(1955-2015) FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ... Diamante.pdf · que todos ellos...

BODAS DE DIAMANTE PROFESIONALES (1955-2015)

FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

PROMOCIÓN 1955

Jaime Gómez González, M. D.

DEDICATORIA

A la Universidad Nacional de Colombia y su Facultad de Medicina; al Hospital San Juan de Dios de Bogotá (Hospital de la Hortúa); a nuestras familias, maestros y compañeros; a los estudiantes mártires del 8 y 9 de junio: Uriel Gutiérrez, Álvaro Gutiérrez Góngora, Rafael Chaves Matallana, Elmo Gómez Lusich, Carlos J. Grisales, Hernando López Ospina, Jaime Moore Ramírez, Hernando Morales Sánchez, Jaime Pacheco Mora, Hugo Vásquez León; a nuestros enfermos y discípulos.

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prueba Contenido

Prologo a la Edicion Digital

Agradecimientos .......................................................................................................................................... 9 Prólogo - Recordar es vivir ......................................................................................................................... 11 Presentación .................................................................................................................................................. 13 Preámbulo ..................................................................................................................................................... 15

Reminiscencias ...................................................................................................................... 19

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia

(1867-2005) ............................... 21

Médicos ilustres - Miguel María de los Santos Acosta Castillo (1827-1901) ....................................... 23

Médicos ilustres- Antonio Vargas Reyes (1816-1872) ............................................................................ 25

Hospital San Juan de Dios de Santafé de Bogotá (1739) ....................................................................... 27 Réquiem ........................................................................................................................................................ 29 Recuerdos de mi vida .................................................................................................................................. 31 Centro de Practicantes de Chapinero........................................................................................................ 34 Nuestra Historia Patria ................................................................................................................................ 36 Nuestra geografía de nuestra

Medicina ..................................................................................................... 38

El método científico .................................................................................................................................... 41 Fundación Instituto Neurológico de Colombia ...................................................................................... 43 Perspectivas en el cuidado de la salud. Aspectos de tecnología reciente ............................................. 47

Algunos comentarios a la cátedra de fisiología ........................................................................................ 48

La cátedra de Dermatología ....................................................................................................................... 50 Reminiscencias personales .......................................................................................................................... 52

Un nuevo Hospital y una nueva Facultad ...............................................................

.................................. 54

La cátedra de Medicina Infantil y Puericultura ........................................................................................ 56 Ginecología y Obstetricia en los años cincuenta ..................................................................................... 58

Relato de mis años de estudiante de medicina ......................................................................................... 60

El Departamento de Cirugía, año 1955 .................................................................................................... 63 Recuerdos de la Universidad ...................................................................................................................... 67

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BODAS DE PROFESIONALES DE

DIAMANTE - Promoción 1955

Cátedra de Bacteriología ............................................................................................................................. 70 Cátedra de Histología .................................................................................................................................. 72 Reminiscencias de Anatomía ...................................................................................................................... 74

La Masacre .................................................................................................................................................... 76 Masacre de la carrera 7 con calle 13 .......................................................................................................... 79 Elegía ............................................................................................................................................................. 81

Profesores Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia,

1955 .............. 83

Cátedras de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, 1955 ...................... 88 Asociación de Médicos de la Universidad Nacional de Colombia (AMUN) ...................................... 269

La Facultad de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia rinde homenajea la promoción de 1955 de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia ....... 277 Referencias .................................................................................................................................................... 285

S PROLOGO A LA EDICION DIGITAL 2015

En 1955 celebramos las Bodas de oro de nuestra promoción de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Nos congregamos en Bogota

gracias al Comité Organizadores del evento presidido por Nelson Varón Correal y Guillermo Garavito Rojas que ya no nos acompañan y Alberto Ramirez Delgado.

Dieciseis colegas bautizados como la “Legión extranjera” viajaron a Bogota a participar en el Evento. El Rector de al Universidad Nacional nos coloco el Escudo de nuestra alma mater en una Sesión solemne en la Academia Nacional de Medicina.

En estos diez años nuestro numero se ha ido reduciendo paulatinamente, nuestros profesores se han ido uno a uno lo mismo que nosotros. Los problemas que denunciamos hace una década continúan sin resolver. Hemos conseguido informes estadísticos sobre el aumento exponencial de las Malformaciones Congénitas en Colombia, ahora la primera causa de mortalidad infantil, pero nadie se ha

atrevido a exponer la causa, muy posiblemente relacionada con la Guerra Química y Biológica contra los campesinos de Colombia.

Guerra Química y Biológica contra los campesinos de Colombia https://docs.google.com/file/d/0BxQraFFZBwI3ZHBFVTAwYlNJLVE/edit

Gomez Gonzalez J, Pagina Web Federación Medica de Colombia 2015

En 2014 la Biblioteca Digital de la Universidad Nacional de Colombia publico el II Tomo de esta obra http://www.bdigital.unal.edu.co/20854/ gracias a la Sra Mireya Pinzon, directora del Repositorio de la Universidad. Ahora, para celebrar celebrar 60 años de nuestra promoción, tenemos el gusto de presentar esta edición digital que esperamos perdure tanto como han durado las obras impresas o los papiros egipcios.

Jaime Gomez Gonzalez, MDJupiter, Florida, USA …

Agradecimientos

Siguiendo una antigua costumbre, el editor desea presentar sus sinceros agradecimientos a

http://www.bdigital.unal.edu.co/20854/

todas las personas que hicieron posible la realización de este libro y a los coautores de las reminiscencias, cuyos nombres aparecen al pie de cada entrada. A mi viejo amigo de las bancas del colegio San Bartolomé de La Merced, Dr. Fernando Gómez Rivas, cirujano vascular y torácico, quien realizó la primera reimplantación de un miembro superior en el Hospital San Juan de Dios. Fernando soportó con la paciencia de Job y toda la resignación posible todas las llamadas para consultarlo, y lo mismo hicieron Mario Sánchez Medina, Víctor Méndez, José Parea, Nelson Varón, y, muy especialmente, a Abel Fernando Martínez Martín, Fernando Sánchez Torres, Norman Pardo Cualla, a quienes atormenté con mi insistencia. María Eugenia Caro Kane contribuyó con la edición del libro. Óscar Gunther llevó personalmente a Bogotá el manuscrito para entregarlo a la Universidad Cooperativa de Colombia. Igualmente, a los otros compañeros de nuestra promoción que ayudaron con datos, mi

reconocimiento eterno.

Naturalmente, tengo que agradecer a Lucy, mi esposa, que toleró estoicamente mis largas horas frente al computador.

Don Jesús Benavides Erazo, de la Biblioteca Luis Ángel Arango; la señora Mabel Sarmiento de Correa, de la Universidad del Bosque; doña Ofelia Tobón Muñoz y don Freddy Valderrama, de la Biblioteca de la Universidad de Antioquia, y doña Amanda de Dossman, de la Universidad del Valle, modelo de bibliotecarios todos ellos, amablemente contestaron mis preguntas; por el contrario, la encargada de referencias de la Biblioteca Nacional de Colombia manifestó estar muy ocupada para resolver mis dudas.

Lamentablemente, después de un año dedicado a investigar las hojas de vida de nuestros profesores, no hemos podido completar la nómina: debo dejar constancia de la falta de colaboración de todos los estamentos de la Universidad Nacional de Colombia, nuestra

alma máter, desde el rector, varios decanos que se sucedieron en un año en la Facultad de Medicina, la vicedecana, la secretaria general y especialmente los dependientes de las bibliotecas Central y de Medicina; así también la oficina de personal, la Caja de Pensionados y las Asociaciones de ex alumnos. Pienso

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Bodas de oro profesionales - Promoción 1955

que todos ellos olvidaron las normas de la Urbanidad de Carreño o no habían nacido cuando publicaron ese manual de buenas maneras. La excepción fue el señor Edwin Gaitán, del Archivo de la Facultad de Medicina: él envió la lista con 61 profesores titulares, 39 agregados y seis encargados de cátedra para un total de 106 que se encuentran en la Resolución 76 de marzo de 1955 sobre solicitud de nombramientos de personal docente: Archivo

Central e Histórico de la Facultad de Medicina (Reg. 523, Caja 153, carpeta 1).

También es muy triste saber que las asociaciones o sociedades científicas colombianas no guardan archivos y carecen de información histórica sobre sus miembros. Es de lamentar que la universidad que honró la memoria de uno de sus eminentes profesores, dando el nombre a uno de sus edificios del conjunto secular, no dispone o no quiso compartir la información biográfica solicitada sobre el ilustre maestro. ¡Manes del subdesarrollo crónico, irreversible y persistente!

Finalmente, debemos agradecer a nuestro compañero, Dr. Juan Olivella J., Director Académico de la Universidad Cooperativa de Colombia, seccional Santa Marta por su interés y decidida colaboración en la publicación de la primera edicion este libro. Esperamos que en el futuro se haga otra edición de la presente obra para hacer justicia y honrar a quienes nos

precedieron y divulgar sus imágenes como paradigma de educadores y personas de honor.

El autorEnero 1 de 2005

R

Prólogo Recordar es vivir

Recordar es vivir, al recopilar en esta obra, en forma tesonera los rasgos y aspectos más sobresalientes de nuestros profesores y los de varias promociones de médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, después de cincuenta años de egresados,

de las manos de estos artífices del conocimiento médico, estamos ante una producción literaria del más puro sentimiento humanístico.

Si recordamos, según John Eccles (Premio Nobel de Medicina), los tres mundos que explica, según entendí, la relacion cerebro-

mente, (cuerpo-alma), coloca la producción literaria en el mundo tres, de conocimiento, en sentido objetivo, siendo el mundo uno el de los objetos y estados físicos, con el cual tiene una relacion de doble vía y el mundo dos el de los estados de conciencia, tomado, a su vez, de las descripciones de Sherrintong, al que Eccles adhiere, en su famosa obra, Las bases neurofisiológicas de la mente (The Neurophysiologic Basis of Mind), por cierto, título que tienen varias publicaciones posteriores.

La referencia a Eccles se debe a que en las dos o tres páginas que le dedica en su libro El cerebro, sobre lo que el llama la Introducción filosófica, del capítulo: Cerebro, habla y conciencia, me llama la atención que en su mundo tres, ubica la producción literaria, junto con lo que llama los registros de los esfuerzos intelectuales: filosóficos, artísticos, críticos, religiosos y culturales. Este mundo no existe en los animales, con los cuales nos unen tantas

características biológicas.

La producción literaria, en su modalidad de la investigación histórica, tiene en esta obra de Jaime Gómez González, excelso neurocirujano; consagrado desde su formación médica a la neurociencia, un valor científico y artístico que enriquece la cultura de la nación colombiana y es un aporte imperecedero a la comunidad científica mundial.

Jaime Gómez González, amigo entrañable, desde las aulas de la Calle 10, donde lo veíamos llegar en su flamante automóvil, impecablemente vestido, serio, elegante, nos producía un sentimiento de emulación, el cual sólo podíamos derivar en estudiar intensamente y comportarnos muy a su estilo, naturalmente sin el automóvil; me atrevo a pensar que su prístina intención es recuperar en un importante documento histórico el sentimiento de miles de médicos colombianos y algunos

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extranjeros que tuvimos la oportunidad de llegar a las aulas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en las décadas intermedias del siglo pasado y tener la gran satisfacción de haber estado en comunicación afectiva y espiritual con nuestros profesores.

Me vienen a la mente los ideales de la antigua Grecia, descritos en la Paideia, analizados minuciosamente por Werner Jaeger, especialmente en el enfoque de la educación del ciudadano, toda vez que la producción literaria, la investigación científica y el paso de Jaime Gómez González por su carrera médica, científica y literaria, lleva esa impronta de educar, de buscar la perfección, de dejar huellas que nos sirvan de señales en el camino de nuestra historia como médicos y colombianos, en el reconocimiento de nuestros valores y en

los modelos a seguir.

La Universidad Cooperativa de Colombia, Seccional Santa Marta, inició en el año de 1995 el Programa de Medicina, con un plan de estudios en donde se hace un gran esfuerzo para la formación humanística de médicos, conocedores de su medio y en particular de la población más desprotegida, a través del énfasis que se lo pone a la asignatura de Salud y Sociedad, que durante diez semestres se desarrolla con base en las disposiciones del Estado que en la ley 100 insiste en las actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. He tenido la fortuna de que la Universidad Cooperativa de Colombia me diera la gran oportunidad, como primer decano de la Facultad de Ciencias de la Salud en mi querida ciudad nativa, Santa Marta, de culminar una larga carrera profesional, con la posibilidad de retomar, en lo posible, toda esa formación humanística que nos legaron nuestros profesores y de la cual no nos hemos apartado

con el paso de los años, cincuenta ya, y revertirla en una juventud ansiosa de ser médicos, pero necesitada de modelos como los que en esta obra se recuerdan y que se exponen para ser imitados.

Lo que realmente nos marcó fueron los seis años de formación en las manos de tan queridos y abnegados maestros. Enseñar con el ejemplo, con el amor a flor de piel, con elegancia y cultura, con maneras corteses y distinguidas, con su porte elegante e impecable presentación personal. Es por eso que este libro servirá como guía, en lo personal y en la actividad docente, a las personas que tengan la oportunidad de leer sus páginas.

Juan Luciano Olivella J.

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Presentación

n noviembre de 2005 se cumplirán 50 años de

haber egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Para celebrar la ocasión, y con el propósito de honrar la memoria de nuestros maestros, de nuestros compañeros de las bancas universitarias, de los

sobrevivientes, de quienes nos han precedido en el paso a la eternidad y, muy especialmente, de aquellos que cayeron y fueron inmolados en hechos ocurridos en los fatídicos días de junio de 1954, decidimos compilar información sobre la Facultad de Medicina con las minibiografías de nuestros docentes y compañeros de estudios, acompañadas por las reminiscencias de algunos de ellos.

Con la ayuda del Dr. Víctor Jaeger, director del portal Compumedicina, de Buenos Aires (www.compumedicina.com), donde escribo una columna semanal sobre historia de la medicina, y del Dr. Antonio Dubravcic, eminente médico boliviano, creamos páginas electrónicas para invitar a los colegas y a sus familias a

colaborar en la presente obra. Así mismo, nos reunimos con algunos compañeros de la época, residentes en Estados Unidos, y nos comunicamos con otros de Colombia para iniciar las actividades de la Asociación de Médicos de la Universidad Nacional (AMUN) 1955-2005. Gracias a la ayuda de este grupo, hemos podido compilar lentamente la información que buscábamos. La meta era llegar a 149 minibiografías; quedan faltando unas pocas que lamentablemente no pudimos obtener. Usamos el mismo formato diseñado en el año 2000 para desarrollar el Diccionario Biográfico Médico Hispanoamericano que estamos escribiendo con la colaboración del Círculo de Médicos e Historiadores para ofrecer una publicación sobre médi- cos de esta región del continente, de los hispanos y de algunos franceses y de otras nacionalidades que vinieron a América en épocas pasadas.

A nuestros compañeros, a aquellos que ya no nos acompañan, a los caídos, a nuestros

venerables maestros y al difunto Hospital San Juan de Dios, nuestro querido Hospital de la Hortúa, les rendimos homenaje.

El autorJupiter, Florida, Estados Unidos, enero 1 de 2005

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prueba L

Preámbulo

a celebración de medio centenar de años de haber egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional nos ha movido a compilar este libro para honrar a nuestros maestros, cuya memoria debemos recordar y transmitir a las nuevas generaciones. En este corto

lapso, hemos sido testigos del progreso exponencial de las ciencias de la salud, que ha

superado ampliamente los conocimientos obtenidos en los últimos 6.000 años.

Después de sobrepasar con éxito las pruebas psicotécnicas para ingresar a estudiar Medicina en la Universidad Nacional, nos encontramos con el tamiz de la Anatomía, en donde se eliminaba la mitad de quienes ingresaban. El primer día en el anfiteatro sirvió para descartar unos cuantos primíparos que no pudieron resistir el espectáculo y pungente olor a formol.

Recordamos a Simeón, el encargado de preparar los cadáveres para el anfiteatro, con su blusa azul oscuro, encorvado, que cargaba el material de disección en donde empezaríamos buscando los filetes perforantes posteriores de las raíces dorsales. Nos viene a la memoria la vieja Facultad de Medicina, con fachada de columnas griegas, situada en la Plaza de los Mártires, nombre dado a la Huerta de Jaime después de la Independencia, en recuerdo de los próceres fusilados en el sitio. El vetusto edificio y sus dos

torreones, donde recibíamos las clases teóricas y las demostraciones anatómicas sobre un cadáver dispuesto en una camilla, fueron cercenados por la piqueta del progreso de la capital para la ampliación de la avenida Caracas. En sus bancas estaban grabados los versos de Regueros Peralta: Historia del pene y aledaños a través de los tiempos y los años, que todos los primíparos aprendíamos de memoria al mismo tiempo que las páginas de los cuatro tomos del texto de Testut-Latarjet con sus notas en letra diminuta.

Después de adquirir el libro, los instrumentos de disección y el esqueleto, empezábamos a recitar las características de los huesos y reconocíamos, orientábamos y sabíamos si eran diestros o siniestros los huesecillos del carpo que guardábamos en los bolsillos. En el patio, nos reuníamos en círculos para patear una cascarita de naranja y pasarla de uno a otro sin dejarla caer al suelo. Al final del curso, venía Teresita, la secretaria de la facultad para leernos las notas

de los exámenes.

En el primer año de estudios, apareció Camilo Casas, hombre muy elegante, con sombrero, a

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dictarnos la clase de Física Médica; los doctores Barragán y Shoonewolff se alternaban para tratar de enseñarnos Química Médica, y el maestro Díaz pretendía convertirnos en artistas del dibujo médico con sus clases. En el tercer año, comenzamos la parte clínica en el centenario Hospital San Juan de Dios, situado en terrenos de La Hortúa. Era una construcción de estilo francés con largas salas de camas paralelas. El profesor, sentado a la cabecera de la cama del enfermo, y después de escuchar la historia clínica, empezaba a describir los signos semiológicos para concluir con el diagnóstico

del enfermo. Rodolfo Navas me invitó un día a la consulta externa y caí por casualidad en el despacho de Luis María Beltrán Cortés, encargado de la consulta de Neuropsiquiatría. Allí estuve asistiendo en mi tiempo libre y empecé a interesarme por las enfermedades del sistema nervioso.

La nuestra fue la generación que se enfrentó con Rojas Pinilla en la carrera séptima y la que recibió las balas que segaron la vida del Álvaro Gutiérrez, a quien afectuosamente llamábamos El Pollo. Por caprichos del destino, la chaqueta de Luis Mariño, apodado Mi Alma, fue perforada por varios impactos que respetaron milagrosamente su vida.

Hice mi internado en el Servicio de Semiología del profesor Jorge Bernal Tirado, cardiólogo eminente, que se viera inundado por los enfermos neurológicos que yo admitía de la consulta externa. Bernal Tirado llegaba al hospital con el texto de Semiología de los

argentinos bajo del brazo, un libro que era nuestro favorito.

Estuvimos entre los primeros egresados en recibir grados colectivos sin presentar exámenes preparatorios ni tesis, en la nueva facultad de la Ciudad Universitaria; a la ceremonia jocosamente la llamábamos El jaripeo. De allí muchos regresamos al Hospital San Juan de Dios, en donde hicimos nuestras prácticas clínicas para el internado. Los de provincia volvieron a sus lugares de origen y otros fueron a cumplir con la obligación del año de la medicatura rural.

Yo comencé la residencia en el Servicio de Neurología y Neurocirugía del edificio nuevo del Hospital San Juan de Dios, en donde practiqué mi primera intervención neuroquirúrgica, a los seis meses de haber egresado de la Facultad. Después de recibir el diploma de Doctor en Medicina y Cirugía ahora tan amarillento que parece haber sido escrito en

papiro, entré al Ejército Nacional para prestar servicio militar obligatorio en el Batallón de Ingenieros Caldas. Al cabo de dos meses, todos los soldados universitarios, médicos y odontólogos, nos ofrecimos como voluntarios para servir de oficiales de sanidad en los batallones que iban a luchar contra las guerrillas del Tolima.

El 3 de abril de 1987, al cumplir 55 años que era la edad de jubilación en la República de Colombia, renuncié a mi cargo de director del Instituto Neurológico de Colombia y viajé a Estados Unidos. Cuando tuve que prepararme para presentar los exámenes de medicina para extranjeros, conocidos por las siglas ECFMG; posteriormente, para obtener la licencia del estado

de La Florida, me encontré con cambios que afectaron inclusive la anatomía y las ciencias básicas: fue una experiencia interesante y

agotadora. Después de contestar tres mil preguntas sobre todos los temas posibles en un período de tres días, a una dosis de quinientas en la mañana y quinientas en la tarde, sentí que me salía humo por los oídos, del recalentamiento cerebral.

Afortunadamente obtuve los puntajes más altos del desafiante compromiso y pude ejercer en La Florida por un decenio, en mi consultorio particular y en el Hospital Holy Cross de la ciudad de Fort Lauderdale. En 1997, al cumplir 65 años, me jubilé con pensión del gobierno de Estados Unidos. La pensión del Seguro Social de Colombia todavía está pendiente.

La promoción egresada hace medio siglo estaba conformada por un grupo cuya nómina oficial es desconocida por las directivas de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. La lista de alumnos la hemos tomado de los dos mosaicos de 1955, pero no estamos totalmente seguros de que estén todos, pues bien

puede ser que algunos fueran fotofóbicos o abrigaran la antigua creencia oriental según la cual se pierde un poco del alma cada vez que te hacen un retrato. En esos dos documentos gráficos observamos 185 alumnos; de ellos, cinco fueron mujeres y el resto varones. Estábamos divididos por grupos alfabéticos: aun cuando nos conocíamos todos, sentíamos más afinidad por aquellos cuyos apellidos iniciaban por las iniciales próximas a las nuestras. Naturalmente, no conocíamos bien a todos los profesores, con algunas excepciones.

De toda esta cohorte y de la de muchas generaciones más, destacamos a tres personajes que consideramos inolvidables por la impresión que causaron en nuestras mentes juveniles. Fueron bien conocidos de todos, y si bien no supimos mucho de ellos, sus nombres han sido olvidados, pocos datos se conservan en archivos o bibliotecas, pero deseamos dejar constancia de su existencia.

Los bachilleres que nos presentamos a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia tuvimos que pasar por el cedazo de los exámenes psicotécnicos elaborados por la psicóloga española Mercedes Rodrigo. Los que pasamos dicha prueba nos matriculamos, ya ansiosos por nuestras primeras clases de Anatomía, el temido tamiz para limitar el número de futuros profesionales. Llegamos al bello edificio neoclásico del Parque de los Mártires, inaugurado en 1926 para nuestra primera clase en el torreón con el Dr. Cadena. Pasamos al anfiteatro y encontramos dos hileras de camillas ocupadas por cadáveres embalsamados con formol que nos harían llorar por el pungente aroma de este preservativo.

El encargado de conservar este material anatómico era un hombre alto, musculoso y encorvado, de tez morena oscura, ojos negros, profundos y poco luminosos, acentuado prognatismo y voz profunda y cavernosa: ¡era Simeón! Nunca supimos nada de este hombre

lacónico y reticente para comunicarse: una mezcla de Quasimodo y Frankenstein. Poseía una gran fortaleza física para cargar y descargar los cuerpos que había inyectado previamente con la substancia lacrimógena que

Jaime Gómez González

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nos hacía sufrir. Los colgaba con unos ganchos cefálicos en las neveras y los removía para colocarlos en las mesas de disección o en la camilla para llevarlos al torreón para la demostración del catedrático. Al cabo de los años, no hemos hallado huellas de este sujeto, pero siempre lo recordaremos como un personaje inolvidable.

Otro individuo de todos conocido y aplaudido fue el candidato permanente a la presidencia de

Colombia: era un hombre de mediana edad, mediana estatura y constitución e ideas y ambiciones megalomaníacas que no supimos comprender. Se unía a corrillos de estudiantes para entregarnos sus proyectos, para él importantísimos, que él mismo escribía, imprimía y publicaba en una imprenta, para luego distribuirlos gratuitamente a sus obsecuentes seguidores. Qué ideas maravillosas proponía el Dr. Goyeneche y qué triste que nadie tuviera cacumen suficiente para comprenderlas: una de las más osadas consistía simplemente en pavimentar el río Magdalena, la aorta colombiana. La propuesta de la mente superior del eximio pensador era extraordinaria, pero nosotros, sus súbditos, de reducida comprensión, no captábamos que el ilustre compatriota no quería regar realmente asfalto por encima del agua, como creíamos entender, sino a sus orillas, en una obra que nuestros gobiernos están en mora de atacar y que debería llevar el nombre de su autor. La canalización y

regulación de la vía fluvial (que tenemos abandonada, gracias a los sindicatos, que además acabaron con la navegación) es un proyecto de la mayor importancia que deberá realizarse en el siglo XXI. ¡Loor a la memoria del Dr. Goyeneche!, dirá la patria agradecida cuando comprenda el alcance de las proyecciones de un gran estadista cuyo nombre de pila ya olvidamos.

Teresita es la tercera persona que siempre recordaremos y de cuyas palabras dependió nuestro futuro; por muchos años ella fue secretaria de la Facultad de Medicina. Vocera de los jurados examinadores, leía las actas con las calificaciones asignadas por nuestros maestros a cada uno, después de enfrentarnos con los catedráticos en las pruebas orales del final del curso. Teresita estaba casada con el Dr. Jaime Ramírez y con la Facultad de Medicina. Era el alma de la entidad educativa, pero no supimos nunca otra cosa de ella. Su imagen ha permanecido en nuestra memoria y en la de

todos los compañeros como un ícono de la mayor importancia en nuestra vida profesional.

Pasarán los años y estas tres personalidades estarán unidas a nuestros recuerdos. ¡Ojalá hubiéramos tenido la oportunidad de conocerlos más a fondo! Aun así, no los podemos olvidar, más de medio siglo después de haberlos conocido. ¡Dios los tenga en su gloria!

El autorEnero 1 de 2005

Reminiscencias

Prueba E

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (1867-2005)

n 1826, siete años después de declarada la Independencia, El Libertador, Simón Bolívar, Presidente de la Gran Colombia, firmó una ley

para organizar tres universidades centrales en los tres departamentos que a la sazón la conformaban: Bogotá, Caracas y Quito. La

Universidad Central de Cundinamarca, en Bogotá, fue cerrada por razones políticas. En 1864, Antonio Vargas Reyes y otros médicos comenzaron la escuela privada de medicina en la capital de Colombia. Tres años después, el presidente, médico y general Santos Acosta firmó la Ley 66 para crear la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia. La escuela médica privada iniciada por Antonio Vargas Reyes y sus colegas se incorporó entonces a la Facultad de Medicina.

Mediante dicha ley, se adjudicó el Hospital San Juan de Dios a la nueva organización. La Universidad Nacional era un centro de excelencia académica para Colombia. Los estudiantes vinieron de todas las regiones de la nación y de los países vecinos. Inicialmente, predominó la influencia francesa en la

enseñanza de la medicina: en el siglo XIX, para iniciar las clases fue invitado el profesor de Anatomía de la Universidad de París, Dr. Pierre Paul Broc, y el Dr. Bernard Daste, profesor de Cirugía. Posteriormente, la mayoría de los médicos colombianos viajaron a Francia para hacer estudios de posgrado en aquella universidad. Después de la Segunda Guerra Mundial, comenzó la influencia norteamericana: los médicos empezaron a viajar a Estados Unidos para especializarse en diversos campos de la medicina.

Durante la última parte del siglo XIX, se construyó el edificio de la Facultad de Medicina, de diseño clásico, en el Parque de los Mártires de la ciudad Bogotá. En los años treinta del siglo XX se construyó la Ciudad Universitaria, y la Facultad de Medicina fue trasladada a las nuevas instalaciones, en 1949-1950. La rectoría, la biblioteca, otras facultades, las residencias estudiantiles y la capilla ocuparon sendos

edificios.

En 1955, un grupo de 185 estudiantes terminó sus cursos en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Muchos de ellos viajaron a las mejores universidades de EE.UU. para especializarse. La mayoría de nosotros volvimos a ejercer la profesión en Colombia, enseñando en

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diferentes universidades y ayudando a desarrollar las especialidades médicas; otros compañeros permanecieron en Estados Unidos en posiciones académicas o en ejercicio privado.

Ahora, después de cincuenta años de haber terminado nuestros estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, deseamos honrar a nuestros

profesores, presentando un reconocimiento a quienes fueron nuestros mentores, y recordamos a nuestros compañeros y a quienes ya no nos acompañan. Elevamos una oración para sus almas y proponemos erigir un monumento a los caídos en el sitio de la Ciudad Universitaria en donde fue asesinado Uriel Gutiérrez.

Autor Jaime Gómez González

N

Médicos ilustresMiguel María de los Santos Acosta Castillo (1827-1901)

ació en Miraflores, Boyacá, en 1827. Fueron sus padres José Joaquín Acosta y Berbeo, nieto de Juan Francisco Berbeo, comandante de los Comuneros de El Socorro, a finales del siglo XVIII. Su madre, también de Miraflores, fue Micaela Castillo Salinas. Uno de los tres médicos

que han sido presidentes de la República de Colombia los otros dos fueron José Fernández Madrid y Rafael Azuero Manchola, estudió en el Colegio de Boyacá, de Tunja, y en los del Rosario y de San Bartolomé, en Bogotá, donde hizo su secundaria. Se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía, en 1851, en el Colegio Nacional de Bogotá, ya que un año antes, en 1850, por ley de los liberales radicales, en Colombia se suprimieron las universidades y se declaró que no era necesario tener el título para ejercer ninguna profesión, exigiéndoselo solamente a los boticarios.

Se desempeñó como diputado a la Cámara Provincial de Tunja y combatió en varias guerras civiles que asolaron a Colombia en la segunda mitad del siglo XIX. Alcanzó el grado de general y de comandante en jefe de los ejércitos. Santos Acosta ejerció la medicina en Tunja durante siete años, fue catedrático de Anatomía en 1853 y vicerrector y rector del

Colegio y de la Universidad de Boyacá.

Después abandonó la medicina, en 1860, y se dedicó de lleno a la política en defensa de las ideas liberales radicales, siendo gobernador de Tunja, presidente del Estado de Boyacá, ministro de varias carteras, representante a la Asamblea, a la Cámara de Representantes y al Senado de la República. Se desempeñó también como embajador ante Estados Unidos y como designado y presidente de la República en un corto período entre 1866 y 1867, al derrocar a Tomas Cipriano de Mosquera en golpe militar. Santos Acosta era en ese entonces segundo designado a la presidencia de la República, general en jefe del Ejército y presidente del Congreso.

Santos Acosta fue fundador de la Biblioteca Nacional, del Archivo Nacional y de la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia, por ley de 1867, universidad que abre sus puertas con una Facultad de Medicina

en 1868, intentando solucionar el caos causado por la ley que siete años atrás había suprimido las universidades en Colombia, que había llenado el país de todo tipo

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de charlatanes y generado la migración de estudiantes hacia París, conocida como La capital de los cadáveres, donde reinaba la mentalidad anatomo-clínica de la medicina moderna y donde se formarían los profesores de la naciente Universidad Nacional. Santos Acosta murió a los 73 años de edad, tras serios problemas de salud causados por su encierro en el Panóptico de Bogotá. Su consigna política siempre fue: Paz y conciliación.

Abel Fernando Martínez Martín

N

Médicos ilustresAntonio Vargas Reyes (1816-1872)

ació en Charalá, Santander. Sus padres fueron Nicolás Vargas y Rosaura Reyes. Antonio fue el menor de doce hijos. Como su familia fuese partidaria de la Independencia, la reconquista española los despojó de todos sus bienes. El niño fue recibido por un tío, quien lo maltrató

y abandonó. A los doce años, aún sin saber leer, una hermana lo rescata y lo educa.En 1834, inició sus estudios médicos en la Universidad del Rosario, en Bogotá, y al terminarlos prestó sus servicios como médico militar y después como médico rural. En 1842, viaja a París para estudiar en la Sorbona. Al regresar a Bogotá, se dedica al ejercicio de la Cirugía y a la docencia. Precursor de la cirugía craneana en Colombia, fue fundador de la Escuela Privada de Medicina y de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Introdujo

la anestesia general con cloroformo en Colombia. La primera intervención la practicó en 1849, cuando resecó un tumor de seno de

tamaño de un balón.En 1856, sus alumnos publicaron las Observaciones médico quirúrgicas en las cuales se describe la

primera operación craneana poscolombina hecha por un cirujano en Colombia. Fue una fractura deprimida del cráneo que el Dr. Vargas intervino con buenos resultados alrededor de 1850. En 1864, organizó la enseñanza en una institución privada, la cual dio origen a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, fundada el 13 de enero de 1868. Además, Vargas Reyes fue ayudante de la primera trepanación realizada en Bogotá por el Dr. Nicolás Osorio el 9 de septiembre de 1865. La segunda trepanación fue hecha por el Dr. Samuel Fajardo el 27 de noviembre de 1875.

Con Plata Azuero y Vargas Vega, fueron los

autores de la ley de creación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, de la que fue su primer rector (1868-1872). Adicionalmente, Vargas Reyes fue el fundador y editor de la primera publicación periódica impresa en Colombia: La Lanceta, aparecida en 1852 y seguida por la Gaceta Médica de Colombia, en 1864, y la Gaceta Médica, en 1866. Escribió, así mismo, otros trabajos sobre la fiebre, las afecciones traumáticas, las neoplásicas y las heridas por armas de fuego.

Fue miembro honorario de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Colombia, precursora de la Academia Nacional de Medicina. En 1972, al celebrarse el primer centenario de

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su muerte, la Academia de Medicina nombró una comisión presidida por José Manuel Silva y se erigió un busto del Dr. Vargas Reyes en su pueblo natal. Se hizo una reedición de su obra y se publicó la biografía escrita por el académico Roberto de Zubiría. Solo quedó pendiente la estampilla postal conmemorativa.


P

Hospital San Juan de Dios de Santafé de Bogotá (1739)

oco después de la fundación de Santafé de Bogotá en 1538, el adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada y sus principales capitanes solicitaron al rey la construcción y dotación de un hospital. Un siglo después se construye el Hospital San Pedro, próximo a la Catedral, con

17 camas. En 1723, bajo la dirección del médico Fray Pedro Pablo de Villamor (ca. 1670-1729),

prior de los frailes de San Juan de Dios, se inicia la construcción de otro hospital que siguiera los planos del Hospital de Granada, en España. En 1739, Fray Pedro Pablo inaugura el nuevo nosocomio, inicialmente denominado de Jesús, María y José, cuyo nombre fue cambiado por el de Hospital San Juan de Dios. El padre Villamor fue el último médico del Hospital de San Pedro y el primero del nuevo hospital.

El Hospital estaba situado en la carrera 9 entre calles 11 y 12, cerca del claustro de Santa Inés y de la Facultad de Medicina. Años más tarde fue trasladado a la calle 1, al sitio denominado Molino de la Hortúa, nombre con el cual se conoce popularmente el centro hospitalario.

Se cuenta con muy pocos datos biográficos del eminente médico Fray Pedro Pablo de Villamor. Flores de Ocaris menciona a María Villamor como hija legítima de Diego de Villamor y de Ana de Villarreal, en la primera mitad del siglo XVIII. No sabemos si esa dama fue hermana de

Pedro Pablo. En una carta, el padre Dr. Juan Antonio de las Varillas, S. J., hace constar que el padre Villamor estudió Filosofía en la Universidad Javeriana de Santafé, donde obtuvo el grado de maestro. Posteriormente, ingresó en la Orden Hospitalaria que lo envió a las ciudades de Panamá y Cartagena a estudiar y practicar la medicina; terminados sus cursos, volvió a Bogotá e ingresó de nuevo en la Universidad de los jesuitas, donde cursó Teología.

El Padre Villamor escribió el libro Vida y virtudes de la venerable Madre Francisca María de el Niño Jesús, religiosa profesa en el real convento de Carmelitas Descalzas de la ciudad de Santafé, publicado en España en 1723. Al morir, Juan José Merchán lo sucedió en la dirección del hospital, y a este el médico Fray Antonio de Guzmán, quien será, junto con José Celestino Mutis, el maestro de Miguel de Isla.

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Su retrato al óleo se conservaba en una de las salas del Hospital San Juan de Dios y tiene este epígrafe: El Pe Mro Fi Pedro Pablo de Villamor, Religioso Presbítero de Ntra. Orden, Primer Fundador deste Nuebo Conbto y digno de memoria por su religioso celo y virtud. Falleció a 6 de agosto del año de 1729.

Del libro del padre Villamor pueden verse muestras en la Historia de la Literatura de Vergara y Vergara; añadimos que dicha obra contiene muy interesantes noticias sobre la historia de Bogotá y una genealogía de la familia Caicedo, muy importante desde el punto de vista histórico. Su monja biografiada perteneció a esta familia, y se llamaba Francisca María, nacida en Santafé en 1665; falleció en el convento de Las Carmelitas en junio de 1708.


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Réquiem

Por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, por el Hospital Universitario de San Juan de Diosy por la salud de los colombianos

ace solamente cincuenta años, al egresar de las aulas seculares de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, nos sentíamos orgullosos de haber estudiado en una de las pocas escuelas médicas de Colombia y la mejor de ellas, de tradición académica

secular, y de haber atendido un hospital universitario de la mayor calidad docente y de excelente servicio para los enfermos.

Los profesores enseñaban por el orgullo de pertenecer a una entidad colmada de alcurnia. Los ingresos pecuniarios de los maestros eran

ínfimos pero la satisfacción era mayúscula. Habían heredado de sus mayores la semilla de la docencia sin otra recompensa que la honra de transmitir la antorcha de los conocimientos médicos a las nuevas generaciones.

Nuestros profesores, cuyo recuerdo hoy honramos, nos enseñaron no solo las bases de nuestra carrera, sino que nos dieron el ejemplo de caballerosidad, de hidalguía, de humanismo, de buenas maneras y de urbanidad de nuestros antepasados.

Tuvimos la fortuna de empezar nuestras clases clínicas en el viejo Hospital San Juan de Dios y hacer la transición al edificio nuevo en donde recibían atención de primera calidad las personas de reducidos o nulos recursos económicos.

Buscando mejorar lo bueno, después de habernos graduado, fueron contratadas misiones extranjeras que llegaron con muy buena voluntad, aunque sin conocimiento de lo

autóctono. Recomendaron acabar con el sistema de los concursos de oposición, que habían funcionado por más de cien años, procedimiento que servía para seleccionar los mejores profesores. Decidieron hacer los nombramientos a dedo, dándoles un sueldo adecuado a la dedicación exclusiva en sus labores docentes, lo cual sirvió para perder todas las cualidades de la enseñanza y convertirla en una monstruosidad y en un modus vivendi. Los cargos de dedicación exclusiva nunca han tenido esa calidad, simplemente son una corbata que explotar para subsistir, con olvido absoluto de los valores de ciencia, cultura y civilización.

Medio siglo después, viendo las cosas con la ayuda del tiempo y la distancia, y ya con diferentes perspectivas, nos llena de dolor ver que nuestra sesquicentenaria alma máter haya sufrido el deterioro

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absoluto de las condiciones que la hicieron grande. No se imaginaban los ilustres profesores norteamericanos de la misión de reforma que en Colombia las cosas son diferentes y que sus modelos no se pueden transplantar exactamente sin perjudicar seriamente la salud. El trágico resultado fue la conversión y transformación de la docencia en burocracia, así como la pérdida de los valores humanos, de la cortesía y de las buenas maneras. La Urbanidad de Carreño fue reemplazada por conductas poco profesionales, por decir lo menos.

Para empeorar las cosas, los empresarios sin escrúpulo encontraron que era buen negocio hacer facultades de medicina para enriquecerse a costa de estudiantes mal preparados. Proliferaron esas pseudofacultades sin que se pensara en la necesidad de dotarlas de elementos o de crear bibliotecas. Los resultados han sido funestos.

Ahí no terminaron las cosas, y existe el rumor, muy extendido y bien fundado, de que hace unos años un parlamentario colombiano llegó a Estados Unidos en viaje de turismo, en la época en que Hillary Clinton presentaba su sórdido mamotreto de proyecto de socialización de la medicina, el cual no vio la luz sino en los círculos más cerrados y que, obviamente, fue rechazado en primer debate. Según las malas o buenas lenguas, dicho parlamentario tradujo este adefesio, lo llevó al Congreso y rápidamente lo convirtió en la Ley 100, para acabar con la salud de los colombianos, enriquecer a las compañías de seguros, cerrar los mejores hospitales y reducir el sistema a una situación vergonzosa, para no hablar del deterioro de las condiciones laborales del cuerpo médico. Así es como llegaron a su fin nuestro querido y viejo Hospital de la Hortúa, el magnífico Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos y el Instituto Neurológico de Colombia. Ahora, con débitos crecientes, están así mismo en las peores

circunstancias multitud de otros hospitales del país.

Las organizaciones médicas por primera vez están tratando de unirse para conseguir la modificación de esta atrocidad, con el objeto de tratar de rescatar la salud de nuestras instituciones, ya no para lucro de unos cuantos, sino como un derecho y patrimonio de todos los enfermos. Hacemos votos para que logren sus loables propósitos, y que sirva la experiencia a los señores del Congreso para no aprobar leyes fundamentales sin mayor conocimiento de causa, sino a través de estudios serios que no descuadernen el país.

Por otra parte, es mi opinión que se debería actualizar, reeditar y distribuir a todos los establecimientos universitarios una versión nueva de la Urbanidad de Carreño, para que tengan la decencia de contestar la correspondencia que reciben y piensen que es importante recordar el pasado para no cometer

errores en el futuro. Finalmente, es deseable que las bibliotecas funcionen, pues su objeto es prestar servicio a los usuarios, no ser meros depósitos de libros, sino una fuente de cultura, accesible, abierta y amistosa.

Jaime Gómez González, M. D.

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Recuerdos de mi vida

elebrar las Bodas de Oro profesionales es una ocasión propicia para rememorar los años pasados en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y recordar a nuestros profesores y compañeros de vida estudiantil, enlutada por el sacrificio de algunos

de ellos en aras de la protesta juvenil.Después de hacer el internado en el vetusto Hospital San Juan de Dios e iniciar la residencia

en

Neurocirugía en la nueva construcción, recuerdo vívidamente el primer enfermo con un hematoma extradural; su nombre permanece en mi memoria y los detalles del caso me atormentan, y hasta pudieron haberme hecho desistir de mi propósito de ser neurocirujano: no obtuve la ayuda que solicité de mis maestros y tuve que intervenirlo, con resultados fatales por falta de elementos y conocimientos.

La paja que rompió el lomo del camello fue la tesis de grado de Miguel Ángel Eljahiec, quien mostró que los resultados de la neurocirugía practicada en esa época en Bogotá por los jefes del servicio eran exactamente iguales a los alcanzados por los cirujanos muiscas antes de la llegada de Colón. Como decían los residentes de otros servicios: Los únicos enfermos que se salvan son los que están en Gracia de Dios.

Vi entonces que la rueda y el agua tibia ya estaban inventadas y resolví que no tenía por

qué hacerlo, pues había profesores en otras latitudes que me enseñarían como se debe. Por esas razones, viajé a Nueva York y aprendí mi oficio en el Colegio de Médicos y Cirujanos del Instituto Neurológico de Nueva York, adscrito a la Universidad de Columbia, y en los hospitales Bellevue y San Vicente, afiliados a la Universidad de Nueva York.

Regresé a Bogotá, pero las directivas del San Juan de Dios no quisieron honrar el contrato firmado en papel sellado con la Beneficencia de Cundinamarca antes de partir. Resolví, pues, regresar a la metrópoli neoyorquina, donde mi profesor me ofrecía el cargo de jefe de Residentes del Servicio, en el que trabajé, hasta que por razones personales tuve que regresar a Bogotá. En la capital me vinculé con el Consultorio de Especialistas, y Jorge Huertas me invitó a organizar el servicio del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos.

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Un año después, de cien niños intervenidos habíamos perdido cinco, una mortalidad del 5% en contra del 70% que mostraba la tesis de Eljahiec, que Dios lo tenga en su gloria.

Me llamó entonces Lope Carvajal Peralta a trabajar en el nuevo y flamante Hospital Militar; a pesar de mi reticencia y objeciones, acepté. En la institución permanecí cuatro años, tiempo durante el cual tuve que usar mi instrumental personal pues la partida para comprarlo había sido devuelta al Banco Mundial. De allí fui despedido por insubordinación permanente: yo trabajaba y el especialista asociado venía de vez en cuando a visitar el servicio.

En 1966, firmamos la escritura de constitución del Instituto Neurológico de Colombia y en 1973 inauguramos los servicios. Cumplimos con los objetivos de dar asistencia, docencia,

investigación y rehabilitación de las enfermedades del sistema nervioso; preparamos las primeras enfermeras para problemas neurológicos; escribimos sobre el tema, hicimos investigaciones y formamos cincuenta profesionales de Colombia y de Hispanoamérica; trajimos el primer escanógrafo a Colombia; fundamos y editamos por diez años la revista Neurología en Colombia, y fuimos reconocidos como centro de excelencia por la Organización Panamericana de la Salud.

El 3 de abril de 1987 cumplí la edad establecida por las leyes de Colombia para la jubilación, presenté renuncia de mi cargo de director general del Instituto Neurológico, en el que fui nombrado director emérito. Al día siguiente, viajé a Estados Unidos y presenté los exámenes de rigor y obtuve la licencia para ejercer en el estado de la Florida. Mis actividades como profesor asociado de Ortopedia de la Universidad de Miami me ubicaron en el Servicio de Columna Vertebral. Después de un

año, me retiré para abrir mi consultorio en la vecindad del Hospital Holy Cross, donde trabajaba Bernardo Moreno Mejía, decano de la Pontificia Universidad Javeriana, quien me nombró profesor asistente cuando empecé a trabajar en el Hospital Infantil y a enseñar a estudiantes y residentes. Por ironías del destino, Bernardo sería mi ayudante quirúrgico en las innumerables operaciones que practiqué en este magnífico centro hospitalario de Fort Lauderdale regido por las Hermanas de la Caridad.

Me retiré de nuevo en 1997, para dedicarme al cultivo de las humanidades: investigando a fondo, descubrí al precursor del método científico: un hombre nacido en 1500, Gómez Pereyra, a quien llamaban Antonio o Jorge, con los mismo apellidos de mi padre, nacido en 1900.

Constituí el comité internacional pro quinto centenario del ilustre castellano y vi reeditar su

libro en la Universidad de Santiago de Compostela, en edición facsimilar y traducción al castellano preparada por el profesor Barreiros Barreiros. Después me llamaron a colaborar con el Portal Médico de Buenos Aires, en donde escribo una página semanal sobre historia de la medicina. De ahí salió la idea de organizar el Círculo Biográfico Médico Hispanoamericano para escribir el diccionario biográfico de quienes vivieron en el segundo milenio. Otro subproducto es la pequeña

monografía que pomposamente titulé Libro de las Bodas de Oro de la Asociación de Médicos de la Universidad Nacional de Colombia 1955-2005.

En resumen, éstas han sido las actividades de mi vida profesional y mis realizaciones; queda el orgullo de haber contribuido a la salud de mis enfermos, a la formación de mis discípulos y de haber dejado huella y ejemplo a mis hijos y

nietos. En mi conciencia, siempre obré honestamente, y aún mantengo la frente bien alta. Dios perdone a todos mis enemigos.

Jaime Gómez González, MD.


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Centro de Practicantes de Chapinero

ste centro se encontraba en la calle 63A No. 9-26, enfrente de la plaza y diagonal al templo de Lourdes, en el clásico barrio bogotano de Chapinero, unos pasos al oriente de la carrera 13. Había otro centro de practicantes en la calle 24, conformado también por alumnos de

la Universidad Nacional, y otro más en la calle 39A, dirigido por los javerianos. Nuestro centro de Chapinero fue fundado en 1949 por alumnos

de los dos últimos años de medicina, para ofrecer servicios y adquirir práctica en la aplicación de infusiones intravenosas, popularmente llamadas sueros, y hacer suturas de heridas menores, procedimientos que no se enseñaban en la Facultad de Medicina. Alfonso Matallana fue uno de los fundadores y, si la memoria no me falla, Rafael Espinel y el hermano de Hugo Castro.

La organización era muy simple: había ocho acciones de un valor nominal que iban pasando de promoción en promoción. Algunas estaban divididas en dos. Los accionistas elegían presidente, secretario y tesorero para períodos determinados. El Centro de Practicantes de Chapinero (CPCH) prestaba servicios diurnos y nocturnos con un estudiante durante el día y dos por la noche. Los enfermos venían o los practicantes iban a los domicilios para una aplicación o para hacer turnos y cuidar a los remitidos por médicos de la localidad. Todas las actividades quedaban registradas en el libro

diario. Mensualmente, se repartían los dividendos, que para los escasos ingresos eran una importante contribución a nuestra economía.

Eran socios del CPCH durante nuestra época los siguientes estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional: Gustavo Briceño+, Gustavo Camargo, Jorge Castellanos Robayo, Jorge París de la Cruz, Jaime Gómez-González, Bernardo Huertas Vega+, Rodolfo Navas y Guillermo Ordóñez.

Uno de los médicos que nos llamaba con cierta frecuencia era el Dr. Fernando Valencia Céspedes; cardiólogo eminente y mal hablado, uno de los fundadores del Consultorio de Especialistas y de la Clínica Shaio. El Dr. Valencia, a quien apodaban El Chato por su prominente apéndice nasal, era muy parecido a Peruca, un jugador famoso del fútbol argentino que vino a Bogotá en la época

de El Dorado a jugar con el Deportivo Santafé, y ese era otro de los sobrenombres de nuestro ilustre amigo.

El Chato nos llamaba para hacer turnos a sus enfermos con infartos agudos de miocardio en la residencia del paciente. Tomábamos la presión arterial y vigilábamos con regularidad la frecuencia cardiaca para administrar las drogas que formulaba este excelente especialista. Seguramente lo hacíamos muy bien, pues los enfermos se recuperaban y El chato nos seguía llamando.


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Nuestra Historia Patria

a Medicina y la Cirugía existen en el territorio

de la actual República de Colombia por lo menos desde el siglo IV de nuestra era. Así lo establecen las pruebas de carbono 14 realizadas en la Universidad de Gissen, Alemania, en muestras de uno de tres cráneos trepanados por

desconocidos cirujanos aborígenes, encontrados en la meseta andina de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá.

La investigación realizada en colaboración con Gonzalo Correal Urrego, director del Instituto Colombiano de Antropología a fines del decenio del setenta, nos permitió descubrir tres cráneos trepanados por chamanes muiscas. Los especímenes fueron exhibidos durante algún tiempo en el Museo Nacional. Hoy deben reposar en algún depósito, pero su sitio de honor como uno de los mayores tesoros del país debería estar en el Museo del Oro de Bogotá.

Los chamanes o proveedores de salud de la época, en la jerga actual, no sólo eran expertos en Cirugía, también conocían y utilizaban

cientos de plantas medicinales como la coca, el yagé, el árbol del borrachero y muchas otras que no es del caso reseñar en este sitio.

Cristóbal Colón trajo en su primer viaje en cada carabela un barbero cirujano, como estaba dispuesto por los Reyes Católicos. En la Santa María vino el Maestre Juan Sánchez; en la Niña, el Maestre Alonso de Moguer, y en la Pinta, el Maestre Diego. En el segundo viaje del Almirante de la Mar Océana, vino al Nuevo Mundo el doctor Don Diego Álvarez Chanca, cuya famosa carta al Cabildo de Sevilla contiene la primera descripción naturalista de hallazgos novedosos.

Con Gonzalo Jiménez de Quesada arribó el primer médico empírico al interior del Nuevo Reino de Granada; se trata de Antonio Díaz Cardoso, uno de los fundadores de la ciudad de Bogotá (1538), de quien Juan de Castellanos refiere: el Capitán Juan Cardoso, lusitano, le curó las heridas que traía.

En el siglo XVI, vinieron a Cartagena de Indias y se radicaron en esta bella ciudad del Reino de la Tierra Firme un cirujano y un médico, excelsos personajes que escribieron los dos primeros libros que se conocen sobre el tema en estas tierras. Juan Méndez Nieto publicó en 1607 los Discursos medicinales y Pedro López de León la Práctica y teoría de los apostemas, editado en 1627. Por su parte, el licenciado Álvaro de Auñón y Cañizares fue el primer médico titulado Universidad de Alcalá de Henares en llegar a Bogotá a fines del siglo XVI.

Muy interesantes y bastante desconocidos son los protomédicos de Cartagena y muy especialmente la primer mujer protomédica de América: Doña Juana Bartola de Mier, residente de

Mompox, nombrada en ese cargo por el Virrey Sebastián de Eslava, que vivió en Cartagena

cuando el muy ilustre héroe Don Blas de Leso defendió con éxito la ciudad contra las arremetidas del Almirante Vernon. Doña Juana Bartola tenía grandes dotes de observación, según refirió José Celestino Mutis, a quien describió muy acertadamente la enfermedad de los siete días del recién nacido, que ahora conocemos como tétano.

Poco se sabe de Rodrigo Enríquez, protomédico del reino; apenas, que dictó las primeras conferencias de medicina en Santafé a fines del siglo del XVII y fue sucedido por José Vicente Román Cancino, quien dio la primera cátedra de medicina y graduó al primer médico neogranadino, Juan Bautista Vargas, nacido en Málaga, Santander, maestro, a su vez, en el Colegio del Rosario por un corto tiempo.

Vino en esa época José Celestino Mutis, director de la Expedición Botánica, y con él se reinició la enseñanza de la medicina, en la Universidad del Rosario, a cargo del Padre Miguel Isla,

nacido en Bogotá (1761-1807) y, posteriormente, de su discípulo bugueño, Vicente Gil y Tejada (1776- 1814). De la Universidad Central, creada por Bolívar en Bogotá, Caracas y Quito, sólo siguen funcionando las dos últimas sedes, pues la de Cundinamarca fue cerrada por los gobiernos fede- ralistas radicales con el argumento de que las universidades eran monopolios de enseñanza y de trabajo que atentaban contra la libertad individual.

La enseñanza prosiguió gracias a la incitativa de los patriarcas Antonio Vargas Reyes, el médico más ilustre que produjo el país en el siglo XIX, nacido en Charalá, Santander, y su primo y coterráneo Antonio Vargas Vega. Ambos establecieron la Escuela Privada de Medicina. Estos, junto con Manuel Plata Azuero, otro médico santandereano, nacido en Oiba, fueron los autores de la ley por la cual se creó en 1867 la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. La ley fue sancionada por el

Presidente de los Estados Unidos de Colombia, Médico y General Santos Acosta, nacido en Miraflores, departamento de Boyacá.

Por medio de una ley de la República de Colombia, en 1935 se establecieron los departamentos de Biomedicina, con Anatomía, Patología y Bacteriología; de Farmacia, Terapéutica y Medicina Legal; de Cirugía, con Radiodiagnóstico, y de Medicina Tropical, con Parasitología e Higiene.

En 1956, por incitativa de la Sociedad de Pediatría, se creó el Departamento de Medicina Infantil. Dos años antes, una misión de Estados Unidos visitó las seis facultades de medicina que existían en Colombia. Encontraron en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional siete profesores honorarios, 64 titulares, cinco agregados y seis encargados de cátedra. Ser profesor era la distinción profesional más alta y el salario que se ofrecía era nominal. Los visitantes recomendaron

cambios y el establecimiento de docentes de tiempo completo, que se realizaría más tarde.


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Nuestra geografía de nuestra Medicina

uando reflexionamos sobre las enfermedades que afectan a Colombia, de inmediato se nos vienen a la mente las causas de mortalidad infantil y la posible etiología de la violencia. El primer problema, que da espanto, es que el país ocupa el lugar 104 entre las naciones del

mundo, con una de las tasas de mortalidad infantil más altas del globo: afectó a 23,2 por cada 1.000 menores de cinco años en 2003, mientras la tasa en Estados Unidos era de 6 por cada 1.000 niños.

Las razones son ampliamente conocidas y se relacionan con las diarreas y las infecciones pulmonares agudas que siegan la vida de millares de infantes colombianos cada año. Causa de la primera es la falta de acueductos, agua potable y tratamiento de excretas, todas previsibles. Lo que no sabemos es si los políticos y los ministros de salud y de obras públicas se han ocupado alguna vez de este problema o si lo consideran cínicamente como una solución al elevado crecimiento demográfico.

Un segundo problema igualmente ignorado por los dirigentes, por la sociedad y por el mismo cuerpo médico es el siguiente: en los años setenta, el director del Instituto Neurológico de Colombia solicitó al Instituto Nacional de Salud la colaboración para realizar el primer estudio epidemiológico para establecer la prevalencia de la epilepsia en Bogotá. La propuesta fue recibida con entusiasmo por el grupo de expertos de dicho organismo y se pasó a diseñar

la metodología del procedimiento y a probarlo en una pequeña población de Cundinamarca. Una vez hechos los ajustes necesarios y obtenida la financiación, con subsidio de la Secretaría de Salud de Bogotá, se contrataron y entrenaron estudiantes de medicina de los dos últimos años, y se procedió a hacer las encuestas con supervisores graduados.

Los casos sospechosos de epilepsia fueron remitidos para examen neurológico y electroence- falograma al Instituto Neurológico, con lo cual se confirmaron o descartaron los diagnósticos. Una vez en posesión de los datos, se hizo el análisis estadístico y de resultados. La reacción de la comunidad médica nacional e internacional fue de escepticismo completo, pues las cifras publicadas fueron en ese momento las más altas del mundo: la prevalencia de epilepsia en Bogotá, el día 31 de diciembre de 1974, fue de 19,5 por 1.000 habitantes. La primera presentación hecha en el

Congreso Panamericano de Neurología reunido en México solo despertó sonrisas de incredulidad entre los expertos.

Pasaron ocho o diez años y el grupo de la Universidad del Valle dirigido por el Dr. Arcesio Zúñiga, eminente neurocirujano de Cali, y el Dr. Gustavo Pradilla, profesor de Neurología de la Universidad de Santander y más tarde decano de la Facultad de Medicina realizó estudios en estos dos departamentos, los cuales confirmaron las cifras de la primera encuesta realizada en Bogotá.

Posteriormente, el grupo del Instituto Neurológico de Antioquia encontró una elevada incidencia de resultados inmunoseropositivos para cisticercos en sus pacientes de epilepsia. Cisticercos se deriva de las raíces griegas que corresponden a una bolsa con cola. Paracelso, en el siglo XVII, la relacionó con la presencia de epilepsia. Según el historiador Humberto

Rosselli, el primer caso de cisticercosis fue informado en Colombia por el Dr. Ignacio Barberi, fundador del Hospital de la Misericordia. En realidad, fue Cristóbal Caycedo quien se refirió por primera vez a la cisticercosis (conocida popularmente con el término de ladrería) en su tesis titulada: Ladrería en el hombre, Bogotá, La Luz, 1889.

La cisticercosis vino con los cerdos traídos a América por los conquistadores. La ingestión de estas larvas en carnes mal cocidas da origen a la tenia solium, que se aloja en el intestino y elimina huevos con las excretas. Cuando las condiciones higiénicas son deficientes, los huevos en aguas o alimentos son ingeridos por los cerdos o por el hombre, pasan al torrente circulatorio y tienen predilección especial por el cerebro: al alojarse en la corteza, la irritan y causan convulsiones. Si se introducen en los ventrículos, causan hidrocefalia e hipertensión endocraneana.

La causa es, pues, la falta de disposiciones higiénicas que impidan la convivencia de humanos y porcinos, y la carencia de alcantarillado y de tratamiento de aguas negras para eliminar residuos patógenos. El profesor mexicano Clemente Robles, primero en proponer el uso de los cestocidas, decía con mucho humor negro que todos los habitantes de Latinoamérica son coprófagos, pues es la forma de adquirir la enfermedad.

Ahora bien, falta investigar todavía en profundidad la causa de los trastornos de la conducta, que se podría encontrar entre la elevada prevalencia de epilepsia y la alta tasa de infecciones por cisticercos, y relacionar estos hallazgos con el tercer problema que consume a los colombianos: la violencia.

Dejamos estas inquietudes a la consideración de las nuevas generaciones, con la esperanza de dilucidar estas materias y encontrar los medios de prevenir estos flagelos, ya sea con medidas

sanitarias semejantes a las establecidas en Estados Unidos y Europa, con la aplicación de vacunas porcinas contra el cisticerco o, finalmente, tratando a los enfermos con cestocidas, como hicimos en Colombia este humilde servidor y, en Brasil, el profesor Spina Franca, siguiendo el ejemplo de Clemente Robles, de México.


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Después de escrito lo anterior, el Dr. Juan Olivella tuvo la gentileza remitirme el libro de Pedraza Vargas José, Montenegro Iglesias Emilet, Armando Lacera Rúa: Registro de anormalidad congénitas en las áreas de influencia de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, editado por Gráfica Lourdes, Banrranquilla (1998). Esta publicación pasó un poco desapercibida a pesar de tratarse de un

problema de la mayor importancia para el país, pues los autores de la investigación, eminentes pediatras de Santa Marta, encontraron las tases de malformaciones congénitas más altas de América.

Profesores de la Universidad del Valle publicaron sus estudios en los cuales se establece que la primera causa de mortalidad infantil en Colombia ya no son las diarreas ni las infecciones pulmonares, como era de esperar, sino las malformaciones congénitas.

Los autores samarios atribuyen la causa de esa verdadera epidemia a las fumigaciones con herbicidas de los cultivos ilícitos, pero no pudieron hacer las pruebas necesarias para confirmar o negar esta hipótesis.

Después de meditar sobre el grave problema de salud pública que presenta la cifra de 600/ 100.000 defectos del tubo neural, la más alta del hemisferio, diez veces mayor que la tasa de Bogotá y treinta veces mayor que la de Estados

Unidos. Por lo anterior, se impone la realización de una investigación epidemiológica para establecer si, efectivamente, la epidemia tiene una causa tóxica o es debida a deficiencias de ácido fólico.

Con la colaboración del Dr. Antonio Dubravcic, eminente médico boliviano, especialista en nefrología, antiguo médico residente del Hospital Militar Central de Bogotá, cramos una página electrónica www.spinabifida.8m.net, en la cual se hace la explicación del tema y se dan las referencias.

Esperamos que las autoridades académicas y las organizaciones gubernamentales y cívicas patrocinen la realización de la epidemiología con pruebas de laboratorio para establecer el daño del DNA y los niveles de ácido fólico en la parturientas.


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El método científico

a investigación relaciona el binomio causa-efecto. Para obtener resultados, es preciso seguir unas pautas y depender de ciertas pruebas para solucionar los interrogantes. En el diagnós- tico diario, los médicos aplican sus conocimientos, su experiencia, su intuición y muy fre-

cuentemente la lógica para deducir los elementos etiológicos que ocasionan alguna enfermedad. Durante muchos años enseñé a mis discípulos el método dialéctico, que aprendí de mi maestro Morris B. Bender, profesor de Neurología de la Universidad de Nueva York, quien a su vez lo recibió de sus ancestros y se ha transmitido de generación en generación desde las épocas griegas,

un legado filosófico de Sócrates.El método dialéctico enseña preguntando y va

hasta el origen mismo de las cosas. Después de

introducir la información, como a través de un embudo, logramos conseguir el diagnóstico sintomático, sindromático, anatómico, y proseguir hasta encasillar todas las enfermedades en diez grupos etiológicos.

Naturalmente, debe complementarse con el método científico, que llega al fondo del problema usando la experimentación y se usa cotidianamente en los laboratorios del mundo entero para tratar de resolver incógnitas. Casi todos los científicos creen que este método fue la creación de Rene Descartes en el siglo XVII. Muy pocos eruditos o humanistas saben que un médico español, posiblemente el filósofo más importante de la hispanidad, llamado Gómez Pereyra (1500- ca.1568), publicó dos libros a mediados del siglo XVI en los cuales sienta las bases del método científico.

La aplicación de estas bases eleva el arte de la medicina al terreno científico. Después de

obtener la historia clínica y acopiar información completa, formulamos una hipótesis diagnóstica, la cual debe confirmarse con procedimientos que requieren la investigación de los humores, las actividades eléctricas del órgano afectado, las imágenes computarizadas de las alteraciones anatómicas, adquiridas por medio de los rayos X, o la resonancia magnética.

Rene Descartes escribió el Discurso del método en 1637; en él fundó su filosofía en la famosa proposición Pienso, luego existo (Cogito, ergo sum). Gómez Pereyra había escrito un siglo antes: Nosco me aliquid noscere, quicquid noscit est, ergo ego sum, en su obra Antoniana Margarita [1554], 3 ed.,

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2000, p. 177. Este ilustre personaje nació en 1500, en Medina del Campo, una villa castellana llena de historia. Estudió Filosofía y Medicina en la Universidad de Salamanca, recibió su grado de bachiller y licenciado y ejerció en su pueblo natal; su fama trascendió por toda España y fue llamado en consulta para atender al mismísimo hijo de Felipe II. Escribió dos libros: el citado Antoniana Margarita y Nueva y verdadera medicina. Había muy pocas copias de su obra hasta fines del siglo XX, cuando José Luis Barreiro Barreiro, de la Universidad de Santiago de Compostela, tradujo del latín al castellano y publicó la edición facsimilar de las mismas para celebrar el V centenario del nacimiento del ilustre pensador. La Universidad Complutense de Madrid, con el programa Dioscórides, ha comenzado el siglo XXI con la publicación electrónica de las dos obras escritas en latín.

Gómez Pereyra fue un verdadero hombre del Renacimiento: ejerció la medicina, fue un hom-

bre de ciencia, escribió libros, en donde se revela como el más importante filósofo de la hispanidad. Fue psicólogo y etólogo: propuso por primera vez la teoría hoy lugar común de nuestro conocimiento según la cual los animales son seres irracionales. Además, fungió de abogado cuando fue necesario, inventó un molino de agua, experimentó con un modelo y obtuvo una patente real.

Entre las citas de Gómez Pereyra, vale resaltar las siguientes: A ningún autor se le ha de dar fe, si no prueba lo que afirma, Nada debe aceptarse en la ciencia sin la confirmación experimental de los hechos, El único criterio en cuestiones psicológicas es la experiencia interna.

Muy conocido en España y en Europa, poco después de la aparición del Discurso del método, el médico danés Olaf Borrichius escribió a Bartholin, en 1740, comentando la similitud de sus tesis con las de los escritos del médico español. Es de lamentar, sin embargo,

que sean verdaderamente escasas las publicaciones sobre Gómez Pereyra en Hispanoamérica y que haya menos de una docena en la literatura inglesa.

De sus comentaristas citamos los siguientes: Chinchilla: Gómez Pereyra es uno de los médicos que más honor y gloria ha dado a España; Guardia (1889): El más ilustre de cuantos españoles hayan podido merecer el título de filósofos; Llavona y Bandrés (1996): Gómez Pereyra tiene reservado un lugar en la historia de la psicología española, por la introducción de la teoría de la conducta animal.

La estatua de este sabio español, precursor del método científico, debería estar al lado de las de Cerveto, de Balmis, de Ramón y Cajal, de Ochoa, de Miguel Cerveto, por haber descubierto la circulación pulmonar; de Francisco Javier Balmis Berenguer, portador de la vacuna alrededor del mundo hace doscientos años; de Ramón y Cajal, premio Nobel (1900),

por sus descubrimientos sobre la estructura del sistema nervioso y el papel de las neuronas; de Severo Ochoa, premio Nobel (1958), por ser descubridor de las enzimas para la producción del DNA.

C

Fundación Instituto Neurológico de Colombia

omo se anotó más arriba, el Instituto Neurológico de Colombia cerró sus puertas en 1996. Para resaltar la magnitud de la pérdida, a continuación se transcribe completa la reseña escrita en 1984 por Jaime Gómez-González, director y fundador, para la Enciclopedia

Grolier de México y reproducida en la revista Neurología colombiana, Bogotá, 1984, 8:130-132. El Instituto Neurológico de Colombia es uno de los centros colaboradores de la Organización Mundial de la Salud en Latinoamérica, distinción que comparte con el Instituto Nacional de Neurología de México.

Sus propósitos son similares para la atención médica especializada, la

enseñanza y la investigación de las enfermedades del sistema nerviosoLa Fundación Instituto Neurológico de Colombia (FINC) fue constituida el 16 de agosto de

1966 por un grupo de distinguidas personalidades encabezadas por el ex presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, y su esposa Berta Puga de Lleras, quienes acogieron con gran entusiasmo la idea del Dr. Jaime Gómez-González de crear un instituto neurológico semejante al fundado en Chile por Alfonso Asenjo y en México por Manuel Velasco Suárez. Estos centros de excelencia ofrecen servicios especializados de la más alta calidad científica y contribuyen al progreso científico de la región. Su personal, altamente calificado, representa los mejores especialistas de un país y sirve de escuela para la formación

de nuevas promociones.

A diferencia de los institutos neurológicos de Chile y México, que son organismos estatales, el de Colombia fue concebido como una entidad privada, la cual se realizó gracias a las donaciones generosas de la comunidad, que se percató de la necesidad de la obra para el cuidado de los enfermos con afecciones del cerebro, de la médula espinal y de los nervios de todo el cuerpo.

El Instituto Neurológico de Colombia es una fundación privada, sin ánimo de lucro, vinculada al Sistema Nacional de Salud, afiliada a la Universidad Javeriana y a las Facultades de Medicina de las Universidades de Cartagena (Colombia), Costa Rica y Central del Ecuador.

La Fundación Instituto Neurológico de Colombia está situada dentro del Centro Médico de la Universidad Javeriana, en Bogotá, y brinda servicios hospitalarios y atención ambulatoria a enfermos provenientes de toda Colombia y de

los países vecinos.

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Asistencia especializada Los Departamentos Clínicos de Neurología, Neurología Infantil, Neurocirugía, Neuropsiquiatría y Rehabilitación tienen el apoyo de todos los departamentos de Diagnóstico por Imagenología, con su primer Escanógrafo (Computerized Tomography) adquirido en 1976, y de Neurofisiología, Neurofarmacología, Neuroanestesiología, Neuropatología, Microcopia Electrónica, Enfermería Neurológica, Ingeniería Biomédica y Neurología Experimental. El Departamento de Neurología atiende enfermos en consulta ambulatoria y hospitalización. Está integrado por docentes con subespecialidades dedicadas a

las enfermedades cerebro-vasculares, la epilepsia, las afecciones infecciosas y las alteraciones toxometabólicas.

Una sección de Neuropsicología colabora con su homóloga de la Unidad Autónoma de México en proyectos de investigación y publicaciones como el reciente libro El hemisferio derecho, de Ardila y Ostrowski.

El servicio de Neurología Infantil, con la sección de Genética, estudia exhaustivamente los niños con enfermedades neurológicas congénitas o adquiridas y prescribe los tratamientos más aconsejables; el Departamento de Cirugía Neurológica tiene secciones especializadas para tumores cerebrales, aneurismas intracraneanos, afecciones de las vértebras y nervios, neurocirugía infantil y dolor. Los servicios de Neurooftalmología y Neurootología colaboran en la asistencia, docencia e investigación. Se dispone de cuatro quirófanos, tres asépticos, en donde se realizan

más de medio millar de intervenciones de alta cirugía todos los años; muchas de ellas con el láser. Las enfermeras colaboran en el quirófano en la instrumentación.

El Departamento de Neuroimagenología adquirió el primer escanógrafo en 1976; inauguró la angiografía digital en 1984 y planea la instalación del equipo de resonancia nuclear magnética. En este departamento se ofrece enseñanza a neurólogos y radiólogos que desean especializarse en este campo. El Departamento de Neuropatología y Microscopia Electrónica cuenta con los elementos para el diagnóstico histológico de los tejidos. Ha recibido asistencia técnica del Japón y de Francia para el desarrollo de los procedimientos más recientes de Neurohistoquímica. Se ha propuesto la creación de un programa de posgrado para formar neuropatólogos para las facultades de medicina de Colombia y de los países vecinos, y se está esperando la aprobación de esta iniciativa.

El Departamento de Neurofarmacología se encarga principalmente de los exámenes para detectar niveles sanguíneos de drogas anticonvulsivas, un estudio de la mayor importancia para controlar el tratamiento en forma cuantitativa de las personas con epilepsia. Con el laboratorio clínico, se han desarrollado métodos inmunológicos para el diagnóstico de la cisticercosis.

El Departamento de Neurología Experimental cuenta con laboratorios de investigación y

enseñanza para las modernas técnicas de microneurocirugía con láser, en donde especialistas latinoamericanos reciben cursos para transferir estas nuevas tecnologías. Uno de los departamentos más notables es el de Enfermería Neurológica. Las primeras enfermeras fueron especializadas en el Instituto Neurológico de Montreal y prestan sus eficientes servicios con gran calor humano y

profesionalismo. El núcleo inicial ha formado un gran número de enfermeras especializadas para esta región, ha publicado el texto Enfermería neurológica, médica y quirúrgica y ha filmado videocintas sobre los cuidados especiales para estos enfermos, cuya atención requiere los más altos niveles de cuidado.

Docencia Desde el comienzo de sus actividades, la FINC ha entrenado especialistas en Neurología Médica y Quirúrgica con programas patrocinados por la Pontificia Universidad Javeriana. Se han especializado médicos de diferentes regiones de Colombia y de muchos países Iberoamericanos. Como parte de las actividades de educación continuada, se realizan con frecuencia cursos y seminarios con profesores nacionales y extranjeros sobre diferentes temas de las ciencias neurológicas. La producción de cintas audiovisuales para enseñanza de médicos, estudiantes y enfermeras

ha sido ampliamente difundida por la Organización Panamericana de la Salud. El Instituto Neurológico ha promovido la educación de enfermeras especializadas y ha solicitado la aprobación de programas de posgrado en este campo, en Neuropsicología y en Neuropatología, para adiestrar docentes de las facultades de medicina del país.

Desde hace ocho años se edita la revista Neurología en Colombia, distribuida en Iberoamérica por la Agencia de Promoción de Exportaciones (Proexpo), en donde se publican artículos científicos en inglés y español. La revista está reseñada en el Índice Médico Latinoamericano y es una de las pocas publicaciones especializadas en español sobre temas relacionados con el sistema nervioso.

En el área de investigación, nos hemos preocupado por buscar nuevos métodos de tratamiento para los tumores cerebrales primarios de naturaleza maligna por medio del

tamizaje de diversas formas terapéuticas en el modelo murino de tumor cerebral, producido en ratas lactantes con la inyección intracerebral de virus.

En colaboración con el Departamento de Ingeniería Biomédica se hicieron las investigaciones básicas para el registro percutáneo de la presión intracraneana por medio de la Fundación Corona de Colombia.

Las investigaciones clínicas realizadas para el tratamiento de la neurocisticercosis, una enfermedad prevalente en los países subdesarrollados, permitió la curación de un gran número de personas con esta enfermedad, gracias a los trabajos iniciales de Robles y Echavarría en México.


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En nuestro país, la mortalidad que causa esta afección, según trabajos del Hospital de la Universi- dad Nacional de Colombia, en 1971 era del 80%. Sin embargo, el tratamiento con una droga veterinaria logró eliminar la mortalidad en forma semejante a lo ocurrido en México y en otros países Iberoamericanos. Actualmente, la misma sustancia para uso humano continúa demostran- do las bondades terapéuticas del producto. Otras investigaciones clínicas permitieron comenzar el tratamiento de las hernias de discos intervertebrales mediante la inyección de enzimas que disuel- ven el cartílago y evitan una operación.

La Fundación Instituto Neurológico de Colombia se inició con una donación del equivalente de cien dólares de un paciente agradecido. Hoy en día, el edificio de ocho plantas, con once mil metros cuadrados construidos, y la dotación, en la cual se incluyen

dos escanógrafos, se estima que tiene activos equivalentes a treinta millones de dólares. Los terrenos de la Universidad Javeriana fueron cedidos en comodato de 99 años. Los estudios arquitectónicos, realizados gratuitamente, y la construcción se hicieron a precios de costo en un lapso de 20 meses. Toda la industria, la banca y los particulares contribuyeron a la realización de una obra que parecía utópica, pues construir un Instituto Neurológico sin dinero hubiera sido una obra de titanes. La atención de niños y adultos de escasos recursos económicos ha descendido a un poco menos de una quinta parte de los egresos hospitalarios, pues la fundación no dispone de rentas propias, ni de auxilios del Estado. Por estas circunstancias y para continuar renovando, actualizando las instalaciones y prestando servicios sociales, es necesario recurrir permanente a benefactores, para conseguir ayudas, legados o donaciones con el propósito de mantener el espíritu para el cual fue creado

por sus fundadores.

Basados en las investigaciones neuroepidemiológicas realizadas en la FINC, se han hecho proyectos para la construcción del Centro de Epilepsia, pues esta afección tiene un alto índice de prevalencia en Iberoamérica, como lo han confirmado estudios en varios países.

La Fundación Instituto Neurológico de Colombia es una institución pujante, a la altura de otros centros internacionales. En su construcción intervinieron las más importantes compañías colombianas y su dotación se renueva constantemente para mantenerse al día con los adelantos más importantes de la ciencia y la tecnología. La promoción del proyecto mereció el premio de Rotary Internacional, por la realización más importante del Rotarismo Colombiano en 1974. Su trayectoria y realizaciones han traspasado las fronteras y se considera con orgullo como uno de los grandes

centros especializados de Norte y Suramérica.

El acta de constitución del 16 de agosto de 1966 lleva las firmas de los fundadores: Alberto Lleras Camargo, ex presidente de la República de Colombia; Berta Puga de Lleras, Luis Buenahora, Abel Cruz Santos, José Vicente Dávila Tello, Mario Galán Gómez, Jaime Gómez-González, Darío Hernández Bautista y Emilio Urrea.

L

Perspectivas en el cuidado de la salud. Aspectos de tecnología reciente

a aplicación de computadoras a dispositivos médicos es uno de los mayores logros para mejorar y crear sistemas y dispositivos seguros y efectivos en el cuidado de la salud. El advenimiento de nuevas medicinas y otras disciplinas basadas en biotecnología, los materiales biocompatibles,

junto con la telemedicina y los robots, han hecho posible mejorar el tratamiento, la interpretación local o intercontinental de medidas fisiopatológicas y la práctica instrumental de procedimientos quirúrgicos. Las aplicaciones médicas de nanotecnología prometen soluciones a problemas biológicos de gran complejidad. Los sistemas actuales de diagnóstico por el laboratorio clínico y de visualización electromagnética sobrepasan las fronteras de hace unos años y crean la necesidad de nuevas especialidades profesionales. Este es un proceso evolutivo que exige nuevas disciplinas profesionales e impone constantes responsabilidades técnicas y administrativas al personal médico.

En cuanto a los aspectos profesionales y económicos, la regulación legal, un público mejor informado y los altos costos de la aplicación de la nueva tecnología imponen la creación de sistemas económicos y administrativos que impacten directamente en la

práctica médica en una forma que no era sospechada hace unos años. Algunas administradoras de salud en muchos casos dictan el tiempo y los recursos que el médico puede usar, sin dar mayor atención a la condición del paciente, y por personal ajeno al cuidado de la salud. El alto costo de los seguros de práctica médica, los juicios triviales y los honorarios de los abogados litigantes, que siempre ganan, aun cuando el médico es absuelto, y la compensación, la mayoría de las veces sin límites razonables, para las víctimas, han forzado a muchos médicos competentes y motivados a salir fuera de la práctica profesional. El número de estudiantes que aplican a escuelas de medicina ha disminuido en los últimos años (6%-8%) y también se anticipa un aumento en la escasez del personal paramédico. Los errores fatales hospitalarios han aumentado. Indudablemente, el cuidado de la salud en Esta- dos Unidos está en crisis y la profesión médica recibe maltrato, al mismo

tiempo que sus responsabilidades aumentan.

Hipólito Niño

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Algunos comentarios a la cátedra de fisiología

n cuanto al dibujo médico: soy pintor aficionado (uso óleo y pastel), me ha tocado dibujar bastante en terreno médico desde mis tiempos de estudiante, recibí enseñanzas en el curso del maestro Miguel Díaz, en la Universidad Nacional de Colombia, en 1940 (oficialmente

parte del currículum) y cooperé con Santiago Rengifo para introducir en Universidad del Valle su contraparte, buscando menos pretensión artística y más efectividad como medio de comunicación y de síntesis.

El tema Física Médica también me es familiar.

Recibí en la Universidad Nacional (dentro de la carrera médica) el curso que dictaba J. M. Barriga Villalba, fui preparador del curso y he mirado la Fisiología como la disciplina que estudia las funciones de los seres vivos con ideas y métodos de física y fisico-química. Durante varios años tuve a mi cargo en Cali el curso Introducción a Biofísica y Bioquímica, con el que reemplacé la Física Médica tradicional.

Acerca de Patología, cuando nació la Facultad del Valle, la de Antioquia tenía fama de ser fuerte desde años atrás en Anatomía Patológica y nuestra Escuela recibió al comienzo orientación en este campo por parte de Alfredo Correa Henao, profesor de Patología en dicha Universidad; el Valle dio especial importancia a esta disciplina. El primer profesor fue Carlos Restrepo, a quien se asoció luego Pelayo Correa, ambos discípulos de Correa Henao.

Sobre Química Médica: Universidad del Valle

tuvo cuando menos por dos años, acaso por tres, un curso con este nombre, dictado por el Dr. Alberto Hartmann, profesor de Física y Química en educación secundaria, colaborador muy activo en los comienzos de nuestra Facultad y que fue (no sé si luego o desde antes de nacer ella) decano de Ingeniería Química. La parte de Química Fisiológica (aspectos químicos de las funciones del ser vivo) se cubría dentro del curso de Fisiología. Entre los primeros candidatos para el profesorado, que Gabriel Velásquez presentó tempranamente a la Fundación Kellogg, figuró Edgard Iragorri, laboratorista que recibió entrenamiento para docencia de Bioquímica como tal. Leonardo Sinisterra, quien fue durante los primeros años de la Facultad mi colaborador en Fisiología, se interesó por el aspecto bioquímico, obtuvo un Ph D. en Nutrición de Harvard y a su retorno creó un curso con este último nombre. En el intervalo, y gracias a la

ayuda de John M. Weir, de la Fundación Rockefeller, vino a Colombia Antonio Colás, quien trajo como químico asociado a Vicente Piazuelo, quien después de unos años sucedió a Colás. Para entonces, Álvaro Alegría había completado estudios de Medicina y obtenido luego un Ph D. de Harvard, en Bioquímica, en la que actuó como profesor, primero en Medicina, luego en Biología de la Universidad del Valle y actualmente en la Universidad Tecnológica de Pereira.

No aparece en la lista Biología, que no era curso oficial en las facultades de medicina de Colombia cuando nació la Universidad del Valle y fue implantada por Santiago Rengifo, para quien los médicos sin Biología son apenas curanderos. Santiago fue el primer profesor, pero se las arregló para forzarnos a varios a colaborar: a mí, porque creía que sabía de eso; a Gabriel Velásquez, para biologicarlo un poco, a la vez que descirujanizarlo.

La Parasitología no se separa en su lista de contenidos y para nosotros fue algo sobresaliente, porque significó contar con Santiago Rengifo durante buen número de años, como profesor de Parasitología y cogestor del programa inicial de la Facultad y luego como creador y jefe, primero del Departamento de Medicina Preventiva y luego de la Escuela de Salud Pública. Por su vieja amistad con Santiago, Hernando Groot (quien fue presidente de la Academia Nacional de Medicina) conoce mejor que nadie la historia de Microbiología, Parasitología y buena serie de aspectos de Salud Pública en Colombia.

Finalmente, Gabriel Velásquez fue, desde luego, el alma de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle, en lo económico y administrativo, proveedor de edificios, promotor y hombre de contactos nacionales e internacionales. Le sobró cuerda para procurar mejorar las otras facultades de medicina del país con la palabra y el ejemplo, creando además en

la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional programas de entrenamiento para docentes de otras escuelas, poniendo en marcha el Primer Seminario Nacional de Educación Médica, contribuyendo al nacimiento y operación de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame).

Luis María Borrero


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La cátedra de Dermatología

ace cincuenta años, la enseñanza de la Dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional fue una de las más sobresalientes en la carrera del médico tanto en el pregrado como en la especialización, que por

entonces no tenía la competencia la actual.

Era regentada por profesores que gozaban de gran reputación y respeto por los conocimientos que transmitían con sencillez didáctica, en cuyas clases entregaban su experiencia, que tenía a la escuela francesa como modelo, adoptado a la patología nacional, hecho sobre el cual inculcaban seria responsabilidad a sus alumnos. Era el tiempo de la posguerra y varios de nosotros viajamos a la Argentina a recibir un certificado que nos acreditara para hacer un posgrado, la mayoría a la Cátedra de Dermatología más reputada entonces, la del profesor Luis E. Pierini, en Buenos Aires.

Personalmente, tuve que asistir a las clases y consulta externa, en el Hospital Rawson, en el lapso de mi Especialización en Alergia en el Instituto de Investigaciones Aplicadas a la Patología Humana de la Academia Nacional de Medicina, en ese momento un centro ya dotado de profesores e investigadores entrenados en

distintos hospitales de Estados Unidos, que dejó gran prestigio en la medicina argentina. Una vez en Colombia, mi primer contacto hospitalario lo hice con los dos profesores titulares de la cátedra, los Drs. Gonzalo Reyes García y Manuel José Silva, quienes me habían tenido como alumno en el quinto año de mi carrera y conocían mi atracción por la especialidad. Seguían en el escalafón los Drs. José Ignacio Chala, profesor de Leprología, quien fue mi presidente de tesis; Alfonso Gamboa Amador, docente en Venereología en el Hospital de La Samaritana; Carlos Cortés Enciso y Miguel Serrano Camargo, profesores que colaboraban con los titulares de la cátedra, con el cargo de profesores agregados, y un colega compañero de promo- ción, el Dr. Guillermo Pardo Villalaba, uno de los jefes de Clínica.

Éste fue en tal época el sistema de ascenso por concurso riguroso para la carrera de la docencia universitaria. Mi acreditación de especialidad no era en Dermatología, sino en Alergología, cuan-

do apenas se vislumbraban sus bases en la Inmunología. No obstante, los profesores me abrieron las puertas y participé en muchas reuniones y ateneos hasta ingresar a la Sociedad Colombiana de Dermatología, de la cual hace cuatro años tengo el privilegio de ser uno de sus miembros honora-

rios. En aquel momento, inicié mi carrera docente en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en la cátedra de Medicina Interna, pasando uno a uno los requisitos de competencia hasta llegar al cargo de profesor. Hablar de los maestros que tuve ocuparía muchas páginas; su huella quedó impresa y la recogió el Dr. Fabio Londoño+, especializado en Buenos Aires, quien le dio un cambio total al tipo de docencia, plasmado ya sobre la Escuela de Estados Unidos, en donde hizo varios entrenamientos. Posteriormente, vinieron las nuevas generaciones que siguieron a Fabio; entre ellas, la que lideró la Dra. María

Melida Durán+, fallecida prematuramente hace pocos años. Entre las obras singulares del Dr. Londoño está la abolición de los leprocomios en el país, entidades obsoletas para atención de pacientes que tenían mejores oportunidades de control sanitario y terapéutico.

Me ha sido honroso y grato escribir estas breves reminiscencias, como único sobreviviente quien conoció y vivió a fondo nuestra cátedra de Dermatología sin tener una vinculación laboral directa, pero quien, como un simple devoto de la especialidad, recibió las lecciones de cultura médica, ejemplar enseñanza y continua comunicación de grandes médicos desaparecidos, en el más importante momento de mi vida profesional, cuando a partir del descubrimiento del código genético se iniciaron cambios trascendentales en la totalidad de la ciencia médica universal.

Mario Sánchez Medina, MD.


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Reminiscencias personales

Mis estudios secundarios se cumplieron en el

Externado Nacional de Bachillerato, una institución pública experimental que otorgaba nuevas oportunidades a maestros y estudiantes. Atendí a escuelas primarias dirigidas por los Her manos Cristianos de La Salle,

muy estrictos y seguros de la formación física y moral de sus estudiantes.Bogotá, a mediados del siglo XX, era una ciudad culta y segura, con parques, jardines y bibliotecas

que facilitaban la distracción personal y el desarrollo intelectual para todos. En relación con la población, Bogotá tenía mayor número de

librerías que cualquier otra ciudad del continente. Monserrate, el Salto de Tequendama, la Colina de Suba, Zipaquirá y los pueblos cercanos de la Sabana eran sitios privilegiados, libremente accesibles sólo por el costo del transporte, que entonces era menor de un peso, que valía más que el dólar.

Lo que somos, de P. Gómez de Miguel, un regalo de cumpleaños, y Cazadores de microbios, de Paul de Kruif, fueron los libros, leídos varias veces, que influyeron definitivamente en mi futuro profesional. Cuando terminé el bachillerato, la Universidad Nacional no ofrecía educación profesional en ciencias básicas de laboratorio y estudiar en el exterior no era una alternativa. Afortunadamente, fui admitido en un programa de Bacteriología que había sido preparado para estudiantes de Centroamérica. Asistimos a clases en las facultades de Química, Medicina y Veterinaria. La última poseía los más modernos laboratorios posibles por un acuerdo con la

Fundación Rockefeller. Debido al impacto de la Segunda Guerra Mundial, había escasez de instrumentos de laboratorio. Yo fabriqué un microproyector y estimuladores eléctricos para fisiología que permitían a los profesores hacer demostraciones en clase. Estos equipos caseros llamaron la atención del director del Programa de la Fundación Rockefeller, lo que culminó en mi selección con una beca para estudiar Bioquímica en Estados Unidos. Recibí soporte económico de la Universidad de Wisconsin por dos años adicionales a la beca, que me permitieron completar mi investigación y recibir el doctorado en Bioquímica. Las directivas de la Universidad Nacional aceptaron esta extensión de manera reacia.

A mi regreso de Estados Unidos, la Fundación Rockefeller proporcionó fondos para organizar laboratorios en la Universidad Nacional y para enviar profesionales colombianos a Estados Unidos para estudios posgraduados. El

propósito era establecer una base sólida en Ciencias Básicas. Mis propuestas para lograr este objetivo encontraron una respuesta pasiva. Logré una reunión con el rector de la Universidad, a quien le presenté un proyecto comprensivo en Bioquímica en la Facultad de Medicina y posiblemente en la de Veterinaria. Él me pregunto: ¿Para qué quiere hacer eso? Después de mi respuesta concreta y objetiva, me dijo: Si su grado es en Filosofía (PhD), por qué quiere Bioquímica y laboratorios? En Estados Unidos dan muchos tipos de grado. Le di las gracias por la reunión y salí de su oficina. Momentos después, me recuperé y decidí comunicarme con mi profesor consejero en Estados Unidos, quien me ofreció una posición en la Universidad de Wisconsin y la posibilidad de trabajar con Colombia en el futuro.

La salida de Colombia fue muy traumática por razones personales y por no haber podido dirigir a unos estudiantes de Medicina que deseaban trabajar conmigo. Estas gestiones gastaron

aproximadamente un año. Después de dictar una serie de conferencias y seminarios sobre isoenzimas en el diagnóstico cardiaco y marcadores de tumores, en México y Suramérica, fui invitado a Estados Unidos por la Agencia Federal de Drogas y Alimentos (FDA). Después de la presentación hecha en Washington, D.C., participé en el concurso para la posición de director de la División de Dispositivos del Laboratorio Clínico, cargo que me fue otorgado y que ocupé hasta mi retiro.

Hipólito Niño, PhD.

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Un nuevo Hospital y una nueva Facultad

e mis reminiscencias puedo decir que son numerosas y muy gratas al evocar mi paso por la Universidad y revivir los episodios acaecidos

hacia la mitad del siglo XX en la nación, en el Hospital San Juan de Dios y en la Facultad de Medicina.

El 9 de abril de 1948, yo era jefe de Clínica en el servicio del profesor Pedro Eliseo Cruz. Habíamos practicado con tan insigne cirujano una histerectomía por mioma en clavado en la pelvis, que por tal patología había deformado la anatomía pélvica y hecho muy difícil el procedimiento quirúrgico; después de dos horas de labor, celebrábamos y comentábamos el caso al calor de un pocillo de café y ya cerca de la una de la tarde el profesor se despidió, contándonos que tenía cita con su jefe político, el Dr. Jorge Eliécer Gaitán. Minutos después, Gaitán fue asesinado, el caos cayó sobre la ciudad, vino el desorden, la mortandad, la destrucción y el alud de heridos que cayó sobre el hospital, donde los servicios quirúrgicos trabajaron desesperadamente de día y de noche, agotando todos los recursos materiales técnicos. ¿Cuántos días y cuántas noches?, tal vez no fueron

muchas, pero la magnitud de la tragedia nos hizo creer que aquello fue una eternidad.

Al restablecerse el orden, el Dr. Cruz fue nombrado Gobernador de Cundinamarca y yo me encargué de la docencia durante un breve lapso, mientras la Facultad restablecía el orden académi- co que se había interrumpido transitoriamente. Recuerdo también de manera muy clara la cons- trucción del nuevo edificio del hospital; con Fidel Torres León y Gustavo Guerrero Izquierdo, intervinimos activamente en indicar cómo se debían edificar las salas de cirugía, teniendo en cuenta lo que habíamos observado y estudiado en otras instituciones hospitalarias; no quedaron tal como hubiéramos querido, pero sí muy cerca de nuestros anhelos, y fue grande la emoción que nos embargó cuando dejamos con nostalgia las vetustas instalaciones del antiguo hospital y llegamos con gran alegría a seguir nuestra labor en ese edificio moderno, en su momento muy bien dotado, y que hoy se encuentra abandonado y

olvidado por la sociedad.

Toda universidad debe estar en plan de renovación constante, de búsqueda intensa de conocimiento y de servicio a la comunidad; quienes trabajábamos en nuestra alma máter en aquellos tiempos modificábamos muchos de los currículos, modernizamos hasta donde pudimos los

laboratorios, las salas de cirugía, los anfiteatros, la biblioteca; dejamos a las nuevas generaciones el nuevo hospital y la nueva Facultad de Medicina en la ciudad universitaria. A comienzos de los años sesenta, vino una renovación magnífica que significó un avance admirable en nuestra institución. No me opuse a ella (¿quién se puede oponer al progreso de la ciencia y de la enseñanza médica?), pero sí a la forma como se ejecutó. Por esta razón, y no sin dolor, me retiré de la Facultad de Medicina junto con un grupo numeroso de docentes que

no compartimos el procedimiento.

Augusto Salazar, MD.


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La cátedra de Medicina Infantil y Puericultura

n el decenio del cuarenta, tres profesores de Clínica Pediátrica, Marco Aurelio Iriarte Rocha, Calixto Torres Umaña y Eudoro Martínez, se encargaban de la tercera parte de los estudiantes, que concurrían lunes y viernes, de 11:00 a.m. a 12:00 m., a sus conferencias magistrales en

servicios hospitalarios de escolares, lactantes o enfermedades infecciosas. Los miércoles, de 11:00 a.m. a 12:00 m., los agregados Drs. Eduardo Iriarte Rocha o Jorge Camacho Gamba dictaban conferencias de Pediatría en general a

todo el curso.

A partir de los años cincuenta, los profesores y la Sociedad Colombina de Pediatría solicitaron el reconocimiento de la Pediatría como uno de los cuatro departamentos clínicos. Se buscaba la división en secciones de las enfermedades del lactante, de la segunda infancia y edad escolar, infectocontagiosas, dietética y de la nutrición, niño sano y puericultura.

Entre las razones aducidas para la creación del Departamento de Medicina Infantil estaba la importancia de su reconocimiento como parte de las Ciencias Médicas, igual a la de los otros departamentos de la Facultad. En términos de salud, el niño no es una simple miniatura del adulto, decía Thiemich. La medicina infantil es más complicada que la del adulto. El país necesita más pediatras para atender a más de la mitad de la población, que son niños. Necesita influir en las condiciones de alimentación y en las deficiencias sanitarias para disminuir las

altas cifras de mortalidad infantil que aquejan a la nación.

Además de las funciones docentes y asistenciales, se debe promover la investigación para resolver los problemas particulares que presentan las enfermedades en el entorno nacional.

La enseñanza de la Pediatría y la Puericultura en la Universidad Nacional estaba localizada en el Hospital de la Misericordia, obra del insigne médico y filántropo, primer profesor de Pediatría, Dr. José Ignacio Barberi Salazar, y en el Instituto Materno Infantil Concepción Villaveces de Acosta, creado en memoria del ilustre profesor de Obstetricia, José del Carmen Acosta Villaveces.

En 1955, los profesores eran Carlos Albornoz Medina, Julio Araujo, Humberto Gómez Herrera, Santodomingo Guzmán, Eduardo Iriarte Rocha, Eudoro Martínez, Ernesto Plata Rueda, Ernesto Sabogal, Alfonso Vargas

Rubiano, y el jefe del servicio, el profesor Calixto Torres Umaña. En el

Instituto Materno Infantil dictaba clases el Dr. Alberto Amariz Mora. Ser catedrático era una distinción especial, un honor bastante costoso, pues los titulares tenían una asignación mensual de $98,25 y los agregados, de $69,75, lo cual obviamente no contribuía a llenar la canasta familiar. En 1954, había siete profesores honorarios, 64 titulares, 50 agregados y seis encargados de cátedra.

La carrera académica dependía de los concursos, un legado de los españoles, mediante los cuales se otorgaban los cargos y se ascendía en el escalafón. La Universidad Nacional contrató una misión de especialistas de Estados Unidos, quienes conceptuaron que dichos concursos no siempre eran honestos y recomendaron cambios como la vinculación de tiempo completo, una remuneración más

adecuada y el nombramiento directo por el profesor titular de la cátedra. Consideraban que los ascensos deberían depender del interés y devoción por la misión docente y la investigación, su capacidad de trabajo armónico con los colegas y su condición de dechado para los alumnos.

En los atroces hechos del 8 y 9 de junio de 1954 fueron asesinados Uriel Gutiérrez Restrepo; Álvaro Gutiérrez Góngora, quien portaba la bandera de Colombia; Elmo Gómez Lusich; Hernando Martínez Sánchez; Hugo León Velázquez y Jaime Pacheco Mora.

Alfonso Vargas Rubiano, MD.


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Ginecología y Obstetricia en los años cincuenta

l Instituto Materno-Infantil, el más grande de los pabellones que la influencia francesa deparó en la construcción del antiguo Hospital San Juan de Dios, con su enorme volumen de partos y casos obstétricos, el segundo en Latinoamérica, después el de la Maternidad, de Caracas, ha

sido sinónimo de una maternidad por excelencia para una comunidad de escasos recursos. José del Carmen Acosta, uno de sus profesores más prestantes, y muchos de los que lo siguieron, Carlos J. Mojica, Luis Ferro, Rafael Manotas, Rafael Peralta, Rafael Ramírez y una larga lista, difícil de enumerar, de tantos otros brillantes docentes, crearon una escuela obstétrica que aún persiste.

Asimismo, en el piso alto del segundo de los pabellones más pequeños en lo que se denominaba la Clínica Ginecológica (hospitalización, consulta y cirugía), se cuidaba de todas las enfermedades propias de la mujer,

incluyendo infertilidad y esterilidad, pero los casos obstétricos eran remitidos al Materno-Infantil. El profesor Tirado Macías y Daniel de Brigard, de escuela francesa, precedieron a Arturo Aparicio, que llegaba de una estadía en Chile y traía nuevos conocimientos, v. gr. la endometriosis, que hacía sus primeros pasos como entidad, y procedimientos quirúrgicos más estandarizados, entre otros. Clásicas eran anécdotas como la del profesor Tirado, que temeroso de herir el uréter, preguntaba: ¿Voy bien, Arturito? o la de Roberto Serpa, siempre con el retrato de un embarazo abdominal a término, nacido vivo, que cuidadosamente guardaba en su cartera. Con el profesor Aparicio, el grupo docente se fue conformando: Hernando Amaya, Héctor E. Bernal, Guillermo López-Escobar (escribidor de estas líneas) y, de nuevo, una larga lista que incluye a Ricardo Rueda, Enrique Darnalt, Jorge Amorocho, Álvaro Fonnegra, Jorge Michelsen, Agustín Pachón y tantos otros prestantes ginecólogos.

Interesante recordar como la maternidad, con su componente de neonatología, se atendía en un lado y la cirugía y los aspectos ginecológicos en otro; además, la oncología femenina era remitida y atendida en el vecino Instituto Nacional de Cancerología, en el servicio de Ginecología que dirigíamos.

Desde esa época, convencidos de que la salud de la mujer debe conformar un conjunto coherente de la especialidad (así tenga subespecialidades), y siguiendo la orientación en la cual habíamos sido

entrenados en St. Louis, Missouri, nos empeñamos en tratar de reunir los diversos aspectos en una sola cátedra y servicio. No fue fácil, como lo no fue en el mundo entero. Universidades en la cima del prestigio y la excelencia, como la Hopkins, no lo lograron sino mucho después. Obviamente, para personalidades como Te-Linde, con su clásico

texto de cirugía ginecológica, de una parte, y Nicholson, con su notoria maestría en Obstetricia, por otra, no era fácil ceder la ascendencia y territorios por largo tiempo adquiridos.

Guardadas las debidas proporciones, lo mismo sucedió en nuestro medio y en muchas otras escuelas o sitios. En ocasiones, no sólo se trataba de ceder áreas sino de afrontar procedimientos quirúrgicos para unos casos u obstétricos para otros, incómodamente ajenos. El tiempo, la construcción del nuevo hospital, la pérdida de los antiguos pabellones y la evolución de las cátedras y la especialidad, que en cierta forma tuvieron un desarrollo paralelo, configuraron la especialidad. Aunque la pérdida del complejo hospitalario de San Juan de Dios es lamentable para la comunidad, al menos la gineco-obstetricia, como tal, continúa con el único grupo que permanece funcionando en el vasto terreno del antiguo San Juan de Dios: el

Instituto Materno Infantil.

El mosaico del año 1955 y las fotos de la Clínica Ginecológica de ese entonces nos han hecho rememorar la antigua orientación y su evolución. En el mismo sentido, no estamos seguros de haber compartido todo el beneficio de los graduandos de 1955, cuando ellos accedieron a la Clínica Ginecológica, ya que durante todo el año 1954 y parte de 1955 estuvimos ausentes, trabajando y asistiendo a LHopital Broca de la Universidad de París. Afortunadamente, el transcurso del tiempo nos ha proporcionado el placer y el sabio aporte de compartir con muchos de ellos a nivel personal o profesional.

Finalmente, o tempora o mores, los tiempos cambian, y hoy día la Gineco-obstetricia, con sus subespecialidades de Perinatología, Endocrinología, Oncología y otras, está sufriendo una nueva orientación. Las características administrativas de las diversas

entidades manejadoras de salud y de servicios, la globalización, el reconocimiento de la salud como derecho humano, han conducido a que, el o la gineco-obstetra ya no sólo sean necesariamente reconocidos como especialistas, sino también certificados administrativamente como médicos primarios de la mujer y la familia.

Al presente, agréguese a esto el avance científico, cibernético, tecnológico, la nueva genética y aspectos moleculares, el genoma y sus implicaciones, las tremendas facilidades de comunicación, y tendremos no sólo una muy distinta especialidad sino una muy distinta medicina. ¡Feliz cincuentenario!

Guillermo López Escobar, MD.


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F

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Relato de mis años de estudiante de medicina

Juventud, divino tesoro,/¡Ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro.../Y a veces lloro sin querer... Mas es mía el Alba de Oro! Rubén Darío

uimos seis mujeres entre más de doscientos varones. En términos numéricos, éramos el 3% de la población estudiantil de este primer año de Medicina. Una cifra que no permite llegar a ningún análisis estadístico. Fuimos una minoría absoluta, categórica e incontrovertible.

Llegamos con nuestras ilusiones, nuestros planes, nuestras ambiciones y nuestras esperanzas. Tratamos, en vano, de ignorar nuestra situación numérica, y de salir adelante con optimismo. Y sí salimos adelante, pero nunca se ignoró que perteneciéramos al bello sexo. Nunca fuimos muy unidas, probablemente por el problema del abecedario. De la A a la Zeta hay muchas letras y nuestros apellidos

estaban diseminados en varias listas, de tal manera que no teníamos mucho contacto entre nosotras.

El primer paso para ser aceptado en la Facultad de Medicina fue el examen psicotécnico, que era principalmente de aptitud y capacidad de concentración, y no de conocimientos, ya que todos llegábamos con nuestras credenciales. Esta etapa permitía eliminar cientos de estudiantes. El primer año fue el más duro. No sólo porque hubimos de confrontarnos a la temida Anatomía primera, que fue responsable de destrozar un buen número de vocaciones, sino porque era un nuevo sistema de vida. Sin darnos cuenta, y a pesar de querer pasar desapercibidas, era imposible no ser notadas. Ciertos profesores eran totalmente neutros hacia nuestro género, y por esto siempre los recordaremos con gratitud. Otros creían tener que favorecernos y protegernos de un mundo lleno de malevolencia, lo cual no nos ocasionaba ningún beneficio. Les agradecíamos

la galantería tan rara hoy en día, pero, en tanto que estudiantes, queríamos ser tratadas como iguales. La galantería podía ejercerse en otras instancias.

Otros, todavía mantenían la actitud de considerarnos intrusas en un mundo rígido e inflexible, que había sido creado para los hombres. Estos últimos eran los más temibles, especialmente durante exámenes finales. En Anatomía primera, recuerdo muy bien una ocasión en que el profesor Cadena a quien mucho respetábamos tomó un puñado de huesitos del carpo y los pasó para que los identificáramos:. Gran hueso, escafoides, hueso ganchudo, piramidal, pisciforme, etc.. Cuando me llegó el turno, única mujer en este grupo, no solo los identifiqué sin mayor tropiezo, sino que

también le pude decir si eran izquierdos o derechos. Todavía recuerdo con satisfacción la cara de asombro que puso. Infortunadamente,

nunca he podido aplicar estos conocimientos en mi larga carrera médica.

Esta época fue de grandes revelaciones. El profesor Esguerra Gómez, titular de Fisiología, tomó un interés especial en las seis mujeres, y pensó que sería de provecho que formáramos un grupo para discutir con él temas variados. Nos hizo gran bien ventilar estos temas, y nos puso en un estado privilegiado, del cual siempre estuvimos muy agradecidas. Años más tarde, yo lo echaría de menos, especialmente cuando perdí mi halo de mujer privilegiada, ya de residente en Pediatría en el Childrens Hospital de Boston, cuando me encontré perdida en medio de una multitud de otras mujeres. Fue el profesor Esguerra quien nos enseñó a apreciar al gran maestro Velázquez, a través de Las Meninas, con la hermosa infanta y los enanos acondroplásicos, en un cuadro enmarcado en oro, suspendido en su oficina, cuyo maravilloso original se encuentra en el Museo de El Prado.

Mientras tanto, su asistente, el Dr. Luis Borrero, trabajaba sin descanso con un cortejo de ranas y renacuajos, haciendo valiosos experimentos. Lleno de sabiduría y profundos conocimientos, nosotros no estábamos a su altura, y más parecíamos un grupo de trogloditas, desembarcados del Amazonas. Le dimos el apodo de Ranita, apelativo irreverente que le caía como un dedal.

Anatomía segunda no fue más fácil, y correspondió a la transición de los viejos anfiteatros de Bogotá a los edificios, entonces modernos, de la Ciudad Universitaria. El leal Simeón nos ayudaba a mover las piezas anatómicas para disección.

En nuestros ratos de solaz, esperando un profesor, o recogiendo apuntes, nos reuníamos a conversar. Los muchachos, llenos de energía, jugaban a la cascarita, curioso deporte que no requiere más equipo que una cascarita. Nosotras nunca participamos en esto, porque en esa época

hubiera estado mal visto aunque a veces nos hubiera gustado. Por mi parte, fue entonces que empecé a jugar tenis, que hasta hoy día ha sido uno de los grandes placeres de mi vida.

En la Ciudad Universitaria tuvimos otras materias, tales como Bacteriología y Farmacología. En esta última tuvimos un profesor que nos daba conferencias a las dos de la tarde. Muchos de nosotros estudiábamos hasta bien entrada la noche. Las fórmulas complicadas y los nombres técnicos no eran de gran estímulo, y algunos miembros de la audiencia sucumbían al sueño. Así fue como el profesor de esta cátedra fue llamado Pentotal eficaz y durable. Él lo sabía, y no se mostró muy generoso en sus notas.

En aquella época vino un profesor francés invitado por nuestro decano a dar una conferencia de Química Biológica. Un detalle se omitió en la preparación de este evento: la discusión de la lengua en que se daría la

conferencia. Este prominente científico no hablaba español. Vino pues a nuestro auditorio, frente a una gran asamblea de estudiantes, y empezó su discurso en francés.


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Hubo que apagar las luces para proyectar diapositivas, cuando se volvieron a encender, toda la audiencia había desaparecido sigilosamente. Yo quede, sola y silenciosa, en la última fila.

En nuestros seis años de estudios pasamos por innumerables clínicas, todas ellas invaluables para los que sabían aprovecharlas. Semiología, Clínica Médica, Pediatría, Clínica Tropical, Obstetricia, Traumatología, para mencionar unas pocas. El pintoresco Asilo de Locas nos

abrió sus puertas. En estas clínicas vimos los estados más avanzados de patología, de todo lo imaginable, lo cual nos dio una sólida base.

Deontología Médica fue otra cátedra requerida. En ella nos llamaban rigurosamente a lista, porque no la considerábamos muy importante hubiera sido más fácil no ir; así, algunos de mis compañeros contestaban por los ausentes. Al ver que esto sucedía sin problema, yo me envalentoné, y me ofrecí generosamente a contestar por una de las compañeras. Primero me llamaron a mí: Caro, y contesté presente. Cuando llegaron a Galindo, Ana María me paralicé y se me atoró la voz. Después de todo, ésta era una cátedra de ética, y yo qué estaba haciendo. Pasado un momento, no contesté. Ana María nunca lo supo, y pasó el curso con brillo.

Mirando al pasado, esos fueron los años de nuestra juventud, que siempre recordaremos. Sirvieron a nuestra formación y dejaron huellas indelebles y promesas para el futuro. Hicimos

multitud de descubrimientos provechosos e inusitados. De ahí salimos con optimismo a enfrentar las vicisitudes de esta vida incierta. Nos dispersamos por todo el país, y más allá, y es con un sentimiento caluroso y de nostalgia que volvemos a encontrar los colegas de años pasados.

María Eugenia Caro Kane, Kenia, MD.

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El Departamento de Cirugía, año 1955

n el tiempo relativamente breve último año del currículo de la Facultad de Medicina para estudiar la cirugía, intercalada con otras disciplinas, resultaba imposible adquirir los conocimientos que el estudiante necesitaba para transformarse en cirujano. De hecho, los

profesionales y los profanos reconocían, y aún lo creen, que un diploma de Médico Cirujano, obtenido luego de terminar los estudios y un año

de internado, no califica para efectuar intervenciones quirúrgicas, y que es erróneo que la práctica (repetición de errores), sin un preceptor que evalúe los procedimientos, a la larga, resulta en la formación de un idóneo profesional.

La escuela de orientación francesa, donde nos formamos, enseñaba durante seis lapsos académicos, y escalonadas en serie, las materias cuyo conocimiento daba la base para despertar inquietudes y enrumbar a los futuros profesionales en un período de entrenamiento y práctica de posgrado.

Dos años del riguroso estudio teórico de Anatomía, a la manera recomendada por una misión europea (1932), siguiendo los textos de Testut-Latarget, reforzados con la práctica de la disección completa del cuerpo humano martirio intelectual imposible de olvidar en largo tiempo, permitían al cabo de cuatro años entender las vías de acceso a las articulaciones, las arterias, los famosos plexus nerviosos y las maniobras

quirúrgicas en el cuello y la cavidad abdominal.

La memoria visual y el recuerdo de los cortes anatómicos años después fueron de utilidad práctica para comprender rápidamente las nuevas modalidades en los estudios radiológicos. Las técnicas de cirugía se estudiaban en libros galos, los prosectores franceses, serie de textos cuyos temas abarcaban todo el campo de la Cirugía. Enseñaban y describían paso a paso con ilustraciones claras de dibujos en blanco y negro los procedimientos que, memorizados, hacían que el estudiante se sintiera capaz de efectuar mentalmente cualquier operación.

Al llegar al quinto año, la clase de Técnica Quirúrgica era una modalidad del método francés de enseñar los procedimientos de utilidad práctica, como las ligaduras arteriales, maniobras descritas en otro texto parisino que eran practicadas en el cadáver, controladas por médicos monitores y la

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experta vigilancia del profesor Triana Cortés. La correcta ejecución era evaluada en el examen final. Había demostraciones prácticas, como la del joven profesor Guillermo Rueda Montaña, quien rápida y elegantemente efectuaba una apendicetomía en el cadáver.

Otros libros de Patológica Quirúrgica de la misma procedencia, pero muy detallados los utilizaban los graduados por su profundidad y facilidad de comprensión como preparación a los concursos obligatorios para progresar en la carrera quirúrgica. Un resumen de ellos era la base de la clase de Patológica Quirúrgica, dictada en el último año y en las horas del medio día por el profesor Augusto Salazar.

El Hospital Universitario de la Hortúa o San

Juan de Dios, como corrientemente se lo llamaba entraba en un período de transición. En sus predios se levantaba un moderno edificio de siete pisos, programado para ser dotado con lo más moderno del momento. Lo patrocinaba la Beneficencia de Cundinamarca y el cuerpo docente de la Universidad Nacional.

El viejo hospital, de estilo francés, tenía diferentes guardias, como se llamaban los servicios; eran unas salas abiertas con camas en hileras a los dos costados del salón. En la rotonda terminal quedaba el quirófano, uno para cada servicio y cada eminente profesor. En la antesala al quirófano se hallaban camas para cuidar los enfermos en el posoperatorio. Los profesores eran extremadamente celosos de su territorio. Los estudiantes entraban a observar, si era permitido, con la misma blusa con que deambulaban por todo el hospital. En otro servicio, se instalaba un quirófano, en medio de unos escaños de metal. Recuerdo a los hermanos Carvajal Peralta, Lope y Alonso, rodeados de

estudiantes, dando demostraciones quirúrgicas de casos de urológica.

Fue un período turbulento. Asesinado Álvaro Gutiérrez Góngora, su cuerpo fue llevado a la Hortúa, donde también fue atendido por mucho tiempo Luis Guerra Parodi, Chicho, a quien una bala le destrozara la masa muscular de la región glútea de donde le vino el otro mote de Media nalga, y Luis Mariño Rodríguez, Mi Alma, que recibió un tiro en el tórax que, por fortuna, le resbaló por las costillas.

Vino un cambio y con el edificio nuevo llegó a manos de los estudiantes la sexta edición del Tratado de Patológica Quirúrgica, de Christopher, que era una muestra de las tendencias modernas y la iniciación de la orientación americana en la enseñanza de la cirugía. Con el progreso, pasaron de moda las magistrales disertaciones alrededor de la cama del paciente.

A los pocos años, los viejos profesores

inaccesibles, de tiempo parcial, que como cometas hacían su aparición en el hospital, rodeados de consentidos se sintieron desplazados por la escuela americana, cuyo entrenamiento diario era ahora supervisado, y en la que los estudiantes tenían más docencia y contacto con los enfermos. Pasaron de moda la obligatoria asistencia a las conferencias magistrales y las competencias clínico-teóricas, lucha de rivales académicos cuya palabra

final, luego de largas disertaciones, era el dictamen del patólogo, que en muchas ocasiones había informado al conferenciante del hallazgo del estudio post mortem.

Se abría camino la época de oro de La Hortúa. En ella descollaron los jóvenes internos: Víctor Cavial Otero, recién llegado de la medicatura rural en las violentas tierras de Santander; Álvaro Caro Mendoza, emulando a su ídolo y mentor, el profesor Anzola Cubides; Enrique

Riberos Gamboa, en el ala ideológica opuesta, bajo la tutela del profesor Pedro Elíseo Cruz; Javier López Llano, El interno de tórax, servicio a cargo de una brillante luminaria, el profesor Alfonso Bonilla Naar, cirujano, escritor y opositor del clínico Edmundo Rico, y Jorge León Gómez, quien se fascinó con las enseñanzas del Dr. Saldarriaga y le entró la goma de la cirugía vascular.

Luego de tres años de entrenamiento como interno y jefe de clínica, el joven Rafael Casas Morales fue escogido por el director, profesor José del Carmen Acosta, para viajar a Boston a perfeccionar sus conocimientos quirúrgicos en el Massachusetts General Hospital. Allá encontró al Dr. Oliyer Cope, uno de los pilares de esa institución, quien además de ser un eminente cirujano, interesado en las glándulas paratiroides y en el área del trauma, por la experiencia adquirida en Pearl Harbor y en el incendio de un teatro en la ciudad, se interesó en cambiar los métodos de entrenamiento y

organización hospitalaria. Casas Morales captó sus enseñanzas y, al volver a Bogotá en los tiempos del decano Paredes Manrique, transformó el hospital y el departamento quirúrgico. Muerto prematuramente, la torre docente de esta institución lleva su nombre.

Soplaron vientos socialistas, se formó el sindicato y, con el apoyo y bajo la loca y caótica dirección del Dr. Guillermo Fergusson Manrique malinterpretando la filosofía del líder, se intentó cambiar el nombre por el de Hospital del Pueblo Camilo Torres. Una noche, los estudiantes, supuestamente amparados por este revolucionario del Chicó, se tomaron el hospital y arrojaron por las ventanas los elementos de dotación Made in USA.

La Ley 100, la proliferación de entidades de seguros que usufructúan, para beneficio de los empresarios, el trabajo de los médicos y, por último, el abandono de la Beneficencia de Cundinamarca, condujeron al cierre del Hospital

de la Hortúa, por lo cual la Universidad Nacional no tiene en la actualidad un centro hospitalario propio donde enseñar y donde se puedan congre- gar los egresados de esa institución.

A La Hortúa se entraba por la carrera 14 con calle 1, donde estaban los servicios de emergencia. Su director era el anciano profesor Lisandro Leiva Pereira, inventor de la modalidad del avión, que proliferaba, pues era el sitio de referencia para el tratamiento de fracturas complicadas de la extremidad superior. En emergencia, los que enseñaban eran los internos hermanos Rueda Argüello, Jaime y Efraín, y el simpático y amable Álvaro Beltrán Caicedo. Allí practicaban y trasnochaban los estudiantes voluntarios, quienes aprendían a reducir fracturas, ponían yesos,


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trataban asma, ayudaban en la exploración de las puñaladas y tomaban nota de las horripilantes e increíbles historias de los casos que los Rueda y Beltrán habitan tratado.

Más al norte, en los pabellones superiores, a cada alumno se le asignaban casos de cáncer de estomago, ictericia, cálculos de la vesícula, cólicos abdominales, cotos y hemorroides. Estas entidades eran el pan y la carne de la clínica quirúrgica, donde, además, aprendimos a ignorar el tratamiento quirúrgico, muy de moda en las clínicas particulares, para casos de apendicitis crónica. A la salida del hospital, por la puerta de arriba, carrera 10, se tomaba el bus de la Universidad que nos alejaba del centro hospitalario y nos transportaba a la ciudad.

Fernando Gómez Rivas, M. D., FACS

I

Recuerdos de la Universidad

ncreíble, pero cierto. En enero de 1950, con otros postulantes, estaba yo volando en un D-C3 por primera vez en ruta de Cali a Bogotá, a donde íbamos a presentarnos al examen que en aquella época se usaba para calificar a los aspirantes de Medicina de la Universidad Nacional.

El vuelo en sí era un poco preocupante, ya que se pasaba casi a ras del alto de La Línea, y hasta las copas de los árboles se veían. Esta historia se repitió muchas veces, y era impresionante cuando uno volaba a ciegas en ruta hacia la Capital, siempre con la esperanza de que el capitán supiera dónde estábamos y a qué altura pasábamos; el recuerdo del cerro de El Tablazo todavía está en nuestra memoria.

Se presentaron pues los exámenes psicotécnicos; todo lo que recuerdo es que, en algún momento, se me dijo que esta era la

prueba de Roschard, para encontrar si psicológicamente estábamos preparados para medicina. Una vez presentados estos exámenes, regresamos al Valle, ya que había que esperar dos o tres semanas para los resultados; dos o tres días después, para nuestra sorpresa, leímos en los periódicos que alguien había robado las respuestas al examen y debíamos presentarnos la mañana siguiente a repetirlo. Ni hablar del estrés que esto causó, pues a último momento no había cómo regresar a la capital; después de tanto pedir ayuda en Avianca, volvimos y estuvimos, creo yo, la mayoría de los que tomamos el primer examen. Si la memoria no me falla, la Escuela de Medicina tenía para ese año 172 cupos; no sé quién ocupó el primer puesto, sólo que salí en el número 100.

Comenzó el estudio. Dibujo Médico era supertemprano y, por esta razón, difícil de atender. No recuerdo exactamente qué era lo que ahí se hacía, pero estoy seguro de que esta materia no contribuyó mucho a nuestra

educación. Recuerdo sí Física Médica y que a las clases de teoría eran más bien pocos los que atendían. La práctica era bastante concurrida, y algo pasó con el profesor, cuyo nombre se me escapa, que se disgustó con la Escuela de Medicina, o eso fue lo que se nos dijo, y botó los exámenes previos que se habían presentado hasta ese momento; entonces las calificaciones se dieron por la asistencia a las sesiones prácticas de laboratorio.

La mayor preocupación de estos primeros años era, obviamente, Anatomía, en la que numerosos estudiantes naufragaron teniendo que recordar detalles ínfimos, dependiendo del profesor que

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examinaba. Los nombres de Santacoloma,

Pedraza y Cadena hacían temblar a cualquiera a estas alturas. Años después de terminar, tuve la oportunidad de charlar con el Dr. Pedraza en el Ministerio de Salud y le pregunté por qué eran tan severos con los estudiantes, a lo que me contestó que tenían órdenes explícitas de la Universidad de limitar el paso de individuos hasta donde se pudiera.

Obviamente, por dedicarme a pasar Anatomía tuve que abandonar casi totalmente la Bioquímica, razón por la cual me tocó regresar al año siguiente a habilitar esta materia con el Dr. Shoonewolff. Ahora sí estaba preparado. Después de tres meses de estudio intenso, al entrar al examen oral lo primero que él me preguntó fue de dónde había salido mi nombre, y quiso que le contara de dónde eran mis padres; después de unos 15 minutos, me hizo una pregunta básica de Bioquímica, y eso fue todo; el resto es historia.

Tres cosas recuerdo de mi segundo año. La

primera, que mi memoria auditiva era pésima: estudié Parasitología con Ledermann, caminando y escuchándolo por el Parque Nacional; por supuesto, cuando llegó el momento del examen, las cosas nos estaban muy claras en mi memoria; fue la última vez que empleé este método. El segundo recuerdo tiene como protagonista al profesor Helo; éste, a pesar de mis deficiencias, en los exámenes no aceptaba como válidas mis respuestas, hecho que se repitió en el examen de habilitación; en el siguiente febrero el examinador fue el Dr. Alfonso Bonilla Naar, con el cual no tuve problema alguno. En tercer lugar, recuerdo a mi compañero Guerra Parodi+, por su costumbre de agacharse cuando venía un examinador difícil, y ¡claro!, me tocaba entonces el turno a mí.

Estos primeros años pasaron, a pesar de tanta dificultad, agradablemente: mucho deporte, fiestas ocasionales, sesiones de estudio en los cafetines de Bogotá, en cuyas mesas posteriores nos sentábamos a estudiar, con todo y libros y

huesos, a pesar del ruido de la gente y los billares; esto para algunos de los que no vivíamos en Bogotá. Ocasionalmente o, más bien, raramente, después de estudiar, nos tomábamos un traguito y a veces jugábamos un partido de billar. Dentro de este ambiente, lógicamente hicimos muchas amistades, que hasta hoy perduran no sólo de la Nacional, sino de otras facultades.

Dando un salto al año 1954, ya en quinto año, en el mes de junio me hallaba preparando un viaje de grado a Estados Unidos, Canadá y Cuba; había obtenido una ayuda de la Escuela de Medicina y quería pedirle una colaboración al General Rojas Pinilla para que el viaje saliera más barato; el ministro de Gobierno de entonces ya me había conseguido cita con el general, además, yo había discutido con Avianca el itinerario y estaba buscando gente que pudiera poner una cuota módica para pagar el resto del viaje. Por esos días de discursos dentro de la Ciudad Universitaria, la policía entra disparando

y mata de un tiro en la cabeza a nuestro compañero Uriel Gutiérrez. Al

día siguiente, una demostración de estudiantes se forma y va caminando hacia la carrera 7a., gritando: Libros sí, balas no.

Me uní a ellos a la altura de la calle 27. Venía del Hospital San Juan de Dios, donde había poca gente. Caminamos por la séptima hasta llegar a la calle 14, creo, donde nos esperaba el Batallón Colombia, recién regresado de la Guerra de Corea; en algún momento comenzaron a disparar sin que hasta el día de hoy se sapa por orden de quién, asesinando varios estudiantes. Por supuesto, hasta aquí llegó el viaje que se estaba organizando.

El último año, el Dr. Plinio Guzmán, hermano de Rubén Darío Guzmán, egresado años antes, nos informó que el Dr. Edmundo Rico en su último día de clase preguntaría si alguien quería ser voluntario y tomar el examen final de

Psiquiatría. Este secreto solo lo sabíamos Rubén Darío, Antonio Hernández y yo. Exactamente eso fue lo que sucedió, y fuimos tres voluntarios los que tomamos el examen final en esa clase, lo que nos dio más tiempo para prepararnos en otras materias.

Finalmente, terminados los estudios, un buen grupo, sentados alrededor de una pequeña rotonda a la entrada del hospital, nos preguntábamos qué íbamos a hacer. El resto es historia.

Isidoro Gun, MD.


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Cátedra de Bacteriología

i el autor y editor de esta obra, Dr. Gómez

González me lo permite, voy a tratar de escribir una introducción al capítulo de la cátedra de Bacteriología, no refiriéndome a su formación y comienzos, pues desde estas lejuras, me es imposible hacer la investigación.

Lo que deseo hacer es esforzar mi memoria, ya un poco débil, para relatar anécdotas que espero les traiga recuerdos a mis compañeros, y algún rato agradable para quien decida gastar un tiempo en leerlas.

La materia de Bacteriología era un coco como lo era la anatomía. Su profesor titular era el Dr. Almanzar, viejo muy elegante, de sombrero negro y un bigote muy pulido. Cojeaba pues había perdido un miembro inferior en un accidente de tranvía, según decían y, aparentemente, la prótesis no tenía todos los modernismos de hoy en día y por eso usaba bastón.

Tenía el hábito de dorsiflejar la mano izquierda (yo soy ortopedita) y con el índice derecho

tocarse los dedos meñique, anular, etc., cuando nombraba las cosas en orden. A mí me tocó tomar la materia cuando las directivas resolvieron hacer cambios radicales, como darla para los estudiantes de segundo año, los de tercer año y, por supuesto, los repitentes, amén de que se iba trasladar al nuevo paraninfo en la Ciudad Universitaria, del viejo, pero más sentimental, de la Facultad de Medicina de la calle 10. En todo caso, llegó el profesor Almanzar y nos puso de presente los cambios y nos dijo: Yo tengo treinta microscopios para los estudiantes. Ayer me llegó una carta de la decanatura con una lista de 90 estudiantes y pensé cómo dividirlos entre los treinta microscopios. Pero unas horas más tarde me llegó otra lista con otros 60 estudiantes y seguí pensando cómo dividirnos entre los treinta microscopios. Pero media hora más tarde aún, me llegó otra lista con 100 estudiantes más y ahora ya no pensé cómo dividirlos.

En esos tiempos los estudiantes aplicábamos los

diez o quince minutos, eso quería decir que si el profesor no empezaba la clase a la hora o diez minutos después, no íbamos. Pues el profe Almanzar llegaba medio hora después, decía que la clase era de 12:00 a 1:00 y comenzaba de memoria a pasar lista.

El otro profesor, Soriano Lleras, creo que era profesor agregado, alto, delgado de bigote también, pero no tan elegante como el doctor Almanzar, y con una voz bien chillona que lo mantenía a uno despierto, pero que dictaba unas clases magistrales. Yo creo que se sabía la bacteriología de pe a pa. Se sabía los medios de cultivo para las distintas bacterias como si fuera un libro de cocina. Lo bueno de Soriano Lleras era que nunca llamaba lista y uno podía capar clase sin problema, pero en cada clase daba una clavecita que en el examen salía a relucir.

El otro profesor era el esposo de Teresita, la secretaria de la Facultad. Era un gran caballero.

Aunque no recuerdo que no diera ninguna clase, y yo nunca capé una sola. Se sentaba en los jurados de exámenes y trataba de defender al estudiante de los tros dos tigres.

Recuerdo de una compañera de apellido Favaron, muy querida por cierto, pero que había repetido varias veces la materia y, para ella, era crucial pasarla. Alguien que estudiaba con ella pasó al microscopio y diagnosticó la placa. Dio la casualidad de que a ella le tocó la misma placa; desde afuera del laboratorio, a través de los vidrios de la puerta, se hizo contacto con ellos y se le mostró con signos de mano, poniendo las manos en los senos, que se trataba del bacilo tetánico. La Favaron, nuestra compañera, interpretó los signos manuales como que se tratara no del bacilo tetánico, sino del lactis aerogenes. No recuerdo si tuvo que repetir la materia.

Después de este examen, pasábamos al examen oral en presencia de los Drs. Almanzar y

Soriano Lleras. Nos sentábamos a parir borugos, pues el miedo era tan intenso como el de anatomía. Yo recuerdo que me preguntaron la composición del medio de endo y, aunque dije su composición exacta, con todos sus componentes, me preguntaron si era líquido o sólido. En mi atortole, dije algo que no recuerdo, pero que era lo inverso. Nunca podré olvidar la risa de Soriano Lleras, diciéndoles a los otros: ¡Ala!, en nuestros tiempos ese medio era sólido ¿no?

Esa fue nuestra cátedra, querida, temida, pero aprendimos no sólo bacteriología, sino a querer a esos monstruos que eran sabios, que nos enseñaron y que hoy en día, después de medio siglo, seguimos recordando y respetando.

En mi memoria, por lo menos, están vívidas las imágenes de Almanzar, Soriano Lleras y del esposo de Teresita. Que mi Dios los bendiga.

Óscar Günther


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Cátedra de Histología

n 1951, los catedráticos de Histología, profesores Luis Daniel Convers y Carlos M. Pava, ya habían fallecido. Se encargaron de la enseñanza teórica los profesores de Anatomía Patológica, como titular Juan Pablo Llinás y como agregados Alfonso Méndez Lemaitre y Hernando

Latorre. Cada uno tomó a su cargo un grupo. Las prácticas estaban a cargo de su jefe y encargado de cátedra Dr. Humberto Janer Ruiz.

En las vacaciones de 1950, leí asiduamente el texto de Histología de Santiago Ramón y Cajal, en particular los primeros capítulos de citología,

sangre y técnica histológica; recibí la última edición del Précis d ́Histologie de Jean Verne, y compré localmente el Compendio de histología humana, de Schumacher. La mayoría de mis condiscípulos utilizaron las conferencias pasadoras del profesor Pava.

Las clases de nuestro grupo se dictaron en el cuarto de proyecciones, segundo piso de la Facultad de Medicina, en la calle 10, frente al Parque de los Mártires, anexo al modesto pero elegante salón de docencia práctica. Los microscopios eran excelentes monoculares Leitz, Zeiss y algún otro. Personalmente, poseía desde 1947 un Olympus japonés de excelente óptica. Los preparados microtómicos eran buenos cortes teñidos con hematoxilina-eosina, de bello tinte. En cada sesión se observaba individualmente un preparado y hubo alguno, no yo, que se alzó con todas las láminas, que me prestaron en vísperas del examen final, a cambio del uso de mi microscopio. Nunca supe quiénes fueron. Dios sea loado: toda esta

picaresca me marcó y la controlé posteriormente.

Al concluir estudios y graduarme, viajé a París, donde fui cálidamente recibido por el profesor Jean Verne en su laboratorio de la Nouvelle Faculté de Médecine y por el profesor Prenant de la Universidad de París, La Sorbonne, en las prácticas de Histología e Histoquímica generales del laboratorio de Anatomía Comparada.

A mi regreso a Colombia, en 1961, más de la mitad del cuerpo profesoral de la Facultad ya había renunciado: el profesor Janer fue un pionero, en 1958. En 1962, el Dr. Eduardo Cortés Mendoza, nombrado nuevamente decano, de la manera más obligante, me encargó el curso de

Anatomía Microscópica dentro del departamento de Morfología. Los laboratorios preparativos y de trabajo personal y los salones

de clase y de prácticas para los estudiantes tenían dotación fija excelente. Logramos recuperar parte del personal, así como las colecciones y los antiguos microscopios que, junto con los de Patología, prestados generosamente por el profesor Manuel Sánchez Herrera, permitieron dar puestos fijos con colecciones completas a cada estudiante. El trabajo del profesor Shigeo Daikoku, contratado por la Universidad, renovó y amplió el material de estudio. Su delicada técnica se tradujo en sutiles eosinas con tinte flor de cerezo japonés. La teoría se realizó siguiendo el Tratado de histología, de A. W. Ham. Al cabo de dos cursos, los resultados del aprendizaje fueron muy buenos, dada la excelente calidad humana del cuerpo estudiantil, salvo contadas y malhadadas excepciones.

Al término de mi segundo año en la docencia, surgieron diferencias de fondo y de forma con la administración docente de la Facultad, por las cuales me retiré. Fui llamado en 1966 para

poner orden en el laboratorio de Histología, trasladado ya al primer piso, donde cursamos Técnica Quirúrgica, en 1954, y a la zona aledaña a los anfiteatros de Anatomía. Se incorporaron numerosos docentes y se integraron los programas, al punto que la cátedra de Histología, en sentido estricto, desapareció, y con ella la unidad que el catedrático podía impartir a su enseñanza, como defendió valerosa y generosamente nuestro compañero Germán Navarro Muñoz. Desde 1970, el verdadero catedrático en Morfología es nuestro emérito compañero Alfredo Rubiano Caballero.

José Perea Sasiaín, MD


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Reminiscencias de Anatomía

uestro temor por la cátedra de Anatomía comenzaba en los pasillos de la secretaría de la Facultad, cuando nos enterábamos que habíamos sido aceptados como privilegiados alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Comenzaba el año de 1950. Sabíamos

por vecinos del barrio, estudiantes de Medicina, que la carrera era difícil y que para la época la cátedra de Anatomía era la más temida, sumado a que deberíamos estudiar textos en francés. Oíamos comentar a nuestros familiares que estudiante de Medicina que lograra pasar la Anatomía ya podía considerarse médico. Teníamos que enfrentar ese reto. Deberíamos comenzar por comprar unas conferencias del profesor Darío Cadena, un libro de Osteología del profesor Néstor Santacoloma y un esqueleto, para comenzar a estudiar lo que iba a ser tan difícil de aprender.

Para el día de iniciación de clases, estábamos equipados; llevamos las conferencias debajo del brazo y unos huesos del miembro inferior en la mano. Un señor, que me pareció alto, acuerpado, serio, respetable, nos preguntó a Mario Rueda Gómez y a mí para qué llevábamos esos huesos, si ni siquiera sabíamos cómo se llamaban. Acto seguido, nos dijo con voz amedrantadora: Déme este hueso, ¿cómo se llama? Tímidamente, contestamos que era del pié. Él lo mostraba insisten- temente. Entonces ordenó: Siéntense y se los explico. Acobardados, hicimos caso y nos entera- mos de cuán difícil era la Anatomía. Cuando el profesor así lo creímos nos hizo una sólida descripción del hueso, que conocíamos como la taba, quedamos impresionados. Después que nos autorizó a retirarnos, comentamos que ojalá tuviéramos la fortuna de no tener clases con una persona tan enérgica como él, ya que nos había advertido de nuestro fracaso como aspirantes para entrar a un anfiteatro.

Habíamos leído en las conferencias, en su contraportada, una parodia de unos versos de Adolfo Bequer, que decía: No son los muertos los que en dulce calma,/ la paz disfrutan de la loza fría,/ muertos son los que están buscando novia,/ teniendo que estudiar Anatomía, y, como presagio siniestro, una gran cruz pintada, en el pié de página.

Nos asignaron los grupos, las mesas de anfiteatro y el repitente que nos tocaría como monitor. Fue emocionante entrar al recinto, con tanto cadáver que nos sobrecogía de espanto. En las clases

teóricas, para el momento íbamos en los huesos del tarso y ni siquiera nos habíamos aprendido el coxal. Con la bata blanca, el estuche de disección en la mano, tomamos sitio ante el cadáver. Pero ¡qué sobresalto!, al frente nuestro se hallaba el terrorífico profesor, que saludó efusivamente y en forma muy cordial a nuestro

monitor, quien nos comentó: Es Diego Soto, un repitente, como yo. Al mirarlo con rabia, se mostró satisfecho de habernos hecho pagar la primiparida. Diego terminó sus estudios un año antes que nosotros y hoy es un eminente profesor de Ortopedia, autor de un magnífico texto sobre la materia.

Nuestras clases eran recibidas en un silencio absoluto, tanto porque el profesor Cadena era muy estricto como porque hablaba en voz baja y no lo oíamos claramente. Y daba igual, ya que era poco lo que le entendíamos; después aprenderíamos de memoria. Las cosas no mejoraron para el segundo año, pues el profesor Pedraza hablaba más pasito.

Habiendo sorteado el primer año, nos esperaba la Anatomía II, cuyo texto de Testut-Latarjet ya no era en francés, como nos lo habían hecho creer, pero sí espectacularmente voluminoso, por lo cual su estudio nos copaba todo el tiempo disponible.

Para el segundo semestre de 1951, nos tocó en fortuna ser los inauguradores de los nuevos anfiteatros, localizados en la sede de la Ciudad Universitaria: limpios, aún se conservan adecuada- mente iluminados. A la entrada de los mismos hay una placa conmemorativa, que los egresados de 1955 colocamos para nuestras Bodas de Plata.

Siempre hemos rendido homenaje de admiración y respeto por nuestros profesores de Anatomía: Darío Cadena, Néstor Santacoloma, Héctor Pedraza, Carlos Márquez, José David Montaña y los Drs. Castro y Archila. Nunca supimos a cuál temer más. La anatomía nos sirvió a todos para nuestra profesión, a unos pocos para hacernos docentes de la misma y a mí hombre bruto, para vender los libros de Testut-Latarjet, comprar las argollas y casarme a los 18 años de edad.

Nelson Varón Correal, MD


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La MasacreLos abaleos de junio de 1954

l martes 8 de junio de 1954, apenas pasadas las 4:30 p.m., perdió trágicamente la vida Uriel Gutiérrez Restrepo, nuestro compañero de cuarto año de medicina. Su cráneo fue destroza- do por una de las balas asesinas disparadas por policías que, a petición de autoridades uni-

versitarias, entraron a la Ciudad Blanca a dispersar un bullicioso grupo de estudiantes que protes- taba disposiciones emanadas del decanato de Odontología y se había congregado frente a las Residencias Estudiantiles, cerca a la entrada de la calle 26. Los ánimos estaban todavía exaltados por las dificultades que fuerzas militares les habían proporcionado ese

mediodía en el Cementerio Central, al tratar de rendir el homenaje anual a Gonzalo Bravo Pérez, estudiante abatido por la policía 25 años antes, durante la administración de Miguel Abadía Méndez.

El cadáver de Uriel fue llevado por sus indignados y doloridos compañeros al aula de la Facultad de Derecho, donde permaneció toda la noche en cámara ardiente. Poco después, en salones vecinos, los representantes del gobierno trataron de calmar a los enardecidos estudiantes con promesas de investigación de los absurdos acontecimientos, castigo de los responsables y la formación de una comisión estudiantil que se entrevistaría más tarde con Rojas Pinilla.

En la mañana del siguiente día, una emocionada y pacífica manifestación de protesta se originó en la Ciudad Universitaria y procedió por la carrera 7 hacia el Palacio Presidencial. A lo largo del camino, en fraternal solidaridad, numerosos compañeros de otras universidades

se sumaron a los estudiantes de las varias facultades de la Universidad Nacional. Las mujeres estuvieron al frente durante una buena parte de la marcha y, en todas las bocas, se oían las notas del Himno Nacional y clamores de justicia por el compañero caído. Casi a las 11 de la mañana, la caudalosa manifestación que ya incluía varios miles de estudiantes fue interceptada en el cruce de la carrera 7 con calle 13 por un pelotón de soldados, armados con fusiles M-1.

Con los abanderados a la cabeza, entre ellos Álvaro Gutiérrez Góngora, estudiante de cuarto año de medicina, todos pedíamos en términos cordiales y esperábamos de la tropa el permiso parar reasumir el paso. Aunque existen otras versiones de los acontecimientos, nuestro condiscípulo Luis Mariño Rodríguez que estaba en la primera fila, cerca de Gutiérrez y luego recibió balazos

en una pierna y un brazo relata que el tono de la discusión entre Álvaro y el oficial en comando, inicialmente cordial, se tornó acalorado; cuando nuestro compañero trató de desviar con su mano el cañón del fusil que el militar le empujaba contra su pecho, este le disparó, hiriéndolo mortalmente. Si esto fue accidental o intencional, sólo lo sabe el oficial mismo, pero los soldados inicialmente en cerrado cordón y luego en grupo menos compacto al oír la detonación, dispararon automáticamente contra la densa multitud de manifestantes, también hiriendo algunos y causando la muerte de otros uniformados interpuestos entre ellos y los estudiantes.

Además de Gutiérrez Góngora, allí fueron sacrificados los compañeros Hernando Ospina López, Hugo León Velásquez, Hernando Morales, Elmo Gómez Lusich, Jaime Moore Ramírez, Rafael Chávez Matallana y Carlos J. Grisales. También murió un joven empleado de 19 años. Poco después, Jaime Pacheco Mora

estudiante de medicina fue asesinado por la tropa en la Avenida Jiménez. Fueron 10 los muertos y al menos 39 los heridos a bala.

Aunque el gobierno trató de justificar la matanza, alegando que elementos subversivos habían disparado contra los soldados desde los balcones vecinos, los únicos tiros que oímos los allí presentes fueron disparados por los uniformados. Esto fue confirmado más tarde por reputadas fuentes militares. No obstante, con tal excusa, durante los días siguientes, la patraña oficial incluyó el encarcelamiento temporal de varios cientos de estudiantes y de algunos políticos de la oposición. Erróneamente, también se dijo que los soldados responsables eran veteranos de la Guerra de Corea, miembros del Batallón Colombia que allí fueron enviados en contingentes anuales de mil hombres, tratando así de atribuir su mortífera reacción a la elevada tensión emocional, común en militares, después de haber participado en cruentas acciones bélicas. En realidad, los veteranos del

III Batallón el de 1953, que sufrió fuertes bajas en combate aún no habían regresado al país en junio de 1954.

Las investigaciones prometidas por Rojas Pinilla fueron puramente cosméticas: la responsabilidad formal nunca fue asignada a nadie, ni persona alguna fue castigada por estas terribles masacres. Pero la sangre de los inocentes compañeros no fue derramada totalmente en vano, pues esta fechas, el 8 y 9 de junio, marcaron el comienzo del derrumbe de la dictadura militar que finalmente se desplomó en 1957, con activa participación estudiantil.

A lo largo de toda su historia, Colombia ha sufrido incomprensibles extremos de violencia bipartidista que por su frecuencia parecen haber anestesiado la sensibilidad colectiva. Si sólo durante los violentos gobiernos de Ospina Pérez y de Laureano Gómez fueron muertas millares de personas, predominantemente inocentes campesinos y aldeanos liberales, miles más de

muertes políticas ocurrieron durante los cuatro años de la dictadura de Rojas Pinilla.

En tiempos más recientes, la violencia provocada por insurgentes sin causa legítima, forajidos comunes y narcotraficantes ha traído incontables víctimas adicionales. Así, tal vez, pueda entenderse


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cómo el absurdo sacrificio de su juventud el futuro de la patria en las calles de Bogotá no haya suscitado manifestaciones anuales de duelo y remembranza oficiales y de la ciudadanía y ¡ni siquiera se haya erigido en la Ciudad Universitaria un monumento en memoria de los caídos, como voto solemne al país entero de que estos trágicos sucesos no habrán de repetirse

jamás!

Eduardo Arciniegas, MD

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Masacre de la carrera 7 con calle 13

ecuerdo muy vivamente los trágicos sucesos de aquel día 9 de junio de 1954. En Bogotá, en la carrera 7, miembros del Batallón Colombia, apostados arriba de esta vía, abrieron fuego contra los estudiantes. Infortunadamente, yo iba en la línea del frente, pero unos pasos

atrás. Ese día fui al hospital San Juan de Dios y me encontré con que no había casi nadie; cuando indagué el porqué, me notificaron que la mayoría de estudiantes se había dirigido a la Ciudad Universitaria para protestar por la muerte de uno de nuestros compañeros, de apellido Gutiérrez (Uriel), a quien la policía asesinó de un tiro en la cabeza el día anterior.

El rector permitió que esa fuerza del orden

público entrara a la Ciudad Universitaria, violando así lo asegurado y prometido por políticos anteriores: que eso no sucedería jamás. Los estudiantes conmemoraban otra fecha luctuosa de principios de siglo, cuando un estudiante de la Nacional fue abaleado en el Cementerio Central de Bogotá, mientras echaba un discurso por el asesinato de otro estudiante. Pues bien, después de tomar aquel famoso trolley que subía, de la avenida Caracas hasta la Ciudad Universitaria y llegando por allá por la calle 30, o algo así, este tuvo que parar por la manifestación de estudiantes que subía hacia la carrera 7. En este punto me apeé y me integré a la manifestación, un poco atrás de la cabeza. Aquí, los únicos gritos que se oían eran de consignas como: Libros sí, balas no, en ningún momento vi arma alguna o amenaza alguna, y menos nos íbamos a imaginar que al llegar a la calle 14, donde nos contuvo el pelotón del Ejército, éste, en el momento menos pensado, comenzara a dispararnos ráfagas de metralla. Lo

único que hice fue tirarme al suelo. Recuerdo vagamente aquel valiente individuo con la bandera colombiana parado en la mitad de la calle sin que las balas lo inmutaran; entiendo que se trataba de un compañero nuestro que practicaba en Palmira, si no estoy mal, Álvaro Gutiérrez, El Pollo. Cuando sentí que no había más disparos, decidí salirme lo más pronto de ese atascadero y eventualmente ir a otro sitio, donde nada estuviera pasando.

Ese día los militares asesinaron a 17 estudiantes, entre ellos a una muchacha que trataba de entrar a la farmacia de la esquina y que abalearon en el suelo. Al día siguiente, El Tiempo publicó unas fotos de un estudiante perseguido por las tropas que se refugió en la iglesia de la carrera 7 con

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avenida Jiménez, en donde le propinaron varios disparos, sin valer que el estudiante se hubiese refugiado en ese sitio.

Esta matanza eventualmente tuvo algo que ver con el desbancamiento del general Rojas Pinilla o contribuyó a ello, pero algo que nunca ha pasado es haber encontrado los culpables de esta matanza ni quien dio la orden de disparar contra gente indefensa; esto es un parche maligno en la historia de Colombia, que todavía no termina de acabar.

Isidoro Gun, MD

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Elegía

A los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia sacrificados el 8 y 9 de junio de 1954

ecordamos a nuestros compañeros caídos. Sucedió hace 51 años, el 8 y 9 junio, en una

lucha absurda entre la ignorancia y el ímpetu juvenil. Recordamos un día lluvioso, de nubes espesas y atmósfera tupida, un día como solo suelen haber cuando anticipamos tristeza y

desolación. Un día de presentimientos inauditos. Un día oscuro, de lúgubres presagios, que, aunque hubiera sido claro, permanecerá como tal en nuestros corazones acongojados. Recordamos un día sin mañana. Recordamos su juventud, incauta, frágil, temeraria. Los recordamos en su cortejo, optimistas en su propósito, seguros de su finalidad y confiados en su éxito.

Recordamos su fuente inextinguible de ideas, fábulas, cuentos y profecías. Recordamos su fuente de risas y alegría. De ilusiones, esperanzas y proyectos. Recordamos sus voces adoloridas, clamando justicia. Los recordamos a todos y a cada uno.

Fuimos parte de ellos, promesa del porvenir, tesoro del país. No podían imaginarse el destino

inexorable que los acechaba.

Los recordamos, no solo porque eran parte nuestra, venidos de la misma alma madre, sino porque, en la perspectiva histórica, ellos eran los designados a llevar con orgullo el baluarte del país. Eran los futuros profesionales, dirigentes y personas de letras. Eran la savia de la tierra, la sangre que corre por las venas de la patria.

Es con el corazón contrito y llenos de congoja que los recordamos. Y al recordarlos, deplora- mos lo sucedido, que fue inaudito y permanecerá como una mancha indeleble en nuestros anales estudiantiles.

Los recordamos rebeldes y orgullosos, pero también seguros y cuán equivocados de la protección de la madre patria. Esa madre patria que no acudió en su ayuda y se volvió asesina.

Fue entonces que empezó la metralla, dejándolos muertos, tendidos en el asfalto.

Yacientes, la vida les fue arrancada sin reparos.

Muertos, sin más razón que la fuerza, con la opresión de las tinieblas, donde no hay pensamientos, ni flores, ni almas. La fuerza y la opresión que vienen de la nada, y a la nada volverán. Los recordamos con el corazón adolorido, y luto en el alma.

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Cuántas promesas terminadas en esas vidas truncadas prematuramente. Cuántas esperanzas jamás logradas, propósitos nunca alcanzados, deseos interrumpidos.

Los recordamos porque aquel día solo dejó congoja y silencio. Y al recordarlos, pensamos que siempre estarán en ese sitio especial en nuestro corazón, donde están los que mueren por un ideal, antes de cumplido su tiempo.

En nuestra memoria, ¡siempre serán jóvenes,

plenos de fervor y de entusiasmo!

María Eugenia Caro-Kane, Kenia

Profesores Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, 1955

Prueba 1. Acosta Villaveces, José del Carmen

2. Afanador Salgar, Abraham

3. Aguilera, Marco Tulio*

4. Agusti Pastor, Alfonso *

5. Albornoz Plata, Alberto

6. Almánzar, Pedro José*

7. Albornoz Medina, Carlos*

8. Amaríz Mora, Alberto*

9. Amaya León, Hernando*

10. Andrade, Carlos*

11. Andrade Valderrama, Ernesto

12. Anzola Cubides, Hernando

13. Aparicio Jaramillo, Arturo

14. Arango Sanín, Roberto

15. Araújo Cuéllar, Julio

16. Archila Fajardo, Jorge

17. Archila Monroy, Octavio

18. Atalaya Varela, Ramón

19. Barberi Cualla, Rafael

20. Barragán Cantor, Jesús M.

21. Barriga Villalba, Antonio

22. Bejarano Martínez, Jorge

23. Bernal B., Héctor*

24. Bernal Tirado, Jorge

25. Bonilla Naar, Alfonso

26. Borrero Higuera, Luis M.

* Sin biografía en este libro.

27. Botero Marulanda, Enrique

28. Cadena Camacho, Darío

29. Camacho Gamba, Jorge

30. Campo Posada, Arturo

31. Caro Mendoza, Álvaro

32. Carrizosa Argáez, Rafael

33. Carvajal Peralta, Alonso

34. Carvajal Peralta, Lope

35. Casas Santofimio, Camilo

36. Castillo Torres, Rafael

37. Castillo Vega, Eudoro

38. Cavalier Jiménez, Jorge E.

39. Cediel Ángel, Ricardo

40. Cleves Cucalón, Carlos A.

41. Corral Maldonado, Jaime

42. Cortés Enciso, Carlos

43. Cortés Mendoza, Eduardo

44. Cruz Riveros, Pedro Eliseo

45. Cubides Pardo, Eduardo

46. Cuervo Trujillo, Carlos José

47. Díaz Vargas, Miguel

48. Díaz Forero, Julio Hernando

49. Enciso Ruiz, Enrique

50. Esguerra Serrano, Gustavo

51. Esguerra Gómez, Gonzalo

52. Esguerra Gómez, Alfonso


Profesores Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, 1955

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53. FerroDíaz,LuisMaría54. FonnegraMiramón,Álvaro55. FonnegraMiramón,Enrique56. ForeroNogues,LuisG.57. ForeroVillaveces,Tulio58. GaitánYanguas,Mario59. GaitánNieto,Alfonso60. GómezMartínez,Pablo61. GómezHerrera,Humberto62. GuerreroIzquierdo,Gustavo63. GutiérrezÁngel,PabloElías64. GuzmánSantodomingo,AoR.S.? 65. HeloRubio,JorgeE.66. HermidaDíaz,Fabio67. InfanteBarrera,Francisco68. InfanteMartínez,JoséF.*69. Iriarte Rocha, Eduardo70. Isaza González, Javier71. Jácome valderrama, José Antonio 72. Janer Ruiz, Humberto73. Lara Hernández, Guillermo74. Latorre Latorre, Hernando

75. Leyva Pereira, Lisandro76. LichtenbergerSalomon,Egon77. Lleras Codazzi, Santiago78. Llinás Olarte, Juan Pablo79. López Escobar, Guillermo80. López Narváez, Gerardo81. Luque Bernal, Alfredo82. Malagón Castro, Valentín83. Marques Villegas, Carlos84. Martínez Gómez, Eudoro

* Sin biografía en este libro.

85. MatallanaTrujillo,Alfonso 86. MedinaMedina,Julio87. MejíaRodríguez,Ismael88. MeléndezSandoval,Ernesto 89. MéndezLemaitre,Alfonso 90. MeraGonzález,Fernando 91. MojicaMojica,CarlosJ.

92. Montaña,LuisDavid*93. MontejoPinto,Gustavo94. MontesDuque,Bernardo 95.

MontesDuque,Gonzalo96. NiñoHerrera,Hipólito97. NúñezOlarte,Enrique98. OrdóñezGaray,J.Hernando 99. OrdóñezPlaja,Antonio 100.OsornoMesa,Ernesto101. Pabón Pabón, Alfonso102. Pantoja Maldonado, César 103. Pardo Villalba, Guillermo 104. Paredes Manrique, Raúl 105. Patiño Camargo, Luis106. Pedraza Mendoza, Héctor 107. Peralta Cayón, Rafael 108.PérezGómez,AntonioM. 109. Piñeros Yori, Héctor110. Piñeros Corpas, Jorge111. Piñeros Suárez, Luis112. Plata Rueda, Ernesto113. Quintero Gómez, Tomás 114. Quintero Esguerra, Jaime 115. Ramírez Merchán, Rafael 116. Reyes García, Gonzalo

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117. Rico Tejada, Edmundo

118. Rodríguez Jiménez, Rafael M. 119. Rueda Montaña, Guillermo120. Sabogal Melgarejo, Ernesto121. Salazar Sánchez, Augusto122. Salgar Ortiz, Luis M.123. Sánchez Rodríguez, Claudio A. 124. Sánchez Urrea, Luis Jaime125. Sánchez Medina, Mario126. Sánchez Herrera, Manuel F.127. Santacoloma Garrido, Néstor128. Serpa Novoa, Roberto129. Serrano Camargo, Miguel130. Shattah, Víctor131. Shoonewolff Molinares, Fernando 132. Silva Mojica, Carlos R.133. Silva Silva, Manuel José134. Silva Silva, José Joaquín

135. Soriano Lleras, Andrés 136. Suárez Hoyos, Jorge137. Torres Focke, Alberto 138. Torres León, Fidel F.139. Torres Restrepo, Fernando 140. Torres

Umaña, Calixto 139. Triana Cortés, Santiago 141. Tribín Piedrahíta, Alfonso 142. Trujillo Gutiérrez, Carlos 143. Ucrós Cuéllar, Antonio 144. Ucrós Guzmán, Hernando 145. Uribe Uribe, Alfonso

146. Uribe Cualla, Guillermo 147. Vargas Iriarte, Ricardo148. Vargas Rubiano, Alfonso 149. Velázquez Mejía, Hernando 150. Vergara Delgado, Jorge 151. Díaz Vargas, Miguel


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Cátedras de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, 1955

Anatomía Cadena Camacho Darío Castillo Torres Rafael Pedraza Héctor Marques Villegas Carlos

Montaña Luis David Santacoloma Néstor

Anatomía Patológica Isaza González Javier Llinás Juan PabloSánchez Herrera Francisco

Bacteriología Almánzar, Pedro José García Laverde Alberto

Parasitología Osorno Ernesto,Sánchez Claudio P.Soriano Lleras Andrés Clínica QuirúrgicaAndrade Valderrama Ernesto

Anzola Cubides Hernando Bonilla Naar Alfonso Cruz Pedro Eliseo Fonnegra Miramón Álvaro Pabón Pabón Alfonso Pantoja Cesar A.

Piñeros Suárez Luis Salazar Sánchez Augusto Silva Silva, Joaquín

Técnica Quirúrgica Fonnegra Miramón Enrique Pérez Gómez

Antonio Rueda Montaña Guillermo Triana Cortes Santiago Velázquez Hernando

Clínica Médica Carrizosa Argaez Rafael Cuervo Carlos José Cediel Ángel Ricardo Gutiérrez Pablo Elías Lara Guillermo Ordóñez, J. Hernando Rodríguez Martín R.

Salgar Luis Maria Sánchez Medina Mario Trujillo Gutiérrez, Carlos Uribe Uribe Alfonso

Dermatología Silva Manuel JoséReyes García Gonzalo Cortés Enciso Carlos Pardo Villalba Guillermo Serrano Camargo Miguel,

Dibujo Médico Díaz Manuel

Terapéutica y Farmacología Luque Bernal, Alfredo Montes Duque Gonzalo

Núñez Olarte, Enrique

Física Médica Casas Santofimio Camilo Perilla Alvarado Eduardo Gaitán Yanguas Mario

Fisiología Borrero LuisEsguerra Gómez Alfonso Niño Hipólito

Ordóñez J. Hernando Riveros Vargas Luis Clínica Ginecológica Amaya León Hernando Aparicio Jaramillo Arturo Arévalo Burgos Eduardo Bernal Héctor Enrique Corral Maldonado Jaime Enrique DarnaltEspinosa Espinosa Álvaro Fonnegra Miramón Álvaro López Escobar Guillermo Serpa Roberto

Clínica Obstétrica Acosta Villaveces José del Carmen Castillo Vega EudoroFerro Luis MariaLleras Codazzi Santiago

Manotas RafaelMojica Carlos JulioMera González Fernando Peralta Cayón Rafael Ramírez Merchán Rafael Silva Mojica Carlos Roberto

Higiene y Salud Pública Albornoz Alberto Bejarano Martínez Jorge Enciso Enrique


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Histología Méndez Lemaitre Alfonso Latorre Latorre Hernando Janer Ruiz Humberto, Convers Fonnegra Francisco

Medicina Legal y Deontología Médica

Sarmiento López Guillermo Uribe Cualla Guillermo

Clínica Tropical Afanador Salgar Abraham Patiño Camargo Luis, Guaqueta Tiberio

Neurología Torres Restrepo Fernando

Neurocirugía Mejía Rodríguez Ismael

Clínica Oftalmológica Gaitán Nieto Alfonso Infante Barrera Francisco Tribín Piedrahita Alfonso

Otorrinolaringología Octavio Archila Monroy Cáceres A. Eduardo

Cleves Cucalón Carlos Suárez Hoyos Jorge

Clínica Ortopédica y Traumatológica Arango Sanín Roberto Barberi Cualla Rafael

Botero Marulanda Enrique Cubides Pardo Eduardo Guerrero Izquierdo Gustavo Hermida Díaz Fabio

Leiva Pereyra Lisandro Malagón Valentín Montes Duque Bernardo Piñeros Yori Héctor Quintero Esguerra Jaime

Parasitología García Laverde Alberto Sánchez Claudio Osorno Ernesto

Patología Médica Aguilera Marco TulioForero Nogues Luis Guillermo Montejo GustavoQuintero Gómez Tomas

Patología Quirúrgica Esguerra Serrano Gustavo

Patología Tropical

Cortes Mendoza Eduardo Santos Jorge E.

Pediatría Camacho Gamba Jorge Albornoz Medina Carlos Amariz Mora Alberto Araujo Julio

Castillo Vega Eudoro Gómez Herrera Humberto Guzmán Santodomingo Iriarte Rocha Eduardo Martínez EudoroPlata Rueda Ernesto Sabogal ErnestoVargas Rubiano Alfonso Torres Umaña Calixto

Clínica Neurológica y Psiquiátrica Agusti Pastor Alfonso Rico Edmundo Sánchez Luis Jaime

Química Médica Barragán JesúsDaza Casimiro Shoonewolff Fernando

Radiología Esguerra Gómez Gonzalo Medina Medina Julio Shattah Victor

Torres Focke Alberto

Semiología Atalaya Varela Ramón Bernal Tirado Jorge Forero Villaveces Tulio Rodríguez Martín Rafael Paredes Manrique Raúl Piñeros Corpas Jorge

Tisiología Vargas Iriarte Ricardo Reyes Sandoval Alfonso

Clínica Urológica Carvajal Peralta Alonso Cavalier Jiménez Jorge Gómez Martínez Pablo Torres León, Fidel Murillo R. Fabio

Psicología Núñez Rafael


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Acosta Villaveces, José del Carmen (1894-1966)

Profesor de Obstetricia y Ginecología, académico, decano, rector, fundador del Instituto Materno Infantil Concepción Villaveces de Acosta

NACIÓ EN LA HACIENDA El Vínculo, de Soacha, Cundinamarca, en el hogar de Raimundo Acosta y Concepción Villaveces. Casado con Leonor Perea. Estudió en el Colegio San Bernardo de los Hermanos Cristianos y en el Colegio San Bartolomé, en donde recibió su grado de bachiller en 1910. Cursó Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, ganó el concurso de preparador de Anatomía (1913) y fue practicante interno de Clínica Interna (concurso, 1915), jefe de Clínica Interna (1917) y jefe de Clínica Quirúrgica (1918). Presentó su tesis Contribución al estudio de la hematología

en Bogotá y se gradúo de Doctor en 1917.

Se especializó en Obstetricia y siguió la carrera docente como profesor de su especialidad en la Facultad de Medicina de su alma máter. Fue rector de la Universidad Nacional (1930-1955). Desa- rrolló los servicios de maternidad del Hospital de San Juan de Dios y, posteriormente, se dedicó a su madre Concepción Villaveces de Acosta. Bajo su dirección, el Instituto Materno Infantil llegó a ser el epicentro de la Obstetricia nacional. Introdujo en 1920 la técnica de la operación cesárea segmentaria transperitoneal. En 1935, inauguró el pabellón de maternidad de la Clínica Marly. En 1955 asumió la dirección del Hospital San Juan de Dios y abrió los servicios de un nuevo edificio.

Fue decano fundador de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana (1942-1958), miembro de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la Federación Médica Colombiana (1952-1954) y miembro y

presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Bogotá. Falle- ció en Bogotá, su nombre se recuerda en uno de los edificios de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana. Escribió sobre hemorragias meníngeas de aparición tardía en recién nacidos, pelvis viciada por claudicación.

Afanador Salgar, Abraham (1905-1989) Profesor de Clínica Tropical

NACIÓ EN BOGOTÁ, en el hogar de Abraham Afanador Samaniego y Bernarda Salgar Forero. Estu- dió en el Colegio Mayor de San Bartolomé, en donde se graduó de bachiller. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Fue practicante externo (1928) e interno de Dermatolo- gía (1928), practicante interno en la Clínica de Obstetricia (1929). Presentó su tesis sobre el bacilo de Hansen y recibió su diploma de Doctor en 1930. Viajó a Francia para hacer estudios de posgrado

en la Universidad de París (1933-1935). Posteriormente, fue a Nueva York para profundizar sus conocimientos en fiebre amarilla, en la Fundación Rockefeller (1935). Estudios sobre el virus de la fiebre aftosa en Amsterdam (1951) y en el Instituto Zoo-profiláctico de Brescia, Italia (1953). En 1931 y 1932 fue médico del Leprocomio de Agua de Dios, organizó el Hospital San Vicente de dicho lugar y fue cofundador de la Escuela de Enfermeras.

Durante el conflicto con el Perú, se enroló en la Sanidad Militar y viajó al sur del país para organizar la atención médica a los heridos en Tarapaca, Leticia y en el Bloque Hospital Nariño. Al regresar a Bogotá fue jefe del Departamento de Serología e Inmunología del Instituto Samper Martínez (1935-1938), institución de la que fue director entre 1949 y 1958. Fue jefe de Clínica Tropical (1939- 1943), profesor agregado de dicha cátedra en 1941, profesor agregado de Bacteriología en 1944,

profesor titular de Clínica Tropical en 1954 y profesor titular de Medicina. Organizó el Laboratorio Nacional Anti-aftoso y fue miembro de la junta directiva del Instituto Colombiano Anti-aftoso (1957- 1959). Fue diputado a la Asamblea de Cundinamarca (1949-1951), concejal de Bogotá y presidente de la corporación (1962-1964). Secretario de Asistencia Social de Cundinamarca (1947). Perteneció a la Academia de Medicina de Medellín, a la Sociedad Internacional de Leprología y a la Asociación Colombina de Laboratorios Clínicos. Fue condecorado con la Cruz de Boyacá. Recibió una tarjeta de Oro de los Enfermos de Agua de Dios cuando se retiró del leprocomio.

Afanador Salgar, Abraham, Bacilo de Hansen, Bogotá, Tip. Voto Nacional, 1930.______, Spotted fever in Tobía, Colombia, Am J Trop Med, 1937; p. 17.______, Un caso de quiste hidático en Bogotá,

Rev Univ Nal, Bogotá, octubre de 1942.


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Agusti Pastor, Alfonso (1906-1981) Profesor de Psiquiatría, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ. Cursó sus estudios secundarios en la Escuela Nacional de Comercio, en donde se recibió de bachiller en 1924. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Tratamiento de la esquizofrenia por el coma insulínico y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1931. Hizo su especialización en Psiquiatría comenzando en la Sociedad de Psicología del Ecuador, después en la Sociedad de Psiquiatría de Bogotá. Fue uno de los primeros discípulos del Dr. Maximiliano Rueda

Vargas. Fue nombrado médico jefe del manicomio de hombres de Sibaté, Cundinamarca (1938-1949). Obtuvo, por concurso, el cargo de jefe de Clínica Neurológica y Psiquiátrica de la Universidad Nacional, en la que posteriormente fue profesor agregado (1959-1958). Fundó la Escuela de Enfermeras Psiquiátricas. Además, fue director de la Casa de Reposo de Chía (1944), médico jefe de la Clínica de Reposo La Paz (1941-1971), y sucedió al Dr. Edmundo Rico en la dirección de esta clínica. Fue jefe de Clínica Neuropsiquiátrica de la Universidad Nacional y de los servicios de Psiquiatría de las Fuerzas Militares. Miembro de la Academia Nacional de Medicina.

Escribió sobre temas de su especialidad; fue coautor, con el Dr. Maximiliano Rueda Vargas, de la investigación Convulsiterapia en Psiquiatría, en la cual usaron el tratamiento con Cardiazol en cincuenta enfermos con esquizofrenia o psicosis maniacodepresivas.

Falleció en Bogotá.

Agusti Pastor, Alonso, Tratamiento de la esquizofrenia por el coma insulínico, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, 1931. ______, Stovarsolterapia en la parálisis general, An Neuropsiq Frenoc Muj, Bogotá, 1943; 1(3):216.

Albornoz Plata, Alberto (1920-2005) Profesor de Gastroenterología, Académico

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de don Rudesindo Albornoz López y doña María Plata Arroyo. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis: Algunos usos del tubo de Miller- Abbot y se graduó de Doctor en 1943. Después viajó a México para especializarse en Salud Pública. En 1945 se trasladó a Michigan para trabajar en Medicina Interna y luego fue a Filadelfia para su adiestramiento en Gastroenterología. A su regreso a Bogotá fue nombrado profesor agregado de Medicina Interna y Gastroenterología

de su alma máter (1950-1970). Prestó sus servicios en el Hospital de la Samaritana, del que fue jefe del Servicio de Medicina Interna, y en la Univer- sidad Javeriana hasta su jubilación. Miembro, tesorero (1968-1978) y vicepresidente (1980-1982) de la Academia Nacional de Medicina; miembro honorario de la Sociedad de Medicina Interna y de Gastroenterología. Perteneció a la Sociedad Internacional Bockus del American College of Gastroenterology; a la Sociedad Colombiana de Radiología, a la Federación Médica Colombiana, como miembro y secretario del Comité de Ética; miembro honorario de la Asociación Interamericana de Gastroenterología y de la Asociación Internacional para el Estudio de las En- fermedades del Hígado. Fue vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Alergia e Inmunología (1980).

Editor ejecutivo de más de quince tomos de Temas médicos, libro oficial de la Academia Nacio- nal de Medicina de Colombia. Ha sido

conferencista invitado en numerosos eventos de su especialidad en toda América y ha servido como presidente del Comité Epidemiológico para el Estu- dio de la Cirrosis en Latinoamérica. Ha escrito más de cien artículos científicos sobre temas de su especialidad como: Tratamiento médico de la úlcera péptica y su aspecto preventivo, y Trata- miento de la cirrosis hepática: experiencia con la colchicina; 14 años de estudio en Colombia. También es autor de Medicina preventiva, y coautor del Tratado Internacional de Gastroenterología. Recibió el Premio Alejandro Ángel Escobar por su libro Temas escogidos de Gastroenterología, en 1967 y fue condecorado con la Medalla Esculapio de la Academia de Medicina de Francia y la Medalla de París. Medalla de la Federación Médica de Colombia y Medalla de Oro del Instituto de Seguros Sociales de Colombia.


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Albornoz Medina, Carlos (1919) Profesor de Pediatría

NACIÓ EN TOCAIMA, CUNDINAMARCA. Hijo de Leonidas Albornoz López y María Medina Herrera, y hermano del Dr. Leonidas Albornoz. Casado con Olga Salas Rozo. Hizo su bachillerato en el Colegio Mayor de San Bartolomé, en donde recibió su diploma (1937). Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1945. Comenzó su internado en la Clínica Médica del Hospital San Juan de Dios y posteriormente en la Clínica Pediátrica (lactantes) del Hospital de la Misericordia. Viajó a Brasil para completar su residencia en Pediatría en el Instituto Fernández Figueira de Río de Janeiro. Médico Estagiario

os Servicios de Pediatría de Enfermeria: Departamento Nacional Da Crianca, Instituto Fernández Figueira, Río de Janeiro-Brasil (1947). Regresó a Bogotá y prestó sus servicios como docente de la cátedra de Anatomía (1948) y como jefe de Clínica Pediátrica de la Universidad Nacional de Colombia, Hospital de la Misericordia (1949-1953). En esta universidad ejerció como asistente de Clínica Pediátrica (1954-1960) y como profesor encargado (1960-1961), asociado (1961-1968), titular (1969-1977) y emérito (1979) de Pediatría.

Es miembro de las sociedades Brasilera, Panameña, Colombiana y Antioqueña de Pediatría; de la American Academy of Pediatrics (AAP); presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría (1962); vicepresidente de la Rama Colombiana de la American Academy of Pediatrics (1963); director del Departamento de Pediatría de la Universidad Nacional de Colombia (1962-1965- 1975);

coordinador, miembro activo y representante del Distrito X del Comité Latinoamericano para la Promoción de Residencias de Pediatría de la American Academy of Pediatrics (Coprep) entre 1970 y 1972; profesor invitado por la AAP para visitar servicios pediátricos en hospitales de Estados Unidos (1971).

Albornoz Medina estableció la frecuencia en Bogotá del raquitismo (17%) en niños hospitalizados. Ha escrito numerosos artículos científicos, algunos de ellos reseñados en la bibliografía.

Albornoz Medina, Carlos, Raquitismo en Bogotá, Rev Col de Ped, 1952, XII:309.______, Nuevos conceptos de prematuridad en nuestro medio, Rev Soc Col de Ped, 1961, IV:57.

______, Pielonefritis en el lactante, Rev Esp de Ped, XIX:110.______, Actividades del Comité de Promoción

de Programas de Residencias de Pediatría (Coprep), libro X, Congreso

Panamericano de Pediatría, acta 163, 1972.______, Aspectos sobre residencias para especialización en Pediatría en América Latina, distrito X, Act Ped Lat, abril-junio

1972, III(2):211-229.______, La punción pulmonar en las neumopatías agudas del lactante y su correlación clínicobacteriológica, Bol Méd Hosp Inf

de Méx, mayo-junio 1973, XXX:301-307.______, Síndrome de Gregg y oligofrenias, Rev Col Ped Puer, Bogotá, 1955, 15:1-6. ______ y M. E. Sabogal, Estados comatosos, Rev Fac Med, 1958, 26(10-11):559-573. ______ y A. Gutiérrez Reyes, Equilibrios ácido-básicos, Rev Fac Med, 1958, 26(9):447-453.


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Almánzar V., Pedro José (1901-1972) Profesor de Bacteriología

NACIÓ EN BOGOTÁ. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis sobre temas de laboratorio clínico y se graduó de Doctor en 1927. Viajó a París para especializarse en Bacteriología en el Instituto Pasteur. Al regresar a Bogotá, fue nombrado director del Instituto Samper Martínez. Fue el primer director del Hospital San Carlos (1947-1968). Desde 1936 fue profesor de Bacteriología de su alma máter. De él escribió el Dr. Max Olaya: Exacto, a las dos de la tarde, serio pero cordial, irreprochablemente vestido con los mejores trajes de Valdiri y dejando tras de sí una grata estela de finas esencias varoniles, llegaba Pedro José Almánzar a su cátedra de bacteriología de la Facultad de Medicina de la

Universidad Nacional, obtenida por concurso, para suceder al médico veterinario Federico Lleras Acosta. La asignatura se dictaba en la forma clásica de la clase magistral, en un viejo torreón que también servía para que los verdugos de la anatomía humana hicieran el anual baño de sangre juvenil que por diciembre inundaba la Facultad de Medi- cina. Tiempo habrá de enjuiciar, en un libro que se ocupe de temas prohibidos en la historia de la medicina, esta manera de enseñar la anatomía en la Facultad de Medicina de Bogotá. Almánzar enseñó treinta años la bacteriología a la colombiana, para colombianos, y con bacilos y hongos colombianos. Era un profesor que nunca tuvo necesidad de citar autores extranjeros para que sus alumnos o para que los millones de informes bacteriológicos que firmó en casi cincuenta años de ejercer la bacteriología primero asociado durante largos años con Claudio Sánchez y luego solo tuvieran lo que no tienen hoy los dictámenes bacteriológicos: fe,

seriedad, crédito, fuerza de testi- monio. Un examen de Pedro José Almanzar, o unas radiografías leídas por Gonzalo Esguerra Gómez, o un parto atendido por Víctor Rodríguez Aponte, o una cesárea extra-corpórea segmentaria, ejecutada por Rafael Francisco Ramírez Merchán, o un diagnóstico clínico bien in- trincado, pero respaldado por la firma de Alfonso Uribe Uribe, de Carlos Trujillo Gutiérrez, o de Abraham Salgar, eran decisiones inapelables. Tiempos como esos, como en la canción inmortal de Bécquer, no volverán. Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina (1933) y presidente de la corporación (1963-1965). Falleció en Bogotá.

Almanzar V., Pedro José, Choque hemoclásico de Widal y prueba de Rosenthal en el diagnóstico de la insuficiencia hepática, tesis, Bogotá, Editorial Minerva, 1927.

Amaríz Mora, Alberto (1922) Profesor de

Pediatría, antropólogo, académico

Nació en Mompox (Bolívar), en el hogar de Juan Amarís Maya y Angélica Mora. Cursó su bachillerato en el Liceo Celedón de Santa Marta (1943). Ingresó a la Facultad de Medicina de la Univer- sidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Iniciación del estudio axiológico en lactante de Bogotá y se graduó con honores en 1962. Realizó su carrera académica por concurso en la Faculta de Medicina de la Universidad Nacional, Departamento de Pediatría, como instructor asistente, instructor asociado, profesor asistente, profesor asociado, secretario académico y decano encargado. Fue jefe de Clínica, profesor agregado y jefe del Centro de Hidratación (1960- 1963), jefe del Departamento de Pediatría del Hospital Materno Infantil (1963-1979), profesor de Pediatría (1959-1989), director del Departamento de Pediatría de la Universidad Nacional de Co- lombia (1979-1982 y 1984-1987), secretario de la

Facultad de Medicina, secretario académico de la Universidad Nacional (1982-1984) y profesor honorario de su alma máter en 1989. Es licenciado en Antropología (1963).

Director del Centro de Hidratación Calixto Torres Umaña, Instituto Materno Infantil, por espacio de tres años; jefe de la sección de Neonatología, Clínica San Pedro Claver, ISS (cuatro años); director del Departamento de Pediatría, Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (cinco años). Pediatra del Instituto de Seguros Sociales (1955-1977). Desde 1996, titular del Área Pediátrica de la Asociación Pro Niño con Parálisis Cerebral (Propace). Miembro de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría, fundador de la Coope- rativa de Asmedas (Coasmedas) y de la Asociación Mutual de Médicos y demás Profesionales de Formación Universitaria (Somec), ex socio de la Cooperativa de Profesores de la Universidad Nacional, miembro

honorario de la Asociación de Exalumnos de Medicina de la Universidad Nacional (Aexmun).

Con los colegas profesores doctores Ernesto Plata Rueda (q.e.p.d.), Carlos Albornoz Medina, Francisco Millán Rodríguez (q.e.p.d.), Humberto González Gutiérrez y otros de la época, luchó intensamente en la Facultad de Medicina de Universidad Nacional para que la Pediatría tuviera autonomía académica y no fuera sección del Departamento de Medicina Interna. Una vez alcanzado este logro con la creación del Departamento de Pediatría, consiguieron que el área de Recién Nacidos del Instituto Materno Infantil fuera una sección de tal departamento y no dependiera del


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de Obstetricia y Ginecología. Es autor de varios trabajos científicos, entre ellos, El médico, la medicina y Raíces históricas de la institución hospitalaria, y fue editor por un año del Boletín Informativo Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas y director Administrativo de la Re- vista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.

Dr. Norman Rodríguez

Amaya León, Hernando (1918-1995) Profesor de Ginecobstetricia

NACIÓ EN BOGOTÁ. Fueron sus padres José Amaya Olarte y Rosa León de Amaya. Casado con Alicia Giraldo de Amaya, con quien tuvo seis hijos. Graduado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1944, su tesis versó sobre temas ginecológicos y fue laureada. En 1947 fue nombrado uroginecólogo del Hospital Santa Clara. Para este mismo año fue

nombrado socio de número de la Sociedad Colombiana de Tisiología. En 1950 fue confirmado su título de profesor agregado de la cátedra de Clínica Ginecológica por la rectoría del claustro y fue cofundador del Colegio Colombiano de Cirujanos. En 1957 fue presidente del III Congreso Colombiano de Obs- tetricia y Ginecología y presidente honorario del VI Congreso Colombiano de la especialidad realizado en Cartagena. En 1962 fue presidente del Comité del Programa Científico del IV Con- greso Latinoamericano de Obstetricia y Ginecología. En 1964 fue nombrado director del Depar- tamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional, en donde, con una clara reorga- nización y directrices adecuadas, inauguró una época especialmente brillante en actividades cientí- ficas nacionales e internacionales. Delegado de la Universidad Nacional al IV Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia en Buenos Aires y Mar de Plata, Argentina. En 1965, el Consejo

General de Especialidades Médicas de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina lo nombró miembro del Comité de Ginecología y Obstetricia, en donde más tarde actuó como su presidente. Fue socio fundador y presidente de la Fundación para Investigaciones Hormonales. En 1967 fue miembro del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacio- nal y presidente de su Comité Docente. Para este año, fue invitado de honor y conferencista del IV Congreso de Obstetricia y Ginecología, celebrado en Caracas, Venezuela. En 1968 fue nombrado miembro honorario de la Sociedad Colombiana de Obstetricia y Ginecología por su junta directiva, de la cual fue miembro fundador: rindiendo un tributo de admiración y respeto a uno de sus miembros que desde sus directivas y en el ejercicio de la docencia de la Ginecología, le ha dado brillo a la medicina colombiana. Este año fue presidente del I Simposio Internacional de Esteroides Sexuales.


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Autor de dos ponencias oficiales, coautor de tres correlatos y aportes a los principales temas de los nueve congresos nacionales de Obstetricia y Ginecología entre 1949 y 1971, entre los que destaca Orientación endocrina en la hemorragia uterina funcional. En diciembre de 1971 reci- bió mención especial por 20 años de docencia ininterrumpida. En 1981 fue nombrado profesor honorario de la Universidad Nacional. Sus trabajos sobre tuberculosis en ginecología, endometriosis y osteoporosis fueron publicados en varias revistas científicas internacionales. En 1994 cumplió Bodas de Oro profesionales.

Camilo Amaya Giraldo

Andrade Valderrama, Ernesto (1918-2002) Profesor de Cirugía, historiador

NACIÓ EN BOGOTÁ. Fueron sus padres Eugenio Andrade Suescún (ex gobernador de Santander y ministro del Tesoro) e Inés Valderrama Ordóñez. Estuvo casado con Martha Pérez. Hizo sus estudios en el Colegio de San Bartolomé. Después de recibir su grado de bachiller, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía, en 1942, con la tesis Rectosigmoidoscopia y observaciones sobre cirugía ano-rectal. Hizo su internado en el Hospital San Juan de Dios y en 1943 obtuvo allí, por concurso, el cargo de jefe de Clínica Quirúrgica. Fue jefe del Servicio de Proctología del Instituto Nacio- nal de Rádium, profesor agregado asistente (1951-1953), profesor agregado por concurso (1953- 1960), profesor asociado de Cirugía General (1961-1971), profesor titular (1972-1984), profesor emérito

(1974) y profesor honorario (1984). Creó la Clínica del Seno, en el Hospital San Juan de Dios. Precursor de la cirugía conservadora en el tratamiento del cáncer de seno, también realizó por vez primera en Colombia la resección abdomino-perineal para el tratamiento del cáncer de colon y el tratamiento quirúrgico de la atresia esofágica. Jefe de la Sección de Cirugía General (1966-1967) y director del Departamento de Cirugía de 1973 a 1975 y de 1980 a 1982.

Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1956-1957), fundó varias sociedades científicas: la Sociedad Colombiana de Gastroenterología (1946), de la que fue presidente (1955-1956) y miembro honorario (1977); miembro fundador del Colegio Colom- biano de Cirugía y presidente del mismo entre 1968 y 1970; miembro fundador de la Socie- dad Colombiana de Cirujanos de Colon y Recto y primer presidente de la misma, de 1964 a 1967, además de miembro honorario (1978);

miembro fundador de la Asociación Colombia- na para el Avance de la Ciencia; fundador de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medi- cina, que presidió de 1986 a 1993; miembro fundador de la Sociedad Hispano Andina de Historia de la Medicina (1984). En 1989, la Academia Nacional de Medicina lo recibió como miembro honorario. Fue, así mismo, profesor de Patología Quirúrgica en la Facultad de Me- dicina de la Universidad Javeriana, en 1942, y organizó y dirigió la Clínica Nueva, en Bogotá (1958).


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Publicó más de 50 escritos en diversas revistas nacionales e internacionales sobre Cirugía del colon, recto y ano, subespecialidad en la que fue

un verdadero precursor en Colombia. Su primer artículo, Lucas Médico, fue publicado en la revista Deutsches Medizinisches, de Berlín (1962). Fue autor de varios artículos sobre el desarrollo de la Cirugía en Colombia desde la época precolombina hasta la primera mitad del siglo XX.

Anzola Cubides, Hernando (1904-1979)Precursor de la Gastroenterología Quirúrgica en Colombia, profesor, académico, político

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Nicasio Anzola y Mercedes Cubides. Casado con Mary Betancur Mejía. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis La anestesia raquídea en cirugía abdominal y recibió su grado en 1927. Viajó a Francia para hacer estudios de posgrado. Allí presentó la tesis Etude clinique des porteurs de germs amibiens. Regresó a Bogotá y ejerció en los principales hospitales de la ciudad. Fue

profesor de Cirugía de la Universidad Nacional y secretario de la corporación; en 1967 fue nombrado profesor honorario.

Uno de los fundadores y segundo decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana. Concejal y presidente del Cabildo de Bogotá, diputado a la Asamblea de Cundinamarca, representate al Congreso, senador de la República y ministro de Higiene. Como uno de sus pacientes fuera el presidente Alberto Lleras Camargo, no empezó la apendicetomía que este requería hasta cuando estuviera presente un médico del Partido Liberal, el cual fue Gonzalo Esguerra Gómez.

Fue miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina, cofundador de la Federación Médica Colombiana y miembro de la Sociedad de Cirugía de Bogotá. Falleció en Miami.

Anzola Cubides Hernando, Etude clinique des porteurs de germs amibiens, tesis 500, París,

1930.______, La práctica de la cirugía, Bogotá, Universitas: Ciencias Biológicas, 1954; 2:15-18.______, Veinticinco años de enseñanza de cirugía, Bogotá, Universitas Médica, 1967; 9:59-68.______ y B. Montes Duque, El estado del stress en los pacientes quirúrgicos y ortopédicos, Bogotá, Universitas: Ciencias

Biológicas, 1955; 2:251-262.______ y A. Escallón Azcuenaga, Neuroma del colédoco, Bogotá, Universitas: Ciencias Biológicas, 1955; 2:413-417.


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Aparicio Jaramillo, Arturo (1910-1979)

Profesor de Ginecología

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Luis Aparicio Amador y Rosita Jaramillo. Estudió en la Escuela Ricaurte y en el Instituto de la Salle, en Bogotá. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Simpaticectomía para tratamiento del dolor, en Ginecología, y recibió el grado de Doctor en Medicina y Cirugía, en 1937. Viajó a Chile y trabajó en la Clínica Ginecológica del Hospital San Vicente de Santiago. Posteriormente, se trasladó a Buenos Aires al curso de Ginecología. A su regreso a Colombia, se vinculó a la carrera docente en la Facultad de Medicina de su alma máter. En 1942, obtuvo por concurso el título de profesor agregado de Clínica Ginecológica (1942- 1943) y posteriormente el de profesor titular (1948-1960). Sucedió en la cátedra al profesor Carlos Tirado Macías. Ascendió a jefe de Clínica Ginecológica del Hospital San Juan de Dios (1939-1941). En 1962, fue designado

profesor honorario.

Fue decano de la Facultad de Medicina (1948-1949). Desde 1957, fue profesor de Ginecología de la Universidad Javeriana y desde 1969 hasta su muerte, decano de la Facultad de Medicina del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Fue jefe de la sección ginecológica y del departamento de Ginecología y Obstetricia (19431962) del Hospital San José.

Miembro de las sociedades de Cirugía, de la Sociedad Colombiana de Obstetricia y Ginecología y presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, de la Federación Médica Colombiana, del Capítulo Colombiano de la Asociación Mundial de Prevención del Cáncer Ginecológico, del comité ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Ginecología y presidente ejecutivo del IV Congreso Latinoamericano de Obstetricia y Ginecología, reunido en Bogotá en 1962. Falleció en Bogotá el 17 de octubre de 1979.

Fue autor de numerosas publicaciones sobre temas ginecológicos. Durante los años en que se desempeñó como jefe de Clínica Ginecológica del Hospital San Juan de Dios, introdujo nuevas técnicas quirúrgicas.

Aparicio Jaramillo, Arturo, Simpaticectomia: tratamiento quirúrgico de algunos síndromes dolorosos en ginecología, tesis de Doctorado en Medicina y Cirugía, Bogotá, El Gráfico, 1937.

Arango Sanín, Roberto (1921) Profesor de Cirugía Ortopédica y Traumatología

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Fernando Arango Isaza y María Sanín Jaramillo. Casado con Olga Restrepo de Arango. Hizo su bachillerato en el Colegio Antonio Nariño, en Bogotá (1933- 1938) y estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia (1939-1944), donde recibió Diploma de Honor como mejor estudiante del sexto año. Sustentó su tesis «Algunas lesiones traumáticas de la

rodilla y obtuvo su grado en Medicina y Cirugía, el junio 2 de 1945. Hizo su internado en la Clínica Central de Bogotá (1944-1945).

Viajó a Estados Unidos para hacer su especialización en el Hospital St. Annes, Fall River, Massachusetts (1945-1946). Fue Fellow en el Hospital Infantil de Boston, Massachusetts y en el Hospital The Boston City, Servicio de Traumatología, bajo la dirección del Dr. Otto J. Herman. Cursó especialización en Ortopedia Pediátrica, en la Universidad de Harvard, bajo la dirección del Dr. William T. Green. Regresó a Bogotá y se vinculó con su alma máter, donde ganó el cargo de jefe de Clínica por concurso en el Hospital de la Misericordia, servicio de Ortopedia y Cirugía Infantil del profesor Manuel Antonio Rueda Vargas (19471950), adjunto al Servicio de Ortope- dia del mismo hospital (1951). Fue jefe de una sección del Servicio de Ortopedia del Hospital de la Misericordia, por retiro del profesor Rueda

Vargas, de 1952 a 1960.

Profesor agregado y encargado de cátedra en el Hospital de la Misericordia, Clínica de Ortopedia y Cirugía Infantil (1950-1963); profesor asociado, cátedra de Cirugía Ortopédica y Traumatología (1953-1955); cirujano de tumores óseos, Instituto Nacional de Cancerología, Bogotá (1952-1957); profesor auxiliar de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Universidad Javeriana; Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos (1960-1963); profesor de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital San Ignacio, (1963-1972); jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital San Ignacio (1963-1979); profesor titular de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital San Ignacio (1972-1988).

Universidad del Rosario: profesor de Anatomía Funcional, Patología, Clínica (del sistema músculo-esquelético) y Biomecánica, en las

escuelas (facultades) de Fisioterapia y Terapia Ocupacional de la Escuela Colombiana de Rehabilitación, entre los años 1952 y 1985, Universidad


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de la Sabana: miembro del Consejo Consultivo de la Facultad de Medicina, profesor ad honorem en el departamento de Bioética desde julio 1998.

Miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología; ex presidente, miembro honorario de la Association of Bone and Joint Surgeons, Estados Unidos; miembro fundador de la Escuela Colombiana de Rehabilitación y de la Fundación Colombiana de Rehabi- litación; ex vicepresidente y ex

miembro activo de la misma fundación, Comité de Ortopedia de Ascofame (ex presidente); miembro fundador y ex presidente del Consultorio de Especialistas, Bogotá.

Realizó numerosos trabajos de investigación en su campo, para el que publicó varios trabajos. Distinciones: Medalla Jorge Vejarano; Medalla del Fundador, Fray Cristóbal de Torres; Profesor Distinguido, Universidad Javeriana, 1986.

Arango Sanín, Roberto y Valentín Malagón Castro, Texto de ortopedia infantil, Barcelona, Ediciones Jims, 1966 (2 ed., 1987).

Araújo Cuéllar, Julio (1905-1996) Profesor de Pediatría, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Julio Araújo Vélez y Dolores Cuéllar Durán. Casado con Isabel Cardona Rocha. Sobrino del conocido oftalmólogo Dr. Antonio Cuéllar Durán. Inició su primaria en el Liceo de La

Salle, continuó sus estudios secundarios en el Colegio de Araújo y se graduó de bachiller en el Colegio del Rosario, en 1925. Estudió en la Universidad Nacional de Colombia, fue monitor de Histología en 1927, preparador al año siguiente y jefe de trabajos prácticos de la misma materia. Externo, por concurso, en 1930, practicante de la Clínica Santa Lucía (1928-1931), interno de Clínica Urológica y después interno, por concurso, de la Clínica Quirúrgica del Hospital San Juan de Dios. Defendió su tesis Uretrografía y se recibió de Doctor en Medicina y Cirugía en 1933.

Hizo su especialización en Pediatría en el Hospital de la Misericordia de Bogotá (1934-1938). Jefe de Clínica Pediátrica por concurso (1941-1943). Ingresó a la carrera académica y fue profesor de Pediatría de las universidades Nacional, Javeriana y del Rosario. Jefe de la Consulta Externa del Hospital de la Misericordia (1944-1950). Fundador del Servicio de Pediatría de la Clínica San Rafael.

Prestó sus servicios en el Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos, en donde dirigió el centro de vacunación y el puesto de salud.

Miembro de número de la Academia Nacional de Medicina (1955), de la que en 1986 fue ascendido a miembro honorario; así mismo, de las academias de Medicina de Medellín y Cartagena y de la Sociedad Médico Quirúrgica Lombana Barreneche. También, de la Federación Médica Colombiana, de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, de las sociedades de Pediatría de México, de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina. Fue condecorado con la Orden de Benefactor del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos y con la Tarjeta de Plata de la Sociedad Colombiana de Pediatría. Autor de numerosos trabajos en su especialidad, incluyendo algunos sobre debilidad congénita, enfermedad de Friederich, tratamiento de la tos ferina, enfermedad de Recklinghousen, historia de la poliomielitis y vacunación. Fue autor de

numerosas publicaciones sobre temas de medicina infantil y sobre la historia de la Sociedad Colombiana de Pediatría, de la cual fue miembro honorario

Araújo Cuéllar, Julio, Dos casos clínicos de etiología y evolución diferentes en niños de la misma edad, Rev Fac Med, Bogotá, mayo de 1937; 5(11):810-811.

______ y Emilio Posada S., Difteria, Rev Fac Med, La Habana-Bogotá, Editorial de Ciencias Sociales 1989, diciembre de 1958; 26(12):671-678.


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Archila Fajardo, Jorge (1926-1993) Profesor de Cirugía

NACIÓ EN SOGAMOSO, hijo de Jorge Archila Reyes, miembro de la Academia de Historia de Boyacá, y de Carlina Fajardo. Casado con Helena Rivera. Hizo sus estudios en el colegio Sugamuxi y se graduó de bachiller en el Colegio Boyacá en 1941. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Univer- sidad Nacional. Durante su carrera ganó, por concurso, el cargo de monitor de Fisiología y fue interno de Clínica Quirúrgica en 1947. Presentó su tesis Neumoperitoneo pre-operatorio, declarada meritoria, y se graduó en 1948.

Fue preparador de Técnica Quirúrgica (1948), instructor de Clínica Quirúrgica (1949) y jefe de la misma (1952-1956). Profesor asistente (1957-1960) y profesor asociado (1961). Ejerció en la Clínica de la Policía Nacional, de la cual fue director por un período de tres años. Jefe del Depar- tamento Quirúrgico de la Clínica de la Caja Nacional de Previsión.

Fue miembro de la Sociedad Colombiana de Gastroenterología, corporación que presidió. También, del Colegio Americano de Cirujanos, miembro asociado de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Médico Quirúrgica Lombana Barreneche, de los colegios Colombiano e Internacional de Cirujanos. Fundador de la Sociedad de la Sanidad de la Policía Nacional. Condecorado con la Medalla de Servicios Distinguidos, y por los 15 años de servicios a la Policía Nacional. Escribió numerosos artículos científicos sobre temas de Gastroenterología, entre ellos: 70 casos de cirugía de vías biliares, Ictericias quirúrgicas, Pre y post operatorio en cirugía de vías biliares, Pre y post operatorio en cirugía de tiroides. También recopiló los escritos de su padre en el periódico Acción Cívica, de la Sociedad de Mejoras Públicas de Sogamoso, sobre personajes históricos de la región.

Archila Monroy, Octavio (1913-1968) Profesor

de Otorrinolaringología

NACIÓ EN SOGAMOSO. Hijo de Gabriel Archila Durán y Ana Josefa Monroy de Archila. Casado con Alicia Falla de Archila, hija de Paulo Emilio Falla Orozco, Médico General y Radiólogo de la Universidad Nacional de Colombia (1913) y María Perdomo de Falla.

Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Durante los últimos años de su carrera fue nombrado practicante de la Policlínica de Bogotá (1935). Rotó como interno por el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Instituto Materno Infantil. Pero su inclinación era la Otorrinolaringología (ORL). Comenzó su carrera académica ganando el concurso para interno del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital San Juan de Dios. Sustentó su tesis Vaciamiento petro-mastoideano en las otorreas y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía con honores en 1939.

Trabajó algún tiempo como cirujano del Lazareto de Agua de Dios, regresó a Bogotá y fue designado profesor auxiliar de Fisiología de su alma máter. En 1946 viajó a Estados Unidos para continuar sus estudios de posgrado en la Clínica Lahey de Boston. Regresó a Bogotá para ser jefe del Departamento de Otorrinolaringología del Instituto de Cancerología. Posteriormente, se trasladó a Chile para ser adjunto del Departamento de ORL del Hospital del Salvador de Santiago; más tarde concluyó su especialización en el Hospital Rawson de Buenos Aires. Retornó a Colombia y se radicó en Bogotá, donde fue profesor de ORL de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, de la Pontificia Universidad Javeriana y de la Cruz Roja Colombiana.

Fue uno de los fundadores y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Colombiana de Otorrinolaringología y Bronco-esofagología.

Falleció en Bogotá.


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Atalaya Varela, Ramón (1902-1967) Primer Cardiólogo de Colombia

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Francisco Atalaya Camacho e Ismenia Varela Santos. Casado con Blanca Echavarría Toro. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Algunas investigaciones sobre la tensión arterial, la cual fue laureada y con la que recibió su grado en 1928. Viajó a especializarse en Cardiología en la Universidad de París (1929-1930). Fue a Estados Unidos por un período de casi dos años y fungió como Agregado Cultural de la Embajada de Colombia en México. Regresó a

Bogotá e inició los servicios de Cardiología de la Clínica Marly, del Hospital San Juan de Dios y del Hospital San José. El doctor Ramón Atalaya estableció el Laboratorio de Cardiología y Metabolismo Basal en el Hospital San Juan de Dios en Bogotá. Hacia 1944 ó 1945 describió clínicamente y por primera vez en el mundo la arterioesclerosis de la arteria pulmonar y lo demostró con exámenes clínicos y paraclínicos. En 1934 fue nombrado primer jefe de la sección de medicina del Instituto Nacional de Rádium. Fue profesor de Semiología de su alma máter, desde 1939. En 1941, jefe del departamento de Cardiología. Subdirector del Hospital San Juan de Dios y rector de la Universidad Nacional entre el 2 y el 19 de mayo de 1957 (18 días).

Con la idea de organizar una entidad que se dedicara al estudio de los problemas de la fisiología, patología, fisiopatología y terapéutica del sistema vascular en nuestro medio, fundó la Sociedad Colombiana de Cardiología (1943). Organizó el primer Congreso Colombiano de

Cardiología, que se llevó a cabo en la ciudad de Bogotá en 1956. Contó con el respaldo del Doctor J. Hernando Ordóñez, quien era entonces el presidente de la Sociedad. Fundador de la Clínica Santa Rosa, donde trabajó hasta que se convirtió después en la Caja Nacional de Previsión Social, de la que fue director. Fue diputado a la Asamblea de Cundinamarca y miembro de la Junta de la Beneficiencia del mismo departamento.

Miembro de la Academia Nacional de Medicina, de las sociedades de Cirugía, fundador y primer presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología (1943), de la Academia de Medicina de Medellín y de la de Cartagena. Primer presidente de la Federación Médica Colombiana. Recibió la Cruz de Boyacá. Escribió Arteriosis pulmonar solitaria y Arteritis pulmonar en Colombia. Falleció en Bogotá.

Barberi Cualla, Rafael (1887-1962) Profesor de Ortopedia Infantil

NACIÓ EN BOGOTÁ, en el hogar del profesor José Ignacio Barberi Holguín, fundador del Hospital Infantil de la Misericordia, en Bogotá, y de María Josefa Cualla. Fue el padre del Dr. Rafael Barberi Zamorano y abuelo del Dr. Mauricio Barberi. Se graduó de Médico en 1909 y se radicó en Cali. Allí, en cargos de dirección, tuvo las más variadas experiencias en salud pública. En 1924 vino a Bogotá por solicitud de su padre, para ayudarle en la conducción del hospital. Le imprimió a la administración un carácter más técnico, se mejoraron y ampliaron las instalaciones, los equipos médicos, de ayudas diagnósticas y de tratamiento, se organizó la oficina de estadística. La Universidad, en ese mismo lapso (1924 -1940), incrementó el personal docente y de estudiantes. La carrera profesoral al comienzo de la década del cuarenta se hacía por concurso. Ese año se presentó un informe estadístico de los años 1919

a 1923 en el cual señalaba entre 515 y 857 hospitalizaciones anuales con una mortalidad entre 17% y 21%. El personal se componía de un médico jefe, un profesor de Cirugía y Ortopedia, dos profesores de Clínica Infantil, dos jefes de Clínica, dos practicantes internos, un especialista en órganos de los sentidos, un psiquiatra y un jefe de laboratorio; se mencionaba el proyecto para un laboratorio de radiografías, el cual ya funcionaba en 1928.

Según Roselli, el primero en Colombia en mencionar la cisticercosis fue el Dr. Rafael Barberi Cualla, en un artículo de 1931. Encontramos una tesis de la Universidad Nacional de 1889, de Cristóbal Caycedo, que antecede a la publicación mencionada. Ladrería es el término del vulgo para referirse a la cisticercosis.

Presidente honorario del congreso de la Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología (SLOT). En 1941, inició la

publicación de la Revista de Pediatría, hoy en día órgano oficial de la Sociedad Colombiana de Pediatría.


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Barragán, Jesús María (1918-1900) Profesor de Química Médica

NACIDO EN BOGOTÁ el 4 de agosto de 1918 en el hogar de Antonio Barragán y Delfina Cantor. Casado con Mariela Valencia y padre de Francisco Antonio y María del Pilar. Estudió en el Colegio de San Bartolomé, en donde recibió su diploma de bachiller en 1934. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Constantes hematológicas en Bogotá y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía el 14 de julio de 1942.

Hizo su carrera académica en su alma máter y llegó a ser profesor agregado de Química Biológica y Medicina Interna. Sus clases eran muy amenas y las prácticas de laboratorio, muy interesantes. El Dr. Barragán escribió varios artículos científicos sobre cotos, abscesos del pulmón, otros sobre asuntos relacionados con la química sanguínea: amilasas y trastornos electrolíticos, miliequivalentes y aplicaciones clínicas. Falleció en Bogotá a causa de insuficiencia renal el 12 de enero de 1990.

Barragán C., Jesús María, Constantes hematológicas en Bogotá, tesis de grado en Medicina, Universidad Nacional, Bogotá, La Avisadora, 1942.

______, Cotos, Rev Fac Med, Bogotá,1944; 13(6/7): 619-626.______, Un caso de absceso pulmonar primitivo, Med Cir, Bogotá, 1947; 11(6):181-192.______, Cotos, Rev Fac Med, Bogotá, 1945;

13(6-7):619-626.______, Balance electrolítico, miliequivalencia, aplicaciones clínicas, Unidia, Bogotá, 1952; 1(2):101-117. ______, La amilasa sanguínea y urinaria, Rev Fac Med, Bogotá, 1945; 17(7):317-337.

Barriga Villalba, Antonio M. (1894-1984) Profesor titular en Física Médica, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Juan Barriga y Atilia Villalba. Casado con Luisa del Diestro García-Conde. Bachiller en Filosofía y Letras por el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá, noviembre 5 de 1914. Profesor titular en Física Médica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1936), colegial de número, profesor de Física y Química del mismo Colegio de Nuestra Señora del Rosario durante 27 años y profesor de Química Orgánica y Mineral de la Facultad de Medicina de Bogotá durante 25 años. Profesor

de Química Mineral, Orgánica y Ana- lítica de la Facultad de Agronomía, y miembro del consejo directivo de la Facultad de Medicina de Bogotá por un período reglamentario. Profesor de la Facultad de Matemáticas e Ingeniería por varios años. Jefe de la sección de Química del Instituto Nacional de Higiene Samper y Martínez durante 28 años. Químico ensayador de la Casa de Moneda de Bogotá de 1917 a 1938. Administra- dor de la misma desde 1938 hasta 1965. Fundador y director del Museo de Numismática del Banco de la República hasta 1983. Miembro de la Sociedad Colombiana de Ciencias Naturales, Sociedad Médico Quirúrgica de los Hospitales, Sociedad Colombiana de Ciencias Naturales, Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, Academia Nacional de Medicina miembro de número (1938) y honorario; Sociedad Colombiana de Química socio fundador (1941); Sociedad de Biología de Bogotá miembro titular, Bogotá, 5 de noviembre

de 1942; Sociedad Médico Quirúrgica Lombana Barreneche; Facultad de Medicina de la Universidad Nacional profesor honorario, Bogotá, junio 6 de 1946; Sociedad Colombiana de Cardiología socio fundador. Bogotá, 5 de julio de 1949; Sociedad Colombiana de Física socio regular, Bogotá, abril 27 de 1956; Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales miembro corresponsal, Madrid, 1957; Academia de Medicina de Medellín miembro correspondiente, Medellín, 1966; Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina miembro de número, Bogotá, 31 de octubre de 1968; Club Numismático de Bogotá miembro honorario, Bogotá, agosto 1 de 1964; Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes miembro correspondiente, San Fernando, España, 1959; Real Academia Hispano Americana correspondiente, Cádiz, España, 12 de octubre de 1963; Asociación Numismática Española e


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Instituto Antonio Agustín de Numismática del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1971.

Ministerio de Trabajo Higiene y Previsión Social Diploma de Honor, Bogotá, diciembre 2 de 1940; Consejo de Estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Maestro de la Juventud Colombiana, Bogotá, 1941; Asociación Numismática Española Premio Javier Conde Garriga 1969, Barcelona, España, marzo 7 de 1970; Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias: En reconocimiento como fundador del Departamento de Química, le confiere diploma como símbolo de admiración y gratitud, Bogotá,

31 de octubre de 1979; Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físico-químicas y Naturales miembro honorario, 1976; Orden de Boyacá, grado de Oficial, Bogotá, septiembre 9 de 1935 (Decreto 1392, 7 de agosto de 1935). Falleció en Bogotá a los 90 años.

Entre sus publicaciones están: tesis de grado Algo sobre el invento de Caldas; El café de Colombia; Afinación del oro por medio del cloro gaseoso; Las aguas termales de Choachí; Las aguas termales de Tabio; Las aguas termo-minerales de Paipa; La llerasita, resina fósil de Lenguasaque; El opio de la Sabana de Bogotá; La jatrofina, alcaloide de la jatrofa; Los alcaloides del yajé; Las hormigas de Santander; El borrachero (escopolamina levogita del cacao sabanero); Cálculo del trabajo del corazón en Bogotá; Medida de la velocidad de la sangre; El esfigmomanómetro; La tensión arteria!; La nispeperina glucosida del níspero; Un principio antianémico del hígado, y muchas otras obras de

importancia científica.

Bejarano Martínez, Jorge (1888-1966) Higienista, académico, político

NACIÓ EN BUGA, Valle, en el hogar de Pedro Bejarano y Defina Martínez. Hizo sus estudios secundarios en el Seminario Menor de Popayán, en el Colegio de Santa Librada de Cali y en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Educación física y obtuvo su grado en 1913. Viajó a París como primer secretario de la Legación de Colombia en Francia. Se especializó en Pediatría e Higiene. A su regreso a Colombia fundó la cátedra de Higiene en la Universidad Nacional y se vinculó al Hospital Infantil de la Misericordia. Presidente de la Cruz Roja Colombiana (1933- 1937), en 1934 escribió La obra de la Cruz Roja Nacional. Fue elegido al Consejo de Bogotá durante cinco períodos y al

Parlamento. Primer ministro de Higiene de Colombia (1946-1947, 1948 y 1949), tiene el mérito de haber acabado con el consumo de la chicha (bebida fermentada hecha de maíz), en 1948. Recomendó la destrucción de las plantaciones de coca. Miembro de la Academia Nacional de Medicina y presidente de la corporación de 1946 a 1948. Miembro de las sociedades de Pediatría y Cirugía de Bogotá, de la Academia de Medicina de Nueva York y de la Academia Norteamericana y Venezolana de Pediatría. Su nombre se recuerda en la Clínica del Niño Jorge Bejarano de Bogotá.

Recibió la Cruz de Boyacá, La Legión de Honor Cóndor de los Andes de Bolivia y la Orden del Libertador de Venezuela. Falleció en Bogotá.

Bejarano M., Jorge, La obra de la Cruz Roja Nacional, Bogotá, Tipografía Regina, 1934.______, Nuevos capítulos sobre el cocaísmo en Colombia. Una visión histórico-social del problema, Bogotá, Universidad Nacional,

1952.______, Alimentación y nutrición en Colombia, Bogotá, Cromos, 1941, 170 pp.______, El Estado y las medicinas de patente. Ante la Federación Médica Colombiana, El Médico Colombiano, 1938, 1:13-47. ______, La Asociación Médica Colombiana, Editorial, Repertorio de Medicina y Cirugía, XXXIII, No. 269, mayo de 1932.


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Bernal Bernal, Héctor Enrique (1914) Profesor de Ginecobstetricia

NACIÓ EN BOGOTÁ EL 22 DE AGOSTO DE 1914. Hijo de Eladio Bernal Guerra y Juanita Bernal Contreras y casado con Ligia Inés Fernández Cáceres. Se graduó como Doctor en

Medicina y Cirugía en la Universidad Nacional de Colombia, en el año 1939, con la tesis declarada meritoria Contribución al estudio del levantamiento en los operados abdominales: El levantamiento precoz. Fue interno de las clínicas Dermatológica, Tropical, Quirúrgica y Ginecológica, por espacio de cuatro años; posteriormente, jefe de Clínica Ginecológica, el equivalente al programa de residencia actual (1942-1945). Fue profesor agregado de la cátedra de Clínica Ginecológica, en el Hospital de San José de la Universidad Nacional. En Estados Unidos fue Fellow del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Presbyterian Medical Center, adscrito a Columbia University, Nueva York, a principios de los años 50. Fue el precursor de la Endocrinología Ginecológica en Bogotá y uno de los primeros en el país. Desde sus épocas de estudiante de la Facultad de Medici- na y durante el transcurso de su vida, esta carrera fue lograda siempre por concurso de méritos.

Miembro y presidente (1959-1960) y miembro honorario de la Sociedad Colombiana de Obs- tetricia y Ginecología, miembro de la New York State Society for Medical Research; miembro fundador de la Asociación Colombiana de Infertilidad y la Sociedad Colombiana de Cirugía; profesor honorario y emérito de la Universidad Nacional de Colombia; director del comité de reac- ción de la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología.

Con trabajos publicados en cinco publicaciones médicas diferentes, de las cuales todavía existe la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología y el Repertorio de Medicina y Cirugía (Socie- dad de Cirugía-Hospital de San José). Entre sus aportes, destaca El prolapso de la cúpula vaginal, trabajo que hace una descripción de una técnica propia y la experiencia con resultados en una serie de casos. Desde la Unidad de Endocrinología Ginecológica del Instituto Materno Infantil, de la cual fue su primera cabeza, y desde el

Hospital de San José, dirigió y asesoró trabajos científicos de varios residentes. Otras dos publicaciones importantes son: Miomatosis y embarazo: Cirugía conservadora, Repertorio de Medicina y Cirugía, 1948, y Cómo conducir el interrogatorio en la presenta mujer estéril, en la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología, VI(2).

Su hijo Gabriel A. Bernal Fernández, ginecoobstetra, lo recuerda: Para describir lo más sobresaliente de su trayectoria, no dudo un momento en expresar que se trata de un ser dotado con un gran amor por los demás, sin excepciones, guiado por sabiduría y rectitud absolutas. Para nadie de los de su generación es un secreto que era llamado Pajarito, apelativo de aprecio y respeto. Dio ejemplo en todo sentido, tanto personal como científico, y, a pesar de su avanzada edad, no ha claudicado y aún continúa caminando largos trayectos todos los días y está rodeado de sus hijos y nietos. Que Dios lo

bendiga.


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Bernal Tirado, Jorge Enrique (1916-1983) Profesor de Semiología y Cardiología

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Daniel A. Bernal Galvis y Araceli Tirado. Casado con Ceneida Ramírez. Estudió en el Colegio de San Bartolomé y, después de recibir su diploma de bachiller en 1933, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Sustentó su tesis Débito cardiaco, velocidad de la sangre en las arterias y trabajo del corazón en Bogotá. En esta se confirmó la hipótesis de Barriga Villava sobre el aumento de un 14% de trabajo cardiaco a la altura de Bogotá (2.340 msnm). Su tesis fue laureada y con ella

recibió su grado de Doctor, con honores, en 1942. Inició su carrera académica en su alma máter y fue jefe de Clínica Semiológica del Hospital San Juan de Dios, entre 1942 y 1947. En este último año viajó a México para hacer estudios de posgrado en el Instituto de Cardiología dirigido por el Dr. Ignacio Chaves. Al regresar a Bogotá, fue designado profesor agregado y en 1952 ascendió a profesor titular de la cátedra, cargo que ocupó hasta 1974, cuando se retiró y fue nombrado profesor emérito y tres años después, profesor honorario de la Universidad Nacional.

Fue director de la Unidad de Cardiología del Hospital San Juan de Dios, cardiólogo y director de la Clínica de la Caja Nacional de Previsión (1952-1973) y cardiólogo del Instituto de Seguro Social. Fue uno de los fundadores, primer secretario y, más tarde, presidente (1956-1959) de la Sociedad Colombiana de Cardiología. También fue miembro correspondiente honorario de la Sociedad de

Internos y Becarios del Instituto de Cardiología de México. Escribió varios trabajos científicos sobre temas de su especialidad. Falleció en Bogotá.

Bernal Tirado, Jorge E., Estudio clínico de la digital purpúrea en Bogotá, Medellín, Tipografía Bedout, 1945.______, Aspectos clínicos de la estenosis mitral y su tratamiento quirúrgico, Rev Fac Med. Bogotá, 1957; 25 (9-12):323-327. ______, Persistencia del conducto arterial, An Soc Biol, Bogotá, febrero de 1946.______, Contribución al estudio del ́Cor aortale`, Arch Inst Card, México, 1954.______, Enfermedad coronaria en Bogotá, Memorias IV Congreso Mundial Cardiología, México, 1962.

Bonilla Naar, Alfonso (1916-1978) Profesor de Cirugía, investigador, humanista

NACIÓ EN CARTAGENA. Bachiller del

Colegio de la Esperanza, de Cartagena, en 1936. Inició sus estudios de Medicina en su ciudad natal y después del primer año se trasladó a Bogotá para continuarlos en la Universidad Nacional de Colombia. Presentó su tesis Fisiopatología de las altura, nueva teoría y recibió su grado de Médico Cirujano. Viajó a Baltimore para hacer cursos de Cirugía en la Universidad John Hopkins (1943-1944). Regresó a Bogotá y fue nombrado jefe de Clínica Quirúrgica y jefe de Trabajos Prácticos de Parasitología. En 1947 ascendió a profesor agregado de Clínica Tropical y en 1950, a profesor agregado de Clínica Quirúrgica y Cirugía del Tórax. En 1955 creó el servicio de Cirugía Torácica y Cardiovascular del Hospital San Juan de Dios y fue jefe de Cirugía del Hospital Santa Clara. En 1957 fue jefe del departamento de Cirugía Experimental del Laboratorio CUP y allí hizo el transplante de cabeza a un perro, semejante al realizado en la Unión Soviética. En 1962 fue jefe de Cirugía

del Hospital Militar Central.

Perteneció al Colegio Norteamericano de Cirugía, fue uno de los fundadores del Colegio de Cirujanos y de la Sociedad Colombina de Higiene Pública. Perteneció a la Academia Hispanoame- ricana de Letras. Recibió la Orden Carlos Finlay de Cuba, el premio de Gastroenterología Manuel Forero y fue honrado con el título de profesor horario de la Universidad de Cartagena. Sus publicaciones médicas y literarias fueron muy numerosas, entre ellas está la Bibliografía Médica Colombia- na (1782-1972).

De él escribió Eduardo Arciniegas: Me tocó la Clínica Quirúrgica con Pedro Eliseo Cruz y Bonilla Naar, de los cuales sólo recuerdo que terminaron peleando públicamente, al final del curso. Pedro Eliseo era un caballero [...] un hombre de finos modales [...] Bonilla, inteligente, pero un ambicioso e impaciente, trataba de destronar a su maestro.

Bonilla Naar, Alfonso, Precursores de la cirugía en Colombia, Bogotá, Antares, 1954.______, Historia de la medicina tropical. Parasitología e higiene en Colombia, Bogotá, 1950.______, Cirugía de esófago y hernias diafragmáticas, Bogotá, Cooperativa Nacional de Artes Gráficas, 1953.


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Borrero Higuera, Luis María (1922) Profesor de Fisiología, investigador

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Ángel María Borrero y María Dolores Higuera. Casado con Pepita Gutiérrez Padilla, en 1954. Inició sus estudios en el Liceo de la Salle, de Bogotá, en 1930-1934; posteriormente pasó al Colegio

Mayor de Nuestra Señora del Rosario, de Bogotá, en 1935-1940, donde recibió su grado de bachiller. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Durante sus estudios fue monitor (1940) y preparador (1941-1947) de Física Médi- ca; encargado de cátedra de Radioactividad, en la facultad de Ciencias (1947-1948) y secretario del curso de Cancerología en el Instituto Nacional Rádium, de Bogotá. Sustentó su tesis sobre Circu- lación renal para el grado de Doctor en Medicina y Cirugía, la cual fue laureada y por la que recibió su grado de Médico en 1948. Fue jefe de trabajos en el Laboratorio de Investigaciones Médicas (1948-1949). Hizo internado en la sección de Medicina Interna del Instituto Nacional Rádium y fue asistente de Medicina Interna en el Servicio Hospitalario de la Caja Nacional de Previsión, Bogotá. Cursó estudios de Fisiología en su alma máter hasta 1949. De 1947 a 1949 fue jefe de trabajos en el Laboratorio de

Investigaciones Médicas, en Bogotá. Viajó a Estados Unidos con una beca de la Fundación Kellogg y se desempeñó como Research Fellow en el Departamento de Fisiología, en la Escuela de Medicina de la Harvard (1949-1951). Regresó a Bogotá como encargado de cátedra en Fisiología y jefe de trabajos en el Laboratorio de Investigaciones 1951- 1952. En 1952 se radicó en Cali como profesor de Fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad del Valle (1952-1999). Año sabático en la Escuela de Medicina, departamento de Fisiología, de la Universidad de Rochester. Profesor visitante de la Universidad de Tennessee (1974-1975). Año sabático en la Universidad del Valle y nombramiento como Visiting Fellow por la Universidad de Rochester, Nueva York.

Durante su carrera ocupó varias posiciones directivas en la Universidad del Valle, como secretario y decano encargado. Recibió un gran número de honores: Medalla Ciudades Confederadas del Valle del Cauca (1976);

premio de la Beneficencia del Valle en la Investigación Científica (1977); premio Águila de la Ciencia, de la Asociación Colombiana de Ciencias Biológicas (ACCB), en 1983; premio al mejor trabajo en el área de Ciencias Básicas Médicas, XIX Congreso Nacional de

la ACCB, Bucaramanga (1984); Medalla Simón Bolívar, del Ministerio Educación Nacional de Colombia (1985); Gran Cruz de la Universidad del Valle (1991); Premio al mejor trabajo en el área de Ciencias Básicas Médicas (compartido con Blanca Salazar y Carlos Conde), XXVIII Congreso Nacional de la ACCB, Armenia, 1993; premio Carlos Finlay, de la Academia de Medicina de Colombia, ACCB y Laboratorios Italmex (1993); premio al Mérito Científico Asociación Colombiana Ciencias Biológicas (1997); V Premio Javier Gutiérrez Jaramillo Estudiantes de Medicina Universidad del Valle (2000).


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Botero Marulanda, Enrique (1905-2000) Profesor de Ortopedia y Traumatología

NACIÓ EN SONSÓN, Antioquia, hijo de Gonzalo Botero Botero y Tulia Marulanda. Estuvo casado con Emma Iriarte. Hizo sus estudios en el Colegio San Ignacio de Medellín y recibió su diploma de bachiller. Viajó a Bogotá para estudiar Medicina en la Universidad Nacional, donde presentó su tesis y recibió su grado de Doctor en 1932. Regresó a Medellín y fue nombrado jefe del Servicio de Urología y, posteriormente, médico jefe del Hospital San Vicente de Paúl. En esta época tuvo que atender a los heridos de un accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de la ciudad en

donde falleció el famoso cantante Carlos Gardel y el piloto colombiano Ernesto Samper. En 1935 viajó a EE.UU. y se especializó en Ortopedia y Traumatología en el Hospital para Cirugía Especial de Nueva York (1935-1939). Volvió a Bogotá y fundó el Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Militar Central, del Hospital de la Samaritana y de la Clínica Marly, donde inició el servicio de urgencias y permaneció activo hasta 1970, cuando se retiró del ejercicio profesional. En 1938 tuvo que atender numerosos heridos del accidente aéreo de Santa Ana y en 1948, a las víctimas del 9 de abril. El Dr. Botero introdujo en Colombia la osteosíntesis para el tratamiento quirúrgico de las fracturas. Fue el primer profesor de su especialidad de la Universidad Javeriana de Bogotá. Fue el promotor, uno de los fundadores y el primer presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía, Ortopedia y Traumatología.

En palabras del Dr. Diego Soto, No se

comprometió el profesor Botero en polémicas ni desavenencias con el medio y emprendió su propio camino, liderando en dos hospitales de Bogotá, el Militar Central y el de la Samaritana, dos escuelas que se apartaron por completo de la tradición allí existente. Llegó la osteosíntesis, el uso de los antibióticos; la recuperación más dinámica del paciente con la rehabilitación. El uso del control estricto por la radiografía; otros tratamientos diferentes al método de Trueta, en las fracturas abiertas y, sobre todo, desterró el uso existente en el ambiente de curaciones o ́esterilizaciones` de heridas con polisacáridos.

Cadena Camacho, Darío (1901-1978) Profesor de Anatomía

NACIÓ EN VÉLEZ, Santander, en el hogar de José de Jesús Cadena y María Luisa Camacho. Casado con Mercedes Rey Rojas. Estudió en el Colegio de Vélez, luego viajó a Bogotá e ingresó a la Academia Ramírez, donde se

graduó de bachiller. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Durante sus estudios fue preparador de Anatomía segunda (1922), monitor de Histología (1923) y preparador y jefe de Trabajos de Anatomía, por concurso, en 1924 y 1925. Presentó su tesis Tratamiento de la neumonía y recibió su grado de Médico Cirujano en 1926. Ejerció en Fusagasuga, Cundinamarca, y dos años después viajó a París a especializarse en Anatomía. Regresó a Colombia en 1931 y se enroló en la Sanidad Militar para prestar servicios médicos en el sur del país en el conflicto bélico con el Perú. Fue capitán médico. Al retornar a Bogotá fue nombrado auxiliar de la cátedra de Anatomía regentada por el profesor Rivas Merizalde. En 1934 ganó, por concurso, la cátedra titular, en donde enseñó por 27 años. Fruto de esa experiencia fue el Tratado de Anatomía, en cuatro tomos, que publicó a fines de los años sesenta. Fue profesor fundador de la cátedra de Anatomía en la Facultad de

Odontlogía de la Universidad Nacional, jefe del Departamento Biológico, director del Departamento de Morfología, decano de Medicina (1944-1946) y profesor emérito en 1961 y profesor honorario en 1963. En 1966 fue fundador de la cátedra de Anatomía, profesor titular y jefe del departamento de la Facultad de Medicina del Colegio Mayor del Rosario hasta su muerte. Fue director de Educación Pública del departamento de Santander y elegido a la Cámara de Representantes. Miembro de la Federación Médica Colombiana, de la Asociación Colombiana de Morfología, del Colegio Internacional de Cirujanos, fundador y primer presidente de la Sociedad de Medicina y Cirugía Generales. Falleció en Bogotá.

Fue condecorado con la Medalla de Oro Camilo Torres.

Cadena C., Darío, Biclorhidrato de quinina intravenoso como tratamiento de las neumonías y bronconeumonías, Bogotá, Minerva, 1926.

______, Conferencias de anatomía humana, Bogotá, Minerva [1940?].______, Guía de trabajos de anatomía, Bogotá, 1967.______, Manual de anatomía humana, Bogotá, Editorial Actúe, 1966-1967, 4 vols.


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Camacho Gamba, Jorge (1907-1998) Pediatra, académico, profesor universitario

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar formado por Francisco Camacho Angulo y Florentina Gamba de Camacho. Inició sus primeras letras con institutriz en Puente Nacional en una de las haciendas de su padre. Hizo su bachillerato en el Colegio Mayor de San Bartolomé, de Bogotá. Se graduó de bachiller en 1925. Al año

siguiente, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Se graduó en 1934, con una tesis denominada: Apuntaciones sobre la química de la alimentación, leche ácida gaseosa y el estado nutritivo del lactante en Bogotá, editada por Renacimiento, 1934. Fue su presidente de tesis el profesor Jorge Bejarano. Obtuvo, por concurso, el ingreso al Hospital Infantil de la Misericordia de Bogotá. Allí permaneció tres años, primero como practicante externo y luego como interno en el servicio del profesor Calixto Torres Umaña. Fue jefe de Clínica y, por concurso, accedió como profesor asociado, luego profesor agregado y finalmente, profesor titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Fue profesor de la misma cátedra en la Escuela de Medicina Juan N. Corpas. Dedicó cuatro décadas de su vida a enseñar medicina infantil. En 1942 fundó la Revista Colombiana de Pediatría y Puericultura, de la que fue director. Sostuvo que la persistencia de un director al

frente de una revista le da unidad de criterio y asegura la vigencia para que una publicación médica perdure. Son más de 45 volúmenes en que están consignados trabajos de numerosos pediatras colombianos, europeos, norteamericanos e hispanohablantes. Esta publicación, que en 1992 cumplió sus bodas de oro, constituye la más completa síntesis del acaecer de la Pediatría en Colombia. En la década del cincuenta, construyó, creó, dotó y fue director del servicio de Pediatría Calixto Torres Umaña del Hospital San José de Bogotá. Describió, con la colaboración del académico Alejandro Posada y el profesor César Uribe Piedrahíta, el primer paciente con toxoplasmosis en Colombia y Latinoamérica. Esta investigación le valió el ingreso a la Academia Nacional de Medicina, como miembro correspondiente, en la misma década. Fue presidente de la Federación Médica Colombiana. Escaló todas las posiciones en la Academia Nacional de Medicina: como

académico correspondiente, de número, secretario y académico honorario.

Condecorado por la Asociación pro Naciones Unidas con la Medalla Manuel Antonio Rueda

Vargas. Fue, además, director de la Clínica Pediátrica Jorge Bejarano del Instituto de los Seguros Sociales, donde desarrolló una encomiable labor. Perteneció a numerosas sociedades científicas, entre ellas: Sociedad Colombiana de Pediatría y Puericultura (1937); emérito de la American Academy of Pediatrics (1934); miembro honorario de la Academia de Medicina de Medellín (1952); miembro de la Sociedad de Cirugía de Bogotá y de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina. Además, miembro correspondiente de las sociedades de Pediatría de Bolivia, Chile, Ecuador, Santo Domingo, Venezuela, Cuba, México, Perú, Uruguay y Argentina. Su producción científica está contenida en más de

200 publicaciones.

Con especial afecto hizo memoria de sus profesores: Rivas Merizalde, Jorge E. Cavelier, Jorge Bejarano, Pablo A. Llinás, Calixto Torres Umaña, Marco Aurelio Iriarte, José María Montoya, Julio Manrique y Abraham Salgar, generación de notables que plasmó la historia de la Medicina colombiana en los albores de este siglo. Todos eran educadores de la mente, recuerda el académico Camacho.

Camacho Gamba, Jorge, Valor de la Clínica en el diagnóstico pediátrico, Bogotá, Montoya y Araujo, 1986. ______, Apuntes para la historia de la Pediatría en Colombia, Rev Col Ped Puer, abril de 1992, XLIII: 230-254.


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Campo Posada, Arturo (1909) Profesor de Cirugía, decano de Medicina

NACIÓ EN PEREIRA, Risaralda, en el hogar de Alcides Campo y Felisa Posada. Su padre fue médico empírico y fundador de los laboratorios Farmacéuticas Campo, de Pereira. Estuvo casado con Luz Sierra Velázquez. Inició sus estudios en el Instituto de Caldas, posteriormente viajó a Bogotá a estudiar en el Colegio Mayor del Rosario, siguió a la Universidad Libre y se gradúo de bachiller en el Colegio Universitario, en 1924. Al año siguiente, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Ganó la plaza de interno por concurso. En 1931 obtuvo también por oposición el cargo de jefe de la Clínica Quirúrgica del profesor Pompilio Martínez. En 1932, con motivo del conflicto con el Perú, se enroló en la Sanidad Militar, donde alcanzó el grado de capitán. Durante su permanecía en el

sur de Colombia escribió su tesis de grado Iniciación al estudio de la patología del alto Putumayo colombiano, la cual fue laureada (1933). Al salir del Ejército se radicó en su ciudad natal, donde ejerció la Cirugía en la Clínica San Jorge. En 1939 viajó a Francia y cursó estudios de Gastroenterología en la Clínica Mayo. Cuando abrieron un nuevo concurso para jefe de Clínica del Hospital San Juan de Dios, en 1951, se trasladó a Bogotá y fue profesor de Cirugía de su alma máter durante 15 años.

Fue director del Departamento Nacional de Higiene, jefe del Departamento Médico de la Caja Nacional de Previsión, miembro del consejo directivo del Instituto Colombiano de Seguros Sociales. Miembro fundador de la Sociedad de Servicios Médicos Voluntarios y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Tecnológica de Pereira. Fue presidente de la Federación Médica de Colombia y recibió la Cruz Esculapio de esta

entidad. Escribió más de cien artículos científicos y sus memorias fueron publicadas en 1988 con el título Una vida, un médico, por el Fondo Cultural Cafetero en Bogotá.

Caro Mendoza, Álvaro (1926) Profesor de Cirugía

NACIÓ EN BUCARAMANGA, Santander, hijo de Roberto Caro Carrillo y Alicia Mendoza Villafrade. Casado con María Elvira Henao Osorio. Cursó su bachillerato en el Colegio Mayor de San Bartolomé, de Bogotá. Después de recibir su diploma en 1946, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1946. Hizo su internado y su carrera docente en el Hospital San Juan de Dios. Fue jefe de Clínica, profesor agregado y obtuvo la cátedra de Cirugía, por concurso, en 1959, a la que sirvió hasta 1994, cuando fue honrado con el nombramiento de profesor honorario.

También, ha sido profesor de Cirugía de la Universidad Javeriana desde 1978, jefe del Departamento Quirúrgico del Hospital de la Samaritana (1979- 1991) y secretario de Salud Pública de Cundinamarca (1956-1957). Relata Fernando Gómez Rivas que cuando prestaba su servicio obligatorio como médico rural de Tocancipá (la alegría del Zipa, en la lengua chibcha), Gachancipá, (la tristeza del Zipa) y Nemocón, el secretario de Salud Pública lo destituyó por ser liberal. Después fueron grandes amigos.

Es miembro de la Academia Nacional de Medicina y presidente de la Sociedad Colombiana de Gastroenterología y del Colegio Colombiano de Cirujanos. Actualmente es supervisor médico- quirúrgico de la Clínica Reina Sofía de Bogotá. Fue autor del texto Cirugía del páncreas y de numerosos artículos científicos, entre ellos, Trastornos motores del esófago y acalasia, Gastrectomía total en cáncer del estomago, Manejo de electrolitos en

pediatría en cirugía en quemaduras (1971).


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Carrizosa Argáez, Rafael (1910-1977) Profesor de Medicina, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Alberto Carrizosa Valenzuela y Natalia Argáez Ferro. Casado con Lucía Rasch Isla. En segundas nupcias con Beatriz Borda Roldán. Estudió Medicina en la Universidad Hanseática de Hamburgo, Alemania, en la que sustentó su tesis Contribución a la epidemiología y clínica de la enfermedad de Weil, Icterus infectiosus y recibió su grado de Médico en 1936. Se especializó en Medicina Interna con amplios conocimientos en el campo de Hematología y Leucemia. Llegó al país en 1948 como jefe de

clínica del Servicio de Clínica Médica del Dr. Carlos Trujillo Gutiérrez. En una época en la cual los internos leían la historia escrita en un cuaderno, enseñó que en Alemania los internos y residentes tenían que aprenderse de memoria todos los datos y exámenes de los pacientes. O bien, ante la prescripción de múltiples drogas por los enfermos, enseñaba a sus alumnos que estos deben tomarse el medicamento principal y a lo sumo otro secundario.

Fue nombrado jefe de la Consulta Externa del Instituto de Rádium y, más tarde, jefe del Departamento de Médico. Fue también jefe del Centro de Diagnóstico de la Clínica Marly y profesor de Patología de las universidades Nacional y Javeriana. Miembro de la Academia Nacional de Medicina, miembro fundador y primer presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (ACMI), fundador de la revista Tribuna Médica, en 1960. Falleció en Bogotá.

Carrizosa Argáez, Rafael, Leucemias: Nociones preliminares, relación entre los sistemas hematopoyético y retículo-endotelial, Rev Fac Med, Bogotá, 1947; 16:807-824.

______, Enfermedades precancerosas y cancerosas de la cavidad oral, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 18:579-594. ______, Las hematodermias a la luz de un caso de leucemia cutis, Rev Fac Med, Bogotá, 1951; 20:41-60.

Carvajal Peralta, Alonso (1913-1998) Profesor, académico, urólogo, político

NACIÓ EN BUCARAMANGA en el hogar del Dr. Martín Carvajal y Rosa Julia Peralta. Estuvo casado con Mimi Steuer. Recibió su diploma de bachiller del Colegio de San Pedro Claver, de Bucaramanga. Inició sus estudios de Medicina en la Universidad Central de Caracas y más tarde pasó a la Universidad Nacional de Colombia. Durante su carrera fue monitor de Anatomía Tipográfica (1937), practicante

externo de Clínica Médica del Hospital San Juan de Dios (1937), practicante interno de la Clínica de Órganos de los Sentidos (1938), interno de la Clínica Médica y de Urología en el hospital universitario (1939), interno del Hospital San Juan de Dios, de Bucaramanga (1940), interno del Hospital San Juan de Dios, de Bogotá (1940). Sustentó su tesis Nueva técnica de derivación biliar por medio de un transplante intestinal y recibió su grado de Doctor en 1941.

Jefe de Clínica Urológica del Hospital San Juan de Dios de Bogotá; profesor agregado de Urología, Universidad Nacional (1947) y profesor adjunto de Técnica Quirúrgica, Universidad Javeriana (1947). En 1974 fue nombrado profesor emérito y en 1982, profesor honorario de su alma máter. Entre 1950 y 1952 desempeñó el cargo de ministro de Higiene. Durante este lapso se inauguró el Hospital Ramón González Valencia, de Bucaramanga, una obra que estuvo en construcción durante 25

años. Entre 1957 y 1958 fue ministro de Educación Nacional y presentó un proyecto de reorganización de la educación en Colombia y la creación del Departamento Administrativo Nacional de Educación. Escribió sobre cáncer de la próstata. Recibió la Legión de Honor de Francia, la Cruz de Boyacá, la Orden Antonio Nariño y la Orden Civil de la Ciudad de Bogotá.

Carvajal Peralta, Alonso, Proyectos que somete el Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1958 (complemento a la Memoria), Bogotá, Ministerio de Educación Nacional, 1958.


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Carvajal Peralta, Lope (1916-1967) Eximio Cirujano

NACIÓ EN BUCARAMANGA, Santander, en el hogar del Dr. Martín Carvajal y Rosa Julia Peralta. Su padre fue tronco de una familia de médicos brillantes: de sus hijos Alonso, Lope, Julio Martín, y de sus nietos. Estuvo casado con Elsa Puyana. Estudió en el Colegio San Pedro Claver de la Compañía de Jesús en La ciudad de los parques. Viajó a Bogotá para estudiar Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Tratamiento quirúrgico de la glomerulonefritis y recibió su grado de Doctor en 1942. Hizo su especialización en Gastroenterología en el Hospital San José. Comenzó su ejercicio profesional en Bucaramanga; en 1950 se trasladó a Bogotá; dos años después ingresó en el escalafón militar como cirujano del Hospital Militar Central. En 1955 fue ascendido a capitán; posteriormente alcanzó el grado de teniente coronel de Sanidad Militar. Fue jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Militar. Hizo un viaje de estudios a Estados Unidos para hacer cursos de Cirugía

Torácica en el Hospital Militar de Denver, Colorado, y más tarde en el Hospital General de Massachusetts y la Clínica Lahey. Fue profesor asociado de Cirugía de la Universidad Nacional. Cirujano de la Plaza de Toros de Santamaría, durante más de un decenio. Por sus condiciones de clínico, su juicio, su habilidad quirúrgica, su afabilidad en el trato con los enfermos, fue uno de los mejores cirujanos de su época.

Escribió, entre otros, un artículo sobre la Equinococosis, un problema de actualidad en Colombia, con los Drs. Egon Litchenberger y Roberto Gutiérrez Arango, el cual apareció en Tribuna Médica en 1961. Recibió la Condecoración al Mérito Sanitario José Fernández Madrid, y la Cruz de Boyacá. La Sociedad de Cirugía Taurina de Bogotá instituyó el premio Lope Carvajal Peralta para quien en un quite del ruedo salve la vida de un torero. Murió en Bogotá.

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Casas Santofimio, Camilo (1921-1984) Profesor de Anatomía Humana y Física Médica, ginecólogo, obstetra, dirigente

NACIÓ EN IBAGUÉ el 24 de febrero de 1921, hijo de Pablo Emilio Casas Espinosa y Julia Santofimio Hernández. Inició su educación en su ciudad natal: primaria y bachillerato en el Colegio San Simón. Se trasladó a Bogotá para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en donde obtuvo el título de Doctor en Medicina y Cirugía. Se especializó en Ginecología y Obstetricia en el Instituto Materno Infantil del Hospital San Juan de Dios, Universidad Nacional de Colombia. Fue profesor auxiliar de Anatomía Humana en las universidades Nacional y Javeriana y profesor de Física Médica de su alma máter.

Perteneció a la Federación Médica Colombiana por más de treinta anos, fue presidente de la corporación (1954-1957) y consiguió, después

de una lucha intensa, la expedición de la ley que regula las normas de la ética médica, en 1981. Fue gerente de la Caja de Previsión Médica de la Federación Médica Colombiana; cofundador de la Clínica Camero de Bogotá, (Casas-Camero- Gómez), posteriormente construida en el Barrio del Antiguo Country, por lo cual lleva ese nombre; fundador y director de la Clínica del Country de Bogotá, 11 de noviembre de 1962; miembro y presidente de la Federación Latinoamericana de Ginecología y Obstetricia (1969-1975) y fundador y presidente de Seguros Médicos Voluntarios S.A. (1979-1981); primer presidente del Tribunal Nacional de Ética Médica. Liberó la toma de conciencia de la necesidad de estudiar medidas preventivas de responsabilidad médica como salvaguardia del ejercicio de la profesión médica.

Recibió la Cruz de Esculapio de la Federación Médica Colombiana el 2 de diciembre de 1977, las medallas José Celestino Mutis (1978), César Uribe Piedrahíta, Dr. Jorge Bejarano y Antonio

Nariño, más múltiples menciones honoríficas. Murió en Bogotá el 17 de agosto de 1984.

Marcela Bula


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Castillo Torres, Rafael (1919-2000) Profesor de Anatomía

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar del abogado Rafael Castillo Mariño y de Lucila Torres Umaña, boyacenses. Biznieto del Dr. David Torres Solano, eminente médico de Boyacá. Estudió bachillerato en el Colegio de San Bartolomé y recibió su diploma en 1936. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1937 y recibió el doctorado en 1945. Fue profesor asociado de

Anatomía Descriptiva y miembro del consejo directivo de la facultad en 1956. Prestó sus servicios de pediatra y puericultor en el Instituto de los Seguros Sociales y en la Secretaría Distrital de Salud. Fue presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría y Puericultura (1961-1962); organizó los cursillos de Pediatría para Médicos Generales y las Semanas Pediátricas; organizó los cursillos de Duitama y Quibdó. Igualmente, organizó la Quinta Semana (1961), con el Curso Monográfico sobre Parasitología, dictado por el profesor mexicano Biaggi.

Colaboró con la revista de la Sociedad Colombiana de Pediatría. Escribió en la revista Unidia en 1952, con Rueda Vesga, Atención hospitalaria del niño prematuro, que contiene las normas de alimentación para los primeros 10 días. Con Carlos Albornoz Medina investigó la frecuencia del raquitismo en Bogotá (17%) en niños hospitalizados y con el Dr. Forero Blanco, de Bucaramanga, sobre el resultado de la

cortisona en el tratamiento de las leucemias (Revista Colombiana de Pediatría, Año XI, No. 6).

Castillo Torres Fue asiduo colaborador del Centro de Acción Social Infantil, del Dispensario de las Areneras. Falleció en Bogota.

Su amigo, pariente y colega, Alfonso Vargas Rubiano, escribió su obituario en el que expresó lo siguiente: El nombre y la vida de Rafael Castillo Torres debe ser recordado con gratitud y afecto, ya que su sentido humanista y humanitario de la medicina, unido a su congénita caballerosidad y señorío caracterizaron su condición de pediatra, de ejemplar y cordial amigo.

Castillo Vega, Eudoro (1909-1980) Profesor de Obstetricia

NACIÓ EN CHIQUINQUIRÁ, Boyacá. Inició su escolaridad en el Instituto de la Salle de los Her manos Cristianos. Allí obtuvo su diploma

de bachiller en 1926. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y fue externo del Hospital San Juan de Dios (1933). Se enroló en la Sanidad Militar con motivo del conflicto con el Perú y recibió el grado de subteniente. Al terminar las hostilidades, presentó su tesis Contribución al estudio de la teratología y recibió su grado de Doctor en Medicina en 1936. Se radicó en Bogotá para ejercer la profesión. Fue practicante del servicio de urgencias de la Clínica de la Policía Nacional, interno del Hospital San José y jefe del servicio de Enfermedades Urinarias de dicho centro. Fue jefe de Clínica del Servicio de Obstetricia del Hospital San Juan de Dios y, más tarde, profesor agregado. Prestó sus servicios profesionales al periódico El Tiempo de Bogotá, a empresas editoriales y a algunos sindicatos. Fue director del Centro Mixto Cafetero de Cundinamarca y de la Sociedad de Caridad, cofundador de la Sociedad de Obstetricia de Bogotá, iniciada en 1943 por

iniciativa de Rafael Peralta Canon, jefe de Clínica Obstétrica del Instituto de Maternidad Concepción Villaveces Acosta, del Hospital San Juan de Dios y, posteriormente, profesor de Obstetricia de la Universidad Nacional de Colombia. Falleció en la capital de Colombia.

Castillo Vega, Eudoro, Algunas determinaciones del pregnadiol urinario en el aborto amenazante, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Medicina. Departamento de Obstetricia, 1954.

______, Contribución al estudio de la teratología, tesis de Doctor en Medicina y Cirugía, Universidad Nacional, Bogotá, 1936.


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Cavalier Jiménez, Jorge E. (1895-1978) Profesor de Urología, académico, político

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Germán Cavalier Eutenant, ingeniero francés del Canal de Panamá, y Cristina Jiménez Vélez, de Cartagena. Estuvo casado con Beatriz Gaviria. Empezó su escolaridad en el Colegio Mayor del Rosario, se gradúo de bachiller e ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Presentó su tesis Estudio de una estadística quirúrgica llevada a cabo en el Servicio de Ginecología del Hospital San Juan de Dios y se graduó de Doctor en 1921. Viajó a Estados Unidos para especializarse en Urología en la Universidad de Chicago. Regresó a Bogotá y fue nombrado profesor de Patología Quirúrgica y, más tarde, de Urología. Fue director fundador del Hospital de la Samaritana, en donde dictaba su cátedra. Fue decano de la Facultad de Medicina hasta 1942 y formó parte del consejo directivo de su alma máter. En 1928 fue un de los cofundadores de la Clínica Marly.

Contribuyó a organizar la Sanidad Militar durante el conflicto con el Perú. Entre 1949 y 1950 fue ministro de Higiene y senador de la República entre 1951 y 1952. Fue autor del Plan de Salubridad Nacional (medicatura rural) y del Plan Nacional Hospitalario (1940-1950). Gerente de la Clínica de Marly (1954-1978), presidente de la Cruz Roja Colombiana (1962-1978), miembro de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la corporación (1956- 1961), presidente honorario en 1964 y miembro honorario en 1978. Miembro de las sociedades Colombina de Urología, de Pediatría, Médicoquirúrgica de Cartagena, del Colegio Americano de Cirujanos, de la Academia de Medicina de Nueva York, de la Academia Nacional de Medicina, de la Academia de Cirugía del Perú y de las sociedades Colombiana y Venezolana de Urología.

Escribió sobre temas de Urología y Cirugía y el elogio de Zoilo Cuéllar Durán, el padre de la

Urología colombiana. Recibió la Cruz de Boyacá, la del Departamento de Cundinamarca y la de la Beneficencia de Cundinamarca.

Cavelier, Jorge E., Estudio de una estadística quirúrgica, Bogotá, La Cruzada, 1921.

Cediel Ángel, Ricardo (1918) Profesor de Medicina, polígrafo

NACIÓ EN CUCUNUBÁ, Cundinamarca. Hijo de Luis María Cediel y Emelina Ángel. Terminó sus estudios de bachillerato en el Colegio del Rosario de Bogotá. Ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Consideraciones sobre la anemia de los anquilostomiásicos y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1944. Se radicó en Bogotá para ejercer la profesión y se vinculó a la docencia en su alma máter. Comenzó su carrera en el Servicio de Medicina del Hospital San Juan de Dios: fue jefe de Clínica y profesor

asociado de Medicina de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (1950-1980). En 1964 presentó los resultados de una investigación sobre pielonefritis, con el estudio de 863 urocultivos, trabajo para ascenso en la cátedra de Medicina Interna. Es profesor titular de Medicina en la Escuela Colombiana de Medicina, Universidad El Bosque, desde 1982.

Cediel Ángel, Ricardo, Semiología médica, 4 ed., Santafé de Bogotá, Celsus 1996.______, Medicina interna, 6 ed., Bogotá, Editorial Médica Celsus, 2004.______, Consideraciones sobre la anemia de los anquilostomiásicos, tesis para el Doctorado en Medicina y Cirugía, Universidad

Nacional, Facultad de Medicina, Bogotá, Penitenciería Central, 1944.______, Osteomalacia, Rev Fac Med, Bogotá, 1958; 24(1/3):71-76.______, Anemias hemolíticas, Rev Fac Med, Bogotá, 1957; 25(3-4):173-187.

______, Necesidad de una reforma en los sistemas de educación médica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional,

Rev Fac Med, Bogotá, 1957; 25(1/3):257-269.______, Esteroides suprarrenales, Rev Fac Med, Bogotá, 1957; 25(5-8): 247-256. ______, Pielonefritis, Rev Fac Med, Bogotá, 1964; 32:51-85.


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Cleves Cucalón, Carlos Alberto (1920-1979) Profesor de Otorrinolaringología

NACIÓ EN PALMIRA, Valle. Hijo del Dr. Carlos J. Cleves Vargas, miembro de la Academia Nacional de Medicina, y de Ana María Cucalón Orejuela. Casado con María Inés

Tamayo. Padres de cuatro hijos. Inició su escolaridad en el Gimnasio Moderno de Bogotá e hizo su bachillerato en el Colegio Antonio Nariño. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde presentó su tesis Endoscopia: Laringe, tráquea, bronquios y esofago, con la cual recibió su grado de Doctor en 1945. Fue jefe de Clínica de Otorrinolaringología (ORL) en el Hospital San Juan de Dios (1945-1949), profesor agregado, por concurso, dirigió la cátedra de su especialidad en la Facultad Nacional de Medicina. Especialista en ORL y jefe del departamento de Endoscopia Oral del Instituto Nacional de Rádium (1947-1950). ORL de la Caja Nacional de Previsión, jefe del servicio de Cabeza y Cuello del Instituto de Rádium (1953-1954), ORL del Hospital Infantil (1961- 1962), director de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad del Rosario (1969-1970), fundador y primer presidente de la Sociedad Colombiana de Otorrinolaringología y

Broncoesofagología (1961), miembro de la Academia Americana de Laringología. Falleció en Bogotá.

Fue autor de numerosas publicaciones en su especialidad, incluyendo amígdalas, laringe, traquea, bronquios, audiometría y tumores de los senos paranasales. Su nombre se recuerda en el Premio Carlos Cleves Cucalón, el cual otorga por concurso la Sociedad de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello al mejor trabajo de investigación realizado por un residente de la especialidad.

Cleves Cucalón, Carlos, Endoscopia: laringe, tráquea, bronquios y esofago, tesis, Universidad Nacional, Facultad de Medicina, Bogotá, Kelly, 1945.______, Rehabilitación de la voz después de la laringectomía total, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 18(5):405-416. ______, Amigdalectomía con el disecto-aspirador de Cleves, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 18(7):477-480.

______, Notas sobre audiometría, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 17(4):161-194.______, El tratamiento del escleroderma con autohemoterapia irradiada, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 19(8):339-351. ______, Biopsia por punción, en los tumores del seno maxilar, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 20(1):30-37.

CONVERS FONNEGRA, FRANCISCO

Profesor de la Catedra de Histologia

Hijo de Francisco Convers Codazzi y Concepción Fonnegra Benítez. Su padre fue Medico de la Universidad Nacional de Colombia, sustento su tesis sobre el Puerperio dirigida por el eminente Profesor Leoncio Barreto en 1896.

Nieto de Sergio Convers y Sánchez (1836- 1903) Biznieto del Frances Francisco Convers y

Bouillot (1704-1873)

Casado con Elizabeth Painter en Canadá padres de Francisco Convers Painter. Casado con Myriam Rodríguez Plazas, Alberto Convers Painter. Casado con Renée Gimblin (USA) y Sandra Convers Painter

http://www.genealogiasdecolombia.co/familia/Individuo.aspx?r=Francisco-Convers-Fonnegra_132838238038537738G#.VWhcuLt3Drc.gmail

Otro medico de la Familia fue Julio Francisco Convers, Médico cirujano de la Universidad Nacional, miembro activo de importantes centros científicos como la Academia de ciencias de Barcelona, la Academia Nacional de Medicina de Colombia y de México, del Instituto Americano, del Instituto Homeopático Luis G Páez, de la Sociedad de homeópatas de Brasil y de la Sociedad Hahnemanniana de Berlín. Traductor y autor de numerosas obras, presidente desde 1891 hasta 1927 del Instituto

Homeopático de Colombia, al que le dio existencia jurídica. Revista La Homeopatía, (1973) Época VII, Nº 114, febrero de 1973. Actualmente el Dr. Juan Darío Convers E. , es Instructor de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana en Bogota.

Después de recibirse de Bachiller, ingreso a la Facultad de Medicina Universidad Nacional de Colombia en donde sustento su tesis “La tuberculosis infantil intra-toracica en el Hospital de la Misericordia de Bogotá y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1936 . Se vinculo a su alma mater y dicto la Catedra de Histología, su libro en mimeógrafo fue el texto que usamos sus discípulos.

Informes de Internet mencionan la posibilidad que Luis Carlos de Borbón Luis XVII estuvo en Colombia y fue conocido con el seudónimo de Francisco Convers. Esta leyenda parece desvirtuada…<www.kienyke.com/.../luis-

carlos-de-borbon-luis-xvii/> con la publicación aparecida en 2003 sobre el DNA del Desaparecido rey de Francia por Deborah Cadbury (2003)

[Jan 11, 2014 - “Un investigador colombiano ahondó en la posibilidad de que Luis Carlos de Borbón ... En la provincia del Gualivá, a cincuenta y dos kilómetros de Bogotá, en el ... refugiado en Colombia bajo el seudónimo de Francisco Convers”.]

El Profesor Convers fu autor de varios artículos científicos, posiblemente una de las primeras publicaciones sobre la Pneumoencefalografia cerebral en Colombia, original del Profesor de la Universidad John Hopkins Walter E Dandy.

Convers, Francisco: La encefalografía gaseosa, Rev Fac Med UN, (Bogota) 1938;7(3):97-128

Convers, Francisco: El examen radiológico en los abscesos amibianos del hígado

Rev Fac Med UN, (Bogota) 1947;15(12):

741-767

Convers, Francisco: Estudio radiológico y clínico en las enfermedades del esófago (4 partes)

Rev Fac Med UN, (Bogota)1944;12(9):444-451

Rev Fac Med UN, (Bogota) 1944; 12(10): 491-502

Rev Fac Med UN, (Bogota) 1944; 12 (11): 580-601

Rev Fac Med UN, (Bogota) 1944; 12(12): 675-693

Convers Codazzi, Francisco: Contribución al estudio del puerperio fisiológico presidente de tesis Leoncio Barreto. Universidad Nacional, Bogotá.1896

The Lost King of France: How DNA Solved the Mystery of the Murdered Son of Louis XVI and Marie Antoinette by Deborah Cadbury (Oct 23, 2003) New York : St. Martin's Press, 20

Corral Maldonado, Jaime (1919-1989) Profesor de Obstetricia

NACIÓ EN BOGOTÁ. Casado con Amelia Aristizábal. Estudió en el Colegio San Bartolomé, de Bogotá, y recibió su título de bachiller en 1935. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, sustentó su tesis Exploración funcional del riñón en la intoxicación grávida y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1941. Hizo la carrera académica en su alma máter y prestó sus servicios al Hospital San Juan de Dios y al Instituto Materno Infantil Concepción Villaveces de Acosta. Fue secretario de la Facultad de Medicina. Escribió sobre temas de su especialidad y uno de sus trabajos docentes se refirió a las grandes intervenciones obstetricias. Su estudio sobre Desprendimiento prematuro de la placenta

normalmente insertada (1949) se fundamentó en siete casos de un total de 3.131 partos ocurridos en el Servicio de Maternidad del Hospital San Juan de Dios a cargo del profesor V. Rodríguez Aponte, durante los años 1947 y 1948. Fue miembro de la Sociedad Colombiana de Obstetricia y de la Federación Médica Colombiana.

Corral Maldonado, Jaime, Exploración funcional del riñón en la intoxicación grávida, tesis, Universidad Nacional, Facultad de Medicina, Bogotá, Editorial Santafé, 1941.______, Herida penetrante del abdomen y embarazo a término, Heraldo Médico, Bogotá, 1950; 8(18):23-24.______, Conducta con el desprendimiento prematuro de la placenta normalmente insertada, Rev Col Obst Gin, 1950; 1:

http://www.encolombia.com/obstetricia51200conducta.htm______, Las grandes intervenciones obstétricas,

Rev Fac Med, Bogotá, 1956; 24(1):1-25.______, Algunas consideraciones sobre la conducta durante el parto en caso de embarazo gemelar, Med Cienc Afines, Bogotá, s.f.______ y Muñoz S., Evaluación clínica para el parto después de la cesárea, Rev Col Obst Gin, Bogotá, 1959; 10:1-33.


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Cortés Enciso, Carlos Profesor de Dermatología

ESTUDIÓ MEDICINA en la Universidad Nacional de Colombia. Hizo cursos especiales de perfeccionamiento en Tisiología (1933), Radiología y Fisioterapia (1934) y Leprología (1951). Siguió la carrera docente en su alma máter y ocupó los siguientes cargos obtenidos por concurso: externo del Hospital San Juan de

Dios (1930), interno de la Clínica Médica al servicio del profesor Miguel Camales (1930), interno del servicio de Enfermedades Tropicales dirigido por el Dr. Roberto Franco (1931), jefe de Clínica (1936-1940), encargado del curso de Fisioterapia Dermatológica (1936-1939), profesor agregado (1939), médico auxiliar del Leprocomio de San Juan de Dios (1942-1946), profesor encargado de la cátedra (1948), profesor agregado (1949-1950), profesor titular de Clínica Dermatológica por concurso (1952). Ejerció en su consultorio, en la consulta antivenérea de la Caja de Previsión Municipal y de Medicina Interna de la Caja Nacional de Previsión Social, fue médico dermatólogo del Instituto de Seguros Sociales (1950). Fue miembro fundador de la Sociedad Médico Quirúrgica Lombana Barreneche y de la Sociedad Colombiana de Dermatología y Sifilografía, y miembro de la Federación Médica Colombiana.

Escribió numerosos trabajos científicos sobre

temas de su especialidad, muchos de ellos publicados en la Revista de Medicina y Cirugía, entre ellos: Reseña histórica de la Facultad de Medicina (1932), Comentarios a unos caso de gangrena (1938), Comentarios a un caso de micosis doble (1938), Reflexiones a propósito de las quemaduras (1938).

Cortés Enciso, Carlos, Epiteliomas, Med Cir, Bogotá, 1942; 6(10):451-456.______, Úlceras de los miembros inferiores, Med Cir, Bogotá, 1941; 6(4):172-191.______, Reflexiones a propósito de la leishmaniasis cutáneo-mucosa en la clientela hospitalaria, Med Cir, Bogotá, 1941; 5(11):498-523.

Cortes Mendoza, Eduardo (1915-1994) Profesor de Patología y Clínica de Enfermedades Tropicales

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Luis Augusto Cortés Plata y Tulia Mendoza de Cortés. Casado

con Serafina del Valle de Cortés. Tuvieron seis hijos. Los estudios primarios los realizó en el Colegio del Niño Jesús, después en el Colegio de la Enseñanza y el bachillerato en el Colegio de La Salle. Posteriormente, entró a la Universidad Nacional de Colombia a estudiar Medicina, sustentó su tesis sobre anemia tropical y vitamina B12 y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1942. Fue profesor de Patología y Clínica de Enfermedades Tropicales. Su vocación docente se manifestó desde 1936, cuando cursaba cuarto año de estudios, al obtener, por concurso, la monitoría de Anatomía primera. En 1937 colabora en la enseñanza de la Histología y en su último año académico (sexto) triunfa en el concurso para externo del servicio hospitalario del profesor Roberto Franco, entre otros. Como en la década del cuarenta no era obligatoria la medicina rural ni las especializaciones estaban organizadas, los estudiantes tenían clara conciencia de que el médico debía prepararse

para resolver la mayor parte de los problemas y, por esto, el Dr. Cortés Mendoza, en 1941, es practicante interno en Clínica Obstétrica y en 1942 en Cirugía Ortopédica y de Urgencias.

Su tesis de grado Las anemias en nuestro medio mereció ser laureada y por consiguiente impresa y distribuida por el Ministerio de Educación Nacional en 1942. Esta tesis sirvió muchas veces como inicio de especializaciones y de investigaciones. Decano de la facultad de Medicina (1957-1959 y 1961-1963) y vicerrector de la Universidad Nacional (1972-1974). Después de su retiro, estuvo siempre atento y dispuesto a servir a su Facultad y a su Universidad en diferentes escenarios con sus consejos y, desde luego, con su inmensa experiencia llena de vivencias ejemplarizantes. Falleció el 28 de octubre de 1994.

Cortes Mendoza, Eduardo, Patología clínica tropical, Bogotá, Kenia, 1951.______, Datos estadísticos (clínicos y de

laboratorio) sobre tifo exantemático, fiebre tifoidea y disentería amibiana, trabajo para promoción de profesor, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, 1944.


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Cruz Riveros, Pedro Eliseo (1903-1974) Profesor de Cirugía

NACIÓ EN LA VEREDA DE SÁNAME, municipio de Fosca, Cundinamarca, la misma en que nacieron Alfonso Pabón Pabón y Luis Enrique Riveros, distinguidos cirujanos y profesores. Hijo de Eliseo Cruz y Cándida Riveros. Casado con Lilia Baquero. Estudió bachillerato en el Colegio del Rosario; después de recibir su diploma en 1917 ingresó a la

Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Correlaciones etiológicas entre la apendicitis y la amigdalitis con la cual recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1926. Hizo su especialización en Cirugía General en el Hospital San Juan de Dios; adelantó su carrera académica hasta llegar a ser profesor de Cirugía de su alma máter por concurso. El Dr. Cruz fue uno de los cirujanos que intervino al dirigente político Jorge Eliécer Gaitán, herido mortalmente en las calles del centro de Bogotá el 9 de abril de 1948. La muchedumbre enardecida se levantó, incendió, saqueó, asesinó y trató de llegar al palacio del presidente de la República, sin lograrlo. Gaitán falleció y el Dr. Cruz fue uno de los médicos que hizo la necropsia y embalsamó el cadáver.

Además de su interés por la Medicina, fue un destacado político: diputado a la Asamblea de Cundinamarca, secretario de Asistencia Social y, más adelante, gobernador (1949) de dicho

departamento. Fue elegido senador de la República (1947-1951) y ministro de Salud, por el presidente Mariano Ospina Pérez. Miembro de la Federación Médica Colombiana, de las sociedades de Cirugía de la Argentina, Ecuador, Chile, Perú y Uruguay. Falleció en Bogotá y su nombre se recuerda en la Escuela Pedro Eliseo Cruz Quetame, de Cundinamarca. Escribió un gran número de artículos científicos sobre temas quirúrgicos relacionados con el cáncer del seno y técnicas quirúrgicas: reemplazo del uréter por un asa intestinal.

Cruz R., Pedro Eliseo, Correlaciones etiológicas entre la apendicitis y la amigdalitis, Rev Fac Med, Bogotá, 1936; 5:315-329. ______, Conducta del médico ante el cáncer mamario, Rev Fac Med, Bogotá, 1945; 14:338-350.

Cubides Pardo, Eduardo (ca.1910-?) Profesor de Ortopedia y Traumatología

CASADO CON PEPITA GREIFFESTEIN.

Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Durante su carrera fue monitor de Histología (1926), interno del Hospital San José (1927-1934) y preparador de Fisiología (1928). Defendió su tesis Algunas observaciones sobre pie zambo varo-equino congénito y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1934. Fue médico auxiliar en Ortopedia Infantil (1929-1934) y cirujano (1934-1939) del Hogar-Clínica San Rafael, y jefe de Clínica Ortopédica y Cirugía de Urgencia de Hospital San Juan de Dios (1934-1936). En 1939 ganó, por concurso, el cargo de profesor agregado de Clínica Ortopédica y Traumatología de la Universidad Nacional de Colombia. Estuvo encargado de dicho servicio en el Hospital de San Juan de Dios. Así mismo, fue profesor titular de Técnica Quirúrgica, Universidad Javeriana (1939), jefe del departamento quirúrgico del Instituto Colombiano de Seguros Sociales (1949) y en 1952 ascendió a profesor titular de la cátedra,

por concurso. Fue profesor de Ortopedia de las universidades Nacional, Javeriana y Colegio Mayor del Rosario. Presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá (1966-1968), presidente de esta sociedad, en cuyo mandato se hizo el contrato con el Rosario para la fundación de su Escuela de Medicina, que presidió. También esa época se construyó el nuevo bloque quirúrgico y el Pensionado de San José.

Fundador de la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SCCOT), en 1946; miembro de la Academia de Medicina de Antioquia; miembro de número de la Sociedad de Cirugía de Bogotá y presidente de esta corporación (1948); director de la revista Repertorio de Cirugía (1938); miembro de la Asociación Nacional de Cirujanos y de Colegio de Cirujanos de Colombia. Escribió sobre temas de su especialidad y fue coautor de un texto de Traumatología. Falleció en Bogotá. Su nombre se recuerda en un piso de la Biblioteca del

Hospital San José.

Cubides Pardo, Eduardo, Algunas observaciones sobre el pie zambo varo-equino congénito, tesis de grado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional, Bogotá, Voto Nacional, 1934.______, Las heridas abdominales, Rev Fac Med, Bogotá, 1940; 8,11:559-579.______, L. Leyva Pereira y G. Guerrero Izquierdo, Traumatología y técnica del tratamiento racional de las fracturas y luxaciones, Bogotá, Antena, 1945.


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Cuervo Trujillo, Carlos José (1911-2001) Profesor de Medicina, rector universitario

NACIÓ EN IBAGUÉ, TOLIMA. Hijo de Jesús

María Cuervo Galindo y Lucinda Trujillo Casas. Casado con María Isabel Casabianca Camacho, sobrina de Nemesio Camacho. Hizo sus estudios en el Colegio San Simón, de Ibagué; al concluirlos y recibir su diploma, viajó a Bogotá para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Estudios de hematología química y otros ensayos (trabajo verificado en el Laboratorio Santiago Samper, Sección de Bioquímica) y se graduó de Doctor en 1941. Fue jefe de Clínica del Servicio de Enfermedades Tropicales del Hospital de San Juan de Dios. Se embarcó hacia Europa para hacer estudios de posgrado en España. Regresó a Colombia y se estableció en Bogotá para ejercer la profesión. Fue profesor agregado de Clínica Médica en la Universidad Nacional. Fue notable por el interés que ponía y transmitía con gran elocuencia acerca de los conocimientos de la época sobre las enfermedades musculares, en interesantes conferencias magistrales en donde

enseñaba las últimas clasificaciones hechas de estas afecciones. Designado rector de la Universidad del Tolima, se trasladó a Ibagué para dirigir este centro educativo. Director de la Oficina de Planeación, encargado de la Secretaría General (1980-1985) y miembro del Consejo Directivo de la Universidad La Gran Colombia, y asesor para estudiantes extranjeros de la Universidad de San Marcos, Austin, Texas. Ejerció la especialidad de la Alergia y fue uno de los fundadores de la Sociedad Colombiana de Alergia.

Cuervo Trujillo, Carlos José, Estudios de hematología química y otros ensayos, tesis de doctorado, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, Bogotá, Editorial Centro, 1941.

Díaz Vargas, Miguel (1886-1956) Profesor titular de Dibujo Médico

NACIÓ EN BOGOTÁ. Casado con María

Zerda Cárdenas, hija del pintor Eugenio de la Zerda. Inició sus estudios en Bogotá en el Colegio Rodolfo Bernal, pero tuvo que suspenderlos por causa de la Guerra de los Mil Días. En 1903 ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, en donde fue discípulo del conocido pintor Andrés Santamaría. Posteriormente, fue profesor de su escuela. Viajó a España en 1936 con una beca obtenida por concurso para continuar sus estudios en la Academia de San Fernando, en Madrid. Allí fue discípulo del pintor Ortiz Echagüe. Recibió su título de profesor. Visitó Francia e Italia, regresó a Bogotá en 1932 y continúo su carrera académica enseñando en su escuela y en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, como profesor de Dibujo Médico. Fue director del Museo de Bellas Artes, profesor de la Facultad de Arquitectura, jefe de la sección de exposiciones y museos de la Dirección de Extensión Cultural, miembro fundador de la Sociedad de Pintores y

Escultores de Madrid, y miembro y presidente honorario de la entidad correspondiente de Colombia.

Hizo su primera exposición en 1910, en Bogotá, y obtuvo medalla de plata. Recibió el Premio Benedicto de Pensionados a la Residencia de Pintores de la Alhambra y la Medalla de Oro en la exposición Iberoamericana de Sevilla (1929). Al retornar a Bogotá en 1932 expuso 130 óleos y diez grabados.

Según Carmen Ortega Ricaurte: La producción artística de Miguel Díaz Vargas se caracteriza por el intento de crear, a través de bodegones, paisajes, retratos y cuadros de costumbres, un arte de carácter nacional inspirado en el hispanismo. El tema predominante en sus pinturas fue el de las escenas campesinas pobladas de paisajes y personajes típicos de la región cundiboyacense. Escri- bió una cartilla de Dibujo que fue publicada en la colección de la Biblioteca Aldeana. Con ella aspiraba a llevar

los rudimentos del dibujo a los obreros y los niños. El Maestro Díaz Vargas fue magnífico profesor y persona sencilla y amable. Falleció en Bogotá en 1956.


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Díaz Forero, Julio Hernando (1912-1989) Profesor de Medicina

NACIÓ EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ. Hijo de Isaías Díaz Forero y Waldina Forero de Díaz. Cónyuge de Alicia Rivera de Díaz. Sobresalió por su dedicación al estudio, que conservó hasta su muerte, y por su entrega a la docencia; también por su magnifico ojo clínico para el diagnóstico y por su esmero y entrega a sus enfermos. Estudió su bachillerato en el Colegio de San Bartolomé, de Bogotá, y luego Medicina

en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Tratamieno con los rayos X de la enfermedad de Basedow y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía el 30 de octubre de 1940. Por concurso, obtuvo la cátedra de Medicina Interna, especialidad que ejerció en el Hospital de San José y en el Hospital San Juan de Dios. Así mismo, fué médico de la Caja Nacional de Previsión. También ejerció el cargo de profesor en Medicina Legal en la Universidad Externado de Colombia por más de 25 años. Para esta clase escribió un libro que aún existe en el Externado.

Fue una persona que ejerció su profesión por vocación. A veces prefería no cobrar sus servicios a sus pacientes. En su vida familiar fué una persona cumplidora de su deber y profundamente cató- lico. Era generoso, cariñoso, simpático y contaba con grandes cualidades humanas. Su sobrino, Isaías Díaz Forero, también docente a la Universidad Nacional afirmó de él: Ama a la Universidad

como si fuera su familia. Sus discípulos lo recuerdan como un gran médico, excelente maestro y ejemplo para todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo y disfrutar sus valiosísimas enseñanzas.

Escribe José Perea Sasiaín: En 1952 tuve la fortuna de cursar la Semiología con el profesor Julio H. Díaz: por sus profundas calidades humanas, mi primer contacto con los enfermos no pudo ser mejor guiado. Su enseñanza, enfocada hacia la práctica, estuvo siempre marcada por su personalidad bondadosa, su trato respetuoso con los pacientes y la mayor honradez en sus lecciones y evaluaciones. La más grande lección de tolerancia y conmiseración que recibí en la facultad me la prodigó directamente él. Al regresar, en 1961, supe con profundo pesar que las incompeten- tes autoridades de turno lo habían separado de la cátedra, aprovechándose indudablemente de las lamentables reorganizaciones administrativas previas a la resolución 1 del año 1960, de

pésimas consecuencias. Existen tres medallas Al Mérito.

Alicia Rivera de Díaz

Enciso Ruiz, Enrique Profesor de Higiene y Salud PúblicaNacio en Tunja, hijo de Francisco Enciso y Elvira Ruiz …

ESTUDIÓ EN LA FACULTAD DE MEDICINA de la Universidad de Colombia, donde sustentó su tesis Influencia de la anemia sobre las glándulas de secreción interna y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía, en 1919. Viajó a Estados Unidos. Según los registros de inmigración de la Isla Ellis, llegó a Nueva York procedente de Cartagena el 23 de septiembre de 1920, cuando tenía 27 años y estaba casado. Hizo estudios de posgrado en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad John Hopkins, en Baltimore (1922). Regresó a Bogotá y se vinculó con su alma máter como profesor de

Higiene y Salud Pública. Después de un corto tiempo, fue reemplazado por el Dr. Jorge Bejarano. Fue secretario de Asistencia Social del Departamento de Cundinamarca. Escribió sobre temas de salud pública: estadísticas de mortalidad de Bogotá, campaña contra las enfermedades venéreas.

Enciso Ruiz, Enrique, Influencia de la anemia sobre las glándulas de secreción interna, Bogotá, Tipografía Minerva, 1919. ______, Mortalidad mensual de la ciudad de Bogotá, El Gráfico, abril de 1924; 14(682).______, Problemas y campaña contra las enfermedades venéreas, Bogotá, 1928.______, Informe al gobernador, Bogotá, Imprenta Departamental, 1944.


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Esguerra Serrano, Gustavo (1901-1965) Profesor de Urología, funcionario público

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo del odontólogo Guillermo Esguerra Gaitán y de Soledad Serrano Borrero. Casado con Rosita Gutiérrez Rodríguez. Hizo sus estudios en la Escuela Nacional de Comercio, en el Instituto de la Salle y en el Colegio San Bartolomé, en donde se graduó de bachiller (1917). Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, donde presentó su tesis Síndrome psico-parasitario y recibió su diploma de Doctor en Medicina y Cirugía. Hizo su internado en el Servicio de Urología del Hospital Universitario San Juan de Dios y siguió la carrera académica como profesor de Biología y Psicología en la Universidad Libre (1926-1939). Fue secretario de la Facultad de Medicina, miembro del consejo directivo 1950) y honrado como profesor emérito de la Universidad Nacional.

Ocupó diversos cargos públicos, entre ellos, el de secretario de Higiene en el Departamento del Huila y secretario de Educación y de Higiene de la ciudad de Bogotá (1938-1942). Director de Asistencia Pública del Ministerio de Salud Pública desde 1952 hasta 1965. Miembro y vicepresidente de la Federación Médica Colombiana, miembro de la Sociedad Médico-Quirúrgica, secretario perpetuo de la Sociedad de Urología de Colombia y de la Sociedad de Medicina del Trabajo y cofundador del Colegio Colombiano de Cirujanos y de la Asociación Colombiana de Cirujanos. Falleció en Bogotá.

Esguerra Serrano, Gustavo, Dirección de Educación de Cundinamarca: Informe al gobernador, Bogotá, Imprenta Departamental, 1941.

Esguerra Gómez, Gonzalo (1902-1989) Profesor, académico, neurorradiólogo

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo del Dr. Carlos

Esguerra Gaitán, fundador de la Clínica Marly, y de Carlina Gómez Cuéllar. Se graduó de bachiller en la Escuela Nacional de Comercio de Bogotá en 1919. Estudió Medicina en la Universidad Nacional. Durante sus estudios empezó su gran interés por la Radiología: fue ayudante de laboratorio del Hospital San Juan de Dios (1920-1922) y, más tarde, jefe de trabajos (1926-1928). Al terminar sus estudios presentó la tesis Estudio radiológico de la apendicitis crónica. Se graduó en 1927. Fue nombrado director del Laboratorio de Radiología del Hospital San Juan de Dios y de la Clínica de Marly. Viajó a París y a su regreso a Bogotá fue designado profesor de Radiodiagnóstico de la Universidad Nacional de Colombia (1934) y presidente de la Clínica Marly. Durante su carrera restableció la enseñanza del radiodiagnóstico en su alma máter y enfocó su interés en los diferentes aspectos de esta área: vías digestivas, urinarias, sistema óseo, cardiología, índices

antropométricos de los residentes de las alturas, angiocardiografía. Fue el primer neurorradiólogo de Colombia. Muchos tuvieron la fortuna de recibir sus clases en el Hospital Universitario San Juan de Dios de la capital de Colombia. Por él, la Clínica de Marly abrió sus puertas a la Neurorradiología, con más de tres mil casos neurológicos examinados en el curso de 25 años. El profesor Esguerra Gómez fue miembro de un gran número de sociedades científicas nacionales y extranjeras: honorario de la Sociedad Neurológica de Colombia (1966), primer presidente de la Sociedad Colombiana de Radiología, miembro de la Academia Nacional de Medicina, desde 1930, y secretario y presidente de la entidad en dos ocasiones. Fue condecorado con la Cruz de Boyacá (1943), la Orden de la Estrella Negra y también por la Cruz Roja alemana.

Esguerra Gómez, G. Radiología y neurocirugía (algunos comentarios sobre 3.000 casos neurológicos examinados en el Laboratorio de

Radiología Clínica de marly en los últimos 25 años) 17-20.


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Esguerra Gómez, Alfonso (1895-1967) Profesor, académico, político

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar del Dr. Carlos Esguerra Gaitán y Carlina Gómez Cuéllar. Estudió bachillerato en la Escuela Nacional de Comercio de Bogotá. Ingresó a la Universidad Nacional para estudiar Medicina donde presentó su tesis sobre el cáncer del cuello uterino y se graduó en 1920. Viajó a París para especializarse en Cancerología. Allí desarrolló la Pasta Colombia, una substancia maleable y resistente a la temperatura para tratamientos con rádium en la cara, compuesta

de cera de abejas, parafina y aserrín de madera con la cual se obtiene una irradiación homogénea y mejor distribución en superficie. Fue laureado por la Academia Francesa. Trabajó en el Instituto Pasteur y ocupó un cargo en la Embajada de Colombia en la capital de Francia. Al retornar a Bogotá, creó el servicio de Radiumterapia en la Clínica de Marly y después en los hospitales San Juan de Dios y San José. Fue uno de los cofundadores del Instituto de Rádium. Fue profesor de Fisiología de la Universidad Nacional desde 1925 y fundó y dirigió su Laboratorio de Fisiología, que sus alumnos llamaban La ciudad de hierro. Fue el creador del Instituto Psicotécnico, en donde colaboró la Dra. Mercedes Rodrigo. Sus pruebas sirvieron como examen de ingreso a la Universidad Nacional. Hizo una investigación sobre estos exámenes en mil estudiantes con promedio de 20 años de edad. Se preocupó mucho por enseñar sobre la Curva de Gauss, uno de sus temas favoritos. Fue alcalde mayor

de Bogotá (1933-1934) y miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad de Medicina, de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales y de muchas otras asociaciones científicas nacionales e internacionales.

Esguerra Gómez, Alfonso, Estudio sobre algunas características biológicas del universitario colombiano, Rev Univ Nac, Colom- bia, 1944; 1:263-305.

Ferro Díaz, Luis María (1905-1977) Profesor de Obstetricia y Ginecología

NACIÓ EN BOGOTÁ, en el año de 1905, en el hogar de Isaías Ferro y Mercedes Días. Casado con Conchita Navarrete, tuvo ocho hijos: cinco hombres y tres mujeres. Tras graduarse de bachiller en el Colegio de San Bartolomé, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde obtuvo el título de Médico en 1926. Accedió por concurso a las

etapas de internado, residencia., jefatura de clínica y todas aquellas que exigía la escala de profesionalización de la época. Como docente, actividad que fue una constante en su vida, transmitió a varias generaciones su conocimiento científico y los valores de entrega y solidaridad que siempre incorporó a su ejercicio como profesor agregado y titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Nacional, los mismos que imprimió a su gestión en la dirección del Instituto Materno Infantil, cargo que ocupó por varios años, alternado con la dirección del Hospital San Juan de Dios, en las ausencias del titular, profesor José del Carmen Acosta. Al frente del Instituto Materno Infantil, le correspondió orientar la transición del economato de la institución, de las monjas de la Orden de la Caridad a las del Buen Consejo. En su vida y trayectoria se resume buena parte del ejercicio de la medicina y la gestión de salud pública en la Bogotá del siglo XX.

Su sello también quedó impreso en la Clínica Marly, de la que fue cofundador con los doctores Gonzalo Esguerra y Jorge Cavelier. En su vecindario estableció su residencia alternando la atención en la Clínica con su consulta particular. Su labor humanitaria como médico integral y consejero le fue reconocida con ocasión de las bodas de plata profesionales, en un sentido homenaje en el Hotel Tequendama, al que concurrieron colegas, alumnos y pacientes de diversas épocas y variada condición social. Trabajador incansable, de temperamento sereno, hacía una pausa en el trajín profesional en su finca de la Sabana de Bogotá, donde cultivaba trigo, papa y cebada, y, anualmente, con un grupo de médicos, cumplía el ritual de la pesca en alta mar.

Luis María Ferro Díaz, y Acosta del C., V. J, Lesiones traumáticas del recién nacido durante el parto, Bogotá, Imprenta Nacional, 1939. Gloria Ferro de Rueda


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Fonnegra Miramón, Álvaro (1920-1982) Profesor de Ginecología

NACIÓ EN BARRANQUILLA en el hogar de Fernando Fonnegra Suárez e Isabel Miramón Fernández de Castro. Casado con Leonor Jiménez Fernández, padres de Álvaro José, María Leonor (ginecobstetra), Lucía del Pilar, Silvia, Felipe y Andrés Antonio. Cursó sus estudios de bachillerato en el Colegio del Rosario de Bogotá. Al concluirlos, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Papel de la vitamina K en el manejo de la tos ferina y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1948. Se especializó en Ginecobstetricia en el

Instituto Materno Infantil Concepción Villaveces de Acosta. Fue jefe de Clínica de dicho servicio en la Universidad Nacional (1955-1959). Ascendió a profesor agregado de la cátedra con el trabajo sobre tumores funcionales del ovario. También fue coautor del estudio epidemiológico sobre prevalencia de la patología ovárica en el Instituto Materno Infantil y profesor asociado de Ginecología. Escribió sobre temas de su especialidad, entre ellos, un caso de fístula uretro-vaginal concomitante con embarazo. Fue un excelente médico, magnífico profesor y un caballero. Falleció en Bogotá el 21 de mayo de 1982.

Fonnegra Miramón, Álvaro, Comentario a un caso de fístula uretro-vaginal concomitante con embarazo, Rev Col Gin Obst, Bogotá, 1954; 6(2):101-104.

Guzmán A., Rubén Darío; Álvaro Fonnegra M.; Ricardo Alvarado P. et al., Tumores funcionales del ovario, Bogotá, Universidad Nacional de

Colombia, Facultad de Medicina. (Trabajo para promoción de profesor.)

Onatra, W. H.; A. Fonnegra; R. D. Guzmán et al., Prevalencia de la patología ovárica en el Instituto Materno Infantil, 1960-1974, Rev Fac Med, Bogotá, 1981; 39(3):243-254.

Forero Nogues, Luis Guillermo (1910-1997) Médico, cardiólogo, especialista en Medicina Deportiva, piloto privado, escritor

NACIÓ EN BUCARAMANGA, hijo de Guillermo Forero Franco (periodista) y Concepción Nougues de Forero. Nieto del Dr. Guillermo Forero Barreto (médico), a quien en los sucesos de 7 y 8 de septiembre de 1879 le correspondió hacer la autopsia del coronel Obdulio Gutiérrez. Comenzó sus estudios en Inglaterra, en donde se encontraban sus padres. Más tarde viajaron a Madrid, donde se recibió de bachiller en 1926. Siguieron a Lima y allí estudió Ciencias Biológicas en la Universidad

de San Marcos, donde obtuvo su grado de Licenciado. Volvieron a Colombia y estudió Medicina en la Universidad Nacional (1931-1933). Una vez más se trasladaron Santiago, donde recibió su Licenciatura en 1936 y su Doctorado en Medicina y Cirugía de la Universidad Nacional de Chile (1937). Se especializó en Medicina Interna en la Universidad de París y en la Universidad de Londres, en el Hospital Nacional del Corazón. Regresó a Bogotá y fue el mejor internista, lo cual le mereció el premio Carlos Esguerra. Fue nombrado jefe de Clínica Médica por la Universidad Nacional (1941-1943) y profesor de Patología, Clínica Terapéutica y Electrocardiografía por concurso, desde 1947. Fue secretario de la Facultad de Medicina y miembro del consejo académico de esta universidad; además, profesor visitante de la Universidad de París desde 1968, experto en Medicina Deportiva y piloto privado. Miembro de las sociedades Médica de Chile, Asociación

Americana de Cardiología, Asociación Internacional de Médicos del Deporte, Sociedad Pompilio Martínez de Gerontología de Estados Unidos, Asociación de Medicina de Aviación. Miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina y de Aeroclub de Colombia. Recibió varias condecoraciones de Inglaterra, España y Colombia. Autor del libro Electrocardiografía. Estudio de casos y de numerosos artículos científicos sobre temas de su especialidad.


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Forero Villaveces Tulio (ca. 1880-?) Profesor de Semiología

NACIÓ EN BOGOTÁ. Primo del profesor José del Carmen Acosta Villaveces. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad

Nacional, donde presentó su tesis de grado Septicemia puerperal y su tratamiento, en 1915. En 1912 fue practicante interno del Servicio de Maternidad del Hospital San Juan de Dios. Fue uno de los fundadores de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Bogotá.

Fernando Sánchez Torres, en la Historia de la Ginecobstetricia en Colombia, comenta: Para las endometritis puerperales, como también para las ulceraciones infectadas de la vulva, vagina y cuello, se usaba además el oxitormol. El método que se empleaba en la Maternidad del Hospital San Juan de Dios era el llamado ́del cartucho` y que Tulio Forero Villaveces divulgó en 1915 en su tesis de grado. Consistía en aplicar ́baños` de formol por medio de vapores que se desprendían al colocar dos gramos de permanganato de potasio cristalizado en un pedazo de gasa enrollada en forma de cartucho, que luego se humedecía con agua oxigenada y formol en partes iguales. Expuesta la vagina con un especulo, se facilitaba la labor. Cuando se

quería que los vapores salutíferos llegaran a la cavidad uterina se colocaba un tubo de Mouchotte (...) Indudablemente, esta terapia mediante fumigaciones era un rezago de la medicina hipocrática.

Fue profesor de Semiología. Dictaba su cátedra en una silla colocada a la cabecera de la cama del enfermo. Recuerda Óscar Gunther: (En una ocasión) ...estábamos en clase de Semiología, como de costumbre. El profe Forero Villaveces se sabía de memoria la Semiología de Robert. Los dos más altos de la clase eran Gómez González y Duarte French. Uno de ellos Gómez dice que fue Duarte, y Duarte dice que fue Gómez no estaba poniendo atención a lo que se explicaba. Así que, pasándose la mano por la cara, como solía hacer, le hizo una pregunta pertinente. Como el pisco no le estaba parando bolas, no supo contestar. Entonces, el profe, muy serio, le dice: ́En los edificios altos siempre el último piso está desocupado`; amen de que lo

encontró con el estetoscopio puesto al revés.

Forero Villaveces Tulio, Contribución al estudio de la infección puerperal y su tratamiento por el oxiformol, tesis Universidad Nacional, 1915.

______, Septicemia puerperal y su tratamiento, Bogotá, Universidad Nacional, Imprenta José M. Rosales, Bogotá, 1919. ______, La higiene prenatal, Bogotá, 1932.

Gaitán Yanguas, Mario (1919-1982) Profesor, académico, oncólogo, político

NACIÓ EN NEIVA, HUILA. Hijo del Dr. Anselmo Gaitán y de Laurita Yanguas. Estuvo casado con Clara Eugenia Gaitán. Realizó sus estudios primarios en Neiva y más tarde viajó a Bogotá, donde se graduó de bachiller en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (1936). Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Ensayo sobre el electrocardiograma en relación con la clínica y

se recibió de Médico en 1943. Hizo su residencia en el Instituto Nacional de Rádium. Viajó a Estados Unidos. A su regreso a Bogotá estableció los laboratorios de cobaltoterapia. En 1949 fue nombrado jefe de Radioterapia del Instituto Nacional de Cancerología (INC). Fue profesor de dicha cátedra en las universidades Nacional y Javeriana. En 1956 hizo estudios de Medicina Nuclear en los laboratorios de Oak Ridge, Tennessee. Entre 1957 y 1974 dirigió el Instituto Nacional de Cancerología. Fue profesor de Biofísica en la Universidad Nacional. Escribió los programas de Fisiología, Física y Química médicas de su alma máter. Escribió un gran número de trabajos científicos y sobre temas de radioterapia, entre los cuales encontramos Acción de las radiaciones ionizantes sobre la reproducción y la herencia. Fue presidente de las sociedades de Radiología y Cancerología y del Comité Nacional de Lucha contra el Cáncer, consultor de cáncer de la Organización Mundial de la Salud, miembro y

vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, además de viceministro de Salud en 1974. Su nombre se recuerda en el auditorio del INC y en el Hospital de Soacha, Cundinamarca.


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Gaitán Nieto, Alfonso (1911-1990) Profesor de Oftalmología

NACIÓ EN NEMOCÓN, CUNDINAMARCA. Sus padres fueron Carlota Nieto y el médico Braulio María Gaitán, zipaquireño, historiador y reconocido cronista. Contrajo matrimonio en 1948 con la señora María Teresa Rey Jurado, con quien tuvo ocho hijos. Recibió el grado de bachiller del Colegio San Luís Gonzaga. El título de Médico le fue otorgado en el año 1936

por la Universidad Nacional de Colombia y obtuvo la especialización en Oftalmología de la Universidad de Washington. Fue precursor de la Oftalmología colombiana. Su vida y carrera docente marcaron huella imborrable en los anales de la Facultad Nacional de Medicina durante más de cincuenta años, donde fue profesor y ocupó por riguroso concurso todas las posiciones docentes. Comenzó en 1930 en la categoría de preparador de Histología hasta obtener en marzo de 1952 el nombramiento de profesor titular de Oftalmología, siendo el primer titular de la cátedra en la Universidad Nacional. Fue profesor de más 19 generaciones de médicos, incluyendo seis ministros de Salud Pública y varios miembros de la Academia Nacional de Medicina. Además, fue calificado como especialista en Oftalmología por la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina.

La distinción de profesor honorario dada por la Universidad Nacional le fue conferida por la

Facultad de Medicina a través del artículo 63 del acuerdo 72 de 1978. En el plano internacional, recibió múltiples condecoraciones y distinciones de varias sociedades científicas, entre las que se destaca la Medalla al Mérito Educativo en Ciencias Oftalmológicas para América Latina y el título de miembro honorario (1979) otorgado por unanimidad por la Asociación Panamericana de Oftalmología (Dallas, Texas). Esta distinción resaltó su reconocido prestigio profesional, ética médica y valiosos servicios prestados a la asociación. Es de notar que esta es una de las distinciones más altas que la institución confiere a sus miembros y que el Dr. Gaitán Nieto fue la segunda persona en obtenerla. Fue designado Caballero de la Legión de Honor por el gobierno francés. Es importante señalar que fue el primer oftalmólogo colombiano en realizar una queratoplastia penetrante exitosa en el país. Fue cofundador de la Sociedad Colombiana de Oftalmología y presidente de las sociedades de Oftalmología y Otorrinolaringología. Como

profesional mereció el respeto y admiración de los oftalmólogos latinoamericanos, que lo llamaron El Caballero de la Luz.

Fueron muchos los escritos y publicaciones que presentó ante academias nacionales e internacionales, entre los cuales se destacan: Endoftalmitis facoanafiláctica, Congreso Panamericano de Oftalmología, 1948, La Habana; Queratoplastia, Sociedad Colombiana de Oftalmología y Otorrinolaringología, Bogotá, 1956; Tratamiento de los pseudotumores de la órbita, Sociedad Colombiana de Oftalmología y Otorrinolaringología, Cúcuta, 1958; Primer caso de queratoplastia en hongo, técnica del Dr. Alfonso Gaitán Nieto, Sociedad Colombiana de Oftalmología y Otorrinolaringología, Cúcuta, 1958; Quimioterapia en oftalmología, Congreso Panamericano de Oftalmología, Caracas, 1958. Su afición por los deportes hizo de él un destacado jugador de ajedrez y ganador de un sin número de torneos nacionales e

internacionales. Falleció en Bogotá.


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Galvis Espinosa Hernando (1921-1990) Profesor de Cirugía

NACIÓ EN CURITÍ, SANTANDER, el 17 de octubre de 1921, en el hogar de Leopoldo Galvis Galvis y Helena Espinosa Uribe. En 1950 contrajo matrimonio con Fanny Rodríguez Peña con quien tuvo cinco hijos.Hernando cursó sus estudios de bachillerato en el Colegio Guanetá de San Gil. Viajo a Bogotá para ingresar en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Inició su práctica quirúrgica como interno por concurso de la Clínica Quirúrgica del Hospital San Juan de Dios. (1947). Fue preparador de Técnica

Quirúrgica por concurso (1947-1948), jefe de Trabajos de Técnica Quirúrgica por concurso (1949-1952), asistente de cátedra de cirugía (1958-1964), Profesor Asistente de Cirugía de la Universidad Nacional de Colombia.

Profesor de cirugía de la Escuela de Enfermería de la Cruz Roja, Universidad de América. Interno del Hospital San José, Bogotá (1949-1950).Cirujano Adjunto, Hospital San José (1950-1954).Subjefe del Pabellón de Cirugía del Hospital San José (1963), jefe del Departamento de Cirugía,

Hospital San José (1954-1955).Cirujano adjunto, Hospital Militar Central (194-1961).Cirujano asociado Hospital Militar Central, Centro de Estudios para Graduados (1961). Jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Militar.

Subdirector del Hospital Militar (1978).Cirujano del Instituto de Seguros Sociales (1951)Director del Hospital San José.

Cirujano Asociado del Hospital Militar Central con funciones docentes en la preparación, orientación, enseñanza y entrenamiento quirúrgico de los residentes de cirugía. Hizo parte del grupo de cuatro cirujanos asociados quienes tuvieron la responsabilidad de la atención quirúrgica de este Hospital en donde, además, se efectuaron por parte del Servicio de Cirugía General un promedio de 2.000 intervenciones anuales, en su mayor porcentaje de cirugía mayor.

Perteneció al Colegio Colombiano de Cirujanos, a la Sociedad de Cirugía de Bogotá (1954) y fue Presidente de la Asociación Fellow del Colegio Americano de Cirujanos.

Embajador de Colombia en Suecia y Finlandia

entre 1978 y 1980. Embajador en Bélgica y Luxemburgo (1980-1982)

A su regreso a Colombia fue nombrado director y posteriormente presidente de la Sociedad de Cirugía del Hospital San José, hasta diciembre de 1990, año en que falleció.


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Gómez Martínez, Pablo (1910-2007) Profesor de Urología, académico, médico militar

NACIÓ EN BOGOTÁ. Fueron sus padres del Doctor Eugenio J. Gómez Parra, natural del Socorro (Santander) y de Barbarita Martínez Guzmán, nacida en Gachetá (Cundinamarca). Casado con María Eugenia Cusnir Lerner y padre del Dr. Pablo Gómez Cusnir, profesor de

Urología de la Universidad Nacional y del Dr. Jorge Gómez Cusnir, ginecólogo y presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá. Su padre fué ingeniero y rector de la Universidad Republicana, senador de la República, autor de ocho libros, casi todos sobre doctrina liberal, e importante industrial de la época, fundador y copropietario de la Industria Harinera, de donde surgieron los Molinos El Lobo, a la que dedicó gran parte de su vida como industrial. Estudió Medicina en la Universidad Nacional. Sustentó su tesis Gastroenterostomía, una enfermedad y su tratamiento y recibió su grado en 1933. Viajó para especializarse en Urología en la Universidad de Nueva York (1934), en el Hospital Presbiteriano de la Universidad de Columbia y en la Universidad John Hopkins de Baltimore. A su regreso al país, ingresó al Ejército de Colombia, donde obtuvo el grado de mayor, vinculándose a Sanidad Militar.

Ha sido director del Hospital Militar (1943-1944), jefe del departamento de

Endoscopia (1942- 1950) y de la Clínica Urológica (1947-1952) del Hospital de la Samaritana, jefe de Urología del Instituto Nacional de Rádium (1945-1950) y de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1958-1980), donde estableció el primer posgrado de Urología en Colombia (1957), para el que dictó cátedra como profesor titular (1947-1974) y por la que fue distinguido como profesor emérito y honorario (1974). Es miembro de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la corporación (1984-1986) y miembro honorario (1995) de esta y de la de Chile. Fundador de la Sociedad Bogotána de Urología y, más tarde, de la Sociedad Colombiana de la especialidad, la cual presidió durante cuatro años. Recibió la Medalla Jorge Vejarano por su contribución al desarrollo de la ciencia y la distinción como Cirujano Emérito de los Hospitales San Juan de Dios y La Samaritana.

Escribió el Manual de Urología (1950) y,

posteriormente, el Texto de Urología, en edición. Uno de sus trabajos fue Ilio-cistoplastia con colgajo seromuscular invertido para reconstrucción de vejigas funcionales.

Gómez Herrera Humberto (1921) Profesor de Pediatría

NACIÓ EN BOGOTÁ, en el hogar de Manuel Gómez Lagos y Joséfina Herrera Ruiz. Estudió en Instituto la Salle y recibió su diploma de bachiller en 1938. Hizo su carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde presentó su tesis Tratamiento del prematuro con plasma humano y recibió el título de Doctor en Medicina y Cirugía (1946). Viajó a Estados Unidos para hacer estudios de posgrado y especializare en el Hospital Infantil de Boston (1958). Regresó a Bogotá para iniciar el ejercicio particular de Medicina Infantil y fue nombrado profesor agregado de la Clínica Pediátrica, Facultad de Medicina Universidad

Nacional y, más tarde, profesor encargado de cátedra. Prestó sus servicios en el Instituto Materno Infantil Concepción Villaveces de Acosta, en el Hospital de la Misericordia y en el Servicio de Pediatría de la Clínica de la Policía. Fue uno de los tres fundadores de la Clínica del Country e inició la Fundación para Niños Pematuros. Es miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría y de la Academia Nacional de Medicina, Capítulo del Tolima, en reconocimiento a la labor profesional y académica en la Universidad Nacional de Colombia.

Ha recibido las siguientes distinciones: condecoración de la Nunciatura Apostólica por servicios prestados a la comunidad; condecoración de la Policía Nacional por servicios prestados en el Depar- tamento de Pediatría; condecoración como profesor agregado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional. Es miembro honorario de la Fundación Vivir y el Instituto Materno Infantil

Concepción Villaveces de Acosta, en reconocimiento a su labor profesional, hospitalaria y académica.

Autor de varios trabajos científicos, entre ellos: Modificación a la clasificación del recién nacido; Síndrome de sufrimiento fetal y Pronóstico del niño nacido por cesárea.

Gómez Herrera, Humberto, Tratamiento del prematuro con plasma humano, tesis para optar al título de Doctor en Medicina y Cirugía, Bogotá, 1946.

Marcela Bula


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Guerrero Izquierdo, Gustavo (1911-1992) Profesor de Ortopedia, Traumatología y Cirugía

de Urgencias

NACIÓ EN BOGOTÁ, de ascendencia costeña. Cursó el bachillerato en el Colegio de San Bartolomé. Después de recibir su diploma, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis La traumatología raquimedular: monografía sintética, que lo graduó con honores en 1938. Hizo estudios de posgrado en el Hospital San Juan de Dios, en el que realizó su carrera académica, empezando como jefe de Clínica, siguiendo como profesor agregado, hasta llegar a ser profesor de Ortopedia, Traumatología y Cirugía de Urgencias de su alma máter.

En sus clases era un rendido admirador de la técnica de Trueta, un cirujano de la Guerra Civil Española, razón por la cual los estudiantes lo llamaban a sus espaldas Trueta. También era partidario del uso de la panela para las heridas abiertas, preconizada por el jefe del servicio Dr.

Lisandro Leyva Pereira, cirujano del Ejército francés, en la Primera Guerra Mundial, Caballero de la Legión de Honor. Según lo recuerdan sus compañeros Rotarios, Gustavo Guerrero Izquierdo era un caballero con un gran sentido humanitario, sensibilidad social y destacado espíritu de servicio. Fue miembro fundador de la Sociedad Colombina de Ortopedia y Traumatología (1946), miembro y socio honorario del Club Rotario de Bogotá por más de cuarenta años, presidente de esta institución (1970-1971), presidente del Comité de Niños Lisiados, delegado a varias conven- ciones internacionales en Miami y en la Habana. Recibió la Medalla Paul Harris del Rotario Inter- nacional. Falleció en Bogotá.

Guerrero Izquierdo, Gustavo, La traumatología raquimedular: monografía sintética, tesis Universidad Nacional, Bogotá, 1938. G. Guerrero Izquierdo y Leyva Pereira, L; E. Cubides Pardo, Traumatología y técnica del

tratamiento racional de las fracturas y

luxaciones, Bogotá, Antena, 1945.

Gutiérrez Ángel, Pablo Elías (1895-1983) Profesor de Clínica Médica, humanista, matemático, astrónomo y poeta

NACIÓ EN SALAMINA, CALDAS. Hijo del Dr. Pablo Emilio Gutiérrez y de la Sra. Pastora Ángel Londoño. Comenzó su educación en la Escuela Pública de Salamina. Más tarde viajó a Medellín para estudiar en el Colegio San Ignacio. Después de recibirse de bachiller, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, donde sustentó su tesis La enfermedad de Durozies - Estrechez mitral, su diagnóstico clínico y radiológico y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1932. Inició su ejercicio profesional en Aranzazu, Caldas. Durante la guerra con el Perú se incorporó a la Sanidad Militar y prestó sus servicios en el Caquetá y

Putumayo. Al concluir las hostilidades, regresó a Caldas y trabajó como médico en el Hospital de Salamina durante diez años. Fue practicante interno en el Servicio de Clínica de Enfermedades Tropicales y Clínica General en la Universidad Nacional.

Desempeñó los siguientes cargos obtenidos por concurso: profesor agregado de Clínica Médi- ca, Universidad Nacional, desde 1947; profesor titular de Patología Interna, Universidad Javeriana, desde 1949; profesor titular de Clínica Médica, Universidad Nacional, desde 1952. Fue uno de los tres profesores de Medicina, con Alfonso Uribe Uribe y Carlos Trujillo Gutiérrez, que dieron lustre a la cátedra y enseñaron las bases de la medicina clínica a sus alumnos, entre quienes tuvieron el honor de recibir sus enseñanzas. Además fue jefe del Servicio Infecto-contagioso del Hos- pital Militar (1962- 1967), decano de Medicina (1956) y rector encargado de la Universidad Nacio- nal (1957), miembro honorario de la

Asociación Colombiana de Medicina Interna. El profesor Gutiérrez fue condecorado con la Orden del Mérito Sanitario José Fernández Madrid y su nombre se recuerda con la Medalla al Mérito Científico Dr. Pablo Elías Gutiérrez al mejor trabajo de investigación en áreas clínicas en el Hospital Militar Central de Bogotá. Murió en Bogotá el 5 de agosto de 1983. Autor de El sabio Mutis y la medicina en Santafé durante el Virreinato, 1947. Sus poemas se encuentran inéditos.


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Guzmán Santodomingo (1914-?) Profesor de Pediatría

NACIÓ EN HONDA, TOLIMA. Estuvo casado con Leonor Saravia. Estudió en el Colegio

Universita- rio y recibió su diploma de bachiller en 1932. Hizo su carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en donde se graduó de Doctor en 1938 e hizo su especialización en Pedia- tría y su carrera académica. Fue médico del Hospital San Juan de Dios (1939) y del Hospital de la Misericordia (1941-1942), y jefe de Clínica Infantil (1945). Viajó a Estados Unidos y obtuvo el grado de Maestro de Salud Pública en la Universidad de Michigan. A su regreso a Bogotá fue nombrado jefe del Hospital Infantil de la Cruz Roja, jefe de Clínica de la Universidad Nacional (1948-1950) y profesor agregado de Clínica Pediátrica (1950). Se interesó especialmente en los programas de desarrollo, educación y salud mental de los niños. Fue director de la Escuela de Artes y Oficios de su pueblo natal (1934-1935). Colaboró con el Dr. Vargas Rubiano en la organi- zación de los cursos de Pediatría para Médicos Generales que se dictaron en todo el país.

Escribió, entre otros: Consideraciones sobre el desarrollo de la conducta normal y anormal del niño en Bogotá; Las deficiencias mentales, su repercusión familiar y social (1958); Contri- bución al estudio del tifo exantemático infantil; Mortalidad materno infantil en Bogotá. Publi- có las anales del segundo curso organizado por la Sociedad Colombiana de Pediatría y Puericultura en Bogotá (1956). Fue miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Puericultura e Higiene Pública, y de la Federación Médica Colombiana.

Guzmán A. Santodomingo, Pediatric culture, Rev Col Ped Puer, 1955, 14(4):292-296.Guzmán R., Santodomingo, Los derechos del niño, Bogotá, Voluntad, (s.f.).Guzmán R. S., A. Bárcenas y E. Núñez Olarte, Convulsiones, Rev Fac Med, Bogotá, 1958; 26(10-11):525-530.Guzmán R. S., Consideraciones sobre el desarrollo de la conducta normal y anormal del

niño en Bogotá, Rev Fac Med, Bogotá,

1955; 23(6-7):322-376.

Helo Rubio, Jorge Emilio (1908-1989) Profesor de Cirugía

NACIÓ EN FACATATIVÁ, CUNDINAMARCA, el 21 de noviembre de 1908. Fueron sus padres Salomón Helo, inmigrante libanés, y Emma Rubio. Contrajo matrimonio con Alcira Kattah en el año 1936, quien le sobrevivió hasta su muerte en unión de sus hijos. Realizó sus estudios de primaria y secundaria en el Instituto de la Salle, en Bogotá, donde se graduó de bachiller en el año 1926. Cursó sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional de Colombia y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía el 21 de septiembre de 1933. Se vinculó al alma máter en el año 1939 al haber obtenido por concurso el cargo de profesor agregado de la cátedra de Parasitología, que desempeñó hasta 1948, año

en el que obtuvo también por concurso la distinción de profesor titular, en reconocimiento a sus títulos, a sus méritos y a su obra científica y conferencias. En 1950 presentó concurso para profesor agregado de Clínica Quirúrgica. Obtuvo su título y, después de ejercer esta actividad durante algunos años, alcanzó el rango de profesor titular. Además de su vinculación como profesor, desempañó el cargo de secretario general de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional durante cinco anos y de decano encargado de la misma. Fueron muchas las tesis de grado en las que participó en calidad de presidente o como miembro del Consejo Examinador.

En la práctica privada, ejerció su profesión con dedicación y esmero, en forma continua, durante más de 55 años, rodeado del aprecio y admiración de sus pacientes y colegas. Amó su profe- sión y vivió para ella. Además de sus profundos conocimientos en el campo de la parasitología, se destacó como médico general,

médico cirujano y especialista en Ginecología y Obstetricia. Ocupó el cargo de cirujano jefe del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos; por su labor mereció el siguiente comentario del profesor Arciniegas: Otro polo de desarrollo para la Cirugía Pediátrica en Bogotá fue el Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos, en el cual, no obstante su vincula- ción académica con la Universidad del Rosario en el área pediátrica, mantuvo una tendencia a incorporar cirujanos de adultos a partir de la jefatura del profesor Jorge Helo, cuya labor fue continuada por el doctor Rafael Espinel Soto.


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Fue cofundador del pabellón de maternidad de la Clínica Palermo, con la cual trabajó

estrechamente durante varios lustros. También lo hizo con la Clínica de Marly, de la cual fue un 1951 miembro principal de su junta directiva y del comité asesor del director científico. Fue miembro de número de varias asociaciones académicas, nacionales e internacionales, como la Sociedad Urológica de Bogotá (1938) y la Asociación Nacional de Gastroenterología de Colombia (1952). También fue miembro de número y fundador del Colegio de Cirujanos de Colombia (1950), así como miembro del Colegio Internacional de Cirujanos. Su obra científica ha sido ampliamente reconocida, especialmente en el campo de la Parasitología, a través de estudios publicados en revistas especializadas, como la de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, los que sirvieron como texto de estudio desde el año 1939. También realizó estudios sobre procedimientos quirúrgicos, varios de ellos publicados en la revista de la Clínica Marly.

En 1959, la República del Líbano lo condecoró

con la Orden del Cedro; la República de Colombia reconoció sus ejecutorias; al cumplir en 1983 sus Bodas de Oro profesionales, le confirió la Orden al Mérito Cívico Asistencial Jorge Bejarano. Murió en Bogotá el 17 de marzo de 1989.

Helo Rubio, Jorge Emilio, Investigaciones de parásitos y cuerpos extraños en la luz del apéndice, Rev Fac Med, Bogotá, 1952; 20(7):399-412.

______, Las tenias, las teniasis, tratamiento, Rev Fac Med, Bogotá, 1952; 21(1):19-25.

Hermida Díaz, Fabio (1923-1996) Profesor de Ortopedia

NACIÓ EN GIGANTE, HUILA. Hijo de Jorge Hermida Gasca e Irene Díaz. Casado con Cecilia Fernández Dusán. Padre del ortopedista Fabio Mauricio Hermida Fernández. Hizo sus estudios primarios en su pueblo natal y después viajó a Bogotá para hacer el bachillerato en el

Instituto de la Salle (1942). Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde recibió el grado de Doctor en Medicina y Cirugía (1948). Hizo el internado en el Hospital San Juan de Dios y su especialidad en Traumatología en el Servicio del profesor Lisandro Leyva Pereira, con la docencia de Gustavo Guerrero Izquierdo y Eduardo Cubides Pardo. En 1951 obtuvo por concurso el cargo de jefe de Clínica de dicho servicio en la Universidad Nacional (Hospital San Juan de Dios). El Dr. Hermida fue seleccionado por concurso como especialista de Ortopedia del Hospital Militar Central en 1952. En 1956, fue nombrado subjefe del Servicio de Ortopedia y en 1973, jefe, cargo que desempeñó hasta 1977, cuando fue promovido al cargo de jefe del Departa- mento Científico del mismo hospital. Fue profesor asociado de Ortopedia de la Universidad Javeriana y de la Facultad de Medicina de la Universidad del Rosario. Tuvo su consultorio en la Clínica Marly hasta pocos

días antes de su postrera enfermedad.

Fue director de la Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología (1966-1970), miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología y presidente de la corporación (1966). Ese año colaboró con la Sociedad Neurológica presidida por Jaime Gómez González y en la Sociedad de Medicina Física y Rehabilitación a cargo del Dr. Jorge Pardo, para realizar el I Simposio Internacional sobre Lesiones Raquimedulares al cual fueron invitados los Drs. Ralph C. Cloward, neurocirujano de Honololú; Richard C. Schneider, profesor de Neurocirugía de la Uni- versidad de Michigan, y Ira Tarlov, profesor de Neurocirugía del Flower Fifth Ave Hospital de Nueva York. Falleció en Bogotá en 1996.

Hermida Díaz, Fabio, F. M. Hermida Fernández y A. Barreto Vélez, Luxación traumática inveterada anterior del hombro, Rev Col Ort Traum, 1989; 3(1):11-20.


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Infante Barrera, Francisco (1914-1985) Profesor de Oftalmología

NACIÓ EN SANTA ROSA DE VITERBO, BOYACÁ. Hijo de Rafael Infante Corredor e Isabel Barrera. Casado con Gloria Camacho Montañez. Cursó estudios secundarios en el Colegio Sugamuxi, de Sogamoso, y en el Colegio Universitario de Bogotá, en donde recibió su diploma de bachiller. Ingresó a estudiar Medicina en la Universidad Nacional, donde ganó el premio de Fisiología. Sustentó su tesis Cirugía del pterigio, declarada meritoria, y se graduó de Médico Cirujano en 1945. Comenzó su internado en el Servicio de Órganos de los Sentidos del Hospital San Juan

de Dios (1944), fue jefe de Clínica de este servicio, ganó el concurso para jefe de Clínica de la Consulta Externa de Oftalmología, fue profesor agregado de esta especialidad, encargado de la Clínica de Órganos de los Sentidos, sección de Oftalmología. Viajó a España y se especializó en Oftalmología en el Instituto Barraquer de Barcelona. Ejerció como médico del Hospital Santa Clara (1945- 1946) y oftalmólogo en el Instituto de Medicina Legal (1946-1948). Fue miembro fundador de la Sociedad de Otorrinolaringología y Oftalmología de Bogotá y miembro del Instituto Barraquer y de la Academia Nacional de Medicina. Falleció en Bogotá. Escribió más de medio centenar de artículos científicos, entre ellos: Tumores de la órbita; Reconstrucción plástica de la órbita, y Tuberculosis ocular.

Infante Barrera, Francisco, Tumores en oftalmología, trabajo para promoción de profesor, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, Dpto. de

Oftalmología, 1950.______, Tuberculosis ocular, Rev Fac Med, Bogotá, enero de 1950; 18(7):491-504.______, Frecuencia de las lesiones oculares por traumatismos, Rev Fac Med, Bogotá, enero de 1950; 18(8):526-533. ______, Resección traumática de los cornetes, Rev Fac Med, Bogotá, enero de 1950; 18(8):537-540.

Iriarte Rocha, Eduardo (1907-1973) Profesor de Pediatría

NACIÓ EN BOGOTÁ el 13 de noviembre de 1907. Hijo del Dr. Marco Aurelio Iriarte Rocha, profesor de Pediatría y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, miembro de número de la Academia Nacional de Medicina, nacido en Chaparral (Tolima). Nieto del Dr. Marco Aurelio Iriarte Castro, miembro de la Academia Nacional de Medicina y parlamentario al Congreso. Su madre fue Paulina Rocha Álvarez, nacida en

Chaparral. Después de hacer sus primeras letras, ingresó al Gimnasio Moderno en donde se recibió de bachiller en 1926. Continuó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía el 12 de diciembre 1932. Hizo su especialización en Pediatría en el Hospital de la Misericordia y su carrera académica en su alma máter, en donde llegó a ocupar la cátedra. También fue profesor de la materia en la Universidad Javeriana. Ejerció su especialidad en Bogotá y fue muy conocido y admirado por su vasta clientela y por su afabilidad y don de gentes. Prestó servicios pediátricos a la Beneficencia de Cundinamarca. Dictó la clase de lactantes, y sus alumnos recuerdan todavía cómo se refería a los recién nacidos con diarrea, con su acento y humor marcadamente bogotanos: estos chinos con churrias. Escribió sobre temas de su especialidad y propuso una clasificación de los trastornos gastrointestinales en los niños. Uno

de sus discípulos compiló las conferencias dictadas en su cátedra. Murió en Bogotá el 22 de mayo de 1973.

Iriarte Rocha, Eduardo, Conferencias de pediatría, Roberto Valencia Diago (comp.), Bogotá, 1946. Texto mimeografiado. ______, Ensayo para una clasificación de las enfermedades gastrointestinales de los niños, Rev Fac Med, Bogotá, 1934; 3(3):153-207.


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Isaza González, Javier (1923-1974) Profesor de Anatomía Patológica

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Julio Isaza Arango y Rosa María González. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad

Nacional de Colombia en 1946. Se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía. Hizo su carrera académica en su alma máter y en el Hospital San Juan de Dios. Fue nombrado monitor de Histología en 1946, de Anatomía Patológica en 1949, y obtuvo por concurso de oposición el cargo de practicante de Autopsias y del museo de Anatomía Patológica en 1950. En 1952, fue profesor de tiempo completo y jefe de trabajos del Hospital San Juan de Dios (1952. Recibió comisión de estudios, Beca Rockefeller de Anatomía Patológica (1956) y el magíster en Patología por en Instituto Tecnológico de Massachussets, Boston. Regresó a Bogotá a ocupar su cátedra y además fue profesor de Patología de la Universidad Javeriana. Cofundador de la Facultad de Medicina de la Universidad Juan N. Corpas y del Laboratorio de Patología Centro Médico de la 48, en Bogotá (1953). Escribió varios artículos científicos, entre ellos, sobre un caso de distrofia adiposo-genital con dextrocardia y situs inverso y otro

sobre eritroblastosis. Perteneció a la Sociedad Colombiana de Patología y a la Academia Nacional de Medicina (1959). Era un personaje muy querido por sus colegas y discípulos, y un magnífico profesor, llamado afectuosamente El pote Isaza por su obesidad. Falleció en Bogotá.

Isaza González, Javier, Eritroblastosis, Rev Fac Med, Bogotá, 1948; 17(4):195-200.______, Un caso de distrofia adiposo genital, síndrome de Froehlich, con lesiones hipofisiarias, dextrocardia y situs inverso visceral, Rev Fac Med, Bogotá, 1953; 1(1):85-91.

Tiberio Guaquera Gallardo (1920-????)Medico Cirujano Profesor Asistente de Medicina Tropical Universidad Nacional de Colombia

Nació en la ciudad de Arauca, Departamento de Arauca, Colombia en el hogar de …. Guaqueta y ….. Gallardo.

Fueron sus hermanos Rogerio (Historiador) y Oliverio, tambien medico. Casado con la Sra Julia Hemelberg de Guáqueta, ( -2005) fueron los padres de Francisco Tiberio y Carlos Andres, medico urólogo.

Tiberio hizo sus estudios secundarios en su ciudad natal y después de recibirse de bachiller viajo a Bogota para ingresar en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Sustento su tesis "Estudio sobre la balantidiasis humana y su tratamiento" y se graduó de Medico Cirujano en 1948. Hizo su internado en la Clinica de Medicina Tropical en el Hospital de San Juan de Dios. Continuo su especializacion, ascendio a Jefe de Clinica por concurso (1950) y Profesor Asociado, Encargado de Catedra 1957.

Fue Fundador de la Asociacion Colombiana

de Medicina Interna 14 Septiembre de 1949. Miembro del Club Medico, fue elegido miembro de al Junta Directiva en 1987 y Secretario en 1999.

Rogerio fue historiador, autor del libro sobre la Fundacion de Arauca 1976.Fue Comisario de Arauca ysu nombre se recuerda en el Colegio Eponimo de la capital del Departamento,

Guáqueta Gallardo T : Estudio sobre la balantidiasis humana y su tratamiento Tesis, UN Bogota, 1949Guáqueta Gallardo T : El biyoduro de mercurio en el tratamiento de la balantidiasis, Rev Fac Medicina,UN, Bogota 1955; 23(3): 107-110Latorre Jorge: comunicación personal, 2015

Jácome Valderrama, José Antonio (1915-1966) Profesor de Patología Quirúrgica, cirujano

NACIÓ EN BUCARAMANGA el 16 de febrero de 1915. Hijo de José Domingo Jácome Niz y de Matilde Valderrama. Casado con Laura Salazar Gutiérrez, de cuya unión quedaron cinco hijos, el mayor de los cuales, José Rafael, es médico rosarista especializado en Radiología en el Hospital San José de Bogotá. Estudió primaria en el Colegio San Pedro Claver, de Bucaramanga, y bachillerato en el San Bartolomé la Merced, de Bogotá. Terminó estudios de Medicina en la Universidad Nacional en 1938 e hizo internado en el Hospital San Juan de Dios, de Bucaramanga, graduándose en 1940 con la tesis Carbón bacteridiano en Santander, en la que informa una serie de casos humanos de ántrax. En la Universidad Nacional mostró su inclinación por la Cirugía y fue alumno de los doctores Juan N. Corpas y César Augusto Pantoja. Viajó a Nueva York donde hizo entrenamiento en hospitales

metropolitanos; además asistió a varios seminarios quirúrgicos e hizo cursos de administración hospitalaria. Regresó nuevamente al Hospital San Juan de Dios de Bucaramanga y allí fue su director. Fue profesor titular de Patología Quirúrgica en la Universidad Javeriana y auxiliar de Cátedra Quirúrgica en la Universidad Nacional.

En 1951 fue designado director del Instituto Nacional de Rádium (adscrito al Ministerio de Higiene), que modernizó cambiándole además el nombre a Instituto Nacional de Cancerología. Realizó la construcción y dotación del Pabellón de Pobres, bloque de seis pisos localizado en el costado sur, que dejó al hospital con 126 camas, 91 de las cuales estaban destinadas a pacientes de caridad. Introdujo tecnología moderna en cuanto a equipos de radioterapia, cirugía y diagnóstico. Presidió varios cursos nacionales de cancerología, organizados por la institución y a ella vinculó prestantes profesionales; también modernizó la tecnología diagnóstica y

terapéutica. Amigo personal del presidente Laureano Gómez, se retiró de la dirección en 1953, poco tiempo después de que este fuera depuesto por el general Rojas. Se dedicó a la docencia, a su consultorio particular y a la práctica de la Cirugía, con énfasis en vías digestivas, en las clínicas capitalinas Marly y Palermo. En 1957 fue secretario de Higiene de Bogotá, durante la alcaldía de Fernando Mazuera Villegas. En 1958 fue nombrado decano académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, introduciendo el sistema americano de docencia con la creación de bloques semestrales clínicos,


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mejorando la calidad de enseñanza en las

ciencias básicas. Le dio impulso a la construcción del Hospital Universitario San Ignacio, habiendo inaugurado durante su período los servicios de Consulta Externa, Obstetricia y Ginecología, Oftalmología y Radiología; dirigió la revista Vniversitas Médica. Ocupó por dos años el cargo de ministro de Higiene del gobierno de Alberto Lleras, a partir de 1959, en una época de relativa calma política. A su retiro volvió por unos pocos meses al decanato de la Javeriana, para dedicarse luego de lleno a su práctica particular y a las sociedades científicas.

Fue miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Gastroenterología, donde dirigió la colección Temas Escogidos de Gastroenterología, con libros científicos de gran calidad; organizó un congreso internacional de esta especialidad en Bogotá, en el que participaron distinguidos expositores extranjeros y nacionales. Fue también miembro fundador del Colegio Colombiano de Cirujanos, de la

revista Tribuna Médica y gobernador del Capítulo Colombiano del Colegio Americano de Cirujanos. Fue autor de numerosos artículos sobre los temas de Gastroenterología, Cirugía y educación médica. Falleció en Bogotá el 4 de septiembre de 1966. La revista Tribuna Médica dedicó buena parte de una edición a la publicación de discursos, fotografías y mensajes de condolencia enviados por médicos de Colombia y el extranjero, por la desaparición prematura de este gran señor y hábil cirujano. La biblioteca del Instituto Nacional de Cancerología lleva su nombre, al igual que un premio creado por la Sociedad Colombiana de Gastroenterología, que se entrega durante sus congresos bianuales.

Janer Ruiz, Humberto (1929-2007) Profesor de Histología, académico, decano

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Juan Janer Montalvo y Mercedes Ruiz. Casado con María

Teresa Santos. Cursó sus estudios en el Colegio San Bartolomé, en donde se recibió de bachiller en 1945. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y recibió su grado de Doctor en 1954. Durante su carrera fue monitor de la cátedra de Histología; posteriormente hizo entrenamiento de posgrado y recibió el título de Especialista en Tisiología del Ministerio de Salud Pública. Viajó a Estados Unidos para continuar su formación en Anatomía, Histología y Embriología, en la Universidad de Luisiana. A su regreso a Bogotá fue nombrado profesor de Histología de la Pontificia Universidad Javeriana (1961) y decano de la Facultad de Medicina (1962-1973). En 1993, se vinculó como profesor titular de Histología de las facultades de Medicina y Optometría de la Universidad de San Martín. En 1998 obtuvo allí su grado de especialista en Auditoría Médica. Ha sido miembro y presidente de la Federación Colombina de Estudiantes, de la Asociación Colombiana de Anatomía, de

Broncoesofagología y de la Asociación de Facultades de Medicina de Colombia (Ascofame); así mismo, director ejecutivo de la Asociación de Estudiantes de Medicina de la Universidad San Martín y miembro y presidente de la junta directiva de la Fundación Franklin Delano Roosevelt. Condecorado con la Orden de la Pontificia Universidad Javeriana; con la medalla Jorge Bejarano, con la Gran Cruz de Ascofame y con la Distinción Saldarriaga del Instituto de Ortopedia Infantil Franklin Delano Roosevelt.

Entre sus numerosas publicaciones se encuentran: Laboratorio de Histología (1991), La educación médica en Colombia, y La educación médica continuada. También, el trabajo de investigación sobre el desarrollo del bazo en la rata.

JanerRuiz,Humberto,Aspectosdeldesarrollodelbazoenlarata(rattusnorvegicus),UniversitasMed,Bogotá,1965;3-4:231. ______, La educación

médica en Colombia, 1990.______, Laboratorio de Histología, Bogotá, Ed. Camargo, 1991.


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Lara Hernández, Guillermo (1924-1986) Profesor de Cardiología

NACIÓ EN CÚCUTA, NORTE DE SANTANDER. Hijo de Pedro Felipe Lara, millonario venezolano, y de María Hernández. Casado con Angelina Rosanía. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde obtuvo su grado en 1948. Viajó a Estados Unidos para especializarse en Medicina Interna y Cardiología en la Universidad de Cornell. Regresó a Bogotá y se vinculó al departamento

médico del Hospital de San José, servicio de Cardiología. Fue profesor de Medicina Interna de la Universidad Javeriana. Hacia 1951 trajo el primer equipo de cateterismo con su propio peculio y fue instalado en el Pabellón Barranquilla del Hospital de la Misericordia, donde, en compañía de Juan Consuegra, Guillermo Rueda, Jairo Isaza y Jorge Piñeros Bernal, formó el primer equipo de cateterismo en Colombia. Posteriormente, ese equipo fue instalado por ellos en el Hospital San José, institución en la que continuaron sus prácticas. Cuando se inauguró el Hospital Militar, pasó a esa entidad como jefe del Departamento Médico y de Cardiología, donde desarrolló una labor importantísima. Con Juan Consuegra iniciaron los procedimientos no invasivos, con especial interés en la auscultación clínica, la fonocardiografía, los registros de pulso venoso y carotideo, el vectocardiograma; en 1975, aunque escéptico, se interesó por la nueva técnica de la ecocardiografía, pero no vivió lo suficiente para

ver el nivel que alcanzó este procedimiento.

Fue decano de posgrado de la Facultad de Medicina Militar hasta su muerte, miembro de la Sociedad Colombiana de Cardiología y su presidente en 1967. Pionero en procedimientos, inició con Luis Lozano las primeros registros angiocardiográficos en el Hospital Militar. Antes de morir, estaba recogiendo material para un manual de arritmias que nunca alcanzó a ser publicado. Fue un gran cardiólogo y un gran amigo; además de su interés por la cardiología y la docencia, compartió con sus amigos, en especial Juan Consuegra, la pasión por el fútbol y el golf.

Latorre Latorre, Hernando (1909-1995) Médico militar, profesor de Anatomía Patológica

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Manuel José Latorre Forero y Evelina Latorre. Después de obtener su diploma de bachiller, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad

Nacional. Sustentó su tesis de grado Metritis hemorrágica y se graduó con honores en 1938. Hizo su internado en el Servicio de Radioterapia del Hospital San Juan de Dios, Instituto Nacional de Rádium. Cuando aún era estudiante, ganó sucesivamente los concursos de Anatomía Descriptiva, Medicina Operatoria y Ginecología. Se especializó en Patología en el Instituto Nacional de Rádium (1938- 1945). Jefe de trabajos prácticos de Anatomía Topográfica hasta 1947 y encargado de la misma (1949); profesor agregado encargado de Anatomía, Patología e Histología por concurso (1951- 1955), director del laboratorio de Histología de la Facultad de Odontología (1951-1952), encargado de Anatomía Patológica e Histología (1953), médico agregado en Anatomía Patológica e Histología (1954-1956), médico agregado en comisión de estudios a Estados Unidos (1958), médico profesor de Histología (1960), jefe del Servicio de Patología, Hospital Militar Central (1962), médico profesor de

Patología, Universidad Nacional (1961-1963), coronel (1964), jefe del Departamento de Laboratorio Clínico y Patología, Hospital Militar Central (1967). Fue profesor de su especialidad en la Universidad Javeriana, la Escuela Militar de Medicina y de la Facultad de Medicina del Rosario.

Afectuosamente llamado El Mono, Latorre era un caballero a carta cabal. Fue miembro de la Sociedad Colombiana de Patología, de la Sociedad Bogotá de Patología, de la Academia de Medicina de Medellín, de la Sociedad de Biología, de la Academia Internacional de Patología, de la Sociedad Panamericana de Citología del Cáncer. Condecorado con la Orden al Mérito Sanitario José Fernando Madrid y ascendido de Oficial a Comendador; Medalla al Mérito Médico y Escudo de 20 años del Hospital Militar Central. Se retiró del servicio activo del Ejército en 1974. Falleció en Bogotá en 1995. En su sepelio recibió honores militares.

Fue autor de numerosos trabajos científicos publicados en la Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, sobre temas de su especialidad: tumores del ovario, de la parótida,


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neumatosis del intestino grueso, y describió un caso de enfermedad de Hashimoto diagnosticada en el espécimen patológico de un caso que se diagnosticó como cáncer de la glándula.

Latorre L. Hernando, Un caso de tecoma, Rev Fac Med, Bogotá, 1950; 18(9):562-575.______, Adenolinfoma de la parótida, Rev Fac Med, Bogotá, 1955; 23(10):662-674.______, Neumatosis quística del intestino

grueso, Rev Fac Med, Bogotá, 1955; 23(11-12):751-770. ______, Enfermedad de Hashimoto, Rev Fac Med, Bogotá, 1956; 24(1):47-57.

Leyva Pereira, Lisandro (1886-1960) Profesor, traumatólogo, ortopedista, académico

NACIÓ EN CAJICÁ, CUNDINAMARCA, en el hogar del general Lisandro Leyva Mazuera y de Margarita Pereira Camacho. Hizo sus estudios primarios y secundarios en el Colegio del Rosario; al concluirlos ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó la tesis Profilaxis del paludismo y recibió el título de Doctor. Al año siguiente viajó a Southampton, Inglaterra, para especializarse en Ortopedia. Fue nombrado cónsul de Colombia en esa ciudad. Al estallar en 1914 la Primera Guerra Mundial, se alistó en la Ambulancia del Ejército de Estados Unidos de América, que prestaba sus servicios en Neully sur Seine, cerca de París, en donde permaneció

hasta 1917, cuando fue nombrado Cirujano Ayudante Mayor de Primera Clase del Ejército Francés, posición que desempeñó hasta 1919. Fue condecorado con la Cruz de Guerra y graduado teniente del Ejército Francés. Sus experiencias de guerra le permitieron idear el aparato de abducción para el tratamiento de las fracturas del hombro o Avión. Viajó a Estados Unidos e ingresó al Colegio de Cirujanos de América (1922). Regresó a Bogotá y fue nombrado profesor de Clínica de Ortopedia y Cirugía de Urgencias de la Universidad Nacional; fundó el servicio del Hospital de San Juan de Dios. Fue cirujano fundador y primer director de la Clínica San Rafael y del Servicio de Traumatología del Hospital San José, de Bogotá, de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana y de la primera escuela de Fisioterapia establecida en Bogotá.

Fue miembro de número de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá y miembro de la

junta general de la Beneficencia de Cundinamarca. Recibió además la Legión de Honor en los grados de Caballero y de Comendador y la Cruz de la Beneficencia de Cundinamarca. Murió en Bogotá el 10 de febrero de 1960. Escribió sobre tratamiento racional de las fracturas y luxaciones. Hizo investigaciones sobre el uso de la panela raspada como desinfectante de heridas, publicadas en la Revista del Hospital San Juan de Dios.

Leyva Pereira, Lisandro, Caso de mordedura de una taya equis, Bogotá, Ed. J. Casis, 1910.______, Les Fractures de Bras. Un Noveau Mode de Traitement, París, 1917.______, Técnica del tratamiento racional de las fracturas y luxaciones, Bogotá, Ed. Centro, 1937.______, Profilaxis del paludismo y de la fiebre amarilla, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, Ed. Eléctrica, 1910.


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Lichtenberger Salomon, Egon (1921) Profesor de Anatomía Patológica, director del Instituto de Medicina Legal

NACIÓ EN KARLSRUHE, ALEMANIA. Hijo de Siegfrid Lichtenberger y Elfried Salomon. Casado con Beatriz Saravia. Bachiller del Colegio Antonio Nariño, Bogotá, en 1939. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Fue preparador de Patología, hizo el internado en Medicina Interna, Hospital San Juan de Dios (1946). Se graduó de Doctor en 1947, con una tesis calificada como meritoria y fue jefe de trabajos en la Facultad de Medicina, Universidad Nacional (1948- 1949). Viajó a Gran Bretaña

para especializarse en Patología en la Universidad Durham de Newcawstle upon Tyne; estudió también en Mount Sinai Hospital, con el Dr. Paul Klemperer, y en Columbia University, Nueva York, de donde retornó en 1952, ya diplomado por la American Board of Pathology. Fue jefe y luego director del Departamento de Patología del Hospital San Juan de Dios (1953-1975), profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1961-1969), profesor emérito de Patología en 1985, representante de los profesores al consejo directivo de la Facultad de Medicina (1964-1966), miembro del Consejo General de Especialidades Médicas, Ascofame (1965-1969). Entre 1955 y 1975 ocupó el cargo de jefe de la sección de Patología del Instituto Nacional de Cancerología. Fue nombrado director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en los años ochenta y construyó un edificio nuevo para el Instituto de Medicina Legal.

Miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la que fue nombrado miembro honorario en 1997. Cofundador de las sociedades de Patología de Bogotá, de Colombia (presidente en 1963 y 1965) y Latinoamericana, Colombiana de Cancerología, de la de Patología de la Gran Bretaña e Irlanda, de la American College of Physicians, de la Academia Internacional de Patología, Colombiana de Medicina Legal y Patología Forense, y Latinoamericana de Medicina Legal y Deontología Médica.

Condecorado con la Medalla del Mérito de la Sociedad Colombiana de Medicina Legal, condecoraciones de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, Gran Cruz de Ascofame (1994), Medalla César Uribe Piedrahíta, Colegio Médico de Cundinamarca

(1997). Egon Lichtenberger realizó en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá la primera

autopsia de una paciente con lupus (1955); también describió el primer caso de granulomatosis de Wegener. Autor de 27 publicaciones sobre temas de la especialidad en revistas nacionales e internacionales.

Lichtenberger, Egon, Escleroma, Rev Fac Med, Bogotá, 1971; 37(3):249-270.______, Equinococosis humana, quiste hidatídico, dos casos, Rev Fac Med, Bogotá, 1957; 25(3-4):119-127.______, Avances sobre el esclerodema, Consulta, 1995; 2(5):17-18.______, Tipos histológicos de los tumores del aparato genital femenino, Clasif Hist Int Tum OMS, 1975, vol. 13 (par ticipante en la obra).______, Francisco Martín y Ana J. Hernández, Tumores óseos, Rev Fac Med, Bogotá, 1966; 34(2):29-43.______, G. Toro, O. Méndez et al., Angeitis necrotizante sistémica, Rev Fac Med, Bogotá, 1972; 38(2).


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Lleras Codazzi, Santiago (1908-1996) Profesor de Ginecología y Obstetricia

NACIÓ EN SAN FERNANDO DE APURE (Venezuela), el 11 de mayo de 1908. Fueron sus padres Luis Lleras Codazzi y Severiana Codazzi Zabaleta. Contrajo matrimonio con Alicia Mendoza Corredor, con quien tuvo siete hijos. A la edad de ocho años, su familia se trasladó a Bogotá, donde estudió los años de primaria y bachillerato en el Gimnasio Moderno (1928). Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional donde obtuvo el título de Médico Cirujano en 1937. Hizo parte del personal científico del Hospital San Juan de Dios, de Bogotá, donde cumplió con los

requerimientos para obtener la especialidad en Obstetricia y Ginecología, especialización en la que se desempeñó como profesor por más de 15 años. Fue miembro fundador y honorario de la Sociedad Colombiana de Obstetricia y Ginecología, en varios cargos, como los de tesorero y presidente. Fue profesor agregado de su especialidad y fundador del Instituto Colombiano de Psicoprofilaxia Obstétrica Fernand Lamasse, en el año de 1959. Hizo parte del personal científico del Hospital Materno Infantil, de la Clínica San Pedro Claver, en el área de Ginecobstetricia, y jefe de Obstetricia del Hospital Militar Central, donde se jubiló como profesor emérito y consultor. Falleció en Bogotá el 30 de diciembre de 1996.

Lleras Codazzi, Santiago y J. Hernando Ordoñez, Estudios de patología quirúrgica. Anotaciones sobre la importancia de la coagulación y el tiempo de sangría en las hemorragias, Rev Fac Med, Bogotá, 1933; 2(3):

183-190.

Santiago Lleras Mendoza

Llinás Olarte, Juan Pablo (1907-1982) Profesor de Medicina, académico, político

NACIÓ EN SABANALARGA ATLÁNTICO, el 8 de diciembre de 1903. Hijo del Dr. Pablo A. Llinás. Estudió en Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y se recibió de bachiller en 1919. Ingresó a la Facultad de Medicina, donde sustentó sus tesis Investigaciones sobre la electrocardiografía en Bogotá y se graduó de Doctor en 1928. Viajó a Francia e hizo su especialización en Anatomía Patológica en la Universidad de París. Regresó a Bogotá en 1929 y obtuvo el cargo de jefe por concurso y de profesor titular de Anatomía Patológica, Facultad de Medicina, Universidad Nacional (1932), institución de la que fue profesor durante 25 años, y decano (1936-1938). Fue cofundador y director del Instituto Nacional de

Rádium (1944), director del Hospital San Juan de Dios (1950- 1952), miembro de la Sociedad de Medicina Tropical (1928), miembro honorario de la Sociedad Urológica de Bogotá (1938); miembro de la Sociedad de Pediatría (1939), directivo nacional de la Federación Médica Colombiana (1941), miembro de número de la Academia Nacional de Medicina (1943), presidente de la corporación (1971-1973) y miembro honorario (1980). Fue elegido concejal de Bogotá y alcalde mayor de la capital en dos períodos: 1945 y 1959-1961. Fue embajador de Colombia en Suiza, Alemania, Egipto y en las Naciones Unidas. Condecoraciones de Bogotá, Antonio Nariño, Madrid, Universidad Javeriana, Policía Nacional de Colombia, Perú, Alemania, Chile.

Sus principales publicaciones fueron sobre Tumores de Kruckenberg, 1932; Histología del escleroma, 1930; Anatomía Patológica de la leishmaniasis, 1931; Histopatología del cáncer

mamario, 1940; Histofisiología del ovario, 1931.

Llinás, Juan Pablo, Algunas consideraciones histológicas sobre los epiteliomas del seno, Rev Fac Med, Bogotá, junio de 1941; 9(12):813-847.


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López Escobar, Guillermo (1919) Profesor de Ginecología y Obstetricia

NACIÓ EN BOGOTÁ. Sus padres fueron Pedro Pablo López Sánchez y Sofía Escobar Ponce. Su esposa, María Eugenia Pareja Vélez. Inició su educación en el Instituto Politécnico, continuó el bachillerato en el Instituto de la Salle, de Bogotá (1935). Estudió Medicina en la Universidad Nacional Colombia y fue monitor de Patología. Sustentó su tesis El Mielograma,

laureada, y se graduó en 1943. Obtuvo el internado por concurso en el servicio de Ginecobstetricia, Hospital San Juan de Dios de Bogotá. Viajó a Estados Unidos y se especializó en esta área en la Universidad de St. Louis, donde obtuvo el grado de Magíster en 1947. En Francia fue asistente extranjero del Hospital Broca de París (1954). En 1965 hizo el curso de Planeación de Población en la Escuela de Salud Pública de Michigan; entre 1967-1969 tomó el curso de Biología de la Reproducción en la Universidad de California (Harbor Hospital), Los Angeles. Regresó a Bogotá en 1951 y fue nombrado profesor asociado y jefe del servicio de su alma máter. Entre 1958 y 1961 fue profesor auxiliar de la Universidad Javeriana.

Además: jefe del Departamento de Ginecología del Instituto Nacional de Cancerología (1948- 1969); decano de Ciencias Clínicas de la Universidad Nacional (1964-1965); jefe del Departamento de Ginecología, Obstetricia y Reproducción Humana del Centro Médico Los

Andes, Fundación Santa Fe de Bogotá, Colombia (1982-1988); profesor de Investigaciones, Departamento de Salud de la Familia y la Comunidad, Escuela de Salud Pública, Universidad de South Florida, Tampa (1989-2003); jefe de la División de Población de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (1969-1973); consultor de las Naciones Unidas en Filipinas (1972), Bangladesh (1990) y Brasil (1991). Consultor de la Organización Panamericana de la Salud en Salud de la Reproducción (1992); miembro honorario de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Atlántico, Sociedad Colombiana de Ginecología y Obstetricia (presidente, miembro honorario); miembro honorario del Comité Regional de Educación Sexual para Latinoamérica y el Caribe (Cresalc); miembro del American College of Surgeons, American College of Obstetrics and Gynecology, International Federation for Family Health (presidente) y la Academia de Ciencias de Nueva York; miembro

de la Academia

Nacional de Medicina de Colombia, Sociedad Americana de Medicina Reproductiva y la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de La Florida. Autor de más de un centenar de publicaciones científicas sobre temas de su especialidad.

López Escobar, Guillermo, El mielograma, tesis cum Laude, Rev Fac Med, Bogotá, 1943; 12:335.______, Some aspects of cardiac disease and circulatory mechanics during pregnancy, M. S. Thesis, St. Louis Mo Univ Pres, 1947.


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López Narváez, Gerardo (1903-2003) Profesor de Higiene

NACIÓ EN POPAYÁN, CAUCA, en el hogar de José María López Paz y Belarmina Narváez Mosquera. Casado con María de la Peña Molina. Inició sus estudios en su ciudad natal y, después de recibirse de bachiller, viajó Bogotá para ingresar en la Universidad Nacional de Colombia, donde obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Viajó a México para realizar sus estudios de posgrado en Salud Pública en la Universidad Nacional Autónoma de ese país. Regresó a Colombia para dirigir la campaña antipiánica de la Costa del Pacífico, hasta erradicar completamente esta epidemia que azotó por siglos el litoral. Fue declarado en muchos pueblos de esta región como Hijo adoptivo en reconocimiento a la devoción y entrega con el compromiso adquirido por Colombia con el gobierno Americano, a través del Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública. Se radicó en Bogotá y fue

profesor de Higiene de su alma máter hasta su retiro, cuando fue honrado con el título de profesor emérito. Fue viceministro de Salud.

Según el Dr. Mario Pachajoa Burbano: Fue hombre de clara inteligencia, carácter decidido, finas maneras, metódico, bohemio, feliz, brillante, y conocedor profundo del Quijote, con quien tenía diálogo permanente, tanto que lo conocía de memoria y en su biblioteca reposan cientos de ejemplares, dentro de los cuales se encuentran traducciones a diez o más idiomas, entre ellos al japonés. Gerardo gozaba de un gran sentido del humor y en alguna ocasión me recitó una estrofa que todavía recuerdo: Ni godo bueno,/ ni rojo malo,/ ni cojo bueno,/ ni turco honrado. Fue autor de La lucha contra el pian en la Costa Pacífica, presentado en la Academia Nacional de Medicina de Colombia.

Luque Bernal, Alfredo (1887-1953) Profesor de Farmacología

NACIÓ EN SUBACHOQUE, CUNDINAMARCA. Fueron sus padres Ignacio Luque Peña y Mercedes Bernal Forero. Casado con Silvia Valderrama Larrarte. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Diferentes formas clínicas de dispepsia en la primera edad y se graduó de Médico en 1911. Se especializó en Terapéutica y llegó a ser profesor de la materia en su alma máter. Era la tradición, única en la Facultad de Medicina, aplaudir al profesor Luque al finalizar la clase de Farmacología. En esa época había que aprender de memoria las recetas magistrales que estaban consignadas en las conferencias. Fue decano de la Facultad de Medicina en 1950-1951 y rector de la Universidad Nacional. Dirigió la Escuela de Farmacia (1936) y el Instituto Farmacéutico de la Beneficiencia de Cundinamarca, en donde se preparaban los productos usados en el Hospital San Juan de Dios. Fue también director de los Laboratorios

Hormona de Bogotá. Miembro de número de la Academia Nacional de Medicina en 1926 y secretario de la corporación en 1928. Falleció en 1953.

Escribió Vagotomía y simpaticotonía en la patogenia de las dispepsias, y conferencias de farmacodinamia y terapéutica, y sobre la Farmacología y el arte de prescribir, relacionadas con la materia médica de esa época, cuando empezaban a desarrollarse los laboratorios farmacéuticos.

Luque B., Alfredo, Diferentes formas clínicas de dispepsia, Bogotá, Imp. Casís, 1910. ______, Farmacología general y arte de prescribir, Bogotá, 1942.


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Malagón Castro, Valentín (1926-2008) Profesor, ortopedista, traumatólogo

NACIÓ EN ALMAGRO, ESPAÑA. Hijo de Noé Malagón y Beatriz Castro Malagón. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Semiología de la hormona tirotrópica de la hipófisis anterior y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1950. Viajó a Barcelona para hacer su especialización en Ortopedia y Traumatología en el Hospital de la Santa Cruz. Regresó a Bogotá y fue nombrado jefe de Clínica de Ortopedia en el Hospital de la Misericordia (1951-1955). Fue a Estados Unidos e hizo su residencia en las universidades de Nueva York (1959-1960) y Harvard (1960-1961). Al retornar a la capital, fue nombrado jefe del Servicio de Ortopedia del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos (1955- 1996) y designado director de la

institución (1961-1962). Su carrera académica abarca cuatro facultades de medicina de Bogotá: de la Universidad Nacional (1955-1966), de la Javeriana (1965- 1996), del Rosario (1965-1996) y de la Juan N. Corpas (1970-). Es profesor emérito de la Universidad del Rosario, director emérito del Servicio de Ortopedia del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos, miembro de la Sociedad Colombiana de Ortopedia y Traumatología, y presidió la corporación entre 1970 y 1971. Así mismo, pertenece a la Academia Nacional de Medicina, a la Sociedad Latinoamericana de Ortopedia, a la Academia Norteamericana de Cirugía Ortopédica, a la Sociedad Internacional de Cirugía, Ortopedia y Traumatología. Ha recibido la Medalla de Benefactor del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos y en 1993 ganó el Premio Specia. Escribió un texto de Ortopedia, y un gran número de artículos científicos.

Malagón Castro, Valentín, Escolisis espina

bífida. Síndrome doloroso de la cadera del niño, Bogotá, Abbot, 1961.

Márquez Villegas, Carlos (1909-1995) Profesor de Anatomía, académico, político

NACIÓ EN MANIZALES, CALDAS, en el hogar de Carlos Márquez y Soledad Villegas. Hizo su bachillerato en su ciudad natal. Estudió y recibió su grado de Médico en la Universidad Nacional de Colombia. Inició su carrera como interno y después como médico residente del Instituto Nacio- nal de Rádium de Bogotá (1936-1945). Viajó a París con una beca de la Fundación Curie y se especializó en Anatomía y Radiología. A su regreso a Bogotá, fue nombrado profesor agregado de Anatomía de las facultades de Medicina de la Universidad Nacional (1941) y Javeriana (1942). En 1945 fue nombrado director de los Servicios Médicos Dentales y Farmacéuticos Municipales de Bogotá y en 1949 fue designado director del

Hospital San José. Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1954-1956), ministro de Salud Pública (1958-1960), fue jefe del De- partamento de Morfología de la Universidad Javeriana por más de cincuenta años. Miembro de la Sociedad de Biología, de la Academia Nacional de Medicina, de la Academia de Medicina de Antioquia, y de número de la Sociedad de Cirugía de Bogotá.

Su nombre será siempre recordado por los estudiantes de Anatomía, pues uno de ellos lo usó para la nemotecnia de las capas del testículo con una frase poco respetuosa, pero efectiva, para recordar exactamente la configuración anatómica de dichas glándulas. Siempre estuvo interesado en la investigación científica y con gusto abrió las puertas del anfiteatro de Anatomía de la Universidad Javeriana para realizar proyectos de cirugía experimental.


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Martínez Gómez, Eudoro (1896-1968) Profesor de Pediatría

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Juan de la Cruz Martínez y Felisa Gómez. Casado con Belén Vega Durán. Cursó su bachillerato en Bogotá. Al concluirlo, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Sustentó su tesis Demencia precoz (1923) y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1923. Hizo su carrera académica en su alma máter y ascendió a profesor de la cátedra. En los años cuarenta, los tres profesores de Clínica Pediátrica (Marco A. Iriarte R., Calixto Torres U. y Eudoro Martínez) se encargaban cada uno de la tercera parte de los estudiantes. Eudoro Martínez tenía una gran consulta pediátrica en Bogotá, y era muy admirado y querido por sus pequeños pacientes

y sus madres. Fue miembro y revisor fiscal de la Federación Médica Colombiana y de la Sociedad Colombiana de Pediatría. Uno de sus escritos de gran interés histórico es la recopilación de los nombres de los médicos graduados en la Universidad Nacional desde su fundación en 1867 hasta 1935.

Martínez G., Eudoro, Lista alfabética de los médicos graduados en la facultad desde su incorporación a la Universidad Nacional, según ley No. 66 de 1867 (septiembre), hasta el año de 1935 inclusive, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, 1936.

______, Estudio semiológico del espacio semilunar de Traube, Rev Fac Med, Bogotá, 1936; 4(8):455-459. ______, Un caso de acrodinia infantil, Rev Fac Med, Bogotá, 1934; 2(9):562-566.

Matallana Trujillo, Alfonso (1923-2001) Médico toxicólogo, profesor universitario

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Jorge Matallana Salgado y Margarita Trujillo. Casado con Audrey Marie Rhoades. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en donde obtuvo su grado en 1950, con la tesis meritoria Acción normoglucemiante de los ésteres fosfóricos de la tiamina. Viajó a Estados Unidos y fue Research Fellow del Departamento de Farmacología de las universidades de Columbia (1952), Harvard (1954) y Tulane, New Orleans (1956). Médico visitante de la Universidad de Cornell, Nueva York (1953). Entre 1943 y 1951 fue instructor de Fisiología y Farmacología en la Universidad Nacional, en Bogotá. Fundó el Centro de Practicantes de Chapinero, Bogotá (1949-1951). Viajó a Cali para incorporarse a la Universidad del Valle como profesor de Ciencias Básicas (1951-2001), donde inició la Biblioteca Médica de la Facultad de Medicina (1955). Fundador del Centro de Información Toxicológica de Bogotá (1960), representó la sede en Cali. En

1993 recibió la jubilación de los Laboratorios Miles Inernational Management Co. por 50 años de servicio en Farmacología.

Fundador y director del Centro de Información Toxicológica, Hospital Universitario del Valle, Cali (1957); secretario de la Federación Médica del Valle (1958-1959); miembro de la Federación Médica Colombiana, de las sociedades Venezolana y Peruana de Farmacología, y Farmacológica y Terapéutica de la Argentina; fundador de Anadena; presidente del Club Caza y Pesca Los Saltamontes; miembro y presidente del Club Rotario Cali; impulsor de la afición a la recuperación y restablecimiento de los autos antiguos y presidente del Club de Clásicos; colaborador del Museo del Transporte (1999-2001). Falleció en Cali. Su nombre se recuerda con el premio para Automóviles Antiguos y Clásicos, Copa Alfonso Matallana Trujillo.

Entre los aportes a su disciplina están: Pharmacological Activity of a Series os Poly Alkyl y The effect of Moderately large Doses of Veratramine and Veratrosine on the Rhythm of the Acutely Denervated Heart of the Cat, y, con G. Montes, Treatment of diabetes mellitus with phosphoric ester of thiamine per os.

Amanda G. de Dossman


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Mejía Rodríguez, Ismael (1926-1992) Profesor de Neurocirugía

NACIÓ EN SOGAMOSO, BOYACÁ. Casado con Flor, distinguida dama costarricense que conoció en Estados Unidos. Cursó su bachillerato en el Colegio Sugamuxi de su

ciudad natal. Después de obtener su diploma se trasladó a Bogotá para estudiar en la Facultad de Medicina de la Universi- dad Nacional de Colombia donde recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Viajó a Estados Unidos para hacer estudios de posgrado en Neurocirugía. Fue Fellow en el del Departa- mento de Neurocirugía de la Universidad del Estado en Siracusa, Nueva York, dirigido por el Dr. Arthur David Ecker, autor del primer libro escrito en Estados Unidos sobre Angiografía Cerebral. Posteriormente, fue Fellow de la Clínica Lahey de Boston, en el servicio de Neurocirugía del Dr. James L Popen. También tuvo entrenamiento con los Drs. Watts y Freeman en la Universidad de Washington, D.C., muy conocidos por sus trabajos en lobotomía prefrontal. Regresó Bogotá y se vinculó al Servicio de Neurocirugía del Hospital San Juan de Dios y a la Clínica Marly.

De él escribió Hernando Torres: El Dr. Freeman dio una conferencia en Bogotá sobre Cirugía

Psicológica. ́El chato` se quejaba de que le tocara cargar el proyector, como si fuera el residente del Dr. Freeman. En cuando a Mejía, nadie le puede quitar el que fue el primer y único profesor que tuvimos al comienzo de nuestra actividad en Neurocirugía. Se hablaba mucho de Boston y de la ́cabina con las diapositivas` pero, a la hora de la verdad, ́El chato` Mejía, para bien o para mal, era el único que enseñaba. Él se refería jocosamente al jefe del servicio con una cuña de moda en esa época: ́Bon-Brill trabajando y yo descansando`. Efectivamente, en 1956, vimos operar al ́profesor` solamente una vez, con muy malos resultados. Fuimos sus discípulos Miguel Eljaiek, Germán Gastelbondo, Juan Antonio Gómez, Jaime Gómez González, Jaime Uriza y Hernando Torres. El Dr. Mejía era muy hábil para hacer angiografías cerebrales mediante punción de las arterias carótidas con la aguja de Poppen y con él nos iniciamos en la especialidad como ayudantes en los quirófanos

del nuevo edificio del Hospital de la Hortúa y en la Clínica Marly. Igualmente con él aprendimos las primeras bases de cirugía craneocerebral y raquimedular en nuestro primer año de residencia en Neurocirugía, en 1956. Alrededor de 1987, viajó a Nueva York y trabajó en el Hospital de Jamaica, Nassau, Nueva York. Fue miembro fundador de la Sociedad Neurológica

de Colombia, miembro del Instituto Colombiano del Sistema Nervioso. Escribió sobre angiografía cerebral y sobre hemorragias subaracnoideas espontaneas. Falleció en East Hills, Nassau, Nueva York, en 1992.

Mejía Rodríguez, Ismael, Angiografía cerebral, El Médico, Bogotá, 1959; 3(7):5-12.______, Hemorragias subaracnoideas no traumáticas, El Médico, Bogotá, 1958; 23(11):5-7.


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Meléndez Sandoval, Ernesto (1921-1998) Profesor de Ortopedia y Traumatología

NACIÓ EN SOATÁ, BOYACÁ. Hijo de Genovés Jesús Meléndez Ramírez y Ana Abelina Sandoval Mesa. Casado con Eloísa Santofimio. Inició sus estudios en el Instituto Boyacence de Duitama, después en el Colegio Boyacá, en donde recibió su diploma de bachiller del 1936. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia en 1942. Sustentó su tesis Los traumatismos cráneo-encefálicos, distinguida con mención honorífica en primera categoría. Recibió su grado de Doctor en 1944. Inició su especialización en el Hospital San Juan de Dios en el Servicio de Ortopedia, Traumatología y Cirugía de Urgencias, alcanzando por concurso

la jefatura de Clínica en la cátedra de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Durante varios años fue jefe del servicio de urgencias, destacándose siempre como hábil cirujano y docente ejemplar. Fue profesor de Ortopedia de la Escuela Superior de Enfermeras de la Universidad Nacional. Viajó al Instituto Traumatológico de Santiago de Chile y más tarde a la Argentina para perfeccionar su especialidad. En la Universidad de Buenos Aires fue discípulo del profesor Albanese, de quien aprendió la técnica de los bloqueos anestésicos y la cirugía de la cadena ganglionar simpática paravertebral. A su regreso introdujo estos sistemas en el Hospital San Juan de Dios. Enseñó el bloqueo del ganglio estelar utilizado para el diagnóstico y el tratamiento de las hoy llamadas distrofias simpático-reflejas del miembro superior. Enseñó igualmente el bloqueo de los ganglios esplácnicos semilunares y los bloqueos simpáticos paralumbares. Practicó las primeras estelectomías y

simpatectomías lumbares en Colombia. Hizo en Colombia los primeros implantes parciales de cadera con la prótesis de los doctores Judet; igualmente, osteosíntesis acetabular de la pared acetabular posterior en fracturas luxaciones coxo-femorales; la cirugía de nervio periférico y las toracotomías decompresivas en paraplejías póticas fueron otras de sus facetas quirúrgicas. Su habilidad quirúrgica fue excepcional y extraordinaria, unida a su don de gentes.

Desempeñó un sinnúmero de cargos docentes, científicos y asistenciales: fue secretario de educación en Boyacá en 1945, presidente de la Sociedad Colombiana de Ortopedia y Traumatología (SCCOT) de 1963 a 1964 y del VIII Congreso Nacional, en Manizales. Formó parte de las directivas del V Congreso Internacional de SLAOT en 1962: presidente honorario del XXXVI Congreso

Nacional de SCCOT, jefe encargado del

Servicio de Ortopedia Infantil Hospital Lorencita Villegas de Santos y, finalmente, recibió el galardón de miembro honorario de la SCCOT. Falleció en Bogotá. La Asamblea General Ordinaria de SCCOT aprobó por unanimidad una moción de duelo y guardó reverente minuto de silencio en memoria suya.

Fue autor de varios trabajos científicos, entre ellos: La resección-reconstrucción de la cadera. Técnica de los doctores Judet y Los bloqueos anestésicos del gran simpático en las enfermedades de los miembros.


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Méndez Lemaitre, Alfonso (1915-1998) Profesor de Anatomía Patológica

NACIÓ EN MONTERÍA, CÓRDOBA. Hijo de Don Lino Méndez y Doña Regina Lemaitre. Su padre fue un hacendado de ingentes recursos. Casado con Mariana Heiman. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde presentó su tesis Anatomía patológica de la apendicitis y recibió su grado de Doctor en 1942. Fue preparador de la cátedra y trabajó en el Laboratorio de Anatomía Patológica del Hospital San Juan de Dios, en Bogotá, 1942. Dos años más tarde viajó a Cincinnati, Ohio, para continuar su especialización en Patología en el Hospital del Buen Samaritano de esa ciudad. Regresó a Bogotá y fue nombrado profesor agregado de la Facultad de Medicina (1951). Además, fue médico patólogo asistencial y docente del Instituto Nacional de Cancerología (1945), jefe de laboratorios del Hospital de la Samaritana (1960), profesor asociado de la Facultad de Medicina (1961), patólogo del Hospital San Juan de Dios (1970), delegado por Colombia al Primer Congreso

Latinoamericano de Patología (México), socio fundador de las sociedades Colombiana de Patología y Latinoamericana de Patología y socio de número de la Sociedad Colombiana de Cancerología.

Participó en el Congreso de la Sociedad Colombiana de Patología, en Cartagena (1965) con la ponencia en la cual, con otros autores, presentó 74 casos de blastomicosis suramericana, la micosis profunda más frecuente en Colombia, que ataca especialmente a los campesinos entre los 30 y los 49 años de edad. Falleció en Bogotá. Escribió sobre técnicas de autopsia, tumores en general y su clasificación; diagnóstico diferencial, amibiasis, genitales femeninos y cáncer, blastomicosis y otras micosis en Colombia, e histoplasmosis sistémica.

Méndez Lemaitre, Alfonso, Anatomía patológica de la apendicitis, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, Cromos, 1942. Gast-Galvis

A. y A. Méndez Lemaitre, Técnica para autopsias, Rev Fac Med, Bogotá, 1947; 16(6):1054-1065.Peña, C. E. y A. M. Lemaitre, Blastomicosis suramericana, estudio clínico patológico de 74 casos, Rev Fac Med, Bogotá, 1966;

34(4):123-134.Restrepo, R. y A. Méndez Lemaitre, Infecciones amibianas confundidas con cáncer. Amibiasis del cuello uterino y vagina

diagnosticada como cáncer uterino avanzado, amibiasis de la vulva, Rev Fac Med, Bogotá, 1947; 16(3):914-920.

Mera González, Fernando (——2007)

Profesor de Obstetricia y Ginecología

NACIÓ EN NORTE DE SANTANDER. Hijo de José Fernando Mera y Tulia González. Casado con Teresa Ospina. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad

Nacional de Colombia. Sustentó su tesis, declarada meritoria, Estudios clínicos de las distocias uterinas y su tratamiento, y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Hizo su especialización en Obstetricia y Ginecología en la Universidad Nacional, en el Instituto Materno Infantil Concepción Villaveces de Acosta. Fue jefe de Clínica y ascendió a profesor agregado. Era uno de los tres profesores vinculados con el servicio de Sanidad de las Fuerza Militares que asistía a la Facultad de Medicina con su uniforme militar. Los otros dos eran los coroneles médicos Rafael Ramírez Merchán, profesor de Obstetricia y Ginecología, y el profesor de Anatomía Patológica, Dr. Hernando Latorre. Ingresó a la Sanidad Militar en 1947 como médico visitador, ascendió en el escalafón a capitán (1955) y a mayor (1957) hasta llegar a teniente coronel médico (1961); después de casi 20 años de servicio, se retiró de las Fuerzas Armadas por solicitud propia. Fue profesor de la Escuela de Policía de la Escuela General

Francisco de Paula Santander, miembro de la Sociedad Colombiana de Obstetricia y Ginecología y de la Sociedad Médico Quirúrgica de la Policía Nacional. Falleció en Bogotá.


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Mojica Mojica, Carlos Julio (1898-1979) Profesor de Clínica Obstétrica

NACIÓ EN TASCO, BOYACÁ, en el hogar de Juan José Mojica (hacendado) y Carlota Mojica (ama de hogar). Casado con Lucy Betancourt Mejía (dama antioqueña). Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde presentó su tesis El problema sexual, sobre enfermedades de transmisión sexual y obtuvo su grado de Médico Cirujano en

1927. Hizo su especialización en Ginecología y Obstetricia en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá. Fue jefe de Clínica en el servicio del Dr. Rueda Acosta, quien practicó el 24 de mayo de 1929 la primera cesárea segmentaria transperitoneal con aislamiento. Fue fundador y primer director de la Clínica David Restrepo de Bogotá, que se inauguró el 5 de febrero de 1952 y fue patrocinada por el filántropo bogotano Don David Restrepo Mejía, destinada a ayudar a la clase media económica. El primer parto se atendió el 21 de junio de 1952. Toda su actividad profesional con pacientes particulares la desarrolló en la Clínica Marly donde permanecía la mayor parte del tiempo y de la que fue miembro de la junta directiva.

Carlos J. Mojica fue un gran médico y un eminente profesor. Es posible que haya preparado a más de mil médicos en su larga carrera. Fue muy admirado y temido por sus discípulos, pues su temperamento era excesivamente estricto y disciplinado. Procedió

siempre observando una estricta ética profesional. Cuando falleció, el periódico El Espectador publicó la siguiente nota: Un grande de la medicina. Falleció anteanoche en Bogotá el Dr. Carlos Mojica Mojica, una de las figuras grandes de la medicina colombiana. Especializado en Obstetricia, el Dr. Mojica ejerció por más de 50 años su profesión, dedicado amorosamente a traer a la vida a centenares y miles de compatriotas suyos que hoy se encuentran diseminados por Colombia y en el exterior y que guardan por su nombre un respeto y una admiración que se acrecientan hoy al saberse la noticia de su fallecimiento. El Dr. Mojica, un médico al estilo antiguo, en el mejor sentido de la palabra, es decir, en el de que además de prestar sus servicios profesionales se convertía en amigo y confidente de padres y madres y luego de los pequeños a quienes había ayudado a nacer. Recibió numerosas distinciones dentro y fuera del país por sus trabajos meritorios en la especialidad. Cuando

antes decíamos que era un médico a lo antiguo nos referíamos, como lo anotamos, a sus calidades

humanas, pero la realidad es que el gran obstetra fue siempre un médico actualizado para quien todo conocimiento nuevo era recibido como un aporte al propio mejoramiento de su carrera. El Espectador, a quien tantos vínculos lo unían con el Dr. Mojica, expresa públicamente sus sentimien- tos de condolencia a sus familiares y comparte con ellos y con sus amigos y beneficiados el dolor que los agobia. Falleció en Bogotá.

Carlos Roberto Silva(cortesía del Dr. Nelson Varón)


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Montaña Barrera Luis David (1917-2004) Profesor de Anatomía, descubrió la arteria subescapular epónima.

DEDICÓ TODA SU VIDA a la docencia para la formación académica de Médicos íntegros en conocimientos profesionales y éticos.

Nació en Sogamoso, Boyacá, en el hogar del señor don Heladio Montaña Valderrama y de doña Adorcinda Barrera de Montaña. Casado con Cecilia Calvo de Montaña.

Curso su bachillerato en el Instituto de La Salle de Bogotá y recibió su diploma el 25 de noviembre de 1935. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia en donde obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1944. Hizo su internado en la Clínica Semiológica del Hospital San Juan de Dios, en la Universidad Nacional de Colombia del cual se graduó 1947.

Inició su carrera académica como preparador, jefe de trabajos, profesor asistente, profesor asociado y culmino como profesor titular de Anatomía de su alma máter. Fundador, decano y profesor de la Escuela de Medicina Juan N. Corpas de Bogotá. Médico Jefe de la Caja de Previsión de la Universidad Nacional de Colombia.

Profesor invitado por la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas de Botucatú en Brasil en 1965. Investigación y descubrimiento anatómico de la llamada Arteria del Dr. Montaña o arteria propia subescapular, trabajo sustentado por arteriografías, técnicas de exploración, disecado y análisis estadísticos. Presentado y aprobado en el VII Congreso Mundial de Anatomía.

Presidente del VII Congreso Mundial de Anatomía que se realizó en la ciudad de Nueva York en abril de 1960. Su nombre se recuerda con el Premio: Doctor Luis David Montaña Barrera que se otorga cada año al mejor

graduando de la promoción de Médicos de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas. Igualmente el anfiteatro de esta institución lleva su nombre, y se ratifica en una placa conmemorativa. Se le otorgó la primera Medalla Centenario por ejercer la medicina en forma ejemplar durante 50 años por el Club Médico de Bogotá noviembre de 2001

Entre sus publicaciones se encuentra El Ph sanguíneo en algunas entidades clínicas. Documento privado Universidad Nacional. Guías docentes de anatomía. Documento privado de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas. Falleció en Bogotá el 20 de noviembre de 2004.

Clemencia Montaña de Barragán

Montejo Pinto, Gustavo (1913-1981) Precursor de Medicina de Rehabilitación Física y Mental y de Higiene Mental

NACIÓ EN GUATEQUE, BOYACÁ, en el

hogar de Nicolás Montejo y Elisa Pinto. Casado con Helenita Rozo. Obtuvo su diploma de bachiller en el Colegio de Boyacá, Tunja, en 1929. Estudió Medicina en la Universidad Nacional y se graduó en 1937. Hizo sus estudios de posgrado en el Hospital San Juan de Dios y posteriormente viajó a Estados Unidos y Canadá: Presbiterian Hospital Médical Center, Columbia University, Nueva York, 1949; Postgraduate Hospital, Filadelfia, 1948; Massachussets General Hospital, Boston, 1950; Instituto Neurológico de Montreal, Canadá, 1950; además de haber sido en varias ocasiones asistente visitante del Instituto Nacional de Cancerología de México.

Hizo la carrera académica en la Facultad de Medicina, en donde ascendió a profesor titular de la cátedra de Clínica Médica desde 1947 y a director de la cátedra de Patología (1952-1955). En 1957 fue profesor titular de Patología General. Fue precursor de la Medicina de Rehabilitación Física y Mental, y de Higiene

Mental en Colombia. En 1951 fue nombrado presidente del Instituto Colombiano del Sistema Nervioso. Fue miembro fundador y primer vicepresidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna y ocupó la presidencia de la corporación en 1964. En 1967 ingresó a la Academia Nacional de Medicina y en 1978 fue nombrado miembro honorario. Falleció en Bogotá. Fue autor de Dominios de la linfogranulomatosis venérea y contribución al estudio de su tratamiento y de enfermedades del sistema nervioso como concepto y como realidad clínica.


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Montes Duque, Bernardo (1920-2003) Profesor de Ortopedia y Traumatología.

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Rafael Montes Estévez y Jesusita Duque. Hermano menor del profesor de Medicina, Dr. Gonzalo Montes Duque. Hizo su bachillerato en la Escuela Nacional de Comercio. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, donde presentó su tesis Tratamiento de las rigideces articulares reumáticas con prostigmina y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Durante sus estudios ganó por concurso el cargo de externo de la Clínica Semiológica. En 1940 recibió el Premio Forero de la Academia Nacional de medicina; en 1944 fue interno por concurso del Hospital San Juan de Dios; al año siguiente ganó el concurso para residente de Ortopedia, Traumatología y Cirugía de Urgencias de dicho hospital; entre 1946 y 1947 fue preparador de Farmacología y Terapéutica, y en 1948, jefe de trabajos de dicha cátedra. Inició su práctica en el Hospital San Juan de Dios y en el Servicio de Salud de las Fuerzas Armadas; fue jefe de Clínica de Ortopedia,

Traumatología y Cirugía de Urgencias, médico residente del servicio de ortopedia del Hospital Militar y oficial de Sanidad (1949). Viajó a Estados Unidos con una beca, se especializó en Ortopedia en el Hospital para Cirugía Especial de Nueva York, en el servicio de Cirugía de la Mano del Hospital de Boston y en el Hospital Infantil de los Shriners de Springfield, Massachusetts, y trabajó como investigador en los Laboratorios Lilly de Indianápolis.

A su regreso a Bogotá, fue designado cirujano ortopedista auxiliar del Hospital Militar, jefe de Ortopedia del San Juan de Dios (1953), profesor adjunto (1954), director encargado del Hospital Militar, jefe del servicio de Ortopedia (1955) y director del departamento de Cirugía (1962). También, profesor agregado por concurso de la Universidad Nacional y en 1957 coordinador del servicio de Ortopedia en el Hospital de la Misericordia, profesor de la Universidad Militar Nueva Granada y decano de estudios (1968-1970), director de la Clínica Santa Rosa

de la Caja Nacional de Previsión de Bogotá, miembro y presidente (1972-1973) de la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología y de la comisión de Ética Médica, fundador de la Sociedad Colombiana de Cirugía de la Mano y miembro honorario de dichas sociedades (1975)

Montes Duque, Bernardo, Embolia grasa, Rev Col Ort Traum, 1990; 4(2).

Montes Duque, Gonzalo (ca. 1918) Profesor de Farmacología

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Rafael Montes Estévez y la señora Jesusita Duque. Hermano del Dr. Bernardo Montes Duque. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Ganó el concurso para el cargo de practicante externo de la Clínica de Enfermedades Tropicales en 1935. Fue practicante interno del servicio de radiumterapia del Hospital San Juan de Dios

(1937), practicante interno del servicio de radiumterapia del Instituto de Rádium (1938), preparador de Técnica Quirúrgica y de Física Médica (1939), practicante interno del Consultorio Universitario (1940), médico auxiliar del puesto de socorros de la Cruz Roja (1940).

Viajó a Estados Unidos con una beca de la Fundación Rockefeller para especializarse en Farmacología en la Universidad de Tulane, Nueva Orleans (1940-1941), fue asistente de investigación en Farmacología, Universidad de Harvard (1941-1942), cursó Endocrinología en el Massachusetts General Hospital (1942), fue oficial médico en la zona de ocupación británica de Austria (1945- 1946), jefe de trabajos de Farmacología y Terapéutica (1943-1945), profesor agregado de Farmacología y Terapéutica (1947) y Terapéutica (1950), director del Laboratorio de Investigaciones Médico-quirúrgicas, jefe de la sección de Drogas y Alimentos del Ministerio de Salud

(1948), secretario de Asistencia Social de Cundinamarca (1950), miembro del consejo de la Facultad de Medicina. Escribió un gran número de trabajos sobre investigaciones de su especialidad y es miembro de número de la Sociedad de Biología de Bogotá y de la Federación Médica Colombiana.

Montes Duque, Gonzalo, Estudios sobre la fisostigmina (eserina) y productos derivados, Rev Fac Med, Bogotá, 1943; 11(7):375- 380.

Esguerra Gómez, A.; T. A. Matallana y G. Montes D., Bases fisiológicas experimentales para el estudio de la patogenia de los temblores en la enfermedad de Parkinson, Rev Fac Med, Bogotá, 1944; 13(1):35-45.


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Niño Herrera, Hipólito V. (1924-2012)Profesor de Química Clínica, Regulación de Dispositivos Médicos y Salud de Minorías

NACIÓ EN BOGOTÁ en 1924, en el hogar de Hipólito Niño e Isabel Herrera de Niño. Estudió Bacteriología en la Universidad Nacional de Colombia (1950). Viajó a Estados Unidos en 1952 para hacer estudios de posgrado en Bioquímica. M. S., Universidad de Wisconsin, Madison, en donde recibió su doctorado en Bioquímica (1958). El primer latinoamericano que obtuvo el grado de Doctor en Filosofía (Ph. D) en dicha universidad. Regresó a Bogotá y estuvo encargado de la cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Volvió a Estados Unidos y trabajó en el diseño y dirección de laboratorios de Química Clínica en dos hospitales universitarios y en tres hospitales comunitarios de ese país. En la Universidad de North Carolina, Chapel Hill,

organizó y dirigió uno de los primeros programas académicos para el doctorado en Química Clínica y uno de los primeros laboratorios computarizados de Química Clínica en Estados Unidos. Diseñó y dirigió el primer laboratorio automatizado de Nutrición Humana en el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Ascendió a director de la División de Dispositivos del Laboratorio Clínico (FDA) donde estableció los criterios de especificidad, sensibilidad, estabilidad y reproducibilidad de resultados analíticos en Química Clínica. Coordinó con la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y el Instituto Nacional de Higiene de Bogotá la organización del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) en Colombia, primera entidad comprensiva de regulación de sistemas del cuidado de la salud en Latinoamérica.

Miembro de tres sociedades profesionales de

Estados Unidos y honorario de tres sociedades profesionales de Latinoamérica. Realizó 24 presentaciones como expositor principal invitado en congresos científicos y médicos en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Honores de la Rockefeller Foundation Fellow, University of Wisconsin, Madison; International Fellowship Award, American Association for Clinical Chemistry (1983); Hispanic Access to Health Care, National Institutos of Health Award (1993); Health and Human Services Secretary ́s Award for Distinguished Services (1995), primer científico Latinoamericano que recibió este honor; miembro del comité

directivo de la Clínica del Pueblo, Washington, D. C.; Interamerican College of Physicians and Surgeons, Washington, D. C.; Instituto de Inmunología, Universidad del Valle, Cali.

Escribió 24 artículos publicados en revistas profesiones en temas de nutrición humana,

diagnóstico químico clínico y garantía de calidad en el laboratorio; capítulos (4) en libros sobre vitaminas y minerales, diagnóstico clínico químico y garantía de calidad en el laboratorio. Editor del libro Garantía de calidad en el laboratorio clínico, con capítulos escritos por cientí- ficos invitados de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa, publicado por la Universidad de los Andes, Bogotá, 1995.


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Núñez Olarte, Enrique (1911-2007) Profesor de Farmacología.

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Gerardo Núñez Aarón y Tulia Olarte. Casado con Leonor Ruiz de Núñez. Hizo sus estudios secundarios en la Escuela Nacional de Comercio, donde se

graduó de bachiller en 1930. Realizó sus estudios en la Universidad Nacional de Colombia (1931-1940), donde presentó su tesis de grado Digitalis purpúrea de Bogotá, laureada con mención honorífica (1945), con la que recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía (1945). Se especializó como químico farmacéutico (1937) y farmacéutico bioquímico (1942). Continuó en la Facultad de Medicina y durante sus estudios fue preparador y monitor de Química General, Química Médica, Bacteriología Externa por concurso, Clínica Urológica (1939-1940) y preparador en Farmacología y Terapéutica por concurso (1940-1944). Fundador de la cátedra de Farmacología (1945), jefe de trabajos de Farmacología y Terapéutica por concurso (1944-1948), encargado de cátedra de Farmacología (1948-1959), profesor de dedicación exclusiva (1959-1965). Hizo cursos de Bioquímica y Farmacia en la Universidad Nacional (1936-1938); de Farmacología

Experimental, dirigido por el profesor Gilman, Columbia University (1952); de Fitofarmacología, departamento de Farmacología, Facultad de Medicina, París, dirigido por el profesor Hazard (1954-1955).

Clasificado como profesor asociado en 1962 y titular en 1964; jefe del departamento de Ciencias Fisiológicas (1959-1965) en dedicación exclusiva; profesor de Farmacología de las facultades de Medicina, Veterinaria y Zootecnia, Odontología, Farmacia, Enfermería y Ciencias; miembro del consejo académico, Universidad Nacional de Colombia (consejo de decanos), decano (1942-1949, 1958-1959, 1963-1966) y presidente del consejo académico (1958-1959). Miembro y/o fundador de numerosas sociedades de su especialidad nacionales y extranjeras: entre ellas, la Colombiana de Pediatría y Puericultura, y de Farmacología, y Latinoamericana de Farmacología, Colombiana de Toxicología, Colombiana de Químicos Farmacéuticos (1966),

Argentina de Farmacología y Terapéutica (honorario, 1969), Venezolana de Farmacología (honorario, 1972), Colombiana de Historia de la Medicina (cofundador, 1983), y del Colegio Colombiano de Químicos Farmacéuticos, Academia Nacional de Medicina.

Ha dedicado su vida a la Farmacología y a la Universidad Nacional. Fue profesor de todas las facultades donde se dictaba la cátedra. Varias generaciones de profesionales fueron sus discípulos. Sirvió además en el consejo directivo y varias veces en la decanatura de la Facultad de Medicina. Adicionalmente a la carga académica, ha prestado sus servicios al Estado en la comisión de especialidades farmacéuticas y como asesor del Ministerio de Salud. Es autor de un gran número de publicaciones científicas. Sus dotes decentes, su gentileza y caballerosidad han sido paradigma para todos los que han tenido el honor de

conocerlo.


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Ordóñez Garay, Julio Hernando (1910-2008) Profesor de Medicina, académico, descubridor de la melanosis de Ordóñez

NACIÓ EN VILLETA, CUNDINAMARCA, en el hogar de Nicodemus Ordóñez Garavito y Herlinda Garay Ramírez. Casado con Emily Smith. Después de concluir su bachillerato, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde presentó su tesis Fisiología general de la contracción prosténica, laureada, y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía, en 1935. Durante sus estudios fue preparador de Fisiología, por concurso (1932 y 1933) y

practicante interno del consultorio externo del Hospital San Juan de Dios, por concurso (1934). Inició su residencia en el Instituto Nacional de Rádium (1935), fue jefe de trabajos prácticos de Fisiología, por concurso (1939 y 1941). Viajó a París para hacer estudios de posgrado (1936-1937), regresó a Bogotá y ganó por concurso el cargo de profesor agregado de Fisiología (1941) y de Clínica Médica (1944) de su alma máter, por concurso; titular de Clínica Médica, por concurso (1952- 1953) y de Fisiología (1954-1961).

Médico director del Asilo de Mujeres Indigentes de la Beneficencia de Cundinamarca (1938- 1961), agregado del Hospital Militar Central, en la especialización de Cardiología (1962), profesor honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1962); profesor de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana (1943-1948), titular de Clínica Médica de la misma (1949-1955); miembro fundador, titular, ex presidente y

miembro honorario de la Sociedad Colombiana de Cardiología; Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia; ex vicepresidente de la Sociedad de Medicina Interna; miembro titular y honorario de la Academia Nacional de Medicina (1961-2003); Academia de Medicina de Medellín (1966); Sociedad de Internos y Becarios del Instituto de Cardiología de México (1962); miembro de número de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Fisicoquímicas y Naturales (1957); miembro correspondiente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Madrid (1957); fundador, miembro titular, ex societario, ex presidente, presidente y honorario de la Sociedad de Biología de Bogotá (1940); American Association for the Advancement of Science, Washington; miembro y ex presidente de la Asociación Médica Colombo Francesa; miembro correspondiente extranjero de la Sociedad

Francesa de Cardiología, París; Academia de Ciencias de Nueva York; miembro honorario de la Academia Nacional de Medicina, marzo 13 de 2003.

Condecorado con el Premio a una Vida por la Sociedad de Cardiología en el XIX Congreso (Cartagena, noviembre de 2001), en calidad de pionero de la Cardiología colombiana, 1983; miembro del comité de redacción del Acta Physiológica Latinoamericana, Buenos Aires (1971); miembro del consejo asesor del Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas (Colciencias, 1970); Medalla de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana en la categoría de Comendador, en la calidad de Médico Fundador y Profesor (1967); Premio Alejandro Ángel Escobar, Mención Honorífica (1957); organizador y ex presidente del primer Congreso Nacional de Cardiología, verificado en Bogotá (1956); invitado por la Unesco a tomar parte en el Simposio Internacional sobre Biología de la Altitud (Lima, 1949); fundador y

director de los Anales de la Sociedad de Biología de Bogotá, desde 1943; miembro del comité de redacción de la Revista British Abstracts de Londres (1942). Citado en la obra: LAnoshémie. Ses effets. Son traitement, por L. Binet, M. Bochet y M. V. Strumza, París, Masson & Cie., 1939, p. 8, y en el Ilustrated Dictionary of Eponymic Syndromes and Diseases, por Stanley Jalbonsky para una nueva entidad nosológica que denomina Ordóñez melanosis, Saunders and Co., 1969, p. 229.

Autor de más de 65 artículos científicos, entre ellos: Características fisiológicas a 2.600 metros de altura, V Congreso Latinoamericano de Ciencias Fisiológicas, Caracas, 1963; Resistencia del sistema nervioso central a la anoxia, IV Congreso Nacional de Cardiología, Bogotá, 1963; Physiological observations in residents of Bogotá, Colombia, Altitude 8.700 feet, Rocky Mountain Medical Journal, 1969, 66:33-36; Excitabilité itérative et activité iterative des muscles striés. La contraction

prosthénique, J. de Physiologis, París, 1959, 51:1-19 (resumen de los trabajos realizados sobre contracción prosténica, tanto en Bogotá como en la Sorbona, en París, con el profesor Louis Lopique); Estudios sobre la resistencia del sistema nervioso a la anoxia. Descripción de una nueva técnica para interrumpir la circulación cerebral; An Soc Bio, Bogotá, 1958; 7:233-260 (en colaboración con H. del Portillo, F. Rosas, B. de Bautista, B. Bazurto, C. Herrera y P. Esguerra); Excitabilidad iterativa y actividad rítmica de los músculos estriados. Contracción prosténica, Rev Fac Med, Bogotá, 1957; 26:83-90; Biología de la altura. Estudio sobre residentes en Bogotá (2.640 msnm), An Soc Fac, Lima, 1952; 35:193-203; Melanosis de causa desconocida. Carencia nutritiva, vida en la altura y trastornos hipofisiarios como posible causa, An Soc Bio, Bogotá, 1946; 2:121-146; Contracción prosténica y patogenia del temblor en la enfermedad de Parkison, An Soc Biol, Bogotá, 1945; 1:224-234; Contratación

prosténica II. Su causa, Rev Fac Med, Bogotá, 1934; 3:91-118.


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Ordóñez Plaja, Antonio (1919) Cirujano general, profesor, sociólogo, político

NACIÓ EN BARCELONA, ESPAÑA. Hijo de Antonio Ordóñez Mutis y María Teresa Plaja Martínez. Casado con Beatriz Mallarino Botero. Inició su educación en el English School de Barcelona. Viajó a Colombia y continuó sus estudios en la Escuela Nacional de Comercio, Bogotá. Después de graduarse de bachiller, estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, donde fue preparador de Histología, por concurso (1941); externo de Clínica de Semiología, por concurso (1941-1942); asistente

del laboratorio de Cardiología y Metabolismo Basal (1943-1944); interno, por concurso, de Clínica Quirúrgica (1944). Sustentó su tesis Operación cesárea extra peritoneal, técnica de Ricci y Marr y se recibió de Doctor en 1945. Jefe (1951-1955) y asistente de cátedra de de Clínica Quirúrgica (1955-1959); encargado de la Cátedra (1958-1960); profesor asociado del departamento de Cirugía (1961). Estudió Sociología Médica en la Universidad Nacional (1963), hizo la carrera docente en su alma máter y llegó a ser profesor de Cirugía y Técnica Quirúrgica.

Miembro del consejo académico de la Universidad Nacional (1958-1962); decano encargado de Medicina y Psicología (1960-1961); decano de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de los Andes (1964-1966); profesor de Anatomía y Fisiología, Universidad Javeriana (1954-1955); jefe del Departamento Médico-quirúrgico, Hospital Neurosiquiátrico de Bogotá; docente de la

Facultad de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Javeriana; profesor visitante de la Universidad de Yale y de la Escuela de Salud Pública, Universidad de Harvard (1980); ministro de Salud Pública (1966-1970); presidente de la junta directiva de Unicef (1976-1977); director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (1975-1978); miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la Asociación Colombiana de Cirujanos, del Colegio Internacional de Cirujanos y de la Sociedad Colombiana de Endocrinología; miembro fundador y presidente de la Asociación Colombiana para Estudio Científico de la Población (1964-1966); miembro de la Academia Nacional de Medicina, Academia de Medicina de Medellín; American Public Health Association; American College of Preventive Medicine, American Association for the History of Medicine; fundador de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina; Instituto Colombiano del Sistema Nervioso.

Condecoraciones: Cruz de Boyacá, Medalla Almirante Padilla, Medalla del Mérito Hospitalario, Condecoración Jorge Bejarano, Escudo de Oro de la Sociedad Colombiana de Ortopedia y Traumatología. Escritos sobre educación médica en Colombia y temas de Sociología y de Cirugía.

Ordóñez Plaja, Antonio, Operación cesárea extra peritoneal técnica de Ricci y Marr, tesis, Bogotá, Tip. Rojas, 1945.______, G. E. Ochoa González y Tavera Paéz de H, Situación de la vejez en Colombia, FES, Bogotá, 1990.______, L. M. Cohen y J. Samora, Communication between physicians and patients in outpatient clinics: social and cultural factors, MMFQ, abril de 1968, 46:2(1):161-213.


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Osorno Mesa, Ernesto (1904-1976) Cofundador de la Entomología Médica en Colombia

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Juan de Dios Osorno Hernández y Julia Mesa Moreno. Casado con María Fénita Magdalena Muñoz Sarmiento. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Durante sus estudios fue practicante interno de la Consulta Interna del Hospicio de Bogotá (1926-1928), interno del Hospital San José (1929) y jefe de trabajos de Fisiología (1929- 1931). Sustentó su tesis Criterio moderno sobre campaña contra uncinaria y otros parásitos intestinales, con mención honorífica, y se graduó de Doctor en 1934. Ingresó a trabajar como médico entomólogo a la Sección de Estudios Especiales del Instituto Carlos Finlay (1935-1947). Viajó a Estados Unidos para hacer estudios de posgrado en la Universidad de Cornell, Ithaca, N. Y., y en

la Universidad de Harvard, Boston, como becario de la Fundación Rockefeller.

Fue jefe del subgrupo de Entomología del Instituto Nacional de Salud (1964-1969), profesor de Biología de la Universidad de los Andes; estuvo encargado de las cátedras de Biología, Bacteriología y Parasitología y fue jefe de trabajos (1951-1960) y profesor asociado de Parasitología, Universidad Nacional (1961-1967); profesor de la Universidad Javeriana; En 1964 fue nombrado jefe del subgrupo de Entomología del Instituto Nacional de Salud e inició sus estudios del género Lutzomyia, grupo de insectos vectores de leishmaniasis cutánea y visceral, de los cuales describió, con ayuda de otros investigadores, en algunos casos, nueve nuevas especies de flebotomíneos. Describió además dos nuevas especies de Haemagogus, H. andinus y H. boshelli, la primera, hallada en regiones del municipio de Fusagasugá, Cundinamarca, y la segunda, en la costa Pacífica colombiana;

también encontró una especie nueva de anofeles a alturas que oscilaban entre 2.700 y 2.840 msnm, especie que este investigador denominó como Anofeles (Arthuromyia) oiketorakras; hay varias especies de insectos que llevan su nombre. Miembro de la Academia Nacional de Medicina, condecorado con la Medalla Cívica de Mérito Asistencial Jorge Bejarano; premio Karl von Linne de Entomología de la Fundación Camilo Mutis Daza (1968) y Premio Nacional de Ciencias Francisco José de Caldas (1972). Falleció en Bogotá el 28 de junio de 1976.

Osorno-Mesa, Ernesto, Two new species of Haemagogus from Colombia, H. andinus and H. boshelli (Diptera: Culicidae), Proc Ent Soc, Washington, 1944; 46:165-75.______, Una nueva técnica para el estudio microscópico de los huevos de Anofeles, Caldasia, 1947; 4:447-449. ______, Las garrapatas de la República de Colombia, Bogotá, Imprenta Nacional, 1941; Rev Fac Nal

de Agron, 1942; (16- 17):1-56.

Boshell Manrique, J; J. C. Bugher; M. Roca García y E. Osorno Mesa, Epidemiología de la fiebre amarilla selvática en Colombia durante los últimos años, Bogotá, Cromos, 1944. Separata de la Revista de la Facultad Nacional de Medicina, No. 23.


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Pabón Pabón, Alfonso (1918-1978) Profesor agregado de Cirugía, político

NACIÓ FOSCA, CUNDINAMARCA. Fue uno de los tres cirujanos nacidos en la vereda de Saname; los otros fueron Pedro Eliseo Cruz y Luis Enrique Riveros Gamboa. Los tres trabajaron en el mismo servicio de Cirugía del

Hospital San Juan de Dios. Hijo de Marcos Evangelista Pabón y Ana Matilde Pabón Pabón. Casado con Marina Sanabria Pabón. Primeros estudios en su vereda natal y en Fosca; después recibió una beca para la Escuela Normal de Institutores de Bogotá, en donde se recibió de bachiller y maestro en 1937. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Durante sus estudios fue preparador de Bacteriología (1941), hizo su internado en Cirugía en el Hospital San Juan de Dios (1944-1945) y recibió su grado de doctor en 1946. Continuó la carrera académica en su alma máter: jefe de Clínica de Traumatología y Cirugía de Urgencia, encargado de la jefatura del servicio del Hospital San Juan de Dios (1947), jefe (1947-1952) y profesor asistente de Clínica Quirúrgica (1952-1959).

Sus actividades políticas lo llevaron a ser diputado a la Asamblea de Cundinamarca (1949), representante a la Cámara (1953), secretario de Salud Pública de Cundinamarca

(1959-1960 y 1967-1968). Miembro de la Asociación Colombiana de Cirujanos, de la de Gastroenterología, del Colegio Colombiano de Cirujanos, de la Sociedad Médico Quirúrgica Lombana Barreneche y de la Médico Quirúrgica de Cartagena; miembro correspondiente de la Sociedad Bolivariana de Colombia y de la Academia de Historia de Cundinamarca; presidente de la Acción Comunal de Saname, donde construyó el puesto de salud, el acueducto y obras de desecho de excretas. Falleció en 1978 y su deceso fue lamentado oficialmente por decretos de duelo de la Cámara de Representantes y la Asamblea de Cundinamarca. Su nombre se recuerda en la escuela de Saname. Recibió el premio Manuel Forero de la Academia Nacional de Medicina.

Escribió numerosos artículos científicos, entre ellos: Tratamiento de la gangrena gaseosa por refrigeración prolongada, 1947; Trombosis en cirugía, 1953; e históricos: El genio y el teatro

de la guerra, 1974.

Maruja Rivas de Sanabria

Pantoja Maldonado, César Augusto (1904-1993) Profesor de Cirugía, académico, embajador, escritor

NACIÓ EN BARANOA, ATLÁNTICO. Hijo de Víctor Pantoja y Gloria Maldonado Gil. Se graduó de bachiller en la Escuela Normal de Institutores de Barranquilla. Viajó a Bogotá para ingresar en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Durante sus estudios obtuvo por concurso los cargos de monitor y después de preparador de Fisiología. Hizo su internado en el Hospital San Juan de Dios y recibió la medalla de oro al mejor estudiante. Su tesis, titulada Desequilibrios neuro-vegetativos y los cuadros médico quirúrgicos del aparato digestivo, fue laureada. Recibió su grado en 1935. Comenzó su residencia en el servicio de Cirugía del Hospital San Juan de Dios con el

profesor Juan N. Corpas. Luego viajó a Boston, en donde concluyó sus estudios de posgrado en el Hospital General de Massachusetts (1939-1940). Regresó a Bogotá y fue profesor de Patología Quirúrgica, Cirugía y Cancerología de su alma máter. Dirigió el Instituto Nacional de Rádium de 1944 a 1951. Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, y presidente y secretario perpetuo de la corporación. Profesor honorario de la Universidad del Cauca, profesor emérito de la Universidad Nacional (1966). Embajador de Colombia ante las Naciones Unidas (1962) y México (1966-1971). Condecorado con la Orden de Boyacá, la Gran Cruz Azteca y la Medalla de Esculapio de Francia. Fue director de la revista Tribuna Médica y escribió sobre temas de Oncología. Falleció en Bogotá. Su nombre se recuerda en el auditorio de la Academia Nacional de Medicina.

Pantoja M., César A., Desequilibrios neuro-vegetativos y los cuadros médico quirúrgicos

del aparato digestivo, tesis, Facultad de Medicina, Universidad Nacional, Bogotá, 1935.______ y A. Esguerra Gómez, Temas de Cancerología y Radioterapia, conferencias dictadas en el curso libre de Cancerología de 1945, Universidad Nacional, Instituto Nacional de Rádium, Bogotá, Minerva, 1946.


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Pardo Villalba, Guillermo (1917-ca. 1998) Profesor de Dermatología

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Juan Barriga y Atilia Villalba. Hizo su carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Algunos apuntes sobre el tratamiento de la psoriasis y se graduó de Doctor en 1944. De él, César Iván

Varela Hernández, M. D., informa: El doctor Guillermo Pardo Villalba fue fundador de la Sociedad de Dermatología, en aquel entonces Sociedad Colombiana de Dermatología y Sifilografía (1948), y su primer secretario. Siendo presidente de la asociación, se realizó el Primer Congreso Nacional de Dermatología (1960). También, en una comunicación de Guillermo Gutiérrez Aldana a Michel Faizal Geagea, jefe del Servicio de Dermatología y del Departamento de Medicina Interna, se ilustra la belleza de su obra: El profesor Guillermo Pardo Villalba, quien presenció en muchas ocasiones la elaboración de estas piezas, me contaba que el artista practicaba una limpieza estricta con antisépticos de la época, posteriormente les aplicaba una masilla en yeso que él mismo preparaba secretamente, la dejaba secar y la retiraba cuidadosamente. En ella se vertía la parafina de un color semejante al del paciente. Obtenida la mascarilla, la coloreaba delante del paciente con tinturas escogidas de acuerdo con

las características clínicas de la lesión seleccionada, dándole un realismo verdaderamente sorprendente. Las figuras así obtenidas las colocaban y fijaban en tablillas, las rotulaban, clasificaban y llevaban a vitrinas para su exhibición y docencia. Falleció en Bogotá.

Pardo Villalba, Guillermo, Algunos apuntes sobre tratamiento de la psoriasis, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, 1944. ______, A propósito de la hemiatrofia facial Heraldo Med, Bogotá, 1950; 8(118):19-22.______, Focos sépticos en Dermatología, Instantáneas Médicas, Bogotá, 1953; 7:19-26.______, Nieve carbónica y azufre en el tratamiento de la rosácea, Heraldo Med, Bogotá, 1950; 8(119)14-16.

Paredes Manrique, Raúl (1919-2014) Profesor de Semiología, decano

NACIÓ EN YAGUARA, HUILA, en el hogar de Pompilio Paredes Bonilla y Esther Manrique

Sánchez. Casado con Cecilia Hernández. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia. Hizo su carrera académica hasta llegar a titular de la cátedra de Semiología. Como decano de la Facultad de Medicina, realizó la reforma de los estudios médicos. Fue miembro de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, fundador y miembro del Consultorio de Especialistas y del Instituto Colombiano del Sistema Nervioso. Realizó el Estudio de Recursos Humanos para la Salud y la Educación Médica en Colombia, que debería servir de base para un Plan Nacional de Salud y de Educación Médica. El estudio se dividió en áreas de trabajo definidas por la lógica de la planificación en salud: población, mortalidad, morbilidad, recursos institucionales, recursos humanos, recursos socioeconómicos y educación médica. Algunos de los datos arrojados por el estudio fueron presentados en la Conferencia Nacional de Resultados del estudio, realizada en Bogotá en agosto de 1967: un

médico por cada 2.300 habitantes; nueve facultades de medicina (dos abiertas entre 1966 y 1967); 995 cupos de admisión para estudiantes; deserción estudiantil superior al 30%; aumento de la emigración de médicos; 74% de los médicos concentrados en las principales ciudades capitales; 28% de los médicos con formación de especialista; gastos anuales de $70.000 por estudiante de medicina de pregrado en toda la carrera. Paredes añadía: A esta cifra se deben agregar los gastos ocasionados por servicios generales de las universidades, los que dependen del sostenimiento de los hospitales universitarios y los gastos de sostenimiento de cada estudiante durante siete años. El Centro de Epidemiología Clínica de la Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia lleva su nombre.

Paredes Manrique, Raúl, Enfoques y problemas en educación básica, Rev Fac Med, Bogotá, 1985; 39(4):353-357.______, Síndromes ictéricos, Revista Trimestral

de la Cultura Moderna, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1948;

(11):235-249.


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______, Experimentación clínica en enfermedades del hígado, Rev Fac Med, Bogotá, 1951; 19(11):457-509.______, Reorientación de la educación médica en Colombia, Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, Bogotá, 1970.______, El proceso de urbanización y sus implicaciones en la salud, Bogotá, Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, 1969.______ y M Agualimpia, Estudio de recursos humanos para la salud y la educación médica en Colombia; métodos y resultados, Bogotá,

Ministerio de Salud Pública, 1970.______ y J. Camacho Gamba, Anemias, Rev Fac Med, Bogotá, 1958; 26 (10-11):593-597.______ et al., Medicina interna, Fernando Chalem Benattar et al. (eds.), Bogotá, Fundación Instituto de Reumatología e Inmunología, Norma, 1986.

Patiño Camargo, Luis (1891-1978) Médico, salubrista, humanista, profesor, naturalista y lingüista

NACIÓ EN IZA, BOYACÁ. Cursó sus estudios de secundaria en el Colegio de Sugamuxi, en Sogamoso, y los terminó, con honores, en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en Bogotá, ciudad donde inició el primer año de estudios de Jurisprudencia en la universidad rosarista. Posteriormente se decide por la Medicina e ingresa a estudiar en la Universidad Nacional de Colombia, en 1916, donde obtiene su grado como Doctor en Medicina y Cirugía en

el año de 1922, con la tesis laureada: Tifo negro o exantemático en Bogotá. Fue médico del Lazareto de Agua de Dios en 1923 y, desde este año a 1932, residió en Nueva York, en donde trabajó con la Fundación Rockefeller, y luego en Ocaña, Cúcuta y Venezuela, en campañas para erradicar el mosquito transmisor de la fiebre amarilla. Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional desde 1932, dictó las cátedras de Botánica y Zoología, Patología Tropical y Clínica Tropical. Su alma máter le confirió el título de profesor honorario en 1956; fue además director del Instituto de Investigaciones Federico Lleras Acosta, desde la muerte de este en 1938 hasta 1942, época en la que realizó importantes publicaciones sobre igualmente importantes temas de Medicina Tropical y Salud Pública como la fiebre amarilla, helmintiasis, protozoasis, artrópodos hematófagos, bartonellosis y riskettsias. Director de Salubridad Nacional y del Ministerio de Salud, se destacó por montar

hospitales de campaña y encargarse del sistema de sanidad en la guerra que enfrenta a Colombia contra el Perú en 1932 y 1933.

Fue fundador de la Organización Panamericana de la Salud y miembro de su consejo directivo. Miembro de la academias Nacional de Medicina, de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Real Sociedad de Medicina Tropical e Higiene de Londres y también de la Academia Colombiana de la Lengua. Recibió por su labor condecoraciones de los gobiernos de Perú y Cuba; el Gobierno Nacional lo condecoró con la Orden de Boyacá. Muere en Sogamoso, faltándole solo unos días para cumplir los 87 años de edad, en el año de 1978.

Publicó el famoso estudio La bartonelosis o fiebre verrrucosa del Guaitara, en el Departamento de Nariño, por el cual recibe una mención del presidente de la República, y numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, entre ellos, un trabajo sobre

Ricardo Franco, donde reivindica su importante papel en el descubrimiento de la transmisión de la fiebre amarilla en Muzo.

Abel Fernando Martínez Martín


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Pedraza Mendoza, Héctor (1903-1995) Profesor de Anatomía, académico

NACIÓ EN EL SOCORRO, SANTANDER. Hijo de Eugenio Pedraza Meléndez y doña Rosalina Mendoza M. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia en 1930. Viajó a Francia para especializarse en Anatomía, Ginecología y Pediatría en la Universidad de Lyon. Regresó a Bogotá y se vinculó al Departamento de Anatomía de su

alma máter, en donde enseñó entre 1934 y 1962. Prestó sus servicios como jefe de Protección Infantil de los ministerios de Trabajo, Higiene y Salud Pública desde 1939. También fue muy activo en la Cruz Roja Colombiana. Miembro de la Academia Nacional de Medicina y secretario y miembro honorario de la corporación. Miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina. Conformó la comisión que viajó a Charalá, Santander, para instalar el busto de Antonio Vargas Reyes donado por la Academia a la cuna del médico más importante del siglo XIX en Colombia. Fue un hombre culto, amable, que mereció siempre el respeto de quienes lo conocieron. Falleció en Bogotá.

Escribió sobre temas relacionados con la Anatomía, Pediatría, Puericultura, Enfermería y con la historia de la medicina. Fue autor de la guía para trabajos prácticos de Anatomía, sobre malformaciones congénitas, publicaciones históricas sobre los fundadores de la Facultad de

Medicina de la Universidad Nacional y un texto de Enfermería.

Pedraza M., Héctor, Monitor de anatomía: guía para los trabajos prácticos de anatomía descriptiva: Miembro superior, miembro inferior, paredes torácicas y abdominal, Bogotá, Tipografía Rojas, 1940.______, La enfermería en Colombia, Bogotá, Minerva, 1954.______, Los iniciadores de la Facultad de Medicina en Bogotá, Rev Fac Med, Bogotá, 1968; 36(1-4):41-54.

______, Principales anomalías musculares observadas en los anfiteatros de la facultad, Rev Fac Med, Bogotá 1934; 3(2):71-76.______, Un caso de aorta destrocárdica o enfermedad azul permanente, Rev Fac Med, Bogotá, 1935; 4(6):336-346.

Peralta Cayón, Rafael (1914-1988) Profesor de Ginecobstetricia

NACIÓ EN SANTA MARTA, COLOMBIA. Hijo de José Nicanor Peralta Caicedo y Hortensia Cayón. Casado con María Teresa Abello. Hizo sus estudios primarios en su ciudad natal, después fue a Medellín, en donde se recibió de bachiller. En 1932 comenzó sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional; fue monitor de Anatomía y después preparador de Anatomía Patológica (1936-1937). Fue interno de Clínica Semiológica, externo de Obstetricia (1938) e interno de Clínica Obstétrica (1939-1940). Sustentó su tesis Presentación de pelvis en Obstetricia: etiología, pronóstico y conducta, calificada meritoria, y recibió su grado de Doctor el 24 de octubre de 1940. Jefe de Clínica (1941-1944), profesor agregado desde 1953, encargado de la cátedra, miembro del consejo directivo de la Facultad (1960), fundador y director del Servicio de Maternidad de la Policía Nacional, médico tocólogo de la Caja Nacional de Previsión (1946-1950), miembro de la

Sociedad de Internos de los Hospitales de Bogotá (presidente de 1939 a 1940), miembro fundador de las sociedades Colombiana de Obstetricia y Ginecología, Médico Quirúrgica Lombana Barreneche, Médico Quirúrgica del Atlántico, Colegio Colombiano de Cirujanos, Colegio Médico de Cundinamarca, Academia Nacional de Medicina (1966), Federación Médica Colombiana (presidente en 1965), Federación Médica Peruana.

Recibió la Medalla de Oro del Internado (1938) y la Cruz de Esculapio (1966). Falleció en Bogotá. Autor de más de cien trabajos científicos relacionados con su especialidad y del libro Viajes culturales.

Peralta Cayón, Rafael, Viajes culturales: turismo, historia, arte y medicina, idioma castellano y sus barbarismos. 40 países extranjeros y Colombia en hechos y cifras. Ciudades capitales, especialidad Bogotá y Santa Marta. Intendencias y Comisarías, Bogotá,

Linotipia Bolívar, 1985.______, Pro-Santa Marta: Historia en pasado, presente y futuro.


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Pérez Gómez, Antonio María (1915-1982) Profesor de Urología y Ginecología

NACIÓ EN SOGAMOSO, BOYACÁ, el 28 de septiembre de 1915. Hijo del abogado Antonio Pérez Gutiérrez y María Gómez Melendes. Casado con Lucía Arciniegas Angueira. Hizo estudios secundarios en el Colegio de San Bartolomé y recibió el diploma bachiller en 1933. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y durante los estudios fue preparador por concurso de Anatomía descriptiva (1937, 1939), preparador de Técnica Quirúrgica por concurso (1938), externo por

concurso de cátedra de Clínica Médica, interno por concurso de Clínica Urológica (1940), interno por concurso y residente de Cirugía de Urgencia, en el Hospital San Juan de Dios (1941). Sustentó su tesis Quimioterapia intraglandular de la prostatitis crónica y obtuvo el título de Médico y Cirujano en 1941. Hizo su medicatura rural en varios municipios de Boyacá. Fue director de Higiene en varios municipios de Boyacá (1941-1942). Comenzó su internado en el Hospital San Juan de Dios. Ganó por concurso el cargo de jefe de trabajos de la cátedra de Técnica-Quirúrgica (1943-1944). Jefe de Clínica Urológica en el San Juan de Dios; profesor de Técnica Quirúrgica, profesor agregado de Técnica Quirúrgica por concurso (1950-1959), profesor de Clínica Urológica (1959-1961) en la Universidad Nacional; jefe de Clínica Urológica del San Juan de Dios (1953-1956). Fue médico del Instituto del Seguro Social por 22 años y ejerció como urólogo independiente de 1941 a

1981. Presentó el trabajo para promoción de profesor de Tratamiento Quirúrgico de las fimosis acentuadas o inflamatorias y fue designado profesor agregado de Urología. Escribió varios trabajos relacionados con su especialidad.

Una vez, en una demostración de una prostatectomía transvesical, insistió en la necesidad de llenar la vejiga antes de incidirla para llegar a la glándula, pues, de lo contrario, se podía incidir el intestino y prolongar la operación. Como en toda buena demostración quirúrgica, eso fue lo que ocurrió, afortunadamente sin consecuencias para el enfermo. Miembro de la Sociedad Colombiana de Urología, Sociedad de Venereología y Sifilografía, Sociedad Americana de Cirugía.

Pérez Gómez, Antonio M., Quimioterapia intraglandular de la prostatitis crónica, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, 1941. ______, Resultados de la nefrectomía en la tuberculosis

renal, Rev Fac Med, Bogotá, 1958; 26:(9):371-384.______, Inyecciones intraprostáticas con los nuevos antibióticos, Rev Fac Med, Bogotá, 1955; 23:(9):771-781. ______, Nuevo tratamiento quirúrgico de las fimosis acentuadas o inflamatorias: Técnica original, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, ca. 1940.


Piñeros Yori, Héctor (1927-2003) Profesor de Ortopedia y Traumatología

NACIÓ EN BOGOTÁ, Hijo del Dr. Juan Ramón Piñeros y Herminia Yori. Estuvo casado con Elvira Camacho. Padre de los Drs. Juan Alberto Piñeros Camacho, ortopedista, Juan Mauricio, anestesiólogo, y María Elvira.

Hizo sus estudios en el Colegio San Bartolomé la Merced; después de recibir su cartón de bachiller, ingresó a la Facultad de Medicina de

la Universidad Nacional en donde se recibió de Médico Cirujano en 1953. Hizo su año de servicio obligatorio de medicina rural en Guateque, Boyacá, en el bellísimo valle de Tenza, en donde ejerció su padre. Comenzó su especialización haciendo su internado en el Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital San Juan de Dios, en Bogotá. Trabajó en el servicio de Urgencias, donde adquirió una gran experiencia con lesiones traumáticas. Viajó a Nueva York para adelantar estudios de su especialidad en el Hospital San Vicente, de Staten Island, Nueva York, y de Santa Clara, en Manhattan. Volvió a Bogotá y se vinculó a su alma máter, en donde hizo su carrera académica hasta llegar a ser jefe del servicio, profesor titular de la materia, y jefe del Departamento Quirúrgico. Allí permaneció durante más de tres décadas. Perteneció a la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología, a la Sociedad de Cirugía de la Mano y a la Asociación de Profesores de la Universidad

Nacional. Escribió sobre temas de su especialidad. Falleció en Bogotá.


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Piñeros Corpas, Jorge (1927) Profesor de Medicina

Nació en Bogotá. Hijo de Joaquín Piñeros Almonacid y Lola Corpas Villamizar. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia y se graduó con honores en 1948. Ganó por concurso de oposición el cargo de jefe de Clínica Semiológica del Servicio del Dr. Tulio Forero Villaveces en el Hospital Universitario San Juan de Dios de Bogotá (1951-1954). Profesor agregado por concurso de su especialidad y asociado de Medicina Interna (1959-1964), director del Departamento de

Fisiología (1964), profesor de Farmacología de la Universidad del Rosario (1966-1967), director del Departamento de Medicina Interna del Hospital de la Policía Nacional (1954-1957), fundador y rector de la Escuela de Medicina Juan N. Corpas (1975), fundador y director de la Clínica Juan N. Corpas (1971). Ha escrito sobre diversos temas de Semiología, Fisiología y Farmacología Vegetal. Su texto de Semiología lleva varias ediciones. Miembro de la Academia Nacional de Medicina.

Piñeros Corpas, Jorge, Fisiología de los sistemas de regulación, Barcelona, Editorial Científico-Médica, 1958.______, Clínica semiológica (2 ed.), Barcelona, Editorial Científico-Médica, 1962.______, Casuística clínica homeopática: Ordenada por sistemas orgánicos, Bogotá, Fondo Editorial Universitario, Escuela de Medicina Juan N. Corpas, 1987.______, Introducción a la medicina no tradicional, Bogotá, Fondo Editorial

Universitario, Escuela de Medicina Juan N. Corpas, 1987.______, H. García Barriga y E. Montaña Barrera, Extractos naturales de plantas medicinales: Concepto, preparación y usos, Bogotá, Fondo Editorial Universitario, Escuela de Medicina Juan N. Corpas, 1988.______ y H. F. Puerta, Industrialización de la flora medicinal colombiana: Posibilidades, perspectivas, proyecciones en la economía nacional, Bogotá, Fondo Editorial Universitario, Escuela de Medicina Juan N. Corpas, 1989.______ et al., Plantas medicinales (compendio de farmacología vegetal), Bogotá, Fondo Editorial Universitario, Escuela de Medicina Juan N. Corpas, 1992.

Piñeros Suárez, Luis (ca. 1905-?) Profesor de Cirugía, Político

NACIÓ EN BELÉN, BOYACÁ. Hermano de Gabriel, distinguido oficial del Ejército, y de

Ignacio, ganador del Premio Nacional de Ingeniería de Colombia. Casado con Helena Rocha Vargas. Padre de Monseñor Fernando P. R., y de Luis y Clemencia. Cursó sus estudios en el Colegio Boyacá de la ciudad de Tunja en donde recibió su diploma de bachiller. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Obtuvo el cargo de preparador del laboratorio de Histología, por concurso (1919-1920); practicante externo (1921), practicante interno de la Clínica Quirúrgica (1922), interno del servicio de Órganos de los Sentidos del Hospital San Juan de Dios. Sustentó su tesis Oclusión intestinal aguda y su tratamiento quirúrgico y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1923.

Hizo su carrera académica en la Universidad Nacional de Colombia y en el Hospital San Juan de Dios: allí fue jefe de Clínica Quirúrgica, con el profesor Pompilio Martínez (1924-1925), jefe del servicio de Urgencias y residente de turno (1924-1925), profesor agregado de Cirugía

(1939), profesor de Patología Quirúrgica (1940-1942), encargado de la cátedra (1943-1944). Ascendió hasta profesor de una de las cátedras de Cirugía. Fue cirujano del Hospital de la Misericordia, de la Clínica San Rafael, del Hospital San Juan de Dios, de la Caja Nacional de Previsión y de la Clínica Marly. Profesor de la Escuela de Enfermeras en la Facultad de Medicina, fundada en 1925. Era un hombre alto, elegante, interesado en su profesión y en transmitir los conocimientos a sus alumnos. Miembro de la Sociedad Médico Quirúrgica, de la Asociación Colombiana de Cirujanos, fundador del Colegio de Cirujanos de Colombia. Fue elegido al cabildo de la capital y presidió el Concejo de Bogotá en 1948, donde falleció. Escribió sobre temas de su especialidad: cáncer del páncreas, apendicitis agudas en los niños.

Piñeros Suárez, Luis, Oclusión intestinal aguda y su tratamiento quirúrgico, tesis para el

doctorado en Medicina, Bogotá, Minerva, 1923.

______, Cáncer del páncreas, Rev Fac Med, Bogotá, 1946; 15(40):226-242.______, Algunas observaciones sobre la apendicitis aguda en los niños, Rev Fac Med, Bogotá, 1940; 8(9):483-501.


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Plata Rueda, Ernesto (1924-1992) Profesor de Pediatría

NACIÓ EN EL SOCORRO, SANTANDER. Hijo de José Plata y María Rueda. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y recibió su grado de Doctor en 1948. Hizo su carrera académica en su alma máter y en el Hospital de la Misericordia, en donde fue

jefe de Clínica, profesor agregado y titular de la cátedra. Además de ser un excelente docente era una persona muy gentil y fue muy querida por sus numerosísimos pacientes y familiares, para quienes tuvo siempre una frase amable. El artículo histórico publicado por la Asociación Farmacéutica Colombiana (Afridro) sobre el arte de curar, dice: Para los años cincuenta la pediatría había girado 180 grados respecto a las gastroenteritis: se centraba sobre la fisiopatología del proceso más que sobre el agente etiológico y el tratamiento en la rápida rehidratación parenteral con soluciones electrolíticas, enfoque que permitió reducir drásticamente la mortalidad infantil. Líder indiscutible de estos manejos fue el doctor Ernesto Plata Rueda. Fue autor de un gran número de publicaciones relacionadas con su especialidad y algunos de sus libros tuvieron múltiples ediciones. Condecorado con Orden al Mérito en el Grado de Gran Cruz. Falleció en Bogotá en 1992. La Sociedad Colombiana de

Pediatría honró su memoria al designar con su nombre el Congreso de Pediatría de 1993.

Plata Rueda, Ernesto, La entrevista en pediatría: Recopilación y selección de las cartas pediátricas, Francisco J. Leal Quevedo (comp.), Bogotá, Editorial Médica Internacional, 1996.______, Preguntas de madres (3 ed.), Bogotá, Editorial Médica Panamericana, 1989.______, Pediatría para el médico latinoamericano, memorias Congreso Colombiano de Pediatría Ernesto Plata Rueda, Santafé de Bogotá, Sociedad Colombiana de Pediatría, Regional Bogotá, 1993.

______ y A. Amaris Mora, Pediatría práctica, Bogotá, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 1975.______ y F. J. Leal Quevedo, El pediatra eficiente (6 ed.), Bogotá, Editorial Médica Panamericana, 2002.______, F. J. Leal Quevedo y Juan Mendoza Vega (comps.), Hacia una medicina más

humana, Santafé de Bogotá, Editorial Médica Panamericana, 1997.

Quintero Gómez, Tomás (1897-1971) Profesor de Patología, endocrinólogo, político

NACIÓ EN PALMIRA, VALLE. Hijo del general Tomás Quintero y de Eufemia Gómez. Casado con María Cuéllar Balén. Estudió en el Colegio de Santa Librada, en Cali. Se trasladó a Bogotá al Colegio del Rosario y más tarde recibió su título de bachiller en el Colegio Restrepo Mejía (1918). Viajó a España para estudiar en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid, donde sustentó su tesis Contribución a la campaña antipalúdica en España y recibió su grado de Doctor en 1928. Adelantó estudios de posgrado en la Universidad de París (1929-1930). Posteriormente, estuvo en las universidades John Hopkins, de Baltimore, y Columbia, de Nueva York, en donde se especializó en

Endocrinología (1939-1940). En 1930 regresó a su ciudad natal y fue médico oficial de Palmira y médico jefe de la consulta de la Policía Nacional (1937). Se radicó en Bogotá, en donde fue profesor titular de Biología y de Patología General para la Facultad de Medicina y la Facultad de Farmacia (1940). Ejerció la endocrinología en su consultorio particular. En 1932 fue elegido a la Cámara de Representantes por el Valle del Cauca. Escribió sobre temas de su especialidad: pubertad, bocios simples, hormonas y vitaminas, hiperpituitarismos, hormonas corticorrenales, y participó en numerosos congresos internacionales como delegado de Colombia. Miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Endocrinología. Falleció en Bogotá.


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Quintero Esguerra, Jaime (1920-2009) Profesor de Ortopedia Infantil

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Arcadio Quintero Peña y Magdalena Esguerra. Casado con Lucía Laverde Duffo. Estudios secundarios en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá. Médico de la Universidad Nacional de la promoción de 1943. Sustentó su tesis La fractura de Poteau- Colles. Hizo su internado en el servicio de Ortopedia de la Clínica Central, fue asistente del profesor Agustín Arango Sanín (1944-1946). Estudios de posgrado en el Departamento de Ortopedia, Instituto de Cirugía de Aedo y en el Servicio de Ortopedia Pediátrica, Hospital de la Sala Cuna, Buenos Aires, Argentina (1946-1947). A su regreso a Bogotá fue nombrado jefe de Clínica Ortopédica Infantil de la Facultad de Medicina, Universidad Nacional, Hospital de la Misericordia (1948-1950). Continuó su carrera

académica ascendiendo a profesor agregado, asociado y titular de Cirugía Ortopédica (1967-1972) y profesor honorario (1974). Ex presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Traumatología Médicas, de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, de la junta directiva Centro Hospitalario San Juan de Dios y del Colegio Colombiano de Cirujanos. Miembro honorario de la Sociedad Latino-Americana de Ortopedia y Traumatología y de las sociedades Argentina, Chilena, Salvadoreña, y correspondiente de las sociedades del Brasil, Estados Unidos, México y Perú.

Publicaciones y/o trabajos científicos presentados en congresos nacionales e internacionales sobre los siguientes temas: fractura de Poteau-Colles; técnica de enclavijamiento de la cabeza femoral con el clavo de Smith-Petwsen (en asocio con el profesor Agustín Arango); complicaciones arteriales y nerviosas en las fracturas del

miembro superior; conceptos actuales sobre tuberculosis osteoarticular; introducción al estudio de la escoliosis idiopática; consideraciones sobre clasificación y nomenclatura de los tumores primitivos de los huesos; artrografía en la luxación congénita de la cadera; tratamiento de la poliomielitis en el período agudo; observaciones clínicas sobre un nuevo relajante muscular; tratamiento quirúrgico de la luxación congénita de cadera; artroplastias; enclavijamiento intramedular en las fracturas; organización de una clínica ortopédica y de traumatología (Seguros Sociales); acción tisular local de los glucocorticoides; acción local de hexecetonida de triamcinolona en algunas formas de fibrositis; luxación congénita simultánea de

caderas y rodillas (tratamiento quirúrgico precoz); lesiones traumáticas de los meniscos de la rodilla; sinovitis plúmbica y saturnismo por proyectiles intraarticulares; osteocondromatosis

sinovial; sinovitis vellosa nodular pigmentada; rótula luxable; condromalacia patelar; realineamiento del aparato extensor de la rodilla; escoliosis (trabajo para promoción profesor titular); afecciones de la rótula en relación con las lesiones congénitas del cuádriceps; dolor lumbar y postura; el futuro de la SLAOT y de la cirugía ortopédica en América Latina, un nuevo estilo en la medicina. Condecorado con la medalla de Profesor de la Universidad Nacional.


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Ramírez Merchán, Rafael (1913-1986) Profesor de Obstetricia, médico militar

NACIÓ EN PAMPLONA, NORTE DE SANTANDER. Estudió en la Facultad de

Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Fue practicante externo de Clínica Infantil en 1937 y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1938. Interno del Hospital San José de Bogotá (1939-1940), laboratorista interno del Frenocomio de Mujeres (1940-1941), inició su carrera académica como practicante interno de Clínica Obstétrica en 1941. Ingresó en la Sanidad Militar en 1941 como subteniente médico. Defendió su tesis Tratamiento de las septicemias puerperales por inmunotransfusión y se graduó con honores en 1942. Continuó su especialización en Obstetricia en el Hospital San Juan de Dios y fue jefe de Clínica del profesor Víctor Rodríguez Aponte (1943-1944), profesor agregado de Obstetricia (1948-1952) y titular de la cátedra (1962-1970) de su alma máter. En colaboración con el profesor López Escobar inició el programa de entrenamiento en Ginecobstetricia en el Instituto Materno Infantil. El Dr. Ramírez Merchán fue uno de los tres

profesores médicos militares que acudían a las clases en uniforme. Los otros dos eran Hernando Latorre y Fernando Mera González, los tres llegaron a ser coroneles. De acuerdo con Fernando Sánchez Torres: Ramírez Merchán fue heredero y mantenedor de la tradicional escuela obstétrica francesa. Empero, cuando entre nosotros fue abriéndose paso el influjo de la escuela anglosajona, no se comportó como un opositor sino que se adaptó a lo bueno que ella aportaba, sin despojarse ni renegar de las enseñanzas de sus maestros. No se amilanó frente al cambio y supo contemporizar con él, contribuyendo como directivo a modificar los pénsumes teórico- prácticos, adecuándolos a la hora. Retirado de la cátedra contra su voluntad, en virtud de disposiciones que obligan a ello cuando se ha alcanzado la edad de retiro forzoso, siguió asistiendo al Instituto Materno Infantil en calidad de consejero y asesor.

Fue miembro fundador de la Sociedad de Pediatría y Puericultura, de la Sociedad de

Obstetricia de Colombia, corporación que presidió (1950-1951) y fundó y dirigió la primera revista de dicha entidad. Socio de la Federación Médica Colombiana y de la Asociación Colombiana de Cirujanos. Condecorado con la Orden al Mérito Sanitario Fernández Madrid. Falleció en Bogotá en 1986. Fue autor de numerosos trabajos científicos, de una técnica original para la aplicación del fórceps y presidió un número considerable de tesis de su especialidad.

Reyes García, Gonzalo (1897-1991) Profesor de Dermatología, académico

NACIÓ EN SOGAMOSO, hijo de Juan Bautista Reyes Melgarejo, uno de los descendientes de Juan José Reyes, a quien Simón Bolívar llamó El general patria por su heroísmo en la batalla de los Corrales de Gámeza, y de Elisa García Medina. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis

Influencia de los rayos solares en Bogotá sobre el bacilo diftérico de Klebs Loffler y recibió su diploma de Doctor en Medicina y Cirugía en 1915. Inició su ejercicio profesional como médico escolar de Cundinamarca y después en El Espinal, Tolima. Viajó a Francia para especializarse en Dermatología en la Universidad de París. Regresó a Bogotá en 1930 y fue nombrado jefe de Clínica Dermatológica del Hospital San Juan de Dios. Trabajó en la consulta externa de Dermatología del Instituto de Rádium, fue profesor auxiliar de Dermatología de su alma máter y ganó el concurso para profesor titular de dicha cátedra en 1935, hasta 1962, cuando fue designado profesor honorario.

Miembro fundador de la Sociedad Colombiana de Dermatología y de la Academia Nacional de Medicina, en donde sirvió como tesorero y vicepresidente; en 1978 fue miembro honorario de la corporación. Perteneció también a la Federación Médica Colombiana. Recibió la

Medalla del Mérito de la Universidad Nacional. Escribió sobre temas de su especialidad: Curso de clínica dermatológica; Tratamiento fisioterápico de las dermatosis; Úlceras de los miembros inferiores, y la biografía de Gabriel J. Castañeda. Falleció en Bogotá.

Reyes García, Gonzalo, Influencia de los rayos solares en Bogotá sobre el bacilo diftérico de Klebs Loffler, Bogotá, Ed. Santa Fé, 1925.

______, Úlceras de los miembros inferiores, Bogotá, ABC.


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Rico Tejada, Edmundo (1899-1966) Precursor de la Psiquiatría en Colombia

NACIÓ EN EL VALLE DE IRACA DE

SOGAMOSO, en el verde altiplano andino colombiano. Hijo del también médico Abel de J. Rico. Su primaria la estudió en el Colegio de Sugamuxi y luego hizo sus estudios de bachillerato en Bogotá, en el Colegio del Rosario. En 1917, inició en la capital colombiana sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, los que culmina en 1926, graduándose con la tesis La rabia en Colombia. Después de graduarse como Doctor en Medicina y Cirugía, viajó a París, donde permaneció durante tres años, durante los cuales cursa sus estudios de especialización en Clínica Médica y en Psiquiatría. A su regreso al país, inició su carrera docente como profesor de Clínica Médica y de Psiquiatría en la Universidad Nacional, que le otorga el título de profesor honorario. Ejerció también la docencia en las facultades de Derecho del Externado de Colombia y de la Universidad Nacional y fue fundador de la revista Anales Neuropsiquiátricos, la primera publicación de su

género en el país, cuyo primer número apareció en septiembre de 1942. Fue también miembro de la Academia Nacional de Medicina y fundador y presidente de varias sociedades médicas, escritor y columnista destacado, polémico y combativo, siendo muy famosa su columna Balanza del Caduceo del diario El Tiempo.

Representante a la Cámara por Boyacá (1936 y 1943), fue director del Manicomio de Mujeres, donde aplicó sus conocimientos profesionales, alejado del Psicoanálisis y muy influenciado por la Clínica Francesa, en donde se formó, hasta el año de 1950; también fue director de otras instituciones psiquiátricas, como la Clínica de Nuestra Señora de la Paz de los Hermanos Hospitalarios y el Manicomio de Sibaté. Falleció en Bogotá en 1966, a los 67 años de edad y, por voluntad póstuma, fue enterrado en su finca La Esperanza, en el Valle de Iraca, que lo vio nacer. Escribió frecuentemente sobre temas psiquiátricos e históricos y editó varios

libros: Felipe II ante la Psiquiatría (1945); La eutanasia del doctor Reverend; Psicopatología del Suicidio (1949); De la marihuana y otros tóxicos; El problema de las parafrenias (1953); Psicoanálisis y psiquiatría; Biología de amores; Del síndrome maniaco (1958); Un caso de locura dual; Encefalitis psicósica aguda azotémica (1959), y Tratamiento de las depresiones con Tofranil (1960), entre otros.

Abel Fernando Martínez

Ríos Ruiz, Aníbal (1926) Profesor de Medicina Interna

NACIÓ EN LORICA (CÓRDOBA) en el hogar de don Aníbal Ríos Doria y doña Ana María Ruiz de Ríos. Casado con la eminente neuróloga doctora Lucía Parra de Ríos. Cursó sus estudios de humanidades en el Colegio Departamental de Bachillerato, anexo a la Universidad de Cartagena, en donde obtuvo su diploma en 1945. Ingresó a la Facultad de Medicina de

Universidad Nacional de Colombia, donde sustentó su tesis Angiocardiografía y obtuvo con mención honorífica en primera categoría el grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1953. Se radicó en Bogotá e inició su ejercicio profesional y su carrera académica como docente de la Facultad de Medicina de la Uni- versidad Nacional de Colombia (1952-1992). Durante ese período fue jefe de Clínica (1954-1959), instructor asistente de Medicina Interna y profesor asociado de la Sección de Medicina Interna de tiempo completo 1961-1992). Durante cuarenta años de docencia se destacó por sus elevados conocimientos, su capacidad para enseñar y la certeza de sus diagnósticos. En esta universidad, también fue profesor emérito, profesor honorario y profesor especial (1993-1998). Miembro Ho- norario de la Sociedad Colombiana de Cardiología y miembro de la Asociación Colombiana de Medicina Interna.

Ríos Ruiz, Aníbal, Endocarditis bacteriana, Rev

Acta Méd Col, julio-agosto 1987.______ y Pablo Latorre, Dimensión de la ecocardiografía, modo M, bidimensional y doppler en la enfermedad pulmonar obstructiva

crónica.______, Fernando Chalem, Víctor Jiménez y Hernando Rocha, Fiebre reumática, Rev Fac de Med, Universidad Nacional de

Colombia, abril-junio, 1971, 37:121.


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Rodríguez Jiménez, Rafael Martín (1898-1978) Profesor de Medicina

NACIÓ EN BOGOTÁ EL 11 de noviembre de 1898 en el hogar de Rafael María Rodríguez Delgado y María Helena Jiménez Sánchez.

Casado con Mariela Cualla Neira. Padre del Dr. Norman, eminente fisiatra, Gloria Helena y María Victoria. Fue alumno del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en donde recibió su diploma en 1919. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (1923). Hizo su carrera académica en su alma máter y en el Hospital San Juan de Dios: practicante externo (1922-1923), interno (1923-1924), jefe de Cínica Semiológica (1930-1935), profesor agregado (1935-1951), titular (1952-1961) y honorario (1962). Miembro de jurado de tesis (1942-1943), profesor de Patología Interna (1939-1946), de Clínica Médica (1947-1961), de Estomatología (1935).

Viajó a Europa para hacer estudios de posgrado en el Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo (1936-1937); Universidad de París: Medicina Colonial, Curso de Simpaticología, Cardiólogo, Curso de Higiene. Estudios en Francia entre 1937 y 1939. Fuera de la

Universidad Nacional, fue interno de guardia del Hospital San José (1925-26); Protección Infantil Municipal (1930-1932); Beneficencia de Cundinamarca, Hospicio y Asilo de Mendigos en Sibaté (1939-1969); Escuela de Enfermeras de la Universidad Nacional (1944); Caja de Previsión (1953-1954); Hospital de la Policía (1956-1957); Instituto Colombiano de Seguros Sociales (1948-1969); Panamerican Life Insurance (1953-1954); Caja de Previsión Social, Universidad Nacional (1952-1962).

Perteneció a la Sociedad Médico Quirúrgica de varios hospitales, a la Sociedad de Pediatría (1931), a la Academia Médica Germano-Ibero-Americana (1937), a la Sociedad Colombiana de Medicina Interna, a la Federación Médica Colombiana, e hizo parte de la junta directiva de Asmedas (1960). Fue condecorado por la Beneficencia de Cundinamarca (1959), por la Federación Médica Colombiana: Federado Distinguido, y por el Instituto de los Seguros Sociales: Escudo 20 Años de Servicio. Falleció

en Bogotá 24 de mayo de 1978. Entre sus escritos, aparecen: La espiroquetosis bronquial, causa de error en el diagnóstico de la tuberculosis, tesis de grado, 1926; La parálisis infantil. Repertorio de medicina y cirugía, 1930-1931; En torno del sarampión, Rev Fac Med, UN, 1939; Nuevos conceptos sobre el reumatismo articular agudo, Rev Fac Med, UN; Patología interna (Conferencias), 1945.

Normán Rodríguez Cualla

Rueda Montaña, Guillermo (1923-1998) Médico Cardiocirujano, académico, presidente de la Cruz Roja Colombiana

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo del profesor Manuel Antonio Rueda Vargas, especialista en Ortopedia y Cirugía Infantil, y de la señora María Montaña. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, donde recibió su grado en 1946. Hizo su internado e inició su residencia en el Hospital San José de

Bogotá (1946-1948). Viajó a Boston y continuó su especialización en el Overholt Thoracic Clinic de esa ciudad (1950-1952). Regresó a Bogotá y fue nombrado profesor de Técnica Quirúrgica de su alma máter y de Cirugía Cardiovascular de la Universidad del Rosario (1951- 1957). Fue decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Rosario y decano de posgrados del Hospital Militar Central. Rector de la Universidad Nacional.

Miembro de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la corporación (1975), miembro honorario (1985), Doctor Honoris Causa de la Universidad del Rosario, director de los hospitales San José, La Misericordia y del Seguro Social. Presidente de la Sociedad de Cirugía y de la Cruz Roja durante más de 20 años. Condecorado con la Cruz de Boyacá, la Orden de Boyacá, la Orden Cristóbal Colón de la República Dominicana, la Medalla August Pinau de la Cruz Roja de Venezuela, la Gran Placa de Honor y Mérito de España y la Medalla

Henri Dunant de la Cruz Roja Internacional (a título póstumo 1999). Falleció en el Pabellón Fundadores del Hospital San José de Bogotá, en 1998. La Reina Sofía de España otorgó la Gran Placa de Honor y Mérito al doctor Guillermo Rueda Montaña, máximo galardón de la Cruz Roja Española.

Escribió sobre Cirugía Cardiovascular en el Hospital San José y sobre tratamiento de la estenosis mitral, análisis de la historia clínica de veinte casos (1956). Se refería a la técnica digital de ruptura de las valvas de la válvula mitral, uno de cuyos casos fue presenciado por este autor.


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Sabogal Melgarejo, Ernesto (1924-1989)

Profesor de Pediatría

NACIÓ EN CHIPAQUE, CUNDINAMARCA, el 24 de marzo de 1989. Sus padres fueron José Eduardo Sabogal y Matilde Melgarejo. Casado con Clarita Gómez. Recibió su título de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (1950); al año siguiente inició el internado en Pediatría. Jefe de Clínica Pediátrica en el Hospital de la Misericordia y luego adjunto de la misma cátedra en el servicio del profesor Calixto Torres Umaña, del desaparecido Hospital Infantil Universitario Lorencita Villegas de Santos.

Por su vocación de pedagogo, en el año de 1964, cuando se creó Ascofame, le fue reconocido el título de pediatra. Fue jefe del Servicio de Lactantes del Hospital Infantil Universitario Lorencita Villegas de Santos y, posteriormente, profesor titular de la cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de la

Pontificia Universidad Javeriana, de Bogotá, y de la Universidad de Nuestra Señora del Rosario. Ejerció en el Servicio de Nefrología del Hospital Infantil de Ciudad de México y fue presidente (1967-1968) de la Sociedad Colombiana de Pediatría, Bogotá. Sus conocimientos firmes y aferrados a los adelantos de la Pediatría moderna le permitieron transmitir, sin egoísmo, a quienes tuvieron la oportunidad excepcional de ser sus discípulos, aquella información y aquellos trucos frutos de su amplia experiencia personal, para darle solución radical a los apuros clínicos y terapéuticos.

Por su convicción y por su calidad de vida fue una persona íntegra. Por la búsqueda constante de un antídoto contra el dolor físico y psíquico del niño, fue fiel a sus propósitos, por su vocación y por su determinación hacia la erradicación de la enfermedad, tuvo fe en sus conocimientos. Miembro de la Academia Colombiana de Pediatría y Puericultura y de la

Sociedad Colombiana de Pediatría. Falleció en Bogotá el 24 de marzo de 1989.

Fue autor de algunos trabajos, entre ellos: Relación entre enfermedad espasmódica del estómago y reflujo gastroesofágico en niños, Rev Col Ped Puer, Bogotá, 1986; 37(2):21-26; y con G. Morillo, Hiperostosis cortical infantil o enfermedad de Caffey de Toni, presentación de dos casos encontrados en Colombia y revisión de la literatura, Rev So Col Ped Pueric, Bogotá, 1964; 5(4)

Victor Manuel Méndez G.

Salazar Sánchez, Augusto (1921) Profesor de Clínica Quirúrgica

NACIÓ EN BOGOTÁ, en junio de 1921. Hijo de Pedro Salazar Mora y Emma Sánchez de Salazar. Cursó estudios primarios y de bachillerato en la Escuela Normal de Tunja; los estudios médicos los efectuó en la Universidad Nacional, a la cual ingresó en 1940, haciendo

parte de la primera promoción de bachilleres cuyo ingreso a la Universidad se hizo mediante el sistema de concurso. Por este estrecho camino, accedió a los cargos de interno de Clínica Quirúrgica, jefe en dos períodos consecutivos y, finalmente, profesor agregado. Con este título, en 1950 enseñó Patología Quirúrgica y posteriormente ocupó el cargo de profesor de Clínica Quirúrgica en el Hospital San Juan de Dios. Ha asistido a los numerosos congresos de Gastroenterología que se celebran en el país y llevó la representación de Colombia en los congresos de esta especialidad en la Habana en 1956 y Nueva York en 1962.

Es miembro honorario de la Sociedad de Gastroenterología, Fellow del International College of Surgeons y miembro del Archivum Internationale Gastroenterologiae. Retirado de la actividad quirúrgica, ejerce la gastroenterología clínica y en sus ratos de ocio plasma sus ensueños pintando al óleo o a la acuarela, en la muy grata compañía de varios

colegas que se dedican a estos menesteres.

Su obra Científica fue publicada en las revistas médicas que circularon en Bogotá en la segunda mitad del siglo XX (Revista de la Facultad de Medicina; Medicina y Ciencias Afines; Heraldo Médico; Tribuna Médica), así como Temas escogidos de Gastroenterología, libro que edita anualmente la Asociación Colombiana de esta especialidad. De ella, pueden mencionarse algunos títulos. Pre y post-operatorio en cirugía gástrica; Los tumores abdominales (Estudio presentado para acceder al profesorado); Úlcera marginal; Estudio de las hernias; Linfangioma de la región lateral del cuello; Las fístulas cecales; El síndrome post-colecistectomia; Estudio del ulceroso péptico en el ICSS; Las colitis en Bogotá. Y en la revista de la Faculta de Medicina: Infestación por endolimax nana, 1957; 25 (5-8):214-218; Estudio de las hernias, 1954; 22 (11-12):475-485; Los tumores abdominales, 1953; 21(11-12):393- 475; Diverticulosis del colon, 1949; 18(2):87-91;

Apendicitis retro-cecal, 1948; 17(1):38-41; Algunas hernias abdominales anteriores, 1947; 15(11):706-718 [i.e. p.728-735].

Nelsón Varón Correal


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Salgar Ortiz, Luis María (1903-1986) Profesor de Medicina

NACIÓ EN BOGOTÁ el 30 de junio 1903. Fueron sus padres el profesor Abraham Salgar A. y María del Carmen Ortiz. Contrajo matrimonio con Emma Amaya (1931). Cursó sus estudios primarios en el Liceo Henry IV de París (1910-1914), e inició los secundarios en Londres hasta 1921, cuando regresó a Bogotá para homologar título de bachiller en el Instituto

de la Salle. Inició sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, donde defendió su tesis Algunas consideraciones sobre la luxación del hombro y diferentes procedimientos de reducción, graduándose de Médico Cirujano el 30 de junio de 1928. Trabajo para Agregación: Aplicación terapéutica de la ionización al cobre en el tratamiento de las úlceras genitales en el hombre. Era conocido entre sus discípulos y condiscípulos como El coleguita, sobrenombre heredado de su padre Abraham, a quien llamaban El colega, por su trato amable, sencillo, cordial y amistoso. Fue practicante interno en el Servicio de Clínica Interna y Enfermedades Tropicales (1927) y de Clínica Quirúrgica y Ortopedia (1927), por concurso, Hospital de San Juan de Dios; interno en el Servicio de Clínica Quirúrgica e Interna (1928), por concurso, y practicante interno, en el Hospital de la Misericordia, en las clínicas Médica y Quirúrgica (1932-1934).

Viajó a Estados Unidos para hacer estudios de posgrado en el Policlínico y Hospital de la Universidad de Nueva York, donde fue asistente del Servicio de Clínicas Generales, Medicina y Cirugía (1933-1934). Regresó a Bogotá y prestó sus servicios al Hospital San Juan de Dios, como jefe de Clínica Terapéutica del Prof. Abraham Salgar, por concurso (1936); Escuela de Farmacia UN, profesor de Farmacodinamia (1936); encargado de la cátedra de Biología en la Escuela de Farmacología y Farmacia (1938); profesor agregado en ejercicio de Clínica Terapéutica (1940), por concurso (1939); agregado encargado de la Cátedra de Terapéutica (1942) y del curso de Clínica Terapéutica (1945); profesor de Terapéutica, Hermanas de la Presentación (1943); en la Facultad de Odontología Universidad Nacional, profesor encargado de la cátedra de Materia Médica y Terapéutica, por más de 20 años (1960); titular de la cátedra de Clínica Terapéutica (1948), y honorario de la cátedra de

Clínica (1962). Labor docente desde el año 1939 hasta 1962 (23 años). Estudió y corrigió 129 (1942) y 80 tesis como juez permanente (1947). Falleció el 5 de julio 1986.

Jaime Salgar Amaya, MD

Sánchez Rodríguez, Claudio Alfredo (1900-1963) Profesor de Bacteriología y Parasitología

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Claudio Sánchez León y Julia Rodríguez Acosta. Casado con Josefina Cárdenas Díaz. Bachiller del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Doctor en Medicina y Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, diciembre de 1926. Viajó a Francia para hacer estudios de posgrado en Malariología en la Universidad de París, con especializaciones en Parasitología y Bacteriología (1929); investigador del Instituto Pasteur de París por dos años. Al regresar a

Bogotá, fundó, en compañía de Pedro José Almanzar, tal vez el primer laboratorio de análisis bacteriológico y parasitológico que hubo en la ciudad, el cual existió durante 26 años consecutivos. Médico del Servicio Médico Escolar de Cundinamarca por dos años; jefe de la Sección de Serología del Instituto Samper y Martínez, cinco años; miembro de los consejos directivos de las facultades de Medicina y Odontología de la Universidad Nacional de Colombia en diferentes oportunidades; director del Instituto de Ciencias Naturales y, como tal, miembro del Consejo Académico de la misma Universidad; profesor titular de Bacteriología en la Universidad Javeriana, por cinco años; profesor de Bacteriología en el Colegio Mayor de Cundinamarca, 10 años. Por 33 años fue profesor de la Universidad Nacional en las entonces facultades de Farmacia, Veterinaria, Odontología y Medicina, siempre en las cátedras de Bacteriología y Parasitología, llegando a ser profesor titular de esta última.

Al retirarse de la Facultad de Medicina, el 1 de agosto de 1961, fue nombrado profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la misma Universidad, para desempeñar el cargo de director de los programas de biología y de sus laboratorios, cátedra que dicho Instituto debía dictar a todas las carreras de la Universidad que así se lo solicitaran. Desde allí participó activamente en la iniciación de la carrera de Ciencias Naturales, hoy Biología, la cual, junto con Geología y la también naciente Agronomía, quedaron reunidas en esa dependencia de la Universidad. Amante de su profesión, acogió su trabajo con altísimos grados de responsabilidad y entrega. Lector incansable, generoso, con un excelente sentido del humor. Respetuoso y permanente admirador de la naturaleza. Como padre amoroso, siempre fue solidario. Disfrutaba en forma indescriptible con los logros de sus hijos. Compartía con su familia al máximo cuanto momento le fuera posible, especialmente su afición por el teatro, la lectura

y la música culta.


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Coautor, con el profesor M. Weinberg y el Dr. Davesne, del Instituto Pasteur de París, de Comptes rendus des Seances de la Societé de Biologie ; además Synergie des antigenes et production d`anticorps specifiques (Seance, 15 Decembre 1928 - Tome XCIX, page 1.824); Sur les proprietés agglutinantes du serum de lapins neufs (Seance du 16 Mars 1929) - Tome C, page 814); Identification du Vibrion septique par la reaction de Bordet-Gengou (Seance du 4 Mai 1929 - Tome CI, page 30) ; Influence des injections de serum et de nucleinate de soude sur le taux de pouvoir agglutinant spontané du serum (Seance du 25 Mai 1929 - Tome CI, page

297); Etude comparative du Vibrion septique et du Bacillus Chauvei par la reaction de fixation (Seance de 6 Juillet, 1929 - Tome CI, page 907); Sensibilisatrices anti-microbiennes spontanées du serum de lapins neuf (Seance du 20 Juillet, 1929 - Tome CI, page 1047); Tubos de Hall para cultivos de anaerobios, Instituto Nacional de Higiene, Revista Médica de Colombia, 2(13):23. Falleció en Bogotá el 1 de enero de 1963, siendo director del Instituto de Ciencias Naturales, cargo para el cual había sido nombrado el 9 de agosto de 1962.

Sánchez de Hernández Julia

Sánchez Herrera, Manuel Francisco (1898-1974) Profesor de Anatomía Patológica, académico

NACIÓ EN CORRALES, BOYACÁ, hijo de Leopoldo Sánchez Herrera y Gabina Herrera Cuy. Estuvo casado con Cecilia Hernández Guillén. Estudios secundarios en el Colegio

Boyacá de Tunja, donde recibió su diploma de bachiller (1922). Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional; durante su carrera trabajó en la Biblioteca de Facultad (1927-1929), fue practicante interno de la Consulta Externa del Hospital San Juan de Dios (1928-1929). Sustentó su tesis La resección de Abdderhalden en el diagnóstico de cáncer y se graduó con honores en 1929. Viajó a Estados Unidos e hizo su internado en los hospitales Palmer Memorial y Deacones de Boston (1930-1932) y la residencia en Anatomía Patológica en el Hospital General de Massachusetts, Universidad de Harvard. Retornó a Bogotá e inició su carrera académica ascendiendo todos los niveles del escalafón hasta su retiro. Fue nombrado jefe de trabajos de Anatomía Patológica de su alma máter y del Departamento de Anatomía Patológica del Laboratorio Santiago Samper (1933-1949). En 1934 fue designado profesor agregado de Histología y Anatomía Patológica, fue director

interino del Laboratorio Santiago Samper (1935- 1936), profesor auxiliar de Botánica y Zoología (1935) y de Zoología Médica (1936). Profesor agregado encargado de la cátedra de Anatomía Patológica (1940-1948), director del Laboratorio Santiago Samper (1949-1959), profesor titular de Anatomía Patológica, jefe de trabajos de la Universidad Nacional y del Hospital San Juan de Dios (1952-1957), profesor titular del Departamento de Patología (1959- 1963), profesor emérito de la Universidad Nacional. Fue profesor de los primeros 20 patólogos que tuvo el país y comenzó en Colombia las conferencias anatomo-clínicas. Fue patólogo del Instituto Federico Lleras Acosta (1939-1948) y del Instituto Central de Medicina Legal.

Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Medicina, de la Asociación Latinoamericana de Academias de Medicina (Alanam), de las sociedades colombianas de Patología, Psicopatología, Neurología y

Medicina Legal, y de la Sociedad de Patólogos de Bogotá. Escribió numerosos artículos sobre temas de su especialidad, publicó un informe sobre el primer caso de bartonelosis encontrado en Colombia (Rev Fac Med UN, 1940), un tratado de Anatomía Patológica general, del cual existen solamente unas pocas copias. Falleció en Bogotá.

Sánchez Herrera, Manuel, Colitis ulcerosa idiopática, Rev Fac Med, Bogotá 1944; 13:18-34.______, La reacción de Abderhalden en el diagnóstico de los tumores malignos, Rev Fac Med, Bogotá 1933; 2:217-235-254. ______, Patología del cuerpo tiroides, Rev Fac Med, Bogotá, 1934; 3:217-225.


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Sánchez Medina, Mario (1919)Alergista, decano de la Diabetología en Colombia, nutricionista, profesor, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ. Fueron sus padres el abogado Antonio José Sánchez e Isabel Medina Esobar. Casado con Aline Batista Borda. Comenzó sus estudios secundarios en el Instituto Floriomont de Ginebra, Suiza, y los concluyó en el Instituto de la Salle, en Bogotá (1936). Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, fue externo de Clínica Pediátrica e interno de Clínica Médica (1942-1943). Sustentó su tesis Síndrome de la reacción leprosa y obtuvo su grado de Doctor en 1943. Viajó a Buenos Aires para hacer su especialidad en el Instituto Nacional de Nutrición y recibió su diploma de Médico Dietólogo. Continuó sus estudios de Alergia e Inmunología en el Instituto Robert Cooke de Nueva York. Regresó a Bogotá, ganó el

concurso de jefe de Clínica Médica de su alma máter, después el de profesor agregado (1954-1978). Fue profesor de Nutrición y Dietología y director de la Escuela de Dietética de la Universidad Javeriana. Alergista del Hospital Militar y del Instituto de Seguros Sociales. Fundador y director de la Asociación Colombiana de Diabetes. Actualmente es médico alergista y diabetólogo de la Fundación Santafé de Bogotá.

Miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Colombiana de Endocrinología (presidente), de las sociedades colombianas de Medicina Interna, Dermatología, Gastroenterología, Broncoesofagología, y latinoamericanas de Alergia de Argentina, Ecuador, España, Estados Unidos, Perú, Venezuela, y de la Asociación Médica Panamericana. Condecorado con la Medalla Hagedorn de la Asociación Latinoamericana de Diabetes. Autor de más de un centenar de artículos científicos y de varios

libros sobre temas de su especialidad.

Sánchez Medina, Mario, Cuadros G: Trasplante experimental de islotes de Langerhans, Santafé de Bogotá, Colciencias, Guadalupe, 1991.

______ y W. Sánchez de la Vega, Manual latinoamericano de alergia e inmunología, publicación de atención al enfermo alérgico o con patología inmunológica, Bogotá, Colciencias, Janssen Farmacéutica, 1987.______ y E. Fernández-Caldas, Ácaros en Colombia y su relación con alergias respiratorias, Bogotá, Guadalupe, 1994.

Sánchez Urrea, Luis Jaime (1916-1988) Profesor de Psiquiatría

NACIÓ EN BOGOTÁ. Fue hijo del general Eutimio Sánchez y de María Luisa Urrea. Casado con Leonor Arango Jaramillo. Estudió bachillerato en París y Bruselas y regresó a Bogotá para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en donde se recibió

con honores de Doctor en Medicina y Cirugía (1942). Ingresó en el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y obtuvo por concurso todos los títulos del escalafón docente: externo, interno, jefe de Clínica (1942), profesor agregado (1942) y profesor titular (1952) de Clínica Psiquiátrica. Fundador y profesor titular de Clínica Psiquiátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, de Bogotá (1952-1966).

Fue uno de los médicos que introdujeron en Colombia los tratamientos para la esquizofrenia (insulinoterapia de Sakel, terapia de choques con cardiazol y electrochoques). Profesor de las facultades de Derecho de la Universidad Nacional y de la Universidad del Rosario, médico y director de los hospitales psiquiátricos de Bogotá y Sibaté, director de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional, fundador y director de la Clínica Psiquiátrico del Perpetuo Socorro (1972- 1988), miembro y presidente de

varias sociedades científicas colombianas. Miembro de la Sociedad Médico-psyquiátrica (París, 1950), representante oficial de Colombia en el Primer Congreso Mundial de Psiquiatría (París, 1950). Artículos en revistas médicas (más de 200). Director, editor y colaborador asiduo de la revista Gaceta Neuropsiquiátrica, Bogotá, entre 1975 y 1988. Siete volúmenes que contienen muchos trabajos suyos en una serie variadísima de ensayos, reflexiones filosóficas y críticas.

Sánchez Urrea, Luis Jaime, Investigaciones sobre esquizofrenia y otros ensayos, tesis laureada, Facultad de Medicina, Universidad Nacional, Bogotá, Kelly, 1942 (500 páginas).______, Psiquiatría general y psicopatología, Bogotá, Siglo XX, 1947 (500 páginas).______, Tratado de clínica de las enfermedades mentales, Bogotá, Fondo Rotatorio de la Pontificia Universidad Católica Javeriana, 1952 (550 páginas).

______, La doble misión de Jean Piaget: psicólogo y epistemólogo, Bogotá, Catálogo Científico. 1985. Roberto Serpa Flórez


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Santacoloma Garrido, Néstor (1898-1957) Profesor de Anatomía

NACIÓ EN SALAMINA, CALDAS. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. En 1939 se presentó a concurso para el cargo de profesor agregado de Anatomía primera, en 1952 obtuvo el cargo de profesor titular de dicha asignatura por concurso. Perteneció al grupo de anatomistas de la Universidad Nacional del Prof. Rivas Merizalde, fue uno de sus sucesores y luego fundó la cátedra en la Universidad Javeriana

(1942). Aceptó el cargo de la decanatura de Medicina en la Universidad del Cauca y pidió una licencia de la Nacional de Bogotá, por varios meses para ir a Popayán a ayudar con su experiencia en la organización de la nueva entidad docente.

En El Liberal lo caricaturizaban dando clase de anatomía con sotana y bonete. Santacoloma tenía una memoria prodigiosa, recitaba la Anatomía de memoria, se sabía el texto de Testut Latarjet y no se cansaba de exigir principios éticos a sus estudiantes. Rígido en clase, era verdadero amigo de los estudiantes. Murió en 1957 en pleno ejercicio de la cátedra, de un infarto fulminante. Falleció en la Clínica Palermo. Paradigma de maestro, caballero de recia personalidad, fue laureanista de tiempo completo, por lo que fue marginado por el gobierno de Rojas. Su esposa, que hasta hace poco vivía, era de apellido Cortés, y su hermano fue jefe del Banco de Sangre de la Clínica Marly. Fue profesor de la Universidad Javeriana

por 15 años, miembro del consejo de la Facultad de Medicina. Falleció en 1957.

El rector de la Pontificia Universidad Javeriana expidió una resolución de duelo y ordenó colocar su retrato en la decanatura. Posteriormente, el edificio 30, Centro Oncológico de la Universidad Javeriana, recibió su nombre. Dejó un libro impreso clásico sobre Osteología que se agotó y nunca se reimprimió.

Santacoloma Garrido, Néstor, Anatomía humana, Series: Biblioteca de la Universidad Javeriana, Bogotá, Librería Voluntad, 1943. ______, Algunas anomalías observadas en el anfiteatro de anatomía de la Facultad Nacional de Medicina de Bogotá, Rev Fac Med, Bogotá 1944; 13(3):238-251.

Serpa Novoa, Roberto (1888-1959)Médico cirujano, profesor universitario y académico, escritor, columnista y político

NACIÓ EN BUCARAMANGA en el hogar de

Manuel M. Serpa y Adela Novoa. Cónyuge de Paz Flórez Fernández, poetisa, artista y escritora. Estudió en el Colegio San Pedro Claver de su ciudad natal y en Bogotá (Colegio de San Bartolomé), donde obtuvo su grado de bachiller en 1908. Estudios profesionales en la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional (1909-1914). De 1914 a 1918 fue externo e interno por concurso en las clínicas de Ginecología y Cirugía. Doctor en Medicina y Cirugía, Escuela de Medicina, Universidad Nacional, 1918. Realizó campañas de saneamiento y salud pública con la Fundación Rockefeller (1923-1924) en los Santanderes, Chocó y Llanos Orientales, y de epidemias de fiebre amarilla en Bucaramanga (1923) y El Socorro (1929).

Actividad política (1930-1933): miembro de la Dirección Liberal de Santander (1927), diputado a la Asamblea de Santander (1930), miembro de la Cámara de Representantes por la circunscripción electoral de Santander

(1933-1935), presidente del Club del Comercio de Bucaramanga (1932) y del Club Médico de Bogotá (1942), secretario de Higiene de Bogotá (1942-1946), secretario general del Ministerio de Higiene (1948), jefe de la Lucha Antileprosa del Ministerio de Salud (1949), profesor de Clínica Ginecológica, Universidad Nacional (profesor agregado en 1939 y titular en 1950), funcionario de Salud Pública, precursor de la Medicina Preventiva en Colombia, miembro de la Sociedad de Cirugía de Bogotá (1926), diploma del Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión Social por Servicios a la Salud Pública (1940), Miembro de la Academia Nacional de Medicina (correspondiente, 1933; numerario, 1950). Homenaje póstumo en su centenario, Academia Nacional de Medicina, 28 de julio 1988.

Serpa Novoa, Roberto, El embarazo extrauterino, Rev Fac Med, Bogotá, 1940; 8(9):455-482.______ y George Bevier, Yellow fever in

Colombia. With special reference to the epidemic in Socorro in 1929, J Prev Med, 1930;

4(5):417-457.Peralta Daniel et al., La epidemia actual de Bucaramanga, Rev Med Cir, 1923; 14:301-331. (Editado también en folleto, en

Bucaramanga, Mogollón, 1923.)

Roberto Serpa Flórez


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Serrano Camargo, Miguel (1910-1985) Profesor de Dermatología

NACIÓ EN BOGOTÁ, en el hogar de Ángel María Serrano Ortiz y Paulina Camargo Angulo. Hermano de Gabriel Serrano Camargo, primer arquitecto colombiano y autor de los planos del

Instituto Neurológico de Colombia (1966-1996). Casado con Matilde González Ferrero, padres del Dr. Ricardo Serrano González. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio de San Bartolomé, en donde se recibió de bachiller en 1926. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 8 de julio de 1935. Comenzó su carrera académica como interno de la Clínica Dermatológica (1932) y ascendió a profesor agregado (1947), titular (1952) y, al retirase, fue honrado con el título de profesor emérito (1968).

Perteneció a las siguientes asociaciones: Sociedad Colombiana de Dermatología y Sifilografía (miembro fundador); miembro fundador de la Federación Médica Colombiana; miembro honorario del Colegio Ibero Latino Americano de Dermatología; miembro distinguido de la Federación Médica Colombiana; miembro del Colegio Argentino de Dermatología (Clínica de Piel). Fue

condecorado con la Orden Nacional del Mérito Carlos J. Finlay, en el grado de Oficial de la República de Cuba, 3 de diciembre de 1952. Cruz de Oro de la Orden Civil Cundinamarquesa Antonio Nariño, en el grado de Granadino, julio 14 de 1976. Murió el 9 de febrero de 1985 en Bogotá.

Ricardo Serrano González, MD

Schoonewolff Molinares, Fernando (1910-1990) Profesor de Química Médica, académico

NACIÓ EN BARRANQUILLA, hijo de Wilhelm Schoonewolff Pontoluise y Manuela Molinares. Estudió Medicina en la Universidad Nacional de Colombia. Durante su carrera fue externo del Hospital San Juan de Dios y, posteriormente, interno de los servicios de Medicina Tropical, Obstetricia, Órganos de los Sentidos y Cirugía Infantil (1934-1938). Sustentó su tesis Lípidos fosforados en la población de Bogotá, su tasa normal, laureada, y

se graduó con honores en 1938. Hizo su carrera de químico farmacéutico en su alma máter y recibió la licencia correspondiente. Fue preparador de las facultades de Farmacia y de Medicina como jefe de trabajos de Materia Médica, de Química General, y ascendió a auxiliar de cátedra, profesor encargado, a jefe de Ciencias Biológicas y a profesor agregado por concurso de la Facultad de Medicina. Viajó a Estados Unidos para hacer estudios de Bioquímica y Farmacia en el hospital de posgraduados de la Universidad de Nueva York (1940-1941). Regresó a Bogotá y fue profesor de Química Médica, Farmacia y jefe del servicio de las facultades de Medicina, Farmacia, Odontología y de Ciencias Biológicas.

En 1978 fue honrado con el título de profesor emérito. Fue director científico de Laboratorios Astra de Colombia. (1969-1972), perteneció a la Sociedad Médico Quirúrgica Lombana Barreneche, a la de Venereología, a la Sociedad Colombiana de Física; fundó la Federación

Médica Colombiana, la Asociación de Profesores Titulares de la Universidad Nacional y fue miembro de la Academia Nacional de Medicina. Recibió la condecoración de la Orden de Esculapio de la Federación Médica Colombiana en 1979. Falleció en Bogotá en 1990. Autor de numerosos trabajos científicos relacionados con su especialidad, de un texto de Química Médica para estudiantes y de artículos sobre esteroides, anestésicos locales, presión osmótica y osmosis, alantoína en diabéticos e investigación nutricional de algunas frutas nacionales (1952).


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Silva Mojica, Carlos Roberto (1919) Profesor de Clínica Obstétrica

NACIÓ EN TASCO, BOYACÁ, en el hogar de Roberto Silva Muñoz, abogado, y Rosa Elena Mojica de Silva, ama de hogar. Casado con Nora Gil Hernández, ama de casa y pintora. Estudió Medicina en la Universidad Nacional. Sustentó su tesis: Sufrimiento fetal, declarada meritoria, y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1946. Interno de Maternidad por concurso del Hospital San Juan de Dios (1946), jefe por concurso (1947-1951) y profesor agregado de Clínica Obstétrica, por concurso. Fue director de la revista de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología (1953), director del Servicio de Toxemia del Instituto Materno Infantil, profesor de Obstetricia de la Universidad Nacional, y especialista en Gineco-obstetricia (1964). Introdujo en Colombia el método psicoprofiláctico para el parto y fue el fundador de Equipo Médico de Educación para la Maternidad (Emesfao). Por sus investigaciones en este campo fue aceptado en la Academia Nacional de Medicina como

miembro correspondiente.

Está retirado de su actividad médica particular pero trabaja en un programa de medicina social para pacientes de escasos recursos económicos, actividad que desarrolla en su consultorio de la Clínica de la Mujer en Bogotá. Miembro de número de las siguientes sociedades médicas: Colombiana de Obstetricia y Ginecología, de la cual es miembro honorario; Colombiana de Perinatología; Colombiana de Colposcopia; Colombiana de Fertilidad y Esterilidad, de la cual también es miembro honorario. Además, es presidente de Emesfao con experiencia de 46 años en la educación para la maternidad y el método psicoprofiláctico, y miembro correspondiente de la Academia de Medicina (julio 3 de 2003).

Ha asistido a congresos médicos en las siguientes ciudades: Río de Janeiro, Buenos Aires, Orlando, Toronto, París, Londres, Viena y México D. F. Ha asistido a cursos de posgrado

en las siguientes ciudades: Perinatología en Baltimore, Universidad de Maryland, y Oncología Obstétrica en la Universidad de Tulane, Nueva Orleans.

Carlos Roberto Silva (cortesía del Dr. Nelsón Varón)

Silva, Manuel José (1892-1980) Profesor de Dermatología, académico

NACIÓ EN CHARALÁ, SANTANDER. Hijo de Pablo Antonio Silva Pilonieta y de Betsabé Silva Caicedo. Casado con Alicia Montiel. Estudió Medicina en la Universidad Nacional. Sustentó su tesis Bubón tropical y se graduó de Doctor en 1917. Viajó a Francia para especializarse en Dermatología en la Universidad de París; posteriormente continuó sus estudios en Estados Unidos. Regresó a Bogotá y fue nombrado profesor de Dermatología y ascendió hasta llegar a ser titular de la cátedra (1939- 1959). Miembro de

la Academia Nacional de Medicina, tesorero de la institución en dos ocasiones, miembro honorario en 1962 de esta institución y de la Academia de Historia.

En la década de 1930 en la Universidad Nacional en Bogotá creó el Museo de Cera de Dermatología, con el propósito de brindar material de estudio en la Facultad de Medicina. Su creador y otros profesores de aquel entonces encomendaron la elaboración de las piezas en cera a los escultores Lisandro Morero Parra y al maestro G. Restrepo, quienes realizaron un entrenamiento previo en Francia, que ya poseía magníficos museos. Los maestros elaboraron más de 300 esculturas de enfermedades tropicales, infecciosas y venéreas, tomando como modelo a los pacientes, elaborando moldes de yeso en escala 1:1, para luego efectuar el trabajo con cera, método que siempre guardaron en secreto, y así pulirlos y pintarlos frente al modelo vivo logrando sorprendente

realismo.

Silva Silva, Manuel José, Curso de cancerología (4 ed.), Bogotá, ABC, 1945.______, Bubón tropical, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, 1917.______, La solución yodo-yodurada de lugol endovenosa contra las micosis, Rev Fac Med, Bogotá, 1945; 14(1):37-43.


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Silva Silva, José Joaquín (1917-2003) Profesor de Cirugía, académico

NACIÓ EN GARZÓN, HUILA. Hijo de Joaquín Silva Vega y Elvira Silva. Casado con Leonor Barriga Pardo. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de

Colombia y sustentó su tesis Adherencias peritoneales. Su tratamiento preventivo en cirugía abdominal, estudio experimental que le valió una mención honorífica. Se especializó en Cirugía General en el Hospital San Juan de Dios, en donde siguió la carrera académica desde interno y residente hasta llegar a profesor. Fue jefe de Cirugía General del Hospital Militar Central. En 1952, fue el fundador y primer presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía y en 1986 fue nombrado miembro honorario de dicha corporación. Miembro de la Academia Nacional de Medicina, presidente del Tribunal Nacional (1996), miembro del Comité de Cirugía de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), entidad oficial para reconocer los títulos de médicos especialistas de Colombia (1976-1974). Recibió la condecoración José Fernández Madrid. Falleció en Bogotá el sábado 8 de febrero de 2003.

Editor de la Revista Cirugía, órgano de la

Asociación Colombiana de Cirugía. Escribió numerosos artículos científicos sobre temas relacionados con la materia, entre ellos, cirugía del cáncer del seno, cáncer del tiroides, fístulas externas del aparato digestivo y su manejo en la alimentación parenteral.

Soriano Lleras, Andrés (1907-1974) Profesor de Bacteriología, académico, historiador

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar del Dr. Luis Soriano, médico venezolano, y Aracely Lleras Codazzi. La familia Lleras de Colombia ha dado dos presidentes, Alberto Lleras Camargo y Carlos Lleras Restrepo. El primer Lleras en radicarse en Bogotá fue José Manuel Lleras (ca. 1780-1840). Andrés Soriano fue nieto de Luis María Lleras, su madre fue Andrea Lleras Codazzi, descendiente de Agustín Codazzi, ilustre geógrafo de la Gran Colombia, cuyo nombre se recuerda en el Instituto Geográfico de Colombia. Estuvo casado con Leonor Figueroa.

Estudió Medicina en la Universidad Nacional, presentó su tesis Vacunoterapia en la fiebre tifoidea y recibió su grado de Doctor en 1933. Hizo investigaciones en las comunidades indígenas del río Atrato y sus afluentes en el Departamento del Choco. Se especializó en Bacteriología en Estados Unidos, fue profesor de la materia en la Universidad Nacional y secretario de la Facultad de Medicina. Miembro de la Academia de Medicina, vicepresidente de la corporación (1967-1969), de Historia y de Ciencias de Colombia. Falleció en Bogotá. Su nombre se recuerda en el Centro de Historia de la Medicina de la Universidad Nacional Andrés Soriano Lleras. Publicó un informe sobre brucelosis en Colombia y numerosos trabajos sobre historia de la medicina. Fue coautor con Fr. Alberto Lee de la traducción del italiano de las Memorias de Agustín Codazzi, Banco de la República (1973).

Soriano Lleras, Andrés, La medicina en el Nuevo Reino de Granada, durante la Conquista

y la Colonia, Bogotá, Imprenta Nacional, 1966. ______, Historia clínica de Don Antonio Nariño, y otros ensayos: Paginas de historia de la medicina colombiana, Bogotá, Imprenta Departamental Antonio Nariño, 1972.______, La medicina en el Nuevo Reino de Granada en el siglo XVII, Rev Fac Med, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1964, 8.

______, Orígenes del apellido Lleras en Colombia, ACH/BH, Boletín de Historia y Antigüedades. Órgano de la Academia Colombiana de Historia, Bogotá, abril-junio de 1958; 45(522-524):337-340.______, Crónica del Hospital de San Juan de Dios desde su fundación hasta su administración por la Junta de Beneficiencia de Cundinamarca: 1564-1869, Bogotá, Italgraf, 1964.

______, Productos biológicos: generalidades sobre su preparación, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 1949. ______,

Consideraciones sobre aglutinaciones en casos de síndrome febril tipo de la fiebre tifoidea, trabajo para promoción de profesor, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, ca. 1940.


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Suárez Hoyos, Jorge (ca. 1900-?) Profesor de Otorrinolaringología

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Alberto Suárez Murillo y Magdalena Hoyos Rozo. Casado con Dolly Betancur, padre del Dr. Jorge Suárez Betancur. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Durante su carrera fue monitor del laboratorio de Fisiología, practicante interno del servicio de Radiumterapia del Hospital San José

(1930-1931) y practicante interno de su Servicio de Cirugía. Defendió su tesis La anestesia troncular en la cirugía de cabeza y cuello y obtuvo su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1933. Ganó por concurso el cargo de practicante externo y luego interno del servicio del profesor Jiménez López, Clínica de Órganos de los Sentidos (1927), ascendió a jefe de la misma (1934-1935) y a médico especialista del Instituto Nacional de Rádium (1935-1937). En 1936 viajó a Medellín invitado por la Universidad de Antioquia para ocupar la cátedra de Órganos de los Sentidos. Allí permaneció hasta 1938, cuando regresó a Bogotá para ser designado asistente de cátedra de su especialidad. En 1939 llegó a ser profesor agregado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en 1952 alcanzó la titularidad de Otorrinolaringología, por concurso. Fue el primer profesor de esta nueva cátedra, jefe del servicio de Oftalmología y Otorrinolaringología del Hospital San José

desde 1940 por muchos años y profesor titular de Órganos de los Sentidos, en la Pontificia Universidad Javeriana en 1945. Como jefe del Servicio de Órganos de los Sentidos del Hospital de San José constituyó una sección de broncoesofagología, dotándola de equipo endoscópico rígido de iluminación distal tipo Chevalier- Jackson.

Fue director del Hospital San José (1948-1949), miembro y presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, de la Sociedad Colombiana de Oftalmología y Otorrinolaringología (1944-1945, 1947- 1948), del Colegio Colombiano de Cirujanos, capítulo de Cundinamarca. Falleció en Bogotá. Escribió sobre temas de su especialidad.

Suárez Hoyos, Jorge, Contribución al estudio de algunos trastornos del lenguaje. Estudio estadístico sobre 15.000 casos de las escuelas de Bogotá, Rev Fac Med, Bogotá, 1940; 8(12):637-655.

Torres Focke, Alberto (1918-1998) Profesor de Radiología

Nació el 4 de junio de 1918 en Bogotá. Hijo mayor y varón único de cuatro hermanos, del matrimonio formado por el señor Alberto Torres Galindo y la señora Inés Focke Lleras. Casado con la señora Martha (May) Mejía Marulanda, de cuyo matrimonio nacieron sus hijas María Cristina y Mónica, a quienes impartió una combinación de disciplina y amor ejemplares. Estudió la primaria en el Gimnasio Moderno de Bogotá; continúo la secundaria en la ciudad de Bremen, Alemania, tierra de su abuelo paterno. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, volvió a Popayán a estudiar Ingeniería, a instancias de su padre, quien creía que así podría desarrollar sus capacidades para dirigir más adelante la prestigiosa cadena de ferreterías Torres y Torres, empresa fundada con su hermano en Ibagué y que, para ese entonces, se había expandido a otras ciudades del país. Al poco

tiempo de adelantar sus estudios de Ingeniería, entendió que su vocación era la Medicina. Se trasladó a Bogotá e ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde obtuvo el título de Médico y Cirujano. Posteriormente, se especializó en Radiología, área de la medicina de diagnóstico, por esos años especialización incipiente pero en rápido proceso de desarrollo. Estudió con destacados profesores de la especialidad en la Clínica Mayo, Minnesota, y en la ciudad de Córdoba, Argentina. Pendiente de estar actualizado, asistió a numerosos congresos nacionales e internacionales.

Dedicó buena parte de su vida a la docencia, dictando cátedra de Radiología en las facultades de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y Escuela de Medicina Juan N. Corpas. Como uno de los primeros radiólogos del país, impulsó la Sociedad Colombiana de Radiología, de la cual fue su presidente y luego su presidente honorario. A principios de la

década del cincuenta fue cofundador, con los Drs. Moser y Uribe, en el Hospital San Juan de Dios, La Hortúa, de la Escuela para Técnicas de Radiología. Fue un apasionado de los deportes y practicante activo, hasta sus últimos días, de la natación y el esquí acuático, justas de su predilección. Falleció el 4 de marzo de 1998, en la ciudad de Bogotá D. C. dejando huella profunda en la radiología colombiana.

Mónica Torres Mejía


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Torres-León, Fidel Francisco (1911-ca.1982) Profesor de Urología

NACIÓ EN CHIPAQUE, CUNDINAMARCA, el 14 de febrero de 1911. Hijo del Sr. Fidel

Torres y María León. Casado con Gloria Barrientos, fueron los padres de Álvaro, Fernando, Eduardo, Alejandro Fidel y Gloria Luz. Hizo sus estudios secundarios en el Colegio de Nuestra Señora del Rosario, Bogotá, y obtuvo su grado de bachiller en 1930. Viajó a Francia, donde estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad de París, sustentó su tesis Sulfonamidas y espermatogenesis y recibió su doctorado el 19 de mayo de 1938. Hizo su carrera académica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia como interno del Hospital San Juan de Dios (1946) y jefe de Clínica Urológica (1947-1951); dictó cátedra de clínica Urológica desde 1951. En la cátedra, dejó su recuerdo por los aires gentiles y pomposos de su educación gala, su chivera estilo Van Dike, su dicción clara y su aspecto impecable. Miembro de Sociedad Colombiana de Urología, presidió la corporación entre 1961 y 1962; fue socio del Club Médico y del Club los Lagartos. Falleció en Bogotá. Escribió un

sinnúmero de artículos científicos relacionados con su especialidad, entre ellos, uno sobre cirugía conservadora del tracto urogenital.

Torres León, Fidel F., Sulfamides et spermatogenes, tesis, Universidad de París, 1938, No. 303. ______, Cirugía conservadora del tracto uro-genital, Rev Fac Med, Bogotá, 1955; 23:729-750. ______, Necroespermia, Repert Med Cir, Bogotá, 1950; 5(2):91-97.______, Fístulas vesicovaginales, Rev Hosp San J de Dios, 1953; 1(2):141-149.

______, Adenmectomía prostática retropúbica (extravesical, extrauretral), Rep Med Cir, Bogotá, 1950; 7(5-7):82-96. ______, Varicocele: una modificación de la técnica de Ivanissevich, Rep Med Cir, Bogotá, 1950; 7(5-4):152-154.

Torres Restrepo, Fernando (1924-2007) Profesor de Neurología, neurofisiólogo, electroencefalografista

NACIÓ EN PARÍS, hijo del Dr. Calixto Torres Umaña y de Isabel Restrepo Gaviria. Es nieto y bisnieto de ilustres médicos colombianos, quienes honraron la profesión y se recuerdan en la historia de la medicina. Casado con Trudy Schradin. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Hizo su internado y primer año de residencia en Cirugía en el Hospital San José de Bogotá. Viajo a Buenos Aires para especializarse en Neurocirugía con el Dr. Raúl Correa. Conoció al Dr. Earl Walker y fue invitado a Estados Unidos para continuar su posgrado en Neurofisiología en la Universidad John Hopkins de Baltimore y en el Instituto Nacional de Salud de Bethesda, Maryland. Debido a problemas de alergia a los guantes de cirugía, decidió cambiarse a Neurología y concluyó su residencia en el Hospital Montefiore de Bronx, Nueva York. Recibió su diploma de Neurólogo y Electroencefalografista. Regresó a Bogotá en 1955 como neurólogo y director del Laboratorio

de Electroencefalografía del Hospital San Juan de Dios. Un año después, retornó a Estados Unidos como instructor del Departamento de Neurología de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, en donde hizo su carrera académica. En 1961 ascendió a profesor asociado de Neurología.

En 1963, viajó a París, al Servicio de Electroencefalografía (EEG) y Neurofisiología Aplicada del Hospital de la Salpetriere. Regresó a la Universidad de Minneapolis como profesor de Neurología y jefe del Laboratorio de EEG de la universidad y del Hospital Universitario. En 1967 prestó sus servicios al buque hospital S.S. Hope, anclado en Cartagena. Fue cónsul ad honoren de Colombia en Minneapolis por muchos años. Presidente de las sociedades de EEG de Estados Unidos, miembro de sociedades neurológicas de Estados Unidos, Chile, Colombia, Perú, Venezuela, de la Academia Nacional de Medicina de Colombia y de la Sociedad Real de Medicina de Londres. Se

retiró de su carrera académica en el año 2000. El Laboratorio de Electroencefalografía de la Universidad de Minnesota lleva su nombre. Escribió más de cien artículos científicos sobre temas de su especialidad.

Torres Restrepo, Fernando, Electroencephalography of seizures [videorecording], Minnesota Comprehensive Epilepsy Pro- gram, Minneapolis, University of Minnesota, ca.1981.


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Torres Umaña, Calixto (1885-1960) Padre de la Pediatría colombiana

NACIÓ EN LA CIUDAD DE TUNJA, BOYACÁ. Hijo del Dr. Severo Torres Barreto y

nieto del Dr. David Torres Solano, médicos que ejercieron también en la ciudad. Calixto hizo sus estudios de bachillerato en el Colegio Boyacá, de Tunja. Estos fueron interrumpidos a finales del siglo XIX por la Guerra de los Mil Días. Posteriormente los terminó en el Colegio del Rosario de Bogotá e ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, donde también estudió su padre. Presentó como tesis de grado Metabolismo azoado en Bogotá y obtuvo el título de Doctor en Medicina y Cirugía en 1913. Entre 1914 y 1917 permaneció en Europa y posteriormente en Estados Unidos, en donde realizó sus estudios de posgrado en el Departamento de Pediatría de la Universidad de Harvard. De regreso a Colombia, se dedicó a la docencia y a la investigación en la Universidad Nacional, donde terminó siendo profesor honorario, decano de la Facultad de Medicina (1935) y rector de la Universidad (1946). El presidente López Pumarejo lo nombró Ministro de Educación,

pero no aceptó por preferir continuar con su trabajo en la Facultad de Medicina. Allí protagonizó el paso que se dio desde mediados del siglo de la medicina francesa, que prevaleció durante todo el siglo XIX, a la medicina norteamericana, que dominó durante la segunda mitad del siglo XX.

Ocupó, entre otros cargos, el de secretario perpetuo de la Academia Nacional de Medicina, presidente de la Federación Médica Colombiana y de la Sociedad Colombiana de Pediatría. Murió en Bogotá en 1960, a los 75 años de edad. Se lo conoce por ser el padre de la Pediatría en Colombia, al consolidar esta práctica médica como especialidad definida en el país, con una formación académica en el hospital universitario y una clara orientación científica, siguiendo el modelo fleneriano norteamericano. Autor de cinco libros y de más de 240 artículos científicos publicados en revistas nacionales e internacionales

Abel Fernández Martínez Martín

Triana Cortés, Santiago (1904-1978) Académico.

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Fidedigno Triana Espinel y Rafaela Cortés, fue bautizado en la Iglesia de las Nieves de la capital de Colombia. Contrajo matrimonio con Mercedes Aguilar; dos de sus hijos son médicos: Édgar y Santiago Jr., cirujano de la ciudad de Fort Lauderdale, Florida. Se graduó de bachiller en la Escuela de Comercio. Estudió en la Universidad Nacional de Colombia y se recibió de Médico en 1930. Profesor asociado de Cirugía Experimental en 1938 y titular en 1940 de su alma máter. En 1932 fundó el Laboratorio de Cirugía Experimental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, Bogotá, el cual dirigió hasta su retiro en 1971, cuando fue nombrado profesor emérito y posteriormente profesor honorario. En 1940 ingresó a la

Sociedad de Cirugía de Bogotá y en 1950 fue elegido presidente de la misma, preocupándose entonces por la organización del programa de internos y residentes. Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina, secretario y presidente de la institución (1973-1975); en 1978 recibió el título de miembro honorario.

En 1960, generosamente, abrió las puertas de su laboratorio para hacer las primeras experiencias de Cirugía Estereotáctica en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, trabajo llevado a cabo en cadáveres con la colaboración del Dr. Édgar Triana. Condecorado con la Medalla al Mérito de la Universidad Nacional y la Medalla de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Su publicación más importante se titula Comunicación preliminar de la aplicación en el humano de una nueva técnica de exclusión de la vejiga, utilizando el ciego como receptáculo urinario, la cual fue reproducida en la Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia como Operación de

Triana, nueva técnica de exclusión de la vejiga utilizando el ciego aislado como receptáculo urinario (1946-1947).

Triana Cortés, S. Operación de Triana: nueva técnica de exclusión de la vejiga utilizando el ciego aislado como receptáculo urinario Rev. Universidad Nacional de Colombia (Bogotá) 1946-1947; 15:577-616.



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Tribín Piedrahíta, Alfonso (1921-2004) Profesor de Oftalmología

NACIÓ EN IBAGUÉ en el hogar de Adriano Tribín y Esther Piedrahíta. Casado con Inés Ferro París. Estudió en la Universidad Nacional,

presentó su tesis: Patología laríngea, estudio clínico y estadístico - Instituto Nacional de Rádium, meritoria, y recibió su grado de Médico y Cirujano en 1946. Inició su internado y su especialización en el Hospital San Juan de Dios (1946-1950). Viajó a Nueva York para trabajar un año con Ramón Castroviejo. Posteriormente, se desplazó a Argentina y estudió en el Hospital de Clínicas de Córdoba y en la Clínica Santa Lucía de Buenos Aires. Regresó a Bogotá y fue nombrado profesor asistente de Patología Quirúrgica en Órganos de los Sentidos y Oftalmología en su alma máter, ascendió por concurso a profesor agregado y a titular con la tesis Goniscopia. En 1946 se separaron las especialidades de Órganos de los Sentidos y obtuvo el cargo por concurso de jefe de Clínica de Oftalmología para el servicio interno del Hospital San Juan de Dios. Entre 1958 y 1961 fue designado coordinador de Oftalmología.

En 1969 ascendió por concurso a profesor titular

de Oftalmología. Fue decano de la Facultad de Medicina (1972-1975), profesor de Oftalmología de las universidades Javeriana y Rosario, médico jefe de Oftalmología, Hospital Militar Central, director de la Unidad de Oftalmología, Hospital San Juan de Dios, miembro de la Academia Nacional de Medicina, fundador de la Sociedad Colombiana de Oftalmología y dos veces presidente de la corporación, miembro de la Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, y profesor emérito de la Universidad Nacional. Falleció en Bogotá en 2004.

Tribín Piedrahíta, Alfonso, Eclampsia y retina, Rev Col Obst Gin, 1950; 1.______, La enseñanza de la Oftalmología en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia entre 1899 y 1960, Med, 1999; 21:3[51].

Trujillo Gutiérrez, Carlos (1900-1960) Profesor

de Medicina

NACIÓ EN SALAZAR DE LAS PALMAS, NORTE DE SANTANDER, en el hogar de José del Carmen Trujillo. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Contribución al estudio de la tuberculosis en Bogotá y recibió su grado de Doctor en 1923. Viajó a París en 1923 e hizo sus estudios de posgrado en el Hotel Dieu. Regresó a Bogotá en 1925 y trajo el primer aparato de electrocardiografía que se usó en Colombia. Inició su carrera académica en su alma máter, que lo llevó a ganar el concurso de profesor titular de Clínica Médica y Fisiología. Fue uno de los tres más importantes profesores de medicina de su tiempo, con Pablo Elías Gutiérrez y Alfonso Uribe Uribe, todos tres docentes de la promoción egresada en 1955 de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. También fue uno de los fundadores y profesor de Clínica Médica en la Universidad Javeriana, desde 1949. Sus clases

de medicina, dictadas a la cabecera del enfermo, hacían énfasis en la historia clínica, el examen minucioso, el diagnóstico diferencial y la deducción del diagnóstico a través del análisis del cuadro clínico. Discípulo del profesor Lombana Barreneche, escribió su obituario en la revista El Gráfico en 1928. Uno de sus aforismos era: No hay diagnóstico equivocado, sino examen insuficiente. También afirmaba: Doctores en medicina hay muchos; médicos hay muy pocos. Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina y ocupó la secretaría y la tesorería de la corporación. La Academia lamentó su muerte en 1960 y recordó su memoria en una sesión solemne realizada en 1990. Fue autor de Endocarditis maligna de evolución lenta; El trabajo del corazón en Bogotá, e Introducción al estudio de la tensión arterial media en Colombia.

Trujillo Gutiérrez, Carlos, Diastasas orgánicas, Bogotá, Imp. Casís, 1929.______, Estudio clínico de un caso de

endocarditis maligna de evolución lenta, Bogotá, Cromos, 1932.______, En qué consistió la superioridad médica del Dr. José María Lombana Barreneche, El Gráfico, Bogotá, 1928; 906:1589. ______, Necrología, Rev Inst Nal Med Leg, Colombia, 1960; 15:(85-86).______, Estudio clínico de un caso de endocarditis maligna de evolución lenta, enfermedad de Osler, Rev Fac Med, Bogotá, 1932; 1(5):285-291.______, El paludismo, Rev Fac Med, Bogotá, 1943; 11(10):585-611.


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Ucrós Cuéllar, Antonio (1919) Profesor de Endocrinología, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ en el hogar de Alejandro Ucrós Durán y Belén Cuéllar Durán. Casado con Consuelo Rodríguez de Ucrós. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Defendió su tesis La biopsia del endometrio en la hemorragia uterina funcional y se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía en 1948. Viajó a España para especializarse en Endocri- nología en la Universidad Central de Madrid, con el famoso profesor Gregorio Marañón, y en la Universidad de Barcelona hizo estudios de posgrado en Ginecología Médica. Regresó a Bogotá y fundó el servicio de Endocrinología del Hospital San José y el Laboratorio de Medicina Nuclear, del que ha sido jefe por muchos años. También fue jefe del Servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos. Fue profesor de la especialidad en las universidades Nacional, Javeriana y del Rosario. Miembro y presidente de la Sociedad de Cirugía de Bogo- tá, miembro de número de

la Academia Nacional de Medicina, miembro fundador de la Asocia- ción Colombiana de Endocrinología y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Rosario.

Coautor de los libros Medicina del adolescente; Historia de la endocrinología en Colombia, y de numerosos artículos de su especialidad que le han merecido premios de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, de la Sociedad Internacional de Medicina Interna y de la Fundación Alejandro Ángel Escobar. Una de sus investigaciones publicada en asocio con Julio Gómez Afanador en el primer número de la Revista de la Sociedad Colombiana de Endocrinología fue reproducida en inglés en el Yearbook of Endocrinology 1957-1958, bajo el título Three siblings with morphologic disturbances without tetany and with hyporeactivity to parathyroid hormona: new clinical entity?

Ucrós Cuéllar, Antonio y C. Moreno Benavides,

Medicina del adolescente, Bogotá, Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, 1981.

______, E. Hernández y S. Acosta, Historia de la endocrinología en Colombia, Colombia, Pull Digital, 1999.

Ucrós Guzmán, Hernando (ca.1913-1994) Profesor de Parasitología, investigador

NACIÓ EN BOGOTÁ. Hijo de Rafael Ucrós Durán y de Virginia Guzmán Durán. Casado con Inés Arango Restrepo, padres de Rafael y Gabriel Ucrós Arango. Su padre fue presidente de la Academia Nacional de Medicina en dos períodos, fundador del Instituto Nacional de Cancerología (Instituto de Rádium) y de la Clínica Marly, y director del Hospital San Juan de Dios por 30 años, gobernador de Cundinamarca. Estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en donde recibió su grado de Doctor. Fue profesor de Parasitología de las universidades Nacional y

Javeriana. Dedicó su actividad al estudio de las afecciones tropicales, sobre todo la tripanosomiasis o enfermedad de Chagas. Hizo estudios seroepidemiológicos utilizando una técnica cualitativa y otra cuantitativa del 50% de hemólisis de fijación del complemento; se estudiaron 17.748 sueros humanos de individuos de diferentes regiones del país con una positividad del 9,4%, lo cual, en su opinión, constituía un grave problema de salud pública. al respecto, escribió: Como el 90 por ciento del territorio nacional tiene una altura inferior a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, se piensa en la posibilidad de que la distribución tanto de los triatominae como de las tripanosomiasis humanas tenga una repartición más amplia de la que hasta ahora se conoce. Se informa, además, sobre la existencia del Rhodnius prolixus. Recibió el Premio de la Fundación Alejandro Ángel Escobar. vivió sus últimos 10 ó 12 años en Los Ángeles, donde falleció.

Ucrós Guzmán, Hernando, Manual de

parasitología médica, Bogotá, Universidad Javeriana, 1980.______, Distribución de los triatominae en Colombia, Rev Fac Med, Bogotá, 1960; 28(10-12):181-189. (Trabajo docente.) ______ y A. Escallón, Ampliación de la distribución de los triatominae en Colombia, Universitas Médica, 1967; 9(1-4):47-49. ______, D. Fernández y E. Rojas, Anticuerpos fluorescentes en el diagnóstico de infecciones experimentales por trypano- soma evansi, Universitas Médica, 1969; 11(1-2): 7-11.______, et al., Resultado de la reacción de Machado-Guerreiro en individuos de diferentes regiones de Colombia, Univer- sitas Médica, Bogotá, 1966; 8(1-4):33-40.______, G. Montaño y H. Osma de Bonilla, Valor de la reacción de fijación del complemento en el diagnóstico de la enfermedad de Chagas, Universitas Médica, Bogotá, 1967; (1-4):51-58.

Rey Matiz, Hernando y H. Ucrós Guzmán, Nota

preliminar sobre el hallazgo del Schizotrypanum Cruzi y del Tripanosoma Rangeli en el Rhodnius Prolixus en algunas regiones del oriente de Cundinamarca, Rev Fac Med, Bogotá, 1939; 8(2):76-78.


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Uribe Uribe, Alfonso (1901-1982) Profesor de Medicina Interna

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Aurelio Uribe Buenaventura y Lucrecia Uribe de Uribe. Casado con Betulia Venegas. Fue alumno del Colegio de San Bartolomé; después de obtener su diploma de bachiller, ingresó en la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional, donde presentó su tesis Errores en el diagnóstico de las gastropatías y recibió su grado de Doctor con

honores en 1924. Inició su carrera profesional como interno del servicio domiciliario de Bogotá, posteriormente ocupó el cargo de médico escolar de Cundinamarca y más tarde fue médico de la Consulta Externa del Hospital San Juan de Dios, en donde ascendió a jefe del servicio. Hizo su carrera académica en el Hospital San Juan de Dios, fue jefe de la Consulta Externa en 1937, designado profesor de Biología y Psicología de la Universidad Libre en 1928 y 1929, profesor adjunto encargado de la cátedra de Historia de la Medicina, cuyo titular era el Dr. Luis López de Mesa (1936-1937). Durante esa época dictó también las cátedras de Anatomía Topográfica Médico-quirúrgica (1938-1939) y enseñó Clínica Médica. En 1941 fue nombrado profesor de Medicina Interna y en 1951 jefe del Departamento Médico. Entre 1945 y 1947 dictó el curso de cancerología en el Instituto Nacional de Rádium. En 1959 fue honrado con el título de profesor emérito y en 1967 con el de profesor

honorario. Fue también profesor de Medicina Interna y Enfermedades Tropicales de la Universidad Javeriana.

Dictaba su cátedra magistral a la cabecera del enfermo, haciendo el diagnóstico diferencial de las posibles causas de la enfermedad del paciente para llegar a una conclusión generalmente acertada; como se decía antes, Tenía un gran ojo clínico. Fue uno de los tres grandes internistas de su tiempo, con Pablo Elías Gutiérrez y Carlos Trujillo Gutiérrez. Miembro de la Academia Nacional de Medicina desde 1947, miembro honorario en 1982; miembro de las Asociación Colombiana de Gastroenterología y de la Sociedad de Biología de Bogotá, de la Sociedad Colombiana de Medicina Interna y de la Federación Médica Colombiana. Fue condecorado con la Medalla Camilo Torres. Falleció en Bogotá. Su nombre se recuerda en la Conferencia epónima.

Uribe Uribe, Alfonso, La gastrocoloptosis, causa de error en el diagnóstico de las gastropatías, Bogotá, Edit. Minerva, 1924. ______, Estados febriles prolongados, Universidad Nacional de Colombia. Revista Trimestral de la Cultura Moderna, Bogotá, 1948; 12:217-232.______, Indicaciones y contraindicaciones clínicas de los digitálicos, Rev Fac Med, Bogotá, 1944; 13(6-7):627-637. ______, Algunas consideraciones patológicas sobre la llamada cirrosis cardiaca, Rev Fac Med, Bogotá, 1939; 8(4):169- 174.

______, El diagnóstico de los comas, Rev Fac Med, Bogotá, 1949; 17(8):371-387.______, A propósito de una meningitis tuberculosa, Rev Fac Med, Bogotá, 1948; 13(2):1-14. ______, Un caso de enfermedad de Addison, Rev Fac Med, Bogotá, 1947; 15(10):653-661.


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Uribe Cualla, Guillermo (1895-1977) Profesor de Medicina Legal y Toxicología

NACIÓ EN BOGOTÁ, hijo de Don Juan Uribe Rodríguez y doña Teresa Cualla Ricaurte. Estuvo casado con María González Santamaría. Recibió su diploma de bachiller en el Colegio de San Bartolomé (1911). Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis Contribución al estudio del bocio y resultado de su tratamiento quirúrgico en el Hospital de San Juan de Dios y recibió su grado de Doctor en 1920. Se dedicó a la Medicina Legal y a la Psiquiatría; empezó como ayudante de la oficina central de Medicina Legal, dirigida por el Dr. Lombana Barreneche. En 1928 fue nombrado director del Instituto de Medicina Legal y director de la revista de la entidad. En 1936 fue

nombrado profesor agregado de Medicina Legal de su alma máter y en 1938 ascendió a titular de la cátedra de Medicina Legal y Toxicología. Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina y presidió la corporación entre 1969 y 1971; perteneció a las sociedades de Medicina Legal de casi todos los países hispanoamericanos, de París y de Londres. Condecorado con la Cruz de Boyacá, fue el fundador y director de la Clínica de Toxicología. Falleció en Bogotá. Escribió un texto de Medicina Legal y Toxicología en 1934, cuya undécima edición apareció en 1981.

Uribe Cualla, Guillermo, Medicina legal (1 ed.), Bogotá, 1934.______, Contribución al estudio del bocio y resultado de su tratamiento quirúrgico en el Hospital de San Juan de Dios, tesis, Universidad Nacional, Bogotá, 1920.______, La epilepsia psíquica: Un equivalente de la comicial y su importancia en psiquiatría forense y en el derecho penal. ______, Opúsculos de medicina forense, Bogotá, Temis,

1968, 330 p.______, Cincuenta años al servicio de la medicina legal: 1918-1968, Bogotá, Talleres Gráficos de la Penitenciaría Central de Colombia, 1968.______, Deontología médica, Bogotá, Temis, 1961.______, Investigación de la paternidad por los grupos sanguíneos, Rev Fac Med, Bogotá, 1935; 4(1):32-33.______, Contribución al estudio de la muerte súbita, Rev Fac Med, Bogotá, 1952; 21(3):115-131.______ y C. Uribe González, Medicina legal, toxicología y psiquiatría forense (11 ed.), Bogotá, Temis, 1981.

Vargas Iriarte, Ricardo (1905-1971) Profesor de Tisiología, académico

NACIÓ EN BOGOTÁ, nieto de Ninian Ricardo Cheyne (de los primeros cirujanos que vino a

Bogotá, de Escocia, en 1824, fue médico de Simón Bolívar, profesor de Cirugía, realizó la primera talla vesical practicada en Colombia). Hijo de Ricardo Vargas Cheyne y Lucía Iriarte Rocha. Casado dos veces: con Clemencia Cortes Noguera y con Isabel Castro. Comenzó su educación en la Escuela Ricaurte, prosiguió su escolaridad en la Escuela Nacional de Comercio, en donde se recibió de bachiller en 1923. Estudió en la Universidad Nacional de Colombia. Defendió su tesis Broncografía con ayuda de inyección intratraqueal de aceite yodado calificada con mención honorífica. Obtuvo su grado de Médico Cirujano en 1932, año en que fue nombrado médico auxiliar de la Sección de Lucha contra la Tuberculosis; en 1937 fue designado director del Dispensario Antitutuberculoso de Bogotá. En 1935 fue uno de los docentes de Tisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, en 1945 fue jefe del Pabellón de Medicina Manrique del Hospital San José. Fundador y jefe del

Departamento Médico del Hospital San Carlos. El 16 de julio de 1942 fue inaugurado el Hospital Santa Clara, específicamente dedicado al tratamiento de pacientes tuberculosos, donde se estableció la cátedra de Tisiología para la docencia de los estudiantes de la Universidad Nacional. Fue profesor de Semiología de su alma máter (1946), profesor titular de dicha cátedra en la Universidad Javeriana, profesor agregado (1950) y titular de la Universidad Nacional (1957). Jefe del departamento de Neumología del Hospital San José, miembro fundador de la Sociedad Colombina de Tisiología, miembro de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad de Cirugía de Bogotá y del Colegio Norteamericano de Médicos del Tórax. Falleció en Bogotá. Escribió sobre temas de su especialidad, entre ellos, toracoplastia en la tuberculosis pulmonar, broncografía, blastomicosis.

Vargas Iriarte, Ricardo, El estertor latente en el diagnóstico de la tuberculosis pulmonar, Rev

Fac Med, Bogotá, 1955; 23(8):438- 470.

______, El estertor latente en el diagnóstico de la tuberculosis pulmonar, trabajo para promoción de profesor, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, 1955.


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Vargas Rubiano, Alfonso (1918-2013) Profesor de Pediatría, académico, escritor

NACIÓ EN TUNJA, BOYACÁ. Fueron sus padres el profesor de gramática castellana y funcionario público Gonzalo Vargas Torres y Helena Rubiano, educadora. Primaria y bachillerato en el Colegio Boyacá de su ciudad natal (1925-1936), estudios de Medicina en la

Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (1925-1936). Interno en la Clínica Pediátrica (1943) y preparador de Anatomía Patológica (1944). Grado de Doctor en Medicina el 1 de diciembre de 1944 con la tesis Las nefropatías de los lactantes en Bogotá. Obtuvo por concurso la jefatura de Clínica Pediátrica y el 27 de noviembre de 1950 el título de profesor con la tesis La tuberculosis infantil. Ingresó como miembro activo a la Sociedad Colombiana de Pediatría en 1945 con la tesis Exploración funcional del riñón en los lactantes, fue elegido presidente de la corporación para el bienio 1954-1956; le correspondió organizar el III Congreso Colombiano de Pediatría (Cartagena, mayo de 1955), en el cual expuso la ponencia Necesidad de reformar la enseñanza de la Pediatría en Colombia. Fundador de la Revista Médica Unidia, expuso en el primer editorial la necesidad de iniciar el estudio axiológico del niño colombiano.

El Consejo Superior de la Universidad Nacional

expidió el Acuerdo 25 (mayo 9, 1956) sobre la reorganización académica de la Facultad de Medicina, acogiendo las recomendaciones de los seminarios sobre enseñanza de la medicina y del Encuentro de Profesores de Pediatría de Colombia y Venezuela organizado por la Organización Sanitaria Panamericana. En cumplimiento del mencionado acuerdo, el consejo de la Facultad lo nombró director del Departamento de Pediatría (1956-1960). Delegado al VIII Congreso Panamericano de Pediatría (Caracas, 1960), presentó el trabajo Aplicación en niños colombianos de la vacuna trivanlente oral antipoliomielítica y la conferencia sobre La enseñanza actual de la Pediatría en la Universidad Nacional de Colombia. Fue elegido presidente de la Sociedad de Pediatría (1964-1966), logró la edición de las memorias del VII Congreso Nacional (Bogotá, 1965) y la totalidad de las conferencias de los tres temas centrales: desnutrición, tuberculosis, parasitismo.

Fue vicedecano (1967-1970) y decano (1970-1972) de la Facultad de Medicina. Editor en 1958 de la obra Terapéutica infantil para graduados con la totalidad de las conferencias dictadas en el Hospital

de la Misericordia (1958). Ha publicado Cambios endocrinos en desnutrición, en Historia de la Medicina; primer capítulo del libro De Andalucía a Boyacá, Editorial FAS, Bogotá, Universidad Nacional; y Pediatría colombiana, Los Fundadores de la Sociedad Colombiana de Pediatría. En 1985 fue designado profesor honorario de la Universidad Nacional y en 1995 recibió una placa de la Asociación de Médicos del Hospital de la Misericordia: Por sus extraordinarios aportes a la Pediatría colombiana, a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y al Hospital de la Misericordia. Santafé de Bogotá, mayo 5 de 1995.


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Velásquez Mejía, Hernando Profesor de Cirugía

NACIÓ EN MANIZALES. Hijo de José Velásquez y Rubiela Mejía Mejía. Hizo sus primeras letras localmente, después viajó a la capital para ingresar en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. Sustentó su tesis Operación de Wertheim, períodos pre y posoperatorio y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía. Hizo su internado en el Hospital San Juan de Dios y su carrera académica en su alma máter. Viajó a Estados Unidos para hacer estudios de posgrado. Regresó a Colombia y se radicó en Bogotá. Fue profesor de Clínica Quirúrgica de la Universidad Nacional y cirujano del Hospital

San Juan de Dios. Director Científico de la Clínica de la Caja Nacional de Previsión. Ejerció en el Consultorio de Especialistas de Bogotá, fue jefe del Servicio Médico de la Compañía petrolera Texas, miembro y presidente de la Asociación Nacional de Gastroenterología, organizó la primera convención de la entidad en 1948. Escribió numerosos artículos científicos sobre temas quirúrgicos, ulcera péptica, pancreatitis, ictericia, sobre la operación Wertheim para el carcinoma del cuello uterino y además sobre la vagotomía en el tratamiento de las úlceras pépticas.

Velázquez Mejía, Hernando, Ulcera péptica, Rev Fac Med, Bogotá, 1951; 20(6):265-358.______, La vagotomía en el tratamiento de las úlceras pépticas, Asociación Nacional de Gastroenterología, el 15 de julio de

1948.______, Operación de Wertheim, períodos pre y

posoperatorio, tesis, Universidad Nacional, Facultad de Medicina, Bogotá. ______, Ictericia, Bol Clin Marly, 1943; 5(2):47-65.______, Tratamiento médico del ulcus péptico, Med Cir, Bogotá, 1995; 19(11)32-36.______, Pancreatitis aguda, Temas Escogidos de Gastroenterología, Bogotá, 1959; 3:235-242.

Vergara Delgado, Jorge (1915-1970) Rector de la Universidad del Valle y de la Universidad Nacional

NACIÓ EN BUGA, hijo de Luis Felipe Vergara y Mercedes Delgado. Casado con Rosario Renjifo. Estudió Medicina en la Universidad Nacional, donde sustentó su tesis La salpingotomía bilateral como tratamiento preventivo de la reinfección neissérica salpingoovariana y recibió su grado de Doctor en Medicina y Cirugía en 1943. Viajó a Estados Unidos con una beca y se especializó en Medicina del Trabajo en la Universidad de

Pittsburgh. Al regresar a Colombia, fue nombrado rector de la Universidad del Valle desde 1951 hasta 1954, cuando fue designado rector de la Universidad Nacional hasta 1957. Regresó a Estados Unidos para estudiar Organización Médica y Psiquiatría Social. Volvió a Bogotá, en donde ejerció como jefe médico del Instituto de los Seguros Sociales hasta 1959, cuando se retiró para dedicarse a la docencia y la coordinación de servicios psiquiátricos en la Clínica Santo Tomás de Bogotá. Autor de numerosas publicaciones sobre Medicina Social y del Trabajo: Código de clasificación de accidentes; Bases para una organización médico-asistencial a través de los Seguros Sociales, Prestaciones médicas e indemnización de incapacidades; Campo de aplicación del Seguro Social; Psiquiatría en la industria; Estructura política y social. Fue director Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional (1953-1956) y miembro de la Academia Nacional de Medicina.

Vergara Delgado, Jorge, Nuevos criterios para la evaluación de incapacidades, Bogotá, Revista de la Universidad Santo Tomás, 1970. ______, La salpingotomía bilateral como tratamiento preventivo de la reinfección neissérica salpingoovariana, tesis, Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Medicina Bogotá, Águila, 1943.______, La cátedra de hebreo, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Órgano Trimestral de la Institución, 1956; (21):7-8.

______, Lo inimitable y lo imitable en Marcelino Menéndez Pelayo, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Órgano Oficial de la Institución, Bogotá, 1956; (22):89-101.______, El convenio de colaboración científica colombo-alemana, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Órgano Trimestral de la Institución, 1954; (20):1-4.

______, Estudios, publicaciones y actividades

docentes, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, Departamento de Salud para la Comunidad, 1971. (Trabajo para promoción de profesor.)______, Fundamentos para un análisis psicosocial.


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Asociación de Médicos Universidad Nacional de Colombia AMUN

Prueba Asociación de Médicos Universidad Nacional de Colombia AMUN

1. Abad Correa, Miguel

2. Abuabara, Foad

3. Abuabara, Judith

4. Acosta, Alfredo+

5. Alarcón, Félix E.

6. Alvira, Álvaro

7. Amorocho, José

8. Arango Arango, Jaime

9. Arango Hernández, Lázaro

10. Araya, Rodrigo

11. Arciniegas, Eduardo

12. Arévalo, Álvaro

13. Baquero, Octavio de Jesús+

14. Barbosa, Guillermo+

15. Barbudo, Jaime

16. Bayona, Emiro

17. Bernal, Carlos

18. Briceño, Gustavo+

19. Caballero, José Francisco

20. Cáceres, Josué

21. Calderón, José Danilo

22. Camargo Vega, Gustavo

23. Campo Montoya, Yezid+

24. Cardoso Álvarez, David

25. Caro, María Eugenia

26. Castellanos, Jorge

27. Castro, Trifon

28. Celedón, Cristóbal+

29. Chain Bahía, Eduardo 30. Charry, Álvaro31. Charry, Amalia32. Chavarriaga, Fabio 33. Chona, Alfredo+

34. Cobo Cobo, Édgar 35. Cohen, Donaido 36. Collazos, Óscar 37. Correa, Ernesto+ 38. Cruz, Ángel Uriel 39. Cubillos, Luis

40. Cuéllar, Hernando+41. Cuervo Duque, Francisco 42. De la Cruz, Jorge43. De León, Humberto44. Díaz Granados, Armando 45. Díaz Pérez, Jaime+46. Díaz Pérez, Rodolfo47. Díaz Plata, Manuel+48. Díaz, Ernesto49. Díaz, Luis Agusto50. Dickson R., Efraim51. Duarte French, Álvaro+ 52. Duarte Guarín, Sergio53. Duque Fayad, Mario54. Duque Trujillo, Alberto 55. Durán, Dagoberto+56. Espinel Guerrero, Pedro V.

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57. Ferguson, Pedro

58. Fernández, Alfonso

59. Flórez, Daniel

60. Fonseca, Eduardo

61. Foscari Escobar, José

62. Franco, Fabio

63. Franco, Gilberto

64. Freyle Sánchez, Juan+

65. Fuentes, Sergio

66. Galindo, Ana María

67. Garavito, Guillermo

68. García A., Manuel J.

69. García Guerrero, Guillermo

70. García, Humberto

71. Garro, Arnoldo

72. Gómez Arbeláez, Josué

73. Gómez Durán, Heriberto

74. Gómez González, Jaime

75. Gómez Grisales, Luis

76. Gómez Laurens, Jaime

77. Gómez Parrado, Ignacio+

78. Gómez Rivas, Fernando

79. Gómez Ulloa, Mario

80. Granados, Aureliano

81. Guerra Parodi, Luis+

82. Gun, Isidoro

83. Gunther Gutiérrez, Óscar

84. Gutiérrez Casas, Hernando

85. Guzmán Alandete, Rubén

86. Henao Arango, Fabio

87. Henao, Manuel

88. Hernández, Antonio

89. Hernández, Humberto

90. Hernández, Rubén

91. Hernández, Yesid

92. Herrera Luis, Alberto

93. Huertas Vega, Bernardo+

94. Jaramillo, Efraim95. Jiménez Rozo, Germán96. Juliao Ramos, Nelson97. Knobelsforf, Stefan98. Latorre Gómez, Jorge E.99. Lederman, Bernardo100. Lizcano Cotes, Alejandro+ 101. Llanos, Mario Daniel.102. López Esteban, Ernesto103. López García, Alberto104. López, José Armando105. Loza Cañizares, Víctor M.106. Lozano Monroy, Humberto 107. Lozano Valcalcer, Alfonso 108. Lozano Zapata, Jorge109. Macias Matallana, Gonzalo+ 110. Maestre Pavajeau, Hernán

111. Manjarrés, Néstor112. Mariño Rodríguez, Luis113. Marques, Domingo114. Martínez Cáceres, Leonor115. Mayorga, Luis Eduardo116. Mejía Pinzón, Jorge117. Melo Melo, Dairo+118. Méndez Gómez, José Ignacio+ 119. Méndez, Víctor M.120. Moncayo Cruz, Álvaro121. Morales Sánchez, Carlos122. Morillo Caballero, Héctor123. Munive, José de J.+124. Muñoz Escobar, Jairo125. Murillo Arias, Alfonso126. Murillo, Jorge E.+127. Muñoz , Germán128. Navas Serrano, Rodolfo129. Neira Ortiz, Jorge130. Núñez Blanco, Rodrigo

131. Ocampo Echeverry, Fabio

132. Olivella, Jacquín Juan

133. Ordóñez Garay, Javier

134. Ordóñez Uribe, Guillermo

135. Orjuela, Efraín

136. Ortegón Ortegón, Samuel

137. Ospina Gallego, Raúl

138. Padilla Rueda, Rafael

139. Páez Guerrero, Daniel

140. Páez, Hernando

141. Pantoja Borras, Ligia

142. Parra Tobiano, Alcibiades+

143. Pedraza, Miguel A.

144. Peñarete Villamil, Jaime

145. Perea-Sasiaín, José

146. Pérez Restrepo, Hernando

147. Pinto Rodríguez, Luis+

148. Porras, David Darío

149. Portilla Osorio, Alfonso

150. Quintero Quintero, Mario

151. Quintero, Carlos Arturo

152. Quintero, Vélez Omar

153. Ramírez Delgado, Alberto

154. Restrepo Posada, Alberto

155. Rey Villamil, Jaime

156. Reyes Reyes, Hernando

157. Reyes, Plutarco

158. Rincón Caruso, Eduardo+

159. Rodríguez, Mauricio160. Rosas Rojas, Enrique161. Rozo Moncada, Carlos 162. Rubiano Caballero, Alfredo 163. Rueda Bernal, Álvaro

164. Rueda Gómez, Mario165. Saavedra Racine, Hernán+ 166. Salazar Salazar, Adalberto 167. Salcedo Segura, Jaime168. Santamaría, Alfonso169. Sarmiento A.,Germán 170. Sarmiento H., Germán 171. Solorza Acosta, Jesús172. Torres Chaves, Hernando 173. Torres, Guillermo174. Traad Malof, Ernesto175. Vallejo Romero, Alfredo 176. Varón Correal, Nelson 177. Velandia Arévalo, Luis 178. Velázquez García, Jaime+ 179. Vélez González, Julio180. Villabona, Jaime181. Ydrobo, Eduardo+182. Zaldua, José

183. Zapata Madrid, Jaime184. Zapata, Carlos H. Zornoza del Valle, Rafael+


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La Facultad de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia rinde homenaje a la promoción de 1955 de la Facultad de Medicina

de la Universidad Nacional de Colombia

Prueba Reseña históricaUniversidad Cooperativa de Colombia 1958-2005: cuatro décadas de progreso

La Universidad Cooperativa de Colombia es una realidad educativa que comenzó a gestarse en 1958 en el Instituto M. M. Coady de Educación y Capacitación Cooperativa, razón social que hacía homenaje a un educador canadiense pionero del movimiento que promovía La educación de adultos basada en la cooperación económica.

El Instituto impartía enseñanza en materias como Historia y Doctrinas Cooperativas, Administración, Legislación y Contabilidad, especialmente en la jornada nocturna. Su primer director y líder de la iniciativa fue Rymel Serrano, abogado de la Universidad Nacional, quien convocó como docentes a importantes

dirigentes cooperativistas entre ellos: Augusto Arbeláez, Carlos Julio Niño, José Joaquín Rojas, Maria Cristina Salazar, José Levy Vargas, Héctor Restrepo Valencia y Carlos Uribe Garzón.

En 1961 el Instituto fue reorganizado bajo la denominación de Instituto de Economía Social y Coo- perativismo (Indesco) con cuatro unidades académicas: La Facultad de Economía Social, la Escuela de Expertos Técnicos, el Centro de Especialización y el Centro de Investigación y Extensión. El doctor César Pérez García fue llamado a regentar esta reorganización, con excelentes resultados.

La licencia oficial de funcionamiento se logró por medio de la Resolución No. 4156 del 7 de noviembre de 1964, expedida por el Ministerio de Educación Nacional, norma que abrió paso en Colombia a la formación tecnológica o intermedia y al propio tiempo, al reconocer al Instituto como establecimiento de Educación

Superior, se le permitió otorgar títulos en Economía Social, Administración Cooperativa y Desarrollo de la Comunidad. En 1968 recibió reconocimiento por parte de la Superintendencia Nacional de Cooperativas como Institución Auxiliar del Cooperativismo, según la resolución No. 00559. Posterior- mente, la Fundación Konrad Adenauer se vinculó al proyecto, lo cual fortaleció las finanzas y amplió sus horizontes de desarrollo. Su participación exigió a su vez una reestructuración y es por ello que su director transfirió el derecho de propiedad a la Unión Cooperativa Nacional, Uconal, la cual convocó a otros organismos cooperativos de grado superior a participar en la propiedad de Indesco.

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Así se produjo el ingreso de Coopdesarrollo,

Ascoop, Cecora, Financiacoop, Cencoa y Ucopan. Corría ya el inicio de la década de los setentas y en esa época comienzan a surgir las sedes de Medellín, Bucaramanga, Barrancabermeja, Cali (que luego fue suprimida pero reabierta nuevamente, años más tarde) y Barranquilla (que fue trasladada a Santa Marta en 1981). Después de varias reestructuraciones organizativas, pero conservando similares principios filosóficos, en 1983 recibió el reconocimiento institucional como Uni- versidad Cooperativa de Colombia, mediante la Resolución No. 24195 expedida el 20 de diciembre por el Ministerio de Educación Nacional.

En los años ochenta, la Universidad Cooperativa de Colombia se comprometió con la formación de Profesionales con Criterios Políticos reiterando con ello su vocación social a través de la educación y la Economía Solidaria. En la década de los 90, participó activamente en el periodo de expansión de la educación superior

en el país, extendiendo sus servicios a una gran parte del territorio colombiano con el propósito fundamental de descentralizar y democratizar la educación superior, dando origen a numerosas contribuciones, al desarrollo social, económico, político y cultural del país desde cada una de sus sedes. Desde 1998 la seccional de Medellín viene adelantando el proyecto Universidad Virtual Cooperativa con el propósito de crear un modelo educativo dinámico e innovador de alta cobertura para Colombia y América Latina que promueva el aprendizaje continuo y permanente para todos, a partir de sólidos adelantos tecnológicos de la informática y las telecomunicaciones.

En 2002 la universidad recibió un reconocimiento importante: se ratificó su calidad de Institución Auxiliar de la Economía Solidaria mediante el certificado 066 del 22 de julio de 2002 expedido por la Superintendencia de Economía Solidaria. Con lo cual se confirma su pertenencia al tercer sector previsto en la Ley

30 de 1992 (artículo 23) que clasifica por razón de su origen a las instituciones de educación superior en: estatales u oficiales, privadas y de economía solidaria.

Sin duda este reconocimiento abre espacios de participación en organismos decisivos en la coordina- ción, planificación, recomendación y asesoría de la educación superior como el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), con base en la Ley 30 del artículo de 1992 (artículo 34), entre otros.

Facultad de Ciencias de la Salud en Santa Marta Programa de Medicina

El diagnóstico hecho por iniciativa del arquitecto, rector de la Universidad Cooperativa de Colombia en Santa Marta, doctor Eduardo Angulo Mestre mostró la gran necesidad de crear un Programa de Medicina para responder a la cantidad de aspirantes a médicos que truncaban sus sueños por la lejanía y el costo de

las universidades que en Colombia lo ofrecían. En respuesta a este estudio, conocido por el doctor Cesar

Pérez García, rector nacional de la Universidad Cooperativa de Colombia, reunió al Consejo Superior en el año de 1993 para tomar en consideración la propuesta; esta se discutió y fue aprobada. Se comisionó entonces al médico de Medellín, doctor Omar Vargas Vargas para que dirigiera la elaboración del Programa.

Una vez elaborado el programa, el doctor Vargas Vargas lo presentó ante el Consejo Superior de la Universidad Cooperativa de Colombia pero sus miembros consideraron que la organización y desarrollo del mismo era casi imposible y el proyecto se guardó aunque el ICFES ya había dado su aprobación, como se registra en los archivos. Acta de creación del Programa de Medicina en Santa Marta, Número 14, del 15 de septiembre de 1993 con Registro

ICFES 44111, firmado por Germán Silva García.

Dos años después, en 1995, el doctor Eduardo Angulo Mestre, preocupado por la necesidad que el estudio diagnóstico seguía arrojando, insistió y solicitó que se le diera la oportunidad de trabajar sobre el proyecto para la apertura del Programa de Medicina en la Universidad Cooperativa de Colombia, Seccional Santa Marta.

La respuesta no se hizo esperar, el doctor Omar Vargas Vargas viajó a Santa Marta acompañado de los miembros del Consejo Superior. Convocaron a estamentos gubernamentales, políticos y sociales. Se re- unieron en varias ocasiones para discutir, explicar y mostrar la necesidad del Programa de Medicina en la región. El resultado no pudo haber sido otro que la aceptación y la libre viabilidad al proyecto.

Con el entusiasmo que caracterizaba al doctor Eduardo Angulo Mestre, no se demoró en hacer

las gestiones necesarias para darle paso al proyecto y fue así como en febrero de 1996 inició el Programa de Medicina como Ciclo Básico que continuó con el plan definitivo en el segundo, bajo la orientación del doctor Juan Luciano Olivella Jacquin designado como decano en Santa Marta. Con este ejemplo se abrió el Programa de Medicina en Pasto y Villavicencio y el doctor Omar Vargas Vargas ocupó la decanatura, a nivel nacional, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Cooperativa de Colombia.

Posteriormente el doctor Jaime Cabrera, decano del Programa de Medicina en Pasto, plantea que las asignaturas que corresponden a Salud Familiar, Salud Comunitaria y Salud Preventiva deben llevarse en forma horizontal durante el período académico de todos los semestres con el nombre de Promoción de la Salud, Prevención de la Enfermedad y Proyección a la Comunidad. Este planteamiento fue aprobado bajo la Resolución 039 de octubre de 1996, dándole

lineamiento de carácter obligatorio.

Del 2 al 10 de abril de 1997, docentes cubanos fueron contratados para realizar una visita de asesoría, fueron ellos: Rodolfo Sotolongo García, como asesor de fisiología quien al cabo de su visita al Hospital rindió un informe favorable afirmando que los docentes asignados tenían competencia y maestría, pero que se debían hacer ajustes en Biofísica y Biología para lograr una buena coordinación de contenidos, igualmente a Bioquímica debía dársele un enfoque totalmente biológico. Rosa Campo Peña, actuó como asesora de Anatomía y Patología. Yolanda Cruz Oviedo, como especialista en Salud Familiar; y José Luis Moreno del Toro, quien había sido docente del Programa hasta el 96, Introducción a la Clínica.


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En mayo de 1997 el doctor César Pérez García, rector nacional sugiere continuar la contratación del doctor José Luis del Toro, orientaba Promoción de la Salud en la Comunidad para la Coordinación Acadé- mica del Programa de Medicina. En la nómina de docentes también estaban los doctores Jesús Fernández Ponce y Desiderio Lázaro Espinosa Quiroz quien tenía a su cargo la Anatomía.

En el segundo semestre de 1997 el doctor Vargas convoca a una asamblea con todos los decanos del Programa de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia, incluyendo los de Villavicencio y Pasto que habían iniciado en el mes de agosto. Asistieron algunos profesores cubanos contratados por la Universidad, entre ellos el doctor Rodolfo Sotolongo quien propuso algunos cambios solamente en el flujograma pues consideró que

el plan de estudios estaba acorde con las necesidades del Programa.

El doctor Del Toro, por primera vez, invitó a dos estudiantes para que asistieran al Congreso Nacional de Medicina en Bucaramanga, durante los días 18 a 22 de noviembre, fueron ellos: José Edgardo González Arragocés del Segundo Nivel y Heidi Mayerly Beltrán Toscano del Cuarto.

Del 3 al 5 de diciembre se llevó a cabo la Primera Jornada Científica coordinada por el doctor José Luís Moreno del Toro.

Medicina Legal establece procedimientos y requisitos a cumplir en el anfiteatro por medio de la Reso- lución 001669 del 10 de diciembre de 1997.

El doctor Eduardo Rozo Briceño, decano del Programa de Medicina de Villavicencio, hizo aportes muy importantes para involucrar dentro de Promoción de la Salud, y Prevención de la Enfermedad y Proyección a la Comunidad, el

concepto de Medicina Familiar.

El doctor Juan Luciano Olivella Jacquin, hoy Director Académico de Santa Marta, cuenta con el apoyo incondicional de parte de todos los miembros de la comunidad educativa de la Universidad: directivos, profesores, empleados y estudiantes; de los estamentos gubernamentales del Distrito, de los médicos del Servicio de Salud, de Clínicas Particulares, del Seguro Social, del Hospital Julio Méndez Barreneche, cerrado en el mes de agosto de 2005, para seguir con la maravillosa labor de formar médicos idóneos ubicados en muchos hospitales de Colombia como internistas, rurales y profesionales, algunos haciendo especiali- zación en el exterior.

La Universidad ofrece costos asequibles a los estudiantes de la región y además procura crédito mediante La Cooperativa Multiactiva Universitaria Nacional, Comuna, o gestión con el ICETEX

El progreso del Programa de Medicina en la Universidad Cooperativa de Colombia ha sido tan rápido que cuenta con anfiteatro propio, laboratorios y maniquíes simuladores para la práctica de los estudiantes. En promedio 130 docentes, incluyendo 8 de Barranquilla con gran experiencia.

Para mejorar y garantizar la calidad de educación en todos los programas de la Universidad Coopera- tiva de Colombia se promueven, seminarios, postgrados, conferencias, talleres y cursos universitarios de carácter obligatorio para todos los docentes y a los cuales asisten profesionales de otras instituciones y particulares con deseo de superación.

Se efectúan periódicamente Simposios Nacionales de alto nivel en los cuales se hace énfasis no solo en el aspecto médico sino también en el humanístico y social. Se plantea la

construcción de una clínica de atención primaria, haciendo énfasis en el promoción de la salud, prevención de la enfermedad y proyec- ción a la comunidad. En un futuro muy cercano, el Programa de Medicina implementará formación de especialidades en: Obstetricia, Ginecología, Medicina Interna y Cirugía.

La sociedad samaria en general, guarda eterna gratitud hacia los doctores: César Pérez García, Omar Vargas Vargas y Eduardo Angulo Mestre por haber hecho realidad el sueño de tener el Programa de Medicina en Santa Marta para los estudiantes de la región, futuros grandes profesionales investigadores de la salud.

Un fuerte equipo de médicos y docentes realizó la primera autoevaluación con base en las condiciones mínimas de calidad para la acreditación ante el ICFES, y en septiembre de 2005 espera los Pares Académi- cos que evaluarán el Programa de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia en Santa

Marta. Bajo la orientación de doctores: Farouk Zawady Leal, Decano y Víctor Hernández Linero, Coordinador Académico.

Programa de Enfermería ayer y hoy El Programa de Enfermería de la Universidad Cooperativa de Colombia, Seccional Santa Marta fue creado por Resolución 014 de septiembre de 1993 del Consejo Superior. Inició proceso académico el 16 de Febrero de 1994 con un Plan Curricular de diez semestres donde otorgaba el título de Enfermero con énfasis en geriatría y gerontología bajo la coordinación de la Enfermera Superior Mónica Caballero Zambrano.

Por disposición central se realizó una Reforma Curricular en 1995 dividiendo el proceso de formación en dos ciclos: Primer ciclo con una duración de año y medio obteniendo el Título de Técnico Auxiliar de Enfermería, el segundo ciclo con duración de dos años y medio otorgándose el Título de Enfermero (a).

Posteriormente en noviembre de ese mismo año se recibió la visita de delegados del ICFES quienes determinaron la necesidad volver a implementar el Programa de Formación de Profesionales de Enfer- mería con una duración de ocho semestres confiriéndose el Título de Enfermero, este cambio en el plan de estudio se implementa en enero de 1996.

A partir de esta fecha se han realizados ajustes a la estructura curricular teniendo en cuenta los resultados arrojados en cada período académico con el objetivo de optimizarlo y brindar a la comunidad un profesional idóneo y competitivo acorde con las necesidades y expectativas del entorno.

Hoy por hoy el Programa de Enfermería y la Universidad Cooperativa de Colombia continúan luchan- do por el cumplimiento de su misión científica, educativa y social con el ánimo de proyectar Calidad y eficiencia en los procesos de Educación Superior.


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Prueba Referencias

Comunicación personal Abello IgnacioAmaya CamiloAndrade Valderrama ErnestoArchila Castaño AlejandroArchila Falla, P. E.Atalaya E. FelipeBarriga del Diestro FernandoBautista Estupiñan Luz Marina, Banco de la Repúbli-

ca, TunjaBecerra G. DiedreBejarano Martínez JorgeBenavides Erazo J, Biblioteca Luis Ángel Arango Bernal López G., Coronel (r)

Bernal MarcelaBula MarcelaBurgos RembertoCabrera Díaz E.Campo Gómez TeodoroCanales M.Cañizares Esguerra de C.Castañeda Rueda D.Consuegra Zulaica JuanCuellar Montoya Z.De Araujo IsabelDevivero C.Dossman Amanda G. De

Erazo J., Biblioteca Luis Angel Arango Echeverri DaríoEscalante G.Esguerra R.

Ferro de Rueda LucíaGaitán Rey AlejandroGómez Cusnir P.Gómez Gómez Alfonso

Gómez González J.Gómez Rivas AlbertoGómez Rivas FernandoGonzález de Arenas Carmenza, Biblioteca Nacional de

ColombiaGuiomar SilvaGutiérrez Bolívar A.Helo Kattah JorgeHerrera Pontón J.Iriarte BeatrizIsaza SergioJácome Roca AlfredoJaramillo U.R.Lleras Mendoza SantiagoLoaiza Schoonewolff CamiloLondoño Schimmer E.López R. Gloria, Biblioteca de la Universidad Externado

de Colombia Malagón Gustavo Maldonado Jorge

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Marín Mejía R., Archivo General de la Policía Nacional Mario Sánchez MedinaMartínez Martín Abel FemandoMedina J.

Méndez G. Víctor ManuelMendoza Pinedo A., Rev SCOOTMurcia Susana, Profesora y Jefe del Departamento de

Anatomía Patológica, Universidad Nacional, Bogo-

táOrtega Ricaurte Carmen, Museo NacionalPantoja RodrigoPardo Pardo ElberPatricia ClevesPerry de Saravia Jeannette

Quintero Laverde J.Rivas de Sanabria MarujaRodríguez Cualla NormanRuan de De la Carrera Yolanda, Centro de Documen-

tación OPS/COLSalgar Amaya JaimeSánchez de Hernández JuliaSánchez EricSánchez H. Maria CristinaSánchez Medina MarioSánchez Torres F.Serpa-Flórez RobertoSerrano González RicardoSilva Carlos RobertoStahl Heidemarie, Leiterin, Ärztliche Zentralbibliothek,

Universitätsklinikum Hamburg-Eppendorf,

DeutchlandTorres Mejía MónicaTorres Sánchez Fernando

Triana Jr. S.Trujillo Jáuregui J. del C.Ucros Díaz IgnacioValderrama F., Universidad de Antioquia Varela Acosta Leopoldo

Varela Hernández César Iván, Presidente Asociación de Historia de la Dermatología Colombiana

Vargas Llanos Julián A., Sociedad Colombiana de Or- topedia y Traumatología

Varón AdrianaVarón Correal NelsonZapata.Carlos Alberto, Director Técnico Biblioteca Luis

Ángel Arango

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