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pág. 13 NÚMERO • ISSN: 1999-8090 • $1.00 • 32 pág. 2 © oglobo EDITORIAL ESTIMADOS LECTORES: Se acerca un nuevo año, y los cubanos lo recibimos con optimismo. El colectivo de LA CA- LLE DEL MEDIO espera satisfacer las ex- pectativas de ustedes y contar con sus opiniones. Queremos seguir siendo andy vargas. el hombre de la voz azul 6 cortesana y espía 10 impronta guajira en la cocina 14 la favorita televisión • DICIEMBRE 2010 • pág. 4-5 pág. 11 sus amigos en el 2011. En este número apostamos por la diversidad de pro- puestas: Pedro de la Hoz abre el deba- te sobre la telenovela brasileña La Fa- vorita; publicamos un acercamiento al emblemático grupo Sierra Maestra y al carismático Pedrito Calvo, en los te- mas de música; en los de deporte, las familias cubanas del béisbol mues- tran sus credenciales y el polémico comentarista de la emisora capitali- na COCO, Andy Vargas, se confiesa. Se ofrecen nuevas recetas para comer en casa, saludables y sabrosas, y se co- menta la herencia guajira de nuestras costumbres culinarias. A los habitua- les comentaristas Jorge Wejebe Cobo y Santiago Alba Rico, se suma esta vez una joven periodista matancera que pide «que sí cojamos lucha». Y un re- galo de fin de año: el almanaque del 2011, con ilustraciones de nuestros co- laboradores. Un fuerte abrazo.. CM © laz © archivo © archivo familias en el béisbol deporte grupo sierra maestra música 35 años haciendo bailar a la gente pedrito calvo gente el sandunguero mayor ¿del público o de la crítica? los «sánchez», los «gourriel» y los «linares»

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NÚMERO

• ISSN: 1999-8090 • $1.00 •

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E d i t O R i a lEstimados lEctorEs: Se acerca un nuevo año, y los cubanos lo recibimos con optimismo. El colectivo de LA CA-LLE DEL MEDIO espera satisfacer las ex-pectativas de ustedes y contar con sus opiniones. Queremos seguir siendo

andy vargas.el hombre de la voz azul

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sus amigos en el 2011. En este número apostamos por la diversidad de pro-puestas: Pedro de la Hoz abre el deba-te sobre la telenovela brasileña La Fa-vorita; publicamos un acercamiento al emblemático grupo Sierra Maestra y

al carismático Pedrito Calvo, en los te-mas de música; en los de deporte, las familias cubanas del béisbol mues-tran sus credenciales y el polémico comentarista de la emisora capitali-na COCO, Andy Vargas, se confiesa. Se ofrecen nuevas recetas para comer en casa, saludables y sabrosas, y se co-menta la herencia guajira de nuestras

costumbres culinarias. A los habitua-les comentaristas Jorge Wejebe Cobo y Santiago Alba Rico, se suma esta vez una joven periodista matancera que pide «que sí cojamos lucha». Y un re-galo de fin de año: el almanaque del 2011, con ilustraciones de nuestros co-laboradores. Un fuerte abrazo.. CM

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grupo sierra maestramúsica

35 años haciendo bailar a la gente

pedrito calvogente

el sandungueromayor

¿del públicoo de la crítica?

los «sánchez», los «gourriel»y los «linares»

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PEDRO DE LA HOz

Cuando La favorita salió al aire en Brasil, lo hizo con más de medio siglo de telenovelas a sus espaldas y bajo la presión del poderoso complejo mediático que la produjo, Rede Globo, por reconquistar a un público que se le estaba volviendo algo esquivo hacia mediados de 2008.

Ya se ha hablado en estas y otras pá-ginas acerca de cómo el éxito de una te-lenovela brasileña se mide en términos de audiencia. Lo que está por debajo del índice admisible —garantía de la recuperación de la inversión por la vía de la confianza de los patrocinadores publicitarios— es un fracaso. Y la au-diencia se asegura mediante la presen-tación de un producto que retenga al espectador frente a la pantalla en los horarios clave, día a día (no como suele suceder en Cuba, donde la frecuencia de trasmisión se constriñe a tres veces por semana), y posea la virtud de man-tener vivo el debate acerca de sus posi-bles desarrollo y desenlace.

Con todas las ventajas de producción y promoción de Rede Globo, frente a La favorita se alzaba el fantasma de la com-petencia por parte de Record, un canal de modestas dimensiones que a lo largo de la primera década del siglo xx consi-guió captar el interés de significativos sectores del público.

La favorita logró al cabo imponerse como producto mediático en Brasil, y por supuesto, en Cuba, donde por largos meses ha sido plato de sobremesa. Allá ganó seis lauros en los Premios Quali-dades 2008 y cinco en los Premios Extra de TV, además de cosechar galardones en encuestas públicas. Aquí el mejor premio se lo dio la universidad de la ca-lle cuando a la gripe estacional que acompañó el invierno le llamó Flora, en alusión a la mala de la novela.

Hasta ahora hemos hablado del éxi-to del producto mediático. Es difícil ha-blar de valores artísticos sustanciales, si nos apartamos de los rubros profesiona-les de las actuaciones, la ambientación, el empalme de las escenas, la banda so-nora y el sostenimiento de intrigas e in-terrogantes suficientes como para no hacer decaer el interés por el producto.

No hay que exagerar. No se puede pretender una lectura seria ni una re-flexión medianamente aguda de la reali-dad brasileña contemporánea cuando ese no fue el objetivo de la productora ni de los guionistas ni de los los dialoguis-tas ni del director del núcleo (Ricardo Waddington) ni de sus directores auxi-liares ni de nadie.

El retrato de la sociedad de La favo-rita es tópico. Una familia acaudalada, la Fontini, seguirá siendo poderosa per secula seculorum. El barrio satélite de Vi-

lla Triunfo seguirá siendo la comunidad de los trabajadores que se subordinan, sin la más mínima señal de rebelión, al lugar que ocupan en la cadena de pro-ducción y consumo. Los aristócratas son buenos o malos porque así lo quiso el destino. Los de abajo son buenos y ma-los porque así debe ser.

De vez en cuando, intercalados en la trama, mensajes pedagógicos siempre bien recibidos: la crítica a la violencia ca-llejera, la defensa de la diversidad sexual, la espiritualidad como valor su-premo, la crítica a la violencia domésti-ca, la sinceridad en las relaciones amo-rosas, la pulla contra las marañas de las transnacionales norteamericanas.

¿Hacer creíble la trama? Bueno, eso es harina de otro costal. A veces dio la impresión de que Joao Emmanuel Car-neiro, el guionista principal, se estaba burlando del sentido común y construía, a contrapelo del canon, una parodia del género.

De otro modo sería imposible explicar la beatificación de Silverio (Ary Fontoura) de villano a héroe, el arrepentimiento sú-bito del político implicado en el tráfico de armas, la reconversión de Rosana / Diva y otros giros imprevistos, diríase que de pa-lo pa’ rumba, de la trama.

Ni qué decir de los bretes amatorios entre el alcalde, su mujer y su mago, o los arrebatos líricos de Coppola, o las condenas y los perdones entre los inte-grantes de esta última familia, o la bur-lesca e insostenible imbricación de Do-di, con su padre, hermana y amante.

En Brasil se criticó bastante lo que Carneiro presentó como «novedad»: el develamiento de Flora como la verdade-ra asesina desde los primeros capítulos. Fue interpretado como un golpe bajo por la competencia. Sin embargo, solo una voz, la del guionista Sylvio Abreu, fue la única en hacer notar la falta de en-caje de la subtrama de Augusto César, patética y romántica, en medio de tanta sordidez calculada y tanta «brincadei-ra». Nadie dijo ni jota sobre lo que pare-ció ser la mayor tomadura de pelo de la novela: el trasiego y ocultamiento del fa-moso DVD incriminador.

Carneiro debe haberse divertido mucho con eso de hacer que un hijo tu-viera dos madres (Halley); que otros dos hijos tuvieran a la vez dos padres; que una mujer tuviera dos maridos; que una hija repudiara a su madre y esta fuera repudiada por su padre.

Aun así, tuvo a bien explicar sus de-cisiones como autor en una entrevista: «La novela no es más que un juego que se fue aligerando. Hubo personas de la clase media que en un principio dijeron que les hacía pensar demasiado. Eso se resolvió. El público requiere emociones, no pensar». CM

La Favorita: ¿de qué estamos hablando?

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SANTIAGO ALBA RICOEspecial para LA CALLE DEL MEDIO

VolVía a leer hace unos días El Gran Meaulnes, la bellísima novela de Alain Fournier en la que el personaje del título, per-dido en el bosque como conse-cuencia de una travesura, en-cuentra el lugar –por así decir-lo– donde ocurren realmente las cosas. ¿Dónde está? ¿Cómo llegó hasta él? Meaulnes no lo sabe y nunca lo sabrá. Hallado por casualidad, el joven no pue-de volver al recinto festivo de los farolillos de papel y se pasa la vida –mientras repite gestos ahora vacíos en espacios secos– tratando de reconstruir el itine-rario, examinando mapas, em-prendiendo y enseguida aban-donando un camino extraviado para siempre. Su único impulso es ya la nostalgia, el deseo dolo-roso de regresar allí donde le ocurrió la gran aventura de su adolescencia, allí donde su exis-tencia sigue discurriendo sin él, esa extraña aldea donde cono-ció a Yvonne y respecto de la cual ni amigos ni juegos ni pro-piedades –ni valles ni montañas ni ciudades– tienen suficiente espesor para retenerlo y tran-quilizarlo. Cuando sobreviene el amor, uno se enamora al mis-mo tiempo del cuerpo, del espa-cio y de la hora, sin acertar a sa-ber cuál es la raíz primera o ver-dadera; y extirpadas las tres, ya no nos puede volver a ocurrir nada, salvo porque esa «nada» está ocurriendo precisamente aquí, en este pecho, en esta ha-bitación, en este minuto doloro-sísimo que no acaba nunca de acabar.

¿Dónde ocurren las cosas? Para los pueblos llamados «pri-mitivos», las cosas solo ocurren una vez, en el illo tempore de los mitos, y solo les ocurren a los antepasados. Para Freud, ocu-rren en el dormitorio de nues-tros padres, de donde estamos excluidos desde el principio y para siempre. Para la ciencia, ocurren en las leyes que los sa-bios aíslan en fórmulas mate-máticas y laboratorios, donde solo podemos penetrar con el espíritu. Parte de la tragedia y la grandeza de la condición hu-mana tiene que ver, en cual-quier caso, con esta certidum-bre dolorosa de que hay un si-tio privilegiado, casi siempre inaccesible, en el que se forma el Destino y restalla el Aconte-cimiento. «De nada me sirve existir», escribía el poeta fran-cés René Char; «solo te haces presente allí de donde yo de- saparezco». Y la maldición de Fausto, fuente de altos conoci-mientos y angustias infernales, se expresa en su incapacidad para alcanzar una experiencia tan completa, tan placentera, tan definitiva, que no haga falta ya continuar la búsqueda: «De-tente, oh instante, ¡eres tan her-moso!» El gran Meaulnes la en-cuentra de forma inesperada e intenta retenerla, pero el ins-tante no se detiene –no se detie-ne– y por eso, porque no la pue-

de repetir, tiene que ponerse a narrar la historia.

Pues bien, el capitalismo ha convertido esta tragedia en un negocio: el negocio –digamos– de la felicidad. ¿Dónde ocurren ahora las cosas? Ni en los mitos ni en el dormitorio de los pa-dres ni en las fórmulas mate-máticas: en el mercado, en la te-levisión, en internet. ¿Dónde ocurren las cosas? No en un re-cinto en el bosque ni en un tem-plo en la montaña ni en el cuer-po distante de la amada (a la que le sigue creciendo, ay, el pe-lo en Singapur): la combinación de renovación mercantil y nue-vas tecnologías, con su follaje de información audiovisual, determina que el lugar del Acontecimiento, multiplicado al infinito, sea hoy accesible en cualquier momento y la expe-riencia misma repetible a vo-luntad. «La felicidad, en Austra-lia», escribía el poeta Pessoa, pero ahora no importa mucho, pues Australia está a la distan-cia de un giro de muñeca o una presión del dedo; por así decir-lo, en la pantalla «todo es Aus-tralia» y las verdaderas antípo-das, las antípodas de «todo», son más bien mis vecinos, mis flores y mi cocina. ¿Dónde ocu-rren las cosas? En todos los lu-gares del mundo menos aquí, en todos los instantes futuros me-nos ahora; volcados en infinitos ramales sobre la cosmópolis del Acontecimiento Ininte-rrumpido, lo único que nos so-bra –cáscara muerta, desecho frío, obstáculo sin vida– es nuestro cuerpo, nuestra casa, nuestra calle, este interminable minuto que nos retiene en nuestras piernas. Nada más pa-radójico que el hecho de que una sociedad de consumo ba-sada en el principio de «todo aquí y todo ahora», que se rei-vindica a sí misma como de go-zo inmediato e inaplazable, no pueda en realidad reproducir-se sin desvalorizar radicalmen-te –totalmente– el espacio y el tiempo: el lugar que piso, la hora en que te espero, están fuera de la vida. La humani-dad capitalista vive ininte-rrumpidamente pendiente de algo que está ocurriendo en otra parte (¡la boda real, la co-pa del mundo, el foro virtual!) y de algo que aún no ha ocu-rrido (¡el nuevo Ipod de Sony!). Por eso, dicho sea de paso, el ecologismo libra una batalla tan difícil: porque tiene que luchar contra multinacionales y gobiernos, sí, pero también contra esta convicción subjeti-va de un mundo material que está ya muerto, desactivado, que carece completamente de interés o de luz –por oposición al mundo real de las mercan-cías y las imágenes.

Así es más o menos la con-dición humana: la imposibili-dad del acontecimiento produ-ce la necesidad del conocimien-to; la imposibilidad de la repeti-ción produce la necesidad de la narración. Pero resulta que Acontecimiento y Repetición

son la regla del consumo capi-talista: ¡la felicidad por fin al al-cance de todos y sin interrup-ción! En el siglo xviii la Ilustra-ción –y las revoluciones estado-unidense y francesa a ella apa-rejadas– reivindicaron por primera vez el «derecho de los pueblos a la felicidad». Dos si-glos y medio después la casa Coca-Cola, mortífera envene-nadora de suelos y conciencias, ha abierto en España el primer Instituto de la Felicidad del mundo, dedicado a registrar las vibraciones sísmicas de la felicidad en el planeta y a orien-tar a sus habitantes, mediante consejos e instrucciones, para alcanzarla en su máxima inten-sidad. Es sin duda indicativo el hecho de que sea una multina-cional fabricante de refrescos (y no el Parlamento o el Minis-terio de Sanidad o la Biblioteca Nacional) la que se interese por la felicidad de los europeos; co-mo lo es también el que la ma-yor parte de los encuestados se declaren felices o muy felices, y entre ellos, por encima de la media de Europa, destaquen los españoles (89 %). España es sin duda uno de los países de la UE más afectados por la crisis;

portuna, provocativa, subversi-va. Hemos prohibido la infelici-dad privada como hemos pro-hibido la disidencia pública y más o menos por las mismas razones: porque denuncian, acusan, revelan la verdad de nuestro mundo.

Para los filósofos ilustrados el derecho a la felicidad se defi-nía como el derecho a las con-diciones sociales necesarias pa-ra que los individuos pudiesen buscarla a su manera (o la des-preciasen si preferían la infeli-cidad). Pero al dejar la felicidad en manos del capitalismo he-mos acabado por generar una situación social peligrosísima en la que la población (1) se cree con derecho individual a la feli-cidad, (2) está socialmente obli-gada a ser feliz y (3) es objetiva-mente despojada de las condi-ciones que le permitirían serlo. De esta combinación, como ya han adelantado algunos analis-tas, lo único que puede surgir en una Europa en crisis es al-guna forma de fascismo.

¿Dónde ocurren en realidad las cosas? Donde podemos co-nocerlas y narrarlas; donde po-demos amarlas; donde pode-mos, además, cambiarlas. CM

¿Dónde ocurren las cosas?

con más de 4 millones de desem-pleados (20 %), la tasa de pobre-za infantil más alta del conti-nente (17,5 %) y un creciente re-troceso en derechos políticos y laborales, su población se de-clara sin embargo contenta y satisfecha. ¿Es que los españo-les mienten o se engañan? Yo diría más bien que el marco re-ferencial definido por la casa Coca-Cola (es decir, el del con-sumo o, si se prefiere, el del Acontecimiento y la Repetición generalizados) ejerce una enor-me presión psicosocial sobre los encuestados; es vergonzoso, si no culpable, sentirse descon-tento o insatisfecho y nadie se atrevería a declararlo en voz al-ta. El Acontecimiento y la Re-petición se han vuelto hasta tal punto obligatorios que no ser felices indica ya una falla indi-vidual, una falta ignominiosa, una especie de pecado original cuya responsabilidad no puede atribuirse sino al desdichado. En las sociedades capitalistas avanzadas hay una relación de directa proporcionalidad entre la criminalización creciente de la política y la criminalización creciente de la infelicidad. La infelicidad es ya molesta, im-

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tabla 1. las tres joyas (individual)NOMBRE SJ OPS OBP CB VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU BR CR CI SH SF DB BB BI SO BD TE CP FP PAArmando Sánchez González 10 650 315 2 787 2 562 270 673 263 62 38 16 859 335 71 35 307 8 15 12 190 31 243 52 116 561 1.28 72Arturo Sánchez González 9 731 336 3 094 2 733 360 718 263 85 14 83 1 080 395 70 42 362 18 27 37 279 13 437 56 182 639 1.50 132Felipe Sánchez González 3 620 299 358 330 38 81 245 9 8 0 106 321 19 6 40 0 2 5 21 3 64 5 17 78 1.31 76Wilfredo Sánchez González 19 774 380 7 156 6 565 891 2 174 331 228 69 16 2 588 394 339 192 523 27 30 30 503 107 310 92 313 1 398 1.19 63Fernando Sánchez González 23 878 389 8 269 7 204 1 115 2 215 307 338 65 280 3 523 489 135 76 1 223 2 62 135 866 144 885 180 683 2 058 1.59 182Ariel Sánchez Sánchez 5 808 372 1 908 1 692 291 540 319 66 30 24 738 436 32 33 186 38 9 7 162 8 204 29 120 453 1.37 117José Raúl Delgado Diez 20 818 357 4 681 4 080 664 1112 273 176 21 183 1 879 461 99 64 698 15 34 72 480 48 741 89 380 1 179 1.69 188Yoani Delgado Pedroso 10 774 363 1 084 893 116 212 237 34 2 39 367 411 6 3 155 4 6 35 146 19 230 19 75 232 1.73 174Luis Enrique Gourriel Díaz 21 752 349 5 170 4 703 593 1411 300 212 38 66 1 897 403 45 39 515 59 33 89 286 40 568 154 316 1 042 1.34 103Lourdes Gourriel Delgado 20 916 410 7 330 6 263 1 122 2 026 323 326 39 247 3 171 506 121 77 1 077 19 74 44 927 155 372 190 612 2 278 1.57 191Yunieski Gourriel Castillo 10 705 333 2 950 2 610 332 718 275 88 23 40 972 372 12 32 329 47 28 46 219 7 252 77 151 621 1.35 97Yulieski Gourriel Castillo 9 1 011 413 3 897 3 375 722 1 137 337 207 54 189 2 018 598 102 33 742 5 45 64 407 80 316 94 450 1 275 1.77 261Lourdes Yunieski Gourriel Castillo 1 NOVATO Fidel Linares Rodríguez 10 692 359 1 823 1 581 172 425 269 52 13 8 527 333 19 29 159 10 6 38 187 37 143 43 73 323 1.24 64Omar Linares Izquierdo 20 1 131 487 7 454 5 962 1 547 2 195 368 327 54 404 3 842 644 246 95 1 221 11 48 106 1 327 235 675 133 785 2 364 1.75 276Juan Carlos Linares Izquierdo 17 867 408 5 639 4 797 836 1 544 322 272 34 106 2 202 459 53 57 715 60 49 85 648 38 528 110 412 1 445 1.43 137

Tabla 2. Las Tres Joyas (Colectivo) NOMBRE N.M OPS OBP CB VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU BR CR CI SH SF DB BB BI SO BD TE CP FP PAFamilia Sánchez-González 6 790 368 23 572 21 086 2 965 6 401 304 788 224 419 8 894 422 666 384 2 641 93 145 226 2 021 306 2 143 414 1 431 5 187 1.39 118Familia Gourriel-Delgado-Castillo 7 848 378 25 112 21 924 3 549 6 616 302 1 043 177 764 10 304 470 385 248 3 516 149 220 350 2 465 349 2 479 623 1 984 6 627 1.56 168Familia Linares-Izquierdo 3 974 442 14 916 12 340 2 555 4 164 337 651 101 518 6 571 532 318 181 2 095 81 103 229 2 162 310 1 346 286 1 270 4 132 1.58 195Total 16 855 389 63 600 55 350 9 069 17 181 310 2 482 502 1 701 25 769 466 1 369 813 8 252 323 468 805 6 648 965 5 968 1 323 4 685 15 946 1.50 156

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Ehijo de apenas 13 días de naci-do. «¿Verdad que está fuerte?»

Fabulación de millones apar-te, en una tierra que transpira béisbol, ¿cuántos factores deben conjugarse para que el niño pe-queño que deleita a todos con su minúsculo bate, sea anunciado en el «Sandino» o el «Guiller-món» como un consagrado? ¿En verdad sus conexiones, ahora que está en la primaria, estre-mecerán el Coloso del Cerro; o perderá el embullo al llegar al preuniversitario?

En fin, esta idea recurrente anida entre quienes desandan los terrenos. Si bien en oportuni-dades no lo confiesan, lo cierto es que la mayoría de los estableci-dos, al igual que millones de cu-banos, desean que sus vástagos emulen con sus hazañas de anta-ño dentro de los diamantes.

Tampoco aquí, como en na-da, el linaje del progenitor cons-tituye marca registrada per se de la calidad de la prole. El vie-jo puede ayudar mucho desde todos los ángulos, pero si Ro-bertico, Luisito o Alejandro no nacieron para atrapar rollings o tirar strikes, ni Mandrake El Mago lo catapulta al estrellato. En Cuba es difícil imponerse individualmente, así que ima-ginemos cuánto hay que reali-zar, a fuerza de inatrapables, vuelacercas y estrucados, para sobresalir en lo colectivo.

Dicho esto (en un panora-ma donde, desde los Zamora y Montes de Oca villaclareños hasta los González de la tierra de la piña, han brillado dece-nas de jugadores unidos por la-zos filiales), les propongo echar una mirada a los apellidos más ilustres del béisbol cubano, apoyándonos en tres familias que, combinando atributos de la madre natura con esfuerzo y constancia, lograron resplan-decer incluso más allá del fir-mamento antillano. Seguro de que esta lista se multiplicará en el futuro por la relación filosó-fica caribeña de varón-pelote-ro, les presento mi búsqueda.

Las «tres joyas» de las familias beisboleras cubanas

SJ: Series Jugadas. N.M: Número de Miembros. OBP: Por ciento de Embasado. OPS: Por ciento de Embasado + Sluggins. CB: Comparecencias al Bate. VB: Ve-ces al Bate. CA: Carreras Anotadas. H: Hits. AVE: Average. 2B: Dobles. 3B: Triples. HR: Jonrones. TB: Total de Bases. SLU: Sluggin. BR: Bases Robadas.

Leyenda

H. ROMO SIGLER

Justo cuando repasamos desde la intimidad del hogar los aciertos y desventuras de un año que trans-currió, directamente vinculada a su intensidad y velozmente, LA CA-LLE DEL MEDIO le propone partici-par en un concurso para seleccio-nar a la familia más prominente del béisbol revolucionario.

Sí, usted no se confundió amigo lector, este es un artículo sobre pelota y no de la huella imborra-ble de Aurora Bosch, Mirtha Plá, Loipa Araújo y Josefina Méndez, las cuatro excelsas con-tinuadoras de la insuperable pri-ma ballerina assoluta Alicia Alon-so, que tantas alegrías propor-cionó, con su virtuosismo, a nuestro país en los más exigen-tes escenarios y que hoy es arro-pada por el público danzario mundial, en su 90 cumpleaños.

Aunque la apasionante rela-ción cultura-deporte es palpa-ble en las más diversas mani-festaciones, en esta ocasión nos referiremos al pasatiempo na-cional desde una dimensión esencial, para cualquier activi-dad creadora, y que no ha sido suficientemente abordada: la familia.

Respetable público, Leandrito, con sus tres años, sale de emergente por los Industriales¿Cuál es tu mayor sueño?, le

pregunté, casi en la despedida, al mítico Pedro Chávez quien, con velocidad supersónica su-perior a los swines con los que conectó profundos batazos, res-pondió: «Ver a mi nieto dar jon-rones en el Latino. Fíjate que es zurdo como yo.» Meses des-pués, conversando en Santiago de Cuba con el carismático Braudilio Vinent, repetí la inte-rrogante. El Meteoro de la Maya, como en sus años dorados, me retó con su afirmación a la ma-nera de sus desafiantes rectas de humo. «A este sí le veo con-diciones», se refería a su sexto

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Wilfredo Sánchez González Omar «El Niño» Linares IzquierdoLourdes Gourriel Delgado

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LA CALLEDEL MEDIODICIEMBRE 2010

tabla 1. las tres joyas (individual)NOMBRE SJ OPS OBP CB VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU BR CR CI SH SF DB BB BI SO BD TE CP FP PAArmando Sánchez González 10 650 315 2 787 2 562 270 673 263 62 38 16 859 335 71 35 307 8 15 12 190 31 243 52 116 561 1.28 72Arturo Sánchez González 9 731 336 3 094 2 733 360 718 263 85 14 83 1 080 395 70 42 362 18 27 37 279 13 437 56 182 639 1.50 132Felipe Sánchez González 3 620 299 358 330 38 81 245 9 8 0 106 321 19 6 40 0 2 5 21 3 64 5 17 78 1.31 76Wilfredo Sánchez González 19 774 380 7 156 6 565 891 2 174 331 228 69 16 2 588 394 339 192 523 27 30 30 503 107 310 92 313 1 398 1.19 63Fernando Sánchez González 23 878 389 8 269 7 204 1 115 2 215 307 338 65 280 3 523 489 135 76 1 223 2 62 135 866 144 885 180 683 2 058 1.59 182Ariel Sánchez Sánchez 5 808 372 1 908 1 692 291 540 319 66 30 24 738 436 32 33 186 38 9 7 162 8 204 29 120 453 1.37 117José Raúl Delgado Diez 20 818 357 4 681 4 080 664 1112 273 176 21 183 1 879 461 99 64 698 15 34 72 480 48 741 89 380 1 179 1.69 188Yoani Delgado Pedroso 10 774 363 1 084 893 116 212 237 34 2 39 367 411 6 3 155 4 6 35 146 19 230 19 75 232 1.73 174Luis Enrique Gourriel Díaz 21 752 349 5 170 4 703 593 1411 300 212 38 66 1 897 403 45 39 515 59 33 89 286 40 568 154 316 1 042 1.34 103Lourdes Gourriel Delgado 20 916 410 7 330 6 263 1 122 2 026 323 326 39 247 3 171 506 121 77 1 077 19 74 44 927 155 372 190 612 2 278 1.57 191Yunieski Gourriel Castillo 10 705 333 2 950 2 610 332 718 275 88 23 40 972 372 12 32 329 47 28 46 219 7 252 77 151 621 1.35 97Yulieski Gourriel Castillo 9 1 011 413 3 897 3 375 722 1 137 337 207 54 189 2 018 598 102 33 742 5 45 64 407 80 316 94 450 1 275 1.77 261Lourdes Yunieski Gourriel Castillo 1 NOVATO Fidel Linares Rodríguez 10 692 359 1 823 1 581 172 425 269 52 13 8 527 333 19 29 159 10 6 38 187 37 143 43 73 323 1.24 64Omar Linares Izquierdo 20 1 131 487 7 454 5 962 1 547 2 195 368 327 54 404 3 842 644 246 95 1 221 11 48 106 1 327 235 675 133 785 2 364 1.75 276Juan Carlos Linares Izquierdo 17 867 408 5 639 4 797 836 1 544 322 272 34 106 2 202 459 53 57 715 60 49 85 648 38 528 110 412 1 445 1.43 137

Tabla 2. Las Tres Joyas (Colectivo) NOMBRE N.M OPS OBP CB VB C H AVE 2B 3B HR TB SLU BR CR CI SH SF DB BB BI SO BD TE CP FP PAFamilia Sánchez-González 6 790 368 23 572 21 086 2 965 6 401 304 788 224 419 8 894 422 666 384 2 641 93 145 226 2 021 306 2 143 414 1 431 5 187 1.39 118Familia Gourriel-Delgado-Castillo 7 848 378 25 112 21 924 3 549 6 616 302 1 043 177 764 10 304 470 385 248 3 516 149 220 350 2 465 349 2 479 623 1 984 6 627 1.56 168Familia Linares-Izquierdo 3 974 442 14 916 12 340 2 555 4 164 337 651 101 518 6 571 532 318 181 2 095 81 103 229 2 162 310 1 346 286 1 270 4 132 1.58 195Total 16 855 389 63 600 55 350 9 069 17 181 310 2 482 502 1 701 25 769 466 1 369 813 8 252 323 468 805 6 648 965 5 968 1 323 4 685 15 946 1.50 156

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Nadie detiene a esos muchachos que vienen desde Bemba, la tierra colora’ La tropa Sánchez de la finca

Elizalde continúa siendo, den-tro de los núcleos más promi-nentes, el de mayor número de hermanos actuantes en Series Nacionales. Tuvieron en su pa-dre René, catcher de la Liga de Pedro Betancourt, el horcón que alentó a los jóvenes en su despliegue infatigable por los estadios del archipiélago. Feli-pe, Wilfredo, Fernando, Arman-do, Arturo, e incluso Eduardo en su fugaz incursión, sobresa-lieron por su calidad en tiempos donde el béisbol era más arte, inteligencia y pasión que ejerci-cios con pesas. De sus maderos y aluminio, a la derecha e iz-quierda del rectángulo de ba-teo, salieron 6 401 incogibles, con decenas de récords. Wilfre-do, el inigualable número 19 que superó primero que todos el estambre de los 2 000 hits, trascendió las dos líneas de cal para convertirse en icono del deporte en general. Fue tal su destreza, que 25 años después del adiós todavía es el quinto en ese departamento.

La pelota contemporánea rinde pleitesía al también right field nipón Ichiro Susuki, del cual se afirma que posee la téc-nica más depurada, pues ejecu-ta cinco sistemas diferentes en el momento de cuadrarse en home. Wilfredo Sánchez, El Ga-mo de Jovellanos, no fue tan pu-blicitado pero, con un bate en sus manos y desplazándose en-tre las almohadillas, hacía lo que se le antojara.

Fernando, con su capacidad magistral para llegar hasta ter-cera base, ancló por derecho propio entre la decena de beis-bolistas más versátiles de la pe-lota revolucionaria, exhibiendo resultados de tal calibre que es, sin duda, uno de los jugadores más descollantes de cualquier época. Asimismo, el hombre con el dorsal 53 fue exponente

de lujo de las denominadas cin-co herramientas fundamenta-les, tan conocidas en la actuali-dad para «escautear» a un pelo-tero: tacto, fuerza, velocidad en el corrido de las bases, buen brazo y seguridad como fildea-dor. Desafortunadamente es, de los súper estelares, el más desconocido para los bisoños.

Al resto de los hermanos tampoco nadie les regaló na-da. En la actualidad, Ariel, hi-jo de Arturo, ha sido llamado los dos últimos años a la pre-selección nacional, y tuvo ade-más excelente desempeño con el equipo que compitió hace unos meses en Harlem. A no dudarlo, al joven jovellanen-se, enfundado en la camiseta 23, le corresponde renovar, desde la pradera central, la gloria familiar como bujía inspiradora de los combativos cocodrilos yumurinos.

A esos gallos en guayabera hay que cogerles miedo ¿Quién iba a imaginar en

Meneses que José Raúl y Lour-des serían atletas de alcurnia? Además de Olga Lidia, de eleva-dos conocimientos deportivos y sensibilidad maternal, ¿algún vecino sospechó que el peque-ño e intranquilo Yulieski, lan-zándose sobre los hombros del padre al regreso de Parma, lle-garía a tercer bate del team Cuba en el instante de enfrentar a los profesionales?

No por gusto doña Julita Osendi los llama «el Clan Gou- rriel», pues con la incorporación de Lourdes Jr. el día 10 de diciem-bre frente a las huestes del tsuna-mi pinareño, prácticamente ellos solos pueden narrar la historia beisbolera del Yayabo. En blanco y negro, o más bien a todo color, desfilaron antes por nuestros clá-sicos Lourdes, su tío José Raúl (con su vástago Yoanis) y Luis En-rique, mientras que ahora por-tan el estandarte Yunieski, Yu-lieski y Yunito, el benjamín de los Gourriel.

Por cierto, lo ocurrido el viernes de marras en el «José Antonio Huelga» frente a los pativerdes, es récord absoluto solo porque los tres hermanos fueron dirigidos por su padre, no así por el número de hijos de un matrimonio dentro de un terreno. En el pasado, ex-clusivamente hablando de tríos, desfilaron, sin seguir un orden cronológico en el re-cuento, los serpentineros Cas-tillo González (Rafael, Gonza-lo y Rolando); los pinareños Castro García (Luis, Genaro y Juan); los agramontinos Cues-ta Galas (Mario, Eduardo y Omar); los pineros Pérez Gar-cía (los jimaguas Pedro y Pa-blo en las praderas, y Félix desde el montículo) y (últimos en hacerlo antes de los espiri-tuanos) de Villa Clara, los Sán-chez Cabello, con Arael, Ariel y Ángel. Sin embargo, la pro-vincia más pródiga en colocar dentro de la grama a tres hom-bres genéticamente compati-bles es la Atenas de Cuba, con los Dueñas Medina (Arman-do, Alberto y Roberto); los Manrique García (Daniel, Elio y el estelarísimo Juan), y los ya célebres Sánchez González, con diferentes combinaciones a lo largo de dos décadas.

Volviendo a la trayectoria de los Gallos, los números de este septeto –sabiendo incluso que a la mitad de la tribu le queda todavía muchísima ga-solina en las contiendas domés-ticas– configuran un perfor-mance sencillamente especta-cular. Mencionemos solo 3 da-tos para evitar explicaciones. Hasta el inicio de esta histórica Serie 50, acumulan 6 616 inatra-pables, 764 cuadrangulares y 1 043 dobles. ¡Casi nada!

De Lourdes poco puede aña-dirse. Baste apenas el excelso calificativo de que es un hombre sin comparación en los momen-tos cruciales de los desafíos en toda la historia de la pelota cu-bana. En otros lares deben ha-ber existido beisbolistas pareci-

ESTADíSTICAS: Arnelio álvarez de la Uz y Archivo del Autor

dos en ese aspecto; pero supe-riores, imposible. Tiene la fami-lia además el privilegio de que cada uno de sus integrantes, en diferentes categorías, ha vestido el uniforme de las cuatro letras en disímiles eventos internacio-nales, aunque el vórtice lo en-contramos en el dúo Lourdes-Yulieski, inobjetablemente el más sobresaliente en cuanto a padre e hijo, no solo del béisbol, sino del deporte cubano. Basta-rían algunos ejemplos para con-firmarlo. El progenitor, a lo lar-go de sus 15 años en la escuadra caribeña, alcanzó 6 medallas doradas en Campeonatos Mun-diales, 4 en Juegos Panamerica-nos, 8 en Copas Intercontinenta-les, 5 en Torneos «José Antonio Huelga», una en la Copa Meteo-ro de la Confraternidad desa-rrollada en República Domini-cana en 1987, y los Juegos de Buena Voluntad efectuados en Seattle en 1990. A lo que habría que añadir sus 4 éxitos en Jue-gos Centroamericanos y muy especialmente la Corona Olím-pica obtenida en la primera in-cursión oficial, con asiento en la bella Ciudad Condal, en 1992.

Su continuador lleva ocho años como titular en el elenco nacional –es el único, además de Linares en Edmonton 85, que al primer año de termi-nar en los juveniles se le in-cluye en el conjunto máximo y permanece ese tiempo inin-terrumpidamente dentro de la selección estelar–, y ha con-quistado, hasta el momento, dos preseas áureas e igual nú-mero de plata en Copas del Mundo, dos pergaminos Pana-mericanos y uno Centroameri-cano, el laurel en Atenas y, fun-damentalmente, el subtítulo en el I Clásico Mundial dispu-tado, en su ronda final, en el Petco Park de San Diego, en el 2006. ¡De ensueño!

Al extremo de que a nivel planetario solo unos pocos, que caben en la sala de su casa, fue-ron campeones olímpicos y sus hijos repitieron la hazaña. A ellos les tomó exclusivamente 12 años entre ambas proezas. (En nuestro archipiélago lo más cercano es el trofeo de Emilio Correa, en los 67 kg, en Munich 72, y la medalla platea-da de su hijo, de igual nombre, en la división mediana, 36 años después en Beijing.)

Que conste que son reyes no solo en el tabacoFidel Linares fue un pre-

cursor que brilló con luz pro-pia, entregándose a la nueva concepción del deporte revo-lucionario con bríos similares

a los de su etapa de jovencito en San Juan y Martínez, Gala-fre y La Recompensa, donde corría por cada caserío tiran-do piedras y jugando pelota. Antes del triunfo de enero so-bresalió en la fortísima Liga de Pedro Betancourt, en la que se codeaba con los mejo-res amateurs del país. Fue, sin discusión, el primer vueltaba-jero (y ha habido tantos) que se destacó desde el play ball inicial.

A pesar de que en la I Serie Nacional contaba ya con 31 años, se mantuvo como batea-dor respetado, al punto de que en el certamen inaugural, con el uniforme de Occidentales, los lanzadores lo cuidaron tan-to que impuso marca de más pelotazos recibidos, con 6, en una justa de apenas 27 parti-dos; y contribuyó a que su elen-co levantara el campeonato. En 1970, durante la ix Serie, casi al cumplir 40 años, ratificó igual-mente su clase y resultó líder en transferencias intencionales con 10. (Departamento donde Omar finalizó en 9 tempora-das –también récord– como el hombre que en más ocasiones fue enviado a la inicial por el alto mando del equipo contra-rio escoltando en este casille-ro, de manera global, a Anto-nio Muñoz, El Gigante del Es-cambray, líder histórico con 273 pasaportes). Fidel, el amantísi-mo esposo de Panchita, vistió además la franela nacional en los Centroamericanos de Kings-ton, en 1962, y en los Panameri-canos de Sao Paulo, un año des-pués. La tarde del 10 de noviem-bre de 1999, miles de pinareños acudieron a darle el último adiós a quien dejaba su im-pronta en todo el territorio na-cional, muy especialmente en la extraordinaria educación brindada a sus hijos.

Sobre El Niño Prodigio hay poco que añadir. Sus dígitos en estas cinco décadas pare-cen, sencillamente, de otra ga-laxia. Juan Carlos, bateador zurdo de envidiable tacto al que muchos consideraban co-pia fiel de su padre, cosechó actuaciones sobresalientes en la época de mayor esplendor de la pelota antillana.

Indiscutiblemente que Fi-del, sentado en la sala de su ho-gar a los 63 años, estalló de ale-gría observando a sus dos mu-chachos coronarse campeones mundiales en el certamen efec-tuado en Nicaragua, en 1994. Algo que solo encontró prece-dentes, y que no se ha vuelto a repetir, con Wilfredo y Fernan-do Sánchez en los Mundiales de Italia 78 y Japón 80.

CR: Cogido Robando. CI: Carreras Impulsadas. SH: Sacrificios. SF: Flies de Sacrificio. DB: Pelotazos. BB: Base por Bolas. BI: Base intencional. SO: Ponches. BD: Bateo para Doble Play. T: Total de Extrabases. CP: Carreras Produci-das. FP: Factor Poder. PA: Poder Aislado.

Luego de acercarnos a la historia inmaculada de estas familias, y con el propósito de continuar tributándoles home-naje a todos los que nos han llenado de gloria, le convoca-mos a que remita sus opinio-nes sobre ¿Cuál es la familia más prominente del béisbol revo-

lucionario cubano? Con los re-sultados del concurso, que se extenderá hasta el último par-tido de la histórica Serie 50 y que publicaremos al finalizar los Play Off, LA CALLE DEL MEDIO, en nombre de sus seguidores, entregará un premio especial a la familia seleccionada. CM

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¿Cómo llegas a la narración de-portiva?

Desde niño me inventaba mis juegos de pelota y mis carre-ras de atletismo. Incluso en la es-cuela al campo me castigaron muchas veces porque cuando apagaban la luz me ponía a na-rrar, a pedido de mis compañe-ros. Yo inventaba un juego donde el estadio se llamaba Wilfredo Sánchez, todos los peloteros se llamaban Wilfredo Sánchez, to-dos en el público se llamaban Wilfredo Sánchez. Te podrás imaginar que aquello era un arroz con mango: «Batea Wilfre-do Sánchez, lanza Wilfredo Sán-chez…» Llegaba el profesor con la linterna: ¿así que narrando otra vez?, pues a pararme afuera en el sereno un par de horas. Como todo narrador, la mayoría empe-zamos inventándonos esa fanta-sía, nuestros juegos de pelota.

Yo hice teatro, hice fonomi-mia en el programa 9 550. En 1985 se da un curso de narra-dor-comentarista deportivo en la COCO. Ese curso quedó inte-rrumpido; me voy a la televi-sión por lo de la fonominia y me pongo a animar. Paso otro curso de locutor de radio y tele-visión, pero todavía nada que ver en serio con el deporte.

Llega el año 90, vísperas de los Juegos Panamericanos, y es Rodolfo García, en ese mo-mento jefe del Deportivo de la COCO, quien me llama. En los Panamericanos vengo a la CO-CO y narré ciclismo, natación, cubrí el clavado, el tenis y enton-ces sí me incorporé a la emisora. Me hacen un primer contrato como narrador no evaluado y a la vez trabajaba en la televisión.

Pero me empezaron a coin-cidir eventos. La tapa al pomo fue en el velódromo nacional «Reynaldo Paseiro», adonde tu-ve que ir como narrador de la COCO y como productor de la televisión en la Copa del Mun-do de Ciclismo. Tenía que salir de la cabina para ir al camión a ver por los casetes, que si el al-muerzo, que si ve en el carro a recoger a alguien.

Cuando vi que aquello me estaba coincidiendo mucho, me dije: bueno, me la voy a jugar al todo por el todo. Mi camino, mi futuro, no es ser productor ni nada de eso: lo mío es el depor-te. Y pedí la baja de la televi-sión, la baja de productor del Departamento Deportivo de la televisión. Me dijeron que esta-ba loco. Eso de dejar la televi-sión para ir a una emisora pro-vincial a ganar 148 pesos, con dos hijos, eso no lo ha hecho nadie. Pues yo me voy a arries-gar. Y, gracias a Dios, me ha sa-lido bien hasta ahora.

¿Llegó el béisbol entonces?En la Serie del 95-96, en los

play off, William, mi actual com-pañero de batería, no podía ir a Pinar del Río por problemas personales. Y me llama Wilfre-do Gil y me manda a Pinar del Río. Imagínate, la oportunidad de la vida era esa: un play off Pi-nar-Industriales, el equipo de mi vida, mi oxígeno. Y me dice: «Trata de hacerlo bien, porque si lo haces nada más que regu-lar, nunca más vas a poder na-rrar pelota aquí.» Le dije: no me regañe antes de tiempo, déjeme hacerlo y después vemos. Yo sé que eso era un modo de presio-narme, en el buen sentido, para

sacar de mí lo mejor. Pues fui, narré y parece que bien, por-que venían los play off con Villa Clara, por la final. Y quedamos que William narraba en el Lati-no y yo narraba en carretera. Esa es la serie donde Pedro Me-dina debutó como manager y me tocó el sexto juego en el «Sandino», en Villa Clara, don-de Industriales se corona cam-peón. A partir del año siguien-te, alternaba con Toledo y Wi-lliam, pero ya era titular en la pelota.

¿Se cumple contigo eso de que un narrador, un cronista deporti-vo es un deportista frustrado? Como todo niño cubano jugué pelota. Llegaba a mi casa con el uniforme limpio, y mi difunta madre, mi difunto padre, me decían, hoy no te pusieron a ju-gar. Y no tuve la suerte de ser dueño ni de los bates ni de los guantes, ni tenía ningún fami-liar director de equipo que me empujara. Pitcheaba un poco, pero era muy malo, muy malo, muy malo. Practiqué ciclismo y tuve algunos desempeños muy discretos, a nivel provincial, a nivel de municipio, no fue gran cosa. Me dije, si no voy a ser atleta, si no voy a ser árbitro, voy a recuperar entonces eso de la niñez, la narración deportiva.

Dicen que todos los cubanos pueden dirigir un equipo de pelota, pero no creo que todos puedan na-rrar un juego.

Mira, tampoco creo que to-dos los cubanos puedan dirigir un equipo de pelota, pero bue-no… Narrar un juego de béisbol es dificilísimo. Aunque a ratos se torna lento, hay quienes piensan que es fácil, pero no lo

es. En el voleibol, en el ciclismo, más o menos tú sabes qué va a pasar, estás preparado. Pero en el béisbol no hay ninguna juga-da parecida a otra.

Una vez coincidí accidental-mente en una cena con Bobby Salamanca. Yo estaba allí invita-do, pero por la televisión. No sé por qué, todo lo que Bobby ha-bló de béisbol esa noche en aquella mesa, con colegas que ya eran narradores, se me que-dó en el disco duro. Algo me di-jo, graba esto que va a ser im-portante. Y recuerdo una frase. Bobby dijo: «Mira, todos los na-rradores pueden hacer un pota-je de frijoles igual. Pero el que más condimentos le ponga, el que mezcle una masita de puer-co, un ají, el de más condimen-tos, ese sobresale. Porque el out siempre es out y el strike siempre es strike. Lo que le pongas alre-dedor, el adorno que le pongas, eso es lo que sobresale.» Y Bo-bby Salamanca, ya se sabe, un sello inalcanzable, un genio en un altar. Está loco quien intente nada más soñar con imitarlo.

Tú vas buscando resortes. Pero es que ninguna jugada es igual: en tres y dos tú dices, va a ser bola, pero puede ser foul o jonrón o pelotazo. Tienes que estar preparado, tener agilidad mental. Mira, los colegas de más experiencia –Navarro, Ro-dolfo, Modesto– me han dicho, pero no he hecho la prueba, que en un juego tenso se bajan libras de peso al narrar. Y no lo dudo.

¿Qué opinas del hecho de que hay muchas personas que ven el juego por la televisión y a la vez es-cuchan la narración de la COCO?

Me lo preguntaron una vez y dije en broma que esa era la pandemia de La Habana y hu-bo quien se puso bravo. Claro, por un problema ético, de res-peto a mis colegas de la televi-sión, yo no hablo de eso en las trasmisiones. Pero han venido aficionados, hombres, mujeres, abuelitas, niños, a decirme que oyen la COCO y ven la televi-sión. Me han dicho que es por los dicharachos, por las estadís-ticas, por el sello de la emisora. No creo que rechacen la televi-sión. Quizás porque aquí –no hay que olvidar que esta es una emisora provincial– se respeta al rival pero defendemos nues-tros equipos.

Por lo general los comentaris-tas cubanos no hacen explícito con cuál equipo simpatizan. ¿Te han criticado porque se sabe que eres industrialista? ¿Te parece que no eres imparcial a la hora de narrar las acciones de los rivales?

Yo defiendo a los atletas de la capital, a capa y espada, por-que nos toca. ¿Si no lo hace la COCO, la emisora deportiva de la capital, quién lo va a hacer? Yo no creo en la imparcialidad total. Pero respeto con muchí-sima seriedad a los rivales. En un juego Santiago contra In-dustriales, yo narro igual el jonrón que pega Meriño, con la misma emoción, que si lo co-necta Malleta. Aunque por den-tro esté hirviendo, metido en una olla arrocera, porque no quiero que Meriño dé jonrón.

¿Y tienes alguna explicación, por ellos, quiero decir?

Es que se trata de medios nacionales. Abarcan todo el país y a lo mejor si dicen, bue-

ANTONIO LÓPEz SÁNCHEz

No teNgo uNa idea exacta de la prime-ra vez que lo escuché. Quizás porque en la COCO –esa emisora radial que ha sido, pa-ra todo industrialista, la esquina de las ale-grías o las tristezas según el marcador– cual-quier voz propiciaba estar bien arropado.

Sin embargo, esa voz con la que festejamos las victorias o que reconforta con un incombus-tible «va derrotando a Industriales, por el momento», aunque haya 10 carreras abajo, alguna vez se hizo tan-gible. Y empieza uno a distinguirla. Y tal como se conoce a los amigos, ya sabemos una fracción de segundo antes si fue buena bola, si va a ser quieto, si se empató el juego.

Entonces, aunque sigue todavía escondida en esa misteriosa caja que acompaña, la voz gana vida, se in-

corpora a los afectos, sobre todo a ese afecto, irrevoca-ble cuando es sincero, que es amar a un equipo de pe-

lota. Al mismo equipo de pelota. Y es como una mano tendida, como un abrazo que explota en alegría cuando se gana o como un consue-lo cuando cayó el último out en contra y ya no hay remedio.

Hasta que finalmente, uno se pone la chamarreta del oficio, y se decide a buscarla,

a desentrañarla pregunta por pregunta. En-tonces se sabe que la voz lleva consigo una emisora radial, «que me formó y que es la universidad de los narradores deportivos en Cuba», y un equipo, «que es mi vida y mi oxígeno». Y luego le crece un rostro, una historia y, por supuesto, un corazón humano; todos de eterna gorra y casaca industrialista. Así se revela una voz azul que se llama Andy Vargas.

Andy VargasEl hombre de la voz azul

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no, le voy a Santiago, entonces quizás temen que les digan al-go en el Latino. Los medios na-cionales son diferentes en eso.

Mira, a mí me ocurrió en Rotterdam en el 2003, con el equipo Cuba que dirigía Juan Padilla y que ganó allá. Un fun-cionario del INDER, gran ami-go mío y al que le agradezco la alerta, me dijo: «Recuerda, vas a narrar al Cuba, no a los pelo-teros de la capital.» Le dije lo mismo: cuando regrese de Rot-terdam, ya veremos. Narré nue-ve juegos, por teléfono, con seis, siete grados de temperatura. Y cuando llegué aquí a la COCO, me llamó el por entonces pri-mer secretario del Partido en Santiago y me felicitó porque yo hablaba de los santiagueros como si hubiera nacido en Son-go-La Maya. Pero es narrar un equipo Cuba, ahí somos cuba-nos, ¿cuál va a ser mi equipo? Quizás alguien pensó que yo iba a halar para los capitalinos. A lo mejor sorprendí a algunos. Pero en ese equipo todos eran mi familia, como si yo fuera de todas las provincias.

Igual pasa en el deporte in-dividual. ¿Mi atleta individual? Javier Sotomayor, que es de Li-monar, de Matanzas. Y yo soy nacido en Cojímar, en la capital. ¿En el deporte femenino? Sim-patizo muchísimo con Ana Fi-delia Quirot, que es de Palma, es santiaguera; simpatizo con Mireya Luis, que es de Cama-güey. Yo soy parcial con esas fi-guras y no son de mi provincia.

Si estás defendiendo a un atleta o un equipo, no hay que tenerle miedo a eso. No es ser parcial, hay que ser objetivo. Ya yo me río de lo que me acusan. Si narras al campeón nacional, que ahora es Industriales, hay que ser objetivo. No hay que ponderar al rival solo porque no le vayas a los azules. Mira, ni siquiera pasa en Radio Re-belde o en la televisión, en los medios nacionales. No hay allí problemas con ningún colega; muchos somos amigos y com-partimos en nuestras casas, con nuestras familias. Pero me da la impresión de que algunos co-legas, sobre todo de otras pro-vincias, creen que hablando mal de Industriales ya te cate-gorizas como imparcial.

Se cumple eso de que Industria-les es el equipo con más seguidores pero también con más detractores en toda Cuba.

Se trata del equipo que aman o que odian. Y el que llena los es-tadios. Igual, tengo colegas de otras provincias que me dicen, qué honor, qué orgullo ser el na-rrador del equipo insignia, de los Industriales. Mira, me tocó. Pero si fuera el narrador de Guantá-namo, defendería a esos Indios con todo. Respetando a los riva-les, pero me moría con ellos.

¿De dónde te viene ser indus-trialista?

Mi difunta madre era pina-reña. Mi padre nació en Place-tas, en Villa Clara. Cuando per-díamos con Pinar de Río, yo lle-gaba encendido y mi mamá me

decía, dale suave que tú saliste del vientre de una pinareña. Pero, qué pinareña, le decía yo, si cuando abrí los ojos el 30 de noviembre de 1955, mi cuarto estaba lleno de banderitas del Almendares. Mi madre, almen-darista; mi padre, almendaris-ta. Me llevaban al estadio vesti-do de Almendares. Incluso, una vez, antes de yo nacer, hubo una actividad en el antiguo Stadium del Cerro, hoy Latinoamerica-no. Era un Día de las Madres o de la Mujer, que había un gru-po de mujeres en el terreno. Y mi mamá estaba en el montícu-lo y yo estaba en su vientre. Ella me decía que yo antes de nacer ya había pisado el montículo del Latino.

Nací en el hospital «América Arias», en Maternidad de Línea. En esos terrenos se jugó el pri-mer partido oficial Almendares-Habana. Ya el azul ese me per-seguía. Como dice Leonardo Pa-dura, ser industrialista es algo maldito. Por ejemplo, eso de que si mi equipo fue eliminado le voy a otro; eso es peor que ser parcial. Cuando eliminaron a Industriales, cuando no clasifi-có, me incorporé a mi trabajo, seguí el play off, pero no quería que ganara este o ganara el otro. Perdió el mío, pues bueno, se acabó.

¿Cómo es tu relación con los pe-loteros? ¿Qué pasa cuando los cri-ticas?

Somos una gran familia. Ellos me respetan, yo los respe-to. Se ha acabado un juego, por ejemplo: y oye, Carlos Tabares, hoy estuviste mal. «Andy, es ver-dad, me engañó, me tiró esto o lo otro.» Ellos saben que no lo hago como algo destructivo, es para ayudar. Fulano, ganaste el juego pero estabas flojo, no te-nías velocidad. «Sí, Andy, tienes razón.» Y lo aceptan. Claro, eso te lo tienes que ganar. Yo he na-rrado Provincial, la Copa Gran Habana, la Copa Antillana de Acero, paso por los entrena-mientos. Incluso, alguna vez me han invitado a la reunión antes del juego. Les he hablado de la gente, de lo que se espera de ellos en la calle, del compromiso con esa afición. Entonces, ellos me ven como un pelotero más dentro del equipo. Ese es mi tra-bajo, por eso puedo elogiar o cri-ticar según sea el caso. Sobre la base de ese respeto.

¿Y te llevas igual con otros pelo-teros no industrialistas?

Cómo no, con peloteros de todas las provincias. Yulieski, Cepeda, Pedro Luis Lazo, Héc-tor Olivera... En sus tiempos con Muñoz, con Vinent. Me ven, me saludan. Siempre estimulando el trabajo de la COCO. De ver-dad, tengo magníficas relacio-nes con muchos peloteros de to-das las provincias.

¿Y el público?Sabe que soy industrialista.

Mira, a lo mejor creerán que soy el cargabates o un entrena-dor del equipo. Si no lo ven así, que le echen azúcar y lo revuel-van, pero me tienen que acep-tar así. Y me voy a morir así.

Cuando el play off con Villa Clara, Reynaldo Taladrid y yo estuvimos compartiendo con la comisión de embullo de los vi-llaclareños. Fuimos a comer al Complejo Malecón, y cuando llegamos, ellos habían ganado ese juego, estaban celebrando, ¡te imaginas! Les dije, están fes-tejando antes de tiempo, se es-tán robando la arrancada, has-ta que no ganen el cuarto juego no son campeones. Ahora en la inauguración de la Serie 50 ga-nó Villa Clara, en el momento en que salgo del Latino me los tropiezo celebrando su victoria, con su conga. Me paré, los salu-dé a todos, nos hicimos fotos, ellos me ponen la gorra de Villa Clara, yo les pongo la de Indus-triales, «oye, te ganamos», sí pe-ro acuérdense de lo que les dije en el Malecón aquella noche, perdieron el sexto y el séptimo. Hay una relación de respeto, muy bonita.

Hay que hablar del play off pasado. Tus impresiones de dos mo-mentos: primero, la serie contra Sancti Spíritus.

Los juegos de Sancti Spíri-tus –como se sabe no viajamos por los problemas que atravie-sa el país– se narraron desde la COCO con un televisor y efecto de público en la computadora. Lázaro Vargas y Reynaldo Tala-drid estaban en la cabina con Wi-lliam y conmigo. En el desagra-dable incidente que ocurrió en Sancti Spíritus, me dolió mu-cho que alguien fuese muy irrespetuoso con el equipo In-dustriales. Debo decir que no fueron los colegas de la emiso-ra espirituana, fue un periodis-ta de esa provincia, que no nombro porque él sabe quién es. Fue muy irrespetuoso con el equipo Industriales.

Quizás él no sabía que yo estaba narrando aquí y que a la vez estaba escuchando la na-rración espirituana por el re-torno interno. Los primeros en criticar y abrir fuego a la acti-tud antideportiva de Lisbán Correa, fuimos nosotros. Eso es inaceptable y no se justifica. Pero nos dolió mucho lo que se dijo de Industriales.

En esa trasmisión, justamente, te recuerdo diciendo al aire que es-tabas escuchando la señal de la ra-dio espirituana.

Y dije que no eran los Indus-triales los que provocaban esos hechos. Los peloteros de Indus-triales no son de broncas, no son de formar esos líos, no son sabo-teadores. Yo dije eso para ver si había una marcha atrás, una re-capacitación elegante. Pero no pasó. De todos modos vino el desquite... Y donde hay desqui-te, no hay agravio.

Allá no te escuchaban en ese juego.

No, y es lamentable. Porque quizás se hubieran dado cuenta de que nosotros criticamos, in-cluso más que ellos, la actitud de Correa. De todos modos, to-do eso quizás funcionó como un doping, en el mejor sentido quiero decir, para los azules. Ese equipo llegó acá y los mu-

chachos me decían, «esto no re-gresa, esto se acaba aquí». Sin prepotencia deportiva, sino por el mal recuerdo que les quedó. Yo les decía, miren, barrer a Sancti Spíritus, eso no es fácil, es el favorito para discutir el campeonato. Germán fue más parco, me dijo: «Vamos a pe-lear.» Pero me lo dijeron todos: «Esto no vira para el Huelga.» Eso fue una inyección de garra, de combatividad.

Cuando ganaron con Medi-na, Industriales era el favorito. Cuando ganaron los títulos con Anglada, Industriales era el ma-cho. Ahora fueron casi el último en clasificar, en el juego 89, un juego apretado contra Matan-zas. Y después les tocaba enfren-tar al favorito Sancti Spíritus; al Campeón Nacional Habana, un equipo grande, para respetar, con el mejor pitcheo de Cuba en los últimos años. Y si superaban todo eso, quedaba Villa Clara, el favorito del Oriente. Por eso creo que este play off fue el más espectacular en mi opinión, por-que Industriales no era el favo-rito para nadie. En ese equipo hay muchachos que nunca ha-bían jugado de noche, con esta-dios llenos, en play off. Contra tres equipos grandes, esos mu-chachos fueron protagonistas de muchas de las victorias. In-dustriales derrota a los tres.

¿Y Villa Clara?Yo decía en las trasmisio-

nes, y se cumplió, que Indus-triales complació peticiones. La dirección de Villa Clara espera-ba ganar dos en el Sandino, ju-gar tres en el Latino y rematar en el Sandino. Querían termi-nar en el Sandino para la gran fiesta que tenían planificada y el concierto del Tosco y todo eso. Y se cumplió, terminó allá. Por cierto, que en la COCO diji-mos que le mandamos a José Luis Cortés dos rastras de car-ga por camiones para que traje-ra de vuelta los instrumentos. Pero en mi opinión, empeza-ron a festejar antes de tiempo. Lo creo, más que como narra-dor, como seguidor del béisbol.

Villa Clara no se rindió nun-ca, pero ganamos el sexto y el séptimo. Y fue un GANAMOS en mayúsculas porque yo tam-bién gané. Tengo el último jue-go en video y mi hijo, que es in-formático, le inyectó a la ima-gen el audio de la narración de la COCO. Fíjate, es un juego de 5 horas, 12 minutos y 42 segun-dos y que además se extendió de un mes a otro.

Esos dos juegos fueron un cubo de agua fría para los villaclareños.

Más bien fueron un cubo de jugo de naranja frío.

Andy, tu momento más feliz con Industriales.

Cada vez que gana Indus-triales un juego de pelota y más si es un rival de consideración.

El más triste…Cuando no clasificamos en

la serie antepasada. El acciden-te de Juan Padilla, eso fue algo muy duro también. Y para com-pletarte el tercer lanzamiento y que sea un ponche, cuando

Germán Mesa no pudo estar en la pelota cubana por dos años. Y ahí está ahora, para callarles la boca a muchos.

Me queda una para cerrar…Déjame hacerte antes una

historia. Mucha gente no lo sa-be, pero en realidad yo no me llamo Andy Vargas. Me llamo Ángel Andrés Hernández Var-gas; lo de Andy Vargas es un nombre artístico. En una entre-vista radial, Milton Díaz Can-ter me oye decir que soy un sal-sero frustrado. Soy un «vanva-nero» desde que existe la or-questa el 4 de diciembre de 1969. Después de Industriales, Los Van Van son mi otra gran familia. Milton oye eso y que la locutora me dice: «si hicieras una orquesta, ¿cómo le pon-drías?» Le digo, Andy Vargas y sus estrellas, Andy Vargas y su banda, algo así.

En el 96, cuando el profesor Eddy Martin me llena los datos de mi evaluación, le doy mi nombre, Andrés Hernández. Eddy me dice, «así se llaman ya un actor, un pianista, no sé cuánta gente». Y me recuerda lo de Milton.

¿Qué pasa? Es que Milton me pide un día un resultado de la Copa Antillana, se iba a edi-tar y yo le paso el resultado por teléfono. Y como Milton oyó aquel programa de la en-trevista, da el crédito en el No-ticiero de que fue un reporte de Andy Vargas. Eddy Martin se acordaba de eso y le dije, bueno, para probar, ponga co-mo nombre artístico Andy Vargas. Y se quedó. Además es un homenaje a mi madre; no es que me quiera desprender del Hernández, pero es un ho-menaje a mi madre que en al-gún momento tuvo que ser madre, padre, amigo. Es un homenaje a ella. Ya ahora, cuando me llaman en la calle, si me dicen Andrés, sé que es alguien de la vieja guardia.

¿Te atreverías a narrar un con-cierto de Los Van Van?

Bueno, ya entre Tabares y yo le hicimos más o menos un coro al Lele. A eso no se le pue-de llamar cantar. Cuando In-dustriales ganó con el tubey de oro de Enriquito Díaz, Los Van Van tocaron después de ese jue-go, como hasta las seis de la mañana, y nos subimos Taba-res y yo, los dos a la tarima. Y yo le decía a Anglada que ya ha-bía logrado los sueños de mi vi-da: Narrar un juego de Indus-triales donde se coronara cam-peón en el Latino, porque cuan-do el jonrón de Marquetti yo no narraba en la COCO, y que además estuvieran allí mis hi-jos. El otro, pues, cantar con Los Van Van. Y los logré.

Tú pronóstico de la Serie 50.Ahora, como hace años,

Industriales no sale de favori-to. Pero es el campeón y se-gún muchos es el equipo a de-rrotar. Así que con la historia que gozamos, disfrutamos y vivimos el año pasado… Con mucho respeto, pero el que venga, que tumbe… CM

Andy Vargas

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A.G.G

EstE 22 dE diciEmbrE se cum-plen cien años del nacimiento de Dora Alonso, una de las escrito-ras más fecundas y queridas por los lectores cubanos. Nacida en Máximo Gómez, Matanzas, en 1910, Dora fue una de las pione-ras de la literatura para niños y jóvenes en nuestro país con obras narrativas, poéticas y teatrales que hoy son reconocidas como clásicos de estos géneros en el ámbito latinoamericano. Gran notoriedad alcanzaron igual-mente su labor periodística y su

incursión en la escritura para la radio y la televisión. Falleció el 21 de marzo de 2001 a la edad de 90 años. Aunque su labor poética para adultos constituye una zona poco conocida de su obra, sus versos, reflexivos y evocadores de su asombro ante la naturaleza, revelan un marcado humanismo y hondura filosófica y el mismo temblor lírico que distinguió su sensibilidad. A modo de celebra-ción en su centenario, esta vez les proponemos un puñado de tex-tos escogidos de su poemario Su-ma, publicado por la editorial Le-tras Cubanas en 1984.

DoraAlonso

INCLUYE POEMAS DE...· soy ·

Soy una casa bajo el mar; me cruzan, como peces, / los recuerdos.Súmanse los corales a las vigas con un peso de sal petrificada.

Soy una casa bajo el mar.El tiempo, su recóndita marea de acumulada arena movediza, ha rendido la base sumergida.

Soy una casa bajo el mar.Soy una casa que se sostiene entre cristales.

· una sola ·

Al amor, una gota de ausencia lo revive; o de llanto, pero solo una gota.

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· escepticismo ·

No son, Fabio, los besos, justa medida del amor logrado.Entrelazar los picospuede muy bien ser cosa de pericos.

· sabiduría ·

Sabio es el pájaro que no anida en la copa del árbol.

· de la elección ·

Cuidado sumo al elegir estrella:Está la que es grandeza, / altura, lumbre; y la que arrastran las espuelas.

JORGE WEJEBE COBO

la dama vEstida dE nEgro descen-dió del coche en el que era conducida al lugar de su ejecución cerca de la ciudad de París; caminó firme, escoltada por dos soldados, hasta la falda de una es-carpada colina y se situó de frente a sus verdugos. Rechazó que le vendaran los ojos. Intentó una sonrisa y envió un be-so de despedida a los 12 soldados del pe-lotón de fusilamiento. Solo cuatro de los disparos hicieron blanco, pero una bala le atravesó el corazón.

De esa forma se despidió de la vida Mata Hari, la bailarina, cortesana y agente secreta más famosa de la histo-ria, al amanecer del 15 de octubre de 1917. Había sido condenada, por un tri-bunal francés –sin pruebas concluyen-tes–, a la pena máxima como espía du-rante la Primera Guerra Mundial.

Crónicas de la época la describían co-mo una mujer de piel cobriza, alta, ágil, de rostro ovalado perfecto, nariz recta, ojos oscuros, cabello negro y labios car-nosos. Se decía que imprimía un frenesí lujurioso a las danzas indias, dejando caer uno a uno los velos que cubrían su cuerpo, hasta mostrarse desnuda.

Nadie solicitó el cadáver, que fue utili-zado para prácticas anatómicas en una es-cuela de Medicina. Su cabeza fue momifi-cada y conservada en un museo de crimi-nales ajusticiados de donde desapareció en 1958, posiblemente robada por algún admirador de aquella mujer que prodigó sus habilidades amorosas a poderosos hombres de la época, sin distinción de na-cionalidad, con lo que pensó estar a salvo de las intrigas de los servicios de espionaje enfrentados en la guerra. Ese error de cál-culo le costaría la vida.

Triunfo en ParísMata Hari, que significa «ojo del al-

ba» en la mitología india, fue el nombre artístico escogido por Margaretha Geer-truida Zelle, quien nació el 7 de agosto de 1876 en Holanda. El padre era dueño de una tienda de sombreros, y la madre, de ascendencia javanesa, murió joven. Pero el progenitor le aseguró a su hija una bue-na educación pequeñoburguesa.

En 1895 se casó con Rudolf MacLeod, un Mayor de 39 años del ejército holan-dés destinado a servir en las Indias Orientales, en aquella época parte del im-perio de Holanda, donde la futura Mata Hari entró en contacto con la cultura y la religión de esa zona, las que inspiraron

terceptado por los franceses, a través del cual trasmitieron un mensaje que reve-laba a la bailarina como la agente H-21 y brindaron referencias con las cuales se-ría identificada por la contrainteligencia francesa, que la detuvo cuando ella re-gresó a París en abril de 1917 y acudió a un banco de esa capital a extraer un di-nero que en el cable alemán se describía como pago por sus servicios, aunque ella lo justificó como adeudos por actua-ciones artísticas.

Mata Hari recibió a sus captores en un lujoso apartamento, sin muestras de nerviosismo, segura de que se trataba de una citación sin mayor importancia. Solicitó tiempo para vestirse elegante-mente y aún semidesnuda brindó a los militares caramelos en un casco de ge-neral alemán que conservaba como re-cuerdo de alguno de sus amantes, sin considerar que estaba aportando una prueba incriminatoria.

Para la época, Francia se encontraba en una crisis después de casi cuatro años de guerra. La influencia de la Re-volución rusa que destronó al Zar en fe-brero de 1917 y la propaganda bolchevi-que a favor de la paz, tuvieron un gran impacto en los soldados y marinos fran-ceses. Los tribunales militares enviaron al paredón a miles de soldados, marinos y oficiales, solo por negarse a cumplir órdenes o expresarse por la paz. Se lle-gó al extremo de ejecutar a la décima parte de un regimiento completo para restablecer la disciplina.

En ese contexto calcularon las auto-ridades galas que un juicio público y ejemplarizante contra la supuesta espía a la que se le acusó de ser responsable de la muerte de 50 000 soldados france-ses, podría alentar el chovinismo en el país para continuar la guerra. Años des-pués de concluida la conflagración, ofi-ciales que participaron en el proceso ju-rídico reconocieron que no existían las suficientes pruebas para ejecutar a la presunta espía.

Pasados los años, en 2006, una aso-ciación holandesa solicitó la revisión del juicio a la famosa bailarina con el fin de aclarar los enigmas sobre su culpabili-dad, y envió una petición al tribunal su-premo francés para que reabriera el ca-so, sin resultado hasta el momento. Así pasó a la historia la figura de Mata Hari como paradigma de mujer cortesana y espía, conjugación de realidad y ficción, lo cual conduce a que esté aún oculto el real entramado de estos sucesos. CM

Cortesana y espía

· campesina ·

Déjame ser el trueno, la tierra atormentada de raíces, camino abierto entre las malvas.

Agua recién nacida que fluye lenta de los manantiales en renovado goce transparente.

El sonido del hierro en la madera, el salmo de las ranas en su apacible encuentro con la noche.

Déjame ser el grito para espantar la soledad del pozo. CM

mente la prepararon para su peligroso trabajo, al igual que sus colegas germa-nos, comprobaron personalmente las habilidades amatorias de la espía que aceptó o se brindó espontáneamente, se-gún las diferentes versiones, para cola-borar como agente secreta francesa con-tra Alemania.

Durante el juicio no negó sus rela-ciones amorosas con militares germa-nos, franceses, rusos y de otras naciona-lidades, las cuales justificó debidas a su fascinación y admiración por los unifor-mados, pero negó su culpabilidad como espía y cuentan que exclamó: «¿Una ra-mera? ¡Sí!; pero una traidora, ¡jamás!»

Peligroso juegoProbablemente Mata Hari no pudo o

no quiso obtener las informaciones que urgentemente requería el servicio secre-to francés, y tampoco convenció a los ale-manes de su lealtad, por lo que su falta de resultados como espía la convirtió en sos-pechosa de traición para ambos bandos.

Para sobrevivir en el despiadado mundo del espionaje tendría que em-plear algo más que sus artes amatorias. En ese peligroso juego al parecer no de-mostró la suficiente inteligencia y capa-cidades analíticas para descifrar la com-plicada política y estrategia de las po-tencias en pugna y así obtener las infor-maciones requeridas manipulando a sus amantes y, por el contrario, fueron estos quienes utilizaron a Mata Hari co-mo un exótico objeto sexual, perfecta-mente prescindible como se demostró en su trágico final.

La historia más extendida sobre la causa de su detención, proceso y ejecu-ción señala que los alemanes decidieron sacrificar a Mata Hari para desinformar a sus enemigos cuando ella se encontra-ba por compromisos artísticos en Espa-ña –nación neutral y base de espionaje para todos los países beligerantes– y uti-lizaron un código que sabían estaba in-

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sus danzas años después. La pareja tuvo dos hijos, un varón que murió aparente-mente envenenado por un sirviente nati-vo en venganza por los maltratos recibi-dos del militar, y una niña que falleció también tempranamente.

Margaretha Geertruida abandonó a su esposo al regresar ambos a Holanda y huyó a Francia a principios del siglo xx, debido a los ultrajes y la afición a la bebi-da del militar (según escribió en una au-tobiografía), e inició en 1903 su carrera en París, Berlín y Londres como bailarina y cortesana, bajo el nombre de Mata Hari.

Según la versión de la fiscalía fran-cesa, la colaboración de Mata Hari con Alemania comenzó en Berlín donde se encontraba al inicio de la Primera Gue-rra Mundial en compañía del amante de turno, el Conde Von Jagow, jefe de la po-licía de esa ciudad, quien le propuso ser-vir al espionaje alemán a cambio de una buena recompensa económica.

Además se le adjudicaron relaciones amorosas con políticos allegados al Kái-ser alemán y con altos oficiales del ejérci-to prusiano. Asimismo, funcionarios del servicio secreto de ese país compartieron el trabajo de inteligencia con la alcoba de la cortesana, según la acusación.

En París era conocido que Mata Ha-ri fue amante del exministro francés de guerra Adolphe Pierre Messimy; y para seguir la tradición, oficiales galos de los servicios de información que supuesta-

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ELIzABETH LÓPEz CORzO

Pedrito caLvo no necesita presentación. En Cuba, cuando se dice su nombre enseguida nos vienen a la mente los temas de «Marilú»; «Sandunguera»; «Anda, ven y muévete»; «La titimanía» o «El negro está cocinando». Su voz rajada y ese timbre inconfundible, le dan sa-bor a cualquier cosa que cante. Todo el mundo lo recuerda como la voz de Van Van. Su actual orquesta La Nueva Justicia, dirigida por él, está entre las más populares del país y este año ha participado en casi todos los festejos popu-lares de la isla.

Aunque es un hombre muy alegre que desprende movimiento, soltura y desenfa-do, quienes hemos interactuado con él en algún momento sabemos que estamos ha-blando con un artista serio, que incluso re-cibió de manos del comandante Juan Al-meida la Réplica del Machete de Máximo Gómez, un honor que anhela cualquier ar-tista cubano. En cierta ocasión Fidel lo pu-so como ejemplo de un artista de pueblo, cuando trabajaba de forma voluntaria en las obras para los Juegos Panamericanos de La Habana en el 91.

Durante una conversación con LA CALLE DEL MEDIO, Pedrito Calvo rememoró los ini-cios de su carrera y nos comentó sobre sus ac-tuales proyectos.

Pedrito Calvo se dio a conocer en un progra-ma de televisión hasta que llegó a la orquesta de su papá, ¿cómo fue esa primera etapa en la música?

Desde que yo estaba en la escuela cantaba, esa era mi vocación, yo cantaba dondequiera. Estudié en una escuela bautista en Calabazar, allí interpretába-mos canciones religiosas y hacíamos co-medias. Yo traía eso desde niño porque mi padre era violinista de la misma or-questa que llevaba su nombre, Pedrito Calvo. Mi mamá cantaba, no era profe-sional pero lo hacía muy bien y la invita-ban a cantar en todas las fiestas. Así que eso se me fue pegando.

Yo era zapatero entonces. En Guana-bacoa pasaba un carrito que anunciaba los productos de aseo. Un día me embu-llé y canté en el carrito y me regalaron un estuche con jabones. Entonces la gen-te me sugirió que fuera al programa de La Corte Suprema. Allí tenía que ganar dos veces semanalmente y te hacían Es-trella Naciente. Yo gané y me invitaron luego a otros programas.

Después vino el triunfo de la Revo-lución y me desvinculé de ese espacio de TV. Mi papá me llamó para trabajar en su orquesta y allí empecé, pero seguí con la zapatería, en esa época muchos artistas tenían otro oficio, salvo unas pocas agrupaciones que sí podían vivir solo de la música.

Luego estuve en la orquesta Riviera, del padre Revé, fue muy bueno estar allí. Luego pasé a la orquesta Jóvenes del Feeling y después me fui con la Rit-mo Oriental, eso marcó una razón grata en mi carrera, allí aprendí mucho con todos.

Aunque es poco conocido, se sabe que us-ted participó en la lucha contra bandidos y en Playa Girón. ¿Qué recuerda de esa época, qué anécdotas tiene?

Imagínate, son recuerdos muy lin-dos. No teníamos experiencia en nada militar pero había un embullo tremen-do en la juventud de esa época. Noso-tros queríamos ser como los barbudos, poner nuestro granito de arena, éramos miles.

Recuerdo que en el 59 o 60 abrimos muchas trincheras en las costas cuba-nas. Hoy paso por esas playas y las veo, ya no son trincheras, pero recuerdo có-mo di martillo allí.

Tuve la suerte también de que cuan-do Fidel proclamó el carácter socialista de la Revolución, mi fusil era uno de los que estaba ahí alantico. También estuvi-mos en el Escambray, en Playa Girón.

Un día se lo comenté a Fidel y me pre-guntó qué edad yo tenía. Éramos unos chamacos. Yo he tenido contacto perso-nal con él. Cuando mi hermano Manuel Rojas, coronel de la fuerza aérea en An-gola, fue apresado por la UNITA, mi ma-dre, yo y toda la familia recibimos de Fi-del una gran atención, hasta que mi her-mano fue liberado

¿Cómo llegaste a Los Van Van? ¿Qué sig-nificó estar tanto tiempo en la que se conside-ra la mejor orquesta de Cuba?

Tuve la suerte de que a Los Van Van les hacía falta un cantante. César Pedro-so, Pupi, me llamó junto con otros y le dijeron a Formell que yo era el hombre. Él estaba renuente porque yo cantaba con la voz rajada, pero finalmente entré en el grupo en 1973 y allí estuve hasta diciembre del 2000. Fue una linda carre-ra con Los Van Van. Tuve la dicha de ser un cantante que grababa temas y ense-guida pegaban en la población. No ha-bía tanta competencia como hoy, pero sí había. Estaban Rumbavana, Irakere, Ritmo Oriental, Pacho Alonso, La Ara-gón, Maravillas de Florida y muchas más que eran muy buenas. De ese éxito y de lo que hago hoy estoy viviendo, me ha ido muy bien.

¿Por qué se fue de Van Van?Mucha gente pregunta eso. Porque

ya era el tiempo de no estar. Hay buenos matrimonios que se separan. Yo quería hacer cosas mías y no me ha ido mal. Cuando uno logra cosas debe probarse en otras. No me falta trabajo y el pueblo de Cuba y de otros lugares me reconoce. Eso es importante, yo voy por las calles y aprecio que la gente me quiere. Los Van Van siguen siendo mis amigos, mis hermanos.

Hay muchas versiones de por qué le puso La Justicia al grupo…

Porque yo quería hacer justicia con lo que yo hacía. La gente puede pensar que se debe a que yo no era bien congra-tulado donde estaba, pero en realidad es porque quería hacer mis cosas, aquí lo mismo canto un chachachá que partici-po con proyectos como Gente de Zona, Los cuatro…

¿Cuánto ha logrado de lo que se propuso con su orquesta?

Ser independiente, tener mis decisio-nes yo solo, es importante tomar decisio-nes como esta. Por ejemplo, el mismo Formell estuvo con Revé y se fue a hacer su banda. El Tosco estaba con Irakere e hizo su grupo, le fue bien. Isaac estaba con El Tosco y también hizo lo suyo; y así, hay otros ejemplos, yo no soy el único.

El público cubano sabe que Pedrito Calvo puede cantar cualquier cosa, pero ¿qué géne-ros prefiere?

En un principio a mí me encantaban los temas románticos, pero el trabajo te va halando y uno tiene que hacer diver-sas cosas. Hoy día los cantantes se casan con un solo género: bolerista, rapero, so-nero. Yo creo que es bonito tratar de en-trar a todos los campos y fusionar lo que se pueda. Eso es lo que yo he hecho. He cantado rap y rock a mi estilo, canto sal-sa, bolero…, he tenido la voluntad de in-cursionar en muchos géneros.

¿De dónde vino la imagen de Pedrito con bigote y el gran sombrero?

Desde niño siempre me gustó el sombrero. En Cuba había antes muchas tiendas de sombreros. Esa historia pasó, ya no los hacen. Un día en una casa don-de hacían ropa para artistas al lado del «Amadeo Roldán», encontré uno que me gustó y lo hice costumbre. Los que uso actualmente los traigo de México. Y en cuanto al bigote alguien me dijo que me quedaba bien y lo dejé, algunas veces más corto, otras, más largo. Así construí mi personalidad.

Sin entrar en el detalle de la edad exacta, todo el mundo sabe que Pedrito luce mejor que los años que realmente tiene, ¿cuál es el secreto?

Hacer deporte, yo le he sacado mu-cho provecho a eso. Es un sacrificio de película pero he tenido que hacerlo pa-ra poder brindar por la noche un con-cierto de 2 o 3 horas. Llevo más de 40 años corriendo y se lo digo a todo el

mundo: si haces deporte te sentirás me-jor. Es lo fundamental para quien quie-ra mantenerse joven.

La gente dice que Pedrito es un Don Juan. Tiene un récord de hijos, ¿hasta dónde es cier-to eso?

(Risas). He sido prolífero en mi vida. No todo el que apunta da en la diana, pe-ro parece que mis genes son así, que se pegan enseguida y producen. En estos momentos tengo la número 19, es una ni-ñita de 6 meses que es mi vida, y la madre está embarazada de nuevo con 3 meses, así que el año que viene tendré el 20.

¿Es un hombre enamorado Pedrito?Claro que sí, de todo, y sobre todo de

las mujeres, son lo más bello que hay. Por eso he tenido tantos hijos porque me he enamorado mucho. Pero ahora creo que ya estoy en una etapa de tran-quilidad. Me he casado con muchas mu-jeres bellas. En mi matrimonio anterior duré 21 años, tengo jimaguas con ella y se lleva muy bien con mi esposa actual. De ahí la canción «… mi mujer y mi ex se llevan bien…». Todos somos como una familia.

Usted es uno de los cantantes más popu-lares de Cuba, ¿cómo lleva la fama?

Soy un hombre normal, he tratado de ser sencillo y honesto, agradezco mu-cho ser como soy. La fama hay que lle-varla tan natural como comer y dormir. Si tú piensas que para comer necesitas un salón con luces, entonces has fraca-sado. Hay que saludar a la gente en la calle, en mi país me aman lo mismo ni-ños que jóvenes o viejos, con que te quie-ran es suficiente, la fama es solo eso; hoy la tienes, mañana no.

Muchos le llaman «el sandunguero ma-yor», ¿de dónde saca la sandunga Pedrito?

Lo de sandunguero es por la canción con Los Van Van. Lo de mayor es por la edad, porque creo que en las orquestas populares de hoy el vocalista de más edad soy yo, pero soy joven, porque mi corazón me palpita constantemente. CM

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IRINA PACHECO

QuiéN mejor que Eduardo Hi-mely, director de la legendaria agrupación cubana Sierra Maes-tra, para recorrer los casi 35 años de la fundación del grupo y la promo-ción de su último disco Sonando ya, nominado al Premio Grammy Latino 2010 en la modalidad de Me-jor Álbum Tropical Tradicional. Sin más preámbulo, queda abierta la conversación.

¿Qué los lleva a incursionar en el son, si eran estudiantes de una uni-versidad de ciencias (CUJAE)? ¿Qué espíritu asociativo-cultural los ha-ce tomar la decisión de crearse como agrupación musical con los valores de la música tradicional?

Sí, nosotros comenzamos con Sierra Maestra en la CUJAE, muchos de nosotros habíamos hecho música desde muy jóve-nes, principalmente rock. Juan de Marcos y yo habíamos he-cho rock, y siempre dijimos que cuando estuviéramos en la uni-versidad íbamos a hacer un grupo que fuera bueno. Un grupo con calidad, que trascen-diera el marco de aficionados, pero no más allá. Yo entré en la universidad en 1973, aproxima-damente, y ellos entraron en 1974. Decidimos hacer un gru-po de música brasilera que era lo que se estilaba en aquella época y más en el sector uni-versitario, era la música andina lo que se hacía. Ya estaban el Grupo Moncada, el Grupo Ma-yohuacán. Pero bueno, nunca aparecieron los instrumentos para hacer samba y el padre de uno de los ex-integrantes del grupo, Juan de Marcos Gonzá-lez, nos dijo: «¿piensan hacer samba con un tres y un bongó?, me parece que eso no va a sa-lir». Y fue verdaderamente el que dio la idea de hacer este gé-nero, el son, que estaba perdido musicalmente en la difusión nacional en ese momento y que era un género que la juventud de aquel tiempo no conocía. Y bueno, a partir de esa idea de Marcos González Mauri, fue que empezamos a hacer esa música. Estuvimos aproxima-damente dos meses ensayando en la Casa Blanca de la CUJAE, porque la mayoría de los fun-dadores estudiábamos allí –Juan de Marcos González y Alejandro González eran de Agronomía, y Alberto Valdés, uno de los cantantes, de Econo-mía–, pero el grupo realmente surge en la CUJAE. Estuvimos dos meses ensayando dos te-mas: «¿Dónde estabas anoche?» y «Bururú Barará», prácticamen-te fusilados; nunca nadie fue a los ensayos, nunca nadie vio al grupo porque a nosotros, para serte honesto, nos daba un po-co de temor, porque tú no sa-bías cómo la juventud iba a asi-milar esa música. Pero además, en los festivales de aficionados de la música de la CUJAE, en ese tiempo, cuando no gusta-bas, te tiraban dos bombazos y tenías que bajarte del escena-rio. No es como ahora, que la

gente es más fina y espera a que tú termines. Pero bueno, mostramos esos dos estrenos en el festival, conmemorando el día de la cultura nacional. Por eso nosotros decimos que la fecha de surgimiento del gru-po es el 20 de octubre de 1976. Nos presentamos y lejos de re-cibir los bombazos, la gente em-pezó a bailar y comenzó a tara-rear las canciones, sin sabérse-las, porque no estaban en la ra-dio, y bueno, ese fue el primer festival que ganó el Grupo Sie-rra Maestra en el ámbito uni-versitario y que dio pie a conti-nuar con esa línea de trabajo.

El Septeto Nacional Ignacio Pi-ñeiro se puede decir que fue cimien-to en la formación y desarrollo del Grupo Sierra Maestra, como músi-cos noveles que incursionaban en el género del son. ¿Cómo ustedes, en la intención de rescatar la músi-ca tradicional, comienzan a esta-blecer vínculos con el Septeto Na-cional Ignacio Piñeiro?

Cuando ya el Grupo Sierra Maestra había ganado varios festivales en el escenario uni-versitario, nos enteramos de que en la Biblioteca Nacional estaba tocando el Septeto Na-cional y fuimos, nos presenta-mos, nos conocimos. Fue sobre todo Rafael Ortiz, compositor, excelente músico cubano y glo-ria de este país, quien nos brin-dó su apoyo para conocer a fon-do el son como género. Tam-bién nos ayudó Lázaro Herre-ra, el trompeta del Septeto Na-cional, ambos trabajaron con Ignacio Piñeiro. Y además, ellos fueron los que al principio del triunfo de la Revolución, con el apoyo del maestro Odilio Urfé –que fue quien habló tanto con Rafael Ortiz como con Lázaro Herrera para que rescataran el Septeto Nacional–, reconstru-yeron el grupo, después de la ruptura que hubo con la muer-te de Ignacio Piñeiro. Te cuento cosas que ellos me dijeron.

Toca la casualidad de que vi-víamos en el mismo barrio, y ca-si todos los fines de semana, sá-bados y domingos, que eran los

días que teníamos libre en la universidad e incluso después de graduados, íbamos a casa de Rafael Ortiz y aprendimos mu-chas cosas, en general con todo el Septeto Nacional, pero prin-cipalmente asesorados por Ra-fael Ortiz y Lázaro Herrera. Yo considero que haber tenido la suerte de establecer lazos con el Septeto Nacional fue súper im-portante, porque ya no es un disco que tú empiezas a oír y te imaginas, tú estás aprendiendo directamente con las personas que eran los pilares en esta mú-sica y la habían difundido por el mundo, con una persona de la talla de Ignacio Piñeiro, consi-derado como una de las figuras principales del son en Cuba. Y ese estímulo nos ayudó verda-deramente muchísimo en nues-tro trabajo.

¿Cómo se materializa el disco El Guanajo Relleno, que es el LD, se puede decir, que marca la entra-da del Sierra Maestra en la popu-laridad?

Ya eso es una segunda parte, porque una vez que hicimos es-te trabajo con el Septeto Nacio-nal, y que ya el grupo había ga-nado en muchos festivales uni-versitarios, se dio la posibilidad de participar en un programa que existió en Cuba alrededor de los años 80 y que se denomi-nó Todo el mundo canta. En él competían solistas, no agrupa-ciones, y Ángel Hernández Cal-derín, que era el director del programa, cuando vio al grupo y la música que hacíamos le in-teresó, y digo además que no so-lo a Ángel Hernández, sino a las personas que estaban en el jura-do de ese programa. María Ál-varez Ríos nos ayudó muchísi-mo. Y nada, nos presentamos, pero como las agrupaciones no podían competir, lo hizo José Antonio Rodríguez, que era el cantante del grupo. Aclaro esto pues mucha gente piensa que José Antonio era solista y noso-tros lo acompañábamos, y no es así. José Antonio era el cantante nuestro desde el principio, pero para poder insertar el acompa-

ción Sandinista, nos invitaron, tocamos en Managua y en va-rias ciudades para colaborado-res cubanos. En 1983 tuvimos una invitación de la Casa de la Cultura de Suecia, y recorrimos Finlandia, casi todos los países nórdicos, Islandia, y si te digo que vale la pena mencionar es-to es porque en el año 1983 o 1984 eran muy pocas las agru-paciones cubanas que iban a Europa. Te hablo de Los Papi-nes, de La Aragón, de Los Zafi-ros; sin embargo, hay un grupo que casi nadie menciona y que yo considero que fue guía en el trabajo que nosotros hicimos en Europa, me refiero al Grupo Moncada. Como habíamos sa-lido de la universidad, creo que Moncada debe tener ahora 39 o 40 años de fundado, nosotros vamos a cumplir 35 el próximo año. Pero pienso en el Monca-da donde estaban Alberto Faya cantando, Tomás, Juanito, en fin, ese Moncada. Nosotros aprendimos mucho de ellos, cuando aquello Moncada esta-ba realizando son tradicional allá en Europa y fue muy im-portante para nosotros.

También en la década de los años 80 hicimos una gira con Sara González por toda Finlan-dia, en la que sucedieron cosas muy interesantes que ella debe recordar también. Y otro mo-mento muy especial fue un dis-co que se hizo con un cantautor islandés que se llama Bubbi Morthen; ese LD se realizó aquí en Cuba con el Grupo Mesofoster, una de las princi-pales agrupaciones de música instrumental. Y fue una de las significativas experiencias que tuvo el Grupo Sierra Maestra, pues Bubbi Morthen, en Islan-dia, es como decir Silvio Rodrí-guez o Pablo Milanés en Cuba. Y se presentó el disco en el Fes-tival International Renjavik Hotel [Islandia], donde alterna-mos con agrupaciones de la ta-lla de Chicago. Este fue un dis-co bastante interesante, con mucha popularidad, lo produjo una firma islandesa con filial inglesa que se llama Steinar HF. También acompañamos a figuras como Omara Portuon-do, con la cual hemos trabajado infinidad de veces, la queremos muchísimo y sé que ella a noso-tros también.

Y bueno, ese fue el Sierra Maestra de esa época, fuera y dentro de Cuba. Pero, olvidaba un hecho, y es que en 1988 se hicieron giras por Japón. Y el año 1989 es muy meritorio para el Sierra Maestra, pues nos presentamos en el Festival de Salsa de Cancún. Allí se encon-traba lo máximo de la música latina en el mundo. Estoy ha-blando de Johnny Ventura, de Willie Colón, de la Sonora Pon-ceña, de Celia Cruz. Y en la de-legación cubana íbamos Celina González y su grupo, nosotros y Los Muñequitos de Matan-zas. Fue una cosa súper, ver a Willie Colón, que fue a visitar-nos al hotel, y saber que él era fanático de José Antonio Rodrí-

ñamiento musical de José Anto-nio en el mencionado progra-ma televisivo, se hace este tra-bajo y es que se presenta él co-mo solista.

A partir de este éxito comien-zan ustedes una larga carrera de premios, condecoraciones y reco-nocimientos. Quisiera que me na-rrara este boom del Grupo Sierra Maestra en los años 80.

Después de finalizado el programa Todo el mundo can-ta, se graba un disco que se lla-ma Sierra Maestra llegó con el guanajo relleno. Ese disco es muy especial, primero porque contiene todo el repertorio ini-cial de la agrupación, que había trascendido el medio universi-tario pero aún no estaba en el marco nacional. En ese disco se graban dos canciones principa-les: «El guanajo relleno», que ya había sido difundido, y «Dame un traguito ahora», de Juan Al-meida, tema que interpretó por primera vez el Sierra Maestra. Ese disco nos costó mucho tra-bajo, porque por entonces ha-bía gente de la agrupación mo-vilizada en el ejército. Sin em-bargo, ese disco fue el Gran Premio EGREM de ese año en Cuba. Tú sabes que esos pre-mios se distribuían por catego-ría, y el disco obtuvo esa nomi-nación, y no soy musicólogo, eso lo puede decir María Tere-sa Linares, pero creo que el Sie-rra Maestra ha sido el único grupo de artistas aficionados en Cuba que ganó un Gran Pre-mio EGREM; al menos yo no conozco otro. Entonces fue do-blemente importante la labor que se hizo con ese disco.

En la década de los años 80 Sierra Maestra se mantuvo en la radio, en la televisión nacio-nal y se hicieron alrededor de 4 o 5 discos, si mal no recuerdo, con varias compilaciones. Pero el segundo disco que hicimos se llamó Y son así, si la memoria no me falla. Ese disco fue produci-do por Alberto Vera, y fue un lu-jo para nosotros trabajar con personalidades de la música cu-bana que hoy son historia y glo-rias del arte cubano, de manera general, como Alberto Vera, por ejemplo, Celeste Mendoza… Ahora mismo antes que tú lle-garas estaba viendo unos videos con Celeste Mendoza. La última «Guantanamera», que yo re-cuerde, que haya cantado en te-levisión Joseíto Fernández, se la acompañó el Sierra Maestra. Y a medida que va transcurriendo el tiempo, uno se da cuenta de las cosas que ha hecho. Porque qué sucede, el asunto es que este grupo comenzó sin grandes pretensiones. Nosotros pensá-bamos hacer música para dis-frutarla. Éramos ingenieros y después de nuestro trabajo, ha-cíamos música. Y todos los dis-cos que hizo Sierra Maestra, en la década de los años 80, fueron Premio EGREM en música tra-dicional específicamente.

En 1981 realizamos la pri-mera gira internacional, estuvi-mos en Nicaragua para el pri-mer aniversario de la Revolu-

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guez y tenía los discos de nues-tro grupo. También conocimos a Johnny Ventura, el dominica-no, que también tenía nuestros discos. Y nada, fue un placer to-car allí. Esa participación en el Festival de Salsa de Cancún nos abrió las puertas hacia Europa desde el punto de vista comer-cial. Para esa época tuvimos que decidirnos a dejar de ejer-cer la carrera de ingeniería y dedicarnos profesionalmente a la música.

El Grupo Sierra Maestra ha vi-venciado desde su formación como sello identitario múltiples influen-cias y confluencias con grandes vo-ceros del patrimonio musical cu-bano. ¿Se puede considerar que otro asidero en el desarrollo de la agrupación fue la participación de algunos integrantes del Grupo Sie-rra Maestra en el proyecto Buena Vista Social Club?

Ya en la década de los 90 hi-cimos un disco que se llamó Dundumbanza, con una conno-tación más profesional, des-pués de haber hecho un disco en el Congo y otro en Alemania a finales de los 80. En ese mo-mento nosotros éramos artis-tas exclusivos de la EGREM e hicimos el disco Dundumbanza con la compañía World Circuit, que es la que aún en la actuali-dad se mantiene trabajando con Buena Vista Social Club. El disco Dundumbanza y otro de archivo que había realizado esa compañía con la música de Ñico Saquito, la unión de todos esos discos y la repercusión que tuvieron, dieron pie a la realización del proyecto del Buena Vista Social Club. Yo, en el orden personal, no participé en él, pero sí hubo miembros del grupo como José Antonio Rodríguez, Alberto Virgilio Valdés, uno de los cantantes ac-tuales del grupo, Luis Bárzaga, Carlos Puisseaux, que partici-paron en la grabación del disco y en la presentación, pues mu-cha gente habla del proyecto del Buena Vista Social Club a partir del video. Y una cosa fue la grabación del disco y otra es el video que se hizo, principal-mente lo digo por la promoción internacional. Y ya no aparece tanta gente de la agrupación, porque nosotros estábamos to-cando, Juan de Marcos Gonzá-lez había fundado Afro Cubans All Stars, y Jesús Alemañy estu-vo en el Buena Vista Social Club y era trompeta del Sierra Maestra, y hoy en día es el ac-tual director de Cubanismo, considerado en el ranking mun-dial uno de los mejores trom-petas. Y cuando comienza el proyecto del Buena Vista So-cial Club, ya Juan de Marcos González pasa de manera defi-nitiva a este proyecto y toma la dirección del Afro Cubans All Stars. Y el Sierra Maestra se conserva como grupo, entraron dos integrantes nuevos, Emilio Ramos y Eduardo Rico, exce-lentes músicos que se han man-tenido hasta hoy con la agrupa-ción. Pero las relaciones son de trabajo, te puedo decir que no-

sotros hicimos un disco con Ibrahím Ferrer que se llamó Rumbero soy, y fue el antepenúl-timo que hizo el Sierra Maes-tra en el que tenemos como in-vitados a Omara Portuondo e Ibrahím Ferrer.

Yo sí pienso que hay coinci-dencias en la vida, y una de ellas fue el trabajo previo al proyecto del Buena Vista So-cial Club. A mi juicio, la labor del Buena Vista Social Club ya se venía realizando, para noso-tros los cubanos no es algo nue-vo. ¿Qué sucede? Hay un ele-mento que es real, fuera de Cu-ba, por muchas causas, mucha gente se quedó en el año 1959, eso es cierto. Recuerda que en el año 1959 hubo una paraliza-ción de la difusión de la música cubana en el exterior. Y para al-guien que está empezando a bailar, le es más fácil bailar son que incluso salsa o timba. Y pienso que hubo muchas con-currencias dentro de ese pro-yecto que permitieron que fue-ra un éxito indiscutiblemente. Música cantada por los origi-nales, fácil de bailar. Y tú te pre-guntas qué hacía Eliades Ochoa en esa época, eso mismo; él y nosotros tocamos muchas ve-ces juntos en Inglaterra. Y can-tó en Buena Vista lo que él ha-ce. Rubén González tocó lo que siempre tocó. Ibrahím Ferrer cantó lo que siempre cantó. Ahora bien, con un aparato pu-blicitario atrás bastante gran-de, música hecha por los origi-nales, buena música, con un so-nido especial… Todo eso junto hizo el boom del Buena Vista Social Club, para bien de la mú-sica cubana. En mi criterio, es uno de los proyectos más inte-grales de la música cubana en el siglo xx.

En los años 90, ¿cuáles fueron los hitos fundamentales de la agru-pación?

A finales de los 80 y princi-pios de los 90 tuvimos la dicha de conocer a una compañía in-glesa que se llama Salsa Music, cuyo dueño David Flawers, es un excelente amigo mío, que ha permitido que el Sierra Maes-tra se desarrolle a la par del tra-bajo con la compañía, sobre to-do por el aporte del grupo; pues tú puedes tener una excelente compañía, pero si no tienes un mínimo de resultados no po-drías mantenerte durante tan-tos años con la misma compa-ñía y girando casi en el mismo mercado. Por ejemplo, hemos tenido la suerte de que al Festi-val WOMAD, de la Compañía World Music –siempre digo que World Music es todo lo que no es rock, no es una definición exacta pero sí cómica– nos ha-yan invitado muchas veces, a WOMAD Australia, a WOMAD Canarias, a WOMAD Inglate-rra, y este festival se mueve, lo rectorea Peter Garbel y en él ac-túan las principales figuras del mundo en la música tradicional, digamos, o en la música típica de cada país. Te cuento además que a principios de septiembre de este año participamos en el

Festival de Mar del Norte en Holanda, y alternamos escena-rio con relevantes figuras de ta-lla mundial. Todo esto antes de enterarnos de la nominación al Premio Grammy Latino. Por lo que pienso que este 2010 ha sido un año muy bueno para el Sie-rra Maestra.

¿Qué elementos de continuidad y ruptura se dan en el Sierra Maes-tra después del fallecimiento de José Antonio Rodríguez, quien era una figura emblemática del grupo, y qué elementos resemantiza Jesús Bello como cantante actual, pues tam-bién es un excelente sonero?

Después del fallecimiento de José Antonio Rodríguez, cantante del Sierra Maestra, el cantante actual Jesús Bello no lo sustituyó, sino que continuó su trabajo. Jesús Bello es un ex-celente músico, un excelente so-nero y sin parecerse al timbre y al estilo de José Antonio ha marcado una nueva etapa den-tro del trabajo del Sierra Maes-tra. Jesús Bello lleva en el gru-po aproximadamente cinco años, desde el 2005, y creo que la posibilidad de tener su expe-riencia y calidad y que el grupo se pueda mantener en los mis-mos escenarios como lo hacía anteriormente y haber tenido una nominación al Grammy Latino 2010, es un trabajo con el cual uno se tiene que sentir sa-tisfecho, aunque satisfecho no se está nunca. Además, hace ocho años entró un trompetis-ta nuevo al grupo, se llama Yel-fris Valdés, tiene ahora 25 o 26 años, quien también inyectó sangre joven al grupo. Yelfris Valdés toca jazz, lo puedes ver a veces con X Alfonso en la tele-visión. Nosotros no le hemos li-mitado su desarrollo, es una gente joven y tiene que desta-carse en todos los medios. Ya es un magnífico trompeta.

Y ruptura nunca ha habido, han existido cambios en lo refe-rente al trabajo de la música, hasta donde llega el Sierra Maestra. Por ejemplo, muchos piensan que Sierra Maestra lle-ga hasta la música tradicional, y en el año 2001 nos invitaron a hacer una película que se llama Salsa, y cuando me reuní con la directora de la película, Joyce Buñuel, me dice: «Mira, yo quie-ro que ustedes realicen el tema central de la película y que ac-túen en ella y aquí está el guión.» Nosotros estábamos to-cando en París, y cuando por la noche empiezo a leer el guión, veo que es la historia de un pia-nista, y nosotros no tenemos piano. Le dijimos: ¿cómo usted quiere que toquemos la historia de un pianista si nosotros no te-nemos piano?, y me respondió: «porque lo que quiero es la mú-sica de ustedes en un piano». Pensé además que la película se llama Salsa y nosotros lo que hacemos es son. Si vamos a ser tradicionalistas puros, no pode-mos hacer esa película. Y la hi-cimos y utilizamos una cuerda de metales para hacer el tema principal. Sin embargo, hoy en día realizamos el tema sin esa

que en algún momento fueron hits y los vuelves a hacer bien, debes ser aceptado; pero cuan-do haces algo nuevo, es algo más difícil. Y este es el caso de Sonando ya, que es el nominado al Premio Grammy Latino, un disco que nosotros soñábamos desde hace mucho tiempo con hacerlo. Hicimos este disco por una causa. Cada vez que tene-mos una entrevista, sobre todo con la prensa extranjera, y nos preguntan «¿qué va a pasar con la música cubana cuando sus originales, sus fundadores, no estén?», siempre contestamos que no va a pasar nada, y creo que emprendimos este trabajo precisamente por eso, para de-mostrar que aquí hay gente jo-ven que puede escribir música tradicional, quizás con un len-guaje más actual.

Nosotros pretendemos ha-cer lo que siempre hemos he-cho, trabajar, trabajar y trabajar. Y sin perder la sonoridad del Sierra Maestra, estar acorde con lo que el público escucha en los tiempos actuales. Ahora, pa-ra los 35 años, queremos reali-zar una gira nacional, que desde los 30 años no hacemos y que-daron muchas provincias pen-dientes. Será anunciado en su momento, pues deseamos hacer un documental sobre la historia del Sierra Maestra, en el que se pueda dejar plasmada la memo-ria de la agrupación.

Entonces, ¿cómo usted cataloga al Sierra Maestra si fuéramos a emplear el término de género?, pues yo considero que han incursionado en el rico mosaico de la música cu-bana, más allá de lo tradicional.

Lo que hacemos es que to-mamos los temas, yo realizo los arreglos, pues sé cómo va a tocar la gente. En un grupo pe-queño, como este, la estabili-dad de los miembros es vital. Por ejemplo, hay un tema en este disco que se llama «Juan Andrés», de Jesús Bello, que lo quería hacer como changüí porque es oriundo de Guantá-namo; como Bello era nuevo en el grupo, yo le dije: deja que la gente toque. Y salió eso que tú escuchaste, que no tiene na-da que ver con el changüí de Guantánamo, pero es un chan-güí al estilo del Sierra Maes-tra. En fin, es una mezcla que sale tocándola. Por supuesto, hay un arreglo que hay que respetar, pero en los patrones internos hay bastante libertad para que la gente toque. Por-que ya sabemos qué es lo que la gente va a tocar y eso es lo que le da el sonido al Sierra Maestra. Es una ventaja que tenemos por nuestro trabajo juntos durante tantos años. He-mos tratado de ser un colectivo donde la gente se ayude mu-cho, se respete, y eso influye en la calidad de la agrupación, in-dependientemente de las con-tradicciones que pueden exis-tir en un momento determina-do, como en todos los lugares. Pero tratamos de estar unidos para cuidar la salud de la agru-pación y su vitalidad. CM

cuerda de metales y todo el mundo lo reconoce; porque ya esa experiencia la vivimos en Cuba con un tema que se llama «El tiempo está pasando», de Rafael de la Torre, en un mo-mento muy competitivo aquí en Cuba, imagínate que el arreglo lo hizo Enriqueta Almanza y el pianista era Gonzalo Rubalca-va. Y cuando nosotros lo fui-mos a tocar en la calle, pensa-mos que las personas nos iban a tirar piedras, y no sucedió porque el público lo que identi-fica es el tema, ya esa experien-cia la tenemos desde los años 80. Entonces cuando hicimos la película en el 2001, sucedió lo mismo. Yo espero que algún día se exhiba en Cuba.

Hemos tenido que hacer muchas cosas, por ejemplo en este disco Sonando ya –como ca-si todos los años somos invita-dos a los festivales de jazz co-mo WOMAD, al Ronnie Scott’s de Londres–, hemos tenido que hacer temas de jazz, uno se lla-mó «Web», que es el tema cen-tral de la película Salsa, y ahora el tema «Sangre negra», que es-tá incluido en este disco, tam-bién es un jazz. Es que tampo-co he visto a una agrupación con un tres, maracas, bongó y güiro experimentar en el jazz latino. Mucha gente en Nueva York es posible que lo haya he-cho, al menos yo no lo he oído grabado en un disco. Pero pien-so que son experimentos que uno hace y que conociendo la sonoridad de la agrupación se pueden arreglar y se pueden hacer. Además, tuvimos la suer-te de estar en la película Hava-na, dirigida por Robert Redford, en la que se incluye el tema nuestro «A los rumberos de Be-lén»; yo me enteré después que estaba incluido, aunque este hecho fue muy importante pa-ra nosotros. Después sí fuimos llamados a una película suiza, Barrio Chino, en la que actua-mos, no era mucho tiempo en pantalla pero fue una experien-cia maravillosa. Después la cin-ta Guantanamera, donde José Antonio Rodríguez es el que in-terpreta el tema y la produc-ción musical la realizó Pancho Amat. Y ya el filme Salsa, en la que sí el grupo actúa y el 70 % u 80 % de la banda sonora fue he-cha por el Sierra Maestra.

¿Qué retos tiene entonces el Sie-rra Maestra a partir de esta nomi-nación al Premio Grammy Latino 2010 con el disco Sonando ya y con el arribo a 35 años de fundado?

Yo pienso que estar nomi-nados a un Grammy es ya un premio. Más cuando tu agru-pación no tiene una promoción comparable a la de otros gru-pos, por muchas causas. Este disco Sonando ya nos costó mu-cho trabajo, porque de los 13 te-mas que tiene, hay 11 que son inéditos. Hay canciones de Er-den Hernández, de Ángel Bon-ne, de Omar Boza, de Lionel Ve-ra, de Rafael Hernández, de Luis Bárzaga, de Jesús Bello y míos, es un disco muy riesgoso. Porque cuando tú tratas temas

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LA CALLEDEL MEDIODICIEMBRE 2010

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zURAMYS PINEY TRUJILLO

Por la orilla floreciente que baña el río de Yara

donde dulce, fresca y clara se desliza la corriente,

donde brilla el sol ardiente de nuestra abrasada zona y un cielo hermoso corona

la selva, el monte y el prado, iba un guajiro montado

sobre una yegua trotona.(Juan Cristóbal Nápoles

Fajardo, El Cucalambé)

a VeCes queremos esconder con determinadas expresiones o maneras nuestras memorias más originales. Sin embargo, en muchas ocasiones, aun in-tentándolo, es imposible silen-ciar nuestras raíces. De todos modos, afloran con un «tengo un clase dolor aquí atrás» o «eso está ahí mismo, al cantío de un gallo», y nos van dando la medida original, como savia, de una tradición y una historia lle-nas de ingredientes auténticos que se amalgaman entre frases y conocimientos, marcando un espacio peculiar en el sentir de la gente.

Aquí no se escapa el guaji-ro, porque cada uno tiene un pedacito de tierra o una palan-gana vieja llenas de violetas de la infancia. Cuántas auténticas preferencias quedan sumergi-das o silenciadas por cortezas y barnices supuestamente post-modernos, negando las más au-ténticas esencias; y, de hecho, desdiciendo lo afirmado hasta

por la nobilísima Condesa de Merlin, entre el paso de volan-tas por La Habana de 1840, cuando, escribiéndole a la se-ñora Sofía Gay, luego de ofre-cerle una detallada descripción de los guajiros cubanos, le ase-guraba: «Los guajiros (...) no se parecen en nada a los campesi-nos de ninguna parte.»

Se tornan difíciles las pala-bras ante cierto aroma misterio-so que nos conduce al borde de una mesa. Sobre sus manteles humea una sopa de plátano co-mo entrante que perla de sudor las frentes de la familia Cemí-Olaya. El espíritu de la cultura culinaria cubana está también sentado a la mesa, y en él se en-tremezclan, en singular aliñado, lo humilde y lo aristocrático.

La conocida «cena lezamia-na» es un gran pretexto que abraza la sensualidad de sabe-res guajiros a través de sabores y colores entremezclados. Es un gran pretexto para demos-trar cómo trascienden los co-nocimientos desde el campo hasta la ciudad, desde los gus-tos más refinados y gourmet, hasta los más rurales y genui-nos. Es la defensa propia, el es-pacio representativo de una au-téntica cultura culinaria, sea en el campo, en la ciudad, en el de-cir cotidiano, y sencillamente como estandarte singular que dejó ya una huella en cualquier expresión del arte.

Hasta quien, creyendo que exhibe refinados modales, se rehúsa a disfrutar de un buen

muslo de pollo esgrimido con diestra segura, en algún mo-mento de su cotidiano existir ha echado mano a la brújula guajira para preparar, diga-mos, un buen tamal en cual-quiera de sus variantes, yendo a tocarle la puerta a Adela Car-doso, la vecina nacida en la pi-nareña Loma del Ganso, de San Luis, para oír de sus labios la tradición vuelta receta: «Mi-jo; para hacer un buen tamal no puedes dejar de echarle su poquito de azúcar, si no el amargor te mata, y dos chorri-tos de leche que lo suavizan bastante. Eso, si no tienes naí-ta más que echarle, pero si hay un pedacito de puerco, lo ha-ces con un sofrito echándole ajo, cilantro, cebolla, todo bien picaíto. ¡Eso le da un gusto...!»

El regusto y los secretos campesinos en la culinaria cu-bana de estos tiempos no han dejado de ser una constante, aunque la olla de tres válvulas haya destituido definitivamen-te al caldero abrillantado con ceniza que borbotea sobre bra-zas de carbón, y el microwave vaya haciéndose lentamente es-pacio en algunas cocinas.

Como quien confía un mis-terio bien guardado, Montoro Trujillo le explica, de ventana a ventana, a los 19 años de Yu-nieski, cómo salir airoso si quiere realmente hacer un buen puerquito asado, «que no es lo mismo asarlo a la brasa que hacerlo en púa, y no es que el asado quede malo, sino que

impronta guajira en la cocina

el secreto está en que cuando se asa a la brasa las goticas de mojo criollo caen en el carbón hirviendo –al que no le puede faltar su buen gajo de guayaba– y suben hasta el animalito, dán-dole un olooor... pa’ chuparse lo dedos. Y no olvidarse de abrir bien el puerco y de dejarlo aliña’o un día antes; después, con ese juguito ¡le hacemos tre-mendo mojo!

Ni accionar el botón de un equipo ni la más sofisticada fra-se, podrían sustituir ese placer que no comienza con el primer bocado, sino en el instante en que quien cocina rememoró el plato, indagó por la receta, qui-zás en conversación informal y sabrosa con el vecino o el abue-lo; continuó con la elaboración

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ROUSLYN NAvIA JORDÁN

HaCe apenas unos días abordé un ómnibus con mi pequeño en brazos. Du-rante los últimos años he subido a los ve-hículos del transporte público sin nunca preocuparme demasiado por el asunto del asiento, pues tengo plena conciencia de que mi derecho está garantizado.

Imaginen entonces mi asombro e in-dignación cuando tuve que permanecer de pie durante todo el recorrido, soste-niéndome a duras penas con la mano que me quedaba libre, mientras me pre-guntaba si por arte de magia mi hijo y yo nos habíamos vuelto invisibles. No surtió efecto siquiera mi airado reclamo a los pasajeros que ocupaban los pues-tos destinados a quienes viajan con ni-ños de brazos. Solo un cómplice silencio recibí como respuesta. Una pregunta irrumpe de inmediato en la mente: ¿aca-so debe nuestra sociedad hacer mutis ante semejante conducta?

La crítica no debiera ahora recaer con exclusividad sobre quien, de modo

El respeto al derecho ajeno o «no cojas lucha, compadre»irrespetuoso, prefirió mirar a otro lado y desentenderse de un asunto que le concernía, sino también sobre aquellos que, con su inacción, demostraron com-pleta apatía y desidia ante lo mal hecho.

Y no pretendo hacer una diatriba por un suceso que, confiando aún en el mejo-ramiento humano, prefiero suponer ais-lado. Me preocupan en realidad otros ejemplos que comienzan a multiplicarse con impunidad ante la vista de muchos.

Quienes quieren plantar cara a lo in-correcto con frecuencia escuchan la re-comendación de «no cojas lucha, com-padre». Consejos como «te va a dar un infarto» o «no le hagas caso» parecen llevarse los primeros lugares en la fra-seología de quienes prefieren callar an-te violaciones. Como un «bicho raro» parece el que se queja o demanda sus derechos, mientras detrás del silencio se esconde una vergüenza injustificada, co-mo si reclamar lo que por ley correspon-de se considerara delito.

Incomoda a menudo la descortesía recibida en varios establecimientos gas-

tronómicos y comerciales, donde los de-rechos del consumidor no representan más que un papel sujeto con presillas en el mural y la calidad, una meta a largo plazo. ¿Cuántos prefieren enmudecer antes que exigir cierto menudo escamo-teado del vuelto tras la compra? Un te-mor a que los demás los consideren «ta-caños» les vela el enojo.

Ante maltratos, productos mal ela-borados o de baja calidad, morosidad en el servicio e ineficiencias de todo ti-po con que el ciudadano común se tro-pieza a diario, a algunos les resulta más sencillo cerrar los ojos, suspirar y largar la andanada de insultos hacia lo más profundo, sin exteriorizar de-masiado, con espíritu de aparente re-signación.

Otros callan mientras un sinnúmero de adolescentes deseosos de trascender, se empeñan en plasmar su propia insig-nificancia en cuanta superficie encuen-tran disponible. No me refiero a quie-nes asumen como forma de expresión el arte del graffiti, sino a aquellos que se li-

mitan a rayar las paredes o borronear en ella sus nombres. Así las generacio-nes venideras no se privarán de conocer la existencia de Yacusita la del sabor o Pe-riquito el salvaje del barrio, lo cual signifi-caría, enfrentémoslo, «una pérdida va-liosa para la cultura nacional».

El problema principal es que mu-chos se «desconectan» para permitirse un día menos desagradable, pero de se-guir «sin coger lucha», corren el riesgo de desinteresarse por su entorno y ena-jenarse al grado de terminar converti-dos en seres insensibles, despreocupa-dos por el bienestar social… característi-ca que los civilizó en primer lugar.

«Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz», aseguró en julio de 1867 Benito Juárez, destacado político y presidente mexicano. Me atrevería a llegar incluso un poco más lejos y afirmar que el res-peto así, sin más apellidos, deviene pre-misa fundamental para alcanzar tan no-ble empeño. Aprendamos a exigir el que merecemos. CM

entre calderos y recuerdos, y concluyó con una nueva evoca-ción: la del gusto con que todos saborearon su preparado, fuere cual fuere, desde un buen huevo frito hasta un pavo relleno.

Sería interesante indagar hasta qué punto en esta isla se ha mantenido indeleble, o al me-nos presente, esa tradición oral referida a la cocina, cómo pudie-ra ser protegida de los embates de esa modernidad sin rostro, venida desde Occidente, y que escudada en un tiempo supues-tamente demasiado voraz, in-tenta suplantar con ficticios pa-trones de conducta, especial-mente apegados a la tecnología y su rápido hacer, una de las más esenciales anclas del ser huma-no: sus orígenes. CM

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LA CALLEDEL MEDIODICIEMBRE 2010

Queridos lectores: Un nuevo año y nue-vos retos. LA CALLE... sigue en la calle, es-cuchando y publicando sus opiniones. Nos mantendremos en contacto. Un abrazo.

Estimados amigos:Reitero mis saludos y fe-licitaciones por la labor

que están haciendo desde la re-vista, atrayendo a los jóvenes pa-ra que den sus criterios acerca de diversos asuntos de la realidad nacional. En particular me pare-ció hermosísimo y muy objetivo el artículo «¿Sobre qué prisione-ro soy yo libre?», de Sheyla Valla-dares, aparecido en el numero 29 sobre los 5 héroes, fundamental-mente para acercar a los jóvenes al tema; las ilustraciones de Ran-

caño y las otras son también muy her-mosas. Felicidades especiales a Sheyla por ese regalo. Muchísimas gracias, un abrazo

GILDA vEGA CRUz Red de Universidades en Solidaridad

con los CINCOvisite la página: http://5heroes.cujae.edu.cu

e-mail: [email protected]

Colegas, mis saludos an-te todo: Sin cuestionar y sin censurar criterios,

quisiera acercarme a la reflexión realizada en el artículo «Cándido Fabré y Los Aldeanos. Motivos para extrañar la aldea», corres-pondiente al número 31 emitido por esta importante revista que como cada mes nos hace reflexio-nar en cada uno de sus espacios. Los muchachos que suelen lla-marse por el nombre de Los Al-deanos, cuyo calificativo no se co-rresponde con lo que realmente predican, se han atribuido el de-recho de tratar de hacer su traba-

jo de forma poco estratégica, pues al pa-recer el sueño «americano» no fue lo es-perado, ni el criterio de lo acordado, ya que emergieron de nuestro país con la intención de dar a conocer sus más re-cientes producciones en un estado don-de lo más mínimo lo desnaturalizan, siempre y cuando se conozca que es «Made in Cuba». Por otra parte, no soy quién para cuestionar –como anterior-mente dije– las preferencias de las per-sonas, pero sí es momento de criticar a aquellos que tratan con su música de es-trechar la imagen de una nación, que a pesar de las adversidades, nos ha incul-cado por encima de todo los valores y el sentido de pertenencia que hoy a mu-chos se les olvida. Es de significar que al otro lado de la balanza nos encontra-mos con personas capaces de reconocer la identidad de una cultura que a mu-chos nos honra, y el ejemplo más cerca-no se pudo apreciar en la gira del cono-cido cantautor Cándido Fabré, que a pe-sar de las presiones y la farsa del pro-ducto americano se presentó sin fla-quear, llevándose como premio los aplausos y movimientos que su música

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y defienden con todo el sacrificio que ello conlleva, los podemos encontrar en cual-quier esquina, en cualquier casa de nues-tro barrio y aunque no nos guste como hablan, como se visten o como se proyec-tan, ahí están y son capaces de buscar un lugar, un espacio y de tratar de cambiar para bien si se les da la oportunidad.

Hubo autenticidad al tratar las dife-rentes temáticas, ejemplo: la familia, que por expresarlo metafóricamente, fue una operación a corazón abierto. El asunto de las migraciones –tanto del campo a la ciudad como hacia el exte-rior– aquí aparece como algo natural, es una decisión tomada por diversas razo-nes: económicas, oportunidad de supe-ración, contratos de trabajo, definitiva o temporal, pero sobre todas las cosas es algo opcional, con todas las tristezas, trances y desgarramientos que lleva ca-da caso.

Por otra parte, está la controversial temática de la homosexualidad, en la que no solo pesa la cuestión de la acep-tación o no de este tipo de relaciones, si-no que esta pareja se iguala al resto y se nos presenta con conflictos propios. En cuanto a las drogas, fue una verdadera lección el ver sus consecuencias en este joven con un nivel y preparación supe-rior al resto.

Sí se pudieron apreciar algunos fa-llos en el guión como reiteraciones, pero se llevó muy bien la psicología de los personajes, su evolución resultó muy ló-gica y coherente.

Es un gran paso de avance el hecho de que nuestros medios reflejen el en-torno con todas estas argumentaciones que se ponen en nuestras manos para mejorar. Fue un examen que nos permi-tió considerar, no para criticar, sino pa-ra instruirnos, informarnos, educarnos, sacar conclusiones y transformar para bien. En mi criterio, y me tomo el atrevi-miento de hablar por muchos de noso-tros, pienso que aunque algunos se pre-gunten adónde vamos, aquí estamos y sí, efectivamente, así somos.

YORDANYS ECHEvARRÍAEstudiante 6to. año,

Estudios Socioculturales

Amigos:En el número 30 de LCM aparece en Los lectores

opinan una detallada descripción del pelotero, fundamentalmente almendarista, Héctor Rodríguez. Uno de mis héroes en mis años infantiles y adolescentes por los resultados que brindaba a «mi» equipo.

Creo que al muy completo re-sumen de su vida deportiva brin-dado por H. Romo Sigler solo pu-diera agregársele una aclaración sobre su «tardía» incorporación al juego en equipos de las llama-das Grandes Ligas. Héctor era ne-gro, bien negro, y él, como mu-chos tantos otros de su raza, tu-vieron vedado poder participar en equipos de este nivel hasta

bien avanzados los años 40. Si para los negros norteamericanos fue difícil abrirse paso en ese sentido, cómo sería para uno que además era latino. El pri-mer negro en jugar a este nivel, el cono-

cido Jackie Robinson, tuvo que sufrir innu-merables vejaciones, pelotazos y golpes adrede hasta hacerse respetar y abrir con ello el camino a otros que después, incluso, le dieron gloria al deporte de ese país. De haberse podido incorporar a un equipo de este tipo en sus años más jóvenes y de mejo-res rendimientos, seguramente hubiera marcado cátedra en ese nivel.

Esperando contribuir a conocer a es-tos atletas desconocidos para muchos, le saluda,

DR. ISMAEL PÉREz GUTIÉRREz Ciudad de la Habana

Estimados amigos, tam-bién soy una de las tan-tas seguidoras de su pu-

blicación y quisiera comentarles lo siguiente constatado por mí ha-ce unos días en la Reparadora de Calzado de mi localidad, Santia-go de las Vegas.

Acudí a ella a instancias de mi hija después de una vasta expe-riencia en particulares y otros lo-cales estatales céntricos, que no difieren de precios y poca calidad unos de otros. Pues a la historia

de marras les cuento que encontré allí un pequeño pero eficiente y honrado co-lectivo que brinda un ágil y magnífico servicio, los vi tratar al anciano minus-válido con cariño, respeto y sobre todo con SOLUCIONES para que todos sal-gan satisfechos y con una paciencia y dedicación al cliente EXTREMAS, pues les cuento que esta improvisada escrito-ra llevaba la modesta cantidad de… 8 pa-res de zapatos, entre tacones, platafor-mas y tenis jugadores de los más gran-des partidos de fútbol de mi pequeño de 10 años, a los cuales todos conocen «sus características», y que recogí al otro día completamente reparados y, lo más impresionante, solo pagué la modesta suma de 3 pesos por las tapitas de los ta-cones contra los habituales 20 de ante-riores reparaciones.

Si bien es cierto que carecemos en muchos lugares de un buen servicio, tam-bién es válido reconocer a trabajadores como estos que con muy pocas condicio-nes laborales, pero sí con una gran entre-ga y profesionalidad hacen que nuestra huella sea cada día más firme.

No empañemos solo con críticas la labor de muchos trabajadores del servi-cio que día a día construyen nuestra so-ciedad y démosle un apretón de manos al guagüero que nos recoge fuera de la parada cuando no nos da tiempo de lle-gar a esta, al tendero que nos orienta en qué otro establecimiento queda el pro-ducto que buscamos o que simplemente nos improvisa un envase ante la falta de las bolsitas para nuestra compra, al ca-llado barrendero que mañana tras ma-ñana limpia nuestras calles, a la auxiliar de limpieza del hospital que le sonríe a nuestro pequeño mientras limpia (sin aquel usado aserrín) el vómito del enfer-mito, o la que limpia el baño de la escue-la sin llamarnos la atención por los des-manes de nuestros hijos. Sin más

Una clienta agradecida de Fontanar

los leCtores opinanescríbanos a: Calle 21 no. 406, Vedado, La Habana, Cuba. cp 10400email: [email protected] a contagiar; sin lugar a dudas, es una obra de arte «Hecha en Cuba». Con-secuentemente, espero que la «era» que se aproxima no sea la de «hielo», sino una puerta que abra pasos a una indus-tria cultural donde todos nos incluimos, y sería gratificante seguir dando promo-ción a la música cubana, en la cual hoy existen numerosas personas que año-ran la Aldea donde los grandes músicos han fomentado con su melodía el sentir y el respeto de una isla que lleva como nombre Cuba. Por tanto, creo que bien vale la pena mencionar que Revolución es, entre otras cosas, «cambiar todo lo que debe ser cambiado», y entonces, asumamos la idea de cambiar lo que de-ba ser cambiado a favor de nuestra so-ciedad. Cordialmente,

YADIRA RAMOS FRANCISCO Estudiante Comunicación Social,

Sancti Spíritus

Me llamo Yoan Carlos Leyva y les deseo todas las bendiciones y felicidades por esta Navidad

a todos los cubanos. Les hablo desde New York, quiero comentarles sobre lo sucedido con Los Aldeanos en Miami: les diré algo, hay que vivir este sistema para saber cómo es, la verdad que aquí todo se llama promoción, dinero e hipo-cresía, este es un sistema que no lo criti-co para nada pero sí tengo que decir unas cuantas cosas duras que el cubano común está bien lejos de vivirla, y lo que querían sacarles de la boca a Los Aldea-nos es que hablaran mal del gobierno, y creo que esa es el arma más sucia que puede tener cualquier cubano aquí, por-que lo que hay que hacer es luchar y mandarles ayuda a los seres de uno, no ponerse a criticar lo que te dio comida, educación y tamaño. Yo me siento có-modo pero no feliz aquí en New York. Que dios los bendiga,

YOAN CARLOS (para mis cubanos)

En primer lugar agrade-cerles por existir y por brindarnos la oportuni-

dad de propiciar el debate sobre disímiles temas que despierten nuestro interés. Confieso que guardo todos los números publi-cados hasta ahora.

Me gustaría brindarles mi crite-rio sobre la telenovela Aquí esta-mos que acaba de finalizar y ha de-jado en la calle toda una urdimbre de opiniones, ya sean favorables o no, sobre su realización, y por su-puesto, felicitar a sus creadores.

Considero que si ha desperta-do semejante debate en la pobla-

ción en general ya cumplió con parte de su objetivo. Esta telenovela ha hecho un análisis de nuestra realidad tal y como es, sin afeites ni edulcoraciones, y por cruda es por lo que ha ido más allá del simple entretenimiento. Estos jóvenes con sus problemas existenciales y conflictos fa-miliares, que tienen en una sociedad co-mo la nuestra la oportunidad de crear un proyecto de superación al cual se aferran

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COMER EN CASA

CD INTEGRAL CUARTETOS DE CUERDA. LEO BROUWER intérprete: CUARTETO DE CUERDAS DE LA HABANA SGAE, 2009

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propuestasMusiCales

LA CALLEDEL MEDIODICIEMBRE 2010

A cargo de AILER PÉREz y CARMEN SOUTO

ARREPENTIDOautor: LEONI TORRESintérprete: LEONI TORRES DvD Bajo la piel (en concierto) EGREM, 2010

CON SU PROPIA LUzautor: ROLANDO LUNAintérprete: ROLANDO LUNACD AlucinacionesSello Unicornio (en producción)

DÉCIMAS AL AMORautores: ELIO vIDAL y LUIS PAz, «PAPILLO»intérpretes: MARÍA vICTORIA y PANCHO AMATCD Mis RaícesBis Music, 2009

vOLvER A CUBAautor: ERNÁN LÓPEz-NUSSAintérprete: ERNÁN LÓPEz-NUSSA TRÍOCD Pas de TroisProducciones Colibrí, 2009

EL MELÓNautor: JORGE DÍAzintérprete: ADALBERTO ÁLvAREz Y SU SONCD El son de alturaBis Music, 2010

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GIMBORÓintérprete: DJOY DE CUBA Dir.: GLENDA LEÓN

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PEñA DE DAYANI LOzANOTodos los sábados, 10:00 p.m., Piano Bar «Delirio Habanero» (Paseo y 39, vedado)

EsPaCIo

32DICIEMBRE

2010

NÚMERO directorenrique ubieta gómez

diseño10kzardoyas

correcciónana r. gort wong

fotografíasalain gutiérrezalejandro montesinos

rnps: 0583

colaboradoresa.a.g.santiago alba ricopedro de la hozelizabeth lópez corzoantonio lópez sánchezalejandro montesinos larrosarouslyn navia jordán

irina pachecoailer pérezzuramys piney trujilloh. romo siglercarmen souto anidomadelaine vázquez gálvezjorge wejebe cobo

direccióncalle 21 no. 406, vedado, la habana, cuba. cp 10400.

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MADELAINE vÁzQUEz GÁLvEz y ALEJANDRO MONTESINOS LARROSA

las plantas aromáticas o condi-mentarias, utilizadas como principio básico de una alimentación sana y sa-brosa, son especialmente ricas en acei-tes esenciales, que poseen innumera-bles efectos medicinales: antimicrobia-nos, antiparasitarios, expectorantes, ci-catrizantes, antinflamatorios y diuréti-cos. Se recomienda su consumo preferi-blemente frescas y crudas, para salva-guardar su acción terapéutica y sus va-lores nutritivos y culinarios. En la coci-na cubana se utilizan en calidad de con-dimentos habituales el ajo y la cebolla para la confección de mojos y sofritos que dan sabor a numerosos platos de nuestra tradición culinaria (cerdo asa-do, yuca con mojo, pollo frito…).

Veamos algunas características de diez plantas aromáticas que recomen-damos para una vida mejor.

ajo • (Allium sativum, liliáceas). Es ori-ginario de Asia Central, de donde pasó a Europa. En el Egipto anti-guo lo apreciaban muchísimo: se encontró ajo en la tumba del faraón Tutankamón y formaba parte de la ración de los esclavos que constru-yeron las pirámides. Se emplea co-mo condimento y remedio desde hace más de 4 000 años. Contiene carbohidratos, fósforo, potasio y vi-tamina C, aunque su verdadera fuerza radica en sus fitonutrientes, aceites esenciales y sustancias acti-vas. Como antibiótico, actúa sobre los factores de riesgo cardiovascu-lar, y existen evidencias de que de- sempeña un papel importante en la prevención y tratamiento del cán-cer. Se usa fresco o seco, bajo las más diversas formas: crudo, cocido, en aceite, en polvo, o como sal de ajo. En la cocina cubana se incorpo-ra en guisos, salsas, aderezos y po-tajes, y constituye uno de los ele-mentos claves de la sazón criolla.jengibre • (Zingiber officinale, zingibe-ráceas). Un proverbio indio dice: «To-das las buenas cualidades están con-tenidas en el jengibre». Los antiguos indios utilizaron su jengibre nativo para cocinar, conservar alimentos y tratar problemas digestivos. Asimis-mo, lo consideraron un purificador físico y espiritual. La cerveza de jen-gibre se hizo muy famosa en Inglate-rra. Los herbolarios contemporáneos lo recomiendan para resfriados, gri-pe y mareos. En la cocina conviene utilizar las raíces frescas y jóvenes ra-lladas, para elaborar infusiones, con-dimentar sopas y guisos, y sazonar ensaladas exóticas.orégano • (Origanum vulgare, labiadas). Al mencionar la palabra orégano, los chefs se regocijan; sin embargo, para los botánicos es un desafío de credibilidad, porque se conocen más de 40 plantas con ese nombre, distribuidas entre varias familias botánicas. Los médicos tradiciona-les chinos lo usaron desde siempre

para tratar fiebres, vómitos, dia-rreas, ictericia y otros problemas de la piel. La ciencia moderna confirma sus propiedades benéficas como re-medio para la tos y como expecto-rante. En Cuba se conoce, principal-mente, el orégano francés, el oréga-no cimarrón y el oreganito, los cua-les se utilizan en la cocina para pre-parar los potajes de frijoles negros. El oreganito, específicamente, es una planta de las Antillas, posee un sabor parecido al orégano verdade-ro, pero más fuerte, algo semejante al tomillo. El orégano es un ingre-diente muy importante para dar sa-bor a los potajes, los guisos y como componente de ciertos aderezos. perejil • (Petroselinum crispum, umbe-líferas). El encaje del perejil adorna las más diversas mesas, aunque al-gunos no lo consumen. Tiene su ori-gen en la región mediterránea orien-tal y constituye una planta comesti-ble de la que se cultivan más de 35 variedades. Los antiguos griegos asociaron esta hierba controvertida con la muerte; plantaban perejil en sus tumbas, aunque con el tiempo llegaron a celebrar concursos atléti-

cos en los que premiaban a los gana-dores con coronas de perejil; des-pués de algunos siglos, la hierba co-menzó a simbolizar la fuerza. Apa-rece cada vez más en las ensaladas y otras preparaciones, tanto por sus cualidades estéticas como por ser fuente de vitaminas A y C. Se utiliza seco o fresco como condimento en sopas, guisos, salsas y sobre hortali-zas y viandas hervidas.romero • (Rosmarinus officinalis, labia-das). Los romanos llamaban al rome-ro «rocío del mar», en latín rosmari- nus. Antiguamente se quemaba ro-mero en los templos griegos como ofrenda a los dioses. Popularmente, el romero se consideraba como una planta estimulante del amor, por eso las coronas de novias se entrelazaban con sus ramas frescas. Su color verde persistente era símbolo de la eterni-dad de la vida y de la inmortalidad. En la cocina tradicional se colocan las ramitas enteras para los adobos de carnes y estofados. Es un excelen-te acompañante de algunas salsas y aderezos. También es exquisito sobre las papas asadas y para aromatizar el almíbar de algunos postres. CM

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PESCADO EMPANADO A LAS FINAS

HIERBAS

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s LAS PLANTAS AROMÁTICAS EN LA COCINA (I)

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filete de pescadojugo de limón

salpimienta

harinahuevoleche

pan ralladoajo

perejil cebollino albahaca

aceite

4 unidades2 cucharadas1 cucharadita¼ cucharadita½ taza2 unidades2 cucharadas1 taza4 dientes1 ramito1 macito1 ramita½ taza

· e l a b o r a c i ó n ·Cortar los filetes en tiras de dos centímetros de ancho ¶ Adobar el pescado con el limón, la sal y la pimienta ¶ Pasar por harina, después por huevo y leche y finalmente por el pan ra-llado, este último mezclado previamente con el ajo, el perejil, el cebollino y la albahaca, trin-chados muy finos ¶ Perfilar el empanado ¶ Freír el pescado en el aceite bien caliente y do-rar por ambos lados ¶ Servir preferiblemente sobre salsa criolla o verduras cocidas y deco-rar con una rodaja de limón.

· i n g r e d i e n t e s ·p a r a c u a t r o c o m e n s a l e s

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papas

cebollaajo

orégano frescovinagre

aceitesal

agua

4 unidades medianas1 unidad mediana4 dientes½ taza3 cucharadas2 cucharadas1 cucharadita¼ taza

· e l a b o r a c i ó n ·Pelar las papas y cortarlas en rodajas de un centímetro de grosor ¶ Cortar la cebolla en medialuna, el ajo fino y el orégano en tiras ¶ Colocar en olla a presión las rodajas de papas con el resto de los ingredientes ¶ Tapar la olla y cocinar a presión durante diez minutos ¶ Servir polvoreado preferiblemente con cebo-llino o perejil.

· i n g r e d i e n t e s ·p a r a c u a t r o c o m e n s a l e s

PAPASASADAS

AL ORÉGANO