Con «libertad» nos referimos a la oportunidad de experimentar el proceso de poder con objetivos reales, no con los objetivos

artificiales de las actividades sustitutorias, y sin interferencias, manipulaciones o supervisión de nadie, especialmente de ninguna gran organización. Libertad significa tener control (ya sea como individuo o como miembro de un grupo PEQUEÑO) de los asuntos de vida o muerte de la existencia de uno; comida, vestido, refugio y defensa contra cualquier amenaza que pueda haber en nuestro medio. Libertad significa tener poder, no el poder de controlar a otra gente sino el poder de controlar las circunstancias de nuestra propia vida. Uno no tiene libertad si cualquier otro (especialmente una gran organización) tiene poder sobre él, no importa la benevolencia, la tolerancia y la permisividad con que ese poder pueda ser ejercido. Es importante no confundir libertad con la mera permisividad (ver párrafo 72).