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1.“De su cultura depende el machetazo”

Experiencias Previas.

Para dar inicio al proyecto MEMORIAS SOBRE MACHETES, nombro dos antecedentes importantes que influyeron

sobre este y que se desarrollaron de manera simultánea.

Uno de ellos fue el aprendizaje del grabado durante mis estudios en la universidad. Este me ofreció un amplio panorama

para crear y componer imágenes. El conocimiento en el uso de las distintas herramientas, las formas de intervenir los

materiales, obtener matrices con diversas características y el acercamiento a diferentes tipos de papeles inundaron mis

primeras inquietudes: pensaba en el material o calidad del papel para crear la imagen, la traspasaba cuidadosamente a

la matriz para finalmente ser impresa con éxito. En la mayoría de casos la matriz quedaba para reproducir el grabado

infinitamente.

Sin embargo ejercicios como la plancha perdida, con La matriz Friné del 2011, ofrecieron un cambio en mis intereses.

Los grabados que no podían volverse a copiar por la ausencia de la matriz, produjeron reflexiones en torno a la memoria

del proceso creativo y a la relevancia de su contenido. A medida que el aprendizaje continuó, conocí nuevas formas de

intervención, como el metal grabado con ácido nítrico, en la técnica hayter, logrando una mordida profunda. La Matriz

Libia del 2013, proporcionó nuevos elementos a dicha reflexión: ahora podía intervenir materiales duros, concibiendo la

matriz como obra.

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Libia

Matriz hayter del 2013

cm 15 x 20 cm

La plancha perdida,

Matriz Friné del 2011

20 cm x 26 cm

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La conclusión de que el material no solo contribuye a la creación física de la obra, sino que aportaba al concepto y a la

justificación del contenido, me permitió trabajar la imagen más allá de lo bidimensional. La matriz en metal produjo

nuevas ambiciones, esta podía ser cualquier objeto. Un objeto de metal que en su interior guardara historia, memoria e

identidad. Mi decisión, entonces fue profundizar en el machete no solo como temática sino como matriz y medio, poten-

cializando las capacidades del grabado sobre un objeto que confrontaba situaciones históricas, políticas y culturales.

El grabado y el machete se vinculan juntos con la memoria, uno da cuenta del otro.

El primero, fue la imprenta, por la cual existe la memoria escrita, y por tanto la historia del segundo, un objeto que al-

berga en su memoria, la historia de una herramienta usada como arma.

Esta reflexión sobre “el machete y el grabado” ya había abordado como temática mis trabajos de impresión sobre papel.

Fotograbado, Taita del 2012, Fotograbado La Minga del 2012, fotograbado Ca feel Machete del 2012, litografía La

Ruluanda 2013.

Estos trabajos fueron creados, en paralelo con las experiencias y prácticas artísticas colectivas que se desarrollaron con

la segunda experiencia previa: el Café el Machete.

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Taita Fotograbado del 2012, 20 cm x 25 cm  La Minga Fotograbado del 2012, 15 cm x 10 cm

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Ca feel Machete fotograbado del 2012, La Ruluanda litografía 2013,

20 cm x 15 cm 19 cm x 14 cm

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La inauguración del espacio para la exhibición de arte, llamado Café el Machete en Guatavita Cundinamarca, Colombia,

permitió realizar prácticas en torno a la reflexión y el significado de la palabra “machete”, como “negocio rentable y buen

trabajo”. Muchas de estas se basaron en resolver curaduría y montaje de exposiciones, entre las cuales podemos nombrar:

“Mano en Mano” (2012) y “El Tiempo se detiene” (2014), que retrataba los oficios en vía de extinción y antiguos

“machetes” para ganarse la vida, del fotógrafo Nicolás Spath y “Una Mirada al Ayer” (2013) del artista plástico David

Ramos, indagando el pasado de la antigua Guatavita, y sus oficios.

Finalmente, dentro de estas experiencias, la reflexión del machete como oficio dio paso a la convocatoria ¿Cuál es su

machete? (2013), exposición con imágenes de diversos participantes, las cuales respondían a la pregunta ¿Cuál era su

oficio?. Donde el artista Felipe Ruiz, jurado de la muestra, exhibió parte de su trabajo, consistente en esculturas elaboradas

a partir de machetes y armas corto punzantes decomisadas por la policía.

Convocatoria ¿Cuál es su machete? (2013),

25 cm x 21 cm

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Estas experiencias me arrojaron nuevas inquietudes en torno al significado de la palabra “machete”, no solo como oficio y

herramienta, sino como arma. Al conocer la presencia aterradora y constante de este elemento en la historia de Colombia,

surge la necesidad de estudiar mas a este objeto, con la mirada crítica y responsable de una artista que vive en Colombia

y está en constante creación.