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LA HOJA Revista MensualIndependiente

Año 8 Número 91 Diciembre de 2016

Imagina que hoy es Navidad y que detrás de los árboles que apa-recen en este paisaje nevado, en algún lugar de la sierra de Chihuahua, hay una gran cabaña muy confortable, con una gran chimenea; junto a ella, un pequeño obsequio para cada uno de los que pasarán aquí la Nochebuena; además una buena provi-sión de alimentos y una cantidad moderada de bebidas. En esta vivienda está tu familia y los amigos más cercanos; todo se en-cuentra listo para la cena de Navidad. Imagina que el dolor por la pérdida de los seres queridos se ha sublimado y es sólo un grato recuerdo. Recuerdas los bellos momentos de tus navidades pasadas, estás optimista y entusiasta porque ésta será una gran Navidad para ti, para tu familia y para tus amigos; estás disfrutando de este día, del presente, como pocas veces lo has hecho; tienes fe en un futuro mejor para ti y para tu gente, confías en que el año que pronto iniciará traiga, ¡ahora sí!, la paz para tu ciudad, tu estado, tu país, para el mundo; tienes una firme esperanza en un mundo con más justicia. Imagina que estás ahí en la sierra chihuahuense, que cer-ca de ti están los seres humanos que más quieres y que se en-cuentran seguros, confortables y felices esperando la Navidad.

¡ESTA ES LA NAVIDAD QUE DESEAMOS PARA TI Y TU FAMILIA!

¡FELIZ NAVIDAD 2016!

Esperar, luchar, resistir ¿Qué es la Navidad?

HABLEMOS DE LIBROS: La metamorfosis, de Kafka, y su influencia en García Márquez

RELATO: La güija

La transición (Segunda parte)

Cuba en la hora postrera de Fidel

El bono de reconocimiento a los maestros jubilados de la Sección 8 del SNTE

CUENTO: El sicario que bajó de la montaña

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LA HOJA

Revista Mensual Independiente Email: lahoja@yahoo.com

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C O N T E N I D O 3. Mensaje del editor: Esperar, luchar, resistir 4. ¿Qué es la Navidad? 6. HABLEMOS DE LIBROS: La metamorfosis, de Kafka, y su influencia en García Márquez 8. Cuba en la hora postrera de Fidel 11. Chusquerías navideñas: los pavos y la Navidad 12. Calendario 2017 14. CUENTO: El sicario que bajó de la montaña 16. El bono de reconocimiento a los maestros jubilados de la Sección 8 del SNTE 18. Obituario 19. RELATO: La güija 22. La transición (Segunda parte) 23. Comentarios de amig@s y lectores 24. Mensaje de Navidad

PORTADA: Huella en la nieve. Arreglo fotográfico del editor, recuerdo de un paseo por la ciudad de Santa Fe, N.M.

asfixia a Chihuahua, pero ante los demás gobernadores no se comprometió, y su respuesta en otras palabras fue: “Pues sí, ahora sálvese el que pueda”. Mientras tanto la ciudadanía sigue esperando el cumpli-miento de la principal promesa de campaña del actual gober-nador, con la confianza de que se están formulando bien las acusaciones para que no salgan en la PGR con la ya muy trilla-da explicación:” Se exonera al acusado por no haber presenta-do correctamente el expediente”.

*Datos publicados en Chihuahua Noticias.Com

COMENTARIOS DE AMIG@S Y LECTORES

Hola, Nacho. Muchas gracias por el envío puntual de la revis-ta, la cual empecé a leer con su mensaje y una de las cartas a Gabriel García Márquez. Algo que me encantó de esta edición son las hermo-sas fotografías que en ella aparecen. En un rato más leeré con placer el resto del contenido. Hola, Ramón. Muchas gracias por los envíos de La Hoja. Con este título me hizo recordar el libro La Revolución Interrumpida, de Adolfo Gilly, leída hace muchos años. Les mando un abrazo.

oooooooooooooDaniel Torres Jáquez Chihuahua, Chih. (Daniel Torres Jáquez se refiere al título de la edición especial de LA HOJA del mes de noviembre, La Revolución inconclusa, escrito por Tacho Chávez

Nevárez). jjj 0 Tarín ¡...quiero que sepas que me gusta tu revista, te felicito por ese gran trabajo para informar a la ciudadanía!

Obed Valenzuela Ontario, Canadá

¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilu-siones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar! Charles Dickens

Este año meteré los buenos momentos de la Navidad en 12 frascos, los pondré en el refrigerador y abriré uno cada mes. Ignacio Tarín García

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La Transición (Segunda parte)

Rodrigo Yáñez Aróstegui Algunos tips extraídos del discurso del gobernador del Estado de Chihuahua, Javier Corral ante el presidente de la República y sus pares de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). La Tesorería estatal sólo dispone de 21 millones de pesos para encarar la operación del gobierno del Estado… Explicó que para su operación regular el gobierno de Chihuahua requeriría de recursos adicionales de alrededor de 2 mil 300 millones de pesos.

En el transcurso del año se realizaron ampliaciones presu-puestales o convenios que implicaban gasto, sin tener el ingreso adicional que soportara estas ampliaciones.

No se reservaron recursos para los meses de mayor gasto, lo que colocó a la administración en un problema de liquidez.

Se tuvo que solicitar un crédito bancario de corto plazo por mil 800 millones de pesos que sólo serán suficiente para operar a un nivel básico durante el presente año y no podrá ser utilizado para cubrir los pasivos que dejó la pasada administración.

Hacienda reportó que Chihuahua tiene la más alta deuda del país con relación al Producto Interno Bruto estatal. Además ocupa el segundo lugar en deuda más alta por habitante (cada chihuahuense debe más de 14 mil pesos) y tiene la tercera deuda pública más elevada del país en términos absolutos, sólo detrás de la Ciudad de México y Nuevo León.

La deuda de Chihuahua es de casi 48 mil millones de pe-sos; hay que sumar el déficit presupuestal heredado de la adminis-tración anterior, de alrededor de 7 mil millones de pesos.

Desde abril pasado se dejó de pagar la obra pública. “Y en contraste se gastaron más de 500 millones de pesos en pago de ase-sorías no justificadas; en comunicación social un monto 10 veces mayor al gasto que representa el presupuesto asignado a las co-munidades indígenas”.

El gobernador reveló que acordó con Peña Nieto la instala-

ción de una mesa de diálogo para abordar la deuda pública que

En un paisaje gris, frío y desolado, un pájaro rojo ostenta su belleza, parte de la infinita belleza del mundo, pequeña ave que callada resiste el invierno, esperando días mejores. Sus polluelos han muerto, pero el ave no pía de dolor, sólo mira el horizonte gris y espera, espera. Vendrán días de sol, el gris se tornará verde, las aves cantarán anunciando la primavera.

En un mundo gris, frío y despiadado, un ser humano se encoge, resiste, se yergue, espera, espera días mejores, se refugia junto al fuego de su hogar, resiste… espera, lucha… espera. Otros se han ido, algunos para siempre, otros han llegado y se irán de nuevo. El ser humano y el ave resisten… esperan, a su manera, luchan y esperan tiempos mejores.

Esperar, luchar, resistir, refugiarse junto

al fuego del hogar; éste pudiese ser el

mensaje en esta Navidad.

El equipo de LA HOJA desea

fervientemente a sus amig@s y lectores

una FELIZ NAVIDAD

y un venturoso Año Nuevo.

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¿QUÉ ES LA NAVIDAD? José de la Luz García Hernández

La Navidad tiene múltiples interpretaciones porque, como dicen por ahí, cada quien habla de la feria según le va. La diversidad de opiniones sobre la navidad será el resultado de múltiples varia-bles: religión y cultura, entre otras. En los niños también habrá diferencias en la forma de concebirla, lo digo porque yo también fui niño. En el barrio donde yo vivía la Diosa pobreza no dejaba bajo nuestra almohada ni un regalo; es más, ni almohada tenía-mos. A la pobrecita Diosa, como era muy despistada, se le olvida-ba.

En el año de 1947 llegamos a Parral, Chihuahua, con nues-tras escasas pertenencias y una gran señora nos dio posada en una tapia donde antes había tenido cabras. El humilde aposento esta-ba techado sólo a la mitad. Llegó el invierno y nos tocó recibir una hermosa y blanca nevada a la cual sobrevivimos, pues afortunada-mente el ser humano es adaptable a cualquier circunstancia que la vida le depare. 0000000000000000000000000 00 00 En el transcurso del año se presentan múltiples fechas a conmemorar o a celebrar, referentes a hechos heroicos registrados en la historia de la humanidad. México no ha sido la excepción. Citaré algunos ejemplos: En 1810, Miguel Hidalgo, acompañado de otros hombres convencidos de que era necesario independizar a nuestro país de España, convocaron a los indígenas a que se unieran a la causa libertaria donde, después de muchos sacrificios, tanto de los que encabezaron el movimiento como del pueblo indí-gena y mestizo, lograron en parte sus objetivos. Es hasta 1857, con las Leyes de Reforma, promulgadas por los liberales encabezados por Melchor Ocampo, Benito Juárez y otros ilustres mexicanos, cuando se logra el rescate de nuestra identidad.00 0 En 1910, un siglo después del inicio de la lucha por la Inde-pendencia, ante la intolerancia y la déspota actitud del gobierno del general Porfirio Díaz, el pueblo se levanta en armas. La dicta-dura porfirista reprimía cualquier brote de inconformidad de los obreros de las industrias textil y minera, así como del grupo de intelectuales que lideraba Ricardo Flores Magón, quien asesoraba a los trabajadores a través del periódico Regeneración, de gran contenido ideológico.

encontrar protección; más bien, al lugar que teníamos asignado para dormir, pero tras breves comentarios en voz baja, y aceler-ados por la emoción de aquel momento, los adultos acordamos regresar a la cocina y continuar la sesión a la luz de un quinqué.

La siguiente pregunta, obvia, fue:

-¿Quién nos apagó la luz?

Los dedos temblorosos se colocaron encima del cursor; todos seguíamos absortos su deslizamiento a través del abece-dario y veíamos en silencio y con ansiedad la palabra que iba formando. No tuvimos que esperar mucho. La respuesta de la GÜIJA fue clara y contundente:

B-E-T-O.

Ni una palabra cruzamos entre nosotros, sólo miradas

con ojos que amenazaban con salirse de las cuencas, y así, en si-

lencio, nos fuimos a dormir cuando afuera ya se iluminaba el

bosque con los primeros relámpagos de una tormenta que se

aproximaba amenazante.

La Güija o Ouija es un tablero con las letras del alfabeto y

otros signos, que se utiliza en espiritismo para hacer deslizar un vaso o un puntero con el fin de interpretar, a partir de sus mo-vimientos sobre el tablero, un posible mensaje transmitido por los espíritus de los muertos. La güija fue registrada como un invento propio por el estadounidense Elijah Jefferson Bond, en 1890, también se le llama witchboard (tablero de bruja) y se le considera un juego, al cual mucha gente teme jugar.

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Ante tal proceder, Francisco I. Madero y otros líderes surgidos en diferentes partes del país convocan al pueblo a to-mar las armas el 20 de noviembre de 1910. El resultado de la lucha fue el sacrificio de un millón de personas, más los que no nacieron o que emigraron por tal motivo, y la promulgación de la Constitución de 1917. 000000000000000000000000000000000 00 A quien esto escribe, las fechas antes descritas y la cele-bración de la Navidad y Año Nuevo le provocan sentimientos encontrados. Por un lado gusto, porque se reúnen las familias en sus hogares, en las plazas y en las calles, sin importar ra-za, credo o condición social, que es lo que siempre debiera ser... ¡Bueno, se vale soñar! Por otro, lado me produce tristeza el abandono en que las autoridades civiles mantienen a un gran sector de la sociedad, que vive en condiciones de pobreza, su-friendo hambre, frío y enfermedades. En el tema religioso, me da también tristeza que los ministros de los principales cultos -salvo honrosas excepciones- viven en la opulencia, olvidando algunos votos que hicieron al ordenarse sacerdotes, como el de la humildad y la pobreza. En lugar de defender al humilde con-vocan a la sociedad a salir a las calles en defensa de la familia y en contra de los matrimonios igualitarios, cuando la mayoría de esos ciudadanos también profesan alguna religión y cumplen con sus obligaciones civiles. Deseo terminar este escrito con las siguientes frases: 0000000000000000000 “ENTRE LOS INDIVIDUOS, COMO ENTRE LAS NACIO-NES, EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ” “AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO”. 0000000 000

Paisaje nevado en la sierra de Chihuahua.

6 de diciembre

de 2016 Foto tomada de

internet.

Una de esas noches, cuando los niños ya se habían ido a dormir en compañía de los abuelos, nos dispusimos a culminar la velada con otra sesión de preguntas a la GÜIJA, como lo habíamos hecho en dos o tres ocasiones anteriores. Esta vez éra-mos cinco adultos, incluyendo a mi cuñada que había llegado ese día con sus dos pequeñas. Su situación era lamentable porque aún no superaba el terrible sufrimiento que le causaba la reciente muerte de su esposo, asesinado en su presencia y la de sus hijas, en una carretera, llegando a Mazatlán. Nunca supimos por qué… tal vez ella sí lo sabía.

Después de algunas preguntas para adolescentes (en la ter-tulia había dos) –que si fulanita tenía novio, que si iba a reprobar Biología…- pasamos a otras más formales; alguien sugirió: “Vamos a preguntarle algo de Beto. Humberto se llamaba mi con-cuño fallecido y como se trataba de mostrarle a Lucy (mi cuñada) las sorprendentes facultades de la GÜIJA, pues manos a la obra. Se colocó en el centro la pareja que ya habíamos notado tenía más facilidad para “comunicarse” con la tabla: pegaron sus rodillas por debajo de la mesa y entre todos acordamos la primera pregunta obvia: ¿Quién mató a Beto?... Y ahí vamos: los tres dedos centrales de las manos de ambos operadores, colocados a un centímetro por encima del “cursor” (no sé cuál sea el nombre de esa piececita que se mueve sobre la tabla para ir formando la respuesta esperada) fueron señalando las letras.

S-E-C-R-E-T-O, fue la respuesta.

Incertidumbre y desconcierto de todos: ¿Secreto de quién?, ¿lo mató el Servicio Secreto?, o… ¿secreto de familia?

-Hagamos la pregunta de otra manera, dijeron.

-¿Dónde están las personas que mataron a Beto?

D-E-N-T-R-O, fue la respuesta.

¡¿Dentro de dónde?!, ¿de esta casa?, ¿de la familia? Más incertidumbre y más curiosidad entre nosotros.

Tercera pregunta, más específica:

-¿Alguno de nosotros conoce a los que mataron a Beto?

Primero un ruido desagradable, como de gatos peleándose

en el entretecho de la casa, e inmediatamente después nos encon-

tramos en tinieblas. Sobresaltos, manoteos en la oscuridad y gritos

reales o fingidos de las jovencitas ahí presentes: el foco de 60 watts

se había fundido. A oscuras corrió cada quien hacia donde creía

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LA GÜIJA (Relato)

Marcelo Amaro Villalobos

Los hechos que voy a narrar son verídicos y sucedieron en el vera-no de 1983 en un rancho de la sierra, cuando estábamos de vaca-ciones mi familia y yo.

Entre los preparativos que hacíamos para salir, ¡por fin!, a respirar el aire puro, se incluía –por supuesto- una ida a El Paso a comprar los milky way, el pantalón “livais” y quizá un relojito de cinco dólares que llevaríamos de regalo a mis suegros y demás fa-miliares, porque en ese tiempo todavía eran una novedad esos productos, hoy ya no: los encuentras en “el pasito” de cualquier población del interior.

Entré al Kress (todavía no existía Walmart) y me puse a buscar algún juego que sirviera para entretener al grupo familiar durante las largas noches del verano lluvioso de una pequeña co-munidad indígena en la que se desempeñaba como maestra mi queridísima suegra. Recorrí dos veces el departamento, destripé varias cajas para leer las instrucciones, pero ninguna me con-venció. Eché una última mirada a los objetos de más arriba y ahí estaba. Yo digo que apareció de pronto porque ya había recorrido ese lugar sin verla y aunque nunca la había tenido en mis manos ni recuerdo haber pensado antes en poseerla, la atracción fue “a primera vista”. Ahí estaba la GÜIJA, cuyos colores y atractivo visual resaltaban aún más a través de celofán que la envolvía. La pagué y salí feliz con mi compra, sintiendo que estaba cumplida la misión que nos había llevado allende el Bravo, después de encon-trarme con mi esposa y con mis hijos, que salían con sendas bolsas de la J. C. Penny.

Llegamos a Sojáhuachi y nos instalamos unos en el salón de la escuela (eran vacaciones) y otros en los dos cuartitos que forma-ban la casa del maestro y ahora sí, a llenarnos los pulmones con el aire fresco y puro del bosque, y los sentidos con la hermosa vista de los arroyos, los pinos y los peñascos que sólo aquí, en la Alta Tarahumara, se encuentran. Como efectivamente las tardes eran lluviosas y muy frescas, disfrutábamos las reuniones familiares hasta avanzada la noche, alrededor de la estufa de leña que siem-pre tenía encima la jarrilla del café hirviendo y, de rato en rato, otros apetitos calentándose.

HABLEMOS DE LIBROS

LA METAMORFOSIS, DE KAFKA, Y SU INFLUENCIA EN GARCÍA MÁRQUEZ

Ramón Gutiérrez Medrano

SOBRE EL AUTOR Nunca creí que Kafka fuera tan interesante. Durante mis años como estudiante en la Normal Rural siempre pensé que sus tex-tos eran de difícil lectura. Recientemente, al leer GARCÍA MÁR-QUEZ, EL HOMBRE Y SU OBRA (Gene H. Bell-Villada) me enteré que Kafka fue uno de los cuatro novelistas que más influ-yeron en el colombiano para escribir Cien años de soledad y otras novelas y cuentos. Los otros tres literatos que marcaron al Gabo fueron Joice, Faulkner y Virginia Woolf. Franz Kafka nació en Praga, República Checa, en 1883. Murió en 1924. Escribió las novelas América, El Proceso, El Casti-llo, La Condena y La Metamorfosis, creando mundos oníricos, ab-surdos y cotidianos. En su autorretrato, Kafka dice: “Soy una persona circunspecta, callada, poco sociable, insatisfecha. Vivo en el seno de mi familia como un desconocido. Durante los últimos días he hablado un promedio de 20 palabras por día. El motivo de tal proceder es que no tengo nada que decir”. SINOPSIS Cierta mañana Gregorio Samsa, empleado de oficina, amanece convertido en un monstruoso insecto de vientre pardo y numero-sas piernitas. Su tamaño es el de una persona. Vive con sus padres y su hermana Grace, quien será la primera en enterarse del cam-bio y lo auxiliará con los alimentos. Entre la madre y la hermana sacan los muebles de la habitación de Gregorio, dejando sólo el canapé (sofá con asientos acolchados), para que el enorme insecto pueda andar libremente por piso, paredes y techo, dejando una estela de excreciones pegajosas. Cuando alguien entra, Gregorio –como insecto que es- siempre esconde su cabeza debajo del cana-pé. Después de sufrir un ataque a manzanazos por parte de su padre -cuando lo ve por primera vez-, queda una fruta incrustada en su anatomía y la salud va menguando, hasta que muere. Su cuerpo es descubierto por la criada cuando los tres familiares

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ya tramaban la forma de deshacerse de él, por ser un estorbo en sus vidas.

García Márquez, al leer La Metamorfosis, dice: “Ah ca-

rajo, yo no sabía que se podía hacer esto en literatura”. Se refe-

ría a introducir lo extraño, lo inconcebible, lo absurdo, en un re-

lato de lo cotidiano. GGM lo imita al combinar lo real con lo fan-

tástico (Realismo mágico): el ascenso sobrenatural de Remedios

la Bella, el hombre de alas enormes, la joven convertida en escor-

pión, el hombre vagabundo de 200 años, la física fabulosa (una

bala que atraviesa al Coronel Aureliano Buendía sin herir un

solo órgano vital), las miles de aves que caen muertas cuando

muere Úrsula… Lo garcíamarquiano tiende más a la luz -

heliotropismo positivo- mientras que lo kafkiano busca lo sórdi-

do (pobre, mísero, sucio) y lo oscuro.

LA METAMORFOSIS

Autor: Frank Kafka Idioma: Alemán Título original: Die Verwandlung (La metamorfosis)

“Cierta mañana Gregorio Samsa, empleado de oficina, amanece convertido en un monstruoso insecto …”.

INTERPONE SEECH DENUNCIA ANTE FISCALÍA POR IRREGULA-RIDADES EN PAGO DE BONOS A

JUBILADOS DE LA SECCIÓN 8

a los maestros jubilados en tiempo y forma cada año, pero, más todavía, tendrá que llamar a la movilización de la base, no para disputar los puestos administrativos, sino para defender a los maestros de la Contrarreforma Laboral, mal llamada Reforma Educativa.

La dirección de los Servicios Educati-vos de Chihuahua (SEECH) está hoy en las manos firmes y la mente lúcida de un viejo luchador social, más lu-chador que viejo y más capaz que cualquiera de sus detractores.

Manuel Arias Delgado, titular de SEECH

La foto y el primer recuadro fueron tomados de internet.

OBITUARIO

El pasado miércoles 14 de diciembre de 2016 falleció el profe-sor José Ángel Aguirre Romero en la ciudad de Chihuahua, Chih. El compañero José Ángel fue secretario general de la Sociedad de Alumnos "Corazón y Acero" de la Escuela Nor-mal Rural de Salaices, Chih. en el año de 1956, institución de

donde egresó como maestro, cursando posteriormente la Especialidad de Mate-máticas. Fue secretario general de la Sección 8ª del SNTE entre 1968 y 1971, miembro del Comité Nacional del SNTE entre 1979 y 1985 y diputado federal de 1985 a 1988.

José Ángel Aguirre Romero, fue fundador de escuelas secundarias en Namiquipa, Nuevas Delicias y Chihuahua. Durante cuatro años y medio fue parte del consejo editorial de LA HOJA y entusiasta promotor de la revista. Además, fue cofundador de la Asociación de Ex alumnos de la Escuela Normal de Salaices, de la cual fue el segundo presidente. El equipo editorial de LA HOJA envía su más sentido pésame a su espo-sa, Profra. Belem Cuevas Lira, así como a sus hijos José Ángel, Carlos, Silvia Belem y Yuri Alexei, haciendo votos por su pronta resignación ante tan irrepara-ble pérdida.

Descanse en paz el maestro José Ángel Aguirre Romero.

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CUBA EN LA HORA POSTRERA DE FIDEL Víctor Orozco

Para los enemigos irreductibles de Fidel Castro hay un cuestionario bas-tante embarazoso. ¿Por qué tantos reconocimientos a su personalidad y a su papel en la historia reciente del orbe, venidos de estadistas, intelec-tuales y organismos internacionales? ¿Acaso la propaganda del gobierno cubano es capaz de persuadir al Papa, a Obama, a los dignatarios de la mayoría de los países europeos? ¿Hay algo en este dictador que no tuvie-ron otros como Franco, Trujillo, Pinochet o Somoza? ¿Por qué todos éstos vivieron y murieron como apestados, mientras que Castro se elevó a las alturas de un estadista de calibre mundial? ¿Quién de los dictado-res, con los cuales lo equiparan, fue acompañado en sus funerales por millones de personas?

Proponer e imaginar respuestas a estas preguntas llevará largo tiempo. Quienes se conformen con una caracterización simplista del lí-der cubano como un sátrapa, enterrador de la democracia en Cuba y forjador de un estado policiaco que ahoga la vida privada de todos los habitantes, no tienen siquiera que formulárselas. Es suficiente constatar las limitaciones a las libertades de expresión y de organización política para arrojar al régimen cubano al albañal de las peores dictaduras. En este tipo se encuadran gente como Felipe Calderón y Margarita Zavala.

Tal vez una clave para arribar a mejores conclusiones está en la explicación escuchada una vez en Pinar del Río, a un ingeniero que nos comentaba: “Tengo un carro viejo y una casa modesta y quisie-ra comprar muchas cosas. Pero también tengo educación y salud garan-tizada para mi familia y mis hijos pueden caminar a cualquier hora por las calles sin que sienta ninguna preocupación”. “Esto -concluía- vale mucho para mí”. El hombre, aunque pertenecía a la generación nacida después de 1959, sentía un genuino orgullo por el rol jugado por su pe-queño país en los acontecimientos políticos mundiales, gracias a la Revo-lución.

¿No estaba interesado este cubano, al igual que millones de sus

compatriotas, en las libertades públicas? Desde luego que sí y si pudiera

acceder a periódicos y radiodifusoras diversos, a la red sin cortapisas,

tendría en el más alto aprecio sus actuales condiciones de vida. Pero as-

pirar a una sociedad igualitaria, invertir el grueso de la riqueza nacional

en educación y en salud, solidarizarse con revoluciones y movimientos

liberadores en otras partes del globo, afectar los intereses de las grandes

empresas capitalistas, desafiar al imperialismo en sus mismas narices,

defender la soberanía nacional, todo ello tiene y tuvo un costo. Mucho

mayor en términos relativos cuando se piensa en el tamaño de Cuba,

lucha sindical, con la complacencia y complicidad de sus dirigen-cias a todos los niveles, capaces de convocar a la movilización pa-ra conservar puestos de administración educativa con los privile-gios que todo ello implica, pero incapaces de movilizar a la base por la defensa de sus derechos vulnerados con la Reforma que, como espada, blande Aurelio Nuño.

En Chihuahua, durante el sexenio del exgobernador Patri-cio Martínez y la gestión sindical del profesor Luis Adrián Pache-co en la Sección 8, se logró, dentro de las negociaciones que año con año se realizan en el marco del 15 de mayo, un bono de reco-nocimiento a los maestros jubilados por sus servicios prestados a la educación, mismo que desde entonces, año con año se viene pa-gando a solicitud de los interesados. En el marco del mundo uni-polar, en donde el corporativismo sindical prácticamente ha des-aparecido con la subsecuente disminución de las concesiones y privilegios que el gobierno otorgaba a las cúpulas de los dirigen-tes sindicales, se empiezan a presentar signos preocupantes que agravan aún más la ya de por sí deteriorada situación de los maestros: la denuncia por parte de SEECH (Servicios Educativos del Estado de Chihuahua) en contra del ex secretario general de la Sección 8, Alejandro Villarreal, por ocultar tres millones de pesos correspondientes al bono de reconocimiento para los maes-tros jubilados, lo que indica que, no conformes con las canonjías que aún les otorga el Estado, ahora van por las prestaciones que todavía se les respeta a los maestros.

El sindicalismo, para evitar la sepultura que les tiene asig-nada el modelo económico neoliberal, debe reivindicar su objeti-vo fundamental de lucha que le dio origen (la defensa de los dere-chos de los trabajadores) y hacer frente común con todos los mo-vimientos sociales que buscan la conservación del medio ambien-te y una justa distribución de la riqueza. En el caso particular del SNTE, tendrá que refundarse sobre la base de superar el viejo vicio de la corrupción e impunidad (la sociedad no olvida que El-ba Esther Gordillo forma parte de los siete personajes más co-rruptos de México). En el caso de la Sección 8 en particular, ten-drá que demostrar que la acusación de que Alejandro Villarreal pretende quedarse con $3,000,000.00 de pesos (tres millones) del bono de reconocimiento a los maestros jubilados es falsa, inde-pendientemente de vigilar que esta conquista se siga entregando

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EL BONO DE RECONOCIMIENTO A LOS MAESTROS JUBILADOS DE LA SECCIÓN 8 DEL SNTE

Epitacio Chávez Nevárez

Con la presencia de la URSS (Unión de Repúblicas Soviéticas So-cialistas) se estableció un mundo bipolar que a partir de la posgue-rra (1945), con un equilibrio conocido como “guerra fría”, obligó al Capitalismo a soportar el crecimiento de los sindicatos que lo-graban salarios, si no suficientes, sí dignos. En ese contexto, en México surgía lo que se dio en llamar “Corporativismo sindical”, mediante el cual el gobierno otorgaba concesiones y privilegios a los dirigentes sindicales a cambio del control político de sus agre-miados. Se llegó a tal extremo que la principal confederación obrera era la única organización autorizada para dar a conocer al candidato oficial a la Presidencia de la República por el partido único de Estado (PRI), que en 1982, en complicidad con el go-bierno, despreciando las formas, impuso un sólo candidato (José López Portillo).

Con la caída del Bloque Socialista en 1989, quedó un mun-do unipolar que, sin contrapesos, ha llevado al Capitalismo a de-clarar el fin de la historia, el fin de las revoluciones, el fin de los sindicatos, estableciendo salarios de hambre para todos los obre-ros. En ese contexto, en nuestro país prácticamente han desapare-ciendo los sindicatos independientes, los sindicatos oficiales antes enganchados al corporativismo se encuentran maltrechos y aban-donados de la mano gubernamental, a punto de ser sustituidos por los sindicatos blancos (simulación de sindicatos establecidos por y para beneficio de los empresarios). En el caso particular de los trabajadores, sus conquistas y derechos laborales se han ido can-celando; primero fueron afectados en sus pensiones que a partir de 1997 fueron cambiadas de beneficios definidos a cuentas indivi-duales de ahorro para el retiro, cuyas ventajas para la pensión de-penden de muchos factores: el ahorro acumulado, tasas de interés, cobro de comisiones, inflación, desempleo, turbulencias económi-cas, etc.

Los maestros afiliados al Sindicato Nacional de los Traba-jadores al Servicio de la Educación (SNTE), lógicamente no han escapado a esta embestida, y la mal llamada Reforma Educativa ha vulnerado sus derechos laborales, producto de muchos años de

cuyo territorio es inferior a la mitad del estado de Chihuahua y su po-blación equivale a la mitad de la zona conurbada de la Ciudad de Méxi-co. Es, además, pobre en recursos naturales, sobre todo petrolíferos. Parte del precio a pagar fue la institución del autoritarismo. No estoy a favor de la supresión de libertades en ninguna parte, ni justifico a ningún sistema que lo haga. Sin embargo, nada vale reprobar el de Cuba sin tratar de explicarlo y escudriñar sus perspectivas. Al gobierno de Castro se le exigió siempre mucho más de lo posible. Un ejemplo es el reclamo escuchado una y otra vez sobre el exilio cubano. ¿Por qué tantos quieren salir de la isla? ¿Cuántos se han ido para los Estados Unidos? Las cifras van y vienen, según quien las maneje y las publique. Me parecen confiables las que se dieron a conocer a propósito de las recientes elecciones norteamericanas. Hay 50 millones de hispanos en EEUU, de ellos 35 son mexicanos y 1.8 son cubanos. De los primeros, pocos se fueron por razones políticas y, desde luego, de los segundos buena parte huyó por radicales diferencias con el régimen castrista. Sin embargo, es ingenuo pensar que las motivaciones económicas no juga-ron papeles en Cuba iguales a las de México. Es decir, el grueso de los emigrantes isleños lo hacen por la misma razón que los campesinos za-catecanos o michoacanos: para mejorar sus ingresos y tener acceso a una diversidad de satisfactores. Igual a los españoles que se van para Alemania, Francia o Inglaterra. O los ecuatorianos a España e Italia.

Quien viaja a Cuba -y cada vez más lo hacen, de todo el mundo y sin obstáculos- encuentra realidades a la vez distintas y muy similares a las de cualquier país subdesarrollado. Hay pobreza, carencias múlti-ples, deficiencias en el transporte, limitaciones, quejas. Los cubanos saben eso y saben también que a diferencia de otros países, al suyo se le examina con lupa. Porque hicieron una revolución e intentaron -lo si-guen haciendo- construir una sociedad con igualdad de oportunidades para todos, cuando en otras partes esta utopía fue abandonada hace tiempo. El propósito se combinó con una régimen dirigido por un cau-dillo a la manera de tantos brotados en el suelo latinoamericano. Se concentraron los poderes en su persona y se coartaron derechos tenidos por fundamentales. El problema es si, ubicada la revolución en medio de la guerra fría, era posible mantener a raya las agresiones norteame-ricanas ante una confrontación irreductible de las derechas racistas, pro-yanquis, ajenas al proyecto nacional o enemigas del mismo, dis-puestas incluso al asesinato de los dirigentes revolucionarios. La histo-ria de Francia, de Rusia, de México, enseña que ante los ataques exter-nos no ha habido otro camino que someter a la oposición interior aliada a los extranjeros. ¿Han cambiado los escenarios? Sí y no. El bloqueo económico se mantiene y con la llegada de Trump, se reanudan las ofensivas de Washington. Pero, la sociedad cubana, su dirección políti-

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-ca, se han transformado. Cada vez se abren nuevas válvulas, los jóvenes se informan, el internet se propaga, arcaicas concepciones como la ho-mofobia van de retirada, proliferan los negocios privados. Fidel Castro no llegó a esta fase como para estar al timón de los cambios y sortear los obstáculos. Se retiró desde hace una década. Ya no fueron sus tiempos.

Una disputa entre una terapeuta, empleada pública, y una "cuentapropista", escuchada cerca de Santa Clara, ilustra sobre las nue-vas realidades. La segunda objetaba con vehemencia, como acostumbran los cubanos, el crecido pago que debía hacer al Estado por el seguro mé-dico. La otra le respondía "… ¿Y que tú quieres, que los demás pague-mos por tí? ¿Quieres ganar plata? Paga los servicios". ¿Hasta dónde llegarán estos negocios privados? Sus dueños, cuyo número aumenta cada año, ¿serán capaces de compartir los ideales y los proyectos de la Revolución? O, ¿les ganará, a medida que acumulen capital, el egoísmo y el sentido patrimonial de los bienes públicos? En lo personal, abrigo la esperanza que esta Revolución, con su enormes realizaciones y anhelos, no se hunda en el pozo de las desigual-dades, la pobreza extrema, la corrupción, las profundas injusticias, la inseguridad y la violencia delictiva que laceran a las sociedades en cuyo rango y origen histórico se ubica la cubana, como las de México, el Cari-be y Centroamérica.

Fidel Castro (1926-2016) Foto tomada de el periódico digital El País

Fusca: pistola Liacho: atado o bulto. Liniero: persona que pertene-ce a La Línea, grupo del cri-men organizado que opera en Coahuila, Sinaloa, Chihuahua, Sonora y Tamaulipas.

reojo que una camioneta de reciente modelo lo esperaba afuera, no quise fijarme quién era el conductor o cuántos eran, concentré mi atención en mi taza de café y terminé de almorzar, convencido de que aquella mañana había desayunado con un joven sicario que bajó de la montaña en busca de alimentos para él y para sus compañeros.

Durante mi estancia en aquel pueblo remoto de la sierra chihuahuense, por mis visitas a la presidencia y al restaurante, supe

que grupos de La Línea se enfrentaban ocasionalmente con los solda-dos y a veces con “los de Sinaloa” ( Así le llaman a la gente de El Chapo Guzmán), incluso se hablaba de luchas internas entre grupos de linieros por el control de algún pueblo. Un resolanero me narró la emboscada que un grupo de La Línea había perpetrado en contra de un jefe local, el cual sobrevivió gracias a que viajaba en un carro blindado; al día siguiente llevó a cabo una feroz venganza quemando varias de las casas de un pueblo y matando a algunos de sus enemigos. La narración fue tan vívida que él pa-recía haber estado allí cuando sucedió.

Me ausenté de la cabecera municipal por un par de días para visitar otras comunidades, en cumplimiento de mi trabajo de supervisor escolar; cuando volví encontré un enorme alboroto en el pueblo: los soldados ha-bían bajado de la montaña, después de un enfrentamiento con un grupo de linieros en el cual habían muerto dos sicarios. Frente al improvisado cuartel tenían una camioneta con los cuerpos de los narcos en la caja, mal cubier-tos con una manta. Era una calle estrecha por la que era obligado pasar, camino al hotelito donde yo me alojaba. Al caminar junto al vehículo, a pe-sar de que los soldados trataban de evitar que la gente se acercara a los cuerpos, pude verlos por unos segundos: ¡Uno de ellos era el joven que unos días antes había conversado conmigo en el restaurante, tenía un bala-zo en el rostro, un poco más arriba de la cicatriz en el pómulo izquierdo. La herida semejaba una flor morada, donde pululaban, no abejas, sino moscas verdes.

Me estremecí, volví mi rostro y seguí mi camino hacia el hotel, deseando salir cuanto antes de ese lugar, donde conocí a un sicario y a los dos días lo vi prematuramente muerto, como mueren cientos de jóvenes que son carne de cañón de los capos del crimen organizado.

Portaba una pisto-

la escuadra calibre 38 o 45

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La carne de cerdo es barata

sabrosa y nutritiva.

Chusquerías navideñas:

los pavos y la navidad

Los pavos y el granjero ciego

¿Qué le piden los pavos a Santa Claus?

¡No estar en la cena navideña!

¿Por qué será que los pavos le

tienen pavor a la Navidad?

Guau, guau Muuu

Guau, guau

Miau, miau

Miau, miau Oink, oink, oink

EL SICARIO QUE BAJÓ DE LA MONTAÑA (Cuento) Ignacio Tarín García

Supe que el hombre joven que estaba de espaldas a mí, en la fonda del pueblo, era un sicario, cuando se estiró para recoger el enorme liacho de burritos que la cocinera le entregó, su pistola escuadra quedó al des-cubierto. Entonces me fijé en su aspecto: sucio, con la camisa rasgada con una rotura en forma de L en la manga derecha, desfajado; con pantalones de mezclilla deslavados que lucían un pequeño agujero en la nalga, junto a la bolsa trasera del lado izquierdo. Cuando volteó hacia mi, percibí su mirada huidiza, con un ligero estrabismo, sus facciones fingidamente duras, un rostro como de niño pretendiendo estar enoja-do. No era policía judicial, no había judiciales en el pueblo, sólo solda-dos y polimunicipales y, para andar armado con una fusca de grueso calibre (era 38 o 45) a unos metros del cuartel del ejército, no había otra explicación: era un liniero; tal vez de los que participó en la em-boscada ocurrida una semana antes a unos cinco kilómetros de allí y que se escondían montaña arriba. ¡Para ellos era ese enorme bulto de burritos! El joven conversó un poco con la mesera y después me pre-guntó en forma intempestiva: -¿Cómo la ve usted señor? ¿A poco no es cierto que al destino no hay que andarle huyendo? Al cabo que donde nos toca nos toca. ¿Cómo la ve? Al tiempo que preguntó, se sentó frente a mí en la mesa donde yo me preparaba un café. Estoy convencido que cada quien se forja su propio destino y no creo en eso de “ya le tocaba”, me parece fatalista. Pero no era momento de entrar en discusiones con un joven que muy probablemente era un sicario de La Línea, armado con una pistola automática y en un pueblo remoto de la sierra de Chihuahua; así que contesté con calma: -Bueno, si nos ponemos en el tocadero, el destino nos alcanza más pronto, no está por demás cuidarnos lo mejor posible. El insistió en su concepto: -“Ya todos tenemos señalado el día, así que para que sacarle al destino, todos tenemos nuestra raya pintada y de ahí no pasamos”. “No hay duda, pensé- este joven es un sicario”, y una vez más me fijé en su mirada que pretendía ser torva pero parecía más bien in-genua; sólo la pequeña cicatriz en su pómulo izquierdo y su rostro cua-drado le ayudaban en su evidente pretensión de parecer un hombre rudo, pero sus rasgos juveniles, su cuerpo demasiado delgado y ligera-mente encorvado desmentían su fingida dureza. El hombre pidió un café, le puso mucha azúcar, lo bebió apura-damente mientras conversaba conmigo. Se despidió de mano. Vi de

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Calendario 2017

Las montañas Sandía en Albuquerque, N.M.