LA MÚSICA EN LAS EMOCIONES Y EL APRENDIZAJE Título del trabajo

GLEE PROJECT Pseudónimo de integrantes

CIENCIAS DE LA SALUD ÁREA

LOCAL CATEGORÍA

INVESTIGACIÓN EXPERIMENTAL

MODALIDAD

9362148 Folio de Inscripción

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La Música en las Emociones y el Aprendizaje

Resumen

El objetivo de esta investigación es encontrar qué tipo de música favorece más al

aprendizaje; mientras que, al mismo tiempo, se buscan las emociones que

provocan en cada persona y la forma en la que estas influyen al realizar ciertas

actividades. Se llevó a cabo una prueba de comprensión lectora a alumnos de

sexto año en las cuatro áreas de ambos turnos del plantel, en la cual, en un

transcurso aproximado de 3 minutos 30 segundos. Llevaron a cabo la lectura de

un fragmento de la obra “Carta de Un Loco” por Guy de Maupassant, a la par que

se colocó una canción previamente seleccionada al azar entre 4 géneros

musicales, los cuales fueron: música clásica, pop, metal y banda. Al terminar la

pista musical, se aplicó un cuestionario a los estudiantes para medir el nivel de

comprensión lectora que tuvieron durante la actividad. Acto seguido, con los datos

recopilados, se hizo uso de la estadística para comprobar los niveles de emoción y

de aprendizaje que se manifestaron en durante la prueba, dando así niveles

variados en cuanto a aciertos y emociones experimentadas en las diferentes

aplicaciones. Se puede concluir que los alumnos de área 4 fueron los que

mostraron un mayor rendimiento durante la actividad, reflejándose que tienen la

habilidad de comprensión lectora más desarrollada que los alumnos de las demás

áreas, siendo así que en las áreas 1, 2 y 3 se reflejan respuestas apegadas a los

conocimientos previos adquiridos al querer dar explicaciones científicas o

empíricas a las interrogantes, dejando de lado la información que brinda la lectura.

Se comprobó que la música clásica es el género musical que favorece en mayor

escala a comprender las actividades que llevamos a cabo, que, seguida de la

música pop, muestra una índice mayor tanto de comprensión de la actividad con

más respuestas acertadas, así como de experimentación de alegría y/o relajación

durante el tiempo en el que transcurrió la actividad.

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Introducción.

Marco Teórico.

La música, desde el inicio de nuestra historia ha sido parte fundamental en la vida

del hombre. En el pasado, se utilizaba la música como método de supervivencia y

comunicación. Por ejemplo, en las aves, al cantar, cambian la configuración de su

tracto vocal, alterando con precisión los niveles de apertura del pico, produciendo

diferentes frecuencias de sonidos con distintos fines.

El oído, es el estímulo sensorial cerebral más cualificado, correspondiéndole el

50% ante los demás estímulos. Este despierta e impulsa al cerebro, además de

protegerlo contra el deterioro.

Nuestro cerebro ha evolucionado y a lo largo del tiempo comenzó a incluir sonidos

como una pieza fundamental para controlar las emociones mediante patrones, y

así, decodificar nuestro entorno. Nuestra relación con la música es capaz de hacer

variar y despertar nuestras emociones; y, a través de ellas, se puede aumentar la

capacidad memorística y de aprendizaje, pues en el cerebro, la memoria y la

emoción se encuentran interconectadas anatómica y funcionalmente en el sistema

límbico. De esta forma, la música estimula los centros cerebrales que mueven las

emociones.

Las emociones son las encargadas de convertir a los sentidos en algo

comprensible sin ser conscientes de los sonidos o palabras que se están

escuchando. Esta relación sonido/emoción es la que nos causa entrar en contexto.

El mensaje afectivo de la música lo localizamos en el diencéfalo. La melodía

afecta a la vida emocional y afectiva; y es el diencéfalo quien recibe los motivos y

diseños melódicos, adquiriendo éstos significado, despertando así todo un mundo

interior de sentimientos y emociones.

De esta forma, la música nos ayuda en nuestro desarrollo psíquico y emocional,

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proporcionando el equilibrio necesario para alcanzar un nivel adecuado de

bienestar y felicidad.

En estudios neurocientíficos, se ha demostrado que la música tiene la capacidad

de cambiar los estados de ánimo activando las estructuras emocionales del

cerebro y liberando dopamina. Por ejemplo; asociamos la mayoría de las veces la

tristeza con un tono bajo y grave, mientras que ocurre lo contrario con la alegría,

asociándose con un tonos más altos.

Se han llevado a cabo experimentos en los que se ha modulado la actividad

cerebral emocional estimulada por la música. Habitualmente, empleamos las

palabras para describir cómo nos sentimos, pero éstas no son lo suficientemente

eficaces para hacer que otras personas sepan exactamente qué estamos

sintiendo, ya que no existe una correspondencia unívoca en el cerebro entre

nuestras sensaciones y nuestros centros lingüísticos. Al escuchar música se

activan las áreas del cerebro, que se encargan de la imitación y de la empatía

(corteza insular anterior). Son zonas donde se encuentran las neuronas espejo,

que actúan reflejando las acciones o intenciones de los otros como si fueran

propias. Con la música es más fácil la percepción y descripción sensorial. Con ella

es posible evocar sensaciones y que el receptor entienda perfectamente a qué

emoción nos estamos refiriendo y así, exteriorizar nuestro mundo interno e

interpretar el mundo alrededor.

Además de esto, la música puede ayudar a que esa comunicación que se

encuentra bloqueada fluya, facilitando la libre expresión de sentimientos. Por ello

la música resulta útil y tiene aplicaciones prácticas tanto en el aprendizaje, como

en la manera en que nos relacionamos con las demás personas en nuestra vida

diaria, favoreciendo así la comunicación y el desarrollo de las habilidades sociales.

Otros beneficios que nos brinda la música son la relajación, el desarrollo de la

memoria y el sentido de coordinación, el aumento de la concentración y en la

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capacidad de dar saltos intuitivos. Por ejemplo, si se escucha alguna melodía al

momento de aprender algo, los resultados al momento de recordarlo son mejores

a diferencia de cuando no se utiliza esta.

Se ha encontrado que varias áreas del cerebro, como la corteza motora primaria y

el cerebelo, que están involucrados en el movimiento y la coordinación. La

actividad sensorial de la música, está localizada predominantemente en la zona

bulbar, donde se encuentra el centro de las reacciones físicas. El ritmo afecta

estas áreas y con esto se tiende a la acción. En educación musical, esto es

utilizado para activar y movilizar a los niños y niñas. El sonido, la música y el

movimiento son elementos que propician la activación del sistema sensorial y su

integración.

Cualquier tema educativo puede relacionarse con la música. En los conocimientos

de los cursos infantiles, podemos encontrar canciones tanto infantiles como

populares, cuentos sonoros, dramatizaciones, etc. Estos es ya que a expresión del

lenguaje escrito y hablado se estimulan a través del lenguaje musical y el canto.

Comúnmente se recuerda los cantos de infancia, ya que la estimulación sonora

puede influir en la plasticidad de aprendizaje o memoria para recordar eventos o

personas. Si se observamos a los niños de la etapa inicial, nos damos cuenta que

comienzan expresar sus más variadas necesidades, tanto fisiológicas, como

emocionales a través de sonidos. Fácilmente aprenden a base de cantos y frases

rítmicas acompañadas de aplausos entre otros recursos que se utilizan en la

escuela, quizás sin saber el potencial que ello representa. Incluso los bebés, en

los primeros meses de vida, tiene la capacidad de responder a melodías antes que

a una comunicación verbal de sus padres, ya que la melodía cantada contiene una

fuerza propulsiva que despierta nuestra actividad motriz y emocional, propiciando

sentimientos de gran diversidad.

En el estudio “Practicing a Musical Instrument in Childhood is Associated with

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Enhanced Verbal Ability and Nonverbal Reasoning” se reveló que los niños que

tenían un entrenamiento musical, obtenían mejores resultados en habilidades de

discriminación auditiva, motricidad fina, vocabulario y razonamiento no verbal

resultados respeto a los demás niños.

Esto se debe a que cuando tocamos o improvisamos, componemos y escuchamos

al mismo tiempo. Cuando pensamos y actuamos sobre sonidos, nuestra red de

neuronas se amplía con una serie de conexiones únicas, distintas a todas las

demás, que podrían definirse como los “engramas” o huellas dactilares a las que

ha dado lugar nuestra actividad musical. Esto requiere de una compleja actividad

cerebral que contribuye a desarrollar la percepción sonora, estados de ánimo,

conductas cognitivas, perceptivo–motrices y un largo etc.

La conducta musical al requerir la utilización de todo el cerebro, permite un

equilibrio dinámico entre las capacidades del hemisferio izquierdo y derecho, por

lo que da lugar a un aprendizaje mucho más equilibrado y adaptado tanto al

medio, como a las propias capacidades individuales. Cuando los sentidos trabajan

organizadamente, el aprendizaje se da con mayor facilidad.

Por otro lado, el sonido tiene muchas propiedades misteriosas. Por ejemplo; es

capaz de generar figuras y formas físicas que influyen en nuestra salud,

conciencia y comportamiento diario. A través de la utilización clínica de la música,

la musicoterapia busca activar procesos fisiológicos y emocionales que permiten

estimular funciones disminuidas o deterioradas. En la afasia de lenguaje se han

logrado increíbles avances gracias a la terapia de atención y concentración.

Los sonidos vibradores forman figuras y generan campos energéticos de

resonancia y movimiento a su alrededor (esto se puede comprobar mediante el

experimento de las placas de Chladni). Nosotros absorbemos esas energías, y

estas nos modifican sutilmente comportamientos de nuestro cuerpo. Según las

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formas de sus ondas y otras características. Los sonidos pueden tener un efecto

cargador y aliviador. En algunos casos, cargan positivamente el cerebro y el

cuerpo. A veces una música fuerte, vibrante, puede darnos energía y enmascarar

o aliviar el dolor y la tensión, ya que el cerebro cambia su foco de atención y se

aleja de estas sensaciones. Los ruidos fuertes, como los de una fábrica, el pitido

del tren o un motor a reacción, pueden agotar el cuerpo. Un sonido penetrante, de

alta frecuencia, puede producir dolores de cabeza y un desequilibrio extremo.

Alfred Tomatis cree que los sonidos de alta frecuencia (3.000-8.000 hertzios o

más) por lo general resuenan en el cerebro e influyen en las actividades cognitivas

como el pensamiento, la percepción espacial y la memoria. Los sonidos de

frecuencia media (750 a 3.000 hertzios), tienden a estimular el corazón, los

pulmones y las emociones; los sonidos bajos (125 a 750 hertzios) influyen en el

movimiento físico. Un zumbido bajo y monótono tiende a adormecernos; un ritmo

bajo y rápido, por otro lado, nos dificulta la concentración y el estar quietos.

Sin embargo, se debe de mantener la música con un volumen moderado para

aumentar y promover el pensamiento abstracto, y así, dejar fluir la creatividad. Si

el volumen es muy elevado, la creatividad comienza a obstruirse, ya que cuando

hay altos niveles de ruido ambiental, el pensamiento creativo se deteriora puesto

que estamos abrumados y el cerebro lucha por procesar la información de manera

correcta; por el contrario, si el volumen es muy bajo, la creatividad no fluirá.

El físico teórico Gordon Shaw, sugirió que posiblemente la música de Mozart

«aviva» el cerebro. Se sospecha que la música compleja facilita ciertos

comportamientos neuronales complejos que intervienen en las actividades

cerebrales superiores, como las matemáticas y el ajedrez. La música simple y

repetitiva, por el contrario, podría tener el efecto opuesto.

El escuchar, por ejemplo, a Mozart, «organiza» la actividad de las neuronas en la

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corteza cerebral, reforzando sobre todo los procesos creativos del hemisferio

derecho relacionados con el razonamiento espacio-temporal. Esto quiere decir

que, el escuchar música, actúa como «un ejercicio» para facilitar las operaciones

de simetría relacionadas con la actividad cerebral superior.

En un estudio que se llevó a cabo en la Universidad de Irvine, se descubrió que el

efecto de escuchar la música de Mozart durante diez minutos antes de tomar una

prueba, demostraba una mejora en el razonamiento espacial y abstracto de los

estudiantes.

Después de los estudios de Irvine, un buen número de escuelas públicas

incorporaron obras de Mozart como música de fondo e informaron de mejoría en

la atención y rendimiento de sus alumnos.

Como se puede observar, diversos estudios han demostrado la influencia que

ejerce la música en la activación y desarrollo de diferentes regiones cerebrales,

además de tener beneficios en la energía corporal, influenciando en el latido del

corazón, reducción del dolor y aceleración de la sanación; así como también en el

influjo que tiene en la formación de nuevas conexiones neuronales, aún cuando ha

existido algún tipo de lesión cerebral.

Objetivos.

El objetivo del proyecto es ver y comprobar cómo la música influye en el proceso

de aprendizaje y en nuestras emociones, así como interesar a la comunidad sobre

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el tema, con el fin de poder implementar la música a su gusto y conveniencia de

acuerdo a sus habilidades cognitivas, gustos musicales y a la situación presente.

Se busca resolver las interrogantes ¿La música favorece al aprendizaje?, ¿Qué

estilo de música no es favorable para este?, ¿Qué efectos tiene una pieza de

musical en una persona?.

Problema que se abordó.

Se considera que es importante para los estudiantes de bachillerato, identificar

con qué tipo de música se recupera información de manera significativa, por lo

tanto, a través de este proyecto se tiene el objetivo de identificar qué género de

música beneficia en mayor medida esta habilidad, y los efectos emocionales que

se pueden llegar a manifestarse a lo largo de la investigación.

Hipótesis.

Con la información recabada a través del marco teórico se puede concluir en una

hipótesis que la Música Clásica a través de su largo proceso de elaboración,

armonía y complejidad a comparación de los demás géneros, es la que más

podría beneficiar al proceso del aprendizaje y la recaudación de información,

simultáneamente de fomentar emociones positivas, tales como la felicidad y la

relajación.

Desarrollo.

Para este proyecto se recurrió a la ayuda de distintos profesores del plantel que

contarán con grupos de sexto año en los turnos matutino y vespertino, con el fin

de aplicar una encuesta a los alumnos basada en un ejercicio de lectura, mientras

que, a la par, se reproducía una pista musical seleccionada al azar entre cuatro

géneros musicales, los cuales fueron: música clásica (con “Sonata Dos Pianos, K

448-I: Allegro Con Brío” [fragmento] por Mozart, de una duración de 3:29 minutos),

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pop (con “King” de Years & Years, de una duración de 3:35 minutos), metal (con

“Duality” por Slipknot, de una duración de 3:33 minutos), y banda (con “Supiste

Hacerme Mal” por La Trakalosa de Monterrey, de una duración de 3:45 minutos).

Al finalizar el tiempo establecido a los alumnos (3 minutos 30 segundos) y la pista

musical, se les aplicó un cuestionario para medir el nivel de comprensión lectora.

En la investigación se plantearon las siguientes preguntas y respuestas

esperadas por cada alumno para medir la comprensión lectora que se tuvo

durante la actividad, en base a un fragmento de la obra “Carta de un Loco” por

Guy de Maupassant.

Fragmento de la obra “Carta de un Loco” por Guy de Maupassant

Querido doctor, me pongo en sus manos. Haga usted de mí lo que guste.

Voy a decirle con toda franqueza mi extraño estado de ánimo, y juzgue si no sería

mejor que cuidasen de mí durante algún tiempo en una casa de salud, en vez de

dejarme presa de las alucinaciones y sufrimientos que me atormentan.

Ésta es la historia, larga y exacta, de la singular enfermedad de mi alma.

Vivía yo como todo el mundo, mirando la vida con los ojos abiertos y ciegos del

hombre, sin sorprenderme ni comprender. Vivía como viven las bestias, como

vivimos todos, cumpliendo todas las funciones de la existencia, analizando y

creyendo ver, creyendo saber, creyendo conocer lo que me rodea, cuando un día

me di cuenta de que todo es falso.

Fue una frase de Montesquieu la que súbitamente iluminó mi pensamiento. Es

ésta: «Un órgano de más o de menos en nuestra máquina nos hubiera dado una

inteligencia distinta. En una palabra, todas las leyes asentadas sobre el hecho de

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que nuestra máquina es de una determinada forma serían diferentes si nuestra

máquina no fuera de esa forma.»

He pensado en esto durante meses, meses y meses, y poco a poco ha penetrado

en mí una extraña claridad, y esa claridad ha creado ahí la oscuridad.

En efecto, nuestros órganos son los únicos intermediarios entre el mundo exterior

y nosotros. Es decir, que el ser interior que constituye el yo se halla en contacto,

mediante algunos hilillos nerviosos, con el ser exterior que constituye el mundo.

Pero, además de que ese ser exterior se nos escapa por sus proporciones, su

duración, sus propiedades innumerables e impenetrables, sus orígenes, su futuro

o sus fines, sus formas lejanas y sus manifestaciones infinitas, nuestros órganos,

sobre la parcela que de él podemos conocer, no nos suministran otra cosa que

informes tan inseguros como poco numerosos.

Inseguros, porque únicamente son las propiedades de nuestros órganos las que

determinan para nosotros las propiedades aparentes de la materia.

Poco numerosos, porque al no ser nuestros sentidos más que cinco, el campo de

sus investigaciones y la naturaleza de sus revelaciones se hallan necesariamente

muy restringidos.

Me explico: la vista nos indica las dimensiones, las formas y los colores. Nos

engaña en esos tres puntos.

No puede revelarnos otra cosa que los objetos y seres de dimensión media,

proporcionados a la estatura humana, lo cual nos lleva a aplicar la palabra grande

a determinadas cosas y la palabra pequeño a otras, sólo porque su debilidad no le

permite conocer lo que es demasiado vasto o demasiado menudo para él. De ahí

resulta que no se sabe ni se ve casi nada, que el universo casi entero le queda

oculto, la estrella que habita el espacio y el animálculo que habita la gota de agua.

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Incluso aunque tuviera cien millones de veces su potencia normal, aunque viese

en el aire que respiramos todas las especies de seres invisibles, así como los

habitantes de los planetas próximos, todavía quedarían numerosos infinitos de

especies de animales más pequeños y mundos tan lejanos que jamás alcanzaría.

Así pues, todas nuestras ideas de proporción son falsas porque no hay límite

posible en la magnitud ni en la pequeñez.

Nuestra apreciación sobre las dimensiones y las formas no tiene ningún absoluto

al venir determinada únicamente por la potencia de un órgano y por una

comparación constante con nosotros mismos.

Hemos de añadir que la vista todavía es incapaz de ver lo transparente. Un cristal

sin defecto la engaña. Lo confunde con el aire que tampoco ve.

Pasemos al color.

El color existe porque nuestra vista está hecha de modo que transmite al cerebro,

en forma de color, las diversas formas en que los cuerpos absorben y

descomponen, siguiendo su constitución química, los rayos luminosos que dan en

ellos.

Todas las proporciones de esa absorción y de esa descomposición constituyen

matices.

Así pues, este órgano impone a la inteligencia su modo de ver, mejor dicho, su

forma arbitraria de constatar las dimensiones y de apreciar las relaciones de la luz

y la materia.

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Cuestionario aplicado a los alumnos.

1.-¿Cuál era la forma de vida del protagonista antes de ser agobiado por la

enfermedad?

R= Una forma de vida apegada a la “normalidad”, simplemente cumpliendo las

funciones para poder seguir viviendo, creyendo lo que se quiere creer.

2.-¿A qué se refiere Montesquieu con el término “máquina”?

R= Se refiere al cuerpo humano.

3.-Según el autor ¿cuál es la función primordial de los órganos?

R= Servir de intermediarios entre el mundo exterior y el interior, en otras palabras,

sirve para comprender lo que constituye al mundo a través de nuestro cuerpo.

4.-¿Qué nos indica la vista y por qué nos falla?

R= Indica las dimensiones, formas y colores. Falla debido a que no puede revelar

más allá de lo visible al ojo humano, ignorando el vasto mundo que queda

invisible, por ejemplo, seres invisibles (microscópicos) o astros colosales.

5.-¿Por qué existe el color?

R= Porque el cerebro transmite información en forma de color, mediante los rayos

luminosos, lo que nos sirve para constatar las dimensiones, luz y materia.

6.-¿Cuál fue la emoción que tuviste durante esta actividad?

R= La respuesta varía dependiendo del alumno.

7.-¿Qué tipo de música sueles escuchar?

R= La respuesta varía dependiendo el alumno.

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8.-¿Cómo calificarías tu desempeño académico?

R= La respuesta varía dependiendo el alumno.

Resultados.

En los grupos de área 1 se puede observar que muchos de los alumnos del turno

vespertino, en lugar de contestar conforme a la lectura, contestaban con

información obtenida de sus conocimientos previos; exceptuando la pregunta 5, en

la cual, ambos turnos se apegaban a sus conocimientos u omitieron dicha

pregunta

A continuación se puede apreciar que el resultado del alumnado de Área 2

Matutino y Vespertino, se encuentran a la par en comprensión lectora,

exceptuando los resultados de la pregunta 3, dónde los alumnos del turno

vespertino, la gran mayoría, erraba al momento de responder dicha pregunta, En

cambio con la pregunta 5, volvimos a presentar los mismos resultados que en los

alumnos de área 1.

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Con los alumnos de Área 3 se notó que se mantenía en equilibrio sus respuestas

correctas e incorrectas, se pudo presenciar que era el área en la cual dejaban más

respuestas en blanco o plasmaron sus conocimientos previos.

En Área 4 se obtuvo la menor cantidad de errores; la gran mayoría respondía de

acuerdo a la lectura, pero, al momento de comparar, se puede notar que, como las

demás áreas, desertó en la pregunta 5.

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En cuanto a las emociones resultantes durante la actividad, se puede observar

que la felicidad fue la emoción predominante, principalmente con el género

musical clásico, seguido del Pop.

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En cuanto a la ansiedad, el género musical de banda (además de ser el género

que generó más distracción), seguido por el metal, demostraron ser los mayores

generadores de esta.

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Se puede observar el surgimiento del sentimiento de molestia con géneros

musicales como banda y el metal (pudiendo deberse esto a ser género agitado).

Mientras tanto, una mínima parte del alumnado, expresó sentimientos como

indiferencia, neutralidad y dispersión.

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Conclusiones.

Se puede concluir que los alumnos de área 4 fueron los que mostraron un mayor

rendimiento durante la actividad, reflejándose que tienen la habilidad de

comprensión lectora más desarrollada que los alumnos de las demás áreas,

siendo así que en las áreas 1, 2 y 3 se reflejan respuestas apegadas a los

conocimientos previos adquiridos al querer dar explicaciones científicas o

empíricas a las interrogantes, dejando de lado la información que brinda la lectura.

Se comprobó que la música clásica es el género musical que favorece en mayor

escala a comprender las actividades que llevamos a cabo, que, seguida de la

música pop, muestra una índice mayor tanto de comprensión de la actividad con

más respuestas acertadas, así como de experimentación de alegría y/o relajación

durante el tiempo en el que transcurrió la actividad. Por otra parte se tienen los

géneros musicales metal y banda, los cuales en vez de favorecer esta relación de

aprendizaje/emoción, muestran escalas más apegadas a la ansiedad y

desesperación, a la par de que no se logra el mayor número de respuestas

correctas. A través de esta prueba comprobamos que existe relación entre las

actividades que se llevan a cabo en la vida académica con las emociones

transmitidas por sonidos musicales, llegando a ser benéficos o dañinos al

momento de adquirir un conocimiento dependiendo del caso, siendo así que al ser

la música más armoniosa, facilita el aprendizaje y las emociones positivas.

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