A Lima

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A LIMA, CIUDAD DE MIS ENSUEÑOS Iliana Romero Giraldo Lima, mi bella Lima, contradictoria y clara, extraña y tan nuestra, mezcla de recuerdos de antaño con modernidad, de paisajes que llenan los ojos de alegrías así como de tristezas por los sitios que ya no están, eres una joya en el desierto de la costa que sólo un milagro de la naturaleza pudo crear. Tú que te meces apacible con las olas de tu Costa Verde esmeralda, rodeada de playas amorosas , que acarician la piel con velos de arena clara...mi Lima amada, que generas en los corazones tantos sentimientos de amor y felicidad: ahí en tu puente de Los Suspiros -donde se yergue en bronce la Señora de la Flor de la Canela – aquella que te cantaba con pasión de enamorada fiel-, al fondo el mar sobre el Morro Solar desde el Mirador de Barranco, mientras las olas susurran historias de hoy y de ayer, en lontananza el sunset va cayendo lento, tiñendo la playa de naranja. Ahí están los picarones bañados en miel clara, con olor a hoja de higo; sus anticuchos recién fritos con su ají y su vaso de chicha helada con su rajita de canela. Barrios Altos, cuna de la jarana y fiesta criolla, plagado de recuerdos de épocas de Oro, del bardo que enamorado preguntaba porque es pecado amar si hasta Dios amó, donde se reconoce aun Las 5 esquinas antes de llegar al Cementerio, donde se cobija la Mamacha del Carmen y la Piedra Horadada del amado tradicionista Don Ricardo Palma…¡¡Ah, Don Ricardo!! Cuanto nos encendió en la memoria de las épocas pasadas, el recuerdo de La tapada - prueba sin error que desde siempre hubieron limeñas coquetas, pícaras bellas y sandungueras- , Ud. que nos contó de La Perricholi y el Virrey Amat , que nos dejó testimonios donde El Rímac fue

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A LIMA, CIUDAD DE MIS ENSUEÑOS

Iliana Romero Giraldo

Lima, mi bella Lima, contradictoria y clara, extraña y tan nuestra, mezcla de recuerdos de antaño con modernidad, de paisajes que llenan los ojos de alegrías así como de tristezas por los sitios que ya no están, eres una joya en el desierto de la costa que sólo un milagro de la naturaleza pudo crear.

Tú que te meces apacible con las olas de tu Costa Verde esmeralda, rodeada de playas amorosas , que acarician la piel con velos de arena clara...mi Lima amada, que generas en los corazones tantos sentimientos de amor y felicidad: ahí en tu puente de Los Suspiros -donde se yergue en bronce la Señora de la Flor de la Canela – aquella que te cantaba con pasión de enamorada fiel-, al fondo el mar sobre el Morro Solar desde el Mirador de Barranco, mientras las olas susurran historias de hoy y de ayer, en lontananza el sunset va cayendo lento, tiñendo la playa de naranja. Ahí están los picarones bañados en miel clara, con olor a hoja de higo; sus anticuchos recién fritos con su ají y su vaso de chicha helada con su rajita de canela.

Barrios Altos, cuna de la jarana y fiesta criolla, plagado de recuerdos de épocas de Oro, del bardo que enamorado preguntaba porque es pecado amar si hasta Dios amó, donde se reconoce aun Las 5 esquinas antes de llegar al Cementerio, donde se cobija la Mamacha del Carmen y la Piedra Horadada del amado tradicionista Don Ricardo Palma…¡¡Ah, Don Ricardo!! Cuanto nos encendió en la memoria de las épocas pasadas, el recuerdo de La tapada - prueba sin error que desde siempre hubieron limeñas coquetas, pícaras bellas y sandungueras- , Ud. que nos contó de La Perricholi y el Virrey Amat , que nos dejó testimonios donde El Rímac fue mudo testigo de romances y duelos, además de ser el dueño del vibrante Paseo de Aguas , de la Alameda de los Padres Descalzos , de Amancaes y su flor.

Los que amamos esta ciudad -con todo y su panza de rata gris en invierno- porque guarda nuestras añoranzas, nuestras vidas, nuestros días que vienen… Extrañamos el ayer, pues ya no hay Palais Concert , ya no está El Dandy, Don Abraham Valdelomar, pero quedan impregnadas sus presencias como la de los millones de limeños que vivieron aquí antes , quienes dejaron sus huellas en los caminos sobre las ruinas de Pachacamac, en la Plaza San Martín, rumbo al Hipódromo donde es hoy el Campo de Marte. Donde si aun cierras los ojos, escuchas a lo mejor el murmullo de las voces mezcladas con el viento suave o la garúa fina que a veces nos cubre e invitan a amarte Lima.

Y es que nos ganan los edificios Don Ricardo, nos ganan los microbuses, el Tren eléctrico y el Metropolitano …Sí pues, perdimos el rio Hablador que se ha vuelto silencioso -pues

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ya no tiene peces ni camarones- pero a pesar de eso, quedamos quienes en días como hoy miramos esa cruz iluminada en el Apu San Cristóbal y el cielo de estrellas -que augura mañana otro día de enero caluroso – y nos rendimos enamorados al embrujo de esta ciudad de Los Reyes , seguro como cuando el español quedo de ella prendado,….Lima que aun aguarda y necesita mucho de nosotros , sus hijos, pero sobre todo espera que la amemos como la dama que es, con cariño sincero y afán de enamorado eterno.

¡FELIZ ANIVERSARIO, AMADA LIMA!