43. Hitchcock Alfred - Los Tres Investigadores y El Misterio Del Coleccionista Cascarrabias Por M.v....

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  • Los Tres Investigadores en Misterio del coleccionista cascarrabias

    Texto de M. V. Carey, basado en los personajes creados por Robert Arthur Ttulo original: THE MYSTERY OF THE CRANKY COLECTOR Copyright 1987 by Random House Inc., N. Y. Basado en los personajes de Robert Arthur Publicada por acuerdo con Random House, Inc., N. Y.

    Traduccin de C. PERAIRE DEL MOLINO

    Cubierta de M. MIRALLES

    Ilustraciones de R. ESCOLANO

    Otro Escaneo de Conner McLeod

    EDITORIAL MOLINO Calabria, 166 - 08015 Barcelona

    Depsito legal: B. 38.844-1993 ISBN: 84-272-4943-8

    Impreso en Espaa Printed in Spain

    LIMPERGRAF, S. A. Calle del Ro, 17 nave 3 Ripollet (Barcelona)

  • Unas palabras de Hctor Sebastin

    Saludos, amantes de los misterios! Una vez ms me han pedido que os presente una aventura de los jvenes y atareados detectives, Los Tres

    Investigadores. En esta ocasin, los muchachos rescatan al individuo ms mezquino de la ciudad de un destino que probablemente mereca. Durante el proceso, descubren un misterio de cuatrocientos aos de antigedad que incluye a un histrico capitn y un tesoro perdido. Emociones suficientes para cualquiera, pero hay ms. Una fiesta desastrosa, un ordenador personal y una casa encantada mantienen a Los Tres Investigadores sobre ascuas.

    Esto es todo lo que os voy a decir del misterio por ahora. No sera sensato desvelar la historia. Pero aquellos de vosotros que an no conocis a Los Tres Investigadores querris saber algo de ellos.

    Jpiter Jones es el jefe del equipo. Es un muchacho metidito en carnes. Algunos incluso diran que es gordo. No importa. Es inteligente y decidido, y aventaja a cualquiera cuando se trata de deducir el valor de una pista imprecisa.

    Pete Crenshaw es el Segundo Investigador. Su armadura es su buena condicin fsica. Es el ms atltico de los tres... y el que ms teme a los fantasmas.

    Bob Andrews, un tipo que sirve para todo, se encarga de los informes y la investigacin. A menudo, sus pesquisas las lleva a cabo en la biblioteca, donde consigue algunas informaciones sorprendentes.

    Los Investigadores viven en la ciudad costera de Rocky Beach, California, no lejos de mi casa de Malib, y cerca de Hollywood. Trabajan en su Puesto de Mando secreto situado en el Patio Salvaje, la chatarrera de los Jones, negocio regentado por los tos de Jupe: ta Matilda y to Titus.

    Ahora que ya conocis a los muchachos, pasad a la pgina 7 y seguid leyendo.

  • CAPTULO 1

    El hombre ms mezquino de la ciudad

    Mucho cuidado! dijo Harry Burnside a los tres muchachos. Ese viejo cascarrabias caer sobre vosotros como una tonelada de ladrillos si algo sale mal.

    Burnside era habitualmente una persona jovial y bromista, pero ahora haba fruncido el entrecejo. Valiente tacao! exclam. Acaso no ha amasado la pasta suficiente para que yo pueda

    proporcionaros unos uniformes decentes? Jupe, te probaste bien esa chaqueta en la tienda de alquiler? Pero si no te cabe!

    Jpiter Jones alz la bandeja de canaps de queso que tena en la mano para mirarse. Era un muchacho rollizo, y la chaqueta blanca de camarero que llevaba puesta apenas abrochaba sobre su oronda cintura.

    Es lo mejor que pude encontrar le contest a Burnside. Tenan una ms grande, pero me cubra las manos. Y pens que hoy las manos las tendra que usar.

    Pete Crenshaw estaba detrs de Jupe con una bandeja de palitos de zanahoria con su correspondiente salsa. Su chaqueta blanca era tan corta que apenas le llegaba a la cintura y sus muecas asomaban por las bocamangas. Le daban el aspecto de un simptico espantapjaros.

    Bob Andrews el ms menudo de los tres y, por lo general, el ms pulido, llevaba una chaqueta que le sobraba por todas partes. Se haba subido las mangas para que sus manos quedaran libres y poder sujetar la bandeja. Por primera vez en su vida, su aspecto era desastrado.

    Harry Burnside suspir. Est bien, ahora ya no tiene remedio. Salid ahora y ofreced los canaps a los invitados y apartaos del

    camino del viejo Pilcher. Si se os cae algo, es capaz de cortaros la cabeza! Burnside mantuvo la puerta de la cocina abierta, y Jpiter, Pete y Bob salieron con sus bandejas.

    Comenzaron a circular entre los invitados por la sala de estar que estaba abarrotada de gente, con muebles de aspecto incmodo y estanteras llenas de curiosidades. Las puertas acristaladas daban a la terraza y dejaban pasar el calor de junio, pero no la brisa. Los tres muchachos se sentan acalorados, envarados y nerviosos. Cada uno de ellos sujetaba su bandeja con gran concentracin, cuidando de no derramar nada, ni tropezar con nadie, para no atraer las iras del terrible seor Pilcher.

    Los muchachos no le haban visto nunca, pero s haban odo hablar mucho de l y nada de lo que les haban contado era bueno. Varias publicaciones comerciales le consideraban uno de los hombres ms ricos de la costa Oeste, con una fortuna de incontables millones. Sus vecinos de Rocky Beach y los comerciantes que tenan tratos con l le calificaban como el hombre ms mezquino de la ciudad. Se deca que era tan tacao que an guardaba noventa centavos del primer dlar que gan.

    Cuando Harry Burnside contrat a los muchachos para que ayudasen a servir en la fiesta de Pilcher, vieron que Burnside estaba desesperado. Acababa de montar un negocio de servicio para fiestas y la de Pilcher era su primer encargo importante. Tuvo que ingenirselas para conseguir personal y Pilcher hizo su tarea doblemente difcil. Segn Burnside, Pilcher haba actuado como si estuviera en una subasta para ver como poda entretener a sus invitados por el menor precio posible. Cuando Burnside protest, l dijo simplemente que hacerlo por el menor coste era lo bonito del juego. Regate y discuti los precios e insisti en que no haba necesidad de pagar a los camareros y camareras ni un cntimo ms del salario mnimo. El resultado fue que las jovencitas que servan las mesas en el jardn era recin graduadas de la Escuela Superior de Rocky Beach, el barman era estudiante de hostelera en la Escuela Bartending de Los ngeles; y

  • los platos los lavaba un tipo moreno llamado Ramn, a quien Burnside haba encontrado en la Misin Nueva Esperanza.

    Los camareros que servan el aperitivo eran Jpiter, Pete y Bob. Los muchachos se prestaron a ayudar, no porque necesitasen el dinero, que siempre era bienvenido, pero

    ellos lo hacan ms por curiosidad que por inters, pues como miembros de Los Tres Investigadores, la nica agencia de detectives junior de la ciudad, siempre buscaban misterios que resolver, y Jeremy Pilcher era todo un misterio. Casi una leyenda en Rocky Beach. Y tambin casi un recluso. Los muchachos no podan dejar pasar la oportunidad de conocerle y ver el interior de su casa. Era un edificio viejo y decrpito de Mockingbird Lae rodeado de un jardn hmedo y enmaraado. El lugar era tan sombro que la gente deca que estaba encantado.

    La fiesta que Burnside serva para Pilcher se daba en honor de su hija, Marilyn. Era hija nica, una heredera muy protegida que se educ en internados. Como resultado, los muchachos de Rocky Beach no tuvieron nunca la oportunidad de conocerla. Ahora estudiaba en un colegio mayor del Este, y Burnside haba dicho a Los Tres Investigadores que, durante la fiesta, anunciara su compromiso. Tambin les confi que Jeremy Pilcher no aprobaba al novio de su hija y que no era partidario en absoluto de celebrar la fiesta.

    Dijo que era malgastar el dinero explic Burnside a los muchachos. Al fin consinti, ante la insistencia de su hija. El se imagina que, si da la fiesta e incluso le permite contratar a unos msicos, ella se dar por satisfecha durante una temporada. Dijo tambin que piensa influir en ella para ver si al fin se cansa de su prometido y le da el pasaporte antes de que llegue el da de la boda. Entonces Pilcher le buscar un buen comerciante de Wall Street. O quiz la introduzca en su negocio. Tengo el presentimiento que eso es lo que realmente quiere.

    Mientras Jpiter pasaba los canaps de queso a la tertulia de invitados, se pregunt cul de aquellos hombres sera Pilcher. La mayora era de mediana edad. Jupe no ignoraba que Pilcher era ms viejo... por lo menos deba tener setenta aos. Y la mayora iban bien vestidos, daban la impresin de tener peluqueros caros y ser socios de clubes de lujo. Aquello no encajaba con la imagen mental que Jupe tena de Pilcher.

    Pero cualquiera de las jvenes que rean y gritaban para hacerse or por encima de las vibraciones y del ritmo sordo del terceto de msicos poda ser Marilyn Pilcher. Tal vez la pelirroja del vestido blanco. O la morena de rosa. O quiz la rubia del vestido azul que charlaba con una mujer que iba de seda gris y tena mal color. Aquella mujer pareca disgustada. Cuando la rubia se apart un momento para decir algo al joven bien afeitado que tena a su lado, la mujer mir hacia el techo y se llev la mano a la garganta.

    Jupe sigui su mirada. Una telaraa colgaba de un rincn. Y tambin alguien, haca pocos momentos, haba aplastado una cucaracha en la pared.

    La mujer de gris frunci el ceo con disgusto y luego apart la vista rpidamente. Jpiter tuvo que esforzarse para sonrer. El ser camarero era un trabajo ms duro que el de Primer Investigador en ciertos aspectos, pero desde luego tena sus momentos divertidos.

    De pronto, en el preciso momento en que los msicos finalizaban una de sus piezas, una camarera dej caer un vaso en el exterior. Se hizo aicos contra el sendero empedrado del jardn.

    Jupe supo inmediatamente quien era Pilcher. Un hombre alto, muy delgado, de cabellos grises mal cuidados y el traje negro reluciente por el uso. Arranc como un toro desde un rincn y, con un grito de furor, sali al jardn. Por un instante, Jupe pens que iba a agarrar a la camarera para zarandearla. En el ltimo momento, se contuvo.

    Ten ms cuidado con lo que haces, pequea... Se detuvo dejando la frase sin terminar mientras la miraba fijamente. Luego dio media vuelta y, tras

    abrirse paso entre sus invitados, atraves el comedor para ir a la cocina. Pap, tmalo con calma, eh? le grito la rubia del vestido azul que sali tras Pilcher. Marilyn? La dama de gris alarg la mano como si fuera a detener a la joven, pero luego se contuvo

    y dej caer el brazo. Mir al joven bien rasurado que estaba junto a ella. La verdad, Jim! Ese hombre...! dijo.

    El joven fue tras la joven. Marilyn, espera! Seor Pilcher, esa chica no lo hizo a propsito. Seor Pilcher? si usted quisiera tan

    slo...

  • Pilcher tampoco le prest atencin. Empuj la puerta de la cocina para abrirla y se detuvo. La impresin de Jupe fue que estaba recobrando el aliento para protestar por la torpeza de la camarera.

    Jupe se detuvo a observar. Vio a Harry Burnside yendo y viniendo de los fogones a la mesa mientras dispona la comida en los platos. Ante el fregadero, el tipo moreno lavaba los platos bajo el chorro de agua.

    Burnside, saque de mi casa a esa chica incompetente! grit Pilcher sin importar quien le oyera. Y si usted cree que voy a pagar yo ese vaso que acaba de romper, est muy equivocado. No lo har!

    Pap, tranquilzate, quieres? suplic Marilyn Pilcher. Empeorars tu angina de pecho y vas a arruinar mi fiesta. Pap, vamos! Por favor!

    Marilyn Pilcher le cogi del brazo y quiso sacarlo de la cocina, pero Jeremy Pilcher no haba terminado de gritar ni se dejaba dominar por nadie.

  • El lavaplatos se volvi para mirar a Pilcher con el entrecejo fruncido como si protestara por el alboroto. Por un instante, Pilcher y el se miraron con fijeza. El plato que tena en la mano resbal y se estrell contra el suelo.

    Los invitados haban renunciado a todo intento de conversacin. Permanecan desconcertados fingiendo no or los gritos de Pilcher. En el silencio, el plato roto son como una explosin o un choque de automviles.

    Pilcher contuvo la respiracin. Pap, no te enfades tanto! exclam Marilyn Pilcher. Qu importa si... si...! Pap? Pilcher se dobl de pronto mientras se llevaba las manos al pecho. Oh, ya,te lo dije! gimi su hija. Te lo advert! Ray! Ray, ven deprisa! Se va a desmayar! Y sostuvo al anciano por la cintura, pero pesaba demasiado para ella. Sus rodillas se doblaron y cay al

    suelo.

  • CAPTULO 2

    Encerrado!

    Un joven moreno acudi desde la sala de estar. Entre l y Harry Burnside levantaron a Pilcher del suelo. Marilyn trajo una silla del comedor y la puso debajo del anciano.

    Oh pap, ya te dije lo que iba a pasar! La joven casi lloraba de rabia y ansiedad. Quin es su mdico? Una mujer corpulenta con aire de hacerse cargo de la situacin se acerc al

    grupo que rodeaba a Pilcher y le cogi la mueca para tomarle el pulso. Dnde est el telfono? pregunt. Yo avisar a su mdico.

    No! exclam Jeremy Pilcher. Nada de mdicos! No necesito ningn mdico. El joven moreno se inclin sobre Pilcher. Seor Pilcher, nosotros nicamente tratamos de... He dicho que no necesito mdicos, estpido! El joven reaccion ante su insulto. Hizo como si no le hubiese odo. Jpiter se preguntaba si Pilcher tena

    la costumbre de insultar de aquella manera a sus amigos. Pero entonces, Jupe oy como uno de los invitados murmuraba una explicacin a un compaero. Ese joven es Ray Snchez. El secretario, personal del viejo Pilcher. Los empleos escasean mucho hoy en da fue el seco comentario de su interlocutor. Arriba! orden Pilcher. Quiero ir arriba a descansar. Dentro de unos minutos estar bien. Ray Snchez mir a su alrededor. Sus ojos se posaron en Pete, que estaba cerca del buf con su uniforme

    de camarero pequeo. T dijo Snchez. chanos una mano, quieres? Pete dej su bandeja y se acerc al anciano. Entre l y Snchez levantaron a Pilcher de la silla, y

    comenzaron el lento y dificultoso trayecto hacia el vestbulo de donde parta la escalera. Marilyn Pilcher iba delante y los invitados retrocedieron para dejarles paso.

    Jeremy Pilcher pesaba como un muerto, mientras Snchez y Pete le suban por la escalera. Al llegar al dormitorio de Pilcher, ambos jadeaban. Estaba en la parte delantera de la casa y las ventanas daban a las montaas.

    Snchez y Pete dejaron a Pilcher sobre la cama, y Marilyn se lleg presurosa hasta el cuarto de bao, para traer un vaso de agua para su padre.

    Pilcher lo apart de un manotazo. El agua se derram sobre las sbanas. La nitro! grit Pilcher. Dnde est mi nitroglicerina? Aqu. Marilyn abri un cajn de la mesita de noche y sac un frasco de medicamento. Bueno, brelo, brelo! grit el anciano. No te quedes ah como una tonta! Pap, un da de estos voy a darte estricnina... Y luego no digas que no te he avisado! coment al

    poner una pldora en la mano de su padre. Te tengo bien amarrada para que no lo hagas replic el anciano. Sabes muy bien lo que dice mi

    testamento... Si algo extrao me ocurriera te quedaras sin nada! Puso la pldora debajo de su lengua y se tendi. Pete se senta violento ante aquel intercambio verbal entre padre e hija y se dispuso a abandonar la

    habitacin, pero Marilyn le agarr de la manga.

  • T qudate aqu con mi padre le orden Yo tengo que bajar para atender a los invitados. Ven conmigo, Ray. Necesito que me ayudes.

    Pete se sinti presa del pnico. El no quera quedarse con aquel viejo enfermo y antiptico. Seorita Pilcher protest. No puedo quedarme. Tengo que... T hars lo que se te diga. En aquel momento Marilyn Pilcher se pareca mucho a su padre. Pero y si... y si deja de respirar? Si su corazn... No dejar de respirar. No es un ataque al corazn dijo Marilyn impaciente. Es slo angina de

    pecho. Sus vasos sanguneos han sufrido un espasmo, nada ms. Su corazn no recibe suficiente oxgeno, por eso ahora sufre, pero la pastilla de nitroglicerina lo solucionar todo. No es nada serio.

    Ojal fueras t la que lo tuviera! exclam Pilcher. No diras con tanta ligereza que no es nada serio.

    Seguro, pap dijo la joven antes de dar media vuelta y salir de la habitacin. Ray Snchez sonri a Pete, se encogi de hombros y se fue detrs de Marilyn. Jeremy Pilcher permaneca inmvil con los ojos cerrados. Pete se sent en una butaca cerca de la cama y

    observ al anciano. Pilcher tena la cara griscea, excepto en los lugares donde pequeas venillas moradas se dibujaban bajo su piel. Su nariz era ganchuda y afilada, y tena las mejillas hundidas. La mirada de Pete se fij en sus manos. Parecan las de un esqueleto y los huesos se transparentaban visiblemente a travs de la piel. Las tena cruzadas sobre el pecho, casi como si le hubiesen preparado para enterrarlo.

    Aquel pensamiento le hizo estremecer. Apart rpidamente la vista y se dispuso a examinar la habitacin donde se encontraba. Vio una chimenea que no haba sido limpiada desde el invierno; las grises cenizas se amontonaban detrs de las parrillas de latn. Una cesta, tambin de latn, contena varias astillas y un montn de peridicos amarillentos que deban servir para encender el fuego. Un barco en miniatura y un par de velas polvorientas con sus candelabros correspondientes adornaban la repisa.

    Pete exhal un profundo suspiro. Ola a polvo. Lo imaginaba cayendo de las paredes y las cortinas, y alzndose como una niebla de la alfombra manchada y descolorida. Es que all no se limpiaba nunca?, se pregunt.

    El espejo que haba encima de la gran cmoda estaba manchado y amarillento. En algunos sitios, el azogue se haba despegado del cristal. A cada lado de la cmoda haba un silln con la tapicera descolorida. Lo mismo que las acuarelas de las paredes... cuadros de barcos de vela y de mares turbulentos rompiendo contra la costa rocosa.

    Por todas partes haba libreras. Cubran las paredes entre la cmoda y las butacas. Y todas llenas a rebosar. Pete vio lomos en rstica y en tela, libros pequeos y libros tan grandes que tenan que estar tumbados. Y tambin papeles, algunos amontonados y otros enrollados en forma de cilindro.

    Aqu y all, carpetas y grandes sobres de papel manila se haban deslizado entre los libros. Pete mir hacia la cama. El viejo Pilcher pareca dormir. Su respiracin era fuerte, pero regular y

    tranquila. Aquellas manos esquelticas ya no estaban cruzadas, sino abiertas y relajadas. Pete se levant para acercarse a una de la libreras. Ley varios ttulos en los lomos de los libros. Crimen

    sangriento era uno de ellos. Otro, Tiburn. Haba una coleccin de historias de Edgar Allan Poe y un libro titulado Polaris. Pete lo sac del estante y lo abri. Era una gua para navegantes, en la que se deca cmo gobernar un barco guindose por las estrellas.

    Pilcher emiti un sonido mitad gemido mitad ronquido. Pete peg un salto como si le hubieran pillado haciendo algo malo. Volvi a dejar el libro en su estante y esper mientras vigilaba al anciano y escuchaba las voces de los invitados que le llegaban desde abajo.

    Cunto tiempo iba a durar la fiesta? Cunto tiempo tendra que quedarse all vigilando aquel bacalao durmiente y cascarrabias? Se mir las manos. Las tena pegajosas y empolvadas.

    Probablemente aquella librera no se haba limpiado en meses, o quizs aos. Pete entr en el cuarto de bao y cerr la puerta. All tambin haba libros. Amontonados encima de una

    mesita baja entre la anticuada baera con patas y el lavabo. Uno de ellos era una coleccin de historietas cmicas; otro, un ejemplar sobre energa atmica. Evidentemente Pilcher lo lea todo. Jpiter Jones tambin era as. Era un lector voraz que recordaba casi todo lo que lea. Pero resultaba extrao pensar que el seor

  • Pilcher, sin duda un cascarrabias mundano, comparta la misma aficin que Jupe. ste resultaba un poco pedante y dogmtico a veces, pero jams cascarrabias.

    Pete abri el grifo y se dispuso a lavarse las manos con la pastilla de jabn, casi gastada del todo, de Pilcher.

    De pronto, claro y difano, se oy el clic de una llave girando en la cerradura. Eh! Pete agarr la toalla y corri hacia la puerta. Hizo girar el pomo y tir de l. La puerta no se

    abri. Estaba cerrada con llave. Pete llam con suavidad: Seor Pilcher? Seor Pilcher, abra la puerta, por favor. Nadie contest. Pete golpe la puerta con los nudillos. Seor Pilcher? dijo en tono ms alto. Unos pasos se alejaron de la puerta. Pete aplic el odo al panel de madera. Se oa hablar y rer abajo a

    los invitados. Los msicos ya no tocaban. Se abri una puerta por all cerca y el ruido de la fiesta le lleg con mayor claridad.

    Seor Pilcher? Nadie acudi. Ni nadie respondi. Pete sinti que se iba acalorando de nerviosismo y temor. Se habra enfadado el seor Pilcher porque

    usaba su cuarto de bao? Quizs imagin que Pete iba a hacerle dao. Tal vez se confundi y pens que Pete era un ladrn. Habra ido a llamar a la polica?

    Pete se sent en el borde de la baera a esperar. Si acuda la polica le sacaran de all. En realidad, le encantara ver a la polica ahora mismo. Pero entonces se oyeron pasos de nuevo. Eran los mismos y volvan a acercarse a la puerta del cuarto de bao.

    El viejo Pilcher habra decidido que Pete era inofensivo; iba a abrirle la puerta para dejarle salir. Pero no toc la puerta; en vez de eso, contuvo la respiracin y Pete oy un ruido sordo como si Pilcher se

    hubiera desplomado o estuviera forcejeando con alguien justo detrs de la puerta. Se oy un gruido y un golpe. Pete se apoy contra la puerta y tir del pomo. Seor Pilcher? grit. En aquel instante el grupo roquero inici un nmero titulado: Nena por qu ya no eres mi nena? Era

    muy ruidoso, con mucho tambor y batera. Seor Pilcher? grit Pete, aunque apenas l pudo orse. Seor Pilcher, est usted bien? La msica segua atronando. Ahora sudoroso y presa del pnico, Pete aporre la puerta. Pilcher no contest. Un ataque al corazn! Deba sufrir un autntico ataque al corazn, y no una especie

    de espasmo nada importante. Poda estar mundose al otro lado de la puerta. Squenme de aqu! gritaba Pete mientras daba patadas a la puerta. Nadie le oy. Nadie acudi. Nena, por qu ya no eres mi nena? lleg al final, pero no hubo perodo de silencio. Los msicos

    atacaron Rockin, Rockin, Rockin All The Night. Pete segua aporreando la puerta con desespero. Qu puedo hacer pens. Ah afuera un anciano

    enfermo necesita ayuda Que puedo hacer yo? Qu hara Jupe? Clmate y utiliza la cabeza! En la memoria de Pete reson la voz del Primer Investigador. Bien!, pens Pete mientras examinaba lentamente la reducida habitacin. Sus ojos divisaron la

    ventana. La ventana! Pilcher tena un cuarto de bao anticuado con una ventana. En el exterior un rbol creca

    muy cerca de la casa. Pareca un aliso grande... ideal para trepar o para bajar. Pete abri la ventana y luego acerc la mesa donde se amontonaban los libros de Pilcher. Se subi

    encima y asom la cabeza y los hombros al exterior. Mir hacia abajo. Se hallaba en una ala de la casa. Una pared de cemento bajaba directamente hasta el

    suelo. Si se caa, podra romperse una pierna, como mnimo. O un brazo. O la crisma.

  • Pero Pete, el mejor atleta de Los Tres Investigadores, era un experto en trepar a los rboles. No era probable que se cayera. No se atrevera a caerse.

    Si no bajo enseguida y busco ayuda se dijo, el viejo Pilcher puede morir!

  • CAPTULO 3

    El millonario desaparece

    Pete descendi por el rbol todo lo deprisa que se atrevi, sin apenas detenerse a tantear primero el lugar donde pona el pie o se agarraba. No haba nadie en el patio de abajo cuando sali por la ventana del cuarto de bao, pero al llegar al suelo apareci una joven pelirroja.

    Qu manera tan divertida de bajar le dijo. La mayora de la gente utiliza la escalera. Cierto repuso Pete, sin molestarse en dar explicaciones. Pas de largo y corri al otro lado de la casa

    donde las cristaleras de la sala de estar estaban abiertas. La msica segua sonando cuando Pete entr por una ventana. Los invitados batallaban por entenderse a

    pesar de aquel estruendo. Jupe y Bob sudaban ligeramente mientras pasaban las bandejas con valenta. Pete se abri paso entre la multitud, para acercarse a Marilyn Pilcher que se hallaba de pie hablando con

    la dama de gris. Pete le toc el codo para llamar su atencin. Ella se volvi y, al ver a Pete, frunci el entrecejo.

    No debas estar con mi padre? le grit para hacerse or. Pete iba a explicarse, pero mene la cabeza y le hizo seas para que le siguiera hasta la cocina. Al pasar por la sala de estar Marilyn vio a Ray Snchez al otro extremo de la habitacin. Vigilaba a Harry

    Burnside mientras ste colocaba fuentes de jamn cortado fino, pavo y boles de ensalada de pasta, encima del buf. Marilyn, con un gesto de su dedo, indic a Snchez que le siguiera hasta la cocina, y luego cerr la puerta tras l para amortiguar el estruendo de la msica.

    Su padre me encerr en el cuarto de bao le dijo Pete a Marilyn cuando fui a lavarme las manos. Un par de minutos despus o un golpe. Creo que se cay. Grit, pero no me contest, de manera que me descolgu por un rbol, y yo creo que...

    Hasta ah pudo llegar. Marilyn Pilcher subi corriendo la escalera y Snchez sali disparado tras ella. La puerta del comedor estaba entreabierta y Jupe se asom. Bob atisbo por encima de su hombro. Qu ocurre? pregunt Jupe. Yo creo que el viejo Pilcher se ha quedado frito le dijo Pete y le explic lo ocurrido. Su hija ha

    subido a ver qu le pasa. Jupe mir hacia el techo y luego hacia la escalera posterior. Ech a andar hacia ellos. T crees que debes acercarte? pregunt Bob. Tal vez a Marilyn Pilcher no le guste que

    intervengamos si su padre est enfermo de verdad.

  • Si el seor Pilcher no est bien, es posible que su hija necesite ayuda replic Jupe muy serio. Entonces, sube si no te importa llevar la cabeza debajo del brazo le advirti Pete que al cabo de unos

    instantes suba detrs de Jupe. Le haba visto actuar demasiadas veces como el jefe de los Tres Investigadores. Jupe sabra como arreglrselas si Marilyn Pilcher le desafiaba.

    Bob dudaba, pero al fin sigui a Pete. El pasillo de arriba estaba lleno de plumas. All haba una almohada desecha. La funda arrugada estaba

    en el suelo y las plumas revoloteaban por todas partes. Marilyn Pilcher se mova entre ellas, abriendo puertas, mirando el interior de las habitaciones, mientras gritaba. Snchez no gritaba, pero observaba.

    Tiene que estar en alguna parte! exclam Marilyn. A dnde puede haber ido? No hay ningn sitio a donde pudiera ir.

    La puerta del dormitorio de Pilcher estaba abierta de par en par. Jupe mir al interior y vio la huella del cuerpo de Pilcher sobre las sbanas arrugadas. Las llamas danzaban en la chimenea lanzando fragmentos de papel quemado. Jupe frunci el ceo. El da era caluroso. Por qu encender la chimenea?

    Jupe se apresur a coger las tenazas que estaban junto a la chimenea, pero slo quedaban pequeos restos de papel quemado que se hicieron pedazos en cuanto los toc.

    Qu ests haciendo? Marilyn Pilcher le arrebat las tenazas y su voz estaba llena de furor. Por qu no ests abajo sirviendo a los invitados? Largo! Seorita Pilcher, mis socios y yo podemos serle ms tiles si nos quedamos dijo Jpiter con sus mejores modales de persona mayor. Se puso en pie. Tenemos considerable experiencia para examinar lugares donde han ocurrido hechos inexplicables indic. Con frecuencia hemos podido reconstruir sucesos y resolver misterios que han confundido a otros investigadores.

    Marilyn Pilcher abri la boca, pero por el momento no supo qu decir. Pete tuvo ganas de aplaudir. Jupe lo haba logrado de nuevo!

    Jupe mir tranquilo a su alrededor. La puerta del cuarto de bao segua cerrada y con una llave anticuada en la cerradura. Jupe se acerc para abrirla. El cuarto de bao est tal como Pete lo dejara. Con la mesita debajo de la ventana y sta abierta.

  • Jupe sac la llave de la cerradura y prob si abra la puerta que separaba el dormitorio del pasillo. Encajaba perfectamente.

    Probablemente abre cualquier puerta de la casa observ Jupe. Seorita Pilcher, antes de que su padre desapareciera, encerr a Pete en el cuarto de bao. Suele tratar a sus invitados de esta manera?

    Tu compaero no es un invitado replic Marilyn Pilcher. Trabaja aqu, recuerdas? Muy bien dijo Jupe. Acostumbra su padre a encerrar a sus empleados en el cuarto de bao? Mir a Pete. Despus de que te encerrara, oste un golpe. Algo cay. Pensaste que era un cuerpo? Pudo ser el

    seor Pilcher? Yo... yo supongo que no podra ser otra cosa repuso Pete. Aqu no haba nadie ms. Estaba el fuego encendido cuando estuviste aqu sentado con el seor Pilcher? pregunt Jupe. No Pete lo neg. No haba fuego en la chimenea. Hoy hace calor observ Pete. Para qu encender el fuego? Jupe mir hacia la cama. Una almohada rota en mitad del pasillo coment. Ninguna en la cama. Estaba rota antes? Y no

    haba dos almohadas en la cama? Por lo general las camas de matrimonio tienen dos almohadas. Pete arrug el entrecejo. Creo que haba dos, pero la verdad es que no me fij. Naturalmente que haba dos exclam Marilyn. Mirad, todo este interrogatorio a lo Sherlock

    Holmes no me impresiona. Id abajo y pasad las bandejas como es vuestra obligacin y... Hasta cierto punto puedo decirle lo que ha ocurrido hoy aqu continu Jpiter haciendo caso omiso

    de sus rdenes. Est perfectamente claro. Pete fue al lavabo y su padre se levant sin hacer ruido y le encerr dentro. A continuacin quem algo en la chimenea.

    Ray Snchez haba entrado en el dormitorio. Debi ser algo que no quera que viese nadie dio Ray. Algo muy reservado. Ray, no animes a este chico! gru Marilyn antes de volverse a Jupe. De modo que quem

    alguna cosa, luego destroz una de sus almohadas, se llev la otra y se escondi. Es muy cabezota. Pudo hacerlo para asustarme. Ha hecho cosas peores cuando no le gusta lo que est pasando... y creedme, lo de hoy no le gusta nada.

    As que intenta asustarla? exclam Jupe. Si es eso lo que quiere, dnde se ha escondido? Marilyn emiti un sonido de contrariedad y continu la bsqueda. Ray Snchez se uni a ella. Tras

    observarles unos minutos, Los Tres Investigadores tambin empezaron a abrir puertas. Marilyn quiso protestar, pero luego murmur:

    Est bien! Est bien! Me figuro que debo aceptar toda la ayuda posible. Los muchachos vieron que los dormitorios cuadrados y espaciosos del casern tenan la misma capa de

    polvo uniforme. La mayora parecan desocupados. Algunas habitaciones estaban amuebladas con camas y tocadores y otras vacas, con excepcin de las libreras, desde el suelo al techo atiborradas de libros y papeles.

    Le da a uno un nuevo punto de vista sobre los libros observ Bob. Que el coleccionismo puede ser un vicio, como apostar o morderse las uas.

    Es una enfermedad replic Marilyn Pilcher. Creedme, es una enfermedad. No eran libros lo nico que Pilcher coleccionaba. Haba recuerdos de viaje de todas las partes del

    mundo... un fez de Turqua, una pipa, y un par de zapatillas que segn les dijo Marilyn eran de una bazar de Egipto. Haba marfil tallado de frica y una lmpara de latn bruido que Pilcher compr en Marrakech. Instrumentos de navegacin se apilaban en un estante entre cajas de lpices y revistas antiguas.

    Pap nunca tira nada gru Marilyn. Y tampoco deja que nadie limpie. Tiene miedo de que se lleven alguna pieza de su preciado tesoro. Marilyn suspir y los muchachos sintieron simpata por ella. Tena unos modales bruscos; pero, con un padre como Jeremy Pilcher, era ms que disculpable. Y era evidente que la propia Marilyn era amante del orden y la limpieza. Su habitacin estaba pulcra y ordenada.

  • La nica otra zona ordenada del piso alto de la casa era la sala de ordenadores, contigua a la habitacin de Jeremy Pilcher. Dotada de aire acondicionado, apareca desnuda y eficiente, con sus paredes blancas, sus sillas metlicas pintadas de rojo vivo y dos ordenadores.

    Uno de ellos est preparado para conectar con el ordenador central de la oficina de la ciudad explic Snchez. Al seor Pilcher no le gusta salir, y utiliza el ordenador para mantenerse en contacto. Puede dar rdenes a sus empleados con solo tocar las teclas de la mquina y no tiene que molestarse en hablar con la gente. Adems, le informa si los empleados no son puntuales, si no siguen sus rdenes o si hacen mal las cosas.

    A mi padre le gusta saber de quin es la culpa replic Marilyn muy seria. Est bien, aqu no est. Hay buhardilla? pregunt Pete. La haba. Y contena ms libros, y cajas, y recuerdos del pasado, pero ni rastro de Jeremy. Cuando

    terminaron de registrar el piso de arriba. Marilyn se volvi a Jupe. Est bien exclam. Dnde est? Tu qu eres tan listo, dmelo! Hemos eliminado todas las dems posibilidades contest Jpiter. Por consiguiente, debemos

    llegar a la conclusin de que ha bajado la escalera y ha salido por la puerta sin ser visto, porque los invitados estaban muy entretenidos charlando...

    No lo creo le interrumpi Marilyn. Yo poda ver la escalera todo el tiempo. Creo que, si hubiera bajado por ella, le habra visto.

    Y la escalera de atrs? pregunt Ray Snchez. Si baj por la escalera posterior pudo llegar al stano y salir al patio de atrs.

    Llevndose la almohada? pregunt Jupe. Por qu te interesa tanto esa almohada? quiso saber Marilyn. Porque puede ser importante contest Jpiter. Bajaron por la escalera posterior. El tipo moreno que haban contratado para fregar los platos segua muy

    atareado ante la fregadera. Ha visto a mi padre bajar por aqu? le pregunt Marilyn. El hombre se volvi. Su rostro pareca el de un hombre de unos cincuenta o sesenta aos, pero su cuerpo

    era robusto y musculoso. Llevaba un dragn tatuado en el antebrazo derecho. A Jupe le pareci triste. El hombre respondi a la pregunta de Marilyn negando con la cabeza y volvi a sus platos.

    Harry Burnside lleg del comedor. Ocurre algo? pregunt. Parece ser que he perdido a mi padre le dijo Marilyn. Los Investigadores miraron en el stano y encontraron moho, bales viejos y araas. Al salir, dieron la

    vuelta a la casa y vieron los arbustos y las hierbas en total abandono. Los invitados cenaban ahora en las mesas dispuestas en el jardn, pero Jeremy Pilcher no estaba entre ellos.

    Al fin, ya no qued sitio donde mirar. De modo que ha debido ser como dicen los muchachos decidi Marilyn. Habr pasado por mi

    lado, l no quiere que me case, as que intenta fastidiarme. Cree que me preocupar tanto que olvidar a Jim, mi compromiso y...

    Supongamos que no sea as dijo Jpiter. No olvide la almohada. Un hombre adulto iba a llevarse una almohada si quisiera desaparecer? y no olvide el golpe que oy Pete. Un ruido sordo como el de un cuerpo al caer. Y qu me dice del fuego de la chimenea?

    Qu pasa con el fuego? pregunt Marilyn. Y ese golpe... podra formar parte de su representacin. Es muy capaz. Para l todo es un juego. Se imagina que si se enfurece lo suficiente consigue ms puntos.

    Jpiter mene la cabeza. No es ms lgico suponer que su padre quem algo en la chimenea para evitar que cayera en otras

    manos? Y que ese alguien se lo llev utilizando esa almohada para ahogar sus gritos? Marilyn Pilcher le mir con el rostro muy plido. Quieres decir que pueden haberle raptado? Jupe asinti. Marilyn reflexion unos instantes y al fin exclam: Ser mejor que avisemos a la polica!

  • CAPTULO 4

    La fiesta ha terminado

    Tu padre ha desaparecido? De verdad? La joven pelirroja abri mucho los ojos. Haba visto a Pete descender por el rbol, cosa que le encant. Y ahora le diverta igualmente la declaracin de Marilyn Pilcher.

    Marilyn estaba en el vestbulo de la planta baja con el telfono todava en la mano. Acababa de llamar al Departamento de Polica de Rocky Beach, y le haban prometido enviar un coche patrulla inmediatamente.

    Es un juego, verdad? dijo la pelirroja. Como ese juego de sociedad donde alguien finje ser vctima de un asesinato y los dems han de descubrir quin ha sido.

    Oh, cllate, Betsy! le dijo Marilyn. Esto no es un juego. Pero la pelirroja no le escuchaba. Hemos de averiguar dnde est tu padre, no? Y quin le hizo desaparecer. Eso es. Quin tena un

    motivo? Betsy, tienes la cabeza llena de pjaros le dijo Marilyn. El joven bien rasurado que antes estuvo hablando con Marilyn lleg de la sala de estar. Pareca acalorado

    y confuso. Jupe haba mantenido los odos bien abiertos durante toda la tarde y se enter de que aqul era el prometido de Marilyn. Se llamaba Jim Westerbrook; era uno de los condiscpulos de la seorita Pilcher, y la mujer del vestido de seda gris era su madre. Haba volado con l desde Boston para asistir a la fiesta.

    Anteriormente, Jupe le haba sorprendido pasando un dedo inquisidor por el repecho de la ventana para ver si haba polvo, y se pregunt si aquella dama se senta contenta de haber realizado su viaje hasta California, y si le agradaba la idea de que su hijo contrajera matrimonio con una Pilcher.

    Dnde has estado? le pregunt Jim Westerbrook a Marilyn. Todo el mundo pregunta por ti. Estaba buscando a mi padre repuso ella. Oh! Por qu? dijo l. Sigue enfadado? Olvdalo. Jupe, que no andaba lejos, peg un respingo al oir el comentario de Westerbrook. Marilyn se ech hacia atrs y le mir a los ojos. Te guste o no, es el nico padre que tengo exclam. Y acercndose a la sala de estar grit a los

    msicos que dejaran de tocar. Pero ellos lo hacan con tal entusiasmo que Marilyn tuvo que gritar tres veces antes de conseguirlo. Sin embargo, al fin lo logr. Los msicos dejaron de tocar inmediatamente. Marilyn se volvi hacia sus invitados. Mi padre... mi padre no se senta bien hace un rato les dijo. Y ahora., bueno, ahora no s dnde

    est. No lo encontramos. Lo ha visto alguno de ustedes? Si ha bajado por la escalera, alguien ha tenido que verlo.

    Hubo agitacin y murmullos. La gente se miraba extraada. Varios caballeros se encogieron de hombros. Jupe vio algunas sonrisas y ms de una mirada de suficiencia. Sin embargo, nadie habl. Nadie haba visto a Jeremy Pilcher.

    Un coche se detuvo en la avenida. Dos agentes de polica se apearon y en la puerta principal fueron recibidos por Pete. Marilyn y Snchez acompaaron a los policas hasta la habitacin del fondo del vestbulo.

    Harold, sea lo que sea lo que vayas a decir, no lo digas le aconsej la mujer que estaba a su lado. Que no diga qu? pregunt Harold mientras sacaba un cigarro puro. Que no diga que al fin

    alguien ha acabado con el viejo pirata?

  • Chisss! exclam la mujer. Y si vas a fumar, sal fuera. Uf! Y agitaba la mano haciendo espavientos.

    Un hombre de cabellos rubios sonri a la dama. Duda usted de que Jeremy Pilcher sea un pirata? pregunt en tono sarcstico. O es que no le

    parece bien admitirlo mientras disfruta de su hospitalidad? Cuidado, Durham dijo un hombre cuyos ojos brillaban detrs de unos lentes sin montura. Eres su

    abogado, recuerdas? Cmo voy a olvidarlo? replic el abogado. Mi mejor cliente. Qu te pasa, Ariago? Sufres un

    ataque repentino de lealtad? O lo dices para tapar alguna otra cosa? El abogado arrastraba ligeramente las slabas. A Jupe le pareci que haba bebido demasiado. A qu te refieres exactamente? pregunt Ariago. Oh, pues a que lo lamentaras si a Pilcher le sucediera algo, verdad? Y no es probable que le haya

    sucedido algo? Slo tienes que tener en cuenta el rastro que deja. Varias personas contuvieron la respiracin. Otras continuaron hablando y al mismo tiempo escuchaban la

    conversacin entre los dos hombres. La madre de Jim Westerbrook se enjug las sienes con un pauelo de encaje y exclam:

    Oh, Jim, querido. Aqu hace calor. Ser mejor que salgamos al jardn unos minutos. Westerbrook pareci no orla y Harry Burnside sonri con malicia. Por aquel entonces, los invitados

    haban consumido la mayor parte del buf y el joven estaba libre para acercarse a la puerta y participar del jolgorio.

    Cuando eras jefe de operaciones de los almacenes de Especialidades del Sur, t te encargaste de las negociaciones con el contratista que construy la nueva sucursal en Pomona continu Durham. Qu buen puesto para quien necesita dinero extra. Tengo entendido que los contratistas son muy generosos con las personas que no se fijan demasiado en los nmeros.

    Eso es una mentira asquerosa! grit Ariago. Cmo se te ocurre pensar una cosa as... a menos que sea de las cosas que haces t? No es as Durham?

    Durham se qued mudo mientras Ariago sonrea de un modo desagradable. Has estado haciendo varias operaciones de bolsa en el mercado, no es cierto? Pilcher dice que

    probablemente has utilizado dinero que se supone ha de reservarse para responder ante nuestros clientes. Cllate! le orden Durham. Te acus Pilcher? pregunt Ariago. Ests lo bastante furioso como para... para...? Ariago se detuvo en seco y mir a su alrededor consciente de pronto de que Durham y l estaban

    protagonizando una escena desagradable y que todo el mundo haba podido or las acusaciones mutuas. El hombre del cigarro puro consult su reloj. No tena idea de que fuese tan tarde dijo en voz alta. Era evidente que incluso el ya tena bastante.

    Suponis que la polica va a estar mucho rato con Marilyn? Nosotros tenemos que marcharnos. Fue como una seal. Los invitados de ms edad empezaron a estrecharse las manos y a despedirse. Jupe

    oy cmo dos de ellos quedaban citados para comer. Los amigos jvenes de Marilyn no fueron tan formales. Se limitaron a saltar por las ventanas que daban al jardn y adis muy buenas.

    La fiesta haba terminado. Cuando la mayora de invitados se fueron, Harry Burnside y su equipo empezaron a recoger. El hosco lavaplatos retir los manteles de color de rosa de las mesas del jardn que luego traslad en una gran cesta con ruedas a la parte de atrs. El barman guard sus botellas en cajas de cartn.

    Jpiter, Pete y Bob ayudaron a plegar las sillas y mesas, y a llevarlas hasta el camin de Burnside donde el lavaplatos las carg al lado de la cesta de manteles.

    Seguan recogiendo cuando Marilyn y los policas salieron del estudio. Marilyn les indic la escalera y los agentes subieron acompaados de Snchez. Marilyn atraves el vestbulo para ir a la sala de estar. All estaba Jim Westerbrook con aspecto de querer estar en otra parte.

    Ests bien? le pregunt a Marilyn. S... supongo que s repuso ella. Slo... slo que no s qu pensar. No s si tengo que estar

    asustada o no. Mi padre puede haberlo planeado todo. Quiero decir que es tan cabezota, y l no quera

  • celebrar esta fiesta, nicamente cedi para que me callara. Es capaz de entrar aqu en cualquier momento y rerse a gusto por haberme asustado. Pero supongamos que no es as. Suponte que realmente tenga problemas.

    Qu dicen los policas? pregunt Westerbrook. Dicen que investigarn. Que no hace tanto tiempo que falta de casa. Me preguntaron si es excntrico

    Ja! Vaya si lo es! Y si tiene enemigos. Mi padre! Vaya si los tiene! Me pidieron nombres. Y podra haberles dado la gua telefnica de Los ngeles!

    Oh, vamos exclam Westerbrook. No puede ser tan malo. La madre de Westerbrook se acerc a la pareja con la sonrisa de una mujer decidida a hacer lo correcto. Querida! le dijo a Marilyn. Si hay algo que nosotros podamos hacer, por favor, llmanos al hotel. La seora Westerbrook se calz los guantes. Ha sido una fiesta preciosa exclam. Y al darse cuanta de que aquello no era lo ms apropiado

    aadi: Preciosa hasta que... bueno, querida, no te preocupes. Vamos, Jim. Debemos dejarla descansar. Te llamar prometi Westerbrook, y se march con su madre. S murmur la joven entre dientes. Apuesto a que llamars. Se volvi a Jupe.

    Y bien? pregunt. Quieres algo? Ah... seorita Pilcher... Marilyn... lo siento dijo Jpiter. Claro repuso ella. Todo el mundo lo siente. De qu sirve eso? Jupe comprendi que aquel era el momento que haba estado esperando. Ya llevaba preparada su tarjeta

    de negocios de Los Tres Investigadores en el bolsillo. Se la entreg a Marilyn y le hizo seas a Pete y a Bob para que se acercaran.

    Hemos solucionado algunos casos difciles explic. Quisiramos tener la oportunidad de ayudarla si est en nuestra mano.

    Ella mir la tarjeta. Deca:

    LOS TRES INVESTIGADORES Lo Investigamos Todo

    ???

    Primer Investigador ........................................Jpiter Jones Segundo Investigador ..................................Pete Crenshaw Tercer Investigador ........................................ Bob Andrews

    Marilyn se echo a rer. Los Tres Investigadores! Detectives privados? Es una broma? Est bien, supongo que debo decir

    gracias; pero si necesito un detective privado, lo buscar... y no ser un aficionado, sino un profesional. Jupe asinti un poco decepcionado. Los adultos rara vez tomaban en serio a Los Tres Investigadores... al

    principio. Por lo menos Marilyn guard la tarjeta en el cajn de la mesa de la lmpara, en vez de arrojarla al cesto de los papeles.

    Los muchachos se marcharon en el camin de Harry Burnside hasta su establecimiento de Rocky Beach donde le ayudaron a descargar el material. Luego, el lavaplatos se fue de nuevo en el camin para devolver las mesas y sillas a la sociedad de alquiler y llevar los manteles a la lavandera. Los muchachos subieron a sus bicicletas para volver a casa.

    Despus de cenar Pete tena que asistir a la celebracin del cumpleaos de su abuelo, pero Jupe y Bob estaban libres y se reunieron en la chatarrera de los Jones, negocio regentado por los tos de Jupe, ta Matilda y to Titus, que a la vez eran los propietarios. Era muy conocido por todo el sur de California, a causa de la variedad de artculos poco corrientes que podan encontrarse all. Uno de ellos era un viejo remolque de automvil que sufri un accidente. Estuvo mucho tiempo en un rincn del patio hasta que se convencieron de que nadie iba a comprarlo.

    Entonces ta Matilda se lo regal a Jupe para que lo utilizara como club.

  • Pero no era un club lo que Jupe quera. Pete, Bob y l haban formado la agencia de detectives Los Tres Investigadores, y en el remolque instalaron su Puesto de Mando. Temeroso de que ta Matilda cambiara de opinin y lo vendiera a pesar de todo, los muchachos fueron amontonando chatarra alrededor del remolque para que no se acordara ms de l. Instalaron un telfono que pagaban con el dinero ganado ayudando en la chatarrera. Tenan tambin un pequeo laboratorio criminalista y una cmara oscura para revelar fotografas.

    Cuando Bob lleg aquella noche al Patio Salvaje, dej su bicicleta en el taller exterior de Jupe, y luego fue directamente al Puesto de Mando para comentar los acontecimientos de la tarde con Jupe.

    T qu piensas? le pregunto Bob. El seor Pilcher est loco o qu? Desde luego, es un excntrico. Y adems, muy cruel. Jpiter pronunci estas palabras

    deliberadamente como haca cuando buscaba la respuesta de algo. No es una crueldad desaparecer de esta manera y preocupar a su hija?

    Jupe empez a garabatear en un secante. Sus invitados son un grupo extrao coment. No creo que ninguno le tenga simpata. Tengo la

    impresin de que todos eran empleados o personas que le trataban comercialmente, y que lamentaban haber ido. Aquella discusin entre el abogado y el otro hombre fue... bueno, fue...

    Terrible! Bob termin la frase por l. Los condiscpulos de Marilyn parecan bastante normales, lo cual es bastante sorprendente. Ella debe de tener la peor lengua de todo el colegio.

    Son el telfono. Jupe levant el auricular y pregunt: -S? Bob oy una voz que hablaba con gran excitacin. Muy bien dio Jupe. Y colg. Era Marilyn Pilcher. Ha recibido una nota pidiendo rescate. Quiere que vayamos enseguida!

  • CAPTULO 5

    Jupe es asaltado

    A los quince minutos, Jupe y Bob llamaban al timbre de la casa de los Pilcher. Marilyn les abri la puerta. Todava llevaba puesto el vestido azul de la fiesta, pero ahora estaba ajado.

    Se haba quitado sus zapatos de tacn alto. Recibi usted una nota de los secuestradores? pregunt Jupe. Marilyn entreg a Jupe una simple hoja de papel. Padre vendr a cambio del libro del CAPITN. No llame a la polica. Acte con rapidez. Retraso

    peligroso. La palabra capitn estaba escrita en lpiz con letras maysculas muy grandes. Las dems palabras haban

    sido recortadas de titulares de peridicos. Supongo que los capitanes no suelen salir muy a menudo en los peridicos coment Marilyn. El

    secuestrador no pudo encontrar esa palabra y por eso la escribi l mismo. No haba sobre. nicamente la nota. Alguien la ech por debajo de la puerta de atrs. Llam al timbre y escap.

    Y ahora est segura de que se trata de un secuestro? pregunt Jupe. Esta tarde pareca dispuesta a pensar que su padre haba planeado su desaparicin.

    No es tan rpido le dijo. No podra llamar al timbre y echar a correr. Lo ms que puede hacer estos das es andar cojeando. De modo que me figuro que es un secuestro real y ahora tendr que encontrar el libro de un capitn. No tengo ni la menor idea de qu libro es. Debe haber por lo menos ocho millones de libros en esta casa. De modo que ah es donde entris vosotros. Me ayudaris a revisarlos para ir apartando los que nos parezcan razonables.

    Jupe cogi la nota. La polica debe saberlo. Les ha llamado usted? No, y ser mejor que tampoco vosotros digis nada. Ese tipo dice que no lo haga, y no puedo correr

    riesgos. Aunque mi padre no sea El Padre del Ao, no quiero que le ocurra nada. Hay una clusula en su testamento que dice que, si muere o desaparece en circunstancias extraas, yo no heredar ni un cntimo. Aunque a m no me acusen jams de ningn crimen, no heredar!

    Oh! exclam Jupe. No te extraes tanto dijo Marilyn. Pap slo quiere tener todos los pros a su favor. No es lo que

    desea todo el mundo? Y ahora vamos a trabajar. Y, tras dar media vuelta, empez a subir la escalera. Los muchachos la siguieron asombrados por lo que

    acababa de decirles. En el rellano del piso superior haba una aspiradora. Marilyn haba intentado deshacerse de las plumas de

    la almohada rota, pero an quedaban plumones blancos por todas partes. Los muchachos no hicieron caso y empezaron a revisar metdicamente las libreras del dormitorio de Jeremy Pilcher. Encontraron libros sobre pjaros, libros sobre filosofa, textos sobre qumica y ciencia ficcin. Diccionarios, tratados sobre piedras preciosas y una coleccin de Dickens encuadernada en piel.

    Aqu hay algo exclam Jupe mientras les mostraba un ejemplar en carton lleno de polvo de El Capitn Tormenta. Era una novela de aventuras de Emilio Salgari.

    Marilyn lo cogi para hojear sus pginas amarillentas.

  • No creo que nadie sea capaz de cometer un delito por conseguir esto exclam. Podemos ver si es lo que quiere el secuestrador, pero sigamos buscando.

    Bob estornud mientras sacaba los libros de los estantes empolvados, los miraba, y los volva a dejar en su sitio.

    Su padre lee mucho, verdad? pregunt. Pues no admiti Marilyn. Slo compra libros. Dice que los leer algn da cuando tenga ms

    tiempo. Entretanto, compra ms y ms, los coloca en las libreras y ah se quedan. Le gusta tenerlos. Le hacen sentir como si supiera lo que contienen, y una vez ha comprado un libro nunca se desprende de l. No se desprende de nada jams.

    Se volvi hacia el gran escritorio. Ahora veamos lo que hay ah murmur al abrir uno de los cajones. Haba calcetines, una bufanda y

    un montn de papeles. Los sac para examinarlos. Recortes de peridicos dijo. Una receta que nunca se hizo y varios folletos de viajes.

    Arroj los papeles encima del escritorio. Sera una gran ayuda saber lo que estamos buscando

  • se lament. No puedo creer que se trate de ese viejo libro de aventuras. Y este otro? Bob le mostr un libro titulado El perro diablico. Su autor era el Capitn Marryat. No es probable, pero sepralo dijo Jupe. Quiz se trate de una edicin rara opin Marilyn. O de algo que ni siquiera se ha publicado... un

    manuscrito. O algunas notas sobre experimentos cientficos. O el diario de alguien con secretos terribles en su pasado, como el jefe de un campo de concentracin nazi. Algo as.

    Lo revisaremos todo repuso Jupe. Los muchachos terminaron de examinar la libreras de la habitacin y sacaron las cajas de cartn y las

    carpetas de los estantes del armario del anciano coleccionista. Encontraron cheques cancelados atados en paquetes. Facturas de telfono antiguas y postales de sitios tan lejanos como Gibraltar y El Cairo. Ninguna de las postales haba sido enviada por correo. Era evidente que slo eran recuerdos.

    Pap naveg cuando era joven explic Marilyn, antes de convertirse en... bueno, en un caballero industrial, como lo llamarais vosotros. En Wall Street les llaman piratas. Quiz lo sea. No se puede partir de cero, como hizo l, y llegar a tener una naviera, varios almacenes comerciales, una fbrica de papel y dos o tres bancos sin ser ms listo que los dems.

    O quiz menos escrupuloso, pens Jupe. De repente son el telfono. Marilyn se sobresalt. Fue a contestar, pero no dijo nada durante unos

    segundos, luego exclam: Lo estoy intentando! Escuche, he encontrado algo que se titula El Capitn Tormenta, y un libro de un tipo llamado Capitn Marryat.

    Se detuvo con el entrecejo fruncido y luego dijo: Pero si no le doy largas al asunto. Escuche, no s lo que estoy buscando y... y... espere! Oiga! Se detuvo, apart el telfono y lo mir. Era el secuestrador? pregunt Jupe. S. Cree que me burlo de l. No quiera ninguna historia de crmenes, sino el libro del capitn, y ha

    colgado sin dar ms detalles. Podra decirme cmo era su voz? quiso saber Bob. Ella mene la cabeza. Ronca dijo. O ese tipo est resfriado o es que habla a travs de un pauelo para disimular su voz.

    Tena cierto acento, pero poda ser fingido. Y se volvi para continuar registrando el bur. Cuando abri el ltimo cajn y los muchachos acabaron

    de bajar la ltima caja del armario, estaban todos cansados. Y Marilyn hambrienta. No he cenado y no hay gran cosa en el frigorfico les dijo. Pap encarg la cena para esta fiesta,

    de modo que podis estar seguros que logr que Burnside le cobrar lo justo. Queris compartir una pizza? Estupendo replic Bob. Pero sin anchoas, eh? Y con mucho queso solicit Jupe. Y una cola sin azcar. De acuerdo. Quiere venir alguno de vosotros conmigo para ayudarme? Bob acompa a Marilyn, y Jupe se qued para continuar la bsqueda. Se diriga a la habitacin

    contigua, cuando vio la puerta de la buhardilla. Haban subido all aquella tarde cuando l y sus amigos buscaban a Pilcher. No estaba tan revuelta como las habitaciones que no se utilizaban del segundo piso. Tampoco se utilizaba tanto como los dormitorios. Sera un lugar ideal para ocultar un tesoro.

    Jupe abri la puerta y, tras encender la luz desde el pie de la escalera, comenz a subir. Haba varios bales adosados a los rincones, y tambin cajas y libreras, pero no en exceso. Jupe se

    acerc a la primera estantera y sac un volumen delgado. Se titulaba El secreto para escribir a mquina con rapidez. Tena fecha de 1917.

    Iba a poner de nuevo el libro en su sitio, cuando oy cerrar la puerta de la casa. Bob? grit. Eres t? No hubo respuesta. Jupe se volvi para escuchar consciente de que no podan ser ni Bob ni Marilyn.

    Todava no. No haban tenido tiempo suficiente para haber comprado la pizza. Pero alguien haba entrado en casa del coleccionista. Jupe no volvi a gritar. Ni se movi. La puerta de la buhardilla estaba abierta y poda or los pasos.

    Alguien suba al primer piso.

  • El crujido de un zapato. Ahora el intruso estaba al pie de la escalera de la buhardilla. Jupe le oy respirar entrecortadamente.

    Quin era? Saba que Jupe estaba all? Le habra odo llamar a Bob cuando abri la puerta? Se oy un clic y la luz de la buhardilla se apag. La repentina oscuridad era tan intensa que impresion a Jupe. Se senta impotente. El intruso suba por la escalera de la buhardilla! Jupe se apart de la librera. Esconderse! Tena que esconderse! Se ocultara en un rincn, fuera de su

    alcance. Los pasos se oan ya en lo alto de la escalera. Jupe empez a retroceder detrs de una librera, pero fue

    sorprendido de pronto por un rayo de luz. El recin llegado tena una linterna! Jupe trat de apartarse, pero la luz le sigui. El intruso avanzaba por la buhardilla. Jupe no vea mas que

    el haz de luz. No poda escapar! Ni esconderse! Se abalanz contra la linterna y golpe con fuerza. Se oy un gemido de sorpresa y otro de dolor cuando

    el codo de Jupe aterriz sobre el brazo del invasor. La linterna cay al suelo y rod por l. El cristal se hizo aicos y la buhardilla qued a oscuras.

    Ahora estaban en igualdad de condiciones. Y ahora comenz... un peligroso avance a tientas en la oscuridad, mientras el intruso intentaba echar el guante a Jupe. Jupe iba retrocediendo y dando tumbos, mientras se abra camino en aquella oscuridad total.

    El asaltante toc el hombro de Jupe que se hizo a un lado. Pero l le sigui dando manotazos en el aire intentando agarrar el brazo de Jupe.

    Jupe cerr los puos y golpe sin acertar. Recibi un empujn y, tras tambalearse, cay. Abajo, se abri la puerta de la calle. Jupe? Era Bob, quien gritaba. Baja a comer la pizza! Una voz murmur algo que Jupe no supo entender. El asaltante baj a oscuras por la escalera de la

    buhardilla y desapareci. Jupe se puso en pie para seguirle. Casi se cay mientras corra detrs del intruso. Al llegar al primer piso,

    le oy bajar por la escalera de atrs. Bob volvi a llamarle: Eh! Qu te pasa? Jupe? Jupe lleg a la cocina, justo a tiempo de or cerrar la puerta de golpe. Cuando la abri de nuevo, el

    desconocido ya haba atravesado el patio y desapareci por el callejn.

  • CAPTULO 6

    Pasos en la noche

    Marilyn telefone a la polica. Acudieron enseguida, registraron la maleza que rodeaba la casa y el garaje de la parte de atrs. Luego dijeron a Marilyn que, si el intruso volva, les llamase de nuevo.

    Tambin preguntaron si haba tenido noticias de su padre y le aseguraron que la mayora de las personas desaparecidas regresaban sin ms problemas. Marilyn no dijo nada a los policas de la nota del secuestrador. Desde la puerta vio alejarse el coche patrulla y luego suspir.

    Quin sera el asaltante? Un ladrn vulgar? El secuestrador? Esto se est complicando. Yo voto por el secuestrador declar Bob. Quiz se impacient esperando el libro del capitn. Tal vez repuso Jupe. Aunque nosotros tenemos ms posibilidades de encontrar ese libro que un

    intruso. Pero eso me hace pensar que alguien ha estado vigilando la casa. Marilyn tena los ojos llenos de lgrimas. Creo que ir a casa de mi madre a pasar la noche dijo. Este sitio me da miedo. Vive su madre cerca de aqu? pregunt Jupe. En Santa Mnica contest Marilyn. Mis padres estn divorciados. S, eso es lo que har. Ir all.

    Slo que... tal vez no debo hacerlo. Si el secuestrador llama otra vez, no estar aqu para contestar. Y si telefonease a Ray Snchez y le pidiese que viniera? Es el secretario de pap, de modo que creo que lo har. Se lo pagar como horas extras.

    No podran venir su prometido y su madre? pregunt Jupe. Podran... si no me hubiese telefoneado antes para decir que haba surgido una emergencia en su

    familia y que esta noche se iban a Boston en avin. La joven hizo un mohn. Apuesto a que la emergencia era alejarse de los Pilcher.

    Bob y yo podemos pasar aqu la noche sugiri Jupe. Marilyn parpade y, por un instante, pareci luchar consigo misma como si no quisiera demostrar que le

    complaca la idea, pero al final dijo: Pues claro! Soy vuestra cliente. Por qu no podis ser mis guardaespaldas? Os dejarn quedar

    vuestras familias? Es probable replic Jupe. Son muy comprensivos para estas cosas. Jupe tena razn. Bob y l telefonearon a sus casas y enseguida obtuvieron permiso para pasar la noche

    en casa de los Pilcher, para que Marilyn no estuviera sola. Despus de llamar, Bob recalent la pizza que compraron Marilyn y l. Despus de comer, reanudaron la bsqueda del libro del capitn. Registraron las libreras de las habitaciones del primer piso y encontraron ms libros, ms papeles y ms reliquias de cuando Pilcher era un marino que viajaba a pases lejanos.

    Su padre deba ser un poco aventurero cuando era joven coment Bob al tropezarse con un elefante de marfil que Marilyn le dijo que era de la India. Debi pasarlo muy bien navegando y viendo tantas cosas.

    Entonces poda permitirse ser aventurero dijo Marilyn con pesar. Cuando era ms joven, no tena nada que perder, por eso iba a donde le apeteca. Pero luego, de algn modo consigui reunir lo suficiente para comprar la Compaa Vapores Comet. No era gran cosa... tan solo un par de buques de carga que partan de Houston hacia los puertos del Caribe. Eran barcos mercantes que iban donde los necesitaban. Pap

  • era listo y gan lo suficiente para hacer construir un tercer barco. Con l, hizo an ms dinero. Luego compr un pequeo banco en Visalia e hizo algunas operaciones en el mercado de valores.

    Mam dice que, justo despus de entrar en la Bolsa le entr el afn de hacer dinero. Dice que fue como observar a alguien que se convierte en un jugador empedernido. Yo... yo no creo que mam le comprenda.

    Y usted s? le pregunt Bob. Ella se encogi de hombros. Creo que puedo entenderle, como cualquiera. Pero ojal no fuera tan acaparador. No es que l sea as

    en los negocios. En los negocios hay que saber cuando hay que parar. Esa es una de las cosas que me ense pap. Hay que ser listo, porque si no lo eres, los fracasos te hunden.

    Yo tena cinco aos cuando mam y l se divorciaron La mayor parte del tiempo vivo con mi madre cuando no estoy en el colegio. Sin embargo, ltimamente, paso ms tiempo con pap. No quiero que se olvide de que tiene una hija.

    Era tarde cuando terminaron de registrar las habitaciones del primer piso. Marilyn les dio las buenas noches y desapareci en su dormitorio. Bob y Jupe decidieron establecer turnos para vigilar desde el pasillo del piso de arriba. As estaran lo bastante cerca de Marilyn para or si algo la asustaba durante la noche y, adems, desde all podran vigilar las dos escaleras, la de la entrada y la posterior. As nadie podra sorprenderles.

    Bob mont la primera guardia. Sac una butaca de uno de los dormitorios y se acomod con un refresco de cola en la mano.

    Jupe sac una manta del armario de la ropa blanca de uno de los armarios y se tumb en una de las camas de una habitacin desocupada, pensando que no pegara ojo despus de las emociones de aquel da.

    Pero ya no se enter de nada ms hasta que Bob le zarande. Son las tres de la madrugada le dijo Bob. Estoy agotado. Ahora te toca a ti vigilar. Jupe sali de debajo de la manta y Bob se acost en su lugar. Ummmmmm! exclam Bob. Gracias por calentarme la cama. Qu gracioso gru Jupe. Fue a ocupar su puesto. Se senta deprimido. Sin duda, las tres de la

    madrugada era su hora ms baja del da. En comparacin, las doce de la noche resultaba una juerga. Cunto tiempo tardar en amanecer? se pregunt.

    Mientras lo pensaba, algo se movi encima de su cabeza. Alz la misma sin atreverse a respirar, y escuch.

    Nada! Silencio absoluto. Aquella casa antigua y siniestra le alteraba los nervios. Imaginaba cosas. Pero entonces lo oy otra vez. Era un movimiento muy leve, como si alguien caminara por la buhardilla

    descalzo... alguien menudo y de poco peso. Pero all arriba no poda haber nadie! Jupe se levant de la butaca y, muy despacio y sin hacer ruido, se acerc a la puerta de la buhardilla. Y,

    muy despacio y sin hacer ruido, hizo girar el pomo y la abri. Mir la oscuridad total y percibi el olor acre de aquel espacio deshabitado. All haba alguien. En lo alto de la escalera haba alguien. No poda ver nada, pero s or el ligero roce de

    la ropa y su respiracin. Y comprendi que el otro s podra verle a l desde lo alto de la escalera. Por un instante, Jupe lament amargamente no haber apagado la luz del pasillo antes de abrir la puerta. Si

    el intruso tena un arma, Jupe sera para l un blanco de primera. Era el mismo que le haba atacado antes? De ser as, por qu haba vuelto? Y por dnde haba

    entrado? Qu estaba haciendo en la buhardilla? Jupe retrocedi para cerrar la puerta del desvn. Qu es eso? susurr alguien a su espalda. Jupe peg un salto como si le hubiesen disparado. Eh, soy yo. All estaba Bob descalzo y despeinado. Seal hacia lo alto. Alguien anda por ah arriba dijo en un susurro. T tambin lo has odo?

  • Una tabla cruji sobre sus cabezas. El intruso haba abandonado la escalera de la buhardilla y se diriga a la puerta delantera de la casa.

    Te quedaste dormido Jupe acus a su compaero. Y ese tipo entr y pas por delante de ti, y t estabas tan dormido que no le viste.

    Mentira! exclam Bob. No me dorm ni un segundo. Tuve que levantarme un par de veces y andar para mantenerme despierto, pero no me dorm!

    Jupe mir hacia el techo con el ceo fruncido. Bueno, entrara por donde entrase, no hay duda que sabe que no est solo. Sabe que estamos aqu y que

    sabemos que l est ah, y por eso... Jupe abri la puerta de la buhardilla y grit: Eh? Quin anda ah? Nadie contest, pero los pasos se detuvieron. Jupe volvi a gritar. Tampoco hubo respuesta. Jupe encendi la luz. No irs a subir ah! exclam Bob. Y si tiene una pistola! Si hubiera querido dispararme ya lo hubiese hecho contest Jupe. Su tono denotaba confianza... ms confianza de la que senta en realidad. Subi la escalera corriendo. Deseaba llegar a lo alto antes de que la persona que deambulaba por la

    buhardilla pudiera volver a la escalera. Lleg arriba ileso, pero all no haba nadie! La buhardilia estaba vaca. Jupe vio libreras, bales y cajas, pero nada ms.

    Se qued quieto para escuchar. Ni un ruido. Volvi a la escalera y mir hacia bajo. Bob levant la cabeza para mirarle. Nada le dijo Jupe. Debemos haber compartido una especie... de... de alucinacin. Yo no creo en sas cosas! exclam Bob. Aqu arriba no hay nadie insisti Jupe. A menos... a menos que exista un medio para entrar y

    salir de aqu sin tener que bajar la escalera! Eso es! Esta es una casa antigua. Podra haber un pasadizo secreto... que nadie conoce!

    Marilyn apareci en el pasillo de detrs de Bob. Llevaba una bata acolchada y pareca furiosa. Qu os pasa a los dos? pregunt. Jupe, qu haces ah arriba?

    Marilyn, puede haber un pasadizo secreto es esta casa? Has odo hablar alguna vez de alguno? Algn rumor quizs? No. Ella neg con la cabeza.

    Jupe se puso a buscar. Mir detrs de las cajas y los bales. Quit las cosas que haba cerca de la chimenea, pensando que una puerta poda disimularse junto a los ladrillos. Fue a la cocina a por una linterna y luego a gatas examin la zona abierta, entre el final de las tablas de madera del suelo y el lugar donde el tejado descenda hasta encontrarse con las vigas. Desde all, vio un palmo o dos de los traveseros y el yeso de los techos de los dormitorios. Dirigi el haz de luz hacia el espacio situado debajo de las tablas, pero all no haba nada ms que mugre acumulada durante aos, aparte de algunos cachivaches que la gente haba arrojado, olvidndolos despus. Recuper una vieja pelota de golf, una botella vaca de cola y unos cuantos papeles arrugados.

    Cuando hubo examinado la buhardilla centmetro a centmetro y qued satisfecho, Jupe baj al vestbulo donde esperaban Marilyn y Bob.

    Es fantstico! exclam Bob. -Vosotros imaginis que os cosas! les acus Marilyn. Al entrar en su habitacin , cerr la puerta. Bob fue a buscar la manta, se envolvi en ella y se acost en el suelo al lado de la butaca. Es que no vuelves a la cama? le dijo Jupe. Ya sabes que ahora me toca a m la guardia. No quiero estar solo confes Bob. Me quedar aqu y te har compaa. De modo que los dos investigadores pasaron las horas restantes hasta el amanecer vigilando las escaleras,

    mirando el techo y escuchando... siempre escuchando. Una vez Bob crey or pasos de nuevo, pero el ruido era tan leve que no pudo asegurarlo.

  • Por fin, un tenue resplandor gris comenz a entrar por las ventanas. El sol no iba a tardar en salir. La larga y penosa guardia haba terminado.

    Pero Jupe se puso tenso. Se oa una llave en la cerradura! En la puerta de la cocina! Alguien estaba detrs de la puerta de la cocina. Alguien que tena llave.

    Jupe salt de la butaca. Un arma! No poda bajar sin un arma! Bob se despoj de la manta. Jupe se llev el ndice a los labios para imponer silencio y agarr un plato de latn bruido que estaba colgando en la pared cerca de la escalera de la buhardilla. Fue lo nico que pudo encontrar a mano. Sera un arma un tanto primitiva, pero servira. Bajo por la escalera de atrs seguido de Bob. Al pie de la escalera, ambos miraron hacia la cocina. La parte superior de la puerta era de cristal, pero

    estaba tapada por una persiana. No haba manera de saber quin estaba all. Jupe avanz con el plato de latn en ristre. El ruido en la cerradura ces. La puerta se abra. Jupe levant el plato dispuesto al ataque!

  • CAPTULO 7

    Los archivos secretos

    Dios nos asista! Una mujer de cabellos grises retrocedi ante Jupe llevndose el brazo a la cara para protegerse. Jupe estaba paralizado por la sorpresa y, por un instante, se qued petrificado con el plato de latn en

    alto. Luego cay en la cuenta de que aquella pobre mujer de cabellos grises con la bolsa de la compra no poda ser una amenaza.

    Lo siento mucho le dijo mientras bajaba el brazo, Polica! grit la mujer. Socorro! Y tras dar media vuelta sali disparada hacia el callejn. No! Espere! voce Jupe. Por favor! Aguarde un momento!

    Marilyn Pilcher bajaba la escalera en bata y descalza. Seora McCarthy, espere! exclam. Y luego de adelantar a Jupe alcanz a la mujer que ya estaba en mitad del callejn.

    Espere! Son Jupe y Bob. Son de fiar, de verdad. La mujer se dej llevar hasta la cocina. Bob, Jupe, sta es la seora McCarthy, la asistenta de mi padre dijo Marilyn. Jupe y Bob son mis

    guardaespaldas, seora McCarthy. La seora McCarthy mir a los muchachos. Jadeaba. Jupe supuso que aquella carrera por el patio

    posterior haba sido su mayor hazaa atltica en muchos aos. Guardaespaldas, eh? dijo al fin. Desde cundo tienes un tesoro para necesitar guardaespaldas?

    Y dnde est tu padre? A m me parece que es guardaespaldas suficiente para cualquiera. Ese viejo condenado es capaz de asustar al propio diablo si se le ocurriera asomar la cabeza.

    Papa no est repuso Marilyn. Ha desaparecido. Desde ayer. Le han secuestrado. Secuestrado? No lo dirs en serio! Marilyn insisti en que s era cierto. Le cont su misteriosa desaparicin y le ense la nota del raptor. Estos muchachos me estn ayudando le explic. Buscamos el libro del capitn, aunque no

    sabemos lo que es. Ha odo alguna vez hablar a mi padre del libro del capitn? No replic la asistenta. Tu padre y el ejrcito no se llevan muy bien, ya sabes. Y ests segura de

    que no se ha ido por su cuenta y luego te envi la nota? Ya sabes que ese pobre y plido noviucho con el que se te ha metido entre ceja y ceja casarte le gusta tan poco como a m. Y tu padre hizo una tontera al dar esa fiesta. Pero t te empeaste, no? Y en domingo, cuando yo no trabajo. Y ahora tu padre puede que pretenda asustarte para que olvides la idea de la boda.

    No es eso dijo Marilyn. Por lo menos yo no lo creo. No puedo arriesgarme, no le parece? El secuestrador podra hacerle algo espantoso.

    La seora McCarthy mene la cabeza. Un mal asunto exclam. Y tras rebuscar en su cesta sac un delantal, se lo puso y prepar el

    desayuno sin dejar de hablar. Es esta casa opin Esta casa trae mala suerte. Siempre ha sido as. La construy un hombre

    llamado Harrison Reeves hace mucho tiempo. O contar la historia a mi vecina Dolly Jessup. Reeves era un hombre rico, pero el da que se termin la casa, lo perdi todo. La Bolsa quebr... ya sabis, en 1929. Reeves nunca vivi aqu, y la casa permaneci deshabitada durante aos. Luego, poco despus de que yo viniera aqu desde Nueva York, una familia llamada Whitney la compr. Los recuerdo muy bien. El era un hombre fornido, antes del ao se rompi la cadera y ya no volvi a andar bien, despus del accidente.

  • Despus de los Whitney vino la seorita Jensen. Una vieja solterona con ms dinero del conveniente, y cmo le gustaba. Tena una sobrina que se vino a vivir con ella. La recuerdo... muy bonita, pero triste. La seorita Jensen era tan dura con ella... Tena que volver a casa inmediatamente despus de salir del colegio y ayudarla a preparar la cena. La seorita Jensen deca que as se formaba el carcter. Lo que yo pienso es que as se ahorraba la criada. Era una vergenza, cuando todas las dems jovencitas de vecindad jugaban en la calle.

    Cuando la nia tuvo catorce aos, a la seorita Jensen le desapareci un broche. Dijo que deba habrselo llevado su sobrina, y la devolvi a sus padres con semejante acusacin. Me enter que, aos despus, se fug de su casa con un sinvergenza que ms tarde la abandon. Lo ltimo que he sabido de ella es que viva en San Francisco y trabajaba en un mercado.

    La seora McCarthy puso huevos con jamn y tostadas delante de Marilyn y los muchachos, y luego se sent para tomar una taza de caf.

    Oy usted decir alguna vez que esta casa estuviera encantada? le pregunt Jpiter. Con tantos problemas, no circul nunca ese rumor?

    Bueno, la gente habla respondi la asistenta. Pero es lo que se dice siempre de las casa viejas. No s. Yo jams he visto nada, pero este sitio trae mala suerte. Y algunas veces, en los das nublados, tengo la sensacin de que hay algo... algo que me observa. Es... No s cmo explicarlo, pero no me quedara aqu por la noche, os lo aseguro!

    Oh, tonteras! exclam Marilyn. Ha odo alguna vez pasos en la buhardilla? le pregunt Bob. En la buhardilla? No, nunca he odo nada... ni en la buhardilla ni en ninguna otra parte. Pero tengo...

    la sensacin de que aqu hay algo. Sorbi un caf con aire preocupado. Los muchachos abandonaron el tema. La seora McCarthy no poda ayudarlos. Pero s quedaba bien

    claro que el incidente de la noche anterior era algo nuevo en la casa. Cuando terminaron de desayunar, los muchachos se fueron al Patio Salvaje, la chatarrera de los Jones

    y hablaron con ta Matilda. Jpiter esperaba que su ta sintiera curiosidad por los Pilcher, pero aquel da ta Matilda no tena tiempo

    para chismorreos. En Pasadena, haban demolido un edificio de ladrillos y to Titus haba trado toda un carga de derribo. Ta Matilda pidi a los muchachos que limpiaran los ladrillos y les quitaran los pegotes de cemento que tenan adheridos. Pete se reuni con Bob y Jupe poco despus de las once y les ayud a amontonar los ladrillos limpios cerca de unos tablones viejos.

    Cuando terminaron con los ladrillos, los muchachos cruzaron la calle para ir a casa de los Jones. Despus de lavarse, prepararon bocadillos para comrselos en el taller de Jupe.

    El taller estaba en un rincn del patio de la chatarrera, lejos de la oficina y de la puerta principal, resguardado por un voladizo en el interior de la cerca. Jupe tena all su banco de trabajo y una pequea impresora que l haba reparado cuando entr all como chatarra.

    Los Tres Investigadores estaban comiendo cuando una luz situada encima del banco de trabajo empez a parpadear, seal de que el telfono del Puesto de Mando estaba sonando. Jupe se apresur a retirar una reja apoyada contra uno de los extremos del banco. Detrs de la reja, haba una tubera enorme galvanizada Era el Tnel Dos, uno de los pasadizos secretos que los muchachos utilizaban para entrar en su oficina sin ser vistos.

    Jupe era un muchacho rollizo, no apto para moverse en lugares estrechos. Pero era capaz de pasar por la tubera en un abrir y cerrar de ojos, cuando haba una llamada para Los Tres Investigadores. Se agach, se meti en la tubera y gate tan deprisa que el telfono an daba un quinto timbrazo cuando empuj la puerta de madera de la trampilla del final del Tnel Dos. Despus de levantarla, entr en el Puesto de Mando.

    Cogi el telfono, cuando Pete y Bob entraron en el remolque detrs de l. El que llamaba era Raymond Snchez, el secretario de Jeremy Pilcher.

    Marilyn me ha pedido que os llamara dijo Snchez. Hemos estado buscando ese libro misterioso toda la maana, y no lo hemos encontrado. Marilyn cree que, si utilizo el ordenador de su padre para tener acceso a sus archivos, tal vez averigemos algo. Pero no conocemos la palabra clave de acceso. Marilyn

  • quiere que vengis. Quiz vosotros podis adivinar lo que el viejo chivo... er, lo que el seor Pilcher utiliz como clave de acceso.

    Jupe se volvi hacia Bob y Pete para repetirles el mensaje de Ray. Qu decs? Queris ir a casa de Marilyn a ver si podemos encontrar la clave? S contesto Pete. De acuerdo, iremos. Bob asinti. Iremos enseguida le dijo Jupe a Snchez y colg. Parece que nuestra cliente nos ha aceptado

    coment. Pues yo no estoy seguro de aceptarla a ella replic Pete. Es casi tan desagradable como su padre. Mas Pete sigui a Jupe y a Bob al salir del Puesto de Mando. A los pocos minutos, llamaban a la puerta

    de la casa de los Pilcher. La seora McCarthy les abri con un spray de limpiacristales en una mano y un rollo de toallas de papel debajo del brazo.

    Voy a limpiar unas cuantas cosas ahora que no est el viejo cascarrabias les dijo muy animada. Cuando l est, no puedo hacerlo. Venid conmigo. Marilyn y Ray estn en la sala de ordenadores.

    Subieron la escalera detrs de la seora McCarthy y, una vez arriba, ella les hizo una sea para que siguieran adelante y entr en uno de los dormitorios.

    En la sala de ordenadores, Ray Snchez se hallaba sentado delante de la ms pequea de las dos pantallas pulsando teclas.

    Marilyn estaba de pie, detrs de Snchez, y observaba el monitor. Este es el ordenador personal de pap dijo a los muchachos. El mayor es parte del sistema que ha

    sido instalado en su oficina de la ciudad, pero ste ms pequeo no forma parte del sistema. No tiene mdem, de manera que nadie desde el exterior puede acceder a su memoria. Si logrsemos encontrar la clave, podramos ver los archivos privados de mi padre, y tal vez descubrir si libro del capitn es tan solo el cdigo de alguna cosa.

    Snchez mene la cabeza. Todo este asunto del libro es una tontera dijo. Apuesto a que algn resentido contra Pilcher, ha

    organizado el secuestro. Muchsima gente estara encantada si Pilcher desapareciera. O quizs l mismo haya decidido desaparecer una temporada. Es un tipo muy astuto. Puede tener sus razones.

    Es tu jefe exclam Marilyn. Ten ms respeto! Lo siento replic Snchez, que volvi a dedicar su atencin al teclado. El seor Pilcher recoge

    informacin sobre sus asociados les dijo a los muchachos. Investiga su pasado, su vidas privadas, todo. Lo s. Algunas veces, para investigar su pasado, recurre a un investigador privado. Yo me he encargado de pagarle las facturas, pero nunca

  • consegu ver el informe final. S que algunos de estos informes son demasiado comprometedores para estar en los archivos del ordenador de la compaa en la ciudad. Quiz los introduce en este ordenador personal. Pero un libro del capitn? l no conoce a ningn capitn.

    Una clave insisti Marilyn. Podra ser una clave. Bien, sabemos que no es la clave para acceder al ordenador dijo Snchez. Lo he probado y nada. Reflexion unos instantes y luego tecle la palabra PARDILLO. Pardillo? pregunt Pete. Ya sabis lo que son pardillos, no? finjen no saber jugar y consigues puntuaciones muy altas cuando

    juegas con ellos por primera vez Y luego... zas! Ganan, ganan y ganan! Esa es la clase de astucia que le gusta al seor Pilcher. Por esa razn a veces emplea a personas que tienen un pasado dudoso. Se siente ms cmodo cuando puede dominar a la gente.

    Eso es ser listo, no? dijo Marilyn Pilcher. Nadie le respondi. El ordenador emiti un bip intermitente y en el monitor apareci un mensaje: CLAVE PERSONAL

    INCORRECTA, INTNTELO OTRA VEZ. ESTAFADOR, tecle Snchez. De nuevo la mquina encendi su luz intermitente y apareci el mensaje: CLAVE PERSONAL

    INCORRECTA, INTNTELO OTRA VEZ. Eres... una rata! exclam Marilyn. Podemos dejarlo cuando quieras dijo Snchez sin inmutarse. Fue idea tuya! No podemos dejarlo! insisti Marilyn. Tenemos que averiguarlo. Pero no es preciso que seas tan

    insultante. Ya sabes que los negocios son un juego para l. Es como un entrenador de ftbol presionando siempre. Preferiras que dijera eso tan vulgar de que hay que jugar siempre limpio? No! Pensaras que era un hipcrita y tendras razn. Ganar! Eso es lo que cuenta y t lo sabes!

    Jupe haba escuchado en silencio con los ojos semicerrados y, ahora, de pronto, tom la palabra: Un juego dijo. Su padre habla siempre de los negocios como si fueran un juego? No podra ser

    esa la palabra?

  • Snchez tecle la palabra JUEGO. La mquina emiti su bip descorazonador. Pruebe distintos juegos sugiri Bob. Ftbol, para empezar. Ftbol no era la respuesta. Ni tampoco bisbol, baloncesto ni jockey. A mi padre en realidad nunca le interesaron los deportes dijo Marilyn. Prueba en otra direccin.

    Snchez tecle MONOPOLIO. Es un juego que le gustaba al seor Pilcher. Monopolio no era la clave. Snchez prob poker, bridge, canasta y black jack. Nombres de naipes dijo Jupe. Pruebe As o Rey. Snchez lo intent. As y Rey no sirvieron; pero, cuando el secretario tecle COMODN, la mquina

    emiti un bip triunfante, y en la pantalla apareci un mensaje distinto. ADELANTE, JUGUEMOS, invit el ordenador.

    Bingo! grit Pete. Snchez pidi al ordenador el directorio. Una larga lista de nombres apareci en el monitor. Pilcher tena una ficha de Ariago, y otra de Durham,

    el abogado. Snchez reconoci el nombre del director del Banco de Pilcher, en Visalia, as como los nombres de otros empleados clave. Incluso haba una ficha para la seora McCarthy, la asistenta.

    Y otra para Snchez. Tambin le investig a usted dijo Bob al secretario. Naturalmente contest Snchez. l investiga a todo el mundo. Pero Jupe vio que el rostro de Snchez se humedeca. El secretario estaba sudando. Marilyn Pilcher tambin lo vio. Qu dice tu ficha? quiso saber. Probablemente, lo de costumbre replic Snchez. Ya sabes, edad, estudios, cosas as. Quiero verla. El tono de Marilyn era seco. Marilyn, por amor de Dios... Quiero verla! Snchez se encogi de hombros y puls una tecla. El cursor busc su nombre en la lista. Apret otra

    tecla. La lista desapareci y en el monitor apareci: SNCHEZ, RAYMOND, seguido de: NOMBRE VERDADERO: LUIS ESTAVA. HIJO DE JORGE ESTA VA. PROBABLEMENTE INTENTA SACARME ALGO. LE TENDR A MI LADO UNA TEMPORADA. BUEN TRABAJADOR. ES DIVERTIDO VERLE SUDAR Y TARTAMUDEAR.

    Snchez se levant de un salto y se dirigi a la puerta. Me marcho! exclam. Y no volver!

  • CAPTULO 8

    El mensaje misterioso

    Cielo Santo! Marilyn se llev una mano a la garganta. Ray es hijo de Jorge Estava! Vaya, podra ser l! Ray puede ser el secuestrador!

    Jupe enarc una ceja. Podra ser el instigador, pero no pudo cometer el delito personalmente. Recuerde que estuvo en la

    fiesta todo el tiempo. Pero, por qu iba a querer raptar a su padre? Quin es Jorge Estava? Un hombre que posee... que posea un negocio de neumticos en Los Angeles. Estaba muy bien

    situado en una esquina. Pap quera esa esquina para levantar un edificio de oficinas. Estava no quiso vender ni siquiera cuando pap subi su oferta, as que pap abri un negocio de neumticos al lado mismo de Estava y venda ms barato que l. Quiero decir que de verdad venda ms barato que l. Estava intent hacerlo tambin, pero no poda permitirse vender perdiendo dinero, y pap s. A los seis meses Estava cerr. As que su hijo busc trabajo aqu utilizando un nombre falso concluy Bob. Quiere vengarse de su padre, pero ste descubre quien es realmente. Me pregunto cmo pens Snchez que podra salir adelante al descubrir que su padre lo investiga todo.

    Quiz pens que su tapadera era lo bastante buena como para engaar a un investigador replic Jupe que se sent ante el teclado y pidi al ordenador que imprimiera la ficha completa de Ray Snchez. La impresora entr en accin y al medio minuto la copia estaba lista. Jupe se la ley en voz alta a sus amigos.

    Snchez haba utilizado la direccin y el telfono de un amigo de la escuela superior cuando solicit un empleo a Jeremy Pilcher. La investigacin rutinaria no revel nada sospechoso, pero Pilcher hizo que un detective privado siguiera al joven a pesar de todo. As se enter de que Snchez iba a casa de los Estava en Ocean Park cada noche al salir del trabajo. El detective de Pilcher habl con los vecinos fingindose empleado de una compaa de seguros, y se enter de la verdad.

    Bien , seguro que Snchez/Estava tiene un motivo para el secuestro dijo Bob. Pero... pero a m no me parece un sujeto violento.

    No lo es replic Marilyn. Y eso del libro del capitn... no tiene sentido. Ni nada que ver con Ray Snchez y... y no me encuentro bien.

    Se sent delante del ordenador grande y cerr los ojos. No puedo creer que fuera Ray. Si lo hubiera hecho Ray, hubiese encontrado el medio de sabotear el

    ordenador. Tiene que haber sido otra persona. Jupe asinti. Est bien. Miremos otras fichas. Solicit la de Ted Ariago. Al principio, la informacin sobre Ariago pareca mera rutina. Ariago era viudo. No tena hijos y viva en

    una casa de la ciudad en el barrio Larchmont. Antes de ocupar el cargo de director de la sucursal de Santa Mnica de los Almacenes Becket, Ariago haba sido director de los Almacenes Sur, un negocio que no era de Pilcher.

    El informe de Ariago se convirti rpidamente en algo ms que rutina. El hombre haba sido detenido en cierta ocasin acusado de intento de estafa a una compaa de seguros; hubo un incendio en un edifico propiedad de Ariago y la compaa aseguradora sospechaba que fue provocado. Los cargos fueron retirados por falta de pruebas. Luego, Ariago abandon los Almacenes Sur entre rumores de que haba aceptado

  • adelantos de constructores y suministradores que trabajaban sobre proyectos para la compaa. Haba tambin una nota escueta al final de la ficha: mujeriego.

    La ficha de Chuck Durham, el abogado de Pilcher, era casi tan interesante como la de Ariago. Durham era un jugador, aficionado a las carreras de caballos, al poker, y tambin a correr grandes riesgos en la Bolsa. Pilcher sospechaba que utilizaba fondos que le confiaban algunos clientes que le haban amenazado con solicitar una investigacin de sus cuentas al colegio de abogados. Pilcher consideraba que la amenaza le mantendra a raya.

    En la ficha del hombre que diriga el Banco de Pilcher, en Visalia, constaba que haba sido expulsado de la Marina y degradado. Pilcher lo saba y dejaba que el hombre lo supiera.

    Jupe sigui solicitando ficha tras ficha. Y un secreto tras otro iba apareciendo en el monitor. Incluso la seora McCarthy tena un fallo. Era adicta al juego del bingo dominical de la parroquia de San Atanasio.

    No creo que esto nos lleve a ninguna parte dijo al fin Marilyn. Todo lo que demuestra es que ayer tenamos la casa llena de gente que odia a pap. No tiene ningn amigo. Todo esto me contrara. Y aborrezco el que se haya tomado la molestia de averiguar tanta basura.

    Casi se le saltaban las lgrimas. En aquel momento no defenda a su padre. Jupe tuvo que reconocer que los archivos secretos no resultaban muy esperanzadores. Todos los

    encartados tenan motivos para querer quitar de en medio a Pilcher, pero ninguno ms que los dems. Todos eran sospechosos, o ninguno.

    Hay otra ficha dijo Jupe. Vemosla. Dice: Mujer Vieja y est en espaol. Buena idea! exclam Pete. Probablemente ser algo ms sobre la seora McCarthy. Debe de estar

    conspirando para conseguir ganar en el bingo! Por qu iba a estar en espaol la ficha de la seora McCarthy? -dijo Jupe muy sensatamente y la

    solicit. Era distinta de las otras fichas. Era una carta y estaba dirigida a Marilyn. EMPIEZA POR SOGAMOSO, apareci en la pantalla del ordenador. VE A LA MUJER VIEJA. A LA

    PUESTA DEL SOL DEL SOLSTICIO DE VERANO SU SOMBRA TOCA LAS LAGRIMAS DE LOS DIOSES. TODO PARA TI, PERO VIGILA A NAVARRO,ES LEGAL? AVERIGALO EN EL SIN. Vaya dijo Jupe mientras ordenaba una copia de aquel extrao mensaje. Y cuando la cabeza impresora volaba sobre el papel, mir a Marilyn esperanzado. Ella mene la cabeza.

    No significa nada para usted? le pregunt Jpiter. Nada.

    Se supone que ha de vigilar a Navarro insisti Jupe. Conoce usted a algn Navarro? Marilyn se encogi de hombros.

    Ser otro de los encantadores socios de pap, supongo. En la fiesta no haba ningn Navarro. Me imagino que pap pas por alto a algunos de sus enemigos ms temibles cuando hizo la lista de invitados.

    Los muchachos vieron que lloraba. Las lgrimas resbalaban por sus mejillas y ella no se molestaba siquiera en enjugarlas. Est bien declar Jupe Quizs encontraremos alguna pista en otro lugar. Se apart del ordenador.

    Bob alz una libretita que acababa de encontrar en un cajn. Una libreta de direcciones dijo. Escritas a mano. Los muchachos fueron pasando las pginas una por una, pero all no haba ningn Navarro. Mi madre puede que lo sepa observ Marilyn