4. Tercera Parte - Capitulo III

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130 TERCERA PARTE TEMAS CENTRALES DE POLITICA EDUCATIVA CAPITULO III TEMAS DE POLITICA EDUCATIVA EN EL PERU DE HOY Eduardo Palomino Thompson

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Política Educativa Escolar en el PerúDr. Eduardo Palomino Thompson

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    TERCERA PARTE

    TEMAS CENTRALES DE POLITICA EDUCATIVA

    CAPITULO III

    TEMAS DE POLITICA EDUCATIVA EN EL PERU DE HOY

    Eduardo Palomino Thompson

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    INTRODUCCION

    Luego de haber planteado en el segundo captulo lo que podramos llamar las fuentes de la Poltica Educativa: documentos educativos internacionales; las lneas del pensamiento educativo de la Iglesia Catlica; as como las orientaciones educativas que dimanan de la Constitucin del Per y documentos ltimos de consenso, sin olvidar el estudio del contexto educativo e ideolgico latinoamericano, corresponde a este captulo tercero analizar, aunque sea brevemente, diversos temas fundamentales de Poltica Educativa de particular importancia en y para el Per de hoy. Los asuntos a estudiar obedecen sobre todo a que se consideran aspectos importantes para nuestra educacin, aunque con cierta frecuencia se haga referencia a planteamientos o problemas que tienen relacin o son tiles para cualquier pas. Lo que se busca es proporcionar enfoques educativos apropiados que sean tiles para la orientacin de la educacin en el Per. En otros casos, plantear problemas educativos existentes sobre los cuales tenemos que trabajar con dedicacin.

    El enfoque de cada tema es bsico y corresponde a la pretensin de este libro: colaborar con los estudiantes de educacin, tanto de universidades e institutos pedaggicos como del postgrado. En ningn momento pretende ser un estado del arte de cada aspecto. Simplemente busca provocar el estudio de cada tema, para lo cual se puede aprovechar tambin cierta documentacin de los Anexo de la parte final de este libro. La diferente extensin de cada tema no indica su mayor o menor importancia. As por ejemplo, el autor considera que las fuerzas espirituales que estn detrs de cada persona, pueblo y nacin, constituyen el elemento fundamental del quehacer educativo. Sin embargo, su explicacin es mucho ms simple que otros aspectos de menor importancia; por tanto su espacio es menor en este captulo. La seleccin de temas, aunque tiene siempre algo de subjetiva, obedece bsicamente a que se trata de asuntos de particular relieve. Hubiera sido imposible tratar todos los que son importantes. 3.1 LAS CONVICCIONES Y FUERZAS

    ESPIRITUALES EN LA RAIZ DE LA EDUCACION PARA TODOS. SU INTEGRALIDAD Y CALIDAD.

    El ser humano moderno, mucho ms que en

    pocas anteriores, se ha convencido de la

    importancia de perfeccionarse y progresar. A esa conviccin ha llegado tambin presionado por la demanda social, la cual lo invita a capacitarse y a seguir una educacin ms larga y de calidad como condicin esencial para su desarrollo y satisfaccin personales, as como para su propio progreso econmico, En cualquier proceso humano, primero es la idea y el convencimiento (en este caso descubrir la importancia de la educacin); luego viene el deseo de hacerlo (inters en educarse); finalmente, la accin y realizacin del sueo (lo que implica la voluntad y el hecho concreto de educarse).

    Es muy claro que para llegar a esta

    concrecin es preciso que las personas y los pueblos, convencidos de la importancia de lo educativo, hagan uso de sus fuerzas espirituales. Son ellas las que explican la voluntad de realizacin que se percibe en el hecho de educarse, en la respuesta que significa aprender conocimientos y valores. El esfuerzo de cada uno por hacerlo, imprescindible para la realizacin exitosa, proviene del mpetu espiritual que dan las convicciones y es el que da fuerza a la voluntad para los logros concretos. No hay educacin sin respuesta personal, sin esfuerzo propio, sin deseo profundo.

    Por otra parte, quien se educa, particularmente si es nio o joven, no suele tener la voluntad suficiente para hacer el esfuerzo requerido. Quienes lo educan, padres y maestros, aparte de utilizar la motivacin y el acompaamiento necesitan, en la gran mayora de los casos, recurrir a una respetuosa y sana exigencia. Ella ayuda a logros exitosos en los aprendizajes y en el entero desarrollo de la personalidad. El hecho de haberla descuidado est llevando a una sociedad light, al menos en muchos aspectos.

    En sntesis, la verdadera raz del

    espectacular avance educativo del siglo pasado, y que continuar en el presente, tiene su explicacin profunda en las fuerzas espirituales que estn en cada persona (y tambin en las colectividades), las cuales han puesto sus ideales en una educacin generalizada, integral y de calidad, como meta clara y concreta de su progreso personal, social, cultural y econmico.

    En la raz espiritual de las personas y de la sociedad se encuentra el boom educativo, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. El mayor o menor desarrollo de una persona, o de un pas, radica ciertamente en las fuerzas personales que pensaron, desearon y activaron su propio avance educativo.

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    El siglo XX ha tenido muchas sombras y tambin luces. Ciertamente la mayor de las ltimas, y la que de alguna manera podra caracterizar el siglo, ha sido su conmocin educativa. Es muy posible que el siglo XX pase a la historia mucho ms por haber sido el gran SIGLO DE LA EDUCACION que por sus guerras, luchas ideolgicas, y otros. (Ver otras referencias a este aspecto en el 5to. captulo de este libro: 4.1; 5.1 y 8.1). 3.2 UNIVERSALIZACION DE LA EDUCACION

    Y EDUCACION A LO LARGO DE LA VIDA.

    El tema de la universalizacin de la educacin, uno de los aspectos de este tercer captulo, es tratado desde distintos ngulos en otras partes de este libro. Corresponde a este numeral hacer una referencia a lo principal de lo que aqu se demanda y remitirnos a los diversos captulos. La universalizacin de la educacin es uno de los sueos mayores de las personas y las naciones. Se desea que todos tengan acceso a ella, al menos por un perodo que permita una educacin bsica satisfactoria y de calidad. Asimismo, que quienes se educan sean perseverantes y no deserten. No cabe duda que la universalizacin de la educacin, as como su avance cuantitativo en el Per y en el mundo en el siglo XX, ha sido espectacular. Los 150 000 alumnos del ao 1910 (146 000 en Primaria, 2 500 en Secundaria y menos de 1 500 en Superior) hoy son ms de nueve millones. El 90 % de analfabetos de 1876 hoy se ha reducido a un 10 %. A este progreso excepcional han contribuido: la conciencia de que la educacin constituye un derecho y un deber; el reconocimiento de la importancia de la educacin; el papel que han jugado la obligatoriedad y la gratuidad; y otros. Veamos. 3.2.1 DERECHO. DEBER. HISTORIA.

    IMPORTANCIA. El sentido comn, la vasta documentacin internacional, as como las diversas constituciones del Per, hacen ver con mucho claridad que, el derecho a la educacin, constituye una constante ineludible y gozosa que se relaciona estrechamente con los derechos fundamentales que corresponden a la persona humana y reflejan su dignidad. Adems, su reconocimiento ha permitido el avance en la universalizacin de la educacin en el Per y el mundo. Su difusin ha hecho ver la conciencia que han tomado las

    personas y los Estados al respecto, y de all el empeo de este ultimo en garantizarlo para as universalizarlo. Aunque solamente la Constitucin de 1979 lo coloca con claridad meridiana: El derecho a la educacin y a la cultura es inherente a la persona humana, art. 21, ya en una lejana Constitucin de 1823 se dice en el art. 181: La instruccin es una necesidad comn, y la Repblica la debe igualmente a todos sus individuos; y tambin: Todas las poblaciones de la Repblica tienen derecho a los establecimientos de instruccin que sean adaptables a sus circunstancias (art. 184). La de 1860 en su art. 24 manifiesta: La Nacin garantiza la existencia y difusin de la instruccin primaria gratuita y el fomento de los establecimientos.

    Al respecto, tanto en el mbito internacional como nacional, ha sido ciertamente gravitante en el ltimo medio siglo aquella expresin ya consagrada de la Declaracin Universal de los Derecho Humanos: Toda persona tiene derecho a la educacin (art. 26). Por su parte, la Ley General de Educacin (2003) en el artculo tercero manifiesta: La educacin es un derecho fundamental de las personas y de la sociedad. El Estado garantiza el ejercicio del derecho a la educacin integral y de calidad para todos y la universalizacin de la educacin bsica. De otro lado, no cabe duda que la equidad en la educacin ayuda a que se cumpla el derecho a tenerla. Por ello el artculo 17 de la citada Ley General del 2003 dice: Para compensar las desigualdades derivadas de factores econmicos, geogrficos, sociales o de cualquier otra ndole que afectan la igualdad de oportunidades en el ejercicio del derecho a la educacin, el Estado toma medidas que favorecen a segmentos sociales que estn en situacin de abandono o riesgo para atenderlos preferentemente. En cambio, las constituciones peruanas no han hecho mayor eco al deber de educarse. En todos los aspectos han predominado en las ltimas dcadas los derechos sobre los deberes (a la inversa del primer medio siglo pasado). Habra que equilibrar ambos.

    Es que la educacin no es slo un derecho; es tambin un deber, como lo puntualiza, entre otros, la Declaracin Americana de los deberes y derechos del hombre: Toda persona tiene el deber de adquirir a lo menos la instruccin Primaria (1948). Obviamente hoy da se va al respecto mucho ms lejos que la Primaria.

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    Se ha sido algo ms explcito en momentos importantes al exigir que los padres enven a sus hijos a educarse. As, en la Ley Orgnica de 1941 (ley Oliveira), en el artculo 145, se dice: Los padres, tutores y patronos de nios menores de diecisis aos, estn obligados a enviarlos a la escuela, si stos no tienen el certificado de instruccin primaria elemental. Es indudable que la conciencia de que la educacin es un deber ha ayudado tambin mucho a su universalizacin. En cuanto a la historia de la preocupacin porque la educacin se universalice, ella tiene, en los pases pioneros, apenas algo ms de dos siglos y, el verdadero esfuerzo por su generalizacin menos de uno. En otros casos unos cincuenta aos. Lo avanzado al respecto, a nivel nacional e internacional, es excepcional y constituye el mayor logro de los Estados-Nacin en los tiempos modernos. Es verdad que todava hay ms de ochocientos millones de analfabetos, y que cerca de cien millones no siguen la Primaria, pero el futuro hace ver que se llegar, en unas pocas dcadas ms, a una educacin universal, al menos en la Primaria (los proyectos hablan del 2015, pero ser algo posterior). En cuanto a la importancia de la universalizacin de la educacin, ella es indiscutible. En efecto sea: por la satisfaccin que genera el educarse en la autoestima de las personas; el saber leer, escribir, contar, etc., por la ayuda que significa en la mejora de su dignidad y madurez humana; por el aporte que constituye para el crecimiento econmico propio y de su comunidad local y nacional; en fin, por su ayuda a un ciudadano ms formado y ticamente ms responsable; todo ello hace que la educacin sea un elemento clave en el desarrollo humano y el de cada persona. 3.2.2 CONSENSOS Y AVANCES:

    Obligatoriedad. Gratuidad. Aumento del promedio de los aos de escolaridad.

    El mundo poltico, social, econmico y educativo, tanto internacional como peruano, ha llegado hace mucho tiempo a un consenso en torno a la necesidad de la obligatoriedad de educarse, as como a la urgencia de prolongar la formacin para el propio bien de la persona y el de la sociedad.

    A fin de poder llevar adelante dicho consenso, se ha visto obligado a recurrir a la gratuidad, la cual no es un fin en s misma ni un objetivo a conseguir, sino ms bien la forma de permitir que todos se eduquen en los casos en que no posean recursos suficientes. Por tanto, no

    debe ser reclamada como un derecho por quienes pueden sufragar su educacin. Quienes no pueden hacerlo debieran considerarlo no tanto como una obligacin del Estado, que ciertamente de alguna forma lo es, sino como un servicio generoso que todos los ciudadanos que pagan sus impuestos hacen a quienes poseen menores recursos y que no pueden sufragar su educacin o, en todo caso, como una compensacin que les otorga la sociedad porque a lo mejor en muchos casos los trat injustamente y es corresponsable de su difcil situacin econmica. Aunque obligar algo a una persona suena antidemocrtico, y en cierta forma a atentatorio contra la libertad de la persona y su dignidad, el mundo ha llegando a la conclusin de que hay que exigir que las personas se eduquen formalmente (obligatoriedad de los sistemas educativos), as como que ello sea por un nmero creciente de aos (prolongacin de la escolaridad). Slo as se podrn garantizar avances personales, culturales, sociales y econmicos a los propios sujetos y a la humanidad. El elemento que an queda en discusin es el de la generalizacin y absolutizacin de la gratuidad, obviamente imprescindible para quienes no tienen recursos, pero al parecer discutible para quienes los poseen, tal como se seala en este numeral al tratar de la misma. (Nota: En el numeral 2.1.2, a l se remite al lector, se han tratado, a nivel internacional, aspectos tericos que fundamentan la universalizacin de la educacin. Obligatoriedad. En cuanto al mbito nacional, la obligatoriedad es un precepto constitucional muy antiguo y con un doble significado: tanto que el Estado est obligado a dar educacin a todos en sus obras educativas (deber y garanta de educar a sus ciudadanos, as como que las personas, paralelamente, tienen obligacin de educarse). Por ello, en diversas constituciones de nuestra vida republicana se dice: La instruccin es una necesidad comn, y la Repblica la debe igualmente a todos sus individuos (Constitucin de 1823, art. 181). Garantiza tambin la instruccin primaria gratuita a todos los ciudadanos (1828, art. 171). Garantiza tambin la instruccin primaria a todos los ciudadanos (1839, art. 174). La Nacin garantiza la existencia y difusin de la instruccin pblica (1860, art. 24). La de 1867 es idntica en esta parte.

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    La Constitucin de 1920 inicia en cambio la obligatoriedad para los alumnos: La enseanza primaria es obligatoria en su grado elemental para los varones y las mujeres desde los seis aos (art.53). La de 1933, en su artculo 72, seala que la Primaria es obligatoria. La Constitucin de 1979 lo consigna igualmente en el artculo 25. Finalmente, la de 1993 establece en su artculo 17 que, tanto la Inicial, como la Primaria y Secundaria, son obligatorias, con lo cual se ha dado un paso definitivo y al parecer terminal, al menos por un buen nmero de aos. Una revisin histrica del proceso de incorporacin de alumnos a la escuela peruana muestra que, si bien es cierto no se ha cumplido todava, y tardar seguramente un par de dcadas en cumplirse a cabalidad, ha habido avances espectaculares e insospechados que son motivo de satisfaccin para los padres, as como la sociedad civil, eclesial y poltica. Ello ha sido ciertamente ayudado por la obligatoriedad tantas veces mencionada y legislada. Gratuidad. Como se puede suponer, no es lgico declarar la obligatoriedad de un nivel educativo si las personas sin recursos para educarse no pueden hacerlo gratuitamente. De all las normas constitucionales, legales y presupuestales posteriores a las decisiones de gratuidad, las cuales fueron en ayuda de esta decisin. Por ello, la universalizacin de la educacin tiene una historia de avance similar a las disposiciones sobre gratuidad y obligatoriedad. As, la Constitucin de 1828 manifiesta que: Garantiza tambin la educacin primaria gratuita a todos los ciudadanos (art.171); la de 1839 lo confirma de manera idntica (art.174). La de 1860 dice al respecto: La Nacin garantiza la existencia y la difusin de la instruccin primaria gratuita (art. 24). La de 1920 en cambio: que la Nacin garantiza su difusin gratuita (art. 53). La de 1933 (art. 72) tambin manifiesta que la Primaria es gratuita.

    La Constitucin de 1979 (art.25) tambin lo expresa, pero haciendo una acotacin nueva e importante, y una limitacin que alejaba la posibilidad de obtener ayuda econmica a quienes se educaban fuera del marco estatal. All se manifiesta que: la educacin impartida por el Estado es gratuita en todos sus niveles, con sujecin a las normas de ley.

    La Constitucin de 1993 (art. 17) dice que:

    En las instituciones del Estado, la educacin es gratuita; pero luego hace algunas limitaciones para las universidades pblicas (las cuales nunca se han llevado a la prctica por motivos polticos).

    Asimismo, en el artculo 17, se expresa algo de importancia para quienes, no deseando una educacin estatal gratuita, no tienen mayores recursos y desean una educacin diferente, privada, cooperativa, u otra, y se sienten con derecho a que el Estado colabore econmicamente con la educacin de sus hijos, por ser ellos tambin peruanos y contribuir con sus impuestos. El artculo dice as: Con el fin de garantizar la mayor pluralidad de la oferta educativa, y en favor de quienes no puedan sufragar su educacin, la ley fija el modo de subvencionar la educacin privada en cualquiera de sus modalidades, incluyendo la comunal y la cooperativa. Transcurridos doce aos no ha habido legislacin alguna que lo concrete y desarrolle. Es ms, en el proyecto de modificacin constitucional del 2003 esta parte se ha eliminado, lo que parece desacertado ya que ser muy necesaria en el futuro. En efecto ya se escuchan voces, de quienes tienen sus hijos en la educacin privada, reclamando que con frecuencia quienes reciben educacin gratuita en el Estado tienen mejor posicin econmica que ellos, y que lo muestran colocando a sus hijos, posteriormente, en universidades privadas. Asimismo, que todos tienen derecho a participar en los beneficios del Presupuesto Nacional al que ellos tambin contribuyen con sus impuestos y que, por tanto, ellos tambin debieran recibir ayuda econmica para sufragar al menos parte de sus gastos en la educacin no estatal. Es ms, se dice que estas personas con posibilidad econmica que estn siendo subsidiadas en la educacin por el Estado, debieran al menos contribuir de alguna manera a su educacin pagando al menos parte de sus estudios, ms an en los casos en que ellos son para una carrera profesional. En la medida que: pase el tiempo y el Estado peruano vaya teniendo ms recursos; la poblacin escolar peruana no aumente mayormente; y otros pases vayan implementando ms polticas de subsidios de este tipo, este justo reclamo va ser cada da mayor. Conviene ir haciendo ensayos de frmulas justas y apropiadas para algo que va a llegar. Conviene tambin estudiar formas de contribucin de quienes pueden colaborar, por impoltico que sea. Al respecto, una de las formas ms apropiadas lo constituyen los llamados cheques escolares, ya que ellos dejan la eleccin de la escuela a cada familia y no condicionan a la

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    institucin, cosa que suelen hacer los Estados cuando otorgan directamente un subsidio a la misma institucin educativa, estableciendo una serie de condiciones indebidas que van en contra de la libertad de enseanza y autonoma de los centros. (Ver ms extensamente el tema del cheque escolar en el numeral 3.5.6 sobre libertad de enseanza en este mismo captulo tercero). Dentro de la misma concepcin, no poco reclaman que, quienes tienen una educacin gratuita en su carrera, debieran resarcir posteriormente el costo real de la misma. Por otra parte, no cabe duda que, sobre todo en los ltimos 60 aos, el Presupuesto Nacional, liderado por el correspondiente gobierno de turno, ha destinado partidas muy importantes (las mayores) a cumplir con esta decisin constitucional. Se podr reclamar que pudo ser algo mayor, pero no fue nada despreciable, y se debe tener en cuenta que el educativo no es el nico gasto social y nacional. En sntesis, se puede decir que la gratuidad ha sido y es importantsima para que muchos estudiantes puedan educarse, pero que habr que revisarse en varias direcciones para que: su desarrollo no agote las finanzas del Estado peruano; para que sea justa y equitativa; para que no signifique abuso y aprovechamiento de algunos en desmedro de otros. Aumento promedio de los aos de escolaridad. En lo que hace referencia a la prolongacin o extensin de la educacin en nmero de aos, ella se ha ido logrando paulatinamente con avances ya en el siglo XIX, debido a los esfuerzos por brindar escuela elemental a todos lo que lo desearan, hasta por las exigencias posteriores de una Primaria obligatoria y, desde hace una dcada, ya en el siglo XX, de la Inicial, Primaria y Secundaria, tambin ya en rgimen de obligatoriedad. Pero es ms, no se ha tratado simplemente de disposiciones legales que han alargado la educacin, sino que ha sido sobre todo la conciencia de los padres y la sociedad, civil y eclesial, la que ha hecho que se enve a los nios y jvenes a la escuela por perodos incluso que superan ampliamente lo legislado. As, hoy el Per se encamina hacia lograr un promedio de diez aos de educacin por cada peruano, lo cual constituye un gran avance y comienza a ser significativo. Es obvio que los pases desarrollados han superado en promedio al nuestro, as como las propias exigencias de obligatoriedad que ellos se haban fijado, las mismas que van quedando obsoletas y sin sentido en la medida que, las

    personas y la sociedad, asumen plena conciencia de la necesidad de educarse por un mayor nmero de aos, sobre todo debido a la creciente exigencia profesional y laboral. En otras palabras, el fenmeno mundial de la prolongacin de la escolaridad es un hecho palpable y, en nuestro caso, ha llegado para quedarse. Las siguientes dcadas vern la progresiva generalizacin y culminacin por los alumnos de la Inicial, Primaria y Secundaria en el Per, as como el continuo aumento de la Educacin Superior. Todo esto llevar a la consiguiente mejora del promedio de aos de escolaridad. Eso s, habr que trabajar ms en el sector rural y con las personas con problemas de aprendizaje, para lo que se tendr que buscar formas creativas de eliminacin de obstculos. 3.2.3 PROBLEMAS PARA LA

    UNIVERSALIZACION: El no acceso. La extraedad. La repeticin de grado. La desercin.

    Las estadsticas educativas de diverso

    tipo, mostradas en los niveles correspondientes a lo largo del primer captulo, manifiestan el gran avance de la escolarizacin en el Per en las ltimas dcadas. No obstante, subsisten problemas que impiden un mayor avance de la escolarizacin, aparte de que atentan contra la calidad educativa. A ellos se dedica este numeral. El no acceso. El acceso a la Educacin Inicial es cada da mayor, y el que corresponde a los nios de cinco aos va yendo hacia una universalizacin acelerada y conveniente, lo cual va a permitir un primer ciclo de Primaria exitoso para la inmensa mayora de los nios, con lo que la repitencia y desercin van a disminuir en el futuro.

    De todas formas, ms 330 mil nios de este nivel inicial son atendidos en forma no escolarizada, con las importantes limitaciones de esta situacin. Asimismo, algunos otros cientos de miles no son atendidos bajo ninguna forma. El ideal de una formacin de Inicial universal de 03 a 05 aos est an lejos, pero se sigue avanzando. El apoyo a los nios de cuna ciertamente es ms complicado y problemtico, pero ha habido avances significativos. El acceso a la Primaria es ya desde hace aos generalizado y existen escuelas en los ms apartados lugares del Per. Aunque sea bajo el sistema de escuelas unidocentes, prcticamente todos los nios pueden seguir su Primaria. Cada ao ingresan al primer grado alrededor de 670 000 nios y con tendencia al no aumento y a la disminucin al irse superando el problema de la

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    extraedad y la disminucin del aumento de la tasa de natalidad. Aunque el acceso a la Secundaria se ha generalizado como posibilidad en el sector urbano y urbano marginal, no lo es siempre en las zonas rurales, al existir muchas menos escuelas secundarias que primarias, y por tanto tener un acceso ms difcil para muchos alumnos por la lejana de las viviendas. Se est implementando un programa de Secundaria a distancia, aprovechando las tecnologas de la informtica y comunicacin, las cuales podran resolver en parte el serio problema que significa el acceso para adolescentes y jvenes de zonas distantes y de difcil acceso. La extraedad. El hecho de tener que recorrer cierta distancia hasta la escuela en las zonas rurales (sobre todo las nias), as como el desconocimiento de la importancia de una educacin oportuna y en su edad ha determinado, entre otras razones, que muchos nios y nias demoren su ingreso a la escuela. Si a ello aadimos la frecuente repeticin de grado de estudio que desconecta a los alumnos de los compaeros de su edad, as como la desercin temporal por problemas econmicos o de trabajo, se puede encontrar una explicacin del por qu en el Per existen problemas de extraedad. De todas formas el serio problema que esto representa, sobre todo para el propio alumno, aunque tambin para la sociedad, va mejorando. En efecto, por una parte, y es lo ms importante, va habiendo una toma de conciencia, an en el sector rural, de la conveniencia de enviar a los nios y nias (en ellas siempre hay un poco ms de problema en el campo) a la escuela en la edad correspondiente. Por otra parte, la promocin automtica, sobre todo de 1ro a 2do grado de Primaria (con la cual estoy en desacuerdo porque no es dable que pase de grado quien no tiene la base para desarrollar adecuadamente el siguiente), ha permitido que los alumnos no se retrasen al menos en el primer grado. Adems, como se seala en el comentario ministerial a la estadstica de calidad educativa (2003): La reduccin de la repeticin de grado que se inici con el programa de articulacin hizo ms homognea la distribucin de la matrcula de primaria por grado, pero complic la del segundo grado en el cual s se puede repetir. Finalmente, no queda duda que la extraedad se seguir reduciendo para beneficio de la misma educacin, aunque nunca desaparecer, ya que hay alumnos que, si no se encuentran

    capacitados para aprovechar unos estudios, ser mejor que demoren su ingreso o repitan el ao; de lo contrario su trauma ser mayor. La repeticin de grado. La repeticin de grado, en pocas anteriores, ha sido muy frecuente y consecuencia tanto de prcticas ordinarias y normales del profesorado, como del convencimiento de su efectividad y justicia por parte de los propios padres. Si el alumno no saba, haba que aplazarlo. Reflexiones posteriores y avances en la pedagoga hicieron ver, entre otros: que no todo los alumnos son iguales; que los ritmos de aprendizajes varan; que hay diversos estilos de aprendizaje, como de enseanza; que una serie de problemas de hogar y de situacin anmica influyen notablemente en el aprendizaje; y otras muchas razones ms las cuales comenzaron a cuestionar, no sin razn, la rapidez y facilidad con que los alumnos perdan el ao, con las consiguientes secuelas negativas para l (incluyendo su fcil desercin). Parece que habra que situarse en una posicin de alguna manera intermedia entre la antigua, dura, y la nueva radicalmente opuesta. Cada una tiene sus pro y sus contras, pero no parece que ninguna, en exclusividad, pueda constituir la respuesta nica y adecuada. En efecto, si la posicin de la aprobacin automtica no es seguida por un notable acompaamiento, no conduce sino al retraso, al menos intelectual, del alumno. Si la repeticin no va acompaada de la ayuda y el seguimiento, ha sido medio intil el aplazar. Una comparacin entre los promedios de repitencia en el 1997 y el 2001, en Primaria de menores, muestra un porcentaje entre el 8 y el 9 % si es entre mujeres y hombres. Pero la diferencia entre lo pblico y privado s es muy fuerte: 9 y 2 % respectivamente. En el ao 2002 cerca de 425 000 estudiantes de Primaria se matricularon en el mismo grado que el ao anterior. En Secundaria de menores el promedio de desaprobados sube al 10 % y es tambin similar en 1997 y el 2001. En la privada, en ambos casos, es aproximadamente la mitad que en la pblica. En este nivel, en el 2002, 117 000 alumnos se matricularon en el mismo grado que el ao anterior. Por otra parte, es conveniente manifestar que, aunque no sea lo deseable, con cierta frecuencia una repeticin de grado adecuadamente explicada y motivada, deviene en una reaccin del alumno y la familia, y coloca al

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    estudiante en un nivel de estudio en que ya no es la cola ni la vergenza. Aparte de ello, la repeticin significa un gasto notable para el Estado y las familias. No obstante ello, no debe significar la aprobacin por la aprobacin. Habr que buscar estrategias de ayuda a los educadores y solicitar mayor esfuerzo de los alumnos. Desercin. El retirarse de la escuela o colegio constituye una prctica lamentable y frecuente que, gracias a Dios y a una mejor conciencia personal, familiar y social, est comenzando a retroceder visiblemente en nuestro pas. Sus perjuicios, para las propias personas y para la sociedad, son lamentables y, salvo muy raros casos, irreversibles. Las personas quedan marcadas en su autoestima y limitadas en su desarrollo intelectual, formativo y futuro desarrollo profesional. No hace falta explicarlo para entender sus letales consecuencias. Como tantas cosas, las causas de la desercin son mltiples y complejas. He aqu las que parecen ms significativas: - La extraedad, analizada en este mismo

    numeral. Ella implica fcilmente desnimo de los alumnos y molestias de los compaeros, mxime si no hay brillo en el rendimiento u otro tipo de liderazgo. Puede llevar a la desercin.

    - La repeticin de grado, que causa

    vergenza, molestias de los compaeros y que, por ello, desanima e invita a la huida.

    - La necesidad real, o supuesta, de trabajar por

    necesidades econmicas de la familia, o por costumbre familiar.

    - El inadecuado trabajo de los maestros: no

    motivan bien; explican deficientemente; tienen escasa empata y no crean un buen clima en el aula; llegan a maltratar fsica o psicolgicamente a los alumnos; no ponen empeo ni exigencia en su trabajo.

    - Por el maltrato de los propios compaeros (a

    vista y paciencia del profesor). - Por el escaso esfuerzo de los alumnos (en

    muchos casos lo principal). - Por el escaso apoyo y sana exigencia de los

    padres. - En fin, por la deficiente infraestructura y falta

    de materiales.

    Obviamente, un trabajo serio en los distintos aspectos manifestados ayudar a disminuir la desercin.

    Estadsticas.

    En 1985, en la Educacin Primaria de Menores eran promovidos el 77,6% de alumnos; el 14,7% repeta el ao y 7,7% desertaba. En 1987 los ndices eran ligeramente ms favorables. Esto representaba, en 1985, ms de 720 000 alumnos entre repitentes y desertores. En el 2001 los repitentes en el sector urbano fueron 7 %, en tanto en el rural alcanzaron un 13 %. En lo referente a la desercin fueron 5 y 11 % respectivamente. Por otra parte, si observamos los repitentes y desertores durante toda la Primaria en los aos indicados tenemos constataciones muy graves, aunque es verdad que comparando con aos anteriores a esas fechas hubo importantes progresos. En cuanto a la Secundaria, aparte del 17% que quedaba fuera del sistema formal, en 1987 haba una repitencia del 8,7% y una desercin del 7,8%. En el 2001 los desaprobados alcanzaban a un 10% tanto en el rea rural como en la urbana. La desercin era del 5% en el sector urbano y 11% en el rural. En Educacin Inicial la situacin es diferente. Vale la pena mencionar que para 1995 se estimaban en 603 946 los alumnos escolarizados, y 332 692 en el sistema no escolarizado en los tres grados de jardn. Obviamente aqu los problemas de repitencia y desercin son mnimos. Esta cifra representaba una cobertura un poco mayor al 50% de la poblacin entre 3 y 5 aos. Datos estadsticos ms recientes sealan que en la Primaria de menores (1992-1993) un 78,6% fue promovido; un 15,5% repiti el ao; un 5,9% desert (censo escolar 1993). En cambio en Secundaria, segn el mismo censo, los promovidos fueron 82,1%, los repitentes 10,1% y los desertores 7,8%. Otras fuentes sealan que en 1993 hubo en Primaria 863 000 alumnos repitentes (22%) y 274 000 (16%) en Secundaria. Por otra parte en Primaria 227 000 abandonos y en Secundaria 99 000 (5,8% en ambos casos). Al respecto se calculaba, teniendo en cuenta un costo unitario por alumno de Primaria de 102 dlares y de Secundaria de 148 dlares, que el costo total de abandonos y repitencia significaba 166 millones de dlares. (Datos en base a informaciones publicadas en el diario El Comercio el 28-11-93). En la 45 reunin de la Conferencia Internacional de Educacin de 1996 (Ginebra) el Per present su Informe Nacional en base a datos del censo escolar de 1993 y de la unidad estadstica de 1996. He aqu, textualmente, una cita

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    respecto al tema que estudiamos (comprende lo estatal y privado):

    Segn la Unidad de Estadstica del Ministerio de Educacin, la eficiencia interna del sistema educativo en la Educacin Primaria y Secundaria registra una franca mejora. En efecto, las tasas de promocin en la Educacin Primaria habran pasando del 76,8% en el perodo 1990/91 al 81,1%, mientras en la Educacin Secundaria la mejora habra sido del 81,5% al 84,9%.

    El abandono de la escuela se presenta ms intensamente en la Educacin Secundaria al alcanzar el 6,2%, mientras que en la Educacin Primaria es de 3,2% en el perodo 1994/95. Caso inverso es el que se presenta tratndose de la repeticin de grado: en la Educacin Primaria era casi el doble que en la Educacin Secundaria.

    La Educacin Primaria y Secundaria en el rea urbana, ambas en la modalidad de menores, tenan tasas de promocin superiores en 25% y 9,6% a las del rea rural. En el rea urbana hay la mitad de desaprobados que en la rural y 2,3 veces menos retirados. En Secundaria el abandono de la escuela en el rea rural es 2,6 veces mayor que en la urbana.

    Por grados educativos se observa que el fracaso escolar es significativamente mayor en los primeros grados, tanto en la Educacin Primaria como Secundaria. En el primer grado de la Primaria la repeticin y el abandono de la escuela sumaban el 34,9%; en el segundo grado el 22,8%. En cambio en el sexto grado se redujo a 9,2%. En el caso de la Educacin Secundaria el fracaso escolar era el 24% en el primer grado y el 11,2% en el ltimo grado.(

    1) (Hasta aqu la cita).

    Es necesario manifestar que la mayora de la desercin y repitencia escolar proviene de las instituciones estatales. Segn la misma fuente anterior, el censo escolar de 1993 muestra que mientras las tasas de desaprobacin y retiro en la Educacin Primaria privada eran de 3,6%, en cada caso, en las pblicas llegaban al 13,3% y 10,2%, respectivamente.(p. 29). En el 2001 eran tambin mucho menos de la mitad en el sector privado. Acercndonos a los aos actuales tenemos que, en 1997, en Primaria los desaprobados eran el 8%. En el 2001 los desaprobados tenan un porcentaje similar y los retirados apenas haban bajado al 7%. En tanto en el 2001 el porcentaje de desaprobados se mantena en el 10% y el de retirados bajaba ligeramente al 6%. Es preciso anotar tambin que es posible que la clara disminucin de la repitencia y

    1 MINISTERIO DE EDUCACION: Per Informe Nacional, pp.

    29 y 30.

    desercin, comparada con 3 4 dcadas atrs, se deba a: A) La disminucin de la exigencia educativa en

    cuanto a los conocimientos, hecho que se viabiliz en la dcada de los 50 al tener que disminuir los requisitos ante el ingreso masivo de alumnos, con mucho menos base cultural, en el sistema educativo;

    B) El concepto de promocin automtica, vigente

    entre nosotros en la dcada del 70 a raz de la reforma educativa (hoy se ha establecido nuevamente en los primeros grados). Su puesta en prctica, muy discutida por cierto, signific la promocin sin suficiente preparacin de muchos alumnos;

    C) Diversos dispositivos de los ltimos aos que

    han ido permanentemente en la lnea de facilitar la aprobacin del ao escolar. Todos los aspectos mencionados repercutieron mucho ms en la poca calidad de la educacin estatal.

    Por otra parte, no hay que olvidar que la parte cognoscitiva, relacionada normalmente con la gran mayora de la repitencia, es slo un aspecto de la educacin del nio y del adolescente. En efecto, de otro lado, hay tambin nios que repiten o se alejan del colegio por problemas tpicamente conductuales en el amplio sentido de la palabra, o tambin por situaciones familiares o peculiares. Otros lo hacen porque su conducta, y/o falta de madurez psicolgica, propicia que sean retirados por la direccin del colegio por importantes desajustes que no se sabe cmo resolver. No toda la culpa es del colegio o la escuela como se suele decir. Mucho habr que trabajar en este sentido para evitar deserciones y repitencias. Si en las casas se normara mejor desde pequeos las cosas podran mejorar. Cabe preguntarse, por otra parte qu hubiese sucedido de haberse mantenido la exigencia antigua. La desercin y repitencia habran llegado a lmites increbles, lo cual tampoco hubiera favorecido la democratizacin de la educacin. (Nota: ver otros aspectos de desercin y repitencia en el Per en este mismo captulo en 3.11.3, 3.11.4, 3.12.4.1). 3.2.4 DESAFIOS A LA UNIVERSALIZACION. El analfabetismo. En el Per un 10 % de la poblacin, sobre todo rural e indgena, y en el mundo unos ochocientos millones de personas, son analfabetas. Adems, 100 millones de nios y nias son seguros candidatos al no estar siguiendo la Primaria. Todo esto constituye un desafo notable, ya que sin la

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    superacin de este problema no se habr llegado a la real generalizacin de la educacin. A nivel mundial la reunin de Dakar (2000) se plante como objetivo reducir a un 50 % el analfabetismo para el 2015. Ojal se consiga siquiera la mitad de lo proyectado. En el Per contina la permanente pero difcil campaa de alfabetizar a las muchas personas mayores, particularmente quechua hablantes, que an no manejan el castellano. Las ltimas cifras, Septiembre del 2005, sealan que existen an 2 474 000 analfabetos, de los cuales 737 000 seran analfabetos funcionales, es decir que nicamente han tenido dos a tres aos de Primaria y en la prctica no leen y funcionan como analfabetos. Se sabe que, de lejos, la mejor solucin es la escuela para todos, pero esto puede funcionar para las futuras generaciones, no para las que pasaron sin alfabetizarse. Habr que poner nfasis en la tarea y multiplicar los alfabetizadores, aspecto en el que el Ministerio de Educacin est haciendo un especial esfuerzo desde hace aos. De todas formas, no hay que tener al respecto demasiadas esperanzas. Alfabetizarse a cierta edad es difcil y muchos alfabetizables ya no lo consideran importante.

    (El tema del analfabetismo se menciona aqu nicamente en el sentido de un reto a la universalizacin de la enseanza. Ms informacin sobre l en el captulo primero y sobre todo en este captulo (3.15.7) .Tambin en el quinto). La educacin de adultos. Ubicada ahora, como la alfabetizacin, dentro de la Educacin Bsica Alternativa, la antes denominada Educacin de Adultos tiene como objetivo brindar una formacin fundamental para el trabajo, as como para el desarrollo de capacidades empresariales a los jvenes y adultos que no tuvieron acceso a la educacin regular, o no la pudieron culminar. Siendo muchos los peruanos en esta situacin, su avance y solucin constituye otro desafo de singular importancia, y al cual se le deben destinar recursos humanos y econmicos. Sin su solucin, al menos notable, no se pude hablar con propiedad de que se ha universalizado la educacin en el Per. Los cambios curriculares de los programas de alfabetizacin, con objetivos ms ricos y que respondan mejor a las necesidades, permiten augurar mejores resultados. Pero el problema principal sigue siendo el acceso y perseverancia de gente mayor que, con frecuencia, ya no tiene mayor inters en alfabetizarse o progresar en su desarrollo personal y laboral.

    3.2.5 LA EDUCACION A LO LARGO DE LA VIDA.

    En 1972 la UNESCO public un Informe

    cuya realizacin fue presidida por E. Faure, poltico e intelectual francs que presidi una Comisin especial. Las recomendaciones principales a fin de afrontar educativamente con xito el siglo XXI eran que era necesario: Aprender a ser, justamente el ttulo del Informe. Asimismo, promover la educacin permanente, como forma sobre todo de afrontar los nuevos retos profesionales. El Informe de 1996 de la UNESCO, encomendado esta vez a Jacques Delors, y una Comisin especial, se denomin La Educacin encierra un Tesoro (Informe Delors). En esta oportunidad se plante que los aprendizajes bsicos necesarios para enfrentar adecuadamente el siglo XXI eran: aprender, a ser (como en 1972), a conocer, a hacer, a vivir unidos (se insisti en la importancia de este ltimo). Un aspecto, tal vez algo ms olvidado, ha sido que el otro asunto central del Informe fue el nfasis y el nuevo sentido dado a la educacin permanente al hablarse de una educacin a lo largo de la vida. En efecto, el trmino permanente fue tomado en el sentido sobre todo de la formacin profesional o laboral: la puesta al da para estar ms capacitado para el trabajo. En cambio, el Informe de 1996 apuesta por un planteamiento ms integral, el mismo que se expresa con claridad en las pistas y recomendaciones del captulo correspondiente:

    Ahora se trata de que se ofrezca a todos la posibilidad de recibir educacin, y ello con fines mltiples, tanto si se trata de brindar una segunda o tercera ocasin educativa o de satisfacer la sed de conocimientos, de belleza o de superacin personal como de perfeccionar y ampliar los tipos de formacin estrictamente vinculados con las exigencias de la vida profesional, comprendidos los de formacin prctica.

    Como se puede observar, se quiere que,

    a lo largo de la vida, no slo se forme profesionalmente, sino que cada persona se forme integralmente incluyendo aspectos culturales, ticos, valorativos, de la propia madurez, y otros.

    Se trata de un planteamiento muy

    importante para la generalizacin de la educacin, ya que si hasta el momento ella pareca concluir con el compromiso de la Educacin Bsica, y en cierta forma lo sigue siendo, con este nuevo planteamiento no deja de abrirse un nuevo e inmenso campo, puesto que la nueva universalizacin rompe el lmite de una edad

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    determinada y pasa a abarcar la vida entero de las personas y en su totalidad, en su integralidad, y no nicamente lo profesional.

    En otras palabras, quienes elaboren en el

    futuro las polticas educativas (Estado, Iglesias, Sociedad Civil, Empresas), deben tener presente que la generalizacin no tiene la dimensin slo inicial en el tiempo, sino que ha adquirido la cronologa de la vida entera. Asimismo, que ella debe comprender no solamente lo profesional y laboral, sino el entero del desarrollo de la persona humana, a fin de que conviva mejor, desarrolle sus cualidades y valores, etc. 3.3 EDUCACION INTEGRAL PARA

    SATISFACER LAS NECESIDADES BASICAS DE APRENDIZAJE.

    Una formacin integral requiere que el hombre se desarrolle en relacin a: s mismo, a los dems, a Dios, a las cosas; ya que ellos parecen constituir los cuatro aspectos de contacto posibles para su yo. El anhelo natural del hombre de ser una persona feliz lo lleva a querer conocer ms y ser persona ms capaz, as como a poseer el control de lo que lo rodea y puede ayudarlo en su desarrollo. Su caracterstica de ser inteligente lo lleva a preguntarse acerca del sentido de su vida, su origen, la propia finalidad y su fin temporal. Todo ello lo empuja fcilmente a una reflexin religiosa y a Dios, para lo cual es ayudado por la Revelacin. Pero tambin lo lleva a tener una cosmovisin de la realidad y del mundo y de las finalidades de la existencia. Por otra parte, su caracterstica de ser social lo induce a relacionarse, vivir en comunidad y aceptar reglas colectivas de conducta. Asimismo, su interralacin con los otros seres humanos y el deseo de comunicarse, de conocer y de progresar, lo lleva a mltiples relaciones que le permiten desarrollar la cultura, lenguajes de comunicacin, y otros. De otro lado, no es ajeno a que vive en un mundo material que debe amar, cuidar y respetar, ya que en l vive y se desarrolla y debe ser la herencia para sus hijos.

    Una educacin integral requiere que los diversos aspectos mencionados, y otros olvidados, estn desarrollados armoniosamente. Igualmente que no haya vacos importantes y que exista una jerarqua entre ellos, siempre que sea necesario. De lo contrario podra haber importantes lagunas,

    o ciertos aspectos bsicos quedar relegados u olvidados. Por otra parte, el hombre nace ms desprotegido que cualquier otro ser viviente. Los dems seres, guiados por el instinto y por variadas razones, van encontrando su desarrollo con prontitud y con ayudas menores. En cambio el hombre, al desarrollar aspectos como la inteligencia y voluntad y ser un ser histrico y proyectivo, tiene un proceso de desarrollo ms lento y, sobre todo, lo debe realizar en estrecho contacto con seres similares que le traspasan el legado de su cultura y colaboran as a que se haga ms plenamente hombre. Esta situacin de debilidad y limitaciones iniciales es atendida ante todo por los padres, quienes son los que lo introducen en el mundo de la lengua y la cultura y en su desarrollo fsico inicial y hbitos bsicos. Su papel en una educacin integral es indispensable. Ms adelante, la complejidad de los nuevos desarrollos y saberes que debe adquirir, as como el avance en sus ricas potencialidades, tiene un aliado en la escuela y el colegio, quienes le proporcionan, en forma orgnica, saberes estructurados y una formacin estable y sostenida. La sociedad en general, de mltiples formas, contribuye tambin a la formacin integral de la persona, particularmente en la socializacin (aunque tambin en diversos aspectos lo deforma al trasmitirle su egosmo, agresividad, ambicin, y otros). Ciertamente los mtodos que padres, maestros y sociedad empleen para convencer, motivar y hacer desear una formacin seria a cada persona, juegan un papel fundamental en el progreso lento o rpido, profundo o superficial, de la formacin integral de cada cual. No obstante, y esto hay que recalcarlo, la respuesta de cada persona, nio o adulto, su esfuerzo o apata, constituyen la clave de la mayor o menor formacin integral de la persona. No existen frmulas mgicas que den un resultado positivo sin la colaboracin personal. Si las hubiera, estaramos hablando de manipulacin y de ausencia de libertad. Finalmente, es preciso manifestar que el desarrollo de la persona en sus caractersticas espirituales, ticas y de valores, es claramente superior a otros aspectos, por estimables que ellos sean en el quehacer cotidiano concreto. Es que ellos van a la esencia y a los fundamentos, y su mayor profundidad permite incluso alcanzar luego objetivos ms puntuales de todo gnero (cognitivos, laborales etc.).

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    3.3.1 DESARROLLO DE LA PERSONA Y DE SUS POTENCIALIDADES.

    La riqusima pero compleja personalidad

    del hombre hace que su formacin sea algo maravilloso, pero tambin muy complicado, y que dependa de mil factores y de la posibilidad de mltiples combinaciones. Si observamos algunas de sus caractersticas bsicas: inteligencia, voluntad, conciencia, comprensin de s mismo, sentido histrico, sentido proyectivo hacia s mismo, capacidad de amar, y otras, la tarea de educarlo es ardua e inacabable. Por ello, la formacin integral como persona comprende tantos y tan variados aspectos. A continuacin se mencionan los que aparecen como centrales dentro de una formacin tpicamente escolarizada, sin agotar con su mencin y breve explicacin, en casos, los elementos que pueden ser considerados y que varan segn la cosmovisin de cada escuela y profesor. Ellos corresponden a planteamientos de documentos nacionales e internacionales. La educacin integral requiere, segn la Constitucin del Per de 1993: - el desarrollo integral de la persona (art.

    13). - el conocimiento, el aprendizaje y la prctica

    de las humanidades, la ciencia, la tcnica, las artes, la educacin fsica y el deporte (art. 14).

    - La formacin tica y cvica y la enseanza de la Constitucin. La educacin religiosa que se imparte con respeto a la libertad de conciencia ( art. 14).

    La Declaracin Mundial sobre Educacin

    para Todos (Jomtien, 1990, art.1): - Las necesidades bsicas de aprendizaje

    comprenden: - tanto las herramientas esenciales para el

    aprendizaje (tales como lectura y escritura, expresin oral, aritmtica, resolucin de problemas), como los contenidos bsicos mismos del aprendizaje (conocimientos tericos y prcticos, valores y actitudes) requeridos para que los seres humanos sean capaces de sobrevivir, desarrollen sus capacidades, vivan y trabajen con dignidad, participen plenamente en el desarrollo, mejoren la calidad de sus vidas, tomen decisiones fundamentales y continen aprendiendo (art. 1.1).

    - la responsabilidad de respetar y enriquecer

    su herencia comn- cultural, lingstica y espiritual- los compromete a promover la educacin de otros, fomentar la causa de la

    justicia social, lograr la proteccin del medio ambiente y tolerar los sistemas sociales, polticos y religiosos que difieren de los propios, siempre que aseguren la proteccin de los valores humanistas y de los derechos humanos comnmente aceptados; los compromete tambin a trabajar por la paz internacional y la solidaridad en un mundo cada vez ms interdependiente (art. 2,2).

    El Vaticano II en la Gravissimum Educationis Momentum, 1965: - Todos los hombres, de cualquier raza,

    condicin y edad, en cuanto participantes de la dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable a una educacin que responda al propio fin, al propio carcter y al diferente sexo, y que sea conforme a la cultura y a las tradiciones patrias, y, al mismo tiempo, est abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos, a fin de fomentar en la tierra la verdadera unidad y la paz. Mas la verdadera educacin se propone la formacin de la persona humana en orden a su fin ltimo y al bien de las sociedades de las que el hombre es miembro y en cuyas responsabilidades tomar parte una vez llegado a la adolescencia (art.1).

    - Hay que ayudar pues, a los nios y

    adolescentes, teniendo en cuenta el progreso de la sicologa, de la pedagoga y de la didctica, a desarrollar armnicamente sus condiciones fsicas, morales e intelectuales, a fin de que adquieran gradualmente un sentido ms perfecto de la responsabilidad en el recto y laborioso desarrollo de la vida, y en la consecucin de la verdadera libertad, superando los obstculos con grandeza y constancia de alma. Hay que iniciarlos, conforme avanza su edad, en una positiva y prudente educacin sexual. Hay que prepararlos adems para la participacin en la vida social, de forma que, bien instruidos con los medios necesarios y oportunos, puedan participar activamente en los diversos grupos de la sociedad humana, estn dispuestos para el dilogo con otros y presten su fructuosa colaboracin gustosamente a la consecucin del bien comn (art. 1).

    - Declara igualmente el sagrado Concilio que

    los nios y adolescentes tienen derecho a que se les estimule a apreciar con recta moral y a prestarles su adhesin personal y tambin a que se les estimule a conocer y amar ms a Dios. (art. 1)

    Por otra parte, la pedagoga, la psicologa

    y otras ciencias de la educacin, nos llevan a

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    completar la visin de la Constitucin, el documento de Jomtien y el del Vaticano II. Ellas nos hablan del desarrollo en mltiples lneas ms concretas que suponen, entre otros aspectos: los intelectuales, emocionales y fsicos; todo tipo de potencialidades; de habilidades, destrezas, competencias, capacidades; de actitudes y valores; de lo tico; de la adquisicin de los instrumentales bsicos (lectura, escritura, y otros). De otro lado, de la capacidad de resolver problemas, enfrentarlos y sufrirlos con serenidad, de vivir alegres y felices, etc. 3.3.2 AREAS BASICAS DE FORMACION. Los variados aspectos que corresponden a una formacin integral se proporcionan en diversas reas de accin educativa, o en el desarrollo ordinario de la vida. Resulta muy difcil una organizacin cabal que satisfaga las mltiples exigencias derivadas de los diversos requerimientos y que sea aceptada por todos. A continuacin un acercamiento a un listado que podra abarcar la gran mayora de los requisitos de una buena formacin integral. Desarrollo permanente de los cuatro

    aprendizajes bsicos: aprender a ser, conocer, hacer y vivir unidos.

    Formacin de la personalidad en el aspecto psicolgico.

    Formacin religiosa.

    Formacin ciudadana, entendida como participacin democrtica en el quehacer de la ciudad ms que como conocimiento de la Constitucin y las leyes.

    Formacin tica y en valores.

    Formacin intelectual y cultural para poder recibir el legado de la humanidad y dar nuevos aportes.

    Formacin para la vida familiar.

    Formacin para la vida laboral.

    Formacin para el uso de las nuevas tecnologas.

    Formacin artstica, fsica y de la salud.

    Formacin para el cuidado del medio ambiente.

    Formacin para la paz, comprensin y tolerancia.

    Estos aspectos en parte son brindados en

    cursos regulares, en otros casos pueden ser aspectos transversales que deben estar siempre presentes en el desarrollo curricular, si se trata de educacin formal. 3.4 LA COMUNIDAD EDUCATIVA La Comunidad Educativa en un centro escolarizado constituye el elemento vital que dinamiza el trabajo educativo de todos los integrantes El ttulo IV de la Ley General de Educacin del 2003 est dedicado a la Comunidad Educativa

    (arts. 52 a 62) comprendiendo los aspectos relativos a su participacin y conformacin: el estudiante, la familia, el Director, los profesores y el personal administrativo.

    De l se deriva un Consejo Educativo Institucional en el cual participan democrticamente, con eleccin libre, universal y secreta, los integrantes de la institucin, a fin de elegir los respectivos representantes. Su funcin es ser un rgano de participacin, concertacin y vigilancia ciudadana. En sus orgenes (hace unos cuarenta aos en las reuniones de la Confederacin Interamericana de Educacin Catlica) el sentido de comunidad educativa, ms que una organizacin participativa a fortiori, como la que se presenta, era un espritu de unin que ayudaba a educar, as como una instancia de encuentro, aportes y ayuda. Hoy se le ha transformado en un elemento de la Gestin, al cual se le puede augurar muchos problemas por sus interferencias con las funciones directivas, las cuales ms bien deben tener una direccionalidad clara y no convertirse en instancias asamblesticas o gremialistas que entorpecen el trabajo educativo. La concepcin que se deriva de la Ley General del 2003, y su reglamentacin, corresponde a un esquema donde interesa ms la participacin socialistona (tipo la reforma educativa de Velasco) que al verdadero avance educativo bajo un liderazgo ilustrado , claro y firme del Director y su equipo central. Si un colegio quiere avanzar y educar no puede mandar y decidir todo el mundo. As de simple, claro y directo. Las lneas intensamente participativas en lo escolar suelen ser soluciones planteadas desde los escritorios ideolgicos y no tienen en cuenta la realidad. A continuacin el anlisis de los actores principales del proceso educativo de los alumnos, comprendiendo a ellos mismos, pero desde el aspecto ms bien educativo que del participativo ya mencionado. 3.4.1 LOS ESTUDIANTES. 3.4.1.1 Aspectos legales. Deberes y Derechos.

    Toda la legislacin educativa nacional, como es lgico, est enfocada a la obligacin de brindar educacin a los estudiantes del Per.

    La Constitucin de 1993, en la segunda

    parte del artculo 15 dice: El educando tiene derecho a una formacin que respete su identidad, as como al buen trato psicolgico y fsico. Por su parte, la Ley General de Educacin del 2003 consagra su amplio artculo 53 al

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    estudiante. Sintticamente manifiesta que a l le corresponde:

    - Tener un sistema educativo, profesores e instituciones eficientes.

    - Asumir con responsabilidad su proceso de aprendizaje, as como practicar la tolerancia, la solidaridad, el dilogo y la convivencia armnica en relacin con sus compaeros, profesores y comunidad.

    - Organizarse en Municipios escolares para defender sus derechos y participar.

    - Opinar sobre la calidad educativa que recibe. - Los deberes y derechos que le corresponden

    segn la ley y tratados internacionales (entre ellos el Cdigo de nios y adolescentes vigente).

    De manera general se puede opinar que en el Per, y tambin en el mundo, los alumnos, que antes eran objeto ms bien de deberes que de derechos, ahora priorizan estos ltimos. No obstante, actualmente se podran estar exagerando los derechos y colocando en un plano muy secundario los deberes. Es mi impresin clara y lo veo muy peligroso. En su etapa inicial el alumno, un menor de edad y que por lo mismo no tiene conocimientos ni experiencia suficientes, debe ser cumplidor de muchos deberes y habra que insistir ms en ello.

    La sociedad light contempornea le est quitando muchas obligaciones, concretamente las referidas a aspectos estudiantiles de estudio, disciplina, respeto, etc. Esto parece un grave error. 3.4.1.2 Centralidad. Diversidad.

    Discriminaciones. Orientacin Tutorial. A travs de los ltimos siglos, y ms an de las dcadas recientes, el alumno se ha ido transformado ms en lo central en el aprendizaje. El es el objeto del trabajo educativo y, particularmente, el responsable de su propio aprendizaje y por tanto de su construccin. El maestro y los educadores en general son orientadores, facilitadores, conductores, colaboradores, todo lo cual es importantsimo, pero no son ni todo ni lo central. Es el alumno el que aprende y, notarlo bien, por tanto es el responsable central de su propio aprendizaje. Por otra parte la diversidad, manifestada en que los alumnos tienen muy variados talentos, as como limitaciones, exige educarlos de acuerdo a sus caractersticas propias y no con mtodos rgidos y uniformes. Hay que tener en cuenta no solamente las formas como aprende y sus mayores o menores potencialidades intelectuales, sino su particular idiosincrasia, su historia personal y familiar, sus sueos y proyectos, etc.

    El alumno debe ser tambin tratado sin discriminacin alguna, no slo por los profesores y personal colegial, sino tambin por los propios compaeros, los cuales con frecuencia son "crueles" con quienes comparten el da a da. El Per es un pas en el cual se discrimina mucho, en sus ms variados estratos sociales, sobre todo tnica y econmicamente. Todo alumno tiene derecho a que se le defienda contra todo tipo de discriminacin. Igualmente tiene, ms que derecho, necesidad de que se le oriente en su vida personal, acadmica y vocacional. La situacin de desorientacin de muchos jvenes, el pandillaje, drogadiccin, etc., obedece en muchos casos a su falta de apoyo; no tienen a quin acudir. Con frecuencia los padres, por diversos motivos, no constituyen la ayuda que necesitan. El colegio y su profesorado debern estar atentos a ello, ya sea en forma grupal (clase de tutora) o individual, cuando se requiera. 3.4.1.3 Las fuerzas espirituales. El esfuerzo y

    la exigencia. La tica y los valores. El estudio y la disciplina.

    El estudiante deber ser motivado para

    potenciar sus fuerzas espirituales, aquellas que lo conducirn a logros educativos significativos, pertinentes y, sobre todo, permanentes. Sin este trabajo prioritario no habr resultados. De otra parte, como se explica de manera ms amplia en el quinto captulo, un deber bsico del estudiante es responder con esfuerzo y decisin a su propia formacin; no hay logros posibles sin una respuesta clara y generosa. Es imposible cerrar el circuito exitoso sin ellos. Una de las mayores dificultades para el alumno, por lo que implica captacin intelectual, decisin y voluntad, es el asumir una posicin tica ante la vida personal y comunitaria, y adquirir valores y vivirlos en su entorno comn. Sin embargo es imprescindible, si es que se quiere tener un rumbo claro en la vida y ser un elemento positivo en la sociedad. En el colegio se considera que el principal deber del alumno es estudiar y, aunque no sea del todo verdad, ciertamente es parte esencial de su compromiso estudiantil. As como corresponde a la comunidad educativa, y en particular a los maestros, el brindarle saberes e instrumentos de la manera ms didctica, es responsabilidad del alumno dedicarse plenamente a dicha tarea con ahnco, de manera sostenida y con dedicacin real a su tarea en el aula (la variable clave en su xito estudiantil segn estudios de la oficina de la UNESCO de Chile).

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    Por otra parte, esto no es posible obtener sin una lnea clara de disciplina, tanto como rutina esforzada de cumplimiento, cuanto con un comportamiento correcto que se compromete a ser serio en el trabajo cotidiano de clase, sin distracciones que quiebran el clima de trabajo del aula. En el Per los alumnos suelen ocasionar mucho desorden en las clases, lo que dificulta los aprendizajes. Al respecto, el maestro peruano suele ser muy blando y consentidor. Igual podemos decir del esfuerzo en identificarse con valores y vivirlos, 3.4.1.4 Las relaciones de los estudiantes con

    la comunidad educativa. Cercana. Empata. Respeto.

    Siendo la Comunidad Educativa una

    realidad eminentemente educadora, y no siendo posible una correcta educacin sin una relacin satisfactoria e incluso emptica, resulta por tanto de suma importancia el logro de relaciones ptimas, ya que ellas facilitan la aceptacin del mensaje del educador. En el otro lado, quien no es aceptado tiene el problema de que su mensaje no suele ser bien recibido, y por tanto, frecuentemente es rechazado.

    La cercana mutua entre profesores y

    alumnos facilita el clima de empata. Ambos deben ser parte de una familia unida. Con ello se aprende y se pierden los temores y las suspicacias.

    Pero nada de esto quita el respeto mutuo:

    ni el profesor hiere y humilla al alumno, ni el alumno se enfrenta a su profesor: ambos viven una respetuosa armona. Un clima as, aparte de ser gratificante para ambos, colabora notablemente a los aprendizajes cognitivos y actitudinales. 3.4.1.5 Influencias educativas de los

    compaeros y amigos. Los recreos. Dos temas muy poco estudiados, pero de importancia vital en la educacin escolarizada, son ciertamente el de los recreos de los alumnos y el de los compaeros y amigos. Dentro del aula un buen compaero: ayuda al aprendizaje de muchas formas; incentiva con su atencin a la clase y el trabajo adecuado en las tareas; explica al compaero lo difcil, estimula; etc. Pero asimismo, otro compaero puede: distraer, molestar, crear un ambiente de indisciplina, agredir fsica y verbalmente, desanimar, dar mal ejemplo al mostrarse irrespetuoso con sus profesores. Incluso, en casos desanima a otros a seguir asistiendo a la escuela.

    Por otra parte, el recreo es fuente de socializacin, de conversacin y amistad, pero tambin de tensiones, agravios, conversaciones inapropiadas, burlas, invitaciones a cosas inadecuadas, etc. En cuanto a los amigos de colegio que frecuentan la casa, as como los del barrio, ellos constituyen otro elemento gravitante, sobre todo cuando se trata de observar la cosmovisin que va adquiriendo el nio o joven, as como sus actitudes fundamentales. Corresponde por tanto a los estudiantes cuidar mucho sus amistades, as como a los mayores procurar que sean positivas, a fin de que no destrocen la labor educativa de la casa y del colegio. Loa Maestros debern estar muy atentos a cuidar estos espacios con frecuencia olvidados de su compromiso educativo. 3.4.1.6. EL ESTUDIANTE: ASPECTOS BSICOS DE UNA

    SITUACIN IDEAL. Finalmente, hay que decir que los alumnos reciben en estos momentos en los centros escolares ms aos de formacin que en ninguna poca de la historia y, aunque hay pases en los cuales la escolarizacin hasta de esos aos es insuficiente, en muchos otros se va logrando una escolaridad total o casi total, la misma que se va alargando cada da ms con el beneplcito de todos. En el caso del Per hay muchos alumnos que no alcanzan una escolaridad siquiera de 6 aos: la Primaria. Si a esto aadimos la baja calidad de muchos de los centros educativos de nuestra patria, nos explicamos con facilidad nuestro limitado nivel tico, cultural y educativo. No se trata en este momento de sealar las causas de todo esto; de alguna manera se hace a lo largo de este libro. Ms bien s, hay que solicitar a los estudiantes una respuesta de lo que ellos deben hacer para adquirir una formacin consistente que cambie al Per y les satisfaga por una exitosa autorrealizacin personal e integral. Es verdad, por otra parte, que los peruanos poseemos y desarrollamos un buen grupo de cualidades reconocidas: comprensin, solidaridad, creatividad, etc., pero, aunque algunos discrepen, la gran mayora de los peruanos que conocen y piensan estiman que el gran problema del Per es el de sus personas. Los defectos nacionales son muy evidentes y demasiado visibles como para que no hayan perjudicado nuestra marcha como nacin y sus sueos de calidad de vida. Lamentablemente, no slo se encuentran escassimos diagnsticos sobre nuestras fallas nacionales, sino que se recalca en exceso algunas virtudes que, evidentemente, tenemos.

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    Por ello, cmo disear entonces una educacin para que los jvenes peruanos de hoy superen los grandes defectos de los peruanos maduros, si ni siquiera se tiene un diagnstico apropiado, y los que lo tienen, prefieren ensalzar solamente nuestras ciertas virtudes?. No somos, en verdad en gran medida un pas con mucha gente incoherente, con complejos, traumas, resentimientos?. No hay mucha envidia y chisme entre nosotros?. Nuestra honradez no es a todas luces escasa?. Y nuestra franqueza?. Nos arriesgaramos a afirmar que somos responsables y cumplidos en lo que prometemos?. Es nuestro criollismo un valor que ayuda al logro de nuestras metas? Es evidente que habra que releer a Gonzlez Prada y Vctor Andrs Belaunde que supieron decirnos muchas verdades... (

    2)

    Todo esto debiera darnos un perfil de aquellas cosas que han impedido que logrramos cumplir los sueos de los prceres de la Patria. Este perfil, sabido por padres, maestros y comunicadores sociales, debera ser objeto de un trabajo profundo y conocido por el pas y, en particular, por los alumnos, a fin de que ellos vean con claridad meridiana cmo no tienen que ser. Asimismo, los valores que tenemos y que no slo deben mantenerse sino tambin acrecentarse. Es decir, en el fondo, un perfil del verdadero peruano. Pero, hacer solamente esto ltimo y no lo primero (disimular las fallas), parece equivocado. Realizado esto, la gran tarea que hay que solicitar a los alumnos es su FIDELIDAD inquebrantable a un perfil de peruano y nacin peruana que nosotros deseamos para ellos, pero sobre todo que ellos deben desear y desarrollar para s mismos. En el fondo la gran bsqueda de la COHERENCIA NACIONAL. Hoy que hablamos tanto de Proyecto Nacional, Proyecto Educativo, y otros, habra que

    2 La revista peruana "Debate" public en su nmero 54, de

    1989, un estudio sobre los valores de los peruanos. Reproducimos el cuadro de nuestros defectos segn una encuesta realizada en Lima Metropolitana. Existen encuestas posteriores pero se extraa un estudio amplio al respeeecto.

    Cul es el mayor defecto de los peruanos en relacin a otras nacionalidades? Nivel Socio-Econmico Sexo EDAD

    Respuestas

    TOTAL

    A %

    B %

    C %

    D%

    H %

    M %

    18 a 24

    25 a 39

    40 a +

    Conformista 23 29 18 25 22 25 21 25 24 20

    Ocioso 20 23 24 21 15 19 21 19 18 23

    Incumplido 9 6 11 9 8 8 10 8 10 7

    Deshonesto 6 5 5 6 7 4 8 5 6 6

    Egosta 6 0 4 5 9 6 6 8 4 5

    Vanidoso 6 2 5 7 7 6 6 8 6 5

    Mentiroso 6 5 5 6 7 6 6 7 5 6

    Indisciplinado 5 3 11 5 3 7 3 2 5 8

    Improvisado 5 16 8 3 3 6 5 6 8 2

    Envidioso 3 2 2 2 6 3 4 3 3 4

    No Creativo 2 3 1 3 2 3 2 4 1 3

    No Pres/ No Responde9

    9 6 6 8 11 8 9 7 10 11

    pensar cmo los maestros pudiramos incitar a que los alumnos rastreen con cario su propio ser y el de los peruanos, a fin de elaborar su propio proyecto de vida y un proyecto de lo que quisieran para el Per. Si a ello los educadores, padres y maestros, aadimos un gran esfuerzo de motivacin, tal vez muchos jvenes alumnos avancen notablemente en su respuesta de fidelidad y coherencia. Es posible que ms importante que tal vez un gigantesco y difcil Proyecto Nacional, sera el que los alumnos hicieran su proyecto de vida personal y sueos nacionales y los acomparamos, padres y maestros, en su coherencia de vida. Una gran tarea del alumno en la vida escolar en un plantel educativo se centra en esto: una respuesta decidida a lo mejor de lo que recibe en los ms variados aspectos. Es decir: RESPONDER, ASUMIR. Si esto se logra en muchos, el Per va a cambiar y se va a arribar a lo central que quiere una educacin que es, ms que llegar a una meta de perfeccin, cosa imposible, poseer un estado de respuesta permanente y adecuada a los nuevos retos de cada da y hora. He all tareas y roles del alumno: la respuesta FIEL y COHERENTE a todo lo que lo merece; el aprendizaje en todas sus formas; su esfuerzo por madurar psicolgicamente; el desarrollo de su sentido tico; todo lo valorativo y afectivo; su religiosidad trascendente; el desarrollo fsico y su salud; su respeto, estima y comprensin hacia las otras personas y culturas del Per y el mundo; el fundamental desarrollo de su voluntad; su espritu creativo, crtico; su diestro manejo de la expresin oral y escrita y el razonamiento matemtico; el desarrollo de su alma de artista; su entendimiento y cario por las ciencias y la tecnologa; el respeto a la vida y al ambiente; y muchas otras cosas ms. 3.4.2 PADRES Y FAMILIA EN EL PROCESO

    EDUCATIVO DE LOS HIJOS. 3.4.2.1 Un derecho educador reconocido

    internacionalmente.

    Los documentos internacionales y el sentido comn, al menos en los pases democrticos en que se considera a la persona como el centro de los derechos en la sociedad, son unnimes en afirmar el derecho primario y fundamental de los padres en la educacin de sus hijos. La Iglesia Catlica, en Gravissimum Educationis Momentum, del Vaticano II, 1965, Nros. 3 y 6, es tambin muy clara. En las dcadas de los 50 y 60, a nivel internacional, se seal con insistencia el derecho de los padres de familia a escoger el tipo y centro de educacin que crean conveniente para sus hijos, as como el derecho a una formacin tica y

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    religiosa fiel a sus convicciones. Igualmente se les invita insistentemente a colaborar y hasta participar de alguna manera en las entidades que forman a sus hijos (ver todo esto con ms detalle y con citas textuales en 2.1.2). Por otra parte, hay que recordar tambin la importancia del deber de los padres de educar a sus hijos: Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos (art. 6 Constitucin de 1993). Igualmente: Los padres tienen el deber de educar a sus hijos (art. 13). Es conveniente manifestar que su derecho y el deber de educar se consideran superiores al de cualquier otra sociedad, incluidos Estado e Iglesias. Comprende la cosmovisin y lneas religiosas, ticas, culturales y valores que brinda la familia en el hogar, cuanto el derecho de libre eleccin de centro educativo para los hijos. Se entiende que debe hacerse dentro de parmetros de integralidad educativa y calidad total. 3.4.2.2 Su desarrollo histrico en el Per.

    En lo que a la educacin escolarizada se refiere, el papel de los padres de familia hace unos 60 aos era mnimo y, en la gran mayora de los casos, nulo. En los colegios del Estado tena relacin en todo caso con la colaboracin en los Patronatos escolares. En aquella poca, la organizacin colegial se disputaba palmo a palmo el rol preponderante ms bien con los gobiernos, inclinndose rpidamente la balanza hacia el Estado burcrata, normativo y vertical. La reciente y estrepitosa cada del estatismo y su funcin rectora encuentran a los padres de familia en un protagonismo claramente ascendente. Hoy, afirma algn estudioso, estaramos en vsperas de unas dcadas con un neto protagonismo y hasta intervencionismo de los padres de familia, no slo en la educacin de los hijos, hecho inobjetable, sino tambin en la educacin escolarizada, hecho no slo ms discutible, sino al parecer, inconveniente. En la Constitucin del Per de 1979, en redaccin de ltimo momento, se pasa del concepto de participacin al de "intervencin" en la educacin de sus hijos. Si esto se refiere a la "intervencin" en la educacin familiar, de la casa, parece muy bien. Si se trata de poder intervenir ante la autoridad pblica por una clara deformacin educativa en perjuicio de su hijo, parece muy correcto. Pero, si se trata de que los padres quieran decidir los asuntos colegiales, no est bien y no les corresponde.

    La Ley General de Educacin del 2003 va bastante ms all hasta de una aprobacin del Plan Anual de la Asociacin de Padres de Familia del Colegio, campo que s les compete, llegndose en casos a una real participacin de los padres en las

    decisiones pedaggicas, administrativas y econmicas y hasta en el nombramiento de los directores en los centros estatales. Es que la mencionada Ley del 2003, como se expresa en diversas partes de este libro, va por la lnea de una cada vez mayor intervencin de los padres en las instituciones educativas, en desmedro de la autoridad central de la direccin y de los planes tcnicos globales, lo cual va entorpecer el proceso educativo aunque en lo participativo resulte muy democrtico. En este aspecto, la Constitucin de 1993 es al parecer ms atinada al hablar de participar en el proceso educativo (art. 13), y ya no de intervenir (como la de 1979). La reglamentacin de los 90, particularmente para los centros privados, fue en la tnica de dar el pleno control del colegio a sus creadores. Es necesario distinguir en la escuela o colegio la participacin como persona individual, de la que se hace mediante la Asociacin de Padres de Familia. La primera es la personal, indiscutible y, por decirlo de alguna manera, con pocos lmites. La segunda es buena y saludable, siempre que no quiera invadir la esfera colegial. Es tambin importante considerar aqu la participacin organizada de los padres mediante su Asociacin, tanto en la escuela pblica como en la privada. En este ltimo caso ha quedado muy limitada, en comparacin con dcadas anteriores, debido a la Ley de Centros Educativos Privados de 1995 (Ley Nro. 26549). De acuerdo a ella, y al correspondiente Reglamento, los promotores adquieren la fuerza que les corresponde como propietarios y sealan las pautas de organizacin de las Asociacin de Padres de Familia por medio del Reglamento Interno, teniendo en cuenta los ordenamientos de la misma Ley de centros privados. En cambio, para el sector estatal, se han ido dando Reglamentos meticulosos e intervencionistas que amplan las funciones de la Asociacin y, consecuentemente, limitan la de los directivos colegiales y profesores. En junio del 2002 se dio el D. Supremo Nro. 016 de 49 artculos y tres disposiciones complementarias y finales, el cual es un ejemplo muy claro de hasta dnde ha llegado el ridculo normativo en el Per y la falta de respeto del Estado por las personas que componen las asociaciones, as como su derecho a normarse dentro de una marco general. Con decir que establece cinco rganos de gobierno de la APAFA y 12 fases del proceso electoral (sealando sus fechas y plazos de realizacin, as como sus responsables), podemos darnos cuenta del resto de su apabullante contenido. Habr que observar su caminar, sus mltiples problemas y esperar una evaluacin tcnica.

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    En el 2004 se dio otro Reglamento similar con algunos cambios, pero dentro la misma lnea manifestada. En el 2005 se acaba de publicar un nuevo Reglamento sustitutivo del anterior. 3.4.2.3 Los problemas de la excesiva

    participacin en lo colegialo.

    Es necesario ver, ante todo, que en un Centro Educativo existe un conjunto de lneas maestras que pretende para el plantel educativo quien lo cre, sea un promotor particular o el Estado. Es el caso, en primer lugar, de una institucin religiosa, cultural, o persona natural, que quiere dar una educacin con un estilo pedaggico, una metodologa, unos valores concretos, una tica manifiesta, unos valores patriticos explicitados y en un ambiente colegial y disciplinario amplio o rgido. Ante esto, ser justo, correcto, lgico y constitucional, que el padre de familia mediante la "intervencin" (antes), y ahora participacin (que la legislacin y normatividad derivadas estn convirtiendo en intervencin a nivel del propietario) en la educacin de sus hijos a que tiene derecho, cambie esto y tengamos un Ideario diferente y hasta hipotticamente "peligroso" por la presin de unos cuantos padres?. Y en el caso de obras educativas estatales, donde bsicamente el ideario debe centrarse en la Constitucin y las orientaciones pedaggicas de lo sugerido por el Ministerio, qu sucedera si un grupo de padres motiva un ao hacia unos aspectos y el otro ao a otros, y algunos de ellos hasta cuestionables por el propio Estado?. Es evidente que esas instituciones no tendran un norte seguro y variaran al vaivn muchas veces de personas con dotes dema-ggicos. Cosa parecida ocurrira con el Proyecto Educativo y con el Plan Anual. A lo mejor un Director y la Promotora tienen un proyecto profesionalmente estudiado, incluso con participacin y aportes del profesorado. Podra suceder que un grupo de ideas o acciones, expresadas con muy buena voluntad por parte de los padres pero que no entran dentro de las ideas centrales de la direccin, se impusieran en desmedro de un plan tcnicamente elaborado. As podra suceder por ejemplo con un grupo de padres de familia, ya ha ocurrido, muy partidarios del deporte al que colocan en el proyecto y plan anual con una prioridad muy sealada porque sus hijos son deportistas. Consecuentemente una serie de recursos humanos y financieros se orientaran hacia all, dejando por ejemplo de lado un proyecto encaminado a destinar recursos a una problemtica de enseanza, biblioteca, valores, y otros. Sobre esto, obviamente, podra haber mil ejemplos. Por lo expuesto, es evidente que los padres de familia pueden y deben hacer sentir sus

    opiniones por medio de la Asociacin o individualmente, pero no parece bien participen con un peso decisorio en algo para lo que normalmente no son tcnicos y, aunque lo fueran, pueden no tener claras de las finalidades y objetivos valorativos, pedaggicos, ticos, etc., del colegio concreto en el que estudian sus hijos. Tambin habra que decir algo similar si el padre de familia tuviera facultades, como ocurre por ejemplo en colegios cooperativos y militares, para remover al personal, al Director, o al menos amedrentarlos; o tomar decisiones de tipo pedaggico o administrativo. Se da casos actuales en que presidentes de la Asociacin de Padres de Familia se arrogan, incluso en colegios particulares, competencias y controles que no les pertenecen. No estoy de acuerdo con este tipo de "intervencin" o participacin de los Padres de Familia y no creo sea su funcin. Es ms, ello perjudica la buena marcha de una entidad educativa. Habra que darse cuenta que cuando una familia coloca a su hijo en una entidad educativa, viene a participar voluntariamente de un proyecto educativo concreto y no a imponer su talante. Puede y debe s colaborar, pero no le corresponde cambiar las orientaciones pedaggicas y educativas fundacionales de un centro de enseanza. A veces no se piensa en lo que ocurrira si los clientes de un Banco o supermercado comienzan a gobernar o influir notablemente en estas instituciones bajo el pretexto de que son clientes. Tendran estas instituciones, guiadas por bisoos, el actual desarrollo?. Habra derecho a que los clientes tomaran decisiones por los dueos y a lo mejor echaran abajo una institucin que financieramente no les ha costado?. Creemos que nadie defendera que los clientes posean poderes de decisiones bsicos en ellos. Por qu en los colegios s? Sencillamente porque los polticos buscan trampolines de influencia en las futuras generaciones y el colegio los facilita. 3.4.2.4 La participacin adecuada de los

    padres en la escuela.

    Por otra parte, parece muy adecuado que los padres de familia participen activamente, y de distintas formas, en la educacin colegial de sus hijos. A continuacin lo que podra constituir el rol de los padres de familia en la educacin en el mbito escolar. Por de pronto habr que distinguir con nitidez el papel de los padres en su hogar de su papel en la escuela. Definitivamente es muy diferente, tal cual se ha dicho anteriormente. La labor de los padres en el colegio debe ser, fundamentalmente: presencia personal, apoyo

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    efectivo y afectivo, real colaboracin en actividades, sugerencias al conjunto de proyectos, planes y actividades colegiales. Su participacin" habra que limitarla a aspectos que pongan en cuestin lneas axiolgicas fundamentales del colegio, los mismos padres y el pas, las que conocidas por los padres de familia sean puestas en prctica por el mismo colegio o profesores. Los padres de familia debern canalizar su justo reclamo por medio de su Asociacin o personalmente. Queda, evidentemente, su derecho a presentar a la direc-cin los cuestionamientos orales y escritos que crean convenientes.

    Respecto al papel de los padres en la institucin educativa, parece muy adecuado el rol que el Reglamento de los Centros de Padres y Apoderados de Chile sealaba para los padres de familia en 1990: Art. 2. Son funciones de los Centros de Padres: "... g) Mantener comunicacin permanente con los niveles directivos del establecimiento tanto para obtener y difundir entre sus miembros la informacin relativa a las polticas, programas y proyectos educativos del establecimiento como para plantear, cuando corresponda, las inquietudes, motivaciones y sugerencias de los padres relativas al proceso educativo y vida escolar" (Santiago de Chile, 1990). A los padres de familia dentro del colegio, individualmente o como Asociacin, no les corresponde el gobierno del colegio, sino aportar ideas, colaborar y, en todo caso observar, cuestionar y reclamar respetuosamente siempre que lo estimen conveniente, pero no gobernar.. 3.4.2.5 Los padres educadores en el hogar. El

    nuevo papel de los abuelos.

    En cuanto al hogar, es evidente que el papel de los padres de familia es de "intervencin": ellos son los principales y nicos. No as en cuanto a la escuela o colegio, ya que ellos hicieron de alguna forma una cesin de una parte de sus derechos sobre la educacin de su hijo a esa entidad, a fin de que le ayude a educarlo conforme a cnones preestablecidos por el Colegio y aceptados por los padres, tal como funcionan los contratos por adhesin (Cdigo Civil, Art. 1390 y sgtes.) por el simple hecho de matricularlos. En el hogar hay varios aspectos fundamentales, mucho ms importantes que la "intervencin" y excesiva participacin en el colegio y a los cuales se les est dando poca importancia: a) que los padres tomen conciencia que su principal funcin debe ser constituirse en modelos para sus hijos; b) que dada la complejidad de educar a los hijos, los padres de familia deben "formarse especficamente" para esa tarea en forma permanente, al menos mientras sus hijos estn bajo su patria potestad; c) que, por encima de todo,

    deben amar a sus hijos y ellos deben sentirse amados. Esto es mucho ms importante que querer "intervenir" en el Colegio. Ello va a educar a sus hijos mucho ms que mil "intervenciones" en el plantel educativo; d) que, en la medida que puedan, deben colaborar, directa e indirectamente, en el cumplimiento de lo que sus hijos llevan a casa: lecciones, tareas, y otros; e) que deben normarlos adecuadamente; f) dada la poca formacin de los estudiantes y su escasa voluntad, deben saber exigirles lo adecuado en diversos momentos. En otras palabras, son mucho ms importantes sus obligaciones para con los hijos que su derecho a "participar" o intervenir en una escuela o colegio. Creemos que aqu es preciso hacer un profundo cambio de ptica y centrar el trabajo con los padres, por parte de los colegios, en estos puntos enunciados. Los hijos necesitan "a gritos" padres mejores, ms ejemplares, colaboradores y esto mucho antes que "intervinientes" en labores profesionales de la escuela, aspecto que no les compete tan de cerca y que muchas veces desconocen. Es conveniente, eso s, recalcar que este planteamiento de ninguna manera pretende promover un marginamiento de los padres de familia de la labor colegial. Se trata ms bien de darles su lugar verdadero y, sobre todo, que aporten mediante una buena formacin, apoyo al hijo y coherencia personales a la tarea de ser padres de familia ejemplares, encarnacin de valores y con actitudes positivas y educadoras. En los ltimos tiempos, por razones que son de conocimiento comn y que no hace falta recalcar, los abuelos se han constituido para muchos en elementos fundamentales en la educacin de los nios y an de los jvenes. Si bien habr casos meritorios, con frecuencia resulta una educacin light, con poco respeto a normas y muy dbil para despertar el sentido de cumplimiento del deber en los estudiantes. Llegado el tiempo de la adolescencia su autoridad es fcilmente rebasada. Adems, en casos, su preparacin no suele alcanzar buenos niveles y no permite una ayuda adecuada. Cosa similar suele ocurrir en otros ambientes con las empleadas del hogar, quienes no suelen tener las condiciones apropiadas para guiar educativamente a los estudiantes. Ambos casos constituyen problemas pendientes que los hogares deben tratar de resolver. 3.4.2.6 Cultura, tica y ciudadana en la

    formacin del hogar. La orientacin tutorial.

    La funcin educadora de la familia debe ser integral, por lo cual es definitivamente mltiple. No

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    resulta fcil determinar cules son los aspectos ms importantes en los que debe incidir la educacin familiar, ya sea por su valor en s, de acuerdo a los tiempos, o por la situacin del contexto. No obstante, hay reas que tienen particular relieve en toda sociedad y en las cuales la formacin del hogar tiene especial importancia. Por ello debieran ser objeto de un trabajo serio de parte de la familia, incluso porque en ellas la influencia del hogar es mucho ms gravitante que la colegial. Los temas fundamentales a que se va a hacer alusin en este numeral deben constituir una preocupacin formativa familiar desde dos ngulos: a) Que en el hogar se vivan con cierta profundidad, o al menos en una lnea ascendente; b) que, con tino y sin mayores presiones, se busque que el hijo-estudiante se interese por asumir los conocimientos y/o comportamientos correspondientes. Al respecto, la cultura, la tica y la ciudadana, parecen ser prioridades esenciales y objeto de cualquier trabajo educativo hogareo que desee dar una base slida al futuro de un estudiante. En efecto, el facilitar y motivar la inquietud por la cultura, por la asimilacin del legado de la humanidad con su riqueza en conocimientos y valores de todo tipo; el poseer la familia una cosmovisin valiosa del mundo; el promover costumbres consistentes, abiertas, tolerantes; el tener un anlisis certero de las cosas; un deseo de aprender; un espritu solidario; una preocupacin por el desarrollo del espritu en el amplio sentido de la palabra y comprendiendo una visin religiosa; as como otras facetas ms del mundo cultural que llevan a la lectura, el arte, etc., constituyen un aspecto silencioso pero valiossimo en la futura formacin del nio o joven. En cuanto a la tica, el hecho de que los hijos observen comportamientos justos, obediencia a normas, respeto a las personas y a su dignidad, y otros, constituyen elementos de notable refuerzo para las opciones ticas libres de los estudiantes. Adems, las palabras prudentes y oportunas, en la lnea de una seria reflexin motivadora de la importancia de determinadas conductas, deben reforzar el buen comportamiento familiar. Finalmente, el buen ejemplo de los padres en el cumplimiento del sentido moderno de la ciudadana: participativo, democrtico y vigi