ha sorprendido que tam-bién en el Atlas marroquí los berebe-res consideren que existen enormes sepulcros megalíticos que albergan los cuerpo de seres ciclópeos que habitaron esos lares, tal como narran en el reportaje Tumbas de gigantes en Marruecos (AÑO/CERO, 301). Recuerdo que hace tiempo leí en su revista que también en el desierto de Tassili, en Argelia, los bereberes creen que seres gigantescos están sepultados en determinados puntos del desierto. Es más, muchas de las extrañas entidades representadas en los abrigos pétreos de Tassili muestran a figuras antropomorfas de enorme tamaño, como la pintura del famoso Gran Dios Marciano, bautizado con ese nombre por los antropólogos que la hallaron, porque eso es lo que parece.

Infinidad de leyendas, y también el Antiguo Testamento, aluden a la presencia de seres gigantescos en la más remota antigüedad

Marcos Caballero

Místicos, profetas y sabios han recibido el don de comunicarse con «otras realidades» a lo largo de la historia

Carmen Claver

Me ha encantado el repor-taje sobre sor María de la Antigua (AÑO/CERO, 301), la

mística psicográfica. En realidad, al igual que muchos otros personajes de esta clase, estoy convencida de que tenía determinadas capacidades psíquicas. Pero también es posible que mantuviera ciertos contactos con la divinidad. ¿Por qué no? A lo largo de la historia, místicos, profe-tas y sabios han recibido el don de comunicarse con «otras realidades». Antiguamente sólo los religiosos que tenían esta clase de experien-cias eran aceptados en la sociedad, porque en caso contrario dichos fenómenos podían achacarse a fuer-zas malignas. Sin embargo, hoy en día el lugar lo ocupan los médiums –que dicen contactar con entidades desencarnadas–, maestros de distin-tas tradiciones espirituales e incluso contactados con supuestas entidades extraterrestres. Quizá el origen de estos hechos sea el mismo y lo único que cambia es la interpretación de quienes los protagonizan.

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UNIVERSO OVNI

En agosto de 1990, dos excursionistas escoceses fotografiaron una nave de enormes dimensiones y con forma de diamante en los alrededores de

Calvine, en las Highlands. Además, también captaron las evoluciones de al menos uno de los varios cazabombarderos Harrier que parecían acosar al OVNI a muy baja altura. Según la versión oficiosa del incidente, los testigos hicieron llegar las imágenes –cámara incluida– a la redacción del Daily Record escocés, periódico que, al parecer, remitió «voluntariamente» seis fotografías con sus correspondientes negativos al Ministerio de Defensa británico (MoD). Si el desarrollo de estos acontecimientos ya resulta extraño, aún lo fue más el devenir del «expediente Calvine» una vez se «coci-nó» en los despachos del Mod. Lo contaba recientemente el ex asesor en materia OVNI de dicho ministerio Nick Pope, quien ayudó a reconstruir los hechos –y la única imagen que nos ha llegado del inciden-te– en la cadena de TV Channel 5. Quizá porque la relación profesional entre Pope y el Mod terminó hace tiempo, el ex asesor habló sin tapujos sobre el asunto: «Las fotografías llegaron al Centro de Inteligencia y Reconocimiento del Aire (JARIC), donde concluyeron que, sin duda, se trataba de un artefacto sólido, real», precisó Pope, quien

rememoró cómo un alto funcionario del MoD retiró la fotografía del avistamiento –en realidad una fotocopia– que Pope había colgado en una pared de su despacho. Tras lamentar que el Daily Record «decidiera» olvidar el asunto y no publicar las imágenes, más que probablemente presionado por el Gobierno británico, Pope afirmó que la de Calvine «fue la mejor fotografía de un OVNI que recibí en el Ministerio de Defensa».

EL MoD TAMBIEN NEGÓ LA PRESENCIA DE SUS HARRIER

EL GOBIERNO BRITÁNICO CENSURÓ LAS PRUEBAS DEL AVISTAMIENTO

Calvine: historia de un encubrimientoEL EX ASESOR DE DEFENSA NICK POPE SOSPECHA QUE EL EXPEDIENTE ACABÓ EN LA BASURA

UNIVERSO

OVNI

CLAVES DEL AÑO CERO

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UNIVERSO OVNI

ÚLTIMA HORA

Yuri Milner, magnate que hizo su fortuna tras invertir en empresas como Facebook, se ha propuesto acelerar la carrera en pos del hallazgo de vida extraterrestre, para lo cual no piensa escatimar en me-dios. De momento, Milner ha donado 100 millones de dólares al proyecto SETI, dinero que han recibido con el natural entusiasmo investigadores como Frank Drake y Geoff Marcy.

El conocido investigador de lo paranormal Nick Redfern ha publicado recientemente The real Men in Black, libro en el que ofrece numerosos testimonios que dan fe de la existencia real de los enigmáticos hombres de negro. De hecho, Redfern ha entrevistado a varios tes-tigos estadounidenses que recibieron la visita de estos personajes tan pronto como en la década de 1950.

El astrónomo canadiense Chris Rutkowski, con más de cuatro décadas de expe-riencia en el estudio de los

OVNIs, es el autor de un deta-llado informe sobre la incidencia de este fenómeno en su país, Canadá, investigación que señala a la provincia de Manitoba como la más pródiga en avistamientos. Hay que remontarse hasta 1792 para descubrir el primero de estos incidentes documentados por Rutkowski, suceso en el que se vieron envueltos dos explora-dores que vieron cómo un objeto

que caía desde el cielo, emitiendo un ruido apenas perceptible, «se estrelló contra el río quebrando el hielo de su superficie, tras lo cual se fragmentó en varios peza-dos luminosos». En cuanto a los avistamientos más llamativos, el astrónomo destaca uno sucedido cerca de Winnipeg, también en Manitoba, en 1967, cuando un hombre llamado Stefan Michalak, tras observar dos objetos con for-ma de disco sobrevolando el lago Falcon, resultó alcanzado por una especie de explosión de gas que incendió sus ropas.

LA REGIÓN CANADIENSE, EPICENTRO DE LA UFOLOGÍA MUNDIAL

200 años de OVNIs en Manitoba UN RECIENTE INFORME CIFRA EN 2.000 EL NÚMERO DE AVISTAMIENTOS DOCUMENTADOS EN ESTA PROVINCIA, ALGUNOS TAN ANTIGUOS COMO EL OCURRIDO EN UN ÁREA BOSCOSA EN 1792

INQUIETANTE «OBJETO» FOTOGRAFIADO EN TEXAS

SIN DUDA, una de las imágenes de no identificados más interesantes captadas en el verano de 2015 ha sido la que acompaña estas líneas. El autor de la fotografía, tomada en El Paso, afirma que echó mano de su cámara intrigado por los colores y texturas de las nubes que estaban formándose en los cielos de esta localidad texana, aunque no observó la inquietante figura –maléfica, en opinión de algunos ufólogos– que parecía querer ocultarse entre las sombras del atardecer. Tal vez no sea un OVNI al uso, pero el siniestro objeto –o lo que sea– ha atraído la atención de MUFON, cuyos expertos se han propuesto investigarlo.

CHRIS RUTKOWSKISUELE REFERIRSE A LOS OVNIS COMO

PESKY FLYING THINGS (O PFTS), ALGO ASÍ COMO

«COSAS MOLESTAS VOLADORAS».

En 2012, UN ENORME DISCO

SE LANZÓ CONTRA UN AUTOMÓVIL EN WINNIPEG,

ESQUIVÁNDOLO POR MUY POCO

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TEXTO FRANCISCO GONZÁLEZ

LA ENTRADA EN LA SEXTA EXTINCIÓN, LA INMINENCIA DE UNA EDAD DE HIELO Y UN NUEVO CRACK FINANCIERO AMENAZAN EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

BASTA CON ABRIR UN PERIÓDICO O VER UN INFORMATIVO EN LA TELEVISIÓN. O PERMANECER ATENTO A LAS MÚLTIPLES SEÑALES –NÍTIDAS O MÁS SUTILES– A NUESTRO ALREDEDOR. EL FUTURO DE LA HUMANIDAD PINTA MAL. POCAS VECES HAN CONFLUIDO TANTOS FACTORES ADVERSOS PARA ESTABLECER UN DIAGNÓSTICO CATASTROFISTA. A DECIR DE TODOS, NUESTRO PLANETA ESTÁ INMERSO EN LA SEXTA GRAN EXTINCIÓN. ¿IMPOSIBLE? ESTUDIOS GENÉTICOS MUESTRAN QUE HACE SÓLO ENTRE 156.000 Y 140.000 AÑOS ESTUVIMOS A PUNTO DE DESAPARECER COMO ESPECIE Y, DESDE LA INVENCIÓN DE LA AGRICULTURA, HACE UNOS 10.000 AÑOS, PARECEMOS EMPEÑADOS EN ACELERAR NUESTRA ANIQUILACIÓN. ¿CAERÁ DEFINITIVAMENTE NUESTRO IMPERIO O SEREMOS CAPACES DE REVERTIR EL DESASTRE? VEAMOS QUÉ NOS DICEN LAS SEÑALES…

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SEÑALES DELAPOCALIPSIS SEÑALES DELAPOCALIPSIS

ENIGMAS Y ANOMALÍAS

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Sigue la pista del dinero». Esta frase, ya célebre, condujo en la dirección correcta a Bob Wood-ward y Carl Bernstein para el esclarecimiento

del caso Watergate, escándalo político que se llevó por delante al mismísimo presidente de EE UU, Richard Nixon, obligado a dimitir en agosto de 1974. Poco importa que hayan transcurrido más de cuatro décadas. El consejo de Garganta Profunda a los periodistas de The Washington Post continúa siendo aplicable hoy en día a cualquier tipo de pesquisa, incluida, por su-puesto, la que nos ocupa. Al fin y al cabo, ¿hay mayor crimen que la ex-tinción de nuestra propia especie?

Así, les propongo que nos pongamos en la piel de Woodward y Bernstein y, para resolver este caso, sigamos la pista del dinero o, más exactamente, del oro, que viene a ser lo mismo… o incluso mejor, pues resulta más valioso que aquél. Por cierto, Nixon sabía mucho de esta cuestión. No en vano, fue durante su mandato cuando EE UU abandonó las direc-trices de Bretton Woods respecto del patrón oro, una decisión tras la cual muchos economistas ven el origen de la actual crisis finan-

ciera y una aun peor que se prevé inminente. Pero ése, aunque no menos importante, es otro asunto. Vayamos por partes… y con la primera «señal».

EXPOLIO SOSPECHOSOCoincidiendo con el estreno de su filme El capital, el cineasta de ori-gen griego Costa-Gavras, célebre por sus películas de denuncia social y política, declaró la perplejidad que en los últimos años le causaba el comportamiento extremadamente avaricioso de las élites financie-ras. Tanto es así que al veterano director ateniense, para referirse a la actitud de los poderosos, pareció quedársele corto el sustantivo avaricia, pues se decantó por otro aún más hiriente: rapacidad.

Sin embargo, no nos enga-ñemos. Que los ricos quieran ser cada vez más ricos resulta comprensible. Les domina una de las adicciones más perniciosas para el conjunto de la humanidad: la adicción al dinero. Pero ya sabemos que el dinero no cae de los árboles, como también que los meca-nismos financieros legales para obtenerlo tienden a ser cada vez más confusos. De ahí a robar –no hay otra palabra que defina mejor lo que hacen– hay un paso.

Antes de su dimisión por el caso Watergate, Nixon impulsó la salida de EE UU del patrón oro.

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SEÑALES DELAPOCALIPSIS SEÑALES DELAPOCALIPSIS

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Costa-Gavras y otros conocidos intelectuales europeos llevan tiempo alertando de la insólita rapacidad de las élites que nos gobiernan.

Y decimos esto porque tal adicción, que hace apenas dos dé-cadas no parecía tan significativa, está acentuando cada vez más la brecha que separa a los muy ricos de los muy pobres, distancia que no tiene visos de remitir, sino todo lo contrario. Para que se hagan una idea más aproximada, presten atención a los datos de un informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) publicado en mayo de 2015.

Según dicho estudio, la des-igualdad entre ricos y pobres ha alcanzado niveles récord en la mayoría de los países desarrollados y es todavía más elevada en las lla-madas economías emergentes. En el ámbito de la OCDE, organización que integra a 34 de los países más avanzados del mundo –el llamado «club de los países ricos»–, el 10% de las personas más favorecidas tienen actualmente ingresos 9,6 veces superiores a los del 10% de las más pobres. Contextualizando este dato, dicha proporción era de 7,1 veces en la década de 1990, creciendo dos puntos (9,1) en la de 2000. «Hemos alcanzado un punto crítico. Las desigualdades en los países de la OCDE no fueron nunca tan altas desde que existen registros», declaraba el secretario general de la organización, el mexi-cano José Ángel Gurría, durante la presentación de dicho informe en París, para finalmente alertar sobre los riesgos para la economía de esta situación: «Al no atacar el problema de las desigualdades, los gobiernos debilitan el tejido social de sus países y comprometen el crecimiento económico a largo pla-zo». Ahora bien, ¿cómo debemos interpretar este creciente desajuste entre los ingresos de ricos y po-bres, desigualdad que se acentúa

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aun más si atendemos a los bienes patrimoniales de unos y otros?

En marzo de 2014 conocíamos un estudio auspiciado por el nada sospechoso de alarmismo Goddard Space Flight Center de la NASA. Según informaba el diario británico The Guardian, la agencia espacial norteamericana coincide en situar el colapso de nuestra civilización industrial «en las próximas déca-das», aludiendo a «la insoportable desigualdad social entre ricos y pobres» como una de las princi-pales causas del mismo. Además, el informe recordaba que «los procesos que motivaron el auge y la caída de imperios son resultado

de ciclos históricos recurrentes», subrayando que «hasta las civiliza-ciones más avanzadas y complejas son susceptibles» de desaparecer.

Por su parte, Nafeez Ahmed, director del Institute for Policy Research and Development de Londres y co-autor del informe, no ocultaba su frustración al advertir de que los encargados de poner remedio a la crisis económica global no son otros que las élites, las mismas élites que con su inac-ción provocaron la caída de otras grandes civilizaciones en el pasado. «La riqueza que genera la mayoría de la población es controlada por las élites, en lugar de ser repartida

LADESIGUALDAD HA ALCANZADO

NIVELES RÉCORD EN EL

ÁMBITO DE LA OCDE

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LOS RICOS NUNCA LLORANWarren Buffett, el tercer hombre más rico del mundo según la última lista Forbes, parece tenerlo claro: que la brecha entre ricos y pobres sea cada vez mayor es la «consecuencia inevi-table» de una economía de mercado. Además, con su «peculiar» sentido del humor, Buffett subrayaba lo siguiente en The Wall Street Journal: «No vean una conspiración detrás de este hecho, por muy deprimente que sea. Los pobres no son más pobres porque los ricos sean más ricos». Finalmente, el multimillonario enfatizaba que los ricos merecen serlo y deberíamos felicitarles –y felicitarnos– por ello, poniendo ejemplos de las aportaciones al conjunto de la humanidad de perso-najes como Henry Ford o Steve Jobs. Sólo le faltó añadir que los pobres también tienen lo que se merecen. Si no fuera porque se trata de Warren Buffett, quizá cabría aplicar aquí el conocido «principio de Hanlon», ya saben, «nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez». Pero acusar de malvado a un tipo que ha donado 37.000 millones de dólares a una fundación benéfica –la de Bill y Belinda Gates– sería injusto. Como también lo sería calificar de estúpido a alguien cuya cuenta corriente asciende a 71.300 millones de dólares. Así, más bien parece que Warren Buffett observa despreocupado el devenir de las cosas. Pero, ¿acaso han medido bien el golpe los amos del mundo? ¿Y si, como muchos analistas aventuran, se produce una inminente quiebra total del sistema? ¿O es que Buffett y los suyos ya saben que eso ocurrirá y tienen las espaldas bien cubiertas?

creciente adquisición del preciado metal por parte del Gobierno ruso no resulta sospechosa, dado que el oro es el valor refugio por exce-lencia. Sin embargo, Rusia estaba acuciada –lo continúa estando– por las duras sanciones económicas como castigo por su intervención en Ucrania, así que muchos ana-listas pronosticaron que su banco central se vería obligado a vender parte de sus reservas de oro para apoyar a su moneda, el rublo, y, en todo caso, invertir en dólares, el dinero fiduciario –de referencia– por excelencia. Pero Rusia –insistimos– viene haciendo justo lo contrario, ¿por qué? Pues porque el Gobierno

entre la sociedad. De hecho, nor-malmente, esa mayoría sólo recibe una pequeña parte de la riqueza, rozando lo mínimo para subsistir», concluía el investigador.

En cualquier caso, al compor-tamiento irresponsable y de las élites financieras hay que sumarle otra serie de señales aún más preocupantes, sobre todo por la suma de los factores implicados. Nos estamos refiriendo a la insólita carrera por el acaparamiento de oro en la que se han embarcado Rusia y –sobre todo– China, una verdade-ra fiebre que está desconcertando a los expertos en mercados y tras la cual algunos ven la inminencia de un desastre global de naturaleza incierta. ¿Financiero?, ¿climático?, ¿ecológico? Si la pista del dinero parece fiable, la del oro se nos antoja aún más sólida, tanto como el propio metal…

FIEBRE DEL ORO Según datos procedentes del Consejo Mundial del Oro (WGC), el Banco Central de Rusia compró en 2014 un total de 173, 1 toneladas de oro, elevando sus reservas de 37, 6 millones de onzas (2013) a 38, 2, cifra que en la primavera de 2015 ya se aproximaba a los 40 millones de onzas. Fuera de contexto, la

El mexicano José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, ha advertido sobre la insostenible brecha entre ricos y pobres.

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ruso ha entendido que lo que más le conviene es desprenderse de dólares, no del único valor –el oro– que parece indemne a los avatares financieros tan frecuentes en nuestro tiempo. Ahora, los mismos «oráculos» que erraron sus pro-nósticos, advierten de que Moscú estaría operando maquiavélicamen-te con el único objetivo de aplastar el dólar, estrategia en la que le saca una apreciable ventaja China, país al que muchos analistas señalan como la verdadera y gran amenaza para la economía occidental.

Además de ser el primer produc-tor de oro del mundo, China viene acumulando cantidades ingentes de este metal desde 1983. Paradó-jicamente, como resalta el experto en finanzas Bill Holter, buena parte de sus reservas en oro las han engordado países occidentales, lo que Holter y otros analistas interpretan como una maniobra

LAS TEMPERATURAS DESCENDERÁN BRUSCAMENTE HACIA 2030Dado el récord de temperaturas elevadas experimentado durante 2015, puede parecernos algo inconcebible. Pero numerosos expertos coinciden en que dicha anomalía no es sino el prolegómeno de una inversión drástica de las mismas, como ocurrió en anteriores ocasiones. En menos de dos décadas, la Tierra sufrirá un descenso brusco de las tempera-turas, debido fundamentalmente al previsible descenso de la actividad solar, que tiene un carácter cíclico. Algo que nos sumergiría en una «Pequeña Edad de Hielo» parecida a la que congeló grandes ríos europeos al tiempo que se daba una elevada actividad volcánica que con sus cenizas oscureció el cielo de todo el planeta, una brusca disminución en la producción agrícola, una extensión de los glaciares, invasiones bárbaras o plagas como la Peste Negra, coincidiendo con sucesivas disminuciones de las manchas solares, que se redujeron a una milési-ma parte de lo habitual entre 1645 y 1715 (AÑO/CERO, 284). Aunque dicha mini-glaciación, cuyos efectos se extendieron hasta 1850, ya había comenzado en el siglo XIV, sin que tengamos certeza absoluta de dicha correlación, puesto que la actividad del Sol sólo comenzó a ser estudiada en Occidente por los contemporá-neos de Galileo, pero los niveles de carbono-14 y berilio-10 detectados en árboles milenarios así parecen confirmarlo. Como ha explicado el profesor Fagan, dicho período coincidió con la caza de brujas, a las que se atribuyó el conjunto de todos esos males... Esta es la conclusión de un alarmante informe presentado, en un reciente Encuentro Astronómico celebrado en Gales, por un equipo internacional de investigadores, dirigido por la profesora Valentina Zharkova. Y ello se debería, como entonces, a la prevista variación cíclica del campo magnético del Sol, que tendrá como consecuencia una brusca disminución de las tormentas solares, la radiación electromagnética y los flujos de plasma emitidos por el astro rey, cuyos efectos sobre el clima terrestre están bien comprobados. Pero dicho estudio no hace sino confirmar, con argumentos contundentes, los anuncios realizados durante el último medio siglo por numerosos especialistas. El penúltimo es el ingeniero Peter Harris, quien el 13 de junio advirtió que existe «un 95 % de probabilidades de que comience una nueva Edad de Hielo». Lo hacía basándose en tres tipos de Señales inconfundibles: 1) la progresiva reducción de la actividad solar, cuyas variaciones a corto plazo del 0,1% afectan al clima terrestre de forma mucho más notable que el conjunto de todos los otros factores energéticos que influyen sobre el mismo, como explica el físico Greg Kopp; 2) la intensificación en el derretimiento del hielo polar; y 3) la desaceleración de la corriente del Golfo que caldea las costas de Europa, al traer hasta ellas en su corriente ascendente las aguas templadas superficiales del Golfo de México. Pero cuando ésta se acerca al Ártico se va enfriando, por lo que estas aguas saladas aumentan su densidad y se hunden, siendo reemplazadas por otras más gélidas. El deshielo progresivo de los glaciares y los casquetes polares hacen que sus aguas dulces se mezclen con las marinas y, a diferencia de aquellas, al aumentar el frío su densidad no se hunden. Ello está provocando una drástica disminución en la fuerza de esta corriente, provocada por el desplazamiento de las aguas superficiales del Caribe para cubrir el vacío dejado por las aguas conge-ladas, un proceso que se ha reducido en un 30% durante los últimos 12 años. ENRIQUE DE VICENTE

Antal Fekete (arriba), defensor del patrón oro, advierte de la inminencia de un «armagedón financiero».

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para convertir a su divisa, el yuan, en la nueva moneda de referencia –en sustitución del dólar–, some-ter a los mercados y, finalmente, provocar la bancarrota de Occiden-te. Claro que no todos ven en la estrategia china un intento de golpe de estado económico mundial.

El profesor Antal E. Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austriaca de Economía y guru de los defensores del patrón oro, cree que a los chinos «les mueve la pruden-cia», aunque en una entrevista para la edición mexicana de Forbes, en enero de 2015, no descartaba otras explicaciones mucho menos tranquilizadoras. «Es posible, por supuesto, que China, además de simplemente ser prudente y previ-sora, esté también preparándose para el Armagedón que supondrá el colapso del sistema monetario internacional, peligro que muy pocas personas en Occidente quieren ver. Ciertamente, EE UU cometió un error colosal en dejar que China tomara el liderazgo en la promoción del oro como metal monetario. Pa-gará un precio muy alto por esa es-tupidez», explicaba este economista de origen húngaro, quien se mos-traba conforme en establecer un paralelismo entre el denario romano y el dólar a propósito de la caída de los imperios: «Parece ser el caso. El Imperio romano representó la cima del conocimiento científico de su

el monetarismo estilo Friedman. Si logramos escapar del desastre en esta ocasión, será de milagro». Por cierto, el profesor Fekete regala a los ciudadanos de a pie un consejo para afrontar el desastre que, según él y otros analistas, se avecina, consejo tras el cual se adivina que la naturaleza del colapso va más allá de lo estrictamente financiero: «Te-ner oro y una parcela en el campo donde enterrarlo por la noche, tierra que también servirá para el cultivo de alimentos cuando estos ya no estén disponibles en las ciudades». Suena a apocalipsis planetario, ¿no les parece?

Habida cuenta la crisis global que nos azota desde 2007, ignora-mos cuántos ciudadanos pueden seguir las recomendaciones del profesor Fekete, aunque es fácil suponer que, como siempre, serán minoría. Lo que sí sabemos es que las recetas del bieninten-cionado economista forman parte de las estrategias de las grandes potencias para suavizar la catás-trofe que se nos viene encima. Por poner un ejemplo, China –sí, otra vez el gigante asiático–, además de oro, está llenando sus despensas con materias primas y productos de primera necesidad

“China está acumulando oro y materias primas como si temiera la inminencia de un conflicto bélico a escala global ”

tiempo, sin embargo, sucumbió a la tentación de la devaluación mo-netaria que fue la causa primordial de su caída. Del mismo modo, EE UU representa la cumbre de los co-nocimientos científicos de nuestra época, pero esto no los protegió de la charlatanería del keynesianismo y

16 “Facebook no tuvo nada que ver con el origen de las revueltas ”

como si el fin del mundo estuviera a la vuelta de la esquina.

En números anteriores ya les informamos que China acapara tierras en África al objeto de tener garantizado el suministro de me-tales raros para uso tecnológico, productos agrícolas y, sobre todo, agua. Pero resulta sintomático que, en 2012, este país cuadrupli-cara sus importaciones de arroz, dado que China, como ocurre con el oro, lidera con mucha ventaja el ranking de productores de dicho cereal. Entonces, ¿por qué ese inusitado incremento en las im-portaciones de arroz? ¿Temen los chinos que se produzca un desa-bastecimiento del mismo o, inclu-so peor y como se apunta desde varias webs conspirativas, se trata de la señal de que la III Guerra Mundial es inminente? Eso si no concurren las dos circunstancias, directamente vinculadas con un tercer factor que podría actuar como detonante de ambas. Nos referimos al cambio climático, un problema sobre cuya gravedad vienen adviertiéndonos institu-ciones y personalidades de toda

índole. Hasta el Papa Francisco ha alertado sobre las mismas en Laudato si, su reciente e histórica encíclica (ver recuadro).

SIN PAN NO HAY DEMOCRACIAHace dos meses, nos hacíamos eco de una «noticia doble» procedente de EE UU. Por un lado, informába-mos del contenido de un discurso del presidente Obama en New Lon-don (Connecticut), con ocasión de la entrega de diplomas en la Academia de Guardacostas norteamericana. Dado el contexto, pocos esperaban que Barack Obama se saliera del habitual guión para esta clase de eventos. Sin embargo, Obama sorprendió a los presentes con una alocución catastrofista, en la que alertaba a las Fuerzas Armadas estadounidenses acerca de las gra-vísimas consecuencias del cambio climático, sobre el que dijo que «constituye una seria amenaza para la seguridad global, (y) un riesgo inmediato para nuestra seguridad nacional», además de destacar el «indiscutible papel de la ciencia» en relación con el estudio de aquél.

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HISTÓRICO LLAMAMIENTO DEL PAPA

En realidad, eso mismo había ocurrido en Egipto en la década de 1970 durante los llamados «moti-nes del pan»… y no existían Face-book ni Twitter. Y, evidentemente, tampoco había Redes Sociales en el Antiguo Egipto, lo que no impidió que, en tiempos de Ramsés III (Di-nastía XX), miles de habitantes del País del Nilo protagonizaran la pri-mera huelga de la historia, protesta que, cómo no, fue provocada por la reducción de las raciones para los obreros y el incremento en el pre-cio de los cereales. Barack Obama conoce perfectamente cuáles son los elementos de la ecuación: 1/ Sequías prolongadas; 2/ Cose-chas malogradas; 3/ Ausencia de alimentos básicos o encarecimien-to de los mismos. 4/ Protestas a gran escala. 5/ Guerras.

En cualquier caso, al tiempo que el presidente de EE UU pro-nunciaba su encendido discurso en New London, conocíamos una noticia que, al menos al principio, nos causaba cierta perplejidad: la CIA advertía a los investigadores civiles sobre el cierre de MEDEA (acrónimo de Medición de Datos

SEQUÍAS Y GUERRAS Obama puso los ejemplos de Nige-ria y Siria cuando relacionó las crisis alimentarias con terrorismo y con-flictos bélicos.

A quienes creen en las «seña-les» seguro que no les pasó desapercibido un hecho particu-larmente llamativo: Laudato si, la encíclica del Papa sobre medio ambiente y el cambio cli-mático, coincidió, informativa-mente hablando, con la noticia de que el planeta ha entrado en la sexta gran extinción. «Los impactos más graves (del cam-

bio climático) recaerán en los próximos decenios en los países en vías de desarrollo. Muchos pobres viven en zonas golpea-das por fenómenos vinculados con el calentamiento global», alerta Francisco en su polémica encíclica, donde parece hacer suyo el título de un libro de Leonardo Boff, teólogo de la liberación que fue represaliado

por la Iglesia católica: «Hoy no podemos sino reconocer que un verdadero enfoque ecológico se convierte siempre en enfoque social, que debe integrar la justicia en la discusión sobre el ambiente, para escuchar tanto el grito de la tierra como el grito de los pobres» –recordemos que el libro de Boff se titula Ecología: grito de la Tierra, grito de los pobres (Trotta Editorial, 2011)–. Otro hecho significativo a propósito de Laudato si es que el Papa Francisco no dirige su llamamiento sólo a los católi-cos, sino que lo hace extensivo a «cada persona que habita el planeta», acentuando la gravedad y universalidad de la cuestión: «El cambio climático es un problema global con gra-ves implicaciones ambientales, sociales, económicas, distributi-vas y políticas, y constituye uno de los principales desafíos actuales para la humanidad», afirma Francisco en otro pasaje de su encíclica.

Para dotar de más fuerza a su mensaje y que éste fuese entendi-do por los asistentes, Obama puso ejemplos de los vínculos entre catástrofes climáticas y conflictos armados: «Una sequía duradera y muy severa sentó las bases de la inestabilidad en Nigeria, situación que está siendo explotada por el grupo terrorista Boko Haram (…) Ahora se asume que la sequía, las cosechas baldías de cereales y el subsiguiente aumento en los precios de los alimentos actuaron como detonante de los primeros disturbios en Siria, sucesos que derivaron en la guerra civil que se extiende en el corazón de Oriente Medio», argumentaba Obama con el tono solemne que reque-ría la ocasión. Obviamente, el presidente de EE UU podía haber puesto bastantes más ejemplos. ¿Recuerdan la Primavera Árabe? La prensa mundial se felicitaba y jaleaba las protestas populares en Marruecos, Túnez, Egipto, Yemen, Jordania… ¿Qué había echado a las calles a los «sumisos» habi-tantes de estos y otros muchos países del mundo árabe y produjo

aquel incendio de reivindicaciones democráticas? Seguro que si hoy, cinco años después, realizáramos una macroencuesta para conocer la respuesta a esta pregunta, muchos ciudadanos occidentales contestarían que el detonante de las protestas fueron las Redes Sociales. Sin embargo, Internet no tuvo nada que ver con el origen de las revueltas, y sí el pan (su ausen-cia o carestía). Porque si existió un hilo conductor en la Primavera Ára-be fue el inusitado incremento en el precio de alimentos de primera necesidad como el pan, el aceite o el azúcar, aumento que coincidió con la retirada de subvenciones estatales para adquirirlos.

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SÓLO SOBREVIVIREMOS SI NOS ADAPTAMOS A LOS CAMBIOS CÓSMICOS QUE VIENENMuchos científicos han sosteni-do que las grandes extinciones terrestres han tenido un origen cósmico, incluyéndose entre los eventos ligados a la extinción (ELEs) el impacto de grandes meteoritos, los rayos gamma procedentes de supernovas relativamente cercanas e intensos vientos estelares o explosiones cósmicas a los que estamos ex-puestos cuando el sistema solar penetra en los densos brazos espirales de la Vía Láctea. El famo-so e inconformista astrónomo Sir Fred Hoyle sostuvo que estamos amenazados por una inminente extinción masiva, debida a una

era glacial provocada por una nube de polvo cósmico, una idea que ya apuntó en 1957 en su no-vela La nube negra. Cuarenta años después, un equipo encabezado por el geofísico Alexéi Dmitriev, miembro de la Academia de Ciencias Siberiana, detalló las razones por las cuales –tras estu-diar las informaciones enviadas por la sonda Voyager desde los límites del sistema solar– están convencidos de que el sistema solar se está adentrando en una zona especialmente peligrosa de la galaxia, mucho más densa de lo habitual. A esto se deberían las numerosas y brutales perturba-

ciones detectadas durante las últimas décadas en todos los pla-netas, incluido el nuestro. Según ellos, «las alteraciones geológi-cas, geofísicas y climáticas de la Tierra se están volviendo cada vez más irreversibles» y están «causa-das por materiales altamente cargados» que penetran en el área interplanetaria del sistema solar, procedentes del espacio interestelar. Mientras nuestro sis-tema solar avanza por el espacio, provoca una onda de choque simi-lar a la que debe hacer frente un barco a medida que se desplaza por el agua. Según sus cálculos, permaneceremos durante los

“Las alteraciones geofísicas de la Tierra estarían siendo causadas por materiales del espacio interestelar ‘altamente cargados’ ”

Terrestres para el Análisis Am-biental), un programa que venía suministrando información muy relevante a los científicos que es-tudian el cambio climático y otros fenómenos naturales extremos, y cuyos datos provenían de satélites y submarinos militares y de otros «recursos secretos» de la gran potencia occidental. Ahora bien, si tan preocupado está Barack Obama por las consecuencias del cambio climático, ¿por qué ordenó la clausura de MEDEA? ¿O es que el cierre de este pro-grama obedece a otras causas, quizá inconfesables? Analizar la relación entre ambas informacio-nes se antoja complicado, pero todo se aclara si enfocamos el problema desde otra perspectiva. La primera pista –o señal– nos la proporciona la influyente revista californiana Mother Jones, en uno de cuyos reportajes se asegura que MEDEA está lejos de ser lo que aparenta…

ARMAGEDÓN CLIMÁTICOAunque la CIA impulsó un progra-ma de vigilancia del clima durante la Guerra Fría, al objeto de cono-cer los efectos de las alteraciones en el mismo sobre las cosechas de cereal de la Unión Soviética, MEDEA fue creado a comienzos de la década de 1990, en parte gracias al interés del entonces senador por Tennessee Al Gore,

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York Times informaba que gracias a los datos compartidos por la CIA, los científicos participantes en el programa alertaron del deshielo progresivo del Ártico, pudiendo establecer tendencias del clima a largo plazo. Todo un logro.

Pese a que los republicanos, mayoría en el Congreso de EE UU, han venido criticando el uso de datos provenientes de la inte-ligencia militar para el estudio del cambio climático, las razones por las que Obama decidió cerrar ME-DEA no están claras. Si acaso, el portavoz de la CIA, Ryan Whaylen, relacionó las mismas con que «los proyectos ya se han completado», añadiendo que la agencia conti-nuaría consultando a «‘expertos externos’ para evaluar las implica-ciones del cambio climático en la seguridad nacional».

Ignoramos qué entiende la CIA por expertos externos, pero Alan Robock, profesor de Ciencias Am-bientales en la Rutgers University, tal vez debió darse por aludido cuando el 19 de enero de 2011 fue contactado por la Agencia Central de Inteligencia. Así lo contaba en The Guardian: «Recibí una llamada telefónica de dos hombres que se identificaron como asesores de la CIA. Dijeron ser Roger Lueken y Michael Canes, del Logistics Ma-nagement Institute y, entre otras cosas, me preguntaron: ‘Hipotéti-camente, si otro país estuviese tra-tando de manipular nuestro clima, ¿habría forma de detectarlo?’».

El profesor Robock, ferviente de-fensor del desarme nuclear, pensó que lo más conveniente para «su seguridad» era seguir el juego a sus interlocutores, de manera que contestó amablemente. No obstan-te, una vez concluida la inquietante conversación, tuvo claro que el «sujeto» de la primera pregunta no era «otro país», sino la propia CIA, entre otras cosas porque la Agencia Central de Inteligencia es la principal impulsora del reciente informe sobre geoingeniería de la Academia de Ciencias de EE UU (NAS); geoingeniería o «manipula-ción intencionada del clima», como prefieren llamarla Robock y otros prestigiosos científicos. Porque, básicamente, la geoingeniería propone «gestionar» la radiación

quien habría solicitado a la agencia de espionaje de su país que ésta compartiese con organismos ci-viles información relevante sobre los problemas medioambientales.

La CIA, deseosa de lavar su ima-gen pública, no puso objeciones al respecto, aunque limitó a 60 el número de científicos con acceso a dicha información, investigadores que, obviamente, pasaron estrictos controles de seguridad. En 1996, el entonces director de la CIA, John Deutch, pronunciaba un discurso en el que aclaraba que MEDEA «ofrecerá a los científicos un registro continuo de los cambios en la Tierra, datos que mejorarán su comprensión de los procesos ambientales. Más importante aún, implementará enormemente su capacidad para proporcionarnos advertencias estratégicas sobre amenazas potencialmente catastró-ficas sobre la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos».

A comienzos de la década de 2000, MEDEA fue clausurado por el presidente George W. Bush, quien no compartía la opinión de la mayoría de científicos que vincu-laban la actividad humana con el calentamiento global. Pese a que Bush cambió de opinión durante su mandato, el programa MEDEA tuvo que esperar a 2010 para rea-nudar sus actividades, por deseo expreso del presidente Barack Obama. Ese mismo año, The New

AQUÍ LA CIA Alan Robock reci-bió la inquietante llamada de dos asesores de la CIA que le pregunta-ron si era posible manipular el clima de otro país sin ser descubiertos.

próximos 3.000 años dentro de esa onda de choque anómala, que hace 18 años ya era diez veces más densa de lo habitual. La hipótesis de Dmitriev se adapta como anillo al dedo a numerosas anomalías. Y algunos descubri-mientos y teorías elaboradas pos-teriormente por otros científicos vienen a refrendarla. Entre ellos destaca el físico Richard Muller, quien analizó informáticamente los registros fósiles de los últimos 542 millones de años, descubrien-do que entre un 50 y un 90% de las especies vivas desaparecían cada 62 a 65 millones de años, período en el cual sospecha que nuestro Sistema Solar pasa cíclicamente a través de una zona galáctica dotada de gran densi-

dad gravitacional, que provocaría lluvias de cometas y asteroides sobre el Sol y todos sus planetas. Aunque la periodicidad y mecanis-mos propuestos por cada uno varían, Muller coincide con Ram-pino, Haggerty y otros científicos en que la precipitación de estos cuerpos celestes habrían sido res-ponsables de las cinco Extincio-nes Masivas que han tenido lugar en nuestro planeta y en que ya le habría llegado la hora a la Sexta. Pero no debemos alarmarnos, sino prepararnos inmediatamente para sobrevivir, adaptándonos a esos cambios que vienen. Como advirtieron Dmitriev y sus colegas, «sólo mediante una profunda comprensión de los cambios fun-damentales que están teniendo

lugar en el medio que nos rodea, políticos y ciudadanos serán ca-paces de obtener el equilibrio con el flujo renovado de los estados y de los procesos planeto-físicos». Cada ser vivo sobre la Tierra «pasará por un examen o control de calidad, para determinar su habilidad para cumplir con estas nuevas condiciones», porque «estos retos evolutivos siempre requieren esfuerzo o resistencia en cada organismo individual, especie o comunidad, ya que no es sólo el clima lo que está cambiando, sino que nosotros estamos experimentando un cambio global» como organismos vivientes, y «no podemos afrontar esto individualmente».

ENRIQUE DE VICENTE

La geoingeniería plantea incluso la colocación de espejos en el espacio.

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solar y reducir los gases de efecto invernadero mediante procesos artificiales tales como: reflectores gigantes en el espacio exterior; rociado de la atmósfera con productos químicos (¿recuerdan los chemtrails?); fertilización de los océanos con hierro, etc.

¿Pretende EE UU alterar el clima del planeta? No lo duden. La cues-tión es si lo hará tras la publicación del mencionado informe –febrero de 2015– o lleva décadas hacién-dolo. Obviamente, la intención declarada en el informe del NAS es modificar el clima para el bien de la humanidad. Sin embargo, muchos científicos disienten de la eficacia de la geoingenieria, además de ad-vertir sobre los numerosos riesgos que implica su uso…

Naturalmente, una cosa es que EE UU reconozca la necesidad de recurrir a esta clase de prácticas para enfriar la Tierra, y otra que los grandes lobbies –sobre todo los del petróleo– «traguen» con las estrategias políticas y científicas para combatir el cambio climático. De hecho, cada vez más voces –conspirativas y no tanto– se alzan para acusar a dichos lobbies de estar financiando oscuras campa-ñas para silenciar a los científicos que vienen advirtiéndonos sobre un inminente desastre climático.

Por cierto, una de estas «vo-ces» dejó atónito a medio mundo tras declarar, a finales de julio de 2015, que tres investigadores del clima habían sido «asesinados en secreto». El autor de la denuncia fue el prestigioso físico de la Universidad de Cambridge Peter Wadhams, quien se refería a las muertes en extrañas circuns-tancias y con pocos meses de diferencia de los climatólogos Sey-mour Laxon, Katherine Giles y Tim Boyd, fallecidos en 2013 a causa de –respectivamente– una caída, atropellada por un camión y –aún más insólito– el impacto de un rayo. «Sí, creo posible que fueran asesinados –afirmaba Wadhams en The Telegraph–, aunque asumo que ahora se me vea como a un lunático por decirlo».

Las declaraciones del profe-sor Wadhams dan idea de cuán turbio está el asunto del cambio climático, aunque ya no se trata sólo del clima o de una crisis eco-nómica mundial. Varios informes

Nuestra civilización no parece haber aprendido de los errores que cometieron los grandes imperios que nos precedieron, cuyo colapso se produjo a causa del daño intencionado que sus habitantes infligieron al entorno. Así ocurrió con mayas, vikingos, rapa nui, anasazi…

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coinciden en subrayar que hemos entrado en la sexta gran extinción, suceso que podría acarrear nues-tra propia aniquilación…

REBASANDO EL LÍMITEEn julio de 2012, la revista Nature publicaba un estudio que aler-taba sobre la posibilidad de un colapso planetario irreversible y muy cercano en el tiempo. En dicho análisis, los investigadores repasaban las cinco extinciones masivas ocurridas en nuestro planeta a lo largo de su historia, episodios que, indefectiblemente, estuvieron vinculados con otros tantos cambios climáticos alta-mente severos. En este sentido, los firmantes del estudio advertían de que el impacto humano sobre el entorno puede conducirnos a un «nuevo régimen para el que no estamos preparados».

Más recientemente, en junio de 2015, Science Advances publicaba un amplio informe a propósito de

esta cuestión en el que sus autores confirmaban que «ya no hay duda, estamos entrando en una extinción masiva», para añadir que «si deja-mos que esta situación continúe, la vida podría tardar muchos millones de años en recuperarse y nuestra especie podría desaparecer pronto». Pero, ¿cómo hemos llegado a este «punto de no retorno»? Para buscar el origen de todo, basta con rastrear nuestras primeras huellas sobre la faz de la Tierra. A diferencia de las extinciones masivas que precedie-ron a la actual y que fueron provoca-das por fenómenos de índole física o natural (impactos de asteroides, erupciones masivas, etc.), los prin-cipales causantes de la sexta gran extinción somos nosotros, los hu-manos, conclusión compartida por la mayoría de científicos y a la que llegó hace más de una década Niles Eldredge, el prestigioso paleon-tólogo que desarrollara, junto con Stephen Jay Gould, la célebre teoría evolutiva del equilibrio puntuado.

CAMBIOS DRÁSTICOS El profesor Niles Eldredge (arriba) señala la invención de la agricultura como origen de la Sexta Extinción.

Ya en 2001, el autor de La vida en la cuerda floja: la humanidad y la crisis de la biodiversidad (Tusquets) planteaba las claves de esta sexta extinción masiva, acontecimiento terminal en el que el profesor El-dredge distingue dos fases: una pri-mera, coincidente con la dispersión de los humanos hace alrededor de 100.000 años; y la segunda –y más importante–, señalada por la inven-ción de la agricultura hace unos 10.000. «La agricultura representa el cambio ecológico singular más profundo en la totalidad de los 3,5 mil millones de años de la historia de la vida. Debido a su invención, los humanos no tuvieron que interaccionar con otras especies para poder sobrevivir y pudieron, por ende, manipular a otras para su propio beneficio. Además, nuestra especie no tuvo que adherirse a la capacidad de carga de los ecosiste-mas (tamaño máximo de población que el ambiente puede sopor-tar), pudiendo así sobrepoblar la

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Tierra», explica Eldredge en Action Bioscience, boletín del Instituto Americano de Ciencias Biológicas.

Y, en efecto, desde entonces la humanidad se ha tomado al pie de la letra el tan épico como hoy tras-nochado mandato bíblico «creced y multiplicaos, y poblad la Tierra», poniendo a prueba la capacidad de carga de nuestro planeta. Si hace 10.000 años éramos apenas entre uno y diez millones de individuos (no hay forma de saberlo con exactitud), hacia 2020 se prevé que la población humana alcance la cifra de 8.000 millones. ¿Dónde está el límite?

A propósito de la agricultura, pilar sobre el que se sostiene nuestra pervivencia, las estimaciones barajan un número aproximado de entre 13.000 y 15.000 millones de habitantes, cotas que proba-blemente alcanzaremos antes de 2100. ¿Qué ocurrirá entonces (si es que llegamos)? Imposible saberlo, aunque no es necesario rondar estas cifras, dado que con las actuales ya estamos inmersos en el círculo vicioso que devendrá en la sexta extinción masiva. Eldredge resume así las causas del conflicto:

Si algo queda claro tras conocer el contenido del úl-timo informe de la Academia de Ciencias norteamericana (NAS), es que EE UU preten-de modificar artificialmente el clima de la Tierra. Bueno, eso y que los conspirativos que llevan décadas denun-ciando las estelas químicas o chemtrails están más cuer-dos que muchos de quienes les acusan de paranoicos… Veamos, la en absoluto conspirativa Royal Society británica se refiere a la geoingeniería como «la manipulación intencionada y a gran escala del clima planetario para contrarres-tar el calentamiento global», definición que encontramos en un informe de esta presti-giosa institución científica publicado en septiembre de 2009 (Geoengineering the climate: Science, governan-ce and uncertainty). Pero hay que remontarse mucho más atrás en el tiempo para descubrir el origen de tan inquietante iniciativa. Como suele ocurrir con esta clase de proyectos pioneros y auspiciados por el Gobierno

de EE UU, no se sabe si estamos ante bienintencio-nados programas civiles u oscuras iniciativas militares, aunque los partidarios de la teoría conspirativa de los chemtrails están seguros de que se trata de lo segundo. Y no sólo ellos. En marzo de 2015, el diario El Mundo informaba de que los agricultores de la comarca zamorana de La Guareña están plenamente convencidos de que alguien rocía con veneno sus cam-pos de cultivo, veneno que provendría de las estelas que dejan a su paso mis-teriosos aviones y drones sin identificar. Además, los habitantes de La Guareña tienen pruebas de lo que dicen, pues el análisis de las partículas que caen sobre sus cultivos –matándolos– ha desvelado una elevada presencia de aluminio, entre otros metales. «Desde 1999 se están llevando a cabo fu-migaciones clandestinas en España por aviones milita-res de la OTAN, que ejecutan programas de geoingeniería para manipular el clima y las comunicaciones globales a través del control de la es-tratosfera y de las ionosfera para fines militares», de-claraba a El Mundo Josefina Fraile, una ex trabajadora de la Comisión Europea que no hace mucho ofrecía una con-ferencia sobre chemtrails en la prestigiosa Universidad de Cambridge.

CHEMTRAILS PARA… ¿SALVAR EL PLANETA?

• Para poder alimentar al número creciente de humanos, se desbro-zan más tierras y se crean proce-sos más eficaces de producción (incluidos los que son resultado de la ingeniería genética). En respues-ta, la población humana continuará creciendo.

• El uso de combustibles fósiles está ayudando al crecimiento de la agricultura, lo cual modifica todavía más el medio ambiente.

• Los humanos continúan pescando (se considera que 12 de las 13 pesquerías principales del mundo están prácticamente agota-das) y talando árboles para producir materiales de construcción. Los combustibles, la contaminación y la erosión del suelo por la agricultura han creado «zonas muertas» para la pesca (Golfo de México).

• La diáspora humana ha contri-buido a la diseminación de espe-cies exóticas que frecuentemente prosperan a costa de las nativas. Por ejemplo, sólo en EE UU las especies invasoras son responsa-bles de la amenaza de peligro de extinción del 42% de las restantes.

Aunque, ¿de verdad es tan importante que desaparezcan un

“El ritmo de extinción de especies se ha multiplicado por más de 100 en sólo 5 siglos ”

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mayoría de los cultivos –y con ello la producción mundial de alimentos– depende de la acción polinizadora de las abejas para poder prosperar. Ya, poner el ejemplo de las abejas puede tomarse como oportunista, pero cualquiera de las criaturas que nos rodean cumple una función –a menudo determinante– en el ecosistema que habita.

No nos engañemos. Ninguno de los organismos que viven a nuestro alrededor funciona de manera ais-lada… como tampoco lo hacemos nosotros. De modo que cuando permitimos que por nuestra causa se extingan especies que enriquecen nuestra biodiversidad, estamos contribuyendo a nuestra propia desaparición como especie. Y sí, es cierto que la vida tiende a la resiliencia, a resistir y a abrirse ca-

mino frente a las situaciones más adversas. Pero, ¿seremos capaces de hacerlo nosotros, la especie humana? Demasiadas señales apuntan a lo contrario.

Hemos mencionado la insólita rapacidad de las élites, ocupadas en la acumulación de riqueza de la que desposeen a la mayoría de la población. También de la carrera de las grandes potencias por engor-dar sus reservas de oro, señal de la inminencia de otra gran crisis financiera. En el caso de China, resulta inquientante que el gigante asiático haya cuadruplicado sus importaciones de alimentos de pri-mera necesidad, en lo que muchos interpretan como el signo de un próximo desabastecimiento de es-tas materias a nivel global. También hemos advertido sobre la puesta en marcha en 2015 de proyectos de geoingeniería financiados por la CIA, como probable aviso de un inminente desastre climático. Y qué decir de la predicción de una nueva «Pequeña Edad de Hielo» que la ciencia sitúa en torno a 2030… De-masiadas señales –insistimos– nos urgen a actuar para evitar nuestro propio y dramático colapso. n

El informe de Science Advances está firmado por Gerardo Ceballos (izda.) y Paul Ehrlich (dcha.), entre otros.

par de especies? Mucho más de lo que creemos. Además, ya nos gustaría que fuesen sólo dos…

NO HAY ORGANISMOS AISLADOSSegún el estudio publicado en Science Advances, firmado por investigadores de las universidades de Berkeley, Stanford, Princeton, Florida y Autónoma de México, y que ha recogido datos de los últimos cinco siglos, el ritmo de extinción de especies se ha mul-tiplicado por más de 100 en dicho lapso, acelerándose en las últimas décadas «gracias» a la interven-ción humana. En total, desde el año 1500, prácticamente ayer (las distancias entre las anteriores ex-tinciones masivas se cuentan por millones de años), han desapareci-do 617 especies de vertebrados… especies que tardaron cientos de millones de años en evolucionar.

Tendemos a creer que la desapari-ción de uno de tantos insectos care-ce de importancia, pero fijémonos en las abejas. La mortalidad de es-tos polinizadores continúa creciendo sin que conozcamos sus causas. Lo que sí se sabemos es que la

Se define a sí mismo como un ser honrado, libre y sin dogmas, que utiliza el bien más preciado dado por Dios a los humanos: su in-

teligencia. Durante treinta años perteneció a la Orden de los Jesuitas. Pero la publicación en 1968 de su libro Mi Iglesia duer-me, en el que hacía pública su discrepancia con algunos dog-mas y defendía que la institución no podía instalarse en el pasado, le granjeó una suspensión a di-vinis y su salida definitiva de la Compañía de Jesús. Fue enton-

ces, ya libre de ataduras, cuando empezó a viajar por el mundo y a investigar todo aquello que le había sido vedado. Su sed de conocimiento le hizo ahondar en asuntos como las religiones comparadas, el fenómeno OVNI, el espiritismo, los curanderos, la parapsicología, la radiónica y cualquier tema que irradiara un resplandor de nuevos amanece-res. Sus conclusiones sobre las disciplinas citadas y su valentía al exponerlas, le han garantizado un lugar al lado de los pioneros de materias tan interesantes como escurridizas.

Magdalena del Amo: Ha de-dicado usted parte de su vida a estudiar el asunto OVNI y otros temas marginales para la cien-cia oficial, como los curanderos o la parapsicología. ¿Es por ir contracorriente?

Salvador Freixedo: No es por eso, pero la verdad es que siem-pre me ha importado muy poco lo que otros piensen de mí. Estos fenómenos extraños me intere-san porque son como ventanas hacia otros mundos descono-cidos que están más allá de lo que perciben nuestros sentidos y nuestra inteligencia. Y confieso

ENTREVISTA CONSALVADOR FREIXEDO

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«SOMOS UNA GRANJA

PROPIEDAD DE ENTIDADES SOBREHUMANAS»

ENTREVISTA

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TEXTO Y FOTOS MAGDALENA DEL AMO

EN CUANTO UNA OVEJA SE SEPARA UN POCO DE LA MANADA, EL PASTOR LE ECHA A LOS PERROS PARA HACERLA VOLVER AL REDIL. CON EL SER HUMANO PASA LO MISMO. SOMOS UNA GRANJA PROPIEDAD DE SERES SUPERIORES, A LOS QUE SERVIMOS. ASÍ PIENSA SALVADOR FREIXEDO, EXSACERDOTE JESUITA, ESCRITOR Y UNO DE LOS MÁS IMPORTANTES ESTUDIOSOS DEL FENÓMENO OVNI DE LA HISTORIA. CON 92 AÑOS Y UNA EXTRAORDINARIA LUCIDEZ, EN ESTA ENTREVISTA NOS OFRECE SUS PUNTOS DE VISTA –FRUTO DE DÉCADAS DE INVESTIGACIONES Y EXPERIENCIAS– SOBRE ASUNTOS COMO LA RELACIÓN ENTRE EL FENÓMENO UFOLÓGICO Y LA RELIGIÓN, LA EXISTENCIA DE UN MÁS ALLÁ O LOS OBJETIVOS DE LAS ENTIDADES SOBREHUMANAS QUE LLEVARÍAN MILENIOS MANIPULANDO A LA HUMANIDAD…

que siempre he sentido una enor-me curiosidad por asomarme a esas ventanas.

M. A.: ¿Cuál es para usted el caso OVNI más importante, aquel que no le ofrezca ninguna duda?

S. F.: Alguno de los que yo he visto o mi entorno cercano. No necesito recurrir a lo que cuenta algún piloto o científico. Tras ha-ber observado durante más de veinte minutos cómo un platillo volante se balanceaba a baja altura, y luego salía disparado a toda velocidad, o después de presenciar, a plena luz del día, desde un coche en el que viajá-

bamos varias personas, cómo un OVNI se desplazaba casi tocando el suelo, en paralelo a nuestro automóvil, ¡qué me van a contar los científicos! O el caso de mi hermana, que circulaba en coche con su marido por una zona despoblada de Pontevedra –el Alto del Paraño— y vieron una nave muy parecida a las fotografiadas por el contactado suizo Billy Meier, que presenta-ba dos hileras de ventanas. Les entró un pánico terrible. Y ya ves, años después, a su hijo, el co-ronel Ángel Bastida Freijedo, el Ejército español le encomendó la

misión de encargarse del proce-so de desclasificación OVNI, y el pobre tuvo que hacer el paripé y seguir las órdenes de otros. Por eso no quise saber nada sobre ese asunto, ni le pregunté jamás, a pesar de ser mi sobrino.

M. A.: Esos seres que nos visi-tan, ¿son extraterrestres o provie-nen de otras dimensiones?

S. F.: Yo siempre suelo escribir extraterrestres entre comillas, porque de una manera general pueden ser las dos cosas, aun-que como la variedad es tal, el adjetivo puede aplicarse con más propiedad a unos que a otros.

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«HE PRESENCIADO MUCHOS FENÓMENOS PARANORMALES»Salvador Freixedo compartió con nosotros algunas de sus experiencias en el mundo de lo insólito: «Un ‘fantasma’ me tocó la calva. Yo no soy nada influenciable ni sensible y en estos ambientes he procurado siempre tener los ojos bien abiertos. Pues bien, en una ocasión sentí una mano viscosa que me tocaba la cabeza. Otra vez, en una sesión de curación, vi a un ser raro que manejaba los instrumentos. Entonces extendí las piernas por debajo de la mesa y comprobé que no tenía cuerpo, solo era visible de cintura para arriba. Con el psíquico Iván Trilha también viví experiencias fuera de lo normal. En cierta ocasión estaba también el investigador Andreas Faber-Kaiser, y ante nuestros ojos le clavó unas tijeras de oficina en la tráquea a un señor que padecía no sé qué de garganta. Otro día le cortó, también con unas tijeras, un enorme carcinoma a un hombre, ¡y el gran parapsicólogo Hans Bender, de la Universidad de Friburgo, recogía los trozos del suelo para llevarlos a su laboratorio! Yo le pedía a Iván que fuera más discreto, que nos iban a llevar presos. En Ladeira do Pinheiro, en Portugal, mientras hablaba con la vidente, que decía comunicarse con la Virgen, tuvo una comunión mística y empezó a levitar. Se levantó algo más de medio metro del suelo. También he conocido personas que ‘manejan las nubes’, y he sido testigo de ello. En cier-ta ocasión, iba a acompañar a la hermana del presidente de México en un avión privado a ver a uno de estos tipos, pero no podíamos salir porque estaba muy nublado. Entonces, unos tipos muy raros que iban en el grupo em-pezaron a hacer su ritual y de pronto se hizo una especie de hueco en el cielo y pudimos despegar. ¡Es increíble, pero ocurrió así! Te podría contar decenas de casos.

Lo de extraterrestres es fácilmente inteligible; lo que ya no se compren-de tan bien es lo de la ultradimen-sionalidad, porque no tenemos ni idea de qué es eso. Cuando están entre nosotros se atienen bastante a nuestras tres dimensiones, pero parece que conservan su naturaleza ultradimensional, pues pueden ha-cerse invisibles, ingrávidos, penetrar la materia sin chocar contra la mis-ma, y no están tan prisioneros del tiempo y el espacio como nosotros. Curiosamente, cuando una persona está en compañía de un ser extra-humano, es decir, dentro su campo magnético, es frecuente que ad-quiera momentáneamente algunas de estas capacidades ultradimensio-nales, y se vuelva invisible o tenga la facultad de atravesar paredes.

M. A.: ¿Cree que están infiltra-dos en nuestra sociedad?

S. F.: Totalmente, pero no tanto de una manera física, directa, inmediata

ENTREVISTA

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y visible, sino a través de las ideas que nos han ido inculcando a través de filosofías y religiones, mediante las cuales los humanos, creyendo que somos libres, hacemos lo que ellos quieren, convirtiéndonos en esclavos. Pero también algunos es-tán entre nosotros de una manera física. Yo he conocido a personas extrañas, que dudo que fuesen au-ténticos humanos. Y he sido amigo de una mujer que estuvo casada con un «extraterrestre», tal como narro en mi libro La granja humana (Diversa, 2015). Era un hombre muy raro, medio anfibio. En días de gran temporal, con bandera roja, se inter-naba en el mar y volvía después de horas. Decía que nuestra atmósfera lo agobiaba. Tenía un frasquito que contenía algo brillante que él ingería cuando se encontraba mal, pero le había prohibido a ella que lo tocase. Lo guardaba en el cuarto de baño, y un día la mujer cayó en la tentación

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yos, entablándose una batalla en la que hubo más de cuarenta muertos humanos. Este hecho, como tantos otros, ha sido desmentido y des-prestigiado por las autoridades esta-dounidenses, pero Philip Schneider, ingeniero jefe de la excavación que resultó herido gravemente en el enfrentamiento, contó lo sucedido públicamente. No quiso guardar el secreto, así que fue drásticamente «silenciado», lo mismo que muchos otros testigos de hechos que mo-lestan a las autoridades supremas.

M. A.: ¿Cree que a la gente que molesta la quitan de en medio?

de cogerlo, pero entonces escuchó la voz enérgica de él: «Deja eso». Él había captado su intención desde otra habitación. A causa de ésta y otras muchas experiencias que vivió, llegó a sentir miedo. Cuando el hombre se murió, creció repentina-mente más de veinte centímetros. Los médicos estaban muy intriga-dos porque, según la autopsia, no tenía pulmones. Aparte de este contacto particular entre ciertos «ex-traterrestres» y algunos humanos, también está la presencia física de «razas» de seres extrahumanos, de diversos orígenes, que conviven con nosotros, algunos de ellos en profundas ciudades subterráneas construidas hace miles años.

EL ENCUENTRO OVNI DE JUAN XXXIIIM. A.: ¿En ciudades subterrá-neas? Entonces Shambala, por ejemplo, ¿no sería un mito sino una realidad?

S. F.: Los mitos casi siempre se basan en realidades. Yo antes no le daba demasiada verosimilitud al tema de los intraterrestres, pero me he ido convenciendo. En los 7.000 kilómetros que van desde la super-ficie de la Tierra hasta su centro, hay espacio más que suficiente para construir toda suerte de ciudades. Hay abundancia de testimonios de personas fidedignas. Aparte de lo que sobre este particular podemos leer en muchos autores, yo he cono-cido por lo menos a tres personas que han estado en esas ciudades y que, a pesar de no tener relación entre sí, me han contado ciertos detalles comunes de esos lugares. Esas urbes parece que están unidas por túneles que surcan las entrañas de nuestro planeta, por los que cir-culan unos vehículos que no tocan el suelo cuando se mueven a una enorme velocidad.

M. A.: ¿Y qué hay de la relación entre algunos de estos seres so-brehumanos y ciertos gobiernos?

S. F.: Hace tiempo que esta vincu-lación existe. Relacionando tu pre-gunta con el asunto de las ciudades subterráneas, en alguna ocasión militares de EE UU que construían una base subterránea, dieron con una de estas dependencias aliení-genas. A causa de la agresividad que mostraron los soldados, los «extraterrestres» se defendieron con unas armas que disparaban ra-

El enigma OVNI podría explicarse por la aparición de seres de otras dimensiones.

“Los poderosos no tienen problema en acabar con las personas que les resultan molestas ”

ENTREVISTA

S. F.: Sí, siempre lo han hecho, y de varias maneras: propiciando su ruina, haciéndole el vacío social y mediático, desprestigiándola, pegán-dole un tiro o lanzándola desde una ventana. El sistema es terrible, pero no solo con los que saben algo más de la cuenta sobre los OVNIs, sino sobre cualquier otro aspecto que pueda poner en peligro los imperios económicos protegidos por ciertos axiomas: por ejemplo, que el cáncer es una enfermedad incurable. El cáncer es una enfermedad muy rentable, y al médico que se atreva a poner en duda el dogma científico se le hará el vacío o se le inhabilitará. Lo mismo ha ocurrido a lo largo de los años con los inventores de nuevos combustibles. El sistema se los carga. Y no quiero entrar en otros temas «sensibles», como se dice ahora.

M. A.: ¿Qué relación existe en-tre OVNIs y religión?

S. F.: Entre los llamados «extrate-rrestres» hay que hacer una triple distinción: los que son neutros y no pretenden entrometerse en nues-tras vidas (aunque a veces lo hagan); los que quieren ayudarnos pero res-petan una ley cósmica de no interfe-

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«El Yahvé del Génesis era tan ofidio como la serpiente con la que discutía –asegura Freixedo–.

Se deduce de su comportamiento con su ‘pueblo escogido’. Se había disfrazado de Dios, de ‘ayudador’,

como hacen en la actualidad las entidades reptilianas que dominan este mundo. En cuanto a mi creencia en una Inteligencia

Omnipotente, cuando uno observa la infinita variedad de especies de animales, la programación que existe en las semillas de todas las plantas, el incansable giro de los electrones en torno a sus núcleos y la infinitud de las distancias y los tamaños de las galaxias, es imposible no sospechar que detrás de todo ello haya habido algo o alguien inmensamente poderoso y sabio. Creo que un ateo integral es un ciego de nacimiento». También preguntamos a Salvador si es más necesario Dios a los 92 años que a los 20 o a los 60. «Es natural que así sea –responde–. Como que se siente más cerca. Pero cuando digo que se siente más cerca, no tengo la infantil idea de que en cuanto cierre los ojos me voy a encontrar con Dios, como si Dios fuese un personaje. Cuando cierre los ojos espero, simplemente, subir un peldaño más en esa escala del espíritu hacia eso que llamamos el Creador, que las religiones tanto han deformado y caricaturizado. Creo que nuestra vida en el más allá depende mucho de cómo ha sido nuestro comportamiento en el acá».

Salvador Freixedo continúa desarrollando una intensa actividad (arriba). Junto a estas líneas, en su época de jesuita.

al pueblo hebreo, e indirectamente ha hecho llegar su influencia al cris-tianismo a través de algunas falsas creencias, como por ejemplo la del infierno eterno con fuego. En mi li-bro Teovnilogía (Diversa, 2014) trato este tema a fondo.

En relación con esto, estoy muy intrigado con la conversación que el papa Juan XXIII sostuvo en 1961 con un ser salido de una pequeña nave que aterrizó en los jardines vaticanos de Castelgandolfo. Creo que este caso tiene mucha más importancia que todos los que nos puedan presentar los investigado-res. El escueto comentario con el que el pontífice resumió a su secretario la conversación que tuvo con el «extraterrestre», tiene más fuerza que todo lo que los teólogos nos han dicho en veinte siglos. Las palabras de Juan XXIII fueron: «Los hijos de Dios están por todas partes, pero nosotros, a veces, tenemos dificultad en reconocer a nuestros

rir; y una minoría de seres malvados, muy inteligentes y poderosos, que tienen esclavizado y a su servicio al género humano, y cada vez estoy más convencido de que también parasitan a los habitantes de otros planetas que han invadido. Cuando hablo de la «amenaza extraterres-tre» y de los espíritus malignos que nos dominan, no me refiero al fenó-meno OVNI en general, sino a esta especie en particular, a esta minoría de seres que son los que más inter-fieren en nuestras vidas.

En cuanto a la pregunta, pienso que la relación es total. No se pue-den explicar las religiones sin tener en cuenta el fenómeno OVNI, es decir, la llegada a nuestro planeta de seres que fueron recibidos por nuestros antepasados como dioses. Por lo que se refiere al judeocristia-nismo, el Génesis es la gran prueba de ello. Yahvé era un ser maligno disfrazado de Dios, que engañó a Abraham y ha seguido engañando

DIOS CÓSMICO

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presentarse con la apariencia del ser celestial al que invocan los creyen-tes de las diferentes doctrinas.

EVOLUCIONANDO HACIA «LA FUENTE DE TODO»M. A.: ¿Qué piensa sobre el más allá?

S. F.: Se trata de un formidable misterio. Liberado de las creencias en infiernos eternos, purgatorios, limbos, juicios finales y resurrec-ciones con los mismos cuerpos, y teniendo por otro lado la certeza de que nuestro espíritu es inmortal, me entretengo, a veces, en imaginar cómo será nuestra actividad mental cuando abandonemos el cuerpo físico. Es muy curioso lo que dicen algunos grandes videntes como Serge Alalouf. Él veía a todas horas los espíritus de los muertos siempre ocupados en algo, y muy anima-dos hablando entre ellos. Según el espiritismo kardeciano, nuestras almas o están esperando su turno para tomar de nuevo un cuerpo y volver a este o a otros mundos para

de algún mal momento económico por el que estaba pasando su fami-lia. La muy abundante información que hemos recibido a través de los contactados, hay que analizarla con gran cautela, porque suele estar muy mezclado lo verdadero con lo falso. Puede haber una intencionali-dad en ello por parte de los contac-tadores, pero me inclino a pensar que la mente del receptor juega un papel muy importante a la hora de interpretar. Eso sí, es indudable que entre verdades, semiverdades y falsedades nos han ido dando mucha información.

M. A.: Pero usted también llama contactados a los místicos, a los profetas y a los líderes religiosos.

S. F.: Denomino contactados a los místicos y videntes de las religiones porque cumplen fundamentalmente con las condiciones de un contacta-do, es decir, estar en relación directa con algún ser inteligente no huma-no. Y más si tenemos en cuenta que muchas de estas entidades tienen la capacidad de disfrazarse y

“Algunas entidades sobrehumanas se aparecen ante nosotros con el disfraz de seres celestiales ”

Mi Iglesia duerme ha sido editado en numerosas ocasiones.

ENTREVISTA

hermanos». El Vaticano, por la cuen-ta que le tiene, nunca ha querido darle publicidad a este hecho, pero el acompañante del Papa en aquella ocasión, Loris Francesco Capovilla, actual cardenal y testigo también del aterrizaje, vive todavía a sus 99 años, y preguntado recientemente sobre la veracidad del caso, dijo que lo que él comunicó a un periodista tras veintidós años de silencio, era totalmente cierto.

CONTACTADOS, PROFETAS Y MÍSTICOSM. A.: ¿Qué piensa hoy sobre los contactados con seres «ex-traterrestres»?

S. F.: Los contactados varían mu-chísimo dependiendo de la entidad que los contacta y de cómo ha sido su experiencia. Y antes de nada hay que hacer la distinción entre los que simplemente han sido visitados y han recibido algún tipo de mensaje, y aquellos que dicen haber sido lle-vados a alguna nave o a algún lugar del espacio o base subterránea. Es-tos individuos pasan a ser clasifica-dos como abducidos. Y todavía hay que hacer la gran distinción entre los que han sido llevados voluntaria-mente y han recibido un buen trato, y los que han sido prácticamente raptados y sometidos a análisis mé-dicos, a veces muy dolorosos.

M. A.: ¿Y hay tantos contacta-dos como parece?

S. F.: Más. Existen cientos de contactados que, por prudencia, guardan en secreto su experiencia, porque temen que si la hacen pú-blica los tomen por chiflados y eso arruine su vida, como así ha sido en muchos casos. La mayoría suele acabar mal, porque la experiencia es demasiado fuerte para su psi-que. La información que reciben los vuelve locos y los hace vivir dos realidades paralelas. Muchos de los famosos contactados han tenido vidas desastrosas e incluso proble-mas con la justicia, y algunos han sufrido cárcel. Pero también abun-dan los que han tenido la suerte de haberse relacionado con seres positivos que, de alguna manera, los han ayudado. He sido muy amigo y confidente de algunos, y me han contado las increíbles cosas que vieron por aquellos «ex-tramundos». He conocido a varios a los que les han tocado pequeñas loterías que les han ayudado a salir

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“Estos seres oscuros que nos dominan, están tratando de que el poder resida sólo en manos de unos pocos individuos ”

terminar lo que haya quedado pen-diente en una previa encarnación, o ascendiendo un peldaño más en esa infinita escala cósmica hacia «La Fuente», como denominan a Dios algunos «extraterrestres». Qué hay en esos otros niveles y cómo será nuestra actividad intelectual es algo que escapa por completo a nuestra imaginación. Un gran con-suelo es pensar que, lógicamente, en esos niveles nos encontraremos a todas las personas que hemos querido y que nos han querido en este mundo.

M. A.: Acaba de hablar de la reencarnación y he visto que en su último libro, Iglesia despierta (La Regla de Oro, 2015), deja una puerta abierta a esa posibilidad.

S. F.: Es cierto. Siempre tuve un gran respeto por la doctrina de la reencarnación y cada vez la veo más plausible. A lo largo de la historia ha habido muchos hombres emi-nentes, y no precisamente de los ámbitos religiosos, que han tenido esta creencia. Parece que en el cris-tianismo primitivo la fe en la reencar-nación era muy común, y Orígenes, el famoso teólogo, era uno de sus seguidores. En el siglo XIX, el espiri-tista Allan Kardec, del que acabo de hablarte, en su Libro de los Espíritus recopiló las doctrinas que todavía perduraban entre muchos cristia-nos. En la era moderna, el primer científico que estudió seriamente esta creencia fue el psiquiatra cana-diense Ian Stevenson, que en 1966 publicó su libro Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación (Mirach, 1992). A lo largo de su vida estudió en los cinco continentes más de tres mil casos.

Las creencias cristianas sobre lo que nos sucede después de la muerte son demasiado simples; la reencarnación tiene mucha más lógica. Nos explicaría, por ejemplo, las tremendas diferencias que ya desde el nacimiento se dan entre los seres humanos. Si es la primera vez que venimos al mundo, uno no se explica por qué unos nacen en hogares confortables, mientras que

ENTREVISTA

sean, porque parece que en la idio-sincrasia y en la esencia del poder está el mentir, y ese es el primer paso a la corrupción. La gran banca, la gran prensa y los políticos tienen al planeta sumido en este caos económico y social. Las crisis no son coyunturales, sino planificadas. Pero ¡ojo!, éstos son marionetas de otros, de otras fuerzas oscuras… Pero a lo que íbamos, soy más escéptico con los que detentan el

otros carecen de todo. Lógicamen-te, todos deberíamos venir al mun-do con las mismas oportunidades, y el hecho de nacer en tan desiguales circunstancias nos hace sospechar de alguna deuda pasada. En la India es la creencia común.

M. A.: ¿El tiempo le ha hecho ser más escéptico o más crédulo?

S. F.: El tiempo me ha hecho más escéptico en cuanto a lo que dicen las autoridades, sean del tipo que

«Siempre tuve un gran respeto por la teoría de la reencarnación», asegura Freixedo en la entrevista.

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poder, pero, por otro lado, me he hecho más crédulo en cuanto a que las cosas más extrañas pueden suceder. Mis exploraciones en el ámbito de lo paranormal me han enseñado que en este mundo ocu-rren infinidad de hechos extraños de los que la gente común no tiene ni idea, y que van no solo contra los dogmas científicos, sino contra el sentido común. Y muchos no son demostrables en laboratorio, pero eso no les quita veracidad.

LIBERACIÓN PLANETARIAM. A.: Están sucediendo en el mundo cambios muy importan-tes. Por un lado, tenemos un siste-ma corrupto, donde la mentira pri-ma sobre la verdad y la injusticia sobre lo justo. Pero la alternativa no es nada halagüeña. ¿No hay esperanza para la humanidad?

S. F.: Efectivamente, en el mundo se están produciendo cambios muy importantes en todos los sen-tidos, mucho más trascendentes de lo que la gente cree. Y están directamente relacionados con el fenómeno OVNI, porque aunque los ufólogos no lo quieran admitir y los científicos lo vean como una creencia de fanáticos, las fuerzas extrahumanas que dominan el pla-neta se están sintiendo incómodas porque una buena parte de la huma-

nidad está despertando y queriendo liberarse del yugo al que hemos estado sometidos por milenios. El repudio general que la gente está sintiendo contra las autoridades de todos los países, es parte de este despertar. Estas entidades oscuras que nos dominan y que a lo largo de los siglos se han valido de los líderes mundiales, están tratando de que el poder resida sólo en manos de unos pocos, para poder controlarnos más fácilmente y, además, están que-riendo sembrar el caos y las des-avenencias entre los pueblos. Todo es parte del llamado Nuevo Orden Mundial. Las guerras son una de las estrategias que a lo largo de toda la historia humana estos seres tiráni-cos más han usado para conseguir sus propósitos: por un lado, impedir nuestro progreso y nuestra evolu-ción mental y espiritual, mantenién-donos en una frecuencia vibracional muy baja, de reptiles; y por otro, tener a nuestras mentes atormen-tadas, porque con el sufrimiento nuestros cerebros emiten un tipo de ondas que ellos necesitan o, por lo menos, les agradan mucho. Eso es lo que fundamentalmente quieren de nosotros estos «extraterrestres» a los que yo llamo dioses.

M. A.: ¿Pero hay esperanza o no?S. F.: Claro que hay esperanza,

pero la humanidad tiene que pegar

EL MÁS ALLÁno es un estado eterno, sino un peldaño más en nuestro «as-censo» hacia la «Fuente de Todo», opina Salvador Freixedo.

ENTREVISTA

un cambio sustancial; debe desarro-llar la conciencia e ir dejando atrás su componente más primitivo. No voy a decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque eso sería descono-cer la historia. Pero fíjate que hoy, a pesar de todos los avances en cuan-to a prestaciones sociales y todo lo que nos reporta el estado del bienes-tar, la sociedad no es mejor. Hay una especie de mal sutil, hay una pérdida de empatía. Dentro de quinientos o de mil años, nuestros descendientes contemplarán con horror cómo la gente bárbara de 2015 –nosotros– eli-minaba a los bebés en gestación sin el menor remordimiento de concien-cia, o sedaba a viejos porque habían dejado de ser útiles… o seguía alan-ceando al toro de la Vega o tirando cabras de los campanarios. Hay que evolucionar.

M. A.: Hay que evolucionar, pero ¿cómo?

S. F.: Escribí hace tiempo que hay que evolucionar en tres ni-veles: en el intelectual, sabiendo cada vez más e interesándonos por todo lo relacionado con el ser humano; en el moral, siendo cada vez mejores y defendiendo siempre el bien y la justicia; y, por fin, en el estético, creando belleza, admirándola y haciendo de este planeta un lugar donde todos po-damos convivir en armonía. n

Cuando Salvador Freixedo perseguía OVNIs, tuvo alguna experiencia desagradable que le hizo pasar miedo. Fue en el Puig Campana, la famosa montaña cortada de Benidorm (Alicante). Le dijeron que allí se veían luces extrañas y acudió solo. Era un día claro, sin una nube. De pronto, oyó una explosión sobre su cabeza que lo tiró al suelo. ¿Qué provocó este fenómeno en el Puig Campana?

¿SABÍAS QUÉ…?

EN PORTADA

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PARAPSICOLOGÍA

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LA MAYORÍA DE CASOS NO EXPLICADOS PODRÍAN VINCULARSE CON LA PRESENCIA EN NUESTRO MUNDO DE ENTIDADES NO HUMANAS

LA APARICIÓN DE SERES EXTRAÑOS DURANTE LA NOCHE, CUANDO LA PERSONA ESTÁ ACOSTADA A PUNTO DE DORMIR O RECIÉN DESPIERTA, ES UN FENÓMENO ATEMPORAL, PUES HAY CRÓNICAS ANTIGUAS QUE REGISTRAN LA MANIFESTACIÓN DE «ENTIDADES» QUE ACECHAN Y ATERRORIZAN AL INDIVIDUO, MIENTRAS SUFRE LO QUE SE CONOCE COMO UNA «PARÁLISIS DEL SUEÑO». DE TODOS MODOS, NO SIEMPRE LAS EXPERIENCIAS SON TRAUMÁTICAS NI SE CORRESPONDEN A LA MODERNA IMAGINERÍA ALIENÍGENA. ¿QUÉ CUENTAN REALMENTE QUIENES VIVEN ESTOS EPISODIOS ANÓMALOS? ¿EXISTE ALGUNA POSIBLE EXPLICACIÓN MÁS ALLÁ DE LA OFRECIDA POR LA CIENCIA MÉDICA?

VISITANTES DE DORMITORIO

TEXTO Y FOTOS MOISÉS GARRIDO VÁZQUEZ

Me ocurrió en mayo de 2014, no recuerdo el día exacto. Me fui a dormir so-bre las 11 de la

noche y como me cuesta con-ciliar el sueño, me puse a mirar el móvil un rato… Estando boca arriba, de pronto ya no me po-día mover. De repente vi a un ser a los pies de mi cama. Podía ver perfectamente cómo era. Era alto, de 1,90 más o menos. Iba vestido como si llevara una doble piel de traje, ajustado, gris, como una túnica abierta. Yo estaba paralizada. No podía hablar ni moverme. Lo único que podía mover eran los ojos. Tenía la ventana abierta y en-traba la luz de una farola de la calle. El ser estaba quieto y me observaba fijamente. Sostenía en sus manos algo negro, rec-tangular, cuya parte superior era de forma semicircular. Intentaba moverme para encender la luz y gritar el nombre de mi com-pañera de piso, pero no podía.

Y aunque todo eso me pareció que fue cinco minutos, cuando por fin pude encender la luz miré la hora del teléfono y com-probé que habían pasado dos horas. Al incorporarme estaba muy mareada. Fui a la cocina a beber agua y volví a acostarme porque estaba agotada».

La protagonista de este caso es Eugenia Hernández, una joven de 31 años que reside en La Nucia (Alicante). Es una in-vestigadora de temas paranor-males, interesada sobre todo en la TCI (Transcomunicación Instrumental). Sin embargo, el asunto de los «visitantes de dormitorio» (VdD) no le atraía hasta que vivió este episodio. Eugenia ha tenido visiones de extrañas entidades desde pequeña, concretamente a partir de los 11 años, y también ha vivido algunos fenómenos anómalos de forma espontá-nea a su alrededor, como luces que se apagan y se encienden u objetos que se mueven y cambian de lugar.

PARAPSICOLOGÍA

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Estos casos no son nada infre-cuentes. De hecho, quien esto escribe ha tenido la oportunidad de recoger muchos incidentes de VdD, que en ocasiones suelen venir acompañados de cierta fenomeno-logía paranormal y hasta pueden producir una especie de despertar de conciencia en el individuo. «Es-tas experiencias me han ayudado, me han hecho comprender que hay otras dimensiones, que la muerte no existe y que este mundo es una ilusión», señala la contactada onubense Julia García, una buena amiga que ha vivido varios episo-dios de VdD desde su infancia y cuyas experiencias tengo recogidas en mis archivos. Julia ha tenido visiones muy diversas y ha recibido un sinfín de mensajes por vía psico-gráfica, además de experimentar la telepatía y la clarividencia. Incluso ha protagonizado viajes astrales y avistamientos OVNI previa cita. Es más, poco a poco ha ido desarro-llando la canalización de energías

CANALIZACIÓN Y VISITAS DE DORMITORIONo deja de ser curioso que muchos canalizadores o médiums inicien sus experiencias anómalas tras un encuentro con VdD. Este es el caso de la canalizadora onubense Margarita Lopetegui (arriba), con quien manten-go una estrecha amistad desde hace muchos años. He estado presente en multitud de sesiones mediúmnicas en su domicilio, conservando en mis archivos grabaciones en vídeo de sus contactos con supuestas entidades astrales, así como decenas de folios con sus mensajes psicografiados. Una de sus primeras experiencias me la relata del siguiente modo: «Me des-perté de pronto a eso de las 3 de la madrugada, traté de encender la luz y, en ese instante, vi a mi padre (que ha-bía fallecido) a los pies de la cama; me quedé estupefacta; cerraba los ojos y le veía, los abría y también le veía; cuando me cercioré de que era cierto, mis manos y mis pies empezaron a temblar, pero no sentía miedo (…) La habitación se hallaba a oscuras, pero quedó iluminada por los dos rayos de luz que proyectaban los ojos de mi padre hacia la cama…». Según me cuenta, su padre se comunicó con ella en un castellano perfecto. A su lado, se proyectó también una especie de pantalla de televisor donde se veían imágenes que ella había soñado, mientras que su padre le explicaba el significado de las mismas. «A partir de ese momento, supe que los sueños dicen cosas muy importantes y a través de ellos tuve muchísimas revelaciones», nos explica.

ASUSTADA Y AGOTADAAsí resume su experiencia con un visitante de dormitorio la investigadora Eu-genia Hernández (dcha.). Arriba, boceto del inquie-tante ser.

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a través de sus manos para trans-mitirlas al cuerpo de las personas y mejorar su estado físico, mental y espiritual, o al menos eso asegura. Respecto a los casos que estamos abordando, Julia me cuenta que, en una ocasión, «al abrir los ojos vi que la habitación estaba llena de gente a los pies de la cama. Eran figuras blancas, luminosas y todas iguales. No se apreciaban rasgos, como si fueran siluetas, y no tenían brazos. Había una mujer que cantaba y los demás hacían música con sus vo-ces. Me puse a rezar y de momento desaparecieron por la pared». Julia tenía ocho años cuando comen-zaron sus primeras experiencias visionarias, que solían ocurrir estan-do acostada. «Escuchaba la voz de una mujer que me llamaba por mi nombre, como si quisiera decirme algo. Yo me tapaba la cabeza y me dormía (…) Una noche vi una figura blanca, pero era como una nube que se convirtió en una persona. La cara era de mujer, morena, con

una túnica blanca; estaba sonriendo, pero no me dijo nada… Me tapé la cabeza; percibí que se acercaba a la cama, pues oí los pasos, pero no me tocó, solo me rozó y sentí que se fue. Esa fue la primera experien-cia que tuve», recuerda. A veces, esas apariciones solían ir acompaña-das de ruidos y golpes.

PITIDOS INSIDIOSOSAsimismo, en los episodios de pa-rálisis del sueño es habitual que se escuchen música, voces, zumbidos y pitidos. Precisamente, Vicente F., a quien también tuve la oportunidad de entrevistar en su día, oía en ocasiones dos extraños pitidos a modo de señal cuando se hallaba acostado, tras los cuales se le ma-nifestaban unos terroríficos seres. Este señor, que estaba realmente obsesionado al creer que los «visi-tantes» vivían en su casa y estaban experimentando con él, me aseguró meses antes de fallecer que una

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se por la habitación. «A nivel mental he sentido otros pitidos, otras cosas raras. La última vez fue en la nuca, donde tenemos la cervical… Oí dos pitidos como diciendo: ‘¡Aquí esta-mos!’», me confesó. Desesperado, optó por aceptarlo con entereza y someterse a la maquiavélica volun-tad de esas presuntas entidades: «¡Venga, que ya estoy dispuesto; haced lo que queráis conmigo!», exclamaba en esos angustiosos momentos.

CASOS INSÓLITOSCuando centré mi atención en el fenómeno de los VdD a raíz de ciertos casos que investigué de primera mano, encontré algunos elementos que me llamaron pode-rosamente la atención. Pese a ser un fenómeno que algunos especia-listas enmarcaban en la abducción extraterrestre (sobre todo por el uso indiscriminado de la hipnosis regresiva por parte de ciertos ufólogos y la publicación en 1987 de los influyentes libros Intruders, de Budd Hopkins, y Communion, de Whitley Strieber), observé sin embargo que presentaba una se-rie de elementos que, a mi juicio, encajaban mejor en visiones de ín-dole paranormal (por ejemplo, en la fantasmogénesis, ya que muchas apariciones correspondían a familia-res fallecidos de los testigos). Los casos de parálisis del sueño apun-tan a un tipo de estado alterado de conciencia que lleva al sujeto a co-nectar con otra realidad (¿onírica? ¿parafísica? ¿transpersonal? ¿inter-dimensional?), a través de la cual percibe «entidades» de diversos aspectos, no necesariamente los típicos enanos grises, calvos y ma-crocéfalos de actitud hostil (el ufo-nauta clásico de las abducciones), sino también seres altos de bellas facciones y pelo largo, ataviados con túnicas, resplandecientes y portadores de mensajes de carác-

vez «estaba acostado, serían las cuatro de madrugada y de pronto siento los pitidos en mi cerebro. Comprendí que eran ‘ellos’. Intenté levantarme, pero una voz me dijo: ‘¡Permanece echado!’».

Cuando escuchaba los pitidos, se aceleraba considerablemente su ritmo cardíaco y respiratorio. Sentía mucho pánico y se sentía indefenso ante dichas criaturas nocturnas que le acechaban alrededor de su cama. Solía ver extrañas sombras, así como luces rojas y azules desplazar-

PARAPSICOLOGÍA

La contactada onubense Julia García (izquierda) ha protagonizado varios incidentes con VdD. Abajo, representación de una de las entidades según la describió.

“ La literatura al respecto y el abuso de la hipnosis regresiva condicionaron el estudio del fenómeno ”

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LOSTESTIGOS COINCIDEN EN

LA INCAPACIDAD PARA GRITAR O

MOVERSE

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ter espiritual, entre muchas otras tipologías. La interpretación que suele hacer el propio testigo de dichas experiencias visionarias res-ponde, sin duda, a alguna necesi-dad profunda que tiene al objeto de solucionar una crisis personal. Este detalle obviamente no desentraña el enigma, pero es un dato muy significativo del papel tan primordial que juega el factor humano –pre-ferentemente las creencias perso-nales– en esta clase de episodios anómalos. «Así como las creencias tradicionales pueden influir en las descripciones e interpretaciones de las experiencias, también los encuentros anormales recurrentes pueden modificar las creencias tra-dicionales», sostiene el investigador Peter M. Rojcewicz.

En este sentido, las experiencias de VdD que padeció Hermelinda Humanes, otra de las testigos cuyo caso he seguido muy de cerca, le sirvieron para tomar un camino más espiritual en su vida. Hoy in-terpreta aquellas visiones, algunas muy angustiosas, como parte de un plan perfectamente urdido para preparar su misión en este mundo. Así recuerda cómo comenzaron sus experiencias relacionadas con VdD: «A los 10 años empecé con estas cosas, cuando murió mi tío y se me

las caras. Después de eso recuerdo que me levanté completamente nueva, repuesta, como si me hubie-ran puesto pilas nuevas».

SENSACIÓN INTENSAOtro de los casos que he recogido recientemente es el de un hom-bre de mediana edad, natural de Huelva, que prefiere mantener el anonimato… «Al despertar vi que no podía mover ninguna parte de mi cuerpo. Estaba completamente paralizado. Intenté gritar pero me vi incapaz. Quería encender la luz, pero por más que me esforzaba no pude mover la mano. De pronto, sentí una presencia detrás de mí, como una respiración, creí incluso escuchar voces, como murmullos. Me asusté mucho. Por fin conseguí mover el brazo y alcanzar el inte-rruptor de la luz. Poco a poco, fue desapareciendo mi angustia y volví a conciliar el sueño». En este caso,

apareció. Al poco tiempo empeza-ron fenómenos de ruidos, golpes y sombras. Tenía las experiencias es-tando acostada. Cuando cerraba los ojos, flotaba en el aire y veía caras», rememora. Hermelinda, de peque-ña, predecía la muerte de ciertas personas y entre sus visiones destacan las escenas de contenido apocalíptico.

Una vez, al despertar, se vio en una sala metálica y circular, rodeada de mandos. Describe su particular abducción del siguiente modo: «Estaba tumbada en una mesa de operaciones; la mesa estaba en el centro. Había una lámpara grande, redonda, arriba en el techo. Delante de mí había tres seres muy altos, vestidos con monos blancos, delga-dos… Mentalmente, me dieron la opción de verles las caras, pero me advirtieron que tenía que estar muy preparada para vérselas… Entonces yo, no sé por qué, decidí no verles

Los episodios vividos por Hermelinda Humanes (abajo) la impulsaron a elegir un camino más espiritual en su vida.

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tenemos cuando notamos que alguien nos mira y nos giramos y comprobamos que efectivamente nos están viendo. Fue entonces cuando en un ejercicio tremendo de voluntad conseguí despertarme. No había nada y mi marido seguía dur-miendo. Esta era la tercera vez que vivía una situación parecida. Las dos anteriores ocurrieron años atrás».

Otro testigo al que localicé en el momento de redactar estas líneas es Manuel Martín Guil, de 47 años y que reside en Las Cabezas de San Juan (Sevilla). A principios de marzo de 2015 tuvo la siguiente y espanto-sa experiencia…

«Me quedé dormido en el sofá. Serían las 3 y media ó 4 de la ma-drugada. No sé por qué me quería despertar. Tuve una sensación muy extraña. Abrí los ojos y veía todo perfectamente. Vi a mi mujer en-trar en el cuarto de baño. Intenté llamarla, pero las palabras me salían

tremenda y quise moverme, pero estaba totalmente paralizada. Al principio creí que dormía, pero luego me di cuenta que estaba despierta, pues era consciente de todo lo que ocurría a mi alrededor. Precisamente por ello, pude percatarme de la presencia de ‘alguien’. Noté un peso encima de mi cuerpo de cintura para abajo (como si se sentaran encima de mí). No se trataba de mi marido, quien en esos instantes yacía pláci-damente a mi lado y parecía ajeno a todo aquello. De hecho, le oía roncar, mientras yo luchaba por salir de aquella situación. Fue entonces cuando me entró un miedo atroz, pues era consciente de que lo que estaba viviendo era tan real como desconocido. Sin todavía asimilar del todo aquellos instantes, noté como ese peso se hacía mayor y ‘supe’ que ‘eso’ deseaba intimar conmigo. Es algo difícil de explicar, pero esa sensación es la misma que muchos

“ Este fenómeno ya era objeto de estudio mucho antes de popularizarse las abducciones alienígenas ”

PARAPSICOLOGÍA

el protagonista no percibió ninguna extraña entidad en su dormitorio, pero es muy significativo que oyera una respiración y voces. Quizá, si la experiencia hubiese durado más tiempo, posiblemente habría capta-do presencias como ocurre en otros casos similares. Aunque no siempre la parálisis del sueño va acompa-ñada de imaginería hipnagógica visual, sí pueden experimentarse ciertas sensaciones muy intensas, como le ocurrió a la joven M. C., periodista de 30 años, que sintió una presencia muy real, aunque no visualizó ninguna entidad. Así me narraba su experiencia, evocando la angustia vivida en aquella noche: «Dormía plácidamente, cuando de repente, y sin saber por qué, me desperté. Escuché entonces un fuerte zumbido. Quise abrir los ojos pero no pude, parecía como si me hubiesen cosido los párpados. En-tonces me entró una desesperación

Manuel Martín (dcha.) vio a una especie de «buho» con alrededor de un metro de estatura en el pasillo de su casa.

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La sevillana María Antonia Aranda (derecha) vio cómo su vida cambiaba radicalmente a raíz de su experiencia con uno de estos «visitantes de dormitorio».

malos. Mª Antonia, con quien me he reunido varias veces, comenzó a tener sueños premonitorios y a ver OVNIs. Incluso ha protagonizado otros dos encuentros con el extraño ser de la escafandra. Aunque quizá lo que más le ha afectado en su vida tras su experiencia han sido sus reacciones adversas a los aparatos eléctricos. Cuando pasa al lado de un televisor, un ordenador, una fo-tocopiadora o una lavadora, incluso cuando tiene cerca un teléfono móvil, siente fastidiosos trastornos psicofisiológicos (vértigos, jaquecas, dolor de garganta, opresión torá-cica…). Tanto es así, que tuvo que dejar su trabajo en una oficina. Ha pasado un verdadero calvario. Los exámenes neurológicos y psiquiá-tricos a los que se ha sometido (y cuyos informes obran en mi poder), descartan que la paciente sufra algún trastorno psicopatológico. Es una mujer normal, según los estu-dios médicos.

¿TRASTORNOS DEL SUEÑO?La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño ICSD-2 de 2005 define las parasomnias como trastornos de la conducta o com-portamientos anormales que tienen lugar durante el sueño. A ellas perte-nece la parálisis del sueño que, se-gún dicha clasificación, «consiste en

un ladrón, pero al abrir los ojos me encontré con un ser de dos me-tros, vestido de negro y que llevaba sobre la cabeza algo parecido a una escafandra. Ese ser no dejaba de mirarme». Asustada, la testigo intentó levantarse de la cama, pero no pudo, estaba totalmente parali-zada. «Entonces, medio dormida, noté un aire muy frío y desagra-dable que me daba en la cara. Al abrir nuevamente los ojos vi una especie de bola metálica, luminosa, flotando sobre mí, que me echaba ese aire… Segundos después, el ser se acercó hasta mi cama y me dijo mentalmente: ‘¡Te estoy rege-nerando…!’. Luego volví a quedar-me profundamente dormida».

Esa experiencia fue el desenca-denante de otros fenómenos anó-

PARAPSICOLOGÍA

malamente y muy bajitas, no podía pronunciar bien su nombre. Me en-contraba paralizado, agarrotado, no me podía mover… En ese momen-to vi a unos 5 metros de mí, junto al pasillo, una figura parecida a un búho, de color negro y con los ojos rojos, de un metro de altura aproxi-madamente. Me miraba fijamente. Entonces mi mujer se acercó hasta mí y, al tocarme, ya pude moverme y aquel ‘bicho’ desapareció».

Me confiesa que en otras ocasio-nes anteriores ha sufrido parálisis del sueño, con la sensación de que «algo se montaba en lo alto, sintien-do un peso sobre mí y sin poder moverme, y eso siempre me ha pasado en un punto intermedio en-tre el sueño y el despertar», aunque asegura que nunca había presencia-do una entidad como esta vez.

No estamos ante un fenómeno contemporáneo. Las experiencias de VdD se han dado a lo largo de la Historia y en todas las culturas (bajo el apelativo de ángeles, demonios, espíritus, hadas, duendes…). Tene-mos casos procedentes de los con-textos místico, demonológico, eso-térico y espiritista… Y mucho antes que la ufología, ya la parapsicología se había encargado de estudiarlas en cierta medida. No sabemos si el fenómeno varía deliberadamente su forma de manifestarse para ade-cuarse al contexto en el que hace acto de presencia (‘mimetización transitoria’ lo denominé en su día) o somos nosotros quienes ador-namos dicho fenómeno con ele-mentos propios del folklore popular (proyección inconsciente). «Es evidente que se trata de formas similares a las del folklore y la mi-tología, y me parecen demasiado etéreas, simbólicas y arquetípicas para poder considerarlas seres ex-traterrestres que provienen de las estrellas», afirma Michael Grosso al referirse a esta clase de entidades.

Otro de los casos más sorpren-dentes de VdD que he tenido la oportunidad de estudiar es el protagonizado por la sevillana Mª Antonia Aranda, ex administrati-va de profesión. Esta mujer de carácter afable vio cómo su vida cambió radicalmente hace años, a raíz de la aparición que tuvo en su dormitorio. «Yo estaba dormida y fui despertada por una fuerte respi-ración –comienza a relatarme–. Creí por un momento que se trataba de

Según el Libro de Mormón, Joseph Smith fue visitado en su dormitorio por el ángel Moroni.

NO SON EXPERIENCIAS AISLADASLas experiencias de «visitantes de dormitorio» forman parte de un conjunto de anomalías vividas por determi-nadas personas que, entre los 8 y 11 años, comienzan a protagonizar esporádicos episodios de percepción extrasensorial (ESP) que se van volviendo más frecuen-tes y complejos con el paso del tiempo, lo cual influye enormemente en su personalidad y en su sistema de creencias. En mis investigaciones, he podido constatar asimismo que el fenómeno «impregna» a otros habitan-tes de la casa, además de ser hereditario, o eso es lo que se deduce. Quizá exista una predisposición genética o se produzca una especie de «contagio psíquico», realmente no lo sé con exactitud, pero lo cierto es que al recoger esos testimonios he comprobado que los familiares más cercanos al testigo también han vivido encuentros similares con seres invisibles y han percibido ruidos extraños, golpes (raps) u otros fenómenos anómalos. En el caso de la contactada Julia García, su hija María del Mar, a la edad de 8 años (la misma con la que su madre comenzó a vivir experiencias visionarias), presenció estando acostada una entidad junto a su cama, que iden-tificó como un «ser alto, moreno, con túnica blanca y con un crucifijo». Con posterioridad, observó a otro miste-rioso «visitante», aunque en esa ocasión era «rubio, con pelo largo y ojos rasgados». Ha vivido también otra serie de fenómenos anómalos en su casa. Antonio Contreras, marido de Julia y padre de María del Mar (arriba, en la imagen), estando una noche acostado oyó el ruido de una puerta, así como murmullo y pasos de gente. De im-proviso y cuando iba a levantarse para averiguar si eran ladrones, observó un enorme ojo que se acercó hacia él y asustado llamó a su esposa, que permanecía dormida. Respecto al caso de Hermelinda Humanes, su marido, Carlos, pese a ser escéptico ante estos hechos, admite que a veces ha presenciado fenómenos inexplicables en su casa, como por ejemplo encenderse y apagarse la luz de la habitación sin que exista avería alguna que lo justifique. Por su parte, algunos familiares de Vicente F., como su sobrino, también han vivido en sus propias car-nes la presencia de sombras en la oscuridad de la noche y avistamientos de luces anómalas en los cielos.

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una incapacidad para hablar y realizar cualquier movimiento voluntario con la cabeza, el tronco o las extremida-des, debido a una pérdida completa del tono muscular. Los episodios suelen suceder al inicio de las fases de sueño REM o en la transición sueño-vigilia. Pueden durar unos se-gundos o incluso minutos. Durante los mismos, especialmente si son los primeros episodios, el sujeto puede experimentar intensa sensa-ción de ansiedad, y puede también tener alucinaciones».

Las alucinaciones hipnagógicas, según los estudios realizados, son muy vívidas, luminosas y breves. El psicólogo y parapsicólogo Alejandro Parra afirma que «aunque las mo-dalidades visuales y auditivas son dos de las formas más comunes de imaginería hipnagógica e hipnopóm-pica, también pueden ocurrir la olfa-tiva (olores), gustativa (sensaciones agradables o desagradables en la boca), táctil (sensación de contacto), térmica (frío o calor intensos que se experimentan como provenientes del exterior), y cenestésica (sensa-ción de movimiento)».

Respecto a la parálisis del sueño, el doctor Jorge Iriarte, del Departamento de Neurología de la Universidad de Navarra, señala que «puede ser un fenómeno aislado o aparecer ligado de modo familiar o asociado a otros datos

clínicos de la narcolepsia. Es frecuente, calculándose que el 40-50% de sujetos normales puede tener al menos un episodio a lo largo de su vida y que de forma repetida aparece en el 3-6% de la población. Son factores predis-ponentes los hábitos irregulares de sueño, el jet-lag, el stress o situaciones de cansancio. Tam-bién se asocia a enfermedades psiquiátricas o a experiencias de creencias particulares. El registro polisomnográfico muestra atonía con actividad electroencefalográfi-ca de vigilia y movimientos de par-padeo. Si producen preocupación se puede intentar tratarlos con antidepresivos tricíclicos».

Pero ¿pueden explicarse así todos los casos? ¿Realmente son episodios alucinatorios o hay algo más? «Más que hablar de delirios u otras psicopatologías debiéra-mos pensar en los Estados Alte-rados de Conciencia (EAC), cuyo proceso, ligado a las influencias socio-culturales, creencias, etc., daría como resultado una expe-riencia anómala (viaje astral, espíri-tus…)», aduce Hilary Evans en su magnífica obra Alternate States of Consciousness (1989).

Estoy convencido de que duran-te esa fase crepuscular se pone en marcha algún mecanismo psíquico idóneo que permite al

PARAPSICOLOGÍA

LOSDETALLES

DEL FENÓMENO EXCEDEN LAS PATOLOGÍASCONOCIDAS

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sujeto entrar en conexión con otros niveles de la realidad (¿otras dimensiones?) y protagonizar experiencias visionarias con una gran carga arquetípica y mitológica, pero no por ello irreales. Sería algo parecido a lo que ocurre durante el trance mediúmnico o el éxtasis místico. Sinceramente, no creo que todo nazca en la mente del perceptor. Hoy se habla en ciertos ámbitos científicos de la existencia de otras «realidades» no visibles por nuestros sentidos físicos. Es posible que, junto a nuestro marco espacio-temporal, coexistan otras dimensiones, como propone la mo-derna física teórica. Quizá, en esos EAC –que, por supuesto, no son patológicos y pueden originarse por múltiples causas– nuestra mente consigue sintonizar con ciertas «frecuencias interdimensionales» (no sé qué término más adecuado emplear) que nos es imposible cap-tar en el estado normal de vigilia. A través de esa «ventana» o «túnel» que se crea entre ambos mundos cuando nuestra mente está en la fase crepuscular (lo mismo que cuando está sometida a privación sensorial, bajo los efectos de cier-tas drogas alucinógenas o en medi-tación profunda), ¿lograrían ciertas criaturas extrahumanas penetrar en nuestra realidad, hacerse visibles por unos instantes e interaccionar con nosotros? Lo cierto es que aquí han estado siempre, moviéndose entre el mundo visible e invisible, entre el sueño y la realidad, nunca mejor dicho. Sin lugar a dudas, son experiencias extraordinarias que producen un tremendo impacto en quienes las viven (al margen de

de los casos de VdD, al menos de aquellos más complejos y extraños (siempre manteniendo una duda prudente). Referirnos a simples alu-cinaciones oníricas sería minimizar considerablemente el problema, a mi modo de entender. Si fuese así, ¿cómo explicar que estos epi-sodios vengan precedidos de una amplia fenomenología paranormal que ha acompañado al protagonis-ta desde su infancia? ¿Por qué, a veces, la entidad porta un objeto en sus manos cuya función parece que es facilitar la comunicación telepática con el testigo? ¿A qué se debe que esta clase de «aluci-nación» –y no otras– desencadene efectos tan extraordinarios en el sujeto, desde un desarrollo de las facultades ESP (percepción extra-sensorial) hasta un despertar de la conciencia? ¿Cómo es que algunos familiares perciben ruidos, sombras y otros fenómenos parafísicos en esos precisos instantes?

PSIQUISMO PROPICIO Al margen de los factores psico-lógicos que subyacen en el fondo de estas experiencias anómalas (que nos revelan muchos aspec-tos de nosotros mismos en clave simbólica) y del papel que juega la sugestión (debido a la componen-te emocional generada por estas fantásticas visiones), no podemos descartar a priori la posibilidad de que interaccionen en nuestro mundo «entidades» no humanas que adoptan diversas formas y que aprovechan ciertos estados psíquicos propicios (como los que tienen lugar durante la fase cre-puscular) para «dejarse ver». n

La parálisis del sueño se viene investigando científica-mente desde el siglo XVII. El primer estudio objetivo se debe al médico holandés Isbrand Van Diemerbroeck, autor de un trabajo titulado De la pesadilla, publicado en 1664, donde describía las parálisis del sueño y las aluci-naciones hipnagógicas sufridas por una mujer de 50 años, quien aseguraba que el diablo (íncubo) se sentaba sobre ella, quedando totalmente paralizada, sin posibilidad de mover sus miembros, teniendo una fuerte sensación de presión en el pecho, así como de asfixia y ahogo.

la influencia ejercida por la cultura popular en la imaginería de estas presencias invisibles). Bajo un EAC, el sujeto abre su conciencia y traspasa las barreras espacio-tem-porales, conectando con otras di-mensiones. «En las profundidades de nuestra conciencia, y no en una fuente externa, está el verdadero lugar en que habrá que intentarse la conexión», señalaron Brad Steiger y John White.

En definitiva, la hipótesis inter-dimensional es la que considero más sugerente y factible a la hora de explicar el origen y la naturaleza

¿SABÍAS QUÉ…?

En opinión del autor, vincular el fenómeno con simples alucinaciones oníricas sería minimizarlo.

EXPERIENCIAS PARANORMALES EN ENTORNOS SALVAJES: UNA VENTANA HACIA LA CURACIÓN ESPIRITUAL

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EN LA

NATURALEZAENCUENTROS MÍSTICOS

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EXPERIENCIAS PARANORMALES EN ENTORNOS SALVAJES: UNA VENTANA HACIA LA CURACIÓN ESPIRITUAL

Hace un par de años, es-tando de vacaciones en Cornualles, fui a dar un paseo con mi hermana por la playa. Hacía buen día, el mar, los acantila-

dos y el cielo eran perfectos. Había estado en ese lugar con frecuencia, pero esa vez sentí algo extraño… Mi hermana se alejó, me quedé solo y pareció como si se hubiera parado el tiempo. No podía pensar en nada, sentí como si estuviera ‘en otro lugar’. Era parte de algo más grande que me sobrepasaba… Se trataba de una pequeñísima porción de un gran todo. Era consciente de que mis ojos no solo miraban, sino que sentían la belleza de todo lo que ha-bía allí para la eternidad». Este relato, descrito por Meg Maxwell y Verena Tschudin en su obra Viendo lo invisible: experiencias religiosas mo-dernas y otras trascendentes (1990), reúne muchas de las características presentes en un tipo de vivencia sublime que han protagonizado un buen puñado personas corrientes. Sin embargo, a diferencia de otras

consideradas anómalas, como por ejemplo

las experien-cias cer-

A DIFERENCIA DE OTRAS EXPERIENCIAS ESPIRITUALES, LAS ACAECIDAS EN CONTACTO CON LA NATURALEZA APENAS HAN SIDO OBJETO DE INVESTIGACIÓN. ¿CUÁL ES LA TRASCENDENCIA DE LAS MISMAS? ¿DE QUÉ FACTORES DEPENDEN? ¿QUÉ LES SUCEDE A LAS PERSONAS QUE EN UN ENTORNO NATURAL PROTAGONIZAN ESTADOS DE CONCIENCIA DE CARÁCTER EXTÁTICO Y SUBLIME? ¿CUÁL LA VERDADERA IMPORTANCIA DE ESTA CLASE DE VIVENCIAS PARA LA ESPECIE HUMANA?

TEXTO Y FOTOS ISABELA HERRANZ

canas a la muerte, pocos investiga-dores modernos las han estudiado en profundidad. Uno de ellos es el británico Paul Marshall, experto en los campos del misticismo y la con-ciencia, quien ha escrito, entre otras, una obra de culto sobre el tema que nos ocupa: Encuentros místicos con el mundo natural (2005).

ASCETAS Y ECOLOGISTASMás allá de conocidos místicos de la naturaleza como William Blake, Henry Thoreau y Walt Whitman, la investigación que hemos llevado a cabo para este reportaje nos ha hecho descubrir a otras figuras clave en el desarrollo de la moderna conciencia medioambiental. Es el caso de la escritora norteamericana Charlene Spretnak (arriba, en la ima-gen), principal exponente del deno-minado ecofeminismo. No en vano, su libro Política verde (1984) cons-

tituyó el catalizador fundamental para la formación del Partido

Verde estadounidense, del que fue cofundadora en

el mismo año de pu-blicación de su obra.

Décadas después, en 2006, fue

CREENCIAS Y ESPIRITUALIDAD

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incluida entre los «100 ecohéroes de todos los tiempos» por el Depar-tamento de Medio Ambiente del Gobierno británico.

Spretnak ha sugerido que una forma esencial de experimentar momentos sublimes es permane-ciendo en un bosque. Allí debemos observar con cuidado nuestro fluir interno y lo que acontece en el exterior, en completo silencio y con el espíritu alerta. La escritora ha descrito algunos de los instantes inefables que la han convertido en una de las principales pensadoras feministas de nuestra época: «En la vida hay momentos sagrados en los que experimentamos de forma racional y muy directa que la separación, la linde entre nosotros y otras personas y entre nosotros y

la naturaleza, es ilusoria. La unidad es la realidad».

Sin duda, la trayectoria vital de Spretnak, tan volcada en la defensa del medioambiente, ha tenido mu-cho que ver con esos momentos de unidad con la naturaleza. Lo mismo podría decirse del fundador en 1892 del Sierra Club, el primer grupo conservacionista de la his-toria. Nos estamos refiriendo al naturalista John Muir (1838-1914), cuyos escritos filosóficos sobre la naturaleza, la vida salvaje y la conservación de los grandes espa-cios ejercieron un notable impacto en la sociedad de su época. Sus experiencias constituyeron para él auténticos éxtasis religiosos en los que se sintió plenamente libre: «Estas montañas benditas están

tan repletas de la belleza divina que todo anhelo o experiencia personal se difumina. Todo el cuerpo percibe esa belleza cuando se expone a ella, y siente la luz del sol entrar no solo por los ojos, sino también por toda la carne como calor radiante, produciendo un apasionado y deli-cioso resplandor extático».

PEQUEÑOS MÍSTICOSSu compatriota, la escritora Annie Dillard, ganadora del prestigioso Premio Pulitzer de no ficción en 1974, también ha descrito experien-cias trascendentes en la naturaleza, durante las cuales se sintió como si fuera una campana inmensa que estaba siendo tañida. En el trans-curso de una estancia solitaria al sur de los Apalaches, comparó su

Annie Dillard vivió experiencias místicas en la naturaleza.

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puede acontecer en circunstancias muy diversas y en todo tipo de per-sonas, niños incluidos.

Paul Marshall ha repetido en numerosas ocasiones que no es preciso poseer ninguna caracterís-tica especial para disfrutar de esta clase de vivencias: «Mucha gente corriente las protagoniza. No tienes por qué ser espiritual ni creativo. Una encuesta efectuada en EE UU mostró que el 10% de los que res-pondieron había experimentado una sensación de unidad y que formaba parte de un todo».

Pero no solo las protagonizan los adultos, sino que entre los niños son si cabe más frecuentes: «Los niños están especialmente abiertos a es-tas experiencias porque sus mentes están menos desordenadas y su sentido de lo maravilloso todavía no se ha visto atenuado por la familia. Los adultos a veces miran hacia atrás y recuerdan momentos de su infancia de especial conexión con el mundo natural. Pero a medida que van sufriendo las distracciones y complejidades de la adolescencia y su creciente autoconciencia, esos instantes especiales suelen perder-se», explica Marshall.

ÉXTASIS ESPIRITUALESEfectivamente, como apunta el monje y escritor católico Wayne Teasdale, parafraseando al poeta William Wordsworth, «los niños son místicos de la naturaleza. Se acercan a lo divino a través del mundo natural. Es el medio por el que disfrutan y procesan sus vivencias religiosas». Sin embargo, no está tan clara cuál es la esencia de las mismas.

A la canadiense Caroline Franks Davis, autora de La fuerza proba-toria de la experiencia religiosa (1989), le impresionaban las viven-cias infantiles que no mostraban ninguna conexión con la educación religiosa de los niños. La escritora resumió en su obra La visión origi-nal (1977) las observaciones más relevantes de un estudio efectuado por Edward Robinson: «Antes de la experiencia, algunos no habían tenido ninguna clase de educación religiosa. Muchos estaban familia-rizados con algunos conceptos re-ligiosos, pero no con aquellos que les había revelado la experiencia, y otros tantos ni siquiera conectaron los conceptos religiosos de la ‘cate-

“Un 10% de aquellos que respondieron a la encuesta, dijeron haber experimentado la sensación de que eran parte de todo ”

vivencia «con la sensación de estar vacía y hueca; te inunda la gracia como un hombre que llena su copa bajo una cascada». No hay duda de que el paisaje de Norteamérica –Muir afirmaba que a veces tenía la sensación de disolverse en el mismo– posee unas cualidades tan excepcionales que no sorprende que haya servido de fundamento espiritual para los modernos movi-mientos de defensa y conservación de la naturaleza. Pero no hace falta encontrarse ante la inmensa gran-deza de ese horizonte para disfrutar de una experiencia sublime. Ésta

ANATOMÍA DE UNA VIVENCIAFactores y circunstancias desencadenantes:-Buen tiempo atmosférico.-Estado de ánimo (tensión psicológica, euforia, mente en blanco, etc.).-Entorno natural solitario, silencioso, etc.-Estar llevando a cabo una actividad relajada como pasear o estar sentado; leer un texto inspirador en la natu-raleza; mirar el mundo exterior desde una ventana; contemplar un árbol, una planta, un cristal, una roca, una montaña, las olas del mar, las nubes, los pájaros en vuelo, un amanecer o atardecer, las estrellas en el cielo… Sensaciones:-El yo y el mundo natural se perciben como una unidad, saber profundo, sensación de contacto con la realidad, autotrascendencia, experiencia alterada del tiempo, luz, bendición y amor.-Se puede tener la impresión de que la muerte no es el final de todo, ya que son frecuentes las sensacio-nes de inmortalidad, así como de vidas pasadas y futuras.Beneficios de la experiencia:-Actúa como una intervención curativa, ya que suele producirse en periodos de gran estrés psicológico y aporta alivio a corto plazo y mayor estabilidad y felicidad a largo plazo. -Puede funcionar como un evento de conversión, ejerciendo una profunda influencia en la visión intelectual y espiritual del sujeto.


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misma las contempla así o bien porque alguien desde fuera –por ejemplo, su psiquiatra– la convence de que es algo que hay que elimi-nar, entonces ese individuo hará todo lo posible para rechazarlas, estableciéndose así un conflicto psíquico entre esa tendencia es-pontánea a experimentarlas y su yo racional que intenta eliminarlas. Esto es lo que suele ocurrir cuando se las analiza como síntoma de una enfermedad mental que debe suprimirse. En cambio, si se ayuda a esa persona a interpretar esos fenómenos como una parte natural de su psiquismo, entonces podrá

integrarlos y aceptarlos como algo positivo y enriquecedor».

Por su parte, el psiquiatra Juan José Mancheño Barba apunta esto otro: «Cuando estas experiencias se producen con mediación artificial –cosa que se puede hacer fácilmen-te–, no tienen más valor que un sueño. En cambio, si se obtienen de manera tranquila a través de la meditación, o incluso mediante rituales iniciáticos –sin necesidad de sustancias psicotrópicas, pero sí en un entorno natural con música, dan-za, etcétera–, entiendo que poseen un gran valor individual para el desa-rrollo personal y espiritual. Entonces se genera un cambio en la visión del mundo y una mejor comprensión del ser. Si la experiencia tiene lugar sobre todo a través de un proceso natural, desarrollando valores como la tolerancia o la compasión, siem-pre será positiva y reafirmará al indi-viduo en esos valores».

Salvo excepciones, las vivencias de este tipo suelen ser muy be-neficiosas para sus protagonistas, como confirma el testimonio de Muz Murray: «Me encontraba en Chipre en enero de 1964, tras siete años vagabundeando por el mun-do, cuando sucedió. Había sufrido muchas privaciones y confusión

El psiquiatra José Mancheño Barba (arriba) dice que las vivencias místicas suelen ser beneficiosas.


quesis’ con sus vivencias, porque los mismos eran totalmente inade-cuados e ingenuos».

En su obra Éxtasis: un estudio de algunas experiencias religiosas y laicas (1961), la escritora inglesa Marghanita Laski, atea confesa, no solo popularizó el término «desenca-denante», sino que prestó profunda atención a las circunstancias en las que una persona puede tener una experiencia mística. En dicho libro –que ha sido comparado en importancia con Las variedades de la experiencia religiosa, de William James–, Laski recoge los resultados de diversas encuestas sobre los desencadenantes de las experien-cias místicas, tanto en las personas creyentes como en las no creyen-tes. Para los cristianos, los más habi-tuales eran el arte (30%) y la religión (17,5%), mientras la naturaleza solo figuraba en un 15%. En cambio, para los no creyentes la naturaleza –con un 20,2%– solo era superada por el sexo (21,5%).

RITOS INICIÁTICOSMuchas de las circunstancias y factores que originan la experiencia nos resultarán familiares, otras no tanto: «Las vivencias místicas en un entorno natural parecen fomentarse por una serie de factores, incluidos la belleza o carácter impresionan-te del escenario, los sonidos y fragancias y la calma mental que infunden. De hecho, todo lo que reduzca la cháchara incesante que llena nuestra mente puede disparar una vivencia de esta clase», explica Paul Marshall. Sin embargo, no sólo se producen en entornos bellos, tal como apunta éste: «De hecho, uno de los desencadenantes más habituales es el estrés psicológico. Cuando eso sucede, las experien-cias actúan con frecuencia como una intervención curativa, produ-ciendo una mayor perspectiva sobre la vida, más allá de las dificultades corrientes, y la sensación de que todo está bien como está».

En relación con la bondad de estas experiencias, hemos consul-tado a varios psiquiatras españo-les. Uno de ellos, Javier Álvarez, señalaba lo siguiente al respecto: «Todo depende de cómo esa persona interprete, o mejor dicho, de cómo sea capaz de interpretar esas vivencias: si las concibe como algo negativo, bien porque ella

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MAESTRO ESPIRITUAL de la comuni-dad Gandalf´s Garden, Muz Murray comenzó su andadura mística tras una experiencia en la naturaleza.

MÍSTICOS Y FENÓMENOS PARANORMALES¿Existe alguna diferencia entre los fenómenos paranormales y las experiencias místicas? Según algunos especialistas, los primeros son sucesos de menor calado que las segundas, pero otros han criticado tal visión porque los límites entre ambos son difusos. Precisamente porque los místicos han descrito habilida-des y fenómenos paranormales en sus prácticas de meditación, el investigador Paul Marshall ha planteado que si los fenómenos paranormales a veces evolucionan en estados místicos, ¿no será esa una señal de que los primeros son prefiguraciones de los segundos, dado que la telepatía y la clarividencia son formas embrionarias de conocimientos místicos, y que la precognición, la retrocognición y la revisión de la vida suelen formar parte de experiencias místicas como las que acaecen en contacto con la naturaleza? Un ejemplo clarísimo de fusión entre luz, conciencia y amor durante un paseo por la naturaleza fue recogido por W. Winslow Hall en su obra Observed Illuminates (1926): «La conciencia de H. B. se expandió al unísono con una luz dorada, y hubo conciencia de que esta luz es o en ella hay un espíritu de amorosa, vigilante y sonriente belleza». Es habitual que los colores, sonidos y otras sensaciones se fundan dando lugar al fenómeno de la sinestesia.

emocional durante mis viajes. Aca-baban de robarme el dinero y llegué al puerto de Limassol con solo siete libras y media en el bolsillo. Estaba en una encrucijada sin saber qué camino tomar. Un par de noches después, mientras estaba sentado muy tranquilo y relajado, mirando

distraídamente el resplandor del mar al atardecer, comencé a sentir una extraña presión en el cerebro, como si una mano amorosa me acariciara deliciosamente la nuca y me atravesara el cráneo… Sentí una emoción indescriptible, como si todo el universo se estuviera vertien-

do en mí… Mi ‘alma’ se emocionó y expandió, y mi conciencia atravesó el océano y el cielo y navegó por el espacio. De este modo me sentí impregnado con la comprensión de nuestra relación con lo que otros llaman ‘Dios’, aún sin tener una idea clara del significado de la palabra. Este acontecimiento cambió todo el curso de mi vida».

EXPERIENCIAS CURATIVASEsta vivencia de Murray, recogida por Nona Coxhead en La relevan-cia de la felicidad: una exploración contemporánea de la experiencia mística (1985), no deja dudas de que se trató de una notable «ex-periencia de conversión», ya que tras varios años de búsqueda, su protagonista terminó por convertir-se en el maestro espiritual Ramana Baba, fundador de la comunidad mística londinense conocida como Gandalf’s Garden.

En relación con el hecho de que algunas veces estas experiencias parecen servir para algo o tener un propósito, Paul Marshall cree que pueden actuar como intervencio-nes curativas, sobre todo cuando acaecen durante periodos de estrés psicológico: «Pueden ser transfor-


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¿SABÍAS QUÉ…? Al reclamar respeto y aprecio por la na-

turaleza, el clérigo y poeta inglés Thomas Traherne (1636-1674) se anticipó en más de un

siglo al movimiento romántico, aunque su obra magna, Siglos de meditaciones, no fuera publicada hasta 1908, tras haberse redescubierto el manuscrito. A Tra-herne se le venera como un santo en la religión anglicana, de ahí que en la capilla Audley, dentro de la catedral inglesa de Hereford, haya vitrales que reflejan sus éxtasis ante las bellezas de la tierra.

rez–. Todos poseemos esa función y estamos, por tanto, dotados para experimentarlas. Ahora bien, hay personas en las que esa capacidad cognitiva está especialmente de-sarrollada, al igual que ciertos indi-viduos nacen con un don especial para la música o las matemáticas».

PASEOS SOLITARIOSPara explicar los encuentros mís-ticos en la naturaleza, Juan José Mancheño recurre a la química cerebral: «Desde los estudios de Szára, Callaway y posteriormente Strassman, parece que el mundo sensorial que se despliega ante nuestra conciencia se relaciona con una sustancia llamada dimetiltrip-tamina. Algunos la vinculan con la glándula pineal, pero lo importante

es que nuestro organismo la sin-tetiza y se sabe que es un potente alucinógeno».

Paul Marshall indica que «no hay forma de provocar las experiencias y, de hecho, buscarlas activamente –con drogas, por ejemplo– puede ser contraproducente». Por el contrario, apunta que «suele ser de ayuda todo aquello que aquiete la mente y/o disminuya el sentido individual de separación del mundo y de los otros, como la meditación o el tiempo pasado en la naturaleza». Marshall afirma que los paseos largos y solitarios en la naturaleza nos llevan al límite, así que prueben ustedes, queridos lectores, a pasear en solitario… Puede que disfruten de alguna maravillosa experiencia de fusión con la divinidad. n

LA BELLEZA de la naturaleza no sólo puede provocar viven-cias místicas en el observador, sino que también aquieta la mente y nos tranquiliza.


madoras, del mismo modo que lo son las cercanas a la muerte. A cor-to plazo, ayudan a las personas en etapas difíciles en su vida. A largo plazo, pueden favorecer una reo-rientación espiritual, generando una mayor tolerancia mediante el descu-brimiento de la unidad subyacente de todos los seres y el significado del amor. Es interesante reconocer que las experiencias no son un fin en sí mismas, sino invitaciones para mirar más profundamente y trabajar sobre uno mismo, sacando a la luz cualidades que uno ha vislumbrado e integrándolas en la personalidad. También pueden ser sucesos de conversión, ejerciendo una profunda influencia en la visión intelectual y espiritual de los sujetos».

Precisamente porque son tan benéficas –a pesar de las profundas catarsis que a veces conllevan–, habrá personas que deseen provo-carlas de algún modo, aunque sea forzándolas. Sin embargo, no pare-ce que esa sea la vía más adecuada para conseguirlo. Si las circunstan-cias son propicias, el cerebro las produce de forma natural: «Estas experiencias son expresión de una función cognitiva de nuestro cere-bro por medio de la cual tenemos acceso a intuiciones fulgurantes y clarividentes –expresa Javier Álva-

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EL DIOS EXTRATERRESTRE QUE MANIPULÓ A LA HUMANIDAD

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HISTORIA IGNORADA

TUMBAS DE GIGANTES EN MARRUECOS

En las montañas del Atlas y entre las arenas del Sahara se oculta el legado de los antepasados del pueblo bereber. Extraños petroglifos y tumbas de dioses ciclópeos forman parte de ese fascinante tesoro arqueológico.

CONTACTOS CELESTIALES Y PSICOGRAFÍAS

Escasamente conocida, la mística española Sor María de la Antigua fue protagonista de asombrosos trances extáticos, anuncios de índole profética y otras vivencias extraordinarias, hechos que quedaron reflejados en sus libros de memorias.


TLAHUELPUCHIS: VAMPIRAS EN MÉXICO

Los mazahua y otros pueblos nativos mexicanos conservan entre sus tradi-ciones la creencia en que, en tiempos no tan remotos, brujas bebedoras de sangre saciaban sus apetitos con los inocentes cuerpos de bebés con pocas semanas de vida.

UNA NIÑA, SALVADA POR LA DAMA BLANCA

En 1979, una niña de cuatro años anduvo perdida durante tres días en los alrededores de una localidad albacete-ña. Para sorpresa de todos, la pequeña apareció ilesa y relató que una «señora de blanco» la protegió y rescató.

PARAPSICOLOGÍA

SEVILLA: DEMONIOS EN EL CONVENTO

Trabajadores del ayuntamiento de Cazalla de la Sierra, antaño un con-vento, afirman haber sido testigos de la aparición de espectros en varios puntos del inmueble. Llamativamen-te, hechos similares fueron consta-dos en este edificio en el siglo XVII.

CÓRDOBA: VOCES INFANTILES DESDE EL MÁS ALLÁ

María Antonia Reyes vivió una auténtica pesadilla a causa de los sucesos para-normales que estaban produciéndose en su hogar, fenómenos que aparente-mente tendrían relación con un drama luctuoso acaecido en el pasado.

EN PORTADA

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CONTACTOS CON EL MÁS ALLÁ DE PACIENTES MORIBUNDOS Y SUS FAMILIARES

EXPERIENCIAS DE

MUERTE COMPARTIDAS

TEXTO MIGUEL PEDRERO

SON INFINIDAD LOS CASOS DE PERSONAS QUE ESTÁN ACOMPAÑANDO A UN ENFERMO EN SUS ÚLTIMOS INSTANTES DE VIDA Y QUE COMPARTEN CON ÉSTE SORPRENDENTES EXPERIENCIAS, COMO EL REPASO A LA VIDA DEL INDIVIDUO «EN TRÁNSITO», LA COMUNICACIÓN CON FAMILIARES YA FALLECIDOS O EL ENCUENTRO CON ENTIDADES ESPIRITUALES QUE TRANSMITEN CIERTOS MENSAJES. SE TRATA DE UN FENÓMENO UNIVERSAL DEL QUE TAMBIÉN HAN SIDO TESTIGOS MUCHOS MÉDICOS Y PROFESIONALES DE LA SALUD…

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El día que mi marido Johnny cumplió los 55 años, el médico nos dijo que tenía cáncer de pulmón y que le quedaban unos seis

meses de vida (…) Estuve siempre a su lado en el hospi-tal, y estaba abrazada a él en el momento de su fallecimiento. Cuando murió, pasó a través de mi cuerpo. Fue como una sensación eléctrica, como si metiese el dedo en un enchufe, sólo que mucho más suave (…) Al suceder aquello, ‘saltó’ a nuestro alrededor toda nuestra vida, y fue como si se tragara en un instante la habitación del hospital y lo que contenía. Todo era luz a nuestro alrededor, una luz viva, blanca (…) Todo lo que habíamos hecho estaba allí, en esa luz. Y vi también cosas de Johnny (…) Observé cosas que hacía antes de que nos casára-mos. Lo vi con chicas cuando era muy joven. Después las busqué en el anuario de su instituto, y pude encontrarlas, basándome sólo en lo que ha-bía contemplado en la revisión vital, durante su muerte».

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De este modo comienza una mujer llamada Dana el relato de su experiencia en el lecho de muerte de su marido. Se trata de una de las decenas de informantes que compartieron estas vivencias con el psiquiatra Raymond Moody, que acabó publicándolas en un libro titula-do Destellos de eternidad (Edaf, 2010), escrito en coautoría con el periodista científico Paul Perry.

Según Dana, durante la re-visión de la vida de Johnny –circunstancia también común en los casos de experiencias cercanas a la muerte– surgió en la estancia la figura de una niña pequeña, que la mujer recono-ció, no sabe explicar cómo, con una bebé que perdieron a causa de un aborto natural cuando ambos eran muy jóvenes. Por otro lado, resultaba curioso que ciertas partes de esa película de la vida de Johnny estuvieran censuradas por una especie de paneles, como si «algo» no per-mitiera a Dana contemplar esas escenas de la existencia terrenal de su esposo.

Más desconcertantes todavía son aquellos casos en los que no

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PARAPSICOLOGÍA

médica. Sus trabajos se publicaron

en las más importantes revistas científicas y recibió 28 títulos de doc-tora honoris causa por otras tantas universidades. Sin embargo, Kübler-Ross comenzó a referirse a un asun-to tabú en el ámbito de la medicina: las experiencias con el más allá y los contactos con sus familiares falleci-dos de los moribundos. Su práctica profesional cotidiana le aportaba constantes vivencias que trascen-dían el ámbito de nuestro mundo material, y un día decidió que no valía la pena callarse por más tiempo ante una serie de fenómenos tan trascendentes. Muchos de sus co-legas le retiraron la palabra y dejaron de invitarla a congresos médicos y actos universitarios. También co-menzó a recibir furibundos ataques e incluso algunos científicos la acu-saron en público de sufrir trastornos mentales. Sin embargo, la valiente psiquiatra no se arredró. Al contrario, comenzó a investigar con mayor interés este tipo de cuestiones. Después de décadas compartiendo los últimos instantes de vida de

uno sino varios testigos observan los mismos extraños fenómenos alrededor de un familiar o amigo en proceso de tránsito al «otro lado». Moody refiere el testimonio de una mujer de Atlanta, quien le contó al psiquiatra que ella y dos hermanos que se encontraban en una habita-ción de hospital apurando los últi-mos instantes de vida de su madre, vieron cómo una luz de procedencia desconocida –«no se parecía a nin-guna luminosidad de la Tierra», dijo la informante– inundaba la estancia. En ese instante, su madre expiró, al tiempo que alrededor de los atóni-tos testigos aparecían unas peque-ñas luces brillantes que terminaron tomando la forma de una entrada «que producía una sensación de gozo indescriptible». Cuando todo terminó, le contaron a una enferme-ra lo sucedido, quien los tranquilizó diciéndoles que esta clase de he-chos eran muy comunes.

LA MUERTE, UN AMANECERHasta hace no demasiados años, las personas que estaban en proce-so de dejar este mundo morían en soledad. Únicamente médicos y en-fermeras trataban de hacer ese tran-ce menos doloroso, al menos en lo que concierne al aspecto físico. Sin embargo, numerosos estudios en el campo de la tanatología están cambiando radicalmente esta visión tan materialista de la muerte. Cada vez son más los especialistas que se esfuerzan en explicar que morir es un proceso biológico tan normal

Raymond Moody (arriba) investigó decenas de casos de experiencias de muerte compartidas, protagonizadas no sólo por familiares de moribundos, sino también por personal médico.

como el nacimiento, y que,

por tanto, el desenlace de nuestra existencia física debe contar con el aliento, la cercanía emocional, la comprensión y el amor de los seres que nos quieren.

La principal responsable de este cambio de actitud en los profesio-nales de la medicina tiene nombre de mujer: Elisabeth Kübler-Ross (1926-2004), médico psiquiatra que dedicó su vida a entender, acompa-ñar y ayudar a personas que esta-ban en proceso de abandonar este mundo y a sus familiares. Su labor puede resumirse en la siguiente frase, que Kübler-Ross solía repetir en público: «La muerte puede ser una de las vivencias más grandes. Ahora nos damos cuenta de que no hace falta curar para sanar. Sólo tenemos que proporcionar alivio al dolor, cariño y amistad. Morir es tan natural como nacer».

La psiquiatra se convirtió en una persona muy popular y obtuvo el reconocimiento de la comunidad

hace notar Kübler-Ross: «En el acontecimiento espiritual del pasaje no se está solo, como tampoco estamos solos en la vida cotidiana, pero esto no lo sabemos. Por tanto, en el momento de la transforma-ción, nuestros guías espirituales, nuestros ángeles de la guarda y los seres queridos que se fueron antes que nosotros, estarán cerca de nosotros y nos ayudarán. Esto nos ha sido confirmado siempre, así que ya no dudamos nunca de este hecho. ¡Notad bien que hago esta afirmación como hecho científico! Siempre hay alguien para ayudarnos cuando nos transformamos. Gene-ralmente son los padres o madres que nos han ‘precedido’, los abuelos o abuelas (…), y frecuentemente llegamos incluso a encontrar a per-sonas que ignorábamos estuviesen ya del ‘otro lado’».

A lo largo de su carrera, la psiquia-tra se topó con un buen número de casos absolutamente sorpren-dentes: niños que se encontraban en proceso de tránsito al más allá y que desconocían que horas o días antes alguno o algunos de sus familiares habían fallecido, a causa fundamentalmente de accidentes

miles y miles de individuos, Kübler-Ross llegó a la siguiente conclusión, tal como dejó escrito en su libro La muerte, un amanecer (Luciérnaga, 2015): «La muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, de la misma manera que la mariposa deja su capullo de seda. La muerte es el paso a un nuevo estado de con-ciencia en el que se continúa experi-mentando, viendo, oyendo, riendo, y en el que se tiene la oportunidad de continuar creciendo. La única cosa que perdemos en esta transforma-ción es nuestro cuerpo físico, pues ya no lo necesitamos (…) Ninguno de mis enfermos que haya vivido una experiencia en el umbral de la muerte, ha tenido a continuación miedo a morir, y quisiera subrayarlo, ¡ni siquiera uno de ellos!».

«MI MAMÁ ME ESTÁ ESPERANDO»La doctora se especializó en ayudar a niños en proceso de tránsito hacia el más allá. Los acompañaba a sus casas para que pudiesen morir en paz y preparaba a sus familiares para el desenlace. En general, los niños temen estar solos en el mo-mento de la muerte, pero como

UN CASO TRASCENDENTE A mediados de los años 60, el pres-tigioso médico psiquiatra Stanislav Grof (arriba) puso en marcha una innovadora iniciativa en el campo de los cuidados paliativos a enfermos en proceso de tránsito. Consistía en administrarles LSD –siempre bajo control médico– a fin de que experi-mentaran una apertura de conciencia que hiciera más llevadero el proceso de muerte. El proyecto se llevó a cabo en el Hospital Estatal Spring Grove (Baltimore, EE UU) y contó con todos los avales legales. Uno de los miembros del equipo de Grof era Walter N. Pahnke, médico por la prestigiosa Universidad de Harvard y doctorado en Religiones Compa-radas. En el verano de 1971, Walter falleció mientras buceaba. Eva, su esposa, psicóloga de profesión, abatida por el drama de perder a su compañero de manera tan inespera-da, decidió participar en las sesiones con LSD de Grof. En una de las oca-siones se le presentó Walter, quien le ofreció una serie de instrucciones para cada uno de sus tres hijos y la animó a emprender una nueva vida. Precisamente, cuando la mujer se estaba preguntando si la experien-cia estaba siendo real o fruto de su imaginación, Walter le indicó que devolviera a un amigo suyo un libro que le había prestado. Incluso le facilitó el nombre de esta persona, el título de la obra, la estantería de la casa en la que se encontraba y hasta el orden en el que estaban los volú-menes de esa estantería. En cuanto salió del trance psicodélico y le contó a Grof lo sucedido, ambos corrieron a la casa de Eva para comprobar las informaciones recibidas. Y, efectiva-mente, allí se encontraba dicho libro, que la mujer acabó restituyendo a su propietario, quien efectivamente se lo había prestado hacía bastante tiempo a su esposo.

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DESTELLOS de eternidad (Edaf, 2010) da a conocer los testimonios de médicos que han vivido extraños fenómenos junto a pacientes «en tránsito».

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Elisabeth Kübler-Ross (a la derecha) acompañó a miles de individuos en sus últimos momentos de vida, y por ello recibió numerosos reconocimientos.

SUSFAMILIARES FALLECIDOS

GUÍAN ALMORIBUNDO AL

MÁS ALLÁ

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automovilísticos. Obviamente, los pequeños no eran informados del hecho para no causarles mayor sufrimiento. Habitualmente, Kübler-Ross se sentaba en el cabecero de la cama de los niños y les tomaba la mano. Poco antes del deceso, suele manifestarse en la persona una «apacible solemnidad», signo inequívoco de que el fin del cuerpo físico está próximo. En ese momen-to, la psiquiatra preguntaba al mo-ribundo si quería compartir con ella lo que estaba viendo y sintiendo. Muchos niños decían que estaban observando a familiares fallecidos. En cierta ocasión, un pequeño le dijo a Kübler-Ross: «Todo va bien. Mi mamá y Pedro me están esperando ya». El chico ignoraba que su madre y su hermano Pedro habían sufrido poco antes un accidente de tráfico. La mujer había muerto en el acto y Pedro ¡lo había hecho diez minutos antes del niño al que estaba acom-pañando la doctora! Ni Kübler-Ross era conocedora de la circunstancia del accidente.

CARACTERÍSTICAS DE LA EXPERIENCIAOtro caso del que tuvo conoci-miento la psiquiatra es incluso más espectacular. Una joven india fue atropellada por un coche que se dio a la fuga. Un testigo del hecho se acercó a la mujer para socorrerla, pero ella le dijo que no había nada que hacer. Sólo le pidió un favor: que si un día se acercaba a la reser-va india en la que vivía su madre, le dijera lo siguiente: «Estoy bien y mi padre está cerca de mí». Instantes después falleció en brazos del hom-bre. Éste puso rumbo a la reserva al día siguiente, y no tardó en hallar a la madre de la muchacha. Por supuesto, le transmitió el mensaje. Entonces se enteró de que el padre de la chica había muerto de un paro cardíaco sólo una hora antes del atropello, que había tenido lugar a unos mil kilómetros de allí.

En su libro Destellos de eterni-dad, Raymond Moody desgrana los elementos principales que consti-tuyen las experiencias de muerte compartidas: cambio de geometría de la estancia, la aparición de una luz de belleza indescriptible, so-nidos musicales, una experiencia extracorpórea compartida por uno o varios familiares presentes y el mo-ribundo, contemplar la revisión de la

ÁNGELES DE LA GUARDADespués de haber acompañado en sus últimos momen-

tos a miles de pacientes en tránsito hacia el más allá, la doctora Elisabeth Kübler-Ross tiene claro lo que sucede

en el instante del deceso: «En general, la gente que está esperando por nosotros en el ‘otro lado’ es aquella que más

nos quiere. En los casos de niños muy pequeños, cuyos padres, abuelos y otros parientes cercanos aún viven, son recibidos por sus

ángeles de la guarda o por Jesús o alguna otra figura religiosa. Nunca he conocido a ningún niño protestante que sea recibido por la Virgen María, pero ha sido percibida por

muchos niños católicos. Esto no es debido a una cuestión de discriminación, sino que simplemente somos recibidos por personas significativas para nosotros». En relación al asunto de los ángeles de la guarda, Kübler-Ross está convencida de su existencia real: «Hay pruebas de que cada ser humano,

desde su nacimiento hasta su muerte, es guiado por una entidad espiritual. Todos la tenemos, crea-mos en ella o no. Una paciente mía, ya anciana, llegó a decirme: ‘Él (el ángel de la guarda) está de nuevo

aquí. Cuando era niña estaba siempre conmigo, pero me había olvidado completamente que existía’. Ella falleció un día después llena de dicha, sabiendo que alguien que la quería la estaba esperando».

ESPERANZA es el sentimiento que transmiten las obras de la doctora Elisabeth Kübler-Ross (dos de las mismas jun-to a estas líneas), editadas con gran éxito en España por Ediciones Luciérnaga.

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que siempre quiso preguntar a su madre, a pesar de que nunca se había atrevido. «Eran escenas de mi infancia que aclaraban todo el mis-terio que tenía sobre aquella época de mi vida. Son cosas demasiado personales para contarlas, pero me aclararon mis dudas…

…Mi madre empezó a apartarse de mí. Era como si estuviera al fondo de un túnel, a treinta metros, pero estando también a mi lado. Mientras pasaba esto, yo veía esce-nas de mi vida, incluso mi nacimien-to. Vi también escenas de la vida de ella, hechos atormentados que había sufrido durante su infancia y que yo desconocía (…) Cuando mi madre murió, sentí que su cuerpo se soltaba y que le salía la energía. En aquel momento desapareció la bola en la que estábamos y yo volví a la realidad de este mundo, que ya no considero que sea la realidad».

PAISAJES CELESTIALESEn muchos de los incidentes de muerte compartida, el o los testigos tienen la oportunidad de viajar junto al moribundo a ese «otro lado», en general un paisaje de una belleza indescriptible en donde suelen apa-recer entidades celestiales o familia-res y amigos ya fallecidos del enfer-mo. Curiosamente, este aspecto –al igual que otros tantos– también es común en las experiencias cercanas a la muerte (ECM): cuando una per-sona sufre un proceso de muerte clínica y «viaja» al más allá.

Katherine protagonizó una extraor-dinaria vivencia un día que se encon-traba al lado de su amiga Martha,

vida junto a enfermo, el encuentro con entidades del «otro lado» y/o paisajes «celestiales» y, por último, la denominada «niebla de la muer-te». En el caso protagonizado por un médico estadounidense llamado Tom se dan algunas de dichas ca-racterísticas. Estaba en la habitación de un hospital, esperando el pronto deceso de su madre. De pronto, el cuarto cambió levemente de forma y un resplandor envolvió el sitio. El doctor pensó que estaba su-friendo una apoplejía, pero en ese momento «vi cómo un envoltorio transparente de luz se acercaba a su cuerpo (el de su madre) y des-pués ascendía y se perdía de vista». Entonces comprendió que la mujer acababa de fallecer y que esa luz era su espíritu.

Otro incidente que relata Moody en Destellos de eternidad lo vivió un vecino de Barcelona llamado Eduardo, que estaba esperando la muerte de su madre, sentado al borde de su cama. A pesar de que hacía varios días que había perdido por completo sus facultades menta-les, se incorporó del lecho y abrazó a su hijo. En ese preciso instante se formó una bola luminosa alrededor de ambos. Mediría unos dos metros de diámetro. Eduardo comprobó que las paredes y el resto de las cosas de la habitación sufrían una distorsión, como si las estuviese contemplando a través de una es-pecie de cortina de agua. Entonces, empezaron a «caer» sobre la bola de luz unas imágenes tridimen-sionales que mostraban aspectos de la vida de nuestro protagonista

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LA MUERTE no es más que abandonar el cuerpo físico, de la misma manera que la mariposa deja su capullo de seda», declaró en múltiples ocasiones la doctora Elisabet Kübler-Ross.

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quien estaba a punto de fallecer. Cuando ésta comenzó a respirar con dificultad, Katherine empezó a escuchar un zumbido cada vez más fuerte, hasta que, de pronto, se vio en otro lugar. Estaba ascendiendo una ladera en compañía de su ami-ga. Todo el paisaje –cielo, campo, plantas…– emitía una luz maravi-llosa. Delante de ellas apareció el marido de Martha y otros de sus fa-miliares fallecidos, que empezaron a bajar la ladera para ir al encuentro de las mujeres. Sin embargo, al cabo de un rato, Martha le dio un empu-jón a su amiga, claro signo de que ella ya no podía continuar avanzando por la «etérica» ladera. Katherine no tardó en escuchar otra vez ese ex-traño zumbido y, de repente, se vio de nuevo en la habitación del hospi-tal. Su amiga acababa de morir.

LA NIEBLA DEL MÁS ALLÁ Tanto en las ECM como en las de muerte compartidas es habitual que las personas se topen con alguna clase de barrera que les impide avanzar. Puede ser un puente, una puerta, un río, un árbol… En otras ocasiones es un familiar fallecido o un ente espiritual quien evita que el individuo continúe adelante, transmitiéndole el mensaje de que todavía no es su momento y debe regresar a su «carcasa» física. Y al igual que les sucede a los que prota-gonizan una ECM, aquellos que vi-ven una experiencia de muerte con un moribundo tampoco gustan de regresar a su cuerpo. La doctora Eli-sabeth Kübler-Ross también ha lle-gado a idéntica conclusión después de compartir los últimos momentos en la Tierra de miles de personas: «Es comprensible que muchos de nuestros enfermos reanimados con éxito no siempre agradezcan que su mariposa haya sido obligada a volver a la crisálida, puesto que con la vuelta a nuestras funciones físicas debemos aceptar de nuevo los do-lores y las limitaciones que les son propias, mientras que en nuestro cuerpo etéreo estábamos más allá de todo dolor y limitación».

Una de las características más interesantes de las descritas por Moody en Destellos de eternidad se refiere a la visión de un humo o una niebla que rodea al moribundo y que generalmente asciende en el momento de su óbito. Son infini-dad los testigos de este fenómeno,

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en inglés), entidad nacida en 1882 con el fin de explorar toda clase de sucesos psíquicos y espiritistas con un carácter científico. No en vano, pertenecieron a dicha organización infinidad de reputados científicos, incluidos varios Premios Nobel. Dos de los fundadores de la misma, Frederic W. H. Myers (1843-1901) y Edmund Gurney (1847-1888), junto a Frank Podmore (1856-1910), inves-tigaron varios casos de visiones en el lecho de muerte, que acabaron publicando en su libro Fantasmas de los vivos.

Habría que esperar hasta 1924 para que una doctora se interesara por este tipo de fenómenos. Floren-ce Barrett (1867-1945) había acudido al paritorio de un hospital de Dublín (Irlanda) para ocuparse del parto de una mujer llamada Doris, que sufría una grave insuficiencia cardíaca. El niño nació sin mayores compli-caciones, pero a Doris comenzó a fallarle el «motor». Cuando ya se encontraba muy mal, empezó a decir que había una luz muy bonita en la esquina de la habitación y bal-buceó algunos vocablos. Entonces mantuvo una conversación con su padre fallecido, a quien llegó a preguntar si podía quedarse para cuidar del recién nacido. La res-puesta, que hizo saber a los que se encontraban en la estancia acompa-ñándola, fue que no le era posible, que debía marcharse. Después de cruzar algunas palabras más con su padre, anunció: «¡Ya voy!». Y poco después, mostrando desconcierto en su rostro, exclamó: «¡Vida está con él! ¡Vida está con él!». Efecti-vamente, su hermana Vida había fallecido un par de semanas antes, pero su familia no había informado a Doris debido a su delicado estado de salud, agravado con el inminente parto. La mujer acabó falleciendo.

Florence quedó tan impresionada por este suceso, que empleó el resto de su vida en estudiar casos similares. Uno de los incidentes

incluidos multitud de profesionales de la salud. Moody alude en su libro a los casos que le narró un médico de Georgia (EE UU). Según éste, en un plazo de seis meses había tenido la oportunidad de con-templar cómo salía niebla de dos pacientes cuando tenía lugar su fa-llecimiento. «Se les formaba sobre la zona del pecho una niebla que se les quedaba allí –narraba el galeno–. Cuando vi suceder aquello por pri-mera vez, fue como si se detuviera el tiempo. Observé con mucha atención, concentrándome todo lo que podía. La niebla tenía profun-didad y una estructura compleja. Parecía que estaba compuesta de capas con movimiento energético; ya sé que esta descripción no vale gran cosa, pero imagínese algo tan sutil como el movimiento del agua dentro del agua».

UNA EXPERIENCIA UNIVERSALPor último, las experiencias de muerte compartidas presentan dos nuevos denominadores comunes con las ECM: son universales, en el sentido de que las han vivido individuos de los cinco continentes, de distintas culturas y de diferentes épocas; y, por supuesto, generan un cambio de conciencia en quie-nes las protagonizan, puesto que estas personas pierden el miedo a la muerte, se vuelven más solida-rias y menos materialistas, y son más empáticas con el dolor y los problemas de los demás.

Como hemos apuntado anterior-mente, estamos ante un fenómeno que se ha dado desde siempre, aunque hasta épocas relativamente recientes los medios de comu-nicación y los investigadores no se han ocupado del asunto. Los primeros que estudiaron esta clase de sucesos en el lecho de muerte fueron tres miembros de la Socie-dad para la Investigación Psíquica de Londres (SPR por sus siglas

“

Se trata de fenómenos que han vivido individuos de diferentes continentes y distintas épocas ”

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Además, aproximadamente uno de cada veinte mostraban signos de euforia antes del fin de su vida.

Ahora bien, lo más interesante es que un porcentaje sorpren-dentemente alto de los mismos relataba estar observando visiones celestiales e imágenes de enorme belleza, como paisajes de exuberan-te vegetación. Y en prácticamente todos los casos estas visiones se caracterizaban por su luminosidad y brillantes colores, que según los moribundos no se parecían a nada que hubieran contemplado en la Tierra. También destacaban aquellos «viajeros en tránsito» que veían y mantenían conversaciones con fa-miliares fallecidos que los ayudaban en su periplo al más allá. Osis y sus colaboradores confirmaron que la mayoría de estas observaciones eran de naturaleza fantasmal, pues los pacientes las experimentaban en un estado de conciencia clara, puesto que su mente no estaba influida por la fiebre, sedantes u otra clase de medicamentos.

Pero todavía más trascendente es otra de las conclusiones de la amplia investigación: estas visiones eran comunes a muchos pacientes al borde de la muerte, independien-temente de variables fisiológicas, culturales o de personalidad; de creencias religiosas (incluso ateos habían tenido este tipo de vivencias) o del nivel educativo. n

En la actualidad, son muchos los profesionales de la salud –sobre todo los especializados en cuidados paliativos a enfermos terminales– que estudian el fenómeno de la muerte compartida. De entre todos ellos destaca Peter Fenwick (arriba), médico neuropsiquiatra y neuro-fisiólogo que ha investigado miles de casos de este tipo, y cuya con-clusión es que son muy habituales, «aunque los pacientes no hablan

sobre sus visiones con los enfer-meros o el personal que les cuida por miedo a ser ridiculizados».

que más le impresionó fue el pro-tagonizado por Minnie y Ada, dos hermanas de corta edad que enfer-maron de viruela. Pronto falleció la primera, pero su hermana no fue informada del hecho para que su sa-lud no se resintiera. Al día siguiente, ésta comenzó a empeorar y nada se pudo hacer por salvar su vida. Ada dijo estar contemplando a dos ángeles, y luego gritó entusiasmada que estaba viendo a Minnie, que había venido a llevársela con ella. La madre, testigo de los hechos, pudo escuchar claramente una voz que decía: «¡Ven, Ada querida, te estoy esperando!». En ese momento la niña sonrío y falleció en paz.

SORPRENDENTE ESTUDIO CIENTÍFICOEn la misma época que la doctora Barrett desarrollaba sus investigacio-nes en Irlanda, también lo hacía en Italia Ernesto Bozzano (1862-1943), reputado estudioso de fenómenos paranormales y profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Turín. Bozzano se centró en toda una serie de fenómenos físicos que a veces se producen en el momento del deceso de una persona, como relojes que se paran, cuadros que se caen de las paredes, etc.

En los años 40 del siglo XX, el investigador Karlis Osis (1917-1997) y varios de sus colaboradores lle-varon a cabo un amplio estudio de

¿SABÍAS QUÉ…?

“En buena parte de los casos, los moribundos observaban paisajes de exuberante vegetación ”

las experiencias de los «viajeros en tránsito». Confeccionaron un detalla-do cuestionario que cubría distintos aspectos de las visiones en el lecho de muerte y enviaron 10.000 copias a otros tantos médicos y enfer-meras. Al final recibieron más de 35.000 observaciones realizadas por profesionales de la salud. Alrededor de un 10% de los moribundos se mostraron totalmente conscientes en el momento del óbito y, según las respuestas de los médicos y enfer-meras que participaron en la mues-tra, el miedo no constituía la emo-ción dominante en dichos individuos.

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SANTUARIOS PARA LA SANACIÓN Y EL CONTACTO CON LOS DIOSES A TRAVÉS DE LAS EXPERIENCIAS ONÍRICAS

TURQUÍA: EL TRIÁNGULO DE LOS SUEÑOS DIVINOS

OCULTISMO

TEXTO Y FOTOS JUAN JOSÉ SÁNCHEZ-ORO

EXISTIÓ UNA REGIÓN EN LA ANTIGÜEDAD DONDE LOS HOMBRES SOÑABAN CON DIOSES, LOS MUERTOS TAN SÓLO DORMÍAN Y LOS ENFERMOS SANABAN GRACIAS A SUS VISIONES ONÍRICAS. ESTE ENCLAVE SE ENCUENTRA EN UN RINCÓN DE LA ACTUAL TURQUÍA Y ES CONSIDERADO UNA AUTÉNTICA TIERRA SANTA TANTO PARA LOS CRISTIANOS COMO PARA LOS PAGANOS. UN COLABORADOR DE AÑO/CERO HA RECORRIDO ESE PAISAJE SINGULAR, VERDADERAMENTE MODELADO CON EL MATERIAL DEL QUE ESTÁN HECHOS LOS SUEÑOS…

HIJOS DE DIOSESAlejandro Magno fue deificado en vida por griegos y egipcios. Según el biógrafo Plutarco, su madre Olimpia le reveló el secreto de que su verdadero padre no era el rey macedonio Filipo, sino Zeus. Olimpia yació con dicho dios mientras pernoctaba, y éste se enroscó alrededor del cuerpo de la reina adoptando la forma de una serpiente. Su marido pudo observar la escena a través de una rendija de la puerta, lo que le dañó irremisiblemente el ojo con el que miraba, quedándose tuerto. A partir de entonces y consciente de la naturaleza sagrada de lo acontecido, Fili-po jamás volvió a acostarse con Olimpia. Según Plutarco, temía «que usara algunos encantamientos y maleficios contra él, o bien tuvo reparo en dormir con una mujer que se había unido un ser de naturaleza superior». Otro man-datario divinizado, el emperador Augusto, protagonizó una concepción similar. El escritor Asclepíades de Mendes relató en su obra Theologumena cómo Atia, la madre del futuro dirigente romano, asistió a un sacrificio nocturno en el Templo de Apolo con unas amigas casadas. Tras dicho acto solemne, Atia cayó dormida y «de repente se deslizó una serpiente hacia ella y poco después se marchó». Atia despertó apurada y reaccionó de la misma manera que si hubiera yacido con su marido: purificándose. A los nueve meses nació Augusto y todos le consideraron descendien-te de Apolo. Fruto de tan extraña experiencia, a Atia le quedó grabada en su cuerpo la imagen de una serpiente que nunca se le borró. Por ese motivo, eludió siempre los baños públicos, para evitar desnudarse y que los demás contemplaran el reptil. A

menudo escuchamos que hay lugares mar-cados por la tragedia y el dolor. Son esos enclaves donde histó-ricamente se han acu-

mulado las desgracias y, por tanto, resulta muy difícil sustraernos al recuerdo de tan negra trayectoria. En cambio, existen otros rincones que parecen señalados por todo lo contrario. Es decir, por las bon-dades de su calidad de vida y la longevidad de sus habitantes. Son las denominadas «zonas azules», un reducido número de poblacio-nes repartidas a lo largo y ancho del planeta que acumulan la mayor tasa de residentes centenarios que podamos cuantificar.

Ambos tipos de localidades, marcadas por la vida o la muerte, reflejan las dos mayores preocu-paciones del ser humano, así que no resulta nada extraño que les prestemos la máxima atención. Sin embargo, mucho menos común es tropezar con regiones profunda-mente señaladas por las visiones oníricas. Unos de esos enclaves que parecen modeladas por sueños sagrados son Éfeso, Selçuk y Pér-gamo. Se trata de una tríada de ciu-dades ubicadas en la actual Turquía, aunque realmente pertenezcan

a una geografía mucho más sutil. Aquella que ignora el tiralíneas de la cartografía entre estados modernos y prefiere la etiqueta más difusa y evocadora de Tierra Santa. Porque Éfeso, Selçuk y Pérgamo son esce-narios bíblicos de los textos canóni-cos y también de los apócrifos.

MENSAJES PROFÉTICOSSin embargo, los límites de esa santidad desbordaron los moldes cristianos. Las tres localidades fueron notabilísimos centros de sa-cralidad pagana. Con todo, los cris-tianos y paganos que allí vivieron, estaban separados por sus credos, ritos y mitos, hasta llegar a odiarse con violencia por ello. Pero unos y otros estuvieron unidos, sin saber-lo, por el uso que de los sueños hicieron sus respectivos dioses. Y es que en el mundo antiguo soñar no era cualquier cosa. Suponía una oportunidad para trascender la materia en la que el individuo está inmerso. Por unas horas, el ser hu-mano parecía liberarse de sus cade-nas carnales y adentrarse en planos más etéreos, solo al alcance de criaturas superiores. Por eso mis-mo, el sueño ofrecía un privilegiado canal de comunicación con las dei-dades. Era el momento en el que el hombre y su dios podían reducir

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oraculares estaban mediados por una divinidad o un personaje rele-vante que advertía al durmiente y predecía su futuro.

CONECTANDO CON LA DIOSA Éfeso era uno de los lugares idea-les para disfrutar de experiencias oníricas de este tercer tipo. Allí pre-cisamente residió Artemidoro, quien tomó buena nota de lo que veían sus ojos para su tratado La Interpre-tación de los sueños. No en vano, en Éfeso estaba el templo de Arte-misa, una de las Siete Maravillas del

distancias y tratarse de tú a tú sin barreras de ningún tipo. Semejante intimidad explica por qué algunos grandes líderes políticos divinizados en vida, como Alejandro Magno o Augusto, fueron gestados mientras su progenitora dormía…

Tan importantes eran los sueños en la antigüedad clásica, que se de-sarrolló una disciplina para interpre-tarlos y analizarlos. Se trataba de la onirocrítica, varios de cuyos tratados más importantes han llegado hasta nuestros días. Precisamente, dos de sus principales exponentes y estudiosos, Artemidoro y Macrobio, distinguían entre tres tipos básicos de sueños proféticos: los directos, los alegóricos o simbólicos y los oraculares. En los primeros, el so-ñador contemplaba con absoluto detalle aquello que le iba a ocurrir. En los segundos, en cambio, el mensaje resultaba confuso al ser mostrado bajo imágenes simbólicas que requerían de un pormenorizado examen ulterior. Finalmente, los

Teatro y calles de Éfeso (a la izquierda), una de las ciudades en las que existía un santuario onírico.

“Tan importantes eran los sueños en la antigüedad clásica, que se desarrolló la onirocrítica, una disciplina basada en su interpretación ”

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mundo antiguo y hogar de la citada diosa, cuya fama y devoción era bien conocida por todo el Mediterrá-neo. Plinio el Viejo describe el edifi-cio asegurando que tenía unos 115 metros de largo por 55 de ancho, y su perímetro lo componían 127 robustas columnas de mármol que se elevaban a hasta los 18 metros de altura. A su vez, Plutarco narra que el santuario había sufrido un in-cendio en una época anterior y que los perplejos efesios no entendían cómo la diosa había tolerado que se consumiera su casa. Sin embargo, esos mismos devotos explicaban que Artemisa en aquellos instantes estaba fuera, presenciando el naci-miento de Alejandro Magno.

Por tal motivo, cuando este legen-dario gobernante macedonio visitó Éfeso, quiso donar fondos para restaurar el santuario, pero no fue-ron aceptados porque no resultaba concebible que un dios hiciera una donación a otra deidad. Artemisa es-taba vinculada a la vida y a la muerte

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siete estadios de distancia). Debían ir en procesión todas las donce-llas de la ciudad suntuosamente adornadas y los efebos (…) Mucha multitud había para este espectácu-lo, muchos de la ciudad y muchos extranjeros, pues era costumbre que en aquella reunión se encon-traran novios para las doncellas y mujeres para los efebos. El cortejo pasaba en fila: en primer lugar los objetos sagrados, las antorchas, los cestos de ofrendas y el incienso. Después de éstos, caballos, perros y equipamiento para la caza, de los que unos eran de guerra y la mayor parte de paz. Cada uno de ellos estaba preparado como si estuviera destinado a un amante…».

Artemisa no solo se manifesta-ba en Éfeso mediante estos ritos simbólicos, sino que acudía en persona a través de los sueños de

en su más amplia expresión. De ahí que se la relacionara con la fertilidad, la Luna, la naturaleza, las fuentes y el mar. Pero presentaba otro rasgo que debemos tener muy presente: su excelsa condición virginal. Porque virgen fue siempre esta diosa, y tal característica debía adornar a las mujeres que atendían su culto en el templo. Jenofonte describe en sus Efesiacas –del siglo II d. C.– cómo en Éfeso se efectuaba una vistosa procesión cada mes de Artemisaion (marzo/abril), para conmemorar el cumpleaños de la divinidad. En dicho rito público solo podían participar doncellas y la suma sa-cerdotisa. Con tales protagonistas, la ceremonia se convertía en una auténtica exaltación sagrada de la virginidad femenina: «Se celebraba la fiesta nacional de Artemisa des-de la ciudad hasta el santuario (eran

EL ENIGMA DE LAS ESTATUAS DE ARTEMISADe la gran estatua de Artemisa que se encontraba en su templo no ha quedado rastro alguno. Sin embargo, se desenterraron dos bellos ejemplares de la diosa (junto a estas líneas) en el Pritaneo de Éfeso, el lugar destinado a mantener constantemente encendido el fuego sagra-do de la ciudad. Hoy en día pueden contemplarse ambas figuras en el museo arqueológico de Selçuk, y su sorprendente ornamentación continúa siendo objeto de numerosos debates académicos. Porque el cuerpo de la deidad aparece recubierto en su torso por varias filas de pedúnculos globulares. Para algunos especialistas se trataría de pechos femeninos en un in-tento de simbolizar la fecundidad divina. Sin embargo, el hecho de que tales protuberancias carezcan de pezones ha llevado a pensar que representarían los testículos de los numerosos bóvidos que se sacrificaban a Artemisa en las fiestas conmemorativas y que, igualmente, aludirían a la virilidad y fecundidad de la Naturaleza. Una propuesta más reciente considera que podrían ser dátiles, debido a que la madre de Artemisa se agarró a una palmera durante su parto, y así dicho árbol sagrado quedó unido al culto de la deidad por tal motivo.

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Ágora de Éfeso (sobre estas líneas), donde la tradición asegura que san Pablo y san Juan predicaron la Buena Nueva. La creación de dicha tradición tenía por objetivo sustituir los antiguos cultos paganos.

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sus habitantes. La novela erótica de Aquiles Tacio, compuesta en el siglo II y llamada Leucipa y Clito-fonte, muestra algunos de esos episodios oraculares que, sin duda, debieron inspirarse en sucesos rea-les muy parecidos. La protagonista, Leucipa, comenta cómo Artemisa se le apareció mientras dormía para ayudarla, protegerla y pronosticarle su futuro casamiento con Clitofon-te. La mujer estaba preocupada por la pérdida de su virginidad, y quién mejor que esta deidad virginal para aconsejarla y tranquilizarla. En otro sueño, Artemisa se muestra al pa-dre de Leucipa para indicarle dónde podía reencontrarse con su hija extraviada en Éfeso.

EL SUEÑO ETERNO DEL APÓSTOL JUANPor su parte, en su tratado oniro-crítico, el estudioso Artemidoro precisaba el contenido de esta clase de ensoñaciones, subrayan-do que contemplar la entrada en el templo de Artemisa no tenía el mismo significado si lo veía una mujer casada que una cortesana o «hetera» griega. En el primer caso, suponía el anuncio de una muerte. En el segundo, indicaba la libertad y abandono de la profesión.

mientras los residentes clamaban «¡grande es Artemisa!».

No obstante, el credo de Jesús terminó por imponerse y los viejos dioses fueron abandonados. Una tradición recogida en los Hechos Apócrifos de Juan señala que este apóstol fue a Éfeso, donde escribió el cuarto Evangelio. Allí visitó el tem-plo de Artemisa, cuyo milagroso de-rrumbe provocó con su oratoria. Un prodigio que acabó con la vida de los sacerdotes, destruyó la estatua de Artemisa e indujo la conversión al cristianismo de la comunidad efesia. La historia, en cambio, nos dice que

LA GRAN DIOSAArtemisa, deidad de la vida y la muerte, la fertili-dad, la naturale-za, las fuentes y el mar, también era adorada por su condición virginal.

Pero con la expansión del cristia-nismo, los sueños de Artemisa se transformaron en auténticas pesadi-llas, si bien el fervor popular hacia la diosa resistió los primeros embates apostólicos. Pablo visitó Éfeso en tres ocasiones, dirigiéndose a la población judía de la urbe. Después, trasladó sus mensajes a los gentiles en las plazas, donde criticó de viva voz los cultos paganos. Aquella predicación generó un tumulto y, según los Hechos de los Apóstoles, Demetrio se encargó de organizar la resistencia contra Pablo, quién huyó apresuradamente de la ciudad

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este espectacular templo fue des-truido el año 263 d. C. por los godos.

De todos modos, la Buena Nue-va del Mesías judío no acabó con todos los sueños, sino que trajo otros nuevos. Los episodios oníricos continuaron teniendo un enorme protagonismo en la región. Juan fue el único discípulo de Cristo que no padeció martirio, pero su fallecimien-to no resultó nada convencional. De nuevo, los Hechos apócrifos refieren que cuando decidió reunirse con Je-sús, solicitó a sus compañeros que le prepararan una fosa, y el apóstol mismo se introdujo en su interior. A la mañana siguiente, se hallaron las sandalias mientras que la tierra so-bre su tumba subía y bajaba como si respiraran en su interior. De esta manera nació la creencia de que el evangelista no había muerto, sino que permanecía dormido. Hacia el año 190, Polícrates, obispo de Éfe-so, se hizo eco del suceso en una carta dirigida al papa Víctor: «Tam-bién Juan, quien se reclinó sobre el pecho del Señor, fue sacerdote y llevó la insignia, testigo y maestro, duerme en Éfeso».

“La tumba y cripta de san Juan estaría situada en la basílica de Selçuk, consagrada a este apóstol que habría vivido en Turquía ”

en el Calvario sirvió, más tarde, para justificar la estancia de la virgen en Éfeso, aunque los historiadores de las religiones tienden a creer que había una razón de fondo más es-tratégica: con la virginidad de María se quiso sustituir y eclipsar el culto pagano a la virginidad promovido por Artemisa. El cambio de una dio-sa virgen por otra igualmente virgi-nal facilitaría y haría menos traumá-tica la conversión al cristianismo de quienes llevaban siglos venerando esa clase de virtud femenina dentro del paganismo.

La tradición posterior «rellenó» los años de María en Éfeso con nume-rosos acontecimientos portentosos. Incluso, a partir del siglo V se situó allí la dormición de la Virgen, a pesar de que otras versiones anteriores situaban dicho desenlace en Jerusa-lén, junto al Getsemaní. De nuevo, como en el caso de Juan, nos en-contramos con un personaje bíblico capaz de convertir su propia muerte en un acto de ensoñación. Porque la Virgen no falleció, tan solo quedó dormida mientras su alma partió a la gloria junto a su Hijo.

Posteriormente, sobre aquel em-plazamiento funerario se levantó un altar, y alrededor del mismo una basílica cruciforme que en tiempos del emperador bizantino Justiniano, durante el siglo VI, adquirió grandes proporciones. El monte Ayasuluk, en la moderna Selçuk, conserva hoy día las ruinas de ese esplen-dor, y aún puede visitarse la cripta donde la memoria popular sitúa la tumba del apóstol durmiente, bajo un enlosado de mármol y cuatro estilizadas columnas.

DE ARTEMISA A LA VIRGEN MARÍAAhora bien, el capítulo de los sue-ños cristianos en Éfeso no se cierra con Juan. De nuevo, una tradición indemostrable sugiere que el após-tol marchó a dicha ciudad, pero no lo hizo en soledad. Acudió acompa-ñado de María. Sería un acto con-secuencia de las palabras de Cristo durante su crucifixión, cuando, mi-rando a ambos, le dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo», y luego dirigiéndose a Juan comentó: «Ahí tienes a tu madre». Aquella unión

Según la tradición, san Juan (sobre estas líneas) está enterrado en la basílica de Selçuk (más arriba).

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De todos modos, de su residen-cia en Éfeso no quedó constancia alguna. La supuesta vivienda donde María pasó varios años tampoco fue identificada, aunque quedó para la posteridad una monumental basílica consagrada a su nombre, escenario de varios concilios ecuménicos en el siglo V. Reuniones episcopales don-de se profundizó en el papel teológi-co de María como Madre de Dios, realzando así, desde la doctrina y el magisterio de la Iglesia, a una figura que apenas había tenido recorrido en el Nuevo Testamento salvo en muy concisas alusiones.

Éfeso, por lo tanto, era la metró-poli de la Virgen, pero a partir de la evocación, el debate escolástico y la memoria difusa. Carecía de rinco-nes concretos ligados a su paso por la ciudad. Y así se mantuvo durante muchas centurias hasta que, en el siglo XIX, un sueño transfiguró en piedra esa huella ancestral de María.

La célebre anciana y monja alemana Anna Catherine Emme-rich llevaba postrada en su cama varios lustros. Padecía toda clase de visiones, arrobos místicos y es-

VARIOS PAPAS

VISITARON LA VIVIENDA DE LA VIRGEN EN

TURQUÍA

oficiado dentro de la misma. Otro episodio onírico notable tuvo lugar a medio camino entre la antigua Éfe-so y Selçuk. En la ladera del monte Pión existe la Cueva de los Siete Durmientes, centro de veneración desde los albores del cristianismo. La tradición refiere que, durante el gobierno del emperador Decio, a mediados del siglo III, siete jóvenes llamados Maxiano, Malco, Martinia-no, Dionisio, Juan, Serapio y Cons-tantino se negaron a rendir ofrendas a los dioses grecorromanos y al emperador. Éste, durante una visita a Éfeso, averiguó dónde se alojaban los jóvenes y, al ver que se trataba de una cueva, la mandó tapiar con ellos dentro.

ANOMALÍAS TEMPORALESLos devotos cristianos mantuvieron la calma y se quedaron dormidos, esperando así tener una muerte dulce por inanición. Sin embargo, al cabo de un tiempo impreciso, un terremoto los sorprendió y desper-tó. El seísmo derrumbó parte de la pared exterior y, a través del hueco, consiguieron abandonar la cavidad para dirigirse a la urbe. Allí se apre-suraron a comprar pan, sin embargo el tendero advirtió que le estaban pagando con una moneda sospe-chosamente antigua y comentó el suceso a las autoridades. Informa-dos el gobernador y el obispo, si-guieron a los jóvenes hasta la cueva pensando que poseían un tesoro añejo. Ya en el lugar, desenterraron un cofre que albergaba el texto con la sentencia de Decio y explicaba el enterramiento en vida al que habían sido sometidos.

Fue así cómo el gobernador y el obispo comprendieron que se había producido un milagro. Habían trascurrido doscientos años desde

tigmas, que la llevaron a reescribir y completar numerosos pasajes evangélicos. En una de aquellas en-soñaciones creyó ver la casa efesia de la Virgen junto a una montaña cercana a la urbe, a pesar de que la religiosa jamás había visitado el lugar. Sin embargo, los detalles que ofreció sobre la vivienda esti-mularon la búsqueda por parte de algunas personas, y en 1891 se descubrieron unas ruinas emplaza-das en las inmediaciones del sitio referido por Anne Catherine.

El edificio fue declarado por el arzobispo de Esmirna un lugar de peregrinación y habilitado para ce-lebrar misa. Igualmente, la vidente alemana situó en sus proximidades la auténtica tumba de la Virgen, pero ningún sepulcro o túmulo funerario que respondiera a esa descripción ha sido hallado. El Vaticano no ha reconocido formalmente todas estas identificaciones, aunque lo que no ha aceptado de derecho lo ha sugerido de hecho, puesto que diferentes Papas, desde León XIII en 1896 hasta Benedicto XVI en 2006, han visitado la casa y orado u

RELIGIOSA Y MÍSTICA,Anne Catherinne Emmerich (arriba) localizó la morada de la Virgen en una de sus habi-tuales visiones.

La casa en la que vivió la Virgen María (arriba) se encontraría en Éfeso, según las visiones de Anne C. Emmerich.

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el emparedamiento en la gruta, aunque para los siete durmientes aquello había sido tan solo un breve sopor. El emperador Teodosio II acudió raudo a Éfeso y, ante los muchachos, afirmó que era como contemplar a Lázaro resucitado por Jesús. Maxiano contestó: «Créa-nos, es por usted por lo que Dios nos ha resucitado antes del día de la Gran Resurrección, para que crea en la Resurrección de los muertos. Nos hemos levantado y estamos vivos». A continuación, los siete jóvenes re-zaron y cayeron muertos tras hacer una reverencia.

Pero los sueños tampoco con-cluyeron ahí. Esa misma noche, los durmientes se aparecieron al empe-rador para decirle que «habían resur-gido de la tierra para que él mismo los devolviera otra vez a la tierra, y que el Señor los volvería a levantar». Teodosio mandó ornamentar la gruta y liberó a todos los obispos que aceptaran la resurrección final del cuerpo y no solo del alma. Pre-cisamente, esta moraleja ha hecho pensar a muchos que el relato de los siete durmientes fue utilizado como prueba y adaptado durante la polémica teológica existente entre quienes defendían que en el Juicio Final se resucitaría la carne de los di-funtos, frente a los que no lo creían necesario y consideraban suficiente la resurrección de las almas.

Una segunda lectura permite aproximar al oyente de este suceso a la idea de eternidad, tan compli-

cada de entender para la mente humana y que mediante la metáfora del sueño y el «tiempo perdido» suele citarse en numerosos relatos piadosos de todos los tiempos. De hecho, el episodio de los Siete Dur-mientes de Éfeso también aparece recogido en el Corán. La tradición musulmana incorpora un perro, el cual persigue continuamente a los jóvenes, a pesar de que intentan darle esquinazo. Durante dicha persecución, el animal termina ha-blándoles para comunicarles que él también cree en Dios.

EL TRONO DE SATANÁS Y EL ALTAR DE ZEUSMás al norte, en Pérgamo, encon-tramos el tercero de estos epicen-tros oníricos. El cristianismo asoció a esta ciudad con el demonio cuando el Libro del Apocalipsis mencionó que allí estaba situado «el trono de Satanás». Se trataba de una velada alusión al famoso altar de Zeus, otra maravilla arquitectónica que hoy puede verse parcialmente re-construida en Berlín. Pero si el altar estuvo encaramado sobre la ladera de la vieja urbe, casi asomándose al vacío de la montaña, nosotros debe-mos fijar la mirada en el santuario al pie de la misma. Allí yacen las ruinas del famoso Asclepeion, el hospital dedicado al dios Asclepio donde las enfermedades se trataban a partir de la interpretación de los sueños de los pacientes. He aquí una nueva dimensión de la experiencia onírica

en la Antigüedad: su capacidad para curar por intervención divina.

El Asclepeion de Pérgamo era un refinado complejo sanitario al que no podía acceder cualquiera. Había sido fundado en el siglo IV a. C. por el literato Arquías a imitación del Asclepeion de Epidauro, donde dicho escritor había recuperado la salud. Pausanias nos informa de que en el pórtico del santuario lucía la siguiente inscripción: «Para la grandeza de todos los dioses está prohibida la entrada de la muerte en esta plaza sagrada». Por tal motivo, los pacientes eran cuidadosamente seleccionados a las puertas del re-cinto y solo se permitía el ingreso de aquellos que no estuvieran demasia-do graves, ni tampoco a las embara-zadas a punto de dar luz para evitar el fallecimiento de la madre o de sus hijos durante el parto. Con dicha medida se trataba de mantener inmaculada la pureza sagrada del lugar y alejar la sombra de la muerte de su interior.

En cambio, las malas lenguas consideraban que dicho emblema no solo tenía una finalidad religiosa, sino que era una sibilina manera de preservar la reputación sanadora del hospital y su fama universal.

La cueva (arriba) y la hornacina (abajo) de los Siete Durmientes en Éfeso. Dentro de la oquedad permanecieron cautivos unos muchachos que sufrieron un «salto temporal».

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El túnel de los suplicantes (arriba) en el Asclepeion de Pérgamo. Izda. y abajo, exvotos donados al santuario.

Al atender únicamente dolencias susceptibles de ser curadas, se ac-tuaba sobre seguro y los casos sin remedio no podían mancillar el buen nombre de Asclepio o cuestionar sus poderes medicinales.

Una vez dentro, los pacientes contaban con toda clase de comodi-dades, salas y actividades al servicio de su salud, bajo un sofisticado sistema que perseguía colmar de armonía la mente y el cuerpo del enfermo. Quedaban a su disposi-ción un teatro, un gimnasio, baños y fuentes sagradas, un solárium, un auditorio para conciertos, una biblioteca… Todo ello rodeado de un frondoso bosque y cuidados jardi-nes donde se recolectaban las plan-tas terapéuticas. Eso sí, por encima de tanto lujo y variedad estaban los sueños, en torno a los cuales giraba y adquiría sentido todo lo demás.

SUEÑOS QUE CURANLa vivencia onírica era entendida como una suerte de epifanía divina en la que Asclepio hacía acto de presencia. Para inducir tal experien-cia, el santuario contaba con una depurada técnica a cargo de espe-cialistas. El sueño adoptaba la forma de una súplica religiosa para la cual

a las palabras susurrantes de los vigilantes del santuario hacían el resto, favoreciendo el trance onírico del paciente. Ya por la mañana, se procedía a comentar las visio-nes nocturnas y extraer de ellas una interpretación sanadora. En ocasiones, el sueño había sido lo suficientemente diáfano como para no necesitar demasiados análisis. El dios había hablado con elocuencia y diagnosticado el mal del durmiente. Por ejemplo, el sofista del siglo II Po-lemón acudió a Pérgamo en busca de un remedio para su artritis. Ascle-pio conversó con él mientras dormía para recomendarle que nunca más tomara nada frío. Sin embargo, otras veces Asclepio sugería un régimen alimenticio, una receta concreta o qué ofrendas en forma de dinero, exvotos, sacrificios de animales o comida era necesario realizar para sanar al enfermo.

Hoy en día podemos pasear por el Asclepeion de Pérgamo e imaginar su original magnificencia, dilapidada por los siglos de aban-dono. Con todo, se conserva el viejo teatro, la fuente sagrada que aún mana agua, las salas de incu-bación y el túnel de los durmien-tes, donde el rumor de las aguas y la ligera penumbra inducen al paseante un estado especial de conciencia. En el techo de esta ga-lería se abren al exterior pequeñas lucernas que pudieron ser utiliza-das por los vigilantes del santuario para recitar, desde las alturas, fra-ses sugerentes que facilitaran los sueños divinos de los pacientes acostados debajo.

Este inmenso santuario, conce-bido a mayor gloria de los sueños sagrados, finalmente «despertó» con la llegada del cristianismo. Sin embargo, la curación mediante las experiencias oníricas no cayó en el olvido, tan solo adoptó un nuevo molde bajo la nueva fe. As-clepio fue sustituido por santa Te-cla, conversa seguidora de Pablo, la cual se aparecía a los enfermos que dormían en su iglesia para sanarlos. Desde el siglo V esta medicina onírica cristiana ganó fervor en Seleucia, junto a la ac-tual costa turca mediterránea. Así que unas devociones religiosas más jóvenes tomaron el relevo de aquellas otras ancestrales, aun-que manteniendo siempre viva nuestra capacidad de soñar. n

había que prepararse ritualmente. El sujeto se purificaba con agua de la fuente sagrada, sacrificaba algunos animales, cantaba himnos, recitaba plegarias y cerraba la ceremonia diciendo: «Grande es Asclepio», an-tes de encender unas velas.

A continuación, el enfermo era introducido en la sala de incubación, donde se hacía el silencio y se le acostaba. El rumor del agua junto

El médico del siglo I d. C. Rufo de Éfeso cuenta un caso muy curioso acaecido en el Asclepeion. Teucro padecía epilepsia y acudió al sanatorio de Pérgamo para pedir consejo. El dios se le apare-ció, sin embargo, lejos de concederle una curación directa, le preguntó si estaría dispuesto a cambiar una enfermedad por otra. Teucro aceptó el ofrecimiento y pasó a sufrir malaria bajo la forma de fiebres cuartanas que se repetían en intervalos de unos tres días, pero le resultaban más llevaderas que sus cuadros epilépticos, los cuales remitieron completamente.

¿SABÍAS QUÉ…?

RELATOS MÉDICOS

CONFIRMAN LA VEROSIMILITUD DE ESTA RARA

ANOMALÍA

LOS PORQUÉS LOS HALOS

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FRECUENTE EN ALGUNAS ESPECIES MARINAS, ESTE EXTRAÑO FENÓMENO TAMBIÉN AFECTA A HUMANOS, MÍSTICOS EN SU INMENSA MAYORÍA

TEXTO ISABELA HERRANZ

MIENTRAS QUE EL FENÓMENO DE LA BIOLUMINISCENCIA RESULTA CONNATURAL A UNA IMPORTANTE VARIEDAD DE ORGANISMOS VIVOS, PRINCIPALMENTE MARINOS, EN LOS SERES HUMANOS ES ALGO EXTREMADAMENTE INUSUAL. NO OBSTANTE, EN EL PASADO SE HAN RECOGIDO NUMEROSOS TESTIMONIOS DE ANOMALÍAS LUMÍNICAS QUE AFECTABAN A MÍSTICOS Y A OTRAS PERSONAS REPUTADAS POR SU SANTIDAD, AUNQUE TAMBIÉN A CIERTOS ENFERMOS. LA PERIODISTA Y ESCRITORA ISABELA HERRANZ REFLEXIONA CON BRILLANTEZ SOBRE ÉSTE Y OTROS DESCONCERTANTES PRODIGIOS EN MAGOS, MÉDIUMS Y SANTOS (ARCOPRESS, 2015), LIBRO EXCELENTEMENTE DOCUMENTADO DEL QUE LES OFRECEMOS EL SIGUIENTE EXTRACTO.

En la literatura médica son conocidos los «halos neuropáticos» en las cabezas y manos de dos enfermas, descritos por el neurólogo francés Charles

Féré en los Annales des Sciences Psychiques (1905). Al parecer, una de las pacientes tenía anteceden-tes familiares de neuro-artritis y síntomas histéricos, mientras que la otra sufría fuertes dolores de cabeza. Féré observó en ambas pacientes unas emanaciones de color anaranjado que llegaron a durar un par de horas. También los médicos George M. Gould y Wal-

ter L. Pyle, autores de Anomalies and Curiosities of Medicine (1933) describieron algunos casos en los que observaron sudoración lumi-nosa; dos casos de tisis en que las cabezas de las víctimas estaban rodeadas por luces fosforescentes y también un enfermo de psoriasis, que estuvo envuelto en un aura luminosa durante varios días. Ade-más, describieron dos casos de aliento luminoso procedente de las bocas de pacientes poco antes de su muerte.

De hecho, este tipo de fenóme-nos luminosos se ha observado más de una vez en moribundos.

BIOLUMINISCENCIA:LOS PORQUÉS LOS HALOS

DE

FRONTERAS DE LA CIENCIA

El caso de Anna Monaro alcanzó gran notoriedad en la Italia de la década de 1930.

SÍNDONE DE TURÍN: ¿OTRA EVIDENCIA DEL FENÓMENO?En diciembre de 2011, numerosos medios de comunicación se hicieron eco de un estudio llevado a cabo por la italiana Agencia Nacio-

nal para las Nuevas Tecnología, la Energía y el Desarrollo Sostenible (ENEA), informe que, con matices, venía a concluir que la Sábana San-ta custodiada en Turín es sobrenatural. La razón para el optimismo de las autoridades transalpinas tenía que ver con la imposibilidad de realizar

una réplica de la imagen impresa en el sudario, y eso que los investigadores del ENEA utilizaron los más modernos medios a su alcance, según leímos en las conclusiones del estudio: «Los científicos han efectuado numerosas mediciones no destructivas de espectroscopia infrarroja, visible y ultravioleta, de fluorescencia de rayos X, de termografía y pirólisis, de espectrometría de masa, de análisis micro Raman, fotografía en transmisión, microsocopía, extracción de fibrillas y test microquímicos». Pero, insistimos, no hubo forma humana de reproducir la imagen de la Síndone. Obviamente, entre las implicaciones del fracaso científico hubo una destacada: «La imagen se formó por una explosión de energía ultravioleta tan intensa, que sólo puede ser sobrenatural. No creo que se haya hecho nunca nada igual», declaró a The Independent el profesor de química en la Universidad de Pavía, divulgador científico y escritor Luigi Garlaschelli. Pero, ¿cómo debemos interpretar la «explosión de energía ultravioleta» mencionada en el informe? ¿Acaso el personaje envuelto en el sudario experimentó un violento episodio de bioluminiscencia? Si fue así, probablemente no haya habido mayor místico en la historia de la Tierra… o fuera de ella.

Francisco González.

En The Physical Phenomena of Spiritualism (1907), Hereward Carrington cuenta el caso de un niño que murió de indigestión aguda tras haber comido una gran cantidad de avellanas. Varias horas después, un grupo de vecinos, mientras preparaban el sudario, descubrieron que el cuerpo estaba envuelto en un resplandor azulado que irradiaba calor. Los esfuerzos para extinguir el resplandor fueron infructuosos, pero este terminó por desaparecer. El cuerpo no su-frió quemaduras, pero sí la sábana donde había yacido el cadáver.

Otro caso muy distinto, pero tan sorprendente como los an-

teriores fue protagonizado por la asmática Anna Monaro, que se convirtió en una celebridad en los círculos médicos en 1934. En varias ocasiones durante la noche, mientras dormía, de su pecho emanaba un resplandor azulado y parpadeante que per-manecía visible unos segundos. Durante las emanaciones, su respiración y latidos cardiacos se aceleraban y a continuación transpiraba copiosamente. El fenómeno duró unas semanas y pudo ser observado por médicos y científicos en un hospital de Pirano (Italia). Al principio, tanto la enferma como los facultativos


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“La bioluminiscencia afecta a muchos tipos de organismos marinos y terrestres, desde el plancton hasta las luciérnagas ”

Muchas especies marinas (como las que aparecen en este fotograma de La vida de Pi) pueden producir luz. Abajo, medusas bioluminiscentes.

EN 1934, UN MÉDICOHÚNGARO DESCRIBIÓ

HERIDAS LUMINOSAS


of Psychic Science (1934), del mé-dico húngaro Nandor Fodor.

No hay que olvidar tampoco que la bioluminiscencia es una caracte-rística de numerosos tipos de orga-nismos marinos y terrestres, desde los calamares, el plancton y los seres microscópicos que iluminan las estelas de barcos y delfines, hasta algunos hongos, bacterias e insectos como las luciérnagas. Hace tiempo que se conoce el motivo por el cual estas últimas se iluminan en las noches de verano. Lo hacen para atraer a los miem-bros del sexo opuesto. Se trata de un proceso químico muy complejo. En la cola del insecto hay dos ingre-dientes químicos –la luciferina y la enzima luciferasa–, que resplande-cen cuando entran en contacto con el trifosfato de adenosina (ATP), sustancia presente en todos los seres vivos. Un impulso nervioso desencadena la reacción. La ATP convierte la energía química en energía mecánica y es responsable de las contracciones musculares. En el caso de estos insectos, con-vierte la energía química en luz.

En cuanto al fenómeno de la bioluminiscencia humana, los científicos no han podido ofrecer todavía una explicación científica

que la reconocieron fueron acu-sados de engaño, pero informes posteriores y también filmacio-nes demostraron que se trataba de un fenómeno auténtico.

TEORÍAS POLÉMICASAl respecto, el psiquiatra Carlos Saiz explicó que podría haber sido causado por la radiación electro-magnética de ciertas sustancias en el cuerpo de la paciente como esteroles en la piel. Por su parte, el doctor Protti, de la Universidad de Padua, señaló que la paciente había ayunado durante la Cuares-ma que había precedido a su hos-pitalización y que eso podría haber causado una producción excesiva de sulfuros (compuestos de azufre y otros elementos). Dichos sulfu-ros habrían empezado a brillar a causa de la radiación ultravioleta de la sangre. La teoría de Protti fue muy discutida y finalmente se re-batió con el argumento de que las emanaciones de luz solo se obser-vaban en el pecho de la enferma y que los sulfuros tendrían que haber estado repartidos en todo el cuerpo. Otros casos de heridas lu-minosas en «alcohólicos biliosos, nerviosos y pelirrojos» se encuen-tran descritos en la Encyclopaedia

convincente, máxime porque en ocasiones también se ha obser-vado en unión de fenómenos de electricidad y magnetismo. El hecho de que a veces coincidan va-rios de estos fenómenos complica las cosas. Los informes recogidos sobre personas que echan chispas admiten la posibilidad de que bio-luminiscencia y electricidad tengan un origen similar, es decir, que la manifestación del fenómeno podría darse de forma luminosa o median-te descargas eléctricas.

La bioluminiscencia parece acen-tuarse en ciertos casos de enfer-medad, según se ha explicado más arriba, pero también puede ser una cuestión de mero magnetismo humano. Se conocen casos de personas capaces de encender una bombilla con la mano como Brian Clemens. El Daily Mirror publicó en 1967 que este individuo estaba sobrecargado de electricidad y que antes de tocar a alguien tenía que descargarse en un objeto metálico. Recordemos también el revuelo

TODOS BRILLAMOSAunque en mucha menor medida que ese puñado de místicos tocados por lo intangible, todos los seres humanos emitimos luz. Además, gracias a un estudio de la Universidad de Kioto –publicado por PLoSOne en 2009–, sabemos exactamente cuánta. En efecto, los autores del informe, los pro-fesores de electrónica y sistemas inteligentes Masaki Kobayashi y Daisuke Kikuchi, y el biólogo especialista en ciencias del cerebro Hitoshi Okamura, se propusieron demostrar científicamente eso mismo: que los humanos emitimos luz «visible» o, al menos, mesurable. Y es que dicha luminosidad es 1.000 veces más pequeña de lo que es capaz de percibir el ojo humano, de manera que es imposible observarla a simple vista. Así, provistos de cámaras fotográficas dotadas de un sistema denominado CCD, capaces de detectar emisiones de fotones individuales, o sea, de transformar en electricidad la luz que captaban, los científicos japoneses fotografiaron a cinco voluntarios en el interior de habitaciones herméticas y en plena oscuridad. Pues bien, además de confirmar que nuestros cuerpos emiten luz, los investigadores descubrieron que dicha luminosidad aumenta y disminuye en el transcurso del día, siendo el punto más bajo el registrado en torno a las 10:00 a.m., y el más elevado a las 4:00 p.m., hora a partir de la cual se produce un descenso gradual, hecho que los científicos vincularon a la actividad metabólica. Además, advirtieron que las áreas corporales que emiten más luz son la boca y las mejillas, tal vez debido a que nuestros rostros permanecen durante más tiempo expuestos al sol. Francisco González.

EL ALIENTO luminoso exhala-do por pacientes en el lecho de muerte es otro sig-no anómalo que suele mencionar-se en los estudios médicos sobre bioluminiscencia.

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suscitado a mediados del siglo XIX por la adolescente francesa Angé-lique Cottin: las personas que la to-caban solían recibir descargas eléc-tricas; las sillas y mesas de madera salían despedidas violentamente cuando ella se acercaba a pesar de los esfuerzos de varios hombres para impedirlo y, en general, afecta-ba a toda clase de objetos y mate-riales excepto metales. Dichas ma-nifestaciones quizá se debían a un fenómeno psicológico, pero dado que sus poderes alcanzaban su máxima intensidad a ciertas horas del día, hace pensar que su fuerza era también de origen fisiológico. En 1846, el científico francés François Arago observó que la fuer-za producida por Angélique parecía no tener que ver con la electricidad y, sin embargo, cuando alguien se le acercaba durante los paroxismos recibía una descarga.

Tal vez en ciertos casos los humanos fosforescentes expe-rimenten un proceso similar al desplegado por las luciérnagas, pero en general no parece que la luminosidad humana ocasio-nal obedezca a las mismas causas. Cualquiera que sea el proceso, lo cierto es que parece afectar sobre todo a personas consideradas santas o muy devotas. En oca-siones, la luminosidad ha estado ligada a otros fenó-menos como la levitación.

ÉXTASIS MÍSTICOSHistoriadores de los fenómenos de la santidad como Olivier Leroy y Joachim Bouflet han recogido numerosos ejemplos bien docu-mentados de místicos antiguos y modernos que han experimentado fenómenos de luminiscencia, algunos en el momento del naci-miento, de la muerte o durante el éxtasis místico.

Sin embargo, como la multi-plicidad de casos registrados no es prueba de verismo, Leroy se dispuso a determinar si dichos tex-tos hagiográficos eran realmente dignos de fe. Para ello reunió con la ayuda de sus colaboradores el mayor número posible de pasajes biográficos donde se hablaba del prodigio y luego eligió para una in-vestigación profunda aquellos que le parecieron más sólidos, es decir,

TODOS BRILLAMOS PERSONAS SANTAS

O MUY DEVOTAS EXPERIMENTAN

RESPLANDOR CORPORAL


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aquellos con relatos de testigos oculares, detalles topográficos, cro-nológicos, etc. Tales exigencias le obligaron a descartar el 19% de los casos. En La splendeur corporelle des saints (1936), Leroy señaló, por ejemplo, que «lo que se cuenta del beato Enrique Suso, de la beata Ida (madre de Godofredo de Boui-llon), de santa Jeanne de Valois, del beato Martín de Porres, de san Francisco de Borja, de san Pedro de Alcántara y de san Francisco Ferrer, así como de otros muchos márti-res, no añade nada a los hechos precedentes, ni nuevas precisiones ni nuevos modelos de credibilidad». Por ello, en lugar de remontarse al pasado, a Leroy le pareció más pro-vechoso proseguir el estudio tradi-cional de la luminiscencia de santos o personas muy devotas cronológi-camente más cercanos a él y que, preferiblemente, no hubieran sido sometidos a la prueba de un pro-ceso canónico. Finalmente eligió tres casos del siglo XIX: el místico ortodoxo ruso Serafín de Sarov, un párroco de Ars y el sacerdote Jean-Michel Roy, de la congregación del Sagrado Corazón de Bétharram (Pirineo francés).

Entre los testimonios sobre el fenómeno de luminosidad del

santo ermitaño Serafín hubo uno que llamó la atención de Leroy. Se trataba de la narración aportada por un testigo ocular, el terrateniente y hombre de negocios Motoviloff, hombre poco dado a ensoñaciones místicas. Durante una conversa-ción mantenida entre ellos un día de invierno en el bosque cercano a la ermita, Motoviloff tuvo un estremecimiento religioso al ver la cara de Serafín brillando más que el sol. El terrateniente escribiría después: «Imagínese usted la cara de un hombre que le está hablando rodeada de rayos brillantísimos… Oye su voz y siente la presión de su mano, pero no ve ni al que le está hablando ni a su propia perso-na, solamente una luz fulgurante que se extiende a una decena de metros alrededor, iluminando con una luz muy viva la blancura de la

“El rostro de Serafín de Sarov parecía estar rodeado de rayos brillantísimos, según lo describieron varios testigos muy fiables ”


Numerosos protagonistas de la iconografía cristiana son representados con halos luminosos sobre la cabeza o alrededor del cuerpo. A la derecha, san Martín de Porres.

nieve que cubre el suelo». Otra persona, la asceta Matrena Plecht-cheieva, que visitó una vez a Sera-fín, declaró: «Lo que sobre todo me pareció admirable fue el rostro del gran ermitaño, gozoso y luminoso como el de un ángel».

La luminosidad atribuida al se-gundo personaje elegido de Leroy, el santo cura de Ars, Jean-Marie-Baptiste Vianney (finales del siglo XIX), era menos deslumbradora que la del caso anterior, pero los testimonios que la atestiguan pa-recen irrefutables. El más valioso está descrito por Francis Trochu en Le Curé d’Ars (1926) y es el de la hermana Clotilde, que fue recogido por otro sacerdote de Ars, el padre Bail, el 21 de noviembre de 1878: «Al correr la rejilla del confesionario, el padre Vianney se le apareció a la penitente revestido de claridad. Una luz sutil, supraterrestre, lo en-volvía por completo…».

AUREOLAS VISIBLESMás satisfactorio y cercano en el tiempo fue el testimonio que Leroy obtuvo interrogando perso-nalmente al padre Jules Saubat, párroco del Sagrado Corazón de Jesús de Bétharram, en relación con el padre Jean-Michel Roy (1924). Saubat declaró por escrito un suceso acaecido el 8 de mayo de 1923 después de misa. Reparó en el hecho cuando el rector le hizo notar que Roy «tenía una au-reola»: «Veo en principio un rostro muy rojo… pero de inmediato veo claramente un vapor, una especie de nube blanca, que circunda toda la cabeza. La profundidad del nim-bo era de quince a veinte centí-metros, más bien veinte; luego la aureola empezó a debilitarse por los bordes exteriores a la cabeza y rápidamente se desvaneció».

A pesar de la dificultad en distin-guir los episodios verdaderos de los imaginarios, y de que Leroy no consideró del todo satisfactorios algunos de los testimonios citados como el del cura de Ars porque no contenían una declaración formal donde se precisasen los detalles indispensables, el investigador concluyó que eso no modificaba su convicción de que en algunos santos llegó a producirse un fenó-meno corporal bastante definido al que definió como «paraluminoso». Este término no designa la natura-

leza propia del fenómeno, sino que significa que la luz en cuestión no es una luz sujeta a las leyes de la física; se trata de una exterioriza-ción sensible del fuego que devora el interior del que protagoniza el fe-nómeno: «El ser humano, llegado a cierto estado espiritual… emite con todo su cuerpo o con algunas partes del mismo una luz más o menos durable y fulgurante. En el caso de los místicos, la irradiación parece corresponder a fases par-ticularmente intensas de su vida religiosa: comunión, oración, con-versión espiritual».

Tal luz es con toda probabilidad muy diferente de la observada en los casos de enfermos ya citados cuya luminiscencia parece deberse exclusivamente a infecciones cau-sadas por bacterias o sustancias luminosas excretadas por la piel, según apuntaba el médico J. B. Bateman en Mitogenetic Radiation and Bioluminiscence (1934). En cuanto a los casos constatados de

El beato Suso (abajo) suele aparecer representado con un llamativo halo de luz alrededor de su cabeza.


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“Sin duda, el fenómeno del resplandor corporal es mucho más raro de lo que pretende la liturgia hagiográfica, pero no por ello deja de ser menos real ”

médiums en trance que han expe-rimentado episodios ocasionales de luminiscencia, Leroy considera que, al igual que los enfermos, se trata de una manifestación física de un orden más trivial y natural que la experimentada por los santos.

Por su parte, en su Encyclopé-die des phénomènes extraordinai-res dans la vie mystique (1991), Joachim Bouflet ha insistido en que las fosforescencias químicas o centelleos eléctricos no pueden compararse a los fenómenos ob-servados en los santos y defiende la posibilidad de una luminosidad mística sui generis, que se mani-fiesta en un estado de santidad. Sin duda, el fenómeno del es-plendor corporal es mucho más raro de lo que pretende la liturgia hagiográfica, pero por ello no es menos real. Bouflet describe algu-nos casos modernos y contempo-ráneos bien documentados como el de santa Joaquina de Vedruna cuyos éxtasis iban acompañados de levitación y fenómenos lumi-nosos que afectaban a todo el cuerpo, al igual que les ocurría a Anne-Françoise Cirer Carbonell y Marie-Joséphine Catanea. Sin em-bargo, como ya indicaba Herbert Thurston en su obra clásica, The Physical Phenomena of Mysticism

Catalina de Siena (arriba) también aparecía rodeada por un aura luminosa.

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Magos, médiums y santos (Arcopress, 2015), libro de la periodista y escritora Isabela Herranz, recoge de forma crítica pero empática unas experiencias sobre las que la ciencia no ha dicho aún la última palabra. Porque, ¿quiénes mejor que magos, médiums y santos para ilustrar el éxtasis, la levitación, la carne incorrupta, los estigmas, la bioluminiscencia o el olor de santidad? Y na-die mejor que Isabela Herranz, la autora, para ilustrarnos sobre estos fascinantes ámbitos siempre en la inestable frontera entre lo sobrenatural y lo científico.

(1919), «los fenómenos luminosos manifestados por personas pia-dosas adoptan gran variedad de formas». Lo más habitual es que solo la cabeza o el rostro estén nimbados de luz, como esas au-reolas de la iconografía religiosa. ¿Acaso tales representaciones pictóricas se inspiraron en hechos tan extraordinarios como los descritos? En vista de los testimo-nios, no parece que se trataran de una simple figuración simbólica.

GLOBOS LUMINOSOSPara terminar, recogeremos los casos de dos santas «iluminadas» que, por relatos de testigos ocu-lares, desprendían luz a través de sus vestiduras. La primera es Ca-talina de Siena (1347-1380). Según cuenta su biógrafo Raimundo de Capua, que fue a un tiempo amigo y confesor, Catalina se presentó un día de 1376 ante él rodeada de gran resplandor, hecho que le dejó «es-tupefacto». Tal biografía no fue un

documento meramente edificante, sino que se trata de una obra histó-rica rigurosa. Por desgracia, De Ca-pua no especificó cómo era su luz, ni el tiempo que duró el prodigio.

La segunda santa es Gertrudis de Nivelles (626-659). Al menos en dos ocasiones esta belga se vio envuelta por una misteriosa luz. Contó a su biógrafo que un día, mientras rezaba, un globo luminoso descendió sobre ella iluminando toda la capilla. Tardó una media hora en desvanecerse. En otra ocasión en que estaba arrodillada ante el altar de san Sixto, una bola de fue-go se colocó en su cabeza. Las her-manas presentes pensaron que el Espíritu Santo había llenado el alma de Gertrudis con luz celestial. Se cuenta que santa Brígida de Irlanda (siglo V), santa Aldegundis (siglo XII), san Juan de Matha (siglo XII) y santa Juana María de Maillé (siglo XIV) también tuvieron experiencias similares con bolas de luz sobre sus cabezas. n

¿SABÍAS QUÉ…?


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Esta obra es el resultado de 15 años de elaboración por parte de Carl Gustav Jung. Simbólica y profunda, permaneció inédita hasta 2009.

BERNARDO NANTE

El libro rojo de Jung

Bernardo Nante –doctor en Filosofía y presidente de la Fundación Vocación Humana y su Instituto de Investigacio-nes Junguianas– proporciona con este

libro una guía imprescindible para acceder a esta complejísima obra del psiquiatra suizo, en la que recogió sus experiencias del «encuentro con el inconsciente» a partir de la aplicación del método de la imaginación ac-tiva. Compuesto con grandes imágenes que aparentan ser miniaturas y con una caligrafía al estilo del siglo XV, El libro rojo fue lentamen-te elaborado por Jung durante quince años. Esta obra no había salido del ámbito familiar y privado hasta épocas recientes, y en la actua-lidad se nos presenta como un auténtico reto: historias que parecen salidas de una novela caballeresca o relatos oníricos que se cruzan con diálogos de intenso dramatismo o con pasajes ensayísticos, que suelen ser interpre-taciones del propio Jung de los símbolos y mitos. El autor analiza este universo polifónico y ofrece las claves para su comprensión a par-tir de la propia obra junguiana. Jung escribió e ilustró el manuscrito aproximadamente entre

1914 y 1930, y es considerado el núcleo de su obra posterior. Permaneció inédito hasta su publicación en octubre de 2009, aunque el sui-zo comenzó a pergeñar este volumen durante la I Guerra Mundial (1914-1918), precisamente cuando desarrolló sus principales teorías sobre el inconsciente colectivo o los arqueti-pos. Como hemos apuntado, el método de la imaginación activa es el germen de El libro rojo. Tal como lo describe el propio Jung, fue visitado por dos entidades, el anciano Elías y la joven Salomé. Más adelante, Elías se convertiría en el guía espiritual de Jung, que éste bautizó con el nombre de Filemon: la representación de un conocimiento superior que se comunicaba a través de imágenes míticas. Estamos frente al trabajo inédito más influyente en la historia de la psicología, y su publicación constituye un auténtico hito.

CLAVES PARA COMPRENDER UNA OBRA CAPITAL EN LA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA

JUNG RECIBIÓ LA VISITA DE DOS ENTIDADES, QUE LLAMÓ ELÍAS Y SALOMÉ

OCULTONOVEDADES LITERARIAS

OCI

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OCIOCULTO

OOPARTS: OBJETOS FUERA DE SU TIEMPO J. J. Sánchez-Oro y C. Aubeck¿Computadoras astro-nómicas en la antigua Grecia? ¿Aviones en el mundo precolombino o en el arcaico Egipto de las pirámides? ¿Seres humanos convivien-do con dinosaurios? ¿Electricidad en Mesopotamia? En los años sesenta, Ivan T. Sanderson acuñó un nuevo término: Out Of Place Artifact (OOPArt), que podría traducirse como «artefacto fuera de lugar». Con él calificaba aquellos objetos arqueológicos y tecnologías ancestrales que no parecían corresponder a la época donde habían sido encontrados. A partir de ahí, muchos autores postularon la idea de que habíamos sido instruidos por extraterrestres o que existió otra Humanidad, muy evolucio-nada, antes de la nuestra. En este libro, los expertos en la materia Chris Aubeck y el cola-borador de AÑO/CERO Juan José Sánchez-Oro acometen una revisión crítica de los más famosos OOPArt de todos los tiempos. Una puesta al día de estos fascinantes artilugios, desentrañando cuanto pudiera haber de verdad o ilusión en ellos.

Luciérnaga. 224 pág. 17€.

El II Congreso de Misterio y Enigmas de la Historia se cele-brará el 13, 14 y 15 de noviembre de 2015 en el madrileño Hotel Meliá Barajas (a 400 metros de la parada de metro Bara-jas). Participarán en el evento ponentes de la talla de J. J. Benítez, Lorenzo Fernán-dez Bueno –director de la revista Enig-mas–, Miguel Blanco, Paloma Navarrete, Josep Guijarro, Clara Tahoces, Francisco Pérez Caballero, Juan José Sánchez-Oro, Mónica G. Álvarez, Francisco Contreras, Ricardo González, José Manuel García Bautista y el director de AÑO/CERO Enri-que de Vicente, que ofrecerá una charla titulada La mente, campo de batalla. Entre otros muchos asuntos, el resto de las conferencias ahondarán en cuestiones tan fascinantes como la búsqueda de objetos de poder, casas encantadas, vida después de la vida, la Sábana Santa de Turín, el Camino mágico y sagrado de Santiago, extraterrestres en la antigüedad o la búsqueda del alma en el laboratorio. Información e inscripciones en la web www.congresomisterio.es, en el correo electrónico [email protected] y en el teléfono 934928709.

Chakras. 7 estados de conciencia (Almuzara, 2015) es una guía práctica y actual sobre el milenario sis-tema hinduista de los chakras, verdaderos canales energéticos que regulan nuestro flujo de energía. Este manual ofrece: la naturaleza de cada uno de los siete chakras que armonizan nuestro cuerpo; cómo tratar aquellos canales energéticos obstruidos; de qué forma activar cada chakra: desde el amor, la inspiración, la clarividencia o el poder personal; cómo trabajar la energía para alcanzar el equilibrio a todos los niveles: físico, mental y espi-ritual; el empleo de técnicas como los sonidos, colores, gemas o aromas para que fluya la energía vital; prácticas de meditación para abrir cada canal energético; etc.

II CONGRESO DE MISTERIO Y LOS SIETE CHAKRAS

MISTERIOS DEL PASADO

LA HISTORIA IMPERFECTA Xavier BartlettEl origen del hombre y de la civilización, ¿sucedió tal como nos lo cuentan en la escuela o en la universidad? ¿Qué grado de certeza tene-mos respecto a algunas concepciones ya conso-lidadas? Frente a la investigación académica, numerosos autores han explotado un género literario, conocido como historia o arqueología alternativa, que intenta retar al conocimien-to aceptado según el consenso científico. Este fenómeno, que pretende «reescribir la historia», ha sido, sin duda, un éxito de ventas durante mucho tiempo. Pero, ¿hasta qué pun-to sus postulados son creíbles? ¿Es posible que algunas de las propuestas alternativas apunten a nuevas líneas de investigación? ¿Pueden aportar algo al debate científico o son simples productos culturales de consu-mo? La historia imperfecta describe y analiza el panorama internacional de este género desde sus inicios a través de sus autores más destacados y sus teorías más difundidas, comparando en un equilibrado contraste lo que es científico y lo que es pseudocientífico.

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50 LUGARES MÁGICOS DE CANTABRIA Fran Renedo Desde las escarpadas cumbres al sinuoso litoral, y desde el oriente al occidente, este libro guía al lector por una tierra que dio nombre a un mar. Atravesando sende-ros y barrancos, descubriendo montes sagrados y visitando ermitas perdidas, monumentos megalíticos y enclaves urbanos, el autor realiza un viaje por los mitos, leyendas y tradiciones cántabras. Entre sus páginas y en los distintos lugares propuestos, el lector conocerá tradiciones seculares, mitos paganos y creencias piadosas que forman parte de la cultura de Cantabria. Este singular recorrido puede realizarse cómodamente sentado e inmerso en la lectura, o bien recorriendo cada uno de los lugares mágicos indicados. Por este motivo, para cada enclave se incluyen precisas indica-ciones sobre cómo llegar y las coorde-nadas GPS para aprovechar las nuevas tecnologías. Buen viaje…

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ENCLAVES SAGRADOS Y BUDISMO

LA MENTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Dzogchen Ponlop RinpochéCon un conocimiento muy profundo de la men-te occidental y un estilo cálido e informal, Dzog-chen Ponlop Rinpoché –un reconocido maestro de la meditación– nos introduce en las misteriosas enseñanzas tibetanas sobre los bardos: los intervalos de la vida, la muerte y más allá. Con asom-brosa claridad, el gran maestro de medi-tación proporciona el conocimiento que nos permite transformar el mayor de los obstáculos, la muerte, en la más genuina oportunidad para despertar. Trabajar con los bardos significa hacernos verdadero cargo de la vida. El secreto de un buen viaje a través y más allá de la muerte radica en nuestra forma de vivir. Mediante los aspec-tos prácticos de las técnicas de meditación y una exposición brillante, La mente más allá de la muerte traza un mapa esclarece-dor y proporciona un vehículo seguro para transportarnos con firmeza a través de los tránsitos de esta vida y los peligrosos bardos más allá de la muerte.

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«¡AVISEN A LOS CAZAFANTASMAS!». EN EL NUEVA YORK DE LA PEQUEÑA Y LA GRAN PANTALLA ESTÁ CLARO CÓMO ACTUAR EN CASO DE INTRUSIÓN SOBRENATURAL, PERO EN EL MUNDO REAL, POR DESGRACIA, LA SOLUCIÓN NO ES TAN EVIDENTE. DICEN QUE ES LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME, Y BUENA PRUEBA DE ELLO ES LA CANTIDAD DE ALMAS EN PENA QUE SE RESISTEN A ABANDONAR ESTE MUNDO Y DISFRUTAR DE SU DESCANSO ETERNO, SIENDO CATALIZADORAS DE SUCESOS IMPOSIBLES Y PERTURBADORAS APARICIONES QUE ESCAPAN A LA RAZÓN. MANSIONES ENDEMONIADAS, TABERNAS FRECUENTADAS POR COMENSALES INVISIBLES, MUEBLES QUE LEVITAN EN MUSEOS Y TEATROS… PREPÁRENSE PARA UN RECORRIDO TURÍSTICO DE ULTRATUMBA POR LA CAPITAL FANTASMAGÓRICA DEL PLANETA.

TEXTO Y FOTOS JAVIER PEINADO


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A primera vista podría parecer imposible en-contrar la clásica casa encantada, pequeña, tétrica y de inquietante fachada en una mega-

lópolis dominada por gigantescos rascacielos y edificios de reciente factura. Pero, si bien es cierto que Nueva York ejemplifica el apogeo de la aglomeración urbana, también dispone de acogedoras zonas resi-denciales rebosantes de historia. El legado de las generaciones que, con el paso de los siglos, han residido en estas áreas menos congestionadas es indeleble, pero no son pocas las ocasiones que trágicos sucesos impregnan estos lugares con una impronta tan persistente que pa-recen marcados para siempre con sombrías energías residuales.

Es el caso del que está considera-do el edificio más aterrador de Man-hattan, ubicado en el número 14 de la calle 10, un bloque de apartamen-tos conocido como «la Casa de la Muerte». Este apelativo hace honor a su nombre, pues según la leyenda dicho lugar está afectado por una terrible maldición que enloquece a sus residentes, empujándolos a cometer las peores atrocidades imaginables. Todo comenzó con una

FANTASMAS TEATRALESNueva York es puro espectáculo. En sus calles, sus gentes, su ritmo de vida y, por supuesto, en sus shows de Broadway. El mundo de la farándula siempre se ha caracterizado por su tendencia a la superstición y la aprensión al mundo sobrenatural, como bien demuestra la existencia de la «luz fantasma» que se deja encendida para evitar que fuerzas oscuras invadan la sala. Un temor bien justificado, si tenemos en cuenta la cantidad de apariciones espectrales y fenómenos paranormales que tienen lugar en el interior de salas de exhibiciones a lo largo y ancho de la ciudad. El New Amsterdam, clásico indiscutible del Distrito de los Teatros, está embrujado por el espíritu de Oliveretta Duffy, estrella del cine mudo fallecida en 1920 tras envenenarse accidentalmente. Desde entonces, Olive es una presencia habitual para técnicos y artistas que afirman haberla visto con el vestido verde que le dio la fama, mientras sujeta la botella con el mercurio que provocó su muerte. Igual de sugerentes son las historias relacionadas con el Palace, ubicado en pleno Times Square. Hasta cien entidades sobrenaturales habitarían este teatro: desde el artista circense Louis Borsalino hasta la superestrella de Hollywood Judy Garland, pasando por niños pequeños y espectros caninos. El exitoso y difunto productor escénico David Belasco continúa atendiendo a los estrenos y celebrando sus éxitos en el teatro que lleva su nombre, y el fantasma del escritor Washington Irving ha sido visto en el Public Theatre. Incluso el Radio City Music Hall, el teatro interior más grande y famoso del planeta, estaría hechizado por el fantasma de su fundador, Samuel Lion Rothafel.

MARK TWAINes uno de los insignes fantas-mas que siguen haciendo de las suyas en la Casa de la Muerte, el edificio más aterrador de Manhattan.

la Casa de la Muerte han convivido con todo tipo de fantasmas a lo largo de los años, siendo los más populares una inquietante mujer con vestido largo y el escritor Mark Twain, quien parece haber regre-sado al hogar donde habitó entre 1900 y 1901, apareciéndose con su característico traje blanco y un gato en la mano.

MANSIONES EMBRUJADASNo obstante, aun con todo el dolor y la angustia que encierra este lugar, probablemente la casa encantada por antonomasia dentro de la Gran Manzana sea Merchant’s House, antigua residencia de la acomodada familia Tredwell y conocido foco de casuística paranormal desde 1933, año en que Gertrude –la excéntrica hija menor– falleció tras pasar años recluida en su interior.

Tras la reapertura de la mansión como museo tres años más tarde, los espeluznantes fenómenos vivi-dos en primera persona por emplea-dos y turistas han sido una constan-te hasta nuestros días: descensos bruscos de temperatura (termogé-nesis), pianos rotos que comienzan a sonar por sí mismos, susurros de voces femeninas, extrañas luces

pareja de inmigrantes que torturó y mató de hambre a su hijo pequeño. Tiempo después, el 2 de noviembre de 1987, el preeminente abogado Joel Steinberg golpeó hasta la muerte a su hija de seis años, Elisa, supuestamente enajenado por el abuso de drogas.

Abyectos asesinatos que podrían estar motivados por el influjo de malignas energías. Según se dice, hasta 22 personas habrían muerto entre estos muros. Los vecinos de


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TRIZ

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Maniquí de Seabury Tredwell (arriba) y dibujo de su hija Gertrude (abajo). Izda., Denise, que ha visto fantasmas en Merchant´s House.

“En Merchant´s House algunas personas han visto espectros y extrañas luces, y los pianos rotos tocan solos ”


visibles desde el exterior, aparatos electrónicos que súbitamente dejan de funcionar y, por supuesto, apari-ciones espectrales.

Con semejante historial, no podía dejar pasar la oportunidad de acer-carme a investigar este asunto per-sonalmente. Y, ciertamente, el lugar impresiona. Gracias al obsesivo rechazo de Gertrude por adaptarse a los nuevos tiempos, este pedazo de historia de la ciudad ha logrado sobrevivir prácticamente intacto en pleno barrio universitario, reflejando de forma exacta la vida en un hogar de la clase alta en pleno siglo XIX. Cruzar el umbral de Merchant’s House es adentrarse en un im-pactante viaje en el tiempo que pone los pelos de punta. Silencio sepulcral en los pasillos, maderas que crujen a cada paso, maniquíes estratégicamente situados para asustar al cazafantasmas aficiona-do… Visitar Merchant’s House es una experiencia absolutamente fascinante, aterradora y única.

No es difícil imaginarse la vivienda poblada por los espíritus del patriar-ca Seabury Tredwell y sus infortuna-das hijas, que desde hace décadas se presentan ante los atónitos visitantes. Denise, la encantadora docente y voluntaria del museo,

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no sólo conoce a la perfección las historias sobrenaturales que circulan en torno a este lugar, sino que ella misma ha sido testigo presencial de fenómenos paranormales: «Mu-chos guías han tenido experiencias alguna vez, y ha habido suficientes para concluir que pasa algo extraño. Todas ocurren de forma fugaz, en un abrir y cerrar de ojos. En mi caso, me encontraba aquí, en la tienda, cuando de repente vi a una mujer vestida con ropas de época que sur-gía de la pared donde antiguamente había un montaplatos. Sostenía una bandeja de forma muy extraña y se dirigía al comedor. También en la habitación de la hija mayor, Eliza, presencié una aparición muy fugaz, azulada, que se materializó ante mis ojos. Es en este cuarto donde pare-ce haber más actividad fantasmal».

Tal y como me relató mi informa-dora, toda la casa es escenario de sucesos imposibles. Desde hornos moviéndose por sí mismos en la cocina del sótano hasta presencias preternaturales en las habitaciones de los sirvientes, situadas en la planta superior. Si bien es cierto que no registré ninguna psicofonía en las alcobas de la familia, he de confesar que al llegar a las de los criados me invadió una repentina mezcla de náuseas y dolor de cabeza. ¿Suges-tión? Posiblemente, pero al bajar de nuevo a los pisos inferiores todo el malestar desapareció súbitamente.

EL FANTASMA DE UN BEATLEPor supuesto, Merchant’s House no es la única casa embrujada de Manhattan. En la Mansión Morris-Jumel, la investigadora paranormal L´Aura Hladik registró una psicofonía en teoría perteneciente a su antiguo propietario, Stephen Jumel. «Me encontraba sola, en la habitación que está entre el dormitorio del Sr. Jumel y su vestidor», me explicó la experta cuando tuve ocasión de entrevistarla. «Pregunté en francés si había alguien ahí y si quería hablar conmigo –continuó con su relato–. Cuando revisé la grabación más tarde, pude distinguir la voz de un hombre que susurraba, también en francés, la frase ‘me gustas’».

Curiosamente, la mayor concen-tración de viviendas malditas recon-vertidas en museos se encuentra en el distrito de Staten Island: Conference House, la casa de la

John Lennon (arriba) vivió con Yoko Ono en el Edificio Dakota (a la derecha), donde observó al espectro del actor Robert Ryan. El Beatle acabó siendo asesinado en dicho inmueble.

fotógrafa Alice Austen, y el Museo Garibaldi-Meucci son tan sólo dos de ellas. En el otro extremo de la ciudad, la casa Van Cortland perpe-túa su leyenda como el edificio más hechizado del Bronx.

Finalmente, ningún recorrido por los hogares encantados de Nueva York estaría completo sin mencionar el edificio Dakota, escenario de la terrorífica película La Semilla del Diablo y macabro escenario del ase-sinato de John Lennon. En este ex-clusivo complejo de apartamentos se han registrado tanto inexplicables fenómenos poltergeists (desde as-censores que se activan solos hasta bolsas de basura que levitan) como apariciones de una célebre galería de espectros. Uno de los más cono-cidos es el de una niña que surge y

se esfuma a voluntad, anunciando que es su cumpleaños mientras juega con una pelota. Testimonios de este fantasma han aparecido en medios como The New York Times, y en 1965 numerosas personas se percataron de la presencia de un niño pequeño que desapareció al llegar a la habitación 77.

Por supuesto, entre los fantasmas del Dakota también se encuentran celebridades de todo tipo. Edward Clark, constructor del edificio, ha sido identificado en más de una ocasión. En 1975, cuando Lennon y su esposa Yoko Ono se instalaron en su apartamento, aprendieron a convivir con el espíritu de su anterior propietario, el actor Robert Ryan. El propio Beatle reconoció haber con-templado en diciembre de 1980 el


HOTELES ATERRADORESTodos hemos sentido un escalofrío al enfilar el pasillo de un hotel, sugestionados por las historias de fantasmas que hemos visto en el cine. Lo que debería ser un hogar temporal y un refugio privado se ve súbitamente perturbado por aterradoras presencias y caóticos sucesos que convierten una estancia reparadora en una auténtica pesadilla. Dos son los principales hoteles neoyorqui-nos cuyo lujo atrae por igual a vivos y muertos. El primero es el Chelsea, otrora punto de reunión de la flor y nata de la escena bohemia estadounidense y actual nido de fantasmas, pues los espíritus de dichas figuras de la música y la literatura continúan reservando habitación. Además del ya citado Dylan Thomas, cuya fantasmagórica figura ha sido vista en la habitación 206, los huéspedes de la octava planta han declarado haber visto el espectro del escritor Thomas Wolfe. Pero el fantasma más activo es el de Sid Vicious, solista de Sex Pistols que en 1978 supues-tamente apuñaló a su novia Nancy Spungen en la habitación 100. Huéspedes del Chelsea se han quejado a recepción por las fuertes discusiones y la estruendosa música punk provenientes de la estancia, aun cuando en dicho momento estaba vacía. Por si fuera poco, la habitación 124 también tiene un fantasma propio que acostumbra a aparecerse en el baño. El segundo hotel con leyenda es el Algonquin, inspiración para el ficticio Sedgewick de la película Cazafantasmas y antigua sede del selecto club de escritores conocido como El Círculo Vicioso, cuya fundadora, la dramaturga Dorothy Parker, ha sido vista después de muerta desencadenando todo tipo de poltergeists.

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espectro de una mujer llorando por el pasillo. Tristemente, parece que incluso él podría haberse unido a esta trágica comitiva, apareciéndose a la entrada del edificio donde per-dió la vida y vagando por Strawberry Fields, en Central Park, donde cada día cientos de fans acuden a presen-tarle sus respetos.

ILUSTRES ESPECTROSHablando de personalidades, men-ción especial merece el inquieto espíritu de uno de los personajes más importantes de la historia de Nueva York: Peter Stuyvesant, primer gobernador de la por aquel entonces New Amsterdam, prin-cipal reformador de Manhattan y constructor del muro defensivo que con el tiempo denominaría a

lglesia de San Marcos, la última morada del gobernador Peter Stuyvesant (abajo, su tumba), cuyo fantasma sigue apareciéndose.


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Wall Street. Su influencia fue tan palpable que varias calles y barrios adoptaron su nombre. Semejante fama debió acompañarle en la otra vida, ya que pocos días después de su muerte, en 1672, varios sirvientes y miembros de la familia vieron su fantasma.

Stuyvesant tiene el honor de ser el espectro más antiguo de la ciu-dad. Tras el incendio que destruyó la vivienda en 1744, sus restos fue-ron trasladados a la iglesia de San Marcos en el Bowery. En un claro ejemplo de insistencia sobrenatural, su espíritu se trasladó a su nueva morada para seguir haciendo de las suyas. La historia más difundida se remonta al 14 de abril de 1865, día en el que fue asesinado Abraham Lincoln, cuando un encargado de la iglesia se encontró cara a cara con el fantasma de Stuyvesant. Sus gritos de terror fueron silenciados por la campana de San Marcos, que empezó a sonar incesantemente. Cuando sus compañeros acudieron al lugar, no sólo no había nadie en el campanario, sino que la cuerda de la campana había desaparecido. Al día siguiente la encontraron dentro de la tumba de Peter. Con el paso de los años, Stuyvesant ha sido tanto visto como oído –debido al sonido que en vida hacía su pata de palo– durante las misas y frente a su lápida.

El caso de la capilla de San Pablo es bien distinto. Considerado el edificio público en activo más an-tiguo de Manhattan, este templo del Distrito Financiero actuó como principal refugio para los servicios de rescate y emergencias durante el fatídico 11 de Septiembre de 2001. El trauma y la desesperación

En McSorley´s se conservan las esposas (abajo) utilizadas por Harry Houdini (izda.) en sus espectáculos. Varios clientes del citado bar han contemplado su espectro. Abajo a la dcha., el autor del reportaje en el citado establecimiento. Arriba, cuadro en el que apareció un «gato fantasma» que nadie pintó.

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89 “En el distinguido restaurante One if By Land, Two if Be Sea unas manos invisibles empujan a los comensales por las escaleras ”


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de aquel día todavía se sienten en el interior de San Pablo, pero lo cierto es que los relatos de presen-cias fantasmagóricas se remontan al siglo XIX. Así ocurrió con el es-pectro del actor alcohólico George Frederick Cooke, que se aparecía visiblemente molesto tras compro-bar que su cabeza estaba siendo utilizada como recurso teatral en lugar de ser donada a la ciencia. ¡Incluso se habla del fantasma del mismísimo George Washington –el primer presidente de EE UU– re-zando en el interior de esta iglesia!

AGRESIVAS FUERZAS SOBRENATURALESEn Nueva York no es complicado encontrar algún famoso si uno abre bien los ojos mientras degusta un brunch o cena en un local de moda. Pero lo que muchos no saben es que algunos de los que pasaron a mejor vida continúan rondando sus mesas y barras predilectas. Al fin y al cabo, ¿qué mejor lugar para reflexionar sobre el sentido de la vida que un bar? En uno de los días más calurosos de junio decidí visitar McSorley’s Old Ale House, una de las tabernas más antiguas de Man-hattan. Más que un bar-restaurante es un legendario museo dedicado a la ciudad de Nueva York, pues está saturado de auténticas reliquias, como la silla donde se sentaba Lin-coln cuando acudía al lugar a echar unos tragos o las esposas con las que el maestro del escapismo Harry Houdini se encadenó a la barra del bar. Precisamente es la presencia del ilusionista más famoso de la historia la que me llevó a este rincón tan especial, y es que, pese a que falleció en 1926, se dice que su destreza era tal que podría haber realizado su truco final escapando a la misma muerte.

«¿El fantasma de Houdini? Sí, lo he visto –me responde con un guiño burlón la jovial camarera–. De haber fantasmas, creo que son amigables». La leyenda es bien conocida, tanto por empleados como por parroquianos de este clá-sico del East Village: si ves un gato dentro de McSorley’s, se trata del espíritu de Houdini que continúa vi-sitando su bar favorito. La ironía del asunto no podría ser mayor, ya que Houdini, enemigo público número uno de los espiritistas y devoto cruzado de la causa contra lo sobre-

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natural, rechazaba rotundamente la existencia de fantasmas.

No muy lejos se encuentra Il Buco, restaurante italiano donde se aparecería el fantasma de Edgar Allan Poe, decano de los relatos sobrenaturales que también ha sido visto en diversos puntos de la ciudad. Siguiendo con torturados escritores, es bien conocida la his-toria del poeta Dylan Thomas, que habría fallecido tras beber 18 vasos de whisky en una sola noche en The White Horse Tavern, poco antes de derrumbarse en el Hotel Chelsea en 1953 (ver recuadro). Desde enton-ces, los fieles a la taberna han repor-tado durante años las apariciones de Thomas en su mesa favorita… ¡Lle-gando al punto de apurar las copas de los distraídos clientes!

Pero si tenemos que hablar de un lugar donde lo inexplicable parece ser el plato del día, ése es sin duda el One if By Land, Two if By Sea. Tras tan singular nombre se escon-de uno de los restaurantes más distinguidos y románticos de Nueva York, resultado de transformar la cochera de carruajes del vicepresi-dente Aaron Burr en toda una ins-titución de la alta cocina. Pero ade-más del caviar y las ostras, el menú incluye otros entrantes difíciles de digerir: comensales empujados por las escaleras; pendientes arranca-dos de cuajo por fuerzas descono-cidas; sillas que se desplazan solas; sonidos de voces, pisadas y maulli-dos en áreas vacías…

Según una leyenda, los fantasmas de las hermanas Van Der Vroot se lanzan a patinar en el lago helado de Wollman Rink, en Central Park (sobre estas líneas).

LOSFANTASMAS

DEL WORLD TRADE CENTER SE DEJAN VER

ALGUNAS VECES

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La mencionada investigadora L’Aura Hla-dik postula que la proximidad con el agua amplifica la actividad paranormal. Dicen las habladurías que el espectro del Capitán Kidd custodia su tesoro enterrado en Liberty Island, y que los inmigrantes fallecidos en Ellis Island (abajo) se apare-cen contando su historia a los vivos. La espeluznante Isla Hart, con su gigantesco cementerio de cuerpos no identi-ficados y enfermos altamente contagiosos, es un enclave descorazonador, cuya visita está altamente restringida.

¿SABÍAS QUÉ…?

Parecen recursos clásicos para una película de terror, pero es pura rutina para el sufrido personal del restaurante, quien apunta a dos prin-cipales sospechosos: el propio Burr y su hija Teodosia, muerta en alta mar bajo misteriosas circunstancias en 1812. También se ha visto a un espectro afroamericano que podría ser el fiel sirviente de Burr.

The Bridge Café, Ear Inn, el re-cientemente cerrado Manhattan Bistro… La pintoresca oferta de pubs y restaurantes donde reponer

“ LAura Hladik, directora de una asociación que investiga espectros, ha grabado extrañas voces ”

La conocida plaza de Times Square (abajo) es escenario habitual de toda clase de hechos extraños.

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fuerzas entre fantasmas invita a un recorrido irresistible para gourmets con apetito de emociones fuertes.

En Times Square, la estatua del compositor George M. Cohan baila en la medianoche del 4 de julio. El tren del infierno recoge almas pecadoras en la estación de Grand Central. Henry Hudson, el Holan-dés Errante original, prosigue su travesía de ultratumba por el río al que dio nombre. Los fantasmas del World Trade Center continúan reviviendo su tormento. Los suici-das del Empire State saltan al vacío años después de haber perdido la vida. ¡Hasta Gracie Mansion, la residencia del alcalde, tiene su propio fantasma!

SOBRE 20.000 MUERTOSNingún rincón de la ciudad está a salvo de estas inquietantes pre-sencias. Instituciones estudiantiles como Fordham o la Universidad de Nueva York son escenario de pavo-rosas historias protagonizadas por espíritus en edificios marcados por suicidios y trágicos accidentes mor-tales, e incluso un simple paseo por el parque puede esconder una es-pantosa realidad bajo nuestros pies. Es el caso de Washington Square Park, antiguo emplazamiento de ahorcamientos públicos donde ya-cen enterrados los restos de 20.000 nativos americanos y enfermos terminales a menos de dos metros de profundidad.

Los espectros y entidades para-normales han sido, son y serán por siempre parte de la esencia misma de Nueva York. Sin ir más lejos, en mayo de 2015 varios empleados de un bloque de apartamentos de lujo en Brooklyn dimitieron alegan-do que dicho lugar está encantado. A buen seguro, no serán los últi-mos en enfrentarse a lo imposible en una ciudad tan fascinante que ni siquiera los muertos parecen querer abandonar… n

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NACIDO EN LA INDIA, DJIGME PADMA WANGCHEN, 12º GYALWAMG DRUKPA, ES EL LÍDER ESPIRITUAL DEL LINAJE DRUKPA, UNA DE LAS MÁS ANTIGUAS ESCUELAS BUDISTAS DE LOS HIMALA-YAS. EN LA FELICIDAD EMPIEZA EN TU MENTE (EDITORIAL SIRIO, 2015) –LIBRO DEL QUE LES OFRECEMOS EL SIGUIENTE EXTRACTO–, DJIGME PADMA WANG-CHEN NOS GUÍA A TRAVÉS DE PRÁCTI-CAS QUE NOS AYUDAN A RECONECTAR CON LA VIDA TAL COMO ES.

La vida puede parecer muy complicada, llena de decisiones difíciles, expectativas y presiones. Pero cada día, en el fondo, todos y cada uno de nosotros tenemos la esperanza de ser felices y vernos libres del dolor, tanto aquí en este momento como en nuestra vida concebida como un todo.

Queremos vernos libres de la molesta sensación de que «todavía» no es el mo-mento de ser felices, de la sensación de que si podemos conseguir que todas las condiciones de nuestra vida sean las que queremos, podremos obte-ner finalmente la felicidad.

Deseamos sentirnos bien y re-lajados, no notar ese nerviosismo subyacente o ese sentimiento de que, de alguna manera, las cosas no están del todo bien. Tenemos la sensación de que la felicidad podría alcanzarnos si pudiésemos parar de correr; sin embargo, no podemos evitar preocuparnos por el

hecho de que si permanecemos quietos por un momento, tal vez no sepamos qué hacer con nosotros mismos.

No creo que tenga que convencerte de que la felicidad importa. Sólo tengo que pedirte que mires dentro de tu corazón. La felicidad es realmente algo maravilloso, porque la felicidad de una persona tiene el potencial de hacer que otra persona sea feliz, y cuantas más personas sean felices más oportunidades tenemos de hacer del mundo un lugar mejor.

Para algunos, la felicidad tiene la repu-tación de ser algo poco realista; para esas personas consiste en tapar grietas que en realidad son muy difíciles y dolorosas. Por eso es tan importante que tomemos conciencia de todas nuestras emociones, tanto las positivas como las negativas, y las miremos honestamente a la cara, en lugar de intentar ignorarlas.

Los obstáculos que se interponen entre nosotros y nuestra felicidad son las barreras que creamos en nuestra mente. Son como paredes invisibles construidas con nuestros miedos, nuestra impacien-cia, nuestros celos, nuestra ira y todas las opiniones e ideas a las que nos aferra-mos para conservar nuestro sentido de identidad.

Si sientes que eres infeliz a causa de la manera como te tratan los demás, lo primero que tienes que comprender es que, sea lo que sea lo que los demás pue-den hacer o decir, tienes cierto grado de control sobre tus reacciones. Si tu felicidad está dentro, no tienes que dejar que las condiciones externas tengan tal poder sobre ella.

La felicidad es placer, por supuesto. Desde comer un trozo de chocolate

hasta hacer lo que nunca habíamos creído prosible: estos son los mo-mentos fugaces de la felicidad. Sin embargo, aquello que realmente nos interesa es desarrollar una sensación de felicidad continua y maravillosa, que emane de nuestro interior. Esta felicidad es nuestra fuente de inspiración y motivación; es nuestro amor y nuestra com-

pasión, nuestro esfuerzo gozoso y nuestra generosidad.

“Queremos vernos libres de la molesta sensación de que ‘todavía‘ noes el momento de ser felices”

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TRES ESCRITURAS DE SABIDURÍAEl Evangelio, el Bhagavad Guita y el Rubaiyat por Paramahansa Yogananda

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Paramahansa Yogananda, autor de AUTOBIOGRAFÍA DE UN YOGUI, dedicó siempre una atención especial a interpretar algunas de las grandes escri-turas del mundo, con especial énfasis en el Evangelio y el Bhagavad Guita. En español ya se han publicado dos brillantes compendios de esas interpretacio-nes, EL YOGA DE JESÚS y EL YOGA DEL BHAGAVAD GUITA, así como los tres volúmenes completos de LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO, un magno y revelador comentario sobre las enseñanzas originales de Jesús, obras todas ellas galardonadas con varios Premios ILBA.

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