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Consecuencias de la Independencia En 1825, prácticamente la guerra de Independencia había concluido. Sin embargo, todavía quedaban reductos de guerrillas realistas en algunas zonas de América del Sur, entre ellas, Pato, el Patía y en algunas regiones de Venezuela, hasta finales de la década de 1825. La devastación era la consecuencia más apreciable de tan larga e intensa lucha. Consecuencias demográficas Una de las consecuencias más clara de la guerra de In- dependencia fue la destrucción que esta conllevó en el Nuevo Reino de Granada. Los estragos no sólo evi- denciaron en la desaparición de gran parte de la infraes- tructura física sino, y sobre todo, en la aniquilación de una buena parte de su población. Entre 1820 y 1821, La Nueva Granada envió 35.000 neogranadinos a luchar en Venezuela, la costa Atlántica y Pasto. Muchos de ellos perecieron y otros miles de neogranadinos pelearon y murieron en la Campaña del Sur, entre 1821 y 1825. En el cuadro inferior se puede observar el impacto de la guerra de independencia sobre la población neogra- nadina. Se toma en cuenta la división política de 1863- 1886 y se excluye a Panamá. Entre 1810 y el final de la guerra de Independencia en 1825, hay una franca disminución de la población neo- granadina. En quince años de guerra, la población se redujo de un 14% lo que indica un nivel de muertes bastante alto en este período. Asimismo, regiones donde el conflicto entre patriotas y realistas fue más prolongado, presentaron una mayor disminución de la población, entre ellas la Costa Atlánti- ca, que disminuyó su población en más de un 26% casi el doble del promedio nacional. Debido al crecimiento natural de la población, el porcentaje en pérdidas hu- manas debe considerarse mucho mayor. La gesta independentista, además, originó desplaza- mientos de población, que no sólo se dirigieron hacia el interior de la Nueva Granada, sino que comprendieron migraciones a sitios tan apartados como el Alto Perú (Bolivia). Fueron años de mucha movilidad poblacional. Unas veces el desplazamiento se daba por la fuerza y otras, como efecto del traslado de tropas para el com- bate. La población y demografía de la Nueva Granada cambió n muchos aspectos después del proceso de in- dependencia. Población por regiones 1779-1835 (miles de habitantes) Antioquia Cundinamarca Bolivar Boyacá Cauca Magdalena Tolima Santander Total 1779 49 120 120 182 121 44 58 112 785 1810 111 189 170 231 200 71 100 237 1.309 1825 104 182 122 209 150 56 98 201 1.129 1835 159 255 160 288 210 61 157 280 1.571 Un dato más Niveles de violencia durante la guerra de Inde- pendencia Una de las estrategias utilizada por los realistas fue exa- cerbar la guerra racial, para atacar con ella a los criollos patriotas; el siguiente pasaje de un Memorial que se en- vió al rey de España así lo atestigua: “El comandante Bo- ves desde el principio de la campaña (de Reconquista) manifestó el sistema que había propuesto… fundábase en la destrucción de todos los blancos, conservando, contemplando y halagando a las demás castas… Por consecuencia a esta resolución hizo asesinar en Calabo- zo 87 blancos que pudo aprender…para el mismo efecto dio orden a su comandante militar para que hiciese ma- tar a todo blanco que allí llegase, que las mujeres blancas de Calabozo y pueblos inmediatos fuesen remitidas a la isla de Arichuna, como se ejecutó , repartiendo las casas y bienes de los muertos y de las desterradas, entre los pardos y dándoles derecho de propiedad…” En INDALECIO LIÉVANO AGUIRRE. Bolívar.

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CONSECUENCIAS DE LA INDEPENDENCIA LATINOAMERICANA

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Consecuencias de la Independencia

En 1825, prácticamente la guerra de Independencia había concluido. Sin embargo, todavía quedaban reductos de guerrillas realistas en algunas zonas de América del Sur, entre ellas, Pato, el Patía y en algunas regiones de Venezuela, hasta finales de la década de 1825. La devastación era la consecuencia más apreciable de tan larga e intensa lucha.

Consecuencias demográficas

Una de las consecuencias más clara de la guerra de In-dependencia fue la destrucción que esta conllevó en elNuevoReinodeGranada. Los estragosno sóloevi-denciaron en la desaparición de gran parte de la infraes-tructura física sino, y sobre todo, en la aniquilación de una buena parte de su población. Entre 1820 y 1821, La Nueva Granada envió 35.000 neogranadinos a luchar en Venezuela, la costa Atlántica y Pasto. Muchos de ellos perecieron y otros miles de neogranadinos pelearon y murieron en la Campaña del Sur, entre 1821 y 1825.

En el cuadro inferior se puede observar el impacto de la guerra de independencia sobre la población neogra-nadina. Se toma en cuenta la división política de 1863-1886 y se excluye a Panamá.

Entre 1810 y el final de la guerra de Independencia en 1825, hay una franca disminución de la población neo-granadina. En quince años de guerra, la población se redujo de un 14% lo que indica un nivel de muertes bastante alto en este período.

Asimismo, regiones donde el conflicto entre patriotas y realistas fue más prolongado, presentaron una mayor disminución de la población, entre ellas la Costa Atlánti-ca, que disminuyó su población en más de un 26% casi el doble del promedio nacional. Debido al crecimiento natural de la población, el porcentaje en pérdidas hu-manas debe considerarse mucho mayor.

La gesta independentista, además, originó desplaza-mientos de población, que no sólo se dirigieron hacia el interior de la Nueva Granada, sino que comprendieron migraciones a sitios tan apartados como el Alto Perú (Bolivia). Fueron años de mucha movilidad poblacional. Unas veces el desplazamiento se daba por la fuerza y otras, como efecto del traslado de tropas para el com-bate. La población y demografía de la Nueva Granada cambió n muchos aspectos después del proceso de in-dependencia.

Población por regiones 1779-1835 (miles de habitantes)

Antioquia Cundinamarca Bolivar Boyacá Cauca Magdalena Tolima Santander Total

1779 49 120 120 182 121 44 58 112 785

1810 111 189 170 231 200 71 100 237 1.309

1825 104 182 122 209 150 56 98 201 1.129

1835 159 255 160 288 210 61 157 280 1.571

Un dato más

Niveles de violencia durante la guerra de Inde-pendencia

Una de las estrategias utilizada por los realistas fue exa-cerbar la guerra racial, para atacar con ella a los criollos patriotas; el siguiente pasaje de un Memorial que se en-vió al rey de España así lo atestigua: “El comandante Bo-vesdesdeelprincipiode lacampaña (deReconquista)manifestó el sistema que había propuesto… fundábase en la destrucción de todos los blancos, conservando, contemplando y halagando a las demás castas… Por consecuencia a esta resolución hizo asesinar en Calabo-zo 87 blancos que pudo aprender…para el mismo efecto dio orden a su comandante militar para que hiciese ma-tar a todo blanco que allí llegase, que las mujeres blancas de Calabozo y pueblos inmediatos fuesen remitidas a la isla de Arichuna, como se ejecutó , repartiendo las casas y bienes de los muertos y de las desterradas, entre los pardos y dándoles derecho de propiedad…”

EnINDALECIOLIÉVANOAGUIRRE.Bolívar.

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Esclavos, cimarrones y mineros de la Independencia

Otra consecuencia de la campaña de Independencia fue el aumento de la población africana libre. Tanto los ejércitos realistas como las fuerzas patriotas, les ofrecían la libertad a los esclavos si servían como soldados. Si bien, en la Nueva Granada la población esclava no era numerosa (no llegaban a más del 4% de la población), esta política de manumisión afectaba, sobre todo, a las zonas mineras como Antioquia, Chocó y Cauca, donde la mano de obra esclava era más abundante. El sector minero, principalmente la minería del oro, fue el más afectado.

Además del reclutamiento de esclavos, el cimarronaje se generalizó debido al caos de la guerra. Muchos pro-pietarios mineros criollos y realistas se vieron a su vez obligados a abandonar las explotaciones del oro. La consecuencia fue un deterioro en el período de inde-pendencia en las exportaciones y producción de oro, y por consiguiente, una disminución apreciable en la en-trada de divisas,. El oro era la principal fuente de ingresos por exportación de la Nueva Granada. Hasta 1845, el oro aportó el 73% de las divisas nacionales.

Consecuencias sociales y económicas

Fuera de las consecuencias económicas, entre ellas el endeudamiento, la guerra de independencia sirvió para facilitar el ascenso económico y social a través del ejérci-to. Hombres de extracción humilde como José Antonio Páez, José Prudencio Padilla y Leonardo Infante, entre otros, lograron posicionarse social y políticamente gra-cias a su participación como militares destacados en la gesta independentista. Los militares conformaron como un grupo social de importancia. Este grupo fue deter-minanteenlavidapolíticadelaRepúblicadurantegranparte del siglo XIX.

La Independencia logró acabar con la monarquía espa-ñola en América y abrió el camino para el desarrollo de una historia republicana. El proceso de independencia significó también cambios sustanciales en la sociedad y en la economía de las naciones americanas, incluida la Nueva Granada.

Los comerciantes neogranadinos, después de la inde-pendencia, se vincularon con el comercio internacio-nal, a través de los ingleses, con menos restricciones. Exportaron una mayor cantidad de productos agrícolas. Sin embargo, lo que primó desde sus comienzos fue un intercambio comercial desigual para la recién confor-mada república. Llegaban más productos del extranjero, mercancías manufacturadas en Inglaterra, de lo que la Nueva Granada podía vender en otros países. Es decir, se importaba más y más caro de lo que se exportaba.

Las razas negras entre los que se cuentan esclavos y cimarrones alcanzaron grandes avances en el

trabajo y la explotación minera.

Un dato más

Ingresos fiscales

Desde 1824 en adelante, gracias a la independencia y al relativo aumento del comercio, la mayor fuente de ingre-sos para la república fue la recaudación de aduanas sobre importaciones y exportaciones.

Paradójicamente, después de la Independencia, puertos tan importantes durante la Colonia como el de Carta-gena, comenzaron a decaer debido a que ya no existía el monopolio sobre el comercio que había impuesto la corona española. En cambio, otras ciudades costeras surgieron como nuevos puertos que reemplazaron a las anteriores en importancia.