SEMS Y TRANSPORTE INTERURBANO (Accidente Madrid-Murcia)

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Los autocares como medio de transporte inter-urbanos suelen tener diferentes capacidades de pasajeros, normalmente a partir 50 pasajeros en adelante, llegando a superar en capacidad a aeronaves de trayectos regionales y viajes de corta duración como en el caso de un ATR 72, cuya capacidad suele ser de 62 – 74 pasajeros.

La utilización por medio de las “centralitas electrónicas” (software) de las transmisiones automáticas y semi-automáticas, ya eran un sistema de implantación generalizada desde mucho antes del 2004 cuando aparece la medida de la elasticidad de las estructuras; al igual que también ya existía de forma generalizada la interrupción de la ignición en los motores cuando estos excedían una velocidad máxima o número máximo de revoluciones. Igualmente ya existían las cámaras de vídeo (compactas o mini) para el procesamiento de las imágenes obtenidas por dichas cámaras a través de las computadoras (centralitas electrónicas); computadoras hoy en día habituales en la mayoría de los modelos de coches.

Por la combinación de dichos existentes sistemas con la medida de la elasticidad, desde un principio el sistema SEMS pudo haberse utilizado como sistema de “alerta temprana”, a la vez que sistema activo del control dinámico de los vehículos de transporte. Dicho control se realizaría a través de la interrupción de la ignición (sistema de encendido y combustión del motor), y por medio de la reducción de velocidades (transmisiones automáticas y semi-automáticas) en el caso de exceso de velocidad o fallo de los frenos.

ACCIDENTE AUTOCAR MADRID-MURCIA

Por razones evidentes, el transporte por carretera potencialmente es mucho más peligroso que el transporte aéreo y marítimo, por lo que no se entiende esta absurda situación, que desde el 2004 hasta hoy, todavía se continúe sin reconocer y aplicar la medida de la elasticidad (Sistema SEMS) en el transporte rodado, tanto en España como dentro de la Unión Europea. Por sus características, este accidente JAMÁS debió producirse. Por las consecuencias trágicas que conlleva, esta situación resulta REPUGNANTE.

Miguel Cabral Martín