2014 Preposición A

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  • SINTAXIS HISTRICADE LA LENGUA ESPAOLA

    Tercera parte: Adverbios, preposiciones y conjunciones.Relaciones interoracionales

    volumen 2

    Directoraconcepcin company company

    universidad nacional autnoma de mxicoFondo de cultura econmica

  • Primera edicin, 2014

    Company Company, ConcepcinSintaxis histrica de la lengua espaola. Tercera parte:Adverbios, prepisiciones y conjunciones. Relaciones in-teroracionales. Volumen 2 / direccin de Concepcin Company Company. Mxico: FCE, UNAM, 2014.XXXII, 23 x 17 cm (Colec. Lengua y Estudios Liter-arios)

    1. Espaol Historia 2. Lingstica histrica I. Ser. III t.

    LC PC4746 Dewey 465 C238s

    Distribucin mundial

    La publicacin de esta obra ha sido posible gracias al financiamiento otorgado por la Direccin General de Asuntos del Personal Acadmico de la unam, a travs del proyecto IN-400612 Medievalia: Sintaxis histrica de la lengua espaola, y corresponde al nmero 41 de Publi-caciones de Medievalia.

    D. R. 2014, universidad nacional autnoma de mxicoInstituto de Investigaciones FilolgicasCircuito Mario de la Cueva s.n., Ciudad Universitaria, 04510, Mxico, D. [email protected]

    D. R. 2014, Fondo de cultura econmicaCarretera Picacho-Ajusco 227; 14738 Mxico, D. F.Empresa certificada ISO 9001: 2000

    Comentarios: [email protected]. (55) 5227-4672 Fax (55) 5227-4694

    Se prohbe la reproduccin total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la aunencia por escrito del titular de los derechos

    Impreso en Mxico Printed in Mexico

  • ndice general

    volumen 1

    Advertencia editorial IXIntroduccin, por Concepcin Company Company XI

    Parte I. Planteamiento tericoCaptulo 1. Adverbios, preposiciones y conjunciones. Caracterizacin,

    relaciones y problemas de delimitacin categorial, por Rosa Mara Espinosa Elorza 3

    Parte II. AdverbiosCaptulo 2. Adverbios demostrativos de lugar, por Concepcin Com-

    pany Company y Rosa Mara Espinosa Elorza 127Captulo 3. Adverbios de lugar. La construccin sustantivo + adverbio

    locativo, por Alejandro Velzquez Elizalde 245Captulo 4. Adverbios de tiempo. Demostrativos, comparativos y modo-

    temporales, por Elena Azofra Sierra 313Captulo 5. Adverbios tempoaspecutales: an, luego, todava y ya, por

    Elsie Magaa Jurez 411Captulo 6. Adverbios en -mente, por Concepcin Company Company 457Captulo 7. Adjetivos adverbiales, por Martin Hummel 613Captulo 8. Adverbios y locuciones adverbiales de manera, por Javier

    Rodrguez Molina 733Captulo 9. Adverbios de cantidad, foco, polaridad y modalidad, por

    Rosa Mara Espinosa Elorza 939Captulo 10. Locuciones adverbiales con a y base lxica en -as, por Rosa

    Mara Ortiz Ciscomani 1117

    ndice de contenidos volumen 1

    volumen 2

    Parte III. PreposicionesCaptulo 11. La preposicin a, por Concepcin Company Company y

    Rodrigo Flores Dvila 1195Captulo 12. Las preposiciones de, des y desde, por Concepcin Company

    Company y Zazil Sobrevilla Moreno 1341Captulo 13. Las preposiciones por, pora y para, por Rena Torres Ca-

    coullos Joseph Bauman 1479Captulo 14. Las preposiciones con y sin, por Angelita Martnez 1565Captulo 15. Las preposiciones en y entre, por Axel Hernndez Daz 1629

  • Captulo 16. Las preposiciones contra, hacia y hasta, por Marcial Morera Prez

    Captulo 17. Otras preposiciones locativas y construcciones afines, por lvaro S. Octavio de Toledo y Huerta 1837

    Captulo 18. Preposiciones, conjunciones y adverbios derivados de par-ticipios, por Cristina Snchez Lpez 2055

    Parte IV. Relaciones interoracionales: yuxtaposicin, coordinacin y subordinacinCaptulo 19. Oraciones yuxtapuestas, por Dorien NieuwenhuijsenCaptulo 20. Coordinacin y subordinacin. Panorama general, rela-

    ciones diacrnicas bsicas y nexos, por Rosa Mara Espinosa Elorza 2229Captulo 21. Coordinacin copulativa e(t) / y y disyuntiva o, por Mar

    Garachana Camarero 2335Captulo 22. Oraciones adversativas, por Silvia Iglesias Recuero 2519Captulo 23. Reestructuracin general del sistema de subordinacin

    latino. Las completivas de objeto directo, por Laura Espi-noza Gutirrez 2671

    Captulo 24. La conjuncin que. La complejizacin del sistema de subor-dinacin, por Francisco Javier Herrero Ruiz de Loizaga 2789

    ndice de contenidos volumen 2

    volumen 3

    Captulo 25. Oraciones subordinadas sustantivas de objeto directo, por Georgina Barraza Carbajal 2971

    Captulo 26. Oraciones subordinadas sustantivas enunciativas. Sujeto, predicado nominal y rgimen prepositivo, por Sergio Bogard 3107

    Captulo 27. Oraciones subordinadas sustantivas interrogativas, por Jos Luis Girn Alconchel 3251

    Captulo 28. Oraciones causales, por Manuel Prez-Saldanya 3449Captulo 29. Oraciones finales, por Rosaura Silva Cecea 3613Captulo 30. Oraciones concesivas, por Manuel Prez-Saldanya y Vicent

    Salvador 3699Captulo 31. Oraciones comparativas, por Antonio Freire Llamas 3843Captulo 32. Oraciones condicionales, por Rafael Cano Aguilar 3907Captulo 33. Oraciones consecutivas, por Claudia Parodi Lewin 4095Captulo 34. Oraciones temporales, por Rolf Eberenz 4171

    ndicesCorpus base en orden cronolgico LXIIICorpus base en orden alfabtico LXXXVIIndice de autores y obras citados CXIndice de conceptos, materias y trminos CLXXIndice de contenidos de los tres volmenes CCIX

  • [1195]

    Captulo 11

    LA PREPOSICIN A

    ndice

    11.1. introduccin. caracterizacin general, definicin y objetivos 119711.2. el corpus 121711.3. breve estado de la cuestin 1219 11.3.1. Los estudios sincrnicos 1221 11.3.2. Los estudios diacrnicos 122511.4. antecedentes. del latn al espaol 1228 11.4.1. La preposicin ad en latn 1228 11.4.2. Antecedentes latinos y profundidad histrica de ad como marca de objeto 123411.5. sintaxis y relaciones de la preposicin a 1241 11.5.1. Distribucin general de la frase prepositiva con a 1242 11.5.2. Relacionalidad y funcin de la frase prepositiva con a 1248 11.5.3. Algunas diferencias diatpicas 1253 11.5.3.1. Diferencias dialectales absolutas 1253 11.5.3.2. Diferencias dialectales relativas 125911.6. sintaxis de la preposicin a con trmino nominal 1261 11.6.1. El trmino de a 1262 11.6.1.1. El ncleo de la frase nominal trmino 1263 11.6.1.2. Estructura interna de la frase nominal trmino 1267 11.6.1.3. Rasgos lxicos del ncleo de la frase nominal trmino 1272 11.6.2. La categora introductora de la frase prepositiva con a 1276 11.6.2.1. Clases de categoras 1276 11.6.2.2. Semntica del verbo introductor 1278 11.6.3. La funcin de la frase prepositiva con a 128211.7. sintaxis de la preposicin a con trmino verbal 1291 11.7.1. El trmino de a 1291

  • [1196]

    11.7.2. La categora introductora de la frase prepositiva con a 1297 11.7.3. La perfrasis de futuro ir a + infinitivo 130611.8. otros contextos con a. algunas funciones discursivas 131211.9. semntica de la preposicin a: su significado bsico 131611.10. diacrona general 1321 11.10.1. Un camino hacia la abstraccin: las gramaticalizaciones de a 132611.11. conclusiones 132811.12. corpus bibliogrfico 1329 11.12.1. Corpus base 1329 11.12.2. Corpus adicional 133011.13. referencias bibliogrficas 1331

  • [1197]

    Captulo 11

    lA PREPOSICIN A

    Concepcin Company Company Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Rodrigo Flores DvilaUniversidad Nacional Autnoma de Mxico

    11.1. introduccin. caracterizacin general, definicin y objetivos

    La preposicin a se caracteriza en la lengua espaola por un gran dinamismo diacrnico y una gran flexibilidad de distribuciones y funciones diversas, al mis-mo tiempo que, paradjicamente, por una gran estabilidad en las funciones que codifica, ya que, a pesar de su diversidad funcional, se ha desempeado mayori-tariamente como introductora de complementos nominales y ha sido introducida por verbos. De hecho, un rasgo definitorio de la preposicin a, y constante a lo largo de la historia del espaol, es la elevada nominalidad de los elementos enca-bezados por ella, ya que todos, en mayor o menor medida, presentan propiedades nominales; un segundo rasgo definitorio de las construcciones en que participa esta preposicin es la casi categrica verbalidad del constituyente introductor de la frase prepositiva que encabeza. El esquema recurrente a lo largo de los siglos formado por la preposicin a es: verbo + a + nominal. Adems de estos dos rasgos, otro aspecto definidor de a es su persistente semntica locativa, ms o menos alejada de un significado locativo estricto. Tal estabilidad se debe a que la preposicin a tiene un significado bsico constante, locativo directivo tlico, que a travs de determinados contextos y construcciones puede ser reelaborado o proyectado en estructuras varias mediante una interpretacin metafrica y/o metonmica ms o menos alejada de la locacin directiva.

    En perspectiva diacrnica, la preposicin a puede ser caracterizada, en l-neas generales, por un gran dinamismo que le permiti ampliar enormemente su capacidad funcional y distribucional, al punto de que puede decirse que es la preposicin del espaol que ms funciones y distribuciones no etimolgicas adquiri a lo largo de su evolucin. No slo entr a marcar espacios funcionales que carecan de marca prepositiva en la lengua madre o incluso en el espaol antiguo, como es el caso de los objetos indirecto y directo, sino que tambin se apropi de distribuciones y funciones que eran en los orgenes privilegio de otras preposiciones, como de, para, con o en, y asimismo, desde muy antiguo

  • 1198

    hasta la fecha, est en alternancia con otras preposiciones, como con, en, hasta o por, adems de que entr en mbitos cada vez ms alejados de sus rutinas gramaticales etimolgicas, tales como la modalidad adverbial, quien a hierro mata a hierro muere, o construcciones prximas a un complemento adnominal de significado modal, papas a la francesa, pulpo a la gallega, falda a cuadros, que son innovaciones relativamente recientes. Tambin cedi algunos espacios funcionales, pero fueron ms las ganancias que las prdidas. Como parte de su diacrona, mantuvo, no obstante, sus funciones originarias, ya que, como es sabido, el cambio lingstico es la suma de continuidades y discontinuidades.

    Efecto y causa de tal flexibilidad y polifuncionalidad es la elevada frecuencia que a tiene en el espaol. Es la tercera palabra ms frecuente de nuestra lengua, con 4 211 993 ocurrencias (sumando a y su contraccin al), segn consigna la lista de frecuencias de palabras del Corpus de Referencia del Espaol Actual (crea) de la rae, precedida slo de las preposiciones de y en ( Captulo 12) ( Captulo 15). Esta elevada frecuencia de uso se mantiene en la diacrona, ya que aparece como la segunda palabra ms frecuente en el corpus novohispano Lxico histrico del espaol de Mxico (Company y Melis 2002:s.v. a), que abarca un periodo de tres siglos, de 1525 a 1816, con 6 202 documentaciones, precedida slo de de. Asimismo, en el espaol medieval del siglo xiii, en un corpus en prosa de seis textos de diferente gnero textual (Eslava 2009), la preposicin a es la que ms frecuentemente aparece introducida por verbos de significado locativo, llegar a, ir a, venir a, entrar a, bajar a, subir a, etc., con 614 ocurrencias de un total de 1 580 datos, seguida de lejos por en y de, con 425 y 183 ocurrencias, respectivamente. Es tambin la preposicin ms usada a lo largo de la historia del espaol para introducir subordinadas sustantivas de rgimen prepositivo, atreverse a, convidar a, obligar a, etc., muy por encima en frecuencia de uso de las otras preposiciones capaces de contraer relaciones de rgimen, de, en, con y por: 60% de a frente a 40% de las otras cuatro preposiciones juntas ( Captulo 26). La correlacin entre alta frecuencia y amplitud distribucional y funcional que despliega la preposicin a es reflejo del hecho bien conocido de que en la gramtica de cualquier lengua existe una relacin entre frecuencia y riqueza funcional: a mayor frecuencia, mayor flexibilidad funcional y distribucional.

    Una caracterstica de las construcciones formadas mediante a es que ni su manifestacin estructural ni los muchos cambios que sufrieron parecen estar condicionados por diferencias de gneros textuales, por los temas desarrolla-dos en las obras o por las obras particulares mismas, al menos no en el corpus analizado. Esta propiedad es reflejo, segn creemos, del carcter nuclear de la preposicin a y de su gran flexibilidad para entrar en mltiples tipos de cons-truccin y funciones.

    11.1 la preposicin a

  • 1199

    La preposicin a, como toda preposicin, es una clase de palabra invariable, con funcin bsica de relacionante y con una funcin adicional, como cualquier preposicin, de ser un potenciador de la adjetivacin, ya que cuando se acaba el inventario lxico de adjetivos, las lenguas echan mano de preposicin ms sustantivo para adjetivar: falda cuadrada no es lo mismo que falda a cuadros, pero ambas son modificaciones adjetivas, y cuadro al leo ni siquiera tiene un posible adjetivo lxico correspondiente, por lo que requiere de la frase prepositiva, a la que denominaremos a partir de aqu fp-a (vase infra 11.6.3).

    La preposicin a suele ser clasificada como preposicin funcional o gramati-cal, de significado ligero frente a preposiciones menos ligeras o lxicas como contra, hasta o entre e incluso, dada la polifuncionalidad ya comentada, suele sealarse que es un mero relacionante, carente de significado lxico aunque man-tiene su carcter directivo (Alcina y Blecua 1975:6.2.5; Di Tullio 1997:41-42). Consecuencia de su aparente falta de significado es que bastantes gramticas y diccionarios de referencia del espaol consignan largas listas de posibilidades de uso de a, muchas veces sin hacer explcita la cohesin funcional y semntica interna de a que, sin duda, tiene esta preposicin en todos esos empleos, por el hecho obvio de que es un solo signo lingstico: a. Por nuestra parte, considera-remos que todo signo lingstico es forma con significado, as sea este abstracto y esquemtico, de manera que a s tiene significado.

    Pasemos a la caracterizacin general de la preposicin a desde su distribucin, funcin y significado. Llamaremos al elemento introducido por la preposicin trmino, que es la denominacin tradicional, y al que rige o encabeza la frase prepositiva, constituyente introductor, entendido como un concepto de cobertura, tanto para los casos en que el constituyente rige la fp-a, voy a Mxico, salud a Pedro, traduccin al ingls, como para los casos en que es modificado por la fp-a: pantaln a rayas, tonto a morir, el evento a realizarse, el asunto a tratar.

    En cuanto a su distribucin, la preposicin a muestra una amplsima com-binatoria categorial. Considerado el trmino, este puede ser un nominal o una predicacin verbal, pero el primero es, por mucho, la seleccin mayoritaria en todas las etapas del espaol. Cuando es nominal (1), puede ser una frase nominal (fn) (1a) o una frase adjetiva (fadj) (1b). Tambin una frase adverbial (fadv) (2), con muchas restricciones una frase prepositiva (fp) (3), y una oracin de relativo (4), con antecedente o sin l,1 pueden ser trmino de a. Si el ncleo de la fn es

    1 Las oraciones de relativo son, sin duda, trminos nominales de a ya que el pronombre rela-tivo introductor del trmino es, lgicamente, un constituyente nominal, si bien, como oraciones que son, contienen una predicacin interna plena. Las oraciones de relativo se caracterizan, adems, por desplegar en su interior las mismas capacidades estructurales y semnticas de una oracin independiente (Bhat 2004:cap. 8), motivo por el cual podran ser clasificadas tam-bin como trminos verbales de la preposicin a. Decidimos darle peso al pronombre relativo introductor de la oracin, hecho que hace sentido en el conjunto de la caracterizacin de a, dada

    introduccin 11.1

  • 1200

    pronombre, este es siempre oblicuo, a ti, a m, como se ve en el ltimo ejemplo de (1a), prueba de que a se comporta como preposicin plena.2 Cuando es una predicacin (5), el trmino puede ser una oracin en infinitivo (5a), la cual es la seleccin ms productiva en todos los periodos de la lengua, pero tambin una oracin introducida por la conjuncin que puede constituir el trmino de la pre-posicin a (5b), e igualmente una predicacin averbal puede constituir el trmino de a (5c), sea recuperable o no en el contexto inmediato un verbo.

    (1) a. Agora dexamos aqu estas cuentas de los tiempos e de los reis e de sos regnados e tornaremos a la estoria de la Biblia [gei, 2.379]

    Et sera atal commo el ome que llega a hedat et falla que... [Calila, 91]

    y vio a las dos destradas mozas que all estaban [Quijote i, 2.51] se manda este presso sea puesto en la carel de corte desta Nueba

    Espaa, y se traiga a ella de donde quiera que estuviere [dlne, 1618, 104.298]

    Hay que ir a Saint-Florent para sentir ese deseo de reencarnarse [Bartleby, 162]

    A la de una, a la de dos y a la de tres [Inicio de un juego] pequeos detalles que a m me servan para darle ms nfasis [Con-

    tadora, 45] b. echuanlo ssobre las espallas, rreboluyndolo en derredor del pes-

    cueo, a ssemeiante que la ley de Dios era blanca e limpia [Sete-nario, 250.14]

    la alta nominalidad general de los trminos de esta preposicin. Por otra parte, las oraciones de relativo que carecen de antecedente, del tipo a lo que vengo; me refiero a las que te di, tienen un problema adicional, concerniente al estatus de las formas el, la(s), lo(s) que encabezan junto con el pronombre la oracin; existe una cierta controversia en los trabajos especializa-dos sobre el estatus de esas formas: para unos autores son artculos, con una distribucin y propiedades peculiares, sin que necesariamente se requiera sobrentender un ncleo nominal elidido, posicin adoptada en este captulo; para otros estudiosos, funcionan ms como ncleos pronominales, y el, la(s), lo(s) seran en este tipo de sintagmas un reflejo y residuo histrico de sus timos latinos pronominales demostrativos, y, en efecto, parecen tener una funcin inter-media o puente entre la pronominal demostrativa y la de artculo; otros estudios consideran el, la(s), lo(s) + que un pronombre complejo (rae-asale 2010:44.3.2d). El mismo problema de anlisis presentan otras construcciones: a la de una, a la de dos, a los de abajo, al de los muchachos, a la de tu abuela, etctera.

    2 Suele afirmarse que las nicas preposiciones propias de la lengua espaola que tienen rgimen pronominal directo son entre, entre t y yo lo haremos, hasta, eso hasta t lo sabes, y segn, segn yo, viene ms tarde, y no *entre m, *hasta ti, *segn m, motivo por el cual segn suele ser considerada adverbio ms que preposicin en algunos estudios ( Captulo 17) y hasta tambin presenta problemas en cuanto a su estricta adscripcin como preposicin en estos usos ( Captulo 16) ( Captulo 9).

    11.1 la preposicin a

  • 1201

    pero a geno y a bonito no hay por to er contorno quien le gane [Felipe Trigo, El mdico, 1890, Espaa, ce]

    (2) E los varones destas compaas fueron contados cuantos avi de treinta das a arriba [gei, 2.627]

    Tres de los equipos de ftbol adelantan a hoy los encuentros del fin de semana [El Diario Vasco, 06-01-2001, Espaa, crea]

    aunque este socorro nunca lleg a all, ni pas de Lombarda [Fray Prudencio de Sandoval, Historia de la vida, 1604-1618, Espaa, corde]

    (3) por eso tuve que dejar la escuela para ir a con mi mam [Equipo de Estudios Comunitarios, 2009, Guatemala, Google Libros]

    Y llega el rey a por su novia y ve a la negra y le dice... [Annimo, Cuentos populares espaoles, ca. 1920, Espaa, corde]

    Ante la imposibilidad de conseguir que saliera por su propio pie, tuvimos que entrar a por ella y sacarla casi por la fuerza [Manuel Lpez, Un gorila con paperas, 2001, Espaa, crea]

    (4) llegaron a la ibdat a que ivan, et asentaron todos erca de la ibdat de fuera [Calila, 326]

    conquiri a los griegos a que llamavan pelasgos [gei, 2.632] su dama es una tal Dulcinea del Toboso, a quien en toda Espaa

    la dan la palma de la hermosura [Quijote ii, 58.1164](5) a. Et vieron que aquellas estrellas auyan cuerpos ms nobles que los

    ielos, e por esso tornaron a creer en ellas [Setenario, 57.9] finalmente, en el traje y apostura daba a entender ser hombre de

    buenas prendas [Quijote ii, 16.788] Nia, a callar! [Alfonso Zurro, Farsas Maravillosas, 1987, Espaa,

    crea] A ver si vamos haciendo lo que nos corresponde [Espaol general,

    habla espontnea] b. No quiero persuadir a V.E.,... a que en esta ocasin me ampare

    como tan gran seor [Teresa, 122.248] vena a que me revisara el texto [Edmundo Paz, La materia del

    deseo, 2002, Bolivia, crea] c. A que no? a que no? [Leopoldo Alas Clarn, La Regenta, 1884-

    1885, Espaa, corde] Slo me faltan las orejeras, a que s? [La Razn Digital, 19-12-2003,

    Espaa, crea] Al pan, pan, y al vino, vino; a m no me hables con rodeos [Mxico,

    habla espontnea]

    introduccin 11.1

  • 1202

    A pesar de la flexibilidad en la variedad categorial del trmino, que se aprecia en los ejemplos de (1)-(5) arriba, los ejemplos de (6) abajo constituyen, sin duda, el paradigma de los constituyentes trmino de la preposicin a, que son, en rea-lidad, slo de dos tipos: fn (6a) y fv en infinitivo (6b). Son paradigmticos tanto por su elevadsima frecuencia en todos los periodos del espaol, respecto de los otros posibles trminos, como por su gran estabilidad y continuidad diacrnicas (vase infra 11.6.1, 11.7.1).

    (6) a. Et yogo Digna en la carel, et mandlo guardar a un cavallero [Calila, 188]

    E por mas firme dunbre rogamos a Domingo Diaz... [dle, 1284, 34.59]

    Cay sobre un hotel. Iba a Nueva York [Vuelo, 15] b. E comenaron luego a fazer grandes alegras antl [gei, 2.378] si no se pone las pilas va a terminar convertido en oldmancito cui-

    dando carros en un cine [Efecto, 165]

    En cuanto a la categora introductora de la fp encabezada por a (fp-a a partir de aqu) la gama categorial es tambin muy amplia pero tiene ms restricciones que el trmino, en cuanto que algunas categoras difcilmente concurren con una fp-a. Mayoritariamente, la fp-a es introducida, en todas las etapas del espaol, por un verbo (7a), conjugado o no, y por un sustantivo (7b). Los adjetivos (8a), sean lxicos o participios debilitados, en algn grado, en su carcter verbal, al-gunos adverbios (8b) y unas pocas preposiciones (8c), sean propias o impropias, pueden tambin introducir una fp-a pero, a diferencia de las dos categoras anteriores, se reducen a unos cuantos tems lxicos en estos tres ltimos casos.

    (7) a. que castigasse al pueblo de los fijos de Israel que guardassen el sbado [gei, 2.371]

    Lleg el tropel de lanceros, y uno dellos, que vena ms delante,... comenz a decir a don Quijote... [Quijote ii, 58.1166]

    Leonor cogi a su madre del brazo y la llev a un rincn de la alcoba [ngeles, 21]

    b. La vi de espaldas con sus zapatos bajos y su falda a cuadros [Javier Maras, Corazn tan blanco, 1992, Espaa, crea]

    la aplicacin de la teora del juego a los estudios sobre la paz [An-nimo, Una ciencia de la paz, 1968, Espaa, corde]

    el desapego a los valores tradicionales y su sustitucin por los... [El Pas, 17-07-2001, Espaa, crea]

    11.1 la preposicin a

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    Esta ser la agenda de acciones a llevar a cabo a partir de 2014 [Mxico, discurso poltico]

    (8) a. Semeiant es el regno de los cielos a un ombre sennor de compannas que... [Mateo, 54]

    Siguieron serenos por las rutas del arte, ciego a los ojos del mundo y abiertos a la noble fe y encanto de los suyos [Yago-Csar de Salvador, Crnicas de Barcelona, 1922, Espaa, corde]

    que se creara una estructura paralela a la negociacin en Chiapas [Proceso, 02-02-1997, Mxico, crea]

    b. que vos oyessen en vuestros pleitos e judgassen derecho a todos tan bien all estrao como al cibdadano, tan bien al pequeo como al grand [gei, 2.863]

    quin no tiembla junto a ti, Jimena? [Francisco Navarro, Doa Blanca, 1846, Espaa, corde]

    c. Pero pa que vea que soy cuate: dgame de a cmo no, y se lo tramito en tres das [Toms Mojarro, Yo, el valedor, 1985, Mxico, crea]

    la sesin fue caldendose de a poco [La Nueva Provincia, 22-04-1997, Argentina, crea]

    Cuando lo averiges, echas la cuenta de a cunto salen estas carreras estpidas [Alejandro Gndara, La media distancia, 1984, Espaa, crea]

    Considerados en conjunto el trmino de la fp-a y su constituyente introduc-tor, la distribucin ms frecuente en todas los periodos de la lengua espaola es, como ya dijimos, aquella que contiene un introductor verbo y un trmino fn con ncleo sustantivo: verbo + a + sustantivo, de muy diversas clases lxicas ambos y en funciones tambin muy diversas, como se ejemplifica en (9). Estos sintagmas podran ser caracterizados como los no marcados en la distribucin de la preposicin a tanto por su elevada frecuencia como por la alta flexibilidad lxica del verbo introductor y del nominal trmino.

    (9) Estonce salio Ihesus de Galilea, e fue a Iordan [Mateo, 27] Et sali de all et andovo fasta que lleg a la puerta [Calila, 329] Donde bido este testigo al dicho capitn [dlne, 1618, 82.247] los tendrn por abogados a la hora de su muerte [Buscn, 85] se defenda a su manera y como poda de los topetazos de los aos

    [Adolfo Bioy Casares, El gran Serafn, 1962, Argentina, corde] destrozando a navajazos las butacas de los cines [Isabel Allende,

    Eva Luna, 1987, Chile, crea]

    introduccin 11.1

  • 1204

    Una propiedad distribucional recurrente y muy productiva de la preposicin a es que forma construcciones fijas o casi fijas en colocaciones varias: locuciones, correlaciones y esquemas, cuyo rasgo comn es que la mayora ha adquirido un alto grado de lexicalizacin. Es decir, a entra en procesos de lexicalizacin con mucha facilidad, muy posiblemente porque tiene una constitucin fnica mnima, slo una vocal, y porque, como es sabido, el espacio es un parmetro bsico para generar gramtica y a tiene significado espacial. La lexicalizacin de construcciones con a es una propiedad con arraigo ya en la lengua latina, que genera desde antiguo una productiva pauta morfosintctica de formacin de adverbios y preposiciones complejos en el espaol.

    En cuanto a las locuciones (10), a se integra, por ejemplo, en locuciones de dis-tinta categorialidad: adverbiales (10a), prepositivas (10b), algunas de estas fron-terizas entre adverbial y prepositiva, y conjuntivas (10c), aunque la gran mayora es de naturaleza adverbial. De hecho, a es la preposicin tpica para formar las locuciones adverbiales con base lxica en -as (10d), muchas de las cuales ilustran lo que se conoce con el trmino de femenino de indeterminacin (Mariner 1968); se trata de expresiones en neutro plural en -a que toman analgicamente la -s del plural y se interpretan como femeninos plurales ( Captulo 10).

    (10) a. Et por esso sse deuen conffesar a menudo e non ssobreponer los peccados nin dexarlos enuejeer [Alfonso X, Setenario, 1252-1270, corde]

    Estaban cerca dellos a tiro de piedra, de manera que fue nescesario con su persona acudir all Corts [Francisco Cervantes de Salazar, Crnica de la Nueva Espaa, 1560, Mxico, corde]

    y termin llorando a mares [Chavela Vargas, Y si quieres saber de mi pasado, 2002, Mxico, crea]

    b. parti con toda la gente de a cavallo e de a pie que pudo llevar [Diego de Valera, Crnica de los Reyes Catlicos, 1487-1488, corde]

    es tan de a tiro pinchurriento, tan peoresnada, que... [Carlos Fuentes, Cristbal Nonato, 1987, Mxico, crea]

    Alberto Berasategui corre a por una pelota en el partido de ayer [El Mundo, 30-05-1995, Espaa, crea]

    por qu le han mezclado a con narcotraficantes? [Tiempo, 06-08-1990, Espaa, crea]

    c. t s compartirs mis sentimientos a que s, amor mo? [Juan Garca Hortelano, El gran momento, 1972, Espaa, corde]

    Por all por la Alcarria no veis estas cosas, a que no? [Snchez Ferlosio, El Jarama, 1956, Espaa, corde]

    11.1 la preposicin a

  • 1205

    d. Et que l me acarre de ir a aquella ibdat non a sabiendas de m [Calila, 333]

    se fueron solas a oscuras [Garci Rodrguez de Montalvo, Amads de Gaula, 1482-1492, corde]

    seguan siendo nios, viendo las cosas a gatas, ocultos debajo de la mesa [Jos Lezama Lima, Oppiano Licario, 1977, Cuba, crea]

    El tipo de juguete, sin embargo, no se puede elegir a tontas y a locas [Manuel Lpez, Un gorila con paperas, 2001, Espaa, crea]

    En cuanto a las correlaciones (11), la preposicin a se integra con otras prepo-siciones para formar frases prepositivas correlativas, en que a encabeza siempre el segundo miembro ya que expresa el trmino o meta y por ello, icnicamente, introduce el ltimo tramo de la correlacin.

    (11) traxeron sus cargas desde Muria a Valladolid [Annimo, Cuentas de Gonzalo, 1477-1491, corde]

    cosa tan contraria en estos tiempos pues lo ms seguido es ir de ms a menos [Juan de Castro, Historia de las virtudes, 1620, Espaa, corde]

    orden que de all a poco se descubriese por el camino... [Quijote ii, 58.1166]

    Gala no slo le ayud a escribirlas, sino que se las escribi de pe a pa [Eladia Gonzlez, Quin como Dios, 1999, Mxico, crea]

    En cuanto a los esquemas (12), la preposicin a es, igualmente, el formativo inicial de dos muy productivos del espaol, encabezados ambos por determinante. Por un lado, los sintagmas con el determinante neutro a + lo + {adjetivo ~ par-ticipio ~ sustantivo ~ adverbio ~ fp ~ oracin} (12a), que forman una colocacin o esquema disponible para ser llenado lxicamente por diversos tems lxicos de muy diversas categoras, como se ve en la anterior lista entre llaves. Por otro lado, un subtipo de este esquema, el formado por el artculo femenino, siempre en singular, a + la + {adjetivo ~ sustantivo ~ fp} (12b), que entra tambin en una colocacin pero tiene menor flexibilidad de llenado lxico y categorial que el esquema anterior (vase infra 11.8).3

    3 Cabra pensar que algunos de estos esquemas son resultado de elipsis de un sustantivo, como parecen indicar los siguientes ejemplos: despus de seis o siete sangras a la moda francesa (Feijoo, Theatro crtico universal, 1728, Espaa, corde); Necesito un toque pero a la voz de ya (Gerardo Mara, Fbrica de conciencias descompuestas, 1980, Mxico, crea).

    introduccin 11.1

  • 1206

    (12) a. Pareto se esforz por mostrar la repetitividad o la presencia de constantes a lo largo y a lo ancho de historia de las sociedades [Salvador Giner, Teora sociolgica clsica, 2001, Espaa, crea]

    La religin juda, pese a lo antes expuesto, no plantea una desva-lorizacin radical de los no judos [Dez de Velasco, Hombres, 1995, Espaa, crea]

    Un teatro sin personajes muy postmoderno, muy a lo Heiner Muller [El Universal, 03-11-1996, Venezuela, crea]

    como nosotros lo veamos, muy a lo lejos an [Pedro Antonio de Alarcn, La Alpujarra, 1874, Espaa, corde]

    Me voy tempranito a lo de mi hermano [Roberto Fontanarrosa, 19 de diciembre, 1995, Argentina, crea]

    A lo que te truje Chencha [Mxico, frase hecha] se usa para animar a alguien a concentrarse en su trabajo b. Odia las matemticas, ama las papas a la francesa [La Prensa

    Grfica, 26-09-2002, El Salvador, crea] pero a la de ya o te mueres [Felipe Victoria Zepeda, La casta divina,

    1995, Mxico, crea] Pidi pescado a la talla y chiles toreados para acompaarlo [Juan

    Villoro, Arrecife, 2012, Google Libros]

    Una manifestacin extrema de esta capacidad de lexicalizacin es que a(d) forma multitud de voces, mayoritariamente verbos, pero tambin adverbios y algunos nominales: ad + verbo, ad + adverbio, ad + nominal. El proceso de com-posicin era ya productivo en latn, lengua en que la forma ad era considerada en estos casos un preverbio. En espaol a y la base lxica estn integradas en la morfologa y en el diccionario ya como palabras simples y guardan diverso grado de transparencia respecto del proceso de cohesin. Algunos ejemplos de verbos son adjuntar < ad + iunctare < ad + iunctus; apostar < ad + positum < ad + ponere; arrojar < ad + rotulare; asimilar < assimilare < ad + similis, y un largusimo etctera; ejemplos de adverbios son arriba < ad + ripam, all < ad + illic, y, desde luego, el adverbio de manera por excelencia as < ad + sic, aunque de etimologa controvertida ( Captulo 1) ( captulo 8); algunos casos de sus-tantivos y adjetivos son adefesio < ad + Ephesios; atnito < attonitus, participio de attonere < ad + tonere, etctera.

    El camino diacrnico de estas voces es un proceso de lexicalizacin, no ex-clusivo de a, con debilitamiento de transparencia referencial y de significado composicional de las formas originarias integrantes, as como debilitamiento de su capacidad distribucional. El proceso avanza desde una sintaxis libre de las voces hacia una sintaxis restringida en ciertas colocaciones (Torres y Walker

    11.1 la preposicin a

  • 1207

    2011), hacia la integracin en un compuesto, hasta derivacin por prefijacin (Dimela y Ralli 2012; Wischer 2011) y hasta palabra simple; en resumen: sintaxis libre > sintaxis en colocacin con composicionalidad restringida > prefijacin > palabra simple; o en otras palabras: sintaxis > morfologa, y tambin un proceso de debilitamiento de significado composicional: transparencia > opacidad. Este proceso sigue vivo en la lengua espaola, particularmente en verbos, ya que existen pares mnimos verbales, con y sin preposicin, establecidos ambos desde antiguo como norma: lancear ~ alancear, martillar ~ amartillar, remangar ~ arre-mangar, rodear ~ arrodear, si bien suele haber seleccin diatpica o diastrtica de cada una de las formas, tal es el caso del peninsular solear vs. el americano asolear. Adems, el proceso arriba consignado sigue con plena productividad en el espaol contemporneo, ya que la preposicin a sigue formando verbos prefijados, todava no consignados en los diccionarios, que alternan con el ver-bo simple: arrebasar normativo en el espaol del centro y noroeste de Mxico, acompletar normativo del espaol del norte de Mxico, pero popular en el resto del pas, ajuntar, arrempujar, del espaol general, ambos populares y con carga vulgar en algunos dialectos, y un amplio etctera de formaciones similares.4

    Otro rasgo distribucional caracterizador de la preposicin a es que entra en alternancia con otras formas o estructuras en unos mismos o muy similares sintagmas. Conmuta con preposiciones, tambin con determinadas oraciones de relativo especificativas y permuta con su propia ausencia, es decir alternancia con . Tales alternancias son seal de tres hechos: uno, que esta preposicin ha accedido a espacios funcionales que etimolgicamente no le correspondan, es decir, que ha usurpado los espacios funcionales que eran propios de esas otras preposiciones, de esas oraciones o bien que esos espacios se codificaban con ausencia de marca y posteriormente entr la a; dos, es seal de una invasiva y extensa generalizacin y gramaticalizacin de esta preposicin, y tres, seal de que las estructuras alternantes comparten cierto significado (vase infra 11.10).

    La conmutacin con otras preposiciones (13), formando pares mnimos es-trictos, es sumamente productiva: a alterna con las preposiciones ante (13a), con (13b), de (13c), en (13d), hasta (13e), para (13f) y por (13g). Algunas de estas alternancias son muy antiguas, por ejemplo en / a nombre de, con el fin de / a(l) fin de, pero otras deben haber aparecido en la lengua recientemente, como lo prueba el hecho de que la construccin con a est estigmatizada y por ello se reprueba su empleo en la escritura cuidada, tal es el caso de las frases

    4 Para el Diccionario de la lengua espaola (rae en lnea:s.v. a-), el prefijo a- < ad carece de significacin precisa, pero un estudio detallado de este proceso derivativo iluminara el papel semntico que cumple esta forma. Por otra parte, la rae-asale (2010:8.3.1i) seala que existe alternancia de verbos formados sobre la misma base, sustantiva o adjetiva, pero con esquemas diferentes, por ejemplo n-ar vs. a-n-ar, n-ear vs. a-n-ear; los verbos que aqu comentamos son parte de estos esquemas.

    introduccin 11.1

  • 1208

    de acuerdo a, a nivel de, con base a, en base a, etc., casos en que se recomienda el uso con preposicin distinta de a (rae-asale 2005:s.vv. acuerdo, nivel, base). Algunos pares, incluso, estn totalmente lexicalizados como adverbios tanto con a como con la preposicin alternante: aprisa ~ deprisa, escritos muchas veces, hasta el da de hoy, de forma separada, reflejando su antiguo origen de locucin ( Captulo 8) ( Captulo 17). Los ejemplos de (13) estn ordenados en pares mnimos, el primero corresponde al uso con preposicin distinta de a, el ltimo, al empleo con a, sin que ello signifique que esta es necesariamente la documentacin ms moderna, aunque suele serlo, como veremos ms adelante.5

    (13) a. Para qu se me ponen ante la vista ejemplos que no he de poder se-guir? [Benito Prez Galds, De Oate a la Granja, 1876, Espaa, corde]

    Qu iba a hacer Petra para poner a la vista del estpido Quintanar aquella vergenza? [Leopoldo Alas Clarn, La Regenta, 1884-1885, Espaa, corde]

    b. Qui firiere con cuchillo... peche sesenta maravedis [Annimo, Fueros de Escalona, 1226, corde]

    aunque estaba muy mal herido, mat a cuchillo e dio estocadas a todos los indios [Bernal Daz del Castillo, Historia verdadera, ca. 1568-1575, Guatemala, corde]

    encargan al corregidor... que determine en la demanda que promueve Juan de Santilln,... con el fin de recuperar una mula [Annimo, Documentacin medieval abulense, 1485-1488, corde]

    sienbran en ello vna o dos tierras o ms a fin de hacer prendar a los ganados [Annimo, Ordenanzas de vila, 1485, corde]

    c. le repugnaba esta dependencia del espritu con respecto de la ma-teria [Leopoldo Alas Clarn, Su nico hijo, 1891, Espaa, corde]

    El punto capital visible de la oposicin era la direccin que con respecto a Mxico deba drsele [Jos Donato de Austria, Memoria sobre la necesidad, 1800, Mxico, corde]

    d. yo vine en nombre de mi padre [Gonzalo Garca de Santa Mara, Evangelios, ca. 1485, corde]

    y a nombre del tribunal, os felicito por el valor que habis mostrado en el prendimiento de ese monstruo [ngeles, 481]

    e. Montones de basura, lodo, maquinaria echada a perder y operarios con barro hasta las rodillas [La Vanguardia, 24-10-1994, Espaa, crea]

    hasta que el agua le lleg a las rodillas [Juan Miralles, Hernn Corts, 2001, Mxico, crea]

    5 Para un amplio listado de alternancias de a con otras preposiciones desde el ms temprano espaol, cf. rae (1933:s.v. a).

    11.1 la preposicin a

  • 1209

    f. Es falcn y es bueno para caar perdizes e garas [Annimo, Vida de Ysopo, ca. 1520, Espaa, corde]

    assi mismo es bueno a madurar flaruncos et muchas otras malautias [Juan Fernndez de Heredia, Libro de Marco Polo, 1396, corde]

    g. y a instancias de mi sobrino se resolvi y adopt generalmente la comedia [Mesonero Romanos, Escenas, 1842-1851, Espaa, corde]

    publicado en la Gaceta de Caracas por instancias del comisionado Urquinaona [Mario Briceo-Iragorry, El Regente, 1947-1948, Vene-zuela, corde]

    El esquema 1 abajo muestra algunas locuciones en que a alterna con otra u otras preposiciones; todas estn documentadas en corpus (corde, crea, Google Libros). La columna derecha, con asterisco, indica aquellas expresiones que son reprobadas por la norma acadmica (rae-asale 2005:s.vv. la palabra lxica de las distintas expresiones; rae-asale 2009:29.9m). Puede verse en este esquema que la gran mayora de las consideradas incorrectas (9/12, 75%) contiene a, seal de que esta preposicin entr, quiz recientemente, a competir con las otras en esas expresiones; puede apreciarse, asimismo, que otras locuciones admiten tanto a como otra preposicin sin que la Academia se pronuncie respecto de la correccin de alguna de ellas.

    Esquema 1Competencia de a con otras preposiciones en locuciones

    Aceptadas por Academia No aceptadas por Academia

    con base en *con base a / *en base a con vistas a *en vistas a / *con vistas en con arreglo a *en arreglo a / *en arreglo con con relacin a / en relacin con *en relacin a con motivo de / por motivo de *con motivo a a manos de *en manos de en manos de *a manos de en aras de *en aras a por motivo de *por motivo a en honor a / en honor de en razn a / en razn de en torno a / en torno de de acuerdo a / de acuerdo con de vuelta a / de vuelta de

    introduccin 11.1

  • 1210

    La preposicin a participa, incluso, de una doble o triple alternancia con cierto tipo de complementos (14): locativos, en ~ a (14a), temporales, en ~ por ~ a (14b), y modales, de ~ con ~ a (14c), alternancias que estn, por lo regular, determinadas dialectalmente. En lneas generales, la alternancia locativa co-rresponde al uso de en para el espaol general y a para el espaol de Argentina, Buenos Aires. La temporal tiene la siguiente distribucin dialectal: en es el uso del espaol americano general, por corresponde al espaol peninsular y a es empleo normativo de Argentina, Buenos Aires. La alternancia modal se produce en toda la lengua espaola. En (14) el ltimo ejemplo de cada inciso corresponde al uso de a, los anteriores al uso con preposicin distinta de a.

    (14) a. vivo en el 38 de Avenida Insurgentes Sur [Mxico] vivo en Corrientes, al 340 [Argentina] b. Citronse por la noche, y cuando buscaron al mocoso lo hallaron fuera

    del cuarto [Federico Gamboa, Suprema Ley, 1896, Mxico, corde] Ocurri en la noche del sbado pasado, en la plaza de toros de Zapote

    [La Nacin, 07-01-1997, Costa Rica, crea] Ayer a la noche El Cara an no haba sido detenido [Clarn, 22-

    01-2002, Argentina, crea] c. se arregla la corbata azul de rayas rojas y blancas [Hoy, 25-31-03-

    1985, Chile, crea] van predominando en parejas alternadas los verdes con rayas blan-

    cas y fibrinas bermejas [Jos Lezama Lima, Oppiano Licario, 1977, Cuba, crea]

    ese traje negro a rayas blancas era lo que estaba colgado junto al de payaso [Armona Somers, Un retrato para Dickens, 1990, Uruguay, crea]

    La preposicin puede estar en alternancia en construcciones fijas, formando locuciones, como ya dijimos: con respecto de / a; de acuerdo con / a; en (el) / a nivel de; con base en / a; de / a ser posible, con el fin de / a(l) fin de, etc., o en sintagmas (casi) libres: en / a consignacin ~ prstamo, bueno ~ malo para / a, etc. Cuando forma una locucin, la preposicin a puede ocupar la posicin inicial: en (el) / a nivel de, o final de esta: con base en / a. Dado que a formas distintas corresponden significados distintos, las construcciones alternantes no son sinnimas sino que aportan matices semnticos diferentes, no obstante la similitud distribucional. Prueba de tal significado distinto es, por ejemplo, que las preposiciones alternantes se comportan de manera distinta ante ciertas propiedades del sintagma, tal es el caso de la +/- definitud: en el nivel poltico vs. *en nivel poltico ~ a nivel poltico, ?al nivel poltico.

    11.1 la preposicin a

  • 1211

    En cuanto a la alternancia fp-a y oracin de relativo especificativa (15), a introduce una oracin en infinitivo mientras que el pronombre relativo introdu-ce, como es obligado, una oracin con verbo conjugado, ambas con una funcin similar en cuanto que modifican el nominal antecedente o introductor de la predicacin. La oracin relativa, (15a) y (15c), es la construccin conservadora y la constituida por fp-a, (15b) y (15d), es la innovadora y bastante reciente en su documentacin. La alternancia se produce fundamentalmente con cierto tipo de sustantivos de semntica eventiva, congreso, conferencia, evento, reunin, accin, mitin, etc., y con cierto tipo de verbos, bsicamente de realizacin, hacer, realizar, llevar a cabo, etc., que indican la proyeccin a futuro del evento, de ah que se conjugue en futuro de indicativo cuando es relativa y de esa futuridad se deriva que sea la preposicin a, de significado directivo tlico hacia una meta, la que haya entrado a competir en este espacio funcional. La fp-a se est extendiendo a otros sustantivos lxicamente no eventivos, punto, aspecto, detalle, elemento, documento, etc., lo cual es muestra de la extensin de esta nueva construccin. La estructura con a es cada vez ms frecuente en todas las variedades hispano-hablantes, muy comn en las americanas, pero sigue estando reprobada en la escritura cuidada, seal de que fue acuada recientemente en la lengua espaola.

    (15) a. ha dado su apoyo a la conferencia que se realizar en Buenos Aires [Clarn, 08-02-1979, Argentina, crea]

    b. el presidente C. no asistir a la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la fao a realizarse en Roma [El Universal, 15-10-1996, Venezuela, crea]

    c. Otro punto que se sealar a lo largo de este captulo... [Render, Stair y Hanna, Mtodos cuantitativos, 2006, Mxico, Google Libros]

    d. La categorizacin de los motivos... constituye tambin un punto a sealar [Jos Luis Pinillos, Principios de psicologa, 1975, Espaa, crea]

    En otro nivel, la preposicin a alterna con su ausencia, a vs. , para introducir cierto tipo de construcciones: objeto directo lxico (16), oraciones subordinadas y perfrasis varias (17) y algunas predicaciones independientes (18). Es una de las alternancias ms productivas de la lengua espaola, de viejo cuo algunas de ellas y, varias, vigentes hasta el da de hoy. La ausencia de marca prepositiva es la construccin conservadora, por ser la originaria en la historia del espaol, la presencia de a es ms reciente y por ello es la construccin innovadora. El contraste ms importante, por su profundidad histrica y porque atae a la estructura ar-gumental, es el que concierne al objeto directo. En este caso, la alternancia entre presencia y ausencia establece, grosso modo, una diferencia de significado en

    introduccin 11.1

  • 1212

    relacin con el grado de afectacin de la entidad en funcin de objeto directo y es una alternancia condicionada tanto por los rasgos lxicos del objeto cuanto por los tipos lxicos y aspectivos del verbo regente: con preposicin, menor grado de afectacin, por lo cual sera un objeto directo en papel de tema, y sin ella, ma-yor afectacin, por lo cual sera objeto en papel de paciente, como se aprecia en (16a) frente a (16b), respectivamente. Como es sabido, esta alternancia se conoce como marcado diferencial de objeto (vase infra 11.4.2, 11.6.3). Dado que la ausencia de marca prepositiva es, en cualquiera de las alternancias, tan signifi-cativa como su presencia, puede decirse, siguiendo a Jakobson (1939/1971), que la ausencia se convierte en signo, entendido como signe zro. Esta alternancia es, igualmente, manifestacin de la expansin funcional de a, antes comentada, pero en este caso, la preposicin ha entrado en espacios carentes, en su origen, de marca alguna. Algunas alternancias con estn totalmente lexicalizadas y son de muy antigua formacin, tal es el caso de adonde como relativo adverbial, que alterna con su forma de base donde, donde ~ adonde, pero que al da de hoy todava admite graficacin separada de sus formativos, a donde. En (17) y (18), el primer ejemplo de cada inciso corresponde a la ausencia de preposicin, el segundo a su presencia.

    (16) a. amo la ciudad, por algo me compr una casa [Clarn, 11-04-1997, Argentina, crea]

    b. Los dos aman a la misma ciudad [Eduardo Galeano, El ftbol, 1995, Uruguay, crea]

    (17) a. Por stas y otras cosas, espero que me den una condecoracin bonita [Gonzalo Torrente Ballester, La saga, 1972, Espaa, corde]

    No espero a que me d las gracias y cuelgo el telfono [Javier Tomeo, La mirada, 2003, Espaa, crea]

    b. llegaron a la cibdad donde se avan recogido [Annimo, Traduc-cin del Tirante, 1511, Espaa, corde]

    fuese adorada en la misma ciudad a donde haba nacido [Jernimo Zurita, Anales de la corona de Aragn, 1562, Espaa, corde]

    pues si sobre B se pone algo que cargue B sera adonde es E y C adonde es H [Diego Hurtado de Mendonza, Traduccin de la Me-chnica de Aristteles, 1545, Espaa, corde]

    c. comprenda la razn por la que la gente acostumbra decir te odio por te amo [Laura Esquivel, Tan veloz como el deseo, 2001, Mxico, crea]

    Sin comentarios!, se acostumbra a decir para evadirse de toda respuesta [Llus Llongueras, Llongueras, 2001, Espaa, crea]

    11.1 la preposicin a

  • 1213

    d. harto buena fue dezir que en pblico no me alase las haldas [Gaspar Gmez de Toledo, Tercera parte tragicomedia Celestina, 1536, Espaa, corde]

    ia fue a decir que usted y Lucio se haban sacado a la seorita de su casa [Miguel ngel Asturias, El Seor Presidente, 1933-1946, Guatemala, corde]

    (18) a. Y ahorita qu horas son? [Hugo Salcedo, El viaje de los cantores, 1990, Mxico, crea]

    A qu horas son? [Mxico, habla espontnea] b. Cunto que te gano? [Mxico, habla espontnea] Cunto a que te arranco una risa? [Mxico, habla espontnea]

    En cuanto a la funcin, tanto si el trmino es nominal como verbal, la fp-a despliega una amplsima gama de relaciones. En el caso de trmino nominal, codifica funciones argumentales (19) y no argumentales (20). Dentro de las primeras, puede ser objeto directo (od) (19a), objeto indirecto (oi) (19b) y com-plemento de rgimen preposicional (crp) (19c); el primero es con mucho el ms frecuente en el corpus diacrnico base del anlisis de este captulo, a pesar de que la marca prepositiva de od no es obligatoria en todos los casos, como s lo es para el oi, y es menos antigua que la de este. Cuando es no argumental, la fp-a puede cubrir prcticamente todas las circunstancias posibles del evento: espacio (20a), tiempo (20b), modo (20c), instrumento (20d), etc. En (19) se resaltan en cursivas los constituyentes introductores.

    (19) a. Et mand estones el len que prendiesen a Digna, et le pusiesen fierro [Calila, 187]

    pondr a la princesa pacficamente en su estado [Quijote i, 31.390] poco afect a su doctrina, y no poco a los vicios [Cosme Gmez de

    Tejada, Len prodigioso, 1636, Espaa, corde ]6

    b. Et tornse el siervo et dio la svana a la maneba del pintor [Calila, 185]

    Oyestes que fue dicho a los antiguos: No copdiciaras [Mateo, 29] A Duchamp siempre le gust estar a la sombra [Bartleby, 160] c. desde agora renuncio a tu amistad [Pedro de la Sierra, Espejo de

    prncipe, 1580, Espaa, corde]

    6 Diferimos de la rae-asale (2010:36.1.1b) para el anlisis de afectar. Consideramos que no es rgimen sino objeto directo, ya que admite la pasivizacin y la pronominalizacin de la fn subcategorizada por el verbo: su doctrina fue afectada por..., la afect, adems de que es un verbo que admite rgimen directo, sin marca prepositiva: eso afecta enormemente tus intere-ses; posiblemente, se trate de una diferencia dialectal entre espaol de Espaa y espaol de Mxico, problema este que excede los lmites de este captulo.

    introduccin 11.1

  • 1214

    sin llegar a morir, ira renunciando poco a poco a estar viva [Corazn, 241]

    Camargo recurre al telescopio [Vuelo, 13](20) a. Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas [Quijote i, 2.50] hizo el primer contacto en una oficina de internet situada frente al

    hotel Capitol [Efecto, 32] b. Y luego a la tarde bolvio y lo traxo [dlne, 1618, 242.80] Podras salir maana por la noche y regresar temprano al da si-

    guiente [Vuelo, 269] c. et trxola a cuestas quanta le vali un maraved [Calila, 326] al que nace barrign es al udo que lo fajen [Ketty de Pirolo, El libro

    de las dietas, 1990, Argentina, crea] es intil que lo fajen d. 3 cucharadas de ciboulette cortada a tijera [Cecilia de Imperio,

    Cocina anticolesterol, 1994, Argentina, crea] La pelea a pedradas se convirti en una pelea a puos [El Pas,

    01-10-1989, Espaa, crea]

    Cuando el trmino es verbal, la fp-a forma construcciones verbales mlti-ples (21), con distinto grado de cohesin entre verbo auxiliar y auxiliado, por lo cual algunas son verdaderas perfrasis (21a), las cuales funcionan, como es lgico, como el ncleo de sus respectivas frases verbales, mientras que otras constituyen dos predicaciones plenas en una relacin de hipotaxis (21b), y an otras se encuentran en el lmite entre perfrasis y doble predicacin (21c), y su adscripcin a una u otra depende en gran medida del contexto en que aparecen (vase infra 11.7.3-11.7.4).

    (21) a. Quin iba a pensarlo! [Maruxa Vilalta, Una mujer, 1981, Mxico, crea]

    Pero vamos a ver, Juana [Josefina R. Aldecoa, Mujeres de negro, 1994, Espaa, crea]

    delos otros omes a quien he a dar algo porque lo pueda conplir con las rrentas [Annimo, Ordenamiento, 1312, corde]

    Si aqua recorrieren embiar vos hemos a mandar lo que houierdes de fazer [Annimo, Don Fernando a Cebrin, 1496, corde]

    b. Nosotros lo tenamos todo perdido y salimos a ver lo que encontr-bamos [Josembar, La sombra, 1944, Espaa, corde]

    no queremos que vengan a fastidiarnos [Rosa Chacel, Barrio de Maravillas, 1976, Espaa, crea]

    Alguien vino a decirme que era mi madre [Contadora, 117]

    11.1 la preposicin a

  • 1215

    c. Incluso Cruzado lleg a decir en una conferencia de prensa que el nmero de stos deba incrementarse an ms [Caretas, 08-05-1997, Per, crea]

    Finalmente, en cuanto a la funcin, la fp-a entra tambin en una variedad de contextos extraoracionales (22), cuya caracterstica comn es que carecen de relacionalidad con otros constituyentes, o tienen una relacionalidad muy debilitada, de manera que gozan de la autonoma que es caracterstica de las funciones discursivas. Pertenecen a este rubro, entre otras construcciones, los infinitivos yusivos (22a); algunos topicalizadores que establecen un marco para introducir una predicacin (22b); oraciones interrogativas diversas, algunas de significado casi perlocutivo (22c); algunos marcadores discursivos que apa-recen por lo regular en posicin final de discurso y operan como focalizadores que introducen informacin modalizada subjetiva (22d); as como una amplia gama de expresiones interjectivas, de una gran variedad lxica condicionada dialectalmente (22e) (vase infra 11.8).

    (22) a. Perfecto, Bacon. Mientras tanto, a trabajar! [Jorge Volpi, En busca de Klingsor, 1999, Mxico, crea]

    b. A propsito. Mi maestra dice que pronto sabr ms que ella [Benito Prez Galds, Tristana, 1892, Espaa, corde]

    A ver, dame un Do-Re-Mi [El Nacional, 22-12-1997, Venezuela, crea] c. ni te habras prestado a la mascarada de esta maana, a que no?

    [Ana Diosdado, Trescientos veintiuno, 1991, Espaa, crea] d. El trato con la gente ha sido estupendo y de los mandos no tengo

    queja, al contrario [El Pas, 11-02-1996, Espaa, apud Briz, Pons y Portols 2008:s.v. a propsito]

    e. ya, ya, ya, ibas a decir tus marranadas, a la chingada! [David Martn del Campo, Las rojas son las carreteras, 1976, Mxico, crea]

    A la chucha con todos ellos y a la chucha con esa pega! [Emiliano Rivano, Dictionary of Chilean slang, 2010, Chile, Google Libros]

    y asoma la cabeza y me mira..., que le vuelvo la cara, a la mierda! [Cristbal Zaragoza, Y Dios en la ltima playa, 1981, Espaa, crea]

    Desde el punto de vista semntico, a se caracteriza por vehicular una amplia gama de relaciones de significado, aunque en todas ellas est presente un valor bsico directivo tlico hacia una meta (23). La existencia de un significado bsico invariante de las formas lingsticas, as sea este muy esquemtico, es la que permite explicar que las distribuciones no sean azarosas. Los contextos y las construcciones donde entra a hacen posible la diversidad de interpretaciones

    introduccin 11.1

  • 1216

    que admite esta preposicin y las numerosas funciones y distribuciones en que a participa. El significado de la preposicin es uno, constante y muy general o esquemtico, y esa esquematicidad, sin duda, respalda su aparicin en nume-rosos tipos de contextos y/o construcciones. Este significado de a puede mani-festarse tanto en contextos concretos locativos (23a), que son los originarios, o en extensiones alejadas en mayor o menor grado de la locacin (23b), que son elaboraciones contextuales de base metafrica y/o metonmica. Como es usual en los procesos de cambio lingstico, a entr progresivamente en contextos cada vez ms abstractos y ms alejados de los etimolgicos directivos locativos, lo cual justifica la conocida frase de la bibliografa especializada de que diacrnicamente a se movi hacia la abstraccin. En resumen, la preposicin a se encamin hacia lo abstracto, conserv las formas y funciones del latn y se alej cada vez ms de los significados concretos con los que se relacionaba originalmente; todo lo anterior motiv la creacin de nuevas rutinas discursivas con una orientacin modalizada subjetiva (vase infra 11.9-11.10).

    (23) a. Dixo les: It a mi uinna [Mateo, 55] Vibe junto a San Juan, en casa de Santiago [dlne, 1621, 83.250] y encaminar sus almas al Mictln [ngeles, 32] me present por primera vez a declarar a la casa de mi mam

    [docjur, 2008, 196.2] b. Los capitulares an benido a m [dlne, 1634, 122.300] A Duchamp siempre le gust estar a la sombra [Bartleby, 64] a escondidas de pap repeta las oraciones cristianas que ella le

    haba enseado [ngeles, 32] Est presentndose como vctima, cuando nos mand al carajo

    [Proceso, 24-11-1996, Mxico, crea] le he preguntado casi a bocajarro [Bartleby, 59] Qu as esta noche que tornaste luego una vez en pos otra, aviendo

    fecho a tu guisa? [Calila, 185] se atrevi a decirme a voces hijo de una puta y hechicera [Buscn,

    82]

    Los objetivos de este captulo son dos. En primer lugar, analizar la sintaxis y la semntica de la preposicin a en sus diferentes distribuciones y funciones intraoracionales y extraoracionales. En segundo lugar, realizar la diacrona de la preposicin a, atendiendo a los cambios que ha experimentado en distribucin y funcin, as como a los procesos de gramaticalizacin en que esta preposicin ha entrado, poniendo especial atencin en aquellos cambios que muestran la llama-tiva ampliacin y generalizacin de empleo que ha tenido la preposicin a en la

    11.1 la preposicin a

  • 1217

    historia de la lengua, las cuales, en conjunto, pueden ser caracterizadas como una gramaticalizacin invasiva.

    Este captulo, adems de la presente introduccin, est estructurado en diez apartados generales. En 11.2 exponemos el corpus base del anlisis. El apar-tado 11.3 constituye un estado de la cuestin sobre los estudios sincrnicos y diacrnicos que han abordado la preposicin a y los problemas bsicos que su anlisis plantea. En 11.4 abordamos los antecedentes latinos de la preposicin a y la profundidad histrica de la preposicin latina ad como marca gramatical de objeto. En 11.5 mostramos tres aspectos generales importantes para la diacrona de a: su distribucin general, su capacidad relacional bsica y las diferencias diatpicas ms representativas. El apartado 11.6 est dedicado a la sintaxis de a con trmino sustantivo, atendiendo tanto a la estructura como a la funcin, y focalizando tanto el trmino propiamente como el constituyente introductor. El apartado 11.7 aborda los mismos ngulos que el anterior pero con trmino verbal; incluimos aqu un inciso para la gramaticalizacin de las perfrasis ir a + infinitivo. En 11.8 analizamos algunos otros contextos interesantes, distin-tos de los nominales y verbales anteriores, con particular atencin a funciones discursivas de la fp-a. El anlisis semntico de a corresponde a 11.9. Sigue un apartado, 11.10, que resume la diacrona de a y establece las rutas bsicas de las gramaticalizaciones experimentadas por esta preposicin en construcciones diversas. Cierran unas conclusiones en 11.11.

    11.2. el corpus

    El anlisis est sustentado en tres corpus, dos base y uno adicional. Sobre los dos corpus base hemos hecho anlisis cuantitativo y cualitativo. Ambos estn estruc-turados con un control diacrnico, diatpico, textual y cuantitativo, ya que hemos realizado diversos cortes cronolgicos a lo largo de un amplio lapso que abarca unos 800 aos de historia de la lengua, hemos mantenido homogeneidad dialectal a la vez que, a partir del siglo xvii, hemos intentado diversificar diatpicamente los corpus, incorporando dos o tres dialectos distintos, y hemos empleado textos de diferentes gneros textuales, adems de establecer un universo de palabras base similar por corte cronolgico. El segundo corpus, corpus adicional, nos ha servido para completar aspectos del anlisis no suficientemente representados en los corpus base.

    El primer corpus base, al que denominamos corpus general, sirvi para hacer una caracterizacin general de la preposicin a e identificar sus distribuciones y funciones ms frecuentes en la historia del espaol; para este corpus fichamos todas las ocurrencias de a. Este corpus general hace evidente que el trmino

    el corpus 11.2

  • 1218

    ms extendido de la fp-a es, con mucho, una fn, puesto que esta participa de un mayor nmero de funciones, tanto argumentales como no argumentales, y genera tambin numerosos usos discursivos. Por ello, construimos un segundo corpus, al que denominamos corpus nominal, que responde a la necesidad de un anlisis puntual y detallado de esta zona de la gramtica de a.

    El corpus general est conformado por 12 textos correspondientes a los siglos xiii, xvi-xvii y xxi. El corpus nominal est construido con 11 textos correspon-dientes a los siglos xiii, xvii y xxi. El nmero total de ocurrencias entre ambos corpus suma 3 735 fichas, de las cuales 2 345 corresponden al corpus general y 1 390 al corpus nominal. En ambos corpus, el primer corte comienza en la segunda mitad del siglo xiii, ya que es slo a partir del periodo alfons que los textos son abundantes y temticamente diversos. Los dos cortes posteriores corresponden, en el corpus general, a obras de la segunda mitad del siglo xvi e inicios del xvii y un ltimo corte de inicios del xxi; en el corpus nominal, el segundo y tercer cor-tes cronolgicos corresponden a los siglos xvii y xxi, respectivamente. El corpus nominal difiere ligeramente del general en los lmites del segundo corte, ya que el general mostr que el siglo xvii es un momento de gran actividad diacrnica por lo que respecta a la preposicin a y a las construcciones que ella forma. La obra del siglo xvi que integra el corpus general son las Cartas de santa Teresa, de especial inters dado que el gnero epistolar es poco comn en la literatura y puede dar cuenta de construcciones ms prximas a la oralidad. Algunas obras fueron fichadas para ambos corpus.

    Todos los textos son en prosa, ya que de este modo se evita el riesgo de que la preposicin a, un monoslabo, sea omitida o introducida por necesidades mtricas. Adems, procuramos elegir obras de tipologa textual diversa y de procedencia dialectal asimismo diversa, ello con la finalidad de controlar diferencias dialectales y posibles cambios condicionados textualmente. Adelantamos que s existen impor-tantes diferencias dialectales, y por supuesto diacrnicas, pero no hay en el corpus, en esta rea de la gramtica, variables relevantes asociadas al gnero textual.

    El corpus general est integrado por tres textos para el primer corte crono-lgico, tres para el segundo y seis para el tercero. El nominal, por cuatro textos para el primer corte, tres para el segundo y cuatro para el tercero; el menor nmero de textos de este segundo corpus en el siglo xvii se debe a que en este siglo las ocurrencias de a con trmino nominal son muchsimas ms que en los otros periodos. Tanto el corpus general como el nominal incluyen textos castella-nos y mexicanos a partir del siglo xvii. El siglo xxi contiene un mayor nmero de obras en el corpus general, ello se debe al inters de controlar tres dialectos, espaol castellano, chileno y mexicano, a la vez que varios gneros textuales. Una diversificacin dialectal similar se hizo para el corpus nominal del espaol actual, ya que incorpora tres dialectos, argentino, castellano y mexicano.

    11.2 la preposicin a

  • 1219

    En cuanto a la diversidad textual, los dos corpus contienen textos literarios de diversos gneros prosa historiogrfica, prosa sapiencial, romanceamien-tos bblicos, novela, etc. y jurdicos para los siglos xiii y xvii; para el espaol actual, el corpus general controla obras literarias y textos periodsticos para cada uno de los tres pases arriba mencionados, mientras que el corpus nomi-nal mantiene la estructuracin de prosa narrativa y documentos jurdicos en todos los cortes. Vase el corpus bibliogrfico final, 11.12.1, para los textos y ediciones manejadas.

    Con el fin de obtener cierta comparabilidad cuantitativa entre las diferentes etapas, el muestreo est realizado sobre un universo fijo de palabras para cada corte cronolgico en cada corpus base, universo que fue seleccionado por muestreo al azar en todos los periodos. En el corpus general, cada corte contiene 30 000 palabras, el corpus nominal est basado en un universo de 20 000 palabras para el primero y ltimo cortes cronolgicos, siglos xiii y xxi, respectivamente, y 15 000 para el segundo, siglo xvii.

    Nos hemos valido adems, a manera de corpus adicional, de algunos corpus electrnicos, los de la Real Academia Espaola Corpus Diacrnico del Espaol (corde) y Corpus de Referencia del Espaol Actual (crea), el de Mark Davies Corpus del Espaol (ce) y de datos de Google Libros. Hemos incorporado tam-bin, como corpus adicional, ejemplos de habla espontnea recabados durante los ltimos dos aos, que son aquellos ejemplos que, a partir de aqu, carecen de referencia final entre corchetes.

    11.3. breve estado de la cuestin

    No obstante la amplitud funcional y distribucional de la preposicin a y su gran dinamismo diacrnico, no existe a la fecha, hasta donde sabemos, un estudio monogrfico general, ni sincrnico ni diacrnico, sobre esta preposicin. El acer-tado comentario de Moliner (1973/1998:s.v. a) que goza, a nuestro parecer, de plena vigencia justifica la carencia de estudios sobre esta preposicin: Puede decirse de a con respecto a las preposiciones lo mismo que de que con respecto a las conjunciones; esto es, que tiene cierto poder absorbente, por el que sustituye en muchos casos a otras preposiciones y hasta a expresiones complejas (el resaltado en cursivas es nuestro). En efecto, su amplitud sincrnica y diacrnica la vuelve una preposicin sumamente huidiza y hace comprensible la ausencia de trabajos.

    Est desde luego tratada en los trabajos generales, bien conocidos, sobre las preposiciones del espaol (Cifuentes 1996:175-180; Fernndez Lpez 1999:22, 55-73; Lpez 1972:100; Luque 1973:I.27-37, II.19-38; Morera 1988:145-212; Nez 1990/2006:10-11). Sin embargo, en ellos el acercamiento es fundamentalmente

    breve estado de la cuestin 11.3

  • 1220

    semntico y se pone nfasis en cuatro aspectos: si la preposicin a tiene o no significado; en caso afirmativo, cul es; si tiene un significado bsico constante o no; y cules son las relaciones semnticas estructurales que establece a con otras formas del sistema prepositivo.

    Aparece tratada tambin, desde luego, en gramticas de referencia del espaol y en descripciones de obras literarias o periodos particulares de la lengua, que pueden ser consideradas, en realidad, gramticas de referencia de un periodo o de un texto, pero nunca hay en estas obras un apartado para la preposicin a. Son recurrentes en las gramticas tres rasgos en el acercamiento a esta preposi-cin: en primer lugar, una caracterizacin fragmentada por funciones segn las estructuras en las que participa a; en segundo lugar, una notable atomizacin en el tratamiento, con la consecuencia de que las gramticas ofrecen numerosos incisos de anlisis as como largas listas de construcciones; por ltimo, la impre-sin de una cierta paradoja en la caracterizacin semntica de esta preposicin porque, por un lado, las numerosas listas son sntoma de que estamos ante una preposicin muy polismica y con gran flexibilidad funcional, y, por otro, no son infrecuentes los trabajos en que se dice que a es un mero enlace (casi) carente de significado.

    En cuanto a las funciones codificadas mediante a, las gramticas abordan fundamentalmente cuatro estructuras construidas con esta preposicin: a) la marcacin prepositiva de objeto, od y oi, ms aquel que este; b) el uso de a en crp y, a veces, la alternancia de esta preposicin con otras para introducir esta funcin; c) la profundidad histrica de esta preposicin en los futuros perifrsticos con ir e infinitivo, sobre todo la deslocativizacin de a y la temporalizacin de la perfrasis como un todo, y d) las numerosas locuciones que forma, en su mayora de significado modal, tratadas ms en los diccionarios que en las gramticas, aunque hay algunos trabajos monogrficos que se centran en la facilidad de muchas preposiciones para lexicalizarse, entre las cuales se encuentra a, y para formar esquemas y colocaciones con un llenado lxico de diverso grado de fijacin (Cifuentes 2003:111-158, 212-214, 219-230; Nez 1995). En menor medida, las gramticas suelen enumerar, ms que analizar, otras construcciones con a, a veces bajo un rubro muy general de otros complementos con a (Bello 1847/1988:290). Sin lugar a duda, los temas funcionales protagonistas de a son el od y las perfrasis de futuro.

    La atomizacin es tambin una constante de las gramticas en el acerca-miento a esta preposicin, porque, como dijimos, sus posibilidades funcionales no aparecen agrupadas sino que estn separadas por temas o funciones y porque, generalmente, se superponen funciones y significado, adems de que se superpo-nen significado gramatical, significado lxico e incluso significado discursivo, y todos esos ngulos estn abordados en lugares distintos. El resultado suelen ser

    11.3 la preposicin a

  • 1221

    largas listas o inventarios de valores y funciones de las estructuras formadas con a. Acercamientos tpicos son, por ejemplo, los que proporcionan Keniston (1937) y la rae-asale (2009). Estas dos referencias clsicas abordan esta preposicin en muchsimos incisos, el primero en 60, la segunda en 465, y en ambas gram-ticas los incisos aparecen disociados a lo largo de toda la obra, muchos de ellos con listas de verbos que rigen a y otros muchos con listas de locuciones con a.

    Finalmente, el tratamiento semntico de la preposicin a es hasta cierto punto contradictorio porque, como ya dijimos, la informacin de que es una preposicin de elevada polisemia coexiste con la propuesta de que carece de significado. Por un lado, de las amplias listas y de las numerosas alternancias con otras pre-posiciones se infiere que la preposicin a soporta una elevada polisemia, cuyos diversos sentidos forman una red o una estructura radial. Tal polisemia, aunque no explcita, est sugerida en el tratamiento de a en los diccionarios, ya que los artculos lexicogrficos bajo este lema no slo suelen ser amplsimos en acep-ciones, con ms de 20 o 30, sino que adems, tras la lista de significados, suelen consignar un largo inventario de usos fijos (Cuervo 1886-1994:s.v. a; Moliner 1973/1998:s.v. a; rae 2001:s.v. a). Por otro lado, en ms de un trabajo se dice que a es un formante gramatical, con significado gramatical, no lxico (Di Tullio 1997:22), que est casi vaca semnticamente (Pensado 1995:23), que es un puro enlace vaco de contenido (M. Seco 1972/1989:198) o que, incluso, existen dos preposiciones a, una lxica y otra funcional (Bravo 2007).

    Pasemos a examinar brevemente los problemas fundamentales que han suscitado el estudio de a y las construcciones formadas con esta preposicin.

    11.3.1. Los estudios sincrnicos

    Es posible identificar en la bibliografa especializada seis aspectos formales-funcionales, algunos problemticos, y dos aspectos semnticos, bastante conflic-tivos: a) su capacidad de introducir argumentos objeto; b) su estatus de marca de caso objetivo; c) su carcter limtrofe entre argumental y no argumental cuando introduce locativos; d) su estatus como formativo de perfrasis; e) las numerosas alternancias con otras preposiciones; f) su capacidad para generar usos discursivos; g) si tiene o no significado, y h), en caso afirmativo, cul es. En este orden los expondremos.

    a) Capacidad de introducir argumentos objeto. Hay consenso entre los diversos autores en que la preposicin a es la nica que puede introducir argumentos objeto, de manera obligatoria el oi, y de manera optativa, bajo ciertas condiciones lxicas y sintcticas, el od (Alarcos 1994:286; Alcina y Blecua 1975:7.8.5.1; Bello 1847/1988:889-900; Campos 1999:24.3.1; De la Pea 1898/1985:48,

    estudios sincrnicos 11.3.1

  • 1222

    793; Di Tullio 1997:77-85; Hanssen 1913:448, 461-499). Sin duda, esta pro-piedad diferencia a la preposicin a de todas las dems. Introduce asimismo, como preposicin que es, y al igual que lo hacen otras preposiciones, crp (Alcina y Blecua 1975:7.3.3; Cano 1999:29.2.1.1; Di Tullio 1997:85; Garca de Diego 1951/1970:358; rae-asale 2009:29, 36).

    b) Estatus de marca de caso objetivo. Muchos estudios sealan que la pre-posicin a es posiblemente el nexo prepositivo del espaol con un estatus ms avanzado de gramaticalizacin, ya que cuando introduce oi y od es ya una mera marca de caso objetivo, dativo o acusativo (Company 2003a; Garca-Miguel 1991, 1995:cap. 4), una marca de funcin (Di Tullio 1997:47, 156), casi equiparable a una marca de flexin (Pensado 1995:19-20). Cuando se trata de la marca de caso od, la presencia de preposicin puede conmutar con su ausencia, alternancia que, como ya sealamos, ha sido denominada marcado diferencial de objeto, el cual depende de ciertas variables, tales como la naturaleza lxica del objeto, el carcter semntico aspectivo del verbo, la concurrencia o no de un sujeto en la misma oracin, as como del grado de transitividad de la construccin toda (Alarcos 1994:336, 349; Alcina y Blecua 1975:7.2.1.1; Bossong 1982:33, 17-51; Garca de Diego 1951/1970:325; Kliffer 1987/1995:93-95, 102, 107; Laca 2006:5.1, 5.4; Menndez Pidal 1944-1945:I.121, entre otros) (vase infra 11.4.2).

    c) Carcter limtrofe entre argumental y no argumental. Es recurrente en la bibliografa especializada sealar que la fp-a con trmino locativo, sea con significado literal o metafrico, tiene un carcter fronterizo entre argumental y circunstancial. La doble posibilidad de anlisis surge, sobre todo, en la asignacin de ciertos oi, pon(le) el mantel a la mesa, en los verbos de movimiento, se fue a clase, lleg a casa, vinieron a l, y en los verbos estativos inherentemente loca-tivos, estar a la sombra del jefe. Las posiciones van desde reconocer el carcter limtrofe (Company 2006:6.1; Garca de Diego 1951/1970:358; Garca-Miguel 2006:14.1, 14.3.2; rae-asale 2009:29.4b, 29.4f, 29.5-7) hasta inclinarse por un anlisis especfico, como oi, cuando le otorgan peso a la funcin oi misma, o como crp, cuando se seala que ciertos verbos de movimiento o estativos sub-categorizan locaciones, en cuyo caso suelen consignar la fp-a como argumental (Mendikoetxea 1999:25.3.1.1; Rodrguez Gallardo 1998:735-746), o como un complemento circunstancial, cuando le dan peso a la semntica locativa del trmino de la fp-a, en cuyo caso, como es lgico, suelen analizarla como no argumental (Alcina y Blecua 1975:7.3.3; Crego 2000:cap. 3; Porto 1993:14).

    d) Estatus como formativo de perfrasis. Todos los trabajos consultados men-cionan que la preposicin a participa en la formacin de perfrasis varias: la aspectiva-temporal ir a + infinitivo, la hoy desaparecida haber + a + infinitivo, de naturaleza modal obligativa, o las incoativas empezar / comenzar a + infinitivo. Sin duda, la primera ha sido el centro de atencin, tanto por la cantidad de trabajos

    11.3 la preposicin a

  • 1223

    que la han abordado como por el nmero y profundidad de aspectos atendidos. Ha sido ampliamente tratada en las gramticas y en estudios generales sobre la formacin de las perfrasis, aunque en unas y otros no se suele analizar el papel de la preposicin per se sino las propiedades semnticas de la perfrasis ir a + infinitivo, como un todo, para significar temporalidad o ciertos rasgos aspectivos de la futuridad (rae-asale 2009:47.h, 23.6, 23.14, 26.4l, 28.8).

    Se suele hacer nfasis en dos hechos, segn se aborde esta construccin en perspectiva sincrnica o diacrnica. En la primera, el inters radica en contrastar la estructura perifrstica, voy a cantar, denominada futuro perifrstico o, a veces, futuro analtico, con su contraparte no perifrstica, cantar, conocida como futuro sinttico o simple; en esta perspectiva, la preposicin integrante de la perfrasis no es objeto de anlisis y, por lo regular, ni siquiera de mencin, porque se asume que a forma parte del verbo regente, de ah que se analice como ir a + infinitivo (Aaron 2006; Bauhr 1989:133-135, 215-219; Bravo 2007; Cartagena 1978:373-408; Gmez Torrego 1988:66; Rojo y Veiga 1999:44.3.1) y no como ir + a + infinitivo (vase infra 11.7.3). En la segunda perspectiva, diacrnica, hay un nmero importante de aspectos que han sido centro de anlisis y en estos acercamientos la prepo-sicin s recibe atencin, como veremos en el siguiente apartado (infra 11.3.2).

    e) Alternancias con otras preposiciones. Es un lugar comn de la bibliografa la mencin de que a alterna con otras preposiciones en estructuras similares ya desde el latn (Bassols 1956:I.53, 100, 238-239) y, por supuesto, en estructuras de creacin o documentacin muy reciente. Algunos trabajos se centran en los rasgos semnticos estructurales generales de a que la oponen a otras preposi-ciones en los sistemas prepositivos parciales del espaol (Lpez 1972:153-173; Morera 1988:145-211). Otros focalizan el rasgo o los rasgos semnticos espec-ficos responsables de la alternancia, compartidos con otras preposiciones, que permiten dar cuenta del juego combinatorio de oposiciones prepositivas (Eslava 2009; Luque 1973:27-37; rae-asale 2009:29.4, 29.7). Algunas de las razones propuestas por los autores para explicar dichas alternancias son que la diversi-dad semntica de la clase de palabra preposicin propicia que las preposiciones puedan intercambiarse en algunos contextos (Cifuentes 2003:123-124); otros aun focalizan la alternancia de esta preposicin en estructuras sintcticas especficas, por ejemplo a vs. para, por y para formar perfrasis con verbos de movimiento ms infinitivo (Melis 2006:10.8.2).

    Un tratamiento bastante generalizado es el que refleja el trabajo de Morera (1988:100-101, 105, 114): la preposicin a conmuta con hasta, hacia y para en contextos dinmicos con el rasgo [+/- finitivo], es decir, con meta, y tiene con ellas congruencia semntica y, por oposicin, entra en relacin con las prepo-siciones que son estticas, temporales y nocionales y, por tanto, contrarias al valor de a, como en, con, segn, etctera.

    estudios sincrnicos 11.3.1

  • 1224

    La mayora de las gramticas y estudios especializados, sin embargo, hace una lista de los ejemplos en los que a puede alternar con otras preposiciones, sin proponer, por lo regular, un anlisis de cules son las semejanzas y diferencias de significado ni las capacidades funcionales de unas y otras construcciones alternantes.

    f) Capacidad para generar usos discursivos. Desde hace relativamente poco, ha surgido una abundante bibliografa sobre marcadores de discurso y locuciones adverbiales con funcin extraproposicional, y en ella, junto a otras estructuras, se seala la capacidad de la preposicin a para generar expresiones discursivas; muchos de estos trabajos han aparecido en forma de diccionarios donde a entra junto con su trmino bajo la etiqueta de partculas, conectores, marcadores, ope-radores, etc. (Briz, Pons y Portols 2008; Fuentes 2009; Santos 2003, entre otros). Como es lgico, en estos trabajos se aborda el significado de la construccin fp-a y no el papel especfico de a en esas construcciones.

    g) Si tiene o no significado. Existe una fuerte controversia respecto a si la preposicin a tiene o no significado; de hecho, este es un problema nodal en el tratamiento de esta y otras preposiciones. Las posturas van desde asignarle un significado constante, sea lxico, gramatical, vago o esquemtico, hasta negarle significado alguno, ni siquiera gramatical, pasando por opciones que condicionan el aporte semntico de esta preposicin a los contextos donde aparece y a las funciones que cumple la fp-a.

    Exponentes de la primera postura son los trabajos de Lpez (1972:129), quien afirma que cada preposicin no tiene, en principio, en lengua ms que una significacin. Esta significacin est formada por la reunin de un cierto nmero de rasgos pertinentes... En el discurso es donde las preposiciones ad-quieren matices nacidos del contexto; los de Morera (1988:52, 145-146, 1998: cap. 2), para quien las preposiciones tienen un valor nico y constante, que subyace en todos sus usos libres, que en el caso de a es el rasgo [puntualidad], o la rae-asale (2009:1.4.1b) que postula que a aporta informacin gramatical, es decir, significaciones abstractas determinadas por la gramtica misma. Son muchos menos los proponentes de que a carece de significado: La preposicin a se distingue de otras por su capacidad para funcionar como puro enlace, vaca de contenido (M. Seco 1972/1989:198). Finalmente, un nmero no desdeable de trabajos sostiene que a no tiene significado en ciertas funciones pero s en otras: La preposicin a carece en la construccin dativa de contenido semnti-co (Romero 2008:56); en la misma lnea, Pensado (1995:21-27) sostiene que a est casi vaca semnticamente, por lo menos cuando es complemento directo, y Alcina y Blecua (1975:6.2.5) dicen que aun cuando a es una preposicin vaca, puede expresar lugar, proximidad o aproximacin en el espacio, tiempo, momento particular en el espacio de tiempo, finalidad, instrumento, modo. Y no son pocos

    11.3 la preposicin a

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    los trabajos que no se pronuncian respecto de la semntica de a, sino que hacen inventarios de ejemplos de usos espaciales, temporales y nocionales (Fernndez Lpez 1999:16; Luque 1973:27-37).

    h) Cul es el significado. Hay dos posiciones: la preposicin a tiene significado lxico, as sea ligero, esquemtico o abstracto; a slo tiene significado gramati-cal o funcional; son ms los estudios donde se defiende esta segunda postura. Entre los proponentes de que a s tiene significado lxico, se encuentra Lpez (1972:134-135), para quien esta preposicin presenta un movimiento hacia un lmite y puede expresar el trmino del movimiento o la coincidencia con el lmite; de opinin similar es Morera (1988:91-94, 145-146), para quien la preposicin a tiene mltiples significados: admite tanto la simple determinacin de la di-reccin del movimiento..., como la significacin de aproximacin con extensin que contiene hasta... El campo de realizacin semntica de la preposicin a es + sentido, - concomitancia, + afresis, - finitiva y - extensin; tambin para Fernndez Lpez (1999:16): Las preposiciones tienen un significado muy vago al ser capaz [sic] de establecer mltiples funciones... La preposicin a por ser de las ms usuales es de las ms vagas. Son bastantes ms los trabajos que mencionan que a slo tiene un significado gramatical o funcional, un mero exponente de la funcin del sintagma encabezado por esta preposicin; por ejemplo, para Cifuentes (2003:76): El hecho de que algunas preposiciones slo tengan significado gramatical, y slo se unan, por ejemplo, para expresar la funcin sustantiva no quiere decir que sean palabras vacas en tanto que sin significado; en la misma lnea, Di Tullio (1997:47), quien caracteriza a como marca de funcin.

    11.3.2. Los estudios diacrnicos

    Una constante de los acercamientos diacrnicos a la preposicin a es que toman en cuenta las funciones sintcticas de la construccin donde esta preposicin entra pero suelen pasar por alto la distribucin y el aporte de la preposicin en esas funciones. Se puede decir que los estudios diacrnicos de la preposicin a se han dado de manera fraccionada y se caracterizan por ser de naturaleza fun-cional. Hay, sin embargo, algn trabajo aislado cuyo objetivo es la preposicin a per se, en su distribucin, funcin y semntica, como el reciente estudio de Flores (2013). Se encarga este autor de analizar la diacrona de esta preposicin con trmino nominal y muestra la evolucin que la fp-a experiment desde la loca-cin hacia la temporalidad y de la locacin hacia la modalidad, siguiendo ambos procesos el camino comn de las lenguas hacia la abstraccin. En este trabajo nos hemos basado en parte para desarrollar el apartado 11.6 de este captulo.

    estudios diacrnicos 11.3.2

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    Los temas protagnicos de la diacrona de a son, sin duda, tres: a) las funciones od y oi; b) los denominados complementos locativos (cloc), y c) la construccin perifrstica ir + a + infinitivo.

    En cuanto a las funciones argumentales od y oi, los estudios diacrnicos se han enfocado en dos aspectos: por una parte, el anlisis de la funcin de una manera integral en un amplio periodo de tiempo, que puede abarcar incluso la lengua latina: Folgar (1993) para el od y el oi en el espaol medieval, Melis (1993/1995) para la sintaxis y pragmtica del od en el Cantar de mio id, Company (2006) para la diacrona general del oi hasta el espaol actual, Laca (2006) para la diacrona general del od, con especial atencin a las jerarquas sintcticas y semnticas que condicionan el marcado diferencial de od. Por otra parte, se estudia el camino diacrnico por el cual la preposicin a, a partir de un cloc, generaliz su empleo como introductora de oi y posteriormente como introductora de ciertos tipos lxicos de od. Los estudios consultados se centran en aspectos diversos de este proceso: entre otros, Garca (1990/1995) y Garca y Van Putte (1987/1995) en la extensin de la a en od personales y las motiva-ciones pragmticas de esa extensin; Company (2002) en el avance de la marca prepositiva desde od no prototpicos hacia prototpicos; Company (2003a) en la lucha diacrnica de los dos objetos por retener la marca prepositiva, y Ortiz (2011) en diferencias de marcacin con a en oraciones bitransitivas.

    Respecto a los trabajos sobre complementacin locativa con a, estos son mucho ms escasos que los anteriores, y, de hecho, en ellos la a ocupa un lugar ms junto a todas las otras preposiciones que pueden encabezar un cloc. Destaca por su amplitud diacrnica y fuerte base emprica el trabajo de Garca-Miguel (2006:14.1, 14.5.1). Este autor analiza los cloc en una larga diacrona del espa-ol partiendo del subsistema latino de preposiciones locativas; para l, los cloc introducidos por la preposicin a indican fin o direccin, y, de manera general, las preposiciones afectan las relaciones que se establecen en una construccin locativa, entre una entidad localizada, que hace de figura en la relacin, y un espacio de referencia, o entidad localizada, que sirve de base.

    En cuanto a la construccin perifrstica ir + a + infinitivo, los pocos estudios diacrnicos que existen s toman en cuenta el papel de a en la diacrona de la perfrasis. Destacan en esos trabajos cinco aspectos relacionados: a) la tempo-ralizacin de la perfrasis, como significado de construccin ir a, a partir de la metfora el tiempo implica espacio, porque se requiere tiempo para desplazarse en un camino y alcanzar una meta; b) la funcin que desempe a en este proce-so de temporalizacin (Melis 2006:10.1.2-10.1.3; Prez Saldanya 2003, entre otros); c) el origen aspectivo-modal de la construccin (Melis 2006:10.4); d) el camino diacrnico origen > ruta > meta de la auxiliarizacin de ir (Prez Saldanya 2008), y e) cul es el constituyente que aporta el movimiento: ir, la preposicin

    11.3 la preposicin a

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    o ambos constituyentes (Bravo 2007). En conjunto, no obstante, la mayora de los trabajos consultados tiene como centro de atencin la construccin ir a + infinitivo, por lo que a se analiza junto con el verbo ir, es decir, ir a como forma verbal auxiliar completa de futuro. Es frecuente que se contraste la perfrasis como un todo frente a los futuros simples; por ejemplo, Aaron (2006) estudia la variacin entre el futuro perifrstico y el futuro sinttico en el espaol del siglo xvii, y enfoca su anlisis en las semejanzas y diferencias de distribucin y signi-ficado entre ambas estructuras verbales, con un elaborado aparato estadstico para medir la significatividad de la variacin entre los dos futuros. Es frecuente tambin que se privilegie el proceso de auxiliarizacin del verbo ir; por ejemplo, Bravo (2007) analiza la evolucin de este verbo ms infinitivo en su semntica temporal, aspectiva y pragmtica para determinar cules son las variables que inciden en el grado de auxiliarizacin adquirido por el verbo de movimiento. Melis (2006) y Prez Saldanya (2003, 2008), por su parte, se centran en los mecanismos, metafricos o metonmicos, con que ir