MIRTA VARGAS DE ARGENTINA MEDIA 9 CALZADA Cat B 2° grupo 1ª Actividad
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ISSN 1665-3238
VOL. V / NÚM. 8 / MAYO / 2008
Publicación reconocida por el Consejo Médico de la Unión Europea
Index latinoamericano número de folio 15375. Registro en línea 14961. Indizada en el Sistema Regional de Información
en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. www.latindex.unam.mx
Lumbalgia crónica
Manejo del doloren pancreatitis
El dolor en el reciénnacido hospitalizado(segunda parte)
Consideraciones sobrela palabra algología
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PRESIDENTESr. Eduardo Aicardi Franssens
CONSEJEROSLic. Miguel Zagal
C.P. Bernardo Rusakiewicz M.
EDITADA POR:
EDITOR RESPONSABLE
Dr. César Erosa GonzálezMiembro de la Asociación Mundial de Editores Médicos
EDICIÓN YCORRECCIÓN DE ESTILO
Lic. Ángeles Santiago Méndez
DISEÑO, EDICIÓN GRÁFICAY ARTE DIGITAL
D.G. Ariel Rodríguez Peñafiel
JURÍDICOLic. Carlos Javier Huerta Ochoa
PARA:
Dra. Alicia Kassian RankDirectora del Centro Nacional de Capacitación en Terapia del Dolor
(Hospital General de México)Dr. José Luis Gutiérrez García
Subdirector del Centro Nacional de Capacitación en Terapia del Dolor(Hospital General de México)
Dr. Jimmy G. Valencia JulioPresidente de la Asociación Mexicana de A lgología “Dr. Vicente García Olivera”
Dr. José Carlos Gómez de la CortinaMiembro del Consejo Mexicano de Anestesia
Dr. Sergio Guillermo Bautista Sánchez
Dr. Alfredo Ramírez BermejoDra. Nora Godínez CubilloDr. Manuel Murillo Ortiz
Dra. Ma. Antonieta Flores MuñozMédicos Algólogos Adscritos al Centro Nacional de Capacitación en Terapia del Dolor
(Hospital General de México)Dra. Virginia Gordillo Álvarez
Algología Pediátrica del IMSSMiembro honorario
Dr. Vicente García Olivera
Fundador de la Clínica del Dolor en la República Mexicana
COMITÉ CIENTÍFICO
DOLOR, CLÍNICA Y TERAPIA “REVISTA MEXICANA DE ALGOLOGÍA”® es unapublicación mensual editada por Facer Editores® para los Laboratorios Siegfried Rhein.El contenido editorial es responsabilidad de los autores y no necesariamente representael pensamiento de los Laboratorios Siegfried Rhein y/o Facer Editores ®. Prohibida sureproducción total o parcial por cualquier medio audio o visual, electrónico o impreso,sin autorización de los editores. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No.04-2002-052709562600-102. Registro ante el Centro Nacional del ISSN 1665-3238. FacerEditores® es miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana con registroNo. 3068. Registro del Sistema de Información Empresarial Mexicano No. 11800254. (Estapublicación fue creada con software original Adobe® Creative Suite Premiun N.P. 18040050en plataforma Macintosh®, “EVITA LA PIRATERÍA”).Facer Editores®: Calle de la Ciénega 19Col. Villa Coapa, Tlalpan, D.F. 14390, Tel./Fax: 55943101 e-mail: [email protected] postal 86-300 admón. Villa Coapa 14391 México, D.F. Impresa por: Litográfica
Jamsa S.A. de C.V. Santa Anita #372 Col. Evolución, Cd. Netzahualcóyotl, Edo. de México. Tels.5765-4464 Fax 5793-6291. Tiraje 25,000 ejemplares más sobrantes.
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Organización Panamericana de la Salud-Organización Mundial de la Salud ( OPS-OMS)
Mtro. Javier de la Fuente HernándezDirector de la Facultad de Odontología de la UNAM
Dr. Federico Barceló SantanaJefe de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad
de Odontología de la UNAM
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de la Facultad de Odontología de la UNAM
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Instituto Nacional de Cancerología
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Dr. Antonio León PérezSubdirector de Investigación del Instituto Nacional de Rehabilitación
Dr. Miguel Ángel ColladoSubdirector de Enseñanza del Instituto Nacional de Rehabilitación
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Dr. Jorge Alberto del Castillo MedinaJefe de la División de Enseñanza del Hospital Juárez de México
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Dra. Azucena Gómez MendietaSubdirectora Médica del Hospital de la Mujer
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Instituto Nacional de Pediatría
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Dr. Rubén Bolaños AnconaDirector de Investigación y Enseñanza Médica del Instituto Nacional de Perinatología
Dr. Carlos Neri Méndez
Subdirector de Investigación y Enseñanza Médica delInstituto Nacional de Perinatología
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l dolor ha sido definido como una experiencia
emocional y sensorial desagradable asociada a una
lesión tisular real o posible, o descrita como la conse-
cuencia de tal lesión. La interpretación del dolor es, por tanto,
subjetiva. Se considera que el dolor es una cualidad inherente
a la vida, de aparición ontogénica precoz, que actúa como
un sistema de señales de daño de los tejidos con reajustes
fisiológicos y del comportamiento, útiles como indicadores de
dolor. Además, el dolor se puede entender como un poderoso
estímulo que ayuda a crear conductas primitivas de supervi-vencia y enseña al niño a evitar el peligro.
Por otro lado, el recién nacido no puede verbalizar el dolor,
pero actualmente existe evidencia suficiente para afirmar que
antes de las 28 semanas de gestación, el feto ha desarrollado
los componentes anatómicos, neurofisiológicos y hormonales
necesarios para percibir el dolor y responder ante el mismo,
pero con el inconveniente de que la vía inhibitoria descenden-
te nociceptiva no está funcionalmente madura hasta varias
semanas o meses después del nacimiento.
Los recién nacidos prematuros y a término han demos-
trado tener similar o incluso exagerada respuesta fisiológica
y hormonal al dolor, comparada con la observada en adultos
y niños mayores, con menor umbral del dolor a menor edad
gestacional. Son muchos los estímulos dolorosos agudos,con frecuencia recurrentes, que se provocan durante el
cuidado del recién nacido con fines diagnósticos o terapéu-
ticos (extracción de sangre, canalización de vías, intubación),
procedimientos de cuidado (colocación de sondas, cambios
posturales, retirada de cintas adhesivas) o exploraciones, sin
olvidar el dolor continuo motivado por situaciones patológi-
cas (posoperatorio, enterocolitis necrosante). Recientemente
se ha hecho hincapié en la importancia de otros estímulos
nociceptivos prolongados que pueden percibirse como dolor
crónico, sobre todo en los recién nacidos más vulnerables
Dr. César A. Erosa González
Editor Responsable de la Revista Mexicana de Algología/Dolor, Clínica y Terapia
E
CONSEJEROS ESTATALESSECRETARIOS DE SALUD
1. Dr. Ventura Vilchis Huerta Director General del Instituto de Salud en Aguascalientes, Ags.2. Dr. Francisco Cardoza Macías Secretario de Salud en la Paz, B. C. S.3. Dr. Álvaro Emilio Arceo Ortiz Secretario Estatal de Salud en Campeche, Camp.4. Dr. Ángel René Estrada Arévalo Secretario de Salud en Tuxtla Gutiérrez, Chis.5. Dr. Javier Lozano Herrera Director General de los Servicios de Salud en Chihuahua, Chih.6. Dr. José Salazar Aviña Secretario de Salud en Colima, Col.7. Dra. Asa Cristina Laurell
Secretaria de Salud en México, D. F.8. Dr. José Ramón Enríquez Herrera Secretario de Salud en Durango, Dgo.9. Dr. Ector Jaime Ramírez Barba Secretario de Salud en Guanajuato, Gto.10. Dr. Luis Barrera Ríos Secretario de Salud en Chilpancingo11. Dr. José de Jesús Becerra Soto Secretario de Salud en Zapopan, Jal.12. Dr. Alber to Longitud Falcón Director General de los Servicios de Salud en Pachuca, Hgo.13. Dra. María Elena Barrera Tapia Secretario de Salud en Toluca, Méx.14. Dr. Antonio Campos Rendón
Secretario de Salud en Cuernavaca, Mor.15. Dr. Rober to Morales Flores Secretario de Salud en Puebla, Pue.16. Dr. Felipe Rafael Ascencio Ascencio Secretario de Salud en Querétaro, Qro.17. Dr. Almicar Rosado Alabes Secretario de Salud en Chetumal, Q. Roo18. Dr. Fernando Toranzo Fernández Director General de los Servicios de Salud en San Luis Potosí, S. L. P.19. Dr. Raymundo López Vucovich Secretario de Salud Pública en Hermosillo, Son.20. Dr. Jaime Mier y Terán Sánchez Secretario de Salud Pública en Hermosillo, Son.21. Dr. Rodolfo Torre Cantú
Secretario de Salud en Victoria, Tamps.22. Dr. Jon G. Rementería Sempé Secretario de Salud en Xalapa, Ver.23. Dr. Jorge Luis Sosa Muñoz Secretario de Salud en Mérida, Yuc.24. Dra. Esperanza Ávalos Díaz Directora General de los Servicios de Salud en Zacatecas, Zac.
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SumarioVOL. V / NÚM. 8 / MAYO / 2008
5Lumbalgia crónicaDr. Rodolfo Leiserson
Manejo del dolor en pancreatitisDr. Jorge Cervantes Cruz 11
El dolor en el recién nacidohospitalizado (segunda parte)Dr. Manuel Mauro Aceves Gómez
17Consideraciones sobrela palabra algologíaDr. Juan José Ríos Girard y Dr. Jorge
Antonio Aldrete
21
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DOLOR DORIXINA 5
a lumbalgia crónica puede asentar en el área D12-L1 (lum-balgia alta-back pain) o en el área L4-L5-S1 (lumbalgia
baja-low back pain). La lumbalgia alta puede irradiarse en
cinturón o hacia la zona dorsal, en tanto que la lumbalgia baja puede, a
su vez, irradiarse al miembro inferior en el territorio del nervio ciático:
lumbociático o al sector lumbar alto, comprometiendo globalmente la
zona lumbar. Las disfunciones pueden ser disco-cápsulo-ligamentosas
vertebrales, sacroilíacas, miofasciales o posturales.
Disfunciones disco-cápsulo-ligamentosas
• Espacio intervertebral anterior: pinzamiento, protrusión o hernia
discal franca y/o discopatía degenerativa (artrósica) única o multi-
nivel.
• Articulaciones intervertebrales posteriores: facetas.
• Cápsula y ligamentos articulares.
• Ligamentos interespinosos: es poco frecuente y se diagnostica
después de haber descartado las anteriores.
Disfunciones sacroilíacas
Sólo describimos los trastornos funcionales (bloqueos). Las articula-
ciones sacroilíacas poseen una muy moderada movilidad con respecto
a las alas ilíacas. La rigidez articular unilateral puede bloquear la arti-culación habitualmente en nutación o raramente en contranutación.
El bloqueo se manifiesta como lumbosacralgia o como ciática (por
contracturas musculares de los músculos rotadores externos de la
cadera y/o de la aponeurosis dorsolumbosacra). De acuerdo con el
doctor Maigne, los dolores y bloqueos sacroilíacos serían secundarios
a disfunciones discoligamentarias intervertebrales, ya que desaparecen
con manipulaciones vertebrales. ‹
Lumbalgia crónica
Autor: Rodolfo Leiserson, experto en dolor miofascial adscrito al Centro de Ergosinergia, BuenosAires, Argentina.
A R G E N
T I N A
L Sugerencias de lectura
1. Basmajian JV. Electrofisiología de la acción muscular. Editorial MédicaPanamericana. Buenos Aires, 1976.
2. Busquet L. Las cadenas musculares. Editorial Paidotribo. Barcelona.3. Feldenkrais M. Autoconciencia por el movimiento. Editorial Paidós. Buenos
Aires, 1980, 203 p.4. Maigne R. Douleurs d’origine vértebrale et traitements par manipulations.
Editorial Expantion Scientifique. Paris, 1977, 5078 p.5. Orgeret Giles. Terapia manual del raquis. Editorial Masson Editeur. Paris,
1995, 93 p.6. Rolf I. Rolfing, the integration of human structures. Editorial: Harper & Row
New York , 1978, 304 p.7. Souchard E. Reeducation posturale globale. Tome 1. Cahiers , Societé d’Édition
Médicale. Editorial Le Pousoé, 1989. Saint Monc , 58 p.8. Travell JG, Simons DS. Miofascial pain and dysfunction. The trigger point
manual. Vol. 1 y Vol. 2. Editorial Williams & Wilkins , Baltimore.
9. Upledge JE. Somatoemotional release and beyond. Editorial UI Publishing,1990, Palm Beach Gardens, Florida, p. 266.
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Revista Mexicana de Algología 6
Disfunciones miofasciales
La hiperexcitación de algunos receptores sen-
sitivos situados en el espesor muscular o en las
fascias que lo recubren originan pequeñas áreas
dolorosas miofasciales denominadas puntos gati-
llo (trigger points). Cada punto gatillo genera indu-
ración y dolor local, contracturas y acortamientos
musculares y dolor reflejo irradiado a distancia, a
lo que Travell denominó target area (eventualmen-
te fenómenos vegetativos y síntomas viscerales
reflejos).
Disfunciones posturales
Las contracturas crónicas segmentarias, que con
frecuencia el paciente no registra debido a la
ausencia de dolor, crean desequilibrios postura-
les. Por otra parte, la presencia de dolor crónico
localizado provoca contracturas y acortamientosmusculares que se manifiestan como alteraciones
del balance postural. Las alteraciones posturales
pueden ser de tipo:
• Asimetrías (izquierda-derecha), por ejemplo,
una cadera más baja que la otra.
• Inclinaciones (adelante-atrás), por ejemplo,
antepulsión del tronco.
• Desviaciones, por ejemplo, una hemipelvis
desplazada hacia un lado.
• Cortes (en el sentido horizontal), por ejemplo,
en la cintura, observándose una pelvis propor-
cionalmente más pequeña que el resto del tórax.
• Bloqueo o rigidez de un segmento, por ejem-
plo, de la pelvis.
La cronificación de estos cambios posturales
instaura corazas corporales, emocionales y men-
tales (actitudinales). El regreso al estado de salud
no requiere sólo la eliminación del dolor, sino
también la corrección de los trastornos posturales
(por elongaciones musculares selectivas) para
evitar la reaparición del dolor.
Tratamiento
Para el estudio de la lumbociatalgia crónica es
necesario hacer un análisis semiológico detallado.
El tratamiento comprende una primera etapa de
procedimientos correctivos, seguido de técnicas
de reeducación.
Procedimientos correctivos (con técnicas
manuales)
• De las alteraciones disco-cápsulo-liga-
mentosas (con manipulaciones interver-
tebrales –Maigne–).
• De las disfunciones sacroilíacas.
• De los trastornos miofasciales.
• De los trastornos posturales.
Procedimientos reeducativos
• Plan de ejercicios de elongación o, even-
tualmente, de tonificación muscular.
• Movilización de segmentos corporales.
• Concientización de los patrones del
movimiento: autoconciencia por el movi-
miento-Feldenkrais; eutonía; reeducación
postural global –Souchard–; tai-chi; yoga.
• Correcciones ergonómicas.• Escuela de espalda.
Dolores y contracturas-acortamientos
miofasciales
Los síntomas miofasciales se tratan mediante
una técnica manual: elongaciones muscu-
lares selectivas (con base en la técnica de
los puntos gatillo de Travell). Esta técnica
comprende la detección y eliminación de los
puntos gatillo miofasciales, sumada a elonga-
ciones miofasciales selectivas. El dolor de los
puntos gatillo de cada músculo irradia como
dolor reflejo según un territorio específico
(mapa).
Los músculos más importantes en la zona
dorsolumbar y lumbosacra son: cuadrado
lumbar, psoas ilíaco, piramidal de la pelvis,
glúteos, paravertebrales (espinales) y oblicuo
menor.
• Cuadrado lumbar: irradia a la zona
lumbar, la nalga y a la cara posterior ylateral del muslo (ver esquema). Este
dolor a veces es erróneamente interpreta-
do como trocanteritis o ciática.
• Psoas ilíaco: irradia a la zona lumbar, a
la nalga y a la cara anterior del muslo.
• Piramidal: irradia a la nalga y a la
cara posterior del muslo (simulando una
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INFLAMACIÓN LOXONIN 7
verdadera ciática). Ocasionalmente puede
asociarse una ciatalgia verdadera por com-
promiso del nervio ciático al ser compri-
mido por el músculo piramidal acortado
en su emergencia de la escotadura ciática.
• Oblícuo menor: irradia a la zona lum-
bar, al abdomen y, a veces, a la cara
posterior del muslo (simulando un com-
promiso ciático).
• Paravertebrales posteriores: irradia a
la zona espinal dorsal y lumbar, al abdo-
men y la nalga; el dolor referido puede
llegar al miembro inferior (falsa ciática).
La eliminación de los puntos gatillo sepuede realizar por: digitopresión, frío con
spray o hielo, estimulación eléctrica neuro-
muscular o infiltración anestésica. Cualquiera
de estos procedimientos interrumpe el arco
reflejo del dolor y de la contractura.
Yo utilizo estimulación eléctrica neuro-
muscular (TENS); cuando ésta no es eficaz,
infiltro el o los puntos gatillo con xilocaína o
xilocaína asociada con suero glucosado hipertóni-
co (proloterapia). Para las elongaciones selectivas
se realiza una tracción suave, separando entre sí las
inserciones musculares proximal y distal de cada
músculo involucrado.
Es común encontrar desequilibrios posturales
por contracturas-acortamientos crónicos, segmen-
tarios. Estos trastornos posturales, habitualmente
indoloros, a la larga evolucionan a la instalación
de dolor. La eliminación de los puntos gatillo
miofasciales debe ser continuada con corrección
de las asimetrías posturales; no hacerlo implica la
posibilidad de reaparición del algia miofascial.Las asimetrías posturales pueden ser detecta-
das por lectura estructural corporal:
• El cuadrado lumbar es responsable de la falsa
pierna más corta por ascenso homolateral de la
pelvis, una escoliosis localizada característica y
un descenso compensador del hombro contra-
lateral. ‹
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DOLOR DORIXINA 9
• El psoas ilíaco también produce una falsa
pierna más corta homolateral por aparen-
te ascenso de la pierna dentro de la pelvis,
una inclinación del tronco hacia el mismo
lado, flexión anterior del tronco, aumento
del relieve (tensión) en la zona inguinal,
desplazamiento posterior de la nalga y
un desplazamiento posterior con rotación
externa del miembro inferior homolateral.
El desconocimiento del trastorno postural
falsa pierna más corta hace que errónea-
mente se indiquen plantillas plantares o
sobretacos.
• El oblicuo menor provoca un acortamien-
to de la cintura del mismo lado y rotación
posterior de la hemipelvis del mismo
lado.
• El piramidal genera contractura y tensiónde la nalga e inclinación de la pelvis y del
sacro hacia el mismo lado.
Finalmente, quiero resaltar una situación
frecuente: asociación de algias miofasciales
con otros tipos de dolor: (radicular, simpá-
tico, visceral y/o especialmente neuropático).
Su reconocimiento es fundamental para esta-
blecer un diagnóstico más certero y un tratamien-
to integral.
Resumen
La lumbalgia crónica puede deberse a múltiples
causas: orgánicas o funcionales. Describimos
las principales etiologías disfuncionales: disco-
cápsulo-ligamentosas vertebrales, sacroilíacas,
miofasciales y posturales. Este trabajo está cen-
trado especialmente en la descripción de los
trastornos miofasciales y de los desequilibrios
posturales. La clave de la lumbalgia crónica de
origen miofascial radica en los puntos gatillo
(trigger points), que originan dolor referido a
distancia (reflejo), contracturas-acortamientos
musculares y asimetrías posturales.
El tratamiento consta de una primera parte
correctiva mediante la cual se elimina la sintoma-tología con técnicas manuales, y de una segunda
parte reeducativa. Destaca la existencia habitual
de otros dolores asociados: radicular, simpático,
visceral y/o especialmente neuropático, que es
necesario detectar y tratar.
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DOLOR DORIXINA 11
l paciente que ingresa a una sala de urgencias con un cua-dro de pancreatitis aguda presenta dolor, el cual se localiza
en la región epigástrica, consecuencia generalmente de una
ingesta abundante de alimentos grasos y bebidas alcohólicas. El dolor
es producido por la estimulación de las terminaciones nerviosas en
el plexo solar y en los conductos lobulillares pancreáticos; además,
existe distensión importante en la cámara gástrica, lo que provoca una
sensación de plenitud que descansa cuando aparece el vómito. El dolor
se manifiesta de forma espontánea y con gran intensidad; se irradia
hacia la región lumbar secundaria a la relación descrita anatómica-
mente. Se trata de un dolor sordo, punzante, que no cede a ninguna
posición, se acompaña de mal estado general, deshidratación y vómito.
Cuando el cuadro ha evolucionado, se presenta fiebre, alteraciones
metabólicas, desequilibrio ácido base y, más tarde, manifestaciones a
distancia como insuficiencia respiratoria, cardiocirculatoria, renal.5
Diagnóstico
La sospecha clínica es el primer elemento diagnóstico. Basta con saber
que el dolor es parte fundamental y piedra angular de la enfermedad;
sin embargo, los estudios de laboratorio y gabinete orientan hacia un
diagnóstico correcto y el uso de la tomografía dinámica corrobora
el estado de la glándula, mientras que los estudios de sangre revelanenzimas específicas elevadas en el proceso agudo del padecimiento.
La clasificación de éste se realiza en este momento para determinar los
pasos a seguir.
Tratamiento
Como ya se ha mencionado, la pancreatitis es una enfermedad infla-
matoria agresiva que lesiona de manera inicial la glándula pancreática ‹
Sugerencias de lectura
1. Carter DC. Recent advances in pancreatic diseases. J R Coll Surg Edimb
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Manejo del dolor en pancreatitis
Autor: Jorge Cervantes Cruz, cirujano adscrito al Hospital de Especialidades Centro Médico Nacional“La Raza”, profesor titular de pregrado del curso Clinopatología del Aparato Digestivo de la EscuelaSuperior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional y miembro de la Asociación Mexicana de CirugíaGeneral, la Asociación Mexicana de Gastroenterología y el Fellow American College of Surgeons.
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Revista Mexicana de Algología 14
y, posteriormente, los órganos a distancia. El tra-
tamiento está encaminado a mantener al paciente
en las mejores condiciones posibles con soluciones
y manejo integral en la sala de terapia intensiva; el
control del dolor es importante y se debe llevar a
cabo una vez hecho el diagnóstico, ya que si éste
es equivocado y se encubre el dolor, podrán existir
complicaciones si se realiza un tratamiento quirúr-
gico temprano.
El dolor secundario al aumento de la presión
ductal es el síntoma que aqueja más a los pacientes
y que los mantiene en una agonía incapacitante.
Generalmente está indicado el uso de narcóticos
intravenosos; la meperidina es el fármaco de elec-
ción.6, 7
La razón se basa en la evidencia clara de
que contrario a la morfina, ésta no causa espasmo
del tracto biliar y resulta en un claro control del
dolor en la región alta del abdomen. La morfinano debe ser usada en pacientes con pancreatitis,
ya que incrementa la presión en el tracto biliopan-
creático y provoca un espasmo completo y perma-
nente al esfínter de Oddi; una dosis pequeña (0.04
mg/kg i.v.) es suficiente para elevar la presión.7
Para lograr el control del dolor se debe llevar a
cabo descompresión gástrica mediante una sonda
de Levin; el uso apropiado de líquidos y electro-
litos reduce la ansiedad del paciente, junto con
el inicio de antibióticos. Se ha utilizado el lavado
peritoneal con soluciones isotónicas de entrada
por salida para disminuir las enzimas proteolíticas
y así evitar las complicaciones a distancia y des-
vanecer el dolor. Una vez que el proceso inicial se
limita, el dolor disminuye de manera importante y
queda como situación final la restitución del trán-
sito intestinal.8
Aspectos fisiopatológicos
de la pancreatitis crónica
No se tiene información precisa sobre los mecanis-mos fisiopatogénicos que provocan el desarrollo de
la pancreatitis crónica. Existen algunas teorías que
indican que hay alteraciones en la función acinar
y en el conducto pancreático principal que incre-
mentan la difusión de proteínas hacia la misma
vía de salida, lo cual aumenta la posibilidad de
formación de tapones proteínicos y obstrucción,
con la consecuente inflamación constante y la
posterior fibrosis del tejido. Las células duc-
tales y las acinares muestran un incremento
en la concentración de factores de crecimien-
to, y sus receptores favorecen el desarrollo
de fibrosis en el conducto y áreas vecinas.
Otra teoría indica que el depósito progresivo
de lípidos en la glándula pancreática origi-
na un daño que posteriormente dará lugar
a inflamación y fibrosis. Por último, existe
una teoría en la que se implica el exceso de
formación de radicales libres, lo que provoca
preoxidación de los componentes lipídicos
de la membrana dentro de la célula acinar,
lesionándola y formando una respuesta infla-
matoria severa que tiempo después termi-
nará en fibrosis.9 Una vez que la respuesta
inflamatoria se ha presentado, la glándula escapaz de regenerar su tejido en poco tiempo,
sin embargo, si la agresión es permanente, se
producen cambios neurales con incremento
en el diámetro promedio del sistema nervioso
acinar y lobulillar, desintegración completa
del perineurio y disminución del área pan-
creática inervada.10, 11
Cuadro clínico
El dolor abdominal es el síntoma primordial
que se presenta en los pacientes con pan-
creatitis crónica (90%). Sin duda, es la más
frecuente e importante manifestación en la
llegada de un paciente al servicio de urgen-
cias. Se relaciona con la ingesta de alcohol,
alimentos o episodios de pancreatitis aguda
repetitiva; posteriormente, las crisis dolorosas
son más prolongadas o el dolor se hace conti-
nuo, localizado en la parte alta del abdomen,
de tipo transfictivo, que irradia a la espalda,
de intensidad variable y persistente. Puedeacompañarse de náuseas y vómito que no lo
modifican; generalmente se va haciendo más
resistente a los analgésicos habituales, aunque
cerca de 15% de los pacientes no manifiesta
dolor. La duración es variable y puede desapa-
recer en forma espontánea; algunas personas
refieren alivio al adoptar la posición en gatillo.
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La diabetes mellitus por insuficiencia pan-
creática endocrina representa 50% de los
enfermos, puede ser la primera manifestación
clínica, lo que es frecuente en las formas indo-
loras; la diarrea y esteatorrea como expre-
sión de la insuficiencia pancreática exocrina
ocurre con menos frecuencia. La pérdida de
peso y la desnutrición se presentan al fin de la
enfermedad, secundarias a la mala absorción
de nutrientes y específicamente al mal con-
trol del dolor que se desencadena a la ingesta
de alimentos. El dolor tiende a reducirse
cuando aparece la insuficiencia pancreática
con disminución de la secreción de enzimas;
puede haber ascitis, hepatomegalia y espleno-
megalia, con menos frecuencia hemorragia
del aparato digestivo por gastritis erosiva o
varices esofágicas rotas.
12, 13
Diagnóstico
Los antecedentes de alcoholismo y de cua-
dros repetitivos de pancreatitis aguda orien-
tan al diagnóstico; la tríada de dolor intenso
intratable, insuficiencia pancreática endocrina
y exocrina sugieren el mismo. Los exámenes
de laboratorio y gabinete buscan de manera
directa las fallas endocrinas y exocrinas. Por
su parte, los estudios radiológicos pueden
observar calcificaciones en la región anatómi-
ca del páncreas. El estudio más útil en la pan-
creatitis crónica es la colangiopancreatografía
retrógrada transendoscópica, mediante la cual
se observan las características del ámpula y se
pueden tomar biopsia y citología del jugo
pancreático; la certeza diagnóstica aumenta si
se aplica un estímulo con secretina.14
Tratamiento
El tratamiento ideal está encaminado a supri-mir el dolor; al principio es conservador e
inicia con dieta baja en grasas, analgésicos no
narcóticos y se prohíbe la ingesta de alcohol.
En un gran porcentaje estas medidas son
suficientes para evitar recurrencias de los
ataques de dolor. Es conveniente una dieta
baja en carbohidratos y grasas, los triglicéri-
dos de cadena media son mejor aprovechados en
este tipo de pacientes; debe administrarse terapia
sustitutiva para la insuficiencia endocrina y la exo-
crina, como insulina y compuestos enzimáticos.
La disminución de la secreción gástrica aumenta el
aprovechamiento de las enzimas pancreáticas, por
lo que el uso de bloqueadores H2 de la histamina y
de la bomba de protones es una ayuda valiosa. Los
anticolinérgicos son menos útiles.
La educación del paciente para evitar la inges-
ta de alcohol es importante, también la visita al
psiquiatra es de gran apoyo. Los individuos que
persisten con dolor a pesar de las medidas gene-
rales son candidatos a otras alternativas, como
los analgésicos más potentes (narcóticos), lo cual
tiene una desventaja, ya que pueden complicar
a la persona y crear adicción. El tratamiento del
dolor constituye un verdadero problema. En fasesiniciales se utilizan analgésicos del tipo pirazolona,
acetaminofén y AINE, que deben ser administrados
antes de los alimentos que desencadenan el dolor;
junto con la supresión de alcohol pueden ser sufi-
cientes.
Como se mencionó, la causa del dolor en la
pancreatitis es desconocida, invariablemente se
requieren drogas narcóticas para el control del
mismo. El bloqueo percutáneo de los ganglios
celiacos con alcohol o fenol puede proporcionar
alivio. De los avances en endoscopia interven-
cionista ha surgido una nueva alternativa para el
manejo de la pancreatitis crónica: la esfinteroto-
mía con extracción de piedras de los conductos
pancreáticos y la dilatación de los mismos, que
han dado mejores resultados comparados con el
tratamiento quirúrgico.
El principal aviso para el tratamiento qui-
rúrgico en la pancreatitis crónica es el dolor; las
complicaciones como pseudoquiste o absceso
pancreático, ictericia obstructiva por estenosisdistal del colédoco y la oclusión por estenosis duo-
denal son indicaciones de cirugía.
Es muy importante la selección adecuada del
paciente para tratamiento mediante cirugía.
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asternack, en 1988, identificó diferentes subtipos de recep-tores mu1 y mu2 y estableció que la analgesia es producida
por la activación de los receptores mu1, mientras que la
depresión respiratoria es generada por la activación de los receptores
mu2. En 1950, Beecher mencionó que la morfina parece aumen-
tar mecanismos inhibidores supraespinales sobre reflejos dolorosos.
Posteriormente se reveló que la morfina activa neuronas supraespina-
les que descienden para inhibir la transmisión del dolor a través de la
médula espinal, considerando que en la sustancia gris periacueductal, el
rafe y los núcleos adyacentes en el bulbo raquídeo presentan receptores
opiáceos y, a su vez, descienden a través de las vías dorsolaterales para
inhibir el asta dorsal. En la médula espinal se encuentran diferentes tipos
de receptores, como mu y Kappa y, en menor grado, delta, principal-
mente en el asta dorsal.4
Los receptores especializados proporcionan información al sistema
nervioso central acerca del estado que guarda el medio ambiente alre-
dedor del organismo. Cada receptor se especializa en detectar un tipo
particular de estímulo; los receptores que identifican el dolor son las
terminaciones nerviosas libres, éstos pueden ser estimulados por daño
mecánico, por cambios extremos de temperatura o por irritación de sus-
tancias químicas. Cuando estos receptores son estimulados, los impulsos
nocioceptivos son transmitidos al sistema nervioso central por dos tiposdistintos de fibras: las fibras delta A, las cuales son fibras mielinizadas de
un diámetro amplio y con una conducción rápida, y las fibras C, que son
fibras no mielinizadas de conducción lenta y diámetro pequeño.
Transducción. Los receptores al dolor responden selectivamente
al estímulo y lo convierten en un impulso neural. A este proceso se le
conoce como transducción. Los nocioceptores aferentes primarios son
las ramas terminales de las fibras delta A y de las fibras C, cuyo cuerpo ‹
El dolor en el reciénnacido hospitalizado(segunda parte)
Autor: Manuel Mauro Aceves Gómez, neonatólogo, intensivista y miembro de la Asociación deMédicos Neonatólogos.
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Revista Mexicana de Algología 18
celular está localizado en la raíz dorsal ganglionar.
Cuando las fibras delta A y C son activadas con
un estímulo intenso, pero con poco daño tisular, el
dolor transitorio resultante sirve como una alarma
fisiológica; sin embargo, cuando los nociocepto-
res son activados por un estímulo noxioso que
acompaña al daño tisular, una respuesta en forma
regional ocurre en la periferia. Las sustancias
químicas y las enzimas son liberadas de los tejidos
dañados, con lo cual se incrementa la transduc-
ción del estímulo doloroso.
Transmisión en el cuerno dorsal. Cuando
ha ocurrido una señal de transducción, los
impulsos son transmitidos a través de las fibras
delta A y C hacia el cuerno dorsal de la médula
espinal. Las fibras nerviosas hacen sinapsis en las
capas superficiales de la lámina Rexed: las neu-
ronas delta A la realizan en las láminas I, II, V, ylas fibras C en las láminas I y II; los límites entre
estas láminas no son claros. Por consiguiente,
existe una sobreposición de los diferentes tipos
de células neuronales entre las láminas. Cada
lámina contiene más de una clase de neuronas.
Una variedad de neurotransmisores es liberada
por las neuronas nocioceptivas de entrada de
primer orden.
Percepción. Las fibras aferentes nociocep-
tivas de segundo orden tienen sus cuerpos celu-
lares en el cuerno dorsal de la médula espinal,
desde donde proyectan los axones a los centros
más altos del sistema nervioso central, responsa-
bles de procesar la información nocioceptiva. La
mayor parte de las fibras ascendentes se decruza
antes de viajar en dirección craneal en el tracto
espinotalámico. Las neuronas que conforman
el tracto espinotalámico son, en su mayoría, de
rango dinámico amplio y alto umbral; su camino
a través del puente, médula y cerebro medio ter-
mina en porciones específicas del tálamo.Desde el tálamo la información aferente es
llevada a la corteza somatosensorial. El tracto
espinotalámico también envía ramas colaterales
a la formación reticular. Los impulsos transmi-
tidos por estas vías son responsables de la dis-
criminación sensorial del dolor y de la respuesta
emocional que provoca. La formación reticular
es probablemente responsable del aumento
de la excitación y los aspectos de los compo-
nentes emocionales afectivos del dolor, así
como de los reflejos somáticos autonómicos
motores. La activación de las estructuras
supraespinales es mediada por aminoáci-
dos excitatorios, pero los neurotransmisores
involucrados en el procesamiento central de
la información nocioceptiva aún no se ha
dilucidado.
Modulación del dolor
En los albores del siglo XX , Sherrington enfa-
tizó la importancia de la interacción entre los
sistemas neuronales excitatorios e inhibito-
rios en el proceso de recibir información sen-
sorial por parte del cerebro. Ahora sabemos
que las vías eferentes ayudan a modificarla información nocioceptiva aferente. Las
vías neuronales eferentes involucradas en la
modulación del dolor incluyen: los tractos
corticoespinales que comienzan en la corteza
motora y hacen sinapsis en las láminas III y
IV; el tracto hipotalámico eferente, el cual se
inicia en el hipotálamo y hace sinapsis en el
cerebro medio, puente, médula y lámina I de
Rexed; y fibras eferentes, que se extienden
desde la materia gris periacueductal en el
cerebro medio y en el núcleo del rafe magno
de la médula en el cuerno dorsal. La estimu-
lación de estas vías eferentes puede modular
la transmisión nocioceptiva en la periferia, en
la médula espinal (donde altera la liberación
de neurotransmisores) o a nivel supraespinal
por la activación de las vías inhibidoras. Es
claro que la norepinefrina, serotonina y sus-
tancias parecidas a los opioides (endorfinas)
están involucradas en las vías inhibitorias
cerebrales que modulan el dolor en la médulaespinal.
El ácido gammaaminobutírico (GABA) y
la glicina son dos importantes inhibidores
de los neurotransmisores que actúan en el
cuerno dorsal. El bloqueo del GABA o de la
glicina espinales puede resultar en alodinia
y, en consecuencia, remover los inhibidores
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DOLOR DORIXINA 19
que controlan a los receptores NMDA. La falla
en la inhibición espinal puede, por lo tanto,
jugar un papel en la etiología del dolor neu-
ropático. Por otro lado, cuando existe infla-
mación periférica se puede apreciar el efecto
contrario: un incremento en la regulación de
los receptores GABA espinales promueve la
inhibición de los impulsos nocioceptivos
aferentes y disminuye la sensación de dolor.
Por lo tanto, la sensibilidad de los receptores
GABA espinales puede variar bajo diferentes
circunstancias, resultando en la modulación
de la información nocioceptiva.
Otro neurotransmisor es la somatos-
tatina, que se encuentra en las células de
las raíces ganglionares dorsales y en las
terminales aferentes del cuerno dorsal de la
médula espinal. Esto parece ser liberado enrespuesta a estímulos noxiosos que resultan
en hiperpolarización y reducen el rango
de despedida de las neuronas del cuerno
dorsal. De cualquier forma, aunque parezca
tener propiedades analgésicas benéficas, la
administración intratecal de somatostati-
na puede resultar también en disfunción
motora y parálisis a dosis justo por encima de
aquellas que producen analgesia. Por lo tanto,
se requieren estudios posteriores para evaluar
completamente el papel de este péptido en la
antinociocepción.
La galanina se encuentra en gran porcentaje
en las fibras aferentes nocioceptivas primarias y
se cree que es un péptido inhibitorio. Con fre-
cuencia se localiza junto a la sustancia P y el gen
relacionado con la inhibición de la calcitonina.
Hasta el desarrollo de un antagonista es poco
probable que el papel exacto de la galanina en la
transmisión nocioceptiva sea dilucidado.
El dolor en el recién nacido
El desarrollo de sustratos anatómicos necesarios
para la transmisión del dolor tiene lugar princi-
palmente dentro de la vida fetal y en los primerosmeses de la lactancia. En estudios anatómicos se
demuestra que la densidad de las terminaciones
nerviosas nocioceptivas cutáneas al final de la vida
fetal y en recién nacidos pueden igualar o exceder
a las de la piel del adulto.7
En otros estudios se ha comprobado que la
percepción sensitiva cutánea aparece en el área‹
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Revista Mexicana de Algología 20
peribucal en fetos humanos en la séptima semana
y muestra disfunción gradual a todas las superfi-
cies cutáneas y mucosas hacia las 20 semanas. La
diseminación de la sensación está precedida por
el desarrollo de sinapsis entre fibras sensitivas y
neuronas receptivas en el asta dorsal de la médula
espinal, que aparece por primera vez durante la
sexta semana. Se comprobó que la diferencia mor-
fológica de las neuronas del asta dorsal en la médu-
la espinal empieza alrededor de las 13 semanas. El
desarrollo adicional prosigue con la disposición en
láminas de Rexed, junto a la formación de interac-
ciones sinápticas y vesículas de neurotransmisores
específicos para formar un asta dorsal madura en
algunas regiones de la médula espinal hacia las 30
semanas.
Las estructuras periféricas y centrales
necesarias para la nocicepción están presentes yfuncionales al principio de la gestación (entre el
primero y segundo trimestre). Se ha demostrado
maduración funcional de la corteza cerebral fetal
por medio de:
1. Tipos de electroencefalogramas y potenciales
evocados corticales.
2. Medición de la utilización cerebral de glucosa,
que muestra tasas metabólicas máximas en
áreas sensoriales del cerebro.
3. Periodos bien definidos de sueño y de vigilia
regulados por funcionamiento cortical a partir
de las 28 semanas de gestación.
Los recién nacidos poseen ejes bien desarro-
llados en el circuito del hipotálamo –hipófisis–
suprarrenales y pueden tener reacciones de pelea
o escape, con la liberación de catecolaminas y
cortisol.
Tradicionalmente se utiliza la falta de mieli-
nización como índice de inmadurez del sistema
nervioso neonatal y se emplea a menudo para
apoyar el argumento de que los recién nacidos ylos lactantes no perciben el dolor. Los impulsos
nocioceptivos en nervios periféricos adultos tam-
bién se conducen a través de fibras no mieliniza-
das y con mielinización delgada. De ahí que los
neonatos están capacitados para sentir el dolor
con las limitaciones de expresión, precisión y los
procesos de inhibición.
Identificación del dolor
en el recién nacido
La pregunta acerca de si los recién naci-
dos sienten dolor es un problema para los
encargados de cuidar la salud, así como
para los padres. Un gran obstáculo para
saber si los neonatos experimentan dolor
después de procedimientos desagradables
es que se encuentran en etapas preverbales
y no disponen de métodos directos para
manifestar que los estímulos que percibe
son dolorosos o lo lastiman. Sin embargo,
hay otro componente en la reacción al dolor
que se ha relacionado como daño a tejidos.
Hay amplias pruebas clínicas morfológicas
y bioquímicas que sugieren que los lactantes
tienen la capacidad para reaccionar al daño
hístico que se vincula con estímulos adversosque los adultos consideran dolorosos.
En consecuencia, es posible examinar las
reacciones de recién nacidos a estímulos que
inequívocamente son dolorosos para los adul-
tos. Estos estímulos adversos en el neonato se
relacionan con intervenciones diagnósticas y
terapéuticas necesarias como obtención de
sangre, intubación endotraqueal, colocación
de catéteres. Es posible clasificar las reacciones
a estos estímulos como análogas a respues-
tas dolorosas en adultos y categorizar a las
agudas como fisiológicas, bioquímicas y con-
ductuales. Estos cambios están presentes en
alteraciones de la frecuencia cardiaca (la cual
puede aumentar), saturación de oxígeno con
tendencia a disminuir, frecuencia respiratoria
(la cual puede aumentar), presión sistólica
que también presenta incremento, tono vagal,
conductual y expresión facial. Otras manifes-
taciones son la sudación emocional o pérdida
palmar de agua y llanto. Bioquímicamenteexiste aumento del cortisol.
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INFLAMACIÓN LOXONIN 21
M É X I C O
a especialidad de la medicina dedicada al estudio,diagnóstico y tratamiento del dolor, así como sus manifes-
taciones relacionadas, ha recibido varias denominaciones
desde su aparición (hace más de medio siglo).1
Quizá para aplicar
vocablos que fuesen comprendidos por el personal médico, paramé-
dico y, sobre todo, por el público, se adaptaron términos como clíni-
ca del dolor, manejo del dolor,2, 3
y aun la organización internacional
que se formó primero y que ha guiado la nomenclatura de esta inci-
piente especialidad se tituló International Association for the Study
of Pain (IASP), la cual ha incorporado a especialistas de diferentes
disciplinas y al mismo tiempo se ha asegurado de no tratar de invadir
los territorios de otras especialidades afines o complementarias.4
En lugar de nombrarse con un vocablo proveniente de una raíz
griega, seguida de logos o logia, como lo han hecho la gastroentero-
logía, proctología, otorrinolaringología, oftalmología, se ha llegado al
extremo de incluir la palabra que precisamente describe el síntoma
predominante a tratar: dolorología. En 1997, uno de los autores de
este artículo, en una sesión de planificación para escribir y publicar
un libro en castellano sobre esta disciplina, la discusión inclinada a
seleccionar un título apropiado fue acalorada y prolongada cuando
debatimos si llamarlo Tratado de algiología o de algología.5
Actualmente tanto el público como los profesionales han madu-rado lo suficiente quizá para reconocer una especialidad ya esta-
blecida. Hemos hecho una revisión de los diferentes diccionarios y
enciclopedias de los idiomas castellano e inglés y ahora pretendemos
proponer un vocablo que defina el nombre específico de la especia-
lidad e identifique a los médicos dedicados a la misma. Los vocablos
contendientes son algiología vs. algología, de modo que procedere-
mos a identificar las bases que nos han llevado a una decisión lógi-
Consideraciones sobrela palabra algología
Autores: Juan José Ríos Girard, algiólogo, anestesiólogo, expresidente de la Asociación Mexicanapara el Estudio y Tratamiento del Dolor ( AMETD ) y jefe del Departamento de Clínica del Dolor del HospitalRegional de Coatzacoalcos, Veracruz. Jorge Antonio Aldrete, algiólogo y anestesiólogo, presidente de laFundación de Aracnoiditis.
L
‹
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1953. Pág. 7-10.2. Nalda F. Estado actual de la lucha contra el dolor. Anestesiología 1979:7:23-30.3. García Olivera V. Sobre la importancia de la clínica del dolor en nuestro
medio. Anestesiología 1980: 7: 63-66.4. International Association for the Study of Pain. Pain terms: a list of definitions
and terms on usage. Pain 1979:6:249 y 1982:14:205.5. Aldrete JA. Introducción. En Tratado de algiología. JA Aldrete (ed). JGH
Editores, México 1999. Pág. 22-23.6. Cuyas AA. Gran diccionario inglés/español. Barcelona, España : Talleres Gráficos
de SGA, 1928.7. Webster´s New Collegiate Dictionary 2ª. Ed. G&C. Springfield, Mass., USA:
Merrimam Co. Publishers, 1951.8. Nueva Enciclopedia Sopena. Diccionario de la lengua española. España, Ramón
Sopena, 1955.
9. Diccionario Hispánico Universal. Enciclopedia ilustrada. W.M. Jackson, Inc.Editores, 1957.
10. Velásquez CM. Nuevo diccionario de pronunciación de las lenguas inglesas y
española. Edición especial preparada para la enciclopedia Barsa. New Jersey:Prentice/hall, inc. Englewood Cliffs, 1967.
11. Alonso M. Diccionario del español moderno. 3ª ed. Tolle, Lege. Madrid, España.Aguilar Ediciones, 1960.
12. Diccionario Enciclopédico Quillet. 6ª ed. México, Cumbre, 1976.13. Diccionario terminológico de ciencias medicas. 11ª. Ed. México: Salvat Mexicana,
1974.14. Ruiz T. Diccionario de términos médicos inglés/español, español/ inglés, 7ª. Ed.
Iatros. Ediciones Médicas, 1976.15. Bonica JJ. Definitions and taxonomy of pain. En: The management of pain. 2ª
ed. Lea & Febiger, Philadelphia, 1990:18-27.16. Diccionario Enciclopédico Abreviado. Tomo I. 6ª ed. Espasa/Calpe. Madrid. 1954.17. The New Encyclopedia Britannica, 15th ed. 1993.
18. The American Heritage Dictionary.19. Diccionario Médico, 5ª ed. Barcelona, España, Teide, 1975, reimpresión 1980.20. Lain EP.Lenguaje médico: desórdenes funcionales. Perfiles Lederle, 1994; 41: 2.21. Diccionario de la Lengua Española. 19ª ed. Madrid, Espasa/Calpe, 1970.22. Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano. W.M. Jackson, Inc. 1928. Ferris
Printing Company. Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica. Tomo II23. Diccionario Enciclopédico Salvat. Salvat Editores. Barcelona, España,1967.24. Diccionario de la Lengua Española. 19ª ed. Madrid, Espasa/Calpe, 1970.25. Diccionario Enciclopédico de Educación Especial. Vol. I. Diagonal/Antillana.
Madrid. Mayo,1986.
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DOLOR DORIXINA 23
ca, práctica y aceptable cacofónicamente
hablando en cualquier derivación.
En 1953 Bonica1
definió los siguientes
términos:
Algología: ciencia que estudia el dolor,
sus manifestaciones y tratamiento.
Algólogo: médico especialista en el
estudio y tratamiento del dolor.
Estos mismos términos han sido adoptados
por algunas sociedades profesionales, como
la Asociación Mexicana para el Estudio y
Tratamiento del Dolor (AMETD) desde 1980,3
sin embargo, al buscar antecedentes desde el
punto de vista semántico que apoyaran tal
vocablo, encontramos que en 1928 el Gran
diccionario inglés/español de Arturo Cuyas6
definió el vocablo algology como el estudio
de las algas, término también aplicado porWebster en su diccionario en 1951.
7
Además,
en la Nueva enciclopedia sopena8 se define
la palabra algología como “tratado de las
algas” y al algólogo como la “persona versa-
da en algología” o “científico que investiga
sobre las algas y estudia sus propiedades y
aplicaciones”,9 a diferencia de las definiciones
que nosotros les hemos atribuido.
Subsecuentemente, en el Nuevo dicciona-
rio de la pronunciación de las lenguas inglesa y
española en 1957, Mario Velásquez10 define
el vocablo algología en ambos idiomas como
la “rama de la botánica que trata las algas
marinas”. En 1960 el Diccionario del español
moderno de Martín Alonso11 también lo defi-
ne como el “tratado de las algas”; en 1976,
el Diccionario enciclopédico quillet 12
se refiere a
la algología como la parte especializada de
la botánica que trata el estudio de las algas,
derivada del latín alga=alga y logos=tratado,
voz griega. Asimismo, menciona el vocabloalgio (algios, voz griega que significa dolor)
como prefijo en algunas palabras compues-
tas, por ejemplo, algioglandular: pertene-
ciente a una acción glandular resultante
de un estímulo doloroso; algiometabólico:
perteneciente a cambios metabólicos resul-
tantes de estímulos dolorosos; algiomotor:
producto de movimiento doloroso con espasmos
o disperistalsis.
No es sino hasta los años 70 cuando aparecen
definiciones en la literatura médica, como en el
Diccionario terminológico de las ciencias médicas13
y en el Diccionario de términos médicos inglés/espa-
ñol, español/inglés publicado en 197614 en el que
se incluye en inglés el término algology, traducido
al español como algología para definir “la ciencia
que estudia el dolor, sus manifestaciones y trata-
miento” y usa el vocablo algologista para nombrar
al especialista en algiología. Según las aplicaciones
tangenciales de Nalda, Felipe,2
García Olivera3
y la
obra maestra de Bonica14,15
se propuso el concepto
de relación interdisciplinaria, de lo que se derivó la
necesidad de identificar una especialidad médica y
a los especialistas que se dedicarían a ella.
Por otro lado, el vocablo algia está definidoen diferentes diccionarios de la lengua española
16
y en inglés17, 18
de términos médicos19 (del griego
algo) como elemento de la formación de algunas
voces españolas con el significado de dolor.11,19
Se
agrega además: “palabra de procedencia griega
que significa dolor, dolencia. Se emplea general-
mente para indicar un dolor localizado en puntos
bien circunscritos de la superficie cutánea. Como
sufijo, la palabra algia origina una serie de nombres
compuestos que indican diversas formas de dolor:
neuralgia, cefalalgia, lumbalgia”.11, 14, 19
Pensamos que el error semántico surgió
porque las personas que acuñaron y tradujeron
los vocablos algology y algologist no consideraron
que tal término ya había sido adoptado para otra
disciplina diferente,3, 4, 5, 6, 22
la referida a las algas.
El famoso miembro de la Real Academia de la
Lengua Española Pedro Laín Entralgo20
señala
que existe una mala aplicación de una palabra
que debía ser incluida en el lenguaje médico
de los desórdenes funcionales, los cuales sonaquellos que afectan la significación de la palabra
pronunciada o escrita.
En efecto, hay palabras usadas correctamente en
cuanto a la forma escrita e incorrectamente aplicadas
en cuanto a su función significativa; el vicio semántico
pudo haber surgido en el proceso de formación de un
vocablo cuyo verdadero significado se ignora, por‹
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Revista Mexicana de Algología 24
Estimado médico, cualquier duda, comentario o sugerencia sobre esta publicación envíela al correo electrónico:[email protected] Visítenos en Internet en los sitios: www.imbiomed.com y www.intramed.net
ejemplo, cuando algunos usan el término álgido
para referirse a críticamente doloroso, olvidando
que álgido significa helado.20
No debe sorprender-
nos que los términos algólogo y algología causen
confusión porque la mayoría de la gente identifica
el vocablo algo como un pronombre indefinido19,
20 y no con la acepción de dolor que irónicamente
podemos malinterpretar con el algólogo como el
especialista en algo y ¿en qué?, pues el Diccionario
enciclopédico quillet define algo como (del latín ali-
quod , en el sentido aliquid : alguna cosa) pronom-
bre indefinido que funciona como un sustantivo
masculino y expresa el concepto general de cosa
sin otra determinación que su simple existencia y
se opone a nada.12
De igual forma, el Diccionario de la lengua espa-
ñola publicado bajo la dirección de José Alemany, de
la Real Academia Española y editado por RamónSopena, sin fecha de edición
21
pero con una lista
de obras consultadas, de las cuales la más reciente
(1917) define algología (de alga y logos, tratado)
como el tratado de las algas, y algólogo como perso-
na versada en algología. Tal cita bibliográfica ante-
cede cualquier cita en la literatura médica. Otros
términos, como algesia, también han sido propues-
tos para referirse a una decisión dolorosa, pero no
implica precisamente dolor como tal y no es afín a
las otras especialidades médicas ya mencionadas.
Además, la palabra algesiologista es cacofónica-
mente inaceptable; diferentes autores han publi-
cado definiciones casi iguales de una exagerada
sensación del dolor22, 23
o específicamente definiendo
su significado (griego algesis=sufrimiento),14,24
del
que obviamente no es sinónimo de dolor y tiene
otras implicaciones de circunstancias emotivas.
Otro vocablo que se ha sugerido es dolorolo-
gía,13,14
que además de padecer el mismo problema
al hablarse, se limita a naciones que tienen idio-
mas derivados del latín, por lo que también esinadmisible cacofónicamente, sobre todo cuando
se aplica al especialista o dolorólogo, si esperamos
usar un término único que sea aceptado, entendi-
do y aplicado globalmente.25
Definitivamente
es necesario identificar a la especialidad y a
los especialistas con un término apropiado y
específico que todos entiendan y que even-
tualmente el público acepte. No es posible
que algología y algiología sean homónimos
para definir dos ciencias completamente dife-
rentes: en botánica y en medicina, pues se
crea una confusión inaceptable.
En conclusión y con base en la revisión
bibliográfica mencionada, el uso previo por
otra disciplina de algología y reconociendo
que quizá se provoque cierto debate, quere-
mos proponer a la comunidad de algiólogos
los siguientes vocablos y sus definiciones:
• Algiología es la ciencia que estudia el
dolor, sus manifestaciones, diagnóstico y
tratamiento.• Algiólogo sería el médico especialista en
el diagnóstico, tratamiento y el estudio del
dolor.
Además de ser más eufónicos, pueden ser
más identificables con el dolor, ya que estamos
acostumbrados a la aplicación del sufijo algia
como cefalalgia, braquialgia, otalgia. La Real
Academia de la Lengua Española insiste en
que no puede imponer términos, sino que los
define para que los hispanoparlantes los usen
y así eventualmente sean adoptados perma-
nentemente. Asumiendo que los algiólogos
los acepten, nos incumbe informar a colegas,
pacientes, autoridades, escritores y demás para
que esa aceptación se difunda entre todos los
grupos del sector salud y el público.
De esta forma cumplimos con la norma
de la Real Academia y aplicamos el principio
propuesto por José Alemany:21
“el lenguaje no
se estanca; está sujeto a evolución, mientras
es lengua viva, remózase constantemente, y,al propio tiempo, incorpora a su caudal nue-
vas voces y expresiones”.
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