7 Calendar i Omaya

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7_ CALENDARIO MAYA Y LA PIEDRA DEL SOL 7.1- Calendario Maya El Museo Nacional de México guarda como una de sus más preciadas joyas la Piedra del Sol, el calendario azteca que estuvo religiosamente guardado en la base de la torre occidental de la catedral de México. Estamos en el Nuevo Mundo, separado del viejo conglomerado continental y cultural por inmensos océanos, barrera infranqueable para un tráfico tal que permitiese una interacción cultural entre ambos mundos. Sin embargo vemos cómo los grandes fenómenos culturales se repiten, entre ellos las prácticas religiosas, políticas y sociales; algunas técnicas incluso, y muchos conocimientos especulativos. Y son precisamente los calendarios y almanaques los que con mayor nitidez nos presentan esta silueta de un espíritu humano que sopla de igual manera en un mundo que en otro, y que nos ofrece en cualquier tiempo y en cualquier lugar un hombre esencialmente igual a sí mismo. Cuando llegó Colón a América, hacía tan sólo 38 años que los Mayas habían reformado su calendario, que era de 365 días, para intercalar el año bisiesto. La historia de los calendarios en el continente americano se parece notablemente a la de los calendarios y almanaques de los conglomerados culturales mediterráneo y asiático. Según los mitos aztecas fue el dios Quetzalcoatl el que enseñó al hombre el calendario, al mismo tiempo que la agricultura, las técnicas y las ciencias. También en las culturas precolombinas de Centroamérica, de las que nos quedan numerosas referencias y vestigios, el calendario es la más elaborada expresión de las creencias, conocimientos y costumbres. Leer sus calendarios es como leer en clave sus libros sagrados, sus credos y sus fiestas; es como un escaparate de sus cultos y culturas. Cuando llegaron los españoles al Nuevo Mundo, algunas de las culturas con las que entraron en contacto estaban en su máximo apogeo: Centroamérica parecía, al igual que Egipto y Mesopotamia, la encrucijada de las grandes culturas del continente, el crisol en que éstas se fundían, conservándose lo mejor de cada una de ellas. Los calendarios de la zona son un fiel reflejo de ese esplendor y de esa síntesis cultural. Los mayas del Yucatán, y los aztecas son los pueblos cuya cultura se impuso y nos muestran cómo los calendarios y almanaques han sido a lo largo de la historia y

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RESUMEN

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CALENDARIO AZTECA 2003

7_ CALENDARIO MAYA Y LA PIEDRA DEL SOL

7.1- Calendario Maya

El Museo Nacional de Mxico guarda como una de sus ms preciadas joyas la Piedra del Sol, el calendario azteca que estuvo religiosamente guardado en la base de la torre occidental de la catedral de Mxico. Estamos en el Nuevo Mundo, separado del viejo conglomerado continental y cultural por inmensos ocanos, barrera infranqueable para un trfico tal que permitiese una interaccin cultural entre ambos mundos. Sin embargo vemos cmo los grandes fenmenos culturales se repiten, entre ellos las prcticas religiosas, polticas y sociales; algunas tcnicas incluso, y muchos conocimientos especulativos. Y son precisamente los calendarios y almanaques los que con mayor nitidez nos presentan esta silueta de un espritu humano que sopla de igual manera en un mundo que en otro, y que nos ofrece en cualquier tiempo y en cualquier lugar un hombre esencialmente igual a s mismo. Cuando lleg Coln a Amrica, haca tan slo 38 aos que los Mayas haban reformado su calendario, que era de 365 das, para intercalar el ao bisiesto. La historia de los calendarios en el continente americano se parece notablemente a la de los calendarios y almanaques de los conglomerados culturales mediterrneo y asitico. Segn los mitos aztecas fue el dios Quetzalcoatl el que ense al hombre el calendario, al mismo tiempo que la agricultura, las tcnicas y las ciencias. Tambin en las culturas precolombinas de Centroamrica, de las que nos quedan numerosas referencias y vestigios, el calendario es la ms elaborada expresin de las creencias, conocimientos y costumbres. Leer sus calendarios es como leer en clave sus libros sagrados, sus credos y sus fiestas; es como un escaparate de sus cultos y culturas. Cuando llegaron los espaoles al Nuevo Mundo, algunas de las culturas con las que entraron en contacto estaban en su mximo apogeo: Centroamrica pareca, al igual que Egipto y Mesopotamia, la encrucijada de las grandes culturas del continente, el crisol en que stas se fundan, conservndose lo mejor de cada una de ellas. Los calendarios de la zona son un fiel reflejo de ese esplendor y de esa sntesis cultural. Los mayas del Yucatn, y los aztecas son los pueblos cuya cultura se impuso y nos muestran cmo los calendarios y almanaques han sido a lo largo de la historia y de las culturas, el soporte preferido de las celebraciones, y en torno a ellas, de los ritos, los mitos, los conocimientos, los dogmas y las costumbres que mejor las definen.

Cuando lleg Hernn Corts a Mxico, el calendario maya acababa de ser reformado, y el ao empezaba el da 1 de Atlacalmaco, que coincida con nuestro 1 de marzo. No est claro si fue el mes o la semana la ms antigua unidad de medida de los das. De todos modos, en todos los calendarios de la historia vemos cmo son los das de mercado los que marcan la cadencia de las semanas. Entre las culturas centroamericanas se instituy la celebracin del mercado cada 5 das y por tanto la semana de 5 das. La siguiente unidad era el mes de 20 das, con un total de 18 meses al ao, que sumaban 360 das. Para completar los 365 das del ao solar (366 los bisiestos, que tambin los tenan) aadan al final del ao los 5 (o 6) das llamados nomentemis, que dedicaban ntegramente al placer y la diversin; en esta ltima semana del ao no haba feria, para no interrumpir las celebraciones. Algo muy parecido a las saturnales romanas y las navidades cristianas con que se despide el ao viejo y se recibe al nuevo. Asignaron nombres con los respectivos pictogramas a los 20 das del mes (1 flecha, 2 tigre, 3 guila, 4 cuervo, 5 los cuatro movimientos del sol, 6 pedernal, 7 lluvia, 8 flor, 9 serpiente armada de harpones, 10 Ehecatl (el gran dios Ketzalcoatl en figura de viento), 11 casa, 12 lagartija, 13 culebra, 14 muerte, 15 venado, 16 conejo, 17 agua, 18 perro, 19 mona, y 20 hierba). De este modo era fcil representar el desarrollo del tiempo. Parece que antes de llegar a este nivel de denominacin, slo tuvieron cuatro nombres (como una semana de 4 das) que se iban repitiendo hasta completar el mes. Estos nombres eran catl, tepatl, calli y tochtli, que representaban a los cuatro astros (Sol, Luna, Venus, Tierra), a los cuatro vientos, a las cuatro estaciones, o a los cuatro elementos. Parece que desde muy antiguo dividan el ao en cuatro estaciones; que se guiaban por los equinoccios y los solsticios; y que dividieron el da en 16 horas: 8 laborables, desde la salida a la puesta del sol, y las 8 restantes de descanso. Al igual que ocurri en el viejo continente, los calendarios avanzaban con las respectivas culturas. Por ms que en los mitos respectivos cada uno aparezca como iniciador del tiempo, el caso es que los calendarios maya, nahoa y azteca pertenecen a una misma fuente cultural. En el ao 249 a. de J.C, cuando el calendario romano era un autntico caos, y an faltaban siglos para la reforma juliana que instituy los aos bisiestos, en ese ao se reunieron los sacerdotes de las tribus nahuas para corregir las desviaciones de su calendario, introduciendo el ao bisiesto (la repeticin cada cuatro aos del ltimo de los das nomentemis). Esta reunin tuvo lugar en Huehuetlapallan, una de las siete ciudades mexicanas que formaron Chicomoztoc, la ciudad mexicana ms importante de los nahuas. Instituyeron tambin el perodo de 52 aos, formado por cuatro haces o gavillas de aos (13 x 4). Con esta ocasin en que ajustaban exactamente el calendario al sol, celebraban una extraordinaria fiesta religiosa en la que se extingua el fuego viejo y se encenda un nuevo fuego sobre el cuerpo de la vctima humana que con esta ocasin se iba a sacrificar. Todos los fuegos del imperio se extinguan antes de tan gran ceremonia (en pocas, los das nomentemis que la precedan tuvieron carcter de duelo, penitencia y sangrientas disciplinas, simbolizando la preparacin para el fin del mundo); y despus de la gran oscuridad, llegaba la explosin de la luz: infinidad de antorchas encendidas en el fuego nuevo de la pira del sacrificio, partan en direccin a todas las ciudades y poblados.

7.2_ La Piedra del Sol

El pueblo azteca daba gran importancia al tiempo, que era registrado en dos calendarios: el de 365 das, xihuitl, que era el solar y o agrcola, compuesto por 18 meses de 20 das, mas cinco das "intiles" o "aciagos"; y la cuenta de los destinos de 260 das, llamada tonalpohualli, que tenia mas bien carcter adivinatorio. Este esta divido en 13 meses de 20 das cada uno. Cada da tiene un nombre y se combina rotando con un numero del 1 al 13, hasta completar los 260 das (13 veces 20=260). Cada da con su numeral tiene una carga energtica que lo conecta con la fuerza del cosmos, y esta bajo la proteccin de un dios, se relaciona a un rumbo del universo y a un color, y tiene un augurio asociado.

Los nombres de los das en nahuatl son los siguientes: cipactli, ehcatl, calli, cuetzpallin, coatl, miquiztli, mazatl, tochtli, atl, itzcuintl, ozomatli, malinalli, acatl, ocelotl, cuauhtli, cozcauauhtli, ollin, tecpatl, quiauitl, xochitl. Los 18 meses del calendario solar de 365 das, reciban los siguientes nombres: atlcahualo, tlacaxipehualiztli, tozoztontli, hueytozoztli, txcatl, etzalcualiztli, tecuilhuitontli, hueytecuilthuitli, tlaxochimaco, hueymiccailhuitl, ochpaniztli, pachtontli, hueypachtli, quecholli, panquetzaliztli, atemoztli, tititl, izcalli y nemontemi. Crean que el calendario haba sido inventado por Oxomoco y Cipactonal.

Los aztecas dividan el calendario solar en 5 periodos de 73 das, especie de estaciones a los que llamaban cocij: cocij cogaa, era el tiempo del agua y del viento simbolizado por el cocodrilo; cocij col lapa era el tiempo de las cosechas, representado por el maz; cocij piye chij, era el tiempo santo o de fiesta, representado por el guila o el guerrero; cocij piye cogaa, tiempo de secas e inicio del calendario; cocij yoocho, tiempo de las enfermedades y las miserias, representadas por el tigre.

7.3_ Profecas Mayas

Transcribimos a continuacin un manuscrito maya que es parte de la famosa coleccin del arquelogo Augusto Le Plongeon, los manuscritos de Troano, y que pueden verse en el Museo Britnico:

"En el ao seis de kan, el II muluc, en el mes de zac, ocurrieron terribles terremotos, que continuaron sin interrupcin hasta el 13 chuen. El pas de las lomas de barro, la tierra de Mu, fue sacrificada. Despus de dos conmociones, desapareci durante la noche, siendo constantemente estremecida por los fuegos subterrneos, que hicieron que la tierra se hundiera y reapareciera varias veces en distintos lugares. Al fin, la superficie cedi y diez pases se separaron y desaparecieron. Se hundieron 64 millones de habitantes 8,000 aos antes de escribirse este libro."

Los Mayas Crean que el tiempo era considerado una serie de ciclos sin principio ni fin, interrumpidos por cataclismos o catstrofes que significaban el retorno al caos primordial. Pero nunca se acabara el mundo porque crean en la palingenesia, la regeneracin cclica del universo. Para los mayas el prximo cataclismo sucedera en el katm 13, ya han pasado doce katunes y el proximo katn 13 lo aguardaban para el ao 2043 de nuestro calendario.

Solamente un pequeo grupito de gentes selectas ser salvado, para que sirva de semillero a la futura raza. Los Mayas crean que este proceso ya se haba sucedido en cuatro oportunidades anteriores, considerando el fin de la raza anterior (segn algunos arquelogos) como el hundimiento de la Atlntida.