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9 ASENTAMIENTO POBLACIONAL AGRO-I, COMPLEJO...
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ASENTAMIENTO POBLACIONAL AGRO-I, COMPLEJO CULTURAL LA HUECA,
VIEQUES, PORTO RICO
Luis CHANLATTE-BAIK
NUEVAS EVIDENCIAS POBLACIONALES AGRO-I
Continuando nuestro programa investigativo, regresamos a
Vieques en julio del 1981, después de haber participado en el
9no. Congreso Internacional para el Estudio de las Culturas
Precolombinas de Las Antillas Menores, celebrado en la ciudad
de Santo Domingo, República Dominicana, del 2 al fi de agosto
del año en referencia.
En el Congreso anterior (8vo.) celebrado en San Kitts (1979)
presentamos el descubrimiento de una nueva cultura agroalfarera,
localizada en el 3o. La Hueca, costa suroeste de Vieques. Nues
tra ponencia estuvo sustentada, en la presencia de unos compo
nentes artesanales integrados por novedosas formas cerámicas
con ornamentación incisa y modelada, sin diseños pintados y
una rica lapidaria que sugería corresponder a un complejo cul
tural aborigen,por el momento de procedencia desconocida.
Con anterioridad a este descubrimiento, observábamos la
relativa frecuenoia de algunos de estos componontos, cuando
excavábamos en los depósitos AGRO-II o lgneri mas tempranos.
Entre estos, se distinguía el diseño inciso entrecruzado en
fino rayado sobre cerámica sin pintar. Durante mas de tres
décadas ese rasgo se consideró como marcador de tiempo para el
AGRO-II inicial. También fué conceptuado erróneamente, producto
226
de una fase doméstica temprana del igneri, cuando en realidad
correspondía a los primeros agroalfareros antillanos, mejor
conocidos como Complejo Cultural La Hueca o AGRO-I. Su presen
cia en los depósitos mas antiguos de los A G R 0 " * * » se debió
fundamentalmente a que estos siempre se asentaban en las vecin
dades de los AGRO-I.
SI error de diagnóstico en las clasificaciones anteriores,
fué considerarlo representativo de una fase del desarrollo ce
rámico AGRO-II. Hoy nuestro programa investigativo, ha dejado
demostrado que el diseño inciso entrecruzado en fino rayado,
sobre cerámica sin pintar, corresponde a una migración a.^roal-
farera independiente de la igneri y anterior a estos.
Otras posibilidades que justifican la presencia de ras
gos decorativos y de otros componentes culturales AGRO-I, en
los depósitos AGRO-II, es la posibilidad de intercambios comer
ciales y el eventual escudriñamiento en los residuarios AGRO-I
ya avandonados y aún en los habitados. Tales circunstancias
ofrecen una explicación práctica de la presencia minina de esas
muestras artesanales, que frecuentemente contaminan los depósi
tos AGRO-II en sus primeras etapas de asentamiento insular.
NUEVOS DEPÓSITOS RESIDUALES AGRO-I
Al regresar a Vieques nuestro propósito fué ampliar la in
vestigación del Complejo Cultural La Hueca, ya que hasta ese mo
mento solo disponíamos de las evidencias culturales correspon
dientes al depósito identificado Area "Z".
Para cumplir con esos objetivos decidimos extender nuestras
investigaciones, hacia el sector sur de los depósitos AGRO-II,
227
cubriendo terrenos de la finca vecina, propiedad de don Severlno
Rivera, nuestro mas positivo colaborador.
Ceno resultado obtuvimos la identificación de seis nuevos
asentamientos de grupos familiares, cuya identificación cultu
ral correspondió a los AGRO-I (Complejo Cultural La Hueca) (ver
nuestra ponencia presentada en el VIII Congreso Arqueológico de
Las Antillas Menores, celebrado en San Kitts, agosto de 1979).
Debido al poco tiempo disponible para llevar a efecto un
minucioso estudio de estos seis nuevos depósitos, resolvimos
ampliar los pozos de sondeos realizados en cada uno de ellos,
para su identificación cultural. Los cinco primeros fueron
marcados así: Z-T-2, Z-T-3, Z-T-1», Z-T-5 y Z-T-6, los cuales
están localizados en terrenos pertenecientes a la finca del
señor Rivera. Los dos primeros: Z-T-2 y Z-T-3 fueron identi
ficados durante los trabajos del I960, como resultado de una
práctica de sondeos nue encomendamos al señor Kiguel Rodrigue?:,
mientras realizaba el levantamiento topográfico del área arqueo
lógica de Sorcé.
51 sexto residuario quedó ubicado en el sector bajo de la
finca, cerca de la carretera No. 993, lo que nos obligó a darle
una identidad fuera del orden numérico que utilizamos en anue-
llos localizados en los terrenos de don Severino Rivera. Este
fué rotulado con las siglas: Z-T-B.
A continuación hablaremos de los resultados obtenidos en
las investigaciones preliminares, de estas nuevas y contundentes
evidencias habitacionales. Cuyos depósitos constituyen todo un
patrón de asentamiento poblacional, correspondiente a los AGRO-I,
los cuales trataremos en el mismo orden en que fueron trabajados.
228
DEPOSITO: Z-T-2
Según hemos referido, durante los trabajos del año 1980 el
montículo Z-T-2 ya había sido identificado culturalmente, como
correspondiente a la migración AGRO-I. Comenzamos por trazar
la clásica cuadrícula de 2 x 2 metros, cubriendo una área bien
extensa. Asignamos la letra S para todos los cuadros numerándo
los desde el uno. Iniciamos los trabajos con un sondeo central
y otros similares al sur, este y oeste, a una distancia aproxi
mada de diez metros a partir del corte central.
Una vez ubicada la extensión del depósito, con un diametro
longitudinal o eje mayor de 29 metros, resolvimos ampliar la ex
cavación alrededor del corte central. Nuestro objetivo fué obte
ner un máximo de información cultural y de actividades domésti
cas, así como la posibilidad de presencias extrañas correspon
dientes a otros desarrollos aborígenes. Ssto último fué nega
tivo, todo el material colectado correspondió a las caracterís
ticas puras de los AGRO-I o Complejo Cultural La Hueca.
CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL
Cerámica
Las muestras cerámicas acusaron invariablemente las formas
y ornamentación típicas de los AGRO-I o Complejo Cultural La
Hueca (ver ponencia presentada en San "itts, 1979). Con fre
cuencia obtuvimos asas figurativas zoomorfas, del tipo que asoma
sobre una depresión del borde de la vasija, así como diseños in
cisos entrecruzados en fino rayado, generalnente relleno de blan
co. Muchos de los fragmentos han perdido la pasta blanca que
originalmente cubría sus incisiones, debido al exceso de hume-
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dad contenido en el depósito residual. No obstante el fondo de
los trazos conserva residuos de ésta.
Referente a lo ceremonial, colectamos varios fragmentos de
pequeños vasos aspiratorios con doble apéndice tubular perfora
dos longitudinalmente. Estos pequeños recipientes posiblemente
intervenían en la ceremonia de la Cohoba.
3n ningún momento obtuvimos muestras cerámicas con diseños
ornamentales coloreados a dos o mas colores. La intención mas
clara de usar color es evidente en algunos fragmentos, a los
cuales aplicaron un engobe rosado del tipo conocido en las cla
sificaciones de Rouse, cono ostlonoide, A3R0-III en nuestro es
quema.
La cerámica presenta una técnica de enrollado o pastillaje.
El modelado y las texturas superficiales son ligeramente rústicas,
salvo en algunos casos que pueden representar un dos por ciento,
donde el artesano se esmeró en darle una fina terminación a la
pieza. La cochura y el temple son buenos y regulares. Los de
sengrasantes están compuestos por granos finos y gruesos de arena
cuarzosa y en algunos casos pueden apreciarse esporádicas partí
culas de carbón. 31 barro utilizado contiene polvo de mica ama
rillenta, las cuales a simple vista se confunden con minúsculas
pepitas de oro.
Los elementos cerámicos asociados están conpuesto por unos
burdos cilindros de barro, con tapa y un agujero central en uno
de sus extremos. Arqueológicamente se conocen como incensarlos (V).
También está presente una gran variedad de burenes como eviden
cia de intensas actividades productoras de cazabe. Señalando,
ademas, un profuso cultivo de la yuca (Manihot Kanlhot). Un
alto porcentaje de estos burenes presentan en el reverso, ira-
230
presiones de tejidos y de cestería. Otro recipiente con buena
frecuencia son unas botellas altas con cuellos estrechos, que
lucen tres asas en D con un botón en relieve. También colecta
mos algunas evidencias de bases anulares y de pedestales cilin-
drocónicos.
ADORNOS CORPORALES
Los adornos corporales colectados también se identificaron
con el Complejo Cultural La Hueca o AGRO-I. Desde el primer
corte, realizado en el centro del montículo, 3portó un amuleto-
cuenta típico, zoomorfo batraciforme (?). De estos obtuvimos
un total de 3t- muestras, dos de ellos tallados en peridotita
verde y el resto en serpentitinita ¿ris-verdosa. Del mismo ma
terial coléctanos un amuleto bimorfo, con ausencia de la parte
inferior por fractura, o bien sea el extremo donde regularmente
representan una cabeza humana atrapada entre las garras del ave.
Los adornos elaborados en concha de nácar (Fteria colymbus,
Roding) y (Tlnctsda rad lata, Leaeh) aportaron dos pequeños dis
cos sin perforar. Siete discos pic.no-convexos la mayoría perfo
rados al centro, tallados en peridotita verde y en malaquita y
varias cuent?s de concha de Strombus completaron los adornos
corporales. Aportó también dos olivas sonoras perfor-dns trans
versamente on un cestado del ápice y tres cuentas de diorita,
•ina de ellas del tipo barri loide grande, perforada longitudinal
mente.
INSTRUMENTOS DE TRABAJO
Los instrumentos de trabajo fueron en su mayoría elaborados
en concha de Strombus costatus. Entre ellos fueron los de mayor
231
frecuencia: punzones, cucharas tipo gubia de concha, raspadores
marginales y otros de variadas formas. Los raspadores marginales
de 3tronbus púgills estuvieron presentes en buen porcentaje. Le
si¿uen en frecuencia los destrales líticos biconvexos de formas
petaloides. Los ejeraplsres rectangulares planos-convexos, siem
pre presentes en los depósitos igneris o AGRO-II, estuvieron
totalmente ausentes.
Abundaron las proyecciones conoides con apariencias de cemles
trigonolltos, recortadas de la parte superior de los grandes Strom
bus. Algunos tienen los bordes pulidos y acondicionados, mediante
retoques secundarios.
El instrumento de concha mejor definido morfológicamente es
el hacha, cuyas formas varían desde petaloides a rectangulares.
Colectamos pequeños raspadores y punzones de pedernal. Las rai-
crolascas de pedernal, cuarzo y otras rocas silicias, abundaron
abrumadoramente evidenciando una gran actividad de taller arte-
sanal lítico y maderero.
RESTOS ALIMENTICIOS
Los restos alimenticios estuvieron integrados por moluscos
narinos y terrestres, crustáceos, aves y reptiles. Los de mayor
frecuencia fueron el Cltarium pica (molusco costero) los peces
y las aves. Los restos de Jueyes, reptiles y otros tuvieron una
discreta representación. Pudimos comprobar en buen porcentaje,
la presencia del P. carocolla (molusco terrestre) de exclusiva
preferencia en la dieta AGRO-I.
Coléctanos varias muestras oseas de Hutías de los tipos: Insulans.
Heterocsomys/ especTë endémica de Fuerto Rico (?). Consideramos
232
de mucha importancia, por su información cronológica y social,
la ausencia total de la especie Isolobodon portorricensls. Otra
fauna interesante que estuvo ausente fué el Nesophonte, pequeño
insectívoro que se consideraba extinguido para la época en que
arribaron a Las Antillas los primeros aborígenes agroalfareros
y que nosotros pudimos comprobar su presencia en el primer depó
sito AGRO-I trabajado durante los años 1978-79.
Fué muy significativo comprobar una vez mas, la ausencia
de restos de Carey y de Manatí en este segundo depósito residual
AGRO-I, carencia que ya habiaraos observado en el primer depósito.
La profundidad máxima alcanzada fué de O.óO centímetros,
constituyendo un solo estrato cultural homogéneo, sin contamina
ción de otros desarrollos aborígenes. Los primeros treinticinco
centímetros están revueltos por el arado. Recogimos cinco mues
tras de carbón vegetal para fines cronológicos. Las enviamos al
laboratorio de Teledyne Isotopes, con nuestras reservas de con-
flabilidad, por haberlas obtenido en niveles que comprendían par
te del estrato removido por el arado. Sus resultados fueron los
siguientes:310 -350 - 390 - 1000 y 1050 todas después de Cristo.
Las tres primeras pueden tomarse en cuenta con reservas, como
tardías (?) Las dos últimas obviamente están alteradas DOT con
taminación.
DEPOSITO: Z-T-3
Una vez terminada nuestra primera intervención en el depó
sito Z-T-2, nos trasladamos al próximo,del cual ya teníanos in
formaciones positivas, aunque no su identificación cultural. Mo
viéndonos hacia el sureste del Z-T-2, en las cercanías de un árbol
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de Sonadora, trazamos otra cuadrícula orientada por letras y nú
meros.
Después de realizar el mismo procedimiento utilizado en el
depósito anterior, pudimos comprobar que también correspondía al
grupo cultural del Complejo! La llueca o AGRO-I.
Fara no hacer muy extenso este informe, nos limitaremos a
señalar los elementos característicos y mas representativos, ob
tenidos en cada depósito residual intervenido durante nuestras
investigaciones.
CARACTERÍSTICA DEL MATERIAL
Cerámica
Las muestras cerámicas fueron exactamente igual a las obte
nidas en el depósito Z-T-2, aunque en menor porcentaje, desta
cándose las asas figurativas zoomorfas y el diseño inciso entre
cruzado en fino rayado. La cerámica pintada estuvo ausente.
ADORNOS CORPORALES
In este aspecto no fué tan abundante como el Z-T-2, pero
la tipología se mantuvo pura identificada con los AGRO-I. Co
lectamos cinco amuletos-cuentas batraciformes, los amuletos
blmorfos estuvieron ausentes. Las cuentas plano-convexas per
foradas al centro, así como las cilindricas de diorita, cuarzo
cristalizado y de otros materiales, estuvieron presentes en
cantidades muy limitadas.
INTRUMENTOS DE TRABAJO
El patrón cultural continuó invariable, aportando destra
les lfticos y de concha similares a los colectados en el denósi-
234
to anterior. Los punzones y los raspadores marginales estuvie
ron presentes.
RESTOS ALIMENTICIOS
Los restos alimenticios no acusaron cambios y mantuvieron
todos sus elementos, aunque en menor porcentaje y con las mismas
ausencias del depósito anterior.
Este depósito también ofreció una profundidad -máxima de
O.íSO centímetros, así como la misma estructura del residuario
Z-T-2. No pudimos colectar muestras de carbón vegetal para fi
nes cronológicos, ya que su presencia fué extremadamente mínima
y poco confiable. Obtuvimos muestras de caracoles (Stronbus).
DEPOSITO: Z-T-U
31 depósito residual Z-T-1*. desplazado hacia el 5ste, colin
da con la vivienda del señor don Carlos Román. Hacia ese lado
volvemos a encontrar el cauce del rio Urbano.
CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL
Cerámica
Zn la cerámica colectada no hubo cambios culturales, man
teniendo su correscondencia con los AGRO-I. Fueron frecuentes
las asas figurativas zooraorfas y las asas tabulares de forma
triangular con diseño inciso entrecruzado. Obtuvimos evidencias
de incensarios, de pedestales cilíndrocónicos y de aspiradores
nasales que posiblemente intervenían en la ceremonia de la cohoba.
También colectamos asas en D y cuellos de potizas. Aportó un
fragmento de burén con impresión de tejido.
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Sn este deposito colectamos cuatro fragmentos medianos con
ornamentación blanco sobre rojo, obviamente pertenecientes a la
producción artesanal AGRO-II (igneri). Provienen del primer ni
vel resulto por el arado. Los consideramos una intrusión tardía.
ADORNOS CORPORALES
Los adornos corporales obtenidos en proporción sigilar al
depósito Z-T-3, fué menor. Colectamos tres amuletos-cuentas
completos y varios fragmentos. Fué abundante en cuentas de dio-
rita con cinco y en cuentas de cristal de roca con igual cantidad.
Obtuvimos un disco plano-convexo con perforación central tallado
en peridotita verde y un diente muy extraño por estar cubierto
en su parte frontal con una placa de porcelana aparentemente in
crustada o superpuesta (?).
IJ'STRUI-ÍENTOS DE TRABAJO
La presencia de destrales líticos y de concha de Strombus.
continuó su patrón morfológico típico ya descrito. En todos
estos depósitos abundan las apófisis, recortadas de la parte
superior de los Stronbus grandes, con apariencias de cemies
trigonolitos. Los punzones y los raspadores estuvieron discre
tamente presantes.
RESTOS ALIMENTICIOS
Los restos alimenticios mantuvieron todos sus elementos
característicos ya señalados. *ío se observaron diferencias con
relación a los depósitos anteriores.
La profundidad máxima de estos depósitos se mantuvieron en
0.6o centímetros, la cual está presente en muy pocas áreas del
236
depósito. Regularmente la profundidad es de 0.!+0 centímetros,
sobrepasando ligeramente los cincuenta centímetros en algunos
sectores.
DEPOSITO: Z-T-?
Los tres primeros residuarlos de viviendas ya descritos,
guardan entre sí una distancia promedio que varía de *+5 a 55
metros. El que nos ocupa ahora, ubicado al Este del Z-T- f.
está separado por una pequeña faja de terreno estéril con
aproximadamente 16 metros de ancho, separación que rompe el
patrón de distancia observado en este asentanlento poblacicnal
AGRO-I.
Consideramos que tal vez se trata de una expansión del
grupo que ocupó el área de vivienda Z-T-U. con utilidad de
taller, pues allí colectamos una gran cantidad de microlascas
de pedernal, cuarzo y otros silec. Aun así es un quinto depó
sito individual. í\To pudimos obtener muchas muestras arqueoló
gicas, porque lo atraviesa en su parte central el camino ^ue
conduce a la casa de don Carlos Román. Esta circunstancia ha
erosionado el depósito de manera tal, que las muestras anuoo-
ló^icas pu-?d.?n verse aflorada:', muy e spec lal mérito desrués de
una fuerte lluvia. Por lo que nor. limitamos a trabajar las
áreas marginales y conservar virgen los estratos inferiores del
camino, para futuros trabajos comprobatorios.
CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL
Cerámica
El escaso muestrario obtenido mantuvo la personalidad del
Complejo Cultural La Hueca, con la inconfundible presencia de
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asas figurativas zooraorfas y del diseño ornamental inciso entre
cruzado, rasgo diagnóstico de los AGRO-I. Aportó dos fragmen
tos de vasijas con engobe rosado y una asa antropomorfa ahuecada
por detras, de tradición AGRO-I pero correspondiente a los AGRO-II
de 3orcé. 'Ista pintaia de rojo y blanco, el pulimento superfi
cial y el modelado son de muy buena calidad. La obtuvimos en
el primer nivel (0.00-0.20) eras.
ADORNOS CORPORALES
Zste aspecto fué de muy bajo porcentaje debido al poco
terreno cubierto. No obstante aportó una cuenta pequeña de
amatista, dos discos plano-convexos. perforados al centro,
uno en malaquita y otro en peridotita. Colectamos ademas,
dos fragmentos típicos de amuletos-cuentas.
INSTRUMENTOS DE TRABAJO
Colectamos muy pocos instrumentos, destacándose un frag
mento de hacha biplana tallada en roca pizarrosa gris oscura,
con una perforación central atíplca.
RESTOS ALIMENTICIOS
Los restos alimenticios se mantuvieron fieles a la dieta
conocida de los AGRO-I.
En las áreas trabajadas logramos 0.*+0 centímetros de pro
fundidad máxima, ya que, como hemos indicado, nuestra interven
ción se limitó a los costados del depósito.
238
DEPOSITO: Z-T-6
Después de agotar un intensivo programa de sondeos en el
área comprendida entre los depósitos Z-T-W y Z-T-5 y la barranca
del rio Urbano, pudimos comprobar la existencia de otro depósito
residual de vivienda, a unos *+2 metros al Este del Z-T-5 y a
treintiun metros (3D de la barranca del rio. Sstas distancias
vuelven a corresponder al patrón de asentamiento de los AGRO-I,
nue ya veníamos observando. La barranca baja en suabe declive
hasta el rio, lo que motivó que también sondeáramos esta ancha
fa,1a de terreno, con resultados negativos.
CARACTERÍSTICAS DEL MATERIAL
Cerámica
SI depósito es de proporciones similares al Z-T-2. aunque
en el aspecto cerámico aportó un porcentaje mas elevado. Las
muestras correspondieron inequívocamente al Complejo Cultural
LA ije<?a o 4030—T« *o detectarnos niií'.in tl^o *? pnnt-omi n^^i^n
cultural que identificara la presencia de otros desarrollos abo
rígenes. Resultó tan puro como el Z-T-2 y el Z-T-^, donde no
hubo evidencias de intrusiones extrañas, aunque estas sean muy
tardías, COTO en el caso del Z-T-1* y el Z-T-5. donde colectamos
algunas muestras mínimas correspondientes a la etapa híbrida de
los AGRO-II.
Zste residuario acortó numerosas asas figurativas y tabula
res típicas, así como muchos fragmentos de vasijas ornamentadas,
con el característico diseño inciso entrecruzado en fino rayado.
ín el asnecto cerámico fué el mas rico de los cinco depósitos
trabajado? '"'.n (Va etana investiga ti va. Colectamos varios frag-
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rentos de tapas de incensarios (?) y de pedestales cilíndrooóni-
cos, uno de ellos con ornamentación incisa entrecruzada.
Aportó también numerosos fragmentos de burenes, algunos con
impresiones de tejido, potizas con asas en D y tubos de vasijas
aspiratorias nasales, perforados longitudinalmente.
ADORNOS CORPORALES
En este renglón fué menor que el Z-T-2, pero compitió con
buena calidad. Colectamos doce amuletos-cuentas completos de
diferentes tíñanos y numerosos fragmentos. Se destacó la pre
sencia de unr, cabeza antropomorfa tallada en serpentinita par
dusca, sin peforsción para colgar. 3n uno de los ojos conserva
restos de una pasta negra que debió usarse para adherir algún
tipo de incrustación. Tipológicamente corresponde a la parte
inferior de los amuletos birr.orfos.
Obtuvimos varios discos plano-convexos con perforación cen
tral, la mayoría elaborados en malaquita verde. Aportó una
cuenta cilindrica de cuarzo cristalizado y otra en serpentinita
verde clara. 3n madre-perla colectamos un micro-disco perfecta
mente recortado, con perforación central. Fué abrumadora la
presencia de lascas y microl&scas de pedernal, cuarzo y t:eri-
dotita, entre las cuales pudimos observar la presencia de res
tos de talla, tales cono jadeita, ágata, serpentinita y mala
quita.
INSTRUMENTOS DE TRABAJO
Loe instrumentos lfticos tuvieron una buena representación,
con la presencia de varios fragmentos grandes de destrales peta-
loides, algunos bien pulidos y otros que presentaban desprendí-
240
•rilentos faciales de lascas, así como huellas de usos literales
contundentes. Ya hexos señalado que este depósito fué rico en
lascas y nicrolascas silíclas de diferentes materias primas.
Destacamos el nrorte de un fino buril-punzante de pedernal, cono
pie~a única, que obviamente debió utilizarse paro perforar los
adornos corrorales líticos y de concha.
También fueron abundantes los instrumentos elaborados en
cencha de 3trcmbus costatus, identificándose lis cuchi raí:-raspa
dores y ruñantes, los raspadores martiriales, los punzenps,
Ís s bichas y las apófisis con apariencias de cerriles- trl monolitos.
RESTOS ALIMENTICIOS
Las evidencias alimenticias se mantuvieron invariables,
siempre en correspondencia con la dieta característica AGRO-I.
También se mantuvo la ausencia total del N'esophonte. del Isolo-
bodón, del Carey y del Manatí, estamos ponderando que la ausen
cia del pri-ero puede constituir un señalamiento de tipo social,
y?i que está presente en el depósito principal marcado área "Z"
nue fué excavado durante los años 1978-79. La carencia de Mana
tí y de Carey en todos los residuarios AGRO-I, podrá convertirse
en un indicador cultural específico, que ayude a ubicar con mas
propiedad la identidad de pueblo de la migración AGRO-I o Com
plejo Cultural La Hueca.
La profundidad máxima alcanzada fué la regular en estos de
pósitos residuales de la terraza! 0.6C centímetros. Constitu
yendo un solo nivel cultural, sin contaminaciones extrañas.
241
SONDEOS FINALES
Ya hablamos dado por terminadas las excavaciones del l?8l,
cuando resolvimos hacer dos sondeos finales en áreas de Sorce,
pars satisfacer preocupaciones que excitaban nuestra inquietud
investigativa.
Realizamo:; el primer sondeo cerca del area "Z", el cual
resultó de filiación cultural AGRO-II o saladoide (igneri). El
secundo sondeo a 51* metros del Z-T-2 con orientación noroeste,
cumplió con nuestras sospechas, al identificarse ampliamente con
los rasgos y características culturales de los AGRC-I. t Entre
otras cosas típicas del Complejo La Hueca, aportó dos amuletos-
cuentas de jadelta, un adorno de primera calidad en nácar y una
mandíbula de Nesophonte, lo que en nuestro concepto señala que
se trata de la vivienda de uno de los principales señores del
poblado. Posiblemente del Cacique o del sacerdote-bohique.
Abundaron los restos alimenticios a un nivel comparable con
el depósito "Z", que originó la identificación por primera vez
de la migración AGRO-I En este único sondeo realizado a la
mitad aproximada del residuario, logramos una profundidad de
O.9O centímetros.
Con este nuevo depósito residual queda enmarcada la plani-
flcaclón del asentamiento poblacional de los AGRO-I en La Hueca,
Vieques, con siete evidencias bien definidas de instalaciones
individuales, correspondientes a viviendas familiares y a talle
res artesanales.
Debido a que nuestro tiempo y presupuestos habían conclui
dos, nos vimos en la imperiosa necesidad de posponer la inves
tigación y estudio de este valioso depósito, que tentativamente
242
marcamos: Z-T-3. para Julio del próximo año 19-82, fechn en que
tenemos previsto continuar nuestro programa investigatlvo en
La Hueca y en Sorcé.
DEPOSITO: Z-T-B
Tal como hablamos señalado, nuestra intervención investiga-
tiva en L« üuoca, correspondiente al ario 1982, fué dedicada al
estudio del depósito residual Z-T-B. el cual a pesar de nue es
el séptimo montículo investigado, viene a ser el segundo si se
guimos el orden de colocación topográfica y en importancia socio-
cultural.
Como es costumbre, trazamos una gran cuadrícula en cuadros
de dos por dos metros, de norte a sur, que también abarcó parte
del depósito AGRC-TI mas cercano. ?-ste montículo fue cortado
en su marren oeste, por el canino de tierra que conduce a las
ruinas de Ín antigua casona de Madam 3orcé. Un poco mas arriba
también corta el residuario AGRO-II marcado "F" cuando lo inves
tigamos en el año 1977.
Comenzamos a trabajar el cuadro D-8 en interés de localizar
el centro del depósito. Las evidencias cerámicas correspondie
ron ciento por ciento, al Complejo Cultural La Hueca o AGRO-I.
Como un hecho peculiar informamos la presencia de ocho cuentas
de amatista tipo barriloides, localizadas en el fondo de este
corte cerca del ángulo suroeste. El máximo de profundidad fué
de 0.80 cms. in el nivel anterior (o.WO-0.60 cms.) ya habíamos
colectado un amuleto antropomorfo tallado en concha de
, con diseños incisos típicos de los AGRO-I, mide: ¿>2 mm.
de alto y kO ram. de ancho, la materia prima utilizada es atípi-
ca, esta vez Stronbus costatus. La representación también es de
243
apariencias antropomorfas (?).
Los restos alimenticios se mantuvieron fieles a las prefe
rencias AGRO-I ya señaladas. La estratigrafía presentó la tí
pica primera capa dura, que en años atrás fué arada para el cul
tive de la caña. 2n este nivel encontramos esporádicamente
algunos fragmentos igneris o AüRO-II, debido a la vecindad muy
cercana del depósito igneri marcado "P".
CARACTERÍSTICAS DE LOS MATERIALES
Cerámica
Los rasgos cerámicos mas frecuentes estuvieron representa
dos por el diseño inciso entrecruzado y las asas zoomorfas. que
asoman sobre una depresión del borde de las vasijas. Abun^rop.
las asas tabulares de contornos triangulares, con ornamentación
incisa entrecruzada en zonas. Muchas veces representan elemen
tos figurativos de aves (Puho) (?). Hay claras evidencias de
la pasta blinca y rosada que acostumbra rellenar las incisiones
en este complejo. También son frecuentes los modelados incisos
con apariencias de murciélagos, perros, aves y figuras antropo
morfas. Colectamos varios fragmentos de burén con impresiones
de tejido en su cara posterior.
Le mas revelador de la cerámica fué la presencia de un
fragmento de vasija navicular, la cual en las clasificaciones
anteriores correspondería a los ostlonoldes (AGRO-III en nuestras
clasificaciones). Lo particular de esta muestra es oue lateral
mente está ornamentada con un diseño inciso entrecruzado típico
de los AGRO-Î.
En estos seis nuevos depósitos residuales, la cerámica sim
ple utilitaria para diferentes usos domésticos, correspondió a
244
las formas y características ya señaladas, cuando tratónos la
producción cerífica del area "Z". Ín el aspecto ceremonial
tampoco acusó variantes.
ADORNOS CORPORALES
Aparte de los dos amuletos atípleos ya citados
los adornos corporales también correspondieron, pieza a pieza,
con la lapidaria obtenida en el "area "2", depósito que cons
tituye el patrón cultural del Complejo La Hueca o AGRO-I.
En seser.tiseis pozos de 2 x 2 metros, con una área de do-2
ciento sesenticuatro metros cuadrados (26*+ ) colectamos 7k
amuletos-cuentas completos con su forma característica batra-
ciforme (?). La mayoría están tallados en jadeita y en ser-
per.tinita. He los amuletos bimorfos que representan la figu
ra del Condor, solo obtuvimos un fragmento correspondiente
al pico.
Las cuentas de diorita y los adornos de madre-perla
(nácar) estuvieron muy bien representados. De estos últimos
se distinguió la efigie estilizada de un sapo. Las cuentas
de ágata rosada también estuvieron presente, aunque las mas
abundantes fueron las de amatista, solo superadas por las
cuentas elaboradas en diorita. Se destacó la presencia de
una pequeña figura cefalomorfa tallada en madera, nue estamos
identificando con el murciélago (?)
Olivas sonoras, cuentas convencionales líticas y de concha,
placas rectangulares de hueso y de concha con hilaras de penue-
ñas perforaciones transversales, numerosos dicco?: planos-convexos
con una fina perforación central, generalmente confeccionados en
245
perldotita y en malaquita y otros no muy frecuentes, completan
la variedad de la producción lapidaria AGRO-I en ente deposite,
INSTRUMENTOS DE TRABAJO
Los instrumentos de trabajo estuvieron representados prin
cipalmente por los destárales líticos y de concha de Strcmbus
costatus, los cuales guardan gran similitud con las hachas pe-
taloides y eventualraente con las rectangulares plano-convexas,
en el caso de las elaboradas en concha.
3e incluyen también: punzones, cucharas tipo gubias (sin
bisel) raspadores marginales y otros menos comunes. Los peque
ños raspadores marginales extraídos del Strombus zv.-.\ l i 3, tuvie
ron un bu-í:i porcentaje de frecuencia. Abundaron lis apófisis
conoides con apariencias de miro-cenies. Algunos tienen su
f o--ma bien definida, con los bordes pulidos que les da carácter
de .ermimeion.
Colectamos lascas y microlascas de pedernal y de cuarzo,
en una cantidad aprecÍ3ble que continua señalando una ?ran
actividad de tallas en madera y de talleres líticos.
Obtuvimos buenas muestras de fotutos y de "copas" confec
cionados en Strcmbus costatus y en Casis tuberosa respectiva
mente.
Con la excepción de dos molares y un diente humanos, no
obtuvimos otras evidencias de restos óseos aborígenes. Al
completar el estadio de siete depósitos residuales de los
AGRO-I, aún no hemos localizado un enterramiento primario o
secundario, mediante el cual podamos identificar los rasgos
antropofísicos de este grupo, lo que nos permitiría además
apreciar costumbres y hábitos que los relacionen étnicamente con
otros pobladores aborígenes continentales.
246
RESTOS ALIMENTICIOS
Los restos alimenticios estuvieron representados en su gran
mayoría, por moluscos marinos, costeros y terrestres. Le siguen
los crustáceos, las aves y los reptiles, Los de mayor frecuen
cia fueron» el cobo (Citariun pica) el cangrejo (jueyes) los
pecas y las aves. Los reptiles y otros estuvieron discretamente
representados. Pudimos observar una buena representación del
molusco terrestre F. Carocolla (babosa).
Colectamos numerosas muestras de hutías de la especie
Heteropsomys insulans. Similar a los otros depósitos -.3RC-I,
la especie Isolobodon portorricensis no estuvo presente, confir
mándose el Keteropsomys como un buen indicador cultural y crono
lógico, par?, esta primera ocupación agroalfarera.
SI 'Jesophonte portorricensis estuvo presente en buen por
centaje, respaldando nuestra observación de que este insectívo
ro fué un manjar exclusivo para la alta gerarquía de la comuni
dad A3R0-I, ya que esa especie solo ha sido obtenida en los dos
depósitos principales de este asentamiento poblicional: el area
Volvimos a corroborar la ausencia de Carey y de Manatí.
salvo en aquellas áreas cercanas al depósito AGRC-II, vecino
por el costado noroeste, ya contaminadas por este. Hacia ese
lu^ar el residuario AGRO-TI arropa el depósito AGRO-I en sus
límites marginales, quedando sepultado debajo de este.
La profundidad máxima fué de 1.30 metros, constituyendo
un solo estrato cultural, ligeramente contaminado hacia el
noroeste debido a la cercanía del yacimiento AGRO-II, según
hemos hecho referencia. Seleccionamos cinco muestras de carbón
247
vegetal para fines de cronología. Las muestras fueron obteni
das directamente de áreas de fogones, a profundidades confia
bles y la precaución que recomiendan los laboratorios de radio-
carbono (C-lW),
O B S E R V A C I O N E S
Por tratarse del depósito mas importante después del area-
"Z", comentaremos específicamente algunos aspectos sobresalien
tes observados durante el periodo de excavaciones del Z-T-B.
1 - Los componentes culturales se presentaron puros AGHO-I en
toda la extensión de la mitad sur del depósito Z-T-B. Des
de la mitad norte comenzamos a colectar esporádicamente
muestras cerámicas AGRO-II. Zsta contaminación fué aumen
tando según nos acercábamos al depósito AGRO-II vecino por
el noroeste, hasta llegar a un punto donde el residuario
AGRO-II arropa la parte terminal noroeste del depósito
AGRO-I.
La mejor evidencia de esta superposición y contamina
ción cultural la obtuvimos en el corte B-l, donde todas las
capas, desde la superficie, presentaron mezcla cultural en
proporción de un cincuenta por ciento para la representa
ción de los dos grupos, "sta mezcla se detiene a los ochen-
ta centímetros de profundidad, dando comienzo a un ostrnto
Casi estéril con pocas evidencias arqueológicas. A partir
de un motro de profundidad, hasta un metro veinte centíme
tros, aproximadamente, volvimos a encontrar puras las mues
tras AGRO-I, con abundante presencia de jueyes, cobos y
demás componentes típicos de la dieta AGRO-I o Complejo
La llueca.
248
Particularmente de los materiales, consideramos de im
portancia reportar la locallzación de dos hoyos circulares
con cuarenticinco y cuarenta centímetros de diámetros, ubi
cados a tres metros cuarenta centímetros de distancia entre
uno y el otro. Tentativamente los estamos considerando evi
dencias de vivienda.
La cerámica AGRO-I estuvo bien representada con numerosas
muestras de las formas típicas de vasijas, de los modelados-
incisos y de los diseños ornamentales diagnósticos, como lo
es el inciso fino entrecruzado.
Las asas figurativas que asoman sobre una depresión
del borde y las tabulares-triangulares, tubieron una nume
rosa representación, así como 1-as pequeñas vasijas inhala-
ladoras y las evidencias de burén con impresiones de tejidos.
Colectamos ademas varias muestras cerámicas de color rosado
tipo AG^O-III (ostionoide) con la diferencia de -lue el color
corresponde a la pasta y no a la aplicación de pintura. Una
de e-tas muestras es navicular con ornamentación Lacisa-en-
trecruzad a en uno de sus costados.
Los adornos corporales correspondieron pie^a a pier.a, con
la lapidaria AJHO-I exceptuando los amuletos blmorfos
(Condor) do los cuales solo colectamos un fragmento nue
pertenece al pico. Zs posible que podamos colectar alguno
completo, cuando terminemos la investigación de este depó
sito. Lo:; amuletos-cuentas fueron abundantes, tallado:;
en jadeiti y serpentinita la mayoría de ellos. Las mues
tras de madre-perla (nácar) fueron numerosas y de muy buena
calidad. Las cuentas líticas mas frecuentes estuvieron
representadas por las de dlorita con veintitrés (23) y las
249
de amatista con diecinueve (19). Colectados ademas cuatro
(h) cuentas de ágata rosada y varias convencionales de con
chas y de piedra. Como caso único reportamos la presencia
de una cuenta cilindrica alargada, confeccionada en calcita
cristalizada, la cual tiene una perforación longitudinal
triangular.
- "£n concha de Strombus costatus colectamos un pendiente Tlado
y varias hachas con el filo biselado. También obtuvimos un
raspador marginal de los que acostumbran frecuentar los re-
siduarios AGRO-III (ostlonoides). Con calidad de amuletos
coleantes aportó dos piezas de las cuales ya hicimos referen
cias. También informamos de una peoueña talla
en madera que posiblemente representa la efigie de un murcié*
lago (?).
- Con relnción a los restos alimnnticios, llama nuestra aten
ción Ín ausencia total de carey y de manatí en los depósitos
puros AGRO-I. '"amblen es notable la preferencia del roedor
Heterorsomys. £n el Z-T-l volvemos a encontrar restos de
"esopho.ntes, el cual estuvo bien representado en el area "Z"
y totalmente ausente en los montículos Z-T-2 - 3 - *+ - 5 y 6,
".ue excavamos durante el 1981. Otra particularidad propia
del Come le,jo Cultural La Hueca o AGRO-I, es la abtandante pre
sencia de caracoles de tierra (babosa) £. C arocolla.
- Un aspecto notable en todos los depósitos AGRO-I (siete en
total) es la ausencia de restos óseos humanos, con excep
ción de dos muelas y un diente primarios, conocidos como
dientes de "leche". Aun no hemos localizado en estos resi-
duarios, evidencias de enterramientos primarios o secundarios.
Próximamente esperamos localizar el cementerio de este grupo,
250
si es que existe, lo que nos permitiría apreciar si prac
ticaban deformaciones craneanas y si tenían un ceremonial
funerario con ofrendas, indicativo del concepto quo suponía
un viaje al mas alia, con posibilidades de retorno.
La cronología obtenida en este depósito fué muy reveladora.
enviamos cinco muestras de carbón vegeral, con los siguientes
resultados: 70 - 130 - lWo - 170 y 370 Después de Cristo.
La última fecha corresponde al lu;ar donde el depósito VJ?.C-II
arropa el área marginal noroeste del residuario AGRO-I. Las
cuatro fechas primeras coinciden con las obtenidas anterior
mente (I979) en el depósito del area "j¿", según podemos
apreciar: 5 - 1C5 -I30 - 150 - 180 - 215 - 2?C y 2^5 Después
de Cristo. ~s obvio nue los aborígenes que habitaron estas
dos viviendas, fueron eminentemente contemporáneos. De los
otros depósitos no fué posible conseguir un carbón confiable,
debido a que los primeros cuarenta centímetros de e~te sector
están removidos por el arado. Los depósitos residuales des
de el Z-T-2 al Z-T-6. apenas alcanzaron un máximo de profun
didad variable de cincuenta a sesenta centímetros. !!o obs
tante cogimos muestras de caracoles (3trombus) para fines
do fechamiento, lo cual haremos próximamente.
Ista 'ta->a investigativa continuará en julio del 19R},
con cuya intervención esperamos clarificar muchar; do las
incognitas cue aún nos quedan por despejar.