5.5.1 TECNOLOGÍA ALFARERA sobre la piedra redonda se va logrando las concavidades necesarias. Para...

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Mg. Johnny Al va Cabanillas Docente “LA VIDA TIENE MÁS IMAGINACIÓN DE LA QUE LLEVAMOS EN NUESTROS SUEÑOS” CRISTOBAL COLÓN 5.5.1 TECNOLOGÍA ALFARERA Como cualquier área del conocimiento, la alfarería mochica muestra concepciones y niveles técnicos diversos en los diferentes valles, sugiriendo que estas diferencias tendrían ciertas relaciones tradicionales en sus respectivos desarrollos. Un huaco o alfar de Vicús de la fase I no es igual a su homólogo de Virú, que es con el que más parecido tendría. Lo mismo se podría decir de uno de la fase IV de Moche, con otro de la misma fase, pero que haya sido excavado por el arqueólogo en Moro, en el valle Jequetepeque. La técnica, en estos casos, puede ser un excelente factor diferenciador. Desde otro punto de vista, también la función y calidad de un alfar pueden registrar variaciones conceptuales, técnicas e instrumentales. Para la alfarería utilitaria sabemos que con los instrumentos muy sencillos como una paleta gruesa y una piedra redonda, se pueden hacer ollas, vasos campanulares y una serie de recipientes de boca amplia. Asimismo, la arcilla sobre moldes finamente tallados constituye otra técnica que fue desarrollada por los mochicas. En la comunidad de Sinsicap que, una bola de barro al ser golpeada con una paleta sobre la piedra redonda se va logrando las concavidades necesarias. Para la cerámica ceremonial, las técnicas del modelado y moldeado han sido sido Técnica del delineado de la iconografía mochica. San José de Moro.

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Mg. Johnny Alva Cabanillas Docente

“LA VIDA TIENE MÁS IMAGINACIÓN DE LA QUE LLEVAMOS EN NUESTROS SUEÑOS” CRISTOBAL COLÓN

5.5.1 TECNOLOGÍA ALFARERA

Como cualquier área del conocimiento, la alfarería mochica muestra

concepciones y niveles técnicos diversos en los diferentes valles, sugiriendo que

estas diferencias tendrían ciertas relaciones tradicionales en sus respectivos

desarrollos. Un huaco o alfar de Vicús de la fase I no es igual a su homólogo de

Virú, que es con el que más parecido tendría. Lo mismo se podría decir de uno de

la fase IV de Moche, con otro de la misma fase, pero que haya sido excavado por

el arqueólogo en Moro, en el valle Jequetepeque. La técnica, en estos casos,

puede ser un excelente factor diferenciador.

Desde otro punto de vista, también la función y calidad de un alfar pueden

registrar variaciones conceptuales, técnicas e instrumentales. Para la alfarería

utilitaria sabemos que con los instrumentos muy sencillos como una paleta gruesa

y una piedra redonda, se pueden hacer ollas, vasos campanulares y una serie de

recipientes de boca amplia. Asimismo, la arcilla sobre moldes finamente tallados

constituye otra técnica que fue desarrollada por los mochicas.

En la comunidad de Sinsicap que, una bola de barro al ser golpeada con una

paleta sobre la piedra redonda se va logrando las concavidades necesarias. Para

la cerámica ceremonial, las técnicas del modelado y moldeado han sido sido

Técnica del delineado de la iconografía mochica. San José de Moro.

Mg. Johnny Alva Cabanillas Docente

“LA VIDA TIENE MÁS IMAGINACIÓN DE LA QUE LLEVAMOS EN NUESTROS SUEÑOS” CRISTOBAL COLÓN

redescubiertas por J. Córdova en Trujillo, dejando de lado otras propuestas que,

aún siendo ingeniosas, no aparecen acercarse a la realidad (Larco, 1948; Donnan,

1992).

Córdova (1973-1994) ha demostrado –haciendo- que para el caso, por ejemplo,

de asas y golletes, basta partir de una lámina de arcilla, hacer con ella un tubo,

pegar los bordes y luego doblarlo cuidadosamente, hasta lograr el arco que

servirá de asa “estribo”. Con una cuchilla se corta el hoyuelo en donde se pegará

con un esteque y arcilla fresca, el gollete. Asa y gollete, unidos ya, se pegan al

cuerpo o globo del alfar. Técnica sorprendentemente simple, pero que requiere de

una gran destreza por parte del ejecutante. Desde antes, hasta nuestros días,

existen otras técnicas en el acervo popular que pueden indicar las maneras de

lograr objetos de arcilla, con tanta belleza.

Para preparar la arcilla que servirá de material para un alfar, también hubo

técnicas refinadas, al seleccionar cuidadosamente el barro, arenas y desgrasantes,

pues en las porciones correctas en su uso, se obtendrá la calidad y apariencias

requeridas. El acabado final ya sea con un baño de fina arcilla, por desgrasado o

por pintura, se hace cuanto ha secada – a la sombra – el material en trabajo. La

cocción misma dependerá de la arena y otros temperantes agregados.

La conversión de arcilla en cerámica por efecto de la cochura, para extraer los

hidratos de constitución, tiene a su vez otras técnicas que se manifiestan en el

color, la brillantez, sonoridad y dureza. La alfarería mochica es básicamente

oxidada o roja, lo cual se logra dejando ingresar al horno, una cantidad ilimitada de

oxígeno, el cual oxida o reoxida a las partículas de hierro o de ferrita que existían

en la arcilla. A esta técnica también se le llama de horno abierto. Pero los

alfareros de entonces también hicieron bellos huacos de color negro brillante o

mate, demostrando que conocían la técnica más sofisticada para quemar la arcilla,

controlando rigurosamente la entrada de oxígeno al horno, sólo para que sirva de

comburrente al combustible. A esta técnica se le llama d horno reductor. En Huaca

de la Luna, Uceda (1993) y asociados han excavado un bellísimo retrato de un

pato, el cual muestra que su cuerpo es negro, pero el pico fue hecho aparte, en un

horno abierto, para lograr el color casi naranja y luego pegarlo al cuerpo con

alguna resina, post cocción. Existen pruebas de que en algunos casos, lograron

temperaturas tan altas que la cerámica se deformó plásticamente, como si fuese

de goma, obteniendo una apariencia externa de “vidriado”. Pero esto no llegaron a

controlarlo técnicamente para repetir y manejar el fenómeno.

Fuente: Cristóbal Campana. (1994). La Cultura Mochica. Concytec. Lima.Perú.

Este texto fue reproducido con fines educativos; como material de consulta. La foto que ilustra el documento fue hecha por el docente del área.