2015-Julio.27- Lunas

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Han pasado siete meses, el siete siempre ha sido mi número favorito. Quizá ya tenía el presagio de que un siete marcará grandes momentos, en este punto ya no sé si serán compartidos con alguien o solamente con un buen libro. Justo como éste que tengo a mi lado, lado derecho; un objeto, por muy preciado que sea no debe ir del lado del corazón. Aún eso no le quita la categoría de objeto, solamente te hace más codicioso. Espero que el próximo siete sea otro libro, y no una mano sujetando mi lado izquierdo, abrazando mi costilla, mi cintura. En cuanto a ti, ya no habrá más sietes en mi calendario, más 7 am y 7 pm pensándote, extrañándote, intentando decidir qué hacer. Ahora parece que las siete vidas del gato cobran sentido, conmigo, con nosotros, con la “historia” que tuvimos. Me han llenado la cabeza de comentarios, buenos y malos, hacia a ti, a lo referente ese mes de diciembre, consejos que van desde los más patéticos, esa guía que se inventan las personas… Pasos para superar alguna ruptura o contratiempo amoroso: Paso número uno: ¡olvídalo! Paso número dos: ¡no te merece! Paso número tres: ¡encontrarás a alguien más! Así de ridículos y perversos pueden llegan a ser tus amigos preocupados por verte mejor, como si realmente necesitaras escuchar algo y no que te escuchen. Solamente eso, que escuchen ellos una y otra vez la misma historia, con posibles finales distintos, uno donde no duela, otro donde no termine, uno donde nunca se conozcan, siempre escondido detrás de ellas el por qué. El por qué a algo que no lo tiene. De repente, el día menos pensado vuelves a pensar en ese siete, en que tus vidas de gato con esa persona han terminado porque ya no es posible una resurrección, ni al ver sus ojos, ni encontrándolo de nuevo, ni escuchando su voz; al contrario. Todo parece más claro y te percatas por primera vez que el final estaba más cerca de lo que imaginabas. De que no había otro modo

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conocimiento del influjo lunar a diario

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Han pasado siete meses, el siete siempre ha sido mi número favorito. Quizá ya tenía el presagio de que un siete marcará grandes momentos, en este punto ya no sé si serán compartidos con alguien o solamente con un buen libro. Justo como éste que tengo a mi lado, lado derecho; un objeto, por muy preciado que sea no debe ir del lado del corazón.

Aún eso no le quita la categoría de objeto, solamente te hace más codicioso. Espero que el próximo siete sea otro libro, y no una mano sujetando mi lado izquierdo, abrazando mi costilla, mi cintura.

En cuanto a ti, ya no habrá más sietes en mi calendario, más 7 am y 7 pm pensándote, extrañándote, intentando decidir qué hacer. Ahora parece que las siete vidas del gato cobran sentido, conmigo, con nosotros, con la “historia” que tuvimos.

Me han llenado la cabeza de comentarios, buenos y malos, hacia a ti, a lo referente ese mes de diciembre, consejos que van desde los más patéticos, esa guía que se inventan las personas…

Pasos para superar alguna ruptura o contratiempo amoroso:

Paso número uno: ¡olvídalo! Paso número dos: ¡no te merece! Paso número tres: ¡encontrarás a alguien más!

Así de ridículos y perversos pueden llegan a ser tus amigos preocupados por verte mejor, como si realmente necesitaras escuchar algo y no que te escuchen.

Solamente eso, que escuchen ellos una y otra vez la misma historia, con posibles finales distintos, uno donde no duela, otro donde no termine, uno donde nunca se conozcan, siempre escondido detrás de ellas el por qué. El por qué a algo que no lo tiene.

De repente, el día menos pensado vuelves a pensar en ese siete, en que tus vidas de gato con esa persona han terminado porque ya no es posible una resurrección, ni al ver sus ojos, ni encontrándolo de nuevo, ni escuchando su voz; al contrario.

Todo parece más claro y te percatas por primera vez que el final estaba más cerca de lo que imaginabas. De que no había otro modo de que las cosas fueran distintas, de que desde el primer encuentro, la primera palabra todo estaba dicho y terminado.

Que por doloroso que sea nunca hubo un mañana, porque ni siquiera hubo un AHORA, y es cuando comienzas a perdonar las impertinencias de tus amigos, y sobre todo comienzas a perdonarte por haber amado la idea de creer que amabas a tu alma gemela.

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Digo amado la idea no por despecho, sino porque es la verdad, y si predico la sinceridad con mi familia, conocidos y sobre todo enemigos; debo hacerlo conmigo misma.

Digo idea porque si no hubo un AHORA, es porque el presente era vivido como si leyéramos un libro distinto, donde lo único que coincidían eran los nombres de los personajes.

Digo idea porque AHORA vivo el presente y me doy cuenta que hace mucho no estás, incluso cuando te veía a mi lado, llegar a nuestra cita, escuchar tu voz al otro lado de la línea… Y justo AHORA me percato de que AYER un hubo encuentro entre tú y yo. Solamente mi loca idea de amarte cuando ni siquiera tú permites hacerlo.