CONTRATO DE FRANQUICIA

CONCEPTO:

La franquicia es un método o sistema vinculado a la comercialización de productos o servicios. El franquiciante tiene un producto o un servicio probado, que ha acreditado un nombre comercial, y un sistema para desarrollar un negocio que sabe que llena una necesidad del mercado consumidor. Su principal interés es saber cómo puede distribuir ese producto o servicio de modo más eficiente y efectivo para acceder lo más rápidamente posible a nuevos territorios, cruzar límites estatales o políticos y aún fronteras nacionales.

Desde el punto de vista jurídico, este sistema encierra la concesión de una licencia de marca o del uso de un nombre comercial, la autorización del uso de un know-how y la prestación de un sistema de asistencia técnica continua, principalmente en su faz comercial y administrativa, por parte de un dador o franquiciante, todo ello dirigido al tomador o franquiciado.

La palabra “FRANQUICIA” es históricamente sinónimo de privilegio. En la Edad Media, las ciudades con cartas francas tenían privilegios especiales que garantizaban ciertas libertades o autonomías para ellas (tales como la dispensa permanente de pagar tributo al rey o al señor de la región) o para sus ciudadanos (como por ejemplo el derecho de la libre circulación). En nuestro medio parece referirse a un beneficio aduanero o a una suerte de privilegio administrativo y no particularmente a un sistema de distribución comercial.

En España fue considerado como un contrato comercial. En nuestro país, se lo conoce como franquicia comercial. En Estados Unidos de América, si bien es un sistema de distribución, presenta además características propias.

Una forma rudimentaria de franquicia surgió en la Europa Medieval, cuando la Iglesia Católica autorizó a ciertos señores feudales a recolectar impuestos. Estos colectores retenían una parte de lo recibido y enviaba el dinero restante a la Iglesia. Este antecedente se aproxima más a las actuales concesiones del poder público a empresas particulares o de economía mixta para explotar ciertas actividades (como por ejemplo el transporte público, la educación, la energía eléctrica, la telefonía, etc.) que a la franquicia, tal como la conocemos actualmente.

La franquicia comercial como relación entre dos particulares se inició aproximadamente en 1850, en Estados Unidos, cuando la Singer Sewing Machine Compañy con sede en Stamford, Connecticut, resolvió otorgar una serie de franquicias a comerciantes independientes interesados en comercializar los productos de esta marca (sistema que continúa utilizando hasta hoy).

En 1898, la General Motors también adoptó el franchising como estrategia para expandir su red de distribuidores y expandir de este modo, las ventas a los distribuidores de los vehículos de su fabricación.

Un año más tarde, Coca-Cola empezó a otorgar franquicias para el embotellamiento de su producto.

Pero el verdadero desarrollo de la franquicia comercial, como el método para la expansión de los negocios de empresas de los más variados sectores, comenzó a principios del Siglo XX, cuando los otros fabricantes norteamericanos de automóviles, emulando a la pionera General Motors, establecieron o ampliaron sus redes de distribución a través de franquicias otorgadas a comerciantes esparcidos por todo el país. Se incluyeron en el sistema empresas tan dispares como los supermercados Piggly Wiggly, Hertz Rent-a-car y A & W Root Beer. En la década del treinta, las compañías petroleras comenzaron a adoptar el sistema mediante la conversión de los puestos de gasolina, que dependían en forma directa del productor, en franquicias otorgadas a operadores locales. A finales de esta década, ya había sido adoptada por innumerables empresas que operaban en diversos ramos, y estaba ya firmemente implantada en la economía norteamericana.

La gran expansión en franquicia se concretó en Estados Unidos recién después de la Segunda Guerra Mundial, con los business format franchising. El sistema se convirtió en la respuesta más adecuada para personas con poca o ninguna experiencia en la conducción de empresas, sobre todo por la facilidad para obtener financiamientos especiales de la Small Business Administration, un órgano del Gobierno Federal que tenía por función estimular y viabilizar la implantación y la supervivencia de pequeños negocios, emprendimientos similares a nuestras pymes. En esta época, iniciaron o expandieron sus actividades velozmente empresas como Dairy Queen, Baskin-Robbins, Holiday Inn o Avis.

Pero el verdadero auge del franchising fue la adopción de este sistema por parte de McDonald´s, como medio para expandir su cadena de comidas de servicio rápido. Hace aproximadamente 15 años atrás, esta empresa contaba con más de 10.000 franquiciados.

LA FRANQUICIA COMERCIAL:

La franquicia comercial es aquel contrato celebrado por escrito en el cual el otorgante, por lo general denominado “franquiciante”, ofrece individualmente a muchos tomadores, que formen un sistema de distribución de su producción para vender o distribuir bienes o prestar servicios de manera exclusiva, un sistema para desarrollar un negocio, con lo cual crean una relación de asistencia del otorgante al franquiciado con carácter permanente, al ampara de una marca, nombre comercial o enseña, bajo el control del franquiciante y de conformidad con un método, sistema o plan preestablecido por éste, contra el pago de un canon y otras prestaciones adicionales.

Al amparo de una marca común, el conjunto de los franquiciados conforma un sistema de distribución de la producción del franquiciante. Se otorga un derecho a desarrollar una actividad comercial específica entre partes independientes. Se trata de una forma de colaboración para operar un negocio y prestar servicios o distribuir productos de una manera uniforme. Se debe distinguir la franquicia de producto de la franquicia de empresa.

Mientras el contrato de distribución está centrado en el campo de la fabricación y venta o distribución de productos, el contrato de franquicia actúa no sólo en este sector sino también en el de la prestación de servicios, mediante la explotación de un negocio conforme a un método uniforme desarrollado por el franquiciantes, porque lo que se pretende transmitir al franquiciado en la franquicia de empresa es la experiencia del franquiciante para desarrollar un negocio probado, con el objeto de duplicarlo.

Los elementos característicos del contrato son:

El uso de una marca (lo que involucra una licencia de marca).

La relación continua de distribución (lo que excluye la compraventa o compraventas aisladas).

La conformidad con un método o sistema del otorgante (lo que incluye una licencia de know-how).

La sujeción al control del otorgante mediante un convenio de asistencia técnica (lo que evidencia la continuidad de la relación del tomador respecto del otorgante, así como su integración en una red comercial).

El pago de una regalía y otros derechos por la utilización de la marca, del know-how y de la asistencia técnica.

El tomador generalmente debe pagar una suma fija al otorgante al comienzo de la relación contractual, y una regalía o canon mientras dure el contrato.

La franquicia en sentido propio, el business format franchising, es en realidad un método para duplicar un negocio exitoso, y eso estriba la diferencia con cualquier sistema de distribución. El negocio del franquiciado no es vender el mismo producto acreditado o prestar igual servicio que el franquiciante, sino venderlo del mismo modo para emular su éxito.