18-Longa-López Rivera

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Moenia 17 (2011), 519-564. ISSN: 1137-2346. Bibliografía seleccionada y comentada sobre la metáfora Víctor M. LONGA Universidade de Santiago de Compostela Juan J. LÓPEZ RIVERA Universidade de Santiago de Compostela RESUMEN: A lo largo de las últimas décadas el interés por el estudio de la metáfora ha experi- mentado un impulso tanto cuantitativo como cualitativo. En la actualidad contamos no sola- mente con estudios sobre la metáfora de índole retórica o filosófica, sino igualmente con inves- tigaciones procedentes de la psicología, la antropología, la medicina, la ciencia cognitiva, la economía, la biología, etc. Y no ha sido menor la proliferación de análisis lingüísticos reali- zados desde diferentes enfoques, corrientes o disciplinas, debiendo mencionarse por derecho propio en este sentido la lingüística cognitiva. En esta bibliografía se seleccionan y comentan 125 referencias que reflejan el dinamismo y la amplitud de miras del estudio reciente de la metáfora. PALABRAS CLAVE: Metáfora, semántica, pragmática, lingüística cognitiva. ABSTRACT: Over the last decades the interest in the study of metaphor has experienced a quanti- tative and qualitative impulse. At present we do not have only studies on the metaphor of rheto- ric or philosophical nature, but there also exist research from psychology, anthropology, medi- cine, cognitive science, economics, biology, and such. Moreover, the proliferation of linguistic analysis carried out from different angles, currents or disciplines has also increased; although, in this sense, cognitive linguistics deserves to be mentioned in its own right. In this bibliogra- phy 125 references that reflect the dynamism and breadth of vision of the recent study of meta- phor are selected and discussed KEYWORDS: Metaphor, semantics, pragmatics, cognitive linguistics. Si por algo destaca la noción de metáfora (en adelante, M, o Ms en su caso), es por haber sido considerada abundantemente a lo largo de toda la historia en distintos ámbitos del pensamiento. Bien es cierto, sin embargo, que la aproximación dominante fue la retórico-literaria, en la cual el mecanismo metafórico fue percibido como el verdadero estandarte de las figuras retóricas. Pero este indudable interés del que siem- pre ha gozado ha experimentado en el último cuarto del siglo XX un nuevo impulso tanto cuantitativo (pues se ha colocado en la primera línea de atención de numerosas disciplinas) como cualitativo (su tratamiento ha sufrido un cambio muy fuerte de orientación). Recibido: 28-9-2011. Aceptado: 14-10-2011.

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  • Moenia 17 (2011), 519-564. ISSN: 1137-2346.

    Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora

    Vctor M. LONGA Universidade de Santiago de Compostela

    Juan J. LPEZ RIVERA Universidade de Santiago de Compostela

    RESUMEN: A lo largo de las ltimas dcadas el inters por el estudio de la metfora ha experi-mentado un impulso tanto cuantitativo como cualitativo. En la actualidad contamos no sola-mente con estudios sobre la metfora de ndole retrica o filosfica, sino igualmente con inves-tigaciones procedentes de la psicologa, la antropologa, la medicina, la ciencia cognitiva, la economa, la biologa, etc. Y no ha sido menor la proliferacin de anlisis lingsticos reali-zados desde diferentes enfoques, corrientes o disciplinas, debiendo mencionarse por derecho propio en este sentido la lingstica cognitiva. En esta bibliografa se seleccionan y comentan 125 referencias que reflejan el dinamismo y la amplitud de miras del estudio reciente de la metfora. PALABRAS CLAVE: Metfora, semntica, pragmtica, lingstica cognitiva. ABSTRACT: Over the last decades the interest in the study of metaphor has experienced a quanti-tative and qualitative impulse. At present we do not have only studies on the metaphor of rheto-ric or philosophical nature, but there also exist research from psychology, anthropology, medi-cine, cognitive science, economics, biology, and such. Moreover, the proliferation of linguistic analysis carried out from different angles, currents or disciplines has also increased; although, in this sense, cognitive linguistics deserves to be mentioned in its own right. In this bibliogra-phy 125 references that reflect the dynamism and breadth of vision of the recent study of meta-phor are selected and discussed KEYWORDS: Metaphor, semantics, pragmatics, cognitive linguistics.

    Si por algo destaca la nocin de metfora (en adelante, M, o Ms en su caso), es por haber sido considerada abundantemente a lo largo de toda la historia en distintos mbitos del pensamiento. Bien es cierto, sin embargo, que la aproximacin dominante fue la retrico-literaria, en la cual el mecanismo metafrico fue percibido como el verdadero estandarte de las figuras retricas. Pero este indudable inters del que siem-pre ha gozado ha experimentado en el ltimo cuarto del siglo XX un nuevo impulso tanto cuantitativo (pues se ha colocado en la primera lnea de atencin de numerosas disciplinas) como cualitativo (su tratamiento ha sufrido un cambio muy fuerte de orientacin).

    Recibido: 28-9-2011. Aceptado: 14-10-2011.

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    A todo ello, no ha sido ajeno precisamente el abandono y superacin de lo que haba sido la principal va de aproximacin hasta ese momento. El punto de inflexin de este cambio fue la visin expuesta en 1980 por George Lakoff y Mark Johnson1. La nueva concepcin introducida por ambos autores ha sido excelentemente recapitu-lada por Kvecses (2010: X)2 en cinco puntos bsicos:

    [] (1) metaphor is a property of concepts, and not of words; (2) the function of meta-phor is to better understand certain concepts, and not just some artistic or esthetic pur-pose; (3) metaphor is often not based on similarity; (4) metaphor is used effortlessly in everyday life by ordinary people, not just by special talented people; and (5) metaphor, far from being a superfluous though pleasing linguistic ornament, is an inevitable proc-ess of human thought and reasoning.

    En sntesis, pues, lo que seala Kvecses es un desplazamiento de la percep-cin de la M por una parte desde lo meramente estilstico-literario hacia lo conceptual (lo cual implica que ese mecanismo deja de ser apreciado como un recurso primaria-mente lingstico) y, por otra, desde un mbito especial hacia el dominio de la coti-dianeidad (esto es, dejando as de ser considerado un recurso bsicamente para lite-ratos y pasando a incorporarse al bagaje del comn de los hablantes). Por todo ello, como sealan Fauconnier & Turner (2002: 17):

    Metaphoric thinking, regarded in the commonsense view as a special instrument of art and rhetoric, operates at every level of cognition and shows uniform structural and dy-namic principles, regardless of whether it is spectacular and noticeable or conventional and unremarkable.

    En cualquier caso, debe resaltarse que no se trat simplemente de una amplia-cin en la visin de la M, sino tambin, y sobre todo, de una espectacular incorpora-cin del fenmeno a los objetos de inters de numerosas disciplinas. Junto a los ret-ricos o filosficos contamos hoy con estudios de la M provenientes de psicologa, an-tropologa, medicina, ciencia cognitiva, economa o biologa, por citar unos pocos mbitos. No ha sido menor tampoco la proliferacin de anlisis lingsticos realizados desde diferentes enfoques, corrientes o disciplinas. As, desde la lingstica cognitiva, campo matriz de gran parte del impulso renovador reciente sobre la M, ha ido perme-ando otros muchos mbitos y corrientes de investigacin lingstica, representados en la seleccin bibliogrfica comentada a continuacin.

    El objetivo de esta seleccin es tratar de ofrecer una panormica lo ms repre-sentativa posible de la referida riqueza (dentro de las limitaciones de espacio obvias), con especial atencin (pero no nica) a sus manifestaciones en lo lingstico. Para tal objetivo, hemos seleccionado y comentado 125 referencias que reflejan el dinamismo y la amplitud de miras del estudio reciente de la M. Por supuesto, reconocemos de antemano que toda bibliografa de carcter selectivo responde al arbitrio de quien lo

    1 Lakoff, G. & M. Johnson (1980): Metaphors we live by. Chicago: University of Chicago Press. Hay 2 ed., publicada en 2003 (que solo aade un Postscriptum). 2 Kvecses, Z. (2010): Metaphor. A practical introduction. 2 ed. New York: Oxford Univer-sity Press.

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    elabora, y por ello podra ser cuestionada, tanto en lo que concierne a las obras in-cluidas como, especialmente, en lo tocante a aquellas que no lo han sido, y ms en este caso cuando el nmero de referencias posibles aparecidas en los ltimos 30 aos es realmente abrumador. A pesar de ello, confiamos en que la seleccin refleje lo esencial de la inmensidad del material al que tuvimos que hacer frente. Para tal tarea ha sido indispensable el gran volumen de fondos bibliogrficos disponibles sobre M en la Facultad de Filologa y otras facultades de la Universidad de Santiago de Com-postela.

    Todas las referencias comentadas en esta bibliografa han sido manejadas en persona (tambin aquellas otras consideradas pero finalmente no incluidas), y de cada una de ellas se ofrece un breve comentario sobre sus principales contenidos. En oca-siones, el comentario de obras concretas es complementado por otras referencias, normalmente remitidas a notas al pie, que extienden, directa o indirectamente, la en-trada a la que remiten.

    Para finalizar, deseamos agradecer al Dr. Alexandre Veiga su vivo inters, desde el mismo momento en que le planteamos la posibilidad de su publicacin, en que Moenia fuese el foro para que este trabajo viera la luz.

    BIBLIOGRAFA COMENTADA

    Ankersmit, F. R. (1994): History and tropology: The rise and fall of metaphor. Berke-ley: University of California Press [Trad. de R. Martn Rubio Ruiz, Historia y tropologa. Ascenso y cada de la metfora. Mxico: FCE, 2004].

    [Confrontando dos modelos de elaboracin de los escritos histricos (en uno de los cuales, de raz kantiana, la tropologa habra desempeado un papel fundamental), el autor hace una carac-terizacin de la M con la que iluminar ese periodo de prevalencia tropolgica. Es interesante descubrir, as, cmo hay aqu una lnea de coincidencia con otras propuestas que resuelven el proceso metafrico en mucho ms que una mera sustitucin de palabras. Ankersmit concibe la M como el ver un objeto en trminos de otro o, ms generalmente, ver un sistema menos cono-cido en trminos de uno ms conocido, para alcanzar a convertir la realidad en algo familiar, para, en suma, hacernos sentir como en casa. La M extendera, entonces, sus potencialidades al extremo de, ya que invita a nuevos puntos de vista, oficiar de instrumento para organizar el mundo y nuestro conocimiento de su catica multiplicidad.]

    Arbib, M. A. & M. B. Hesse (1986): The construction of reality. Cambridge: Cam-bridge University Press.

    [El cap. 8 (Language, metaphor, and a new epistemology, pp. 147-70) rechaza la diferencia entre uso literal o propio y uso impropio o desviado, planteando la tesis de que all language is metaphorical (p. 150), la cual deriva de la idea previa de que el lenguaje se enraza en esque-mas (unidades de representacin del mundo que suponen procesos cerebrales dinmicos). La tesis es justificada mediante la operacin de categorizacin: ya que no hay dos objetos o even-tos que compartan las mismas propiedades, el lenguaje clasifica juntos objetos que difieren,

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    incluso mucho, en los detalles, por lo que su uso supone perder informacin sobre el mundo3. Por ello, dado que los cambios metafricos de significado que dependen de similitudes y dife-rencias entre objetos no son desviados, sino que impregnan el lenguaje, la M est en la base del propio lenguaje. Desde tal perspectiva, la diferencia literal-metafrico no implica ninguna distincin en un nivel semntico profundo, sino que es de ndole pragmtica, aludiendo a cmo el hablante aprende y usa las palabras: el uso literal es el ms usual en contextos familiares, siendo el ms fcil de manejar, aprender y ensear.]

    Augieri, C. A. (ed.) (1996): Simbolo, metafora e senso nella cultura contemporanea: Atti del Convegno internazionale, Lecce, 27-29 ottobre 1994. Lecce: Milella.

    [Estas actas, resultado de la celebracin de un congreso interdisciplinar, ofrecen una muestra variada, aunque unificada por el objetivo comn de debatir el papel que juega el smbolo en los textos literarios y, en general, en las representaciones culturales. En el prlogo, Augieri se de-dica, sobre todo, a caracterizar el smbolo como una especie de elemento liberador de los blo-queos o cierres semnticos a los que puede verse sometido el sentido en aquellos casos en que llega a un lmite en el que la cultura calla y no puede o no sabe significar (vendra a actuar en forma semejante a los hroes que en los cuentos ayudan a superar obstculos a los personajes confinados en espacios cerrados). Entre las contribuciones, procedentes de campos como la antropologa, la filosofa, la semiologa o la teora y crtica de la literatura, aparecen ms de una decena de trabajos dedicados a la M, enmarcada entre los mecanismos ms generales del smbolo y el sentido. Hay, tambin en este aspecto, gran variedad: la M en relacin al sentido, en tratamiento conjunto con el smbolo y el mito, revisando su funcionamiento en filosofa o en figuras como Dante, Vico, T. S. Eliot, Heidegger, Ricoeur o Derrida.]

    Balkin, J. M. (1998): Metaphor, metonymy, and cognitive models. En Cultural soft-ware: A theory of ideology. New Haven & London: Yale University Press, 242-58.

    [Balkin, quien ha puesto, entre otros, la base terica para la interseccin del anlisis crtico del discurso y la lingstica cognitiva, merece, por ello, ser incluido en esta serie de comentarios. Y, sobre todo, por resaltar los efectos que el uso de la M provoca en tanto que mecanismo cog-nitivo de la ideologa, aun sin ofrecer una concepcin original del fenmeno (sigue fielmente la de Lakoff & Johnson 1980). Ya que se trata de un recurso por el cual se entiende X en trminos de Y, destaca ciertos rasgos y oculta otros; describira, por lo tanto, selectivamente una situacin, suprimiendo concepciones alternativas. Producira, asimismo, realidades sociales, porque definira los parmetros de la conducta adecuada. En resumen y con las palabras del autor (p. 247): the constitutive function of metaphor [] does not simply distort reality. Rather, it makes reality; [] metaphor has the power to make itself true in social practice.]

    Barcelona, A. (ed.) (2000): Metaphor and metonymy at the crossroads. A cognitive perspective. Berlin & New York: Mouton de Gruyter.

    [El volumen, que combina trabajos derivados de dos congresos celebrados en 1997 con otros encargados por el editor, persegua ofrecer un panorama representativo de la teora cognitiva de la M y la metonimia mediante el anlisis de sus aspectos centrales. Los 15 trabajos se agrupan en 2 partes principales: discusin de problemas y nociones tericas, y anlisis de la M y meto-nimia en la estructura del lenguaje, en su uso y en el discurso (por tanto, aspectos tericos y

    3 Tambin Goatly (1997) (cfr. entrada) seala, en una lnea semejante, pero no tan radical, que la M muestra que toda clasificacin lingstica ignora selectivamente aspectos del mundo, pues es-conde algunos rasgos de los fenmenos a los que se aplica y realza otros; as, tal mecanismo es obli-gado en todo acto de conceptualizacin y categorizacin.

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    estudios de caso). En conjunto, los trabajos ofrecen una panormica amplia sobre la teora cog-nitiva y sus nuevas aplicaciones (motivacin metafrica de la gramtica, tratamiento de M y metonimia en la conversacin, etc.) y perspectivas (p. ej., blending), ms all de las clsicas de los aos 80, mostrando al tiempo la existencia de aspectos controvertidos en su seno. Dentro de esas nuevas perspectivas, el libro refleja bien el inters creciente producido en la segunda mitad de los aos 90 por la metonimia y por su interaccin con la M (plasmado en caps. como los de Barcelona y Radden, publicado este de nuevo en Dirven & Prings eds. 2003), frente al desin-ters de la teora cognitiva por la metonimia hasta ese momento4.]

    Bartel, R. (1983): Metaphors and symbols: Forays into language. Urbana: National Council of Teachers of English.

    [El volumen promete una aproximacin a la M que englobe a las poticas desde una nueva perspectiva que las hace figurar a la par de las que se encuentran en distintas modalidades de lengua populares. Concebidas como comparaciones que no pueden ser interpretadas literal-mente, daran al lenguaje su vivacidad y su sello autntico, puesto que este sera esencialmente metafrico (de la misma manera, muchas palabras tendran vida por haber adquirido signifi-cados procedentes de procesos metafricos). El libro se estructura en una serie de apartados que, finalizando todos ellos con sugerencias para la enseanza, se ocupan, fundamentalmente, de establecer las diferencias entre el fenmeno de la M popular y las comparaciones literales, las Ms poticas (inseparables del contexto que conforman poema y autor) o los smbolos (cual-quier signo que ha adquirido un significado extra).]

    Beck, L. G. & J. Murphy (1993): Understanding the principalship: Metaphorical themes, 1920s-1990s. New York: Teachers College Press.

    [Esta obra aprovecha las interpretaciones sobre la M para aplicarlas al conocimiento de la ad-ministracin escolar en USA. La M se concibe aqu como una forma lingstica asentada en la experiencia (parte de nuestro sistema conceptual) que sirve para explicar una idea en trminos de otra (tiene un gran potencial para la clarificacin de conceptos abstractos y la generacin de nuevas ideas y significados). Adems, a travs de ella se podran conectar los mundos cognitivo y afectivo, por cuanto la M crea imgenes mentales comparando personas o cosas con algo que desemboca en una respuesta emocional. Este marco terico se proyecta sobre el examen hist-rico de la figura del director de escuela (principal) desde 1920 (ao de creacin del organismo oficial que los agrupa) hasta la dcada de 1990. El objetivo es descubrir las caractersticas atribuidas a los responsables escolares a travs de las Ms con las que alude a ellos la bibliogra-fa educativa. Se tratara de concepciones implcitas que, dependientes de factores de todo tipo (histricos, polticos, organizacionales), podran influir, a su vez, en la propia prctica educa-tiva.]

    Benczes, R. (2006): Creative compounding in English: The semantics of metaphorical and metonymical noun-noun combinations. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins.

    [La M (y la metonimia) puede ser analizada por la contribucin, lxica y creativa, que aporta a los compuestos sustantivo-sustantivo de una lengua particular; de ello es buena muestra este libro. Obtenidas de diversas fuentes (diccionarios monolinges, bilinges y, fundamentalmente, de Internet, en una base de datos de neologismos), 78 construcciones exocntricas del ingls (el

    4 Sobre tal interaccin, cfr. la entrada de Dirven & Prings (eds.) (2003), aunque el volumen editado por Barcelona es uno de los que anticipan ese aspecto. Como seala Barcelona en la Intro-duccin, Metonymy has received much less attention from cognitive linguists than metaphor, al-though it is probably even more basic to language and cognition (p. 4).

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    compuesto no es el hipnimo del elemento nuclear: p. ej., belly button, ombligo) son las que examina Benczes. La tesis principal de la autora es que no se trata de procedimientos excepcio-nales; estaran basados en patrones productivos de la lengua inglesa, ya desde el punto de vista significativo (las Ms/metonimias se refieren a hechos habituales en la vida diaria), ya desde el morfolgico. Destacaran, adems, por su gran sistematicidad interna (parte del compuesto se activa por la M/metonimia conceptual). La diferencia con los ms investigados compuestos endocntricos (hipnimos del elemento nuclear: p. ej., apple tree, manzano) residira en la creatividad: en los exocntricos se detectaran asociaciones creativas entre conceptos, por simi-litud, analoga y contigidad; una creatividad, por cierto, que se requerira, asimismo, de los re-ceptores para su interpretacin.]

    Berendt, E. A. (ed.) (2008): Metaphors for learning. Cross-cultural perspectives. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins.

    [Anlisis intercultural del mbito del aprendizaje efectuado a partir de los mltiples papeles que en l tiene el lenguaje metafrico, y que muestra: (1) la gran influencia de los diferentes tipos de discurso (utilizados en y sobre el aprendizaje) en la percepcin de cmo se aprende, y (2) cmo el aprendizaje puede moldear a su vez los valores socio-culturales. En realidad, el libro persigue ejemplificar cmo los modelos metafricos influyen en los valores sociales. Los 11 trabajos se agrupan en 4 partes: la 1 (2 trabajos) muestra cmo el cambio histrico en las Ms acadmicas (de Occidente y Japn) ha influido en el discurso y la propia enseanza acadmica. La 2 (5 trabajos) trata los valores socio-culturales revelados por el uso de la M en varias len-guas y la 3 analiza en 2 trabajos, referidos al ingls y chino, la M y la clase. La parte 4 rene 2 trabajos sobre Ms en la planificacin educativa, tratando cmo la M moldea el discurso sobre la naturaleza y objetivos del aprendizaje en dos contextos (Tnez y Sudfrica).]

    Black, M. (1962): Models and metaphors. Ithaca, NY: Cornell University Press [Trad. de V. Snchez de Zavala, Modelos y metforas. Madrid: Tecnos, 1966].

    [Principal representante de la teora de la interaccin5, que desplaz la clsica de la sustitucin y que fue el modelo ms extendido hasta la llegada del cognitivismo. Este libro, que trata muy diferentes aspectos, rene trabajos previamente publicados; sobre la M destaca el cap. III6. Su teora, de corte semntico, se caracteriza por varias premisas bsicas: la M no se limita a sea-lar semejanzas entre objetos sino que las crea; tiene una funcin no meramente esttica, sino cognitiva; y no puede reducirse a una mera comparacin. Segn Black, una M consta de sujeto principal y subsidiario y supone una interaccin por la que se crea similitud entre ambos sujetos; de ese modo, la M no se limita a enfatizar aspectos preexistentes sino que crea la simi-litud, pues permite ver sujeto principal y subsidiario de manera nueva para establecer el pare-cido entre ambos. La teora de la interaccin se opone en cierto modo al cognitivismo: mientras segn Black la M crea las diferencias, en lugar de partir de ellas, el cognitivismo sostiene que la M se basa en conceptos metafricos preexistentes en el sistema conceptual.]

    5 Cuyo antecedente es I. A. Richards (1936): The Philosophy of Rhetoric. Oxford: Oxford University Press. Richards rechaz dos premisas bsicas del modelo tradicional: que la M no supone ninguna informacin nueva, y que, por ello, su funcin era de mero ornamento. Por otro lado, en 1979, Black reformula algunos aspectos de su marco anterior, introduciendo la nocin de proyeccin, adems de algn cambio terminolgico (sujeto principal y subsidiario pasan a llamarse sujeto pri-mario y secundario). Ese trabajo es More on metaphor, en A. Ortony (ed.), Metaphor and Thought. Cambridge: Cambridge University Press, 1-18. 6 La metfora, pp. 36-56, publicado originalmente en 1954 como Metaphor, en Proceed-ings of the Aristotelian Society 55, 273-94.

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    Blumenberg, H. (1960): Paradigmen zu einer Metaphorologie. Frankfurt am Main: Suhrkamp Verlag, 1997 [Trad. de J. Prez de Tudela Velasco, Paradigmas para una metaforologa. Madrid: Trotta, 2003].

    [Estos Paradigmas pretenden dar cuenta, desde un mbito muy especfico, de la legitimidad del uso de las Ms en el lenguaje filosfico. En un dominio tal, donde la exactitud en los trminos es sea de identidad, no parece que el efecto traslaticio operado por la mecnica metafrica de-biera hallar acomodo alguno. No obstante, el autor, desmarcndose del pensamiento que hace de la precisin terminolgico-conceptual un ideal al que tender, trata aquellas Ms que considera podran ser elementos bsicos del lenguaje de la filosofa (las Ms absolutas, segn su expre-sin). Seran estas las que, irreductibles a lo propio, permitiran preguntar por la estructura del mundo o el todo de la realidad. De este modo, la fijacin (incluidos los criterios para estable-cerla) y el anlisis de la funcin enunciativa, aun en un trabajo preparatorio como el que pre-senta Blumenberg (apunta a delimitar campos en los que puedan conjeturarse M absolutas), constituira una pieza fundamental en la historia de los conceptos.]

    Bollack, J. & al. (1988): La mtaphore: actes du colloque du 14/15 octobre 1987. Grenoble: Cahier du Group de Recherches sur la philosophie et la langage, 9, Universit des Sciences Sociales.

    [Orientado principalmente hacia los problemas de la filosofa del lenguaje y a aquellos hechos de lengua que aparecen en obras filosficas, cientficas y estticas, este colectivo de 19 autores hace una aportacin especialmente interesante, dadas las bases sobre las que se asienta desde su fundacin (1979). Su director, H. Joly, a cuya memoria rinde homenaje el volumen, supo im-primir al grupo su propia dedicacin a la retrica de las obras del pensamiento, como bien se deja ver en esta compilacin. Es por ello que la obra comienza con un extenso apartado que repasa la historia de la reflexin filosfica sobre la M: destacados pensadores ocupan algunos captulos (por este orden, Platn, los sofistas, Aristteles, Hobbes, Nietzsche y los contempor-neos); otros, se centran en las dificultades en la interpretacin de las Sagradas Escrituras (con-flicto entre sentido literal y figurado). Luego, en Anlisis lingsticos y psicolgicos, se con-trastan teoras sobre la M (visiones semntica y pragmtica), su funcionalidad en la interpreta-cin de los mitos o los aspectos importantes para su adquisicin. La parte final reflexiona sobre el papel de las Ms en los campos esttico y literario.]

    Bobes, C. (2004): La metfora. Madrid: Gredos. [Centrado sobre todo en la M literaria, ofrece algn material interesante, mayormente histrico. Tras una introduccin que expone tres tipos de M (lingstica, del habla cotidiana y literaria o creativa)7 y localiza a fines del XVIII el paso desde una concepcin tradicional de la M a una moderna, la parte II expone varias visiones previas a ese perodo (antiguas, medievales o clasi-cistas)8, aportando textos de autores, y resume en tres los diferentes enfoques sobre la M: susti-tucin, comparacin (ambos tradicionales) y el moderno de la interaccin9. La parte III aborda la M literaria, y la IV, adems de exponer las relaciones de la M con otras figuras, la clasifica segn varios criterios: ontolgico, filosfico o lingstico, o grado de aproximacin de los tr- 7 Es sorprendente que segn Bobes la M del habla cotidiana (la de Lakoff y Johnson) sigue sintindose como M (p. 11; cfr. tambin 14), por lo que no ha entrado a formar parte del sistema lingstico. Esta afirmacin se contrapone con las ideas de ambos autores. 8 Pero la organizacin es confusa: mientras en la parte I expone el germen de la visin que considera moderna (M como creacin), hay que esperar hasta la II para que exponga la visin tradi-cional sobre este mecanismo (M como mmesis). 9 Sorprende tambin que la autora no considere dentro de esos enfoques el marco de la M con-ceptual de Lakoff & Johnson.

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    minos. Un aspecto central de la obra es proponer que la percepcin de la M en poticas y ret-ricas se ha basado en la concepcin del lenguaje potico y del arte: hasta el siglo XVIII predo-min una explicacin basada en las poticas mimticas, que toman la mmesis como generador del arte, y en la que el poeta simplemente da forma artstica a lo que ve en el mundo. Desde fines del XVIII, se explica en el seno de poticas expresivas, que toman la M como un proceso creativo: el arte no supone mmesis, sino creacin del artista.]

    Brown, T. L. (2003): Making truth. Metaphors in science. Champaign, IL: University of Illinois Press.

    [Segn Brown, muy pocos cientficos son conscientes de la ntima relacin de la M con el tra-bajo cientfico, por lo que este libro pretende alterar esa concepcin. El anlisis del uso y la im-portancia de la M en la ciencia que efecta el libro es una excelente demostracin de la natu-raleza metafrica intrnseca del razonamiento cientfico, teniendo el inters adicional de estar escrita por un relevante qumico. Para ilustrar la centralidad del pensamiento metafrico en ciencia, tras los 3 primeros caps., de corte introductorio, donde habla brevemente de la M y pre-senta la teora de la M conceptual de Lakoff & Johnson, los caps. 4-9 analizan diferentes sis-temas cientficos (fsicos, biolgicos o qumicos), mostrando que todos ellos se erigen en torno a Ms: concepciones del tomo (caps. 4-5), modelos moleculares (cap. 6), M del plegado de las protenas (protein holding) (cap. 7), funcionamiento de la clula, descrito a veces como seme-jante a una fbrica (cap. 8) o calentamiento global (cap. 9).]

    Bustos, E. de (2000): La metfora. Ensayos transdisciplinares. Madrid: FCE / UNED. [Rene 12 trabajos, previamente publicados, que conforman una perspectiva, usando las pro-pias palabras del autor poco respetuosa con las fronteras disciplinares (p. 7), al ofrecer un anlisis multidisciplinar sobre la M (filosofico, semntico, pragmtico o cognitivo), justificado por las repercusiones tan amplias de este fenmeno. El espritu de la obra parte de subrayar que los enfoques estrictamente lingsticos (sean sintcticos, semnticos o pragmticos) son muy li-mitados, y tambin de aceptar la visin emanada de la teora de la M conceptual de Lakoff y asociados. El libro efecta un amplio repaso por muy diferentes visiones tericas sobre la M, estudiando adems las implicaciones de este fenmeno en muy variados dominios, como po-ltica, nuevas tecnologas, inteligencia artificial, ciencia, identidad colectiva, etc. La variedad temtica de los trabajos reunidos no impide que la obra tenga unidad global. Es de inters su exposicin de lo que denomina enfoques minimalista y maximalista sobre la M (p. 91), que per-mite sistematizar las diferentes concepciones de la M a travs de la historia.]

    Cameron, L. & G. Low (eds.) (1999): Researching and applying metaphor. Cam-bridge: Cambridge University Press.

    [El libro, cuya gnesis es un congreso celebrado en 1996, pretenda invertir la falta de atencin de la lingstica aplicada hacia las grandes implicaciones de la M, sosteniendo que muchos m-bitos de la orientacin aplicada se relacionan con la M, por lo que el campo no puede ser in-sensible a ella. Fue as la primera referencia que insert plenamente la investigacin sobre M en el mbito aplicado, prestando especial atencin a aspectos tericos y metodolgicos, por lo que su inters es doble. La perspectiva de los trabajos considera que este mecanismo supone un modo de construir el significado ntimamente vinculado con el contexto sociocultural. Los 3 ca-ptulos de la seccin I (Key issues in metaphor research) tienen un inters especial. El 1, de L. Cameron, establece cul puede ser la contribucin de la lingstica aplicada a la investigacin sobre la M. El 2, de R. Gibbs, discute posibles lneas de investigacin, y el 3, de G. Low, aborda el diseo de investigacin sobre la M y su identificacin. Las 3 secciones restantes (From theory to data; Analysing metaphors in naturally occurring data y Analysing meta-phor in elicited data) ofrecen diferentes estudios de caso.]

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 527

    Carver, T. & J. Pikalo (eds.) (2007): Political language and metaphor. London: Rou-tledge.

    [Esta compilacin ofrece un gran abanico de campos a los que aplicar los presupuestos tericos que asume; esos campos se limitan, con todo, al uso de la M en la ciencia y la prctica polticas. Parte el volumen de considerar la M como un proceso creativo, ya que, mediante las interaccio-nes que suscita en el pensamiento, aade significados. Lo central es, sin embargo, tratar este he-cho como instrumento de expresin y condensacin de las relaciones de poder presentes en el mundo poltico. Cada uno de los captulos hace aportaciones tericas, pero el objetivo de todos es analizar casos particulares. Los de la I parte (Ciencia) revisan la relacin entre ciencia, M y sociedad (cfr., p. ej., Akrivoulis, pp. 15-27; muestra cmo una M cientfica se reutiliza en la conformacin de una nacin). En la II (Estructuras), se estudian Ms de la poltica contempo-rnea (p. ej., comunidad entendida en trminos del cuerpo y las relaciones humanas; Honohan, pp. 69-82). Algo similar se hace en la III (Europa) (p. ej., Ms que ayudan a comprender la protesta poltica; Fridolfsson, pp. 132-47). La sexualidad (parte IV) es observada como escena-rio poltico (los mitos y Ms de la masculinidad originan la binaridad de gnero; cfr. Carver, pp. 151-64). La parte V (Poltica) se centra en las estrategias retricas con las que sustentar medidas polticas (Ms que relanzan proyectos impopulares; cfr. van Hulst, pp. 212-24). La l-tima parte (Lenguaje) examina la construccin, con Ms, de la figura del experto (Sormani & Benninghoff, pp. 257-70) o la simplificacin de mensajes, un facilitador de la persuasin, que se obtiene de la metaforizacin (Vertessen & Landtsheer, pp. 271-85).]

    Chamizo Domnguez, P. J. (1998): Metfora y conocimiento. Mlaga: Analecta Mala-citana. Anejo 16.

    [Desde una ptica centrada en la tradicin de filosofa del lenguaje, aunque sin renunciar a las aportaciones de otras disciplinas, presenta el gran giro producido con respecto a la M, consis-tente en que de ser despreciada y relegada solo a un plano retrico, se ha pasado a reconocer y estudiar su gran peso cognitivo. Por tanto, pretende mostrar por qu y cmo el significado me-tafrico es un instrumento cognitivo plenamente equiparable al literal. Para ello, se organiza en 5 caps.: el 1 delimita lo literal y lo metafrico, discutiendo y rechazando la tesis de Davidson que niega la nocin de significado metafrico. El cap. 2 expone las estrategias pragmticas y contextuales que son activas a la hora de identificar e interpretar la M. El 3 discute los tres es-tadios posibles de una M (lexicalizada, semilexicalizada y creativa) y la trayectoria de las Ms a travs de esas etapas desde su surgimiento hasta su lexicalizacin. El cap. 4 trata la relacin entre M y condiciones de verdad, y el 5 analiza Ms en diferentes dominios, como el literario, religioso, cientfico o filosfico.]

    Cienki, A. & C. Mller (eds.) (2008): Metaphor and gesture. Amsterdam & Philadel-phia: John Benjamins.

    [Como una muestra ms de la cada vez mayor expansin de estudios sobre la M, actualmente algunos autores prestan mucha atencin a la relacin entre M y gesto, en tanto que los gestos espontneos (en presencia o ausencia de habla) pueden ser buenos indicadores de pensamiento metafrico y pueden usarse adems como herramienta para entender el significado pretendido. El volumen brinda una amplia panormica al respecto, mostrando el valor de los gestos como fuente para el estudio de la M. Rene 9 captulos (que sobrepasan el cognitivismo, al incluir enfoques semiticos) y 8 comentarios. Tienen especial inters el cap. 1, de Cienki (Why study metaphor and gesture?; pp. 5-25), que introduce la investigacin actual sobre M y gesto, y el 9, de C. Mller (What gestures reveal about the nature of metaphor; pp. 219-45), que muestra que el estudio de los gestos metafricos revela las propiedades menos discutidas de la M. Tras los captulos, 8 trabajos ms cortos, de importantes autores (Langacker, Gibbs, Wilcox o

  • Vctor M. Longa & Juan J. Lpez Rivera 528

    Lakoff), caracterizan el valor de estudiar M y gesto desde varias disciplinas: cognitivismo, psi-cologa, anlisis de la conversacin, antropologa, neurociencia, etc.]

    Corradi Fiumara, G. (1995): The metaphoric process. Connections between language and life. London: Routledge.

    [Esta obra explora, de manera interdisciplinar (filosofa, lingstica o psicoanlisis), la M como mecanismo central en la actividad intelectual, al dirigir el modo en que organizamos la expe-riencia. Parte de reconocer la interaccin recproca o interconexin funcional entre vida y len-guaje, mbitos que no pueden analizarse separadamente. Segn la autora, el proceso metafrico tiene sobre todo un papel de mediacin entre el mundo y el interior (afectivo o cognitivo) del individuo. El libro analiza, as, la capacidad metafrica humana (sin preocuparse por la estruc-tura formal de la M, dado su enfoque) y su plasmacin en varios mbitos: evolucin del len-guaje, desarrollo de la identidad personal, construccin de las visiones del mundo, psicopatolo-gas o maduracin de los procesos cognitivos. La conclusin extrada de esos dominios consiste en que la M permite crear nuevos mundos de experiencia, a los que de otro modo no se podra acceder. En suma, la M, como ventana a lo accesible y lo inaccesible, revela nuestra compleja relacin con la vida, con el significado y con nosotros mismos.]

    Crocco Galas, G. (1997): Metafora morfologica. Saggio di morfologia naturale. Pa-dova: Unipress.

    [La autora explica un procedimiento morfolgico (la conversin) apelando al paralelismo que observa con el mecanismo semntico de la M. Como tcnica de formacin de palabras, la conversin supone que, desde la palabra base a la resultante, no se ha producido la intervencin de ningn afijo derivacional ni modificacin alguna para llegar al final del proceso (en este caso estaran, p. ej., los elementos del ingls empty vaco y to empty vaciar, de los cuales se-ra el de mayor esfera denotativa el base). La M hara lo propio, aunque en otro dominio lin-gstico: con ella, un lexema, segn Crocco Galas, sufrira un cambio semntico, pero mante-niendo su identidad formal. Estos dos fenmenos confluiran, conformando lo que en la obra se denomina conversin como M morfolgica, cuando la formacin de una palabra implica una transcategorizacin, un cambio en el nivel paradigmtico, de la palabra base (as ocurre en empty), hecho que no sucede con las Ms semnticas. Todas estas tesis han tomado como punto de partida la morfologa natural (particularmente a W. U. Dressler) y han sido comprobadas en 44 lenguas.]

    Croft, W. & D. A. Cruse (2004): Metaphor. En Cognitive Linguistics. Cambridge: Cambridge University Press, 193-221 [Trad. de A. Bentez Burraco, La met-fora, en Lingistica cognitiva. Madrid: Akal, 2008, 253-88].

    [Aun no siendo un libro especializado en el tema, por la corriente lingstica de la que se ocupa (una de las que en los ltimos tiempos ms atencin ha dedicado a la M), merecen destacarse las opiniones en l contenidas a propsito de esta cuestin. En la lnea con lo dominante en la lingstica cognitiva, los autores no aprecian el fenmeno metafrico bajo una ptica que le otorgue un rango especial entre los significados; consideran, en cambio, que, aunque como re-sultado puedan parecer las Ms hechos nicos, la base de su creacin depende de la interaccin de dos dominios conceptuales a partir de dos regiones de la significacin. A pesar de las coinci-dencias con algunos postulados del cognitivismo lingstico, Croft y Cruse lanzan una serie de crticas a una de las autoridades en este campo dentro de la corriente: G. Lakoff; entre ellas es-tara el no haberse preocupado por seguir el itinerario de las Ms o el no haber analizado las de nueva creacin. Para determinar los rasgos especficos que han de definir a la M, el captulo termina con un contraste entre aquella y el simil, por un lado, y con la metonimia, por otro.]

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 529

    Davidson, D. (1984): Inquiries into truth and interpretation. Oxford: Clarendon Press [Trad. de G. Filippi, De la verdad y de la interpretacin. Fundamentales con-tribuciones a la filosofa del lenguaje. Barcelona: Gedisa, 2001].

    [Esta obra, y en especial uno de sus captulos10, es uno de los trabajos ms crticos con la no-cin de significado metafrico, hasta el punto de rechazar que este exista desde un sentido es-tricto del trmino significado. Por tanto, rechaza tajantemente la distincin entre significado literal y metafrico. En opinin de Davidson, las expresiones usadas metafricamente carecen de cualquier otro significado que no sea el estrictamente literal. Ya que en cualquier M los tr-minos solo refieren de manera literal, la M en tanto que enunciado es literalmente falsa, por lo que carece de referencia y de valor de verdad (exceptuando el literal). Para su teora, Davidson se basa en la diferenciacin entre significado y uso de las palabras: la M pertenece al mbito del uso, por lo que supone una utilizacin especial de expresiones que en s mismas son literales. De ah que el supuesto significado metafrico no sea ms que un efecto del uso. Mediante un enunciado falso, la M pretende sugerir parecidos, pero a diferencia del significado de las se-cuencias, deducible mediante reglas claras, la interpretacin de una M es un acto creativo, en ningn modo reductible a reglas.]

    Deignan, A. (2005): Metaphor and corpus linguistics. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins.

    [Amplia discusin sobre si el enfoque cognitivista puede dar cuenta de los modelos de M en el lenguaje, analizando, as pues, en qu grado la teora conceptual de la M se asienta en la evidencia lingstica. Deignan adopta para valorar tal aspecto el enfoque basado en corpus. Tiene 3 partes: la I describe las premisas de la teora de Lakoff & Johnson, la II discute varios enfoques actuales sobre la M y sus aportaciones, mientras que la III, la ms relevante (junto al cap. 4 de la parte II) describe la metodologa de corpus lingstico, diferentes estudios que la adoptan, y sostiene la necesidad de un enfoque basado en corpus para entender realmente la M. La parte III ofrece tambin un anlisis de la M basado en un corpus computerizado. Algunas conclusiones tienen mucho inters: p. ej., el cap. 7 determina que los modelos de M son menos predecibles y ms fijos de lo que asume la nocin de trazado metafrico y ofrece una explicacin alternativa sobre las diferencias gramaticales entre dominio fuente y meta, basado en la blending theory. En suma, el anlisis del autor es consistente con las teoras cognitivas de la M, aunque los datos del corpus ponen en cuestin algunos detalles de ellas.]

    Deutscher, G. (2005): The unfolding of language. The evolution of mankinds greatest invention. New York: Henry Holt & Co.

    [Ofrece una hiptesis sobre la evolucin del lenguaje basada en la idea de que the present is the key to the past (p. 9), por lo que los mismos procesos responsables del cambio lingstico pueden explicar tambin el origen y la evolucin del lenguaje desde un protolenguaje a un len-guaje pleno (jerrquico, recursivo, con categoras gramaticales, flexin, etc.). Los caps. 1-6 analizan los mecanismos del cambio, y el 7 los aplica al origen y evolucin del lenguaje. Segn Deutscher, las causas del cambio lingstico son 3: economa, expresividad y analoga, y en

    10 El 17, What metaphors mean (pp. 245-64), publicado originalmente en 1978 en la revista Critical Inquiry 5/1, pp. 31-47. Este trabajo fue reimpreso por primera vez en S. Sacks (ed.) (1979), On metaphor, Chicago: University of Chicago Press, pp. 29-45. En esta compilacin, originada en el Simposio Metaphor: The conceptual leap (Universidad de Chicago, 1978), hay, adems de una r-plica de M. Black a Davidson (pp. 181-92), contribuciones de Cohen, De Man, Booth, Harries, Tracy, Shiff, Gardner & Winner, Ricoeur, Quine, Swanson y Goodman. Las ideas de alguno de ellos sobre la M quedan reflejadas tambin en esta bibliografa.

  • Vctor M. Longa & Juan J. Lpez Rivera 530

    este contexto, el cap. 4 (pp. 115-43) analiza la M como uno de los motores de cambio, al ser uno de los ejemplos ms representativos de la segunda causa de cambio, la expresividad. La M es la nica manera de tratar con la abstraccin; este mecanismo procede siempre de lo concreto a lo abstracto, y de hecho esta es la nica opcin, dado que la mente no puede crear conceptos de la nada, sino que debe adaptar o reciclar lo ya existente o disponible, y lo disponible son pre-cisamente objetos o acciones fsicas. De ah que el nico medio de ampliar la capacidad expre-siva para referir a nociones abstractas es a partir de lo concreto.]

    Dirven, R., R. Frank, C. Ilie, B. Hawkins & E. Sandikcioglu (eds.) (2001): Language and ideology. Volume II: Descriptive cognitive approaches. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins.

    [Contraparte descriptiva de otro volumen de aproximaciones tericas, este segundo ofrece, no obstante, algunas aportaciones al campo de la cuestin metafrica. En la seccin A (Ideologas polticas) se encuentran reflexiones sobre cmo se procede a configurar metafricamente una imagen (seleccionando un elemento de un marco de referencia ms amplio) para promover dis-cursos generalmente denigratorios de individuos o colectivos humanos (Hawkins, pp. 27-50); las Ms serviran, asimismo, para guiar el asentamiento de una nueva realidad nacional (la nacin arcoiris del postapartheid sudafricano; Botta, pp. 51-76). Ya en la seccin B (Ideolo-gas de la otredad intercultural), se muestra la actuacin metafrica en la constitucin de iden-tidades comunitarias: la israel por oposicin a la palestina (Sego, pp. 107-16), la imagen vasca enfrentada a la europea (Frank & Susperregui, pp. 135-60) o las reveladas en la cobertura me-ditica de la guerra del golfo (Sandikcioglu, pp. 161-88). En la seccin C (Ideologas institu-cionales), hay trabajos sobre las Ms con las que se nos induce a pensar el ciberespacio (Rohrer, pp. 189-214) o la globalizacin (Cubo de Severino et al., pp. 215-34).]

    Dirven, R., R. Frank & M. Ptz (eds.) (2003): Cognitive models in language and thought. Ideology, metaphors and meanings. Berlin & New York: Mouton de Gruyter.

    [Resultado de un simposio centrado en el lenguaje de las ideologas socio-polticas, el volumen conjuga el marco de la lingstica cognitiva con un inters preponderante en, por un lado, la ideologa como sistema de creencias basado en representaciones mentales de fenmenos recu-rrentes y, por otro, en las interpretaciones que suscitan. Concebido como uno de los subtipos de conceptualizacin, el pensamiento metafrico operara en la configuracin de, por ejemplo, modelos conceptuales como el elaborado para excluir a los latinos en USA del modelo domi-nante de identidad americana (Santa Ana, pp. 199-227) o, adems, en los empleados en la co-bertura periodstica de emporios industriales y de las relaciones econmicas entre Occidente (USA) y Oriente (Japn) (Seccin 3). En la Seccin 4, por ltimo, se ponen al descubierto las estrategias metafricas usadas para hablar de asuntos relacionados con la Unin Europea (en trminos de salud o enfermedad) o para dar una impresin falsa del ADN como cdigo (libro de la vida) descifrado por los cientficos.]

    Dirven R. & R. Prings (eds.) (2003): Metaphor and metonymy in comparison and contrast. Berlin & New York: Mouton de Gruyter.

    [El volumen parte de que el marco de Lakoff & Johnson, fundamental como fue, se centr en la M e ignor la metonomia; sin embargo, desde los aos 90 esa desatencin se ha ido superando. Sus 17 trabajos (previamente publicados pero revisados para la ocasin) representan muy bien la investigacin conjunta sobre ambos mecanismos, comparando e interrelacionando M y meto-nimia (de todos modos, muchos trabajos son muy relevantes para la M por s misma). Se orga-niza en 4 partes. Tras la introduccin de Dirven, la parte 1 recoge un breve pero importante tra-bajo de Jakobson de 1956 que sostiene la importancia de M y metonimia en la conducta hu-

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 531

    mana, as como otros 3 que lo discuten y desarrollan. Frente a esta parte, que trata metonimia y M como estrategias mentales, la 2, dedicada al marco del trazado de dos dominios de Lakoff & Johnson, aborda ambos mecanismos desde una perspectiva interna, estructural11. La 3 explora la relacin entre M y metonimia, en especial las bases metonmicas de la M12, y la 4 rene tra-bajos centrados en dos importantes reformulaciones del marco de Lakoff & Johnson: teora del blending de Fauconnier & Turner13 y Ms primarias (pre-dominios) de Grady14.]

    Dobrovolskij, D. & E. Piirainen (2005): Figurative language: Cross-cultural and cross-linguistic perspectives. Amsterdam: Elsevier.

    [Aun reconociendo los muchos mritos de la teora cognitiva de la M, este denso libro sostiene que esa teora es incapaz de tratar la estructura semntica y el comportamiento pragmtico de los elementos figurados convencionales, proponiendo para tal fin la Teora del lenguaje figu-rativo convencional. Por ello, parte de la necesidad de diferenciar entre unidades figuradas convencionales (M lexicalizadas, idioms, fraseologa, etc.) y no convencionales (M novedosa, etc.): aunque ambos tipos tienen un origen comn y usan las mismas estrategias cognitivas para crear una lectura figurada a partir de una literal, exhiben diferentes funciones, valores cogniti-vos y comunicativos, por lo que conceptualizan situaciones dadas de manera distinta. Segn los autores, este hecho, bsico, no ha recibido la suficiente atencin. La razn central de esas dife-rencias consiste en que las unidades figuradas convencionales recogen varios tipos de conoci-miento, adquirido histricamente, por lo que reflejan su respectiva cultura. El libro coloca en un lugar central lo que llama image component, que es una estructura conceptual concreta que media entre la estructura lxica y el significado de hecho de las unidades figuradas. Se usan nu-merosos ejemplos procedentes de muy variadas lenguas.]

    11 En esta seccin destaca The role of domains in the interpretation of metaphors and me-tonymies, de W. Croft (pp. 161-205), publicado en origen en Cognitive Linguistics 4, 1993, 335-70. El trabajo justifica el marco de los dos dominios (origen y meta), clarificndolo con nociones como dominio bsico, no bsico o abstracto, o dominio matriz, aplicados a la M y la metonimia. 12 Destacan en ella el trabajo de J. Taylor (Category extensin by metonymy and metaphor; pp. 323-47, publicado en su da en Linguistic categorization. Prototypes in linguistic theory, Oxford: Clarendon Press, 1989, cap. 7, pp. 122-41), el primero en sealar la base metonmica de algunas Ms., y el de G. Radden (How metonymic are metaphors?, pp. 407-34, publicado originalmente en Bar-celona ed. 2000; cfr. entrada), que apunta 4 tipos de bases metonmicas para la M. 13 La teora de la integracin conceptual (conceptual blending), formulada en M. Turner & G. Fauconnier (1995), Conceptual integration and formal expression, Metaphor and Symbolic Activity 10/3, 183-203, a partir de la nocin de espacio mental de Fauconnier (1985) (cfr. n. 15), modifica la teora de Lakoff & Johnson: en la M no estn implicados 2 dominios, sino al menos 4. Los rasgos re-levantes de los dominios origen y meta se trazan en un espacio genrico que contiene lo comn a am-bos, y este a su vez se traza en un espacio integrado que puede tener elementos propios, no presentes en los dominios origen ni meta. Turner y Fauconnier consideran la M como un tipo concreto de me-canismos mentales mucho ms generales. 14 Este tipo de M, formulado por J. Grady (1997) (Theories are buildings revisited, Cognitive Linguistics 8/4, 267-90 o Lakoff & Johnson (1999) (cfr. entrada), entre otros, sostiene que algunos trazados metafricos son compuestos, pues surgen a partir de otros ms simples motivados por tipos bsicos de experiencias (subescenas y escenas primarias), unidades ms fundamentales que los do-minios. Las escenas primarias, entendidas como la correlacin de dos o ms subescenas, subyacen a la M primaria.

  • Vctor M. Longa & Juan J. Lpez Rivera 532

    Fauconnier, G. (1997): Mappings in thought and language. Cambridge: Cambridge University Press.

    [Aunque no trata de manera especfica la M, ofrece un marco genrico de los trazados mentales que se aplica tanto a ella como a otros tipos de operaciones. Basndose en la nocin de espacio mental del propio Fauconnier15, el libro desarrolla la idea cognitivista de que el lenguaje es solo la punta de lanza del proceso de construccin de significado efectuado al pensar o hablar: el lenguaje no refleja situaciones o eventos directamente, sino mediante construcciones cognitivas muy elaboradas; de ah la necesidad de trascender el propio lenguaje. Sostiene que los trazados entre dominios cognitivos son la clave de la facultad de producir y procesar significados y razonar, por lo que caracteriza los tipos de trazados y sus rasgos: trazados de proyeccin (situando en l la M), trazados de funcin pragmtica y trazados de esquema, que operan para construir y relacionar espacios mentales. Muestra as que significados en apariencia simples no lo son tanto, al basarse en las capacidades de trazado cognitivo. Seala finalmente que aunque no se conoce cmo ejecuta el cerebro tales operaciones, el conexionismo es ms adecuado para modelar el funcionamiento cerebral que los sistemas simblicos de produccin

    Faucon eptual blending and the

    de reglas.]

    nier, G. & M. Turner (2002): The way we think. Concminds hidden complexities. New York: Basic Books.

    [Obra fundamental aunque no trate la M per se. Sostiene que la integracin conceptual, de la que la M es un subtipo, es responsable no solo del pensamiento y del lenguaje sino de la crea-tividad humana, plasmada en mltiples dominios16. Esa integracin, operacin mental incons-ciente presente en los mamferos, alcanza su forma ms compleja (integracin de doble mbito) hace 50.000 aos, en el Paleoltico Superior, donde surge una innovacin sin precedentes que produce no solo el lenguaje sino tambin el resto de formas de pensamiento complejo: arte, ciencia, religin, ritual, magia, etc. El libro explora las bases, la dinmica y los tipos de esa in-tegracin de doble mbito, a la que subyace el poder humano de construir significados, y que une dos dominios cuyas estructuras estn en conflicto en uno nuevo pero con una estructura emergente especfica. Esta teora surgi para explicar la estructura del lenguaje y su papel en la construccin del significado (M, contrafcticos, etc.) pero ms tarde ampli sus miras, al asu-mir que la integracin conceptual es la clave del pensamiento y la imaginacin humanas. La teora es similar, pero en la direccin contraria, a la de Mithen (1996) (cfr. entrada): segn este, el lenguaje exista previamente, si bien se benefici de la aparicin de la fluidez cognitiva,

    15 G. Fauconnier (1985): Mental spaces. Cambridge, MA: MIT Press (ed. revisada, Cambridge University Press, 1994). Los espacios mentales son estructuras conceptuales parciales generadas on-line al comunicar y razonar y propiciadas por los constructores de espacio (adverbios temporales o de otros tipos, verbos modales, etc.), cuya misin es permitir la construccin del significado en el discurso. Los espacios mentales, de modo similar a los dominios, son tambin reas estructuradas de

    pila-

    la experiencia, aunque ms acotados y especficos, y se conectan en el discurso mediante trazados. Sobre esa nocin, cfr. cap. 14 de Kvecses (2006) (pp. 249-69) (cfr. entrada). 16 Otro volumen muy interesante que busca las fuentes de la creatividad de la mente humana moderna es M. Turner (ed.): The artful mind. Cognitive science and the riddle of human creativity. New York: Oxford University Press. Aunque, como el volumen comentado en el texto, la comcin de Turner no se centra directamente en la M, su sombra se aprecia en la mayor parte de los ca-ptulos que lo conforman, bastantes de ellos dedicados al arte y a sus implicaciones cognitivas.

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 533

    mientras que segn estos autores la integracin conceptual de doble mbito posibilit el len-ntre otros muchos logros17.] guaje, e

    . 20 (Understanding new stories;

    implica .]

    ercera parte, las pginas donde la M es obser-

    cultural 0).]

    Feldman, J. A. (2006): From molecule to metaphor. A neural theory of language. Cambridge, MA: MIT Press.

    [A partir de la integracin de varios dominios (neurobiologa, computacin neural y lingstica cognitiva), propone un modelo de cmo el cerebro produce el lenguaje y el pensamiento, for-mulado desde la ptica del procesamiento de informacin. Bsico en el libro es el rechazo a es-tudiar el lenguaje como un sistema simblico abstracto, sosteniendo que debe abordarse como una habilidad biolgica humana estudiable en tanto que funcin cerebral. La parte ms rele-vante es la VI (Abstract and metaphorical words, caps. 15-7, pp. 185-224), que trata cmo palabras y conceptos abstractos surgen mediante la activacin de circuitos cerebrales trazados a partir de la experiencia, lo que da pie a afirmar que lenguaje y pensamiento estn moldeados por propiedades corporales y del entorno. El cap. 15 aborda los sistemas conceptuales trazados a partir de tal experiencia y el 16 explica cmo se aprenden esos trazados metafricos y cmo dominan gran parte del razonamiento. El 17 analiza la base neural de la simulacin mental, y cmo se usa en la comprensin del lenguaje. Adems, el cappp. 245-55) investiga cmo un modelo computacional puede entender nuevas historias que

    n trazados metafricos presentados en el cap. 16

    Fernandez, J. W. (ed.) (1991): Beyond metaphor: The theory of tropes in Anthropolo-gy. Stanford: Standford University Press.

    [El editor, en la presentacin del volumen, sita la teora de la M (y su pertinencia) en antropo-loga en el espacio que va desde lo cognitivo a lo potico. Con atencin a las contribuciones que en lingstica se haban hecho antes a la cuestin, la obra se ocupa, en sus tres partes, de la extensin de los tropos (parte I), su actuacin (parte II) y el papel de la M en la cohesin intracultural (parte III). As, en la primera se confrontan dinmicamente las Ms con el resto de tropos (Friedrich, pp. 17-55), se repasan las ideas presupuestas en el lenguaje figurado (Quinn, pp. 56-93) y, finalmente, se trata la forma cultural conferida (a travs de la influencia del con-texto pragmtico) a la M (Alverson, pp. 94-117). La actuacin de la M se juzga, en la segunda parte, analizando algunas como la del loro en Sudamrica (Turner, pp. 121-58), la del mono en la cultura japonesa (Ohnuki-Tierney, pp. 159-89) o las usadas en las luchas por la supremaca social y racial en frica (Durham & Fernandez, pp. 190-210). Ha lugar, adems, para encuadrar la M en relaciones significativas ms amplias (Turner) o para redimensionar la relacin M-metonimia (Ohnuki-Tierney). Sobresalen, en la tvada como conectora de categoras de experiencia separadas; conexin que hara del imaginario

    un todo coherente (Colby, pp. 244-6 Forceville, C. J. & E. Urios-Aparisi (eds.) (2009): Multimodal metaphor. Berlin &

    New York: Mouton de Gruyter. [El volumen plantea la idea de que aunque el cognitivismo considera que la M es un hecho de pensamiento, esta corriente se ha centrado fundamentalmente en la expresin verbal de la M.

    17 Fauconnier y Turner afirman incorrectamente que todas las muestras de creatividad humana surgen en el Paleoltico Superior, idea tradicionalmente sostenida en paleoantropologa y arqueo-loga, pero hoy en da desterrada. Esas innovaciones (smbolos de todo tipo, arte, tecnologa com-pleja, etc.) aparecen en Europa hace 45 000-40 000 aos, pero tradas por poblaciones africanas des-plazadas, rastrendose en frica decenas de miles de aos antes (120 000-90 000 aos). Sobre este aspecto es fundamental S. McBrearty & A. Brooks (2000): The revolution that wasnt: a new inter-pretation of the origin of modern human behavior, Journal of Human Evolution 39, 453-563.

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    Por ello, el cognitivismo debera enfatizar que la M no es un elemento de habla sino de pensa-miento, pudiendo as aparecer, y especialmente en los tipos actuales de discurso, en contextos y manifestaciones muy diferentes del lenguaje. Lo contrario supondra que la M conceptual se reduce a una mera M verbal con otro nombre. Aunque otros trabajos ya haban abordado la M no lingstica (gestos, etc.), el libro se centra no tanto en la M no verbal sino en la multimodal, basada al menos en dos modalidades diferentes, siendo a menudo la verbal una de ellas. Por ello, cada captulo investiga Ms construidas a partir de la co-presencia de al menos 2 de esas modalidades: lingstica, visual, gestos, sonido, msica. Tras la parte I, que define la M multi-modal, las siguientes la estudian en varios gneros: publicidad (parte II), vietas polticas (III), cmics y animacin (IV), gestos y lenguaje (V), msica y sonido (VI) y cine (VII). De entre los

    tulos destaca especialmente el 2, de C. J. Forceville (Non-verbal and multimodal18 cap

    en-

    onceptual integration; pp. 377-93). De todos modos, otros muchos caps. de las restantes partes tratan la M: p. ej. el 36, de J. Bybee, sobre lingstica diacrnica, el 45, de M. Freeman, dedicado a lingstica cognitiva y estudios literarios, o el 42,

    metaphor in a cognitivist framework: Agendas for research; pp. 19-43)18.]

    Foss, M. (1949): Symbol and metaphor in human experience. Princeton: Princeton University Press. Reimpr. en 1964, Lincoln: University of Nebraska Press.

    [De marcado carcter filosfico, esta obra contrapone los smbolos a lo que denomina proceso metafrico. A juicio del autor, se ha otorgado estatus simblico a todo tipo de sistemas, pero muchos muestran un pensamiento metafrico. El simbolismo se basa en la relacin parte-todo, de modo que la parte representa el todo; por ello, lo simblico supone reduccin y carcter est-tico y fijo. Sin embargo, en el proceso metafrico, el smbolo cobra un significado que tras-ciende su carcter fijo. De ese modo, las Ms son smbolos que sufren un cambio completo, al perder su significado familiar y producir un conocimiento completamente nuevo: la creacin surge de la destruccin de lo viejo. En tal proceso podemos plasmar pensamientos no alcan-zables solo mediante la exactitud. Todo ello lleva a Foss a contraponer sistemas como el citfico (simblico) a otros como religin, poesa, drama, mitologa, filosofa, arte o tica. En re-sumen, el libro contrapone M con smbolo como lo vivo frente a lo muerto, proceso frente a

    estril. Como se puede apreciar, Foss usa la nociimagen n de M en un sentido mucho ms amplio de lo habitual a mitad del siglo XX. Adems, rechaza reducir la M a mera analoga.]

    Geeraerts, D. & H. Cuyckens (eds.) (2007): The Oxford handbook of cognitive lin-guistics. New York: Oxford University Press.

    [Muy amplia exposicin, en 49 caps. y ms de 1.300 pgs., de la lingstica cognitiva. Dada la importancia de la M en esta corriente, hay referencias a ella en las 6 partes de la obra, si bien interesa en especial a tal efecto la I (Basic concepts); en ella, el cap. 8, de J. Grady (Meta-phor; pp. 188-213) expone las causas de la centralidad de la M en el cognitivismo, introduce su mecanismo y trata aspectos como su realidad cognitiva, integracin conceptual (blending) o relacin entre M y cultura. Adems de este cap., los siguientes captulos de la parte I son tambin muy relevantes: 2, de T. Rohrer (Embodiment and experientialism; pp. 25-47); 3, de A. Verhagen (Construal and perspectivization; pp. 48-81); 4, de D. Tuggy (Schematicity; pp. 82-116); 7, de A. Cienki (Frames, idealizad cognitive models, and domains; pp. 170-87); 9, de T. Oakley (Image schemas; pp. 214-35); 14, de G. Fauconnier (Mental spaces; pp. 351-76) y 15, de M. Turner (C

    18 Publicado originalmente en G. Kristiansen, M. Achard, R. Dirven & F. Ruiz de Mendoza Ibez (eds.) (2006): Cognitive linguistics: Current applications and future perspectives. Berlin & New York: Mouton de Gruyter, 379-402.

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 535

    de S. Wilcox, sobre lenguas de signos. En suma, todos esos caps. ofrecen una amplia y muy anormica sobre la M19.] actual p

    miento figurado,

    hay una ras sobre la comprensin de la M.]

    n a un fenmeno

    corpore do explcitamente (p. 276).]

    Gibbs, R. W. (1994): The poetics of mind. Figurative thought, language, and under-standing. Cambridge: Cambridge University Press.

    [Gibbs rechaza la visin pragmtica del lenguaje, segn la cual el lenguaje es reflejo fiel del pensamiento, de lo que se desprende que el lenguaje figurado altera la realidad. Frente a ello, sostiene el carcter potico de la cognicin: nos regimos por una potica internalizada, que dicta que la imaginacin figurada es el modo en que nos entendemos a nosotros mismos y al mundo. De ah que la M (y otros tropos) no es una distorsin lingstica de un pensamiento literal, sino un esquema bsico con que conceptualizamos la experiencia y el mundo. Dada la formacin de Gibbs como psiclogo, su principal contribucin es analizar la falsedad de la vi-sin pragmtica a la luz de los datos ofrecidos por la psicolingstica y la psicologa cogni-tiva y del desarrollo, no limitndose solo a la M y su comprensin, sino tratando tambin meto-nimia, idioms, proverbios, irona, etc. Gibbs concluye que la comprensin del lenguaje figurado no necesita ser precedida por una etapa literal previa. Muy representativo al respecto es el cap. 9: frente a la tendencia en psicologa a pensar que el nio carece de pensamuestra que este se desarrolla muy pronto y no necesita apoyarse en una etapa literal. Adems,

    valiosa exposicin de muchas teo

    Gibbs, R. W. (2006): Embodiment and cognitive science. Cambridge & New York: Cambridge University Press.

    [El propsito del libro es doble: (1) denunciar que la ciencia cognitiva ha ignorado en general la visin corporeizada sobre la cognicin20, y sobre todo (2) intentar alterar tal situacin acome-tiendo un amplio repaso de los principales resultados alcanzados (tanto tericos como experi-mentales), que segn Gibbs deben hacer decantar a la ciencia cognitiva hacia la perspectiva corporeizada sobre la cognicin. Segn este autor, la perspectiva sealada ayudara mucho a mejorar la comprensin sobre la mente. De ese modo, we must not assume cognition to be purely internal symbolic, computacional, and disembodied, but seek out the gross and detailed ways that language and thought are inextricably shaped by embodied action (p. 9). El libro pretende apoyar el enfoque corporeizado mediante el anlisis de sus resultados en un amplio nmero de campos: percepcin, conceptos, uso del lenguaje, desarrollo cognitivo, conciencia, etc. Gibbs hace una apuesta muy fuerte, al afirmar que cualquier aproximacique no est basada en ese enfoque no debera aceptarse, salvo que la formulacin de una teora

    izada sobre tal fenmeno hubiese fracasa

    19 Deben tambin mencionarse otras dos presentaciones recientes de la lingstica cognitiva, con partes especficas sobre la M: V. Evans, B. Bergen & J. Zinken (eds.) (2007): The cognitive lin-guistics reader, London: Equinox. La parte IV (Metaphor, metonymy and blending; caps. 10-4) rene 5 interesantes trabajos, entre los que destaca un extenso panorama de Lakoff sobre la teora de la M conceptual (The contemporary theory of metaphor; pp. 267-351). Tambin V. Evans & S. Pourcel (eds.) (2009): New directions in cognitive linguistics. Amsterdam: John Benjamins, dedican los 4 caps. de la parte II a la M y al blending. 20 Aspecto ya anticipado en Gibbs (1994) (cfr. entrada). En esta obra, el autor escriba que [] cognitive science cannot approach adequate explanations of human mind and behavior until it comes to terms with the fundamental poetic character of everyday thought (p. 454).

  • Vctor M. Longa & Juan J. Lpez Rivera 536

    Gibbs, R. W. (ed.) (2008): The Cambridge handbook of metaphor and thought. New York: Cambridge University Press.

    [En la lnea de los editados por A. Ortony (cfr. entrada de Ortony, ed. 1979), este manual, en el que se renen ms de una treintena de especialistas de distintas procedencias disciplinares, con-tina la intencin de describir las visiones contemporneas de la M y su influencia sobre los do-

    tituyen

    tual y la lingstica: desde tratamientos sobre cmo la -45;

    adems defectos co-

    minios cognitivo, comunicativo y cultural. Concebida como un esquema fundamental para con-ceptualizar el mundo y las actividades humanas, la M es tratada a travs de cinco ejes que cons-

    otras tantas partes del volumen: races de la M (en dnde se originan las Ms y cmo ci- el pensamiento humano), comprensin de las Ms (tal y commentan o puede ser observada

    desde investigaciones computacionales, conductuales o neurocientficas), la M en el lenguaje y la cultura (relevancia de la M en las interacciones lingstico-culturales), la M en el razona-miento y en las emociones (aplicaciones en inteligencia artificial, matemticas, en las represen-taciones legales, en psicoterapia o psicoanlisis), y la M en la expresin no verbal (pintura y otros soportes mediticos, expresin gestual o musical).]

    Gibbs, R. W. & G. J. Steen (eds.) (1999): Metaphor in cognitive linguistics: Selected papers from the fith international cognitive linguistics conference, Amsterdam, July 1997. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins.

    [Los trabajos recopilados asumen estndares y compromisos de la lingstica cognitiva intere-sada en la M. Esta corriente la entiende como parte significativa de los sistemas conceptuales cotidianos y de la expresin lingstica. Los autores se comprometen con la bsqueda de los principios generales del lenguaje humano, hacindola coherente con lo sabido sobre la cogni-cin humana. Las primeras pginas (Jkel, pp. 9-27) se detienen en la reconstruccin de las ra-ces de la teora de la M contempornea. Junto a la historia se trata el problema de la identifi-cacin de la M conceptual en la expresin lingstica (Steen, pp. 57-77). Otros estudios versan sobre las vinculaciones de la M conceplingstica modela las conceptualizaciones de lo abstracto (Ibarretxe Antuano, pp. 29Boers, pp. 47-56), hasta trabajos acerca de la relacin de la M conceptual con sistemas mayores de integracin conceptual (Grady, Oakley & Coulson, pp. 101-24). A la experiencia corporei-zada se consagran dos captulos: uno para revelar su contribucin a los fundamentos del pensa-miento metafrico (Grady, pp. 79-100), el otro, para mostrar su papel en la exposicin de con-ceptos abstractos religiosos (Balaban, pp. 125-44). Se repasan, adems, los modelos culturales insertos (y constreidos por ellas) en las Ms lingsticas (Cienki, pp. 189-203; Emanation, pp. 205-18; Kvecses, pp. 167-188), trazando la convergencia y acotacin del lenguaje, la mente y el mundo cultural (Gibbs, pp. 145-66).]

    Goatly, A. (1997): The language of metaphors. London & New York: Routledge. [Amplia introduccin a los aspectos lingsticos de la M (sintaxis, semntica y pragmtica), que se justifica por la marginacin que segn Goatly ha sufrido la M por parte de los lingistas, generativos o funcionales. El libro intenta llenar ese vaco, desarrollando una teora lingstica de corte funcional que d cuenta de la interpretacin de la M y que evite munes en aproximaciones a ella, como ignorar la variedad de propsitos para los que se usa y el abanico de efectos que produce, o usar ejemplos que carecen de contexto de uso. Tras los caps. 1-3, centrados en el lxico, el 4 formula varios tipos de interpretacin metafrica, y el 5 aplica la teora de la relevancia a la pragmtica de la M, lo que permite formular sus funciones y pro-psitos ms comunes. Los caps. 6-8, quizs los ms destacados, abordan la sintaxis de la M y su centralidad para su interpretacin. El 9 analiza la relacin entre Ms dentro de textos literarios y desarrolla una taxonoma que considera casos complejos (incrustacin de una M en otra, uso literal y metafrico de un mismo elemento, etc.). El 10 investiga la correlacin de los tipos de Ms y su realizacin sintctica con tipos de textos en la cultura anglfona.]

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 537

    Goatly, A. (2007): Washing the brainMetaphor and hidden ideology. Amsterdam & Philadelphia: John Benjamins.

    [El libro explora la participacin de la M en la extensin ideolgica (representaciones sociales compartidas transmitidas encubiertamente para alcanzar un consenso social beneficioso para el poder). En el eje de encuentro de la lingstica cognitiva y el anlisis crtico del discurso, la M se entiende como un factor que atraviesa el pensamiento y las prcticas sociales (siendo una es-pecie de fenmeno bricolage, el cual toma algo cercano para desempear una labor para la que no fue diseado). El objetivo de la obra es revelar el peligro que conllevan las representaciones de las Ms convencionales de los discursos habituales. En la seccin 1 se exponen: la termino-

    acentista, pp. 143-

    licos reflejan do.

    loga usada para tratar la M en la LC y el ACD (cap. 1), los patrones metafricos existentes en la base de datos manejada y sus efectos para las relaciones de poder (cap. 2), tipos de Ms apli-cadas al ser humano (mecnicas, cap. 3, o naturales, cap. 4) y la interrelacin entre patrones metafricos (cap. 5). La seccin 2 se ocupa del basamento corporal de lo metafrico: cmo de-terminan nuestro pensamiento/ideologa, a pesar de que aquella base no es universal (cap. 6); tambin repasa cmo las Ms gramaticales (no remisibles a la estructura tpica de la oracin) responden mejor a la visin de la ciencia moderna (cap. 7) o cmo la tradicin ideolgica (filo-sfica y cientfica) refuerza los modelos metafricos de la nueva derecha (cap. 8).]

    Goldin, D. (ed.) (1980): Simbolo, metafora, allegoria: Atti del IV Convegno Italo-Te-desco (Bressanone, 1976). Padova: Liviana Editrice.

    [Sobresalen en esta compilacin dos contribuciones por su preocupacin eminentemente te-rica. No son menos importantes otras que, dentro del marco ms general de la obra, examinan el tratamiento que se ha dado a la M en diversos autores (Ricoeur, pp. 37-47; Platn, pp. 49-60; Petrarca, pp. 123-31; Conrad, pp. 217-28; Fenoglio, pp. 229-37), pocas (ren55; barroca, pp. 157-73) y antiguos tratados (gramaticales, pp. 133-41; retricos, pp. 175-89). En otro orden de intereses, Sinicropi (pp. 17-35) y Bertinetto (pp. 239-77) avanzan caracteriza-ciones de la M: el primero frente a la similitud, el segundo, de la M potica. Para Sinicropi, la M entraa una reorganizacin de los semas de los sememas implicados, con nfasis de alguno de ellos y la neutralizacin de los no pertinentes en la operacin metafrica. Bertinetto, por su parte, no aprecia diferencias entre la M ordinaria y la potica desde un punto de vista psico-lingstico, aunque la imagen literaria se distinguira por el acrecentamiento de la polisemia textual y la recproca fecundacin metafrica entre figura y entorno verbal.]

    Goodman, N. (1968): Languages of art. Indianapolis, IN: Bobbs-Merrill [Trad. de J. Cabanes, Los lenguajes del arte. Barcelona: Seix Barral, 1976].

    [Su punto de partida es la premisa de que el mundo es una construccin simblica referencial, existiendo dos modos de crear referencia: denotacin (del smbolo a la cosa) o ejemplificacin (de la cosa al smbolo); este ltimo posibilita la aplicacin metafrica de un smbolo. Debe no-tarse, no obstante, que la concepcin de la referencia de Goodman no es de tipo realista; a su juicio ni el lenguaje (de modo similar a Bickerton) ni el resto de sistemas simbdirectamente el mundo, ya que una representacin no es una mmesis exacta de lo representaTodo sistema de smbolos presenta la realidad con otra realidad que posibilita acceder a la pri-mera. De ah que no establezca una diferencia tajante entre literal y metafrico, pues los predi-cados literales se aplican a objetos del mismo modo que los metafricos. La nica diferencia es que la M supone una novedad en la clasificacin, al permitir clasificaciones novedosas de la re-alidad con respecto a las establecidas socialmente. En resumen, la M implica negar las maneras usuales de clasificar, proponiendo otras novedosas contraindicadas. Por ello, la M es un me-canismo cognitivo que permite construir nuevas versiones y visiones del mundo.]

  • Vctor M. Longa & Juan J. Lpez Rivera 538

    Grant, D. & C. Oswick (eds.) (1996): Metaphor and organizations. London: Sage. [Como las otras obras comentadas, hay en esta inters en la comprensin de la M y se avanzan definiciones (sintetizadas en el prlogo de los editores en los siguientes puntos: proceso cogni-tivo por el cual el significado literal se aplica, con la generacin de un nuevo significado, a otro

    formacin desde

    a nuestra atencin y la pre-

    lla las cuestiones tericas que la

    contexto de manera figurada, permitiendo, de este modo, transferencias de inasuntos familiares a otros que no lo son). Lo llamativo est aqu en el campo elegido para el anlisis: la teora y el estudio de las organizaciones (en sentido amplio). La parte I rene traba-jos que debaten el uso de las Ms en la creacin de teoras sobre las organizaciones. En la parte II se valora la frecuencia de las Ms en el discurso organizacional, su construccin y cmo de ella depende el que lleguen a ser poderosas herramientas de la gestin organizativa. Ocupa, a los trabajos de la parte III, la relevancia de algunas Ms y su impacto en el comportamiento de los miembros de las organizaciones. Con apuntes, en la parte IV, hacia posibles nuevas direc-ciones de investigacin finaliza la obra.] Guttenplan, S. (2005): Objects of metaphor. Oxford: Clarendon Press. [Denso tratamiento filosfico de la M basado en las nociones de predicacin y de descenso se-mntico. La primera, segn el autor, puede ser desempeada no solo por palabras sino tambin por objetos, con lo que pasa a ser compaera de la referencia, satisfecha por palabras u objetos. La referencia supone ir de una expresin a un objeto, traer un objetodicacin tiene una funcin complementaria: que la informacin de una expresin se aplique a un objeto. Por otro lado, la nocin de descenso semntico supone el movimiento del lenguaje a

    tos; en Fulana es el sol, en lugar de pensar enlos obje sol como una palabra que juega su rol normal en el lenguaje, debemos pensar en el propio objeto, el sol. La funcin de la palabra-objeto en esa expresin es provocar un descenso semntico; la palabra sol se pone al servicio de una estructura predicativa para llevarnos al sol, y es este objeto quien nos proporciona infor-macin sobre la chica. Por tanto, ese aspecto descansa en mecanismos de calificacin no lin-gsticos, aunque predicativos. Lo peor del libro es sin duda lo insufrible del tono, que recuerda continuamente la gran dificultad de la tarea que aborda su autor21.]

    Hagstrm, A.-C. (2002): Un miroir aux alouettes? Strategies pour la traduction des mtaphores. Uppsala: Uppsala University.

    [Aunque otras obras recogidas aqu tambin tratan la relacin entre M y teora de la traduccin (cfr. la entrada de Samaniego 1996), la de Hagstrm destaca por aunar aspectos tericos con un estudio de caso, teniendo 2 partes muy delimitadas: la 1 desarro2 aplicar en un anlisis concreto. Dentro de la parte 1, el cap. 1 analiza aspectos relevantes de la M (definicin, naturaleza, funcin o relacin entre M y cognicin) y el 2, dedicado a la teora

    duccin, trata la nocin de equivalencia y las estrategias de traduccin (ofrecide la tra endo dife-rentes visiones en ambos casos) para determinar qu estrategias y qu tipo de equivalencia son adecuadas para traducir la M. La parte 2 estudia cmo se han traducido al sueco las Ms de una obra literaria francesa, para establecer un inventario de estrategias de traduccin de Ms y exa-minar las consecuencias de las estrategias en la obtencin de equilibrio entre el texto origen y meta con respecto a la M. El anlisis, basado en la M literaria, establece que de 158 ejemplos analizados, predomina en un 63% la traduccin literal.]

    21 Rakova (2003: IX) (cfr. entrada) escribe que I dont like prefaces where the author goes on and on about his/her sufferings in writing the book. Guttenplan, sin embargo, no se restringe a la in-troduccin, sino que sus cuitas impregnan toda la obra.

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 539

    Hart, C. & D. Luke (eds.) (2007): Cognitive linguistics in critical discourse analysis: Application and theory. Newcastle: Cambridge Scholars Publishing.

    [Producto de integrar la lingstica cognitiva (investigacin de estructuras conceptuales) y el anlisis crtico del discurso (estudio de los significados ideolgico-culturales presentes en dis-cursos contextualizados), esta compilacin contiene algunos trabajos dedicados a la vertiente

    ivo-retricas de am-)

    ntacin del gnero, que re-dental, lo que provoca

    as races del significado del gnero, onando masculino y

    terica y aplicada de la M. Musolff (cap. 1) repasa, as, diacrnicamente la conceptualizacin del estado/sociedad como un cuerpo humano. Por su parte, E. J. Johnson (cap. 2) muestra cmo los media, usando las Ms adecuadas, pueden contribuir a implementar medidas polticas como las tomadas en el estado de Arizona (ao 2000) a favor de una educacin exclusiva en ingls (caracterizacin negativa de los inmigrantes y de la educacin bilinge; asociacin del xito econmico y social con el dominio del ingls). Ms centrados en aspectos tericos, Maalej (cap. 6) y OHalloran (cap. 7) optan por retomar el trabajo pionero de Lakoff & Johnson (1980) (cfr. entrada) para, el primero, ofrecer una versin del anlisis crtico del discurso acomodada a sus contenidos. OHalloran pretende, en cambio, matizar que el procesamiento metafrico se hace, en ocasiones, ms superficial y acrticamente de lo que parecen suponer los propios Lakoff & Johnson.]

    Haser, V. (2005): Metaphor, metonymy, and experientialist philosophy. Challenging cognitive semantics. Berlin & New York: Mouton de Gruyter.

    [Hemos seleccionado esta obra por ser una de las ms crticas con Lakoff & Johnson y con la filosofa experiencialista en que se sustentan. Ofrece un exhaustivo anlisis crtico no solo del marco cognitivista sino tambin de cmo se expone (estrategias argumentatbos autores), atendiendo a tres obras clave: Lakoff & Johnson (1980, 1999) y Lakoff (1987(cfr. entradas). Sostiene que no cabe construir una filosofa experiencialista sobre la aportacin de Lakoff & Johnson porque en ellos hay en realidad muy poco que desafe la filosofa con-tempornea, su crtica al objetivismo es a menudo errada y por otro lado algunas ideas clave son reminiscentes de autores como Putnan o Goodman, encasillados en el objetivismo. Ade-ms, muestra que nociones centrales del cognitivismo son asumidas sin ms o no definidas suficientemente (nocin de significado, explicacin de la estructuracin metafrica o base ex-periencial de la M), con lo cual la semntica experiencialista adolece de vaguedad, siendo often at best programmatic (p. 9). Trata tambin (cap. 3) las estrategias argumentativas (a menudo basadas en la repeticin retrica sin verdadero contenido) de ambos autores, resaltando los irritating features of Lakoff/Johnsons mode of presentation (p. 54).]

    Haste, H. (1994): The sexual metaphor. Cambridge, MA: Harvard University Press. [Gran anlisis del papel de la M en la construccin cultural y represefleja lo enraizada que est la M sexual en el pensamiento y la cultura occique la mujer no sea contemplada en plano de igualdad con el hombre. Haste se distancia del feminismo liberal y socialista para adoptar uno de tipo radical y cultural que ansa una bs-queda de autenticidad, basndose en la idea de que la tarea del feminismo es encontrar una identidad femenina que no implique solo negar lo masculino, sino que implique una verdadera construccin positiva de identidad. Sostiene que la M fundamental del gnero es la dualidad o polaridad, que supone definir algo segn su negacin (en este caso, masculino como negacin de lo femenino) y que deriva de la profunda predileccin por entender el mundo en trminos de dicotomas. Aunque esa M bastara para crear las profundsu gran poder deriva de que se trazan otras dualidades en el gnero, relacifemenino con activo y pasivo, pblico-privado o racional-intuitivo.]

  • Vctor M. Longa & Juan J. Lpez Rivera 540

    Hawkes, T. (1972): Metaphor. London & New York: Routledge. [Obra antigua que se sita a medio camino entre las consideraciones de la M habituales en los tratados de retrica clsicos (pertenece al lenguaje figurado, aquel que no significa lo que dice, y constituye una desviacin potica que debe ser completada por el lector) y la renovacin que se producira en su tratamiento poco tiempo despus de salida esta publicacin: Hawkes apre-cia, as, en la M una relacin de transferencia de propiedades de un hecho a otro, con la apari-cin de un nuevo significado. En el libro se hace, adems, un recorrido histrico por las vi-siones de lo metafrico (desde la antigedad al siglo XX).]

    Hintikka, J. (ed.) (1994): Aspects of metaphor. Dordrecht: Kluwer. [Segn consta en el prefacio, los autores reunidos se guan ms por lo expositivo que por la cr-tica a otras posturas. Diversas como el plantel de participantes son las perspectivas recogidas, si bien se dejan agrupar en dos ejes: el de la caracterizacin y presencia de la M. En lo referente al primero, se la define como: a) comparacin figurada implcita (Fogelin, pp. 23-39); b) reorde-

    de las relaciones semnticas apreciables desde la teora de los camnacin pos semnticos (den-

    las base nicos para clasificar y ana-

    al, Johnson sita en la comprensin humana lo que denomina proyecciones metafricas. Oponindose a una visin (la objetivista) que sostiene que la realidad tiene una estructura racional independiente de las creencias subjetivas, el autor reivindica ciertos patrones dinmicos recurrentes (image schemata), nacidos de nuestras interacciones perceptuales y mo-

    tro del mismo terreno conceptual, entre palabras que comparecen juntas o las establecidas por afinidad o contraste conceptual) (Steinhart & Kittay, pp. 41-94); c) mecanismo de creacin de similitud, anmala solo hasta que es comprendida (Indurkhkya, pp. 95-150); d) parte del signi-ficado no literal que, como tal, usa lneas de significado dadas por similitud y no determinadas por el significado literal (Hintikka & Sandu, pp. 151-87); d) proyectndola en la idea de modo de vida de Wittgenstein (Zemach, pp. 243-54). En este mismo eje, estara un posible test para el reconocimiento de lo metafrico (Margalit & Goldblum, pp. 219-41). En el otro polo habra un anlisis de la aparicin de la M en los escritos epistemolgicos (Haack, pp. 1-22) y una de-fensa de las Ms visuales condicionadas por la homoespacialidad (elementos dispares que sugie-ren identidad dentro de una entidad homognea espacialmente acotada) (Carroll, pp. 189-218).]

    Iesta Mena, E. M. & A. Pamies Bertrn (2002): Fraseologa y metfora: aspectos tipolgicos y cognitivos. Granada: Granada Lingvistica.

    [Estudio interlingstico de las unidades fraseolgicas, formadas bsicamente por Ms. Sostiene complementar la semntica cognitiva, cuyo soporte es esencialmente especulativo (p. 5), con la lexicologa emprica. Tras analizar las propiedades de las unidades fraseolgicas y esbozar

    s semnticas de su estudio, el cap. 4 propone modelos iclizar las imgenes subyacentes de esas unidades: esos modelos (que implican uno o ms domi-nios fuente, p. ej. movimiento), se subdividen en archimetforas (movimiento hacia arriba, abajo, fuera, dentro, etc.), que dan lugar a Ms particulares. Con tales herramientas, el libro ana-liza unas 2 000 unidades fraseolgicas de 25 lenguas, referidas a 10 dominios (miedo, ira, in-justicia, comida, hambre, delgadez, lejana, rapidez, trabajo y pobreza). El anlisis muestra sis-tematicidad en la produccin fraseolgica y metafrica: unos pocos dominios fuente se proyec-tan en dominios meta muy diversos. Esto les sirve para discutir la relacin universal-particular en esas expresiones y para reformular algunos aspectos del marco de Lakoff & Johnson, como la nocin de unidireccionalidad (la M solo se da en una direccin), sustituida por la de bi-direccionalidad: p. ej., el trasvase concreto abstracto se puede invertir.] Johnson, M. (1987): The body in the mind: The bodily basis of meaning, imagination,

    and reason. Chicago: University of Chicago Press. [Contra la ceguera que el objetivismo ha tenido hacia la imaginacin y su despegue desde la ex-periencia corpor

  • Bibliografa seleccionada y comentada sobre la metfora 541

    toras, que se desarrollan hasta conformar estructuras cuyo significado se organiza en niveles stractos de cognicinms ab . Un ejemplo de tales esquemas es el de la verticalidad (la tenden-

    tual: solo mediante su expresin en

    el ling lado, sostiene que la M requiere de las perspectivas semntica y pragm-

    za su relevancia

    trica, ulturales, religin, etc.), mos-

    Koenig, J.-P. (ed.) (1998): Discourse and cognition. Bridging the gap. Stanford, CA:

    cia a usar la orientacin arriba-abajo en numerosas actividades cotidianas) que, despus, puede ser extendido metafricamente a procesos racionales, como muestra la M ms es arriba, donde entendemos la cantidad en trminos de verticalidad (base fsica: al aadir lquido a un re-cipiente el nivel sube). Siguiendo lo ya escrito por el autor con Lakoff (1980), Johnson consi-dera, entonces, a la M como un modo de entendimiento con el que se proyectan patrones de un dominio de experiencia a otro de diferente tipo, para estructurarlo segn los trminos del pri-mero.]

    Kittay, E. F. (1987): Metaphor. Its cognitive force and linguistic structure. Oxford: Clarendon Press.

    [Aunque con fuertes tintes filosficos, ofrece una teora de la M lingstica basada en el anlisis de su realizacin. Esto no significa reducir la M al lenguaje ni criticar el marco cognitivista, sino que segn Kittay para explicar la M hay que empezar por abordar el enunciado metafrico. Por ello enfatiza el medio expresivo que necesita lo concepalgn sistema representacional podemos aprehender la estructura de la M, y el ms elaborado es

    stico. Por otrotica, si bien enfatiza esta ltima, al sostener que las condiciones contextuales son las ms re-levantes. Su anlisis se basa en dos ejes centrales: teora de los campos semnticos, que usa para mostrar cmo la M estructura dominios distantes, y diferencia entre significado de primer y segundo orden; la interpretacin de la M supone atribuir un significado de segundo orden a la cadena, que deriva de un trazado particular del significado de primer orden, de modo que en un uso metafrico las relaciones contrastivas y de afinidad que rigen el uso literal de un trmino se proyectan en un segundo dominio, que es as reordenado.]

    Knowles, M. & R. Moon (2006): Introducing metaphor. London & New York: Routledge.

    [Excelente panormica sobre