1º parcial leng. art.

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INSTITUTO DE FORMACIÓN EN EDUCACIÓN LEONARDO DA VINCI VIDA Y OBRA Rita Costa Flavia Núñez CI 3.832.506-0. 1º B. Maldonado, 26 de Junio de 2015.

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INSTITUTO DE FORMACIÓN EN EDUCACIÓN

LEONARDO DA VINCI

VIDA Y OBRA

Rita Costa

Flavia Núñez CI 3.832.506-0. 1º B.

Maldonado, 26 de Junio de 2015.

TEMARIO

1. INTRODUCCIÓN

2. RENACIMIENTO ITALIANO

3. LEONARDO DA VINCI

3.1. BIOGRAFÍA

3.2. OBRAS

3.3. LA VIRGEN DE LAS ROCAS

BIBLIOGRAFÍA

1. INTRODUCCIÓN

Este trabajo está dedicado a uno de los hombres más creativos y prolíficos

de la historia, Leonardo Da Vinci.

Nos enfocaremos en la corriente cultural en la cual circunscribimos sus

realizaciones artísticas.

Recorreremos su biografía, para centrarnos luego en su producción pictórica

y finalizar con el análisis de una de sus obras, La Virgen de las Rocas.

2. RENACIMIENTO ITALIANO

Es llamado Renacimiento al movimiento cultural que emerge en Europa en

el siglo XIV, identificado con un interés por la cultura grecorromana clásica,

particularmente por su arte.

Su origen se sitúa en el centro y norte de Italia, como Florencia, Milán y

Venecia. Su riqueza financió los logros culturales renacentistas.

Se manifiesta en los siglos XIV y XV y su apogeo es en el siglo XVI. De

Italia se extiende lentamente por Europa, excepto en Rusia.

Con la venida del Renacimiento apareció una nueva e influyente clase social

constituida por los humanistas. Hasta ese momento la Iglesia había

condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba directamente al

ciudadano, a través del aristotelismo, en auge durante los inicios del

movimiento renacentista. Esta filosofía fue cediendo terreno al platonismo y el

arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La Geometría y las

Matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura;

se desechó el arte puramente lineal y se buscó la forma tridimensional.

La pintura italiana de los inicios del siglo XV es todavía narrativa y escoge

preferentemente para su realización los muros de las iglesias. La técnica, en

especial con el fresco, es de gran sencillez. Sin embargo, con la pintura al óleo,

sobre caballete, el artista abandona la limitada temática religiosa y muestra el

esplendor de la forma, la luz y el espacio infinito.

Dentro del Renacimiento italiano, distiguimos dos momentos: el

Quattrocento, y el Cinquecento.

El Quattrocento tiene lugar durante el siglo XV, en la Florencia de los

Médicis, con grandes manifestaciones de la pintura universal. Entre sus

exponentes, encontramos a Andrea Verrochio, de quien fuera discípulo

Leonardo Da Vinci, en sus comienzos.

El Cinquecento señaló el apogeo de la pintura renacentista hacia el siglo

XVI y constituye una de las épocas más brillantes del arte universal, con

artistas de la talla de Miguel Angel, Rafael y por supuesto, Leonardo Da Vinci.

De la forma que Florencia ejerció la hegemonía artística en el siglo anterior,

ahora es Roma la que irradia al mundo el poderoso influjo de estos artistas sin

igual.

3. LEONARDO DA VINCI

3.1. BIOGRAFÍA

Nació en Vinci (localidad italiana de la provincia de Florencia) el 15 de abril

de 1452 y falleció en Amboise (Francia) el 2 de mayo de 1519, a los 67 años de

edad.

Fue pintor, escultor, anatomista, arquitecto, botánico, científico, escritor,

filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista.

Se formó como pintor en el estudio de Andrea Verrochio.

Leonardo estuvo obsesionado por el estudio del cuerpo humano, desde los

puntos de vista anatómico y geométrico, por el tema de la expresión y por los

efectos derivados del movimiento y de la luz.

Entre sus cualidades, cabe destacar las técnicas pictóricas innovadoras que

utilizó, el sentido de la composición y el uso sutil de los esfumados de colores,

el conocimiento profundo de la anatomía humana y animal, de la botánica y la

geología, el uso que hacía de la luz, el interés por la fisonomía, la capacidad de

reflejar la forma en que los humanos utilizan el registro de las emociones y las

expresiones gestuales. Dominaba sobre todo la técnica del «sfumato» y la

combinación de sombras y luces.

A la producción pictórica hay que añadir la intensa labor de investigación

que llevó a cabo, plasmada en el Tratado de Pintura, ignorado del público hasta

que se publicó en el siglo siguiente (1651). Las aportaciones de Leonardo Da

Vinci a la pintura fueron fundamentales, particularmente en lo que se refiere a

la técnica del claroscuro y la envoltura tonal difuminada y sutil.

3.2. OBRAS

Las obras pictóricas de Leonardo, autenticadas o que le son atribuidas por

especialistas, realizadas en exclusividad o en colaboración con otros artistas,

son las siguientes:

- Bautismo de Cristo (1472 – 1475)

Óleo sobre tabla, 177 x 151 cm.

Galería de los Uffizi, Florencia.

Pintado por Andrea del Verrocchio, pero el ángel del lado izquierdo está hecho

por Leonardo. Se reconoce en general que Leonardo también pintó una gran

parte del paisaje de fondo. Es uno de los primeros trabajos que existen de él.

La declaración de Giorgio Vasari que el ángel de la izquierda es obra de

Leonardo está confirmada por estudios por Bode, Seidlitz y Guthman, y

aceptada por McCurdy, Wasserman y otros.

- Anunciación (1472 – 1475)

Óleo sobre tabla, 98 x 217 cm.

Galería de los Uffizi, Florencia.

En general, se cree que es la primera obra completa existente de Leonardo.

Hasta el 1869, la obra se había atribuido a Verrocchio. Actualmente hay

consenso en la atribución a Leonardo, propuesta por Liphhart, y aceptada por

Bode, Lübke, Muller-Walde, Berenson, Clark, Goldscheider y otros.

- Madona Dreyfus (1475 – 1480)

Óleo sobre tabla, 15,7 x 12,8 cm.

National Gallery de Washington.

Obra previamente atribuida a Verrocchio o Lorenzo di Credi. Para la mayoría

de los críticos, la anatomía del niño Jesús es tan pobre que desanima una

posible atribución, mientras que otros creen que es un trabajo de la juventud de

Leonardo. Esta atribución fue hecha por Suida, en 1929. Otros historiadores de

arte como Shearman y Morelli lo atribuyen a Verrocchio. Daniel Arasse (1997)

considera esta pintura como un trabajo de juventud de Leonardo.

- Ginebra de Benci (1476)

Óleo sobre tabla, 38,8 x 36,7 cm.

National Gallery de Washington.

Waag, en 1866, propuso la atribución de la obra a Leonardo, y recibió el apoyo

de Bode. Los primeros estudiosos del siglo XX mostraron su desacuerdo, pero

la mayoría de los críticos actuales aceptan tanto la autoría como su identidad.

- Madona Benois (1478)

Pintura al óleo, 49,5 x 33 cm.

Museo del Hermitage, San Petersburgo.

La mayoría de los críticos coinciden con la atribución a Leonardo, como

Berenson, Clark y Castelfranco.

- Virgen del clavel (1478 – 1480)

Óleo sobre tabla, 62 x 47,5 cm.

Alte Pinakothek, Múnich.

Se acepta de manera generalizada que es de Leonardo, pero aparece algún

repinte de un posible pintor flamenco.

- Anunciación (1478 – 1480)

Temple y óleo sobre tabla, 16 x 60 cm.

Museo del Louvre París.

Algunos críticos proponen la teoría de atribuir la obra a la mano de Lorenzo di

Credi, pero partiendo éste para su realización de un dibujo previo de Leonardo.

Apoya esta proposición la existencia de un dibujo atribuido a Leonardo con el

mismo esquema general, y que se conserva en la Galería Uffizi.

- San Jerónimo penitente (1480)

Óleo y temple sobre tabla, 103 cm × 75 cm.

Museos Vaticanos.

Aceptada unánimemente por la mayoría de críticos como original. Inconclusa.

- Adoración de los Magos (1481)

Óleo sobre tabla, 240 x 250 cm.

Galería de los Uffizi, Florencia.

Inacabada.

- La Virgen de las Rocas (1483 – 1486)

Óleo sobre tabla (transferido a tela), 199 x 122 cm.

Museo del Louvre, París.

La mayoría de los especialistas la consideran como la primera de las dos

versiones que existen sobre el mismo tema. Enteramente autógrafa según la

mayoría de ellos.

- La dama del armiño (1485)

Óleo sobre tabla, 54 x 39 cm.

Museo Czartoryski, Cracovia.

Que la pintara Leonardo ha sido objeto de un largo debate desde que, en 1889,

se propuso que él era su autor. La atribución del cuadro Ginebra de Benci ha

apoyado que esta obra también se dé como de Leonardo.

- Madona Litta (1490)

Óleo sobre tabla (transferida a lienzo), 42 x 33 cm.

Museo del Hermitage, San Petersburgo.

En años recientes, sobre la base de una comparación estilística, algunos

críticos (entre los que se encuentran Carlo Pedretti, David A. Brown, Maria T.

Fiorio y P. C. Marani) consideran que esta obra es producto del pincel de

Giovanni Antonio Boltraffio.

- Retrato de un músico (1490)

Óleo sobre tabla, 45 x 32 cm.

Pinacoteca Ambrosiana, Milán.

Discutida.

- La Belle Ferronière (1490 – 1495)

Óleo sobre tabla, 62 x 44 cm.

Museo del Louvre, París.

Discutida.

- La última Cena (1495 – 1497)

Pintura al fresco, 460 x 880 cm.

Santa María de las Gracias, Milán.

Aceptada unánimemente como obra leonardesca y una de sus principales

realizaciones.

- La Virgen de las Rocas (1495 – 1508)

Óleo sobre tabla, 189,5 x 120 cm .

National Gallery de Londres.

Generalmente aceptada como una versión posterior a la del Louvre. Realizada

con la colaboración de Ambrogio de Predis y quizás otros. Mientras la fecha no

es aceptada por todos, la colaboración del taller de Leonardo parece

indiscutible.

- Sala delle Asse (1498 – 1499)

Pintura al fresco.

Castillo Sforzesco, Milán.

Aceptada totalmente. Luca Beltrami hizo una gran argumentación con

documentos de la época de Leonardo.

- Cartón de Burlington House (1501 – 1505)

Carbón, yeso blanco y negro en papel teñido, 142 x 104,5 cm.

National Gallery de Londres.

Aceptada sin discusión.

- Virgen de la rueca (1501)

Pintura al óleo, 50,2 x 36,4 cm.

Museo Soumaya, Ciudad de México.

Existen tres versiones, aparentemente hechas por artistas diferentes, quizá

copias de un trabajo perdido que se ha descrito que pertenecía a Leonardo. El

más conocido, propiedad del Duque de Buccleuch, fue robado en 2003, y

recuperado en 2007.

- La Gioconda (1503 – 1506)

Óleo sobre tabla, 77 x 53 cm.

Museo del Louvre, París.

Aceptada sin discusión.

- La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana (1510 – 1513)

Óleo sobre tabla, 168 x 112 cm.

Museo del Louvre, París.

Aceptada sin discusión. No obstante, su estado de conservación es regular y

ha sufrido restauraciones severas.

- Baco (1510 – 1515)

Óleo sobre tabla (transferida a tela), 177 x 115 cm.

Museo del Louvre, París.

En general, está considerada como una copia de un dibujo.

- San Juan Bautista (1513 – 1516)

Óleo sobre tabla, 69 x 57 cm.

Museo del Louvre, París.

Aceptación generalizada. El Anónimo Gaddiano, escribió que Leonardo pintó

un San Juan. Considerada la última gran obra de Leonardo.

- Tobías y el ángel (1470 – 1480)

Pintura al temple sobre tabla, 83,6 x 66 cm.

National Gallery de Londres.

Una pintura de Verrocchio mientras Leonardo trabajaba en su taller. Martin

Kemp sugiere que Leonardo puede haber pintado alguna parte de este trabajo,

probablemente el pescado. David Alan Brown, de la National Gallery de

Washington, también le atribuye el perro.

- Los santos infantes abrazándose (1486 – 1490)

Diversas versiones en colecciones privadas.

Según Stephen Holmes, quien ha escrito un libro The Lost Leonardo

(publicación, 2007), el consenso entre los expertos era que se trataba de la

misma mano que la de La Virgen de las Rocas en Londres, y de igual calidad.

- La Virgen y el Niño Jesús con San José (1472 – 1475)

Témpera sobre tabla, diámetro 87 cm.

Galería Borghese, Roma.

Atribuida previamente a Fray Bartolomeo. Después de una limpieza reciente, la

Galería Borghese propone la atribución como una obra de juventud de

Leonardo, basada en la presencia de una huella digital similar a una que

aparece en La dama del armiño.

- María Magdalena

Temple y óleo sobre tabla.

Recientemente ha sido atribuida a Leonardo por Carlo Pedretti. Con

anterioridad, se consideraba que era una obra de Giampietrino, artista que

había pintado un cierto número de magdalenas. Esta atribución a Leonardo no

es aceptada por algunos especialistas como, por ejemplo, Carlo Bertelli, ex

director de la Galería Brera de Arte en Milán, que además de opinar que no es

de Leonardo, cree que el tema podría ser una Lucrecia sin el cuchillo.

- Cristo con la Cruz (1500)

Óleo sobre tabla.

Colección privada San Francisco.

Atribuido previamente por Sotheby's a Gian Francesco de' Maineri. Atribuido a

Leonardo por su actual propietario. Reconocimiento basado en la similitud de

los verdugos de Cristo en los dibujos realizados por Rubens de la Batalla de

Anghiari. Según la revista Forbes, el experto en pintura de Leonardo, Carlo

Pedretti dijo que: «sabía de tres cuadros similares y que los cuatro cuadros, en

su opinión, son probablemente del trabajo de los ayudantes del taller de

Leonardo y tal vez incluso el propio maestro».

- Salvator Mundi (1506-1513)

Óleo sobre nogal.

National Gallery de Londres.

- La batalla de Anghiari (1505)

Fresco, 7 x 17 metros.

Museo del Louvre, París.

Copia de Peter Paul Rubens: yeso negro, pluma y tinta, pintado encima con

acuarela. Medidas: 54,2 x 63,7 cm.

- Leda y el cisne (1510 – 1515)

Témpera sobre tabla, 112 x 86 cm.

Galería Borghese, Roma.

Copia anónima conservada en la Galería Borghese de Roma. Existen nueve

copias, entre ellas la de Cesare Cesto (69,5 x73,7 cm) en el Reino Unido.

3.3. LA VIRGEN DE LAS ROCAS

Existen dos obras tituladas La Virgen de las Rocas.

La primera, cuya realización data entre los años 1483 y 1486, se trata de un

óleo sobre tabla, transferido a tela, con una dimensión de 199 por 122 cm,

llevada a cabo enteramente por Leonardo Da Vinci y actualmente exibida en el

Museo de Louvre en París.

Y, la seguna, confeccionada entre 1495 y 1508, en óleo sobre tabla, de

189,5 por 120 cm, realizada por Da Vinci con la colaboración de Ambrogio de

Predis, hoy expuesta en la National Gallery de Londres.

1º Virgen de las Rocas 2º Virgen de las Rocas

En este trabajo nos abocaremos al análisis de la primera Virgen de las

Rocas.

El artista enunció en esta obra, una definición del objeto de la pintura que

consiste en crear la ilusión de la tercera dimensión.

La Virgen de las Rocas, pintada en 1483, revela cuatro figuras que se

encuentran situadas en un paisaje cuyos detalles permiten apreciar tanto el

realismo del siglo XV como las observaciones científicas de Da Vinci.

En el primer plano, las rocas aparecen estratificadas y las flores y arbustos

se dibujaron con sumo cuidado, sin embargo, no se trata de una reproducción

de la naturaleza. El pintor oscureció el fondo e iluminó las figuras, porque la luz

modela los personajes, logrando en forma notable su disposición en posición

oblicua a nuestro nivel visual.

El uso de la luz se observa también en la mano extendida de la Virgen,

reflejada únicamente en las puntas de los dedos.

Los gestos dan cuenta de lazos de relación entre los personajes y la unidad

del grupo, brindando dinamismo a la escena y vida a sus protagonistas.

Da Vinci trabaja con claroscuros que, compuestos con sumo cuidado,

parecen espontáneos y naturales. A pesar de esta impresión a primera vista, si

se observa con mayor detenimiento, se puede apreciar que cuando una forma

iluminada destaca sobre el fondo oscuro, o a la inversa, el contorno es muy

preciso. De otro modo, cuando la figura está situada en la sombra, y tal cual se

experimenta en la realidad, la silueta ya no se distingue del fondo. Las zonas

iluminadas del cuerpo de Jesús se dibujan con precisión sobe el vestido oscuro

de la Virgen, pero el contorno del hombro del otro niño es apenas visible.

Un elemento destacable en esta obra, consecuente con el estilo de Da

Vinci, es la creación de formas a las cuales las mirada atribuye tres

dimensiones. Logra ese efecto al pintar volúmenes, dejando la línea en plano

accesorio y variando los valores antes que el uso de colores puros. El color

queda en este concepto, subordinado a la composición.

En la pintura se presenta un cierto tipo femenino algo misterioso y

enigmático, característico de Da Vinci. Al igual que su estampa, también sus

rasgos, suaves, con mejillas redondeadas y un reducido mentón, brindan un

aire de una sutil reserva, acompañada por el lenguaje gestual, que completa la

composición, la sonrisa apenas insinuada atestigua discresión, y la mirada baja

da cuenta de una acentuada modestia.

BIBLIOGRAFÍA

- García-Pelayo y Gross, F., Durand, M. y Pérez Gallego, J. 1980.

“Enciclopedia Temática Larousse”. Francia: Editorial Larousse.

- Müntz, E. 2005. “Leonardo Da Vinci: el sabio, el artista, el pensador”.

España: Editorial Círculo Latino S.L.

- Correa Pérez, A. y Orozco Torre, A. 2007. “Literatura Universal:

Introducción al Análisis de textos”. México: Editorial Pearson Educación.

- Ottino Della Chiesa, A. 1985. “The Complete Paintings of Leonardo Da

Vinci”. EEUU: Editorial Harry N. Abrams. Recuperado de:

https://es.wikipedia.org/