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Cuando realizamos esta pregunta, debemos empezar por aclarar qué es aquello que llamamos “talento”. Sin embargo, antes de aclarar el término, es fundamental que sepas que TÚ, eres la máxima expresión del amor de Dios, y como tal TODO lo que pasa en tu vida, contigo y a través de ti, le importa mucho a Dios. ¡El corazón de Él late por ti! Tanto te ama, que Él, el Rey de Reyes y Señor de Señores, no duerme por cuidarte y protegerte: “No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.” Salmo 121:3-4.

Ahora bien, hecha esta aclaración ya debes estar anticipando la respuesta a la pregunta inicial, sin embargo, aclaremos el término. La Real Academia de la Lengua Española, define “talento” como la capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación. Dios dice que Él ha dispuesto su Palabra, “a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:17.

Es decir, a Dios no sólo le importan tus talentos, sino que además, se encarga de capacitarte para que los pongas en práctica. Él también dice lo siguiente: “A uno le dio cinco mil monedas de oro, a otro dos mil y a otro sólo mil, a cada uno según su capacidad” (Mateo 25:15), entonces de acuerdo a la capacidad que tú tengas, Dios te irá dando talentos para que los puedas desarrollar, con respecto a esto, además de ser un regalo, es una gran responsabilidad, porque “a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza” (I Corintios 4:2)

Según lo anterior, claramente a Dios le importan tus talentos. ¡Él te los dio con un propósito! ¡Él no deja nada al azar! De hecho, antes de que tu nacieras, el Señor ya estaba diseñando una vida apasionante y única para ti (Salmos 139: 14-16). Y así como iba diseñando tu vida, Él también te iba equipando con todo lo necesario para cumplir ese propósito (Salmos 138:8). Por lo tanto, es tu deber descubrir y poner en práctica tus talentos, porque solo tu los posees, y esa tarea que Dios encomendó a ti, ¡nadie más la puede hacer! Entonces, ¿Cuáles son tus talentos?

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¿A Dios le importa mis talentos?

TUS SÚPER HABILIDADES…¿QUÉ SON LOS TALENTOS?

Por naturaleza tú eres bueno en algo, ya que Dios te ha dado habilidades para hacer bien ciertas cosas. ¿Cuáles son esas “ciertas cosas” en tu vida? Las personas a tu alrededor saben que disfrutas estas cosas porque sonríes, te diviertes, terminas lo que empiezas. Es por eso que es tan importante que te preguntes: ¿En qué cosas me destaco naturalmente?

Es importante que consideres no tan sólo lo que puedes hacer, sino también lo que amas hacer.

Dios quiere que seas tú mismo, y no una imitación barata de alguien más. ¡Recuerda que eres una obra maestra original!

A continuación encuentras una lista de talentos para que puedas identificar cuáles son los tuyos. Una vez que los identifiques, esfuérzate por fortalecerlos para que puedas dar tu 100%:

Ahora bien, ya tenemos la primera parte, porque existe otra que es más compleja en su estructura, que

es la que se relaciona con los dones.

TalentosBailar Planear actividades y ejecutarlas Habilidad para hacer amigos

Cantar Practicar algún deporte Habilidad para empatizar con los demás

Cocinar Realizar manualidades Facilidad para Leer

Componer Tener destrezas en los juegos de lógica Solucionar problemas

Crear Tener facilidad de expresión Generar ideas

Declamar Tener facilidad para hacer reír a otros Astucia en los negocios

Decorar Tener habilidades financieras Tomar fotos

Diseñar Tener habilidades matemáticas

Escribir Tener habilidades para manejar el computador

Pintar Tocar un instrumento musical



TUS SÚPER PODERES… ¿QUÉ SON LOS DONES?Los dones espirituales son una delegación de poder que proviene del Espíritu Santo, es un regalo de Dios: “Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.” 1 Corintios 12:4-6De aquí se desprenden tres tipos de dones de acuerdo a la clasificación realizada en el libro Anatomía del Espíritu por Restrepo, S. (inédito):

Dones del Espíritu, conocidos como Carismas, “Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu.”

Estos dones no son dados porque sí, tienen una razón de ser, la cual es expresada por Pablo en el pasaje citado: “para el bien de los demás”, esto quiere decir que los dones tienen un propósito: ayudar a los demás! Esto es una gran noticia porque al tú poder identificar y desarrollar tus SÚPERPODERES, vas a poder ayudar a los demás, teniendo un propósito para tu vida! “Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos.” 2 Pedro 1:5-8

Esto es una noticia INCREÍBLE! Además de que Dios te da salvación, te da una vida nueva, una vida eterna y una vida abundante; te regala dones los cuales te hacen útil y productivo(a) porque ayudas a los demás! WOW!

Dones operativos o Carismatas, “Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor”

Dones Ministeriales también conocidos como Domma, “Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.”

“Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe,

virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la

devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.”

2 Pedro 1:5-8



Los súper poderes del Espíritu:Dios dice que A CADA UNO se la da una manifestación del Espíritu, esto quiere decir que TÚ tienes al menos uno de los siguientes dones. Puede que no seas consciente de esto, pero si tú has recibido a Jesús como tu Señor y Salvador, ahí está dentro de ti, lo que debes hacer es, primero identificarlo y luego desarrollarlo, porque como lo mencionamos antes: “A los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza” (I Corintios 4:2)

Según lo describe Pablo estos son los dones del Espíritu: “A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas.” (1Co.12:8-10).

Teniendo en cuenta esta lista de nueve dones del Espíritu, éstos se pueden clasificar en tres grandes grupos, los cuales reciben los siguientes nombres: I) dones de inspiración, del que hacen parte el don de profecía, el don de lenguas, y el don de interpretación de lenguas; II) dones operativos, integrado por el don para discernir espíritus, el don de palabra de conocimiento, y el don de palabra de sabiduría; y III) dones de poder, en donde se encuentran el don de fe, del don de sanidades y el don de milagros.

A continuación encuentras una breve explicación de cada uno de estos dones.

Dones de Inspiración:

Don de Profecía: “el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos.” 1Corintios 14:3 Es decir que las personas que tienen el don de profecía tienen la capacidad de: i) edificar, es decir, instruir, enseñar; ii) animar, o en otras palabras, levantar, impulsar, inspi-rar, motivar; y iii) consolar, alivianar el sufrimiento de alguien.

Don de Lenguas: “El que habla en lenguas se edifica a sí mismo (…)”1Corintios 14:4 Esto quiere decir que quien tiene el don de len-guas tiene la posibilidad de edificarse a sí mismo. Su responsabilidad es el usarlo en sus oraciones personales (este don no es para lucirlo so-berbiamente frente a otras personas), para poder edificarse y así poder luego edificar a otros.

Don de Interpretación de Lenguas: “Por esta razón, el que habla en lenguas pida en oración el don de interpretar lo que diga.” 1Corintios 14:13 Si no quieres solamente que tu espíritu crezca, sino que tu alma, específicamente tu entendimiento, también lo haga, pide el don de interpretar lenguas.



Dones Operativos

Don para discernir espíritus: Quien posee el don de discernir espíritus puede identificar si una manifestación espiritual proviene del Espíritu Santo o de cualquier otro espíritu. En otras palabras, la persona con este don sabe si quien está detrás de una manifestación espiritual es Dios o Satanás. Es común que quienes poseen este don tengan la ca-pacidad de ver demonios, identificando si son espíritus de adivinación, de enfermedad, de muerte, o cualquier otra porquería espiritual.

Don de palabra de conocimiento: El don de palabra de conocimien-to, en otras versiones también llamado palabra de ciencia, consiste en saber información específica de una persona específica en una situación específica.

Don de palabra de sabiduría: La persona que tiene el don de pala-bra de sabiduría reconoce qué es lo que Dios desea que se cumpla en la vida de una persona o de un grupo de personas. Este Carisma está íntimamente ligado con el ministerio de Profeta, del cual hablare-mos más adelante. También se confunde de vez en vez con el don de palabra de conocimiento. Mientras que la palabra de conocimiento revela información del pasado o del presente de una persona, el don de sabiduría revela hechos del futuro.

Dones de Poder

Don de Fe: Para hablar del don de fe es necesario aclarar que bíbli-camente hablando existen tres tipos de fe: la fe salvadora, la fe como fruto y la fe como don. El primero hace referencia a la seguridad de cada creyente de que al recibir a Jesús, es salvo (a). La traducción más acertada frente al segundo tipo de fe, que hace parte del fruto del espíritu Santo, no es fe, es fidelidad. La fe como don es la convic-ción firme de que Dios está interviniendo sobrenaturalmente y contra todo pronóstico.

Don de Sanidades: Quien tiene este don puede sanar las enferme-dades físicas de una persona, así como las dolencias del alma. En cuanto a la salud del cuerpo y a la salud del alma, recuerda esto: cuando se acaban las posibilidades humanas, todavía contamos con las ilimitadas posibilidades divinas.

Don de Milagros: Este don consiste en intervenir sobrenaturalmente en el orden natural de la creación. Quien tiene el don de milagros es capaz de irrespetar las leyes naturales porque conoce que éstas están sometidas a unas leyes que las sobrepasan, leyes sobrenaturales.



Los súper poderes operativos:

Aunque estos dones no son tan llama-tivos, son fundamentales. Sin ellos ni la iglesia ni la sociedad podrían funcionar. Los Carismatas son una dotación de habilidades que permiten suplir nece-sidades que a todos se nos presentan diariamente.

Como lo enuncia Pablo: “Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. (…) si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar, que enseñe; si es el de animar a otros, que

los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que lo haga con alegría // (…) los que ayudan a otros, los que administran (…)” (Ro.12:6-8 // 1Co.12:28).

Enumerémoslos: I) prestar un servicio, II) enseñar, III) animar, IV) dar con generosidad, V) liderar, VI) mostrar compasión, VII) ayudar y VIII) administrar.Estos dones constituyen una dotación natural de habilidades que todo ser humano posee. La diferencia radica en que si están sometidos a la guía del Espíritu Santo, la puesta en operación de estos dones puede llegar a alcanzar su máximo nivel.

Prestar un servicio: Este don consiste en realizar las funciones que se deben ejecutar para el adecuado desarrollo de un evento.

Enseñar: Aquel que lo posee es capaz de explicar de manera sencilla los temas en los que ha recibido instrucción.

Animar: Quienes tienen este don tienen la capacidad de motivar, de inspirar, de trastocar algo en nuestro interior que nos impulsa a cumplir nuestros sueños e ir por mayores retos.

Dar con generosidad: Quien posee este don es una persona que entrega sus recursos económicos con manos abiertas en búsqueda de apoyar una obra en la que crea; es alguien que comparte lo que tiene con las personas que lo necesitan.

Liderar: Liderar es sencillamente el influir en otras personas. Si esto es así, todos tenemos el llamado de persuadir a quienes nos rodean.

Mostrar compasión: Las personas con este don tienen la capacidad de no solamente de entender cómo y por qué alguien se siente como se esté sintiendo, sino que logra compenetrarse con esa emoción a tal punto que la experimenta como si él mismo la estuviera sintiendo.

Ayudar: Quienes tienen este don se caracterizan por acompañar y apoyar a quienes los necesiten en todo el proceso que estén atravesando.

Administrar: Estas personas tienen la gran habilidad de realizar negocios y utilizar de la mejor manera posible los recursos con que cuentan.



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Créditos

Equipo de RedacciónLaura Restrepo

twitter: @LauRestrepo86 Camilo Matajira

twitter: @CamiloMatajiraCindy Ballesteros

twitter: @cindyballsiJuliana Rueda

twitter: @juliruedamDaniel Cortazar

twitter: @Daniel_CortazarMauricio Peña

twitter: @mpenita

Bibliografía

- Restrepo, Sebastián. (inédito) Anatomía del Espíritu. - Fields, D. y Rees, E. (2011) Descubriendo tus talentos. Editorial Zondervan.

Los súper poderes ministeriales:

Finalmente llegamos a los dones Ministeriales. A diferencia de los dones del Espíritu o de los dones operativos, no todos tenemos dones Ministeriales. Quienes tienen este tipo de dones, han sido llamados por Dios para edificar la Iglesia. Esto no quiere decir que TODOS debamos estar en la iglesia, porque cada uno tiene la responsabilidad ante Dios de desarrollarse donde fue llamado a hacerlo.

Estos dones se enmarcan en este pasaje: “Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capa-citar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.” (Ef.4:11-13).

Maestro: Quien tiene el don

ministerial de Maestro tiene el llamado de exponer las verdades de la Biblia y cómo aplicarlas dentro del contexto que la Iglesia esté

viviendo.

Pastor: Quienes son

llamados a ser Pastores han sido llamados a

casarse con la congregación que pastorean. El Pastor por

excelencia, el Pastor de Pastores, es y siempre

será Jesús

Evangelista: Quien tiene el don

de Evangelista tiene un gran peso por las personas

que se pierden por no conocer a Jesús, y pone todo su esfuerzo

en llevarle a ellos el mensaje de salvación que necesitan

escuchar.

Profeta: Quien tiene este

don, señala el camino, afirma cómo deben

hacerse las cosas, advierte que no es la manera en

que se debe actuar.

Apóstol: el Apóstol puede

cumplir cualquiera de las funciones que realizan

los Maestros, Pastores, Evangelistas y Profetas según la necesidad que la Iglesia

tenga en determinado momento.

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Líderes de segmento Fire (15 -18 años)

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Diseño y Diagramación

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